+Introducción
Definir "misión" es problemático, como lo es
precisar la relación entre misión y
evangelización.
Los creyentes tenemos la doble identidad
misional de ser objetos y sujetos de la misión.
Es decir, vivimos entre la continuidad por los
patrones misioneros heredados y la
discontinuidad impulsada por la creatividad del
Espíritu de Dios en una situación misionera
novedosa.
+Definición
Carlos F. Cardoza-Orlandi define la misión como
“la participación del pueblo de Dios en la
actividad misionera de Dios en el mundo”.
(p. 18)
En otras palabras, toda actividad misionera es
testimonio de lo que Dios (no la iglesia, la
denominación ni la institución misionera) hace
en el mundo y de cómo ese testimonio crea una
nueva relación entre Dios y su creación. (p.17)
+¿Misión o misiones?
Tradicionalmente el término «misión» se
confunde con el término «misiones». Para
muchos creyentes, hablar de «misiones» es
referirse a la actividad que hace la iglesia
para comunicar el evangelio a los no-
evangelizados. (p.16)
Por lo tanto, el objetivo de las “misiones” es
que los no-evangelizados pasen a ser
miembros de una iglesia.
+¿Una misión limitada?
Esta definición limita la misión a dos campos.
Primero, las misiones se refieren a la actividad de
la iglesia o grupo eclesiástico. El foco de la
actividad misionera es una institución, sea ésta la
iglesia, la denominación o la organización
misionera.
Segundo, las misiones se dirigen a un grupo
particular de personas, a las no-evangelizadas.
Esto se entiende como las personas que no
conocen a Dios y no están comprometidas con
una iglesia. (p.16)
+Una misión abarcadora
El término misión incluye la evangelización a los
no-creyentes. Ahora bien, también incluye el
reconocimiento de que toda actividad misionera
es de Dios y que dicha actividad crea una
relación entre Dios, las personas enviadas y el
mundo.
En otras palabras, la misión de la iglesia es la
misión de Dios; y los enviados a tal misión están
en intensa relación con Dios y con el mundo.
+Evangelización
Podemos afirmar que la evangelización es una de las muchas dimensiones de la misión.
A través de la evangelización, la Iglesia proclama el evangelio con el fin de que aquellas personas que se consideran a sí mismas como “no-creyentes” tengan un encuentro con la verdad de Dios en Cristo por el poder del Espíritu Santo.
+Misiología
La reflexión teológica sobre este
entendimiento de la misión es lo que ha
creado el campo de estudio conocido como
la misiología cristiana. (p.18)
La misiología cristiana es, pues, la disciplina
teológica que estudia la misión,
considerando sus aspectos teológicos,
históricos y pastorales.
+Criterios para una teología de la
misión
Dios es el protagonista de toda actividad
misionera.
La misión es una actividad comunitaria, gestada
con la participación de la Trinidad. Por lo tanto,
la misión se inicia, desarrolla y consuma en
comunidad.
El pueblo de Dios es objeto y sujeto de la
misión, a través de la cual se transforma y
crece.
+Sin misión no hay Iglesia, dado que la Iglesia
descubre nuevas dimensiones del Evangelio por
medio de la participación en la tarea misionera.
La actividad misionera se realiza en el mundo
creado por Dios. Por lo tanto, la Iglesia no lleva
a Dios a las naciones, sino que el Dios creador
está presente en todos los rincones del mundo.
La actividad misionera transforma tanto las
comunidades que escuchan el mensaje como a
las personas enviadas que lo transmiten.
+El elemento principal
Dado que la misión cristiana emana del
carácter de Dios tal y como ha sido
revelado en las Escrituras, la Biblia es un
elemento esencial para el desarrollo de
una Teología de la Misión.
En este sentido, es necesario comprender
que toda la Biblia habla de la misión.
+El elemento principal
Así encontramos que el elemento
principal en el desarrollo de la misión
es la misericordia de Dios.
A través de toda la Biblia, Dios se
revela como aquel que tiene
compasión de la persona pobre,
marginada, débil y oprimida.
+Antiguo Testamento
En el Antiguo Testamento (AT), esa
misericordia se ve en la elección del
pueblo de Israel (Dt. 4:32-38; 7:6-8) y
en la liberación del pueblo de Dios del
yugo de esclavitud en Egipto (Ex.
20:2).
+El ministerio de Jesús
La misericordia de Dios se ha revelado en
forma definitiva en el ministerio de Jesús.
En su declaración programática de Lc.
4:16-2 vemos que Jesús declara que ha
llegado el tiempo de la gracia.
Esto lo revelará Jesús en su propia vida,
actuando en favor de los marginados.
+Revelación e historia
El Dios de Jesucristo no es una divinidad
ahistórica; la religión cristiana no se basa en
un sueño o en una visión.
Por el contrario, la base de nuestra fe es la
intervención de Dios en la historia;
primeramente en el pueblo de Israel y, en
forma definitiva, en la persona de Jesucristo.
+Dios actúa
El Dios que se ha revelado en las
Escrituras es aquel que hace cosas
nuevas en medio de su pueblo.
Es un Dios que actúa, tal y como actuó
en la vida de Abraham (Gen. 12:1-3) y
en la creación de la Iglesia.
+Misión e historia
De este modo, la misión cristiana se
define como una tarea en la cual la
Iglesia participa en la historia.
Es implica que la Iglesia debe tomar
en cuenta la realidad social de cada
comunidad que desea alcanzar.
+Confesión de pecados
Reconocemos que, en momentos de la historia,
la Iglesia actuó de manera “triunfalista”,
oprimiendo a los pueblos no-evangelizados.
Del mismo modo, la Iglesia cometió el error de
identificar la cultura de los misioneros con el
Evangelio de Jesucristo, lo que le llevó al grave
pecado del genocidio.
La Iglesia hoy rechaza estas prácticas
pecaminosas.
+Los testigos
La misión necesita testigos que proclamen la
verdad de Dios. Estos testigos deben
comunicar la fe no como una utopía teórica
sino como una experiencia personal (I Jn.
1:1-3).
En el AT el testigo por excelencia está
personificado en el Siervo Sufriente de Is.
53. En el Nuevo Testamento (NT), el testigo
por excelencia es el Cristo crucificado.
+Discipulado
Así encontramos que seguir a Jesús no sólo
significa estudiar bajo su tutela -- como
implicaba el seguir a un maestro de la ley
judía -- sino identificarse con su sufrimiento.
Esto se debe a que es precisamente por
medio de su sufrimiento que Dios se ha
identificado con la humanidad.
+Una empresa divina
Debemos recalcar que la misión es una
empresa divina. Dios mismo es el
sujeto de la misión. Es Dios quien nos
capacita y nos impulsa a cumplir con la
misión.
Por lo tanto, Dios y el ser humano son
compañeros en misión (2 Co. 5:18-20).
+Una empresa contingente
El concepto, las teologías y las prácticas de
la misión han cambiado y seguirán
cambiando a través de la historia del
cristianismo.
Por lo tanto, las teologías y prácticas de la
misión son contextuales y temporales. Por
eso, no pueden ser rígidas ni absolutas. (p.
110)
+Una empresa multicultural
La tarea misionera está ligada a la humanidad
y a la creación en pleno. (p. 113)
Las teologías y prácticas misioneras tienen
mayor vitalidad en contextos donde la gestión
misional es intercultural, interreligiosa,
integrada a la fe y a la cotidianidad del pueblo,
y a la vida de adoración y estudio de la
comunidad de fe. (p. 112)
+Bibliografía
Cardoza Orlandi, Carlos F. Una introducción
a la misión. Nashville: Abingdon Press,
2003.
Costas, Orlando E. Compromiso y Misión.
Miami: Editorial Caribe, 1979.
Escobar, Samuel. Cómo comprender la
misión. Buenos Aires: Ediciones Certeza
Unida, 2007.