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Por el Lic. V. SALADO ALVAREZ
La revolución padece de neerofilia: se ceba en
los difuntos y est pidiendo continuamente nuevos
cuerpos para devorarlos. No me refiero, como es cla-
ro, a los que han caldo en el campo de la lucha: a
esos se les corta la cabeza como a Blanquet. se les
devora los sesos o se ponen en barbacoa orejas y
manos como hacen los bolsheviquis amigos de Fe-
lipe Carrillo con sus contrarios los liberales.
Me refiero a los que han fallecido de muerte na-
tural o artificia', pero que ya estn pudriendo tierra
hace tiempo. Se busca el cuerpo de don Valentn Gó-
mez Faras con ms empeo que se le buscaba cuando
,tri conspirador; so traen los restos de Daz Covarru-
oias y hacen guardias para velarlos muchos ingenie-
ros que el sabio habra reprobado en primer ao de
matemticas; se zarandean los huesos de don Agustn
flivera y hasta se sacan de su entierro anónimo los
iel "Pecador arrepentido que esperaba la Resurrec-
Món de la Carne"—don Manuel López—Costilla que
• su humildad no deseaba mitotes carnavalescos ni
velorios con chirima, sino paz y olvido. Por algo lla-
mó a Méjico la tierra de la intranqilidad (The Land of
Unrest' · de esos libelistas pagados sabe Dios por
quién, que publicó un tomazo hace o'ora de diez aos.
Ahora el prurito que ha llegado es el de averiguar
los crmenes del huertismo. Los polizontes se echan
unos a otros en cara sus picardias. y con insultar a
gentes va difuntas o que no pueden defenderse, y po-
nerse entre s de oro y azul, creen que ya llegaron a
personajes históricos. Se nos est apareciendo como
hombre heroico, gran revolucionario e incapaz de ma-
tar una pulga, quién lo dira, el mismsimo Pancho
Chvez, quien segn parece salvó de acabar a mano airada a muchas gentes perseguidas y amenazadas
por la tirana. Cumple a maravilla el papel de cuco, 1
que en mejicano significa soplón. Si del Antiherodes hubiera dependido, se habra
salvado ese asombro de las edades que se· llamó Beli-
sario Domnguez, que ha ido con toda desfachatez a
arrellanarse en el sitio que en la inmortalidad ocupó
nada menos que don Agustn de Iturbide. Asombrado se ha de haber quedado el Libertador 1 ver que le
arrebataba su asiento un mediquillo que vena desde
Ciudad Real de Chiapas, y que haciendo rodar por el
suelo la corona que el vir Dei haba recibido de ma-
nos del obispo Caballas, la sustitua por un bombn
salido de casa de Tardan.
Triste cosa es pensar que desaparezca de mala
manera un ser humano, porque la vida es don de Dios
que K1 sólo puede quitar cuando le plazca; j»ero dón- de iramos a parar si a todo el que se muere se la
fuera a deificar aunque fuera un insignificante—aun-
que fuera un demente, como parece lo era el seor
Domnguez? .
xjommguez no escrioiu un noro. no esculpió una
estatua, no fundó una institución caritativa, no in-
ventó una operación quirrgica ni un instrumento que
alargara la vida o disminuyera el dolor humano. Su
papel de conocimiento lo constitua· el ser conocido o
compaero de infancia o paisano de mi excelente ami-
go Vctor Manuel Castillo.
Si su mérito para sentarse "al lado de Aquiles el
de los piés giles y Diómedes hijo de Tideo" fue sólo
ese discurso descosido, sin hilacióu y sin novedad que
pronunció en el Senado, declaro que no mereca a
muerte, ni la. inmortalidad ni la \-ida misma·
Yo me figuro la carrera del seor Domnguez. Pertenecera a uno de esos bandos en que estaba di-
vidido el Estado de Chiapas: pretendera algn pues- to de visitador de jefaturas o de diputado al congreso ocal: no obtendra !o que deseaba por que se opusie- ran el cacique regional o el ricachón que ms signi- ficaba en la comarca; escribira hiperbólicas alaban-
zas al Gral. Daz en algn periodiquillo que se lla-
mara quizs "'La Sombra de Corzo" o "El Cristoba-
lense" insinuando ataques velados contra los déspotas
del lugar: mandara después algunas notas, con seu-
dónimo. a esa sección impresa con veneno de crótalo
que apareca en "El Pas" y que se llamaba "Efemé-
rides del Caciquismo;" lera con delectación en la
trasbotica del pueblo los prrafos de "La |?ucesión Presidencial." obra de su paisano Guillén en coman-
dita con Madero; se presentara candidato bajo el
patrocinio de los amigos del Apóstol (quizis éste lo
ignoró siempre) y tras el honesto pucherazo que es
necesario salió electo Senador sin ms ni menos chan-
chullos que ios dems que en Méjico lo han sido.
Si el discurso que pronunció es ese que conoce-
mos. hay que clasificar a Domnguez entre los demen-
tes paranoicos glosolücos: y si no hubiera tropezado
/ con un furioso o con varios sanguinarios del tipo lom-
v- brosiano. probablemente hubiera acabado su vida re-
cetando cataplasmas de linaza, blsamo tranquilo, un-
\ giiento populeón, jarabe de altea y cerato simple.... sobre todo mucho cerato.
Si inmortalizamos esa arenga que parece una ber-
nardina de las que pronunciaban Rinconete y Corta-
dillo, qué dejamos para la defensa de Haro y Tama- riz por Gómez Pedraza, para el discurso de Altami-
rano en contra de los reaccionarios, para la oración de
i&mrez el 15 de septiembre, para los sermones de
Munguia y de Montes de Oca, para !a supuesta im-
provisación de Prieto y para los vigorosos razona-
miento!· de Lerdo con motivo de la Convocatoria?
Cuentan que don lreneo Paz escribió en cierta
ocasión un drama ea que un juez se vea en el con-
flicto de condenar al padre de su amada, autor de un
horrible asesinato, o de prescindir de los goces de las
próximas y justas nupcias que tenia concertadas. So- bre «ste asunto giraban tin o teatro largos actn* y * les dió al fin lo que todos los revoluciona-
rios proinetedores y malos cumplido- res se haban olvidado de darle.
Villarreal. en el Ministerio o fuera
del Ministerio, es ya una potencia
poltica temible .porque puede ser
ese lidér que todos esperan para cam
biar de "chaqueta," ese jefe presti-
giado que se lleva a los militares y a las multitudes cansadas de ser fie-
les y de gritar vivas al lider reinan-
te: la nebulosa que puede servir de
ncleo y aparecer maana como el
r.uevo astro hacia el que se vuelvan, dóciles y admirativos, como giraso-
les que siguen eternamente a las am-"
Diciones que triunfan. todas *1ae
fuerzas vivas" del pas.
a tantas discusiones. Van tres daa
desde que la puso en las manos del seor Presidente y todav'a éste no
resuelve nada. Los grupos poltico·
ligados a Villarreal han estado tra- bajando activamente para que no la
acepten. Una respetable parte de lo»
diputados—los agraristas y los socia- listas estuvieron a ver al seor
Cbregón para decirle que si Villa- rreal sale del gabinete no' lo secun-
darn en el Congreso. Hay pues, ya
intereses creados, que defienden al
Ministro de Agricultura. La tela de
araa que fué tejiendo audaz y pa- cientemente Don Antonio envuelve a
los del tringulo de Sonora que no
se pueden librar fcilmente de ella. Sin embargo, la opinión general em
que la renuncia ser aceptada, por»
que ni el mismo Villarreal puede re-
considerarla después do haberla pre- sentado con el carcter de irrevoca-
ble. ni «el Presidente puede rechazar- la habiéndose expresado como se ex-
presó de los polticos que desvirta- "
ban con su ambición la Ley Agraria. En resmen. todas las conversa-
ciones, todo el chismorreo de los
corrillos y las actividades de los mi-
nisterios giran en torno de la renuncia
de Villarreal, consecuencia de la. lle- gada del general Callea. Es el < asunto de dia y asunto de muchos das ser
a medida que se vaya viendo como
se desembrolla este asunto que ape-
nas tocado (s ya una maraa de in-
tereses en pugna y de problemas po-
lticos del futuro, que no hay por donde cogerlo. Los nombres de los candidatos a la partera vacante—por
tal se la tiene ya.—son mas de me-
dia docena y las probables activida- des del seor Villarreal en cuanto en-
tregue su puesto, no se pueden con- tar con los dedos de una mano. -JS·
(Pasa a la Pag 12)
centrales; sobre un lago se apareció a los aztecas el guila bravia de los oréeu-"
los propicios; y en un lago se perdió para siempre el tesoro de Axaycati. Por
eso Urrutia ha hecho bien en colocar a la orilla de un lago el mrmol conmove-
dor: las aguas puras recogen silenciosamente la protesta, para quizs maana
elevarse al cielo en forma de nube reivindicadora, que reviente en una tempes-
tad de rayos justicieros. Pero el lago de la Quinta de Miraflores no sólo.refleja dolor: también.
est copiando en sus aguas mansas, la imagen de la esperanza y la piedad.
Sobre una blanca pared que se duplica en el cristal, Urrutia ha incrustado un
retrato de azulejos de la Virgen de Guadalupe. Sobre el smbolo del coraje^, reina el smbolo de la misericordia. Encima del guerrero indio que protesta y
maldice, fulgura la Virgen india que perdona y olvida.
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