LA RESISTENCIA BÚLGARA Y LA PENETRACIÓN DEL BOGOMILISMO EN BIZANCIO·
RESUMEN: La incorporación de Macedonia, Tracia y las provincias nordorientales de Bulgaria al Imperio Bizantino dieron origen a un proceso de bizantinización forzosa de estas regiones entre 1015-1186. Durante este período la resistencia al gobierno de los griegos (en el orden político, eclesiástico y económico) estuvo fundamentalmente en manos de los herejes, en especial bogomilos y paulicianos. Este artículo examina los rasgos relevantes de este movimiento en los Balcanes y su repercusión en Bizancio.
PALABRAS CLAVE: Bulgaria, Bizancio, Bogomilismo, Herejías dualistas en los Balcanes.
ABSTRACT: The incorporation of Macedonia, Thrace and the northeastern provinces of Bulgaria into the Byzantine Empire initiated a process of violent Byzantinization of these regions between 1015-1186. During chis period the resistance to the Greek rule (political, ecclesiastical, economical) was largely in the hands of che sectarians, especially che Bogomils and che Paulicians. This paper examines the outstanding features and spread of this movement through the Balkans and its repercussions into Byzantium.
KEY woRDs: Bulgaria, Byzantium, Bogomilism, Balkan Dualistic Sectarianism.
Trabajo realizado en el marco del proyecto de investigación BFF2000-1097-C02-01.
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La incorporación de Macedonia, Tracia y las provincias nororientales de Bulgaria en el Imperio bizantino produjo un período de violenta bizantinización de estas regiones entre 1015 y 1185. La resistencia contra los griegos estuvo protagonizada principalmente por las sectas de los paulicianos y de los bogomilos. La bizantinización de Bulgaria, iniciada ya durante el siglo X, se aceleró en el XI a partir de la abolición del patriarcado de Ocrida por Basilio 111. Aunque el emperador garantizó nominalmente la autonomía de la Iglesia búlgara2, en la práctica esta autonomía no se respetó por los sucesores de Basilio; las treinta diócesis dependientes de Ocrida pasaron a estar rigurosamente controladas por Constantinopla y e l griego se impuso como lengua litúrgica, de manera que la misma estructura administrativa de Bulgaria se convirtió en un poderoso instrumento para la helenización del país. La helenización eclesiástica tuvo efectos muy negativos en la vida religiosa de Bulgaria3 porque abrió un abismo entre el episcopado griego dominante y el bajo clero y la masa de fieles búlgaros. Los privilegios excesivos de la jerarquía griega, unidos a la nueva posesión de tierras y poder sobre los paroikoi, además de las enormes cargas fiscales y levas forzosas que supuso la defensa de la frontera septentrional contra los ataques de cumanos, pechenegos y selyucíes, crearon un caldo de cultivo propicio para las revueltas internas, a partir de 1040-41, todas duramente reprimidas por los bizantinos. Los enfrentamientos sociales surgidos en Bulgaria durante el siglo XI, derivados de la implantación del sistema de pronoia sobrevivirían incluso a la invasión turca.
En estas circunstancias de sistemática explotación fiscal y económica y de represión social, política y eclesiástica de la población eslava por parte de los bizantinos, las doctrinas de fraternidad e igualdad propugnadas por paulicianos y bogomilos ofrecieron a una población exhausta un modelo de protección y resistencia contra el invasor. Los factores religiosos, políticos y sociales explican el gran desarrollo del bogornilismo que, en el siglo XI, se extendió desde Macedonia por buena parte del imperio bizantino y su penetración en la misma Constantinopla. Sin embargo, no hay que ver en este auge del bogomilismo un movimiento de resistencia organizada
1 Cf. P. STEPHENSON, Byzanlium 's Balkan Frontier. A political Study of the Northern Balkans, 900-1204, Cambridge, 2000, pp.47-79.
2 Acta et diplomata res Albaniae mediae aetatis illustrantia (ed. L. THAUócv - K. ]IRECEK
- E. DE SUFF!.AV) Viena, 1913, vol. I, nos. 58, 59, pp. 15-16. 3 M. SPINKA, A History of Christianity in the Balkans, Chicago, 1933, pp. 91-2.
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política y militarmente ni , mucho menos, una fuerza de carácter nacionalista como, en ocasiones, ha querido interpretar el nacionalismo decimonónico, en autores como Gilferding, Levitsky, Zltarski, Ivanov, Karolev o Blagoev4. El bogomilismo fue ante todo un moviiento de reforma eminentemente religioso y moral -radical si se quiere- que implicaba, secundariamente, unos efectos políticos en el contexto teocrático de Ja Ortodoxia; sólo en este sentido puede hablarse del bogomilismo como una fuerza antibizantina durante el período de dominio bizantino en Bulgaria (1018-1186). La resistencia de las sectas dualistas, de Jos bogomilos especialmente, revestía un carácter ético pero anárquico, carente de programa político y, desde luego, militar. Sin embargo, al tratarse de un modelo de resistencia moral, individualmente asumido, Je dotaba de una fuerza muy difícil de reprimir y, más aún, de eliminar. La identificación psicológica de Jos individuos equivalía, colectivamenente, a un resistencia que significaba en la práctica un estado de permanente desobediencia personal hacia la autoridad teocráticamente ungida -ya fuese el zar o el emperador-, en este sentido es evidente el peligro político que tal herejía podía representar para el poder establecido.
La información sobre esta secta en el siglo XI nos viene mayoritariamente de fuentes bizantinas. El documento más antiguo es una carta de un monje del monasterio de Períbleptos, en Constantinopla, dirigida a los fieles de Ja diócesis de Acmonia en Frigias. Esta epístola, compuesta seguramente en el segundo cuarto del siglo XI6, da cuenta de la aparición de una nueva herejía difundida por Juan Tzurilas en "Tracia", en Esmirna y muchas otras localidades de Asia Menor y de cuyo juicio - por acusación de violación pero no de herejía- y condena fue testigo Eutimio durante su estancia en Acmonia a principios del siglo XI. La localización de esa "Tracia" plantea ciertos problemas. Ficker propuso, con acierto la lectura "6pqlCT)atwv" en lugar de "8pqKwv", lo que se aviene mejor con el hecho de que la actividad de Tzurilas, de origen búlgaro, se centró en Asia Menor y, sobre todo, en la región de Esmirna, vecina al tema de Tracesion, después de haber difundido sus doctrinas por Tracia y Macedonia. Esta misión bogomi-
1 Cf. al respecto la crítica a la historiografía nacionalista búlgara de D. ÜBOLENSKY, Tbe Bogomils, Cambrige, 1948, p. 173.
5 Eds. PG 132, 1155-1217 [Migne lo confunde con Eutimio Zigabeno]; G, F1cKER, Die Phundagiagiten: Ein Beitrag zur Ketzergeschichte des byzantinischen Mittelalters, Leipzig 1908.
6 FICKER, op. cit. pp. 66-67.
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la se explica por las estrechas relaciones existentes entre eslavos balcánicos y los eslavos asentados en los temas noroccidentales de Asia Menor, especialmente en Opsicion y Bitinia, donde la presencia eslava está atestiguada ya desde el siglo VIF. El monje Eutimio, a su regreso de una peregrinación a Jerusalén, comprobó que la herejía había penetrado incluso en su propio monasterio de la Períbleptos, donde pudo informarse de las doctrinas interrogando a los monjes "contaminados"ª· Eutimio matiza que los herejes, en el tema de Opsicion, en Occidente (es decir, las provincias balcánicas del Imperio) y en otros sitios son denominados "fundagiagitas", mientras que en el tema de Ciberreotas son llamados "bogomilos"9. Las doctrinas y prácticas atribuidas a Tzurilas y sus seguidores, descritas por Eutimio, presentan todas las características del bogomilismo y coinciden en lo esencial con el testimonio de Cosmas el Presbíterolo e indican que, para mediados del siglo XI, existe una fusión de doctrinas paulicianas y masalianas que impregnan con sus características a los bogomilos, confluencia doctrinal que se había producido ya en Bulgaria. Así, encontramos una identificación absoluta con el dualismo cosmológico, una actitud ecléctica hacia el Antiguo Testamento, rechazo de los dogmas de la Resurrección y del Juicio Final, de la institución sacerdotal, del culto a los santos, de la oración (con excepción del padrenuestro) y negación del bautismo, de la eucaristía y del símbolo de la cruz.
Es posible que exista cierta exageración en el panorama que Eutimio presenta sobre el sistemático y fanático proselitismo de los bogornilos que, según él amenazaba a toda la cristiandadll, pero es indudable que la secta, hacia 1050, estaba muy extendida por los Balcanes y Asia Menor occidental y que empezaba a representar una seria amenaza para la Iglesia ortodoxa.
7 justiniano II deportó 80.000 eslavos a Opsicion en 688; Constantino V, en 762, realizó otra deportación a Bitinia, cf. F. DvoRNIK, Les Slaves et Byzance att !Xe siecle, Pañs, 1926, pp. 102-103.
s Cf.Liber invectivus contra baeresim exsecrabilium et impiorum baereticorttm qui Pbttndagicllae dicuntur, PG 131, 48-57 [erróneamente atribuido a Eutimio Zigabeno].
9 Cf. FICKER, op. cit. p. 62 y 192. Un importante y útil repertorio de fuentes, en traducción inglesa, para las herejías dualistas es el de]. y B. HAM1LTON - Y. STOYANOV, Christian Dualist Heresies in tbe Byzantine World c. 650-c. 1450, Manchester, 1998.
10 Ed. de A. VAJU.ANT- H. PuEcH, Le traité contre les Bogomils de Cosmas le Prétre, París, 1945.
11 TIEpl TpÉxouoav TTQc1QV n;v T WV 'Pwµalwv ETILKpáTELQV Kal. ELS" ooous ó i;:>..tos ecj>opq. XpLonavoús. F1CKER, p. 63.
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El testimonio de Eutimio se corrobora con el que se atribuye a su coetáneo Miguel Pselo en el Dialogus de daemonum operatione12, obra compuesta hacia la misma época que la epístola de Eutimiol3 en la que Pselo (si es que él es verdaderamente el autor) alude indirectamente a las actividades ilícitas de los herejes euquitas en Tracia. Pselo no precisa la identificación exacta de esta secta, si bien aclara que son dualistas como los maniqueos, que practican ritos orgiásticos (rasgo que los acercaría a los masalianos, pero no a los bogomilos, caracterizados por su estricta austeridad) y que rinden culto a Satanael14 (literalmente "criatura opuesta a Dios") pero que no implica necesariamente la práctica del satanismo. Desgraciadamente el opúsculo de Pselo no permite saber hasta qué punto se está refiriendo exactamente a bogomilos.
Con excepción de los escritos de Eutirnio de Acmonia y del opúsculo atribuido a Pselo, las fuentes bizantinas de los tres primeros cuartos del siglo XI no mencionan a paulicianos ni bogomilos; quizá este silencio se deba a la urgencia de las dificultades políticas y militares a las que por entonces se enfrentaba Bizancio. Todas las energías del Imperio se centraban en la protección de las fronteras amenazadas por nuevas invasiones, y los herejes, en la medida en que no suscitaran problemas, eran dejados en paz. Sin embargo, a finales del siglo XI los herejes de Tracia sí empezaron a constituir una seria amenaza para las autoridades bizantinas por lo que representaban de resistencia personal muy difícil de atajar. Se demostró entonces lo equivocado de la política seguida por Juan Tzimisces casi dos siglos antes cuando había asentado a los paulicianos en la región de Filipópolis; su activo proselitismo y la llegada sucesiva de nuevos contingentes de herejes -por ejemplo monofisitas armenios- convirtió a Tracia en una de las regiones menos fieles a la Ortodoxia, donde, como señala Ana Comnena 15 proliferaban los armenios, bogomilos, masalianos y paulicianos. Estos últimos, los más indómitos y combativos se aliaron con las tribus nómadas turcomanas (de cumanos y pechenegos) que por la frontera
12 Ed. J. BOISSONADE, Nuremberg, 1838 = PG 122, 820-882.; trad. fr. de E. RENAULD "Une traduction fran<;aise du Tiepl €vepyeias Smµóvwv de Michel Psellos" Revue des Études Grecques 33 0920) 56-95 [la trad. es de Pierre Moreau, s. XVI]. La autoría de Pselo es puesta en duda por P. GAUTIER "Le De daemonibus du pseudo-Psellos", REB 38 (1980) 105-194.
13 Cf. J.M. HussEv, Cburcb and Learning in tbe Byzantine Empire (88 7-1185), Oxford, 1937, pp. 73-88.
14 Cf. M. DANDO "Satanael", Cabiers d'études catbares, ser. 2, nº 83 (1979) 3-21. 15 Cf. Ana COMNENA, Alexíada XIV, 8 (ed. Leib).
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danubiana devastaban periódicamente Tracia y Macedonia. En 1078 estalla, dirigida por Leka y Dobrornir,16 una revuelta antibizantina de paulicianos en Sredets ( = Sofía) y Nish a la que se unen pechenegos y cumanos; los insurgentes que saquearon ambas ciudades y asesinaron al obispo de Sofía, fueron sometidos por Alejo I y sus cabecillas capturados aunque luego (en 1080), por razones desconocidas, fueran liberados y distinguidos con prebendas17 . La participación de bogomilos en escas revueltas y alianzas con bárbaros es improbable, porque los bogomilos - a diferencia de la combativos paulicianos- tenían, por su riguroso ascetismo y modo de vida, estrictamente prohibido el recurso a la violencia y el derramamiento de sangre. Ana Comnena da cuenta detallada de los sucesivos conflictos con los paulicianos tracios ("maniqueos") y bogomilos en el reinado de su padre que asumió plenamente su papel de protector de la Ortodoxia, lo cual le llevó a combinar la firmeza militar con la sistemática voluntad de poner todos los medios para atraerse a los herejes y lograr su conversión 18.
La identificación o, mejor, confusión que las fuentes bizantinas de los siglos XI y XII hacen entre bogomilos y paulicianos no es del todo correcta. Cada secta actuó de formas distintas en Bulgaria y Bizancio. En primer lugar sus métodos de proselitismo eran completamente diferentes. Los paulicianos actuaban abiertamente y no temían enfrentarse directamente con las autoridades eclesiásticas y civiles del Imperio. Los bogomilos, en cambio, no se manifestaban como tales en público, externamente pasaban por ortodoxos y solo revelaban su pertenencia a la secta en caso de máxima presión, esto es lo que hacía a los bogomilos mucho más peligrosos para la Iglesia y difíciles de reprimir. La mayor turbulencia de los paulicianos, agrupados en grandes colonias y, generalmente, extranjeros de origen hacía más fácil su represión por Ja vía militar e incluso su conversión no era especialmente complicada una vez desactivadas militarmente sus revueltas. De hecho, en época del emperador Alejo I, muchos paulicianos acabaron por abjurar, pero los bogomilos, - búlgaros o griegos- indistinguibles externamente de Jos ortodoxos, eran imposibles de convertir, con
16 Cf. Sr1NKA, op. cit., p. 94; cf. j.C.CHEYNET, Pouvoir et contestation a Byzance (963-1219), París, 1990, p. 8;.
l7 Miguel ATAUATES Historia 216.; (ed. l. PÉREZ MARTÍN, Madrid, 2002); más información suministra el Continuador de Escilitzes 184. 13 (ed. E . T sOL\KIS, Salónica, 1968).
18 Ana Comnena considera a Alejo el decimotercer o decimocuarto a póstol, si se da la prioridad a Constantino, cf. Alexiada XIV, 8.8 (ed. LEm) .
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lo cual su resistencia moral resultaba inquebrantable. Desde el punto de vista doctrinal, existían ciertos puntos de contacto entre ortodoxia y bogomilismo que, en cierta medida, podían facilitar el paso de una a otro. Los bogomilos se apoyaban principalmente en el Nuevo Testamento, acomodándolo mediante una ingenua utilización de la alegoría al dualismo, a la vez que mantenían una actitud antisacramental, rasgo que más distinguía a esta secta. Por otra parte, el carácter esotérico de los cerrados círculos de sus iniciados y seguidores rodeaba a los bogomilos de un ocultismo (análogo al de otras herejías dualistas) que hacía difícil su detección e identificación, circunstancia que irritaba y alarmaba aún más a las autoridades ortodoxas.
El acontecimiento más trascendental en la historia del bogomilismo fue su penetración en la misma Constantinopla, efecto perverso y paradójico que echaba por tierra todos los esfuerzos por bizantinizar a los búlgaros. Nuestro conocimiento del bogomilismo en Bizancio a finales del siglo XI y principios del XII deriva, casi exlusivamente, como ya se ha señalado, de Ana Comnena19 y de la Panoplia dogmatica de Eutimio Zigabeno20, así como de las interesantes informaciones de la crónica armenia de Mateo de Édesa21. Esta documentación permite hacernos una idea del fenómeno de la extensión del bogomilismo, coincidente con el dominio bizantino sobre Bulgaria, y nos aclara muchos aspectos sobre los métodos de propagación y arraigo social de la secta; el testimonio de las fuentes bizantinas de este período refuerza, profundiza e ilustra las evidencias de fuentes anteriores, de los siglos X y XI; asimismo, la implantación que llegó a tener el bogomilismo en el mismo corazón de Bizancio ayudan a comprender una serie de características de la herejía y su posterior desarrollo en los Balcanes durante los sigos XII y XIII. El bogomilismo llegó a alcanzar no sólo a comunidades monásticas, sino que penetró incluso en círculos aristocráticos de la Capital, Ka\. ELS' otK[as µ Ey[cnas , según dice Ana Comnena.22
Las fuentes armenias sugieren que la madre del emperador Alejo (Ana Dalasena) pudo haber caído en la herejía; la información de Mateo de
19 Alexiada XIV, 8-10. 20 PG 130, 1289-1332; un versión, algo diferente, del relato de Zigabeno sobre los
bogomilos está publicada por F ICKER, op. cit., p. 89-111, con el título Euthymii Zigabeni de haeresi Bogomilon1m narratio.
21 Puede verse la trad. francesa de F. D UL-\URIF.R, Chronique de Matthieu d'Édesse, en la "Bibliotheque historique armenienne", París 1858.
22 Alexiada X:V, 9.
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Édesa al respecto no es concluyente, pero quizá esto explique las reticencias de Ana Comnena sobre su abuela al final de sus días cuando, presumiblemente arrepentida, se retiró al monasterio de Cristo Pantepoptes que esta había fundado en 108723. Aquí radica una de las diferencias esenciales entre el bogomilismo búlgaro y el bizantino: un movimiento popular con especial atractivo en las masas de campesinos pobres o arruinados, en Bulgaria, y una corriente de especulación intelectual en las é lites bizantinas con inquietudes teológicas y filosóficas bordeando los límites de la ortodoxia. Llama la atención, sin embargo, que, a pesar de la notable difusión del bogomilismo en diversas partes del Imperio durante la primera mitad del siglo XI, las autoridades bizantinas no tomaran especiales medidas para combatirlo. Las razones de esta falta de acción quizá haya que verlas en las complicadas circunstancias políticas que siguieron tras la muerte de Basilio II (1025), pues durante cincuenta años largos más de una docena de emperadores tuvieron que hacer frente a las amenazas de normandos, pechenegos y turcos selyucíes en medio de frecuentes situaciones de vacío de poder en Constantinopla. Asimismo, la Iglesia en este turbulento período, aunque combatió la herejía, estuvo más preocupada por la disidencia anticalcedoniana, crónica en las provincias orientales, y a la que los sucesivos patriarcas -desde Alejo el Estudita hasta Juan Xifilino- trataban por todos los medios de reconducir a la Ortodoxia, sobre todo después de la ruptura de Miguel Cerulario con Roma. Cosmas I de Jerusalén (1075-1081) fue realmente el primer patriarca en emprender acciones contra los bogomilos desde la época en que el patriarca Teofilacto Lecapeno (933-956) pusiera ya en guardia al zar Pedro de Bulgaria sobre las impías doctrinas de 'maniqueos' y 'paulicianos' (i.e. bogomilos)24. El patriarca Cosmas 1 en una carta al metropolita de Larisa, que no aporta demasiada información nueva sobre el bogomilismo, sí que aclara mucho sobre la percepción de esta herejía y anatematiza a la secta de Bogomil que en tiempos del zar Pedro difundió la herejía maniquea por Bulgaria. Lo verdaderamente significativo de esta carta es que se habla por primera vez de 'Bogomil' como fundador de la herejía en un documento griego y que, además, los artículos de la
23 Cf. S. RuNCIMAN, "The End of Anna Dalassena", Annuaire d e l'lnstitut de Phi/ologie et d'Histoire orientales et slaves 9 (1949 = Mélanges H. Grégoire), 314, n. 122; J.C. CHF.YNET - ].F. VANNIER, "Les Dalass¿noi'", Études prosopographiques, París, 1986, 75-119; sobre el monasterio de Pamepoptes cf. R. ]ANIN, Les Églises de Constanlinople, Parísl969, vol. 111, pp. 513-515.
24 l. DuJC':Ev, "L'e pistola sui Bogomili del patriarca costantinopolitano Teofilatto", en Mélanges E. Tisserant 11, Ciudad del Vaticano, 1964 (Studi e Testi 232), pp. 88-91.
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fórmula para el anatema se incorporarán más tarde al Synodikón del zar Boril (1211) contra los bogomilos2s. Cosmas abdicó por razones políticas en 1081 y sus medidas contra los bogomilos no fueron continuadas, por lo que cabe deducir que la jerarquía ortodoxa no consideraba a aquellos especialmente peligrosos.
Sin embargo Alejo I, aunque con problemas en todas las fronteras, sí se opuso con firmeza a la herejía, pero sus esfuerzos por erradicar el bogomilismo tuvieron un éxito relativo. La acción más espectacular contra los bogomilos fue el intento de conversion de su jefe Basilio26 y sus doce "apóstoles", así como el posterior auto de fe en la gigantesca pira erigida en el hipódromo de Constantinopla, acontecimiento tan vívidamente descrito en la Alexíada27 y que coincidió en el tiempo (1110-1111) con una treintena de anatemas lanzados por el Santo Sínodo contra bogomilos, masalianos y otros herejes similares28. Según el testimonio de Zigabeno y de Ana Comnena, Basilio vestía hábito (no sabemos si realmente había sido o no monje) y tenía una gran formación -era médico según Zigabeno y el Synodikon de Boril, había estudiado quince años doctrinas heterodoxas y enseñado durante más de cuarenta- por lo que puede deducirse que tendría unos setenta de edad cuando lo procesaron, luego bien podría haber tenido relación con el primer foco bogomilo que Eutimio localizara en el monasterio de Períbleptos. Basilio, como si de un monje se tratara, fue invitado a exponer en palacio su credo al emperador Alejo y a su hermano Isaac con el señuelo de atraerse el favor imperial a su movimiento; sin duda, como resultado de estos encuentros, el emperador obtendría valiosa información sobre el ideario bogomilo y su organización en Constantinopla. Cuando acabó la farsa, Basilio fue arrestado e interrogado por Zigabeno que nos ha dejado la única descripción sistemática de la teología bogomila y que concuerda y amplía los testimonios de Eutimio de Perí-
25 M. POPRUltENKO, Sinoclik carja Borila, Sofía, 1928, pp.42-82; puede verse trad. francesa en H .C. PuEcH - A. VAJLLANT, Le Traite contre les Bogomiles de Cosmas le Pretre, París, 1945, pp. 343 SS.
26 Sobre la actitud de Basilio en e l proceso, cf. Zigabeno, Panoplia en PG 130, 1292. Las fuen tes búlgaras, como el Sermón contra los herejes y el Synodikon del zar Bon"/, confirman la información recogida en la Panoplia dogmatica; cf. A. RIGo, "11 processo del Bogomilo Basilio (ca. 1099): una riconsiderazio ne", Orientalia Christiana Periodica 58 (1992) 185-211.
21 Ale.xíada XV, 9-10. 28 Les Regestes des Actes clu Patriarcal de Constantinople, nº 989; para la fórmula de
abjuración de los bogomilos, cf. P. ElEtJTI:RJ - A. R!Go, Eretici, dissiclenti, musulmani ecl ebrei a Bisanzio, Venecia, 1993, pp. 125-157.
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bleptos y de Cosmas. El emperador trató de convertir a los "apóstoles" de Basilio que, por cierto, no fueron a la hoguera aunque sí su jefe. Pero ni Alejo ni luego sus sucesores pudieron acabar con el problema; pese al silencio de las fuentes bizantinas sobre la herejía dualista durante los siguientes cuarenta años, la herejía en Bizancio no estaba erradicada.
En 1140 tuvieron lugar en Constantinopla nuevos procesos contra bogomilos: El patriarca León Estipes convocó al Santo Sínodo que encontró evidencias de bogomilismo en los escritos de Constantino Crisomalo sobre el que cayó -post mortem- el anatema. La acusación de bogomilismo y masalianismo fue quizá injusta; sus escritos, que habían tenido una amplia difusión por diversos monasterios, fueron quemados y sus colaboradores recibieron leves penas después de retractarse29. Pero no sólo en la capital se detectaban sospechosos de herejía. La importancia de este proceso radica en que, por esa época, las autoridades temían un rebrote de actitudes probogomilas en el seno de la ortodoxia. Poco después, cuando sube al trono Manuel 1, en Capadocia los obispos Clemente de Sasima y Leoncio de Balbisa fueron denunciados como sospechosos por el metropolita de Tiana y depuestos por el Sínodo (1143)30. El monje Nifón de Capadocia , acusado también de bogomilismo fue confinado primero en el monasterio de Penbleptos y luego excomulgado (1044) y encarcelado; la única manifestación herética que se le achacó a Nifón fue haber lanzado ante el Sínodo "un anatema contra el Dios de los judíos". La condena de Nifón habría de tener serias repercusiones en Constantinopla porque el nuevo patriarca Cosmas 11 Ático, elegido en 1146, persona de gran nobleza e integridad, excarceló a Nifón, pero sus enemigos lo depusieron un año más tarde acusándolo de bogomilismo, aunque lo más probable es que en realidad su evicción se debiera a rivalidades políticas y se aprovechara, como pretexto, su talante caritativo y, sobre todo, su amistad con Nifón31,
29 Cf.Les Regestes des Acles du Patriarca/ de Constantinople , nº 1007; ]. GouJLL\RD, "L'Hérésie dans l'empire byzantin des origins au Xlle siecle", Travaux et Mémoires 1 (1965) 299·324 y "Quatre proces de mystiques a Byzance (vers 960-1143), REB 36 0978) 31-39 y 57-67.
30 Cf.Les Regestes des Acles du Patriarca/ de Constantinople , nº 1011, 1012 y 1014 y]. GOUIUARD (1978) pp. 39-43 y 68-81.
31 Cf. Les Regesles des Acles du Patriarcal de Conslantinople, nº 1013, 1015; juan CÍNAMO, Historia 2.10 (ed.MEJNEKE, CB, pp.93-66), hay reimpr. en Variorum, Londres, 1971 y G.D. MANs1, Sacrorum conciliorum nova el amplissima collectio, Graz, reimpr. 1960-61, 21 , col. 597 para la condena de Nifón y cols. 701-705 para la deposición del patriarca Cosmas, sobre la cual cf. también Juan TZETZES (ed. P. LEONE, Leipzig, 1972) Epist. 46
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indicio claro todo ello de que, a mediados del siglo XII, la sospecha de incurrir en bogomilismo podía ser podía ser instrumentalizada políticamente para acallar cualquier disidencia.
A la vista de hechos como los señalados, lo cierto es que durante el siglo XII el bogomilismo continuó teniendo una considerable influencia en Asia Menor, especialmente en Capadocia, tanta como ya había tenido un siglo antes, como confirmaba el testimonio de Eutimio de Acmonia. Por otra parte, la implacable represión, cuyo exponente más significativo fue el auto de fe de Basilio en el Hipódromo de Constantinopla, condujo a una notable confusión, de manera que numerosas doctrinas heterodoxas se tachaban de bogomilas cuando las fuentes más antiguas distinguían entre las de tipo bogomilo y las de tipo masaliano. La identificación entre ambas doctrinas, inducida por el terror y el oportunismo, es significativa, y las matizaciones realizadas por Zigabeno y Ana Comnena desaparecen a mediados del siglo XII y, ya en el XIII, las denominaciones 'bogmilo' y 'masaliano' son sinónimas tanto en fuentes bizantinas como búlgaras. A mediados del siglo XII, la oleada de bogomilismo que recorrió el Imperio tuvo también repersusiones en Bulgaria. La herejía rebrotó con fuerza en Macedonia y su actividad queda bien patente en la Vita de un coetáneo de Manuel I Comneno, el obispo san Hilarión de Moglena, compuesta por el patriarca Eutimio de Tárnovo32 a finales del siglo XIV. San Hilarión se enfrentó con tres tipos de herejes: los 'maniqueos' que evidentemente debían ser paulicianos siguiendo la sinonimia bizantina; 'armenios', es decir monofisitas y 'bogomilos', que reciben las invectivas de san Hilarión al final del documento de la Vita que, desde luego, no es una obra enteramente antibogomila como se ha sostenido a menudo. El tipo de proselitismo agresivo que se describe en la Vita está más cerca de los métodos de los paulicianos que de la taimada cautela de los bogomilos; además el dualismo cosmológico, el rechazo del Antiguo Testamento, la aversión hacia la cruz, etc. que san Hilarión reprocha a los 'maniqueos' son doctrina típicamente pauliciana. Por fin, lo que resulta verdaderamente significativo es que las refutaciones de san Hilarión a monofisitas y maniqueos están tomadas de Eutimio Zigabeno33. Según su hagiógrafo, Hilarión acabó convir-
32 Cf. E. KALUltNJACKJ (ed.) , Werke des Patriarchen von Bu/garlen Euthymius: Leben Hilarions, Bischofs von Moglen, Viena, 1901, pp. 27-58 y V. SHARENKOFF, A study o/ Manichaeism in Bulgaria with special reference to the Bogomils, Nueva Yo rk,1927, ap¿nd. 3, pp. 79-80.
33 Cf. Panoplia en PG 130, 1173 ss. y 1200 ss.
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tiendo a la ortodoxia a los paulicianos y monofisitas, tras lo cual el emperador Manuel I Comneno le ordenó combatir -aunque con poco éxito- a los bogomilos, algo perfectamente verosímil debido al auge del bogomilismo en Bizancio, especialmente en Macedonia, a mediados del siglo XII.
Hacia finales del siglo XII el bogomilismo en Bizancio parecía temporalmente eliminado debido a la vigorosa política religiosa de Manuel Comneno, pero en los temas mayoritariamente eslavos permaneció indemne y el dualismo, bajo diversas formas, perviviría hasta el final de la Edad Media. Teodoro Balsamón alude a regiones enteras con población bogomila Cxwpta ~wyoµLALKá), incluidas fortalezas (aKÉpma Ká<JTpa)34. Ya, a partir de 1204, el dualismo se recrudeció por todos los Balcanes (Serbia, Bosnia, Hum) y también avanzó, de nuevo, por Bizancio en las nuevas y complicadas circunstancias derivadas del Imperio Latino y los nuevos principados surgidos a su sombra, reapareciendo esporádicamente, como atestiguan los registros patriarcales35. El episodio más llamativo de los riesgos del dualismo se produjo a mediados del siglo XIV cuando varios monjes del Monte Atos fueron expulsados como resultado de las acusaciones de bogomilismo, por parte de Barlaam, contra el monje Nifón, y otros escaparon durante el proceso a Salónica, Berria y Constantinopla, todo sucedía en el turbulento contexto de la fuerte reacció n antipalamita y de la guerra civil bizantina 36.
Los intentos de Bizancio por absorber política y culturalmente a Bulgaria en el Imperio fracasaron por completo. La arbitrariedad de la administración bizantina local, la intransigencia eclesiástica, los abusos fiscales y la miseria que todo esto provocó en un país eminentemente rural, fueron circunstancias que se vieron agravadas por el constante peligro de las incursiones turcomanas. El clima de postración social que se generó contribuyó poderosamente a la popularidad y arraigo de los movimientos dualistas. De entre estas herejías, el bogomilismo representó siempre un movimiento popular de disenso para resistir al peso arrollador de una Iglesia y un Estado que teológica, ética y sociológicamence eran sentidos como algo extra-
YI In Phot. Patr. Cp. Nomocan., IX, cap. 15, (G. A, RHALLES - M. Pon.ES 1, 191). 35 El patriarca Germano II de Nicea denunció focos de bogomilismo y masalianismo en
Constantinopla, Les Regestes eles Actes du Patrlarcat de Constantinople, nº 1291, véase e l texto de la epístola patriarcal en Ficker,op. cit. pp. 115-125 y su tratado Contra Bogomilos en Migne PG 140, 660-676.
36 Les Regestes eles Acles du Patrlarcat de Constantinople, nº 2210, 2211, 2213, 2317 y Nic. GREGORAS (ed. Schopen- Bekker) vol. 2, pp. 714, 718-20 y 876.
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ño y hostil. La relativa facilidad con que en 1186-7 los hermanos Pedro y Asen obligaron a Isaac Ángel a reconocer la existencia de un re ino búlgaro independiente entre los montes del Balcán y el bajo Danubio demostró la debilidad de Bizancio para someter a los eslavos balcánicos, aunque en el plano cultural, despues de casi ciento setenta años de dominio bizantino, las clases más privilegiadas aceptaron plenamente el modelo de civilización que venía de Constantinopla.
Jnstº de Filología del c.s.1.c. el Duque de Medinaceli, 6 28014 MADRID [email protected]
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