LA SIRENA DORMIDAVega Cerezo
«Los sentimientos nos otorgan nombre,y con ese nombre somos lo que somos».
Mario Benedetti, Vivir adrede
«Las casas se mueren si nadie las habita, y también las personas».Kirmen Uribe, Bilbao-New York-Bilbao
AUSENCIA
Guardo una sirena
bajo la piel
que me envuelve
y protege.
Tumbada en el sofá
me pellizco un plieguecito
y tiro.
Uno por aquí,
otro por allá
Ahora que tú no estás
para corregirme
el vicio
y decir que me dolerá,
que escocerá,
que me quedará marca.
Es tan hermosa que no ceso
de mirarla,
de asomarme a ella.
Sigo dejando charcos,
charquitos de agua salada
por si vuelves a buscarme
para que esta dermis
no te engañe
y este olor
no te confunda
y este llanto
no te espante.
Para que me reconozcas
sin tener que arrancarme
la piel a jirones
y desaparezca este vicio.
El dolor.
Este escozor
que solo deja marca.
TERREMOTOS
¿Ensayamos terremotos?
Tú me remueves,
yo te hago temblar,
nos abrazamos inseguros
buscamos un arco que nos proteja
de las catástrofes.
Sentimos desplomarse el mundo que alcanzamos
con los dedos de la mano.
Nos sacamos la lengua
porque se balancea sin control y
nos hace reír esa mueca tonta.
Cantamos muy alto
y desafinamos
y espantamos el miedo.
Todo es calma en este desorden
de ensayar terremotos.
OMNIPRESENCIA
Odio pensarte.
En ocasiones, a todas horas.
Cuando preparo el café.
En mis ojos perdidos en la tostada.
En las zapatillas rojas de estar por casa.
En los días perfectos y en los defectuosos también.
Estás en la lluvia que fluye suave
mientras remoloneo
para no amanecer del todo y soñarte un poco más.
Odio que estés en estas cosas que sin ser tuyas
te traen a mí.
LA CORRIENTE
Si cierras la puerta con tanto aspaviento
levantas corriente
y vuelan las cosas que reposan tranquilas
posándose en sitios que no les pertenecen.
La mesa en el pasillo
la alfombra en la alacena
el jarrón en el jardín.
Y al regresas nada es cercano.
Es insólito, disparatado e impropio.
Volviste con premura y a ordenar.
no dio
tiempo
EL MERCADO DE LOS JUEVES
No son pequeños olvidos, ni es mi mala memoria
cuando voy a la plaza y llego sin los tomates que tanto te gustan,
ni los melocotones dulces que tomas después de cenar.
Es solo que esta semana no deseo
quererte
y que te asalte mi ausencia al abrir la nevera.
LA RASPA
Mi humedad
ya no empapa
tu aridez
por eso
me RASPAS.
INSÍPIDA
Rechupeteo el cielo de tu boca
y hallo lo mío.
A veces oleaje
Mar brava
Bella
Salvaje.
Otras yace tranquilo
abatido por su fatal destino.
-Quedatelo. Ya no lo
echo de menos-
El niño grosero abre la boca
y muestra el cadáver.
Mendigo mi esencia,
el poso de mar que
asoma orillado a tus labios.
Escupe mi sabor.
¡Maldito!
Lo llevas pegado al paladar
desde el primer beso
y ahora no sepo a nada
y tú solo a mí.
DESAZÓN
Quítame las ganas
de tenerte ganas.
En este tugurio envenenado de
humo
ruido
gente.
En un portal
escondido de lascivas miradas.
Tirados en el sofá
con cuerpo de domingo.
Pero quítamelas
de una vez.
Llévatelas para siempre
contigo
porque yo ya no quiero
tener ganas
de que me quites las ganas
de tenerte ganas.
LENGÜETAZOS
Tu lengua de trapo
pequeña
torpona
y ridícula.
Tu lengua come-eses
cambia-erres
crea-verbos.
Tu lengua de seis años
lame como nadie
a mi Sirena.
EL PACTO
Ensayemos un gesto.
Uno leve y sencillo que nos una más allá de espacio y tiempo.
Algo fácil de recordar
Algo nuestro.
-Tuyo
y mío-
Volveremos
Porque el mundo funciona así
y una extraña energía
nos pone y quita a su antojo.
Albergo la esperanza
(por encima de vida y muerte)
de descubrirnos
siempre.
En cualquier instante y lugar
algo tuyo
agitará mi alma
o algo mío
removerá tu calma.
Y aunque no recordemos
esto que ahora tenemos,
desearemos –irracionalmente-
tener algo juntas
de nuevo.
CONTEMOS HASTA TRES
Contemos hasta tres y el mundo desaparecerá.
No La Tierra –eso sería asombroso-
Te hablo de esta atmósfera asfixiante que nos contiene y rodea
Del mundo de todos los días.
Diremos “tres” y estallará como una pompa de jabón.
Quedaremos tú y yo observándonos con nitidez
y calma
hasta aprendernos,
para que cuando todo gire y renazcan las casas en ruinas,
sepas que fuimos lo único que quedó en pie
la tarde que reventamos el mundo.
ZARPAZOS
A veces los días están repletos de
esquinas y
yo me araño
con todas.
DESEO
Me hubiera gustado cuidarte.
No sé si amarte…
casi diría que no.
Amarte sería darte todo y
tengo cositas feas,
irracionales incluso.
Cuidarte me hace tan perfecta
que es tentador
no seas tú el que ame.
SALVACIÓN
A veces soy mala
para no ganarme el cielo.
Piso la calle hecha una perra soez y descarada.
A despertar deseos sucios
A picarte los ojos
A escocer entrepiernas.
Me pongo el vestido negro
Hoy me cae como un guante.
No esconde,
soy luz.
No raspa.
Abrazo el infierno cálido y agitado.
Mañana será otro día.
Hoy mancho.
EL FABRICANTE DE JUGUETES ROTOS
I
Con trocitos de papel-plata de las chocolatinas que meriendas
has compuesto mi silueta de sirena
Brillante.
¿Así me ves, mi amor?, ¿así de linda?
¿Inventada sin prisa tarde tras tarde con el envoltorio desarrugado, estirado y planchado [de
tus chocolatinas?
Yo también me veo así ahora que ando en reconstrucción.
Encalando la casa
Arreglando el jardín que planté a la entrada.
Esmerada en detalles que jamás cuidé porque eran otros tiempos en que la vida corría
fuera y no dentro de la casa.
Ardía.
Y ahora…
Ahora todo lo importante va de la mano, y lo urgente
sigue haciendo ruido pero sin sorpresa.
Como en los antiguos dibujos animados que pasan por televisión.
El gato abre la boca, engrandece sus ojos, pone cara de espanto y un instante después
llega el grito
Estridente
Largo
Predecible.
Así es por fin el ruido que nos acecha.
El ruido de las urgencias que nos acechan.
II
Tiene mi casa, mi linda casa cuarenta otoños a sus espaldas.
Cuarenta otoños de mover muebles, de llenar las paredes de recuerdos, de mutar lo bello [en práctico.
¿Cómo ha pasado el tiempo?
Apenas fue ayer cuando llegaste
y veo ya el mañana en el que partirás.
La misma sorpresa que acompañó tu llegada nos arrasará en tu huída.
Vendrá el tiempo de las visitas.
El tiempo medido con el reloj de las visitas.
Merece la pena haber llegado hasta aquí
Y merece la pena haber llegado hasta aquí contigo.
Merece tanto la pena que me emociona el hecho de pensarlo.
La vida arde.
Arde en esta tarde cualquiera en la que tú has dispuesto los trocitos más lindos de las
[chocolatinas que meriendas para reconstruir en un simple papel,
la mujer que llevo toda una vida inventando.
NANA DE LA SIRENA DORMIDA
Caen las escamas al pie de la cama
y cesa la lucha.
El mar pura calma.
Lame mi Sirena su dolor por partir
lejos de este cuerpo que a veces la araña.
Escupe y ahoga.
Agita.
Derrama.
Queda el susurro vacío de palabras
El suelo sembrado de plata.
Mi aguacero de lágrimas
su aliento salino
la calma de ambas.
Descansa Sirena.
Llegará el alba
mordiendo la paz que inventamos
Inaugurando nuestro amor.