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La tentacin[footnoteRef:1] [1: Borges, J. Luis. (1972) El oro de los tigres ]

El general Quiroga va a su entierro; Lo invita el mercenario Santos Prez Y sobre Santos Prez est Rosas, la recndita araa de Palermo. Rosas, a fuer de buen cobarde, sabe que no hay entre los hombres uno solo ms vulnerable y frgil que el valiente. Juan Facundo Quiroga es temerario hasta la insensatez. El hecho puede merecer el examen de su odio. Ha resuelto matarlo. Piensa y duda. Al fin da con el arma que buscaba. Ser la sed y el hambre del peligro. Quiroga parte al Norte. El mismo Rosas le advierte, casi al pie de la galera, que circula rumores de que Lpez premedita su muerte. Le aconseja no acometer la osada travesa sin una escolta. l mismo se la ofrece. Facundo ha sonredo. No precisa laderos. l se basta. La crujiente galera deja atrs las poblaciones. Leguas de larga lluvia la entorpecen. Neblina y lodo y las crecidas aguas. Al fin avistan Crdoba. Los miran como si fueran sus fantasmas. Todos los daban ya por muertos. Antenoche Crdoba entera ha visto a Santos Prez

distribuir las espadas. La partida es de treinta jinetes de la sierra. Nunca se ha urdido un crimen de manera ms descarada, escribir Sarmiento. Juan Facundo Quiroga no se inmuta. Sigue al Norte. En Santiago del Estero se da a los naipes y a su hermoso riesgo. Entre el ocaso y la alborada pierde o gana centenares de onzas de oro. Arrecian las alarmas. Bruscamente resuelven regresar y da la orden. Por esos descampados y esos montes retoman los caminos del peligro. En un sitio llamado el Ojo de Agua El maestro de posta le revela que por ah ha pasado la partida que tiene por misin asesinarlo y que lo espera en un lugar que nombra. Nadie debe escapar. Tal es la orden. As lo ha declarado Santos Prez, el capitn. Facundo no se arredra. No ha nacido an el hombre que se atreva a matar a Quiroga, le responde. Los otros palidecen y se callan. Sobreviene la noche, en la que slo duerme el fatal, el fuerte, que confa en sus oscuros dioses. Amanece. No volvern a ver otra maana. A qu concluir la historia que ya ha sido contada para siempre? La galera toma el camino de Barranca Yaco