LAS INUNDACIONES DE BENICASSIM DE AGOSTO 2021,
COMPARATIVA CON LAS DEL AÑO 1981 Y CARACTERISTICAS
SINGULARES DEL VERANO DE 2021
Fernando Ginés Llorens
Resumen
El verano de 2021, desde el punto de vista climatológico, puede calificarse de atípico en las
comarcas litorales de la provincia de Castellón. Además de las lluvias torrenciales ocurridas
a finales del mes de agosto, se registraron una serie de fenómenos meteorológicos que no
tienen precedentes, al menos, desde que se dispone de registros.
De todos ellos, el aguacero que se produjo durante la mañana del 29 de agosto en el
municipio de Benicàssim fue el episodio más remarcable, especialmente, por las graves
inundaciones que provocó. Dichas inundaciones, conjuntamente con las del 22 de agosto de
1981, de las que se acaban de cumplir justo ahora 40 años, son las más importantes que ha
padecido la citada localidad desde que tenemos noticias.
De acuerdo con los datos disponibles, el último episodio, aunque más localizado, fue más
intenso que el de 1981, siendo posiblemente el de mayor pluviometría horaria, 112 mm/h,
desde hace al menos 40 años. Desde ese año, en 24 h se han registrado precipitaciones más
cuantiosas, pero, probablemente, ninguna alcanzó una intensidad horaria tan elevada.
Entre las causas de estos fenómenos extremos es posible que se encuentre el cambio
climático, pero, en el caso concreto de las inundaciones de Benicàssim, y a pesar de la
magnitud del suceso, el principal culpable, como en 1981, sigue siendo la ordenación urbana
del territorio, resultando por tanto necesaria una mejora de las infraestructuras actuales
para evitar catástrofes futuras.
1. Introducción.
Durante la mañana del 29 de agosto de 2021 se registró un tremendo aguacero en el municipio
de Benicàssim que ocasionó graves daños, los mayores desde las históricas inundaciones de
agosto de 1981.
Las dos situaciones, aunque no idénticas, guardan parecidas características y, básicamente,
fueron consecuencia de la denominada convección mediterránea. Este fenómeno es
característico de las zonas costeras del Mediterráneo y se da con mayor probabilidad entre
finales de agosto y principios de septiembre. A diferencia de las grandes ciclogénesis
otoñales, no es necesaria una depresión marcada en superficie ni aire excesivamente frío en
altura para se registren lluvias torrenciales, por lo que su pronóstico resulta muy complicado.
Durante los últimos 40 años se han registrado precitaciones de cuantía similar durante la
estación estival, pero nunca alcanzaron el dramatismo de estos dos episodios, resulta de
interés, por tanto, analizar ambos episodios y compararlos con otros similares, así como
describir las características singulares del verano de 2021.
2. Inundaciones de agosto de 1981
Como nos narra Quereda Sala en su libro Las lluvias Torrenciales en la Comunidad
Valenciana, “el mes de agosto registró un espectacular y localizado aguacero que sobre el
térmico de Benicàssim adquirió los caracteres de un auténtico diluvio. En efecto, si el
observatorio de Castellón solo registró 45 mm, el observatorio Carmelitano, en Benicàssim,
registró nada menos que 137 mm. Caídos en tan solo cuatro horas, fueron la causa de una
espectacular inundación, en plena época estival” (Quereda Sala, 1994). Los registros en otras
zonas del municipio fueron similares, como los 139 mm registrados en el pluviómetro del
Mas del Frares.
El periódico Mediterráneo daba la noticia con significativo titular: “ Benicàssim es Venecia”.
Las consecuencias más destacables fueron un muerto, por el desprendimiento de un muro, y
millones de pesetas en pérdidas. Oropesa, con 67 mm, fue la segunda localidad más afectada,
llegándose a corta la N-340.
Debemos destacar, como señala Quereda Sala en su obra, que los efectos se amplificaron
debido al represamiento de las edificaciones, que habían sido construidas en medio de
antiguos torrentes que canalizaban el agua de las montañas próximas, así como a las nulas
infraestructuras de alcantarillado y equipamiento.
Entre las zonas más afectadas se encontraron las urbanizaciones más próximas al Barranc del
Sigalero, como los apartamentos Calipso, Azul Mar y Palm Beach, con garajes y viviendas
inundados.
Otras localidades de la Provincia resultaron afectadas por el temporal, como Almassora, Vila-
real o Llucena, destacando los 95 mm recogidos en esta última. Lejos de la costa, también se
produjeron fuertes precipitaciones especialmente en Barracas, localidad en la que se
desbordó el río Maimona.
La situación en altura, a 500 hPa, así como la presión en superficie a las 6h del día 22, se
muestran en la figura 2. Como puede apreciarse, durante la madrugada se situó una DANA,
no muy crítica, de -12ºC, sobre el sudeste peninsular, mientras que en superficie se estableció
un leve flujo de levante. La situación sinóptica no hacía presagiar la catástrofe, siendo los
disparos aéreos perpendiculares a la orografía de las sierras del Desert y d’Orpesa, los que
amplificaron los efectos pluviométricos.
Figura 1. Titular del diario Mediterráneo de 23 de agosto de 1981. Parking de los Apartamentos Palm Beach.
Figura 2. Presión superficial y altura geopotencial a 500 hPa (aproximadamente a 5.500 m) el 22 de
agosto de 1981 a las 6 h. Fuente Wetterzentrale.
3. Fenómenos meteorológicos singulares ocurridos durante el verano de 2021.
El verano de 2021 presentó el comportamiento típico de los últimos decenios, con
temperaturas superiores a las medias, como corresponde al escenario cálido que estamos
viviendo, sin embargo, se observaron una serie de fenómenos meteorológicos que podemos
calificar de excepcionales.
En efecto, además de las inundaciones ya comentadas, ocurridas a finales de agosto, se
pueden destacar dos fenómenos extremos: la granizada singular registrada el 31 de julio y
los reventones térmicos (downburst) sucedidos los días 14 y 15 de agosto.
Respecto al primer fenómeno, hay que señalar que los episodios de granizo no son raros en
Castellón, prácticamente anuales, lo excepcional fue que algunos de los núcleos de hielo
tuvieran más de 7 cm de diámetro, como se puede apreciar en la figura 3.
Figura 3 y 4. Izquierda (3), tamaño del granizo caído el 31 julio 2021.Derecha (4), Entorno favorable a
granizo > 2cm2, fuente Aemet.
El comunicado posterior de la Aemet confirmó la singularidad del fenómeno: “Desde 1945,
que se cifra el tamaño del granizo en las dos ubicaciones históricas del observatorio de
Castelló de la Plana (en el IES Ribalta hasta 1976 y desde entonces en Almassora), no hay
constancia de granizo como el de hoy. Hay notificadas dos ocasiones con granizo de tipo 3,
de tamaño de cereza, el 16 de agosto de 2001 y el 2 de agosto de 2014, pero ninguna con
granizo de tamaño de nuez o mayor” 1.
La tormenta se formó en el interior de la Provincia y se reactivó al acercarse a la costa, en la
zona prelitoral entre Llucena y l'Alcora. Como puede observarse en la figura 4, el radar
pronosticó precipitación de granizo grande, >2 cm, desde dicha zona hasta su salida al mar
1 Una fuerte tormenta con granizo sacude la comarca de La Plana con rotura de cristales y canalones en Castelló
(Julio 21, 2021). Castellón Información. Recuperado de https://www.castelloninformacion.com /tormenta -con-
granizo-sacude-castellon-con-rotura-de-cristales/
por la zona del Grau2. Las consecuencias más destacables de la tormenta fueron la rotura de
los cristales de algunos edificios, la perforación de canalones en terrazas y los desperfectos
en numerosos vehículos, tanto por rotura de lunas como por las abolladuras en las carrocerías.
El segundo episodio singular ocurrió los días 14-15 de agosto y fue consecuencia de una serie
de reventones cálidos o secos. Estos fenómenos meteorológicos tampoco son excepcionales
en las comarcas castellonenses, pero, los registrados el día 14 y, especialmente, durante la
madrugada del día 15, sí que lo fueron por las temperaturas máximas registradas. En el
observatorio del Puerto de Castellón, con 42,6ºC, se superó en dos grados el récord histórico
alcanzado por el observatorio de oficial de Almassora, 40,6ºC el año 2009. En el centro de la
capital y en Benicàssim las temperaturas alcanzaron los 40º C; sin embargo, en el
observatorio oficial de Almassora, apenas se superaron los 35ºC, lo que demuestra la gran
localización de estos fenómenos.
4. Inundaciones de agosto de 2021.
Como hemos indicado, las inundaciones y daños ocurridos en agosto de 2021 tan solo pueden
compararse con los acaecidos en 1981, al menos, en casi medio siglo de registros. Este
episodio fue precedido por uno y sucedido por otros dos también muy remarcables,
consecuencia todos ellos de la convección mediterránea. El primero de ellos sucedió durante
la noche del 25 de agosto en Peñíscola cuando una tromba de agua causó inundaciones en
varios puntos de la localidad, midiéndose 74,4 mm, 60 de ellos en apenas 40 minutos. La
mañana del 29 de agosto le tocó el turno a Benicàssim, donde, como hemos indicado, el
aguacero dejó registros de hasta 150 mm en poco más de una hora. Al día siguiente, el día
30, las tormentas descargaron con fuerza en el Puerto de Sagunto, donde, en tan solo dos
horas, algunos pluviómetros llegaron a registrar 228 mm. Finalmente, el 1 de septiembre se
midieron 230 mm en la población de Alcanar en apenas tres horas, siendo muy afectada
también la localidad castellonense de Vinaròs3.
Centrándonos en el episodio de Benicàssim, a diferencia de 1981, y como puede observarse
en el mapa de altura a 500 hPa (figura 5), la depresión aislada en altura no se situaba en el
sur de la Península, como en 1981, sino muy alejada de las costas mediterráneas, al oeste de
Galicia. Así pues, básicamente, fueron la convergencia de brisas, con un ligero flujo de
levante, y los ascensos orográficos forzados en la zona del Desert de les Palmes y la Serra
d'Orpesa los que nuevamente dispararon la convección al sur de estas sierras y provocaron
las lluvias torrenciales. Una elevada temperatura del agua del mar, cercana a los 29ºC, unida
a la inestabilidad termodinámica, consecuencia de algo de aire frío en altura (unos -12ºC a
500 hPa), hicieron el resto. En el pueblo de Benicàssim, el día 29, se acumularon 154.2 mm,
el valor más alto registrado en 24 horas en un mes de agosto en la provincia de Castellón,
superándose los valores de 1981.
2 Castellón, granizada singular de 31/07/21. Recuperado de https://sinobas.aemet.es/.
3 Este último episodio probablemente se vio reforzado por la presencia de una DANA en el sudoeste de la
Península y un flujo de levante más marcado que en los episodios precedentes.
Figura 5. Presión superficial y altura geopotencial a 500 hPa (aproximadamente a 5.500 m) el 29 de
agosto de 2021 a las 6 h. Fuente Wetterzentrale.
Como indicó posteriormente la Aemet: “había entornos favorables para la convección en un
área marítima extensa próxima a las provincias de Castellón, Valencia y norte de Alicante”.
La Aemet también apuntó que, aunque existían estos entornos favorables para el desarrollo
de la convección no implicaba que necesariamente se desarrollaran las tormentas en toda el
área, añadiendo que” es necesario un mecanismo de disparo y dicho mecanismo no siempre
está presente, o lo hace en un área pequeña”4.
Como puede comprobarse en la figura 6, donde se muestra la estimación de precipitación del
radar de Valencia acumulada en 6 h, aunque hubo una zona de precipitación entre Alcossebre
y la ciudad de Castellón, en tierra, y otra más extensa en el mar, la lluvia estuvo muy
focalizada en la localidad de Benicàssim, donde las tormentas descargaron con mayor
4 La inestabilidad termodinámica y viento débil, tras la convección mediterránea que ha afectado a Benicàssim
(Agosto 29, 2021). 20 Minutos. Recuperado de https://www.msn.com/es-es/eltiempo/noticias/la-inestabilidad-
termodin%C3%A1mica-y-viento-d%C3%A9bil-tras-la-convecci%C3%B3n-mediterr%C3%A1nea-que-ha-
afectado-a-benic%C3%A0ssim/ar-AANRYdc
intensidad, con poca o nula precipitación a escasos kilómetros5. Durante la tarde, se
generalizaron las tormentas nuevamente, destacando el observatorio del Serradal, en la zona
costera del término de Castellón, donde se recogieron más de 80 mm en algo más de una
hora, que sumados a los de la mañana acumularon un total 105 mm/24h.
Como generalmente ocurre en estas situaciones, se desconoce lo que realmente llovió en las
cabeceras de los barrancos situadas en el Desert de les Palmes, pero basándonos en los
valores medidos en la urbanización
de La Parreta y en el pueblo de
Benicàssim (con registros en
ambos casos de alrededor de 150
mm en poco más de una hora) se
superaron, tanto en cantidad como
en intensidad, los medidos en
1981. Sin embargo, en la playa del
Heliópolis, donde se produjeron
los daños más cuantiosos, y aunque
la precipitación también fue
destacable, las precipitaciones no
alcanzaron los 100 mm durante la
mañana, registrándose un total de
105 mm durante todo el día6.
Figura 6. precipitación estimada por el radar de Valencia en 6h7.
Las zonas más afectadas, como ocurrió en 1981, fueron las próximas al Barranc del Sigalero.
El Ayuntamiento de Benicàssim estimó en, al menos, tres millones de euros los daños
municipales causados por las inundaciones, a los que se deberíamos añadir otros tantos en
daños a las propiedades privadas, según el Consorcio Nacional de Seguros8.
Si analizamos sucesos anteriores, podemos comprobar que precipitaciones de la cuantía
registrada no son excepcionales en Benicàssim. En efecto, en septiembre de 1989, durante la
5 En algunas zonas del término de Castellón, como el Serradal, apenas se alcanzaron los 20 mm, y en el
observatorio oficial de Castellón, situado en el término de Almassora, como suele ser habitual en estas
situaciones, la precipitación registrada hasta las 12 h fue inapreciable.
6 Datos de Avamet, observatorio Benicàssim Les Villes. Recuperado de https://www.avamet.org/mx-
meteoxarxa.php?id=2021-08-29.
7 Precipitación súbita torrencial en Benicàssim 29/08/21. Recuperado de https://sinobas.aemet.es/. 8 Benicàssim eleva a 3 millones los daños municipales por el temporal (Septiembre 7, 2021). El Mundo.
Recuperado de https://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/castellon/2021/09/07/61367f5dfdddffdb0a8b4
58d.html. De acuerdo con la noticia, en la que se indica que hubieron 2.800 partes por siniestros en las
provincias de Castellón y Valencia y cuyo valor ascendió a 13 millones de euros, y a que 706 correspondían a
la localidad de Benicàssim, hemos estimado que los daños ascendieron a más de 3 millones de euros.
madrugada de los días 4-5 se recogieron 140 mm en apenas dos horas. Ese mismo año y
también en septiembre, el día 20, se registró otro aguacero de parecida intensidad,
midiéndose unos 150 mm. Fuera de la época estival, en octubre de 2000, noviembre de 2001
y finales de septiembre de 2009, las precipitaciones superaron los 200 mm en 24 h (Cerdán
Pérez, 2013).
Figura 7. Precipitación máxima en 24 h estimadas en Benicàssim en función del periodo de recurrencia.
Tabla 1. Precipitaciones máximas en 24 h estimadas en Benicàssim para distintos periodos de recurrencia.
Periodo recurrencia
(Años)
Precipitación max.
(mm)
10 159,8
50 227,4
100 256,8
250 293,6
500 322,1
Aplicando el método de ajuste de Gumbel se pueden determinar las cantidades máximas de
precipitación que se pueden registrar en 24 h (referidas al día pluviométrico)9 para diferentes
periodos de retorno (Ministerio de Medio Ambiente, 1998). En la figura 7 y tabla 1 se
muestran las precipitaciones máximas esperables en Benicàssim para diferentes periodos de
recurrencia, empleando para dicho ajuste los valores registrados desde 1981 en un
pluviómetro ubicado en la urbanización de La Parreta.
Así pues, de acuerdo con estos cálculos, aproximadamente cada 10 años pueden registrarse
precipitaciones similares a las medidas el día 29 en 24 h. Sin embargo, aunque en los últimos
40 años hay registros de cuantía similar o superior nunca alcanzaron el dramatismo de los
9 El día pluviométrico comprende las precipitaciones recogidas en 24 horas, entre las 9 h UTC de un día y las
9 h UTC del siguiente. Normalmente, las precipitaciones registradas en 24 h suelen ser superiores a las medidas
en un día pluviométrico. De acuerdo con algunos autores, habría que multiplicar por 1,13 los valores
correspondientes al día pluviométrico para aproximarse a los que se obtendrían de no fijar límites horarios.
100
150
200
250
300
350
0 100 200 300 400 500 600
Pre
cip
itac
ión
(m
m)
Periodo recurrencia (años)
episodios de 1981 y 2021. La mejora de las infraestructuras, realizadas tras las inundaciones
de 1981, podrían explicar, en parte, que los daños no fueran tan destacables en episodios
posteriores; pero, entonces, ¿cuáles fueron las diferencias entre la tromba de 2021 y las
posteriores a 1981, con similares o superiores registros? Analizando todos los episodios más
destacables de estos últimos 40 años, la respuesta a esta pregunta debemos encontrarla, más
que en el total acumulado en 24h, en la intensidad de la precipitación. En efecto, no es lo
mismo que se precipiten más de 150 mm en 24 h que la mayoría de ellos lo hagan en poco
más de 1h.
En la figura 8 se muestran los registros automáticos del pluviómetro sito en el pueblo de
Benicàssim en 24 h, desde la 4:30 del domingo día 29 a la 4:30 del lunes día 30 (24h), periodo
en el que se acumularon un total de 165 mm10. Como puede observarse, la mayor parte de las
precipitaciones se concentraron entre las 8:50 y las 9:50, momento en el que se registraron
112 mm/h, destacando los 43,4 mm medidos entre las 9:00 y las 9:20 (2,17 mm/min). Esta
intensidad pluviométrica casi duplica lo que califica la Aemet como lluvia torrencial (60
mm/h) y, con toda probabilidad, fue superior a la de otros aguaceros anteriores, incluido el
de 1981. No es de extrañar, por tanto, que algunos barrancos, como el del Sigalero, a pesar
de su canalización, se desbordaran como no lo habían hecho desde hacía 40 años, con las
consecuencias ya conocidas.
Se debe señalar, no obstante, que, a pesar de la intensidad de la precipitación, y asumiendo
que son previsibles en la zona precipitaciones de unos 250 mm en 100 años, las mejoras en
las infraestructuras, llevadas a cabo tras la riada de 1981, han resultado claramente
insuficientes para prevenir avenidas extraordinarias. En efecto, el PHJ recomienda para el
diseño de obras en zonas urbanas, con el objeto de reducir los daños por inundaciones, un
periodo de recurrencia de 250-500 años para los diques y de 100-250 años para los cauces
excavados (Inypsa, 2013), periodos de tiempo muy alejados de los apenas 30 años que han
transcurrido desde la canalización de barrancos como el del Sigalero.
Figura 8. Pluviograma del episodio de lluvias del 29-30 de agosto de 2021 del observatorio de Benicassim
10 Datos de Avamet del observatorio Benicàssim Poble.
0
20
40
60
80
100
120
140
160
180
4:3
04
:50
5:0
05
:40
6:1
06
:50
7:2
07
:40
7:5
08
:30
8:5
09
:00
9:2
09
:40
9:5
01
0:1
01
0:4
01
1:4
01
8:4
01
9:2
02
3:3
03
:10
3:5
04
:20
Pre
cip
itac
ion
(m
m)
Hora
5. Conclusiones.
El verano de 2021, desde el punto de vista climatológico, puede calificarse como atípico en
las comarcas litorales castellonense. Además de las lluvias torrenciales ocurridas a finales
del mes de agosto, se registraron una serie de fenómenos meteorológicos, como la granizada
de julio o los reventones térmicos de mediados de agosto, que no tienen precedentes desde
que hay registros.
Sin desmerecer los otros fenómenos, probablemente, el aguacero que se produjo durante la
mañana del 29 de agosto en el municipio de Benicàssim fue el episodio más destacable de
todos ellos, especialmente, por las graves inundaciones que provocó. Dichas inundaciones,
conjuntamente con las del 22 de agosto de 1981, de las que acaban de cumplirse justo ahora
40 años, son las más importantes que ha padecido la localidad de Benicàssim desde que
tenemos noticias, aunque probablemente no tengan precedentes debido la escasa
urbanización que presentaba la zona antes de la década de los años setenta del siglo pasado.
Los episodios de 1981 y 2021, a pesar de no ser completamente idénticos, guardan parecidas
características y, básicamente, fueron consecuencia de la denominada convección
mediterránea. Si los comparamos, aunque más localizado, el aguacero de 2021 fue más
intenso que el de 1981, siendo posiblemente el de mayor pluviometría horaria, 112 mm/h,
desde hace al menos 40 años en el municipio de Benicàssim. Durante dicho periodo, se han
medido precipitaciones más intensas en 24h, pero, probablemente, ninguna alcanzó la
intensidad horaria de este aguacero. A pesar de ello, la mayor extensión territorial del
episodio de 1981 y, especialmente, las peores infraestructuras del momento provocaron que
los daños fueran similares o, incluso, superiores.
Como sucedió en 1981, los pronósticos no auguraron la catástrofe. Como explicaron
posteriormente los expertos, ante este tipo de situaciones, los modelos no son capaces de
predecir, con la suficiente antelación, lo que va a suceder.
Entre las causas de los fenómenos extremos analizados en este trabajo es posible que se
encuentre el cambio climático, pero, en el caso concreto de las lluvias torrenciales de
Benicàssim, el principal culpable de las inundaciones, como pasó en 1981, sigue siendo la
ordenación urbana del territorio. En efecto, aunque al cambio climático se le culpa
últimamente de todos los desastres meteorológicos, no siempre es el principal causante. El
clima Mediterráneo históricamente se ha caracterizado por su irregularidad, a sequías
extremas le han seguido, cíclicamente, episodios de lluvias torrenciales, registrándose
algunos años, en apenas 24 h, más del 50% de la precipitación anual. La crisis climática que
vivimos puede estar afectando a la frecuencia de aparición de estos episodios, pero la
construcción indiscriminada del último medio siglo ha amplificado las catástrofes en todo el
litoral mediterráneo.
Asumiendo que los episodios de lluvias torrenciales son recurrentes, que cada aumento de la
temperatura, por pequeño que sea, afectará a la frecuencia e intensidad de los
acontecimientos extremos, y que las infraestructuras se han demostrado claramente
insuficientes, resulta más que evidente que las inundaciones descritas en el presente trabajo
se repetirán en el futuro a no ser que se realicen las obras necesarias para subsanar las
deficiencias actuales.
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