Las races africanas
de la caa de millo
colombiana
Edgardo Civallero
Las races africanas de la
caa de millo colombiana
Edgardo Civallero
2015
Edgardo Civallero (Buenos Aires, 1973) es bibliotecario, msico,
investigador y escritor. Estudi Bibliotecologa y Documentacin en la
Universidad Nacional de Crdoba (Argentina), as como Historia
(especialidad Antropologa y Arqueologa). Ha publicado trabajos
acadmicos relacionados con su especialidad (tradicin oral y
conocimiento indgena) y ha incursionado en sus otras pasiones: la
msica tradicional sudamericana y el diseo grfico. Ha sido editor de
la revista digital "Tierra de vientos" sobre msica y cultura
sudamericana (2010-2014) y actualmente desarrolla sus labores de
investigacin y divulgacin en su Bitcora de un msico.
Imagen de portada: El flautero Andrs Jimnez con su caa de millo.
Foto de http://diarioadn.co/.
Civallero, Edgardo
Las races africanas de la caa de millo colombiana / Edgardo
Civallero. 1.ed. Madrid : Edgardo Civallero, 2015.
34 p. : il..
1. Msica. 2. Aerfonos. 3. Clarinete. 4. Colombia. 5. frica. 6. Afro-
colombiano. I. Civallero, Edgardo. II. Ttulo.
Edgardo Civallero, 2015
de la presente edicin digital, 2015, Edgardo Civallero
Diseo de portada e interior: Edgardo Civallero
Las races africanas de la caa de millo colombiana se distribuye bajo
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La caa de millo es un clarinete tradicional colombiano
que empez utilizndose en el llamado "eje musical del
Caribe occidental", sector que ocupa parte del noroeste
del pas; concretamente, los departamentos de Atlnti-
co, Bolvar, Crdoba y Sucre. En las tierras bajas del
Atlntico se lo denomina "caa de millo" o "flauta de
millo", mientras que en las sabanas de Bolvar, Crdoba y
Sucre se lo conoce como "pito atravesao" (Olsen y
Sheehy, 2008; Savia, s.f.).
Se trata de un aerfono de estructura sencilla: un clari-
nete idiogltico de ejecucin transversal, de tubo abier-
to por ambos extremos, originariamente construido con
una seccin de tallo de millo o sorgo, y que se hace sonar
tanto mediante la exhalacin como mediante la inhala-
cin de aire a travs de su lengeta.
1. Introduccin
A pesar de su sencillez y de lo limitado de su rango mel-
dico, sus posibilidades interpretativas son muy ricas.
Como parte del llamado "grupo de millo", donde acta
como instrumento solista acompaada por varios mem-
branfonos e idifonos, la caa de millo ha sido la incon-
fundible e inimitable voz de numerosos ritmos tradicio-
nales de la regin: desde la muy conocida cumbia hasta
las puyas y los perilleros, entre otros. En la actualidad ha
alcanzado una enorme difusin y aparece tambin en
reas y contextos distintos de los originales, donde a
veces se la ha re-significado y adaptado a nuevos esque-
mas socio-culturales.
Los rasgos ms caractersticos de la caa de millo la vuel-
ven un instrumento nico en Amrica Latina; una espe-
cie de "isla organolgica". Esta singularidad, y la aparen-
te ausencia de vnculos claros con aerfonos vecinos,
han llevado a algunos investigadores a preguntarse
sobre el origen del curioso clarinete colombiano. Al res-
pecto se han formulado varias hiptesis preliminares,
ninguna de ellas lo suficientemente explorada o docu-
mentada (vid. Ochoa Escobar, 2012), que pueden agru-
parse en dos lneas principales: las que se inclinan por la
procedencia africana del instrumento, y las que buscan
sus races entre los pueblos indgenas y mestizos del
rea Caribe. Las viejas hiptesis de un posible origen
europeo y las contemporneas de un origen asitico
han sido descartadas debido a una sustancial falta de
evidencias.
En el presente texto se pretende proveer elementos
documentales que sustenten la hiptesis del origen afri-
cano, a la vez que se analizan coincidencias e influencias
mutuas con algunos clarinetes empleados por las socie-
dades originarias del extremo septentrional de Amrica
del Sur.
Imagen 1 (pg. ant.).
[Foto: ].
El flautero Andrs Jimnez con sus caas de millo.
http://diarioadn.co/
Los clarinetes (422.2 en la clasificacin de Hornbostel y
Sachs) son instrumentos de viento de lengeta simple,
en los que el sonido se produce mediante el movimiento
batiente de una lmina elstica, provocado directa o indi-
rectamente por el soplo del intrprete.
El clarinete-tipo suele contar con un cuerpo principal,
cilndrico o cnico, en el cual se abren un nmero varia-
ble de orificios de digitacin. En el extremo distal de ese
cuerpo, abierto, se sita un pabelln amplificador, mien-
tras que en el extremo proximal o de soplo, cerrado, se
encuentra la lengeta.
A pesar de tener tal patrn como referencia, muchos
miembros de esta familia organolgica tienden a alejar-
se del instrumento modelo: sus materiales de construc-
2. Los clarinetes tradicionales
en Amrica del Sur
cin, sus dimensiones, y su diseo y estructura general
son increblemente variables. Pueden llegar a estar des-
provistos de orificios, de pabelln o, en ocasiones, inclu-
so de cuerpo, y contar con aeroductos complementarios
o tubos abiertos por ambos extremos. De esta manera
se configuran numerosas tipologas instrumentales,
cada una con unas caractersticas propias bien determi-
nadas.
Todos esos tipos coinciden en un rasgo comn: la len-
geta, el elemento productor de sonido, una pieza de
obligatoria presencia en cualquier clarinete por ser la
que define a esta categora de aerfonos. Se trata de una
fina laminilla rectangular, estrecha y alargada, fija por un
lado y libre por los otros tres, que se corta y levanta en el
propio cuerpo del instrumento (clarinetes idioglticos) o
en/como una pieza independiente (clarinetes hetero-
glticos). En este ltimo caso puede fabricarse a partir
de la boquilla pieza cilndrica, cerrada por un extremo y
abierta por el opuesto, que se introduce en el cuerpo
principal o directamente en el pabelln o bien elabo-
rarse de otro material y sujetarse a la boquilla o al cuerpo
del clarinete mediante un sistema especial de ataduras.
La lengeta puede abrirse de arriba abajo o viceversa, y
tiene una longitud variable, ajustable mediante lazos de
hilo mviles u otros mecanismos similares.
Si bien existen diferentes tcnicas para interpretar un
clarinete, por lo general la lengeta se introduce parcial
o totalmente dentro de la boca; la presin de aire creada
por el msico en el interior de la cavidad bucal (exhalan-
do o, ms raramente, inhalando el aire) la pone en movi-
miento, y su batimiento genera un sonido zumbn que
puede ser modulado de diversas formas. En algunos
casos, los labios o dientes se apoyan sobre la lmina para
variar la longitud de la seccin que bate y, por ende, la
nota que emite; en otros, se aumenta la presin para
obtener distintos armnicos; ms habitualmente, son
los orificios de digitacin los que se ocupan de modular
Imagen 2 (pg. ant.).
Clarinetes tule de los Wayampi.
[Foto: http://pib.socioambiental.org/].
el sonido. En todos los casos suele colocarse un fragmen-
to de hilo, pelo, crin o fibra vegetal bajo la lengeta; se
consigue as que la vibracin no se interrumpa, pues
dicho fragmento impide que la lmina se adhiera al cuer-
po principal del aerfono o a la boquilla por la humedad
del soplo.
En la interpretacin de ciertos modelos, los labios del
msico ni siquiera se acercan a la boquilla o a la lenge-
ta, pues ambas piezas se ubican al final de un aeroducto,
un tubo que funciona como una cmara de aire estanca
(tal y como hace la boca del msico). Al soplar por el
extremo abierto, el intrprete logra que la presin del
aire aumente dentro del aeroducto y que, en consecuen-
cia, la lengeta vibre.
El clarinete es un instrumento que aparece en todo el
mundo. Quizs los representantes ms conocidos de
Imgenes 3 y 4.
Clarinetes tule de los Wayampi.
[Fotos: http://www.maisondesculturesdumonde.org/].
esta familia sean los clarinetes de banda y orquesta, desa-
rrollados en Europa occidental. Pero hay muchsimos
otros, de construccin y uso popular y tradicional; entre
ellos, algunos clarinetes campesinos europeos que die-
ron origen, durante el Renacimiento, a la actual versin
de orquesta.
En Amrica del Sur, estos aerfonos son construidos y
utilizados sobre todo en comunidades indgenas y mesti-
zas rurales. Aunque estn bastante extendidos, su pre-
sencia se concentra en reas de las tierras bajas del Cha-
co, la Amazonia, la Orinoquia y las Guayanas, en manos
de las sociedades originarias de la regin. Sin embargo,
dado que muchos de ellos suelen ser construidos en el
momento de ser usados (en el contexto de determina-
das fiestas o ceremonias) y que otros son sagrados y
estn protegidos por numerosas prohibiciones y sujetos
a no menos tabes (especialmente para observadores
Imagen 5.
Clarinetes teke'ya de los Ye'kuana.
[Foto: Hurtado Dueez (2007)].
externos), los datos que se manejan en la actualidad dis-
tan de ser definitivos, lo que impide conocer el nmero y
la distribucin reales de estos clarinetes.
El origen de estos aerfonos contina en discusin.
Hasta el momento no existe evidencia arqueolgica o
documental directa que demuestre la presencia o el uso
de instrumentos de lengeta (simple, doble, libre) en la
Amrica precolombina; autores como Hornbostel (en
Koch-Grnberg, 1923), Izikowitz (1934) y Mtraux
(1946), basndose en estas ausencias, presupusieron un
origen estrictamente europeo/ibrico de los mismos.
Otros, como Olsen y Sheehy (2008), se abstienen de una
afirmacin tan radical y plantean sus dudas al respecto,
indicando que la falta de pruebas no avala en absoluto la
hiptesis de un origen externo.
El anlisis de los distintos tipos de aerfonos de lengeta
conocidos hoy en tierras sudamericanas sugiere que
algunos de ellos p.e. los "tor" del Amazonas y las Gua-
yanas o las caas rajadas de los Mor de Bolivia seran
de origen local; si bien no se puede asegurar, sin docu-
Imagen 6.
Clarinetes teke'ya de los Ye'kuana.
[Foto: Coppens et al. (1975)].
mentacin oportuna y fehaciente, que sean prehispni-
cos, s pueden identificarse como indgenas debido a sus
3. La caa de millo
A pesar de que en ocasiones es llamada "flauta" o "pito",
la caa de millo es un clarinete. Su estructura es simple:
el cuerpo principal es un tubo de caa de millo o sorgo
(Sorghum vulgare), carrizo (Phragmites australis o Arun-
do donax), o corozo o lata (Bactris guineensis) de 20-30
cms. de longitud y 3-4 cms. de dimetro, abierto por
ambos extremos. En l se perforan 4 orificios de digita-
cin circulares, de 1,5-2 cms. de dimetro. En el extremo
proximal se recorta la lengeta, de 4-6 cms. de largo y 4-
6 mm. de ancho, abierta de abajo hacia arriba; se trata,
pues, de un clarinete idiogltico. Una cuerda, atada en
ese mismo extremo, impide que la lmina se abra de
ms y termine rajando el instrumento; al mismo tiempo,
uno de los extremos de dicha cuerda permite sujetar el
clarinete con los dedos de la mano izquierda (excepto el
pulgar, que normalmente es con el que se tapa y desta-
particulares caractersticas (y en base a ellas podra plan-
tearse la hiptesis de un origen anterior a la conquista).
Otros, en cambio, muestran rasgos ibricos/europeos;
p.e. los clarinetes de pabelln de calabaza (y sus adapta-
ciones con asta) que aparecen en las comunidades Chi-
paya al oeste y entre los Bororo y los Abipn al este. En
ese caso, los instrumentos forneos pudieron influir
sobre instrumentos pre-existentes o haber sido adopta-
dos directamente, con o sin variaciones posteriores, por
las comunidades locales. Aunque tambin podra tratar-
se de una coincidencia, un ejemplo de "evolucin con-
vergente": soluciones similares a inquietudes o proble-
mas (musicales, sonoros) idnticos.
Existen, por ltimo, ejemplos aislados de influencia afri-
cana: clarinetes llegados a Amrica en las manos de los
cientos de miles de seres humanos que formaron parte
del trfico esclavista. Tal sera el caso de la caa de millo
colombiana.
pa el tubo) y controlar, en cierto grado, el comporta-
miento de la lengeta.
La caa elaborada con un fragmento de tallo de millo o
sorgo es la versin original del aerfono. En otras partes
del mundo este tipo de instrumentos suelen ser estacio-
nales y para su elaboracin se emplea el tallo verde de la
planta; sin embargo, los msicos colombianos prefieren
sobre todo el seco. Las caractersticas propias de esa
materia vegetal hacen que esa caa sea la de paredes
ms delgadas y la de estructura ms delicada, rasgos que
se reflejan en la calidad del sonido que produce: a decir
de los msicos, es la de voz ms fina y cantarina. Lamen-
tablemente, tambin es muy frgil y extremadamente
sensible a los golpes, los cambios de temperatura y de
humedad, por lo cual no resiste bien el uso continuado
durante demasiado tiempo.
En un intento de buscar un material ms duradero se con-
sideraron varias opciones, entre las cuales, por su difu-
sin, destacan dos: el corozo y el carrizo. La caa de coro-
zo o lata es un instrumento recio y resistente; demasia-
do, quizs. Por la propia dureza del material, el msico
debe realizar un enorme esfuerzo para lograr que el cla-
rinete emita un sonido; para facilitar el proceso por lo
general se lo humedece antes de cada ejecucin, lo cual
ablanda sus fibras. La caa de carrizo, por su parte,
soporta muy bien los continuos trajines a los que se ve
sometida, tiene buen sonido (aunque no es comparable
al millo), es de interpretacin sencilla y dura mucho tiem-
po. Por ello, en la actualidad el carrizo suele ser el mate-
rial ms popular y utilizado en la fabricacin de estos
aerfonos (Parra, 2011).
Para su construccin se utiliza carrizo que no est total-
mente maduro; es decir, extrado de una planta que no
supere los 2-3 mts. de alto. Se corta un segmento que
puede incluir un nudo central y se deja secar a la som-
bra una semana. Luego se lima el interior, eliminando el
nudo si es preciso, y se corta a la longitud definitiva (de
acuerdo a la tradicin, "una palma y cuatro dedos", es
decir, entre 20 y 30 cms.). Tras eso se procede a levantar
la lengeta: a 5 mm. del borde proximal se ata una cuer-
da (que, como queda dicho, quedar all de forma per-
manente), se realizan dos cortes paralelos longitudina-
les y uno transversal, y se alza la lmina. El siguiente paso
consiste en perforar los orificios de digitacin, general-
mente con un hierro al rojo: el ms bajo se abre a unos
5,5 cms. del extremo distal y, a partir de l, se hacen los
otros tres manteniendo una distancia de unos 1,5 cms.
entre ellos. Finalmente, se desbasta la lengeta y se lija
el interior del tubo nuevamente hasta que el aerfono
d el sonido deseado. Todo el proceso puede tomar,
para un fabricante experto, unas cinco horas (Savia, s.f.).
La elaboracin de un instrumento con un tallo de millo o
sorgo es similar, aunque en ese caso no se dejan nudos
intermedios y s se suelen aprovechar nudos en los
extremos. En el caso de una caa de corozo o lata el pro-
ceso es totalmente distinto debido a las particularidades
del material. Se corta a machete una seccin de tronco
de palma y con la misma herramienta se le dan las
dimensiones aproximadas (alrededor de 30 cms. de
largo y 1,5-2 cms. de dimetro), se le remueve la mdula
y se lo deja secar. La lengeta se corta a una distancia de
dos dedos desde el extremo proximal del tubo, y los ori-
ficios se perforan con un hierro candente, comenzando a
dos dedos del extremo opuesto y manteniendo una sepa-
racin de un dedo entre ellos.
Sea del material que sea, el instrumento se toca en posi-
cin transversal (es uno de los pocos clarinetes sudame-
ricanos ejecutados en esa posicin) y se lo suele sujetar
junto a la boca con la mano izquierda mientras se lo digi-
ta con la derecha. Los labios se entreabren para cubrir la
lengeta por completo, de forma que la lmina quede
enteramente dentro de la cavidad bucal.
La caa de millo es el nico clarinete tradicional sudame-
ricano que se ejecuta exhalando e inhalando el aire, una
tcnica en la que son diestros sus intrpretes, llamados
"caamilleros", "milleros", "piteros" o "flauteros". Asi-
mismo, es el nico con ambos extremos del tubo abier-
Imagen 7 (pg. ant.).
Caa de millo colombiana.
[Foto: http://www.becaggm.fnpi.org/].
tos; el proximal puede dejarse destapado o taparse con
el pulgar o la palma de la mano izquierda. Estas caracte-
rsticas, combinadas con la presencia de los orificios de
digitacin, posibilitan tres formas de producir el sonido.
La primera es la manera tradicional de soplar un clarine-
te: expulsando el aire a travs de la lengeta. Si el extre-
mo proximal est abierto, se producen las notas del
registro medio, y si se tapona, las del registro grave. La
segunda forma implica inhalar el aire a travs de la len-
geta. En este caso, ambos extremos permanecen abier-
tos, y se generan las notas del registro agudo. La tercera
es el "garganteo": se exhala el aire con la garganta, lo cual
permite conectar las notas del registro medio con la del
registro grave.
Los sonidos agudos se usan muy poco, debido a lo difcil
de su produccin y a que inhalar el aire conlleva ciertos
daos, menores pero continuados, en los labios y la
encas del msico. Los graves tampoco se emplean dema-
siado, debido a su escaso volumen; generalmente no
logran sobresalir por encima de toda la percusin que
suele acompaar a las caas de millo.
Las canciones, por ende, suelen desarrollarse en el regis-
tro medio, lo cual da a los caamilleros solo un puado
de notas con las que jugar. Esta clara limitacin meldica
se soluciona con el uso de numerosos y ricos efectos y
adornos (Parra, 2011). Entre ellos se incluyen el "ronqui-
do" (ataque intenso a determinadas notas o frases musi-
cales), el "giteo" (empleo de sonidos breves muy agu-
dos) y el "lamento" (un fuerte vibrato).
La caa de millo forma parte del llamado "grupo de
millo" o "conjunto de millo" (D'Amico, 2013), en donde
el tradicional clarinete lleva la voz meldica solista sobre
una potente base percusiva: tambor alegre o hembra y
tambor llamador (tambores cnicos de un solo parche,
tensados con cuas), tambora (tambor cilndrico con
dos parches, tensado con aros y abrazaderas y percutido
Imagen 8 (pg. ant.).
Caa de millo colombiana.
[Foto: J. Nez].
Numerosos autores han asignado a la caa de millo un
origen indgena:
La gaita, al igual que la flauta hecha con caa
de millo, es la herencia que los indgenas pre-
colombinos de la zona han legado a la msica
del litoral caribe. La primera an persiste como
instrumento tradicional de comunidades
Cunas y Kogui, pero recibe el nombre de sua-
rras y kuisi, respectivamente (PNMC, 2005).
Los clarinetes indgenas geogrficamente ms cercanos
al rea de influencia de la caa de millo son los interpre-
tados por los Yukpa de la Serrana de Perij (estado del
Zulia y reas vecinas del departamento colombiano de
Cesar) y por los Wayuu de la pennsula de la Guajira (re-
4. Los vnculos sudamericanoscon baquetas), y dos maracas o un guache (sonaja tubu-lar). Este conjunto interpreta sobre todo cumbia, pero
tambin otros ritmos del eje musical del Caribe occiden-
tal, como la puya, el bullerengue o el chand (PNMC,
2005). Bermdez (1985) seala adems que participa en
expresiones musico-coreogrficas como "las Danzas de
la Conquista, de Indias Faraotas, Indios Chimilas, Los
Negritos, Coyongos", que tienen lugar para los carnava-
les o las fiestas patronales de la depresin momposina
(Momps, Hatillo de Loba, Barranco de Loba, Talaigua,
Chimichagua, El Banco, San Martn de Loba).
partida entre el departamento colombiano de La Guajira
y el estado venezolano del Zulia). Ambas sociedades ori-
ginarias utilizan dos clarinetes: uno pequeo, muy simi-
lar en forma a la caa de millo, y uno ms grande, provis-
to de pabelln de resonancia.
Los de los Yukpa se llaman timi y taparukcha o shattre,
respectivamente (Lira, 1989). El timi es un clarinete idio-
gltico fabricado a partir de una caa delgada (zmuku),
de unos 15-20 cms. de largo y 7-10 mm. de dimetro,
abierta por un lado y cerrada por el otro por un nudo
natural (yistabru). Presenta cuatro orificios de digitacin
(yoacho), frontales y de forma rectangular, espaciados
aproximadamente 1 cm. el uno del otro. En el extremo
proximal, cerrado, se levanta una lengeta (setntupu)
generalmente cortada de abajo arriba. Se lo interpreta
en posicin vertical, metiendo todo ese extremo len-
geta incluida dentro de la boca y exhalando el aire, y
Imgenes 9 y 10.
Clarinetes timi y taparuchka de los Yukpa.
[Fotos: Lira (1989)].
usando los dedos ndices y medio de cada mano para digi-
tar (Lozada, 2009). No hay restricciones de gnero o
edad para su uso, y se lo ejecuta como una forma de ocio
y entretenimiento, en los rituales de enamoramiento, y
para facilitar la comunicacin de los amantes a distancia.
Por su parte, el taparukcha o shattre es un clarinete idio-
gltico con un grueso cuerpo de caa (2 cms. de dime-
tro) cerrado por un extremo y abierto por el otro, y un
pabelln amplificador elaborado con una tapara o totu-
ma (fruto seco de Crescencia cujete), con una boca de 2-
3 cms. de dimetro. En el extremo distal, cerca del pabe-
lln, el cuerpo presenta dos orificios de digitacin elpti-
cos, de unos 8 mm. de dimetro, abiertos con un hierro al
rojo y limados. En su extremo proximal, cerrado por un
tabique natural de la caa, se levanta una lengeta rela-
tivamente larga (5-6 cms.). A diferencia del timi, el msi-
co cubre con sus labios la seccin de caa donde est la
lengeta; no introduce todo el extremo en la boca, debi-
do a la longitud de la lmina y al grosor de la caa. El clari-
nete se coloca, pues, en posicin transversal; los orificios
de digitacin pueden quedar a la izquierda o a la dere-
cha, dependiendo de las preferencias del intrprete, y se
obturan con los dedos ndice y medio.
Los de los Wayuu se denominan sawawa y ontorroyoi. El
sawawa (sa'wawa, sahuahua) es un clarinete idioglti-
co formado por un tubo de caa o carrizo de entre 20 y
30 cms. de largo y 1-1.2 cms. de dimetro, abierto por el
extremo distal y cerrado por un nudo en el proximal.
Posee 5 orificios de digitacin frontales, rectangulares,
de alrededor de 1 cm. de largo, separados entre s unos
1,5 cms. A 8,5 cms. del orificio superior se abre la lenge-
ta, lmina fina, estrecha, de unos 3 cms. de largo, que se
corta de abajo hacia arriba a partir del propio tubo prin-
cipal; su longitud est regulada por un hilo encerado.
Para ejecutar el sawawa en posicin vertical, basta
introducir el extremo proximal del tubo en la cavidad
bucal hasta que los labios se topen con el hilo encerado,
y soplar (Valbuena Sarmiento, 2005).
El ontorroyoi (tootoroyoi, wootoroyoi) es un clarinete
heterogltico (Valbuena Sarmiento, 2005). Est com-
puesto por tres piezas: la boquilla de caa (massi) en
donde se ubica la lengeta; el cuerpo principal (hecho de
una planta llamada anot), con 4 orificios de digitacin
frontales; y el pabelln de resonancia (de totuma). Se
ejecuta en posicin vertical.
Estos aerfonos son los nicos en la regin que guardan
ciertas similitudes morfolgicas, sobre todo con la
caa de millo. Un poco ms alejados geogrficamente se
encuentran el isimi de los Warao (delta del ro Orinoco,
estado venezolano de Delta Amacuro, y reas aledaas
de Guyana) y el teke'ya de los Ye'kuana (estados venezo-
lanos de Bolvar y Amazonas y reas aledaas de Brasil),
aunque esos clarinetes ya pertenecen a una familia
totalmente distinta, la de los "tor": instrumentos ama-
znicos ceremoniales provistos de aeroducto comple-
mentario, sin orificios de digitacin y, por lo general, de
grandes dimensiones.
Imgenes 11 y 12 (pg. ant.).
Clarinetes sawawa y ontorroyoi de los Wayuu.
[Fotos: Valbuena Sarmiento (2005)].
Descartando los clarinetes con pabelln de resonancia y
los heteroglticos, los instrumentos autctonos no guar-
dan con la caa de millo ms que algunos parecidos en
su estructura general. No existen, pues, vnculos claros
que permitan afirmar que la caa de millo derive de los
clarinetes de las sociedades originarias vecinas (o de
otras ms alejadas). Ninguno de los aerfonos indgenas
aqu citados est abierto por ambos extremos y solo
uno, el taparukcha de los Yukpa, se ejecuta en posicin
lateral o transversal, pero esto se debe, bsicamente, a
las grandes dimensiones de la lengeta, que impide o
cuanto menos dificulta cualquier otra forma de ejecu-
cin. Por otro lado, ninguno utiliza la aspiracin del aire
como forma de produccin de sonido.
Las semejanzas percibidas entre la caa de millo, el timi
de los Yukpa y el sawawa de los Wayuu los dos ltimos,
instrumentos sealados como posibles "antecesores"
del primero en la literatura podran deberse a la adqui-
sicin, prstamo o copia de la caa de millo por parte de
los pueblos originarios, que habran adaptado el instru-
mento a sus materiales, idiosincrasias, estticas y cir-
cunstancias. Esta hiptesis vendra sustentada por una
sugerente ausencia de citas sobre la presencia y el uso de
estos clarinetes indgenas en tiempos coloniales: el
nico descrito en esa regin (por el padre Gumilla en
1741) es de tipo "tor", y fue utilizado por los ya desapa-
recidos Betoi.
Imgenes 13 y 14.
Clarinetes sawawa de los Wayuu.
[Fotos: YouTube].
Debido a la fuerte e innegable influencia cultural africa-
na en la zona Caribe colombiana y a la abundante pre-
sencia de clarinetes con rasgos muy cercanos a los de la
caa de millo en el patrimonio organolgico del frica
occidental, la hiptesis de un origen africano tiene
muchsimos ms puntos a su favor que la del origen ind-
gena, y cuenta con no pocos defensores.
En Sadie y Tyrrell (2001) se indica:
Este instrumento [la caa de millo] es una ver-
sin modificada de clarinetes similares, de
caa de sorgo o millo, de las regiones sudni-
cas de frica.
Bermdez (2004), por su parte, seala:
5. Los vnculos africanos
Los instrumentos de lengeta libre estn
representados por algunas flautas dobles del
Medio Oriente y el Mediterrneo, al igual que
por la caa de millo y los massi [sic] y wotoroyoi
de los Wayu de la Guajira, probables versio-
nes americanas de modelos usados en el frica
Occidental.
Uno de los primeros proponentes y defensores de esta
hiptesis, List (1988), elabor una lista de un puado de
clarinetes traveseros africanos muy parecidos a la caa
de millo, algunos de ellos construidos tambin con tallos
de Sorghum. Aunque valiosa, la documentacin que este
autor ofreci en su momento fue fragmentaria y de dif-
cil comprobacin. En las siguientes lneas se intenta
ampliar y enriquecer esa informacin recogiendo y ana-
lizando nuevas fuentes.
Segn Kwabena Nketia (1974), Sadie y Tyrrell (2001) y
Stone (2008), los clarinetes traveseros africanos se
encuentran principalmente en frica occidental, a lo
largo de la regin de sabanas, desde Senegal y Gambia
hasta Chad, y sobre todo en el norte de Ghana, Burkina
Faso, Benn y Nigeria. Suelen elaborarse con tallos de
sorgo an verde: la pulpa se elimina extrayndola con un
alambre (como entre los Angas de Nigeria) o empujn-
dola con una varilla metlica (como entre los Berom de
Nigeria) o con un palito de henna (como entre los Hausa
de Nigeria y Nger). Los clarinetes pequeos consisten
en un internodo, la pieza comprendida entre dos nudos
de la caa; los ms grandes incluyen dos internodos
seguidos.
Entre las variantes africanas cortas (de entre 20 y 40 cms.
de largo), idioglticas, interpretadas en posicin lateral
o traversa mediante exhalacin e inhalacin del aire, con
tubo de extremos abiertos que se obturan para producir
distintos sonidos, y provistas de un hilo para regular el
sonido del instrumento (caractersticas todas que se
encuentran tambin en la caa de millo colombiana) se
cuentan el teekuluwal de los Fulani de Nger, el ligaliga
de los Kilba, el tilboro, tiloro o til'boro de los Hausa, el
vengkung de los Angas, el birong de los Cham, el otwah
de los Duka, el hitiribo de los Gunga, el kungagiwa de los
Kambari, el binakun de los Nupe, el litku de los Sukur, y el
tsiriki de los Kebbi del norte y centro de Nigeria; el tale-
tenga de los Akan de Ghana: el tilibartci de los Fali de
Camern; y el tunturu de los Maninka, el dilliara de los
Songhai y el leru de los Dogn de Mal. Hay ejemplares
ms largos (de entre 50 y 60 cms.), como el damalgo de
los Hausa, el k'cindo de los Dakakari, el tukpolo de los
Gwari y el gworitod de los Berom de Nigeria; y el bo-
km o bumpa de los Bisa de Burkina Faso (citado por
List). Estos, sin embargo, suelen tener uno (como en el
caso del damalgo) o ambos extremos (como en el caso
del k'cindo o del bo-km) insertos en resonadores de
calabaza o cuerno.
En el caso de los instrumentos cortos, uno de los extre-
mos abiertos se obtura para producir distintos sonidos y
notas (tcnica tambin utilizada con la caa de millo). Se
lo hace con la palma de la mano (como entre los Fali y los
Kilba), con el dedo ndice de la mano izquierda (como en
el tilboro de los Hausa) o con el pulgar de la derecha
(como en el tsiriki de los Kebbi), dependiendo de la posi-
cin en la que se toque.
Arom (1999) proporciona algunos detalles muy tiles
sobre uno de estos instrumentos, el empleado por los
Peul Djelgob (Fulani) de la regin de Tra (Nger):
El teekuluwal es un instrumento usado por los
pastores mientras caminan detrs de su gana-
do; tambin se toca ocasionalmente en bodas
y en las ceremonias de puesta de nombre de
los recin nacidos. Es el nico instrumento de
lengeta de los Fulani, y es usado exclusiva-
mente por hombres, adultos y jvenes. Se
fabrica a partir de un fino tallo de Sorghum de
unos 40 cms. de largo: la lengeta, que se corta
a lo largo de la pared del propio tubo, vibra
cuando el intrprete exhala e inhala el aire.
Abriendo y cerrando uno de los extremos del
tallo con el dedo ndice de la mano derecha, el
intrprete puede alterar la altura del sonido, y
cubriendo el otro extremo con su mano
izquierda puede obtener efectos de sordina
que, por su calidad nasal y comprimida,
recuerdan a las notas tapadas de ciertos vien-
tos de metal europeos. De esta forma, en este
instrumento tan simple el ejecutante puede
producir una serie de notas y una gran variedad
de timbres en el mbito de una octava.
Para Burkina Faso en general, Rosellini y Wiggins (en
Sadie y Tyrrell, 2001) explican:
El clarinete de calabaza se elabora a partir de
un tallo ahuecado de Sorghum con una lenge-
ta idiogltica, un orificio de digitacin y dos
pequeos resonadores de calabaza colocados
en los extremos del tubo. Otro clarinete est
formado por un tallo ahuecado de Sorghum
ms fino con una lengeta idiogltica, y sin ori-
ficios de digitacin; la mano derecha o izquier-
da es usada como cmara de resonancia.
Muchos de estos instrumentos son elaborados por nios
y jvenes; el constructor es, generalmente, el propio
intrprete. Suelen ejecutarse con mayor frecuencia
durante la cosecha de sorgo (noviembre-diciembre),
cuando hay material disponible para su elaboracin.
Tambin puede aparecer durante el resto de la estacin
seca, siempre que el instrumento aguante o que haya
tallos de sorgo secos para construirlos.
En Mal los clarinetes son considerados instrumentos
pastoriles entre los Dogn, como ocurre tambin entre
los Kilba de Nigeria. Los Songhai, por su parte, los tienen
como elementos infantiles, algo que tambin ocurre en
el norte de Chad, en donde, segn Brandily (en Sadie y
Tyrrell, 2001), son usados nica y exclusivamente por
nios sin circuncidar.
La mayora de las interpretaciones son en solitario, aun-
que se dan casos de varios intrpretes que tocan juntos:
entre los Berom y los Hausa de Nigeria, los jvenes los
ejecutan para bailar y divertirse, acompaados por algu-
nos instrumentos de percusin.
Es muy comn que los clarinetes traveseros, sobre todo
los de mayor longitud, sean utilizados para imitar el
habla humana: dado que muchas lenguas africanas occi-
dentales tienen un caracterstico sistema de tonos, las
notas del aerfono se emplean para imitar la pronuncia-
cin de las palabras.
De acuerdo a Blench (1984), los clarinetes traveseros de
esta regin de frica seran una creacin local, y no ten-
dran relacin con los clarinetes idioglticos presentes
en el norte del continente.
El trmino rabe zummara se aplica a la mayor
parte de los instrumentos de lengeta simple
de la costa norte de frica, especialmente a
aquellos construidos a partir de una herbcea
gigante que crece en el Magreb. Hasta cierto
punto se han extendido a travs del desierto, y
se han encontrado instrumentos simples, pre-
sumiblemente copiados de prototipos nortea-
fricanos, en el rea que rodea el lago Chad, por
ejemplo, y entre los Idoma de Nigeria central.
En el rea de sabana del frica occidental se
usan clarinetes traveseros con un nico orificio
de digitacin; pero estos parecen ser muy anti-
guos, a juzgar por lo amplio de su distribucin y
la diversidad de trminos empleados para
denominarlos, por lo cual no hay razn para
proponer vnculo alguno con los aerfonos de
lengeta rabes.
Los esclavos africanos llevados al actual territorio
colombiano procedan sobre todo de Guinea ("mandin-
gas", segunda mitad del s. XVI), de Benn ("arars" o "jo-
jes", segunda mitad del s. XVII), y de Ghana ("minas") y
Nigeria ("carabales", s. XVIII). No es de extraar, pues,
que en Colombia estn presentes instrumentos musica-
les tradicionales del frica occidental que an conservan
las caractersticas nicas de los originales: esos aerfo-
nos de pueblos agrcolas, hechos con los tallos de sus
cosechas para que los toquen sus nios y sus pastores.
Al comparar los clarinetes documentados en frica occi-
dental por fragmentaria que esa documentacin sea y
la caa de millo de Colombia, y teniendo en cuenta los
antecedentes histricos, queda poco espacio para dudar
de su relacin directa.
Es evidente que, una vez llegados a Amrica del Sur con
los esclavos (posiblemente en distintos momentos y
desde lugares y marcos culturales diferentes), los aerfo-
nos sufrieron un proceso de adaptacin a su nuevo
hogar, interactuando con las msicas indgenas ms cer-
canas (a las que influiran de manera clara) y, sobre todo,
con las de origen ibrico ya instaladas en el continente
(para las cuales los clarinetes campesinos no eran total-
mente extraos). Con el tiempo se exploraron nuevos
materiales, se crearon y aprendieron nuevos reperto-
6. Conclusiones
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7. Bibliografa citadarios, y nuevas necesidades fueron satisfechas. La evolu-cin del instrumento, sin embargo, no borr sus rasgos
originarios.
Hasta el momento, los escasos estudios acadmicos rea-
lizados sobre la caa de millo se han centrado en sus posi-
bilidades meldicas, su historia (oral) en el Caribe colom-
biano, y su repertorio tradicional y moderno. No han
explorado, sin embargo, las particularidades de su ori-
gen en la otra orilla del ocano Atlntico, ni los posibles
vnculos mantenidos entre el aerfono sudamericano y
sus familiares africanos. Queda, pues, un amplio campo
de estudio por explorar. Uno que seguramente aportar
ms de una sorpresa.
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