PREPARACIÓN DE LA LECCIÓN
Esta sección es para usted, el maestro.
Los pasajes de la columna “Versículos de referencia” son para su estudio
personal en la preparación de esta lección. La decisión de compartirlos o
no con sus estudiantes queda a su criterio personal.
PASAJES: Marcos 14:12-16, 22-24; Juan 14:1-3, 16-17, 26; 16:6-15.
OBJETIVOS DE LA LECCIÓN:
Mostrar que el Espíritu Santo mora en los creyentes.
Explicar el ministerio del Espíritu Santo.
ESTA LECCIÓN DEBERÁ AYUDAR A LOS ESTUDIANTES A:
Tener confianza en la ayuda siempre presente del Espíritu Santo.
Apreciar lo que Jesucristo ha hecho por cada creyente.
Entender el libro de Hechos cuando se enseñe más adelante.
PERSPECTIVA PARA EL MAESTRO:
En todo lugar a donde iba Jesús, la gente acudía a Él buscando sanidad,
esperando milagros y deseando que Él fuera el rey que los librara de los
romanos. Aún los discípulos de Jesús esperaban que Él ejerciera su poder
sobre la situación política. Por esta razón, en la noche de la última cena de
Pascua sus acciones y palabras fueron casi incomprensibles para ellos.
Jesús prometió enviar al Espíritu Santo Lección
12
Primero, les lavó los pies. Hizo el deber de un siervo y entonces les dijo
que ellos debían hacer lo mismo. Luego declaró que uno de ellos lo
traicionaría, y que Pedro le negaría tres veces.
Enseguida les dijo que iba a preparar un lugar para ellos en la casa de su
Padre, y que regresaría para llevarlos para estar con Él allá.
Dijo que si ellos lo amaban, lo obedecerían. Pero eso no fue todo. Les
explicó que enviaría a su Espíritu para morar en ellos, para capacitarlos
para obedecerle y para recordarles todo lo que había dicho.
Y luego les dijo: “Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz.
En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al
mundo” (Juan 16:33 NVI).
¿Qué buscamos nosotros como creyentes en Cristo? ¿Milagros,
sanidades, un nuevo sistema político? No dudemos que Él tiene el poder
para hacer todo esto.
Pero, como sus discípulos, debemos pensar en las palabras que dijo
aquella noche. Predijo que tendríamos problemas en este mundo. Pero
prometió que su Espíritu viviría en nosotros y nos daría victoria y paz en
medio de los problemas.
Nosotros seguimos a un Salvador resucitado que, como siervo sumiso de
Dios, fue perseguido y crucificado. Tenemos al Consolador viviendo en
nosotros. Cuando las circunstancias traigan consigo los problemas que
Jesús predijo, disfrutemos de la paz que Él nos da.
ILUSTRACIÓN GRÁFICA*:
Lámina cronológica No. 82, “La Cena del Señor”
BOSQUEJO DE LA LECCIÓN:
Repase las preguntas de la Lección 11.
A. Introducción
En un aposento alto en la antigua Jerusalén, unos hombres estaban
preparando una cena especial.
Cordero asado, pan sin levadura, vino...
Todos ellos sabían lo que se debía hacer.
La primera cena de Pascua se había celebrado unos 1.400 años
atrás.
Todo judío lo sabía y debía celebrar esta cena cada año en
memoria de lo que Dios había hecho para liberarlos de los
egipcios.
Los discípulos prepararon la mesa para ellos mismos y para Jesús,
tal como Él lo había ordenado.
Los 13 comerían y beberían juntos.
Pero estos hombres no tenían idea de lo que sucedería esa noche.
El cordero, el pan y el vino adquirirían un nuevo significado.
Jesús estaba listo para ser sacrificado.
Ésta era la última vez en la tierra que ellos celebrarían la Pascua con
Jesús.
Pero Él no los dejaría solos.
B. Jesús y sus discípulos se reunieron para la fiesta final de Pascua.
Lea Marcos 14:12-16.
Ilustración gráfica sugerida:
LÁMINA CRONOLÓGICA No. 82, “LA CENA DEL SEÑOR”
Jesús sabía que el cordero de Pascua era una ilustración de Él y de su
muerte.
Por tanto, mientras comían, Jesús tomó el pan, lo partió y lo dio a sus
discípulos y les dijo que comieran de él.
Jesús les explicó que el pan debía recordarles su cuerpo, el cual iba
a ser quebrantado como pago por el pecado.
Lea Marcos 14:22.
Jesús entonces alzó una copa de vino y les invitó a todos a tomar de
ella.
Él expresó que el vino debía recordarles su sangre que fluiría de su
cuerpo como pago por los pecados.
Lea Marcos 14:23-24.
C. Jesús consoló a los discípulos hablándoles del lugar que ellos
tendrían en el cielo y asegurándoles que Él regresaría.
Los discípulos de Jesús estaban tristes y confundidos.
Aún no entendían por qué Jesús había dicho que moriría.
Ellos no querían que Él los abandonara.
Entonces Jesús les dio unas promesas maravillosas para animarlos.
Considere:
Estas promesas no eran sólo para los discípulos, sino para todos
los que creen en Jesucristo. Estas promesas se repiten para
nosotros en todo el Nuevo Testamento.
Lea Juan 14:1-3.
Jesús les aseguró que ellos no tenían por qué preocuparse.
Declaró que en la casa de su Padre había muchas moradas.
Y Él iba a preparar un lugar para ellos en el cielo.
Luego les prometió que Él mismo regresaría para llevarlos allí.
Considere:
Jesús está preparando lugares para que todos nosotros vivamos
con Él en el cielo. Podemos pensar en esta promesa todos los
días: “¡Jesús regresará para llevarnos a casa y así vivir con Él por
siempre!”.
No sabemos cuándo ocurrirá, pero cuando venga ese día todos los
que han muerto como creyentes en Cristo serán resucitados con
cuerpos nuevos.
Jesús también se llevará a aquellos creyentes que aún vivan en la
tierra en ese momento y todos nos reuniremos juntos al elevarnos
al cielo con cuerpos que habrán sido cambiados para que nunca
mueran.
Éste es el llamado “rapto”, o arrebatamiento, de los creyentes.
Hasta ese entonces, tenemos la promesa de que, aunque nuestros
cuerpos mueran, no experimentaremos la muerte espiritual.
Nuestra alma y espíritu estarán para siempre con el Señor.
D. Jesús prometió enviar a un Ayudador para que siempre estuviera
con ellos.
Cuando Jesús estaba con los discípulos, ellos podían pedirle cualquier
ayuda que necesitaran.
Pero ahora Él les decía que iba a morir.
Cuánta tristeza les debió haber ocasionado esta noticia.
¿Quién los ayudaría?
¿Quién les daría sabiduría como la que les daba el Señor Jesús para
cada situación?
Pero Jesús dijo que Él le iba a pedir al Padre que enviara a otro
Ayudador.
Lea Juan 14:16.
Este Ayudador sería como Jesús.
Nota:
La palabra “otro” en este versículo significa “uno similar”.
Este Ayudador tomaría el lugar de Jesús aquí en la tierra para
cuidar a los hijos de Dios,
Este Ayudador nunca los dejaría.
E. El Ayudador es el Espíritu de Verdad, el Espíritu Santo.
¿Quién sería este Ayudador?
Lea Juan 14:17.
El Espíritu de Verdad es Dios el Espíritu Santo.
Él es quien guió a los hombres escogidos para que escribieran la
Palabra de Dios.
Y Él es el que hace que cambien las ideas y el pensamiento de las
personas cuando escuchan la Palabra de Dios.
El Espíritu Santo nos da a conocer la verdad.
Cuando escuchamos la Palabra de Dios antes de ser salvos, el
Espíritu Santo nos mostró la verdad acerca de nosotros mismos.
Él nos hizo ver que éramos pecadores necesitados de un Salvador.
Incluso ahora, como creyentes en Cristo, el Espíritu Santo está
trabajando en nuestra mente y corazón para enseñarnos la verdad
de Dios.
F. El Espíritu Santo mora no sólo “con” los creyentes sino “en” ellos.
Jesús dijo que, a diferencia del mundo incrédulo, los discípulos ya
conocían al Espíritu Santo.
El Espíritu Santo ya estaba “a su lado”.
Cuando Jesús lo envió para que tomara el lugar de Él, el Espíritu Santo
no sólo iba estar “con” ellos sino “en” ellos.
De hecho, Él viviría en ellos por siempre.
Las palabras empleadas en este versículo significan no sólo “por
siempre” aquí en la tierra sino eternamente, en el cielo.
Los discípulos aún estaban llenos de dolor, pero Jesús les aseguró que
lo mejor era que Él los dejara y que enviara al Espíritu Santo a morar en
ellos.
Lea Juan 16:6-7.
G. Jesús les explicó a sus discípulos que el Espíritu Santo
convencería al mundo de pecado, justicia y juicio.
Aunque los incrédulos no tienen al Espíritu Santo viviendo en ellos, aun
así Él trabaja en sus pensamientos y corazones.
Jesús explicó que el Espíritu Santo les enseñaría a los incrédulos la
verdad acerca del pecado, la justicia y el juicio.
1. El pecado
Lea Juan 16:8-9.
Jesús enviaría al Espíritu Santo para mostrarles a las personas
su pecaminosidad al negarse a creer que él es el Hijo de Dios, el
Libertador prometido.
2. La justicia
Lea Juan 16:10.
Los líderes judíos habían dicho que Jesús era un mentiroso y
que hacía obras por el poder de Satanás.
Ellos ya habían elaborado un plan para asesinarlo.
Pero el Espíritu Santo vendría para demostrarle al mundo que
Jesucristo era el Hijo justo de Dios.
¡Dios probó que Jesús era su Hijo justo al resucitarlo de los
muertos!
El Espíritu Santo le enseñaría al mundo que los que rechazan a
Jesús son los injustos.
3. El juicio
Lea Juan 16:11.
Dios prometió en el huerto del Edén que la Simiente de la mujer
heriría a la serpiente en la cabeza.
Jesús venció a Satanás, al pecado y a la muerte cuando murió
en la cruz y se levantó de la tumba.
Un día, el Señor Jesús lanzará a Satanás y sus seguidores al
lago de fuego, donde sufrirán por siempre.
El Espíritu Santo prometido enseñaría que todo aquél que se
niega a reconocer a Jesucristo será juzgado por sus pecados.
H. Jesús les explicó a sus discípulos que el Espíritu Santo enseñaría a
los creyentes.
Lea Juan 14:26.
Jesús les había enseñado a los discípulos durante tres años.
Él sabía que aún había muchas cosas que ellos no entendían.
Luego de que Él se levantara de los muertos y ascendiera a su Padre
en el cielo, Jesús enviaría al Espíritu Santo a todos los creyentes.
El Espíritu Santo les enseñaría a los apóstoles cosas que ellos no
habían entendido antes.
Y les recordaría todo lo que Jesús les había enseñado.
Lea Juan 16:12-15.
I. El Espíritu Santo le dará gloria a Jesucristo.
Lea de nuevo Juan 16:14.
El Espíritu Santo le dará gloria a Cristo por medio de revelar la verdad de
la Palabra de Dios sobre Él.
Ésta es la forma en que el Espíritu Santo obra en la vida de los creyentes
hoy en día:
Usando la Palabra de Dios, nos enseña la grandeza de Jesucristo.
Nos capacita para vivir la nueva vida en Cristo.
Jesucristo es glorificado a medida que aprendemos acerca de Él y
vivimos en Él.
J. Por medio del Espíritu Santo, Dios dio los mensajes que nosotros
conocemos como el Nuevo Testamento.
Las verdades que el Espíritu Santo les enseñó a los discípulos después
de que regresara Jesús al cielo están escritas para que todos las
leamos.
Estos mensajes son lo que nosotros llamamos el Nuevo Testamento.
Como mencionamos antes, los cuatro evangelios son relatos de
testigos presenciales acerca de la vida terrenal del Señor Jesús.
El Espíritu Santo trajo a la mente de los que escribieron los
evangelios las palabras exactas de Cristo.
El resto del Nuevo Testamento registra tanto la obra de Dios por
medio de sus siervos, como sus mensajes para los creyentes y para
toda la humanidad.
K. Conclusión
¿Quién es el Espíritu Santo?
Él es Dios.
Él es como Jesús.
Él es nuestro Ayudador y Consolador.
Y vive en nosotros los que creemos.
Él nos enseña y nos recuerda la verdad acerca de Jesucristo.
Démosle gracias a Dios por darnos al Espíritu Santo para ayudarnos y
enseñarnos sobre el Señor Jesús.
PREGUNTAS:
1. Jesús dijo que Él iba al cielo a preparar algo para todos los
creyentes. ¿Qué era lo que iba a preparar? Unas moradas donde
todos los creyentes puedan vivir con Él para siempre.
2. Jesús prometió en Juan 14 que regresaría con un propósito
especial. ¿Qué dijo que haría al volver? Llevaría a todos los
creyentes al cielo para estar con Él eternamente.
3. ¿A quién prometió Jesús que enviaría a la tierra para
reemplazarlo? A otro Ayudador, como Él: Al Espíritu Santo, el
Espíritu de verdad.
4. Antes de que Jesús se fuera al cielo, el Espíritu Santo estaba al
lado de los creyentes o “con” ellos. ¿Cómo cambiaría esto cuando
Jesús ascendiera al cielo? El Espíritu Santo vendría a vivir “en”
los creyentes.
5. Jesús dijo que el Espíritu Santo le enseñaría al mundo sobre tres
cosas. ¿Cuáles son? El pecado, la justicia y el juicio.
6. ¿A cuál gran pecado se refería Jesús? Al de negarse a creer en
Él mismo, el Libertador prometido por Dios.
7. ¿Cómo se probó que Jesús era justo? Dios lo resucitó de los
muertos.
8. Cuando Jesús murió en la cruz, fue sepultado, y se levantó de la
tumba, triunfó sobre Satanás, el pecado y la muerte. ¿Quién
tendrá que enfrentar juicio por el pecado? Satanás y todos los
incrédulos.
Las notas para los discípulos:
1) Estudie y medite en Juan 14. Apunte las promesas específicas
que encuentre y lo que significan para usted.
2) Antes de que usted fuera salvo, ¿trató de leer la Biblia? Ahora
como hijo de Dios, ¿nota usted alguna diferencia en su
entendimiento? Como creyente, usted tiene al Espíritu Santo
viviendo en usted, ayudándole a entender la Palabra de Dios.
Antes de comenzar su tiempo devocional en la Palabra de Dios,
pídale a Él que lo ayude a aprender y entender. Ore para que el
Señor Jesús sea glorificado en su vida. Recuerde que usted está
en Cristo. Por medio de Él, usted tiene acceso continuo a su
Padre Celestial. En las Escrituras se nos dice que oremos al
Padre, en el nombre del Hijo, y en el poder del Espíritu Santo.
¡Qué privilegio el que tenemos de pertenecer a Dios como sus
hijos preciosos!
Notas del maestro
RESUMEN
Esta lección enfoca la promesa de Jesús de enviar al Espíritu Santo para
morar en los creyentes.
La lección enseña el ministerio del Espíritu Santo, de la forma como lo
presentó el Señor Jesús en el Evangelio de Juan.
También se cubre brevemente:
La promesa de Jesús de preparar una morada celestial para los
creyentes.
La promesa de Jesús de regresar para llevar a todos los creyentes al
cielo con Él.
* Puede que usted quiera utilizar los cuadros cronológicos (ver página ii)
como ayuda para ilustrar esta lección.
Las notas para los discípulos son actividades opcionales que les puede
ofrecer a sus estudiantes para que las realicen en su propio tiempo fuera de
clase. No se pretende que sean asignadas como tareas, sino presentadas a
aquéllos que deseen crecer.
Anime a los estudiantes a hacerlas, pero no los presione.
Si hay tiempo libre al final de la clase, es posible que algunos de los alumnos
quieran compartir algo de estos estudios personales.
Versículos de referencia
Ver las referencias abajo
Filipenses 4:6-7
2 Corintios 5:1-8
Hechos 1:7
1 Corintios 15:51-57
1 Tesalonicenses 4:13-17; 5:10
Juan 5:24
Lucas 23:43
2 Pedro 1:20-21
1 Corintios 2:9-16
Mateo 12:22-32
Romanos 1:4
Génesis 3:15
Colosenses 2:13-15
Apocalipsis 20:10-15
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