Parroquia San Juan BautistaCatemaco, Ver.Catequesis InfantilPropuesta de Lectio divina: Marcos 9,33-3733 Llegaron a Cafarnaún y, ya en casa, les preguntó: –¿De qué hablaban por el camino? 34 Se quedaron callados, porque por el camino habían estado discutiendo quién era el más grande. 35 Se sentó, llamó a los Doce, y les dijo: –El que quiera ser el primero, que se haga el último y el servidor de todos. 36 Después llamó a un niño, lo colocó en medio de ellos, lo acarició y les dijo: 37 –Quien reciba a uno de estos niños en mi nombre, a mí me recibe. Quien me recibe a mí, no es a mí a quién recibe, sino al que me envió.

Preguntas para ayudar a la lectura1. ¿De qué trata la historia anterior a esta que hoy estamos leyendo?2. ¿De qué hablaban por el camino los discípulos?3. ¿Qué instrucción les da Jesús a los Doce?4. ¿Qué gestos hace Jesús con los niños?5. ¿En nombre de quién recibe el discípulo a los niños?6. ¿En las palabras de Jesús en el v. 37, qué relación establece él con los niños?

Preguntas para meditar1. La propuesta de Jesús a sus discípulos sobre quién debe ser el primero ¿qué me invita a reflexionar?2. Desde una perspectiva secular ¿cuál es el papel del líder o primer encargado en su trabajo?3. Desde una perspectiva cristiana ¿Qué significa ser el primero?4. Desde una perspectiva eclesial ¿Cuál es el papel del líder o considerado el primero en la comunidad?5. Desde mi grupo eclesial de catequesis ¿Cómo aplicar la enseñanza de ser el primero o estar bajo la guía del que es puesto como primero?6. A ejemplo de Jesús ¿Cómo debe ser la atención hacia los niños?7. ¿Qué valor le debemos dar a los niños?

Momento de orarConvirtamos nuestra lectura y meditación en oración. El Señor nos muestra una actitud de servicio, pidámosle a él que nos conceda aplicar su enseñanza. También podemos orar con algunos de los elementos que nos presenta la lectura evangélica.

Contemplar la PalabraLeamos nuevamente nuestro texto evangélico y pensemos en las actitudes de Jesús, de los discípulos y en las nuestras. Realicemos un compromiso a partir de nuestro servicio eclesial. Cómo deberemos mirar y tratar a los niños y a los hermanos en general.