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Lo he visto
05/08/2014 Samuel Benito de la Fuente
Actualizado: 28/10/2014
Lo he visto en otros: esa compostura. El limes entre un mundo y otro. Entre caer
apoyado con la pierna o sujetarse. Pero mientras, en la cuerda, uno anda en la cuerda!,
a punto de caerse!, cuidado!, te vas a caer!, y si no te caes es por los pelos. No caes,
pero algo notas, se va pudriendo, te va cambiando; digo pudrir porque vas cayendo de
lao. Notas que cuando vas a bajar no vas a volver, ser para siempre; y ese cambio,
ser permanente, como esa herida en el costado de un guerrero. Pero, en este caso, sin
tanta floripondia blica y pica, sta se va hundiendo en ti: se la vi a mi to, alcohlico y
adicto a los placeres de los que Sabina tanto se jactaba tocando la locura con los dedosde las manos, conociendo a aquel ser (de una parte oscura que nuestro cuerpo saca) al
que ya nada le importaba una mierda nada en el total nihilismo, quizs; se la he
visto a personas ms cercanas, volvindose en amargados gritones que no saben ms
que amargarse, y amagar a los dems; otros, en cambio, es ms liviano, eso s, slo unos
pocos, claro est: es ese tipo que no ves por la calle si no te vas fijando bien, el que no
te saluda, el que cuando hablas con l te contesta mal seguramente, y pasa de todo.
Luego, stos son la viruta que se incrusta en un motor.
S, un motor. En este caso, en la ciudad sobre todo, no pasa nada (en teora); se le deja
apoltronado en su ansiado liberalismo anacortico; pero, en el pueblo, es diferente. Si esinteligente y un socipata, quizs ese ser sombra (que podra ser cualquiera)llegue a
algo, a un puesto de mediana obediente pero traicionero, o ser una especie de Seor
Burns; si es un borracho, si es un dueo del Yugo de Castilla, estilo mi to, acabar
no se sabe cmo, aunque quizs con suerte sigan vivos: saben?, las cucarachas
sobreviven a bombas atmicas. Puedes bombardearlas lo que te salga del pepino,
puedes hacerlo y ellas sobrevivirn. Y luego, morirn por un buen antiplagas? Este
pensamiento, quizs, sea el que algunos tuvieron con las favelas o con los palestinos
gazates: lo tuvieron con las cucarachas y tambin con las otrascucarachas, que les
importan una mierda: estn con cucarachas, son cucarachas; y, adems, qu ms da si
esas cucarachas fueron un Samsa o quin coo fuera, si no es el Seor Burns que da la
pela, y la pela es la puta pela? Qu coo importar? Y ms en esta obcecada sociedad
hispana, y ms en los castellanos, ms orgullosos que orgullosos, si lo que quieren en su
anrquico pensamiento que lo mo es lo ms importante y lo de los dems, qu ms da?
Bueno, claro, uno llega a pensarlo despus de estar tanto tiempo en la cuerda floja:
alguien se ha preguntado por qu tanta imagen de ese cainismo rural no slo de
Castilla (tpico de Machado) sino de Espaa en general? Por qu Blasco Ibez y
Azorn, tanto en Valencia como en Castilla, tanto en Madrid como Alicante o la
Valencia del arroz, tiene a golfos y a mafias y a clanes familiares y no les hablo de
los Puyols, que no llegamos pa` tanto ni siquiera la clase media? Tanto tiempo
viviendo en la basura y no nos percatamos? Hemos pasado de la Espaa triunfadora
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que su y sus Leyenda(s) Negra(s) son falsas y somos la puta caa y la ostia en vinagre,
al victimismo de: qu mierda de pas, qu jodida mierda!? Otra vez, me da a m, creo
que, como dije en Pan y Toros, hemos vuelto a descubrir el mediterrneo que nos
descubrieron los alemanes de las salchichas, las cervezas, el Estado perfecto del
Bienestar, los Bancos que prestan como locos y lo que quieren es rentabilidad y echan
ltigos (cosa menos conocida), y altas cotas de productividad
Porque es el motor. Un motor que pisotea a buenos y malos. Que tambin nos defiende
con esa Sanidad (pero la tira si al Burns no le peta gastarse y quiere ser el anarcaal que
le paga a un hospital judo superpotito), con esa Educacin, con ese Estado del
Bienestar. Y aqu,y esto es lo jodido, lo que da de comer nos come: cmo es eso?
Bueno, as como el hombre necesitaba a la mujer, segn el dios de los judos, el hombre
(en neutro, en general, varones-machos y hembras-fminas) no puede tirar con su motor
sin antes haberse construido un organismo que se hace cncer para s.
Quizs, lo primero que habra que preguntarse es: para qu est ese mecanismo? Sera
bueno Sera fcil meterse en la historia, y dar un rollo marxista, de que las sociedades
se han construido por intereses de no s y no s cul; y esa, seguramente, ser parte de
la realidad. No hay flor sin semilla. El camino del ADN pasa por esa especie de rata
primigenia de los mamferos hasta el hombre y el mono (separados no por mucho). Y es
que el hombre, el ser vivo, en s mismo es un ser motor. El ser vivo, dira seguramente
Aristteles, dara su respuesta de su existencia por una serie de mecanismos
(engranajes) concatenados; pero segn l, con un Demiurgo como mximo organizador,
as invisible, ste lo coronara: y aun as, yo tan ateo o agnstico, creo que no va tan mal
descaminado, pues lo que seguir argumentando, si no lo piensan mal, pinsenlo,desarrllenlo, es bastante semejante a lo que ir arguyendo.
En nuestro motor, no, dira yo, una monarqua demirgica de un Seor Burns, de
simples reinas y obreras, que no est tan clara tampoco en las abejas, ni siquiera la
aristocracia, la patriciocracia (aunque tengan poder, como stos en la Barcelona de los
Puyols), y menos la democracia, es lo que se colige de nuestra forma de gobernarnos
socialmente. A veces, no hay lugar a dudas sobre algunas de las teoras (que es una
plutocracia, que es una demagogia), pero otras, al bajar al submundo de los hombres,
cuya fuerza se combate sin teoras ni ideas uno observa y se pregunta: cmo es posible
que el motor siga en pe sin un claro eje de mando? Cmo es que una serie de
variopintos seres, sigan, y sigan, y laburen en fin, sin ms, es decir, sin un fin ms que
la simple finalidad de su trabajo el mecanismo con el que intercambiamos horas de
vida por dineroy que adems se maten por tal? Como en laMano Invisiblede Isaac
Rosa. Porque todos quieren vivir; lo del arte (el Arte de la Vida, potica de nuestros
corazones: el tum-tum de la msica, que deca Rosa), lo dejaremos para un segundo
plano.
Por desgracia, vamos errando an como esos supuestos macacos (para quien no
diferenciara a los primeros homo, a los australopitecos o a esos cuasisimios de grandesmolares cuyo nombre es tambin largo y extravagante). An seguimos rulando como
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Darwin deca; y en cambio, luego, tambin construimos otras cosas ms all de las
que construyen otros seres vivos: lo que ya repet de Marina como el supravivir, con
Torres de Babel: sentimientos profundos, expectativas, machismo, estructuras de poder,
etc., etc. (a veces tan livianas que no sabemos si existen, casi inconscientes, como
sistemas invisibles, de los que ya habl). Y amor, misericordia, honor, fantasa Deseo.
Aquella pulsin que en el conceptohumano, ste, el deseo, ya dije, llega adonde uno
con pocas miras, o con sueo o con vanas ganas de esbozar como yo ahora, no llegara.
Por poner un ejemplo: ese deseo libidinoso de Rojo y Negrodel protagonista, un cura,
por aquella aristocrtica niita con sueos de seores y seoritas aristocrticas
francesas, otra vez incumpliendo sus votos y su estatus social (aunque en ese momento
ms alto, fuera de las provincias), y con ello arrastrndola a ella, y cayendo por
incumplir las premisas sociales y lo que se espera de ti (contradictorio, la verdadera
dialctica, porque tus deseos se enfrentan a los de la sociedad y sus premisas mentales).
A veces, el limes, como en el que ahora me siento, uno se tambalea, es tan lvido,tambin: emocionalmente, socialmente, polticamente. Acaso uno, hace como veinte
aos, pensara que la Monarqua se tambaleara, o hace no pocos, con el milagro
aznariano, nuestra Economa? Y hemos vivido en castillos de princesas y prncipes?
Casi, casi, y no. Era difcil ver, aunque se vea, pero preferamos no verlo: es mejor
soar que tener pesadillas.
Como Chinato deca aunque al revs, la gente quiere no ver lo que no quiere ver.
Echamos para a`lantecomo deca Aleix Sal de la Economa de la burbuja. Ni siquiera
nos hemos fijado en los hitos de esta grandilocuencia poltica en la que, incluso una
sicloga del PP, que fue vctima de aquel tremendo, aquella tremenda carnicera,aquella chapuza, del tren de Santiago, denomin como sicpatas a sus compaeros
polticos, los cuales fueron ciegos ante su propio caso. Cosas de la vida, aquella
situacin parece que la atrajo fuera del limes, fuera de la que hoy llaman casta(como si
vivieran aislados, como si estos hotrosvivieran fuera), y que yo llamo como el limbo de
la panda de sujetillo socipatas que Aleix llam vampirus ibericusy que con bastante
ineptitud pero algunas dotes de genialidad de no s qu idelogos propagandsticos que
grita Esperanza Aguirre, nos dirigen con batuta como si nada Cmo lo hacen?
Somos unos sicticos, unos sicopticos dominados por la locura de unos pocos?
Estamos locos?
Deca un hombre de la Dependencia de Castilla y Len con el que tuvimos una charla
(yo y mis compaeros de H Social Contempornea) que todos estamos cerca de la
dependencia (que es un problema social grave, para tema aparte), que podramos
relacionarlo con el de la locura del s. XX, hoy quizs? un poco apartado. Todos
estamos en el limes; podemos ser brbaros o romanos, en un momento; podemos caer,
podemos emerger, podemos y no me refiero al partido, al cual tampoco me quiero
acercar, ni tampoco me quiero poner a demonizar. Es la potencialidadhumana. La
capacidad para acometer. Y someter?. El mismo Marina en aquella Arquitectura
del Deseo, ya citada en otro artculo, de la misma forma que lo hizo el primeroSchopenhauer, separaba el deseo-idea (al que le quitaba Schopenhauer ya su idealismo
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y Marina cribaba lo sentimental de lo puramente ideado: es decir, la argamasa de lo que
le sostiene; la arquitectura de los puros sentimientos, volubles y mar catico; lo
consciente de lo inconsciente; etc.) y el mismo acto de actuar. Los dos actos
elaborados por diferentes partes del cerebro, y que si uno corta y le deja sin su sistema
de actuacin, acaba con aquella problemtica tan del 98 de La Voluntad azoriniana.
Qu podemos y cmo llegamos a cumplir nuestros deseos, a veces tan idiotas, otras
veces tan perversos, que nos coartan, que a nadie importan, que nos podran convertir en
seres insatisfechos, llenos de odio y llenos de remordimientos, pesares? Podramos
hablar de F. Nietzsche sobre esto, pero sera tema aparte de nuevo
Cuando acabamos en una fabela metafrica, o intelectual, o social, aquel motor sin
rumbo nos arrolla; cuando acabamos por ser otra de esas cucarachas, esprate que, sea
la indiferencia, sea tu propio egosmo, lo que te coma en la marea de esta sicopata.
Porque ese ser que formamos: la Sociedad, tan poco importante para nuestra an
fetichista sociedad amante de la Libertad pero que no sabemos bien ahora quitarnosnuestras propias cadenas, no es algo para sacarle un simple beneficio, en pro de
nosotros solamente, sino que no olvides que hay cucarachas o hombres enclaustrado en
el odio al igual que otros lo estn en el dinero aunque creo que stos tambin son de
odio, pues su avaricia se convierte en misantropa social (y no en misntropos como yo,
que la ma es de otro tipo a pesar de que s que a veces puede que se asemejen);
que hay otros seres pululando por la Torre, por encima y por debajo.
Hay quienes viven, quienes sobreviven sin ms; hay quienes suean; hay quienes se
pudren en sus cuartos de bano, duros, pedriscos de sus propias aspiraciones. Hay, lo he
visto en m mismo, quienes se pudren poco a poco en s mismos. Acobarda mirar a lacara de aquello, pero, s: ah est. Hay un lmite peligroso en nosotros mismo, el cual no
queremos ver. Un peligroso brbaro, quizs germano, pidiendo sacar su hambre
sentimentaloide, como en los relatos romnticos germnicos, y no un romano aspirante
al sueo de la moderacin y facha griega. Un animal, deca Estopa en su disco 2.0. Al
hombre de su propia corteza, y que a veces tiene sus capas, algunas falsas de careta,
otras encubiertas en la rabia y en las profundidades de nuestro mismo ser. Ese ser
humano que he visto y que slo he rascado la corteza y parezca que lo conozca de toda
la vida, como a un amigo, y es ms como ese anciano que acabamos de conocer,
misterioso, ms a como se retratara en un relato de Carlos Ruz Zafn.