Los actores de la educación.
I. Objetivos de la sesión:
Objetivo general:
- Que el alumno(a) sea capaz de comprender cuáles son los actores de la educación y por
qué lo son.
Objetivos específicos:
- Que el alumno(a) dimensione la complejidad del entramado social educativo en la
visualización de sus diferentes elementos reales constitutivos.
- Que el alumno(a) comprenda que educador y educando están insertos en una realidad
social en la cual deben cumplir una función o rol activo conforme al carácter esencial en la
educación.
II. Contenidos básicos:
“Lo social es el ámbito necesario de la vida humana. Ésta no puede ser sino dentro de la
sociedad. El «pequeño salvaje», que nos presenta la película de F. TRUFFAUT, no es
humano, y se convierte en humano cuando se introduce en la sociedad e incorpora su
cultura. Todo en la vida pues remite al contexto de relaciones sociales que llamamos
«sociedad» y resulta definido por el juego de las relaciones sociales y su reacción ante y
en ellas. Así pues el contexto global de relaciones es fundamental para entender,
comprender y gestionar todo lo que forma parte de nuestra experiencia y de nuestra
actividad [,] incluida la práctica social de la educación. (...) Lo que llamamos sociedad es
producido por esas relaciones entre las partes. Deberemos verla como producto de unas
determinadas relaciones que la articulan; pero del mismo modo, cuando dirigimos la
mirada hacia los distintos componentes, individuos o agrupaciones de individuos, tampoco
podremos entenderlos por sí solos, aisladamente. Los habremos de observar en relación al
conjunto, como piezas de un todo dentro del cual cobran significado. (Briongos, 1979:49-
50)” (Sociología de la Educación, Francisco Fernández Palomares (coord.), Pearson
Educación, S.A., Madrid 2003)
III. Desarrollo del contenido:
Preguntas:
1) ¿Qué son los actores de la educación y cuáles son ellos?
2) ¿Qué relación hay entre los actores de la educación?
3) ¿Cuál es la relación entre los actores de la educación y la educación cristiano-
católica?
Respuestas:
1) Los actores de la educación son los diferentes agentes (del lat. agens-ntis: activo, eficaz,
vivo) que actúan en el proceso educativo. La misma palabra actores ya designa el carácter
‘activo’ dado en estos agentes. Los actores de la educación se definen por un cierto hacer
que ellos ejercen en la realidad social educativa. Ahora bien, ¿cuáles son estos agentes o
actores? Los actores de la educación son fundamentalmente: educando, educador, familia
(los padres), escuela (diversos educadores escolares), diversas instituciones sociales,
ambiente y medios de comunicación. Cabe decir, por lo demás, que en la compleja
sociedad humana pueden hallarse otros agentes involucrados en el proceso educativo, pero
los antes mencionados son los más importantes en virtud de su significación preponderante
en el mismo fenómeno educativo.
Como ya lo hemos mencionado en las sesiones anteriores, el educando es el principal
agente del proceso educativo. El educando es persona humana que realiza la actuación (o
acción constante) racional y libre del aprendizaje, que consiste en la asimilación y
comprensión teórica del contenido significativo de la enseñanza, así como en la práctica
real de tal contenido en términos de su formación integral. Por otra parte, el educador es el
agente que realiza la actividad de la enseñanza, que consiste en la mediación y conducción
significativa del educando en su actuación inmanente de aprendizaje.
Si bien puede parecer extraño hablar de los restantes agentes como actores de la educación,
ya que algunos de ellos no son personas humanas inteligentes sino instituciones o
realidades objetivas inconscientes (objetos no vivientes, Ej.: medios de comunicación) se
los llama actores en el sentido de que constituyen elementos con injerencia activa en el
proceso educativo. La familia es la principal institución educativa de la sociedad, es el
grupo básico de la sociedad humana1 y el principal ámbito educativo natural
2, es decir, es el
núcleo de sociabilidad elemental del ser humano y el contexto más importante para el
despliegue de la formación integral del educando. La familia es aquella forma o estructura
en la cual el ser humano se personaliza y se socializa, es decir, el lugar propio y primario
del devenir del individuo y la sociedad3, pues en la enseñanza que realizan los padres
respecto de los hijos, estos conforman primaria y fundamentalmente su identidad y
personalidad propias.
En lo que se refiere a la función práctica educativa social de la familia, cabe destacar que
ella es genuinamente una praxis pedagógica cuyo dinamismo impele a sus miembros a
reconocer constantemente a sus otros como personas4, es decir, en la familia se gesta la
enseñanza (¡debe ser así!), por parte de los padres a sus hijos, de valorar y respetar a sus
semejantes como personas humanas, enseñanza que es medio necesario para la buena
integración personal del ser humano a la sociedad. Así, puede captarse de modo general la
importancia central de la familia en la educación.
Por otro lado, la escuela (pública o privada) es por antonomasia la institución del sistema
educativo formal, es toda institución que imparta educación o enseñanza, aunque suele
designar más específicamente a los de la enseñanza primaria.5 La escuela cumple varias
funciones sociales, por ejemplo, la función de guardia y custodia de los más jóvenes, la de
cohesión social y construcción de identidades nacionales, la de formación para el trabajo y
distribución de las posiciones sociales, etc.6 Asimismo, la escuela es un poderoso agente de
socialización (institución socializadora7), es el ámbito propio del maestro como agente de la
1 Cfr. Sociología de la Educación, Francisco Fernández Palomares (coord), Pearson Educación, S.A., Madrid
2003. cap. VIII (La familia). 2 Cfr. Altarejos, F. y Naval, C., Filosofía de la Educación, Ediciones universidad de Navarra, s.a., Pamplona,
2004 (EUNSA), III. 1.6. 3 Alvira, R. Sobre la esencia de la familia. En: Metafísica de la familia, 15.
4 Op.cit. III. 1.6.
5 Cfr. Escuela. En: Enciclopedia virtual Wikipedia (en línea). Disponible en:
http://es.wikipedia.org/wiki/Escuela [fecha de consulta: 10-04-2010] 6 Cfr. Sociología de la Educación, Francisco Fernández Palomares (coord), Pearson Educación, S.A., Madrid
2003. cap. V (Las funciones sociales de la escuela). 7 Cfr. Ibid. cap. 8 (Socialización y escuela).
formación intelectual, pues en ella él promueve la formación cultural de los educandos8. La
escuela como agente educativo involucra un conjunto de agentes personales activos en el
proceso de enseñanza-aprendizaje, que son los diversos funcionarios que forman parte de
su organización (educadores pre-escolares, profesores, orientadores, rectores, auxiliares,
etc.), en cuyas relaciones recíprocas y con el alumnado se plasma el dinamismo real de la
institución escolar. Con lo anterior, captamos también la importancia de la escuela como
agente educativo, en el cual se amplia el espectro de la experiencia pedagógica primaria del
aprendiz –la familia– (tanto positiva como negativamente).
Por otro lado, cabe mencionar a otros agentes educativos de la sociedad, tales como el
Estado y las entidades públicas de promoción de la educación ligadas a él (fuerzas armadas,
juntas vecinales, el barrio, en general agrupaciones de la comunidad9, y otros centros
comunitarios –centros de ancianos, de madres, etc.– que realizan actividades educativas de
diverso género), así como las instituciones educativas privadas de escuela formal o no
formal (escuelas privadas de enseñanza pre-básica, básica y media, universidades privadas,
institutos de enseñanza técnico-profesional, etc.), los medios de comunicación (escritos,
radiales, televisivos, virtuales –de Internet que ofrecen amplia y continua información a los
seres humanos en las actuales sociedades avanzadas)10
, las empresas y tiendas comerciales
(en general el comercio dado en la sociedad, que ejercen redes mediáticas de propaganda
comercial e influyen en los idearios mentales de las personas) y, en suma, todos los
múltiples agentes sociales que están imbricados en la contextura compleja del escenario de
relaciones sociales, que define a la realidad educativa.
2) Ahora bien, teniendo presente el panorama complejo y abigarrado de todos estos agentes
que constituyen activamente el despliegue o desenvolvimiento de la realidad educativa,
podemos constatar que la relación dada entre ellos no es una relación simple ni unívoca.
Por el contrario, su relación es:
8 Cfr. Altarejos, F. y Naval, C., Filosofía de la Educación, Ediciones universidad de Navarra, s.a., Pamplona,
2004 (EUNSA), III. 1.6. 9 Cfr. Sociología de la Educación, Francisco Fernández Palomares (coord), Pearson Educación, S.A., Madrid
2003. cap. XV (Escuela y comunidad). 10
Cfr. Didáctica General, coords.: Antonio Medina Rivilla, Francisco Salvador Mata, Pearson Educación,
Madrid 2002. Cap. 7. y Sociología de la Educación, Francisco Fernández Palomares (coord), Pearson
Educación, S.A., Madrid 2003. cap. VIII (Los medios de comunicación).
a) Compleja, dinámica y transformacional: Por la cita inaugural comprendemos que
cada uno de estos agentes, entramados en la realidad social, posee su ser y
significación propia ya de antemano comprendido en esa misma realidad. Su ser es
complejo, no es simple, pues tiene consistencia propia sólo en esa compleja realidad
social, siendo, a su vez, una realidad abierta en múltiples relaciones con los otros
contenidos sociales; por ejemplo: los medios comunicacionales son medios de
interacción comunicativa entre seres humanos que no son idénticos unos con otros
(cada uno, si bien posee genéricamente la humanidad o el ser ser humano, posee
también personalidad propia y peculiaridad vital, distinguiéndose de los demás en la
forma específica de su cuerpo, en sus pensamientos, sentimientos, aspiraciones o
fines vitales, etc.) y, entonces, se sigue que los medios de comunicación, si bien son
comprensibles en su carácter ontológico propio (ser mecanismos de comunicación
social), no son organizaciones o estructuras simples y unívocas, sino complejas (Ej.:
cada medio de comunicación –un diario o un canal televisivo- tiene directrices y
motivaciones diferentes a la hora de planear su forma de entregar la información o
de organizar su programación televisiva, etc.). Por lo que cada uno de estos agentes
es una realidad particular compleja inserta en la realidad misma, también compleja,
y sus relaciones recíprocas son, permítase la redundancia, complejas. Además, estos
agentes tienen una realidad particular dinámica en la cual cambian su forma de ser a
lo largo del devenir temporal de las sociedades, se ‘transforman’, Ej.: las
instituciones educativas no eran comprendidas en el siglo XIX de la misma manera
que lo son hoy ni tampoco su realidad práctica era la misma.
b) Multidireccional y jerárquica: Todos estos agentes tienen influencia recíproca entre
ellos en el entramado social, por ejemplo, los contenidos informativos
comunicacionales influyen en la formación de la persona dada en el hogar; el
Estado, en su forma de gobierno presente en la sociedad en toda época, demarca una
cierta ideología política paradigmática de relaciones sociales; las personas viven su
formación personal atravesados y constituidos por los diferentes focos de relaciones
sociales a todo nivel y contexto, etc. Por último, tales agentes hallan relaciones
mutuas en el entramado jerárquico social, y en tal constitución jerárquica de la
sociedad poseen una realidad propia peculiar.
Estos aspectos de la relación entre los agentes de la educación son importantes para
comprender la naturaleza de la misma. Sin embargo, sí es posible establecer lo siguiente:
estos agentes hallan relación en el sistema educativo –insertos en toda esta relacionalidad
compleja– en el seno del proceso de enseñanza aprendizaje en toda su amplitud (formal-no
formal e informal) y, por ende, en el proceso de formación integral de la persona humana,
como también, por lo mismo, en el despliegue formativo de toda la riqueza ontológica
propia del ser humano. Educadores (profesorado) y educandos, instituciones sociales,
comunidades, entidades sociales públicas y privadas, mecanismos de comunicación, todos
estos agentes se reúnen en el despliegue de la realidad educativa, con sus diferentes
funciones y ejerciendo unos en otros influencias de múltiple significado y orientación,
cumpliendo sus roles distintivos (ejerciendo influencias positivas y negativas) en el seno
del proceso educativo de enseñanza-aprendizaje.
3) Finalmente, la relación entre los actores de la educación y la educación cristiano-católica
ha de comprender se en el contenido y finalidad propios del currículo de enseñanza
católica. Los actores de la educación son agentes sociales (socializadores) que influencian
positiva y/o negativamente la formación personal de la persona humana: esto es un factum,
un hecho real. Un currículo de enseñanza cristiano católico, pues, incluirá metodologías de
orientación del aprendizaje de los educandos en orden a la visión y misión de la institución
educativa a la que él pertenece y donde es practicado por el o los educadores
correspondientes, privilegiando y clausurando la influencia de elementos definidos
(procedentes de uno o más agentes sociales), por mor a la necesaria coherencia y finalidad
positiva de la enseñanza (Ej.: los elementos videos de pornografía infantil y cigarrillos
serán clausurados por el educador como medios de enseñanza en el currículo y se orientará
al alumnado a rehuir tales elementos, por su carácter antiético negativo, procedentes uno
del mercado dado en la social y otro de los medios de comunicación –agentes educativos–).
Es decir, el educador deberá planificar el currículo haciendo una reflexión suficiente sobre
el papel positivo y negativo que cumplen los diversos agentes educativos a través de su
influencia (compleja, dinámica, transformacional y multidireccional) en el desarrollo
constante del proceso educativo, discriminando los buenos y malos contenidos, informando
el buen o mal sentido ético de realidades y prácticas sociales, seleccionando y omitiendo
recursos, etc., a fin de lograr que la actividad de la enseñanza posea un verdadero valor y
carácter formativo en el aprendizaje del educando en los marcos de la formación religiosa e
integral cristiano-católica.
IV. Actividad previa:
Se sugiere la lectura de:
- Sociología de la Educación, Francisco Fernández Palomares (coord), Pearson Educación,
S.A., Madrid 2003. cap. V (Presentación), , Cap VIII (La Familia) y cap. XV (Escuela y
comunidad)
- Altarejos, F. y Naval, C., Filosofía de la Educación, Ediciones universidad de Navarra,
s.a., Pamplona, 2004 (EUNSA), III. 1.6.
IV. Metodología:
Clase expositiva y diálogo.
Ejercicio dialogal conjunto de ejemplificación de diversos actores educativos en la sociedad
con incentivos de premios.
V. Lectura postsesión:
Se sugiere actividad de recurso audiovisual: ver breve documental chileno (de programa
Enlaces) La otra orilla, Disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=SU14oQPesEE.