Los hermanos Bielski
Bueno gente la idea de este post es dar a conocer esta gran
hazaña llevada a cabo por este grupo de hermanos judios en
plena segunda guerra mundial. Es largo pero les digo que vale
la pena
Este articulo esta dividido en:
a) Materiales de archivo, testimonios no publicados de gente que participó en las
actividades descritas en este artículo. Estos testimonios son parte de archivos de
Israel, Polonia y Estados Unidos.
b) Entrevistas en profundidad realizadas con personas que estuvieron directa o
indirectamente conectadas con los sucesos descritos.
c) Documentos de guerra relevantes al tema, encontrados en diferentes archivos.
d) Fuentes, secundarias relevantes al tema incluyendo biografías.
Hasta 1939, el área pertenecía a Polonia. El 17 de septiembre de 1939, a raíz del
tratado de amistad alemán-ruso, el control sobre este territorio cambió de manos.
Bajo la ocupación alemana estos bosques se convirtieron en un hogar para
diferentes tipos de fugitivos y grupos partisanos. Eventualmente, Bielorusia
occidental llegó a ser conocida como un centro importante del movimiento
partisano soviético. Las mujeres en general, y las mujeres judías en particular,
encajaban de manera poco usual en este ambiente.El ataque alemán a Rusia en
1941, una repentina embestida masiva, causó el colapso del Ejército Rojo. Miles de
soldados rusos escaparon a los bosques bielorusos. Muchos más se rindieron al
enemigo.
Más tarde, algunos de los prisioneros de guerra soviéticos lograron escapar a los
bosques de Bielorusia. Allí encontraron a sus camaradas, los que habían llegado
previamente.Al referirse a sí mismos como partisanos, estos antiguos soldados
rusos operaban en pequeños grupos dispersos. Desparramados a través de los
bosques, carecían de armas, líderes y disciplina. Más que luchar contra el enemigo,
estos hombres se robaban entre sí todo lo que consideraban de valor. La rivalidad y
la codicia llevaban, a veces al asesinato. Estos primeros partisanos rara vez
atacaban a los alemanes. Cuando ocurrían los ataques partisanos, estos
involucraban objetivos fáciles: uno o dos soldados que habían entrado al territorio
partisano, o un camión alemán que se aventuraba por un camino desierto. El
objetivo en tales casos era la adquisición de armas y alimentos. Los encuentros
partisanos con los campesinos locales se limitaban usualmente a recolectar
alimentos y demandar bienes.
A mediados de 1942, a estos antiguos soldados soviéticos se unieron otras
prospectivas víctimas nazis. Algunas de éstas eran hombres bielorusos quienes, al
escapar a los bosques, evitaban las deportaciones a Alemania como fuerza de
trabajo esclava. Aproximadamente al mismo tiempo, a estos habitantes de los
bosques se unieron fugitivos judíos. Como regla, los judíos eran antiguos residentes
de los ghettos, quienes aspiraban a ser miembros de las unidades partisanas
soviéticas. Muchos de ellos fueron rechazados; otros se encontraron con la muerte.
De estos fugitivos judíos, sólo a una minoría se le permitió cooperar exitosamente
con los partisanos no judíos.
Algunos de quienes fueron rechazados por los partisanos rusos trataron de formar
sus propios grupos en el bosque. Con frecuencia, estos nuevos grupos creados se
convirtieron en campamentos familiares. Usualmente, los campamentos familiares
ofrecerían protección a todos los judíos, independientemente de sexo, edad o
estado de salud. Los campamentos familiares judíos variaban en términos de
composición, tamaño y habilidad para enfrentar las enormes amenazas.
Uno de estos grupos, conocido como la otriad de Bielski, una palabra rusa para
denominar a los destacamentos partisanos, asumió un rol dual de combatiente y
rescatista. La otriad de Bielski creció hasta alcanzar, eventualmente, más de 1200
individuos, distinguiéndose por ser el mayor grupo de rescate de judíos por judíos.
Los fundadores de este grupo eran los tres hermanos Bielski: Asael, Tuvia y Zus.
En esta foto se observan los 3 hermanos (Asael, Zus y Tuvia)
Los antiguos campesinos judíos, los hermanos Bielski pertenecían a una pequeña
minoría de judíos. Aunque eran los únicos judíos en una aislada aldea, tenían un
fuerte apego a las tradiciones judías. Al igual que sus vecinos bielorusos, eran
pobres, con una educación muy limitada. Familiarizados con la vida en el campo, los
Bielski eran muy independientes. Ya en el verano de 1941, los hermanos habían
sido advertidos por amigos bielurosos que serían arrestados por haber trabajado
anteriormente con las autoridades soviéticas. Escaparon al campo.
Cuando en verano de 1942 perdieron a sus padres, familiares y amigos, los
hermanos Bielski, con algunos parientes y seguidores -alrededor de 30 individuos-
organizaron una unidad partisana. Tuvia, el mayor de los hermanos, fue nombrado
comandante. Desde el comienzo, Tuvia, mi líder fuerte, insistió en que todos los
judíos, independientemente de edad, sexo y otras características, fueran aceptados
en el grupo. Su política encontró oposición interna.
Algunos miembros consideraban esta política de puertas abiertas como una
amenaza a la existencia del grupo. Pero Tuvia argumentó que un destacamento
partisano de mayor tamaño significaba mayor seguridad. Como líder carismático,
Tuvia mantuvo su posición inicial. Esta política fue la que prevaleció.
Suspendido en un medio ambiente hostil, la otriad de Bielski trató de neutralizar las
amenazas que lo rodeaban cooperando con los partisanos soviéticos. Al principio,
esta cooperación se extendió a la recolección de alimento y a operaciones militares
conjuntas. Diferentes grupos partisanos fueron asignados a diferentes aldeas para
confiscar alimento. Enfrentados con hombres armados, los campesinos no tenían
más alternativa.
Mientras algunos de los soldados soviéticos pudieron haber sido desertores
voluntarios, otros habían sido dejados atrás debido a circunstancias especiales. Los
rusos se retiraban rápidamente, de manera caótica, y parte del ejército pudo haber
sido abandonado inadvertidamente que compartir sus limitadas provisiones.
Mientras los alimentos eran reunidos separadamente por cada grupo, los ataques a
los alemanes y a sus colaboradores eran organizados conjuntamente. Estos ataques
armados tenían como objetivo la adquisición de armas y bienes. Sólo muy
esporádicamente sus ataques anti-alemanes implicaban sabotaje, tales como cortar
cables de teléfono o volar trenes y puentes.
Durante su historia, de 1942 a 1944, la otriad de Bielski sufrió algunas
transformaciones. Al principio, el grupo llevó una existencia nómada, moviéndose
de lugar en lugar. Hacia fines de 1943, se estableció una base más permanente en
el enorme, pantanoso, y en parte inaccesible bosque de Nolibocka. En esta etapa el
campamento se parecía a una pequeña ciudad, con muchas fábricas y talleres.
Entre estas empresas se encontraban una herrería, una tienda para reparar rifles,
una zapatería, una fábrica de embutidos y otras empresas.
Grupo de Partisanos judios
El establecimiento de estas fábricas tuvo importantes consecuencias. Ellas
transformaron a los partisanos de Bielski en proveedores de servicios al movimiento
partisano soviético, una conexión importante en sí misma. Además, en el bosque el
antisemitismo a menudo se expresaba como quejas de que los judíos comían
mucho sin contribuir con nada de valor, privando por tanto al resto de los
partisanos, los combatientes “reales”, de alimento. Los servicios especiales
ofrecidos por la otriad de Bielski contribuyeron a neutralizar algunos de estos
sentimientos anti-judíos. Por otra parte, los intercambios económicos que surgieron
en los talleres y fábricas mejoraron la situación económica del destacamento de
Bielski y disminuyó el peso sobre los jóvenes combatientes de la misma quienes
tenían que ir en busca de alimento en peligrosas expediciones.
Finalmente, también, la participación en estas empresas contribuyó al bienestar
psicológico de los trabajadores. En particular, la gente de más edad y las mujeres
comenzaron a sentirse miembros útiles de la otriad. En Bielorusia occidental los
rusos eran numérica y políticamente dominantes. Sin embargo, la mayor parte de
las unidades partisanas rusas eran una mezcla étnica de rusos, bielorusos,
ucranianos, judíos, polacos y lituanos. Cada grupo étnico era política y socialmente
heterogéneo. Diferentes en términos de antecedentes, nacionalidad y demografía,
estos antiguos habitantes del bosque tenían mucho en Común. Ninguno de ellos
hacia pronunciamientos ideológicos. Todos estaban preocupados con la auto-
preservación. Todos habían venido al bosque porque querían vivir, no porque
quisieran pelear.
El gobierno soviético reconoció rápidamente los beneficios potenciales de sus
antiguos soldados y de otros partisanos: ellos podían ayudar a que Rusia pelease al
enemigo desde dentro. Hombres especialmente entrenados fueron enviados por
Moscú para organizar un movimiento de guerrillas en los densos bosques
bielorusos. Estos organizadores, patrocinados por el gobierno, encontraron muchos
más partisanos de lo que habían anticipado y no les fue fácil controlarlos.
Algunos soldados y partisanos judios
En la segunda parte de 1943, cuando la marea de la guerra cambió, Stalin hizo un
nuevo y concertado esfuerzo para establecer un control más firme sobre los
movimientos partisanos. Numerosos hombres fueron enviados desde la Unión
Soviética en paracaídas hacia Bielorusia occidental. Otros llegaron en aviones que
aterrizaron en aeropuertos secretamente construidos, cerca de los bosques. Aun
después del flujo de estos organizadores especiales, los partisanos rusos retuvieron
mucho de su independencia y nunca se sometieron totalmente al dominio soviético.
Hasta el final de 1943, en Bielorusia occidental, los ataques de los partisanos rusos
a los alemanes eran escasos. Cualesquiera fueran los encuentros que tuvieron
lugar, ellos reflejaban la principal característica del combate guerrillero, es decir,
evitar las confrontaciones directas con el enemigo. Cuando eran atacados, los
partisanos preferían no combatir. Ellos se dispersaban con la esperanza de
reagruparse más tarde. Sólo cuando estas tácticas no eran posibles, sólo cuando los
partisanos no tenían alternativa, combatían. Parece que, a lo largo de su historia,
las actividades del combate partisano han sido altamente exageradas. Muchas
expediciones anti-alemanas eran planeadas y discutidas por los partisanos rusos,
pero nunca se materializaron.
Sin embargo, con el tiempo, los partisanos rusos ganaron mayor control
prácticamente no sólo sobre todos los grupos partisanos sino también sobre áreas
de los bosques. Su control se extendió hacia las ciudades y aldeas adyacentes. A
fines de 1943, no era inusual que las autoridades locales evitaran estos enclaves
partisanos. Sin embargo, este dominio territorial era desigual, a menudo marcado
por excepciones y cambios, retiradas repentinas y recapturas.
Inevitablemente, las condiciones especiales del bosque llevaron a la emergencia de
nuevas expectativas. Las preocupaciones ideológicas y políticas vinieron después,
cuando las filas partisanas se vieron incrementadas con llegados de la Unión
Soviética y con polacos conectados a la resistencia polaca. Aun después de la que
la guerra ruso-germana se volcó a favor de la Unión Soviética, tomó algún tiempo
antes de que los partisanos soviéticos se convirtieran en una fuerza efectiva. Para
algunos autores, la lucha partisana fue mucho menos extensiva de lo que
oficialmente se señaló. Para otros, los combates y el heroísmo partisanos han sido
exagerados,
culturales y nuevos arreglos sociales. Uno de estos se reflejó en las penetrantes
actitudes anti-intelectuales.
El clima anti-intelectual pudo haber contribuido a que la cortesía y las buenas
maneras se convirtieran en algo irrelevante, casi inapropiado. El uso de un lenguaje
vulgar se volvió una forma establecida de vida. De hecho, maldecir y beber en
demasía eran ampliamente aceptados.
El clima anti-intelectual pudo haber contribuido a que la cortesía y las buenas
maneras se convirtieran en algo irrelevante, casi inapropiado. El uso de un lenguaje
vulgar se volvió una forma establecida de vida. De hecho, maldecir y beber en
demasía eran ampliamente aceptados.
Los prejuicios se dirigían a diferentes categorías de personas: judíos, intelectuales,
ricos de la preguerra, ancianos y mujeres. En el bosque, la fuerza física, el valor, el
coraje y la perseverancia eran altamente valorados. Ninguno de estos atributos se
asociaba con el hecho de ser mujer. Más poderosos y en control de la situación, la
mayoría de los hombres sentían que las mujeres eran inadecuadas para el combate
y constituían, por lo tanto, una carga.
El gobierno soviético no apoyaba tales perspectivas. Por el contrario, oficialmente
alababa la contribución de las mujeres al combate guerrillero. Los comunistas
señalaban que las mujeres partisanas simbolizaban la dedicación suprema y la
lucha patriótica por el país.
El gobierno soviético no apoyaba tales perspectivas. Por el contrario, oficialmente
alababa la contribución de las mujeres al combate guerrillero. Los comunistas
señalaban que las mujeres partisanas simbolizaban la dedicación suprema y la
lucha patriótica por el país.
Aunque fue ampliamente publicitada y respaldada políticamente, en realidad la
participación de las mujeres en el movimiento partisano soviético fue limitada. La
proporción estimada de mujeres dentro de todo el movimiento partisano ruso
alcanzaba entre un dos y un cinco ciento. Además, a pesar de las actitudes
gubernamentales altamente positivas, el liderazgo partisano ruso en el bosque
estaba convencido de que dicho pequeño número de mujeres era todo lo que el
movimiento podía efectivamente absorber.
Como regla, las mujeres que se unían al destacamento partisano soviético eran
relegadas a labores poco importantes. Lo más cerca que estuvieron de tareas de
combate fue como scounts y agentes de inteligencia. Pero incluso estas labores
eran realizadas rara vez. Sólo en ocasiones la ansiedad por participar o una
preparación especial favorecía la participación de las mujeres. Las mujeres en el
bosque sabían que los poderosos hombres partisanos podrían protegerlas de los
peligros.
No es sorprendente “que cada mujer en el bosque soñara en convertirse en la
mujer de un comandante. Las jóvenes dormían con los comandantes rusos, líderes
políticos o quien estuviera en una posición de poder”. Por otro lado, también “a
menos que una mujer joven estuviera dispuesta a convertirse en la amante de un
oficial ruso no sería admitida en una otriad. Además, si un partisano, cualquiera
ayudaba a una mujer esperaba ser recompensado con favores sexuales”.
En tanto la mayoría de los hombres partisanos estaban ansiosos de tener relaciones
sexuales con mujeres, las acusaban a todas de promiscuidad. La misma mujer
deseada como compañera sexual, era despreciada. En conversaciones de hombres,
por ejemplo la palabra “mujer” era a menudo sustituida por la palabra “puta”.
Definidas como objetos sexuales excluidas de participar en actividades valoradas,
todas las mujeres en el bosque estaban en una posición de dependencia. Sin
embargo, mientras que una profunda hostilidad se dirigía por igual a todas las
mujeres, esta hostilidad era más vigorosamente aplicada a las mujeres judías. Con
el tiempo, esta actitud negativa hacia las mujeres judías se volvió más fuerte y más
común. Estos cambios pueden remontarse a la composición de los destacamentos
de los partisanos soviéticos. Hacia el final de la guerra para prevenir castigos
futuros, algunos colaboradores nazis cambiaron de bando y se sumaron a las filas
partisanas.
Invariablemente trajeron su antisemitismo al bosque, el cual a su vez, creaba una
atmósfera penetrantemente antijudía.
Grupo agazapado en el bosque
En los bosques bielorusos, la mayoría de las mujeres eran judías. A diferencia de
sus contrapartes
cristianas, las mujeres judías llegaron al bosque para evitar la muerte. La mayoría
de las mujeres cristianas vivían en los bosques por apego especial a un hombre.
Sólo una fracción de ellas estaba motivada por un deseo de oponerse a los nazis.
Una proporción menor vino a vivir al bosque porque sus vidas estaban en peligro.
Las mujeres judías, sin importar donde estuvieran, se encontraban en una posición
más dependiente y más amenazada que las mujeres cristianas. Incluso antes de
alcanzar el bosque sabían que la posibilidad de violación o asesinato era real.
De las mujeres judías que llegaron al bosque, sólo una minoría obtuvo acceso al
destacamento partisano Jack Porter en su libros Jewish women in resistance señala
que la literatura sobre el movimiento partisano no admite que las mujeres hubiesen
sido tratadas de manera sexista.
Chaja Bielski, entrevista personal, Tel Aviv, 1988-1989. Raja Kaplinski, entrevista
personal, Tel Aviv, 1988-1989. Lili Krawitz, entrevista personal, Tel Aviv, 1989.
Hersh Smolar, en entrevista personal, señala que algunas mujeres también usaban
estas expresiones.
En particular en el último año de la guerra alrededor del 10 al 20 % de todo el
movimiento partisanosoviético estaba formado por antiguos colaboradores nazis.
Varios partisanos judíos han señalado un creciente antisemitismo en los
destacamentos soviéticos. Véase Fanny Salamia-Loc, Womanfacing the gallows,
Amherst, MA. Word Pro Inc., publicado por primera vez en hebreo en 1972; este
libro es un recuento personal de una judía partisana en un destacamento soviético
y de la discriminación que tuvo que sufrir como mujer.
La mayor parte de quienes lo hicieron, usualmente se vieron involucradas
sexualmente con un oficial partisano. No todas las mujeres que buscaban entrar al
destacamento estaban listas para cambiar sexo por protección. Significativamente,
sólo una fracción tenía los requisitos básicos que los hombres partisanos rusos
querían: juventud y belleza. En ocasiones habilidades especiales podían
sobreponerse a estas carencias. Una médico, una enfermera o una buena cocinera
podían ser aceptadas en el destacamento, aunque se rehusase a convertirse en
amante de alguien o no calificara como tal.
Por otro lado, también, algunos altos oficiales que tenían amantes judías estaban
presionados para terminar su relación. Hubo quienes se rehusaron a hacerlo, en
tanto otros rompieron su conexión con estas mujeres.
La situación era diferente para las mujeres que llegaban al campamento Bielski. La
otriad Bielski no tenía requisitos de entrada. Después de entrar, las mismas reglas
básicas se aplicaban de manera similar a hombres y mujeres. Cada persona tenía
derecho a una dotación oficial de alimento. Desde el comienzo, Tuvia insistió que
incluso aquellos que no contribuían a la manutención de la otriad -los mayores, los
enfermos y los niños debían ser alimentados. No permitió desviación de esta regla.
Sin embargo, más allá de estas expresiones básicas de igualdad, la otriad Bielski,
como todas las unidades partisanas, estaba estratificada. Invariablemente el
sistema de estratificación estaba influido por las condiciones del bosque. La
posición social individual y el poder dependían en la conexión de él o ella en
rotación con lo más importante para la supervivencia del grupo: seguridad y
alimento.
Grupo de partisanos capturados por la SS
La elite de más alto rango eran los hermanos Bielski, sus esposas, algunos
parientes, amigos cercanos y quienes trabajaban en sus oficinas centrales. Tuvia
Bielski y los empleados de sus oficinas estaban a cargo de las políticas de la otriad y
de actividades relacionadas con la seguridad y el alimento.
Le seguían en importancia los hombres jóvenes con rifles. Los combatientes eran
los defensores de la otriad. Indirectamente ellos defendían su comunidad a través
de la participación en movimientos antialemanes conjuntos.
Además, debido a que tantos miembros de la otriad eran incapaces de abastecerse
así mismos, el peso de alimentar a la gente recaía en los jóvenes combatientes
quienes dedicaban la mayor parte de sus energías a buscar provisiones. Las
expediciones en busca de alimento eran extenuantes y peligrosas, y terminaban a
menudo en la muerte de los participantes.
Debajo de los jóvenes con fusil, en la escala social se encontraban quienes tenían
un oficio y los artesanos. Ellos gozaron de posiciones más privilegiadas en el
segundo año de existencia del grupo en el otoño de 1943, cuando la otriad
construyó talleres y fábricas. En contraste, los trabajadores no calificados o aquellos
cuyas habilidades eran inútiles en el campo tenían menores privilegios. No sólo
quienes tenían un oficio eran más valorados, sino que también tenían, no
oficialmente, mayor acceso a más y mejor alimento que aquellos que estaban en la
base de la estructura social.
En la base de la escala social estaban aquellos cuyas habilidades no eran
necesitadas y quienes realizaban tareas no especializadas, tales como labores de
cocina, talar madera, o cuidar de las vacas y los caballos. De hecho, el grueso de la
gente estaba en la base de la pirámide. Quien alcanzase la otriad. Sin fusil y sin
habilidades variadas, era colocado automáticamente en la recién creada clase baja.
Estos eran llamados despreciativamente malbush (malbushim, en plural), un
término hebreo para designar ropa. Nadie parece saber cómo el término adquirió su
significado negativo.13 Los malbushim incluían a la gente anciana, a las mujeres y
los niños, a miembros dejas clases altas de la preguerra, a intelectuales,
profesionales y a todos aquellos cuyas habilidades eran irrelevantes para la vida en
los bosques.
Como en la mayor parte de los grupos, en la otriad de Bielski, la gente podía
mejorar su situación de diferentes maneras. Hacerlo no implicaba necesariamente
subir a posiciones mejores. La vía para la movilidad social era significativamente
diferente para hombres y mujeres.
Tanto hombres como mujeres podían obtener más alimento trabajando más.
Mayores jornadas de trabajo en las labores manuales de la cocina u horas extras
cuidando el campamento permitían más alimento sin que ello significara, sin
embargo, mejorar su posición. En el caso de los hombres, algunos podían conseguir
fusiles e ir en expediciones en busca de alimentos. Hacerlo mejoraba su situación y
los removía de la posición de malbush.
Foto de partisanos sacada en el bosque de Novogrudok
Algunos hombres, después de recibir un fusil, se distinguían, como scouts o
combatientes y se volvían parte de la elite. Había escasez tanto de doctores como
de enfermeras, y ellas eran bien recibidas en los destacamentos.
Algunos hombres, después de recibir un fusil, se distinguían, como scouts o
combatientes y se volvían parte de la elite. Había escasez tanto de doctores como
de enfermeras, y ellas eran bien recibidas en los destacamentos.
Esther Marchwinski, Testimonio de Yad Vashem.
Tamara Rabinowicz, entrevista personal.
Como regla, las mujeres no eran incluidas en las expediciones en busca de
alimento. Una expedición fue Chaja Bielski, porque su prominente marido, Asael,
ocasionalmente la llevaba consigo. Algunos pocos ejemplos de hombres que
alcanzaron fusiles después de llegar al destacamento fueron:
Como regla, las mujeres no eran incluidas en las expediciones en busca de
alimento. Una expedición fue Chaja Bielski, porque su prominente marido, Asael,
ocasionalmente la llevaba consigo. Algunos pocos ejemplos de hombres que
alcanzaron fusiles después de llegar al destacamento fueron:
Bairach, Geler, Sawicki, Kopol. Herzel Nauchmowski recibió un fusil después de
distinguirse como partisano. Tales oportunidades no existían con las mujeres. A las
mujeres se las desalentaba del uso de armas. También se las eximía de las
expediciones en busca de alimento. Los hombres sentían que durante una
expedición la presencia de mujeres sólo empeoraría una situación de por sí ya muy
peligrosa. Cuando algunas mujeres se quejaban de su exclusión, se les decía que
cada ejército necesita un amplio grupo de apoyo y las mujeres pertenecían a él.
Bairach, Geler, Sawicki, Kopol. Herzel Nauchmowski recibió un fusil después de
distinguirse como partisano. Tales oportunidades no existían con las mujeres. A las
mujeres se las desalentaba del uso de armas. También se las eximía de las
expediciones en busca de alimento. Los hombres sentían que durante una
expedición la presencia de mujeres sólo empeoraría una situación de por sí ya muy
peligrosa. Cuando algunas mujeres se quejaban de su exclusión, se les decía que
cada ejército necesita un amplio grupo de apoyo y las mujeres pertenecían a él.
No existían las bodas oficiales. Cuando un hombre y una mujer compartían una
tienda o un bunker y actuaban como si se pertenecieran mutuamente, los demás
comenzaban a tratarlos como esposos, amplia mayoría de adultos alrededor del
60%, vivían como parejas.
Los tiempos inestables, peligrosos y las difíciles condiciones de vida se traducían en
uniones que, bajo condiciones normales, habrían sido inconcebibles. Ellas
usualmente involucraban jóvenes atractivas de clase alta, con jóvenes trabajadores
no educados que poseían un fusil. A quienes yo entrevisté opinan de manera
diferente sobre estas nuevas parejas de los bosques. Algunos piensan que las
uniones de los bosques eran resultado de deliberaciones racionales. Hay quienes
insisten que en los bosques la relación hombre-mujer estaba basada en algo más
que un intercambio o un deseo de servicios y bienes. Persia Bairach, quien es de
esta opinión argumenta que "aun cuando nosotras las mujeres, no salíamos a
pelear ni en expediciones de alimento, estábamos expuestas a acciones militares.
Los alemanes nos atacaban. Una mujer que tenía un hombre con un fusil se sentía
más segura". Una enfermera. Lili Krawitz, una mujer de clase alta ligada con
hombre de una clase inferior, siente que mientras las mujeres eran totalmente
dependientes de los hombres, tanto ellos como ellas se necesitaban mutuamente.
Al hablar de estos matrimonios socialmente asimétricos, insiste que nadie obligaba
a las mujeres a ligarse con estos hombres de clase baja.
Como reflexión final agrega: Yo era joven hambrienta de amor como tantas otras
mujeres jóvenes, y estos hombres nos daban amor. No creo que una mujer se
hubiera vendido por alimento, sino más bien por seguridad. Durante un ataque un
hombre te habría cuidado. Era importante. Una siempre vivía con miedo de lo que
podría suceder. ¿Cómo vivir con este miedo totalmente sola? Una mujer joven
necesitaba a alguien. No creo que las mujeres se vendiesen, pero tampoco era
amor. De hecho, seria el hombre quien elegiría compañera. Pero si a una mujer no
le gustaba un hombre, nadie la forzaba. Era libre para rechazar a un hombre,
cualquier hombre.
Sin embargo para una mujer soltera, sin compromisos, aun en la otriad Bielski, la
vida era difícil. Dicha mujer usualmente iba vestida en harapos, con zapatos que
invariablemente se caían a pedazos. Si carecía de zapatos debía esperar su turno
con el zapatero. Sin embargo, si no tenía nada con qué sobornarlo, su turno podía
no llegar nunca.
Por otro lado, en tanto muchas mujeres jóvenes eran sexualmente activas, nadie las
obligaba a una relación. Ninguna mujer fue jamás violada en la otriad Bielski. En
comparación con los destacamentos soviéticos, en la otriad Bielski las mujeres
tenían más opciones. Tenían la libertad de rechazar a un hombre. Ninguna mujer
fue despedida por hacerlo. De hecho, ninguna mujer fue despedida.
Realmente, de las mujeres que podían haber tenido amantes, algunas optaron por
el celibato. Aunque la vida de las mujeres sin compromiso era particularmente dura,
ellas rara vez culparon a la otriad Bielski por sus dificultades. En lugar de ello,
enfatizaban una y otra vez que si no fuera por el destacamento Bielski nunca
habrían sobrevivido. Tenían razón.combatiente y explorador.
Persia, Bairach, entrevista personal, Tel Aviv, 1990.
Chaja Bielski, entrevista personal, Raja Kaplinski, entrevista personal. Mucha gente
dice que los "matrimonios" eran estables y duraron toda la vida.
Persia Bairach, entrevista personal.
Lili Krawitz, entrevista personal, ella describió muchos matrimonios que duraron
toda la vida. Todavía busca explicaciones y respuestas.
Moshe Barach, entrevista personal: Shmuel Geler, testimonio Yad Vashem; Raja
Kaplinski, entrevista personal.
Cuando Arkie Lubezanski fue expulsado del destacamento, su "esposa" no estaba
incluida en esta orden. De hecho, ella se fue voluntariamente con él, pero regreso
cuando ningún otro destacamento ruso la aceptó. Fue readmitida sin problema.
Un ejemplo de una mujer que comparte esta actitud es Cila Kapelowitz, quien llegó
al destacamento Bielski después de escapar del ghetto de Mir y de que los pocos
parientes y amigos que tenía fueran asesinados por partisanos rusos. Ella vive
ahora en Sudáfrica. La entrevisté cuando estaba de visita en Israel en 1987.
En contraste, las mujeres judías en la otriad Bielski eran mucho más críticas de los
hombres con los que se casaban o rehusaban casarse. Con frecuencia, las mujeres
solteras y casadas describirían crudamente a los hombres del campamento. Los
veían rudos y sexualmente sin atractivos. A veces transferían estas perspectivas a
todos los hombres en general.
Sulia Rubin una de estas mujeres de clase alta, se involucró en el bosque con un
combatiente de clase inferior. Antes de la guerra, Sulia prefería los muchachos a las
muchachas. La guerra cambió su actitud hacia los hombres ¿Por qué? Ella explica:
No vi a un sólo hombre sacrificarse e ir a la tumba con sus hijos. Mi prima fue. Ella
pudo haber sobrevivido. Un alemán quería protegerla. Ella era espléndida, con ojos
azules y oscuro pelo rizado. Ganó el concurso de belleza en la ciudad de
Druzgiernki. Su nombre era Mina Bencjanowski.
Durante una deportación, un alemán que quiso salvarla fue perdonado. Ella dijo:
"¡Pero mis hijos!" "Los niños no puedo" fue la respuesta del alemán. "Entonces iré a
la muerte con mis hijos", contestó ella. Esto fue durante la gran matanza en
Nowogrodek.
Sulia piensa que no sólo los hombres no se sacrificaban por sus hijos y esposas,
sino que cuando la esposa de un hombre apenas había muerto, él buscaba una
mujer con quien tener sexo:
Esto me pasó a mí. Estábamos escondidos durante una masacre. La esposa de un
hombre había sido deportada recientemente y él ya trataba de conquistar, primero
a mi hermana y luego a mí. Yo quería un príncipe en caballo blanco que me llevara,
pero no había nadie así. Yo era joven, atractiva. Cierto, los hombres me deseaban,
pero sólo por sexo, no por mi alma. Estuve harta de todos los hombres. Le digo a mi
esposo cuando se pone celoso:
"No te asustes; no necesito a ningún hombre: no los quiero". Muchas de mis amigas
sienten de la misma manera. Los tenemos hasta aquí, dice poniendo una mano
sobre su boca.
Sabemos que las mujeres en la otriad Bielski no requerían involucrarse con estos
hombres. Pero aceptaban estas relaciones. Probablemente las buscaban; las
mismas relaciones que querían y a las cuales parecen sentirse hostiles ¿Qué llevó a
esta hostilidad? Ello podría deberse a la asimetría de la relación, incluida la
dependencia de la mujer. La enfermera Krawitz y otras enfatizaban cuán sumisas
eran las mujeres con sus esposos combatientes y cómo no osaban contradecirlos.
En vista de la hostilidad y resentimiento es sorprendente que, después de la guerra,
muchas mujeres, como Sulia, permanecieron con los hombres con los que se habían
casado en los bosques. ¿Por qué no trataron de cambiar sus al aparecer no afines
parejas? ¿Por qué no buscaron maridos más apropiados? Las mujeres a quienes les
pregunté no tenían respuesta a mis interrogantes.
Quizá, en parte, tenía que ver con el clima cultural de aquellos tiempos. En esos
días, una mujer que perdía su virginidad, perdía mucho de su auto-estima
¿Pensaban estas mujeres que los hombres "buenos" no las encontrarían deseables?.
Además la decisión de permanecer casadas con sus maridos del bosque podría
haber sido alentada por pérdidas personales en la guerra. Prácticamente todos
estas jóvenes mujeres habían perdido a la totalidad de sus familias. Al finalizar la
guerra, para la mayoría la única persona a la que sentían cerca era su marido del
bosque. Quizá al permanecer casadas con estos hombres optaban por lo familiar,
por algo que les recordara su pasado, su mundo perdido.
Para las mujeres judías, la vida en la unidad Bielski y en las otras otriad no judías
era tanto similar como diferente. Con sólo algunas excepciones, en todos los grupos
partisanos, las mujeres estaban excluidas de los deberes de combate y de
posiciones de liderazgo. Cualquier influencia que una mujer pudiese tener era
usualmente canalizada a través del hombre. Con el cual estuviera involucrada
sexualmente. Tales distinciones entre hombres y mujeres reflejaban valores
tradicionales. Lo anterior señala que, a pesar a la devastación de las vidas y la
devastación de la mayor parte de los tejidos sociales, continuaban floreciendo los
viejos valores patriarcales.
Quizá, el bosque, con sus demandas de energía física perseverancia, valor y coraje
contribuyó a perpetuar patrones patriarcales, sociales y culturales. Inevitablemente
en la medida que estas tradiciones patriarcales continuaban existiendo, ellos
afectaban de manera diferencial las vidas y destinos de hombres y mujeres.
Sabernos que en particular para una mujer judía, la aceptación en un destacamento
soviético era difícil y contingente según sus habilidades especiales o su voluntad de
convertirse en la amante de un hombre poderoso.
Riva Kaganowiez-Bernstein, entrevista personal, Nueva York, 1988.
Sulia Wolozhinski-Rubin, entrevista personal, Saddle River, 1988.
Idem.
La otriad Bielski, aunque influida por los valores y expectativas patriarcales del
bosque, dio lugar a arreglos significativos y enriquecedores. En la otriad Bielski
cualquier judío necesitado de ayuda era admitido, alimentado y cobijado sin
ninguna precondición e independientemente de edad, sexo o cualquier otro
atributo. Estas eran políticas básicas, determinantes de la vida. En realidad la
protección de vidas, un rasgo central de la otriad Bielski fue muy diferente del
contexto patriarca del bosque, representando un logro verdaderamente humano.
La otriad Bielski, aunque influida por los valores y expectativas patriarcales del
bosque, dio lugar a arreglos significativos y enriquecedores. En la otriad Bielski
cualquier judío necesitado de ayuda era admitido, alimentado y cobijado sin
ninguna precondición e independientemente de edad, sexo o cualquier otro
atributo. Estas eran políticas básicas, determinantes de la vida. En realidad la
protección de vidas, un rasgo central de la otriad Bielski fue muy diferente del
contexto patriarca del bosque, representando un logro verdaderamente humano.
Partisanos de guardia en el bosque
Reunion de hermanos bielski, Tuvia es el del medio
Bueno gente postee esta historia porque me parece que se merece que todo el mundo la conosca, para recordar a estos verdaderos heroes de la segunda guerra mundial, ya que este grupo de hermanos logro salvar a mas de 1000 judios de las manos de los nazi. espero que hallan tenido el tiempo de leer este material ya que para mi vale la pena
Aca les dejo un PDF acerca de las mujeres en el bosque que esta muy interesante http://ces.politicas.unam.mx/ACTA/revistas/26-27/26-27_8.pdf
Fuente: La mayor parte la saque de http://historia.mforos.com/, pero muchas de las imagenes fueron sacadas de distintas paginas que encontre
Espero que les haya gustado y que comenten