Nombre de la Alumna: Díaz López María Fernanda. Grupo: 610.
Los Mandamientos del Abogado. Por Eduardo J. Couture.
Conforme mis dedos pasaban por las páginas de este decálogo y mis ojos se enfocaban
en las palabras, tomar la decisión de solamente escoger dos mandamientos se iba
volviendo una tarea un poco más complicada con cada nueva oración que mi cerebro
procesaba. Pero finalmente, y después de un arduo análisis decidí los mejores. Por un
lado, me sentí tremendamente identificada con el 3º. Mandamiento: Trabaja; la vida no
pinta fácilmente las cosas y te orilla a esforzarte por lo que quieres, a establecer tus
metas y tener la determinación suficiente para lograrlo, como por ejemplo cuando tuve
que esforzarme arduamente para poder pasar la materia de Química y no irme a final, en
este caso cometí el error de esforzarme hasta el final pero fue tanta mi dedicación y
empeño que logré mi meta, aun así esta es solamente una experiencia, con final feliz, de
muchas en donde el trabajar es la clave de mi éxito, también intenté obtener una
certificación de Inglés que, desafortunadamente, no logré la primera vez pero no por eso
pienso renunciar a esa meta. El trabajar va de la mano con tener fe en ti misma, y aunque
en mi caso a veces resulta un poco carente busco la manera de encontrarla o recuperarla.
Este mandamiento siempre ha sido mi lema de vida desde hace ya 17 años.
Así mismo con el que menos me identifico es con el Mandamiento 7º: Ten Paciencia;
debo de admitir que en ocasiones la poca paciencia que tengo se pierde y llego a un
punto que recae en la frustración y eso en lugar de ayudarme a encontrar una solución
simplemente vuelve la situación más compleja de lo que realmente era; en realidad la
pérdida de paciencia es más conmigo que con las demás personas, claro que eso no me
libera de la verdad de que me estresan en ocasiones los comentarios de personas que
prefieren hablar antes de razonar pero no significa que me saquen de mis cabales e
incluso llego a disfrutar del placer que tengo de escuchar a las personas (por más poco
elocuentes que puedan ser). Un ejemplo bastante actual y bueno es con la materia de
Matemáticas, esa materia realmente no es mi fuerte y me cuesta trabajo, pero me
desespera que no sea capaz de captar un problema o ecuación a la primera y me hace
sentir frustrada puesto que la mayoría de mis compañeros son muy ágiles, pero si por el
contrario un compañero no le entiende y pide mi ayuda no me molesto si no entiende a la
primera, prefiero buscar diversas maneras de ayudarle hasta el punto en que me sea
posible y no termina con mi paciencia de manera completa.