MALIA, Martin, Las locomotoras de la historia: las
revoluciones y la formacin del mundo moderno.1
Captulo 4: "La Francia hugonota, 1559-1598"
Traduccin: Romina Orlando
Correccin: Paula Seiguer
Captulo 6: "Inglaterra, 1640-1660-1688. De la revolucin religiosa a la poltica"
Traduccin: Paula Seiguer
1 History's Locomotives: Revolutions and the Making of the Modern World, New Haven y Londres,
Yale University Press, 2006.
Captulo 4
La Francia hugonota, 1559-1598
Dadme madera, y yo os enviar flechas.
Juan Calvino a las iglesias de Francia
Paris bien vale una misa.
Enrique de Navarra
Despus de mediados del siglo XVI la teologa agustiniana del calvinismo y su
eclesiologa presbiteriana revolucionaria seran las fuerzas conductoras del
protestantismo a travs de Europa, expandindose desde la propia Ginebra de Calvino al
este hacia Polonia y Hungra, hacia el norte a los Pases Bajos, Escocia, Inglaterra y, en
el siglo siguiente, a la Norteamrica britnica. En la propia Alemania luterana esta
segunda Reforma adquiri bases importantes tales como el Palatinado, llegando incluso
a convertirse en la religin de la casa gobernante en el que finalmente sera el estado ms
importante, Prusia.2
Pero esta iglesia Reformada, como se llamaba usualmente a s misma, marc su
primer xito (y por un tiempo el ms notable) en la tierra de Calvino, Francia. Entre 1555 y
1562 su doctrina penetr en todas las clases sociales, desde los grandes nobles e
intelectuales a artesanos y campesinos. Ms an, entre 1559 y 1562 este desafo
religioso se combin con la crisis constitucional de una monarqua centralizada para
producir la mezcla bsica que en los Pases Bajos en 1566 y en Inglaterra en 1640
produjo una verdadera revolucin. Es ms, esta disconformidad religiosa alcanz en su
apogeo a alrededor del 10% de la poblacin,3 la misma masa crtica que en otras
2 El mejor estudio sobre el calvinismo como un movimiento europeo es el de Philip Benedict,
Christ's Churches Purely Reformed, New Haven, Yale University Press, 2002. 3 Las estimaciones varan. Citando a las fuentes hugonotas del perodo, Robert Kingdon da un
nmero alto del 15%, o 3 millones de almas, de una poblacin de 19 millones; Robert M. Kingdon,
Geneva and the Coming of the Wars of Religion in France: 15551563, Ginebra, Droz, 1956, p. 79.
Janine Garrisson, que es en este momento una de las mayores especialistas en el protestantismo
situaciones revolucionarias, entre las que se destaca la Revuelta Holandesa, fue
suficiente para que una minora tomara el control de la sociedad. Y sin embargo, a pesar
de este dinamismo, el calvinismo perdi decisivamente en Francia y su potencial
revolucionario se disip en treinta aos de guerra civil. La gran pregunta entonces, es:
por qu este paradjico fracaso desde una situacin de fuerza? Y qu nos dice este
fracaso acerca de la dinmica de la revolucin europea en general?
Tales preguntas, sin embargo, han sido escasamente centrales en la historiografa
de lo que usualmente son llamadas las Guerras de Religin francesas. Como con la
Reforma y los husitas, la historiografa en torno de este tema comenz a partir la
preocupacin por la religin, en el presente caso con una bsqueda de identidad
confesional por parte de la minora de los protestantes franceses modernos. Este esfuerzo
produjo dos clsicos en varios volmenes en los trabajos de Pierre Imbart de la Tour y
Emile Doumergue, de los que son deudores todos los escritos subsiguientes.4 Un
segundo impulso importante para la investigacin fue la preocupacin patritica francesa
respecto de la formacin del Estado, para la cual las guerras fueron un impedimento
deplorable. Esta es la orientacin de los volmenes relevantes de la clsica Historia de
Francia5 de Ernest Lavisse, que es todava la narrativa ms detallada del perodo. Pero el
principal punto de inflexin en la interpretacin lleg con la escuela de los Annales. Fue el
cofundador de la revista, Lucien Febvre, quien inici la moderna investigacin no
confesional de la religin del siglo XVI, al examinarla en sus aspectos sociales y
culturales.6 Un miembro posterior de la escuela, Emmanuel Le Roy Ladurie, rejuveneci la
preocupacin tradicional respecto de la formacin del Estado al entrelazarla con la historia
social, econmica y demogrfica.7 El nfasis de Febvre en la centralidad de la religin ha
sido continuado y profundizado en varios volmenes de Denis Crouzet, para quien los
protagonistas de ambos lados de la lucha se vean a s mismos muy literalmente como
francs propone un 8,75%, o 1,75 millones de almas de una poblacin de 20 millones; Janine
Garrisson, Les derniers Valois, Pars, Fayard, 2001. Philip Benedict les da un 10%, o entre 1,5 y 2
millones del total de una poblacin de 19 millones. Benedict, Christs Churches, p. 137. 4 Pierre Imbart de la Tour, Les origines de la reforme, 4 vols., Pars, Hachette, 19051935; Emile
Doumergue, Jean Calvin, les hommes et les choses de son temps, 7 vols., Lausana, G. Bridel,
18991927. 5 Ernest Lavisse, Histoire de France depuis les origines jusqua la revolution, 9 vols., Pars,
Hachette, 19001911, vols. 4 and 5. 6 Vase, especialmente, Lucien Febvre, Au coeur religieux du XVIe sicle, Pars, SEVPEN, 1957.
7 Emmanuel Le Roy Ladurie, Letat royal de Louis XI a Henri IV, 14601610, Pars, Hachette, 1987.
guerreros de Dios, los hugonotes como soldados de un nuevo pacto divino, y los
catlicos como cruzados defendiendo una tierra santa contra un ataque infiel.8
Solo en pocas ocasiones se ha abordado a las Guerras de Religin como una
forma de revolucin. Por supuesto, las llamativas semejanzas entre la revuelta parisina de
1588 y 1789 han formado rutinariamente parte de la discusin, aunque en forma
superficial. Pero los paralelismos obvios con la revuelta contempornea de los Pases
Bajos y con la Inglaterra posterior a 1640 no han recibido la atencin que merecen. El
esfuerzo ms notable por remediar esa negligencia fue inspirado por el surgimiento de la
staseologa luego de la Segunda Guerra Mundial. Su autor fue Prez Zagorn, cuyo
estudio de 1980 explota la rica historiografa nacional y confesional de la Europa de los
siglos XVI y XVII para hacer luminosas comparaciones entre varias clases de revueltas y
rebeliones.9 En cada caso sus generalizaciones (modelo es una palabra demasiado
fuerte) se adecuan a los hechos histricos como un guante. Aunque Quentin Skinner en
su gran historia del pensamiento poltico moderno trata a los Hugonotes como un
movimiento revolucionario,10 la staseologa de las ciencias sociales casi no prest
atencin a la idea. En esta seccin se sigue el ejemplo de Zagorn, aunque el nfasis se
pone aqu menos sobre las comparaciones contemporneas que sobre la secuenciales.
El marco
A mediados del siglo XVI la Francia de los Valois tena una poblacin de alrededor
de 19 millones de personas, lo cual la converta en el estado ms poblado de Europa.
8 Denis Crouzet, Les guerriers de Dieu: La violence au temps des Troubles de Religion (vers 1525
1610), 2 vols., Seyssel, Champ Vallon, 1990; vase tambin su La gense de la Reforme
Franaise, 15201562, Pars, SEDES, 1996. Esta aproximacin se refleja tambin en Philippe
Erlanger, Le massacre de la Saint-Barthlemy, 24 aot 1572, Pars, Gallimard, 1960. Este volumen
de la serie Trente journees qui ont fait la France ha sido rehecho por Crouzet como La nuit de la
Saint-Barthlemy: Un rve perdu de la Renaissance, Pars, Fayard, 1994. Vase tambin Natalie
Zemon Davis, Society and Culture in Early Modern France: Eight Essays, Stanford, California,
Stanford University Press,1975. 9 Prez Zagorn, Rebels and Rulers, 15001660, 2 vols., Cambridge, Cambridge University Press,
1982, vol. 2, captulo 10, Revolutionary Civil War: The French Civil War. 10
Quentin Skinner, The Foundations of Modern Political Thought, 2 vols., Cambridge, Cambridge
University Press, 1978, vol. 2, captulo 8.
Contaba con la ciudad ms grande, Pars, que tena alrededor de trescientos mil
habitantes. El reino era tambin el ms grande geogrficamente, y su monarqua, junto
con la de Inglaterra y Espaa, era una de las ms fuertes. Y como sus dos vecinos,
estaba en ese momento en la primera etapa intensiva de la construccin de un Estado
moderno.
Este proceso se volvi mucho ms urgente cuando Carlos V fue elegido
emperador en 1519, rodeando as por todos lados a los Valois con el poder habsburgo. El
resultado fue una serie de guerras entre ambos que dur hasta 1559, un conflicto que
trajo a Francia pocas ganancias pero que al menos dirigi las considerables energas
militares de la nobleza hacia afuera. La paz, por lo tanto, implicaba el riesgo de encender
la chispa de los problemas internos, dado que el absolutismo real todava tena un largo
camino por recorrer antes de lograr domesticar y subordinar a la nobleza.
Otro obstculo para la consolidacin del absolutismo real era el tamao del reino y
la diversidad institucional de sus numerosas provincias, vastos dominios que eran tambin
las bases del poder aristocrtico. Una mirada comparativa a la Inglaterra vecina puede
ilustrar los problemas que esto creaba a la monarqua. El reino ingls equivala en su
tamao a tres o cuatro ducados de Normanda, lo que lo volva ms fcil de controlar
desde un centro nico que el extenso reino de los Capetos. Ms an, Inglaterra haba sido
un reino unitario desde los tiempos de Alfredo el Grande, una caracterstica reforzada por
la variante centralizada del feudalismo de los normandos; no era necesario reunirla
provincia por provincia, como al reino francs. En este sentido, Francia se pareca a la
mucho ms joven monarqua dual de Espaa, aunque en Espaa la unidad central,
Castilla, haba sido centralizada en forma bastante efectiva cuando Carlos V reprimiera la
revuelta urbana de los Comuneros de 1520, convirtiendo as a las Cortes en un cuerpo
inofensivo. Por otra parte, Francia posea una ventaja que ninguno de sus vecinos
disfrutaba, la de la mstica de su misin eminentemente cristiana, que poda rastrearse
hasta Carlomagno y San Luis y a aquellas gestae Dei per Francos [gestas de Dios hechas
por los Francos] que fueron las Cruzadas.
Por todas esas razones, el progreso del absolutismo real en Francia o, lo que es
lo mismo, la formacin del Estado- result no ser lineal, sino un proceso del tipo de dos
pasos hacia delante, uno hacia atrs. Si los reinados de Luis XI y Francisco I marcaron
dos pasos hacia delante, las Guerras de Religin fueron el gran paso hacia atrs.
Una segunda reforma
Sin embargo, la crisis lleg a Francia no como un desafo constitucional directo
desde la nobleza o las provincias, sino como el resultado de la fermentacin desde abajo
de la Reforma religiosa. Los panfletos de Lutero aparecieron en Pars tan temprano como
en 1519, y all encontraron una audiencia lista entre intelectuales humanistas ya
preparados para la reforma por los escritos de Erasmo y Jacques Lefevre dEtaples.
Aunque estas nuevas ideas fueron oficialmente condenadas en la dcada de 1520,
Francisco I no inici una persecucin activa hasta despus de 1534, cuando un discpulo
francs del rival ms radical de Lutero, Zwinglio colg en Pars carteles que ridiculizaban
en trminos crudos a la Eucarista. Como resultado, numerosos evanglicos franceses
se refugiaron en ciudades del sur de Alemania y de Suiza, principalmente en Estrasburgo
y Ginebra. El calvinismo nacera del encuentro entre estos evanglicos y la Reforma
urbana de Suiza y el alto Rin.
Durante su exilio en Basilea en 1536, Calvino escribi la primera versin de su
Institucin de la Religin Cristiana, un resumen lcido y estructurado de la doctrina
reformada que dedic a Francisco I con la esperanza de ganar al rey para la nuevas
creencias. Despus de encabezar la iglesia francesa en Estrasburgo por tres aos, en
1541 Calvino se estableci permanentemente en Ginebra, por entonces una dependencia
de segundo rango de Berna, y una ciudad de solo diez mil habitantes. Durante los
siguientes quince aos luch con xito para transformar la repblica en un modelo de
comunidad reformada, que era en efecto una teocracia. Al momento de su muerte, en
1564, este comunidad modelo se haba convertido en el centro de una verdadera
Internacional calvinista.
Calvino no fue un innovador de primer rango en la doctrina de la Reforma. Aunque
se diferenci en puntos importantes tanto de Lutero como de Zwinglio, esencialmente
sistematiz y agudiz el compromiso bsico de la Reforma con la justificacin por la fe y
con una iglesia fundada en las Escrituras. En teologa esto implicaba un agustinismo
extremo y de una lgica sin compasin, en el cual la corrupcin innata del hombre y la
majestad trascendente de Dios se convertan en una doctrina explcita de doble
predestinacin: condena para muchos y salvacin para pocos. Esta clara divisin entre los
rprobos y los elegidos, sin embargo, no tena el efecto psicolgico de depresin que las
sensibilidades democrticas modernas podran llevarnos a sospechar. Porque a la
justificacin segua la santificacin, es decir, la conducta santa y recta en la vida de los
elegidos. El resultado de la doctrina de la doble predestinacin, entonces, fue menos el
inducir al creyente a la ansiedad sobre sus perspectivas de salvacin que el inculcarle la
conviccin de ser el agente de Dios Todopoderoso sobre la tierra. De ah el activismo
militante que caracteriz a todas las iglesias reformadas, en marcado contraste con la
mayor Innerlichtkeit y el relativo quietismo del luteranismo.
Sobre el tema central de la eucarista, o como se la llamaba ahora, la Cena del
Seor, Calvino tom una posicin intermedia entre Lutero y Zwinglio. Lutero crea en una
presencia real sustancial, a la que l llam consubstanciacin, mientras que Zwinglio
consideraba que el sacramento era simplemente simblico. La posicin intermedia de
Calvino era una presencia real espiritual; Cristo se haca verdaderamente presente para
los creyentes, pero solamente en espritu, no en una forma sustancial. Una
consecuencia de esto era que en una iglesia apropiadamente reformada solo los elegidos
deban ser admitidos a la Cena del Seor. Otra consecuencia fue la hostilidad vehemente
a la misa romana como sacrificio, una hostilidad que sobrepasaba en mucho a la de los
luteranos o a la de los seguidores de Zwinglio. La hostia de la eucarista fue ridiculizada
como un Dios horneado y el servicio de la Cena del Seor, por contraste, se redujo a
una simplicidad rigurosa. Esta actitud fue igualada por la hostilidad calvinista a las
imgenes, las vestimentas, ceremonias, y a cualquier signo de fastuosidad o espectculo
religioso. Se abomin a todo como idolatra, y tal como los profetas del Antiguo
Testamento haban destrozado a los Baal paganos, as los pastores calvinistas
estimularon la iconoclastia. Los luteranos y Zwinglio haban por supuesto purificado sus
iglesias de las supersticiones papistas, pero esto se haba llevado a cabo en su mayor
parte por orden de los magistrados civiles. En el caso de los hugonotes franceses se
haca ms a menudo directamente, por creyentes guiados por sus pastores.
La eclesiologa calvinista tiene claramente una deuda con su gnesis en el mundo
de las repblicas urbanas del sur de Alemania y Suiza. All la Reforma haba sido hecha
por los magistrados civiles, y en la mayora de los lugares, notablemente en Zurich, el
Introspeccin. En alemn en el original. [N. de la C.]
resultado haba sido su control administrativo de la nueva iglesia. La posicin de Calvino
fue nuevamente un punto intermedio, que reflejaba este constitucionalismo patricio y al
mismo tiempo buscaba moderar su impacto. Su objetivo, entonces, fue volver a la iglesia
independiente de la autoridad laica sin corromperla dndole poder poltico directo, el gran
vicio de la iglesia romana a los ojos de los reformados. Concretamente, esto implic una
iglesia gobernada por un consistorio compuesto por ministros y ancianos laicos, o
presbteros, elegidos por los magistrados civiles. Estos ancianos eran nominados por el
clero y luego confirmados tanto por los magistrados como por la congregacin toda, al
menos formalmente. A su vez, el concejo aprobaba los nombramientos de nuevos
ministros o predicadores. El consistorio tena el poder de disciplinar a los miembros de la
iglesia, y se esperaba que los magistrados civiles llevaran a cabo sus decisiones. En otras
palabras, los magistrados civiles tena voz pero no un rol determinante en el gobierno de
la iglesia, y la iglesia tena el rol de gua moral en el gobierno de la sociedad como un
todo. El sistema era, as, una forma de teocracia anticlerical. Alejaba a la iglesia de los
asuntos seculares para ponerla por encima de ellos. La iglesia de Ginebra fue entonces
oligrquica, o urbano-aristocrtica, como la misma Repblica.
Despus de 1555 estas estructuras bien articuladas fueron adaptadas al escenario
mucho ms vasto del Estado de los Valois. El reino pas de un fluido evangelismo bajo
Francisco I a un calvinismo maduro y altamente disciplinado bajo Enrique II. No habra
estallidos de anabaptismo o de milenarismo anrquico en la Francia hugonota.
La marea alta hugonota, 1555-1662
Sin embargo, el calvinismo mismo lleg a Francia impetuosamente y en algo as
como una oleada de milenarismo. Para 1555 Calvino, con su iglesia reformada ya
firmemente establecida en Ginebra, parece haber decidido que la continuacin del trabajo
de Dios requera de la siembra activa de iglesias independientes en Francia. Ms an,
all el tiempo de esperar la conversin de la monarqua haba claramente pasado, dado
que desde 1547 el nuevo rey se haba dedicado decididamente a la persecucin. Acaso
no era la norma constitucional de esa poca une foi, une loi, un roi? Por ello Calvino
reciba solicitudes cada vez ms urgentes de grupos desorganizados y clandestinos de
fieles en Francia que solicitaban liderazgo. El asunto se transform en una crisis abierta
en 1559, cuando el rey finaliz la larga disputa de los Valois con los Habsburgo con la
desventajosa paz de Cateau-Cambresis, de manera de poder volver su atencin al
interior, hacia la creciente corriente de hereja.
El xito de misioneros reformados tales como el viejo mentor de Calvino, Bucer de
Estrasburgo, y como Vermigli de Zurich, en introducir una Reforma doctrinal en Inglaterra
entre 1547 y 1553 bajo Eduardo VI sin duda lo estimul a emprender su nueva poltica
intervencionista. Un ejemplo an ms auspicioso fue la Reforma escocesa de 1558-1559,
que haba sido lanzada directamente por la Compaa de Pastores de Ginebra. All, una
ola de panfletos de propaganda impresos en Ginebra, seguidos por una gira de
predicacin de John Knox, movi a los nuevos gobernantes de la iglesia, los Lores de la
Congregacin [Lords of the Congregation], a levantarse en armas contra la reina regente,
una hermana de uno de los principales lugartenientes de Enrique II, el duque de Guisa.
Este internacionalismo activista contrasta notablemente con el horizonte bsicamente
nacional del luteranismo en Alemania y Escandinavia.
Ginebra estaba ahora organizada para comenzar la enorme tarea de sembrar
iglesias reformadas a travs de Francia. Para 1555 esta ciudad, insignificante hasta
pocas recientes, se haba convertido en la tercera en el orden de publicacin de libros en
idioma francs, despus de Pars y Lyon. La Academia de Ginebra fue establecida en
1559 por el consejo municipal, con el segundo de Calvino, Beza, como su primer rector;
su principal propsito era entrenar pastores misioneros para Francia. Estos pastores no
solo eran instruidos: reclutados en su mayora de entre las clases altas, a menudo de la
nobleza, estaban acostumbrados a un rol de liderazgo. As, Ginebra se convirti en el
manantial de la causa hugonota, era la principal fuente de lderes eclesisticos y del
derrame de propaganda impresa; era la base de las conspiraciones, un punto de
negociacin para prstamos, y la productora y distribuidora de armamentos.11 Para 1559
la nueva iglesia era lo suficientemente fuerte como para reunir su primer snodo nacional
justo bajo la nariz del rey, en Pars.
Una fe, una ley, un rey. En francs en el original. [N. de la C.] 11
Kingdon, Geneva and the Coming of the Wars, p. 129.
La gran oportunidad del calvinismo lleg en aquel mismo ao, cuando Francia se
sumergi en una crisis por la muerte accidental de Enrique II. Su heredero, Francisco II,
aunque con sus diecisis aos ya no era tcnicamente un menor, estaba en una posicin
demasiado dbil como para ser algo ms que un pen en las luchas facciosas por el
poder que las minoridades reales invariablemente generaban en la Europa moderna. Los
primeros ganadores de esta lucha fueron el duque de Guisa y su hermano, el cardenal de
Lorena, tos del rey a travs de su esposa, Mara de Escocia. Su ultracatolicismo asust a
la comunidad hugonota, que ahora creca con rapidez, y la impuls a una movilizacin en
su contra. Esta fue conducida por el prncipe de Cond, un Borbn que, como primo de
sangre del rey, senta que deba ser l y no los advenedizos Guisa quien fuera regente de
facto. Los Borbones fueron secundados por miembros del tercer gran clan noble, los
Montmorency, tradicionalmente los primeros barones de Francia, quienes a menudo
provean de condestables al reino. El miembro ms sobresaliente de este grupo era
Gaspard de Colingny, Almirante de Francia.
De hecho, fue en esta pocacuando muchos miembros de la alta nobleza se
convirtieron al calvinismo. Los ms tempranos reclutas de la doctrina, en la dcada
anterior a 1555, haban sido de la pequea burguesa, artesanos calificados tales como
tejedores e impresores, y de la baja nobleza. Con la conversin de numerosos grandes
nobles la iglesia reformada adquiri una poderosa presencia institucional y militar en todo
el reino. Este hecho se volvi evidente en forma alarmante en marzo de 1560, cuando
algunos hugonotes de la baja nobleza intentaron capturar al rey en la Conspiracin de
Amboise. Cond estaba esperando detrs de escena, y aunque Calvino se opuso a la
conspiracin, parece que Beza le dio un apoyo clandestino, dado que el rango de Cond
como prncipe de sangre le daba una cobertura constitucional. En respuesta a la crisis, la
reina madre, Catalina de Mdicis, logr en agosto convencer al rey de convocar a los
Estados Generales por primera vez desde 1484.
Sin embargo, antes de que pudieran reunirse Francisco II muri en diciembre
despus de un reinado de solo dieciocho meses. Dado que su hermano, Carlos IX, tena
slo diez aos, Catalina se convirti en regente. Con los Estados Generales ya
sesionando, su canciller de Justicia, Michel de LHospital, propuso una poltica de
tolerancia y conciliacin. Los Guisa perdieron el favor real, y Catalina se volvi hacia los
Borbones y los Montmorency. Pero al igual que la represin intentada previamente por los
Guisa solo haba incrementado el crecimiento del calvinismo, as tambin la poltica de
tolerancia de Catalina solo logr incrementar su confianza y su militancia.
Para el final del ao haba alrededor de mil iglesias reformadas en el reino, y se
hizo un segundo snodo nacional en marzo. En agosto hubo una nueva reunin de los
Estados Generales. Despus de un hiato de setenta y seis aos, esta institucin sera un
recurso regular a lo largo de las Guerras de Religin, y se reuni nuevamente en los
momentos de crisis de 1576, 1588 y 1593. An as, sigui siendo un instrumento dbil, en
parte porque los estados provinciales canalizaban las lealtades de la poblacin con ms
facilidad, pero especialmente por la preponderancia institucional de la monarqua. El foco
del problema faccioso continu siendo la misma corte.
Por ello, el principal esfuerzo de reconciliacin fue un encuentro cara a cara de
telogos protestantes y catlicos en septiembre, en el Coloquio de Poissy, arreglado por
Catalina. Tena la esperanza de encontrar una va media que permitiese a las dos
creencias religiosas coexistir dentro de la misma iglesia nacional, algo semejante a la
poltica que Isabel de Inglaterra estaba siguiendo con xito. En este compromiso, los
catlicos reformaran los abusos y simplificaran las ceremonias eclesisticas mientras
que los protestantes relajaran la intransigencia doctrinal. Desafortunadamente esta es
una solucin para gente para la cual religin es un tema secundario, y ni Calvino ni el
cardenal de Lorena estaban dispuestos a considerarla en lo ms mnimo. El Interim de
Carlos V haba intentado seguir la misma poltica y haba fallado en 1545.
Beza vino en persona desde Ginebra para el coloquio, y predic abiertamente en
Pars bajo al proteccin de los soldados de Cond. La influencia ginebrina era ahora tan
fuerte en la corte que los Guisa consideraron prudente retirarse a sus tierras de Lorena.
Una primer oleada de iconoclastia contra la idolatra papista sacudi los bastiones
hugonotes emergentes en el sur.
Para fines de 1561 haba alrededor de dos mil quinientas iglesias reformadas en
Francia. En enero del ao siguiente, a travs del Edicto de Saint Germain, Catalina otorg
a los hugonotes la libertad de conciencia y de organizar el culto, fuera de las ciudades
amuralladas, y en los hogares privados de los nobles dondequiera que estuviesen. A
pesar de la restriccin geogrfica, esta fue una concesin inaudita para la poca.12 La Paz
12
Garrisson, Les derniers Valois, pp. 261267.
de Augsburgo de 1555 no haba aceptado la tolerancia como un principio; en su lugar
haba dividido a Alemania en regiones catlicas y protestantes, ninguna de las cuales
tolerara la religin de la otra. Por supuesto, exista una tolerancia de hecho de los
protestantes en Bohemia y Polonia, pero este era un asunto relacionado con la
costumbre, no con la ley. El Edicto de enero de Catalina constitua la primera vez que un
Estado europeo reconoca formalmente la coexistencia de dos iglesias en su territorio.
Este principio no sera completamente aceptado en Francia hasta el Edicto de Nantes en
1598, y an as ste result ser revocable. No habra nada semejante en Holanda hasta la
dcada de 1630 y an entonces sera solo de facto, y fue claramente ms generoso que
el Cdigo Clarendon ingls de 1661-1665 e inclusive ms que el Acta de Tolerancia de
1689.
Pronto se hizo evidente que el Edicto de enero era bastante prematuro para
Francia en 1562. De hecho, el decreto rpidamente polariz al pas. De un lado, los
hugonotes, incentivados por el reconocimiento real, crearon iglesias dondequiera que
tenan la fuerza suficiente, tanto en ciudades amuralladas como en seoros nobles. En
verdad, aunque oficialmente continuaban pidiendo mera tolerancia, ahora se sentan lo
suficientemente fuertes como para imaginar la meta ms audaz de convertir a la iglesia
entera. Por otro lado, a medida que la marea alta hugonota creca en 1562,
inevitablemente provoc una reaccin militante. Lo repentino de la expansin hugonota, y
en particular la furia iconoclasta que a menudo la acompa, fueron percibidas por la
mayora de la poblacin como una agresin, un asalto impo sobre los costumbres
inmemoriales y sagradas del reino. Esa contra-furia estall abiertamente con la masacre
de Vassy en marzo.
La ocasin fue provista por la partida del duque de Guisa desde Lorena, por
supuesto con una escolta armada, para hacer una reaparicin en la corte. En el camino,
encontr a una congregacin hugonota celebrando un servicio religioso en un granero en
sus propias tierras. Estall una pelea, y veintitrs fieles fueron asesinados. Las noticias de
la masacre rpidamente provocaron una oleada de indignacin a travs de la red
calvinista del reino. sta se convirti en temor cuando Guisa entr en Pars y fue
aclamado por la poblacin. Luego gan poder en la corte por el simple expediente de
trasladar fsicamente a la regente y al rey nio desde Fontainebleau a la capital: fue una
exitosa versin en reverso de la Conspiracin de Amboise. En respuesta, Cond moviliz
entonces sus fuerzas en Orleans, mientras Guisa haca lo mismo en Pars. Y la guerra
comenz.
El patrn de la guerra revolucionaria
La primera guerra dur un ao. Los hugonotes fueron suprimidos en Paris pero
capturaron Lyon y una serie de ciudades en el sur. Para el final de la lucha, Cond haba
sido tomado prisionero por las fuerzas reales y Guisa haba sido asesinado por un noble
hugonote mientras asediaba Orleans. La guerra entonces termin en un empate, un
hecho reconocido por un edicto real que esencialmente restableca el statu quo ante de la
tolerancia limitada geogrficamente.
Y as el empate continu durante treinta aos ms con un total de ocho guerras.
Para poner la cuestin en los trminos de Charles Tilly, aunque despus de 1562
claramente exista en Francia una situacin revolucionaria, no hubo ningn resultado
revolucionario, es decir, un cambio real del rgimen o una gran transformacin
constitucional. Todava menos existi un cambio social, pero un cambio social del tipo que
se intent llevar a cabo en 1525 en Alemania nunca fue uno de los reclamos que se
hicieran en la situacin revolucionaria original. El patrn seguido por esta revolucin
estancada, entonces, es el de una explosin inicial, una tan grande como lo fue 1520 en
Alemania, seguida por una serie de guerras civiles, pero sin una victoria decisiva para
ninguna de las partes.
Sin embargo, el empate no es lo nico bizarro en esta revolucin poco
concluyente. Porque el estancamiento gradualmente evolucion en una revolucin que
alternaba, conducida primero por la "izquierda" calvinista, y luego por la "derecha"
catlica, para usar trminos anacrnicos, pero que resultan tiles en esta instancia. En
otras palabras, la accin radical del desafo calvinista fue finalmente replicada por la
resistencia catlica. Y aunque esta contrarevolucin fue de muchas maneras ms
extrema que el original hugonote, tuvo an menos impacto sobre la estructura
constitucional y social del reino. De manera que cul era la naturaleza de las fuerzas que
se alternaban en el estancamiento?
La preocupacin por la organizacin eclesistica fue un rasgo importante que
diferenci al calvinismo del luteranismo y el anglicanismo. En Francia esto produjo una
organizacin presbiteriana sinodal, la forma que tom el calvinismo cuando sus
instituciones se adaptaron del mbito de la ciudad-estado de Ginebra a las dimensiones
nacionales del reino de los Valois. Este sistema organizativo, junto con una confesin de
fe comn, fue finalmente aprobado en el primer snodo nacional de la iglesia francesa en
1559. ptimo para la eficiencia poltica y militar al servicio de la militancia doctrinaria, el
mismo Calvino llam a este sistema aristocrtico en el sentido aristotlico. Un escritor
moderno, Robert Kingdon, con slo un ligero anacronismo, lo ha llamado un centralismo
democrtico.13
En la base del sistema, las iglesias o congregaciones individuales eran
gobernadas por consistorios de ministros y ancianos electos. Como en Ginebra, estos
consistorios eran de hecho oligarquas formadas a travs de la cooptacin entre pastores
y magistrados locales. Todas las iglesias dentro el sistema eran iguales, y la jerarqua
nacional emanaba de este fundamento democrtico. Las iglesias elegan as delegados a
coloquios locales, luego a snodos regionales, y finalmente a snodos nacionales
peridicos, los cuales formulaban la doctrina para la entera comunidad hugonota.
Aunque bsicamente consolidado en 1562-1563, este sistema no obstante se
enfrent a un desafo democrtico montado por un laico, Jean Morly, quien propona una
forma de disciplina eclesistica o gobierno de la iglesia, que ms tarde sera llamado
congregacionalista.14 En su frmula tanto los ministros como los ancianos eran elegidos
por la congregacin individual; y Morly era consciente de que su eclesiologa tena
implicaciones democrticas para el gobierno civil. Sin embargo los defensores
establecidos del presbiterianismo aristocrtico de Calvino derrotaron fcilmente este
desafo gracias a la casi permanente emergencia militar y al rol guerrero natural de la
nobleza. Por las mismas razones, los asediados calvinistas de los Pases Bajos adoptaron
el sistema presbiteriano-sinodal en 1571, en su primer snodo nacional. Una variante
menos exitosa de este sistema haba emergido en Escocia en 1559, donde el consistorio
13
Kingdon, Geneva and the Coming of the Wars. 14
Robert Kingdon, Geneva and the Consolidation of the French Protestant Movement,15641572,
Madison, University of Wisconsin Press, 1967.
fue llamado la sesin de la kirk [iglesia], pero donde se mantuvo incongruentemente a
los obispos. El Parlamento convirti al modelo presbiteriano en oficial para la Iglesia de
Inglaterra en 1643, aunque all result bsicamente un fracaso, dado que pronto se
produjeron fracturas entre los parlamentarios Covenanters y los independientes
congregacionalistas asociados con el Nuevo Ejrcito Modelo. Y por supuesto, en
Massachusetts el congregacionalismo, aunque sin un consistorio gobernante, prevaleci
desde el comienzo mismo, porque aquellos independientes coloniales carecan de
desafos militares que afrontar.
La organizacin eclesistica hugonota encajaba fcilmente con la organizacin
paralela de su comunidad poltica. Esta ltima se compona de varias municipalidades
donde la iglesia reformada estaba en mayora, especialmente en el sur, pero tambin por
algn tiempo en centros tan importantes como Lyon, Orleans y Rouen. Luego estaban los
seoros nobiliarios y los estados de ciertas provincias, tales como el Languedoc, donde
los hugonotes eran preponderantes. Todas estas entidades elegan luego representantes
para una asamblea nacional. Y, ocasionalmente, un snodo nacional de la iglesia tal como
el de La Rochelle, en 1571, serva como una especie de supremo congreso hugonote. De
hecho, esta reunin atrajo a participantes extranjeros tales como Luis de Nassau,
hermano de Guillermo el Taciturno, y por consiguiente fue algo as como un congreso de
la Internacional calvinista, tal como lo sera el snodo holands de Dort en 1618.
Finalmente, la organizacin de la comunidad poltico-eclesistica hugonota encajaba bien
con la organizacin en estados del reino, en una transposicin donde un primer estado de
pastores y un segundo estado de dirigentes nobles guiaban a un tercer estado de
magistrados urbanos.
En sntesis, en la Francia hugonota estamos lidiando con un partido poltico-
religioso, es decir, un movimiento en el cual el principio de cohesin no es un inters de
clase o econmico, ni tampoco un programa poltico dado, sino un compromiso con una
religin particular.15 Ms especficamente, el partido poltico-religioso es la expresin de
una religin minoritaria buscando imponerse contra la recientemente consolidada
Guillermo de Orange, conocido como el Taciturno, fue el principal lder de la revuelta contra el dominio Habsburgo en los Pases Bajos, que desemboc en la independencia de las Provincias Unidas. [N. de la C.] 15
Esta es la tesis de H. G. Koenigsberger en The Organization of Revolutionary Parties in France
and the Netherlands During the Sixteenth Century, in his Estates and Revolutions: Essays in Early
Modern European History, Ithaca, Nueva York, Cornell University Press, 1971.
monarqua moderna y sus iglesia oficial, fuese esta catlica o anglicana. Solamente una
organizacin altamente estructurada e ideolgicamente ferviente poda dar a tal minora
una oportunidad contra el poder del Estado.
En s mismos, los movimientos poltico-religiosos de fines del siglo XVI marcan la
emergencia del partido en el sentido moderno, o al menos en uno de ellos. El sentido
comn convencional respecto de la emergencia de los partidos polticos modernos es, por
supuesto, que aparecieron por primera vez en Inglaterra como Whigs y Tories durante la
crisis de Exclusin bajo Carlos II. Sin embargo, incluso estas agrupaciones poco firmes,
desestructuradas, y estrechamente elitistas tenan una dimensin confesional: la primera
favoreca la tolerancia de los disidentes y la segunda crea en la monarqua de derecho
divino, y en un monopolio religioso anglicano. Los hugonotes franceses y, como veremos
ms adelante, los "Mendigos" holandeses, fueron asuntos mucho ms formidables, con
una base popular amplia y una potente capacidad militar. As, si la frmula Whig-Tory
puede ser considerada la precursora de los partidos polticos modernos en competencia
pacfica por el poder, el partido poltico-religioso del siglo XVI es el precursor de las
formaciones polticas modernas ms militantes: los puritanos ingleses, los jacobinos
franceses y los bolcheviques rusos.16 Pero en los captulos posteriores se dir ms sobre
este complejo tema.
Por el momento alcanza con describir cmo la imponente organizacin hugonota,
en combinacin con el entusiasmo de los fieles, tuvo xito en imponer el gobierno santo
sobre porciones significativas de Francia. La frmula bsica fue la siguiente: una vez que
una ciudad que contaba con un considerable elemento calvinista haba sido asegurada
militarmente por la nobleza, los oficiales catlicos eran expulsados, pastores nuevos
purgaban a las iglesias de dolos, y naca una repblica hugonota permanente. Este
escenario se repetira con los Mendigos del Mar en Zelandia y Holanda en 1572. Entre las
principales repblicas hugonotas creadas de esta manera estaban La Rochelle,
Montauban y Nimes; junto con numerosas plazas fuertes menores, notoriamente las
Los "Mendigos del Mar" fue el nombre tomado por la alianza de nobles calvinistas y otros descontentos contra el dominio espaol en los Pases Bajos, formada en 1556. La denominacin proviene del nombre que se daba en Flandes a los piratas. [N. de la C.] 16
Lucien Romier, Le royaume de Catherine de Medicis: La France la veille des guerres de
religion, Ginebra, Slatkine Reprints, 1978, originalmente publicado en 1925. Vase tambin
Michael Walzer, The Revolution of the Saints: A Study in the Origins of Radical Politics, Cambridge,
Massachusetts, Harvard University Press, 1965.
montaas Cevenas, formaban un arco desde Poitou en el oeste, a lo largo del valle del
Garona a travs del Languedoc, hasta el Delfinado en el este. Pars fue desde el
comienzo un bastin del catolicismo.
A medida que las Guerras de Religin progresaban, los hugonotes fueron
eliminados en el norte y el este, y se vieron mayormente relegados a su arco en el
Medioda francs. Cules eran las razones de esta distribucin geogrfica? El sur era de
muchas maneras una regin distinta: uno podra incluso decir que era una incipiente
nacionalidad separada. Tena su propio idioma, la langue d'Oc, ya conocida como
Occitano; usaba el derecho romano ms que el derecho consuetudinario, o derecho
comn, de la regin de la langue dOil en el norte; y haba sido anexado por la fuerza por
la monarqua capeta durante la cruzada contra los Albigenses del siglo XIII. Aunque estas
eran ya un recuerdo de un pasado lejano, en el presente la regin todava segua estando
ms alejada de Pars que el resto del reino. Suceda que la regin del norte que
finalmente fue de dominio catlico haba estado integrada al dominio real por ms tiempo
y de manera ms estrecha que el Medioda. El sur calvinista formaba en realidad algo as
como unas emergentes Provincias Unidas del Medioda, siguiendo el modelo de las
separatistas provincias del norte de los Pases Bajos. Sin embargo, a diferencia del
relativamente nuevo estado de los Habsburgo en los Pases Bajos, el sentido de una
identidad comn bajo la venerable monarqua de los Capeto era ya demasiado fuerte en
Francia para una solucin semejante. Y as el estancamiento continu.
De la revolucin hugonota a la "revolucin" catlica
Despus de la primera guerra de 1562-1563 los hugonotes, ahora bajo el liderazgo
del Almirante Coligny, disfrutaron de una dcada de relativo xito. De hecho, en 1567, en
vsperas de la segunda guerra, se envalentonaron tanto que intentaron, una vez ms,
capturar a Catalina y al rey en Meaux, en parte como una medida de auto defensa pero
en parte tambin con la esperanza de ganar toda la lucha con un gran golpe. Ciertamente
la captura de la monarqua (ya fuera hacindose de la persona del rey, o a travs de su
conversin, o asegurndose una mayora en su consejo, o finalmente, a medida que los
Valois moran uno tras otro, a travs de la herencia) fue a lo largo de las Guerras de
Religin el principal objetivo de ambos partidos poltico-religiosos, tanto de los hugonotes
como de los catlicos. Operar a travs de los Estados Generales para limitar el poder del
rey, o para arrancarle concesiones, no era ms que una tctica secundaria, aunque se
usaba ocasionalmente. As, la monarqua, aunque se encontraba en su momento ms
dbil desde la Guerra de los Cien Aos, segua siendo el foco de la pugna poltica, el gran
premio en la lucha por el poder sobre el reino.
Despus de la Segunda Guerra de 1567-1568, en la que la temeridad de los
hugonotes en Meaux fue repelida por las armas, Carlos IX y Catalina ofrecieron
nuevamente una poltica de tolerancia. De hecho, luego del xito inicial de Felipe II contra
la Revuelta de los Pases Bajos, el miedo de su poder movi a la corte hacia una
verdadera alianza con los hugonotes. En consecuencia, el nuevo lder del clan Borbn, el
joven Enrique de Navarra, se comprometi con la hija de Catalina, Margarita. Coligny
entonces presion por una unin nacional de catlicos y protestantes y por la intervencin
en los Pases Bajos del lado de los rebeldes. Esta poltica, sin embargo, pareci
demasiado peligrosa a Catalina, especialmente dado que la influencia de Coligny sobre el
rey de veintids aos estaba creciendo. En agosto de 1572, una vez que la nobleza
hugonota se reuni en Pars para el casamiento de Enrique de Navarra, Catalina
convenci al rey de limitar su poder asesinando a Coligny. El intento fall; Coligny solo
result herido. Los nobles hugonotes, que culpaban a los Guisa, demandaron justicia
vehementemente. Presa del pnico ante esta situacin amenazadora, la corte decidi
liquidar a todos los principales lderes hugonotes, creyendo que el incidente terminara
all. Sin embargo, una vez que la accin comenz se les fue de las manos
inmediatamente. En una vasta erupcin de furia, que apareci primero en Vassy, los
parisinos fanticamente catlicos, incluyendo a muchos magistrados responsables,
aprovecharon la ocasin para purgar a la ciudad de hugonotes, cuya insolencia
amenazaba con atraer la ira divina sobre ella. El nmero total de vctimas fue de alrededor
de dos mil quinientas personas. Esta Masacre del Da de San Bartolom, como se la
llam, luego se extendi a otras ciudades en toda Francia, causando probablemente un
total de unas cinco mil muertes en todo el reino.17 Pronto se la consider como la mayor
17
Garrisson, Les derniers Valois, p. 128.
atrocidad de la poca.18 La causa hugonota sufri un golpe del cual nunca se recuperara
realmente.
El horror de la masacre finalmente inspir la emergencia de una tercera fuerza, los
politiques, llamados as porque ponan los intereses del estado y de la paz civil por
delante de cualquier preocupacin por la pureza religiosa. Montaigne, aunque no estaba
activo polticamente, es un ejemplo prominente de su mentalidad. Enrique de Navarra,
aunque por razones polticas fue primero protestante y luego catlico, fue un politique de
corazn. El gran terico de esta tercera fuerza fue Jean Bodin, cuyos seis Libros de la
Repblica, publicados en 1576, definieron un concepto absoluto de la autoridad estatal, lo
que en el contexto de una monarqua significaba el absolutismo real.19 Dado que nadie
poda ser religiosamente neutral en aquella poca, en la prctica los politiques se situaban
usualmente en una alianza informal con el partido religioso ms dbil, el de los hugonotes.
Porque incluso despus de la Masacre de San Bartolom los hugonotes todava tenan la
tolerancia legal en las reas que controlaban geogrficamente.
Despus de 1572, sin embargo, estuvieron cada vez ms a la defensiva, y esto
provoc un flujo de literatura de resistencia hugonota, apodada "monarcmaca" (asesina
del rey) por aquellos contemporneos simpatizantes de la soberana real. En 1573 Francis
Hotman public Francogallia, la cual argumentaba que la monarqua descansaba en la
soberana y el consentimiento popular, en un constitucionalismo que se retrotraa a los
conquistadores francos, una posicin similar a la de los defensores de la antigua
constitucin en la Inglaterra del siglo XVII. Y de hecho, desde 1567, los hugonotes
haban reclamado una nueva reunin de los Estados Generales. El mismo Beza
contribuy a esta literatura en 1574 con El Derecho de los Magistrados, que anticip la
annima Vindiciae contra Tyrannos, de 1579, escrita en trminos an ms fuertes. Casi
como una respuesta a la definicin de Bodin del concepto moderno de soberana, estos
dos panfletos hugonotes dan la primera defensa ms o menos moderna de un derecho a
la resistencia revolucionaria. Antes de esto, por supuesto, haban existido defensas
escolsticas del tiranicidio, pero la literatura monarcmaca fue ms lejos al ofrecer una
teora poltica de la resistencia plenamente desarrollada. Sin embargo, no propona una
18
Robert Kingdon, Myths About the St. Bartholomews Day Massacres, 15721576, Cambridge,
Massachusetts, Harvard University Press, 1988. 19
Quentin Skinner, The Foundations of Modern Political Thought, 2 vols., Cambridge, Cambridge
University Press, 1978, vol. 2.
resistencia democrtica. Solo la conceba como legtima si era llevada a cabo por los
magistrados menores de la constitucin existente, es decir, los prncipes de la sangre,
los Estados Generales, los Parlamentos judiciales, o la nobleza en general si los Estados
no estaban en sesin. Esta literatura alcanzara su mayor impacto en la Revuelta de los
Pases Bajos y en Inglaterra desde la Guerra Civil de la dcada de 1640 a la Revolucin
Gloriosa de 1688.20
En 1574 la muerte prematura de Carlos IX puso a su siguiente hermano en el
trono, con el nombre de Enrique III. Dado que a medida que pasaba el tiempo resultaba
claro que el nuevo rey no tendra hijos, su heredero era el ms joven de sus hermanos, el
duque de Anjou. En 1584 Anjou muri, haciendo al protestante Enrique de Navarra el
nuevo heredero legtimo. Por supuesto, este accidente biolgico revivi la crisis religiosa,
llevndola de hecho a su culminacin en la Guerra de Religin ms larga y final, la
Guerra de los Tres Enriques. El tercer Enrique era el heredero del Duque de Guisa, quien
haba sido asesinando en la primera Guerra Religiosa, y que haba despachado
personalmente a Coligny en la Masacre de San Bartolom.
Desde los primeros Estados Generales de Enrique III en 1576, Guisa haba
encabezado una Liga Catlica, o Santa Unin, de nobles que haban jurado defender a la
iglesia; condicionaba su respaldo de la monarqua a su reconocimiento de los derechos
de los Estados y de las provincias. La muerte de Anjou le dio nueva vida a la Liga y, de
hecho, la Liga Catlica se volvi una fuerza an ms revolucionaria de lo que los
hugonotes lo haban sido antes. La Liga mantena una alianza secreta con Espaa: en
realidad reciba financiamiento de Felipe II, quien entonces se encontraba preparndose
para atacar Inglaterra y cuyo comandante en los Pases Bajos, el duque de Parma, estaba
en la cima de su xito en hacer retroceder la rebelin calvinista. Los publicistas de la Liga
aceptaron y en verdad radicalizaron los argumentos de la resistencia hugonota y de los
monarcmacos.
Con independencia de Guisa, una mutacin de la Liga haba aparecido en Pars
bajo la direccin de algunos prrocos, oficiales reales, y burgueses acomodados. Esta
escisin era una organizacin conspirativa con su propio consejo gobernante, y ramas
20
J. H. M. Salmon, The French Religious Wars in English Political Thought, Oxford, Clarendon Press, 1959.
plebeyas en los diecisis distritos de la ciudad. En las organizaciones de seccin emergi
un movimiento social genuinamente radical, que se expresaba no tanto a travs de
demandas explcitas de cambio como a travs de un intenso odio hacia los nobles
facciosos y arrogantes y un resentimiento hacia el parlamento judicial. Esta Liga urbana
fue imitada en otras ciudades del norte y del este del reino. La red de ciudades de la Liga,
junto con la Santa Unin de nobles encabezada por Guisa, formaban un partido poltico-
religioso y constituan un ejemplo de centralismo democrtico que era en todas las
formas esenciales de su organizacin la imagen en espejo de su adversario hugonote. La
nica diferencia, por supuesto, era su ideologa, en la forma de su religin. Pero esta
diferencia era esencial, pues daba por s sola un significado poltico y un temperamento
psicolgico a las formas organizativas.
En mayo de 1588 Guisa, invitado por el consejo gobernante de la Liga parisina, los
Diecisis, hizo una entrada triunfal en la capital. Cuando el rey intent usar la fuerza
contra l, la ciudad se levant en el Da de las Barricadas, el 9 de Mayo. El rey fue
forzado a huir de la ciudad, y los Diecisis se transformaron en un gobierno paralelo para
desafiar a la autoridad municipal legal. Todo esto, por supuesto, es bastante similar a lo
que ocurri en Pars en 1789. De hecho, guarda similitudes fuertes con la organizacin
del Pars jacobino y su red nacional de clubes jacobinos en 1793. Al igual que les ocurri
a los jacobinos ms tarde, los Diecisis estaban obsesionados con la posibilidad de la
traicin y redactaron listas de sospechosos a ser eliminados cuando los acontecimientos
lo requirieran. Los plpitos de la iglesias parroquiales de la ciudad resonaban con
exhortaciones fervientes, y hasta fanticas, de resistir al tirano Enrique III, y urgan a
ejercer la vigilancia de sus partidarios dentro de las murallas de la ciudad. La principal
diferencia entre los dos casos es la ideologa involucrada, pero se trata de una diferencia
fundamental. En 1588 la ideologa era el catolicismo tridentino, que implicaba una
versin reformada del orden eclesistico tradicional; en 1793 fue una Repblica de la
Virtud inspirada en Rousseau, lo que implicaba un salto audaz hacia un radiante futuro
secular.
Despus del Da de las Barricadas el rey no tuvo ms eleccin que la de aliarse
con Enrique de Navarra, comandante de las fuerzas armadas hugonotes, y reconocer
oficialmente a su primo hereje como su heredero. (En otras circunstancias, esta sera la
eleccin de Carlos II de Inglaterra, al defender el derecho de su hermano catlico, el
duque de York, a la sucesin) En un esfuerzo por recuperar el control de la situacin, y
animado por la derrota en aquel verano del asalto de Felipe II contra Inglaterra, el rey
convoc a los Estados Generales en la ciudad neutral de Blois. La red de la Liga eligi
fcilmente a una mayora de sus partidarios. Enfrentado a esta situacin, Enrique III
recurri a la solucin ilusoria de un rpido golpe quirrgico. En el castillo real donde los
Estados se estaban reuniendo sus hombres asesinaron a Guisa a y su hermano, el
cardenal. (Catalina estaba en aquel momento agonizando en otra parte de la residencia.)
Enrique III y Enrique de Navarra rodearon luego al Pars insurgente, que continuara
luchando obstinadamente durante otro ao. El rey fue asesinado en 1589 en su
campamento fuera de las murallas de la ciudad por un monje fantico, Jacques Clment,
quien haba sido preparado para la tarea por agentes de los hermanos sobrevivientes de
Guisa.
Aunque Navarra era ahora legalmente el rey, la mayora del pas no quera
aceptarlo por su religin. De manera que Pars y la Liga siguieron luchando, y en 1590 y
1591 Felipe II envi al ejrcito de Parma al sur para socorrerlos. En cuanto a la sucesin,
los hermanos Guisa optaron primero por el anciano cardenal de Borbn (aunque el
hermano mayor de los Guisa tena un ojo puesto en el trono para s mismo). Cuando el
cardenal muri, la Liga, ante la insistencia espaola, apoy a la hija de Felipe II con Isabel
de Valois, la Infanta Isabel. Dado que por la ley slica solo los hombres poda heredar el
trono, se convoc a nuevos Estados Generales, en 1593 en Pars, para hacer posible una
sucesin espaola.
En ese punto Navarra, comprendiendo que no poda ganar por las armas, abjur
de su protestantismo. En enero de 1594 fue coronado en Chartres, y unos pocos meses
ms tarde entr en Pars. Este fue el golpe final para la languideciente revolucin
hugonota. Cuatro aos ms tarde Enrique IV concedi el Edicto de Nantes, que en buena
medida constitua una reedicin del Edicto de Saint Germain de 1562. Los hugonotes,
que ahora se haban reducido a alrededor de un milln de personas, o el 5% de la
poblacin, podan practicar su religin abiertamente en algunos lugares designados, y
continuaron teniendo un nmero de plazas fuertes, como La Rochelle. En otras palabras,
el acuerdo religioso daba lugar a una coexistencia ms que a la tolerancia en el sentido
moderno. Tambin dejaba al Estado francs con una soberana que en trminos
modernos, o, por cierto, en los de Bodin, no era una soberana completa.
La razn bsica del fracaso de los hugonotes es que, a pesar de toda su fuerza y
su celo, nunca pudieron capturar la monarqua. Tampoco limitar a sta con el poder de los
Estados Generales result una opcin alternativa, como lo sera ms tarde en los Pases
Bajos e Inglaterra. Los Estados Generales eran simplemente una institucin demasiado
dbil para ello, y el poder de la monarqua era demasiado crucial para la identidad
nacional. Y la razn bsica del fracaso de los hugonotes en capturar la monarqua fue que
la mayora de la poblacin era anti-protestante, y una minora significativa de esa mayora,
en todos los niveles sociales, era lo suficientemente militante como para negar el poder a
los hugonotes incluso cuando este estaba constitucionalmente al alcance de sus manos.
El efecto real de la revolucin estancada de la Francia del siglo XVI fue el de
fortalecer el juego de la monarqua centralizadora, aumentar su apoyo popular, y as
lanzarla en su camino al absolutismo maduro de los Borbones. En cuanto al anlisis de
los procesos revolucionarios, esta revolucin atascada y pendular debera proporcionar
una leccin de humildad acerca de la posibilidad de encontrar algn modelo bsico de
revolucin dentro de Europa, sin hablar de un modelo mundial para todas las pocas.
En cuanto a la propia Francia, la Reforma francesa fracasada dej un legado que
contribuira notablemente a la crisis que produjo 1789.
Captulo 6
Inglaterra, 1640-1660-1688
De la revolucin religiosa a la poltica
Sin obispo no hay rey.
Jaime I, 1604.
La disolucin de este gobierno caus la guerra, no la guerra la disolucin de este
gobierno.
James Harrington, Oceana, 1656.
Los Comunes de Inglaterra, reunidos en el Parlamento, declaran que el Pueblo es, bajo
Dios, el origen de todo poder justo: y tambin declaran que los Comunes de Inglaterra
reunidos en el Parlamento, habiendo sido elegidos por y representando al Pueblo, tienen
el poder supremo en esta nacin.
Resolucin de los Comunes, 4 de enero de 1649.
El ms pobre de Inglaterra tiene una vida por vivir, tanto como el ms grande; y por lo
tanto...todo hombre que va a vivir bajo un gobierno debera primero por su propio
consentimiento ponerse bajo ese gobierno; y creo que el hombre ms pobre de Inglaterra
no est de ninguna manera atado en sentido estricto a aquel gobierno al cual l no ha
tenido voz alguna para someterse.
Debates de Putney, 1647.
Es ms justo que un nmero menor [de personas] obligue a uno mayor a retener su
libertad de lo que es que un nmero mayor obligue a uno menor a ser sus compaeros en
la esclavitud.
John Milton, 1644.
El presbiterianismo no es una religin apropiada para un caballero.
Carlos II.
La primera revolucin innegablemente moderna fue tambin el ltimo
levantamiento europeo que se hizo en nombre de ideales que miraban hacia el pasado. Y
esta particularidad es tan relevante para el resultado y el sentido de la revolucin como lo
es la radical estructura de accin que comparti con los levantamientos husita y francs.
Hacer una revolucin en nombre de principios supuestamente conservadores, tanto en
poltica como en religin, no es en absoluto lo mismo que hacerla en nombre de principios
abiertamente radicales y seculares.
Este ostensible conservadurismo caracterizaba, como se ha notado ya, todos los
aspectos de la vida en la Europa premoderna. Hasta la emergencia de la idea de progreso
a fines del siglo XVII, todo cambio en Europa, no importa cun significativo, era visto
como un re-nacimiento o una re-forma: una renascita o renacimiento en las artes y las
letras, una reformatio o una restoratio en la religin. Tambin hemos visto como esta
percepcin molde los levantamientos de la Bohemia husita y de la Reforma luterana y
calvinista. Ms an, se ha entrevisto su efecto moderador en la anomala del uso histrico
britnico, en el cual el reconocimiento de los eventos sangrientos y turbulentos de 1640-
1660 como una revolucin de pleno derecho se demor por casi dos siglos, mientras que,
al mismo tiempo, se reservaba esa denominacin de poca para el golpe de Estado
elitista y renuente de 1688-1689. Qu papel jug esta anomala en los tres siglos de
debate historiogrfico transcurridos desde entonces?
Un debate entre caballeros
En el mismo siglo XVII, por lo menos luego de la ejecucin del rey, la opinin
articulada fue abrumadoramente negativa: por cada Milton que abrazaba el
Commonwealth [repblica] haba diez John Locke para quienes era "aquel gran loquero
que es Inglaterra". Para el primer historiador de la revolucin, Clarendon, los eventos de
mitad de siglo eran "La Gran Rebelin", y su significado poltico se defini como "Guerra
La palabra inglesa Commonwealth, literalmente "riqueza comn" o de manera ms histrica y etimolgicamente correcta "bienestar comn", proviene de una traduccin del trmino latino res publica, y por lo tanto en algunas pocas histricas, como en el siglo XVII, ha sido sinnimo de repblica. [N. de la T.]
Civil" e "Interregno".21 Ms tarde, los vencedores de 1688 sepultaron la sedicin de mitad
de siglo bajo lo que luego se llamara la interpretacin Whig de la historia. Delineada por
primera vez por un contemporneo a los hechos, el obispo Gilbert Burnet, los contornos
de esta perspectiva estn dados por los seis volmenes de sus memorias: solo un tercio
del primero est dedicado a los "problemas" previos a 1660, mientras que el resto detalla
la "tirana" de Carlos II y Jaime II y las "glorias" liberales de 1688-1689.22 En el siglo
siguiente, y aunque castigaba el "entusiasmo" destructivo de los puritanos, David Hume
reconoca paradjicamente que sin su asalto sobre el absolutismo la libertad balanceada
de 1688 no podra haber emergido. A finales de siglo, sin embargo, Edmund Burke,
aterrado de que el ejemplo de la Revolucin Francesa pudiera revivir las brasas an
calientes del entusiasmo ingls, enterr nuevamente a 1640-1660 bajo 1688 (sus famosas
Reflexiones son el realidad menos un anlisis de los eventos franceses que una
justificacin de la constitucin britnica).
El trabajo inaugural de la historiografa moderna de la revolucin britnica, la
Historia de Inglaterra de Macaulay, tom los nfasis del obispo Burnet, pero con la
satisfaccin de que la apuesta Whig por la Reforma de 1832 hubiera librado a Inglaterra
de cualquier cosa parecida al 1848 francs. Solo hacia el cierre de la era triunfante de la
estabilidad de la Inglaterra victoriana pudo S. R. Gardiner finalmente desenterrar con
seguridad la historia del entusiasmo puritano, e incluso subrayar su importancia para el
triunfo final de los valores Whig y de la grandeza nacional.23 An as, y tan tardamente
como en 1938, cuando el sobrino y heredero moral de Macaulay, G. M. Trevelyan, public
un libro llamado La Revolucin Inglesa, se refera a 1688-1689, no a 1640-1660, etapa a
la que se refiri en otra parte bajo el ttulo blando de Inglaterra bajo los Estuardo.24
21
Edward, conde de Clarendon, The History of the Rebellion and Civil Wars in England Begun in the Year 1641, Oxford, Clarendon Press, 1958. 22
Por supuesto l, como Lord Clarendon, estaba escribiendo el relato de un testigo. An as, su visin representaba el consenso nacional de la poca, cuando el peligro jacobino todava exista en Gran Bretaa. Vase Bishop Burnet, History of His Own Time, 2da. ed., 6 vols., Oxford, Oxford University Press, 1833. 23
Samuel R. Gardiner, History of England: From the Accession of James I to the Outbreak of the Civil War, 1603-1642, 10 vols., Londres, Longmans, 1883-1884; History of the Great Civil War, 1642-1649, 4 vols., Londres, Longmans, 1893; History of the Commonwealth and the Protectorate, 1649-1660, 3 vols., Londres, Longmans, 1897-1901. Vase tambin el apndice I. 24
George Macaulay Trevelyan, The English Revolution, 1688-1689, Londres, T. Butterworth, 1938; England Under the Stuarts, Londres, Methuen, 1904 (este quinto volumen de la Historia de Inglaterra sigui manteniendo el mismo ttulo a travs de muchas ediciones subsiguientes).
Sin embargo esta perspectiva era ahora un anacronismo, dado que la emergencia
del socialismo como movimiento de masas con el cambio de siglo haba ya comenzado a
dar frutos historiogrficos. El primer ejemplo notable provino de un miembro de la
Sociedad Fabiana y anglo-catlico, R. H. Tawney. En 1926, en su La religin y el ascenso
del capitalismo, us la tesis de Max Weber sobre la tica protestante para argumentar que
el puritanismo era realmente la matriz del capitalismo britnico, que esperaba fuese
pronto reemplazado por un socialismo tico inspirado en el cristianismo pre-puritano.25
Como poda esperarse, este socialismo blando pronto fue sobrepasado por izquierda por
la variedad ms dura definida por octubre de 1917.
As, en 1940, Christopher Hill, marxista y miembro del Partido Comunista britnico,
public el primer libro llamado simplemente La Revolucin Inglesa, sin adjetivos
calificativos. Con esto se refera primariamente a 1640-1660, y esta divisin de pocas
recin encontrada era para l la "revolucin burguesa" de Inglaterra,26 mientras que los
sectarios puritanos presagiaban al moderno proletariado -un par de ideas que por
supuesto podan rastrearse al Engels de la dcada de 1890.27 En resumen, bajo la
influencia del ejemplo ruso Hill hizo para los Levellers, Diggers y Ranters ingleses lo que
Lefebvre haba hecho algo antes para los campesinos franceses del siglo XVIII.28 Incluso
Trevelyan tuvo que sumarse a la nueva tendencia escribiendo una historia social de
Inglaterra, un tema que defini como "historia dejando afuera a la poltica".29 Y as la
erudicin en torno a la bicfala Revolucin Inglesa sigui durante el siglo XX tan de cerca
a la poltica contempornea que uno se siente tentado de corregir la mxima de Trevelyan
con el veredicto del historiador sovitico Mikhail Pokrovsky de que "la historia es la poltica
proyectada hacia el pasado".30
25
R. H. Tawney, Religion and the Rise of Capitalism: A Historical Study, Londres, J. Murray, 1926. Vase tambin su The Agrarian Problem in the Sixteenth Century, Nueva York, Burt Franklin, 1912. 26
Christopher Hill, ed., The English Revolution 1640: Three Essays, Londres, Lawrence & Wishart, 1940, "I. The English Revolution, by Christopher Hill". 27
Friedrich Engels, Socialism, Utopian and Scientific, Nueva York, New York Labor News, 1901. Vase tambin Eduard Bernstein, Sozialismus und Demokratie in der groen englischen Revolution, Stuttgart, J. H. W. Dietz Nachfolger, 1908. 28
Vase apndice II. 29
G. M. Trevelyan, English Social History: A Survey of Six Centuries: Chaucer to Queen Victoria, Londres, Longmans, 1942. 30
Pokrovsky, desde luego, se refera a la historia tal como la practicaban sus oponentes ideolgicos. Vase George M. Enteen, The Soviet Scholar-Beaurocrat: M. N. Pokrovskii and the Society of Marxist Historians, University Park, Pennsylvania State University Press, 1978, p. 33.
Esta perspectiva de lucha de clases sobre la revolucin lleg a su culminacin
despus de la Segunda Guerra Mundial, en lo que entonces era una Gran Bretaa
triunfantemente socialista, con la alguna vez famosa "controversia sobre la gentry". En
1941 Tawney radicaliz su posicin en un artculo titulado "The Rise of the Gentry, 1554-
1640" ["El ascenso de la gentry, 1554-1640"], que retrataba a estos caballeros del campo
como una burguesa rural preparndose para desafiar el viejo orden "feudal", una tesis
complementada en 1948 por el argumento de Lawrence Stone sobre el simultneo declive
de la aristocracia.31 El asunto se convirti en controversia en 1953, cuando Hugh Trevor-
Roper puso tanto a Marx como a Weber de cabeza en un artculo proclamando "The
Decline of the Gentry" ["El declive de la gentry"]. Su tesis era que los congregacionalistas
de Cromwell eran squires empobrecidos movidos por su odio hacia una monarqua
centralizadora y cara, sumado a la nostalgia por una Inglaterra ms simple que
supuestamente habra existido bajo Isabel I. Luego, en 1958, en un artculo titulado
"Storm over the Gentry" ["Controversia sobre la gentry"], ambos lados del debate fueron
demolidos por un irritable Whig del otro lado del Atlntico, Jack Hexter. Segn mostr,
Tawney y Trevor-Roper por igual haban basado sus generalizaciones sobre evidencias
tan escasas que no tenan sentido alguno: en realidad, parte de la gentry estaba en alza y
parte declinando, pero no exista ninguna correlacin entre cualquiera de ambas
tendencias y los alineamientos polticos concretos.32 En retrospectiva, esta disputa sobre
un problema inexistente, que involucr a algunos de los historiadores ms distinguidos de
este perodo, aparece como un casi cmico Wechselwirkung del presente en el pasado:
Clarendon y Burnet estaban claramente ms cerca del blanco.
Sin embargo el concepto de una Revolucin Inglesa domin testarudamente a la
historia de los Estuardo por otros veinte aos. Su exponente ms acabado fue Lawrence
Stone, ahora trasplantado a los Estados Unidos y sujeto (por una vez de manera
31
El trabajo de Lawrence Stone sobre este tema culmin en su The Crisis of the Aristocracy, 1558-1641, Oxford, Clarendon Press, 1965. El congregacionalismo es un sistema de gobierno eclesistico en donde cada iglesia es autnoma o "independiente". Algunos puritanos sostenan que solo una iglesia en donde los miembros se congregaran voluntariamente, y fueran evaluados por sus pares sobre sus creencias antes de ingresar a ella, sera una iglesia pura. Esta idea se contrapona fundamentalmente al ideal anglicano de una iglesia nacional obligatoria e inclusiva, gobernada por una jerarqua de obispos, pero tambin al modelo calvinista del presbiterianismo, en donde cada iglesia es gobernada por un grupo de ancianos elegidos, o presbteros, que responden a una asamblea a nivel regional o nacional, el presbiterio. [N. de la T.] 32
J. H Hexter, Reappraisals in History, Evanston, Northwestern University Press, 1961. De hecho, Hexter acepta alguna correlacin entre el independentismo y la "mera" gentry. Interjuego, interaccin, accin recproca. En alemn en el original. (N. de la T.)
provechosa) a la influencia de la ciencia social de la "staseologa".33 Y, por supuesto, las
condiciones sociales y econmicas continuaron siendo investigadas en una escala
impresionante, para gran beneficio de nuestro conocimiento. Pero la "revolucin
burguesa" gradualmente se fue desdibujando, e incluso Hill abandon la definicin estricta
de "gentry" como capitalistas rurales, para pasar a hablar de 1640-1660 como la etapa
que cre solamente las condiciones generales que ms tarde hicieron posible el
desarrollo capitalista.34
Por supuesto, eventualmente la historia social marxizante de mediados de siglo
sucumbi ante la reaccin del "revisionismo" poltico e ideolgico. Y tampoco se debi
este cambio solo al naufragio en trminos de evidencia de la revolucin burguesa;
seguramente debi algo a la prdida de lustre del socialismo britnico en casa y a la del
"socialismo real" en el exterior. El sentido de la particularidad histrica britnica se vio
claramente resaltado cuando el tricentenario de 1688-1689 coincidi con unos pocos
meses de diferencia tanto con el bicentenario de 1789 como con el colapso del
comunismo en Europa oriental.
La nueva historiografa fue inaugurada tempranamente en 1971 por la obra de
Conrad Russell La crisis de los Parlamentos: historia inglesa, 1509-1660, cuyo ttulo de
perfil bajo haba sido claramente elegido para evitar el trmino "revolucin".35 Sin
embargo, esto no implic una vuelta a la interpretacin Whig, porque los "revisionistas"
estaban en contra de todas las visiones teleolgicas de la historia britnica, de las
nacionales no menos que de las marxistas. En la visin revisionista, todo lo que quedaba
del drama del siglo XVII era una serie de crisis en la que el Parlamento, o ms
exactamente un parlamento, era no tanto una institucin como un acontecimiento. Fue
solo a travs de las vicisitudes de estas crisis, que se extendieron hasta el final del siglo,
como se decidi si el Parlamento sobrevivira para convertirse en el pilar de la constitucin
33
Lawrence Stone, The Causes of the English Revolution, 1529-1642, Nueva York, Harper & Row, 1972, y su "The English Revolution", en Robert Forster y Jack P. Greene, eds., Preconditions of Revolution in Early Modern Europe, Baltimore, John Hopkins Press, 1970. 34
Christopher Hill, "A Bourgeois Revolution?" en J. G. A. Pocock, ed., The Three British Revolutions: 1641, 168, 1776, Princeton, Princeton University Press, 1980. 35
Conrad Russell, The Crisis of Parliaments: English History, 1509-1660, Londres, Oxford University Press, 1971. Vanse tambin sus obras posteriores, The Fall of the British monarchies, 1637-1642, Oxford, Clarendon Press, 1991; Conrad Russell, ed., The Origins of the English Civil War, Nueva York, Barnes & Noble, 1973. Kenneth O. Morgan, ed., The Oxford Illustrated History of Britain, Oxford, Oxford University Press, 1984. Un buen resumen del estado del debate es el de G. E. Aylmer, Rebellion or Revolution? England, 1640-1660, Oxford, Oxford University Press, 1986.
britnica. Por lo tanto, lo que requera explicacin respecto de las controvertidas dcadas
de 1640-1660 no era el inicio de una revolucin sino los orgenes de la Guerra Civil. O, a
lo sumo, "revolucin" era reservado para el momento trasparentemente radical alrededor
de la ejecucin del rey en los tardos aos de la dcada de 1640.36 De esa manera el
revisionismo ha continuado hasta el da de hoy en lo que Russell llama una forma
"nominalista", alternando entre ataques anti-revisionistas y refinamientos neo-
revisionistas.
As que, cmo debe interpretarse "Revolucin Inglesa" aqu? Obviamente, tanto
el foco radical en 1640-1660 y el foco Whig en 1688-1689 son parcialmente vlidos. El
primero fue en verdad el movimiento ms sorprendente e intenso del siglo, y 1688 no
podra haber ocurrido sin l. Al mismo tiempo, la resolucin de la crisis abierta en 1640 no
lleg con la Restauracin en 1660, sino solo con la modesta rplica de 1688, que es por lo
tanto apropiadamente considerada como el momento fundacional de la poltica britnica
moderna y de su correspondiente mito nacional. Por lo tanto, teniendo en cuenta que
1688 es innegablemente el legado operativo del siglo, "Revolucin Inglesa" debe
entenderse aqu como comprendiendo la crisis completa de 1640-1660-1688.
En esta perspectiva, 1640-1660 fue en verdad un largo parntesis, una disrupcin
del desarrollo nacional, como lo sostiene la interpretacin Whig. Sin embargo, y as como
Hill y los marxistas fueron demasiado lejos al hacer de ese momento una revolucin
burguesa, tambin el revisionismo ha ido demasiado lejos al reducir 1640-1660 a una
mera "crisis de Parlamentos" volviendo entonces al inicio de la Guerra Civil en la mayor
incgnita a resolver. Para alguien no involucrado en este debate, Lawrence Stone en
1970 ofrece el correcto terreno intermedio: "El inicio de la guerra en s misma es
relativamente fcil de explicar; lo que es difcil de descifrar [es] por qu la mayor parte de
las instituciones establecidas del Estado y la Iglesia -Corona, Corte, administracin central
y episcopado- colapsaron tan ignominiosamente dos aos antes",37 una lista de bajas a la
cual luego se aadi el mismo Parlamento. Esto es ms o menos lo mximo que uno
puede hacer para desmantelar un orden europeo "tradicional". Ms an, es el primer
levantamiento europeo desde los husitas dos siglos antes en ir hasta extremos
36
Mark Kishlansky, A Monrchy Transformed: Britain, 1603-1714, Nueva York, Penguin, 1996. 37
Lawrence Stone, "The English Revolution", en Preconditions, p. 57. Otro propulsor de la idea de que el perodo de 1640-1660 fue verdaderamente una revolucin es Prez Zagorn, Rebels and Rulers, 1500-1660, 2 vols., Cambridge, Cambridge University Press, 1982; discute el caso ingls en el volumen 2, pp. 130-186.
comparables. De manera semejante, el drama ingls es el primer levantamiento europeo
al cual los participantes de todas las revoluciones subsiguientes conscientemente
remitieron sus acciones. Seguramente estas son credenciales suficientes para clasificarlo
como revolucin.
Sin embargo la formulacin de Stone debe ser enmendada por un problema final:
por qu los cambios cataclsmicos que reconoce dejaron un residuo tan pequeo en la
historia britnica? Como veremos despus, los principales herederos efectivos del
Commonwealth fueron los Padres Fundadores de los Estados Unidos. En Gran Bretaa
exista solo una tradicin semisumergida, aunque no insignificante, de radicalismo no
conformista. Su representante ms prominente es quizs el oponente de Burke, Thomas
Paine, quien tuvo que buscar su revolucin allende el Atlntico o a travs del Canal de la
Mancha. A esta lista podemos agregar a historiadores de mitad de siglo tales como Hill y
E. P. Thompson, quienes buscaron la suya en un espejismo moscovita en el exterior. En
casa se consolaron con sectarios del siglo XVII y obreros industriales anteriores a 1832,
protoproletarios que se perdieron de ser locomotoras de la historia, sin importar cunto
haya estimulado su descubrimiento al desarrollo de la historiografa.38
Y de qu se trataba la revolucin de largo plazo de 1640-1688? Aqu la tradicin
Whig, a pesar de toda su teleologa simplista y su maniquesmo remanido, lleg a meollo
del asunto. La revolucin en todas sus etapas se trat, primero, del asunto constitucional
de la relacin del Parlamento con el rey, o, como lo dijo Macaulay, de la transicin desde
"una monarqua mixta medieval a una monarqua mixta moderna." Concomitantemente (lo
que no quiere decir secundariamente), se trat de aquello que constitua la verdadera
doctrina cristiana y la organizacin eclesistica apropiada, temas que eventualmente
abrieron vistas hacia la tolerancia moderna. Cules eran las causas profundas de la
revolucin es otra cuestin, pero nadie puede discutir que estos dos temas fueron
aquellos por los que los contemporneos creyeron estar peleando.
38
E. P. Thompson, The Making of the English Working Class, Londres, V. Gollancz, 1963. Vase tambin el intento un poco falto de entusiasmo hecho por su esposa por mantener viva la esperanza: Dorothy Thompson, ed., The Essential E. P. Thompson, New York, New Press, 2001.
El marco
Si ha existido alguna incertidumbre sobre lo adecuado de considerar a la "Gran
Rebelin" inglesa como una revolucin, no puede haber ninguna duda sobre que la
temprana monarqua Estuardo constitua un Estado. Pero, qu clase de Estado? La
etiqueta habitual para el Estado europeo de la poca es "Nueva Monarqua", y los
ejemplos estndar son la Espaa de Fernando e Isabel, la Francia de Luis XI y la
Inglaterra de Enrique VII. Con respecto a esta ltima, la pregunta es si la Nueva
Monarqua Tudor puede ser adecuadamente llamada un absolutismo. Los Tudor
ciertamente lo crean: Enrique VIII luego de su separacin de Roma se refera a su reino
como un "imperio" e Isabel se refera a s misma como un "prncipe absoluto". An as,
gran parte de las opiniones posteriores, para las cuales el mito fundacional britnico es
una amalgama de afirmaciones nacionales desde la iniciativa de Enrique VIII en 1529
hasta la derrota final de las pretensiones absolutistas de los Estuardo en 1688, se ha
negado a aplicar la letra escarlata "continental" a sus predecesores. De hecho, sin
embargo, el rgimen que los Estuardo heredaron de los Tudor era tan absoluto como
cualquier otra organizacin estatal dinstica de la poca. La divergencia se desarrolla solo
en el siglo XVII, cuando la Nueva Monarqua en casi todas partes se desliz hacia un
absolutismo real, el ejemplo ms perfecto del cual fue por supuesto el Estado de Luis XIV
(o, como lo llamaba Macaulay, Lewis XIV), contra el cual se definieron los toques
culminantes del mito nacional britnico.39
Estos problemas quizs puedan dilucidarse mejor echando un vistazo a su longue
dure. La construccin estatal europea se hizo en tres etapas. Primero existi la
monarqua feudal consolidada de los siglos XII y XIII, en los cuales la pirmide de
vasallaje finalmente se convirti en una estructura de mando ms o menos efectiva,
aunque sin producir nada que se pareciera al poder directo del rey sobre el pas. Luego
existi la Nueva Monarqua del siglo XV tardo y de todo el siglo XVI, que lleg a
acercarse al gobierno directo a travs de la eliminacin o domesticacin de los grandes
magnates. Finalmente, en la primera mitad del siglo XVII lleg una nueva ola de
construccin estatal, en gran parte debida a la revolucin "militar" contempornea, que
39
Para un tratamiento inteligente, aunque a veces demasiado deliberadamente provocativo, del absolutismo britnico y extranjero, vase Nicholas Henshall, The Myth of Absolutism: Change and Continuity in Early Modern European Monarchy, Londres, Longman, 1992.
por fin produjo un Estado con control directo del territorio nacional y que por lo tanto
puede ser llamado inequvocamente moderno. Ms an, estos desarrollos fueron
acompaados por el de la idea de la existencia de un lugar supremo de autoridad, o
soberana, de la comunidad poltica, una idea formulada por Jean Bodin en 1576; y del
principio de la "razn de Estado" (ragion di stato), formulada en primer lugar por Giovanni
Botero en 1589, que haca del bienestar del poder soberano un fin en s mismo, liberado
de los lmites morales tradicionales. Es en el contexto de esta tercera etapa como debe
interpretarse a la poltica de los primeros Estuardo. Carlos I estaba en efecto tratando de
imitar a su cuado Luis XIV de Francia. Desafortunadamente para l, sin embargo,
careca de los recursos fiscales y militares de su modelo. En su sentido ms profundo, por
lo tanto, la Revolucin Inglesa se trat de una negativa a aceptar el modelo absolutista de
formacin estatal, y de construir una transformacin inevitable de la comunidad poltica
tradicional bajo el liderazgo parlamentario en lugar del real.
An as, esta transformacin no implic que el nuevo Estado ingls ya no fuera un
Antiguo Rgimen en el sentido amplio del trmino, como un orden tradicional o
Gemeinschaft. Ms an, ese Antiguo Rgimen sobrevivi en gran medida al siglo XVII, y
en realidad tambin a 1789-1815, para sucumbir a la modernidad solo entre la
Emancipacin Catlica de 1828 y la Ley de Reforma de 1832.40 Y vestigios del Antiguo
Rgimen todava permanecen en la monarqua, en la Cmara de los Lores, y en una
"Iglesia segn lo establecido por la ley".
As, Inglaterra era en muchos sentidos una sociedad de las dos espadas y los tres
rdenes, aunque estos ltimos estaban cortados por un patrn diferente al modelo
paradigmtico francs. El rey constitua el primer estado en s mismo; el segundo estado,
representado en la Cmara de los Lores, estaba compuesto por los pares y los obispos
del reino; el tercer estado, representado en la Cmara de los Comunes, se compona de
la gentry sin ttulo nobiliario y del elemento patricio de las ciudades. La Iglesia como un
todo no constitua un estado separado, aunque los obispos y el bajo clero se reunan,
separadamente del Parlamento, en una asamblea nacional eclesistica llamada
Convocacin. Inglaterra tampoco fue la nica en desviarse de la norma del paradigma
francs. En Suecia, por ejemplo, el campesinado formaba un cuarto estado, y en otras
Comunidad o colectividad. En alemn en el original. (N. de la T.) 40
J. C. D. Clark, English Society, 1660-1832: Religion, Ideology, and Politics During the Ancien Regime, Cambridge, Cambridge University Press, 2000.
partes pueden encontrarse an otras anomalas. Sin embargo, el punto central es que en
todas partes exista una jerarqua legal y corporativa.41
Pero qu hay de otras y ms importantes facetas de la excepcin inglesa, un
fenmeno que ha sido a menudo exagerado pero que es sin embargo bastante real? En
primer lugar, la famosa situacin insular de Inglaterra simplifica mucho el problema de la
defensa, no solo porque vuelve a una invasin difcil logsticamente, sino porque reduce el
costo de la defensa y por lo tanto la presin que los esfuerzos de guerra ejercen sobre las
instituciones estatales.42
Inglaterra era, adems, "una pequea islita unida", como lo dice el viejo clich. Ha
sido un reino unitario desde los tiempos de Alfredo el Grande en el siglo IX, y sus
fronteras mayormente acuticas no se han movido en ms de mil aos. Por contraste su
rival tradicional, Francia, se construy como unidad poltica a lo largo de un siglo y medio
a travs de incorporaciones al dominio real; e incluso entonces no consigui fronteras
estables en el norte y en el este hasta Luis XIV. De manera similar, en el otro extremo del
continente, los prncipes de Mosc construyeron un dominio para el zar por un similar
proceso secular de "reunin de las tierras rusas". Y todo esto adquiri una unidad
nacional estable recin en el siglo XIX.
Ms an, Inglaterra fue bendecida por la forma en que se introdujo en la matriz
institucional de los Estados europeos, el feudalismo. En lugar de tener que crear un
sistema semejante de orden relativo a partir de la cuasi anarqua del ao 1000, como
haba ocurrido del otro lado del Canal, el feudalismo fue introducido en el reino de una
sola vez por la conquista normanda de 1066. Y el feudalismo normando fue el ms
eficiente de Europa, el nico en el cual el rey era en verdad, y no solo tericamente, la
cumbre de