En el transcurso del año 1835 un criollo de apellido Bustos fue
reclutado en una leva para las montoneras
de Facundo Quiroga y llevado por la fuerza a
La Rioja.
Su mujer, María Antonia Deolinda Correa,
desesperada porque su esposo iba enfermo,
tomó a su hijo lactante y siguió las
huellas de la montonera
Dice la leyenda…Dice la leyenda…
…Siguió las huellas de
la tropa por los
desiertos de la
provincia de San Juan.
llevando consigo sólo
algunas provisiones de pan y charque y dos chifles de agua…
Cuando se le terminó el agua de los chifles,
Deolinda se estrechó a su hijito junto a su pecho; allí murió a causa de la sed, el hambre y el
agotamiento.
..Unos arrieros que pasaron luego por la zona al ver animales
de carroña que revoloteaban, se
acercaron y encontraron el
cadáver de Deolinda…
…su hijito seguía vivo,
amamantándose de sus pechos,
milagrosamente vivos!
Es la aparición nocturna de una luz brillante que
flota a poca altura del suelo.
Esta puede permanecer
inmóvil, desplazarse, o perseguir a
gran velocidad al aterrorizado observador…
Se identifica como un ‘”alma en
pena”, el espíritu de un difunto que
no recibió sepultura cristiana.
Ante un encuentro, se
recomendaba decir una oración y
luego morder la vaina del cuchillo;
como último recurso.
…Se las debía enfrentar con un arma blanca, ya que las armas de fuego resultaban
inefectivas.
Se trata de una criatura
acuática desconocida que vive en
el lago Nahuel Huapi.
Sale de los lagos de noche,
posee el cuerpo del tamaño de una vaca y deja huellas como de un pato gigante…
También dicen que el tal monstruo es
carnívoro, alimentándose muchas veces de las vacas…
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