ÍNDICE
DEDICATORIA.......................................................................................2
ÍNDICE....................................................................................................3
PRESENTACIÓN...................................................................................4
1.1. ASPECTOS CONCEPTUALES...................................................5
1.1.1. Definición de tuberculosis.................................................5
1.1.2. Breve recuento histórico....................................................6
1.2. MODO DE TRANSMISIÓN..........................................................8
1.3. SÍNTOMAS..................................................................................9
1.4. EVALUACIÓN Y DIAGNÓSTICO................................................10
1.5. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL...................................................13
1.6. TRATAMIENTO...........................................................................13
1.6.1. General.............................................................................13
1.6.2. Farmacológico...................................................................14
1.6.3. Manejo de reacción adversa a drogas..............................19
1.6.4. Indicaciones clínicas para tratamiento quirúrgico o
procedimientos invasivos..................................................19
1.6.5. Indicaciones clínicas para referir pacientes......................20
1.6.6. Indicaciones clínicas para hospitalización.........................20
1.7. PREVENCIÓN.............................................................................21
BIBLIOGRAFÍA.......................................................................................23
ANEXOS.................................................................................................24
PRESENTACIÓN
El siguiente trabajo monográfico que presentamos a
continuación titulado “La Tuberculosis”, ha sido desarrollado
luego de una exhaustiva y minuciosa investigación, esta
investigación consto en la revisión de material bibliográfico,
la consulta a páginas web en Internet.
Este trabajo tiene el objetivo principal de conocer a la
tuberculosis como se presenta en nuestra sociedad, para
eso empezaremos dando una pequeña definición: la
tuberculosis es una infección bacteriana crónica causada por
Mycobacterium tuberculosis que histologicamente se
caracteriza por la formación de granulomas. Habitualmente,
la enfermedad se localiza en los pulmones, pero puede
afectar prácticamente a cualquier órgano del cuerpo
humano.
Esperando que la siguiente monografía sirva de
referencia teórica para posteriores investigaciones, más a
profundidad, ya que este tema es muy amplio y complejo.
2
LA TUBERCULOSIS
I.1. ASPECTOS CONCEPTUALESI.1.1. Definición de tuberculosis
La tuberculosis (abreviada TBC o TB) es una enfermedad
infecto-contagiosa causada por diversas especies del género
mycobacterium, todas ellas pertenecientes al Complejo
Mycobacterium Tuberculosis. La especie más importante y
representativa es Mycobacterium tuberculosis o bacilo de Koch. La
TBC es posiblemente la enfermedad infecciosa más prevalente en
el mundo. Otras micobacterias como Mycobacterium bovis,
Mycobacterium africanum, Mycobacterium canetti, y
Mycobacterium microti pueden causar también la tuberculosis, pero
estas especies no lo suelen hacer en el individuo sano.
Al respecto de la definición Page et al. (1998, p. 12) afirman
que “la definición de tuberculosis es clara e inequívoca, el
organismo causante es conocido y bien comprendido y no hay
confusión originada por muchas presentaciones clínicas posible”.
En 1999 la OMS cifró en 3.689.833 nuevos casos de
tuberculosis en el mundo, aunque este organismo cifró en
8.500.000 casos totales con una tasa global de 141/100.000
habitantes. En el informe OMS de 2003 ,se estima en 8 millones
(140/100.000) de nuevos casos de TBC, de los cuales 3,9 millones
(62/100.000) son bacilíferos y 674.000 (11/100.000) están
3
coinfectados con VIH. La tuberculosis mantiene una prevalencia de
245/100.000 habitantes, y una tasa de mortalidad de
28/100.000.En el informe OMS de 2006[2] Se calcula que 1,6
millones de personas murieron por tuberculosis en 2005. La
tendencia epidemiológica de la incidencia de TBC sigue
aumentando en el mundo, pero la tasa de mortalidad y prevalencia
están disminuyendo (OMS-2003). Ataca preferentemente los
pulmones, pero puede también enfermar a otros órganos como lo
son los riñones, el hígado, la piel, meninges, etcétera. Es
precipitadamente más grave en los niños y ancianos, que pueden
morir por ella.
I.1.2. Breve recuento históricoLa historia de la tuberculosis es un tema apasionante. En
pocas enfermedades es posible documentar su estrecha relación
con la Historia de la propia humanidad como en la que nos ocupa.
Existen evidencias paleológicas de tuberculosis vertebral en restos
neolíticos precolombinos, así como en momias egipcias que datan
aproximadamente del año 2400 a.C.
Quizá la primera "cita bibliográfica" que podemos hallar en
relación a ella se encuentre en los libros de El Antiguo Testamento,
donde se hace referencia a la enfermedad consuntiva que afectó al
pueblo judío durante su estancia en Egipto, tradicional zona de
gran prevalencia de enfermedad.
En Europa se convirtió en un problema grave en el momento
en que el hacinamiento en los medios urbanos asociado con la
Revolución Industrial generó circunstancias epidemiológicas que
favorecieron su propagación. En los siglos XVII y XVIII la TB fue
responsable de una cuarta parte de todas las muertes en adultos
que se produjeron en el continente europeo (la palabra tuberculosis
ha sido uno de los grandes "tabúes" en la historia de la cultura
occidental).
4
El médico inglés Benjamín Martenl en, en su obra A New
Theory of The Comsumption fue el primero en aventurar que la
causa de la tuberculosis podría ser una "diminuta criatura viviente",
que, una vez en el organismo, podría generar los signos y síntomas
de la enfermedad.
Fue Robert Koch, en 1882, al utilizar una nueva técnica de
tinción, el primero que por fin pudo ver al "enemigo oculto". En el
año 1895 Wilhelm Konrad von Rontgen descubre la radiación que
lleva su nombre, con lo que la evolución de la enfermedad podía
ser observada.
Con el conocimiento del agente causante y el mecanismo de
transmisión proliferó la aparición de los famosos sanatorios, con los
que se buscaba, por un lado, aislar a los enfermos de la población
general interrumpiendo la cadena de transmisión de la enfermedad,
y por otro, ayudar al proceso de curación con la buena alimentación
y el reposo.
Pero no fue hasta 1944, en plena II Guerra Mundial, con la
demostración de la eficacia de la estreptomicina, cuando comienza
la era moderna de la tuberculosis, en la que el curso de la
enfermedad podía ser cambiado. En el año 1952 tiene lugar el
desarrollo de un agente mucho más eficaz: la isoniacida. Ello hace
que la tuberculosis se convierta en una enfermedad curable en la
mayoría de los casos.
La rifampicina, en la década de los 60, hizo que los
regímenes terapéuticos se acortaran de una forma significativa.
Estimación de Tuberculosis en el Mundo
5
Se produjo un descenso progresivo de casos hasta
mediados de los 80, en los que la irrupción del sida, la inmigración
desde países en los que la enfermedad es muy prevalente (no hay
que olvidar que la TB es un problema global de la humanidad, de
difícil solución con medidas de "fronteras adentro"), la formación de
bolsas de pobreza y situaciones de hacinamiento, el impacto en los
adictos a drogas por vía parenteral, junto con la escasez de
recursos sanitarios, han hecho de la TB un problema creciente, con
la adquisición y propagación epidémica de nuevos casos.
Todo ello ha llevado a una adherencia deficiente de los
enfermos a los tratamientos, con la aparición y diseminación de
cepas resistentes a los medicamentos. Parece que el futuro pasa
por el desarrollo de nuevos fármacos, pero sobre todo, y
principalmente, por aumentar fondos para programas de control
como se comenta en el siguiente apartado.
I.2. MODO DE TRANSMISIÓNSequeira de Latini (2008, p. 7) señala que “la transmisión de
los bacilos de la tuberculosis se produce casi exclusivamente por
medio de núcleos suspendidos en pequeñas gotas que son
expulsadas con la expectoración de las personas afectadas con
tuberculosis pulmonar”.
Una persona que respira el aire en que se encuentran
suspendidas secreciones respiratorias infectadas puede
contagiarse, pero para ello es necesario que la exposición a un
caso infeccioso sea cercana y prolongada, o repetida. En algunos
casos, el bacilo infectante puede invadir las mucosas o penetrar
por heridas en la piel.
El personal de salud está expuesto a contraer la enfermedad
al llevar a cabo ciertos procedimientos, tales como la broncoscopía
y la intubación, o incluso durante la necropsia de un paciente
infectado.
6
La tuberculosis extrapulmonar, a excepción de la laríngea,
generalmente no es transmisible, salvo por aquellos casos insólitos
en que se forma una fístula con secreción hacia el exterior del
cuerpo. Las personas con tuberculosis latente no suelen transmitir
la enfermedad.
Las bacterías de la tuberculosis se transmiten a través del aire
I.3. SÍNTOMAS:Las personas que tienen tuberculosis pueden tener algunos
o todos los siguientes síntomas:
Tos y expectoración por más de 15 días
Debilidad y cansancio constante
Dolor en el pecho
Fiebre
Pérdida de peso
Sudores nocturnos
Tos con sangre
Pérdida de apetito
7
I.4. EVALUACIÓN Y DIAGNÓSTICOa) Historia
1. Tos persistente (2 semanas); puede
ser productiva, especialmente si hay
enfermedad cavitaria.
2. Fiebre.
3. Pérdida de peso.
4. Astenia.
5. Hemoptisis.
6. Exposición a persona con tuberculosis
pulmonar (especialmente si el esputo
es positivo para BAAR).
7. Los niños y las personas con inmunosupresión o
inmunodeficiencia tienen alto riesgo de desarrollar
enfermedad grave o diseminada cuando se infectan.
b) Examen físico1. Con frecuencia es negativo.
2. Puede encontrarse estertores gruesos (roncantes).
3. Matidez a la percusión del tórax cuando hay efusión
pleural.
4. Signos de consolidación cuando ocurre neumonía
tuberculosa.
5. Sibilantes en lactantes con enfermedad endobronquial.
c) >Exámenes auxiliares1. Radiografía de tórax: Útil como ayuda diagnóstica y para
evaluar la extensión de la enfermedad pulmonar; algunos
expertos consideran que no es imprescindible en
pacientes con baciloscopía positiva en quienes no se
sospecha complicaciones; puede mostrar:
a. Imágenes cavitarias, especialmente en los ápices.
8
b. Infiltrados múltiples, especialmente en enfermedad
avanzada o cuando hay diseminación broncógena.
c. Infiltrados retículo–nodulares bilaterales en
tuberculosis miliar.
d. Derrame o engrosamiento pleural.
e. Consolidación con cavitación (especialmente en
lactantes o personas con inmunodeficiencia) o sin
ella.
f. Adenopatía hiliar y/o complejo primario,
especialmente en niños, que puede acompañarse de
atelectasia o enfisema distal a la misma cuando hay
obstrucción de vía aérea por compromiso
endobronquial.
2. Prueba de tuberculina (PPD): La prueba positiva indica la
presencia de infección, pero no es evidencia de
enfermedad ni de inmunidad; se considera positiva
cuando la induración es ³ 10mm; en personas
inmunodeficientes se considera positiva si la induración
es ³ 5mm; las pruebas de punción múltiple no son
confiables; esta prueba es especialmente útil en niños; su
utilidad en adultos es discutible debido a la alta
prevalencia de infección (no necesariamente reciente y
por lo tanto de bajo riesgo) en la población adulta.
3. Tinción de Ziehl-Neelsen en muestras de esputo o
líquidos corporales: Para identificar BAAR; esta prueba
es sencilla, rápida, de bajo costo y permite una gran
aproximación diagnóstica, sin embargo, no permite
discriminar M tuberculosis de otras micobacterias; es
sensible en enfermos con tuberculosis pulmonar cavitaria
y en menor grado en enfermos con consolidación, pero
es poco sensible en personas con adenopatía hiliar,
tuberculosis miliar o pleural; está indicada en toda
9
persona en quien se sospecha cualquier forma de
tuberculosis pulmonar.
4. Cultivo de esputo o líquidos corporales: Es más sensible
que la baciloscopía; especialmente cuando no hay
enfermedad cavitaria o hay cavernas pequeñas (< 2 cm);
permite distinguir M tuberculosis complex (M tuberculosis,
Mycobacterium bovis y Bacilo de Calmette–Guérin) de
micobacterias no tuberculosas; y además permite evaluar
resistencia a drogas, con fines tanto clínicos como
epidemiológicos; está indicado en quienes tienen
sospecha de tuberculosis pero la baciloscopía es
negativa, en quienes tienen sospecha de resistencia por
recaída, abandono de tratamiento o exposición a una
persona con tuberculosis resistente (debe hacerse
además estudios de sensibilidad antibiótica) y, por
razones epidemiológicas, en cualquier persona con
tuberculosis o una muestra aleatoria de las mismas.
d) Clasificación1. Exposición a tuberculosis: Si la persona ha compartido
ambientes con algún enfermo con enfermedad pulmonar;
la exposición pone a la persona en riesgo de infección; el
riesgo es mayor si el contacto es estrecho y/o prolongado
(p.ej., si comparten la habitación) o si el enfermo elimina
una gran cantidad de bacilos al ambiente.
2. Infección tuberculosa: Demostrada por prueba de
tuberculina positiva.
3. Tuberculosis activa o enfermedad tuberculosa o
tuberculosis: Hay evidencia de enfermedad clínica y/o
radiológica con identificación del micro–organismo; en
ocasiones el diagnóstico se hace sin confirmación
10
microbiológica, basado en la evolución clínica y en la
respuesta al tratamiento.
4. Tuberculosis cicatricial: Cuando se encuentra imágenes
radiológicas con fibrosis o calcificación, que no cambian
en el tiempo, en ausencia de identificación del micro–
organismo.
I.5. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL Enfermedad pulmonar
obstructiva crónica.
Bronquitis aguda.
Micosis pulmonar.
Enfermedad pulmonar causada
por micobacterias no
tuberculosas.
Actinomicosis.
Neumonía.
Asma.
Fibrosis quística.
Neoplasia maligna pulmonar.
Otras enfermedades pulmonares o con compromiso
pulmonar (p.ej., sarcoidosis, histiocitosis, espondilitis, artritis
reumatoide).
Neumonía por Pneumocystis carinii.
I.6. TRATAMIENTOI.6.1. General
1. No se necesita medidas terapéuticas especiales; suele
recomendarse una alimentación adecuada y actividad
física moderada.
11
2. No es necesario ni práctico aislar al paciente que es
tratado en forma ambulatoria; el control de contactos es
un método de control de transmisión más efectivo.
I.6.2. FarmacológicoEl tratamiento implica el uso de drogas anti–
tuberculosis y, en ocasiones, de corticoides; las drogas
antituberculosas se administran, en lo posible, juntas y una
sola vez por día.
1. Exposición a tuberculosisa. Indicada para niños, individuos con inmunodeficiencia
o que reciben terapia con corticoides sistémicos que
conviven con enfermo.
b. En estos casos se indica profilaxis con isoniazida
(INH) 5 – 10 mg/kg/día hasta que se pueda descartar
infección en el niño.
c. Se descarta la infección si el niño tiene prueba de
tuberculina negativa tres meses, después que el
enfermo empieza tratamiento, siempre y cuando haya
mostrado buena respuesta al mismo; no se puede
descartar infección en individuos anérgicos.
12
2. Infección tuberculosaa. Está indicada la profilaxis con INH (5 – 10mg/kg/día,
dosis máxima diaria de 300mg) por un mínimo de seis
meses en niños, personas gastrectomizadas, en
tratamiento con corticoides sistémicos o con infección
por virus de inmunodeficiencia humana.
b. En poblaciones donde la prevalencia de infección
tuberculosa es baja, se recomienda profilaxis en
personas infectadas menores de 35 años sin
enfermedad hepática crónica; sin embargo, esta
recomendación no resulta práctica en poblaciones
con alta prevalencia de infección.
3. Tuberculosis (activa)a. El tratamiento es siempre con drogas múltiples y por
tiempo prolongado.
b. El tratamiento debe ser directamente supervisado (en
boca).
c. La elección del esquema terapéutico depende de: i)
Historia de tratamiento previo o exposición a un
enfermo con tuberculosis resistente; ii) carga bacilar; y
iii) gravedad de enfermedad.
d. En persona con baciloscopía positiva para BAAR, el
tratamiento de elección empieza con una primera fase
en que se administra cuatro drogas (INH, rifampicina–
RIF–, pirazinamida –PZA– y etambutol–EMB–) a ser
administradas por dos meses, seguido de una
segunda fase con dos drogas (INH y RIF) hasta
completar seis meses (Tabla 1).
e. En personas con baciloscopía negativa, se indica un
esquema con las mismas drogas pero con una
segunda fase de tres meses (Tabla 1).
13
Tabla 1. Esquemas de tratamiento de tuberculosis (activa)
Indicación Primera fase Segunda fase
Tuberculosis pulmonar
BK (+) y extrapulmonar
con gran población
bacilar
Isoniazida
Rifampicina
Pirazinamida
Etambutol o Estreptomicina
Diario x 8 semanas
Isoniazida
Rifampicina
Bisemanal x 16 semanas
Tuberculosis pulmonar
BK (-) y extrapulmonar
con población bacilar
pequeña
Isoniazida
Rifampicina
Pirazinamida
Diario x 8 semanas
Isoniazida
Rifampicina
Bisemanal x 12 semanas
Tabla 2.Drogas antituberculosas de primera línea
Nombre Dosis diaria en mg/kg(dosis máxima en mg)
Dosis bisemanal en mg/kg(dosis máxima en mg)
Adulto Niño Adulto Niño
Isoniazida
tabletas x 100 y 300mg
5
(300)
5 – 10
(300)
15
(900)
15 – 20
(900)
Rifampicina
cápsulas x 300mg
10
(600)
10
(600)
10
(600)
10 – 20
(600)
Pirazinamida
tabletas x 500mg
15 – 30
(1500)
15 – 30
(1500)
40
(4000)
40 – 70
(4000)
Etambutol
tabletas x 400mg
15 – 25
(1200)
15 – 25
(1200)
40 50
Estreptomicina
ampollas
15
(1000)
15 – 20
(1000)
(1000) (1000)
14
Tabla 3.Programación de medicamentos para el esquema estandarizado.
MEDICAMENTO PRESENTACIÓNNÚMERO DE
DOSISREQUERIMIENTO
Kanamicina Ampolla x 1 gr. 225 225 ampollas
Pirazinamida Tabletas x 500 mg. 450 1575 tabletas
Etambutol Tabletas x 400 mg. 450 1575 tabletas
Ciprofloxacina Tabletas x 500 mg. 450 1350 tabletas
Cicloserina Tabletas x 250 mg. 450 1350 tabletas
Etionamida Tabletas x 250 mg. 450 1350 tabletas
4. Tuberculosis cicatriciala. No está indicado el tratamiento.
b. Si la persona no ha sido tratada previamente, debe
recibir profilaxis, porque tiene un riesgo relativamente
alto de reactivación.
5. Abandonoa. Si la persona abandonó el tratamiento antes de
terminarlo y empieza tratamiento nuevamente.
b. Estos individuos tienen un riesgo discretamente
mayor de presentar resistencia que los que reciben
tratamiento por primera vez.
c. El esquema de tratamiento debe ser decidido por el
especialista.
6. Recaídaa. Es la reaparición de enfermedad, después que el
enfermo ha completado un curso de tratamiento y ha
sido considerado "curado".
b. Hay un riesgo elevado de resistencia a drogas.
c. Debe hacerse cultivo.
15
d. El nuevo esquema debe ser elegido por el
especialista y debe ser modificado de acuerdo al
resultado de resistencia antibiótica.
7. Falla del tratamientoa. Es la ausencia de mejoría clínico–radiológica, con
persistencia de baciloscopía y/o cultivo positivo,
después de tres meses de tratamiento o
empeoramiento antes de los tres meses.
b. Debe considerarse que el paciente tiene tuberculosis
resistente hasta que se demuestre lo contrario.
c. El nuevo esquema debe ser elegido por el
especialista y debe ser modificado de acuerdo al
resultado de resistencia antibiótica.
8. Profilaxis en personas infectadas expuestas a enfermos con tuberculosis resistente probable o confirmada:a. No existe un esquema que haya demostrado eficacia
en esta situación.
b. El esquema debe ser individualizado y elegido por el
especialista.
c. El esquema debe incluir al menos dos drogas que el
caso índice no haya recibido o aquellas a las cuales
sea sensible.
3. Debe usarse corticoides sistémicos en las siguientes
situaciones:
a. Tuberculosis pulmonar con insuficiencia respiratoria
aguda.
b. Meningitis tuberculosa.
c. Pericarditis tuberculosa en fase efusiva.
16
d. Reacción adversa a drogas por hipersensibilidad con
compromiso sistémico.
e. Tuberculosis endobronquial con obstrucción clínica de
vía aérea.
I.6.3. Manejo de reacción adversa a drogas1. El uso de drogas múltiples y por tiempo prolongado se
asocia a un riesgo de reacciones adversas de 1.28%
[PCT, 1995].
2. Las reacciones adversas más frecuentes son cutáneas,
digestivas y hepáticas.
3. Las reacciones cutáneas sin manifestaciones sistémicas
pueden ser manejadas con tratamiento sintomático, sin
necesidad de suspender el tratamiento.
4. Las reacciones cutáneas con manifestaciones sistémicas
(fiebre, dificultad respiratoria, ictericia) o con compromiso
de mucosas deben ser referidas a la brevedad posible
después de haber suspendido el tratamiento.
5. Las reacciones gastrointestinales (nausea, vómitos, dolor
abdominal) pueden ser debidas a gastritis o a hepatitis; la
presencia de hepatitis implica suspender el tratamiento y
referir para manejo por el especialista.
I.6.4. Indicaciones clínicas para tratamiento quirúrgico o procedimientos invasivos1. Neumotórax: puede requerir toracotomía de drenaje.
2. Derrame pleural: requiere toracocentesis diagnóstica y
biopsia pleural.
3. Tuberculosis resistente localizada: puede requerir
lobectomía.
4. Sospecha de tuberculosis endobronquial: puede
documentarse mediante broncoscopía.
17
5. Micosis (aspergiloma).
6. Hemoptisis masiva.
I.6.5. Indicaciones clínicas para referir pacientes1. Duda diagnóstica.
2. Sospecha de tuberculosis resistente por cualquiera de las
siguientes causas:
a. Falla terapéutica: Ausencia de mejoría clínico–
radiológica, con persistencia de baciloscopía y/o
cultivo positivo, después de tres meses de
tratamiento.
b. Recaída: Reaparición de enfermedad, con cultivo
positivo, después que el enfermo ha completado un
curso de tratamiento y ha sido considerado "curado".
c. Abandono: Si la persona abandonó el tratamiento
antes de terminarlo y empieza tratamiento
nuevamente.
d. Infección o enfermedad en persona expuesta a
enfermo con tuberculosis resistente.
3. Reacción adversa a drogas con compromiso sistémico.
4. Infección concurrente por VIH.
I.6.6. Indicaciones clínicas para hospitalización1. Hipoxemia o insuficiencia respiratoria.
2. Neumotórax.
3. Meningitis tuberculosa.
4. Pericarditis tuberculosa.
5. Distensión abdominal.
6. Hemoptisis masiva.
7. Infección sobreagregada.
8. Poliserositis.
9. Desnutrición severa.
18
10. Inmunodeficiencia (hepatopatía, diabetes mellitus,
infección por VIH o SIDA).
11.Reacción adversa a drogas con compromiso sistémico.
I.7. PREVENCIÓN
Realización de Charlas para la Prevención de la TBC
a) Diagnóstico precoz y tratamiento de la tuberculosisLa medida preventiva más eficaz es evitar el contagio.
Esto se logra eliminando las fuentes de infección presentes
en la comunidad a través de la detección, diagnóstico precoz
y tratamiento completo de los casos de Tuberculosis
Pulmonar con Baciloscopía Positiva (BK+).
b) Vacunación BCGLa vacuna BCG se aplica a los recién nacidos y una
revacunación a los seis años. Con esta vacuna se protege al
niño contra las formas graves: Meningitis Tuberculosa y
Tuberculosis Miliar
c) QuimioprofilaxisConsiste en la administración diaria de Isoniaciada (H)
5 mg/kg /día durante seis meses, a los contactos
examinados menores de cinco años de los pacientes con
Tuberculosis Pulmonar con Baciloscopía Positiva (BK+).
19
La quimioprofilaxis disminuye el riesgo de desarrollar
la enfermedad en los niños infectados.
d) Educación para la saludEstá dirigida al enfermo, su familia y a la población en
general. El objetivo es reducir la transmisión de la
enfermedad en la comunidad.
El contenido de la educación está orientado a:
- Que los sintomáticos respiratorios acudan a los
servicios de salud.
- Que los enfermos reciban tratamiento completo y
supervisado.
- Que los contactos sean examinados por personal de
salud y que los niños menores de cinco años,
contactos de pacientes con Tuberculosis Pulmonar
con BK (+), reciban quimioprofilaxis.
- Que los pacientes no abandonen el tratamiento.
- Que la comunidad organizada se interese en el
problema de la Tuberculosis y forme comités de
Vigilancia Comunal.
20
BIBLIOGRAFÍA
Accinelli, Félix y Jave, O. (1997) Lineamientos para el manejo del
paciente con tuberculosis multirresistente. IX Seminario Nacional
de Tuberculosis. Enfermedades del Tórax.
Dirección General de Salud Pública (1999) La Tuberculosis: Un Problema
de Salud Pública. Madrid: Consejería de Sanidad y Servicios
Sociales.
Ministerio de Salud del Perú (1995) Programa de Control de Tuberculosis.
En: Programa de Control de Tuberculosis. Lima: Ministerio de
Salud.
Page, Clive et al. (1998) Famacología integrada. España: Editorial
Elsevier.
Sequeira de Latini, María y Barrera, Lucia (2008) Manual para el
diagnóstico bacteriológico de la tuberculosis: normas y guía técnica
—parte I: baciloscopia. USA: Editorial Organización Panamericana
de la Salud.
www.tuberculosis.minsa.gob.pe
www.tbc/erradic/mund.com
21
ANEXOS
22