7/23/2019 Moulian, T - Chile Actual (81-123)
http://slidepdf.com/reader/full/moulian-t-chile-actual-81-123 1/22
productivista-consumísta
La crisis dd modelo primario exportador basado en el salitre,
que abarcó toda la década del veinte, acumulada con la crisis del
capitalismo mundial de los años treinta, crearon condiciones para
un giro del desarrollo capitalista chileno. Este viraje tornó la forma
de una profundización de
la
industrialización.
El
proceso
se
consolidó desde
fines
de
los
treinta,
al
estabilizarse
el
orden político
al producirse el triunfo de una coalición industrializadora.
En ese entonces la intervención estatal fue el camino a la
mano, el único, para proyecto industrializador, por tanto la
manera
pt'JITTEleJcmodcrnizar el
atrasado capitalismo chileno.
El
modelo del mercado libre y de la econom
í
a abie
r
ta no hab
í
a serv do
para enfrentar l as tareas histó ricas que estaban a la orden del día
Mod
i
f icar s i
tu
ac i
on
es estruct
ur
a
le
s con ta
nt
a fuerza ine
rcia
l
r
e
quería grandes
do
sis d
e
voluntad política de
en
ergía est
at
a l.
E sta volu
n
tad debió actuar, durante
u
n
ti
empo
pro
longado, e
n
con
tra de tend
en
c
i
as
his
tóri
cas
ant
er
ior
es
pro
c
ura
n
do
crear
,
más
bien invent ar, condiciones para el desarrollo
in
d
u
str al
e
n
u
n país
perif
ér
ico con un mercado n
atur
a l
pequ
eño. Fue necesario ir a
c
ontracorri
e
nt
e de l
as
fo
r
mas
clásicas de d
e
sarro
ll
o
cap
it
a l
is
t
a
de
la época, con su
moda
lidad de divi
s
ión inte
rnac
onal de
l
trabaj
o
:
econ
om
ía aberta, exportadora de productos natura
e
s
d
e escaso
Capítulo
Tercero
Paraíso del consumidor
7/23/2019 Moulian, T - Chile Actual (81-123)
http://slidepdf.com/reader/full/moulian-t-chile-actual-81-123 2/22
83
2
¡1 0 /f/irns
R 1u
íl
/i.CU Mal
f
n s
IS
/\/
J{) ... c}
¡
J
c«,
27J 247.
de bienestar existente en los países desarrollados, con una lógica
distinta.
En los
países centrales
el
tipo de Estado correspondía más
a las necesidades ideológicas de la integración social-política, que
a las necesidades económicas internas de la reproducción del
modelo induslrializadur,
o
que a la dependencia absoluta del
mercado interno,
ya
que
la
produccci(m tenía salidas externas
sigriificativas.
La
matrizpopulista.favoreció
la
mantención de condiciones
de consumo global sostenido en economías de dimensiones
pequeñas
y
condiciones
cíclicas.
La instauración
de esa
matriz en
un país corno Chile revela que los intereses
d e
fas clases dominantes
la industrfálización tenían algunos puntos comunes con los
intereses de· las.clases .. dominadas. Una parte signíficativa del
m e r c a d o
interno estaba constituida por los ingresos de la fuerza
de trabajo urbana, conectada directa o indirectamente, con la
industrialización. Dentro del total de esos ingresos segmento
correspondiente
a
los asalariados, empicados u obreros, era muy
significativa. Por
tanto,
la
magnitud
de la
demanda
y la
regulación
de los ciclos críticos dependía, en parte importante, del nivel de
los salarios. El alza nominal de éstos era una válvula de escape
usada para salvar
las foses
depresivas.
La
solución distributiva
correspondía, a menudo, a las presiones conjuntas
de
industriales
trabajadores.
El car
á
cter
mis
tificador de la estrategia populista se ponía
en ev
idencia e
n la
ma
nera
c
omo los
empr
esarios se re
sa
rcían d
e
l
a
lz a
de
lo
s c
o
sto
s
de
p
roducci
ón. En v
ez
de intenta r
a
fronta
rl
os a
través de
m
enores gananc
i
as o de mej
or
as margina les de g
es
tión
o
productivida
d los
ca
r
ga
b
a
n sobre
l
os pre
ci
os La soluci
ó
n
negoc i
a
da d
e
c < l : ~ .~ _ c
rj
s i~ _ d_epr
es
i
_ya
relanzaba
el cí
rculo vicioso de
la inflaci
ri
\h
íl
~ -,
valor agregado e importadora de bienes manufacturados y con
una mentalidad fuertemente arraigada en las clases dirigentes que
no habían mellado las sucesivas crisis capitalistas. Sin un papel
activo e intensivo del Estado en la protección fomento de la
industria, este nuevo desarrollo
no
hubiese sido posible.
La consecuencia más importante la modalidad
proteccíonistádé la industrialización ftte con_finamil'nto c1_1
mercado
internó."
Una
industriallzndórrprottrg1da puede evitar
sostenerse. e r i lá competencia; orr-Ia-adquiaición de -vcntajas
comR~ta_f.ivas,-e<:JñseguTdasa través de la innovación te.á1<51ógica,
la capacidad empresarial o la productividad de la manq de obra.
Pero la resultante es entonces un círculo vicioso, donde los altos
aranceles proporcionan un mercado interno cautivo, sobre la base
de restringir los incentivos para aventurarse en los mercados
externos; sobre la base de capturar a la industrialización dentro
de un espacio económico cerrado, cuya magnitud es~áde.finida
por el tamaño demográfico los ingresos de los sectores implicados
en el proceso industrializador sobre la base de fomentar en los
empresarios una mentalidad monopolista y preberrdaria.
Por estas circunstancias, la relación entre esa forma del
desarrollo capitalista la política generaba una matriz populista.
Como es sabido el populismo utilizó las ventajas sociocconórnicas
como modalidad de incorporación de los sectores populares al
si
st
ema de d
om
inación.
E
l populi
s
mo es di
ferent
e a veces
a
ntit
é
ti
c
o con lo
p
opul
a
r.
E
sta última op
c
ón
s
e ju
e
g
a
por una
política de aut
o
nomía
mi
entras
gu
e
po_ p
uli~ rno representa ~na
estrate
g
ia de i
n
tegración de des
p
erftlarn enlo de l conflicto
clasista
Pero lo
a
nte
rior
no
signif
ica que el
populisrno
no produjera
efe
ct
os en la modalidad
d
e
a
c
umul
a
ci
ón ca
pitali
sta o
qu
e
é
s
to
s
fueran puramente funcional
e
s. La relación es compl
e
ja
Por una parte, la matriz
po
pulista constriñó al ca
pitali
smo a
o
rganizarse corno
s
o
cial-c
a
pitalismo , una forma débil d
e
l
Est
a
do
7/23/2019 Moulian, T - Chile Actual (81-123)
http://slidepdf.com/reader/full/moulian-t-chile-actual-81-123 3/22
85
4
far 1966 rl l'C J [ue rn
y
e
l (
1 1 1
/ia r
1 1 1 1 1 1
ri
•
mci
m
1 c s r
e 1 1 l
l 's (el cuo t i 1 1 c / 1 1 y e In rilo s uto rios y s 1 ie/dn s) 1 1 1 1 1 0 1 1 1 1 promedio de 23 .1 4
e
11
Sm1li
ns
o Mio
fil 1 1 1 / l n8C
E
CON
OM/UlS SOCIJ\LES C ii l ~,
i
a/
1
11 0
1
/r
J fl
gobiernos débiles
o
ideológicamente comprometidos. Hay que
entenderla más bien como un mecanismo proceso de
acumulación de ampliación de los niveles de ganancia de los
empresarios, quienes aprovechaban los aumentos de salarios para
realizar más
fácilmente
sus
stock o
para aumentar sus volúmenes
de producción, absorbiendo, de paso, los mayores costos de la mano
de obra a través de la inflación. En t~~loque ocurría que
tipo
de indust_riali?<l~Í.Q~1_g~ l_e_:r;~~-~.<;Q.II P~~~~iliza~ión no pactada
de intereses
en tre
trabajadores y.empresarios.manufactureros.
Ello
efectivamente riicj¡;;_~b~~l.m~rn~~-<f :m.~~?.ra
los
sindicalizados
y
aumentaba
la ? ~ . s i ~ i _ l , i . ~ a . ~ . .
8~E ~~~-T"eii tal a ' T I I B demandas
laborales o sociales de esos trabajadores organizados.
En consccumkia·er~i~~¡;;;;~~~opulista
no
provenía
en
exclusiva
d e la presión popular ni representaba la simple instalación de un pacto
corporativo. Fue, más bien, un dispositivo interno del tipo de
desarrollo capitalista. En las condiciones de una industrialización
reclusa
constituía una manera de ajustar
los ciclos
reiterados de
subdemanda que
afectaban a industriales
y
a comerciantes. Una
forma
en ocasiones eficiente, como se demuestra en el análisis de los años
1966 en los cuales se juntó alto crecimiento del PGB, alza de
remuneraciones
reales bajo
desempleo (6. 1J.
El
Chile que emergió de
la
triple crisis de
las tres
primeras
déc
adas dC I siglo (derrumbe del mode lo prima
rio-
exportador,
cr
isi
s
capita lis ta m
undia
l
i
ngobernabilidad política) est
u
vo
caracterizado por lo guc Pinto denominó una
as
ncronía en
t
re
d
esarro
llo
polític
o d
esarrollo ec
onómi
co Una de
l
as
principaes bases de
es
e desarrollo desig
u
a fue e predomi
n
io
Además~F-Q.J.í.t.ica .distributiva aparecía. corno s~li.da
indispensable porque estaba fracturado
el
mercado interno,
uruco
ámbito de-realización del válor incorporado en las mercancías
industriales, Las-relaciones sociales de producción existentes en
el campo· eran de carácter precapitalista. Entre otras cuestiones,
esto significaba una
semimonctarización
del salario,
lo cual
afectaba a una masa importante de la fuerza de trabajo. Esa fuerza
de trabajo rural, con salarios en parte pagados
en
es~ecies
medianías, estaba confinada a una economía de autosubsistcncia
o a
satisfacer sus demandas en
el
mercado del artesanado rural.
Accedían poco al mercado urbano para su compra de vestuario,
calzado, bienes alimentarios o bienes de consumo durable.
Esta fractura, al empequeñecer el mercado potencial de la
industria,
¡~;~-~~cTa-ra.--cápaClaaa-negodadora
de
los
asalariad
os
urbanos .. La matriz.popitlisti-ffuhciónaba sobre la base de garantizar
la ganancia empresarial con el puro potencial de demanda del
mercado interno urbano. Se sustentaba, entonces, sobre una
desigualdad campo-ciudad, sobre un e~pequeñe~imiento
decisional-político y no natural del mercado interno nacional. Ese
mismo hecho tenía un efecto: aumentaba la mutua dependencia
entre empresarios industriales asalariados de la rama. Por tanto
su signifícación objetiva era la de acentuar síndrome populista.
No obstante, atribuir el estancamiento de la industrialización
en Chile alproblema ú
ni
co de las
dimens
iones «
s
ocia
le
s» del mercado
in
t
erno no consti
tuy
e un análisi
s
compl
e
to . Es necesario a t : , > " T
c
gar, por
lo m
e
nos, el
e
fecto de
la
depend
e
ncia
ext
e
rna e
n m
a
ter
i
as de prop
i
edad
comer
cia
lización
d
e las materias prmas
bá
sicas ta~b
i
é~
la
s
co
nsecuencias de la mentalidad rentística de los empresanos . Estos
e
n vez
d
e
i
nnovar,
de
arr
i
esgar
,
o
de ap
li
ca
r
e
s
trategias
de
l
argo plazo
se
conformaban c
on
expotar
la
ca
n
te
ra
de
la
demanda
cautiva y con
refugiarse
de
os
r
i e
sg
os
de
trás de los subsi
d
ios y prebendas
e
sta ta les .
A su vez, parcia l como
exp
licación, la afirmación de que la
matriz populista sería la resultan
t
e
d
e p
re
siones
sa
lar
a
les
s
obre
7/23/2019 Moulian, T - Chile Actual (81-123)
http://slidepdf.com/reader/full/moulian-t-chile-actual-81-123 4/22
8 7
6
65
OFFE , Cla
tt
s
: CONTR
AD
I
CC
IONE S ...
O
l' C
l
I
, fil · 10 6 11
6
Esas
lógicas
se pued.~ sintetizar, aunque sea
en
forma
apretada, en tres hipótq ;: ~la existencia de una base para una
convergencia de intereses Ci1tre empresarios industriales fuerza
de
trabajo industrial, que juntos presionan en
ciertas
coyunturas
a]
aumento de la demanda vía alzas de salarios, desatendiendo los
inflac ionarios, lo que se
h
a
d
enominado «
m
a triz populista» ;
b) él p
a
pe
c
entra l del régimen político democrát i
c
o
, e
n lento tránsito
de
una de
m
oc
racia elitaria él una
democracia moviliz
a
da
, c
omo
fact
o
r de
int
egración corporati
v
a de intereses organizados y
s
im
bó
lica de sectores
sociale
s subordinados a l sistema capit
ali
sta;
ca
ráct
e
r del
n:
od
c
lo
d
e
rc
fr
e
se
1
t
ación
~olít
ica
:.
c
omp~
e
sto
por extremos
« c las
st
a
s
»
y p
a
rtidos
inte
rmedio
s
« ca
t
ch
a
ll
»
. Ese
c
o
njunto tle f~
t
< J t'
e. t
( econom
ía
capitali
sta tan
d
ébil, debió
hace
rse c
a
rgo de un E s ta
d
o social.
De
sde 1973 y especialmente d
esd
e
1
975, en marco de una
e
co
nomí
a ab
ier
ta
co
n re
du
cción bastante drástica rápida de
las energías de cambio de una izquierda clasista y de un centro
reformador.
De hecho, todos
los
proyectos reformistas de
la
década
del
cincuenta sesenta no plantean otra cosa que la culminación del
proyecto de modernización industrializador. Aún aquellos que se
inscriben en una perspectiva más liberal respecto al comercio
exterior que proyectan buscar caminos de diversificación
exportadora,
lo
hacen en un esquema gradualista
y sin
debilitar
el
papel incentivador contralor del Estado. Existe una fuerte
conciencia de economía débil que tiene que sostenerse en apoyos
«artificiales», Runque mistifica la fortaleza del sistema político.
Como se
ve,
en
el
Chile Pasado existieron ciertas lógicas,
ligadas
a la rel ación
economía/ política dentro de] Estado
capitalista. Señalarlas permite comprender el desarrollo de un
sistema econórruco de acumulación capitalista pero que necesitaba
generar políticas sociales, por la necesidad de presentarse bajo
formas humanizadas.
l
do
P
or ideologías sociopolíticas que se alineaban en. la
a canza . .
. ,
d 1
vertiente «humanista» y que pretendían una «dulcificación» e
capitalismo.
Esas ideologías, expresadas en partidos con acceso a
importantes posiciones de poder, influyer.01.1en la naturaleza del
desarrollo capitalista del Chile Pasado. Pa~tictpar~m de una. ma.nera
importante en la creación de un economrn. con mtervcnc10,rnsmo
estatal, industrialización para
el
mercado
1r:terno
y ,
ademas,
con
un significativo desarrollo de políticas sociales, entre ellas una
legislación laboral que, manera creciente, «protegía»
a
la fuerza
de trabajo.
Como ya se ha dicho en este
tex.lo,
en
lo
bá:ico esas
«dulcificaciones umanizantes» del sistema surgieron, se
desarrollaron y permanecieron porque, dentro de lír:1ites, eran
funcionales con la industrialización para el mercado u:terno. Ya
se ha comentado que eso significaba que el asalan~do era,
· lta'neamente fuerza de trabajo segmento crucial de la
simu '
demanda de
los
productos industriales.
Esedesa~n~
lo
e
e
po itt:as
sociales, realizado por un capitalismo de base débil sumergido
en un estancamiento desde
la
década del
50
(por lo menos
sumergido entre miles de páginas que hablaban de ese
estancamiento), significó coartar el pleno fun~io~amiento ,la
lógica del capitalismo, en la medida que restringía la operación
d
b
' (6S )
como merca
n
cía pl
e
na de la
fue
rza e tra
El
pape
l
indisp
ens
a
b
l
e d
e l
E
s
t
ado y a
r a
~
H ~ )te~;
r
artificia
lmen
te ciertas merca
ncías
, sin las cu
al
es 1 1 1 dustnahzac10n
ch lena hu
b
iese tenido menos po
s
ibilidades de despegue Y
reprodu
cció
n
c
o
n
s
tituy
ó
u
n
elem
e
nto im
p
orta
n
te
e
ntr
e
l
as
múltiples
cau
sas
que gen
eraro
n
una espe
ci e
de « capitalis
mo
c
on
streñido»
.
Las ide
olog
ías «dulcifica
d
oras»
qu
e florecieron se
convirti
e
ron en elementos constitutivos del proyecto
mod
e
rnizador. través de ellas se co nseguía in
t
egrar
a
l s i
s
tema
7/23/2019 Moulian, T - Chile Actual (81-123)
http://slidepdf.com/reader/full/moulian-t-chile-actual-81-123 5/22
8
9
8
66
i 1 1 f
lanr
í 11 (
u· r11 .14 07% 6
3
.5% nr
2.
Los
ritmos
del
crecimiento
la lógica de
Ja
reproductibilidad
El despegue de 1 < 1 economía chilena desde 1973 en adelante
fue lento, pese al rigor empicado en el disciplinamiento de la uerza
de trabajo y a intensidad de las reformas estructurales. Durante
largos cuatro años la inflación se mantuvo en niveles muy altos(
66
de
manera
tal que los remed
i
o
s m
on
e
tari
s
t
as par
e
cía
n i
neficien
te
s
.
Esta declinó sóo a partir de
1
977
La
t
asa de
infl
ación en período
1
974-1989 a lc anzó
u
n
prom
e
do anua l suma
m
e
n
te alto, el 57. 3 '1 , , _ Ese promedio tiende
clara
men
te a l a baj a entre 1 98 5-1989, descendiendo al 1
9
.3%. Entre
1990 - 1
993
alcanzo
a
l 17 .5 '%
,
continuando I J t
ende
ncia a l a baja
s
u
l
a de
soc
upaci ón
ent
re
1 97
5
,
e
l a
fio de J a polít
i c
a de
s
hock, 197
9
había s
ubi
do
a
n
ve
l
es
de do
s
dígito
s
,
alca
n
z
ando
un promcd o de Desde
1
98 2 hasta
1
985 la s i tuacón se tornó
La dimensión productivista se expresa en un sometimiento
institucionalizado del trabajo al capital, justificado
a
nombre de
una mística de la eficiencia
y
de la competitividad, necesarias para
el doble propósito de enfrentar, en el marco de una economía
abierta, el asedio de los productos importados de penetrar con
los propios los difíciles mercados externos
su vez
la
dimensión consumista, como conjunto de
dispositivos económicos
y
simbólicos, corripensa-cor-rige-
metamorfosea el énfasis productivista. Esto significa que hace más
vivible la sociedad del trabajo flexilizado, de la subordinación del
trabajo
al
capital,
de los
servicios sociales mercantilizados.
El crédito permite realizar una consumación del deseo
del
consumo sobre la base de un disciplinamiento a posteriori. Es
1 < 1
puerta de entrada al paraíso del consumo a través del purgatorio
del
endeudamiento.
aran~~ se produj?Er~m~ro.ttQ pr.oces() de desindustrialización.
Una parte de la industria local no estuvo en condiciones de soportar
las políticas de.~~h.9,k,del 75. De hecho el empico-y la producción
industrialno
s e
habían recuperado, respecto al peak de 1971, en el
momento de la crisis de 1982. Sólo a partir de la rcdefinición
introducida por las políticas más pragmáticas de Büchi, se observa
una lenta pero progresiva reindustrialización, conseguida por
la
reorganización del mercado interno
y
por un aumento paulatino
de las exportaciones manufactureras.
En todo caso, la apertura comercial operó como un regulador
de los precios internos, a través una competencia más
mercantilizada entre productos nacionales y productos importados
desgravados. A su vez, la orientación exportadora de la economía
ha modificado ciertos datos de la situación. Se han ido
consolidando mercados externos, aún para ciertas cantidades de
productos manufactureros. Con esto no se ha eliminado la
importancia de la producción para el mercado interno, pero sí se
ha disminuido la significación relativa de éste. Ya no es canal (mico
de realización de esas mercancías. Por tanto, no hay tantas
presiones estructurales para políticas distributivas, aunque haya
presiones sociales de asalariados. Además se ha eliminado el
síndrome de la dependencia exclusiva de los prnd uctores respecto
de las decisiones estatales. Ahora se inscriben dentro de un
merc
a
do globalizado
qu
e rige los
movi
mientos del mercado interno
dependen, en forma importa
n
te,
d
e su competitividad
Po
r lo mismo, el papel trad
ci
onal de la d stribución de
ingre
so
s en el aumento de la dema
n
da g
l
obal ha sido sustituido,
en parte
,
por la masific
ac
ión del
c
rédito. Se h
a
pasado de un
a
matrz
pop
u
lista
a
un
a
m
a
triz
produc
tivs
ta
-
co
n
s
ur
nis
ta. En
e
lla los
aumentos
de
la demanda no son efectos
i
nyecciones de sa arios
nominales, sno de un crecimiento s
ost
enido del cré cl to de
consumo, que ha s
i
do más acelerado que e crecimi
en
o de la
econ
omía
7/23/2019 Moulian, T - Chile Actual (81-123)
http://slidepdf.com/reader/full/moulian-t-chile-actual-81-123 6/22
90
e11 22
. 2
%
9
2%
La
6
9
RAN
U
cr:
NIRAI, ·
f
NlJI
CAIJOl
ffS
..
Oí'. Cff. 1
9
9U; MF: l.
LER,
I'ATTUC/O
el al.:
« l.o «
Aylwm Co
1 1 1 p 1 1
r n c " i
l> 11 rfr A
pwr
e s
Clrik
irt
18, 19 93 .
\lrr M
E
l.lFU
,
1'11/1irio 1 1 / .
· UJMl A
U
Cl(JN ... l[J/D
7l
c
n1110
l : " i . . 1
%
19
7
4 mien Jm
s
q1 1r
[ur
-·--·-
_ _ _ _ .·, ·
alcanzando un promedio
del
7.0º/, , ,
Se
alcanzó
a
hablar de un
«milagro chileno».
¡Por fin
un mito de
la
economía
y no
un mito
exclusivo de la política Pero en 1982y1983 se produjo derrumbe
el PIB bajó un 14.8% acumulado. Pero a partir de 1985 la economía
entró en un «círculo virtuoso>' que ha durado hasta 1995. Entre
1989
y
1993
promedio de crecimiento alcanzó
el 6.3%, sólo
un
ápice más abajo que el período de recuperación de la dictadura
militar entre 1985y1989, en el cual el crecimiento alcanzó
el 6.4ºfc,
69
En materia de descenso de la inflación de la desocupación,
gobierno de Aylwin se presenta como más exitoso en las cifras
que el
gobierno militar. Entre
1990 y 1993 la
tasa promedio
de
inflación fue del 17.5'~,, cifra positiva comparándola con el 57.3%
del período 1973-1989 o incluso con el 19.8%
dPI
período de baja,
1985-1989. El
desempleo alcanzó
el 17.3% en la fase
de
alta
entre
1974-1989 y
13.0'Yu
en la fase
de
baja, 1985-1989. Entre 1990-1993
descendió al 5.6%, casi al nivel de pleno empleo 70
La llamada «transición a la democracia» no ha dañado la
performance de
la
ccóil()mfa.~ En realicraa
contrario.
Pese a los
temores diseminados áfües'dé
Ía
asunción tlt"Aylwin,
su administración permitió prolongar el auge económico. Incluso
variables como la inversión y el ahorro indicadores de confianza
de los actores económicos, presentaron mejores resultados que
durante el gobierno
militar.
Es
eviden
te que la p
a
u
t
a
de conti
nu
idad estaba
pre
-
determinada por e
l
proceso msmo
d
e la
tran
s
i
ció
n
Era de
mas
ado
alto
pe
igro de que dese
qu
ilibros económicos,
gene
rados por
l
a
p
é
rdida de la conf anza
emp
resarial an
t
e c
ambio
s de regla
s
,
pro
dujeran
t
ensiones o
crisi
s política
s .
No se podía
c
orrer el
ri
esgo
aún más crítica puesto que en 1983-1984, años de la crisis que arrasó
el «milagro chileno», la desocupación subió por encima del
2m-;,(r.
7).
La situación se modifica desde 1988 en adelante, alcanzando entre
1990-1993
una tasa promedio de
Entre 1973-1989 el crecimiento promedio del f'JB
fue
mediocre, llegando apenas al 3.5'Yo, cifra idéntica a la del período
1961-1970, que fue una fase de estancamiento del modelo de
industrialización sustitutiva.
La
tendencia
se
revirtió entre
1985-
1989 alcanzando el crecimiento del PIB un 6.4'X). Entre 1990-1993
se mantuvo el alza, alcanzando un promedio de~6.3lX~~
E.st~
-~~~tÍ-~id;de;~¡~-;eci~i~-~t~;-¡;-~F;-Ja- democracia, se
debió a un esquema de reproductibilidad. Esto significó la
mantención
o
intensificación de
las
políticas macroeconómicas
básicas. Por ejemplo, entre 1990-1993 la tasa promedio del
crecimiento de exportaciones se mantuvo en un 9.3'X,. Pese al difícil
escenario externo, bajó menos de un punto respecto a la tasa
promedio del período
1985-1989 (
68 Mientras
la
tasa anual de
inversión experimentó un importante crecimiento entre 990-1993.
Subió del 19.8% del período 1985-1989 a un impactante 24.3º/,). La
tendencia a un alto crecimiento de la economía, sostenida sobre
una importante tasa de inversión anual,
se
ha intensificado entre
1993-1995.
La tasa de crecimiento del PII3 fue
e
ntre
1
973 y 1 989 de un
3.5%, idéntica a la existente en
t
re 1961 y 1 969, un período de
crecimen
t
o en el marco de
política
s
populis
tas
Los
resu
lt
ado
s del
p
eríodo de
la dictadu
ra
r
e
vo
lu
cionaria estuv
ieron
m
a
r
cado
s p
or
dos momentos álgidos
d
e
d
ese
qu
ili brio, el año 1 975 en e l cual el
PIB desce ndió un 12.9% y el año 1 982 en e
l
c
u
al descen
d
ió un
1
4 . 1 %.
La fase est
u
vo marcada por la inestabilidad, por la a
lt
erac ión
de lo ritmos En
t
re el 76 el
8 1
los crecimi
e
ntos fueron altos,
7/23/2019 Moulian, T - Chile Actual (81-123)
http://slidepdf.com/reader/full/moulian-t-chile-actual-81-123 7/22
93
2
76
F l F
NCOl1, los
F
n .
r: 1 rn
2
far
el.A SE .
..
p . 26
.
s 11 yn
y
E
s
te carácter «estructural», no sólo polí t ico (en e
sentido
«d
ec
i
siona
l
») de los factores de r
e
p
e
tición de
l
as políti
cas
, se revela
clarament
e
con
lo oc u
rrido con
la
desigua ldad
la
pobr
eza.
P
ese
a
su
p
o
lítica
c
ont
inui
sta
o
«
rnin
rna
lis
t
a»,
el
discu
rso
d
e la
Concerta
c
ión ha sido del
« c
recimi
e
n
to con equidad 7 Pero
l
as
ri
l'l Cliil
e
-
----~
- ·
--
---------- ··--------
1 99
0
1 1 . 6 .l4 1
.
0
5 6
2
. 9 . i
8
3
B 5
ll
1
2
.
', {
.
< /
1 8
.
8
1 18.4
J
-
i
f'
.5 5 .7 56 .1
·
' 1
9
71 HENGUl1, «Cui »:
-
. - ~ ., ~ ·
. . . . .
. - .
cifras de pobreza de 1994 son una señal de alarma, puesto que
revelan un retroceso respecto
a
1992. Por ello algunos analistas
sostienen
la tesis
de
la
entrada
en la
«etapa
difícil»
de
la
superación
de la pobrcz a. En ella no sería suficiente la estrategia del
«chorreov'?".
El
análisis de las cifras globales de la distribución de ingresos
por quintiles en 1994 revelan que los dos primeros disminuyeron
su
participación, que tercero
y
cuarto no
la
modificaron
y
que
el quinto, el de mayores ingresos del total de la población, logró
aumentar su participación Como se observa en el cuadro N"l
el
primer quinlil cayó de
5.6'X, al 4.6º/,,
y
el
segundo de 8.8'Yo
al
8.5%. Al contrario, en último quintil se observa un crecimiento
en la participación del 55.4'X, al 56.1 %
Si se utiliza un cuadro con una mayor desagregación, deciles
en
vez de quintilcs,
se
observa
con
mayor precisión
el
nivel de
la
concentración de ingresos. El décimo dccil efectivamente subió su
participación entre 1992 192_4, pero apenas en 0.2. De todos
modos
en ese decil se
concentra
40.8º/,,
del
total del
ingreso.
En
· ·
los
países desarrollados apenassdh?gC1al
25%.t tit"1111tlmo
quintil,
lo que revela una distribúcióri mücho más pareja (
l.
de que se sintiera la «necesidad de los militares».
L1
mantención
de las políticas rnacroeconómicas fue una consecuencia inevitable
del triunfo del diseño «transformista», gue la dictadura militar
empezó a poner en ejecución
en 1980.
Una tra nsición
bajo la tu
tela
militar y con el funcionamiento de instituciones «protectoras» no
podía arriesgar una crisis económica, generada por modificaciones
de políticas económicas. Detrás de esa crisis podín venir la crisis
política, impulsada por
el
círculo vicioso de
la
pérdida de
la
confianza empresarial =-efectos negativos sobre la inversión-e- baja
del nivel de crecimiento. Estos factores actuaron como
«estructurales», o sea como independientes de la conciencia
ideológica de Jos actores, de sus deseos o proyectos
(
72
),
Las presiones estructurales que tensionaban a los actores
hacia la reproductibilidad, cumplieron funciones de «protección»,
que tenían la particularidad de que no estaban sostenidas sólo en
las
instituciones políticas, en
los
llamados
«enclaves
autoritarios».
La lógica operante era que la economía debía seguir
funcionando, era necesario evitar
el caos, o
sea,
no se
podía correr
el riesgo de desarmar el «círculo virtuoso». Esa necesidad
constituyó un importante elemento en el dispositivo de la
reproductibilidad. Las nuevas élites dirigentes iniernalizaron la
norma de que evitar el caos exigía repetir Jo mismo.
7/23/2019 Moulian, T - Chile Actual (81-123)
http://slidepdf.com/reader/full/moulian-t-chile-actual-81-123 8/22
9
5
J osé:
/J E Y lR
Cc
r/1
0
LIIIrnAIN di 'e: "rt / 1 1
y
La
8
1 CO Ml'II
~
A C
ION
.. 0
1 ' CIT
rdari
í
n l 99 3
-
10 0
costa del quintil más rico, puesto que éste apenas descendió del
55.7% al 55.4'X,. En realidad se sustentó sobre la caída del cuarto
quintil del al
79
E l cuadro de
Beyer
proporciona una ilustració~ interesante
de la tesis sostenida por Felipe Larraín respecto a la relación entre
crecimiento y distribución. Este autor sostiene que crecimiento
tiende primero a deteriorar la distribución para luego mejorar r s o J .
E l
análisis
de las cifras
de
Beyer
revelan que
en las
mediciones
posteriores a 1978, año que por segunda vez se presenta un
crecimiento superior al TX, , muestran significativos y sistemáticos
deterioros de distribución. Se manifiestan en la caída del primer
quintil
del 4.6% de 1978 a 3.4% en 1983, en 1987 y luego
3.9(Yº
en 1990. También manifiesta en la fuerte alza del último quintil.
Este subió del 51.9'/'o de 1978 al 57SX1 1983; siguió alta en 1987
(57'1.,) y
también en (56.7%).
Sin
embargo
la tesis
de
Larraín
aparece cuestionada por
la
discontinuidad experimentada en el plazo largo, entre 1992 1994.
En
vez proseguir
la
tendencia
al alza observa
un
retroceso.
Los resultados de 1994 representan también una interrogante
respecto al efecto depauperizador del aumento del gasto social.
Durante
gobierno de
Aylwin
(1990-1993) el
promedio
del índice
de gasto social en salud alcanza un valor del 83.9% respecto a 100
en 1 993 (
Rl
)
_
En contraste,
dur
ante e
l
gob
i
erno de
Pi
noche t alcanzó a l
66.5'X,
r
es
p
ecto a l a msma
b
ase. En e
ducaci
ón a lcanzó a l 91 entre
1
990- 1 99
3 co
n
tra e l
6
7.8%
du
ran
t
e 1 97 4-
1 9
8 9
.
En p
rev
i s i
ó
n
e
l gasto
ll
egó
en
tre 1
99 0
-
1 99 3 a
l
9
1 .7% m i
entr
as entre 1
97
4- 1 989
no
p
a
só
d
el
6
1 .4 A
s
u vez en v
ivi
enda e
l
gasto alcanzó entre 1990 - 1 993 a
l 8 7
.9 % ,
m
ien
t
r
as
duran
t
e e
l
g
obierno
de
I
'in
o
chet
lle
gó a
l
6
2
.
9 ' Y o
.
Es muy
interesante señalar que, de una serie de países
seleccionados, Chile es uno de los pocos que presenta un
empeoramiento de la situación comparada con 1960~1969. Entre
1960-1969 la acumulación en el último quin
ti
era en Chile de 36.6%,
mientras
lo
que
en el
paradigmático
Chile Actual se Ilega al 45.8%.
La misma tendencia se observa, de los países seleccionados, sólo
en Tanzania,Reino Unido,Australia Noruega. En los dos últimos
casos
el
empeoramiento
es
leve, mientras que
en
Chile
es
importan 77
Dentro una muestra de
62
países ordenados según
la
magnitud de la razón Quintil V /Quintil I, cot~sider~da u~
indicador de equidad, Chile ocupa lugar 54. Mas abajo d~ el
están Sudáfrica, Lesotho, Honduras, Tanzania, Guinea Ecuatorial,
Panamá, Guatemala Brasil. No solamente los países desarrollados
están por encima, también los «jaguares» asiáticos y numerosos
países latinoamericanos ( 7
Rl.
El análisis de las cifras chilenas de 1994 agrupadas por dcciles,
oermite
captar
también
un
ajuste interno en el último quintil. .~se
ajuste
pasa
desapercibido al trabajar con
una
m.a~or ~?regac1on.
Entre 1992 1994 se produjo una baja en la partici pacwn entre el
primer el séptimo decil. En el octavo, noveno décim~ se ~J~se~vó
un
alza. Esta
fue
leve en
el
octavo el décimo,
pero
ue significativa
en el
nov
eno. Allí se creció del
1
4
.
8 º; :
,
a l 15
.
3 Y c , , o sea 0.5, ba
s
tante
mayor que el + 0.2 del octavo y déc
i
mo dec
il.
Otro
c
uad
ro
, en este
ca
so de Bey
cr
, pe
r
m te comparar la
situación por guint i les des
d
e
1
978 hasta 1 9
94 .
Allí se
ob
se
r
va que
el
pr
mer
q
u
in
t
il
ha
b
ía exp
e
rim
ent
ado
~
ntre
1
990
y
1
99 ~ ~
en l os
añ
o
s
que
B
e
n
g
o
a
den
o
min
a
l
a
«
da
~~
á
CJI» ~
,
e
I
n
s
u
pe
r~ c
1 0 1
:
,
d
e
l
a
obreza, una imp
o
rtante recupe
r
a c
i
ó n S
ub 1
0 su
part
c ipac i ó n en
a
gen
e
r
a ción
del i
ng
r
eso
gl
obal del
3. 9
' X , al 5 . 0 % .
E l
a
n
áli
si
s de la
ota
lid
ad
de l
o
s da
to
s
re
v
el
a
qu
e
est
e
crecimi
en
t
o
n
o se
reali
zó a
7/23/2019 Moulian, T - Chile Actual (81-123)
http://slidepdf.com/reader/full/moulian-t-chile-actual-81-123 9/22
97
'83 F :s ¡ ic c ~I ~ < ' h ¡ ¡ _ n
f
urndo ":"i r is r
r o _ ,
de ha 1 9
90
· lllls/1111/rnm (f 1 1 1 1
1 1 1 1 1 1 /r
s
la
s
rni
1 1 0 1 1 1 1 cos
rn t c m a n n 1 1 1 1 /,•
s m á s
Es
evidente
que con estas loas
s
e está
recon
ociendo, la
mayor
parl
e
d
e
l
as
ve
c
e
s
t
ácita
men
t
e,
e
l
apor
t
e
d
el
go
b i
erno
milit
a
r
.
J usta
m
ente la «ven
t
aja compara
t
iva» de
C
hile es su conso
li
dación
4. Las
imágenes
éxi
En la fase los gobiernos post-autoritnriosse ha cultivado
un
cuidadoso marketing
del éxito económico.
En la
construcción
del mito del Chile Actual ésa ha
sido
la dimensión más elaburada
desde el punto de vista estratégico.
Las operaciones ideadas fueron diversas: a) una planificada
agenda de viajes e:_:sidenciales, con seleccionados séquitos
empresarios y veces
Cleruñgeñtes
Síndica les, con
parlamentarios
de
t~~déls
las lende~1cias ~ue .ante.Ios, ojos
acuciosos lo~ 1_1~':~ ~~0,r;~~,t .~.
-~~ .~.I~J.e,.ros,
In
solidez del
«consenso», la Cort~leza de Ía unidad nacional en pos de la
«modernización»,
b
) illJ.hi'ples-c()ií.facWs ·
d~ los
ministros
económicos
con
empresarios internacionales, con altos
funcionaríos, económicos de Japón, EE.UU. y la f:propett;·
con directivos del F M T y del Banco Mundia( coronadas casi
siempre
con laudatorias
declaraciones sobre
Ja ejemplaridad de
Chile, e) la planificada
participación de
Chile en las
grandes
ferias
internacionales, estrategia
en la cual
punto ápice
fue el
gran
pabell(m montado en Sevilla d) una cuidadosa campaña
publicitaria,
indirecta o directamente
inducida,
cuyo tema ha sido
«Chile modelo».
~fcctivmne~ü~, pese a la
dura competencia
de
Argentina
y
de Mé x ico, hasta C
hia
pas y e l «tequilazo», de Perú, del B
r
asil de
C
ardu
zo, Chie ha
l
ogrado s
e
guir a la vangu
ard
a de
l
a
«
m
o
d
ernizac
i
ón»,
por
lo
m
e
n
os
s
e
gú
n
d i
scurso
d
e los
«grandes
jueces
» fM l.
9 6
e11 Mar 1
1r /
A,
LO S L/\ DE M OC
R/\
C
I
A La
¡
1 1
í
l
li
ca
1 99
1-1 994
, 1 99
4
Es decir, todas las cifras muestran un aumento importante
del gasto social. P e r o - - e s f o
no
haevitádri
·iirfa-disiñínución de la
participactoñael"
p r i m e r
'qliinHreñ-la"gcñéhtdl'n
del ingreso en
1994
res[<[_@~~ac·
lY92~1.:<icueslioff es·saber-si In política
soda1" no se ha focalizado adecuadamente o si existe una
marginación crónica que es refractaria tanto al chorreo del
crecimiento sostenido como
a
la focalización.
El
problema parece
resolverse mejor con la
última
hipótesis.
La
distribución de
ingresos por
hogar presenta
un
promedio
en 1994 de $53.642 para el primer decil y de $1.316.179 para el
décimo decil. La diferencia entre los extremos es casi de veces.
Los
ingresos
caen
para
el
primer
decil
entre 1992
y
1994 de $56.745
a del ingreso
promedio por
hogar, o sea casi
un
En ingreso per cápita Ja variación en 1994 es de $11.131 en
el primer decil a $441.749 en décimo. La cifra corresponde a una
diferencia
de
casi
40
veces. La variación
bianual
entre
1992 1994
en el
primer
decil es de $11.582 a $11.131, con
una
caída de casi
Como se observa, las diferencias entre
primer
y
décimo
decil
son aplastamesTa-tHl'.'f"J5cff-pei~;'()'~~.~úno
.
pur .hogar. ¿Cómo se
sostiene
una
ctt iícottatt~·~oñüña
distribución tan injusta, que
no
ced;%~ªa l~foe1'2'.ó~;Jrr~·e Esta'd~~·~Hra·er¡~~:,i_~
pohtica
soqgj? ~mo
se sos~~~~e~ I 1 ~e~_e.h~~~~S,.~.m]rotestas,in
una contil}Y~~v.esGencia social{ E'.ntena'erpor qué diferencias
d( .
1ama-g
nitud
señal
ada no producen ni
s
iquiera un mar
c
ado
i
nconfor
m ismov'" exige
un
análi
s i
s
g l
oba
l de
l
s i
st
ema d
e
dom
inació
n, co
n
sus
comple
jos
m
ecanismos
de
integración so
c
ial.
7/23/2019 Moulian, T - Chile Actual (81-123)
http://slidepdf.com/reader/full/moulian-t-chile-actual-81-123 10/22
99
8
5. La masificación del consumo
Los sectores «integrados» por la vía del consumo, derivados
sus ingresos o por efecto de la gigantcsrn masificación del
crédito, cubren todos los sectores. E l crédito permite desarrollar
estrategias de mejoramiento de las condiciones de vida, ensayar
diferentes modalidades conquista
del
«confort». No
son,
en
sentido estricto, estrategias de movilidad
social,
puesto que
el
efecto de su despliegue no es un cambio de estrato. Se trata de
algo distinto, pero simbólicamente importante: de un acceso
a la «modernidad» de los bienes u objetos que antes estaban
res
tri
ngidos a
l
os
ric
os Má
s qu
e cualqui
e
r dis
curso, e
sta
posibili
d
ad de
p
asar de
l
a te
le
v s ión blanco negro al color,
d
e
ten
er videocasseltes, de comprar hornos
mi
c
ro
ondas
,
de contratar
te
l
evi
s ión por ca
bl
e
c
on la cu
a
l
asom
arse a
mund
o, de acce
d
er al
t
e
l
é
fon
o de tener un auto en cuar
e
nta y ocho cuota
s
, opera como
un
fact
o
r
de
cis
v
o
en
l
a
co
n
s
tru
c
ció
n
de
l
a
subj
e
ti
v
idad
y
en
la
relación con la soc
i
e
d
ad. La « arn is losidad» en las re
l
aci
one
s de
c
on
sumo contrarresta, en muCllosca ~ üg
1 ~ dnreze-de
la
s
re
aciones
'
•
•
· • •·l
trab
a
o
,
, . ,, ..
Aún m á
s.
se puede
s
o
st
ener que
lo
s
principi
os que rigen
a
m
ba
s
esfe
ras emp
uj a
n h
a
ci a
la in
d
viduaci
ó
n. El indi
v
iduo-
modernísimosse asienta, se
expande,
se populariza, recibe el apoyo
benevolente de observadores extranjeros, probablemente
interesados
en
la suerte
de sus inversiones
y
también de un
importante segmento de nacionales.
No, probablemente, entre el más un millón de indigentes,
el 8 . 0 ' Y c , de 1 < 1 población total, que registran las encuestas CASEN
de 1994. Pero sí entre otros «integrados» de los sectores populares
u de las capas medias que han conquistado en este sistema una
forma particular de la ciudadanía. ¿Cuál? Y a se insinuó: la del
placer sacrificio del consumo.
Se trata de un experimento económico que, iniciado por los
militares, pasó la prueba de la democracia (en realidad ele la neo-
democracia) que ya tiene veinte de decantación.
Las exageraciones semánticas que se han usado en esta
campaña publicitaria (Chilejaguar, Chile puma, Chile líder, Chile
desarrollado) no son á i a r o s a s . Forman parle de una estrategia de
exaltación, destinada a suscitar el «orgullo patriótico», la idea de
que
~Q.IIll)~
triunfadores. Efcctivammte
esicainpam'ti:mscó
y
busca
un efecto exte~no, p a r a ei consumo de inversionistas y decidores.
Pero también pretende crear efectos internos, que consoliden el
modelo, en este caso que generen identificación con
él
a través de
una idea-fuerza,
«Chile
admirado».
O sea, Chile
en
la boca
de todo
el mundo, Chile envidiado. ¿Qué mejor posicionamiento para una
sociedad a~~glliQnqd~t P.Qt. ~ . é g i a n d e - z . : ; ~ pará país de un
inconfesado nacionalismo, compctiti vo yexiti.sta?
· - - E ~ t ; · ~st~~,·t;g¡;·-dis~ttrsiva
de exaltación de nuestra
«modernización», ¿no debería producir un efecto reverso, una
recuperación
del
espíritu
crítico
por
la
confrontación patética entre
lo que se dice que somos la experiencia de vida cotidiana? En
realidad, lo identificatorio de este Chile Actual no es la pobreza
esparcida en
el
paisaje urbano puesto que, en todas partes, esas
manchas que salpican la arquitectónica sofisticada, se han
convertido en una característica casi universal de esta
moderniz
a
ción de la
pobr
eza crónica, de l os «
hom
e ess
»
o lo
que no es el caso de
C
hile->-
de
la alta cesantía
Lo que
s
í
p
odría sus~ i~ h
~
~r~'S~ . t l . ~ ~ ~ - ~ ~ . c l ~ ~
-
vid:nte desfasa je
entr
e e
l l e
ngüa
j
c
g{gilfíSi
~.~
. . P .
\
b.9.e iS ~
rro)X ~ ·
úf~
~ur
os Y
d
e
laeüft'ü "á
.
Nos
d
e
ci
m
os
mod
e
rn
o
s
p
ero
vi
vimos
d
e
u;~-in{;~
·
~structura pobre
c
on un ingenuo prc?.~ E S~.~o mental.
~~-·~-
..-.. _..,.__-..,..-,. , . . . . - . _ _ .., ~ . . . . . . .._-~,. ~ , . . , , ~
"°"-'' •
T
oda
s es
tas care
ncias
no tendr
í
an
po
r qué te
n
e
r
gra
ndes
e
f
ect
os en una soci
ed
ad con conciencia de s
u
s limita
ci
o
n
es Pero
ell
as
d
e
berí
a
n
apo
rtill
ar, y en el límite reve
ntar,
e
mito
de C
hi
le
P
ero esto no ha ocurrido ni oc
urre
L
a idea de que somos mod
ern
os-
7/23/2019 Moulian, T - Chile Actual (81-123)
http://slidepdf.com/reader/full/moulian-t-chile-actual-81-123 11/22
J
.
2
IN
G
RE
SO
IN
CFU-
:so l IW
M.
ML
NS
U A
I.
lJEUI
OIU
:S
52
1(/
1fl
7260
11 5
3J
5
2
: .0
41
5
110
64
0
4
. 1 . J
152.3
IJ
E
U J/iS
I 00
F 1 1 e 1 1t e :
r¡
1 1
e 1 1 0 ¡
10,. l'i
D
F . lJEPART
llMENTO DE /S
IJ/ ICJ
S
Cl
r
i/e
,
8
7 Ms
irn C lr
i
l
r
,
199 4
[)
COMU<CIO llE OP.
d rnyo
C r l 1 1 1 a 1 1 1
1 1 d " f ' / f ü · i c l 1 1
,¡,,
Las cifras conocidas son muy reveladoras
de
la penetración
del crédito. En primer lugar, esta posibilidad está abierta, en algunas
de
sus
formas,
para todas
las familias que
forman parte de
los
estratos AB, Cl, C2, C3 D. Solamente están excluidas las familias
de
l
estra to
E
,
el cual presenta un nivel de in
gr
esos pro
me
dos de
$
7
0
.
000 me
n
sua
l
es < En e
l
Gran Santiago U
r
bano el es
tra
to E
rep
re
s
enta
el 1 0%
de
los hogares, o sea
1 1 5 . 801
hogares. El r
esto
de
los hogares de e
s
e univ
er
so son considerados potenc
i
a lmente
acces
ib es al créd
it
o Para Gran Sa ntiago Urbano
l
a cantidad es
de 1 .0
4
2 .208
hogar
es, según e
stim
aciones
d
e junio de 1994
Según antecedentes de diciembre de 1995 la deuda total
consolidada de consumo ascendía a $1.65 billones. 1.3 millones de
familias estaban endeudadas con el comercio 1.5 millones de
familias
lo estaban con el
sistema financiero. La deuda
promedio
de las
familia
s endeudadas en el sistema financiero alcanzaba a
$885.000, mientras guc la deuda promedio con las casas comerciales
alcanzaba
a $270.000
88
).
Los
datos
de
mayor interés
se refieren a la
distribución de
las deudas según grupos socioeconómicos. Entre los grupos
socioeconómicos de más bajos ingresos hay 1.055.000 familias
endeudadas de un total nacional de 1.523.000 familias. Es decir
los sectores populares incorporados al sistema de créditos de
consumo representan
el 66.22% del total
de deudores.
La relación
deuda/ ingreso de esos grupos sociocconórnicos populares es de
1.9 para el grupo O y de 3.2 para el grupo C3. Como se observa, el
segmento más cercano a la clase media está mucho más compro-
metido financieramente que el grupo
0(
9
asalariado, no mediado por el sindicato, como id e al de las
relaciones de trabajo y el individuo-consumidor como lo real de
las relaciones de consumo (
85
).
El
modelo, explotador por flexibilización
en las relaciones
producción trabajo, es acogedor «amigable» en las relaciones
de consumo. Las lógicas son inversas. Las relaciones
de
trabajo
buscan
la
flexibilización de
los
contratos mientras que las
de
consumo suponen su estabilidad, por lo menos mientras d ure el
lazo de la deuda.
Evidentemente que esta «amabilidad» es efecto estructural
provocado por las nuevas formas de organización de la economía.
La rebaja
sustancial de aranceles ha colocado
al alcance
de
los
salarios medios medios bajos múltiples bienes de consumo
durables, importados o fabricados en Chile con componentes
importados. A esto se suma la gran modificación experimentada
por
el
consumo desde
los 80
para
adelante: la «flexibilización»
de
la comercialización realizada por la expansión de los sistemas de
créditos.
7/23/2019 Moulian, T - Chile Actual (81-123)
http://slidepdf.com/reader/full/moulian-t-chile-actual-81-123 12/22
1 3
En la medida que ese asalariado comete la falta de dejar
pagnr, su ciudndanía se desvanece. Consumida la materialidad
del consumo queda de ella solamente la ilusión del sufragio. Deja
de ser un ciudadano credit-card para volver a ser solamente un
ciudadano político. Es alguien que ha perdido la posibilidad de
acceso a una extensión cuasi mágica de sus posibilidades poderes,
a
una expansión
de
su salario, para volver
a
ser nadie,
a
no ser un
cliente mercantil.
Vuelve a ser un otro tipo de «cliente», aquel que depende
totalmente de los vaivenes de la política. Nopuede postular a una
«v
i
da
m
ejor
» por sí m smo,
c
erradas (
co
mo las tiene) l
a
s p
ue
rt
as
del
créd to A li
e
n
ado por l
a
i
lusi
ó
n
in
divi
dua
li
s
ta del
co
n
sumo
es
difícil que redescubra cami
n
o perdido de la
asoci
atividad
E xiste una estrecha asoc
i
ación
entr
e las figuras del ciudadano
wcek -
en
d y de ciudadano cre
d
iti
cio
Ambos
e
stán volcados hacia
e
n
ú
cleo
irr
a
d
ante de
l
a
fam
ili
a
de
hogar, de
l
o s
u
yo,
aun
que
(por lo m
e
nos)
e
l ciudadano
loca l
se orienta hacia
l
o público-
cercano
L
os
fines de
ambos
son
e
l
co
n
fort
del hogar, l a
e
ducación
para sus hijos, las áreas
ve
r
d
es, es decir objeti
v
os «portátiles»
Sólo
a través del velo espeso de l a
d
elincuencia ambos se asoman a los
problemas de
l
a sociedad, cuando
a
lcanzan a ver en e lanza o el
l
c
re
dlt-c
ar
d
A
t
ravz
t
sBelarnas
i
ficación del crédito se ejerce una forma
de la ciudadanía, la del < < c iuda
d
ano
credit
-card», i
n
s
ertado en una
giga
n
t
esca caden
a
de
c
onsumo con p~go diferido El l
a ~xpand
e e
pode
r
de
l dinero-sa
l
ario
Es
t
e,
adema
s
d
e
ser
un m
e
di
o
de
pago
Este ciudadano crcdit-card es normalizado, «puesto en
orden», regulado por el consumo con pago diferido. Tiene que
subordinar sus estrategias de conflicto, a sus estrategias de
sobrevivcncia como asalariado. Ha aprendido que su futuro está
en seguir siendo un trabajador
creíble. Esa
credibilidad, vinculada
a
la
sumisión,
es la
que
le
abre
la
puerta de futuros consumos
ascendentes: el televisor-color, el automóvil, la casa propia. El
crédito es un formidable factor de disciplinamiento, más eficiente
en
cuanto plenamente mercantil, su mecanismo básico no
es
extraeconómico.
«actual», emite señales sobre la capacidad de compromiso
financiero de un individuo en el futuro.
La masificación crediticia y la alta tasa de crecimiento
observada (18% de promedio anual real) tiene relación ~on dos
mecanismos: a) facilitación del acceso y instauración de sistemas
de
acceso automático. Respecto
a la
facilitación del acceso,
se
observa que las financieras, muchas de ellas ligada.s a los bancos,
han disminuido sus exigencias, colocándolas al. ~1vcl de grupo
socioeconómico D, otorgan créditos cuya duración fluctúa e1:tre
12 y 48
meses y piden
sólo
un año de permanencia
en el
trabajo.
La instauración de sistemas de crédito automático es también
un factor importante de facilitación. Existen tres sistema~ de ese
tipo: las líneas de crédito automátic? ~e los banco.s, las t~qclas de
crédito
las
tarjetas de tiendas múltiples.
El
primer sistema
~s
más exclusivo, pero el segundo
y
el tercero t~enen una an:plrn
cobertura. Existían a marzo de 1996, 1.380.037 titulares de tarjetas
de crédito adicionales.
A su vez
las
tarjetas de tiendas
comercial es 1 1
egan
a
una
cifra
cercana. Esta
alcanzaba en diciembre de
1995 a 1.27~.000
,h:)gares.
Las
casas comerciales expiden tarjetas
con
un
sal
ano rmnnno. de
hasta $100.000, con cupos variables. El cliente puede consu~1r a
crédito hasta copar el tope, pero nada impide _que una ~1sma
persona tenga varias tarjetas de
este
tipo en diferentes tiendas
múltiples, porque el sistema no es «transparente».
Se genera de esta forma un
«di
nero plástic o»,
qu
e pued.e
::
«medido» por el Estado pero no controlado, porque
s
u errus on
depe
n
de
de mil
es de
decisi
ones i
n
divid
u
a
les de
l
os po
rtadores
crediticios.
7/23/2019 Moulian, T - Chile Actual (81-123)
http://slidepdf.com/reader/full/moulian-t-chile-actual-81-123 13/22
1 05
04
E
11
1 1 1 1
l
1
· 1
lr
i
rn
q1 iiz
tl
~ G il
1 1 1 1
d
,
•
M i 1 1 1 m S
n n
/in f(o ,
La
literatura crítica de una cierta época, desde Frornm hasta
Marcuse, veía en el «consumismo» una señal de la banalidad de la
sociedad de masas
y
una pérdida de la conciencia y d e la energía
en la exterioridad. ¿Tiene sentido considerar el «consumismo»
corno
una alienación, como
el
atrapamicnto del espíritu humano
en el desierto del sinsentido, o de un sentido que es llenado por la
futilidad de los objetos o la banalidad de la entretención?
En
realidad,
es
mucho más interesante percibir su doble
faz.
Una cara: como mecanismo de domesticación, como destacado
sutil
dispositivo
de
dominación.
La otra:
su conexión
con el
placer.
Es decir, importante analizarlo en la doble dimensión de
negatividad y de positividad
(
9
IJ_
En el Chile Actual se combinan un mercado laboral flexible
con poderes sumamente acotados del sindicato enclaustrado en
ámbito de
la
empresa,
y
una masificación crediticia, que opera
como la forma más eficiente de acercamiento al sueño del confort.
El crédito, mucho más que el sindicato, aparece como el
instrumento
del
progreso.
La
estrategia individual
de la
pureza
financiera
es
considerada mucho más rentable que
la
estrategia
asociativa. En Chile Actual el individuo está por encima del
grupo.
El
crédito es tanto un recurso corno una seña de identidad.
L
a tarjeta de crédito (Visa o Faabclla, lo mismo da) nos hace
ind vi
d
uos «
hah
ilitado
s»
para realizar n
ues
t
ros
deseos, s
i
n e
asce tismo p
uri
tano de la espera
L
a poses ión de estos
rec
ursos
d
emuestra que somos
d
ignos, refleja la so
li
dez de
n
uestros ingresos
la sovenci a de n
u
es
t
ro comportamiento e
c
onómico. El
«into
c
ab
e»,
e
cqu
i
va
e
n
t
e
met
a
f
ór
i
c
o
de
l
os
«pari
a
s
»,
e
s
aq
uel
c
u
ya
«p
u
r
ez
a» es negada por todas
l
as i
ns
tancias verificadoras E s aquel
cu
y
o compor
tam
ento
p
asado y cuyo sa lario presente no lo
h
ace
asaltante una forma desviada de integración al mercado, una
realización compulsiva de sus propias finalidades
mercantiles. Una
forma perversa de la pasión consumidora, la búsqueda del éxito
económico por el camino más corto, con prescindencia de los
medios.
La ciudadanía week-end la ciudadanía crediticia son formas
de despolitización de
la
ciudadanía,
en la
medida que
ya
no
se
concibe a la política como la posibilidad de la deliberación, por
tanto de la interrogación crítica. Ambas «formas» representan
modelos conservadores la ciudadanía, funcionales al mundo
dado.
La
ciudadanía como administración de
lo local.
renuncia
a
preguntas sobre el orden social global predeterminado a priori.
La ciudadanía crediticia asume que el poder al que debe aspirar
es sólo el ejercicio de los derechos del consumidor. Las dos formas
implican, por ende,
la
aceptación consciente
o
insconsciente
del
marco de las finalidades.
Es conveniente dar una definición de «consumismo». Se
usará una noción medible e instrumental. En este ensayo se
denominará
«consumismo» a los actos
de consumo que sobrepasan
las posibilidades salariales del individuo
y
acuden
al
endeudamiento, apostando por tanto con el tiempo.
El
individuo
constriñe sus márgenes de maniobra para el futuro, opera como si
tuviera certezas sobre lo que la lógica productiva ha transformado
en
incierto
Para ca
lm
ar s
u an
s ie
d
a
d
c
ons
uma
tora h
potec
a
futu
ro debe
p
agar el costo de su audacia, multiplcando su
d
i
scipli
na sus méritos
d
e tra
ba
j
ador
, su respeto
d
e los órdenes
.
Ese tipo de consumo tiene
mú
ltiples sig nificaciones , r
e
lacionadas
con e
l
confort,
co
n e
l pr
est
ig
i
o,
con
la
a
utoestima Pero no
serán
torn
adas
e
n
c
ue
n
ta
p
ues
t
o
que
l
o
q
u
e
más
i
nteresa
es
este juego
con el salario futuro, por parte de quie
n
es carecen cas
toda
capacidad para controla
rl
o
Hab
itual
me
n
t
e
e
l
«co
n
sumismo» genera
u
n abierto rechazo
y toda clase de prédic as mor
a
les, no
só
o por parte ec l
esiá
stico
s.
7/23/2019 Moulian, T - Chile Actual (81-123)
http://slidepdf.com/reader/full/moulian-t-chile-actual-81-123 14/22
1 07
9 .3 in: COMT 'F.NIJIO
DE
011.
I
U/U\/J:S ,
Conviene insistir: esta exacerbación del consumo a través de
la masificación crediticia es al mismo tiempo discíplinamiento y
placer. No es nunca purr1 negatividad. Es el purgatorio de la
explotación acrecentada. junto con el cielo de la amplificación de
las
posibilidades consumatorias.
Lo más
importante
es
que una
cosa
y otra
no
se
producen
nunca separadas. Si se
separaran destrozaría
el encanto no funcionaría la mecánica de la dominación.
El
énfasis en
consumo
como realización
humana
contradice
los enfoques tradicionales. Estos, desde Saint Simon y
especialmente desde Marx, ponen énfasis en trabajo como
espacio de realización de las potencialidades humanas. Para esa
perspectiva, bien el trabajo está capturado por la alienación
el camino de supe ración será el cambio de las relaciones
"prod uctivas. Nunca será
el
consumo,
el cual es
considerado como
una variable instrumental de la reproducción material o como la
no realización, en cuanto es uso, o sea mera utilización-digestión-
con
Iernplación de
lo
creado por
otros.
Sin
embargo, ciertas perspectivas contemporáneas en el
análisis del consumo permiten captar dos dimensiones ocultas por
la perspectiva tradicional. el consumo como deseo-placer como
construcción de sí mismo. En verdad, el ignorar esas dimensiones
constituye una negación de aspectos importantes. Aprisionados
por
ciertas ideologías
críticas
tradicionales intentamos negar
la
impo
rtanci
a adquirida por ciertas
form
as del c
ons
umo o leerlas
como pura enajen
ac
ión
Por ejemplo eso oc
urr
e, de una manera
e
special, en el análisis
del
c
on
s
umo telev i sivo, que cons
tituy
e
un
a importante adicción
co
nt
e
mp
o
rán
e
a. En
C
hil
e
Act
u
al
92
' 1 o
d
e
l
os
ho
gares
ti
e
nen
tele
vi
sión ( 9
1
Ev
ide
nt
e
mente se
trat
a del bien de consumo
durabl
e
m
á
s masivo aque
que figura en primera priorid
a
d de las
acreedor a la confianza financiera. No es nadie, es nada, tiene
vedado el camino del progreso. Será alguien que chapoteará en el
pantano de la mediocridad, lejos de los objeto~ deseados. Al
contrario, la solvencia financiera permite el hedonismo. esa forma
imitativa de la felicidad.
El ciudadano crediticio no es alguien que se sienta
encadenado al disciplinamiento del pago mensual, más bien lo
cumple para conservar su poder, sus credenciales de ciudadano
«real», Conservarlas es mantenerse en mundo de la gratificación
instantánea, en
el
universo del
placer,
compensado por
el
consumo
de la ascética disciplinaria del trabajo asalariado.
Como mecanismo de la dominación ese disciplina miento está
ligado a la satisfacción, a la expectativa l~ r~aliza~ión del deseo.
Esa es su
enorme
fuerza,
tan distinta
del d1sc1phnam1ento «normal»
del trabajo. Llamo «disciplinarniento normal» al sometimie~1 0
normativo sin otro horizonte que la finalidad de reproducc1on
material, o sea aquel disdplinamiento que no responde a un
«proyecto-para-sí» del individuo, a alguna estrategia de
potenciación.
La cultura cotidiana del Chile Actual está penetrada por la
simbólica del consumo. Desde nivel de la subjetividad esto
significa
que
en
gran medida
la
identidad del Y o
se
construye
a
través de los objetos, que se ha per
d
ido la distinción entre
«imagen
»
y ser El decorado del Y o , los objetos que dan
c
u
e
nta d
e
l status, del
nivel de confort, se confunden con los a
t
ribu los del Yo. No
solame
nte
la estra
tifica
ción del in
dividuo
se realiza a t
ravés d
e l a ex ter
ioridad,
por s
u
co
ns
umo. Ta
mbién se
con
st
ituy
e en ese
pl
ano
l
a irnag
e1: de
mismo
, su
«
se
lf-
e
stim
e». su relación
c
on la sociedad o su
con
c
ie
n
cia
s
ocial. El deco
rad
o o la
fa
c
hada pasa a se r parte del Y o, núcl
e
o íntimo
de ese Yo.
Es
te se ha vuelto
imag
en en un
e
spejo, atrapado en la
c
ultur
a
de l
a
ext
erioridad.
So
y el auto que t
e
n
go
fre
nt
e a la pu
er
ta o
la
s mejoras re
alizad
as en la casa q
u
e Ja diferencian de otras en una
misma
p
obl
ación, soy el coleg o en
qu
e
lo
s n
iño
s estud
a
n.
7/23/2019 Moulian, T - Chile Actual (81-123)
http://slidepdf.com/reader/full/moulian-t-chile-actual-81-123 15/22
1 0
9
08
,¡,, r1
s
la
s
m1pi
r~
•
S
l'Hf'
'
"
1 m o los
« t¡11111 11rn 11111y ¡¡11 . <lo 1 1 1 ezdr1
1 1 1 1
1 11 0 <,
11 11 1 1 /
t1 u f. G
f > í e H
»
·
lw
g
1 1 1 ; que 1 1 nm
r
se
rt '(('ri1110
.<
11
1 1 1
rt
> < l for
g
• c 1 1
·---
- ----·-- -~----
las grandes concentraciones de masas donde afloraba el sentimiento
de
comunión, de compañerismo, sentido
corno
una emoción viva
e
inolvidable. Esos eran, evidentemente, momentos excepcionales.
Pero el placer actual no es ni siquiera el dominguero paseo por el
parque o por el Cerro San Cristóbal o Santa Lucía. placer actual
es paseo por mall, donde muchas familias viven la emoción de
poder realizar voyerísticamentc, sin consumarlos, sus deseos
mercantiles. La aspiración de un microondas, o de una mejor estufa,
se
consuma,
se realiza
por
la vista. Pero
para muchas
otras familias
la felicidad consiste en constatar que no es necesaria la postergación
de sus deseos.
Pese a la
medianía
del
salario,
la fiesta
de
los objetos
está al alcance de la mano, incluso para quien es un ciudadano 094
Esa es la capacidad integradora del dispositivo crediticio.
Pero,
además, están los consumidores
del
décimo quintil,
los
consumidores suntuosos que acaparan, entre un poco más
un millón de personas, 40.8% de los ingresos (
J.
Antes de 1973
el consumo conspicuo era casi imposible por los controles a las
importaciones, pero también por las condenas morales que
suscitaba.
En
una atmósfera de rechazo
al
despilfarro
o a la
suntuosidad era muy frecuente que los ricos llevaran una vida
formalmente austera. Que sus casas fueran poco ostentosas, que
sus
automóviles fueran discretos.
El rico
se ocultaba,
su
felicidad
consistía
en
que
lo
creyeran de
clase
media.
A
mediados de
los
sesenta se consideró pecaminosa la casa construida en un terr
en
o
m
uy grande por un impo
rt
ante industrial y banquerov" E l l
u
jo
era rechazado, como ac
t
o inn
e
cesario de
ost
entación incluso por
aque
ll
os
qu
e podían
prac
ticarlo Ostentar era considerado
estrategias de consumo de los hogares pobres, antes que 1 < 1 compra
de otra cama que evitaría la promiscuidad y el hacinamiento.
¿Irracionalidad? Esa mirada deja en las sombras lo más importante,
justamente
lo
que hay que
explicar: la fascinación.
Hay que tratar de entender esa seducción, esa capacidad
adictiva. Ella no proviene por entero de su papel como resorte
evasivo o de la capacidad de hacer digerible una vida agobiante.
También la televisión realiza y potencia, no sólo permite descarga,
Ella
abre
horizontes
y
capacidad discriminadora. Cumple un
papel
de ampliación del campo limitado de la representación realista,
produce una apertura del horizonte de lo imaginario. Cumple un
papel importante en la interrialización de los papeles sociales y en
la construcción del «personaje» que uno va siendo.
El problema que puede generar es el moldeamiento de una
forma pasiva de relación con el mundo
y
la vida,
cuyo
desideratum
sería el ser espectador y no actor de acontecimientos. Así, puede
reforzar el encierro en el mundo privado. Eso es evidentemente
peligroso en una sociedad donde lo público no sólo no atrae sino
repele,
o
donde
el
compromiso pone en peligro
las
estrategias
de
movilidad.
En el Chile Actual,
donde
la economía
genera formas postizas
simuladas de proteger al individuo de la inequidad distributiva,
dotándolo del crédito que proporciona una esperanza concreta
,
factible
,
que no pu
e
den otorgar las grandes
narracione
s etéreas , es
fáci
l cae
r
en
l
a tent
aci
ón de una v
ida
que tran
sc
urre entre el ago
bi
o
del
trabajo y el
d
escanso de
l
ma
ll
o
l
a te
l
evis
i
ó
n
En
e
se marc o ¿para
qué podría s
e
rvir la po
lí
tica, la participación, la activ idad p
ú
blica?
E lla no
pu
e
d
e competir como recurso de
p
lacer hedonis ta, no es
c
apaz
d
e
hac
er
l
o
que
ha
c
e el
con
s
u
mo
p
r
oporconar
a
l
os
bue
n
o
s
cliente
s
,
a los fieles,
la e
s
pera
n
za de un confort
creciente, por tanto
de una perp
e
tua renovación
d
e los
p
laceres pasivos de la
entret
e
nción y de
u
n futuro más poblado
d
e
ob
jetos
E l placer ya no radica
e
n
e
sas fi
es
tas comunit
a
ria
s
de anta
ñ
o,
7/23/2019 Moulian, T - Chile Actual (81-123)
http://slidepdf.com/reader/full/moulian-t-chile-actual-81-123 16/22
1 1 1
10
Por varias razones resulta su lugar preferido. Primero, porque
él no es ese consumidor puntilloso ahorrativo que recorre
liquidaciones
y
depósitos
de fábrica
buscando descuento
en
los precios. Ese era el consumidor tradicional, que pagaba al
contado, que juntaba peso a peso hasta que la mercancía soñada
estuviera a su alcance y que, por ende, exigía rebajas. Su triunfo
era
ganar
en regateo. En eso consistía el rito.
Pero el tipo
de consumo
en
auge
en el Chile
Actual
es la
participación en otro tipo de rito, menos austero más festivo.
Por eso que el rnall adquiere tanta importancia. En primer lugar
por su polivalencia: hay restaurantes, tiendas individuales,
«tiendas
anclas»,
cines, boutiques exclusivas, salas de juegos
electrónicos, una curiosa escenografía de aire tropical. Se puede
comprar, pasear, «taquillar» o exhibirse, comer o solamente mirar.
En segundo lugar, el mall es transclase. Un principio básico
de
este
tipo de
dispositivo
es su
ubicuidad, uno
del
barrio
alto
debe parecerse a otro ubicado en I .a Florida o en el sector I .o Espejo.
Esa es
una
clave del éxito,
porque entonces
el mall
puede atraer
toda clase de público. No debe ser ni exclusivo ni popular, porque
dejaría de
ser
un espacio «intercornunal»,
un lugar
de
peregrinaje.
El malJ consiste en un conjunto de tiendas segmentadas, con
sus vitrinas cuidadosamente decoradas, combinadas con grandes
tiendas het
erogé
nens. t
od
as
form
ando parte de un laberinto
bull
ang
uero. El
conjunto cr
ea
una
atmósfera kitsc h
,
de
imit
ación
de
lujo pero
s i
n ca rácter intim
d
a torio de lo excl
u
sivo y con
precios a l alcance de la clase
m
edia
.
Así el mall triunfa donde e
l
«
carac
ol
»
fines de los 70 fracasó, porque estaba constituido por
una
seri
e
de
ba
zares
s
in estilo.
L as «
ti
endas a
nclas
»
del
mall,
su co
lumna
vertebral
d
esd
e la
experiencia
e
x
ito
sa
de
l P
arqu
e
Arauco, expande
n su co
nsumo
a
través del crédito
m
a
siv
o
V a
ri
edad de oportunida des créditos
acce sibles
h
asta p
o
r cuatro a
ñ
os: e l id eal de la variada
«
cl ase media»
de los con
sum
do
r
es :
todo
s los
objeto
s, aún
l
os más
so
fi
s
ticados
,
o el consumo como pasión
E l m
a ll es e
l
lu
g
ar preferido del c
iud
adano mercantilizado
E
s su
territ
orio de caza su Museo del Prado
peligroso, suscitaba
la
envidia.
Los ricos se
sentían
vigilados.
Por
ello se mostraban como tales solamente en sus enclaves, las grandes
mansiones de sus haciendas, el balneario de Zapallar o los clubes
de polo de golf.
El quid del asunto residía en esa sensación de ~ig lancia,
reveladora de un sentimiento
de culpa.
No
es que existiera
un
natural ascetismo de las clases dominantes chilenas. En el período
del
auge salitrero
se
pudo ver que
ese era mito. Lo existía
era temor a mostrarse como rico frente a la condena social, ante
peso de una cultura igualitarista, alimentada
.por la
~rédica
socialcristiana de la Iglesia
y
la existencia de partidos clasistas.
Al contrario, hoy día vivir lujosamente constituye una señal
de prestigio. El automóvil de cincuenta mil dólares se exhibe como
una condecoración
al
heroismo
mercantil, a la lucha
sagaz
en
un
mercado competitivo.
Es
necesario
tener
una gran
cas~
si
se quie~e
ser alguien en escalafón del éxito. Resulta conveniente cubr:r
las paredes con pintores famosos de modo que la cultura se ahe
con la
riqueza.
Es
indispensable vestirse
con
ropa
a la moda.
Para
ser rico es necesario verse con otros ricos, ha y que estar en los
lugares adecuados. La riqueza no es privada, ~ e exhibe. Es de ,mal
gusto ocultarla. Es como recordar que, en otro tiempo, era menester
disfrazarse de clase media.
En realidad, las amenazas reseñadas de
s
aparecieron. Más
aún ahora la atmósfera cultura l ha pendulado a l lado contrario.
Parece creerse que los pob
r
es son
f
e lic es ante
l
a e
xhi
bición de l lujo
de
lo
s
ricos
. L
a
s teleseries o parte
d
e la publici
dad de l Chil
e A
ctual
suponen
q
ue los
esp
ectad
or
es comunes ide
n
tif
i
ca n con
l
a riq
u
eza
de
l
o
s
o
tr
o
s
.
7/23/2019 Moulian, T - Chile Actual (81-123)
http://slidepdf.com/reader/full/moulian-t-chile-actual-81-123 17/22
M
i l a 1 1 : /.1 1
LE
VE D
/l/J
E spmln ,
1986
.
----
---
-
· --·-
--
------·
En
consumo pseudocosmopolita de
este Chile Actual el
valor
de
uso
eslá
básirnmente
inserto en las envolturas, los envases,
las dPcoracioncs del
producto.
En las modalidades formalidades del consumir se expresa
uno de los rasgos salientes del Chile Actual: la artificialidad. El
mall es
el
equivalente arquitectural de la teleserie, producto
conte
mporáneo u
bi
cuo pero desarrollado en nuestras tierras
co
n
especial voluntad mít co-fantas iosa La
t
e leseric está marcada,
como e l
mall.
por l a volu
nt
ad de arti
fici
o
s
u resultante , e
l
espíritu
kits
c
h
E
l k
ts ch
,
definido
m
a
gi
stra lmente por
Kund
era
( 99
es el
adorno retórico de la v
i
da, de
l
os a contec
i
mientos o de los
s
e
n
ti
mi
entos
E l
ma
l
representa
e
l kits
c
h en te
r
reno
de
l
co
n
sumo,
la
rel(> r if
i cac ión de
l
os i
nt
e
r
ca
mbio
s
.
S
i
e
m
pre es ne
cesar
io
so
s
pechar que tra
s el
adorno retór
ico existe
una [
unción
id
e
o
ógica
El
kit
s
ch, en cuanto sen ti mentalización
la
s cosa
s
, busca el
El rnall es mejor espacio para esa deleitosa observación
para
el
juego previo a la compra: multiplicidad de oportunidades,
protección del
frío
del
calor,
vigilancia. Estoúltimo
es
muy
irnportnnle pl~rque satisface la neurosis paranoica del Chile Actual,
representa la garantía de estar siempre observados por un Cran
Ojo.
grandes templos del consumo son, que la plaza
del
mercado
en las
ciudades antiguas,
los
lugares
de
condensación
de la ciudad contemporánea. La diferencia entre una otra hablan
por sí mismas. En los mall o en las «grandes tiendas» la imagen, el
escenario y la envoltura están por encima del producto mismo. En
ellos el consumo se constituye por la ritualidad del adorno, de la
multiplicidad variada de lo mismo, por el valor de fa escenografía,
mientras que en el viejo mercado el producto está desnudo, sin
mediaciones espcclacularcs, mejor cuanto más despojado y
«fresco».
/CCOM
gr
ll f ' O
l
r . 1 g m 1 1 1 a C 1 / t11ml,
In
al alcance del hombre común, del ciudadano cotidiano. L~ l.ttopía
a cuarenta ocho meses, para satisfacción del obrero ~ahfica~o,
del empleado, de la dependienta y también de la ~cñorn Cl , descrita
así en
el
manual de cortapalos marketing:
«De
aspecto
distinguido ... combinaciones de colores en el vestir, son de buen
fl
. .
gusto, con estilo y elegancia, lo que re CJ<l aunque vis an spor »
·
En el rnall, especialmente en sus grandes tiendas, se vive la
vertiginosidad del consumo. La rnu.ltiplicidad_ aparentem.ente
infinita de modelos, marcas,
la
cantidad agobiante
de objetos
distintos Una especie de avalancha de alternativas, que suspende
la racionalidad de la elección. E l mall actúa por sobresaturación ·
El rnall es un espacio multifuncional, diferente de la plaza
pública que fue
y es
un lugar
de
funciones
reducidas:_
paseo,
exhibición descanso en algún banco sombreado, en ocasiones la
música del orfeón. El malles una especie de «ciudad
sintética»,
la
acumulación de todas las opciones en un espacio refrigerado,
vigilado, limpio,
techado.
Las «grandes tiendas» (sean mall, supermercados, .tiendas
múltiples 0 especializadas) se convierten en lu~ares cruc1~\?s de
la ciudad actual porque en ellas existen las me;ores condtcron~s
para desarrollar el aspecto más placentero .~el acto de consurrur,
la lenta
deliberación antes de
la
consurnacion del
deseo, el g~zo
de uno de los poeo)S lapsos de
tiem
po sin ataduras de nuestra vida
contemporánea, tiempo de la elección
d
:
l
os obje t
os
L
~s .mall ,
su
s
tie
n
d
as y «gra
n
des tiendas» pro
por
cionan I as
co
nd c iones
idea
le
s
para e l r
ito del «vi trneo»,
acoplado ne
c
e
sa
r,10
.del co
nst
mo
Por ello el
m
all tiene una dimens
i
ón «rnuse
o l
ó g
i
ca»: pas
il l
os
rebosantes de
ge
nte y cada cierto espacio un gran «cu
adro~
> , .una
v
itri
na
donde
los
ob
e tos
forman pa
rt
e
de un
de
c
orado
E
x
hibido
s
p
ar
a complacer la
vi
sta
y de
s
pertar
el deseo.
7/23/2019 Moulian, T - Chile Actual (81-123)
http://slidepdf.com/reader/full/moulian-t-chile-actual-81-123 18/22
8 .
El
avance de
la
mercantilización
. El.
Chile Actual, producto
de la
«gran transformación»
dictatorial, es una sociedad plenamente mercantilizada, por tanto
P enamcnl?penetrada por el «espíritu mercantil», al que se refiere
Sunmel. ¿Como llegó a serlo,
cuando hasta
el
golpe militar no
Jo
era plenamente?
. ~se proceso de generalización de la forma básica del intercambio
cap1ta 1sta.
1a
ocurrido a través de cuatro procesos: a)
mediante
la
asal~nzac1?n total de una parle importante de la fuerza de trabajo
senuasa~anada del campo, b) mediante la eliminación de subsidios a
l~s prcoos. d~ pn~~uctos llama~os de «primera necesidad», c) me-
diante l . a cl11rnnac1nn de la gratuidad de algunos servicios públicos
d)
mediante
un funcionamiento
más pleno
del mercado laboral.
La «revoluc.i6n»
que representó
el
régimen militar produjo,
enh:e c~tros cambios estructurales, una expansión del desarrollo
capitalista del campo. Esto ha significado la casi total desaparición
de la forma del «inquilinato» su reemplazo por el asalariado
P.len~)
en ocasim:~s,
por
el
pequeño campesino asalariado
y
ha
s1gn~f1cado también una fuerte atenuación del intercambio
mediante la modalidad del trueque.
Ta1.n_biér.1, provocó el desarrollo de otros procesos de
m .er~anl~l, zac1on, entre los cuales los más im
portante
s
s
on
l
a
ehmm~
~
1 on
d
e
l
a
gratuid
ad
de cier
t
o
s s
ervicio
s púb
li
cos, c
omo
la
ed
ucacron y la salud y , e
special
mente, e
l
desarrollo más peno del
m
erc
ado
labora
l.
. Esto ú
lt i
mo si gnificó un c
ambi
o en eje de las re
l
aciones
soc;ales
,
ya ~ue pena l a mercantilización de la
f
uerza de traba
j
o
es ta acon:panada ~e la
fragmen
tac ión de
l
os proc
e
sos
prod
u
cti
vos.
Las re
l
ac
1 ~ m
:s s.0 ~ 1 a
l
es
d
e t
raba
jo pa
s
aron
d
e ser aso
cia
ti
vas
, a
s
er
~ucho mas md v
1
dualcs
L
a
l
ibertad s
i
ndical hace que e
l
sindicato
pierda fu~ rz:i
,
la ~ negociac
~
m es c~ lectvas se de
bili
tan puesto que
pasan del
á
mbi to sectoria l al
árnb
ito de
la
s
empresas
La
s
E
E
spafla,
19 9
4 ,
p
. 2 4
.
ocultamiento de algo que es duro o brutal y que es necesario
adornar. El kitsch es siempre una decoración de la «realidad».
En el mall lo kitsch cumple la función de hacer creer en la
igualdad transclase del
consumo.
Opera
a
través
de la creación
de
un espacio cuya artificialidad arquitectural y decorativa hace que
nadie se sienta identificado simultáneamente todos se sientan
atraídos.
Nadie
se siente identificado
por
su
planeada
artificialidad,
pero todos se sienten atraídos porque lo perciben como un
escenario. Esta
cualidad simulada de
ser
un espacio
de todos, esta
capacidad de acogida, es una gran ventaja del mall.
Este genera la impresión de que pobres ricos pueden
pasearse con igual derecho. En ese sentido produce la apariencia
de ser más libre que la plaza pública, porque en ésta los vecinos
principales tenían un derecho tradicional de uso que no se le
negaba al «bajo pueblo». No se capta que en el mall cada individuo,
cada gmpo
está
sometido
a la estrecha vigilancia de
múltiples
ojos,
que evidentemente ponderan la apariencia, discriminan. Pero
como esto no se ve, la libertad del consumidor alcanza en mall
su
máximo carácter idealizado.
Todos se
sienten
con el derecho a
pasear libremente para
elegir,
pero están
bajo
una
observación
discriminatoria. El ocultamiento de esta realidad es una de las
funciónes kitsch del mall.
El mall es, pues, un gran escenario de
sublimación,
de
idea
liz
ación
de
l consumo. Allí se despliegan
l
as
mejor
es
condiciones pa
ra
que con
s
u
m
i
r pu
e
da
convertirse omo e l
j
uego- en
un
a pasió
n
L
os
ob
jetos a lc a
n
zan su punto máximo de
fetichización por tanto despliegan todo su devastador encanto
7/23/2019 Moulian, T - Chile Actual (81-123)
http://slidepdf.com/reader/full/moulian-t-chile-actual-81-123 19/22
f Or
lil I' \DllRr~l'-
:
\
r
jw~ :
DE
/
11
marx
is
ta
m
ercm1cfa
s.
C J
P
los efectos de la mcrcantilización, haciendo del «intercambio por
derecho» una forma muy significativa e importante. Aseguraba la
disponibilidad gratuita de algunos bienes
sociales
básicos, como
efecto derivado de la ciudadanía.
En el Estado-bienestar ese era un mecanismo básico de la
integración por la vía de la economía, sostenida en la acción de los
partidos socialdemócratas de masas, los que buscaban negociar
mayores
y mejores
«derechos».
Al
eliminarse
ese
mecanismo
y
simultáneamente, al debilitarse el movimiento obrero
y
reducirse
su fuerza para negociar salarios (no ya siquiera «derechos»}, la
integración por la vía de la economía debe sostenerse de manera
importante en la masificación crediticia.
La
individualización de
las
relaciones
sociales, es el
sello de
identidad de las instituciones neoliberales del neocapitalismo del
Chile Actual. Se ha hecho realidad lo que ya plantearon los
ideólogos liberales de la Revolución Francesa: que la asocíativídad
era una traba a la competencia libre, un residuo medieval-
corporativista. Las relaciones debían establecerse entre individuos
y
tomar
la
forma de una competencia perfecta, donde miríadas de
átomos intercambiando, se interconectan de manera autorregulada.
Ese
ideal aplicado
al
mercado de trabajo, significa
la
reducción de
las imperfecciones que introducía el sindicato fuerte, para alcanzar
la elasticidad máxima y con ella los menores salarios
y
la mayor
ocup
ac
i
ón
E
n
es
e cont
e
xto l a
fuer
za de trabajo pasó a operar como
« ve
rd
adera me
rcancía», som
e
ti
da
a las
reglas
y
meca
n
i s
mos de la
competenca. I ndefensa, sin otra protección que la de ser un valor
en
p
erpetuo a j
uste
He
aq
uí, en gloria y majestad el concepto-límite
,
l
a
id
e
a
utópica de
l
p
e
n
s
ami
e
nto
neoli
bera
l
: l
a
d
e
st
ru
cci
ó
n de
t
oda
forma asociativa,
en
c
u
a
nto
ell
a r
e
pre
s
enta una alteración
de la
perfecta autorregul
aci
ó n, Esa utopía implica reaciones ato
mí
sticas ,
entre mercancías indiv iduales
El
grupo i
n
terrumpe e flujo elástico
del in
t
ercambio perfecto
Rea
izar e
destino auténtico de la fuerza
restricciones que afectaban a la mercancía fuerza de trabajo
empiezan a ser similares a las de otras mercancías,. n:'iís basadas
en las leyes del «libre mercado» que en la riormati vidad, en las
disposiciones del derecho laboral.
Este cambio de las relaciones sociales de trabajo, ha signifi-
cado un cambio de la forma del Estado. Se trata de un pasaje del
Estado-bienestar que aseguraba prestaciones por «derecho de
ciudadanía» a un Estado plenamente liberal, que ha mercantilizado
la salud y la educación, con excepción de los indigentes en ~os
hospitales o de los estudiantes municipalizados. Es decir el anterior
era
un Estado
que, respecto
de
las
formas de intercambio,
reconoc a
además del trueque y el intercambio por dinero, el intercambio
por un «derecho» emanado de la ciudadanía
10 1
En Chile desde el golpe se ha registrado un dramático pasaje
del Estado-protector, encargado de defender al eslabón más débil
de la cadena social (los asalariados), a un Estado que tiende a des-
regular el mercado laboral. Se trata de impedir que los cm prcsari~s
sean afectados en su competitividad por una fuerza de trabajo
demasiado «consentida»,
o sea
estable
y
protegida.
La
regla
o
principio de valor de las
an~igtrn:'
relaci~mes sociales se-~ª
modificado. La defensa del débil, esta
suborr
liriacia a la protección
de la inserción de nuestros productos en un mercado globalizado.
Se
trata de un
«Estado
mercantil», cuyo objetivo central
es
librar
de i
n
tromi
s
io
nes a
lo
s me
rcados, gara
n
ti
zar
qu
e el
pape
l de
cada
facto
r
d
e producción sea
e
l que le fi ja la compet
e
ncia y
asegu
rar
que las mercancías realicen su
ciclo
Para
e
llo op
e
ra como regulador
de esa libertad y como guardián de l os que la
a
f
e
ctan.
Esta
dinámica es e
x
actame
n
te l
a
contrari
a de la
que operaba
en
e
l
Estado-
bi
e
nest
ar
(
Est
e
bu
s
c
aba
coartar, en algu
n
as
ár
e
a
s,
7/23/2019 Moulian, T - Chile Actual (81-123)
http://slidepdf.com/reader/full/moulian-t-chile-actual-81-123 20/22
11 8
1
E o;
pm
1 1 1
,
9. El conformismo, la otra cara del consumismo
Parafraseando a Harina Arendt puede afirmarse que el Chile
Actual es una sociedad donde el sometimiento a la «labor»
consume la energía de los
individuos, dejándolos
sin aire
para
otras
formas de la vida activa, sea esta la acción (histórica) o la mera
contemplación, la vida interior J . El consumo pasa a ser la única
«consumación». A menudo suplanta a todas las otras formas de
vida
activa,
puesto que toma
papel
de centro
vital, corno si fuese
una actividad a la cual pudieran adjudicársele sentidos
trascendentales. Aparece como compensación de una vida
dedicada a la «labor», o sea, a una actividad instrumental de
sobrevivencia
,
a un
gasto energía
sin
retorno
vivificador.
Una s
oc ie
d
a
d do
nd
e
el
co
n
sumo
d
a
sentido a l e
xistir y donde
imultáneamente- hay una distribución del ingreso
extraordinariamente des
i
gual, se conv
ie
rte por necesidad en
rneritocrá tica espec ialmente
,
en «
trabajólica
». El consumo con
e
ndeud
amiento
e
xige
inte
n
sifi
car el t
ra
bajo,
aumen
tando el
r
e
n
dimiento
p
a
ra
evi
t
a
r
e
ri
esgo
d
e
pér
dida
de
l
empl
eo o
p
a
r
a
conseguir ascen
sos
, a
l
argando
l
a jornada o buscando fuentes
adiciona les de in
gr
es
o
s.
trabajador que es fuerte sólo en cuanto actúa como individuo, a
través de una estrategia de movilidad, que es débil en cuanto opera
como
grnpo,
a través de
una
defensa corporativa. Se trata de
disuadir
las formas organizadas, para incentivar el mérito individual.
Los asalariados que postulan a ser ciudadanos crediticios,
son impulsados a sacrificar la grupalidad para preferir la
posesividad individualista. Se ven exigidos, en pos de fo aceptación
por
el sistema, a
cumplir
la regla
de actuar
corno mercancías
que
se devoran entre sí.
de trabajo en cuanto mercancía, significa prescindir del sindicato.
El
sueño de
Friedman: [si
fuera
posible
eliminar
traba histórica
que no ha permitido la «existencia real» de la fuerza de trabajo
corno mercancía verdadera
En este punto es menester mostrar el círculo vicioso. La
rnercantilización trae consigo el «espíritu mercantil» y este ajusta,
como la
mejor estrategia,
al
individualismo
total.
¿Qué
es el «espíritu mercantil»? No es la
íetichización
las
cosas en sí, sino la fetichización del dinero que es su «medio
abstracto» de adquisición. En ese sentido el «espíritu mercantil»
no consiste en un esteticismo, en un amor apasionado por los
objetos. Consiste
en un utilitarismo,
en
un amor apasionado
al
dinero. En esta transmutación entre objeto dinero, en este
volcamiento del deseo particular del valor de uso hacia el deseo
abstracto del valor
de cambio, es
donde
se
realiza
la fetichización
se distorsiona la conexión entre deseo y placer. El deseo ya no se
conecta con el placer, se mistifica, ya no tiene relación con fines
sino con medios. El placer se hace formalista, se vuelca hacia la
posesión del dinero.
La única mercancía que puede ser susceptible al «espíritu
mercantil», es la fuerza de trabajo. Las otras mercancías se
combinan con mercancías, pero no las consumen. El deseo de las
cosas, los ob jeto
s
, solamente existe
p
ara esa mercancía específica
qu
e
e
s
l
a
fuerz
a de tr
abajo E
s
má
s, solamen
t
e
ell
a
pued
e
realiza
r
e
str
ategias respecto a su va lor, a su valorización
.
Y una de esas
estrategias consiste justamente en renunciar a ser nada
má
s que
mercancía, a ser
nad
a
m
ás que un átomo en e
vita
r
v
a lori
zar
se
por el
som
e
timient
o
c
omo cosa a la ley del mer
ca
do.
E s
o ha
si
do
l
a
es
t
ra
te
g
ia
t
r
adicional del
movimi
e
nto
ob
r
e
ro, la
c
u
a
l
es
t
á en
j
aqu
e
en las sociedades neolibera
l
es
L
a lógica que quiere i
m
poner el neocapita lis
m
o que se vive
en e l Chile Actua l, más allá de
l
as más
car
as id
eo
l
óg ic as ,
es la de
d
e
bilitar
al
movimi
e
nto obrero. S
e
bus
ca
h
acerle
e
nte
nder
a
l
7/23/2019 Moulian, T - Chile Actual (81-123)
http://slidepdf.com/reader/full/moulian-t-chile-actual-81-123 21/22
No tiene sentido realizar una crítica moralizante del hedonis-
mo, inc L.1so.de éste que bordea o que cae en la pulsión adquisitiva,
en el fet1cl~1srnode los objetos. En relación con el agobio de la
«l~b.or», aun el consumo excedcntario representa un principio
erohcc:, d~ ~oz?. Un momento de placer que se desvanece para
devenir disciplina, Pero, al fin al cabo, todo placer es momentá-
neo, su naturaleza es la contingencia.
La
crítica moralizante
es
lirni tad
a
y
ciega porque no
comprende el deseo, la voluntad de placer que acompaña el
consumo. Pero, pese al interés de
evitar
la predicación, es inevitable
una crítica del fenómeno. La ampliación de las posibilidades de
c~nsur:i~l, a través del cepo disciplinario del crédito, pertenece al
dísposi ti vo global de la dominación, no sólo al dispositivo de la
reproducción
del económico.
E l endeudamiento masivo
opera
corno una manera de asegurar la velocidad de circulación de las
mercancías, pero especialmente opera como dispositivo de
integración social.
Esta sociedad, Chile Actua , se concibe como un gigantesco
mercado donde la integración social se realiza en el nivel de los
intercambios más que en el nivel de lo político. Esto es, no se realiza
a través de la ciudadanía convencional, de la participación, de la
adh.esión a ideologías. La figura
del hombre
político,
orientado
hac~a l~ ~ida pública
,
es reemp
la
zada por la
figu
ra
p
redom
in
a
nt
e
de l indiv
i
dun burgués, atomzado, que ya no v ve en l a comunidad
de la c
~
vitas, r ª no vv: por la causa sindicato
la «población» ,
e
l pa
rtido)
Vi
ve para pa
r
a sus me
t
as
Para e
l
traba jo, tra
t
ando
d
e s
uper
ar
l
a
dureza de la
« labor»
,
especialmen
t
e Ja incerti
dumbr
e
del
empl
eo
fl
exibilizado, travé
s
de méritos que permitan realizar
l
as
«oportun
i
dades
»
l
aborales, por
ej
emp
l
o
u
n
as
c
enso
y c
o
n esa
herramienta ab
r r
se
p
aso h
ac
a nuevas
opor
tunidades de con
su
mo:
c
ambiar e l
liv i
ng
c
o
n
seguir
l
a casa propi
a,
e
l automó
v 1 Ja
ed
uc~ció
n
de
l os h ij
o
s
(vpara
que
ellos
s
ean otr
a
co
sa»
) , de
vac
ac
ro
rie
s
con la
famili a .
La liberación por el consumo del peso de la «labor»
paradójica. El consumo excedentario se convierte en un placer
asociado a un costo ascético, al uso intensificado de sí mismo, a
una autoexplotación en aras de las demandas de consumo exigidas
por el núcleo familiar teledirigidas por la sociedad.
Esta pasión actual del consumismo, o sea del consumo
excedentario que se financia sobre una sobrecxplotación
consentida, es placer-alienación. placer existe, es el gozo del
microondas largamente deseado, pero a costa
de
una mayor
mercantilización de sí mismo.
Es
un placer que termina
rápidamente, se «consume», quedando de él la otra cara, la deuda,
el sacrificio. El hedonismo acarrea, de vuelta, el ascetismo.
No es extraño que de esta matriz de relaciones sociales emane
una visión pesimista pero conformista.
La idea de
un mundo
agobiante, al cual hay
que,
sin embargo, adaptarse si se quiere
extraer de él siquiera algún goce mundano.
El conformismo es hijo putativo de la «naturalización» del
mundo actual que realizan las ideologías dominantes, declarándolo
protegido
de la
historicidad.
Ese
conformismo
toma
numerosas
formas. ¿Para qué criticar un mundo que no se puede cambiar?
preguntan los conformistas-fatalistas. ¿Desdt.' dónde cri tica rlo, con
qué fundamento
si se
han derrumbado
los
grandes
relatos y no
existe una ética universal? plantean los conformistas-relativistas.
Unos y otros, por
moti
vos d
i
ferentes
,
se parapetan en la impotencia
¿Por qué no vivir lo posib
l
e
?
se interroga la creciente
fa
l
ange
de co
n
form
i
stas
-pr
agmáticos Muc
h
os, e
n
t
r
e é
stos,
tenen
pesimismo trascendenta
l. Af
irman,
de acuerdo
,
e l
mundo e
s
una
porqu
e
ría y
no
se
pue
de
cambiar
Pe ro
,
acto
seguido
se
pregunta
n,
¿po
r
qué
no
defe
nd
erse
d
e
l
a vida
d
i
sciplin
ari
a ascética
de
l trab
a
jo
y
de
l es
tr
es
urbano,
con el
h
e
do
nismo,
au
n
qu
e sólo sea e l del placer
que provocan
l
os objetos
d
e
l
co
n
fort
d
oméstico o pl
ace
r de
v
acacione
s a c
réd
it
o?
7/23/2019 Moulian, T - Chile Actual (81-123)
http://slidepdf.com/reader/full/moulian-t-chile-actual-81-123 22/22
decente», e) las empr~_g1cenh\.:2n el_ll1,i~o de la capacitación como
forma d~ ~scenso ligada al mérito individual,
- - -
- -
·
- - - - --
Es~c modelo de relaciones sociales sería agobiante si, al
m1sn~o tiempo, no.of~eciera las oportunidades del consumo que
ofrece, con doce, veinticuatro o cuarenta ocho cuotas. Este sistema
compensa /aligera con el consumo. Una compensación que posee
f.uerza seductora, puesto que aparece como materialización de la
libertad de
elegir,
que está
al alcance
de todo poseedor de dinero
al
alcance de todo trabajador provisto de una garantía de buen
pagador, de una promesa de ascetismo futuro.
. Por eso mismo, cada acto de consumo en cual se pone a
func10nm: maquinaria crédito, representa un reconocimiento
de
este
Ch.'~e
Actual, una aceptación tácita
de
sus lógicas de
~~>mpens~c1on. ¿Y cómo vivir sin esa salida? ¿quién quiere vivir
s 1 _ n c~la, srn esa reconfortant~ evasión, cuando se ha perdido la
espc1 anza en otro mundo me1or?
Esta
sociedad genera dos
formas de conformismo. Uno revela
una visión optimista del Chile Actual. Para esta imagen los proble-
mas se irán resolviendo a través de procesos que culminan lo actual:
la mayor modernización acarreará mayor democracia. Pero hay
otro
conformismo, que
es
profundamente pesimista, que conduce
al fatalismo, o sea, a consagrar la omnipotencia de la dominación,
a través de teorías críticas, cuya negatividad alcanza al presente y
al futuro alimenta la impotencia.
Efectivamente,
la
catástrofe
del
socialismo nos
ha
dejado
desarmados. Y a no es posible (comunicacionalmente) hablar del
socialismo como superación del capitalismo, en el campo del
desarrollo de las fuerzas productivas o en la posibilidad de la des-
estatización, de una democracia radical.
Más importante me parece mostrar el conformismo derivado
del funcionamiento de la propia organización del neocapitalismo,
instalado en nuestro Chile Actual. Se puede decir que ese
conformismo invade
la acción y el
pensamiento, porque el
sistema
ha llevado la mercantilización a un punto donde sólo el individuo
se
mueve
corno
pez en
e l
agua.
Para el
capitalismo
del Estado
bienestar, la asociatividad del trabajador formaba parte de su
propia reproducción. Este neocapitalismo requiere del
individualismo del trabajador.
Por
l
a atomización general producida por las relaciones
sociales de prod
u
c
ció
n vigentes,
de
l debilitamiento de l
E s
tado
,
no
ha s
urgido
una socied
a
d
ci
vil m
á
s fu
erte
T r
e
s tipos
de
presiones
priv
il
egian l
as
cstra
teg
éJs indillidJJa
l
es e
n co
nt
ra
de
las
a
s
oc
iativas:
a) l
atlex
ibfü~ª - f . Ü
Ín
t
elaciun.es.....
OJJJ.irJI~tua~es de
t
rabaj o,
obligan a
lo
s traba jadores a dismin
ui
r
l
os r
i
esgos de~Tiiaividad
por
mi
e
d
o a
l
a
incer
tidumbre
d
e
l
emp
le
o,
favor
e
ci
en
do
e
stra
t
egias
de
ac
omodo en
contra
de
estrat
egi
as
coe
ct
ivas
de
lu
cha, b)
l
a
expan
s
ió. )
,,
deLcorisurn~a-Grédito
_ f ü : ~ .
con
s
oli
d
a como una forma
indivídua
l
no con
fl
ictiva (no d stribut
i
va) de acceso a
«oportu
ni
dades», con tal que e
l
trabajador sea un «trabaador