Deleuze y la poltica Una entrevista con Antonio Negri
Santiago Lpez Petit Pars, enero de 1994
En qu sentido Gilles Deleuze asume el marco postmoderno y, en el mismo
momento, se sita ms all de l? Es decir, se opone a toda forma de debilitamiento
del ser, de relativismo...
NEGRI: Creo que, en efecto, Deleuze va ms all de lo postmoderno en el sentido en que el
concepto mismo de "ost" es decir, la transgresin de la crtica de lo moderno, es empujada
hasta el redescubrimiento o la construccin de una imagen productiva del ser. Esto quiere
decir que en Deleuze no hay slo realizacin crtica de lo moderno el prefijo -ado como
estado o situacinsino tambin descubrimiento, la insistencia en una clave productiva que
es irreductible. En el fondo, lo postmoderno es un modelo de subsuncin general del ser en
la circulacin del ser, en la circulacin de la significacin. En Francia, en particular, donde
la concepcin de lo postmoderno es definida por primera vez, lo postmoderno es
estructuralismo sin sujeto. Y es cierto que el pensamiento de Deleuze se mantiene en el
cuadro del estructuralismo, los bordes del pensamiento de Deleuze estn completamente
enraizados en la visin estructuralista del mundo, pero este estructuralismo es un
estructuralismo sin estructura, es decir, sin post-moderno. Existe en Deleuze una idea de
productividad del ser, del deseo, que es verdaderamente el elemento que rompe con lo
postmoderno en el mismo instante en el que lo plantea. sta es la caracterstica fundamental
del pensamiento de Deleuze. Ser justamente, por un lado, un postmodernismo sin
postmodernismo, un estructuralismo sin estructura, y por otro lado, la completa
identificacin de este impuslo y digo impulso porque no olvido nunca las fuentes
bergsonianas del pensamiento de Deleuze- que convierte este desarrollo de la dimensin del
ser en algo siempre abierto, siempre productivo. Yo no dira que en Deleuze no existe un
cierto relativismo. Hay relativismo en el pensamiento de Deleuze, pero es un relativismo
epistemolgico que es siempre superado por lo absoluto utilizo el trmino absoluto en el
sentido de Spinoza- por el carcter absoluto del ser, del acto, que es completamente tico.
En el ltimo libro de Deleuze Critique et clinique hay un captulo verdaderamente
extraoridnario en el que se reinterpreta el lenguaje de la tica de Spinoza. Por primera
vez, Deleuze habla del lenguaje del amor, del lenguaje del percepto como algo eterno. Y
esto es, en mi opinin, lo esencial de Deleuze. El hecho que acepta el horizonte en el que
todas las posibilidades de la dominacin se han realizado y que, sin embargo, es capaz de
resaltar en todos los lugares y en el doble sentido como elemento crtico y como elemento
productivo- esta pasin del ser, de Dios, del Absoluto.
Que la obra de Deleuze es una obra directamente poltica est fuera de duda. l
mismo lo expresaba en una entrevista que le hiciste cuando afirmaba: El Antiedipo
es una obra de filosofa poltica. Pero su obra es esencialmente otro modo de pensar
en el que la diferencia ocupa el lugar del ser, el acontecimiento el lugar del sentido.
La pregunta es: Hasta qu punto esta innovacin en el pensar se traduce en un modo
diferente de hacer poltica? O si quieres, de otra manera: Qu uso has hecho t de
ella?
NEGRI: Es totalmente cierto que esta otra manera de pensar es fundamental en Deleuze.
Pienso en el hermoso artculo de Foucault sobre Diffrence et Rptition que se llama
Theatrum Philosophicum que es absolutamente decisivo como interpretacin del
pensamiento de Deleuze. Diffrence et Rptition es el discurso del mtodo de Deleuze
sobre el cual se insertan despus las grandes signatures du monde como llama Eric Alliez
en un libro reciente muy interesante pero en mi opinin con algunas limitaciones aunque
esto es secundario- a los grandes libros LAntioedipe, Mille Plateaux y quiz Quest-ce
que la Philosophie?. Hay pues esta otra manera de pensar que se quiere profundamente
antiplatnica, en la que el sentido del acontecimiento y de la singularidad, de la haecceidad
se hacen centrales. El cuadro que tenemos ante nosotros es el mismo al que antes me refera,
es decir, esta imagen postmoderna de lo real que es animada por esa irreductibilidad de los
procesos de subjetivacin. Por tanto, hay una prctica de los procesos de subjetivacin, lo
que significa que el mismo modo en que se plantea la cuestin es muy importante. Deleuze
rechazara el hecho de hablar, por un lado, de un modo de pensar y, por otro, de un modo de
actuar. Porque la imagen del pensamiento en Deleuze es ya un actuar, dado que justamente
no existen estas mediaciones platnicas ideales y representativas entre accin y pensar. Lo
que es absolutamente fundamental es la presencia del actuar en la definicin del
pensamiento. No se puede definir un acontecimiento si no tenemos en cuenta su
singularidad. Si se piensa el acontecimiento es necesario que la subjetividad est ya en su
interior, o que este acontecimiento se haya formado en el proceso de constitucin
permanente y continua de la subjetividad. La interaccin o intercambio entre los niveles de
conocimiento y de la prctica es total. En tre actuar y pensar existe una interfase activa.
Desde este punto de vista, la concepcin del mundo de Deleuze es una concepcin maqunica
que establece fundamentalmente una idea continua de hibridacin del mundo de la
subjetividad pensante y de la subjetividad actuante, de la cultura y de la naturaleza, de la
historia y de la mquina fsica, del significante y del significado. Una gran parte del trabajo
hecho por Deleuze y Guattari es precisamente un intento constante de definicin de esta
especie de materia viva, jams primordial, siempre organizada segn niveles crecientes de
complejidad y, en cuyo interior, la relacin entre pensar y actuar se hace un continuo. En
qu sentido todo esto puede servir a la poltica? O en qu sentido me puede haber servido
a m y a mis compaeros? Yo creo que, en realidad, hoy es imposible definir lo poltico si no
es como la forma en que la integralidad de la vida humana se da. Y cuando digo vida humana
me refiero a la historicidad, a los complejos maqunicos que unen la historicidad a la
naturaleza, hablo de la metamorfosis continua que rene la humanidad en una
transformacin y en una consolidacin. Todo esto es lo poltico. Pues bien, hay que gestionar
este proceso. La poltica no es ni ms ni menos que el proceso de subjetivacin en tanto que
proceso global, colectivo. Por tanto, desde este punto de vista, si se piensa la poltica como
representacin est claro que nos separamos del pensamiento de Deleuze. Si se piensa la
poltica como consecuencia del pensamiento, incluso cuando es una consecuencia unvoca o
directa, tambin estamos fuera de Deleuze. La nica manera de pensar la poltica para
Deleuze sera pensarla como englobando todos los procesos de subjetivacin. Procesos de
subjetivacin que son individuales, colectivos, que viven siempre en el interior de una
complejidad productiva e interaccionante. Y eso es lo poltico. Lo poltico es el momento
ms alto de la tica. Lo poltico, en Deleuze, es la capacidad de afirmar la singularidad en
tanto que absoluta.
Indudablemente la crtica que lleva a cabo Deleuze de la representacin, del sujeto
es esencial y definitiva. A esta crtica hay que aadir indisolublemente su
descubrimiento de la multiplicidad, de las singularidades que pululan en el plano de
inmanencia. La cuestin sera: Qu destino les aguarda a estas singularidades cuando
aparecen desvinculadas de toda forma de contrapoder? Esta ausencia de desarrollo
poltico no debera conducir a privilegiar una prctica poltica de minoras frente a
una de masas. Lo digo pensando en la distincin que Deleuze establece entre minoras
y mayoras cuando afirma que lo que est en juego no es un problema numrico.
NEGRI: Estoy bastante convencido de que en el discurso poltico de Deleuze el problema
fundamental es el de comprender los espacios expansivos de la resistencia. Esto quiere decir
que la singularidad es definida siempre como resistencia. Los procesos de singularizacin,
la formacin de la subjetividad, es siempre la afirmacin de una potencia de resistencia
increble. Qu es en el fondo la subjetividad? Deleuze juega siempre con la imagen de las
habitaciones vacas, pero que son el contexto de la subjetividad. Habitaciones que estn
delimitadas pero que pueden siempre plegarse, tomar otras formas y llenarse de este modo
de s. Y es esta relacin entre la delimitacin y la resistencia que estos procesos de
subjetivacin determinan, la construccin de estos pliegues, de estas estras de subjetividad
sobre el terreno liso del ser dado, lo que constituye la expansin de la resistencia. Lo que
quiero decir es que la resistencia no es un fenmeno que pueda ser en Deleuze encerrado en
la negatividad. La dimensin del deseo, por ejemplo. La dimensin positiva de la interaccin
global de todos los elementos que viven en esta superficie del mundo determina cada vez en
la resistencia una dimensin positiva, una dimensin agresiva, una dimensin constitutiva
del ser. Lo que es impresionante en el discurso deleuziano es justamente el hecho de que
solamente la resistencia es constituyente. Slo el punto ms extremo de afirmacin de las
condiciones de los procesos de subjetividad es creativo. As, desde este punto de vista, yo no
hablara de defensa de las minoras y eliminacin del concepto de masa o de mayora. El
problema consiste en que no puede haber ni masas ni mayora si una y otra no estn llenas
de resistencia. En Deleuze hay un horror al vaco que es tan grande como el que exista en
Foucault. El vaco no existe. Existe slo lo lleno. Y este lleno puede estar delimitado por el
vaco, pero es un vaco exterior y desontologizado, ntico. Por tanto Deleuze no est contra
la mayora o contra las masas. Quiere que los movimientos de masa sean movimientos de
subjetivacin, quiere que las masas sean como un ocano del cual se puedan apreciar todas
las gotas. Todas. Su trabajo no es el de negar el ocano, sino de trabajar siempre por la
constitucin y la definicin de los niveles de transversalidad, de las posibilidades ms
complejas, de los dispositivos [agencements] ms complejos y difciles que pueden
determinarse en la constitucin de estas masas. Desde un punto de vista filosfico la posicin
de Deleuze es la de una ontologa unvoca de un ser expresivo y creativo. Es una bomba
explosiva, inmanente. No hay nada diferente, tan slo la negatividad de los otros.
Spinoza y Nietzsche son dos de los autores fundamentales en los que Deleuze se
apoya. Ciertamente es difcil decir cul de los dos juega un papel ms importante en
su obra. Crees que la influencia de Nietzsche que produce en definitiva un concepto
de crtica como afirmacin (Amor fati...) tiene que ver con una cierta ambivalencia,
con un cierto borrarse el antagonismo que pudiera existir en Deleuze?
NEGRI: Nietzsche y Spinoza, con formas totalmente diferentes en su exposicin, han
admitido lo que te deca en la anterior pregunta. En Spinoza es clarsimo y me remito de
nuevo a este ltimo artculo de Deleuze al que me refera. Y en Nietzsche? Hay que leer
con atencin a Nietzsche porque su Amor fati, su Eterno Retorno determina un
desplazamiento que se convierte en singularidad. Qu el antagonismo se borra? Si se
entiende el antagonismo como el enfrentamiento entre dos fuerzas positivas, como un
antagonismo dialctico en el fondo la clase obrera era una parte del capital, el capital
variable justamente- ese antagonismo considerado como algo que se articula en un plano
dialctico implica obligatoriamente una solucin representativa. Es evidente que en Deleuze
todo esto se viene abajo. La sola posibilidad es construir sobre la resistencia, pero no hay
que reducir esta idea a una idea anarquista y antigua de aislamiento. Estamos ante
fenmenos que constituyen el ser, que realizan el ser posible. Existe esta dimensin de
totalidad curiosamente invertida pues la totalidad es ahora negada en tanto que concepto.
Pero, en el mismo momento en que la niegas en tanto que concepto, se convierte en real, lo
que quiere decir es mucho ms fuerte. Cuando uno piensa, por ejemplo, en el carcter
absoluto de la democracia que defiende Spinoza. Democracia es ese carcter absoluto de la
multitudo formada por individuos que se hace real. Hay que empujar hasta el final la
negacin de todos los procesos de representacin, de representacin epistemolgica o
metafsica, para llegar a comprender este paso esencial de la construccin del ser como un
ser positivo. Y en este punto, en concreto, critico todas las posiciones que empujan la
negatividad hasta su identificacin. Consideremos el caso de Giorgio Agamben. Agamben
ha publicado un pequeo texto sobre Bartleby de Melville y Deleuze en su ltimo libro
tambin. Es completamente evidente la diferencia que hay entre un pensamiento negativo a
la Agamben, que llega con su potencia enorme a la definicin de esta primera fundacin del
ser o si quieres negacin de su fundacin, pues el lmite es sumamente ambiguo y equvoco,
y por otro lado, la posicin de Deleuze, que conlleva una positividad extremadamente
extraa y plena.
Deleuze como persona es poco conocido. Cuando la Guerra del Golfo fue uno de los
pocos pensadores franceses que pblicamente se opuso a ella. Podras decirnos algo
ms acerca de su vida?
NEGRI: Deleuze es un autntico izquierdista. Sus actividades polticas han sido siempre
totalmente coherentes y continuas. Desde la Guerra de Argelia en la cual no particip
porque estaba enfermo y frente a la cual mantuvo una posicin radicalmente en contra, hasta
los aos 60-70 en los que se pronunci desde un principio a favor de los estudiantes.
Posteriormente particip junto a Foucault en las luchas a favor de los presos que llevaron a
cabo unos comits revolucionarios. Despus, la posicin poltica quiz ms curiosa y
divertida, es cuando Deleuze particip en la candidatura a favor de Coluche a la presidencia
de la Repblica. Coluche era un payaso muy conocido que lleg a recoger hasta el 30% de
los votos en los sondeos. Posiblemente fue uno de los momentos ms lgidos polticamente
hablando de burla e irrisin del sistema poltico en Francia.
http://anarquiacoronada.blogspot.mx/2012/11/toni-negri-deleuze-y-la-politica.html
25-marzo-2014