PALABRA DE GENERAL
José S. Martínez A.
José S. Martínez A.
1
José S. Martínez A.
Delegado de Migración
en uniforme de gala
José S. Martínez A.
2
PALABRA DE GENERAL
José Socoro Martínez Aguilar
México
José S. Martínez A.
3
PALABRA DE GENERAL
DERECHOS RESERVADOS
PRIMERA EDICIÓN 2015
IMPRESO EN MÉXICO
ISBN _____________
José S. Martínez A.
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ÍNDICE
PALABRA DE GENERAL .................................................................................... 2
................................................................................................... 1 INTRODUCCIÓN
.............................................................................. 9 DISCURSO DEL 5 DE MAYO
CONFERENCIA SOBRE LA BANDERA DE MÉXICO ................................ 14
DISCURSO SOBRE EL DÍA DEL EJÉRCITO MEXICANO ........................ 20
DISCURSO PARA EL DÍA DE LA FUERZA AÉREA MEXICANA ............ 24
DISCURSO DEL DÍA DE LA BANDERA ......................................................... 30
DISCURSO DE HONORES A LA BANDERA ................................................. 35
CARTA A LA ESPOSA DE UN MILITAR ....................................................... 40
CARTA A LA MADRE DE UN SOLDADO ...................................................... 42
CARTA A LA MADRE QUE ES MILITAR ..................................................... 43
DISCURSO DE FIN DE AÑO ............................................................................. 45
CONDECORACIÓN DEL 6/o BATALLÓN DE FUERZAS ESPECIALES . 50
167 ANIVERSARIO DE LA BATALLA DE CHAPULTEPEC ...................... 54
DÍA DE LA MARINA ........................................................................................... 61
DESAYUNO DEL DÍA DEL MAESTRO .......................................................... 64
DISCURSO DÍA DE LA BANDERA .................................................................. 69
DISCURSO PARA EL DESAYUNO CON LA ARMADA DE MÉXICO ...... 75
101 ANIVERSARIO DEL EJÉRCITO MEXICANO ....................................... 80
DISCURSO CON MOTIVO DE LA TOMA DE POSESIÓN DEL
PRESIDENTE ENRIQUE PEÑA NIETO .......................................................... 86
DISCURSO PARA EL DESAYUNO DEL EJÉRCITO Y LA FUERZA
AÉREA CON EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA .................................. 91
DISCURSO DE ENTREGA DE CONDECORACIÓN A HÉCTOR SLIM
SEADE .................................................................................................................... 95
José S. Martínez A.
5
LOS “NIÑOS HÉROES” (DISCURSO) ............................................................. 98
DISCURSO SOBRE LA TOMA DE CIUDAD JUÁREZ EL 15 DE
NOVIEMBRE DE 1913 ...................................................................................... 110
EL PLAN DE GUADALUPE (DISCURSO) .................................................... 115
PRESENTACIÓN DEL LIBRO ........................................................................ 125
TOMA DE TORREÓN (DISCURSO) .............................................................. 129
EJÉRCITO CONSTITUCIONALISTA (DISCURSO)................................... 132
........................................... 144 CONVENCIÓN DE MONCLOVA (DISCURSO)
REGIÓN MILITAR No. XI ............................................................................... 148
DISCURSO A LOS MAESTROS ...................................................................... 152
DISCURSO A LOS MILITARES EN RETIRO .............................................. 156
ANIVERSARIO DE LA CREACIÓN DEL ESTADO DE BAJA
CALIFORNIA ..................................................................................................... 159
CENTENARIO DE LA OCUPACIÓN ESTADOUNIDENSE DEL PUERTO
DE VERACRUZ .................................................................................................. 165
DISCURSO DE HONORES A LA BANDERA DEL MES DE JULIO ........ 172
DESFILE MILITAR DEL 16 DE SEPTIEMBRE DE 2012 ........................... 177
DISCURSO ANTE LA SOCIEDAD MEXICANA DE GEOGRAFÍA Y
ESTADÍSTICA AL RECIBIR LA VENERA BENITO JUÁREZ ................. 195
CAMPAÑA CONTRA DROGAS (DISCURSO) ............................................. 205
DISCURSO A LA BANDERA ........................................................................... 208
DISCURSO. ACTO CÍVICO DEL TRECE DE SEPTIEMBRE EN
MEXICALI .......................................................................................................... 211
DISCURSO DEL TRECE DE SEPTIEMRBE PARA LA CENA CON
MILITARES Y SUS FAMILIARES ................................................................. 214
DISCURSO PARA LOS HONORES DEL PRIMER LUNES DE OCTUBRE
2015 ....................................................................................................................... 217
José S. Martínez A.
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DISCURSO DE HONORES A LA BANDERA PARA EL PRIMER DÍA DE
CLASES DE NOVIEMBRE 2015 ...................................................................... 221
DISCURSO PARA EL ACTO DE ENTREGA-RECEPCIÓN DE
APARATOS DETECTORES DE DROGAS ILÍCITAS................................. 225
APUNTES PARA REFLEXIÓN ....................................................................... 229
CARTA ................................................................................................................. 232
DISCURSO SOBRE JURAMENTO A LA BANDERA ................................. 235
RECONOCIMIENTO ........................................................................................ 238
FELICITACIÓN ................................................................................................. 239
FELICITACIÓN ................................................................................................. 240
RECONOCIMIENTO POR PASAR AL RETIRO ......................................... 241
MENSAJE DE FIN DE AÑO A LOS SOLDADOS. 2015 ............................... 242
DISCURSO SOBRE EL DÍA DEL EJÉRCITO .............................................. 246
DISCURSO PARA LA CONVIVENCIA CON GENERALES, JEFES
OFICIALES Y TROPA DE LA II REGIÓN MILITAR ................................ 250
DISCURSO PARA LA DONACIÓN DE DOS CABALLOS A UN CENTRO
DE EQUINOTERAPIA ...................................................................................... 255
DISCURSO PARA AGRADECER EL HOMENAJE DEL GOBIERNO DEL
ESTADO DE BAJA CALIFORNIA .................................................................. 257
José S. Martínez A.
1
INTRODUCCIÓN
El título de esta obra, PALABRA DE
GENERAL, obedece a que este libro no es
otra cosa, que la recapitulación de textos,
sobre todo de discursos, todos ellos
asumidos y dichos por un general
ameritado, el Gral. de Div., D. E. M.,
Moisés Augusto García Ochoa, de quien,
acto seguido, doy las siguientes referencias
puntuales y fidedignas para describir la
personalidad de quien le ha puesto su voz a
todas estas palabras escritas.
El General Moisés Augusto García
Ochoa, nació en Tuxtla Gutiérrez, Chis., el
6 de abril de 1951.
Es hijo del periodista y escritor
oaxaqueño don Augusto García Moguel
(finado) y de la Señora Amparo Ochoa
Yaven, originaria también del estado de
Chiapas.
Está casado con la señora Isabel
Rodríguez de García, de profesión
Decoradora.
Procrearon tres hijos: César Augusto
(finado), Deyanira Isabel y Marysol
Berenice, los tres casados, en su momento, y profesionistas.
ESTUDIOS
Cursó su escolaridad básica en la ciudad de Oaxaca, de donde al concluir la
secundaria se trasladó a la Ciudad de México en 1967, para ingresar al Heroico
Colegio Militar como Cadete, egresando como Subteniente.
José S. Martínez A.
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A partir de su egreso como Oficial del Ejército Mexicano, obtuvo las
jerarquías de la escala militar: por concurso, de Teniente a Capitán Segundo y
Capitán Primero entre 1973 y 1979; en la categoría de Jefe, en 1982 ascendió al
grado de Mayor, en 1986 a Teniente Coronel y en 1992 a Coronel. Por aptitud y
mérito profesional, ascendió en 1997 a General Brigadier, en el año 2003 a General
de Brigada y en el año 2010 alcanzó la máxima jerarquía militar de General de
División.
CARGOS Y ACTIVIDADES ACADÉMICAS
En 1971, concluyó el curso de formación de oficiales en el Heroico Colegio
Militar, obteniendo patente del grado de Subteniente de Infantería y Certificado de
Estudios.
En 1974, siendo Teniente de Infantería, fue designado Instructor en la
Escuela Militar de Clases de las Armas “General Mariano Matamoros”, ubicado en
la Ciudad de Puebla, Pue.
En 1975, ostentando la misma jerarquía, fue nombrado Oficial de Alumnos
en el Heroico Colegio Militar, y encuadrado como Comandante de Sección, para
posteriormente, en 1976, al ascender al grado de Capitán, ocupar el cargo de
Comandante de la Compañía del Cuerpo de Cadetes del citado plantel educativo.
En 1977, siendo Capitán Segundo, realizó el Curso de Operaciones en Selva,
invitado por el Ejército de los Estados Unidos de América, en el “Fuerte Gulick”,
en la zona del Canal de Panamá.
Ese mismo año ingresó a la Escuela Superior de Guerra, para realizar el
Curso de Mando y Estado Mayor General, obteniendo la especialidad de
“Diplomado de Estado Mayor” y Título de Licenciado en Administración Militar,
en el año de 1980.
En 1983, ostentando el grado de Mayor, fue invitado nuevamente por el
Ejército de los Estados Unidos de América, para desempeñarse como Instructor en
la Escuela de las Américas en el “Fuerte Gulick”, donde obtuvo el certificado de
Instructor y diploma, en reconocimiento a su desempeño como docente del Curso
del Comando y Estado Mayor del Ejército de los Estados Unidos de América.
José S. Martínez A.
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En 1992, cursó el Diplomado Universitario en Análisis Político, en la
Universidad Iberoamericana.
En 1999, se desempeñó como Subdirector de Adiestramiento de la Dirección
General de Educación Militar y Rectoría de la Universidad del Ejército y Fuerza
Aérea, y, en el año 2000, sin dejar de desempeñar el cargo de Subdirector, fue
designado Jefe de Estado Mayor del Comité de Planeación de los Desfiles
Conmemorativos de la Independencia y la Revolución Mexicana, respectivamente.
En 2003, concluyó la Maestría en Ciencias Políticas, en la Universidad
Internacional del Atlántico, con sede en Miami, Florida, EUA.
En 2008, concluyó la Maestría en Prevención del Delito y Sistemas
Penitenciarios, en el Instituto de Prevención del Delito e Investigación
Penitenciaria, obteniendo mención honorífica en el examen de oposición para
obtener el grado de maestro.
En 2012, concluyó la Maestría en Seguridad Nacional, en el Centro de
Estudios Superiores Navales, dependiente de la Secretaría de Marina Armada de
México.
CARGOS OPERATIVOS Y ADMINISTRATIVOS
En 1971, siendo Subteniente de Infantería, y posteriormente Teniente, ejerció
el cargo de Comandante de Sección de Fusileros en el 16/o. Batallón de Infantería,
con sede en ese entonces, en la ciudad de Hermosillo, Son.
En 1981, como Capitán Primero y nuevamente en 1984, con el grado de
Mayor, se desempeñó como Jefe de la Subsección de Operaciones y Adiestramiento
de la Sección Tercera del Estado Mayor de la Defensa Nacional.
En 1982, con el grado de Mayor, fue designado Secretario Particular del Jefe
del Estado Mayor de la Defensa Nacional.
En 1991, siendo Teniente Coronel, le asignaron el Mando de la Primera
Compañía de Infantería no Encuadrada, con sede en El Peñón de los Baños, D. F.
En 1993, con la jerarquía de Coronel, fue nombrado Comandante del 80/o.
Batallón de Infantería, con sede en la ciudad de Tlaxcala, unidad que participó
José S. Martínez A.
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durante los primeros seis meses de operaciones en el restablecimiento del orden
constitucional, ante la irrupción del autonombrado “Ejército Zapatista de
Liberación Nacional”, en el Estado de Chiapas, en el año de 1994.
En 1995, ostentando la jerarquía de Coronel, fue nombrado Secretario
Particular Adjunto, del C. General Secretario de la Defensa Nacional.
En 1998, siendo General Brigadier, le fue asignado el Mando del Cuerpo de
Fuerzas Especiales del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, Cuerpo Especial de la
Estructura Orgánica Militar, integrado con unidades terrestres, aeromóviles y
anfibias, en la totalidad del territorio nacional.
Debido a que las Fuerzas Especiales en México se encontraban en sus albores,
el ejercicio de este mando le implicó dos grandes acciones:
- Estructurar y formalizar los Cursos de Especialización de Clases de
Fuerzas Especiales (cabos y sargentos) y de Oficiales Instructores de
Fuerzas Especiales.
- Organizar, equipar y adiestrar a los “Grupos Anfibios de Fuerzas
Especiales”, unidades que desempeñan un papel fundamental en la
intercepción de cargamentos de drogas en costas y litorales, transportados
en lanchas rápidas o lanzados al mar desde aeronaves, complementando
con su acción a las unidades de tropas terrestres.
En el año 2000, siendo General Brigadier, fue designado Secretario
Particular del C. General Secretario de la Defensa Nacional y, paralelamente,
miembro de la H. Junta Directiva del Instituto de Seguridad Social para las
Fuerzas Armadas Mexicanas (ISSFAM).
En 2006, con la jerarquía de General de Brigada, fue nombrado Comandante
de la 24/a. Zona Militar con sede en la ciudad de Cuernavaca, Mor.
De 2007 a 2012 desempeñó el cargo de Director General de Administración
de la Secretaría de la Defensa Nacional, con responsabilidad de gestión,
administración y ejercicio del presupuesto, así como el control de inventarios de
dicha Secretaría, y responsable de las adquisiciones de material, equipo,
armamento, vehículos, aeronaves y dispositivos de alta tecnología, indispensables
José S. Martínez A.
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para las tropas del Ejército y Fuerza Aérea, empeñados en operaciones de alto
impacto en contra de organizaciones de narcotraficantes.
Durante su gestión desarrolló proyectos innovadores de administración,
basados en herramientas informáticas denominados:
- Sistema Integral de Administración del Ejército y Fuerza Aérea
(SIAEFA), que permite intercambiar información con la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público (SHCP), para controlar el gasto de inversión y
el gasto de operación en forma ágil y en total compatibilidad con los
sistemas de contabilidad y presupuesto de la SHCP y de administración
financiera de la Tesorería de la Federación (TESOFE).
- Sistema de Inventarios en Línea (SIL), el cual sistematiza el manejo del
inventario de la SEDENA controlando aproximadamente dos millones de
artículos en casi tres mil inventarios generales valorados en toda la
República Mexicana, siendo la primera Secretaría de Estado en cumplir
en tiempo y forma con los lineamientos de Ley de Contabilidad
Gubernamental, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 31 de
diciembre de 2008.
Simultáneamente al anterior cargo, en el año 2007, fue nombrado miembro
propietario del H. Consejo Directivo del Banco Nacional del Ejército y Fuerza
Aérea Mexicanos (BANJERCITO).
En el año 2012, ostentando la jerarquía de General de División y sin dejar de
desempeñar el cargo de Director General de Administración, fue designado
Comandante de la Columna del Desfile Conmemorativo de la Independencia de
México.
En 2013, como parte de los cambios que trae consigo toda nueva
administración, fue designado Comandante de la XI Región Militar (Coahuila y
Chihuahua).
El 1 de diciembre de 2013, tomó posesión como Comandante de la II Región
Militar, con sede en Mexicali, y que comprende los estados de Sonora, Baja
California y Baja California Sur, cargo que sigue bajo su responsabilidad hasta la
fecha.
José S. Martínez A.
6
MISIONES DIPLOMÁTICAS
En 1988, teniendo la jerarquía de Teniente Coronel, fue designado Agregado
Militar y Aéreo Adjunto en la Embajada de México en Egipto y Líbano con sede en
El Cairo.
En 1995, ostentando la misma jerarquía, representó a la Secretaría de la
Defensa Nacional, ante agencias de inteligencia de los Estados Unidos de América y
países de América Latina.
CARGOS Y ACTIVIDADES DE INTELIGENCIA
En 1980, teniendo la jerarquía de Capitán Primero, ejerció el cargo de Jefe
de la Sección Primera (información y operaciones) de la 25/a. Zona Militar con
sede en la Ciudad de Puebla, Pue.
En 1990, siendo Teniente Coronel, fungió como Jefe de la Subsección de
Inteligencia de la Sección Segunda (inteligencia) del Estado Mayor de la Defensa
Nacional.
En 1993, con el grado de Coronel, fue designado para crear la Escuela
Militar de Inteligencia, siendo su Director Fundador.
En 1996, realizó los Cursos Básico y Avanzado de Inteligencia Antinarcóticos
en Washington, EUA.
En 1996, creó y organizó el “Centro de Inteligencia Antinarcóticos” (CIAN),
organismo que mantuvo relaciones internacionales con áreas sensibles del
Gobierno Mexicano y a nivel internacional con los EUA y países de América
Latina, en la lucha continental contra los cárteles de la droga.
PUBLICACIONES
En el año 2009, publicó el libro “La Participación de las Fuerzas Armadas en
el Entorno Actual de la Seguridad Pública”.
En el año 2010, publicó el libro “Repasando los Derechos Humanos”.
Y en el año 2011, publicó el libro “Juárez, Testimonios”.
CONFERENCIAS
José S. Martínez A.
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Ha impartido conferencias en:
- El Senado de la República.
- La Universidad Nacional Autónoma de México.
- El Colegio de Defensa Nacional.
- El Centro de Estudios Superiores Navales.
- La Escuela Superior de Guerra.
- El Centro de Estudios del Ejército y Fuerza Aérea.
- Y en el Heroico Colegio Militar.
CONDECORACIONES
Ha recibido las condecoraciones de Perseverancia de la 5/a., 4/a., 3/a., 2/a. y
1/a. Clases “Institucional” y “Extraordinaria” (40 años).
La de la “Legión de Honor” que se otorga para enaltecer y honrar en vida a
quienes han forjado la nacionalidad defendiendo a la Nación contra las agresiones
extranjeras, o bien, contribuyendo a implantar el actual orden jurídico
constitucional por el que se rige el país.
La del “Mérito Docente”, la cual se concede al personal directivo o docente,
de las Escuelas Militares, después de haber desempeñado sus cargos con distinción
y eficiencia por tres años como mínimo.
La de la “Orden Nacional del Mérito”, en Grado de Caballero, otorgada por
el Gobierno de la República de Francia.
CONCLUSIONES
Como es obvio, por los datos referidos, el General García Ochoa es un
hombre de prominente preparación académica, y, además, la publicación de sus
tres libros lo convierten en un militar notable, dado que no es común encontrar
personal castrense que destaque como académico, pero, aparte, es un especialista
en Inteligencia Militar, y, en su carrera, es notoria su actitud férrea contra el
crimen organizado.
Deja evidencias de su capacidad de negociación, desde con un soldado hasta
con los generales y con los actores políticos, llámense Congreso, Secretaría de
Hacienda, y con la misma Presidencia.
José S. Martínez A.
8
Otras de sus prendas dignas de anotar son: que tiene liderato, que no es
ambicioso y que ama al Ejército, institución que no desea el poder político, aunque
sí le interesa mantener el poder militar.
El General García Ochoa es congruente con los principios del Ejército, y
tiene como premisas la institucionalidad y la lealtad al Estado Mexicano, con plena
conciencia de que, en el momento en que el Instituto Armado, o un militar se
saliera de ese cauce institucional, en ese momento perdería, porque el garante del
Estado es el Ejército.
Al General García Ochoa, a quien apenas si he tenido el gusto de saludar, lo
he tratado a través de nuestro común amigo, el Ingeniero Carlos Pérez Aguirre,
quien desde el año 2010 se ha encargado de comprometerme a escribir textos para
el General, a quien, por lo saturado de su agenda, le resulta imposible sentarse a
redactar discursos, conferencias o cartas, y requiere de alguien de confianza y con
experiencia, capaz de interpretar sus ideas y su sentir, para plasmarlos en el papel,
sin demérito del nivel de calidad que exigen su jerarquía militar y sus títulos
académicos, de manera que, en tales circunstancias, él me envía la línea discursiva
y yo desarrollo el tema logrando una simbiosis en la que me toca interpretar sus
ideas y sus sentimientos, y él hace suyas mis palabras y mis énfasis.
Durante los primeros años mi trabajo fue honorífico, con la expectativa de
llegar a formar parte de un staff que él proyectaba tener, pero, al no lograrse,
convenimos en que seguiría redactando sus discursos remuneradamente, sin
renunciar a mi propiedad intelectual, porque quien paga un trabajo creador puede
lucirlo, exhibirlo, decir “es mío”, trátese de un poema, una pintura, una escultura,
etcétera, pero lo que no puede hacer es decir “yo lo hice”, porque eso es la
propiedad intelectual, derecho de autor o paternidad a la que me abrogo, para
reunir en este volumen buena parte de lo escrito por su encargo, y que intitulo
PALABRA DE GENERAL, para que no se pierda, y porque puede ser útil, dado
que la elaboración de cada discurso implica una ardua tarea de investigación
histórica, más el trabajo retórico de la expresión, a efecto de deleitar o persuadir,
que es la parte creadora del trabajo, sobre el que también tengo derecho de
anonimato, si fuese el caso.
José Socorro Martínez A.
José S. Martínez A.
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DISCURSO DEL 5 DE MAYO
Mexicali, B. C., 5 de mayo de 2015
SEÑOR GOBERNADOR
SEÑOR PRESIDENTE MUNICIPAL
HONORABLE CONGRESO DEL ESTADO
RESPETABLE TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA
JÓVENES DE NUESTRO SERVICIO MILITAR NACIONAL
MILITARES MIEMBROS DE NUESTRAS FUERZAS ARMADAS
SEÑORES EMPRESARIOS
SEÑORES LÍDERES SOCIALES
ESTIMABLES MAESTROS, ESTUDIANTES Y CAMPESINOS:
El Presidente Juárez, en julio de 1861, había decidido suspender por dos
años el pago de la deuda exterior, contraída en los difíciles tiempos anteriores
por la Guerra de Reforma, en la que el Gobierno Liberal había enfrentado a
los conservadores, apoyados por la iglesia y por los monárquicos.
Los países acreedores: España, Inglaterra y Francia, invadieron el
territorio nacional en diciembre-enero de 1861-62, y, después de los Tratados
de la Soledad en los que México puso en juego su diplomacia y su derecho –en
febrero del año 1862- los españoles e ingleses se retiraron, no así los franceses,
quienes marcharon en son de guerra hacia el centro del país, con 6,200
soldados y el apoyo de los derrotados traidores conservadores, tomando
Orizaba y Córdoba. El único obstáculo para llegar a la Ciudad de México,
corazón de este país, era la Ciudad de Puebla.
Cuando los zuavos se aproximaron a los fuertes de Loreto y Guadalupe,
en las afueras de Puebla, el Ejército de México, de 4,500 hombres, los
enfrentó con patriotismo hasta vencerlos. Fue la primera vez que un grupo en
desventaja militar numérica logró vencer a las Tropas Imperiales de
Napoleón III.
José S. Martínez A.
10
Cada 5 de mayo es usual que se recuerden las arengas del General
Ignacio Zaragoza, quien le auguró la gloria y el triunfo a un ejército en
desventaja numérica y mal armado, al decirles con emoción que le estallaba
en la garganta: “HOY PELEAREMOS POR ALGO SAGRADO, POR LA
PATRIA. NUESTROS ENEMIGOS SON LOS PRIMEROS SOLDADOS
DEL MUNDO, PERO USTEDES SON LOS PRIMEROS HIJOS DE
MÉXICO. NOS QUIEREN ARREBATAR LA PATRIA. SOLDADOS: VEO
EN SU FRENTE LA VICTORIA. TENGAN FE Y ¡VIVA LA
INDEPENDENCIA NACIONAL! ¡VIVA LA PATRIA! ¡VIVA MÉXICO!”.
Esas arengas emocionadas y conmovedoras, con frases
relampagueantes, encendieron el heroísmo inmediato y lograron mantener la
chispa del valor que enardeció a los mexicanos, para combatir al belicoso
ejército napoleónico, y convertir el triunfo en fiesta del sol.
La victoria del 5 de mayo inmortalizó a Ignacio Zaragoza, a Porfirio
Díaz, a Felipe Berriozábal, a Miguel Negrete, a Ignacio Mejía, a Francisco
Lamadrid y Antonio Álvarez, pero también a todos los heroicos soldados del
Ejército de Oriente, y con ellos a los rifleros de San Luis Potosí, a los lanceros
de Toluca y Oaxaca, a los carabineros de Pachuca, a los chinacos con sus
guerrillas, y a los zacapoaxtlas, xochiapulcas y tetelenses del Sexto Batallón
de las Guardias Nacionales de Puebla, luchando contra el gran Ejército
Francés, honrando a nuestra bandera mexicana, y escribiendo una página
definitiva en la historia patria… la página de la dignidad y la soberanía
nacionales, defendida por el valor, el honor y la unidad de los soldados
mexicanos, a fuerza de valor, de coraje, y a machetazos.
El poeta francés Víctor Hugo, en esos días de mayo dedicó estas
palabras a los habitantes de Puebla: “NO OS HACE LA GUERRA
FRANCIA, ES EL IMPERIO… LUCHAD, COMBATID, SED
TERRIBLES… VALIENTES HOMBRES DE MÉXICO, RESISTID…
VUESTRA HEROICA RESISTENCIA SE APOYA EN EL DERECHO Y
TIENE EN SU FAVOR LA CERTIDUMBRE DE LA JUSTICIA…”
José S. Martínez A.
11
DISTINGUIDA CONCURRENCIA:
Si ahora se pudiese pensar en un México dolido y humillado por tantas
adversidades, yo les aseguro que nuestro pueblo sigue siendo un México
bravo, que se engrandece con su espíritu de soberanía, y que sigue vivo y
digno en su honor, porque su memoria no olvida sus gestas heroicas, como la
del 5 de mayo de 1862, eterno momento que recordaremos como el día que
enfrentamos y vencimos al más fuerte. Día en que la tierra temblaba y el aire
se espesaba para hombres y caballos en el combate.
Día en que los fuertes de Loreto y Guadalupe cobijaban a sus bravos
guardianes, soportando la pólvora incendiaria… resistiendo el ataque de los
invasores.
Día en que las bayonetas no tenían misericordia y los machetes se
tiñeron de escarlata.
Día en que los zuavos se preguntaban, ante el embate de los mexicanos
¿DE QUÉ ESTÁN HECHOS ESTOS BÁRBAROS? ¡NO TIENEN MIEDO!
Y DESAFÍAN A LA MUERTE HASTA CON ARMAS PRIMITIVAS.
Ese día, sorprendentemente, los hijos de Francia huyeron, y mucho nos
honra saber que nosotros provenimos de sus vencedores, de la heroica
progenie de los valientes soldados del pueblo mexicano.
Somos una nación pacifista que recurre a los medios legales para
defender sus justos derechos, pero que no nos detenemos ante nada para
hacer que se respete nuestra soberanía, nuestra integridad y nuestro honor.
Después del triunfo de las Fuerzas Mexicanas en Puebla, el General
Porfirio Díaz, quien entonces tenía 32 años, escribió una carta a su hermana
Nicolasa en la que le decía: “NO HAY SOLDADOS COMO LOS
NUESTROS. QUE NO NOS CUENTEN BATALLAS DE MAGENTA,
SOLFERINO, AUSTERLÍS Y CRIMEA, PUES TODAS ESAS CRUCES Y
José S. Martínez A.
12
LAURELES HAN VENIDO A ADORNAR EL PIE DE LA BANDERA
MEXICANA”.
En esta ceremonia conmemorativa del CLIII Aniversario de la Batalla
del 5 de Mayo de 1862, ratificamos nuestra lealtad al Comandante Supremo
de las Fuerzas Armadas de México, así como nuestra lealtad al Mando de
nuestro Ejército Mexicano surgido del pueblo, con el cual estaremos siempre.
A partir de esta fecha, en esta asta monumental, se rendirán honores a
la Bandera Nacional por los tres Órdenes de Gobierno y la sociedad civil, así
como por el pueblo uniformado que encarnan nuestras Fuerzas Armadas.
Hoy hemos tomado protesta a los soldados del Servicio Militar Nacional,
y, por nuestra parte, reiteramos aquí, ante el símbolo sagrado de la patria, la
entrega y el compromiso del Ejército Mexicano para seguir sirviendo al
pueblo con disciplina, preparación y respeto a los Derechos Humanos.
SEÑORAS Y SEÑORES:
No hemos reposado aún en esta tierra mexicana de libertad, ni vimos la
sangre de sus mártires en Puebla, pero sí percibimos lo valioso de esa lucha
en este trozo de historia y heroísmo, y hoy estamos aquí para que la sangre
derramada no se olvide, para recordar que el 5 de mayo marcó la historia;
que los vientos de furia no doblegan a la Nación; que con este claro ejemplo se
debe entender que la fuerza de México radica en la unión de todos para
defender a nuestra patria por encima de cualquier diferencia.
Aquí, al pie de la Bandera Nacional, el Símbolo Patrio más importante
que nos mueve para recordar a los héroes que nos dieron patria y libertad,
hemos rememorado aquella cruenta lucha, que ese 5 de mayo de 1862, a las 7
horas, 3 minutos, de la noche, terminó con un telegrama que insertamos aquí
para terminar también este discurso:
“SEÑOR PRESIDENTE: ESTOY MUY CONTENTO CON EL
COMPORTAMIENTO DE MIS GENERALES Y SOLDADOS. TODOS SE
José S. Martínez A.
13
HAN PORTADO BIEN, LOS FRANCESES SE HAN LLEVADO UNA
LECCIÓN MUY SEVERA; PERO EN OBSEQUIO A LA VERDAD DIRÉ:
SE HAN BATIDO COMO BRAVOS, MURIENDO UNA GRAN PARTE DE
ELLOS EN LOS FOSOS DE LAS TRINCHERAS DE GUADALUPE. SEA
PARA BIEN, SEÑOR PRESIDENTE. DESEO QUE NUESTRA QUERIDA
PATRIA, HOY TAN DESGRACIADA, SEA FELIZ Y RESPETADA POR
TODAS LAS NACIONES”. Ignacio Zaragoza.
Estas palabras del Héroe de Puebla son toda una lección de patriotismo
para nosotros. ¡VIVA MÉXICO!
Gral. de Div. D. E. M. Moisés Augusto García Ochoa
José S. Martínez A.
14
CONFERENCIA SOBRE LA BANDERA DE MÉXICO
24 de febrero de 2015
RESPETABLES NIÑOS, ADOLESCENTES Y JÓVENES
ESTUDIANTES:
Les narraré un poco sobre la Bandera de México.
Desde niños aprendemos a respetar, valorar y admirar a la bandera
tricolor, porque representa a nuestra Patria.
Porque es un valor de referencia para la población, como símbolo patrio
que nos enorgullece a los mexicanos.
Porque ondea como el viento en nuestro cielo, como símbolo de la tierra
donde nacimos y emblema de honor que nos inflama, pero tanto, que la han
seguido legiones para pelear todo lo que representan sus colores: nuestros
padres y nuestros abuelos, nuestros hijos y nuestros muertos, nuestra historia
y nuestras tradiciones, nuestras luchas y nuestros héroes, nuestros derechos y
nuestros anhelos.
Símbolo que nos identifica como hermanos en la historia mensajera de
los siglos.
Manto vaporoso que nos recuerda los estandartes de plumas de la época
de Moctezuma, los estandartes religiosos de la etapa virreinal y los
estandartes guadalupanos de Hidalgo y de Morelos en los inicios de la guerra
por la independencia.
Que flota sobre la historia como símbolo de esperanza, como signo de la
paz más pura y como legado de la sangre de los mártires.
Bandera que ha sido estandarte y sol de guerra en terribles combates.
Suspiro y juramento del amor de los cadetes en las escuelas militares, o
inspiración de los poetas, y que en las alturas donde se pierden las palabras,
José S. Martínez A.
15
acude como acude la sangre a la herida, volando en apoyo de los mexicanos
en peligro, al ir estampada como sello y escudo tricolor en las naves de auxilio
urgente y fraternal.
La Bandera Nacional es muchas cosas: es la gloria de un pueblo
generoso, es vínculo de paz y fraternidad, es el recuerdo de la tumba de
nuestros muertos heroicos, y, bajo su manto cubre a todo aquel que anhele
honrar a la Patria.
Signo mexicano reconocido por todos los pueblos de la tierra, ahora y
por siempre…
Si pudiese contar y cantar a la bandera su propia historia, le diría:
Bandera de México, enseña sin igual, que recogiste amorosa en tu seno
el escudo de Tenochtitlán, uniendo así la patria aborigen y mártir de
Cuauhtémoc, con la patria mestiza y libre de Hidalgo y de Guerrero.
Bandera de México, estandarte tricolor, que en 1821, desde Iguala,
llegaste a la conciencia del sentir nacional, y fuiste recibida en la capital de la
patria nueva, con lágrimas y besos, con palmas y con flores, al frente del
Ejército Trigarante que sellaba por fin la guerra libertaria, con tus franjas
diagonales de blanco, verde y rojo, y las tres estrellas de Independencia,
Religión y Unión, tres colores que significan además el verde de los campos,
sierras, bosques y selvas; el blanco de la pureza de los girones de nubes y
nieve de los volcanes, y el rojo de la sangre de los héroes en la explosión de
fuego de los crepúsculos.
Bandera de México, estandarte de Iguala, que Iturbide y Guerrero
fueron los primeros en hacer flotar a los vientos, para coronarnos con
nuestras propias manos, como país independiente y soberano sobre la faz del
mundo.
Bandera de México, insignia venerada, que en 1847, envolviste cual
sudario de gloria en tus colores, el cuerpo de Escutia, el héroe adolescente que
José S. Martínez A.
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allá en Chapultepec, horadaría la historia con sin par sacrificio, al arrojarse
al despeñadero para salvarte de caer en las manos de los nefastos invasores.
Bandera de México, emblema verdadero, que en 1862, con trayectoria
de honra y de valor, guiaste a la victoria a las semidesnudas huestes de
Zaragoza, contra los belgas y los zuavos de las fuerzas francesas de Napoleón
III, que marchaban confiados al son de sus marsellesas; y que desde tu mástil
presidiste el triunfo glorioso de las armas nacionales.
Bandera de México, blasón de campaña, que en 1867, fuiste reliquia
sagrada protegida y custodiada por el presidente Juárez, atravesando
desiertos, montañas, abismos y acantilados; y viste desbaratarse ante el
pueblo insurrecto, el efímero imperio de un rubio usurpador, en el Cerro de
las Campanas.
Bandera de México, glorioso tafetán, que en 1911, encendiste la
apoteosis y el clamor delirante, al entrar Madero en la Ciudad de México, con
la Revolución que triunfaba.
Bandera de México, signo de signos, que en 1911, guiaste a los
campesinos del General Zapata, a buscar en la sierra, el evangelio nuevo que
les dio el Plan de Ayala, para pelear la tierra.
Bandera de México, estandarte de guerra, que en 1913, con el Varón de
Cuatro Ciénegas, encabezaste al Ejército Constitucionalista, en la lucha para
restablecer el orden de la legalidad.
Bandera de México, gonfalón de la Patria, que en la Segunda Guerra
Mundial, volaste sobre los cielos de Filipinas y Formosa, con el Escuadrón
201, en defensa de la humanidad, del honor y de la democracia.
Bandera de México, prez de nuestra hidalguía, que te yergues hermosa
en nuestras embajadas y consulados en otros países, ondeando majestuosa
como símbolo de nuestra nación soberana.
José S. Martínez A.
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Bandera de México, divisa siempre nueva de amor y de admiración, que
recibes día con día en nuestras escuelas, la suave brisa del canto de los niños.
Bandera de México, pendón que respetamos, que recibes honores en tus
astas cimeras, y luces tus colores en los desfiles militares al compás de las
fanfarrias guerreras y del latir de los corazones mexicanos.
Bandera de México, hado de nacionalidad, que cada 15 de septiembre
flotas por encima de las muchedumbres como un llamado a la unión y a la
fraternidad.
Símbolo sagrado de la Patria, llevas grabada en tus pliegues la
impresionante historia de nuestros triunfos y nuestras derrotas, de nuestros
logros y de nuestros fracasos, de nuestras angustias y nuestras esperanzas. Te
juramos ser siempre fieles y no abandonarte jamás, oh, amada bandera,
aunque para defenderte tengamos que sacrificar en supremo holocausto
nuestras vidas.
Todo eso y más podemos decir a nuestra patria de nuestra bandera, que
en tiempos tranquilos sirve de cobijo a quien traiga, como visitante o como
refugiado desde otras latitudes, las Bellas Artes, la industria, el comercio, la
ciencia y la tecnología. Bandera que en tiempos de lucha es color del canto y
del silencio en cada batalla justa y libre.
Bandera de luto a media asta por la sangre de los paladines regada en
Chihuahua, en Ecatepec, en Cuilapan, en Chapultepec, en la Decena Trágica,
en Chinameca, en Tlaxcalantongo, y que con el calendario cívico llega como
viento que trae el recuerdo de sus mejores hijos, por servir a la patria
convirtiéndose en símbolos de valor, lucha y dignidad.
Que el último soldado mexicano que sufra los rigores de una misión
hasta el martirio, a la sombra de esta bandera, sepa que el gobierno de su
patria tiene en cuenta su heroico sacrificio, al ofrecer y dar lo único que
posee, que es la vida, para ponerle capitel a la columna de nuestra
José S. Martínez A.
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nacionalidad, que es la herencia que nos legaron los creadores de la Bandera
Nacional.
Al terminar la reseña de los logros y los obstáculos que ha tenido que
salvar esta bandera a lo largo de su historia, deseo añadir que aún le falta ver
crecer como hijos suyos capaces, preparados y productivos, a ustedes los que
aquí están presentes, como estudiantes bisoños que mañana serán los técnicos
o profesionistas preparados para engrandecerla, para defenderla y para dar
todo por ella, hasta la vida misma. Ustedes los que desde ahora la acatan
como suya y la saludan con la mano puesta sobre el pecho.
ESTIMADOS ESTUDIANTES:
Una nación está destinada a prevalecer, cuando obedece en su propio
seno las leyes del desenvolvimiento humano. No podemos vivir aislados, pero
sí podemos conservar nuestra identidad y nuestra pertenencia. Roma vive en
nosotros con sus códigos, como Grecia con sus artes plásticas y sus
instituciones republicanas, completadas por el sistema representativo de
inspiración francesa que nos hemos dado desde la Constitución de
Apatzingán.
España mezcló su sangre a la nuestra, y la sangre de las luchas de los
insurgentes, los reformadores y los revolucionarios, se amalgamó para
cimentar una patria libre, republicana y representativa, simbolizada por su
bandera verde, blanco y rojo, conservándola hasta hoy sin mancha; bandera
que ha presidido a millones de mexicanos por siglos, hasta ustedes que son la
última generación, porque esta bandera a la que valientes soldados realistas e
insurgentes le dieron vida, lleva en sus paños sagrados la Patria de hoy y de
ayer, que como en un abrazo grande a todos nos protegiera, y que en sus
vuelos más grandes escribiera su propia historia sobre lo verde de sus
campos; en lo blanco de sus nubes y en el rojo del amor de sus héroes.
Es la bandera que como símbolo supremo nos congrega en la verde
esperanza de sus maizales, que nos cobija bajo el blanco de la pureza de la
José S. Martínez A.
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paz y que mientras el fuego de sus atardeceres nos domine, seremos libres
como el vuelo de su águila altanera, símbolo del alma mexicana.
La bandera en el campo de batalla es la Patria.
La bandera en los fastos de su historia es el orgullo de la Patria.
La bandera en los libros de los estudiantes es la esperanza de la Patria.
Por eso cuando pasa la bandera se escuchan las notas marciales, como
himno de gloria, y el pueblo, descubriéndose, la saluda con la mano derecha
extendida frente al corazón.
Gral. de Div. D. E. M. Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
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DISCURSO SOBRE EL DÍA DEL EJÉRCITO MEXICANO
19 de febrero de 2015
Hoy conmemoramos con gran emoción y con profundo orgullo el Día
del Ejército Mexicano.
En esta fecha especial rendimos un sentido homenaje a esta noble
institución que viste el uniforme de la Patria.
Lo hacemos porque hablar del Ejército Mexicano, es hablar de honor,
de dignidad, de lealtad, de disciplina, de espíritu de cuerpo y de valor. Hablar
del Ejército Mexicano es hablar de nuestra historia, de nuestra identidad y de
nuestro legado como nación.
Las armas nacionales han defendido nuestra soberanía desde que
México vio la luz como nación independiente.
El Ejército Mexicano representa el espíritu combativo por la libertad,
de Hidalgo, Morelos y Guerrero, en los campos de batalla de todo el mapa de
la Patria, contra el sometimiento español.
El Ejército Mexicano representa el valor y el heroísmo de los Cadetes,
en Chapultepec, contra los invasores norteamericanos, en 1847.
El Ejército Mexicano representa la voluntad republicana de Juárez
contra la Intervención Francesa el 5 de mayo en Puebla, y contra el Imperio
de Maximiliano en el Cerro de las Campanas.
El Ejército Mexicano representa la lucha democrática de Madero
contra la dictadura; el ánimo de justicia de Zapata contra la explotación del
campesinado, y el fervor constitucionalista contra la usurpación, encarnado
por Carranza, el Varón, que en 1913, creó esta fuerza popular destinada a
sostener la legalidad rota con el asesinato del presidente Madero, surgiendo
así nuestro Ejército Mexicano, que ha evolucionado y se ha enriquecido con el
José S. Martínez A.
21
pensamiento y el ejemplo de sus predecesores, hasta llegar a la
profesionalización actual.
El Día del Ejército Mexicano se estableció por decreto presidencial el 22
de marzo de 1950, para conmemorar su creación como Instituto Armado que
hoy sigue firme en su tarea fundamental de defender la integridad, la
independencia y la soberanía de la nación.
El 19 de febrero como Día del Ejército, es día del soldado, del centinela
de pie junto a un fusil.
Es día de la institución armada que nació de gloriosos triunfos y de
tristes derrotas; institución que se nutre del respeto que se gana diariamente
en el cumplimiento, con honor, de las misiones y del deber de cada
combatiente, de los guerreros anónimos de piel verde olivo, que cargados de
honor, pelean y se exponen, por su nación y su bandera.
Es día del soldado de México, el defensor de la Patria, al que la
obediencia y la disciplina lo hacen libre y digno.
El Día del Ejército Mexicano, es día de las tropas que defendiendo su
convicción y la libertad que llevan dentro, arriesgan su vida en los desafíos de
la victoria o la muerte, en las misiones que deben cumplir en medio del frío
que les cala los huesos, o con el calor que les reseca la boca.
Es el día de las mujeres y los hombres que por propia voluntad son
castrenses y acatan órdenes lejos de su hogar, siempre con la esperanza de
volver, pero no volver con la cabeza viendo al suelo ni en un ataúd por
defender el derecho de su pueblo, sino volver con la frente en alto y con los
brazos abiertos para abrazar a sus hijos y a su cónyuge.
Todo lo que hacemos en el Ejército Mexicano es por el bien de México.
Un buen soldado pelea donde se le manda y gana donde pelea, pero es el
primero que quiere que haya paz.
José S. Martínez A.
22
La disciplina es exigencia de México y en el Ejército, los Mandos, antes
de llamar a la disciplina a los demás, nos sometemos a esa disciplina.
“México” es la palabra sagrada, la palabra mágica que mueve a todos
los soldados del Ejército.
Para ser soldado de México tenemos que echar el miedo a la espalda y
marchar hacia adelante siempre con honor, porque los soldados creemos más
en el honor que en las pasiones.
El Día del Ejército, es día del pueblo uniformado que participa con los
ojos abiertos, el que avanza entre aplausos o disparos, entre la realidad y el
sueño, entre las obligaciones del soldado raso y las del general, para que se
pueda vivir en paz, y para que el respeto vuelva a su lugar.
SEÑORAS Y SEÑORES:
En este Día del Ejército Mexicano honramos a todos los soldados que
han ofrendado su vida en el servicio militar, para lograr un México mejor, y a
las mujeres y hombres que sirven en este Instituto Armado con disciplina y
lealtad a su patria; los que cuando salen de su casa no saben si regresarán,
sólo saben que irán a cumplir con su deber.
La historia de México es la historia de sus fuerzas armadas, integradas
por mexicanos de todos los rincones de la Patria, lo que significa que
provienen del pueblo mismo, sin distinción de posición económica, política o
religiosa.
Para regresar la tranquilidad a las calles y a los pueblos de nuestra
nación, contamos con los soldados del Ejército Mexicano que actúan con
apego a la legalidad. Hombres y mujeres que cumplen su misión con el
compromiso de una entrega siempre leal a México.
Los soldados mexicanos sabemos que la paz que estamos dispuestos a
defender y reconstruir, se compra al duro precio de la sangre y de la muerte.
José S. Martínez A.
23
En el Ejército Mexicano no aspiramos a ser héroes ni padres de la
Patria, nos contentamos con ser buenos hijos de ella.
El Ejército Mexicano comparte con la Armada y la Fuerza Aérea un
mismo legado de fidelidad y amor a la Patria que nos hermana, porque
finalmente somos los mismos, porque todos somos hijos de México.
Esperamos que, en este acto, se renueve en todos nosotros el sentido de
trascendencia en nuestra vida, con el cumplimiento de nuestros deberes para
que vivan tranquilas y en paz, ésta y las nuevas generaciones de mexicanos en
el suelo fecundo de la Patria.
Como el honor es el alma y la vida de un militar, en el Ejército no se
trata de hacer lo que uno quiere, sino de querer lo que uno hace, siempre con
honor, bajo el liderazgo de nuestro Comandante Supremo, el Ciudadano
Enrique Peña Nieto, Presidente de la República y de nuestro General
Secretario de la Defensa Nacional, de tal manera que el Ejército esté en
condiciones de coadyuvar, hombro a hombro, con la Fuerza Aérea, con la
Armada, con los tres órdenes de gobierno y con el pueblo, para lograr un
México en paz.
Con la entrega de su Ejército, México seguirá siendo una nación libre,
unida y soberana; una nación más justa, más próspera y más democrática.
¡VIVA EL EJÉRCITO MEXICANO!
¡VIVA MÉXICO!
Gral. de Div. D. E. M. Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
24
DISCURSO PARA EL DÍA DE LA FUERZA AÉREA
MEXICANA
10 de febrero de 2015
Los pilotos militares y todo el personal de la Fuerza Aérea Mexicana,
sustentan sus acciones en los intereses soberanos de nuestro país, intereses
fundados en una larga tradición histórica, admirable y heroica.
La entrega y el compromiso de cada hombre del aire, se advierten en
cada uno de sus actos, en cada una de sus misiones, siempre con respeto
irrestricto a los Derechos Humanos, y sin olvidar en ningún momento que son
soldados surgidos del pueblo para servir con pasión a la patria, al mismo
tiempo que le sirven a ese pueblo del que proceden.
A los soldados de la Fuerza Aérea Mexicana, habrá quién los iguale en
valor, pero difícilmente habrá quién los supere, porque son temerarios en su
arrojo profesional, y porque, para ellos, como para todos los soldados de
México, cuando la Patria está en peligro, como ahora, todo está permitido,
excepto no defenderla.
Durante muchos años se consideró Día de la Fuerza Aérea Mexicana el
día 15 de noviembre, porque fue la fecha de la inauguración de los Talleres
Nacionales de Construcciones Aeronáuticas, y de la Escuela Nacional de
Aviación, en 1915.
Aquí debo citar algunos datos importantes sobre la Fuerza Aérea
Mexicana y sus antecedentes:
El 8 de enero de 1910, el mexicano Alberto Braniff fue el primer
hombre en volar un avión en toda Latinoamérica, lo que acaeció en los Llanos
de Balbuena.
José S. Martínez A.
25
En 1911, el 30 de noviembre, el Presidente Francisco I. Madero, se
convirtió en el Primer Jefe de Estado en el mundo, en volar en un avión,
quien con esa experiencia autorizó la compra de dos aviones monoplanos
para el ejército, y ordenó la capacitación de cinco jóvenes mexicanos en
Estados Unidos: Los hermanos Juan Pablo y Eduardo Aldasoro Suárez,
Gustavo Salinas Camiña, Horacio Ruiz Gaviño y Alberto Leopoldo Salinas
Carranza, quienes pasarían a la historia como los precursores de la Fuerza
Aérea Mexicana.
En 1913, el 26 de marzo, don Venustiano Carranza, como Jefe del
Ejército, formó la primera unidad militar de aviación llamada Flotilla Aérea
Constitucionalista.
Habiendo sido don Venustiano Carranza, durante la usurpación de
Victoriano Huerta, el encargado del poder ejecutivo, y posteriormente
Presidente de la Nación, creó por decreto constitucional el “Arma de Aviación
Militar” como una rama del Ejército Constitucionalista, el 5 de febrero de
1915, en Veracruz, razón del Centenario.
Muy posteriormente, siendo Presidente de la República el General
Manuel Ávila Camacho, la aviación adquirió el carácter constitucional de
Fuerza Armada, y fue designada oficialmente Fuerza Aérea Mexicana, el 10
de febrero de 1944. Por esta razón, en 1992, por decreto presidencial se
estableció que fuera el 10 de febrero de cada año, el Día de la Fuerza Aérea
Mexicana.
Debo mencionar también que, en 1945, el Escuadrón de pelea 201
“Águilas Aztecas”, con 30 pilotos se constituyó como la Fuerza Aérea
Expedicionaria Mexicana, y participó con distinción durante la Segunda
Guerra Mundial, en Filipinas y Formosa. El Escuadrón 201 es la única
unidad militar que ha combatido fuera del territorio mexicano, Escuadrón
que fue comandado por el entonces Coronel Piloto Aviador Antonio Cárdenas
Rodríguez.
José S. Martínez A.
26
En 1946 se formó la primera unidad de paracaidistas del Ejército
Mexicano, con 50 jóvenes enviados a formarse en Estados Unidos. Aquí un
emotivo recuerdo para todos aquellos que han dado el salto final y nos
esperan donde remontan el vuelo las Águilas de la Fuerza Aérea Mexicana.
SEÑORAS Y SEÑORES:
A 100 años de formada la Fuerza Aérea Mexicana, tal vez con la rudeza
del soldado, pero debo pedir a las nuevas generaciones de pilotos militares,
dos cosas: La primera: no olviden que el campo aéreo de Balbuena fue la
cuna de la aviación mexicana, nido de águilas donde los pilotos y alumnos de
la Escuela Militar de Aviación hacían sus prácticas de vuelo. Campo donde,
además, estuvieron instalados los Hangares y Talleres Nacionales de
Construcciones Aeronáuticas. Y la segunda: no olviden que desde sus inicios
el patriotismo inundó la sangre de los pilotos aviadores mexicanos, quienes
aman con fuerza invencible a la tierra sagrada de su Patria, templándose
cada vez más en las gloriosas tradiciones militares y en la convicción de que la
institución a la que pertenecen contribuye desde hace un siglo al
engrandecimiento de la Patria, y a la conservación de su soberanía, así como
a la salvación de su historia y de su honor.
Como hace un siglo lo hacía la entonces Escuela Nacional de Aviación,
hoy el Colegio del Aire, sigue formando a los pilotos de la Fuerza Aérea
Mexicana.
El Colegio del Aire consta de las siguientes instituciones: Escuela
Militar de Aviación, Escuela Militar de Mantenimiento y Abastecimiento,
Escuela Militar de Especialistas de la Fuerza Aérea, Centro de
Adiestramiento de Helicópteros y Escuela para Inspectores, todas éstas en la
Base Aérea Militar Número 5 de Zapopan, Jal., todas creadas a lo largo de
cien años, para la formación de Oficiales Pilotos Aviadores y Oficiales de las
distintas especialidades técnicas de la Fuerza Aérea Mexicana.
Además existen: la Escuela Militar de Aplicación Aero-táctica de la
Fuerza Aérea, en la Base Militar Número 11, de Santa Gertrudis, Chih.; la
José S. Martínez A.
27
Escuela Militar de Tropas Especializadas de la Fuerza Aérea, en el Campo
Militar Número 37-D, de Santa Lucía, Edo. de Méx.; y el Centro de
Adiestramiento Especializado de la Fuerza Aérea, en la Base Aérea Militar
Número 1, de Santa Lucía, Edo. de Méx.
La Fuerza Aérea Mexicana para operar todas sus actividades, cuenta
con cuatro Regiones Aéreas, con 18 Bases Aéreas Militares y con 8 Estaciones
Aéreas Militares.
Debo puntualizar también que la Fuerza Aérea Mexicana, para cumplir
su encomienda de vigilancia y control del espacio aéreo, día a día capacita a
su personal, que aquí menciono: a los pilotos aviadores, a los especialistas en
mantenimiento y electrónica de aviación, a los abastecedores de material
aéreo, a los controladores de vuelo, a los aerologistas, a los meteorólogos y a
los de servicio de material bélico de la Fuerza Aérea, capacitación que cuenta
con todos los adelantos tecnológicos para servir al pueblo de México.
Qué honor escuchar a los pilotos militares cuando expresan orgullosos:
“Somos pilotos de combate” “Estamos preparados para combatir por la
Patria, y si hemos de morir por ella, será la oportunidad de demostrar lo que
somos y valemos”… y es que, como dijera un Jefe de la Fuerza Aérea: “Todo
piloto tiene en su camino un pedestal de héroe, solamente hace falta que
cuando llegue el momento, tenga el valor suficiente para subirse en él”.
Las Fuerzas Armadas de México somos una hermandad entrañable. En
mi carrera militar he tenido la gran satisfacción de conocer a muchos
guerreros mexicanos, del ejército y de la armada, con moral de vencedores, y
destacan también los soldados del aire. Lo importante es que, siendo de
diferentes fuerzas, todos son militares, todos fraternos, todos valientes, todos
con un gran amor a la patria y a su bandera, todos orgullosos de ser soldados
de México, lo que me permite asegurar que el bien más preciado conque
cuentan el ejército, la Fuerza Aérea y la Armada, son sus soldados; y es que
cada soldado mexicano es el corazón y el alma de nuestras fuerzas armadas
de combate; y, en esta ceremonia, permítanme pensar y decir que los pilotos
José S. Martínez A.
28
que caen en el cumplimiento de su deber, no mueren, sólo vuelan más alto,
porque el Gran Hacedor del Universo, les ha dado alas para que vuelen: a los
pájaros, a los ángeles y a los pilotos aviadores.
Por eso, confiamos en que, los pilotos de la Fuerza Aérea Mexicana
surcando el cielo azul, en sus alas sabrán guardar la paz, el honor y la
dignidad de nuestra gran nación, con esa vocación de servicio de la que dejan
constancia en el auxilio a la población civil en casos de desastres naturales o
contingencias varias, transportando víveres, medicamentos y personas en los
puentes aéreos.
SEÑORAS Y SEÑORES:
La Fuerza Aérea Mexicana está integrada por mujeres y hombres
identificados con las aspiraciones nacionales, para la salvaguarda del Espacio
Aéreo Mexicano que es de 5 millones de kilómetros cuadrados sobre el macizo
continental, las islas y el mar territorial.
En este acto es de justicia recordar: al General Alberto Leopoldo
Salinas Carranza, primer Comandante del Arma de Aviación Militar, al Ing.
Juan Guillermo Villasana López, precursor de las Construcciones
Aeronáuticas en el Campo Aéreo de Balbuena en la Ciudad de México, y al
General Antonio Cárdenas Rodríguez, Comandante de la Fuerza Aérea
Expedicionaria Mexicana, durante la Segunda Guerra Mundial. Ellos
trazaron el rumbo a seguir por los soldados del aire.
En este Centenario de la Fuerza Aérea Mexicana, saludamos y
reconocemos la labor de estos grandes mexicanos, que son ejemplo para
quienes en esta hora tenemos la responsabilidad de conducir las operaciones
aéreas.
Cien años de cruzar los cielos de México nos indican que el plan de
vuelo trazado ha sido el correcto.
Durante un siglo las damas y caballeros del aire han sido salvaguardas
de nuestras leyes e instituciones, son garantía de libertad y democracia, son
José S. Martínez A.
29
centinelas que desde las alturas del cielo mexicano velan por la unidad y la
soberanía nacional.
La Fuerza Aérea Mexicana tiene valor y juventud.
La Fuerza Aérea Mexicana es orgullo nacional.
¡Gloria eterna a la Fuerza Aérea Mexicana!
Gral. de Div. D. E. M. Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
30
DISCURSO DEL DÍA DE LA BANDERA
24 de febrero de 2015
La Bandera Tricolor es el más sagrado de nuestros símbolos. Es la
encarnación de los sentimientos de los mexicanos y de la historia.
La Bandera es la primera noción que tenemos de la Patria. Desde muy
pequeños, antes de entender lo que significa México, reconocemos el verde, el
blanco y el rojo, como algo que nos pertenece y que llevamos en el corazón.
La Bandera significa todo lo que respetamos los mexicanos: la
integridad de nuestra nación, nuestra familia, nuestros muertos, la fortaleza
de nuestro pueblo y de nuestros héroes con la pureza de sus martirios y
sacrificios.
La Bandera es pertenencia de todos. Es el símbolo más democrático de
nuestro México.
Durante toda su historia, la bandera ha sido el estandarte de las grandes
batallas nacionales, pero también de las pequeñas luchas que libran los
ciudadanos desde sus trincheras locales.
La historia de la Bandera tiene muchos mensajes, que todos debemos
conocer:
La Bandera unió a Iturbide y a Guerrero en 1821, al frente del Ejército
Trigarante, como hoy nos une a todos los mexicanos.
La Bandera, como símbolo de la independencia, nos está diciendo que
ese legado se logró con sangre, y que nunca jamás permitamos volver a
someternos a ninguna otra nación.
La Bandera, como símbolo de unión, nos advierte que, si los mexicanos
nos dividimos, seremos débiles y vulnerables.
José S. Martínez A.
31
La Bandera, como símbolo de la Patria, desde hace dos siglos, nos está
diciendo que bajo su sombra todos somos iguales, y que en ella todos
cabemos.
Hoy, nos ha convocado esa bandera, nos convocó la Patria intangible
que vibra en nuestro interior, nos convocó el más profundo y claro sentido de
libertad de los mexicanos.
Y, aquí estamos, con profunda emoción, para refrendar nuestro amor
por la libertad de la Patria y por la bandera que la representa.
Hoy, la Bandera Nacional ondea imponente, señorial, y en su vuelo
pareciera que nos abriga en un abrazo protector.
Hoy, México reclama lealtad, fervor patrio y esperanza; reclama creer
en lo que somos, creer en esta Patria que juntos seguimos construyendo
diariamente, fielmente, a sabiendas de que la lealtad no tiene matices, ni
calificativos; se es leal o no se es leal.
¿Qué relación guarda la Patria independiente del Ejército Trigarante
con la Patria de hoy?
¿Será que la Bandera de hoy sigue siendo la representación del
juramento que de niños repetimos tantas veces?
Ahí está, en la historia, la patria del pasado, la que nos enseñaron a
amar y a respetar nuestros maestros, la que cantó López Méndez en su
“México creo en ti”; y, aquí, en el presente, está la Patria que tenemos que
seguir construyendo, la Patria que necesita reformarse aún más, la que la
realidad del mundo nos impele a cambiar.
Debajo de este cielo, con la Bandera de México ondeando para todos,
vemos a estos niños y jóvenes que serán los custodios de nuestra bandera.
Todos ellos, sabrán que cuentan como mexicanos y que ya están
construyendo la Patria con su disciplina y con su alegría, con su esfuerzo por
llegar a ser hombres y mujeres de bien.
José S. Martínez A.
32
Y, por supuesto, igualmente nos corresponde a nosotros, a cada
ciudadano mexicano, dondequiera que nos encontremos: en la escuela, la
fábrica, los hospitales, el campo, el gobierno, el Ejército, en cualquier lugar,
nos toca hacer un México seguro, grande y justo para todos, cumpliendo
nuestra parte.
No queremos huérfanos de la cultura patria, y ojalá que ningún
mexicano desconozca el pasado glorioso que nos da identidad y pertenencia
con la fuerza de su historia.
La Bandera Mexicana expresa la identidad y los valores nacionales, con
profundas raíces que fusionan la tradición indígena con el México
independiente y el actual.
Desde que existe la Bandera Nacional como símbolo fundamental de la
Patria Mexicana, en todos los momentos de peligro la han defendido sus
hijos; por eso hoy recordamos que nuestra bandera fue defendida a sangre y
fuego en las Batallas de Churubusco y Chapultepec en 1847, contra la
Invasión Estadounidense; que la protegió Juárez, en su lucha por salvar la
República y ondeó victoriosa sobre el ejército más poderoso del mundo el 5 de
mayo de 1862, y que, en 1867 ondeó nuevamente libre en Querétaro, que
fuera el epílogo de un efímero imperio; que ondeó como estandarte de
libertad en manos de Madero, en 1911; que fue emblema de legalidad en
manos de Carranza, en 1913, y que fue insignia de la democracia al otro lado
del mundo con el Escuadrón 201, en 1945, por mencionar algunos ejemplos.
Hoy, se levanta orgullosa como símbolo de un país que es respetado en
el concierto de las naciones, y como emblema de una tierra que ha dado al
mundo brillantes mujeres y hombres, en todos los campos del pensamiento,
las ciencias y las artes.
La Bandera de México ondea victoriosa en justas deportivas
internacionales, nos da identidad con sentido de pertenencia que nos
hermana. Es emblema de nuestra historia y de esperanza en nuestro
porvenir. La Bandera es, en suma, la reina de todos los pendones.
José S. Martínez A.
33
Nos toca a los mexicanos del siglo XXI, honrar a nuestra bandera,
trabajando por un México más seguro, más justo y más próspero para todos,
porque esta bandera representa a la Patria de hoy que nos une y nos
identifica con una gloriosa historia, pero también con nuestros sueños y
nuestras esperanzas en el porvenir.
Bajo la Bandera Nacional estamos todos; a todos nos unen los mismos
colores, y a todos nos llena de orgullo ese mismo Pabellón…
RESPETABLE PÚBLICO:
Aquí, en la frontera, donde empieza la Patria, honramos a nuestra
Bandera amando nuestro pasado, trabajando por nuestro presente y
comprometiéndonos vigorosamente con el futuro, porque sabemos que la
Bandera Nacional ha sido recibida por nosotros como herencia, y que la
dejaremos como legado a nuestros hijos, con todo lo que significa, teniendo
presente que el verde simboliza la esperanza de un México mejor, que el
blanco representa la paz por la que tanto hemos luchado, que el rojo nos
recuerda el precio de la Patria misma, pagado con sangre, y que, en el
corazón blanco de la Bandera está nuestro Escudo Nacional, con su águila
combativa sujetando la serpiente que representa las amenazas enemigas.
Permítanme decir que nuestras Fuerzas Armadas se han formado y
prestigiado con la carne y el alma de los soldados, quienes saben, además, que
a la Patria no se le cobra. Decir, que la Bandera de México, desde que existe,
ha sido resguardada por el valor y el heroísmo de sus hijos y que, hoy
concretamente, es protegida por el Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada,
con la pasión del patriotismo y la lealtad que los soldados le profesamos a esa
nuestra Enseña Patria, así como a nuestro Comandante Supremo de las
Fuerzas Armadas de México y a nuestro General Secretario de la Defensa
Nacional… y en ello nos va el honor y la vida.
Nos enorgullece mucho que en la Bandera estemos representados todos,
por eso estaremos de acuerdo en que hoy celebramos y honramos a un gran
símbolo que ondea diciéndonos que somos una Patria con una identidad bien
José S. Martínez A.
34
definida y con una historia heroica. Que somos una Nación independiente,
libre y soberana, que sin duda tiene grandes retos y grandes oportunidades de
ser mejor, pero que se mantiene viva por la esperanza, el amor y la
motivación de su gente.
En todas las culturas y en todas las épocas, desde los clanes hasta las
naciones, siempre han tenido sus emblemas de identidad colectiva, y México
no es la excepción.
La majestuosidad de la Bandera es, de todos los emblemas nacionales, el
más contundente y definitivo de nuestra identidad como mexicanos, identidad
que es única y distinta a las demás que existen en el orbe, porque la Patria es
también el pueblo y nada puede sobreponerse al pueblo sin que corra peligro
la libertad, y las Fuerzas Armadas servimos a la Patria sirviéndole al pueblo.
SEÑORAS Y SEÑORES:
El pueblo bajacaliforniano, es un pueblo recio y fuerte. Es un pueblo
emprendedor, con gente de palabra y compromiso, de voluntad y resultados,
que con su talento ha superado adversidades para hacer de su geografía una
fortaleza.
En este día, al rendirle homenaje a nuestro Lábaro, con orgullo y
dignidad refrendamos nuestro compromiso de seguir honrando esta bandera,
como símbolo que guía nuestras acciones hacia un mejor Baja California y un
mejor México.
Para terminar, diré que mi Patria reposa en el fondo de mis ojos, y que
en la Bandera he bordado el amor más grande de mi vida.
Diré que México es un todo invisible y que su corazón está en todas
partes, pero que hoy, el corazón de México está aquí, en su majestuosa
Bandera Tricolor que es agradable a los ojos y magnífica en su vuelo, con la
belleza de sus colores y la fuerza de su águila de combate.
¡VIVA LA GLORIOSA BANDERA DE MÉXICO!
Gral. de Div. D. E. M. Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
35
DISCURSO DE HONORES A LA BANDERA
Mexicali, B. C., 1 de junio de 2015
La Bandera Nacional es el símbolo más grande de nuestra patria, es el
símbolo de las aspiraciones del pueblo de México, símbolo vivo, como la gente
que lo ha hecho suyo.
La majestuosidad de nuestra bandera, su presencia y fuerza es motivo
de orgullo, respeto, admiración, amor y homenaje.
La Bandera de México ha sido guía de victorias en la guerra, e
inspiración en el trabajo y la paz.
Es la reina de todos los pendones, lienzo de sublimes ideales, lábaro
mensajero de libertades y anhelos, compañera en las gestas heroicas que
construyeron la patria de ahora.
Rendirle honores a la bandera es la oportunidad de enseñar y aprender
a respetar el suelo que pisamos, porque ser mexicano es un rango de
identidad fundamental para llegar a ser ciudadano del mundo. Tener una
nacionalidad es tener un origen, es tener una familia, tener madre y tener
padre, tener una formación cívica escolar de amor a nuestra tierra. No
imagino una educación sin el ritual en torno a la bandera mexicana, al himno
nacional y al amor a la patria.
Nuestra bandera nos recuerda que tenemos el valor y la capacidad de
vencer juntos los grandes retos y salir fortalecidos como país libre y soberano,
pues esa bandera ha sido protagonista y testigo fiel de las grandes
transformaciones de México.
Es muy importante que a los niños, desde preescolar hasta los jóvenes
de la universidad, y a los ciudadanos todos desde el soltero y el padre de
familia hasta el adulto mayor se les hable del significado de la bandera, para
no olvidar, ante todo, que en ella se sintetizan el sacrificio de todos los héroes
José S. Martínez A.
36
que nos dieron patria y libertad, porque en ese emblema se conserva la
tradición de nuestros antepasados y su esfuerzo por legarnos una herencia
cultural, que ha dado solidez a esta nación.
Nuestra bandera es la máxima representación nacional mexicana ante el
mundo.
Cada primer lunes de mes, en esta explanada estaremos como hoy
rindiendo honores a nuestro lábaro patrio.
Símbolo de unidad y orgullo que se nos inculca desde las tradiciones
familiares cuando nos llevan de la mano a oír el grito o a ver los desfiles, y
luego a través de los honores a la bandera mexicana en cada institución
educativa, en cada rincón de México, de manera que el patriotismo comienza
desde la familia y la escuela.
Una actividad cívica como ésta es para que no quede fuera nadie, para
que se siembre la semilla de admiración, respeto y defensa de la bandera en
todos los mexicanos.
Al tomarse el acuerdo de rendir honores a la bandera nacional en esta
explanada cada lunes primero de mes, un imperativo moral nos movió, un
impulso recóndito en la conciencia nos llevó a esta decisión avalada por la ley
y por nuestro amor a México.
Estamos frente a un mundo globalizado en que la dinámica tecnológica
avanza a cada hora y nos permite estar cada vez más cerca de los demás a
pesar de las grandes distancias. Las fronteras se diluyen, los nacionalismos
chovinistas que dañan al mundo quedan relegados y las culturas se
homogenizan en el globo.
Pero esta globalización aparte de sus beneficios, también tiene sus
desventajas, como la desaparición de las culturas minoritarias o el riesgo de
que se pierda la identidad que permite la diversidad y la multiculturalidad.
José S. Martínez A.
37
Es por eso que a la globalización hay que aceptarla con cuidado, pues
tenemos que buscar una homogeneidad en aspectos que convienen a todos
pero también una diversidad que no excluya a nadie, y, una manera de
hacerlo es lo que estamos haciendo ahora, valorar los símbolos patrios como
manifestación de la identidad mexicana.
Aquí se recordará a nuestros héroes, y al hacerlo invitaremos a todos los
niños, jóvenes y adultos mexicanos a rendir un sincero homenaje a los
valientes soldados y ciudadanos, hombres y mujeres, que han ofrendado su
vida en defensa de nuestra soberanía nacional.
Aprendamos de los héroes para defender y respetar hoy en día nuestra
bandera tricolor. No tengamos vergüenza de entonar con entusiasmo nuestro
himno nacional mientras asciende glorioso nuestro lábaro patrio hasta lo más
alto de su mástil.
RESPETABLE CONCURRENCIA:
Creo que podemos decir que hoy nos convoca esta bandera que es la
patria intangible pero vibrante en nuestro interior, que nos convoca el más
profundo y claro sentido de libertad del ser humano, y, por eso aquí estamos
con profunda emoción para refrendar nuestro amor por la libertad, por la
patria y por la bandera que las representa.
La historia de México está anclada a nuestra memoria, y esa historia se
reivindica, se actualiza, cuando nos reunimos en este presente vertiginoso y
demandante que exige nuevos compromisos y actitudes para afrontar la
realidad con sus transformaciones y necesidades.
En nuestro México, cada uno de sus pueblos y cada una de sus culturas
nos reclaman también lealtad, fervor patrio y esperanza, porque hoy como
ayer debemos confiar en el futuro mientras hacemos el presente, reafirmando
lo que dijo López Méndez: “MÉXICO, CREO EN TI, PORQUE
CREYENDO TE ME VUELVES ANSIA… PORQUE ERES EL ALTO DE
MI MARCHA Y EL PUNTO DE PARTIDA DE MI IMPULSO”…
José S. Martínez A.
38
Esa es una de las metas en el aquí y el ahora, afirmar en la conciencia y
en la acción, el concepto de patria, creer en lo que somos, creer en este país
que juntos seguiremos haciendo diariamente, con el ansia compartida de
construir esa patria nueva y necesaria que nos cobije con justicia y bienestar.
Porque la patria es la legítima expresión de lo que cada uno de nosotros
sentimos y pensamos como mexicanos, es el conocimiento y la emoción que
nos reúnen para afirmar ante los demás nuestras diferencias, esas que nos
hacen singularmente fuertes, con la fortaleza de saber y creer en nuestras
raíces milenarias, en la historia de un pueblo que ha sido capaz de enfrentar
los zarpazos para reinventarse libre, y, en la conciencia que nos mueve, dejar
que nuestras identidades, sin perderse, dialoguen con el mundo.
SEÑORAS Y SEÑORES:
Ustedes pueden preguntarse ¿Por qué nos reunimos para honrar a la
bandera y afirmar nuestro compromiso con lo que representa mientras la
miramos ondear debajo de este cielo de Baja California?
Y la razón en síntesis es que ahí, en esa bandera está el ayer, está la
patria del pasado, la que nos enseñaron a amar y respetar nuestros mayores,
la Suave Patria de López Velarde, con su historia y sus héroes…
Y en ella misma está el presente, y el porvenir que tenemos que seguir
construyendo todos los habitantes de México, la patria que requiere un
andamiaje que le permita reformarse; la patria de las grandes decisiones que
implican asumir con valor los retos internos y los retos externos a que nos
obliga la realidad del mundo.
Ahora y aquí, debajo de este cielo, con la bandera de México ondeando
para todos, vemos a niños y jóvenes que representan distintas modalidades
educativas, distintos rumbos, distintas generaciones. Todos serán custodios de
su bandera. Todos sabrán que ellos cuentan y que ya están haciendo la patria
con su disciplina y su alegría, con su esfuerzo por llegar a ser hombres y
mujeres de bien.
José S. Martínez A.
39
Igual nos corresponde a nosotros, a cada mexicano, hacer un México
seguro, grande y justo para todos.
No queremos huérfanos de la cultura patria, no queremos mexicanos
que no alcancen la sombra de su bandera, no queremos niños o ciudadanos
que no amen profundamente a su patria y a su pabellón.
Atrás van quedando los tiempos en que las diferencias físicas, de lengua
y de cultura, eran utilizadas para marginar y excluir, para diferenciar a unos
de otros.
Hoy en Baja California la patria se construye con acciones concretas.
Esta es una de ellas, porque los honores a la bandera deben ser lecciones de
patriotismo que toquen las fibras internas de todos los asistentes para actuar,
porque ustedes los adultos no son la reserva del país, ni ustedes los niños y
jóvenes son el futuro. Todos somos el presente, porque hoy, somos la realidad,
somos el motor, somos la razón y la fuerza de la patria grande, libre y
próspera que vibra y late en la bandera de México y en nuestro corazón.
Gral. de Div. D. E. M. Augusto
Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
40
CARTA A LA ESPOSA DE UN MILITAR
Mexicali, B. C., a 10 de mayo de 2015
C. _____________________
P R E S E N T E
Esta carta es para ti, la esposa del militar, la del corazón fuerte que se
expande y se hincha con orgullo cada vez que el esposo tiene logros en su
carrera; pero también, la que sostiene el dolor de las separaciones, porque
sabe que es importante su partida y es capaz de poder decirle “te entiendo”
cuando no es cierto, así como decirle desde el fondo de su alma “te amo”, a
pesar de todo; la que derrama lágrimas de alegría, de tristeza, de dolor, de
desilusión, de soledad y de orgullo, porque –eso sí- junto a su esposo, unidos
siempre, cultivan el honor, el deber y la disciplina con mucho amor.
Me consta, porque lo he vivido, que la anhelante esposa del soldado
tiene una ejemplar paciencia, para aceptar acuartelamientos, guardias,
campañas, silencios y esperas…
La esposa del soldado es realmente su gloria. La que unió los hilos de su
sino a las cuerdas de un paracaídas o la que junto al valor y el temple del
soldado de infantería, artillero, de caballería, o de arma blindada, pone su
prudencia, como otra arma, con su buen tino y su amor, para apoyarlo,
animarlo y esperarlo; o la que al saberlo lejos y ajeno en misiones especiales
(cumpliendo su deber) con fe y con voluntad hace de su hogar un remanso de
alegría, y espera el paso de los días con la esperanza de un retorno pronto.
La que ama y espera a sabiendas de que un militar es el que manda
obedeciendo, es el hombre que da la vida por otros, el que lleva su uniforme
con orgullo, el que es honesto y honrado, el que no tiene Navidad ni Año
Nuevo, el que no tiene veranos ni inviernos, para el que todos los días son
iguales, el que de ser necesario se lava con la lluvia y se seca con el sol, el que
José S. Martínez A.
41
tiene como amigas a las estrellas en las noches más frías y el que, en la
soledad de los cuarteles, muestra tu foto y dice orgullosamente “ella es mi
esposa”, como diciendo con el alma: “ella es mi fuerza, mi realidad
inamovible y mi permanente esperanza”.
Muchas felicidades.
Isabel
José S. Martínez A.
42
CARTA A LA MADRE DE UN SOLDADO
Mexicali, B. C., 10 de mayo de 2015
Sra. _______________________
P R E S E N T E
Esta carta es para usted, la madre de un soldado.
La que con lágrimas en los ojos se resignó a que su hijo, ilusionado,
partiera para convertirse en soldado y en hombre cabal.
La que sufre la pena de no saber del hijo que expone su vida para
cuidar la soberanía de México y la seguridad interior del pueblo contra la
delincuencia organizada.
La que con orgullo ha visto a su hijo desfilar en su uniforme verde olivo,
entre aclamaciones, clarines y serpentinas, tras nuestro pendón tricolor.
Es usted, señora, por derecho propio, la orgullosa madre de un soldado,
porque ser madre de un soldado es tarea difícil para cualquier mujer.
Cuando un hijo decide ser soldado, la mamá necesita fuerzas extras.
Ustedes, las madres de los soldados de México, son mujeres que
asombran con su entrega y su valentía, porque convierten lágrimas en
sonrisas, ausencias en fuerzas, y reúnen en una oración toda la fe del mundo
cuando piden por su hijo que se hizo soldado, y, aunque les causa dolor esa
valentía del hijo, la aceptan y apoyan, con callado valor; por eso, la madre de
un soldado es doblemente valiente.
Usted, como madre de un soldado mexicano, sabe que no está sola, que
puede contar con nosotros que estamos junto al ejército y junto a usted,
simple y sencillamente porque las familias de los soldados de la Patria somos
una sola familia.
Feliz día de las madres. Isabel
José S. Martínez A.
43
CARTA A LA MADRE QUE ES MILITAR
Mexicali, B. C., 10 de mayo de 2015
(Grado). ________________________
P R E S E N T E
Veo a las madres uniformadas y se les nota que les late en el pecho un
corazón de soldado, y su personalidad habla por sí misma y le dice a todo el
mundo ¡Yo nací para ser militar!...
Estas líneas son para ustedes, las mujeres que defienden la justicia, la
libertad y la paz de su patria, mujeres heroicas defensoras de los Derechos
Humanos de su pueblo, mujeres que con su uniforme, su gallardía y su altivez
militar, son madres, y son –por ello mismo- un mensaje para las demás
mujeres mexicanas. Como si con su personalidad de disciplina y de honor le
dijeran a cada una de ellas:
Jamás permitas que el dolor, que la tristeza, que la soledad, que el odio,
que el resentimiento, que los celos, que el rencor y todo cuanto pueda sacar el
brillo de tus ojos, haga debilitar la fuerza que existe dentro de ti… Jamás
permitas perder tu dignidad de ser ¡Mujer!...
Pero, además, alcanza esa personalidad de mujer militar y madre, para
ser también por sí misma, un mensaje cifrado que le dice al barón: Hombre…
cuídate mucho de hacer llorar a una mujer, pues, Dios ¡Cuenta las lágrimas!
No olvides que la mujer salió de tu costilla, no de tus pies para ser
pisoteada ni de tu cabeza para ser superior, sino de tu costado para ser
igual... debajo de tu brazo para ser protegida y al lado de tu corazón para ser
amada…
Eres tú, la mujer militar que ama y por ello eres madre, la que le dices a
tu esposo con la mirada: No me mires así, que no quiero despedirme ni de tus
ojos ni de la vida ni de la gloria… Estaré regresando a ti con mi sueño
convertido en realidad, porque vendré con la alegría de ser una mujer y una
madre militar…
José S. Martínez A.
44
Mujer valiente y persistente que eres ejemplo de cumplimiento militar:
Tu resistencia es amor, es vida, es libertad. Tu trabajo y tu amor son
lucha, son esperanza y paz. Tu bandera ondea desde el clamor de tu pecho de
madre, y esa tu bandera, se hace ternura, se hace solidaridad, se hace valentía
cuando estás junto a tu pueblo.
Madre militar que abrazas el sol del nuevo día en tus hijos… Eres una
hermosa mujer castrense, con una belleza que irradia valentía y esperanza.
Yo te saludo con el respeto y la gratitud del pueblo mexicano al que
sirves con lealtad…
Isabel
José S. Martínez A.
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DISCURSO DE FIN DE AÑO
Cada soldado mexicano es un músculo y un espíritu que hace historia por
servirle al dios del honor, en nombre de México.
Quiero decirle a cada uno de los soldados bajo mi mando que, aunque su
tumba pudiese ser anónima al tener que sacrificarse por la Patria, su hazaña
sería inmortal, porque sabemos los alcances de su misión…
Los médicos curan enfermedades, los arquitectos construyen, los maestros
enseñan, pero el militar ofrece lo más humilde que tiene, y que Dios le dio ¡Su
vida!
Yo les puedo decir a nuestros visitantes, que estos soldados de la Segunda
Región Militar luchan con amor y respeto, por lo que su corazón siente por
México. Para ellos no importa tanto quién los mande, no importa si están o no
equivocados, sólo sienten que es por esta tierra –la más lejana de toda la
nación- que también les pertenece, tierra que es mía, que es tuya, que es
nuestra…
Cada soldado sabe que por servir a México, el siguiente héroe caído puede
ser él. Él que no quiere leyendas ni valentías ni medallas por cumplir con su
deber. Él que cuando mira el cielo a kilómetros de distancia, besa su bandera
y cava trincheras mientras se pregunta ¿Qué hago aquí? y se contesta a sí
mismo ¡Le sirvo a mi Patria!
En momentos como éste, hay que demostrar nuestra pasión y apoyo a los
soldados de México, a los que igual hacen labor de limpieza, cocina y rescate,
que se juegan la vida contra el crimen organizado y los terroristas.
En el Ejército sabemos del olor a pólvora, de pisar geografías
desconocidas, de explosiones apagando las estrellas, de noches negras con
soldados de guardia como postes clavados… soldados a veces atrapados en
redes de odio… y a veces galopando con la muerte, porque los soldados
José S. Martínez A.
46
sabemos que, con nuestra bandera, podría marchar el mayor peligro, a veces,
porque hay corruptos y traidores, pero nuestra batalla puede estar
alumbrando el amanecer de un nuevo día.
Los soldados mexicanos caminan siempre hermanados; son jóvenes bravos
y valientes, son escudos que reflejan la brillantez de su patria, de su bandera
y de la soberanía nacional. Son soldados que escuchan -aunque no quisieran
escuchar- el clamor nacional de justicia, de paz y de seguridad. Son soldados
dignos, porque se sienten orgullosos del uniforme que portan, de las insignias
que los honran y de la bandera que guardan.
Un buen soldado demuestra su interés por cada compañero, y es leal con
todos, tanto con los subordinados como con los superiores. Y asume las
responsabilidades. No culpa a otros. Está dispuesto siempre, incluso a acudir
ante sus superiores para defender a sus subordinados cuando fuera necesario
y sea lo justo.
Esperamos que el próximo año sea una meta superior la entrega y el
patriotismo.
Quiero decirle a cada uno de los soldados aquí presentes, que sean la
conciencia de la Patria, porque suyo es el honor, suyo es el dolor, suyo es el
pueblo, para que defiendan con patriotismo esta tierra mexicana esperando
que sea más libre, y para que lo sepan los de afuera y no lo olviden los de
adentro.
Nuestro General Secretario ha dicho que el Ejército Mexicano es el pueblo
mismo en uniforme, comprometido con los ideales de libertad, igualdad,
justicia y progreso.
Para responder a las exigencias que expone la marcha del país, nuestro
Comandante Supremo, el Presidente de la República, nos gira instrucciones
precisas a fin de que se actualicen procedimientos, se implementen
tecnologías e infraestructura y se eleve la preparación intelectual, moral y
física de nuestros Recursos Humanos, incrementando el desarrollo
José S. Martínez A.
47
profesional y mejorando las condiciones de cooperación, así como la calidad
de vida de la familia militar.
El Primer Magistrado de la Nación tiene perfectamente claro que “El
camino de México debe ser el de la paz, la unidad y el desarrollo”.
SEÑORAS Y SEÑORES:
Sé muy bien lo que digo sobre el Ejército Mexicano, muy especialmente,
sobre la calidad profesional y humana de los hombres y mujeres que lo
componen, y que son orgullo para todos los mexicanos.
México y los mexicanos estamos inmersos en una situación crítica y
compleja que requiere sacrificios de todos, y una parte de estos sacrificios
recae sobre las Fuerzas Armadas, y por ello, sobre nuestro Ejército.
Quiero destacar que lo más importante del Ejército, su principal valor, su
elemento esencial, son ustedes los oficiales, la tropa y el personal civil que lo
componen.
Aquí y ahora, me comprometo a apoyar a todos ustedes en todo cuanto me
sea posible, y a tratarles con la misma lealtad que les exigiré que tengan para
conmigo, y para con sus mandos y sus subordinados.
Mantengo en alto esa confianza, porque sé que ustedes son capaces de
hacer fácil lo difícil, porque son un ejemplo constante de compañerismo,
disciplina y entrega al servicio, porque juntos somos invencibles.
No cualquiera tiene el privilegio de estar al frente de un conjunto de
hombres y mujeres tan extraordinarios como el que tengo el honor y la
responsabilidad de comandar, siendo como soy uno entre ustedes, pero que sé
lo que juntos somos capaces de hacer.
Al entregar este fraternal saludo a nuestros invitados de honor y a todos
los estamentos que conforman la Segunda Región Militar, permítanme
entregarles también, la más cordial de las bienvenidas a esta convivencia de
esparcimiento que hacemos propiciatoria de bendiciones para la familia.
José S. Martínez A.
48
Es un hecho que la historia patria se encuentra abrazada por las páginas
de la historia militar mexicana, donde el ejército no sólo ha mostrado decisión
en los campos de batalla, sino que, por su verticalidad, también se ha
constituido en baluarte del desarrollo y progreso del país.
Es hora de cerrar filas en apoyo de nuestro Comandante Supremo y de
nuestro General Secretario.
Les expreso a ustedes mi convicción de que militares y civiles unidos en el
amor a la patria, construiremos un porvenir de paz, de progreso y grandeza,
para hacer de México una nación cada vez más sólida, próspera y feliz.
Fortalecemos día a día la moral y la disciplina, nuestro adiestramiento y
educación, la transparencia y rendición de cuentas, el respeto a la ley y a los
Derechos Humanos, así como nuestra imagen institucional.
El impulso de todo esto nos permitirá cumplirle a la Patria, a las
instituciones y a los mexicanos.
Que en estas fiestas de fin de año, se cumplan nuestros buenos deseos de
que a lo largo y ancho de este país, los niños puedan jugar y los adultos
puedan celebrar una hermosa Navidad, gracias a los soldados que en un lugar
lejano están de guardia, vigilantes, lejos de casa, pero que seguramente
estarán diciendo: “Esta vida es mi elección. Lucho por ver a mi pueblo libre.
No pido más. ¡Mi vida por mi país!”. Así son los guardianes del honor,
dispuestos a luchar. ¡Feliz Navidad, soldados de México!
SEÑORAS ESPOSAS Y SEÑORAS MADRES DE CADA MILITAR, DE
CADA SOLDADO:
Nunca lo dejen salir de la puerta sin antes decirle cuánto lo aman. Ustedes
se dan cuenta de que por la naturaleza de su trabajo existe la posibilidad de
que no regresen… No se arrepientan de no haberlo hecho.
Sepan que un soldado amado, es más fuerte que cualquier arma, porque
tiene una razón más por qué luchar.
José S. Martínez A.
49
MADRES Y ESPOSAS:
Nada es seguro en la vida militar. No hay nada escrito en piedra, sólo que
él se irá de nuevo y ustedes se encontrarán solas esperando. Pero mantengan
la cabeza alta con una sonrisa en la cara.
No olviden que él, el soldado, es la protección de la libertad de su patria.
Que su corazón es fuerte y su amor por México es verdadero.
No olviden nunca, que ese soldado las extraña demasiado.
La novia o la esposa que ama a un soldado, sabe perfectamente lo que es
un alma que habita en dos cuerpos, lo que es un corazón que habita en dos
almas.
Ustedes, los familiares de cada soldado mexicano, deben sentirse orgullosos
de saber que su esposo, su hijo o su hermano sean centinelas de la Patria.
Cuando le digan a un militar “te amo”, que no sea para tanto, que sea
¡Para siempre!...
Gral. de Div. DEM Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
50
CONDECORACIÓN DEL 6/o BATALLÓN DE FUERZAS
ESPECIALES
En esta ceremonia se va a condecorar al 6/o Batallón de Fuerzas
Especiales, por nuestro General Secretario, Salvador Cienfuegos Zepeda, jefe
de los soldados de México en Tierra y Aire.
Quisiera que mis palabras llegaran al corazón y a la mente de todos
ustedes que me hacen el favor de escucharme y poder dimensionar la
importancia de que nuestro país cuente con la fortaleza de estas unidades
militares extraordinarias.
El 6/o Batallón de Fuerzas Especiales de Nogales, Sonora, como todas
las Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano, está dedicado a llevar a cabo
operaciones especiales y encubiertas. Estos grupos de militares con perfil de
selectos, se diferencian de todos los demás cuerpos del Ejército por su alto
grado de adiestramiento, disciplina, tolerancia al dolor, control de emociones,
valor, capacidades físicas, psicológicas y de combate.
Son elementos excepcionales, quienes por su intensa preparación, son
capaces de ejecutar cualquier acción militar de su especialidad, en cualquier
ámbito geográfico, empleando técnicas en las cuales están perfectamente
entrenados.
Tanto el Ejército Mexicano como la Armada de México, tienen entre sus
filas elementos capacitados exprofeso, que pertenecen a las Fuerzas
Especiales.
Formar parte de estas unidades es un privilegio, pero nunca una tarea
fácil. Las misiones son las más complicadas, las más difíciles y las más
peligrosas.
José S. Martínez A.
51
Cada soldado sabe que en esas misiones se gana o se pierde, se vive o se
muere.
Cada soldado de las fuerzas especiales se lanza decidido contra el
enemigo llevando en su alma esta convicción de equipo: “Si no puedes
conmigo, mucho menos con mi batallón”.
Algunos cuerpos de este tipo son: La Fuerza Especial del Alto Mando,
las Fuerzas de Intervención Rápida, los Grupos Anfibios Navales de Fuerzas
Especiales y el Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales, por citar algunos,
adiestrados para operaciones en selva, montaña y alta montaña, en
operaciones anfibias y submarinas, o en el desierto.
Los Batallones Especiales exponen permanentemente su vida por los
mexicanos contra los terroristas, contra los narcotraficantes, contra el crimen
organizado, contra las sublevaciones, y, en general, en misiones especiales de
donde les viene el nombre, puesto que son servicios de alta peligrosidad,
mismos que cumplen desinteresadamente, sólo por su acendrado amor a la
patria; para contribuir a que nuestra nación crezca más segura y más libre.
Las Fuerzas Especiales dedican su lucha a la consecución de los más
sentidos ideales ciudadanos, como el anhelo de construir un país de paz, justo,
de igualdad, sin pobreza ni enfermedades, sin tiranías; un México plural bajo
el imperio de la ley, respetando, sin pretextos, los Derechos Humanos. En este
sentido, es contundente la vigilancia de nuestro General Secretario, quien con
toda claridad ha expresado que los militares “no debemos rebajar nuestros
actos al nivel de los delincuentes”, porque no se puede combatir la ilegalidad
con ilegalidad, ni la violencia con violencia.
Las Fuerzas Especiales tienen una antorcha que ha venido pasándose a
las nuevas generaciones de estos soldados con vocación genuina de servicio;
seres templados en el entrenamiento, en la disciplina rigurosa, en la paz fría y
amarga; dispuestos a no permitir la desintegración de las instituciones ni de
las garantías que nos hemos dado los mexicanos. Soldados conscientes de que
José S. Martínez A.
52
el sudor de la instrucción que es tan dura, jamás será tanto como una gota o
un torrente de sangre en el combate.
Sepamos, todos, que las Fuerzas Especiales pagarán cualquier precio
por la supervivencia y el triunfo de la libertad, sobrellevando cualquier carga,
sufriendo cualquier penalidad, poniendo punto final a cualquier problema
delicado, acudiendo en apoyo de la seguridad de cualquier personaje amigo, y
oponiéndose a cualquier enemigo. A todo eso están comprometidas las
Fuerzas de referencia.
El Cuerpo de Fuerzas Especiales, bajo el liderazgo del Comandante
Supremo de las Fuerzas Armadas de México, que es nuestro Presidente de la
República, tienen como timbre de honor y de orgullo, su lealtad, su rendición
de cuentas y transparencia institucionales, y su pertenencia a los grupos
castrenses más selectos, con raíces profundas en el pueblo de México;
militares que se identifican plenamente con estos lemas que hacen suyos
porque son suyos, y que menciono a continuación:
“NI LA MUERTE NOS DETIENE, Y, SI NOS SORPRENDE, BIENVENIDA
SEA ¡TODO POR MÉXICO”.
“SOMOS SOLDADOS DE LAS FUERZAS ESPECIALES Y NUESTRO
LEMA ES DARLO TODO POR MÉXICO”.
“LAS FUERZAS ESPECIALES ENTREGAREMOS LA VIDA COMO
OFRENDA DE HONOR A LA PATRIA, PARA PODERLE DAR
LIBERTAD, PARA DARLE EL CORAZÓN”.
SEÑORAS Y SEÑORES:
Diré para terminar, que las operaciones de las Fuerzas Especiales del
Ejército Mexicano son consideradas como Información Clasificada y
únicamente son conocidas por los Altos Mandos del Ejército, incluidos, en
primer término, el Presidente de la República (nuestro Jefe Supremo) y
nuestro General Secretario de la Defensa Nacional, General de División DEM
Salvador Cienfuegos, quien, valorando la importancia y trascendencia de
José S. Martínez A.
53
estos hombres cuyo valor y entrega rayan en el sacrificio, personalmente, en
este acto, honrará al 6/o Batallón de las Fuerzas Especiales de Nogales, Son.,
ante la emoción de sus familiares presentes: estas madres y estos padres que
les heredaron a sus hijos sangre y coraje de patriotas, para poder ser soldados
de las Fuerzas Especiales, y así poderle servir a México con profesionalismo y
sacrificio.
¡VIVAN LAS FUERZAS ESPECIALES DE MÉXICO!
Gral. de Div. DEM Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
54
167 ANIVERSARIO DE LA BATALLA DE CHAPULTEPEC
13 de septiembre de 2014
SEÑORAS Y SEÑORES:
El bardo nayarita, Amado Nervo, nos dejó estos versos que pintan con
palabras aladas una cruel verdad:
“COMO RENUEVOS CUYOS ALIÑOS
UN VIENTO HELADO MARCHITA EN FLOR,
ASÍ CAYERON LOS HÉROES NIÑOS
ANTE LAS BALAS DEL INVASOR…”
Efectivamente, el 13 de septiembre de 1847, con el asalto al Castillo de
Chapultepec se consumó la invasión del Ejército Norteamericano a nuestra
patria.
En esa batalla injusta y desigual, se consagraron los nombres de los
Niños Héroes, quienes desde esa fecha viven en nuestros corazones.
Ya pasaron 167 años y, el 13 de septiembre de 1847, sigue siendo dos
cosas: baldón para los invasores de México, y, al mismo tiempo, gloria para
los aguiluchos y para la patria mexicana defendida hasta el último aliento:
por sus hijos grandes y pequeños, por sus generales y sus cadetes, por sus
hombres y por sus niños…
La lista de quienes en Chapultepec defendieron a México con valor y
con honor, la encabezan los cadetes Juan de la Barrera, Agustín Melgar,
Vicente Suárez, Francisco Márquez, Fernando Montes de Oca y Juan
Escutia.
Esos seis estudiantes mártires fueron los “renuevos” que murieron
peleando, al tiempo que sus compañeros de colegio, también peleando, eran
sometidos y hechos prisioneros. Junto a ellos está el nombre del general José
Mariano Monterde, Director del Colegio, quien también cayó prisionero, lo
José S. Martínez A.
55
mismo que el general Nicolás Bravo, que estaba al mando de la defensa de
Chapultepec y fue aprisionado junto con diez coroneles.
Lugar de honor merece, sin duda, el Batallón de San Blas que
comandaba el general Felipe Santiago Xicoténcatl, valiente que fue
acribillado con más de 30 balazos, desde los primeros disparos de la batalla.
QUERIDOS ESTUDIANTES:
A causa de esa invasión norteamericana, de mayo de 1846 a septiembre
de 1847 se habían librado muchas acciones bélicas, entre otras: la Batalla de
Santa Clara, la Batalla de Monterrey, la Primera Batalla de Tabasco, la
Batalla de La Angostura, el Bombardeo de Veracruz, la Batalla de Cerro
Gordo, la Segunda Batalla de Tabasco, la Batalla de Padierna, la Batalla de
Churubusco y la Batalla de Molino del Rey, hechos que no se pueden borrar
de la Historia.
La Batalla de Chapultepec, fue la última batalla, digamos formal, que se
sostuvo en la guerra entre México y los Estados Unidos.
Una vez tomado el Castillo de Chapultepec, Santa Anna decidió
retirarse a Querétaro y renunciar a la Presidencia, dejando en manos de
Manuel de la Peña y Peña la nada grata tarea de vérselas con los vencedores y
firmar, como Presidente Interino de México, el ignominioso Tratado de
Guadalupe, por el cual nuestro país fue despojado de más de la mitad de su
territorio, a cambio de una “indemnización”, entre comillas, de quince
millones de pesos (menos de lo que vale hoy cualquier viejo edificio de la
Ciudad de México).
Se perdieron los territorios de Alta California, Nuevo México, Arizona,
Nevada, Utah, Colorado, Wyoming, Kansas y Oklahoma. Ese fue el costo de
una serie de errores, así como de la división de los mexicanos entre
centralistas y federalistas, y de la desorganización en la defensa de la capital.
No obstante, en la historia de México, es ejemplar el pundonor patriótico-
militar y la valentía del Batallón de San Blas y de los Niños Héroes de
Chapultepec.
José S. Martínez A.
56
MARINOS Y SOLDADOS DE MÉXICO:
Vale la pena mencionar que, históricamente, desde el punto de vista
militar, esta batalla ha sido uno de los enfrentamientos donde el Ejército de
los Estados Unidos ha sufrido más bajas proporcionalmente en tan poco
tiempo de combate. En efecto, la batalla duró escasas dos horas, de las 9:00 de
la mañana a las 11:00 del día, finalizando con la toma del Castillo por las
fuerzas estadounidenses. Sin embargo, en sólo un par de horas, los 6,800
efectivos que tomaron parte en las acciones contra Chapultepec sufrieron 790
bajas, entre muertos y heridos. Ello significa casi 400 bajas por hora, es decir,
un promedio altísimo para los estándares del Ejército Estadounidense.
Es indispensable resaltar la escasa importancia que el General en Jefe
del Ejército Mexicano, Antonio López de Santa Anna, concedió a la defensa
del Castillo de Chapultepec. Según consta en todos los escritos históricos
sobre esta batalla, después de la derrota de Padierna, Santa Anna decidió no
fortalecer la defensa del Castillo de Chapultepec, aduciendo que el ataque
sobre la Ciudad de México vendría desde cualquier otro punto, y no previó
que el general enemigo Winfiel Scott decidiría entrar, precisamente, por
Chapultepec.
Scott preparó el ataque a Chapultepec con tres fuertes columnas a las
órdenes de los generales Pillow, Quitman y Wort, que simultáneamente
tomaron la fortaleza estratégica.
Es de hacer notar que los trabajos de defensa de Chapultepec
(barricadas, hogueras, hornabeque, etcétera) fueron detenidos por falta de
recursos, pues éstos estaban destinados a fortificar otras partes de la ciudad.
Consta también que el general Nicolás Bravo, al contrario de Santa Anna,
tuvo la certidumbre de que el ataque sería iniciado en la posición a su cargo, y
no cesó de pedir refuerzos y recursos para organizar la defensa del Castillo de
Chapultepec.
Una escasa respuesta la obtuvo hasta el mismo día 13, con la llegada, a
última hora, del Batallón de San Blas, mismo que, con sus 300 hombres,
resistió heroicamente en las faldas del cerro, enfrentándose a la tropa de
miles de soldados americanos comandada por Quitman. Esos 300 soldados
José S. Martínez A.
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nayaritas fueron los que le ocasionaron la mayor parte de las bajas del
Ejército Estadounidense. El Batallón de San Blas por ser tan pequeño en
número, al final fue literalmente aniquilado en la santa defensa de su patria,
como diciéndonos cada uno de ellos con su muerte heroica: AQUÍ ESTUVO
UN SOLDADO MEXICANO, CON UNA ESPADA MEXICANA Y UN
CORAZÓN MEXICANO DEFENDIENDO SU DERECHO.
Scott, consideró siempre al Castillo de Chapultepec como la clave
estratégica para esa batalla, porque era vía de acceso a la capital de México,
porque respondía a una táctica desmoralizadora en contra de todo el Ejército
Mexicano, porque se trataba de tomar el Castillo de Chapultepec,
considerado infranqueable, y, al mismo tiempo de posesionarse de las
instalaciones del Colegio Militar, para luego izar la bandera de las barras y
las estrellas en el asta de la bandera tricolor, en el alcázar, símbolo del orgullo
y la disciplina del Ejército Mexicano.
Lo importante para Scott no era tomar una plaza mal defendida y con
escasísimos recursos militares, sin parque ni cañones. Su objetivo
fundamental era quebrantar la moral del ejército defensor a través de la
caída sorpresiva del castillo, pues de esa manera golpeaba la cepa y origen de
los oficiales mexicanos, al ocupar el Colegio Militar en el cual se habían
formado.
El ataque al Castillo de Chapultepec fue completamente
desproporcionado: 7,000 hombres contra 250 soldados en el castillo, más el
Batallón de San Blas compuesto de 300 efectivos, junto con otros 200 hombres
de otros batallones y un poco más de medio centenar de cadetes del colegio
militar. Total: un promedio de diez atacantes por cada defensor.
Tras ocupar Chapultepec, como tengo apuntado, el general Santa Anna
ese mismo día, con un ejército completo de 500 hombres de infantería y una
caballería de 4 mil efectivos, dispuso la inmediata evacuación de la Ciudad de
México.
La mañana del día 14 de septiembre, apenas si unos cuantos tiros de la
población civil, desde las azoteas, manifestaban su repudio al invasor. La
Ciudad de México había caído víctima de una defensa errónea y en medio de
José S. Martínez A.
58
una completa desmoralización del Ejército Mexicano, pero eso sí, los
defensores de Chapultepec dieron muestra del espíritu combativo de los
mexicanos y se han convertido en símbolo del nacionalismo y del amor a la
patria.
En particular, la inmolación de los cadetes es una acción que ha dado
orgullo e identidad a los mexicanos desde entonces, de tal forma que, hasta se
podría decir que la nación mexicana volvió a nacer con los Niños Héroes de
Chapultepec, porque cada uno de ellos fue claro ejemplo del mexicano que
ama ante todo y primero que todo a su patria… De esa fecha, 13 de
septiembre de 1847, saldría el México despojado de más de la mitad de su
territorio, pero, al mismo tiempo, un México enriquecido con una victoria
moral, una victoria heroica, una victoria de la mexicanidad, en la que se
funda el verdadero sentido de la patria.
La acción de los Niños Héroes de Chapultepec resalta, porque ellos,
lejos de amedrentarse ante la fuerza superior de los estadounidenses,
demostraron que el enemigo tenía razón en una sola cosa: en considerar al
Colegio Militar como lo que es, fuente de la enjundia y el carácter militar de
los oficiales del Ejército Mexicano.
Los militares de hoy, nacidos del pueblo, tenemos como deber sagrado,
antes que ninguna otra prioridad, responderle a la Patria de su seguridad, de
la que somos custodios.
Los militares de hoy, confiamos en nuestro Jefe Supremo de las Fuerzas
Armadas de México, con nuestra lealtad jurada.
El Ejército Mexicano y la Armada de México somos pueblo, somos las
fuerzas hermanas unidas por la historia, por la tradición de la lealtad y del
honor, y porque a nuestra patria le responderemos con la vida.
Baja California es la patria misma y aquí, como en cada región del
territorio nacional, nuestras armas, nuestro profesionalismo y nuestro amor
por México, están prestos a pasar la prueba del honor que nos legaron los
cadetes de Chapultepec.
Cuántas naciones del orbe quisieran tener en su historia una página
cubierta de gloria por unos Héroes Niños. México tiene ese alto honor, y por
José S. Martínez A.
59
eso en todos los rincones de la patria, en este día, se depositan ofrendas
florales y se montan guardias de honor, en homenaje a los Niños Héroes de
Chapultepec.
Aquí, en Baja California, el gobierno del Lic. Francisco Arturo Vega de
Lamadrid y el Gobierno Federal están reivindicando a la niñez y a la
juventud mexicana, dándole su lugar, haciendo realidad las oportunidades de
estudio y de empleo que merecen, sencillamente por ser niños y por ser
jóvenes mexicanos.
Los Niños Héroes, muertos al pie de su bandera, renacerán cada 13 de
septiembre para que renazca en todos nosotros el amor a la patria y la
esperanza de vivir en un país más justo.
Lo que más destaca de los cadetes es su valentía de adolescentes y niños
con la que enfrentaron al enemigo, cuando hombres hechos y derechos de la
tropa desertaron.
Cada año avivamos la flama del culto a los mártires del 47’, porque
supieron guardar la dignidad de la patria contra la prepotencia de los
hombres del norte. Y, ya que en este momento estamos juntos Ejército y
Armada, debo decir que otro tanto hicieron en 1914 los Cadetes de la Escuela
Naval Militar de Veracruz, contra los mismos invasores del 47’, por lo que,
desde 1938, se entrelazaron los nombres de los dos alumnos muertos en esa
citada nueva invasión, añadiéndose a la lista de los cadetes de 1847 los
nombres de José Azueta y de Virgilio Uribe, quienes también tienen un lugar
en el alma del pueblo mexicano, y sus figuras se unen a las de los Niños
Héroes, así como nos unimos los soldados del mar con los soldados de tierra.
Invocar los nombres de los cadetes del Colegio Militar y de la Naval, es
asumir que a los héroes se les recuerda para no olvidar la historia. Volvamos
los ojos a la esencia nacionalista del acto heroico que hoy recordamos. Sólo así
seremos congruentes con nosotros mismos y con el sacrificio de los jóvenes
cadetes.
El Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas de México y los representantes
de los poderes que el pueblo se ha dado, hoy también rinden honores a los
Aguiluchos de Chapultepec, y, en las circunstancias actuales, han sabido
José S. Martínez A.
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impulsar una nueva etapa para el progreso de México, impulso que condensa
un pasado glorioso con los requerimientos del presente. En eso confiamos, y
esperamos que con ello se esté preparando a la nación para acceder al futuro
y a la modernidad, realizando los cambios básicos que esta nación reclama.
¡VIVAN LAS INSTITUCIONES DE LA PATRIA!
¡VIVAN LAS FUERZAS ARMADAS DE MÉXICO!
¡VIVAN LOS NIÑOS HÉROES DE CHAPULTEPEC!
Gral. de Div. D. E. M. Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
61
DÍA DE LA MARINA
Hoy es el Día de la Marina Armada de México.
Esta fecha rememora el día en que por primera vez en nuestra historia,
se puso en práctica lo dispuesto por el Artículo 32 de la Constitución, al
hacerse a la mar, desde el Puerto de Veracruz, el buque “Tabasco”, con
tripulación cien por ciento mexicana, el 1° de junio de 1917, al mando del
Capitán de Fragata Rafael Izaguirre Castañares, zarpando con destino a
Progreso, Yuc.
Desde entonces, el 1° de junio, más que un hecho puntual en nuestra
historia, es un factor constitutivo de nuestro ser nacional, precisamente,
porque en esta fecha se resalta que, para pertenecer a la Marina Nacional de
Guerra, se requiere ser mexicano por nacimiento.
A lo largo de su existencia, desde el primer combate naval que libró en
San Juan de Ulúa en 1825, la Armada ha pagado su cuota de sangre por la
soberanía de este país.
La Armada de hoy, venera a sus héroes como gesto de reconocimiento y
de gratitud, abrazando sus principios y sus valores, y, en fechas como ésta, el
pueblo sencillo de México, reconoce el heroísmo que, en general, han tenido
las fuerzas armadas en la defensa de la Patria.
Marinos y soldados nos hermanamos más cada día, con una fraternidad
que se ha acrecentado al cumplir y servir con lealtad probada a la Nación;
con lealtad institucional al Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas de México,
así como a nuestro General y a nuestro Almirante, los dos Secretarios
garantes del honor y la lealtad militar.
La Armada de México es salvaguarda de nuestros mares.
Los soldados del mar tienen la indestructible tradición del honor, la
lealtad y el profesionalismo.
José S. Martínez A.
62
Como todos sabemos, desde el 11 de abril de 1942, el Presidente Manuel
Ávila Camacho, decretó el 1° de junio como Día de la Marina Nacional.
Por eso, en este acto de civismo y camaradería, marinos y soldados,
renovamos nuestro espíritu de cuerpo, nuestro compromiso de continuar
trabajando con la misma vocación de servicio y estricta lealtad a México.
En esta convivencia de mar y tierra, podemos expresar, al amparo de
nuestra Enseña Patria, que no cejaremos en el cumplimiento de nuestra
misión; que seguiremos trabajando por una Armada y un Ejército pujantes,
cumpliendo nuestro deber juntos, cada que sea necesario, coordinadamente,
para fortalecer los mecanismos de cooperación, a la altura de los
requerimientos de la Nación...
Podemos asegurar que, a mucha honra, con la armonía en el trabajo
conjunto, tenemos ahora, dos fuerzas armadas más poderosas, para custodiar
la soberanía y la independencia de la Patria, tanto en la tierra, como en el aire
y en los mares.
Los militares, todos, somos hijos del pueblo, y por ello, podemos sentir
que las Fuerzas Armadas de México están en el corazón del pueblo; con el
mismo esfuerzo desde que surgió el México independiente, porque el Ejército
y la Armada nacieron junto con la Patria libre... por eso, soldados y marinos
estamos ahí, en el alma del pueblo, en el corazón de la historia y en la
bandera, desde que ha ondeado con sus tres colores, bajo el cielo del México
libre.
Recordemos que, al consumarse la Independencia, la Junta Provisional
Gubernativa, organizó la administración pública según la Ley del 4 de
octubre de 1821, designando a Antonio de Medina Miranda como Ministro de
Guerra y Marina. Con esta ley, el Ejército y la Armada aparecieron en la
historia de este país, dependiendo del mismo mando.
José S. Martínez A.
63
Ahora, los soldados del aire, de la tierra y el mar, seguimos unidos por
nuestra historia, unidos por nuestros héroes y unidos por un Mando Supremo
Único.
En estos momentos cruciales de la Nación, los mejores regalos que el
Gobierno Federal quiere para México, son mares y territorios libres de
criminales y amenazas.
Ése es uno de los objetivos prioritarios del gobierno democrático que
nos hemos dado los mexicanos, y, al lado de nuestro Comandante Supremo, y
al lado del General Secretario y del Almirante Secretario, desde aquí les
reiteramos que estamos a sus órdenes y que no se detengan. México requiere
de su talento, de su valor, su entrega y su patriotismo.
Nuestros altos jefes ven con satisfacción cómo el pueblo aplaude la
presencia de las Fuerzas Armadas, cuando avanzan por las calles para
defender la seguridad de la gente... para defenderla con cada esfuerzo físico,
con cada riesgo de la vida, con cada aliento del ánimo, sin olvidar el
cumplimiento de la ley, sin olvidar el respeto a los Derechos Humanos y sin
olvidar el propósito de privilegiar el uso de la inteligencia por encima del uso
de la fuerza.
¡Felicidades en su día, hermanos del mar!.... Gracias por la invitación,
buen provecho, y ¡Que vivan las Fuerzas Armadas de México!
Gral. de Div. DEM Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
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DESAYUNO DEL DÍA DEL MAESTRO
El Día del Maestro es el Día del Apóstol del Conocimiento, porque de la
entrega de los maestros dependen la educación y el desarrollo del país;
porque no es lo mismo ser apóstol de la educación que ser solamente
trabajador de la educación.
Los maestros de todos los tiempos han sido los formadores de las
instituciones de hoy con gran esfuerzo y con buenos frutos, sencillamente
porque todas las generaciones que han forjado esta patria, pasaron por las
manos de un maestro, faro eterno, ser que se yergue en el horizonte de la vida
con luz propia, iluminando almas y encaminando destinos.
Grandes maestros, apóstoles de la educación, han sido Altamirano,
Justo Sierra, Barreda, Vasconcelos, Rafael Ramírez, Moisés Sáenz, Víctor
Gallo, Álvarez Barret, José María Salvatierra o Rosaura Zapata, y, ustedes,
maestros aquí presentes, son sus dignos herederos, y deben sentirse orgullosos
de serlo, porque siguen viendo en los niños de México, el fértil campo donde
poner simientes a germinar, por lo que merecen nuestro emocionado y
permanente homenaje.
Ustedes, maestros, son profesionistas generosos que comparten el tesoro
de sus conocimientos; son luz que ilumina el camino del progreso y el
desarrollo de los pueblos y, con su vocación, dedicación, trabajo y persistencia
diaria, comparten también su ternura, porque saben que educar es una tarea
de amor a la humanidad, porque forman seres humanos con la diestra puesta
en el corazón, para que ellos sean capaces de transformar la conciencia
colectiva de la sociedad.
La educación de este país nuestro, en este momento debe mejorar, lo
que no significa que no sirva, puesto que lo que es este país, sus instituciones,
sus avances, su progreso, y también las conductas generacionales, han sido
construidas por la escuela, por la familia y la sociedad, por lo que en todo lo
José S. Martínez A.
65
logrado para bien no son los maestros los únicos meritorios, pero tampoco los
únicos responsables de las fallas sociales.
Para mejorar el servicio educativo no se debe desconocer el entorno
social. A los maestros no podemos pedirles que sean héroes ni que resuelvan
lo que la sociedad y el Estado no pueden resolver.
La falta de reconocimiento, la corrupción, las drogas, el alcohol, la
violencia, el embarazo adolescente, los robos, la pérdida del deseo de enseñar,
las protestas de padres y alumnos, son caras y contracaras de la sociedad que
extiende la realidad de su contexto a las escuelas.
No obstante todo eso, el maestro sigue siendo el artífice del porvenir de
la patria, el que modela el alma de los niños, el que orienta las vocaciones de
los adolescentes, y el que guía en sus estudios superiores a quienes están
llamados a dirigir los destinos de la nación.
El maestro sigue siendo el que arroja las semillas de la cultura en los
surcos abiertos de las almas de los futuros ciudadanos, para que la sociedad
coseche sus frutos en el porvenir.
El maestro sigue siendo el anónimo forjador de la grandeza de la patria,
en nuestros desiertos y en nuestros litorales, en las quebradas pródigas, en la
tristeza infinita de las cordilleras, en las estepas inclementes, en la mañana de
los bosques y en las heridas abiertas de nuestras selvas agredidas.
El maestro está presente con su lucha en las escuelas unitarias del
campo y en las ciudades más complejas; y allí labora, lucha, sufre, se esmera,
poniendo a toda prueba su capacidad creativa e innovadora, haciendo de su
aula un santuario, y de sus enseñanzas la buena nueva de la cultura y del
saber.
El maestro sigue siendo, llueva o truene, el taciturno apóstol que
encendiendo la luz del conocimiento en el cerebro infantil, está cumpliendo la
más alta misión de su destino: abolir la ignorancia, encender la llama del
saber en las mentes infantiles, hermanar a todos los seres en un fuerte abrazo
José S. Martínez A.
66
de solidaridad y hacer sentir con orgullo y con pasión, el amor a la patria y el
espíritu de identidad y de pertenencia a México.
El maestro, en todas las latitudes y altitudes del mapa de la República,
sigue haciendo entonar el Himno Nacional con la mirada fija en el tremolar
de nuestra bandera, y sigue enseñando el culto a nuestra historia y a nuestros
héroes, la admiración a nuestros próceres y a nuestros sabios, y el deber de
defender la libertad que nos han legado al precio que la causa de la justicia
les ha impuesto, pagándolo incluso con la vida.
Deseamos que ustedes, maestros, se autoestimen, que sientan su
profesión y su trabajo como algo que es muy valioso socialmente.
Deseamos que a ustedes, maestros del norte, no los metan en el mismo
saco de los que no dan clases y a los que se les ha perdido el respeto.
Deseamos que a los maestros todos, les cumplan lo prometido en la
Reforma Educativa en cuanto a equidad, justicia, dignidad, capacitación
permanente, evaluación y estímulos.
Deseamos que a ustedes (maestros a toda prueba) no les hablen de
“imposibles”, porque para los maestros verdaderos las utopías y los
imposibles son los desafíos y los motores que día con día, los mueven a la
acción.
Deseamos que la escuela pueda dedicarse a educar y no a tapar o
rellenar agujeros sociales que no les corresponden.
Deseamos que los planteles educativos no sean cajas de resonancia de los
problemas de las familias y de la sociedad, sino lugares alegres donde los
niños canten, jueguen y bailen.
Deseamos que ustedes, maestros, no terminen su jornada quebrados por
la impotencia, o agobiados por la burocracia.
Deseamos que a alguien le importen sus palabras, porque no son sólo
palabras, dado que ustedes no son sólo maestros; ustedes se vuelven
José S. Martínez A.
67
diferentes cada instante, cada que surge una pregunta de la boca de un niño,
y se transforman en actores, amigos, enfermeros, psicólogos, entrenadores,
buscadores de objetos perdidos, padres sustitutos, porteros, políticos; y
defensores de la ética, la confianza y la fe en el destino de México, lo que es
todo un apostolado.
Deseamos que sigan teniendo mucho entusiasmo y mucha pasión...
pasión por enseñar, por rodearse de libros para estudiar y aprender
bien todo, antes que sus alumnos.
Deseamos que sigan siendo: corazones que saltan y se inundan de
alegría, cuando el remolón de la clase alcanza solito el objetivo propuesto.
Que sigan siendo ojos curiosos, miradas atentas, sonrisas cómplices o
medidas disciplinarias que les desgarran el alma.
Que sigan siendo tardes de domingo robadas al descanso para planificar
la clase.
Portafolios pesados llenos de ilusión.
Manos secas por el gis, que hablan, se mueven y acompañan la
explicación.
Almas llenas de caricias que entregan el corazón.
Ustedes, maestros, son afortunados, porque en el aula, cada minuto ven
nacer la vida, las ideas y las esperanzas. Porque ven el futuro y lo moldean.
Deseamos, maestros, que no duden esto que aquí les decimos porque así
es, porque es la verdad.
Deseamos sinceramente que a pesar de todo, simple y sencillamente,
ustedes decidan seguir siendo maestros, en toda la extensión de la palabra.
Maestros que no sólo enseñan sino que también orientan, apoyan, escuchan,
comprenden, facilitan, estimulan, y que a su vez inculcan el deseo de avanzar,
José S. Martínez A.
68
de descubrir nuevas cosas y de construir nuevos caminos. Que enseñan con su
ejemplo a amar y servir.
Así como el soldado está preparado para defender a la patria, el
maestro está preparado para construirla, para formar al hombre nuevo, para
crear modelos de vida, por lo que su misión es sublime y silenciosa.
Los maestros son hombres y mujeres dispuestos siempre, no sólo a
soñar sino a realizar el sueño de que, cada anhelo de un niño se convierta en
un avanzar con confianza hacia el porvenir.
Mientras un soldado está dispuesto a dar su vida, llegado el momento,
por defender la integridad de la patria y sus instituciones, los maestros
entregan su vida todos los días para construir esa patria, para levantar los
altos muros de la solidaridad humana, de la conciencia del hombre nuevo y el
civismo del buen ciudadano, enseñando a amar a México, a respetarlo y
engrandecerlo, mediante la educación, que es la gran palanca del porvenir.
¡Felicidades, Maestros!...
Gral. de Div. D. E. M., Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
69
DISCURSO DÍA DE LA BANDERA
Desde siempre, los pueblos han considerado a la bandera como un
objeto de profundo sentido simbólico y espiritual. De ahí que “conquistar”
una bandera, fuera más de una vez el objeto final de una batalla.
En todo el orbe, la bandera es uno de los símbolos más importantes que
tiene cada nación.
Cuando la bandera nacional es para usarse en la mar, se denomina
“Pabellón Nacional” o “Bandera de Popa”.
Existen tres categorías de banderas nacionales, según su uso:
- Bandera Civil. La que puede ser utilizada por todos los ciudadanos.
- Bandera de Guerra. La que han de utilizar las Fuerzas Armadas.
- Bandera Institucional. La que han de usar el gobierno y sus
administraciones.
La bandera de México es el símbolo más representativo de identidad
como nación. Contiene en sí misma la historia y el proceso de construcción del
país.
Durante la Independencia, Miguel Hidalgo y Costilla tomó como
primera bandera del movimiento un estandarte de la Virgen de Guadalupe.
Sin embargo, desde los primeros años los insurgentes modificaron el diseño,
tantas veces como consideraron había que agregar o cambiar algo en ella. En
1813, en vez de la imagen de la Virgen de Guadalupe se eligieron otro tipo de
símbolos.
Las fuerzas de Morelos usaron una bandera de seda blanca, bordeada
por una cenefa de cuadros azules y blancos, en cuyo centro se montó un
águila posada sobre un nopal, encima de un puente de tres arcos con las
iniciales de “Viva la Virgen María”.
José S. Martínez A.
70
Se persistió desde entonces en el águila posada sobre un nopal.
En 1821 surgió la Bandera de las Tres Garantías con los colores blanco,
verde y rojo en franjas diagonales con una estrella en cada franja que
simbolizaban: el blanco la Religión, el verde la Independencia y el rojo la
Unión.
Posteriormente, en el Primer Imperio, la bandera adoptó los colores
verde, blanco y rojo en franjas verticales. El águila tendría una posición de
alas extendidas, con la cabeza de perfil también con la corona.
Hay que recordar que México realizaba esfuerzos por ser reconocido
como Estado Independiente, y, por lo tanto, después de que se integró el
Congreso Constituyente, los símbolos de esa independencia cobraban
importancia en la bandera nacional.
En 1823, después del imperio de Iturbide se decidió retomar las raíces
indígenas e incluir a la serpiente siendo devorada por el águila, omitiendo la
corona del imperio desaparecido.
Así, diversas modificaciones, especialmente sobre el escudo de armas
que era el águila, se sucedieron tras eventos históricos de suma importancia
como el Imperio de Maximiliano, en el cual se retomó el águila con la corona,
esta vez del imperio francés.
Posteriormente el general Porfirio Díaz elegiría nuevamente la posición
de alas extendidas para el águila.
Después de la Revolución Mexicana, Venustiano Carranza modificó la
posición del águila, retomando en 1916, el simbolismo que representa la
fundación de Tenochtitlan, con el águila devorando la serpiente, posada en un
nopal.
Una bandera es mucho más que una pieza decorativa. Refleja el
patriotismo del pueblo de un país.
José S. Martínez A.
71
Nuestra bandera nacional actual es de tres franjas verticales de medidas
idénticas, con los colores verde, blanco y rojo, con el escudo nacional en el
centro. El verde representa la esperanza del pueblo en el destino de su raza;
el blanco representa la pureza de los ideales del pueblo y el rojo simboliza la
sangre que derramaron los héroes por la patria.
Un modelo de la bandera nacional autenticado por los Tres Poderes de
la Unión, permanece depositado en el Archivo General de la Nación, y otro en
el Museo Nacional de Historia, desde 1934, durante el gobierno del general
Lázaro Cárdenas.
Desde el 24 de febrero de 1937, durante el mismo gobierno del general
Cárdenas, se conmemora públicamente el Día de la Bandera.
El 8 de febrero de 1984 se aprobó la Ley Sobre las Características y el
Uso del Escudo de la Bandera y el Himno Nacionales, durante el gobierno de
Miguel de la Madrid.
Como sabemos, la bandera se iza a toda asta para celebrar fechas de
importantes acontecimientos históricos en la vida nacional, y, a media asta, en
las conmemoraciones luctuosas.
La bandera nacional es el símbolo por excelencia de la unidad y la
soberanía nacionales.
Al contemplar la bandera más hermosa del mundo, que es la bandera
mexicana, todos pensamos que este bello pendón tricolor, es nuestra identidad
y nuestro orgullo, porque representa nuestra patria fascinante y a nuestra
tierra evocando el recuerdo de todos aquellos que soñaron un México libre;
hombres y mujeres que con sus sueños y su sangre forjaron para nosotros
este país independiente y soberano.
Las Fuerzas Armadas tenemos por obligación cuidar y defender a
nuestra patria simbolizada en nuestra bandera, aún a costa de nuestra propia
vida, porque es la patria que heredamos de nuestros padres y la que
heredaremos a nuestros hijos.
José S. Martínez A.
72
La bandera es el prisma tricolor que nos da la luz de nuestra historia,
que nos recuerda lo hecho por nuestros héroes y sus logros; hechos y logros
que estamos obligados a cuidar, pues son irrenunciables, no se compran ni se
venden, están más allá de cualquier ideología, más allá de intereses personales
y más allá de todo cuestionamiento.
Aquí, frente a los niños y a los jóvenes, permítanme recordar que en
1847, el 13 de septiembre, el cadete Juan Escutia, en el torreón del entonces
Colegio Militar, ante la imposibilidad de resguardar su lábaro sagrado y con
la zozobra de que esa amada bandera cayera en manos de los invasores, en un
gesto de amor patrio, se envolvió en ella y se arrojó hacia una muerte segura,
al despeñadero del Cerro de Chapultepec.
Actos de estoicismo como éste, hasta hoy son incomprendidos y
refutados por los detractores de la patria. Son gestos que los extraños jamás
entenderán, porque para poder entenderlos hay que haber nacido en México,
sentirse profundamente orgullosos de ser mexicanos y tomar conciencia de
que ninguna fuerza, ningún tiempo, ningún motivo, ningún traidor debe
mancillar jamás a nuestra patria, y por eso, debemos estar dispuestos incluso
al sacrificio por lo que nos identifica como mexicanos, que es nuestra bandera
nacional.
La bandera nacional fue el primer símbolo patrio creado al
conformarse México como país independiente.
La bandera es mucho más que un trozo de tela con tres colores y un
escudo. La bandera recoge los anhelos, las ilusiones, las creencias, las
convicciones de millones de mexicanos que nos han antecedido en la
construcción de esta patria.
Si pudieran pintarse de color en la bandera, los ideales que recogen el
sentir de los mexicanos, habría que pintarla de justicia social, de seguridad y
de paz, que es como tiene sentido la emoción profunda con la que todos nos
ponemos de pie, para saludarla vibrando con las generaciones de mexicanos
que nos han antecedido, porque todos somos la patria.
José S. Martínez A.
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Hoy, a cada niño, a cada joven y a cada ciudadano le decimos: cumple el
pequeño deber de cada momento; has lo que debes y concéntrate en hacerlo
bien. Es una invitación a asumir nuestras responsabilidades. No importa que
nuestras tareas sean aparentemente pequeñas. Son las que nos tocan, y a
través de ellas prepararnos mejor para las más grandes que puedan
sobrevenirnos.
QUERIDOS NIÑOS, RESPETABLES CIUDADANOS:
Los tiempos cambian sin duda, y en este mundo globalizado donde se
está perdiendo el nacionalismo, alzamos la voz para asegurar que algunos
principios, algunos valores, y algunos símbolos, tienen vigencia eterna.
Nuestra gloriosa bandera, desde el fondo de la Historia, nos invita una
vez más, a avocarnos a la construcción de la patria grande, la soñada por
Hidalgo, los Niños Héroes, Juárez y José María Larroque. Nos invita a no
empequeñecernos por la magnitud de los obstáculos que se oponen, por
formidables que estos parezcan.
Que los viejos temas del honor, del amor a la patria, del sacrificio y los
ideales nobles, sigan siendo los pilares de lo más humano (permítanme decirlo
así) de lo más humano que tenemos los humanos.
Desde pequeños, dondequiera que haya sido, cuando haya sucedido, con
quien hayamos estado en ese momento, la imagen de nuestra bandera
ondeando al viento, se quedó grabada en nuestros ojos para siempre, porque
ese es nuestro símbolo, el más significativo y el más representativo de quiénes
somos, y por qué somos así.
México (porque sabe quién es), no duda en la unión de los esfuerzos
para mejorar el mundo. Eso es parte de saber quiénes somos, de qué estamos
hechos, y hacia dónde vamos, seguros de nosotros mismos.
Hoy, Ejército y Marina, custodian a la patria. Nuestro deber es
mantener las libertades y derechos intactos, como blasones de nuestra amada
bandera de México.
José S. Martínez A.
74
Hoy, Día de la Bandera, al ver aquí a las nuevas generaciones, quiero
pensar que el primer recuerdo de los niños sobre México no es la imagen de
los héroes nacionales ni de sus monumentos, sino la bandera; porque en este
país, a los niños se les enseña el amor por México, amando a nuestra Gloriosa
Enseña Nacional.
Gral. de Div. DEM Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
75
DISCURSO PARA EL DESAYUNO CON LA ARMADA DE MÉXICO
Puesto de pie, hago el esfuerzo de escoger las ideas correctas para
expresar mi gratitud al señor Almirante
__________________________________________________________, por su
amable invitación a este desayuno, y, desde mi corazón, sólo atino a decirle
una de las primeras palabras que aprendí: ¡GRACIAS! Señor almirante.
Qué satisfacción poder expresar que las Fuerzas Armadas de México
son fuerzas hermanas, dependientes de dos secretarías también hermanas: La
Secretaría de Marina y la Secretaría de la Defensa Nacional.
El Ejército Mexicano y la Armada de México, surgieron juntos, tras la
lucha por la independencia nacional, y sus historias han caminado paralelas a
lo largo de la historia de la patria, por lo que mucho se asemejan:
La Marina Armada de México tiene su Heroica Escuela Naval...
El Ejército Mexicano tiene su Heroico Colegio Militar...
La Marina Armada de México, tiene sus Cadetes Héroes, que murieron
por la patria en 1914...
El Ejército Mexicano, tiene sus Cadetes Héroes, que murieron por la
patria en 1847...
¡Hasta los invasores enemigos de los Cadetes Heroicos, fueron los
mismos!...
Los Cadetes de la Heroica Escuela Naval y los Cadetes del Heroico
Colegio Militar vibran y se estremecen con sus respectivos himnos, cuyas
notas son juramentos de amor a la patria...
Por esa misma patria, luchamos la Armada de México y el Ejército
Mexicano.
José S. Martínez A.
76
Por esa misma patria juramos lealtad a la misma bandera, bajo el
mando del mismo Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas de México,
el C. Presidente de la República, hoy, el Lic. Enrique Peña Nieto: En el mar, a
las órdenes del Secretario de Marina, Almirante Vidal Francisco Soberón
Sanz... y en la tierra y aire, a las órdenes del Secretario de la Defensa
Nacional, Gral. Salvador Cienfuegos Zepeda.
La Armada de México es la fuerza militar encargada de la vigilancia y
salvaguardia de las costas, el mar territorial y el espacio aéreo marítimo de
México, mientras el Ejército y Fuerza Aérea resguardan el territorio y los
cielos de la nación.
Como sabemos, desde la Independencia de México, la Armada estuvo
ligada a la Secretaría de Guerra y Marina; posteriormente fue parte de la
Secretaría de la Defensa Nacional, y, a partir de 1941 es administrada por la
Secretaría de Marina, con momentos dignos de recordarse:
En 1825, el Ministerio de Guerra y Marina organizó un bloqueo y
hostigamiento naval, en coordinación con el Ejército, para tomar a sangre y
fuego el Fuerte de San Juan de Ulúa, último reducto español en México. La
flota estuvo al mando del capitán Pedro Sainz de Baranda y Borreiro, siendo
esa la primera batalla librada por la Armada de México. El Ejército estuvo al
mando del General Miguel Barragán, y cabe aquí esta reflexión:
En 1521, pudo ser tomada la gran Tenochtitlan con el auxilio de un
cerco naval de 13 bergantines que le dieron a España la conquista de la
Capital del Imperio Mexica, y nadie pudo imaginar entonces que, tres siglos
después, en 1825, precisamente con otro cerco naval, se expulsaría de México
a los españoles, consolidándose la independencia de México en el mar.
Durante la Intervención Francesa en 1838, llamada Guerra de los
Pasteles, los franceses bombardearon al Fuerte de San Juan de Ulúa y al
Baluarte de San Miguel, quedando totalmente destrozados por el bombardeo
donde se batieron bravamente los marinos mexicanos, siendo ejemplo de ello
el Capitán de Fragata Blas Godínez Brito, quien perdió sus dos extremidades
José S. Martínez A.
77
izquierdas en combate, defendiendo heroicamente la soberanía mexicana
contra del invasor francés.
Durante la Intervención Estadounidense en México, en dos años de
guerra (1845-1847), los puertos mexicanos del Pacífico y del golfo, fueron
bloqueados y tomados, cayendo varios marinos en diversas acciones. La
Marina y el Ejército Mexicanos pelearon en defensa del territorio que al final
se perdió.
En la Segunda Intervención Francesa en México, la Armada de Francia
utilizó su poderosa fuerza naval con muchos marinos, embarcaciones y
municiones para apoyar al gobierno de Maximiliano, colocando
embarcaciones en los Puertos de Matamoros, Tampico, Veracruz, Alvarado,
Campeche, Sisal, Guaymas, Mazatlán, Manzanillo y Acapulco, retirándolas
hasta 1866 cuando se fueron todas las fuerzas que Napoleón III tenía en
México. Por las especiales circunstancias históricas, la participación militar
de la Armada de México en ese periodo fue casi nula.
En la Segunda Intervención Estadounidense en México, en 1914, la
población civil y los cadetes de la Escuela Naval Militar, se distinguieron en la
defensa del Puerto de Veracruz.
En este acto en que de alguna manera se conmemora el día del Ejército,
nosotros, los soldados, nos sentimos muy cerca de la Armada.
En rigor, las Fuerzas Armadas del México actual, son hijas de la
Revolución, tanto en su ideología como en su composición.
Podemos decir que, su subordinación al poder político ha impedido
desvíos extraconstitucionales como asonadas y golpes de estado; y, esa lealtad
institucional que nos caracteriza desde hace un siglo, últimamente ha
superado sin ningún problema, la prueba de fuego de la alternancia.
Las Fuerzas Armadas son el brazo armado de la nación; son parte del
pueblo, y su misión es la defensa de ese pueblo en el que están integradas.
José S. Martínez A.
78
Nuestra misión es proteger a la nación, y, en su caso, proteger y ayudar
a la población civil, a fin de mantener la seguridad interior. Y para ello, las
Fuerzas Armadas fundan y deben fundar su actividad en valores éticos que
identifiquen a sus miembros; características morales que estructuran su
origen, su historia y su realidad actual, buscando siempre la preservación de
la disciplina y otras virtudes como estar conscientes en forma responsable del
binomio mando-obediencia.
Soldados y marinos aspiramos a lograr el bienestar y la seguridad
nacional, empezando por cuidar la integridad territorial, la seguridad
interior y el bienestar social.
Nuestros objetivos nacionales permanentes son: Libertad, soberanía,
independencia, y el deseo de alcanzar mayores estándares de bienestar como
desarrollo, justicia, paz y seguridad pública.
Señor Almirante______________________________________:
La Comandancia de la II Región Militar de Mexicali, B. C., le hace un
reconocimiento de respeto a la II Región Naval Pacífico Norte de Ensenada,
B. C., porque aquí se fomentan en los marinos el deporte y la cultura
marítima; porque permanentemente se les prepara para participar con
gallardía en todo tipo de actividades propias de la Armada. Por inculcar a sus
marinos principios como el honor, el deber, la lealtad, la disciplina, el espíritu
de justicia y el respeto a los derechos humanos.
Por el decidido combate de la Armada al tráfico de humanos y drogas,
procediendo conforme a la ley.
Por el grupo de expertos en búsqueda y rescate, para actividades de
ayuda tripulantes de embarcaciones de recreo y pesqueras, en dificultades al
navegar las costas del Pacífico Bajacaliforniano.
Porque el poder naval de la Armada de México en Ensenada, apoya los
intereses marítimos de las diversas actividades cuyo común denominador es el
mar, tales como: Comercio vía marítima, Transporte Marítimo, Flota
José S. Martínez A.
79
Pesquera, Flota Turística y Deportiva, Investigación Científica Marina y
Oceanográfica, e Industria Naval, en todas estas acciones con señalados casos
de éxito.
En estas horas de hechos desestabilizadores de la seguridad y la
armonía social, la percepción del pueblo de México es de satisfacción por la
forma en que nos coordinamos la Marina y el Ejército. Ambas fuerzas somos
el brazo armado de la nación. Somos los garantes de la soberanía y la
independencia de la patria. Somos las organizaciones militares profesionales y
permanentes del país, y nuestra misión fundamental se acentúa en proteger a
la República y a sus instituciones, garantizando la seguridad interior del
territorio.
Señor Almirante ______________________________________:
Permítaseme subrayar que estamos aquí para convivir y estrechar los
lazos que nos unen, con actitud proactiva y fraterna, porque es conveniente y
necesario. Porque no es lo mismo un rostro ajeno con el ceño fruncido, que
ese rostro con una mirada amable; porque no es igual una cara dura, con los
dientes apretados, que la cara con una sonrisa; porque es muy diferente estar
con los puños cerrados, que estar con los brazos abiertos.
Hoy y aquí, los soldados de la II Región Militar, saludamos
fraternalmente a los marinos de la Segunda Región Naval Pacífico, y nos
cuadramos ante los principios de ambas corporaciones que he mencionado;
principios a los que valoramos tanto como a nuestro honor, más importantes
que la propia vida.
Puedo asegurar, para concluir, que los soldados y marinos de nuestras
regiones, comprometidos con México, seguiremos, como se dice, ¡Al pie del
cañón!...
Gral. de Div. DEM Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
80
101 ANIVERSARIO DEL EJÉRCITO MEXICANO
19 de febrero de 2014
La historia del Ejército Mexicano es –de alguna manera- la historia del
país, de sus luchas, de sus empeños por reconquistar su patria, por afianzar
su independencia, salvaguardar su libertad y erigir un camino autónomo de
vida para esta fantástica nación.
Existen tres momentos culminantes en la historia del México mestizo,
que son los estallidos sociales de la Independencia, la Reforma y la
Revolución. Y de esas tres conmociones que sacudieron al país, surgieron tres
distintos ejércitos, a saber:
El primero, que fue el Ejército Trigarante de 1821, con el que se
consumó la independencia.
El segundo, que fue el Ejército Federal de 1862, resultante de las tres
guerras de Reforma,
Y el tercero que fue el Ejército Constitucionalista, surgido el 19 de
febrero de 1913, mismo que ha evolucionado hasta nuestros días para ser lo
que es hoy el Ejército Mexicano.
El Ejército Mexicano ha ido cambiando conforme a las necesidades y
posibilidades del país.
Antes de la existencia de México como nación independiente, buena
parte de su territorio estuvo bajo el dominio azteca, y luego fue posesión de la
Corona de España. En ambos casos, las fuerzas armadas cumplieron un rol
relevante en sus sociedades, y contaron con sistemas establecidos de
reclutamiento y adiestramiento de tropas.
En los anales de la historia están escritas nuestras glorias y nuestros
dolores, cuyos episodios servirán para enseñar a las nuevas generaciones los
sacrificios que ha costado fundar, organizar y defender la República, y lo que
José S. Martínez A.
81
ha vivido esta nación para fincar su progreso, su engrandecimiento, y la
garantía de sus libertades.
El Ejército Mexicano se funde con la historia, porque sus raíces son el
pueblo combativo de este país, el pueblo que permanentemente tuvo que
luchar para defender esta su tierra y su mar; las arenas de su desierto; las
tradiciones de nuestros viejos abuelos.
Para proteger ríos y cumbres nevadas, selvas con monos trapecistas y
defender a la provincia, la casa, la cosecha, las danzas ancestrales, los
edificios coloniales; y ríos, valles y quebradas. Para defender esta heredad,
cuna de olmecas, de aztecas, mayas e incontables culturas tendidas como
mosaico sobre el mapa de la patria.
En la época prehispánica, el reino más adelantado y poderoso era el de
los aztecas. El cuarto de sus reyes, Ixcóatl, organizó el ejército que derrotó a
los tecpanecas de Atzcapotzalco; Moctezuma Ilhuicamina extendió el dominio
de la monarquía y organizó la triple alianza; Axayácatl, extendió sus
dominios hasta Tehuantepec y estableció el ejercicio de las armas como
obligatorio para todos los jóvenes nobles o plebeyos. Cuauhtémoc, el último
emperador azteca, defendió la capital de su imperio, con sus cananas, hondas,
arcos y flechas, hasta ser superados por la caballería, la espada, los fusiles, los
cañones y la pólvora de los conquistadores españoles, apoyados por cientos de
miles de indígenas aliados.
Tras la conquista de la gran Tenochtitlan, durante el virreinato,
surgieron las Milicias provincianas y urbanas (a partir de 1524) y
posteriormente los Cuerpos Regulares, el Ejército Permanente y el Ejército
Virreinal, siempre para custodia del Real Palacio y protección de puertos y
puntos fronterizos, asegurando el sometimiento.
En 1810, a consecuencia de la injusticia en todas sus formas, apareció el
Ejército Insurgente que enfrentó al Ejército Realista, y fue en 1821 cuando
con la fusión de los dos ejércitos contendientes, se integró el Ejército
Trigarante que sería propiamente el Primer Ejército del México
José S. Martínez A.
82
Independiente. Ese ejército fue el que libró la Batalla de San Juan de Ulúa en
1825, acabando con el último reducto de España en México. Ese primer
ejército de México le dio otra victoria a la naciente República en la Batalla de
Tampico de 1829, contra la División comandada por el brigadier Isidro
Barradas, quien pretendía ser la avanzada que recuperaría México para la
Corona de España. Y ese mismo Primer Ejército Mexicano fue el que le dio
una victoria más a nuestra patria en la Primera Batalla de Tabasco en 1846,
contra la armada de Estados Unidos que bombardeó la hoy Ciudad de
Villahermosa.
En 1854, a causa de la prolongada dictadura de Santa Anna, estalló la
Revolución de Ayutla, con la que se inició la Reforma, continuándose con la
Guerra de Tres Años y luego la Guerra contra la Intervención Francesa y el
Imperio de Maximiliano. De esta conflagración social surgiría el Segundo
Ejército del México Independiente, llamado Ejército Federal. Este ejército le
dio a México la gloria de vencer al Ejército Francés considerado el mejor del
mundo en la Batalla de Puebla el 5 de mayo de 1862. Este mismo Segundo
Ejército de México salió victorioso en la Batalla de Miahuatlán, Oaxaca,
derrotando a las tropas francesas al servicio del Segundo Imperio Mexicano,
el 3 de octubre de 1866. Otra gran victoria de ese Ejército Federal, fue la
Batalla de la Carbonera, el 18 de octubre de 1866, en la que una columna
imperial con soldados franceses y austriacos fue sorprendida y destruida.
Finalmente con la Batalla del 2 de abril de 1867, fue tomada la ciudad de
Puebla y se cubrió de gloria ese Segundo Ejército Federal contra las tropas
del imperio del Archiduque venido de Miramar.
En 1910 estalló la Revolución Mexicana, la que, triunfante, llevó a la
Presidencia de la República a don Francisco I. Madero. Como consecuencia
del cuartelazo de Victoriano Huerta contra el gobierno del señor Madero, don
Venustiano Carranza –entonces gobernador de Coahuila- decretó el 19 de
febrero de 1913 la organización del ejército que se encargaría de sostener el
orden constitucional de la República.
José S. Martínez A.
83
Es así como nació hace 101 años, la fuerza armada del Ejército para
servir con lealtad y patriotismo al Estado mexicano. Fue en ese 1913, cuando
el Varón de Cuatro Ciénegas, convocó al pueblo de México para integrar el
Ejército Constitucionalista como la respuesta patriótica ante la ruptura del
orden democrático, cuya expresión más dolorosa fue el asesinato del
Presidente y Vicepresidente de México, los señores Madero y Pino Suárez.
El sostenimiento del orden constitucional fue, pues, el axioma que
estableció la génesis de nuestro actual Ejército, fuerza emanada del pueblo en
armas, para contribuir a la estabilidad de la nación.
Así nació el Ejército mexicano, enarbolando las banderas de la
legalidad, la libertad y la democracia. Un ejército con características bien
definidas: lealtad irrestricta, disciplina inquebrantable y estructura que le
diera presencia territorial para garantizar el orden del país.
El Ejército mexicano, desde hace 101 años, es el pilar más sólido de la
seguridad nacional al cumplir las misiones que le exigen la Constitución y la
Ley Orgánica vigente: Defender la integridad, la independencia y la
soberanía de la nación; garantizar la seguridad interior, auxiliar a la
población civil en caso de necesidades públicas; realizar acciones cívicas y
obras sociales que tiendan al progreso del país, y, en caso de desastres, ayudar
para el mantenimiento del orden, auxilio de personas y bienes, y
reconstrucción de zonas afectadas.
En conmemoración de la fecha de su creación, en 1950 se instituyó el 19
de febrero como el Día del Ejército, por acuerdo del Gobierno del Licenciado
Miguel Alemán.
Por eso venimos en este 101 aniversario a rendir un saludo reverente a
los soldados de ayer, a nuestros viejos soldados, aquellos que nos delinearon el
camino del honor y de la gloria.
José S. Martínez A.
84
Cabe mencionar que durante el gobierno del General Lázaro Cárdenas
del Río se cambió el nombre de la Secretaría de Guerra y Marina por el de
Secretaría de la Defensa Nacional.
A diferencia del Ejército Federal, el Nuevo Ejército Nacional, surgido
de la Revolución, tiene un nexo mucho más estrecho con el pueblo. Un reto
fundamental de los regímenes posrevolucionaros fue consolidar ese cuerpo
armado con estructura profesional, que recordara su origen revolucionario y
popular. Lo anterior se logró gracias al nacionalismo, disciplina y
profesionalismo de los miembros del instituto armado, en el que están
integradas las fuerzas militares terrestres y aéreas.
Desde 1952 está previsto el Plan DN-I para enfrentar alguna invasión
extranjera.
El Plan DN-II para combatir fuerzas internas que socaven la estabilidad
de las instituciones (como el combate a las guerrillas y al narcotráfico) y a
partir de 1966 el ejército sumó a sus responsabilidades el auxilio a la
población civil en caso de desastres naturales con el Plan DN-III.
El país está dividido en 12 Regiones y 40 Zonas Militares atendidas por
Generales, Jefes, Oficiales y Tropa, dependientes del General Secretario de la
Defensa Nacional, comandante del Ejército y de la Fuerza Aérea Mexicanos,
teniendo todos ellos como Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas en
su conjunto, al ciudadano Presidente de la República.
El buen soldado mexicano es como un hierofante que está más allá del
bien y del mal, y que su objetivo es preservar la nación, la patria por la que
muchos han muerto, la república que nos une, y la seguridad de los
mexicanos a los que sirve fraternalmente en caso de calamidades.
Los soldados del Ejército Mexicano sabrán llevar sus armas en la mano
hasta ver a este país completamente libre de los flagelos que lo desestabilizan,
o morir por defender a su patria con esas armas, como hombres y mujeres de
coraje.
José S. Martínez A.
85
Los militares mexicanos son garantes de la paz, que se sienten honrados
de ser tropa del Ejército Mexicano, porque en su pecho se anida el amor a la
patria, porque la disciplina es su norma, el valor su gran anhelo y el honor es
su causa.
Porque desean servirle a su país con mística de entrega y heroísmo.
Porque se sienten orgullosos del uniforme que portan y de las insignias
que los enaltecen. Porque su vida es la nación, su familia es el ejército y su
hogar es el cuartel; y hasta desearían ser sepultados con su uniforme de
campaña, llevando como sudario la bandera de México.
Gral. de Div. DEM Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
86
DISCURSO CON MOTIVO DE LA TOMA DE POSESIÓN DEL
PRESIDENTE ENRIQUE PEÑA NIETO
1 de diciembre de 2012
SOLDADOS DE MÉXICO:
Éste no es un simple acto protocolario. Éste es un acto de compromiso
nacional; es un encuentro con nuestra propia identidad; es un acto de
mexicanidad pura, porque donde cada uno de ustedes se encuentre, allí estará
la patria simbolizada en su honor de soldados, y en la gloriosa bandera de
México que, de seguro, llevan cincelada en su espíritu militar.
Ustedes son hombres y mujeres de excepción, que han entregado su tiempo,
su esfuerzo y su talento, para honrar a las Fuerzas Armadas de México.
La seguridad nacional, hoy por hoy, llega hasta donde llegan nuestras fuerzas
armadas en sus tareas –por duras que sean– trabajando unidos en una sola
intención y en un mismo esfuerzo: el de la soberanía nacional, dondequiera
que les toque cumplir, como dijera Machado “de río a río, de monte a monte,
de mar a mar”, honrando siempre al Ejército y a la Fuerza Aérea Mexicana.
Qué mejor marco para saludarlos que este lugar, que es la casa de los
soldados de la patria; de poder saludar aquí, a quienes tienen la
responsabilidad directa de las tropas del Ejército Mexicano y de la Fuerza
Aérea, en el primer día del mandato del Ciudadano Presidente Constitucional
de los Estados Unidos Mexicanos, Lic. Enrique Peña Nieto.
La Secretaría de la Defensa Nacional tiene criterios perfectamente claros de
cómo será el trabajo de nuestro Instituto Armado a partir de esta fecha; de
cuáles serán los compromisos que nos marca el Jefe Supremo de las Fuerzas
Armadas de México; patria y mando a los que refrendamos nuestra
inalterable lealtad, empeñando en ello nuestra palabra de militares, nuestro
honor y nuestra vida, si es preciso. Anuncio algunas medidas que vamos a
tomar, porque estar frente a la plana mayor del Ejército y a la Fuerza Aérea
José S. Martínez A.
87
Mexicana, es estar frente a quienes mejor interpretan las aspiraciones del
pueblo, en toda la república.
México es un sueño y una realidad. Lo más valioso son los mexicanos
íntegros: Los de ayer, que son nuestro ejemplo; los de hoy, que son nuestro
orgullo, y los de mañana, que son nuestra esperanza.
México finca su grandeza en la valía de sus hombres y sus mujeres
respetables. Por eso, como norma, vamos a fortalecer la calidad humana de
las mujeres y los hombres de nuestro Instituto Armado, de este selecto
conjunto de jóvenes de ambos sexos que, con la sangre nueva de nuestro
pueblo, noble en torno a su propia grandeza, tienen el compromiso histórico
de seguir cubriendo de gloria a este país, a esta patria de Xicoténcatl y
Cuauhtémoc, de Hidalgo y Allende, de Juárez y Zaragoza, de Madero y
Felipe Ángeles, país que pertenece a la humanidad, como los soldados de
honor, mujeres y hombres, pertenecen a las Fuerzas Armadas de México.
Que el soldado mexicano sea la flama de la sociedad y no el sayón de sus hijos
amados.
Haremos que cada soldado, hombres y mujeres, estén bien preparados física,
mental y moralmente para cumplir su misión a cualquier costo, porque, como
dijera Martí: “Los soldados de la patria no conocen el lujo, sino la gloria”.
Nunca los pueblos son más libres que cuando conocen sus derechos y
obligaciones; y, por eso, los soldados sacudiremos nuestra conciencia y
reforzaremos nuestra vocación y compromiso de respeto irrestricto al
derecho.
Que nuestros soldados todos, sepan que debemos dignificar nuestra profesión,
ahora que todavía la sociedad sigue creyendo en el ejército. Que todos
sepamos que no se es buen soldado, si no se tiene el deseo y la voluntad de
servir a la patria y al pueblo. Que el soldado tiene la obligación de ser
valiente para no temer ni rehuir al peligro; que el soldado debe despertar en
la gente del pueblo su confianza, y ganarse su respeto y su cariño, sobre la
José S. Martínez A.
88
base de que estamos para servirles y para cuidarlos; sobre el principio de que
el pueblo es nuestro origen y que con él somos lo mismo; que buen soldado es
el que, en el cumplimiento de su deber pone el corazón, porque ser soldado es
una misión, y no una ocupación sin mérito.
El pueblo de México debe saber que, por instrucciones de mi Comandante
Supremo, el ejército permanecerá alerta a lo largo y ancho del territorio
nacional, para proteger las instituciones nacionales, apoyando a las
autoridades locales y velando por la seguridad del pueblo, para que la paz
pública y el orden constitucional sean la divisa que permita desarrollar esta
gran nación. Así se hará, porque nuestro ejército, como Tagore, ambiciona
honor, no honores.
Los soldados mexicanos, como lo espera nuestro Comandante Supremo,
actuamos con entusiasmo y compromiso; nuestros batallones, regimientos y
fuerzas especiales, se alzan como los molinos de viento mexicanos,
generadores de energía eólica: modernos, con cimientos muy firmes, y sus
aspas oteando hacia el infinito.
Seguiremos modernizando las fuerzas armadas para que cada día sean más
eficientes y cumplan su cometido. Para que conviertan los obstáculos en
oportunidades.
Como es costumbre, a partir de este momento, las 24 horas del día, los 365
días del año, estaremos juntos, prestos, permanentemente preparados para lo
que sea necesario, siempre con lealtad a nuestra patria y a nuestro
Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas de México, quien nos ha
señalado como premisa y compromiso, servir y proteger al pueblo, porque no
hay patria sin pueblo.
A nuestro Comandante Supremo le decimos que cada soldado será un
centinela del pueblo, de sus instituciones y de la patria, porque la patria
somos todos.
José S. Martínez A.
89
Proteger la soberanía de la nación y proteger a los mexicanos, es la
responsabilidad y el honor histórico de quienes tenemos el privilegio de
formar parte del Ejército y de la Fuerza Aérea Mexicana. Ser garantes de la
soberanía nacional y de la seguridad del pueblo, es una responsabilidad
sagrada que no admite abusos ni flaquezas de un soldado, y, quien no lo
entienda así, o se equivoca rotundamente, o nada tiene que hacer en las filas
castrenses de México, porque nada justifica que un soldado atropelle las
garantías y los derechos constitucionales del pueblo. Al contrario, tenemos
que cultivar las relaciones civiles y militares para crear un ambiente de
confianza y de respeto con el pueblo, para que no corran peligro la libertad,
la justicia y la democracia. Las fuerzas armadas sirven a la patria sirviendo al
pueblo.
Esta nueva cultura de compromiso con el pueblo es impulsada por el
Ciudadano Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos,
Licenciado Enrique Peña Nieto, Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas de
México, cultura política basada en la responsabilidad de todos y fundada en
el respeto al Estado de Derecho.
Aquí, nuestro reconocimiento al Licenciado Enrique Peña Nieto, nuestro
Comandante Supremo, al proponerse hacer un gobierno eficaz, trasparente,
responsable y confiable, bajo el predominio de la ley, base de un desarrollo
sostenible en la democracia que seguiremos construyendo, pues como decía el
Licenciado Benito Juárez: “La democracia es el destino de la humanidad y la
libertad su brazo indestructible”.
En el inicio de esta nueva gestión de gobierno, refrendamos la confianza de
siempre en nuestro Instituto Armado del que el pueblo tanto espera, porque
grande es la misión que tenemos encomendada; porque de su entrega y
preparación; de su talento y de sus manos, habrán de surgir el valor y el
honor para servir apasionadamente a México.
El soldado mexicano tiene que ser leal a su patria, leal a sus instituciones, leal
a su pueblo, leal consigo mismo y leal al compromiso institucional, porque en
José S. Martínez A.
90
esa lealtad irrenunciable se aplica la tremenda sentencia de Shakespeare,
puesta en boca de Hamlet: “Ser o no ser ¡he ahí el dilema!”, o somos soldados
leales, o no lo somos.
Continuaremos sometiendo a control de confianza a todos y cada uno de los
miembros del Ejército y a la Fuerza Aérea Mexicana.
Felicito a los nuevos mandos de las distintas áreas que lucharán por
garantizar la seguridad nacional y despejar rutas que aclaren destinos. Con
ustedes abriremos de par en par las puertas de nuestra institución, motivados
por la transparencia y la rendición de cuentas, ¡Como debe de ser!...
La juventud cantada por Rubén Darío, ha sido, sin duda, el vigor y la fuerza
que ha movido al mundo; y las Fuerzas Armadas de México, se nutren del
vigor y la fuerza de la juventud del pueblo; de muchachos de extracción
humilde que aquí se preparan con voluntad esforzada para progresar y ser
mejores, porque aquí, en la milicia, ser joven es tener la mente llena de
ideales, y tener el corazón lleno de amor a la patria, para poner su pujanza y
su fuerza al servicio de México.
Termino con esta reflexión: En las guerras contra Pompeyo, un centurión a
punto de entrar en combate le dijo a Julio César: “Venceremos gloriosamente
¡Oh César! y, a mí, hoy, vivo o muerto, me has de elogiar”. Y, como ustedes
saben muy bien, los soldados mexicanos, hoy en día cumpliendo con su deber,
luchando contra los incendios forestales y las inundaciones, o contra el
narcotráfico y los criminales, llegan al grado de perder la vida, sin esperar a
que haya guerra para ser héroes, y sin esperar a ser elogiados. ¡Esos son los
soldados mexicanos! ¡Esas son las Fuerzas Armadas de mi patria!... Ese es
nuestro compromiso de honor, y ¡Lo vamos a cumplir!, porque para el
soldado mexicano ¡La patria es primero!
Gral. de Div. DEM Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
91
DISCURSO PARA EL DESAYUNO DEL EJÉRCITO Y LA FUERZA
AÉREA CON EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
El gobierno de la República, por disposición del ciudadano Presidente
Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, Licenciado Enrique Peña
Nieto, Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas de México, pone en marcha
como una prioridad de su mandato, el combate a la corrupción, estigma que
corroe las entrañas mismas de la sociedad, que no tiene poder selectivo y
penetra en todos los estratos de la colectividad, porque la corrupción es causa
directa, en mayor o menor grado, de la pobreza de los pueblos, y suele ser la
razón principal de sus desgracias sociales.
El Ejército y la Fuerza Aérea Mexicana, apoyaremos con todo empeño y con
responsabilidad, la decisión de nuestro Mando Supremo, porque para las
fuerzas castrenses, encarar la corrupción será desde hoy un deber
irrenunciable, independientemente de lo que sobre el particular se nos
encargue.
En el Ejército y la Fuerza Aérea Mexicana, actuaremos con cero tolerancia a
la corrupción, aunque se oculte detrás de diferentes caretas. Detectaremos,
denunciaremos y sancionaremos a los corruptos, sin importar el grado ni el
cargo que ostenten, y, para ello, por supuesto, contaremos con nuestra plana
mayor; pero además, atacaremos a la corrupción como producto del sistema:
impulsaremos a los liderazgos fuertes y participativos de nuestros generales a
prueba de honestidad; fortaleceremos una arquitectura moral sana, en cada
mando; nos ocuparemos de hacer lo que haga falta, para tener un capital
humano comprometido, en los jefes, oficiales y tropa; porque, así como no
basta perseguir narcotraficantes para acabar con el narcotráfico, no bastará
perseguir corruptos para acabar con la corrupción. Hay que limpiar el
sistema que permite que existan; hay que ir a las causas, hay que hacer
efectiva la transparencia, la rendición de cuentas y el estado de derecho.
José S. Martínez A.
92
Tenemos perfectamente claro que formamos parte de un gobierno de
compromisos, y, éste, es uno de ellos.
Nos sentimos orgullosos de ser herederos de grandes luchadores mexicanos,
tanto militares como civiles. Indomables campeones que libraron sus batallas
identificados con el pueblo; pueblo que históricamente ha tenido (como
dijera don Justo Sierra) “hambre y sed de justicia”. Somos legatarios de
hombres y mujeres que fundaron esta patria, que crearon las instituciones,
que lucharon contra ambiciosos y traidores, y contra enemigos peores, como
la ignorancia, el fanatismo, la miseria y el atraso; vicios que lamentablemente
no se han erradicado, y que impiden el desarrollo social de nuestro país.
Tenemos que tener memoria histórica y no olvidar de dónde venimos. La
nación que no respeta su pasado, no se respeta a sí misma, y no tiene derecho
al futuro.
Los mexicanos tenemos como compromiso histórico el ser depositarios del
esfuerzo de legendarias figuras que entregaron su vida por el ideal
incomparable de preservar nuestros valores culturales e históricos; de
proteger nuestra identidad; de continuar la búsqueda de un porvenir mejor
para México y las nuevas generaciones.
El soldado tiene que tener una conducta patriótica de respeto y acercamiento
con el pueblo de México, del que somos sus iguales porque es nuestro origen.
Tenemos conciencia de que hoy se requiere la suma de esfuerzos para el
desarrollo y el bienestar del pueblo; por eso, el ejército y la fuerza aérea
mexicana, no solamente cumpliremos las órdenes de nuestro Comandante
Supremo, sino que nos sumamos por convicción a tan importante
compromiso con México, porque, sin duda alguna, tenemos que seguir tras el
ideal de la democracia. Tenemos que modernizar nuestra administración
pública ante las exigencias de un mundo globalizado. Tenemos que estar a la
altura de los tiempos y de los ajustes estratégicos en la estructura del nuevo
gobierno federal que está poniendo en marcha el ciudadano Presidente, y que
seguramente, serán para bien.
José S. Martínez A.
93
SEÑOR PRESIDENTE:
Su compromiso es nuestro compromiso, y lo cumpliremos sin escatimar
esfuerzo alguno, porque, como decía El Nigromante: “nunca hay nada
excesivo cuando se trata de servir al país”, porque está claro que, acabar con
la corrupción, será quizá, la mejor expresión de justicia social; porque ya
es tiempo de que sobre las ruinas de la corrupción se levante la
esplendorosa mañana del mundo emancipado, libre de los monstruosos
anacronismos de nuestra época, y porque derivará en un mejor desarrollo y
mejoramiento en todos los aspectos de la vida comunitaria de la nación.
Afrontar el flagelo de la corrupción, por primera vez en la historia se asume
como política pública a nivel de la Presidencia de México.
En el Ejército y la Fuerza Aérea Mexicana, haremos nuestra parte, a
sabiendas de que se trata de un difícil problema cultural, ancestral,
generalizado y de falta de educación, que a todos nos atañe y que requerirá
de la participación de todos.
Señor Presidente, gracias por estar con nosotros, en este convivio con los
soldados de la patria.
Actos como este desayuno del jefe supremo con las fuerzas armadas de
México, nutren nuestro espíritu y fortalecen nuestro optimismo.
Esta reunión significa refrendar nuestra profesión de fe en la grandeza de
México; significa ratificar nuestra confianza en el patriotismo y la visión de
futuro de usted, quien tiene los destinos del país en su mano, y significa
ratificar la disciplina y la lealtad de los mandos castrenses, ante usted y con
usted, porque:
Si hablamos de soberanía, las Fuerzas Armadas de México son baluarte del
poder del pueblo, bastión de su fuerza de cohesión y de unidad, sin que
nadie le señale cómo ejercer ese poder.
José S. Martínez A.
94
Si hablamos de justicia, las Fuerzas Armadas de México son principio de
equidad y fuerza del estado para imponer el orden, sin preferencias ni
excepciones.
Porque, si hablamos de democracia, las Fuerzas Armadas de México son
resguardo y garantía de las instituciones que administran nuestro sistema de
vida democrática.
Si hablamos de lealtad, las Fuerzas Armadas de México son firmeza, fidelidad
jurada y cumplimiento de honor ante nuestro Jefe Supremo y nuestra Patria,
en cualquier circunstancia.
Y, porque, finalmente…si hablamos de México, las Fuerzas Armadas son,
precisamente ¡México! ¡En toda la dimensión de su destino!
Gral. de Div. DEM Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
95
DISCURSO DE ENTREGA DE CONDECORACIÓN A HÉCTOR
SLIM SEADE
Queremos que nuestro ejército sea visto por el pueblo como su propio
ejército, porque eso es justamente: a nuestro ejército lo componen nuestros
hermanos, nuestros parientes y nuestros amigos. Y con esa idea de que el
ejército sea un timbre de orgullo y de confianza para el pueblo de México, mi
General Secretario ha querido también, que sea un ejército moderno,
actualizado, a la altura de los tiempos; y, en esa dinámica, como la tecnología
es una opción, entramos en ella y la tomamos, conscientes de que la tecnología
no es en sí el fin, sino el medio entre la sociedad del conocimiento y el
desarrollo mundial.
Mi general Galván Galván, sostiene que, en el ejército, no cambiaremos los
principios, pero sí, tenemos que estar actualizando la tecnología
oportunamente, de manera que procuremos estar al día; habida cuenta de
que, pueblo que se resigna a la tecnología pasada, sucumbe en el campo de la
ignorancia y se entierra en lo caduco en que irremediablemente cae todo
estancamiento.
La Fundación Carso, en la que es prominente la familia Slim, tiene como uno
de sus objetivos fundamentales apoyar diversos programas de ayuda, y, en
virtud de ello, espontáneamente, se ha sumado dicha Fundación como
respaldo del Ejército, coincidiendo plenamente en el principio de que la
sociedad más tecnológica, es la que más eficiente y eficazmente se adapta al
medio y a las circunstancias.
Es de subrayarse que, en el Grupo Carso, al enterarse del interés de la
SEDENA por el avance tecnológico, han tenido a bien otorgarle como apoyo
una importantísima aportación tecnológica, con lo que se reafirman como
empresarios filántropos mexicanos, además de ser inversionistas nacionalistas
que desde hace mucho tiempo han creído y creen en México.
José S. Martínez A.
96
Ante esta generosa actitud, mi General Secretario de la SEDENA, como
mandan los cánones, le propuso a nuestro Comandante Supremo de las
Fuerzas Armadas de México que, de conformidad con lo que establece la
normatividad militar, se le concediera al Sr. Slim, la condecoración al mérito
técnico correspondiente, lo que fue aprobado por el ciudadano Presidente de
los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Felipe Calderón Hinojosa.
Y, por eso asistimos a este emblemático acto. Esa es la razón de esta solemne
ceremonia.
Estamos aquí, porque la gratitud es un deber, y mi General Secretario de la
Defensa Nacional, me ha instruido para agradecerle a usted, personalmente,
ciudadano Héctor Slim Seade, todo lo que le debemos por su bondad, por el
aliento que nos han dado, y, en tal virtud, venimos a decirle, con las palabras
elocuentes de Virgilio: “mientras el río corra, y los montes den sombra, y en
el cielo haya estrellas, durará la memoria del beneficio recibido, en la mente
de quienes somos agradecidos”, y, en la SEDENA, lo somos, porque
solamente los que piensan que todo lo merecen no guardan ni expresan
gratitud.
En nombre de la Secretaría de la Defensa Nacional, le doy las gracias más
cumplidas, y le reitero que los beneficios que conlleva el apoyo técnico que
nos han concedido, le hacen merecedor de la presea que se le otorga, movidos
por la emoción que nos causa la generosidad dondequiera que se dé; porque,
sensibilizados así, coincidimos con Einstein, al decir: “quien no posee el don
de maravillarse ni de entusiasmarse, más le valdría estar muerto, porque sus
ojos y su corazón están cerrados”.
Gracias por emocionarnos, gracias por avalar con su apoyo la autoridad
moral que defendemos y construimos diariamente; porque creemos y tenemos
la total convicción de que el ejército, no es pedestal de nadie, pero tampoco se
deshumaniza al cumplir el deber, teniendo claro que estamos para defender
con dignidad y con la vida, a las leyes, a las instituciones y al pueblo de
México.
José S. Martínez A.
97
Reciba nuestros parabienes y felicitaciones, por ser un hombre de éxito, por
honrar las palabras de Carlos Slim, hombre para quien, como claramente lo
ha expresado, “el éxito, no se debe a los títulos nobles y académicos que
tienes, ni a la sangre heredada o a la escuela donde estudiaste. No se debe a
las dimensiones de tu casa o de cuántos carros quepan en tu garaje… el
éxito…se debe a cuánta gente te sonríe, a cuánta gente amas y cuántos
admiran tu sinceridad y la sencillez de tu espíritu. Se trata de si te recuerdan
cuando te vas. Se refiere a cuánta gente ayudas, a cuánta evitas dañar, y si
guardas o no rencor en tu corazón.
Se trata de que en tus triunfos estén incluíos tus sueños…es sobre si usaste tu
cabeza tanto como tu corazón, si fuiste egoísta o generoso…es acerca de tu
bondad, tu deseo de servir…se trata de tu deseo de ser más, no de tener
más”…
Señor Héctor Slim Seade:
Estamos seguros de que, la tecnología que aquí nos deja nos hablará por
usted en mucho tiempo; y, también creemos y esperamos que, por la
Secretaría de la Defensa Nacional, le hablará, cada que la vea, la
condecoración al mérito técnico, que hoy le prendemos sobre el pecho…
Muchas gracias.
Gral. de Div. DEM Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
98
LOS “NIÑOS HÉROES” (DISCURSO)
Los “Niños Héroes de Chapultepec” son paradigma de lealtad a la
patria; por ella pelearon con hombría, hasta morir, en 1847, y sus acciones,
por sí solas, los colocan en el altar más excelso, que es el del honor, y su gloria
llega hasta nosotros.
El trece de mayo de 1846, los Estados Unidos, por sus ambiciones bastardas
de expansionismo desmesurado, le declararon la guerra a México, y nos
invadieron con un ejército de ocupación alevoso, que originó varias batallas
en las que la República Mexicana se esforzó por defender su derecho.
Por el norte, del 21 al 22 de septiembre de 1846, el General Pedro Ampudia,
defendió Monterrey contra el general Taylor, destacándose el Batallón de San
Patricio, integrado por soldados irlandeses y alemanes que desertaron del
ejército norteamericano para pelear en defensa de México.
En esa batalla hubo 120 muertos norteamericanos y 367 caídos en defensa de
México.
El general Ampudia capituló el 24 de septiembre de 1846.
En una segunda oleada de la invasión, durante los días 22 y 23 de febrero de
1847, cerca de Saltillo, se libró la Batalla de la Angostura, en la que al lado de
los mexicanos combatieron otra vez los San Patricio. Fueron 17 mil los
soldados en la defensa de México al mando de Santa Anna, y 11 mil soldados
de las fuerzas del general Taylor.
El saldo fatal fue de 468 muertos de Estados Unidos y 694 muertos del lado
mexicano.
Por el poniente, el 22 de marzo de 1847, el ejército estadounidense que había
sitiado Veracruz desde principios de ese mes, exigió la rendición de la plaza,
y, ante la negativa, las bombas norteamericanas empezaron a estallar. El
fuego se mantuvo sin descanso, y, a partir del día 25, los buques cañoneros
vomitaron su fuego mortal contra la inerme población. Los edificios se
José S. Martínez A.
99
desplomaban y miles de bombas se dispararon contra la ciudad durante cinco
días.
El 19 de marzo el puerto se rindió. Centenares de civiles murieron en ese
bombardeo.
La historia universal tiene a Veracruz como la primera ciudad del mundo que
fue bombardeada.
Durante los días 17 y 18 de abril de 1847, a 35 kilómetros de Jalapa, tuvo
lugar la Batalla de Cerro Gordo.
El General Winfield Scott marchaba con 8,500 soldados y 80 piezas de
artillería sobre la Ciudad de México.
El general mexicano Ciriaco Vázquez lo enfrentó con 6,500 hombres y 30
piezas de artillería, muriendo en el combate.
La batalla se perdió con un saldo de 350 muertos mexicanos y 3 mil
prisioneros.
El 19 y 20 de agosto de 1847 los dos ejércitos estadounidenses, ya en la capital
de la República, por San Jerónimo, derrotaron en la Batalla de Padierna, al
general Valencia, quedando la República prácticamente indefensa ante el
invasor Scott, quien lanzó en esa batalla 8,500 soldados yankees contra 4 mil
mexicanos.
Los norteamericanos tuvieron 300 bajas entre muertos, heridos y capturados.
México tuvo 700 muertos, 843 heridos o prisioneros y el resto, más de 2 mil, se
dispersaron.
Ese mismo 20 de agosto de 1847, se libró la Batalla de Churubusco,
defendiendo el lugar, que era un convento, las fuerzas del general Anaya, y,
de nuevo, el Batallón de San Patricio, cuyos soldados que caían prisioneros
eran herrados en la cara con un hierro al rojo vivo, con la letra D, de
desertores. El total de los defensores de Churubusco fueron 1,300 y los
José S. Martínez A.
100
atacantes 8,500 al mando de los generales Twiggs y Scott. La batalla se perdió
por falta de parque.
Hubo 130 muertos americanos y 350 muertos del lado mexicano.
El 8 de septiembre de 1867, tuvo lugar la terrible Batalla de Molino del Rey,
donde se batieron con gallardía y valentía las fuerzas del general Antonio de
León, las del general don Juan N. Álvarez y las del general Echegaray, quien
resultó gravemente herido, sumando todos los defensores 4 mil soldados,
contra las fuerzas invasoras del general William J. Worth, quien atacó con
5,500 hombres.
En esa cruenta batalla murieron con gallardía, entrega y coraje, la mayor
parte de los soldados mexicanos del Batallón de San Blas.
En total murieron 787 defensores y 783 invasores.
Finalmente, el 12 de septiembre de 1847, el ejército yankee estuvo atacando
con nutrida artillería al Castillo de Chapultepec, que era el recinto del
Colegio Militar.
La defensa del castillo estaba a cargo del general Nicolás Bravo, quien
contaba con 52 cadetes bajo el mando del general Mariano Monterde,
director del colegio; con 632 soldados que aún quedaban del Batallón de San
Blas, al mando del coronel Felipe Santiago Xicoténcatl, y con otros 450
hombres que llevó Santa Anna.
El fuego de la artillería duró sin parar todo el día 12. El 13 de septiembre de
1847 desde las 7 de la mañana, comenzó la terrible batalla definitiva. Del
Batallón de San Blas casi todos murieron aniquilados al pie del cerro,
defendiéndolo contra el ejército estadounidense de Winfield Scott que atacó
con 13 mil soldados.
Después del mediodía, en el alcázar, los pequeños soldados esperaban
impávidos ante la muerte que avanzaba para convertirse en los héroes más
limpios, los más puros y ejemplares de nuestra patria.
José S. Martínez A.
101
En tanto las fuerzas estadounidenses tomaban por asalto el cerro de
Chapultepec, abajo, se había preparado un patíbulo, dónde serían ahorcados
en masa, ya herrados como traidores, los prisioneros del Batallón de San
Patricio, llevados a propósito para que murieran viendo el triunfo yankee, y,
cuando la bandera de Estados Unidos reemplazó en lo más alto del asta del
castillo a la bandera mexicana, se abrió la trampa del cadalso, quedando
balanceándose, los cuerpos de los irlandeses y alemanes que ofrecieron su
vida por México. La bandera que ondeaba en lo alto del Colegio Militar, fue
tomada por los yankees, llevándosela como trofeo de guerra a la academia
militar de West Point, en los Estados Unidos, junto con otras banderas
mexicanas. Doce en total.
En esos momentos, arriba, en el alcázar, de los 52 cadetes heroicos que
lucharon contra los estadounidenses, 6 habían caído combatiendo, y los
demás habían sido hechos prisioneros.
Todos dieron prueba de valentía, decoro y sacrificio, por defender a su
colegio y a su patria, y, si bien es cierto que no todos murieron, todos pelearon
con grandeza de alma, hasta el último cartucho.
En esa batalla los estadounidenses tuvieron 130 muertos a los que sepultaron
en el hoy Paseo de la Reforma, en el terreno donde está actualmente la
Embajada de Estados Unidos.
Los muertos mexicanos fueron 250, contando cadetes, soldados y jefes; entre
estos últimos, estaban los cadáveres del general Juan Pérez y del coronel
Xicoténcatl.
Hubo 823 prisioneros mexicanos incluidos los generales Bravo, Monterde,
Noriega, Dosamantes y Saldaña, más los soldados y cadetes sobrevivientes,
algunos heridos como Miguel Miramón.
Al terminar la batalla, un soldado americano, al ver los cadáveres de algunos
cadetes, dijo impresionado: “Pero, si son apenas unos niños”, frase con la que
empezó la denominación de Niños, para referirse a los niños, adolescentes y
José S. Martínez A.
102
jóvenes muertos en Chapultepec, quienes tenían entre 13 y 20 años.
Realmente sólo uno era niño, Francisco Márquez, pero todos fueron héroes...
Héroes, porque todos tomaron las armas para defender el territorio nacional.
Héroes, porque decidieron quedarse a la batalla, a pesar de que se les ordenó
con anticipación, retirarse a sus casas.
Héroes, porque con escasas provisiones y pertrechos militares, resistieron un
asedio de dos días, con fuego de artillería que hacía temblar entero al cerro de
Chapultepec.
No hay duda alguna de que todos los cadetes fueron héroes, aunque no todos
hayan perdido la vida.
Este es el glorioso catálogo de los mártires de la patria que, al morir, se
convirtieron en símbolos:
JUAN DE LA BARRERA. Su nombre completo era Manuel Juan Pablo José
Ramón de la Barrera e Inzáurraga. 20 años. Teniente del cuerpo de
ingenieros, originario del Distrito Federal. Murió acribillado mientras
defendía el hornabeque ubicado al sur del cerro. Allí serían sepultados, días
después, los seis cadáveres de los niños héroes.
AGUSTÍN MELGAR. Su nombre completo era Agustín María José
Fernando de Jesús de los Ángeles Melgar Sevilla. 20 años. Teniente,
originario de Chihuahua. Fue herido a bayoneta, luchando cuerpo a cuerpo,
en la biblioteca, recibiendo además varios disparos. Le amputaron una
pierna. Murió al día siguiente.
JUAN ESCUTIA. (Juan Bautista Pascasio Escutia Martínez). 20 años.
Originario de Tepic. Soldado del Batallón de San Blas quien se unió a los
defensores. Muerto al caer sobre una roca en la ladera poniente del cerro,
donde estaba ubicado como tirador, en lo alto del acantilado y fue herido por
una bala. Su cadáver se encontró junto a los de Márquez y Montes de Oca, al
pie del cerro.
José S. Martínez A.
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FERNANDO MONTES DE OCA RODRÍGUEZ. 18 años. Cadete. Originario
de Azacpotzalco. Fue acribillado por la espalda por un soldado
estadounidense, cayendo hacia el pie del cerro.
VICENTE SUÁREZ FERRER. 17 años. Cadete. Originario de Puebla.
Enfrentó cara a cara a los estadounidenses, peleando a bayoneta en su puesto
de centinela, después de marcarles el alto y disparar contra ellos. Fue el
primero en sucumbir.
FRANCISCO MÁRQUEZ. Nombre completo: Francisco de Borja Jesús
Benito Márquez Paniagua. 13 años. Cadete. Era el único niño de los cadetes.
Originario de Guadalajara. Murió en el castillo cuando un grupo de soldados
se le acercó conminándolo a rendirse, pero él disparó matando a uno y luego
fue muerto a tiros mientras se descolgaba por uno de los muros.
Todos ellos son héroes, no por haber muerto, sino porque resolvieron
combatir a una costa de su vida; en ello radicó su heroísmo. Por eso a los
cadetes que sobrevivieron también debemos concederles los laureles de la
heroicidad.
Todos merecen el recuerdo agradecido de la patria y de los mexicanos. No se
necesita falsear la historia para ello, ni inventar hazañas inexistentes.
Los cuerpos de los seis llamados por la tradición cadetes, fueron sepultados,
como ya se dijo, en el bosque de Chapultepec, al pie del cerro.
Les debemos reconocimiento a todos los que combatieron en defensa de
México en esa guerra injusta: Cadetes del colegio y soldados del ejército, de
los batallones de San Blas o de San Patricio, todos por igual merecen un
laurel de honor por haber ido más allá del cumplimiento del deber.
En 1870 (23 años después de la batalla) apareció el primer texto de historia
que hace referencia a los actos heroicos de los alumnos del colegio miliar, y
fue el Compendio de la Historia de México de Manuel Payno.
José S. Martínez A.
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En 1871, el litógrafo Santiago Hernández, cadete sobreviviente de la defensa
del castillo de Chapultepec, pintó al óleo los retratos tan conocidos de los seis
“Niños Héroes” que hasta la fecha se conservan (fue caricaturista de “El hijo
del ahuizote”).
En ese 1871, Juárez declaró al trece de septiembre Día de Luto Nacional, y
asistió al acto conmemorativo del 8 de septiembre de ese año, siendo la
primera vez que lo hizo un Presidente de la República.
De 1872 a 1876, Sebastián Lerdo de Tejada, como presidente, cada 8 de
septiembre ondeaba la bandera del Batallón de San Blas, lo que le daba un
aire festivo al acto, más que luctuoso.
Fue Porfirio Díaz quien le imprimió solemnidad a la ceremonia, depositando
una ofrenda floral, en el lugar donde cayeron los Niños Héroes, tradición que
perdura con la guardia de honor y la salva de fusilería.
En 1878 (31 años después de la batalla de Chapultepec) el poeta Manuel Raz
Guzmán, en un poema épico conmemorativo de la Batalla del Molino del Rey,
dijo en un arranque lírico lo siguiente:
...”PERO TÚ, MELGAR...
RODEADO DE ENEMIGOS
LES DISPARAS TU ARMA
Y NO TENIENDO ESPERANZA,
ANTES DE RENDIRTE,
TE ENVUELVES EN EL PABELLÓN NACIONAL
Y PRESENTAS TU PECHO JUVENIL
A LAS BALAS DEL INVASOR”
Fue una forma de decir que estaba abrigado y abrigando a la nación.
El 13 de septiembre de 1882, Sóstenes Rocha, ex alumno y entonces Director
del Colegio Militar, logró que el presidente Manuel González ordenara la
José S. Martínez A.
105
erección de un monumento a los Niños Héroes, que fue construido en forma
de obelisco.
En 1883, por primera vez, se mencionaron los nombres de los cadetes muertos
en Chapultepec. Esto fue en un texto de Luis Pérez Verdía.
El 3 de marzo de 1884, por decreto del presidente Porfirio Díaz, se estableció
el pase de lista, debiéndose contestar “Murió por la patria”. El homenaje a los
cadetes caídos se realizaba cada 8 de septiembre, fecha en que tuvo lugar la
Batalla del Molino del Rey.
Ya en el siglo pasado, el poeta yucateco José Peón Contreras (1843-1907)
escribió:
“Y UNO DE ELLOS
AL BÉLICO CONJURO
DE PATRIÓTICO ARDOR,
CON ALMA FIERA,
POR NO RENDIRSE
SE ARROJÓ DEL MURO
ENVUELTO EN EL HONOR
DE SU BANDERA”
Fue a partir de 1921 cuando la conmemoración ya tuvo lugar en el mismo día
del sacrificio heroico, el 13 de septiembre, celebración iniciada por ex
alumnos del Colegio Militar.
En 1938 se agregaron a la lista de los seis cadetes del Colegio Militar, los
nombres de José Azueta y Virgilio Uribe, alumnos de la Escuela Naval
Militar, muertos en 1914, peleando contra otra invasión de Estados Unidos.
En 1947, con motivo del Centenario de la Batalla de Chapultepec, se excavó la
tumba de los Niños Héroes, extrayendo las seis osamentas, mismas que, desde
1952, descansan en el Altar de la Patria.
José S. Martínez A.
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El 3 de marzo de 1947, por primera vez, un presidente estadounidense pisó el
suelo de la capital de la República y puso una ofrenda floral haciendo una
guardia de honor. Fue Harry S. Truman, en el obelisco a los niños héroes que
murieron en el fracaso glorioso de 1847.
En 1952 con motivo de la inauguración del Altar de la Patria y como muestra
de la política llamada de la “Buena vecindad”, Estados Unidos hizo la
devolución de las doce banderas mexicanas que se habían llevado como
trofeos en 1847, entregándolas los cadetes de West Point a sus iguales del
Colegio Militar.
A partir del presidente Miguel Alemán, la presencia del Presidente de la
República se volvió indispensable y dominante.
Esta ceremonia hoy tiene un objetivo central: destacar el heroísmo de los
defensores de la patria el 13 de septiembre de 1847 en Chapultepec, porque
cada 13 de septiembre renace el amor a la patria y la esperanza de vivir en un
país más justo.
Estoy seguro que los padres le seguirán contando a sus hijos esa historia: la
hazaña de seis cadetes que sacrificaron sus vidas por la patria cuando otros
nada dieron por ella.
Cadetes héroes, con una gloria radiante de pureza y desinterés.
Cadetes inmolados, por sus valores de sentido del deber, del honor y de la
lealtad, que ojalá encarnaran en quienes cobran mucho dinero por servir a
México y no lo hacen.
SEÑORAS Y SEÑORES:
Esos seis hijos del Colegio Militar, fueron al sacrificio supremo por ver a su
país libre de una invasión extranjera.
Esos “Niños Héroes” lograron con su muerte mucho más de todo lo que
pudieron haber realizado en su vida, máxime que murieron muy jóvenes, casi
José S. Martínez A.
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niños, y que lo hicieron por grandes valores como son: el sacrificio, la
obediencia y el honor.
Esos seis cadetes decidieron dar su sangre para fertilizar el amor patrio.
Decidieron morir al pie de su bandera, y, de corazón “¡Murieron por la
patria!”
Bibliografía:
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“Los mitos del tlacuache. Caminos de la mitología mesoamericana”
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Imprenta de Ignacio Cumplido
18. Payno Manuel
“Compendio de la historia de México”
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Tipografía del autor (1870)
19. Pérez Verdia Luis
“Compendio de la historia de México”
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Tipografía del autor (1883)
20. Prieto Guillermo
“Memorias de mis tiempos”
México
Porrúa “Sepan cuántos” (1985).
21. Tablada José Juan
“La feria de la vida”
México
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (1991)
“Lecturas mexicanas”
22. Tarcena Alfonso
1977 “La vida en México bajo Ávila Camacho”. México
1979 “La vida en México bajo Miguel Alemán”. México
Gral. de Div. DEM Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
110
DISCURSO SOBRE LA TOMA DE CIUDAD JUÁREZ EL 15 DE
NOVIEMBRE DE 1913
Ciudad Juárez es muchas cosas:
Ciudad Juárez es la Madre Nutricia del Juarismo, baluarte, casa y
bastión del Patricio Oaxaqueño Restaurador de la República y Salvador del
Honor de México.
Ciudad Juárez es la primera palestra de la Revolución Maderista
triunfante, y tumba de la dictadura porfirista.
El nombre de Ciudad Juárez camina por la historia ligado al nombre de
Francisco Villa, quien la tomó a sangre y fuego en 1911 y en 1913.
Hoy es obligado citar algunos hechos y momentos estelares del Centauro
del Norte:
Villa se unió a la campaña maderista desde 1909, bajo la influencia
ideológica de don Abraham González, gobernador de Chihuahua, con el lema
de “Sufragio efectivo, no reelección”, hombre visionario aquel Gobernador
quien moriría asesinado en marzo de 1913.
Como todos sabemos, con el Plan de San Luis, Madero llamó al Pueblo
de México a levantarse en armas contra la dictadura el 20 de noviembre de
1910. Y es muy significativo recordar que, antes de llegada la fecha señalada
en dicho plan, el 17 de noviembre de 1910, Villa atacó la Hacienda Chavarría
en esta entidad, dando muestras desde entonces de sus dotes de militar y
organizador, apoyado siempre en el conocimiento del terreno.
Uno de sus primeros y más señalados triunfos del General Villa fue la
primera toma de Ciudad Juárez, que sería decisiva para la renuncia del
Presidente Porfirio Díaz, y que –por cierto- no estaba prevista por Madero,
quien nunca la autorizó oficialmente, y ni siquiera dio órdenes de atacarla.
Fueron Peppino Garibaldi, José de la Cruz Blanco, Pascual Orozco y
José S. Martínez A.
111
Francisco Villa quienes atacaron esta ciudad el 8 de mayo por los flancos sur
y oeste, neutralizando las trincheras de los defensores y dinamitando las casas
de adobe. El día 9 cortaron líneas eléctricas y de agua potable e iniciaron
incendios en diversos puntos. Después de dos días de intensas refriegas, el
General Navarro y su exhausto ejército se rindió el 10 de mayo. Ese día
Madero, pese a sus reticencias, hizo su entrada triunfal a la Ciudad y
estableció su cuartel general en el edificio de la aduana, permaneciendo allí
hasta el 21 de mayo de 1911, fecha en que se firmaron los Tratados de Ciudad
Juárez.
Al estallar la rebelión de Pascual Orozco, en marzo de 1912, que
desconoció a Madero con el “Plan de la Empacadora”. Francisco Villa retomó
las armas combatiendo a favor del gobierno de Madero, en Chihuahua,
Coahuila y Durango, lugares donde aumentó su fuerza.
Durante esta campaña fue ascendido a General Brigadier Honorario
por su lealtad y méritos militares.
Encarcelado en la Ciudad de México en 1912 escapó para dirigirse a
Chihuahua donde en 1913 se unió a la Revolución Constitucionalista en
contra del gobierno usurpador de Victoriano Huerta. Habrá que decir que
Villa fue auxiliado en la formación de tropas por el gobernador de Sonora
José María Maytorena.
El año de 1913 pasaría a la historia como el AÑO DE LA
REVOLUCIÓN EN CHIHUAHUA, ACAUDILLADA POR EL GENERAL
FRANCISCO VILLA:
Hace 100 años, el 14 de junio de 1913, el General Villa asaltó, en la
estación de Bustillos, al General Jesús Mancilla, jefe de la Guarnición de
Madera, quien con su ejército se dirigía hacia la Ciudad de Chihuahua.
El 25 de agosto de 1913 el General Villa llegó con su ejército, sin ser
visto, a San Andrés; obstruyó la vía del tren con peñascos, sitió al pueblo;
abrió y generalizó el fuego hasta que tomó la población tras un ataque
José S. Martínez A.
112
definitivo por la noche. Era la Batalla de San Andrés. Una máquina con el
fanal apagado pretendió huir, sólo para estrellarse contra las rocas que
cubrían la vía. En ella escapaban el General Félix Terrazas y su Estado
Mayor, logrando huir a pie tierra.
En la segunda quincena de septiembre de 1913, en Ciudad Jiménez se
constituyó la División del Norte. Mientras en Chihuahua Francisco Villa
organizaba la resistencia contra el golpe de estado y la usurpación de
Victoriano Huerta, Pascual Orozco se convertía en aliado del traidor.
El primero de octubre de 1913 el General Francisco Villa tomó Torreón,
derrotando al General Munguía, y de ahí se encaminó rumbo a Chihuahua y
Ciudad Juárez.
El 2 de noviembre de 1913 el Centauro atacó la capital del Estado de
Chihuahua y con gran rapidez marchó sobre Ciudad Juárez.
El 15 de noviembre de 1913, hoy hace un siglo, Villa llegó a esta Ciudad
Juárez en un tren, sin ser descubierto ni por los federales ni por los
orozquistas, muchos de los cuales serían fusilados y otros huirían hacia El
Paso, Texas. La noche de ese 15 de noviembre de 1913, en un golpe audaz,
mientras los soldados y oficiales federales dormían en los cuarteles o
descansaban en las casas de juego, las tropas villistas tomaban por asalto el
cuartel militar, la jefatura de armas, los puentes internacionales, el
hipódromo y las casas de juego. De esta manera reaccionó Villa contra la
traición de Huerta, el chacal que terminó con la vida de Madero y Pino
Suárez en febrero de 1913.
Esa segunda Toma de Ciudad Juárez fue de gran beneficio para los
revolucionarios por la cantidad de mercancías que confiscaron, aunque no
fue así para los comerciantes españoles quienes también huyeron hacia El
Paso.
Hasta esta ciudad llegó la Delegación Zapatista encabezada por el
General Gildardo Magaña con quien Villa trató el tema del reparto agrario.
José S. Martínez A.
113
También llegaron a hablar con Villa el General Plutarco Elías Calles e
Ignacio Enríquez.
El periodista John Reed llegó también a Ciudad Juárez en ese mismo
mes de noviembre de 1913 para entrevistar al General Francisco Villa, a
quien acompañaría en su viaje hasta Chihuahua, y sería testigo de la Batalla
de Ojinaga, ciudad donde derrotó al General Salvador R. Mercado, cayendo
la plaza en poder de Villa en enero de 1914. El periodista Reed escribiría el
libro “México Insurgente”.
El 22 de noviembre de 1913 Villa defendió a Ciudad Juárez, a sangre y
fuego, en los llanos de Tierra Blanca, donde tres días después los federales
fueron derrotados. En esa batalla movilizó doce mil hombres de las armas de
caballería, infantería y artillería; batalla a campo abierto que tuvo
repercusiones nacionales e internacionales. Allí fue vencido el orozquista
General José Inés Salazar quien huyó con su ejército federal desmoralizado,
sin agua y sin pertrechos, por esos desiertos y praderas dominados por
Francisco Villa. Los días de Huerta estaban contados.
Para diciembre de 1913 todo el Estado de Chihuahua estaba en poder
de Villa, y Carranza fue invitado a instalarse en esta entidad.
El 8 de diciembre de 1913 Francisco Villa fue nombrado Gobernador
del Estado de Chihuahua, en cuyas funciones decretó el establecimiento del
Banco del Estado, imprimió billetes, embargó tiendas sustituyendo a los
comerciantes venales por administradores honorables, llenó el mercado con
abasto de reces traídas de las haciendas, abarató los precios del maíz, el frijol
y la carne, reabrió el Instituto Científico y Literario, y tomó otras muchas
medidas pensando siempre en el beneficio del pueblo.
Un hombre se convierte en héroe cuando realiza alguna hazaña
extraordinaria digna de elogio e imitación y digna también de registrarse en
la historia de su tiempo, máxime si para ello arriesga valerosamente su vida.
Y héroe casi mitológico es Francisco Villa epónimo de escuelas, pueblos,
calles, organizaciones, libros y películas.
José S. Martínez A.
114
Francisco Villa, vengador auténtico de los agravios y de la servidumbre
de su raza, bien merece un monumento perpetuo en el corazón de los
norteños, un homenaje que esté más allá de los reflectores, y de los oros falsos
de la fama, porque se hizo héroe en cada batalla este estratega que emergiera
de las rutas perdidas de la exclusión social, este hombre que en su rudeza
quería hacer de México un lugar feliz; y aunque nuestra patria es ahora un
país un poco más justo, estamos aún en deuda con el sueño de Francisco Villa.
Ustedes tienen una y mil razones de gratitud y amor a esta tierra y a su
historia por haber nacido, en ella y por quererla tal como la amaba y protegía
el Centauro que aquí peleó, que aquí vivió y aquí construyó ese sueño, para
morir en Chihuahua, y quedarse allí para siempre.
La División del Norte de Francisco Villa formó parte del Ejército
Constitucionalista, que hace 100 años se convirtió en la base de lo que es al
día de hoy el Ejército Mexicano.
Cuál sería la importancia que Villa concedió a esta Ciudad, para la
causa de la Revolución, que la tomó hasta por dos veces, y hoy, se cumple el
Primer Centenario de la Segunda Toma de Ciudad Juárez por la División del
Norte.
Gral. de Div. DEM Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
115
EL PLAN DE GUADALUPE (DISCURSO)
No hay historia sin geografía, y hoy, la historia vuelve a señalarnos las
líneas que Coahuila trazó para el porvenir de la patria, aquí, en el desierto
norestense del mapa del país.
Hoy, abrimos el panteón en el que moran los grandes conductores del
movimiento social revolucionario, para ver en toda su dimensión a don
Venustiano Carranza Garza, héroe epónimo que se hizo reconocer y respetar
por el servicio que prestó a la causa revolucionaria, como jefe del ejército,
como gobernante y como estadista, para poner en marcha el tránsito de
México hacia la modernidad, para llegar hasta el límite del sacrificio y el
martirio, por encarnar los ideales, que hasta la fecha animan el impulso
ascendente del pueblo mexicano.
Carranza había vivido, escuchado y leído mucha historia. Tenía peculiar
afición por la historia de nuestro país y de la antigüedad clásica y sus
moralejas. Fue una verdadera enciclopedia aplicada de historia de México. Su
época dorada era la reforma y su personaje entrañable, Benito Juárez, aquel
zapoteca adusto, vestido siempre de levita negra, que llevaba a la patria como
tabernáculo en su carruaje y que, para Carranza, entrañaba toda la
grandeza humana.
En mayo de 1911, durante las negociaciones de ciudad Juárez (ciudad tomada
por los revolucionarios villistas y orozquistas) ante los delegados porfiristas y
maderistas, Carranza expresó textualmente: “la revolución, señores, es de
principios, no personalista; y, si sigo al señor Madero, es porque él enarbola
la enseña de nuestros derechos. Y, si mañana ese lábaro santo cayera de sus
manos, otras manos robustas se aprestarían a recogerlo. Nosotros no
queremos ministros ni gobernadores, sin que se cumpla la soberana voluntad
de la nación. Revolución que transa es revolución perdida. Las grandes
reformas sociales que exige nuestra patria sólo se llevarán a cabo por medio
de victorias decisivas”.
José S. Martínez A.
116
La revolución maderista triunfante en ese momento en Ciudad Juárez,
desoyó a Carranza y transó al conceder el interinato del porfirista de la
Huerta, y las consecuencias no tardaron en irse revelando a los ojos del
pueblo que veía que los que perdieron eran los que mandaban, hasta
desembocar la transa de Ciudad Juárez en el asesinato de Madero y Pino
Suárez en la ciudad de México.
A Venustiano Carranza le tocó reiniciar la revolución que Madero dejó sin
concluir, y su lucha significó la salvación de la Revolución Mexicana que fue
la primera revolución social del siglo veinte en el mundo, y, en esa revolución,
Carranza trató de salvar los principios revolucionarios y apuntalar la
conquista definitiva de los derechos sociales…
José Martí dijo alguna vez que “los hombres grandes no necesitan (para ser
elogiados) de grandes palabras. Para hablar de los grandes hombres (decía)
se debe hablar, urge hablar con frase clara y sencilla, como clara y sencilla es
siempre la vida de los grandes hombres”.
Carranza es uno de esos grandes hombres, delante del cual deberíamos
inclinarnos quienes hemos heredado los logros de la Revolución.
En este centenario del Plan de Guadalupe, un buen homenaje a su autor, don
Venustiano, será recordar lo histórico de su actuación, con apego a la verdad,
palabra por palabra.
Los coahuilenses, sin duda, sienten mucho respeto, respeto íntimo y
admiración profunda por el gran luchador, por el hombre de carácter que se
llamó Venustiano Carranza.
Y esa admiración, seguramente, la sienten ustedes los norteños, quienes, por
tradición han sido reclamantes de la libertad y de la justicia: porque no se
inclinan ni ante el poder, ni ante los honores ni ante los grandes de membrete
o por imposición.
Para Carranza, sólo deben haber frases de verdad, de admiración y de
justicia, sin galas retóricas, sin tonalidades líricas, con una sencillez marcada,
José S. Martínez A.
117
porque Carranza fue simple y llanamente, la inspiración y la determinación
que llevó al pueblo mexicano a la revolución constitucionalista, animado
siempre por su serenidad espartana, dándonos lecciones de civismo, de
legalidad, de honradez, de energía, con su obsesión admirable por el respeto a
la ley.
Como bien sabemos, después de enterarse de la aprehensión de Francisco I.
Madero y José María Pino Suárez, el 19 de febrero de 1913, el señor
Carranza, entonces gobernador de Coahuila, avalado por la legitimidad del
H. Congreso y secundado por un pequeño grupo que le siguió lealmente, se
levantó en armas, en Saltillo, en contra del gobierno usurpador de Victoriano
Huerta. Sin embargo, era necesario tener un documento que unificara y
abanderara las partidas rebeldes. Ese documento fue el Plan de Guadalupe,
proclamado aquí, en esta hacienda de Guadalupe, municipio de Ramos
Arizpe, Coahuila, el 26 de marzo de 1913, hoy hace exactamente un siglo, y
editado en Eagle Pass, Texas, cinco días después.
Por dicho plan, Carranza desconoció a Huerta como Presidente de la
República, así como desconoció a los poderes Legislativo y Judicial de la
Federación y a los gobernadores estatales que reconocieron al régimen
huertista como legal. De igual manera se estableció la organización del
ejército constitucionalista, con el propio Carranza como primer jefe, quien a
la vez se encargaría del poder ejecutivo como presidente interino al ocupar la
ciudad de México, y desde ese cargo convocaría a nuevas elecciones.
El Plan de Guadalupe simbolizó los principios políticos más elevados de la
Revolución Mexicana, que posteriormente se ampliarían, a tal grado, que se
plasmaron en la Constitución de 1917, pues en él se exponen las virtudes del
pueblo mexicano, su deseo de libertad, justicia e igualdad. Como también
sabemos, este documento, a la postre, dio origen al Ejército Mexicano actual,
ejército que encarna al pueblo mexicano del que forma parte y al que sirve
con lealtad y patriotismo.
José S. Martínez A.
118
Conforme al Plan de Guadalupe, Carranza asumió el mando del ejército
constitucionalista y buscó que los principales grupos revolucionarios lo
reconocieran como tal.
Para tener contacto personal con los jefes viajó a Monclova donde se reunió
el 18 de abril de ese 1913 con representantes de Chihuahua, Sonora y
Coahuila que ratificaron el Plan de Guadalupe y, desde ahí, emprendió un
largo viaje hacia Nogales cruzando el desierto y la Sierra Madre, cuidando,
como Juárez medio siglo antes, no salir del territorio nacional. A su paso se
entrevistó con Tomás Urbina, Pánfilo Natera, Aguirre Benavides, José Isabel
Robles, los hermanos Arrieta (Domingo, Mariano y Eduardo), Pastor Rouaix,
Manuel Chao, Maclovio Herrera, Alejandro Vega, Álvaro Obregón, Ramón
Iturbe, Felipe Riveros y José María Maytorena entre otros, e invitó a
Francisco Villa y a Felipe Ángeles, a integrarse, pero Villa no aceptó
subordinarse a Obregón, por lo que don Venustiano nombró a Villa General
del Ejército Constitucionalista al mando de la División del Norte. Por su
parte, Obregón no aceptó a Ángeles como Secretario de Guerra y Marina, y
éste se unió a Villa. Finalmente quedó constituido el Gobierno
Constitucionalista en Hermosillo, con ocho secretarías. Ya desde esos días en
Hermosillo (como veremos más adelante) Carranza estuvo decidido a ir más
allá del Plan de Guadalupe para establecer la justicia y la igualdad, y
remover todo pensando en crear una nueva Constitución. De momento, con el
Plan de Guadalupe, Carranza convocó a la rebelión y encabezó la lucha
respaldado por el decreto 1421 del Congreso de Coahuila. Con ese decreto,
Carranza era el único representante legítimo que quedaba en el país, y fue el
primero en desconocer a Huerta con gran entereza y dignidad, y así se
comportó desde entonces: como un gobernante, no como un rebelde ni como
un simple jefe militar.
Oigan estas palabras que el jefe constitucionalista le dirigió al Judas
Victoriano: “no acepto sus sangrientos hechos, señor Huerta. Con mi Plan de
Guadalupe miles de mexicanos lo echaremos del palacio nacional por asesino
y usurpador”.
José S. Martínez A.
119
El Plan de Guadalupe fue un documento de repudio a la traición; fue un
rechazo a la asonada, a la ilegalidad y a la usurpación. Fue un llamado a
mantener vivo el ideal revolucionario. Un documento y una acción que dieron
origen a la última etapa reivindicadora, en defensa de nuestras instituciones y
de la legalidad, como instrumentos para que México pudiese encausarse hacia
un futuro viable y de progreso.
El Plan de Guadalupe fue un acontecimiento del que los coahuilenses se
sienten, hasta la fecha y con toda razón, orgullosos y comprometidos con su
propia historia.
El Plan de Guadalupe es un documento sencillo, severo, que expresa con
precisión la finalidad de la lucha, sin súplicas ni ruegos, sino como lo
comprendió el gobernador Venustiano Carranza, al decidir que el golpe de
estado de Huerta tenía que ser un problema atendido militarmente.
Fue por eso que para acabar radicalmente con el régimen huertista de la
usurpación, surgió la avasalladora Revolución Constitucionalista.
El Plan de Guadalupe fue el punto de partida para la construcción del México
moderno. Y algo muy importante: firmaron el Plan de Guadalupe 75
personas, un civil y 74 militares que, aquí, donde hace 100 años se jugaban la
vida con su firma, hoy merecen, por lo menos que, puestos de pie
mencionemos sus nombres:
Gral. Jacinto B. Treviño
Gral. Lucio Blanco
Dr. Daniel Ríos Zertuche
Tte. Coronel Antonio Postas
Tte. Coronel Francisco Sánchez Herrera
Tte. Coronel Cesáreo Castro
Tte. Coronel Agustín Millán
José S. Martínez A.
120
Mayor Cayetano Ramos Cadelo
Mayor Alfredo Riceut
Mayor Pedro Vázquez
Mayor Juan Castro
Mayor Adolfo Baroni
Mayor Adalberto Palacios
Mayor Tirso González
Mayor Adolfo Palacios
Cap. 1º Santos Dávila Arispe
Cap. 1º Ramón Caracas
Cap. 1º F. Garza Linares
Cap. 1º Feliciano Menchaca
Cap. 1º Alfredo Breceda
Cap. 1º Guadalupe Sánchez
Cap. 1º Gustavo Elizondo
Cap. 1º Francisco Candez Castro
Cap. 1º Francisco J. Mújica
Cap. 1º F. Cantú
Cap. 1º Rafael Saldaña Galván
Cap. 2º Nemesio Calvillo
Cap. 2º Armando Garza Linares
Cap. 2º Canuto Fernández
José S. Martínez A.
121
Cap. 2º Juan Francisco Gutiérrez
Cap. 2º Manuel Charles
Cap. 2º Rómulo Zertuche
Cap. 2º Antonio Vila
Cap. 2º Manuel H. Morales
Cap. 2º Carlos Osuna
Cap. 2º José Cabrera
Tte. N. T. Pérez
Tte. Aníbal Villa
Tte. Manuel M. González
Tte. B. Blanco
Tte. Jesús r. Cantú
Tte. José de la Garza
Tte. Francisco A. Flores
Tte. Juan Dávila
Tte. Lucio Dávila
Tte. Francisco Destenave
Tte. Andrés Saucedo
Tte. Jesús González Norín
Tte. José E. Castro
Tte. Alejandro Garza
Tte. F. J. (apellido ilegible)
José S. Martínez A.
122
Tte. José N. Gómez
Tte. Pedro A. López
Tte. Balthazar M. González
Tte. Benjamin Garza
Tte. Cenobio López
Tte. Cesáreo León
Tte. Venancio López
Tte. Petronilo A. López
Tte. Ruperto Boone
Tte. Ramón J. Pérez
Tte. José Maria Gámez
Tte. Álvaro Rábago
Sub. Tte. Luis Reyes
Sub. Tte. Luis Menchaca
Sub. Tte. Rafael Limón
Sub. Tte. Reyes Castañeda
Sub. Tte. Francisco Ibarra
Sub. Tte. Francisco Aguirre
Sub. Tte. Pablo Aguilar
Sub. Tte. A. Cantú
Sub. Tte. J. Torres
Sub. Tte. A. Amescua
José S. Martínez A.
123
Sub. Tte. Luis Martínez
Y sub. Tte. Salomé Hernández.
El 24 de septiembre de 1913, don Venustiano Carranza, en un discurso que
pronunció en el salón de cabildos de Hermosillo, Sonora, dijo las siguientes
palabras, dignas de ser grabadas en piedra: “el Plan de Guadalupe no
encierra ninguna utopía, ni ninguna cosa irrealizable, ni promesas bastardas
con intención de no cumplirlas. El Plan de Guadalupe es un llamado
patriótico a todas las clases, sin ofertas ni demandas al mejor postor; pero,
sepa el pueblo de México que, terminada la lucha armada a que convoca el
Plan de Guadalupe, tendrá que principiar –formidable y majestuosa- la lucha
social, la lucha de clases, queramos o no queramos nosotros mismos, y
opónganse las fuerzas que se opongan. Las nuevas ideas sociales tendrán que
imponerse en nuestras masas, y no es sólo repartir las tierras, no es sólo el
sufragio efectivo, no es sólo abrir más escuelas, construir dorados edificios y
repartir las riquezas nacionales. Es algo más grande y más sagrado: es
establecer la justicia, es buscar la igualdad, es la desaparición de los
poderosos para establecer el equilibrio de la conciencia nacional”…
Así de revolucionario era el pensamiento del gran coahuilense, y creo que los
gobernantes y gobernados de este país, estaremos en deuda con Carranza
mientras no se logre lo que él llamó “algo más grande y más sagrado: la
justicia con la desaparición de los poderosos”…
Venustiano Carranza fue, sin lugar a dudas, la figura pública más importante
en México durante esa violenta década de 1910 a 1920. Carranza fue el único
líder que logró articular un movimiento militar con un proyecto político
nacional.
El Plan de Guadalupe, escribiría Carranza en 1917, fue “ el grito de guerra
que lo más selecto de la juventud mexicana lanzó a los cuatro vientos del país
contra la iniquidad triunfante, y ese grito no era más, que la expresión
vibrante y sonora de la conciencia nacional, expresión que reasumía el
propósito firme, la voluntad deliberada del pueblo mexicano de no consentir
José S. Martínez A.
124
más, que el pretorianismo volviese a apoderarse de los destinos de la nación
(…) en tal virtud, con el Plan de Guadalupe, quedó perfectamente planteada
la cuestión de la legalidad contra la usurpación, del derecho contra la
asonada, de las instituciones libres contra la dictadura militar”…
Por lo anterior, señoras y señores, en esta hacienda, hoy capital de Coahuila,
con los tres poderes del estado presentes, en este centenario del Plan de
Guadalupe, al dejar esta tribuna, sería extraordinario que todos ustedes
sintieran un grito ahogado en el alma, grito que quiera decir respeto y
admiración para el Varón de Cuatro Ciénegas, y sacar ese grito en un aplauso
estruendoso que los coahuilenses dediquen a su hermano mayor, el que
restableció el orden constitucional en México, y que se llamó Venustiano
Carranza.
Gral. de Div. DEM Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
125
PRESENTACIÓN DEL LIBRO
BENJAMÍN ARGUMEDO
EL TIGRE DE LA LAGUNA
DE JESÚS GERARDO SOTOMAYOR GARZA
En este libro sobre Benjamín Argumedo, Jesús Gerardo Sotomayor
Garza, más que buscar la verdad o la verosimilitud, busca el asombro.
En sus páginas se cuenta la vida del general Benjamín Argumedo tres
veces: una resultado de la investigación apasionante hecha por Sotomayor y
que nos lleva paso a paso, de la mano, desde que nace hasta que muere; otra,
la que dictó personalmente el propio Argumedo unos días antes de morir,
encontrada por el acucioso investigador, y otra, la que cuenta el corrido
original de un sombreretense en cuarenta sextetos muy interesantes, y que
vienen en el libro.
¿Sabían ustedes que el pueblo donde nació Benjamín Argumedo, aquí,
en la región de La Laguna, ya no existe?
¿Sabían que Argumedo tuvo varios apodos, y el por qué de cada uno de
ellos?
¿Sabían que hubo una bandera argumedista aquí en La Laguna, que
llevaban sus hombres a la hora de la lucha agraria?
¿Sabían que una de las acciones de armas de Argumedo provocó un
conflicto internacional?
¿Sabían que hubo un Ejército Convencionista cuya integración le fue
encargada al también llamado León de La Laguna?
Debo y tengo que dejarlos con dudas sobre la trama histórica que
parece leyenda de este guerrillero “Valiente entre los valientes” y así cabrá la
posibilidad de que quieran ustedes hacer la lectura de esta obra por cuenta
propia, a solas, sin nadie que les aclare nada.
Esta biografía recoge registros de libros, de archivos, de testimonios, de
juzgados, comunicaciones, actas, certificaciones, declaraciones, gritos de
guerra...
José S. Martínez A.
126
¿Cuál será el secreto de este libro que, una vez que comienzas a leerlo,
ya no puedes soltarlo? Yo lo leí, como se dice coloquialmente, DE UNA
SENTADA.
Cada lector tendrá una respuesta distinta, porque cada lector es un
misterio.
Lo primero que debo decir sobre el libro BENJAMÍN ARGUMEDO.
EL TIGRE DE LA LAGUNA, es que sus páginas hablan de una tragedia
colectiva, desde la perspectiva de quienes vivieron en aquel terrible escenario
de los acontecimientos revolucionarios de hace un siglo, con toda la secuela
que aquellas experiencias dejaron en sus protagonistas, de los que aquí y
ahora puede haber descendientes.
Desconozco si Sotomayor, cuando preparaba el libro, pensaba en el uso
de técnicas literarias, o se dejaba llevar por la poderosa visualidad de cada
uno de los relatos compilados, pero el resultado está allí: un libro donde la
trágica presencia de los protagonistas se va convirtiendo en acción pura, y
donde la angustiosa experiencia que se nos describe alcanza niveles de intriga,
de terror o de coraje.
Esta narrativa, según leemos desde el prefacio que escribe el autor, no
dejará de acarrear alguna polémica, pues no habrá una percepción única,
porque el método asumido por Sotomayor para organizar su historia desde
las verdades que puedan ir revelando las fuentes, hasta los documentos que
fue encontrando en lo más oscuro de los archivos o en la sala de los juzgados,
son estímulos que no funcionarán mejor por la carga de veracidad que
encierren, sino en la medida en que convenzan o seduzcan al lector; y eso sólo
es posible cuando se percibe el drama humano de quienes vivieron esa
conmovedora experiencia.
En ese sentido, lo primero que sobresale en el libro es el interés y la
honestidad del autor como buen lagunero y su capacidad intelectual
sometidos a su respeto por la historia, lo que hace que la obra resulte
apasionante de principio a fin.
No quisiera finalizar este comentario sin resaltar lo que me parece una
coincidencia de extraña connotación. Estamos presentando un libro que habla
José S. Martínez A.
127
de la memoria colectiva del pueblo de La Laguna y de la Patria toda, que en
el momento histórico del estallido social revolucionario fue arrasando y
ensangrentando pueblos aquí y allá, por todas partes, particularmente en esta
región que nos habita (no que habitamos).
Trato de rescatar aquí, lo que, por evidente, a veces pasamos por alto.
La literatura es ese fenómeno maravilloso, yo diría mágico, que nos
permite desplazarnos más allá de la geografía y el tiempo, para examinarnos
sin prejuicios en nuestros delirios, alegrías o tragedias. Los que hoy hemos
sido convocados para leer y disfrutar la presentación de este libro de Jesús
Gerardo Sotomayor Garza, gracias a sus habilidades como escritor, hemos
conseguido atravesar esos insensibles puentes que comunican el pasado, el
presente y el futuro. El ayer, señores, hoy nos habla con sangre.
Agradezcamos a este libro y su autor, el rescate que ha hecho de
Benjamín Argumedo Hernández, El Tigre de La Laguna, también llamado El
Zarco, o El Resellado, que caminó a pie y a caballo por la historia; guerrillero
cabal que luchó al lado y en contra de Madero, que fue enemigo y amigo de
Francisco Villa, que fue General Orozquista y Zapatista, dejando rastros de
su vida de cuarenta años que transcurrieron de su cuna en Buenaventura, a
un pelotón de fusilamiento en Durango. Guerrillero que fue disparando su
carabina por los campos de batalla en La Laguna y tantos puntos de
Coahuila, de Jalisco y Durango. En las terribles tomas de Torreón y de
Zacatecas o en Puebla, Tlaxcala, Estado de México, Guerrero, Morelos y la
Ciudad de México.
Debo concluir y finalizar diciendo que tengo claro que un presentador
debe animar a los lectores a leer al autor, en este caso a leer este libro que es
obra de un hijo de Torreón, libro que, me animo a decir, es una buena chispa
del fuego sagrado de Sotomayor.
De los libros de todo tipo de autores están abarrotadas las librerías,
pero libros, como este libro, se encuentran rara vez en el mundo de los
lectores.
La aparición pública de un nuevo libro siempre se cierra con aplausos,
porque la literatura merece las palmas de todos, y créanme que la biografía
José S. Martínez A.
128
histórica, de leyenda y corrido, de Benjamín Argumedo, los merece de sobra.
Felicidades y muchas gracias.
Gral. de Div. D. E. M. Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
129
TOMA DE TORREÓN (DISCURSO)
Hoy, estamos en la Perla de la Laguna, para recordar el 3 de abril de
1914, año lejano en el tiempo, pero cercano en el corazón de los laguneros y
de los coahuilenses, pues es Torreón el lugar donde se realizaron las batallas
más importantes de la División del Norte.
Desde 1913, Francisco Villa se había unido a los llamados de Carranza y
otros líderes del Norte para combatir a Victoriano Huerta. Durante esa etapa,
Villa y la División del Norte obtuvieron algunos de sus más sonados éxitos
militares, como es el caso de Torreón que fue tomado 4 veces durante la
Revolución Mexicana, después de cruentas batallas: por Villa y los
Maderistas el 15 de mayo de 1911, por Villa y la División del Norte el 1º de
Octubre de 1913 y el 3 de abril de 1914, y, por Villa sin la División del Norte
el 23 de diciembre de 1916.
En 1914, Villa y la División del Norte del Ejército Constitucionalista,
vinieron en tren desde la ciudad de Chihuahua para atacar Torreón, tomando
previamente ciudades y poblaciones cercanas como Mapimí, Tlahualillo,
Bermejillo, Avilés, Lerdo y Gómez Palacio.
El 20 de marzo llegó Villa por tren a Tlahualillo y lo tomó sin
problemas. Luego avanzó secretamente por tren hasta Lerdo, y también lo
tomó sin problemas. Las guarniciones de Bermejillo, Tlahualillo y Mapimí
huyeron a Torreón ante el avance de Villa.
Ese mismo día 20 de marzo, Villa estableció su cuartel general en
Bermejillo con casi 16 mil hombres, mientras el General José Refugio Velasco
al mando de Torreón, concentraba su resistencia en Gómez Palacio.
Los Villistas ocuparon los alrededores de la ciudad de Torreón con el fin
de aislarla.
Ya posicionados en la Estación de Bermejillo, el General Felipe Ángeles
habló por teléfono a Torreón con el General Velasco, a fin de pedirle la
rendición de la plaza y evitar el derramamiento de sangre, pero la
negociación no llegó a nada, y menos cuando Velasco pidió hablar con Villa,
quien era terminante.
José S. Martínez A.
130
Velasco, con los cerros de La Pila, Santa Rosa, La Cruz, Calabazas,
Polvorera, Las Noas y El Cañón del Huarache fuertemente artillados, estaba
seguro de proteger la plaza.
El 28 de marzo, el alto mando Villista organizó el ataque a Torreón por
el Norte y el Oriente.
En la Hacienda de La Loma se acordó el dispositivo militar:
La Brigada Francisco Villa marcharía por el costado derecho del Río
Nazas, rumbo a Avilés, y la Brigada Benito Juárez, por el costado izquierdo
del río, con la misión de atacar Lerdo y Gómez Palacio. Mientras la Brigada
Morelos cubría el flanco derecho.
Las avanzadas enemigas se encontraban tendidas sobre los Cerros de
Monterrey.
El empuje de los Villistas replegó a los federales hasta sus fortificaciones
del Cañón del Huarache y Calabazas; y por otro lado, por el Cerro de La
Pila, al costado izquierdo del río.
La División del Norte avanzaba con más de 10 mil hombres; la ciudad
era defendida con 10 mil soldados huertistas.
Los ataques de Villa lanzados directos a la plaza-fuerte, fueron
rechazados. Villa, entonces, tomó una por una las defensas alrededor de la
ciudad. Tomó Lerdo el día 23 y Gómez Palacio el día 25, pueblos estratégicos
cercanos a esta ciudad de Torreón, y luego la bombardeó.
Tras cruentos enfrentamientos, los Villistas ocuparon una parte
importante de la ciudad.
El 2 de abril, en la noche, los estallidos de artillería iluminaban el cielo
en forma intermitente y, cuando Pancho Villa se proponía ordenar el asalto
final, se enteró de que, desde en la tarde, aprovechando una impresionante
tolvanera, y, ante su situación insostenible, Velasco ordenó evacuar Torreón,
en forma silenciosa. Villa simplemente los dejó ir. La tolvanera impedía una
buena visibilidad.
La táctica de Ángeles y la bravura de Villa se fundieron en un sólo
liderazgo para alcanzar la victoria final.
José S. Martínez A.
131
Hasta ese momento, la batalla de Torreón había sido la más sangrienta
y probablemente la más importante en términos militares, en la lucha contra
el régimen de Victoriano Huerta.
La División del Norte perdió 1781 hombres y 1937 resultaron heridos.
Por el bando federal perdieron la vida 2360 militares, fueron heridos 3257,
desertaron 1500 y 1491 fueron hechos prisioneros.
El 3 de abril, la División del Norte entró a Torreón, hoy hace 99 años.
Villa fue aclamado por la multitud, concediéndole al General Felipe
Ángeles el honor de desfilar con sus fuerzas de artillería triunfalmente, al
medio día, ante el júbilo y la admiración del pueblo.
El carismático General Villa sabía ser jefe. Su sóla presencia inspiraba
confianza, confianza acrecentada por el hecho de que sus hombres se habían
convertido en un poderoso ejército, unificado bajo el mando de aquel hombre
que comprendía y era comprendido por la tropa. Que les había inculcado que
en la guerra nada se hace si no se sabe mandar y obedecer.
Con la toma de Torreón, los días de Victoriano Huerta estaban
contados. El Ejército Constitucionalista ocuparía Monterrey y Zacatecas,
quedando dueño de todo el norte del país, para poder avanzar a la capital, sin
enemigos a sus espaldas. Con la toma de Torreón, los Villistas pasaron a
controlar varias vías de ferrocarril del Centro y Norte de la República, donde
la historia de la Revolución y la historia de La Laguna, están ligadas a los
trenes que pasan por esta ciudad centenaria.
Por la Toma de Torreón, el 3 de abril de 1914 es una fecha que aún
vibra en las entrañas palpitantes del estado de Coahuila.
Que la sangre generosa regada en estas tierras hace 99 años, para
cambiar los destinos de la patria, hoy fertilicen el progreso y la paz que
merecen todos los laguneros, todos los coahuilenses y todos los mexicanos.
Gral. de Div. D. E. M. Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
132
EJÉRCITO CONSTITUCIONALISTA (DISCURSO)
Decía José Martí: “yo, le sirvo sólo al deber y con éste seré siempre lo
bastante poderoso”.
La lucha de don Venustiano Carranza por mantener el orden Constitucional
y unificar los movimientos revolucionarios, la tomó como un deber, y, esa
lucha, estuvo directamente relacionada con la Decena Trágica, el momento
más dramático de la Revolución Mexicana.
Hace cien años, en 1913, un olor a muerte se respiraba en la capital de la
República.
Del 9 al 18 de febrero, la Ciudad de México se bañó en sangre a causa de la
ambición y la traición. Era la Decena Trágica.
- Día 9 de febrero
En la madrugara de ese día, Manuel Mondragón y Gregorio Ruiz, se
levantaron en armas contra el gobierno de Madero.
Pusieron en libertad a Bernardo Reyes, quien estaba preso en Tlatelolco por
haberse sublevado con el Plan de la Soledad, contra Madero, el 16 de
noviembre de 1911, en Tamaulipas. Igualmente liberaron en Lecumberri a
Félix Díaz, el sobrino de don Porfirio, preso también por haberse levantado
en armas contra Madero, el 16 de octubre de 1912, en Veracruz.
Lauro Del Villar, leal al presidente, defendió el palacio nacional contra los
rebeldes. En el enfrentamiento murió Bernardo Reyes y Del Villar resultó
herido. Madero nombró a Huerta comandante de la plaza en sustitución de
Del Villar.
Félix Díaz y Mondragón se refugiaron en la Ciudadela, depósito de armas y
municiones donde, para empezar, asesinaron por la espalda a Manuel P.
Villarreal, quien la resguardaba.
José S. Martínez A.
133
Madero, arengó a los cadetes del Colegio Militar, quienes lo escoltaron de
Chapultepec al Palacio Nacional en la Marcha de la Lealtad.
Luego, en la misma fecha, el presidente Madero se trasladó a Cuernavaca a
buscar el apoyo de Felipe Ángeles y su tropa.
Victoriano Huerta, ese día 9 fusiló a Gregorio Ruiz para silenciarlo, pues éste
sabía de sus conversaciones previas con los rebeldes.
- Día 10 de febrero
Felipe Ángeles y Madero llegaron de Cuernavaca por Xochimilco a México,
donde ya se estaban concentrando tropas procedentes de Cuernavaca,
Celaya, Teotihuacan y Querétaro. (Seis mil hombres en total).
- Día 11 de febrero
Huerta atacó la Ciudadela. La caballería fue barrida por las ametralladoras.
Las calles quedaron llenas de caballos muertos y de cadáveres humanos.
Hubo más de 500 soldados leales acribillados.
Huerta se entrevistó en secreto con Félix Díaz, para planear el derrocamiento
de Madero.
- Día 12 de febrero
Huerta ordenó dos cargas de rurales contra la Ciudadela, sólo para que los
masacraran. Hubo cien soldados leales muertos, además de civiles víctimas de
la balacera.
- Día 13 de febrero
La lucha armada se extendió a las calles de Victoria, Morelos y Dr. Vértiz.
Se destruyó la Puerta Mariana del Palacio Nacional. El embajador americano
Henry Lane Wilson, envió informes alarmistas exagerados, al presidente Taft
de su país, promoviendo una intervención.
- Día 14 de febrero
José S. Martínez A.
134
Llegaron a México tropas de Oaxaca, y, por otra parte, Aureliano Blanquet
llegó con tropas de Toluca, de las que dos compañías se pasaron al lado de los
rebeldes.
Madero envió telegrama al presidente William H. Taft de Estados Unidos,
pidiéndole no intervenir militarmente en México con pretexto de
salvaguardar las vidas y los bienes de sus connacionales radicados en la
ciudad.
- Día 15 de febrero
Pedro Lascurain, Secretario de Relaciones Exteriores y 24 senadores,
pidieron a Madero su renuncia sin conseguirlo. La casa particular de la
familia Madero, fue incendiada. Huerta designó a Blanquet para que
resguardara el Palacio Nacional.
- Día 16 de febrero
Se pactó una supresión de hostilidades. La gente salió de sus casas a comprar
alimentos. Un grupo de carros violó la tregua al penetrar a la Ciudadela para
entregar provisiones a los rebeldes, al tiempo que salieron soldados a instalar
ametralladoras y reanudar el fuego a las dos de la tarde.
Juan Sánchez Azcona, secretario particular de Madero, sorprendió a Huerta
acordando con los golpistas. Madero siguió confiando en él.
- Día 17 de febrero
Gustavo A. Madero y Jesús Urueta, descubrieron a Huerta en tratos con Félix
Díaz, por lo que Gustavo detuvo a Huerta y lo llevó encañonado ante el
presidente. Madero lo liberó y le dio 24 horas para comprobar su lealtad.
- Día 18 de febrero
El presidente y vicepresidente fueron arrestados por órdenes de Aureliano
Blanquet. Gustavo A. Madero también fue aprehendido, lo mismo que Felipe
Ángeles. La aurora democrática se extinguía. Ese día 18 se firmó en la
José S. Martínez A.
135
embajada de los Estados Unidos el “pacto de la embajada”, en el que se
desconocía a Madero y a Pino Suárez y se establecía un gobierno provisional
con Huerta a la cabeza. A partir de ese momento se dieron por terminadas las
acciones bélicas. La familia de Madero pidió asilo en la embajada japonesa.
Cabe decir que ninguna ley de derecho internacional público, ninguna
práctica diplomática, autorizaba ni autoriza, a ningún ministro extranjero a
inmiscuirse en asuntos internos del país en el que están acreditados, y, aquí,
se acordó derrocar un gobierno, en el mismo seno de una embajada
extranjera.
Huerta envió ese día una circular telegráfica a los gobernadores de todo el
país, donde textualmente decía: “autorizado por el senado he asumido el
poder ejecutivo, estando presos el presidente y su gabinete”.
Don Venustiano Carranza Garza, a la sazón gobernador de Coahuila, ese
mismo día 18 de febrero de 1913 percibiendo que se trataba de la usurpación
del poder ejecutivo, citó a su casa en Saltillo a varios miembros de la
legislatura, para hacerles de su conocimiento el telegrama de Huerta.
Asistieron a esa junta los diputados Gabriel Calzada, Epigmenio Rodríguez,
Vicente Dávila y Jesús Hermosillo; el teniente coronel Luis G. Garfias, el
capitán Jacinto B. Treviño y los señores Aldo Varoni, Alfredo Breceda y
Ernesto Meade Fierro.
Enterados del mensaje, Carranza manifestó a los diputados que el senado
carecía de autoridad constitucional para nombrar al Presidente de la
República, o para suplir al electo popularmente ni facultar a nadie para
aprehender a los primeros magistrados de la nación, y que, por tanto, era
una obligación ineludible del gobierno coahuilense desconocer y reprobar
inmediatamente semejantes actos, de tal manera que, si resultara preciso
recurrir al extremo expediente de las armas y hacer una guerra más cruenta
que la de “tres años” para lograr la restauración del orden legítimo, la
gravedad del caso no arredraría a ningún ciudadano amante de su patria.
Concluyó el señor Carranza exhortando a los diputados para que obraran
con entera justificación y energía. En seguida envió al congreso una
José S. Martínez A.
136
comunicación en que oficialmente daba a conocer el repetido mensaje, y sus
deseos de que el gobierno del estado asumiera la actitud dictada por la ley y
por el decoro.
El oficio planteaba al congreso el aspecto legal del caso y decía:
“El senado, conforme a la Constitución, no tiene facultades para designar al
primer magistrado de la nación. No pudo, legalmente, autorizar al general
Huerta para asumir el Poder Ejecutivo, y, en consecuencia el expresado
general no tiene la legitima investidura de Presidente de la República… he
creído conveniente dirigirme a esa honorable cámara, para que resuelva
sobre la actitud que deba asumir el gobierno del estado en el presente trance,
con respecto al general que, por error o deslealtad pretende usurpar la
primera magistratura de la República”.
Carranza, al convocar al congreso de Coahuila, estaba haciendo lo que José
de San Martín dijo en su tiempo: “cuando la patria esté en peligro, todo está
permitido, excepto, no defenderla”.
Con la aprehensión del presidente Madero y del vicepresidente Pino Suárez,
terminaba la llamada Decena Trágica, pero no terminaban los crímenes.
- Día 19 de febrero
Ese día hubo festejos en La Ciudadela por el arresto del Presidente y el
Vicepresidente.
Huerta entregó a los golpistas, a Gustavo A. Madero, quien fue brutalmente
martirizado al sacarle el ojo bueno con una bayoneta, salvajemente, golpeado,
y humillado ya ciego, y, luego, asesinado de 37 balazos. Fue una orgía de
sangre.
Huerta, ese día, hizo renunciar a Madero y a Pino Suárez valiéndose de una
comisión de diputados, quienes muy formales, ofrecieron a los presos que se
les respetaría la vida enviándolos a Veracruz para embarcarlos a Cuba cuyo
José S. Martínez A.
137
embajador Manuel Márquez, de verdad, ofreció asilarlos, disponiendo un
crucero en Veracruz para llevarlos a La Habana.
Una vez obtenidas las firmas, Pedro Lascurain Paredes, leyó ante el congreso
las renuncias, y, acto seguido, asumió la presidencia interina en su calidad de
Secretario de Relaciones Exteriores. Duró como presidente 45 minutos. Su
única función fue nombrar a Huerta Secretario de Gobernación, y luego
renunció para que Huerta fuera nombrado presidente conforme al
vergonzante Pacto de la Embajada.
Ese mismo día 19 de febrero de 1913, hoy hace un siglo, el honorable
Congreso del Estado de Coahuila, dictaminó lo siguiente: “no vacilamos en
presentar la resolución que sigue, como nacida que es del patriotismo que
anima a los miembros de esta honorable cámara, a fin de procurar de la
manera más conveniente la solución del presente conflicto”.
El honorable congreso coahuilense asumió una valiente responsabilidad de
alcances nacionales, en respaldo a la postura digna de su gobernador, el señor
Carranza, a quien la designación de Huerta le pareció según sus propias
palabras: “jurídicamente arbitraria e ilegal; políticamente el más escandaloso
derrumbamiento de nuestras instituciones, e históricamente, una regresión
hacia la vergonzosa y atrasada época de los cuartelazos”.
Así, ese día 19 de febrero de 1913, el XXII Congreso Constitucional del
Estado Libre y Soberano de Coahuila emitió el decreto número 1421, en el
que desconoció a Huerta como Jefe del Poder Ejecutivo y desconoció también
todos los actos que con ese carácter dictara. Concedió a Carranza facultades
extraordinarias en todos los ramos de la administración pública, para armar
fuerzas, y con ellas, coadyuvar al sostenimiento del orden constitucional de la
república.
Toca el mérito a Coahuila de haber sido el primer estado que se opusiera al
gobierno espurio de Huerta.
José S. Martínez A.
138
Se exhortó a los gobernadores de los demás estados y a los jefes de fuerzas
federales, rurales y auxiliares de la Federación para que secundaran la
actitud del gobierno de Coahuila. Ese decreto lo firmaron: A. Barrera,
diputado presidente; J. Sánchez Herrera diputado secretario y Gabriel
Calzada, diputado secretario.
De esta manera nació el 19 de febrero de 1913, el Ejército Constitucionalista,
llamado así, porque se creó para mantener el orden constitucional; para que
los distintos movimientos de insurrección fueran organizados y unificados en
un mismo ejército.
- Día 20 de febrero
El día 20 de febrero, Madero y Pino Suárez permanecieron en espera de ser
enviados a Cuba, vía Veracruz, como se los prometieron. Sarita, la esposa
atribulada de quien sería MÁRTIR DE LA DEMOCRACIA, inocentemente
pidió a Wilson, el embajador en cuya oficina se tramó la caída del Presidente,
que intercediera por la vida de Madero.
- Día 21 de febrero
El día 21 de febrero, el gabinete de Huerta decidió el destino de Madero y
Pino Suárez al considerarlos peligrosos para el país aduciendo que Madero,
vivo, levantaría al pueblo en armas, y provocaría un baño de sangre.
Ese día 21 informaron a Madero de la muerte de su hermano Gustavo, por
quien mucho lloró.
- Día 22 de febrero
En la madrugada del día 22 de febrero, Madero y Pino Suárez fueron
asesinados, atrás de la penitenciaría, por Francisco Cárdenas y Rafael
Pimienta, respectivamente. Madero recibió dos balazos en la cabeza y Pino
Suárez 13 impactos de bala en el cuerpo. Mondragón pagó a los asesinos la
cantidad de 18 mil pesos.
José S. Martínez A.
139
El cuartelazo estaba consumado por Huerta, quien ha sido llamado por tan
execrable felonía “la fiera de Colotlán, chacal, traidor, usurpador, y asesino”.
Huerta pasó a las páginas más negras de la historia como el artífice de la gran
traición, como el militar ambicioso, alcohólico y sin escrúpulos.
La inmensa mayoría del pueblo de México reprobó la traición de Huerta y
respaldó la lucha de Carranza porque en la historia del mundo, los
cuartelazos nunca han llevado en sus bayonetas envenenadas de odios la voz
de todo un pueblo.
Ese día 22 de febrero de 1913, Venustiano Carranza salió de Saltillo, después
de dirigirse al pueblo desde el balcón del palacio, con frases elocuentes llenas
del más puro y sincero patriotismo, hablándoles de la situación que pesaba
sobre el país, del porvenir sombrío que esperaba a la patria en las manos
espurias de la usurpación y que, para él, y para todas las autoridades que
habían jurado guardar y hacer guardar la Constitución, era un deber
ineludible sostener con las ramas en la mano el orden constitucional, ante
todos los atentados y ante todas las violencias. “el general Huerta, dijo, llegó
al poder por la puerta de la deslealtad; ebrio de ambición y alcohol, se olvidó
del deber, para caer en el fango de una traición infame que ha manchado su
reputación de hombre, de soldado y de ciudadano, que le traerá consigo el
eterno anatema de la historia”.
- Día 26 de marzo
El 26 de marzo de 1913, Carranza lanzó el Plan de Guadalupe, con el que se
respaldó el decreto del 19 de febrero.
Carranza decía “esta revolución debe ser sólo para restaurar el orden
constitucional y el imperio de la ley”.
El Ejército Constitucionalista, sin duda, representó un avance sin precedentes
en la historia de México.
José S. Martínez A.
140
Inicialmente sirvió como un elemento de unión entre los habitantes de la
República Mexicana, para después convertirse en un medio para restablecer
la democracia y la validez de los elementos legales básicos en un país, como lo
es la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
El Ejército Constitucionalista fue clave para la resolución del conflicto
armado y se logró institucionalizar no sólo para ayudar en épocas de
violencia, sino para actuar como un elemento de apoyo contra todo tipo de
conflictos, y es así como finalmente evolucionó en lo que ahora es el Ejército
Mexicano con las misiones que le marcan la ley orgánica del Ejército y la
Fuerza Aérea, en su artículo primero.
Hay que decir que Venustiano Carranza fue el hombre que vivió la tensión
entre los hechos y las leyes, del porfiriato a la Revolución. De la Constitución
del 57 a la Constitución del 17.
Bolívar expresó algún día: “yo desprecié los grados y las distinciones.
Aspiraba a un destino más hermoso, derramar mi sangre por la libertad de
mi patria”.
Igualmente Carranza, cuando casi todos los gobernadores reconocieron a
Huerta, él lo desconoció y apenas si lo siguió de inmediato el gobernador de
Sonora, José Ma. Maytorena. Carranza jamás aceptó el grado de general. No
buscaba honores. Carranza a partir de 1913, no trataba de salvar vidas, ni
siquiera la suya. Quería salvar principios. Cuando en vísperas de ser
asesinado tuvo que salir de la capital, dijo: “no estoy dispuesto a huir del país
como Porfirio Díaz, ni a ser sometido como Francisco I. Madero. Volveré a la
ciudad de México victorioso o muerto”. Y así fue.
- Día 18 de abril de 1913
El 18 de abril de 1913, se reunieron, en la Estación de Monclava, los
representantes de los estados: de Sonora (Roberto V. Pesqueria y Adolfo de la
Huerta), de Chihuahua (Samuel Navarro) y de Coahuila (Alfredo Preceda y
José S. Martínez A.
141
el gobernador Venustiano Carranza) donde se tomó el acuerdo de respaldar
los puntos del Plan de Guadalupe que, aquí, es importante recordar:
1. Se desconoció a Huerta como presidente
2. Se desconoció a los poderes legislativo y judicial de la federación
3. Se desconoció a los gobernadores de los estados que aún reconocieran a
los poderes federales 30 días después de la publicación del Plan de
Guadalupe.
4. Se nombró a Carranza Primer Jefe del Ejército constitucionalista.
5. Se acordó que, al ocupar el Ejército Constitucionalista la ciudad de
México, el Primer Jefe se encargaría interinamente del Poder Ejecutivo.
6. Se acordó también que el presidente interino convocaría a elecciones
generales.
7. Igualmente se acordó que, el ciudadano que fungiera como Primer Jefe
del Ejército Constitucionalista en cada estado que hubiese reconocido a
Huerta, asumiría el cargo de gobernador provisional y convocaría a
elecciones.
8. Se acordó, además que Pesqueira fuese agente confidencial de México
ante Washington.
- Día 4 de julio
El 4 de julio de 1913, desde la estación del ferrocarril internacional de
Monclava, el Primer jefe del Ejército Constitucionalista, con la idea de crear
un ejército permanente y nacional, emitió un decreto por el que creó los
siguientes siete cuerpos de ejército.
1. Cuerpo de ejército del noroeste.
2. Cuerpo de ejército del noreste
3. Cuerpo de ejército de oriente.
4. Cuerpo de ejército de occidente.
5. Cuerpo de ejército del centro.
6. Cuerpo de ejército del sur.
7. Cuerpo de ejército del sureste.
José S. Martínez A.
142
Varios jefes revolucionarios como Obregón, Villa, Pablo González y Felipe
Ángeles dialogaron con Carranza para establecer acuerdos estratégicos y
participar cada uno con sus fuerzas militares.
Después de 15 meses de lucha cruenta, el Ejército Constitucionalista derrotó
al viejo ejército federal que a base de levas, botines y dinero, sostenía a
Huerta.
Con los Tratados de Teoloyucan en 1914, capituló el Ejército Federal y rindió
la capital. El Ejército Constitucionalista, ya nacional, se fue transformando
en lo que es el Ejército Mexicano.
En 1950, por decreto presidencial del licenciado Miguel Alemán, fue
declarado el 19 de febrero, Día del Ejército.
El soldado mexicano, cada día toma conciencia de respeto a los derechos
humanos, de la no impunidad, de los límites al fuero militar, del temple
moral, y de su compromiso para proteger a la sociedad contra la
delincuencia, hasta el punto de entregar su vida.
En este Día del Ejército, ante México, refrendamos nuestra identidad con
nuestras raíces, con sólo decir que, los soldados mexicanos somos hijos del
pueblo, nacidos en el campo o la ciudad, en la selva o la montaña, el desierto
o el altiplano, la costa o la llanura, pero vestidos todos, con el mismo uniforme
por fuera y la misma mística por dentro.
En este Día del Ejército, ante México, desde esta cuna del Ejército
Constitucionalista, refrendamos nuestra pertenencia, reiterando que
pertenecemos al pueblo, porque somos parte del pueblo del que procedemos y
al que protegemos y servimos.
En este Día del Ejército, ante México, refrendamos nuestra lealtad,
ratificando por nuestro honor, que somos leales a México, que es nuestro
México; leales al Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas que, por
mandato constitucional, es nuestro Comandante; y leales al pueblo que es
nuestro pueblo, todo el pueblo de nuestra querida patria.
José S. Martínez A.
143
Lo que hoy celebramos es la transformación del Ejército Federal en Ejército
Constitucionalista, y éste en Ejército Nacional hasta ser hoy el Ejército
Mexicano. Es decir, celebramos la vuelta definitiva al vínculo estrecho entre
el pueblo y sus fuerzas armadas que aquí se iniciara el 19 de febrero de 1913,
por el honorable congreso del estado libre y soberano de Coahuila.
En este Centenario del Ejército Constitucionalista, más que poner letreros
conmemorativos o levantar arcos triunfales, valoremos cuáles son los
derechos que Carranza y el honorable congreso de Coahuila nos legaron con
la creación de un ejército que defendió la ley, patrimonio para el honor de
México, porque como está dicho: honrar, honra, y, honrar a la patria, es una
manera de luchar por ella.
Hoy honramos a los héroes de Coahuila que, hace un siglo, se jugaron la vida
para legarnos un ejército salido, no de la leva, ni de la conveniencia, sino del
pueblo, por amor a esta tierra mexicana, y por eso, me nace del corazón decir
que en esta fecha, Día del Ejército, por encima de los héroes de Coahuila ¡sólo
el cielo!...
Gral. de Div. D. E. M. Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
144
CONVENCIÓN DE MONCLOVA (DISCURSO)
La Revolución Mexicana fue iniciada, en dos de sus etapas, por dos
prohombres coahuilenses: Francisco I. Madero y Venustiano Carranza, y fue
sostenida y terminada por otros mexicanos: Zapata, Villa, Obregón,
Murguía, Calles, Cárdenas y los millones de hombres y mujeres que
entregaron su esfuerzo y su vida, para cimentar un régimen democrático, de
leyes con sentido social y encausar los anhelos de los mexicanos en una patria
más justa y más equitativa.
Hoy, es un honor hablar a los históricamente bravos y aguerridos
habitantes de la Región Centro de Coahuila, lugar donde se fraguaron hechos
militares de los más importantes y de mayor impacto en el estado.
El 18 de abril de 1913, hace un siglo, se llevó a cabo la célebre
“Convención de Monclova” donde, por Sonora, estuvieron presentes Roberto
V. Pesqueira y Adolfo de la Huerta, por Chihuahua, el doctor Samuel
Navarro, Delegado de la Junta Constitucionalista, y, por Coahuila, Alfredo
Breceda y el propio Gobernador Don Venustiano Carranza.
Acordaron en la Estación Monclova, desconocer a Huerta, lo mismo que
a los otros Poderes de la Unión, y también a los gobernadores que
continuaran aceptando al usurpador asesino, como Presidente.
Se nombró a Venustiano Carranza Primer Jefe del Ejército
Constitucionalista, todo con el proyecto de tomar la capital y convocar a
elecciones.
Para la organización del Ejército Constitucionalista, Carranza emitió
nombramientos y órdenes acordes para la integración del ejército con el que
combatiría las fuerzas huertistas, destacando el decreto del 4 de Julio de 1913,
en el Cuartel General de Monclova, en el que se ordenó la creación de 7
Cuerpos de Ejército denominándolos: del Noroeste, del Noreste, de Oriente,
de Occidente, del Centro, del Sur y del Sureste.
La historia del Ejército Mexicano es, en cierto modo, la historia de
nuestro país, de sus luchas, de sus empeños por reconquistar la patria,
José S. Martínez A.
145
afianzar su independencia y salvaguardar su libertad, para trazar un camino
autónomo de la vida nacional.
En el proceso de evolución de las fuerzas armadas, fue determinante la
creación de ese Ejército Constitucionalista y su evolución hasta llegar a su
actual condición que responde a los objetivos y aspiraciones colectivas.
Las huellas que en la Revolución quedaron estampadas en el obús, en el
30-30 y en el máuser, apuntados a destruir al enemigo o a sus fortificaciones,
hoy, están borradas, pero la trascendencia de su impacto en el presente, aún
está viva y continúa germinando en mejores y tangibles condiciones de vida,
para los coahuilenses y para todos los mexicanos. Esta institución es un
ejemplo fehaciente.
Como una necesidad ante los nuevos requerimientos de la Región
Centro de Coahuila, de contar con una institución superior que formara
profesionales en los campos de la ciencia y la tecnología, en agosto de 1996
inició sus operaciones este Instituto Tecnológico Superior de Monclova, como
institución descentralizada, y hoy con millares de estudiantes orgullosos de
llamarse “jabalíes” y con centenares de docentes, con sus licenciaturas y sus
unidades de aprendizaje, con las retículas de sus alumnos y sus becas, con el
servicio social hacia su comunidad y las residencias profesionales, se
cambiaron los rifles por los libros, las fortificaciones por los laboratorios y
talleres, y la lucha fratricida por la confraternidad estudiantil.
Y es que la educación es condición del progreso, es un imperativo
fundamental en todos los ámbitos de la sociedad.
La educación superior tecnológica trabaja en la formación de
profesionistas capaces de enlazar exitosamente a México con el resto del
mundo, y de propiciar el desarrollo nacional en todas las vertientes de
realización humana, mediante planes y programas de estudio congruentes con
la realidad de cada región, y, al mismo tiempo, adecuarlos a los estándares
nacionales e internacionales en las diversas disciplinas.
Paralelamente, podemos agregar que nosotros también estudiamos, que
la educación militar, es un proceso de transformación física, mental y
cultural, de hombres y mujeres, para lograr que voluntariamente
José S. Martínez A.
146
convencidos y comprometidos, entreguemos al país y a sus instituciones
nuestra lealtad, capacidades, habilidades, inteligencia y la misma vida, si
fuese necesario, en el cumplimiento de los deberes que impone el servicio de
las armas.
El Sistema Nacional de Institutos Tecnológicos (SNIT) es garantía de
formar el mayor número de ingenieros que egresan en el país, ampliamente
reconocidos por los distintos sectores sociales.
El actual Ejército Mexicano, se propone ser garantía de seguridad, de
firmeza, de honorabilidad y de respeto.
Tanto la educación tecnológica como la educación militar, coinciden en
la esencia de su misión que es contribuir a lograr un México más justo y más
humano, con mexicanos más libres, más solidarios, más igualitarios, más
democráticos y con alto espíritu de servicio.
He venido a este centro educativo para decirles emocionado:
Qué honor para los militares que somos el pueblo mismo de México,
pueblo al que cuidamos con nuestra vida y al que servimos uniformados de
verde.
Qué honor, repito, que a este Instituto Tecnológico Superior de
Monclova, se le otorgue el nombre de “Ejército Mexicano” aquí, en la
mismísima ciudad donde se celebró la Convención de Monclova, aquí donde
Don Venustiano Carranza, desde el Cuartel General de Monclova, firmó hace
cien años, el decreto con el que se crearon los siete Cuerpos de Ejército,
dándole forma al Ejército Constitucionalista, hoy Ejército Mexicano.
Esto significa muchas cosas:
Significa que México cambia, significa que México progresa, significa
que estudiantes, maestros y militares nos hermanamos; que unos y otros
estamos en el compromiso de ser mejores para que nuestra nación sea mejor.
Este acto significa que en las escuelas y los cuarteles tenemos como
principio y como fin de nuestros esfuerzos a esta patria nuestra, que es la
única que tenemos, y a la que queremos más equitativa, más productiva, más
competitiva; para que todos los Mexicanos vivamos en armonía respetando la
José S. Martínez A.
147
ley, respetando la Constitución que un coahuilense nos dejó como herencia de
paz y de justicia, como legado de libertad, de igualdad y de progreso.
Juventud tecnológica:
Importa terminar con el crimen organizado, con la inseguridad, con el
narcotráfico y la violencia criminal, pero tenemos que hacerlo desde la
perspectiva del Estado de Derecho. Es decir, con la Ley en la mano. Y qué
hermoso es saber que, ustedes, jóvenes estudiantes, contribuirán ya no con un
rifle, sino ¡con un libro en la mano!... Muchas gracias.
Gral. de Div. D. E. M. Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
148
REGIÓN MILITAR No. XI
(MENSAJE DEL COMANDANTE)
Respetables asistentes a esta reunión de trabajo:
La Comandancia de la Región Militar No. XI de esta ciudad de
Torreón, aspira a ser casa de la cortesía, albergue del respeto, esperanza del
pueblo, bastión de valientes y taller de trabajo, para dar respuesta a la
ciudadanía ofendida, para construir acuerdos de unidad en la búsqueda de
soluciones a los problemas delictivos.
En materia de seguridad estamos viviendo circunstancias de excepción y
tenemos que tomar medidas excepcionales.
Para abrirme paso en el ánimo de todos ustedes, los saludo de pie y con
absoluto respeto, para decirles que son muy bienvenidos a este encuentro; que
son importantes en esta cruzada por la seguridad, que esperamos mucho de
todos. Que, por nuestra parte, seremos los facilitadores de las actividades y
estaremos atentos a todo cuanto digan o propongan, ofreciéndoles que no
hablaremos cuando debamos guardar silencio, pues el objetivo no será el
protagonismo de nadie, sino cerrarle el paso a la delincuencia, por el bien de
todos.
Agradecemos particular y anticipadamente la presencia de nuestros
invitados los ganaderos, por su asistencia, por su tiempo y su interés en este
encuentro en que juntos buscaremos reducir los índices delictivos, evitar
hasta donde sea posible la violencia a fin de abatir la inseguridad, y, con ello,
garantizar la paz y la tranquilidad, lo que no se podrá lograr ni garantizar sin
una unión compacta de ustedes y de todos los sectores sociales con quienes de
por sí tenemos la responsabilidad de trabajar por la seguridad interior del
país.
Cuerpos de seguridad y organizaciones sociales, habremos de formar
una fuerza de participación, de análisis, de propuesta y colaboración, con
base en la confianza recíproca, con base en la coordinación y en el
intercambio de información para trabajar, juntos, contra la delincuencia
organizada, porque la actividad delictiva, es una bofetada al buen sentido de
José S. Martínez A.
149
un pueblo tradicionalmente pacífico, trabajador y amante de vivir en paz,
como el nuestro.
La inseguridad es sangre, muerte y destrucción; la paz que
construiremos significará trabajo, cooperación, acuerdos y seguimiento a las
medidas atinadas que se tomen, para vencer la inseguridad, evitándola en
todo lo posible.
Si tratáramos de resumir cuál es en este momento la percepción de la
gente, tendríamos que enlistar lo que los ciudadanos dicen:
- Que el crimen organizado sigue a pesar de haberlo combatido 6 años
con un saldo de muchos miles de muertos.
- Que los delincuentes imitadores de los criminales profesionales,
persisten.
- Que los narcotraficantes, secuestradores, extorsionadores, y los
malandrines que exigen pago por uso de suelo, pululan.
- Que el robo de vehículos continúa.
- Que las cárceles siguen siendo universidades del crimen.
- Que a ellos, a la gente, no les importa tanto que haya drogas y
narcotraficantes o no, lo que quieren es, que no haya violencia, que
no haya víctimas, ni sangre ni muertos.
- Que las fallas que están a la vista se corrijan: la corrupción, la
impunidad, la falta de control de confianza, la traición de los
elementos del gobierno que se ponen al servicio del crimen. Esas
fallas son las que no se pueden tolerar.
- La gente quiere saber a qué se comprometen los cuerpos de
seguridad:
El Secretario de Gobernación.
El Secretario de la Defensa Nacional.
El Secretario de la Marina Armada de México.
El Procurador General de la República.
El Director General del CISEN.
Los Gobernadores de los Estados.
La Policía Federal y en su momento la Gendarmería Nacional.
Las Policías de los Estados.
Las Procuradurías Estatales.
José S. Martínez A.
150
Los Jueces.
- La gente quiere constatar el compromiso con el pueblo de todos esos
funcionarios con nombre y apellido.
- La gente no quiere medias tintas, quiere que se le tome en cuenta,
que los problemas de la inseguridad se analicen con seriedad, se
atiendan con eficiencia y se resuelvan con eficacia.
- La gente, en pocas palabras, quiere ver resultados. La gente quiere
ver espacios seguros para los jóvenes de todos los pueblos, barrios y
colonias.
- La gente quiere que las familias puedan andar por las calles sin
zozobra, que puedan salir de sus casas sin miedo a ser atracados o de
no regresar.
Esperamos con mucho optimismo, que las propuestas concretas que
aparezcan, sean enriquecidas con la lluvia de ideas de todos.
Las propuestas podrán ser muchas, por ejemplo, que haya:
Coordinación con y entre los gobernadores.
Coordinación entre los cuerpos de seguridad.
Coordinación entre las regiones militares.
Base Nacional de datos sobre delincuentes capturados (fotografías,
huellas, ADN, voz, relación de familiares, de bienes, etc.) para
hacerles seguimiento.
Base Nacional de datos sobre vehículos robados, en todo el país,
para lo subsecuente.
Líneas telefónicas para atender denuncias y sugerencias anónimas,
lo mismo sobre abusos de policías y patrullas, que sobre
delincuentes, su giro, ubicación, etc., o cómo mejorar los servicios
de inteligencia, cómo mejorar el trato de los soldados y policías
con la gente, etc.
El Alto Mando me ha asignado la responsabilidad de convocar, presidir
y encausar esta importantísima actividad, y confío plenamente en que, con la
participación comprometida de todos los aquí presentes y de las
organizaciones sociales que iremos incorporando a esta patriótica tarea,
José S. Martínez A.
151
confío (reitero) en que, al concluirla y evaluar los resultados, podamos decir
con satisfacción que, gracias a las organizaciones sociales como las ganaderas,
cumplimos con el deber de hacer cada uno nuestra parte en esta cruzada por
la seguridad interior de la Nación, pensando en un objetivo superior que es la
tranquilidad y la paz del pueblo de México, que tiene derecho a vivir en su
patria, como lo soñaron los próceres que la construyeron: con libertad y en
paz, con dignidad y con fraternidad.
Bienvenidos, otra vez, a su casa, y que, todo lo que resulte de estos
trabajos conjuntos, sea por la seguridad del pueblo de México. Muchas
gracias.
Gral. de Div. D. E. M. Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
152
DISCURSO A LOS MAESTROS
Yo soy un hombre muy débil ante las grandezas de mi patria, y los
maestros “Apóstoles de la Educación”, son una de sus grandezas, tanto, que
en esta coyuntura de cambios educativos, México, como siempre, necesita de
los mentores que aman su tarea educativa, la de los apóstoles, no de los
apóstatas que abjuran de su fe en el poder de la educación para transformar
el destino de nuestro país y del mundo.
El maestro es y debe ser un soñador, debe creer en el espíritu del
hombre, y que al final del camino le entregue su antorcha a un discípulo que
sea otro soñador.
La misión más difícil del maestro en este siglo XXI, es enseñar que es
posible ir contra la corriente del egoísmo, pensar en el otro, trabajar para
mejorar a todos.
Enseñar que los ideales no han pasado de moda y que enaltecen al
hombre.
Enseñar que el arte enriquece el espíritu humano de manera inviolable,
porque lo bello del arte es algo que nada ni nadie podrá quitarnos jamás.
Enseñar que la patria nos ha sido prestada y que mañana debemos
entregarla a nuestros hijos.
Enseñar que el futuro de los niños debe prevalecer sobre lo inmediato y
prepararlos integralmente para que sepan ser dignos y mejores ciudadanos.
Creo en la grandeza del maestro, porque a pesar de la corrupción, la
violencia, la desmedida ambición individual, el maestro ha sido capaz de
elegir su tarea de educar; el maestro ha escogido la tarea de encender fogatas
de amor y de esperanza, y querer acallar el silencio.
Porque el maestro es el poeta de la lucha social, el que con sus manos
creadoras moldea la arcilla de un futuro mejor, y que por todo eso es un ser
que no pierde la humildad; el que va a la escuela urbana o campesina, a
poner su acción transformadora diariamente, por México. El que de escuela
en escuela va cumpliendo su misión sin ostentaciones...
José S. Martínez A.
153
En ustedes, maestros, honro a todos los educadores de este país; a
quienes, como quería Mistral, convierten en escuela de espíritu, las escuelas
de ladrillos.
Todos los maestros, aunque dejen de dar clases, siguen siendo maestros,
con su ejemplo de cumplir el deber; y mientras, dejan pedacitos de su alma en
cada rincón del edificio escolar, en cada aula donde abren los ojos y las
conciencias, donde despiertan los sueños y hacen suyos los dolores y las penas
de sus discípulos, a los que alientan con palabras que enchinan por dentro, y
los orientan y comprometen a luchar, a no ser mediocres, sino los mejores,
donde la vida los ponga.
Y ahí han estado, no un día, ni un mes, ni un año; por el contrario, han
entregado su vida, sus desvelos, sus renuncias a descansos y placeres, por la
obra de dar a sus alumnos la pasión por la creación, la pasión por un pueblo
más culto, más conocedor de sí mismo, buscando para la nación un lugar
respetable, trabajando por mejorar la calidad de la obra que han realizado.
No son los años de servicio los que dan el mérito; son los años de entrega
y creación; es la obra de formación, es el resultado con calidad.
Siento especial orgullo de que estemos aquí, en esta oportunidad de un
encuentro de ustedes los formadores de México, con un soldado de la patria.
Me une a ustedes el respeto y el cariño que nacen de la admiración personal
por su obra, a la que rindo tributo de homenaje y reconocimiento,
sencillamente, porque también fui formado por maestros.
Admiramos a los maestros que se preocupan por el perfeccionamiento
de su trabajo. Los que cumplen lo mismo con los días laborables que con los
contenidos de los programas. Los que planifican, evalúan y controlan todos
los procesos y los resultados.
Por eso digo que referirse al maestro, es sinónimo de referirse al
apóstol, porque la educación es una necesidad pública, una responsabilidad
del Estado que todo gobierno debe impulsar; y, en esa tarea, todo maestro
honesto, sabe que su trabajo es una misión, no una chamba.
El magisterio es una hermosa actividad de servicio, porque más allá del
lucro están la estabilidad y el progreso del país, fundados siempre en una
José S. Martínez A.
154
excelente educación; porque sin educación no hay progreso, ni futuro; y sin
alumnos no hay maestros ni sindicatos ni escuelas ni autoridades educativas
ni programas ni patria.
El apostolado supone tener conciencia de que antes de pensar en los
pesos, debemos procesar el gran cambio permanente del Sistema Educativo.
De muy poco sirven los sueldos que se paguen y se cobren, si nada cambia.
La sabiduría del maestro descansa en su visión integral de la vida.
Cabe recordar que por las manos del maestro pasan curas, obispos y
presidentes, congresistas y ministros de justicia, alcaldes, empresarios,
militares y profesionistas de todas las especialidades. Valga esta cita para
hacer un reconocimiento a todos los maestros del país, de todos los rincones
del mapa de la patria; sobre todo para aquellos que enseñan en las escuelas
olvidadas de la montaña, la costa, el desierto, la selva y en los cinturones
urbanos de miseria, venciendo y desafiando el flagelo de los climas y de la
marginación, hasta que los vence el tiempo y la muerte.
En este convivio reconocemos ampliamente la responsabilidad social
que implica la educación, y por eso le rendimos homenaje a todos aquellos
maestros que dignifican la profesión y se comprometen y se la juegan por
México; a los que se esfuerzan por un país mejor, a los que siguen educando
en lugares donde los recursos son mínimos; a los que trabajan con ética
profesional, a veces en un sistema colapsado y corrupto, y aun así no dejan de
educar, pensando en un México mejor.
No metamos a todos los maestros en el mismo saco, porque hay una
gran verdad:
A los buenos maestros ni las carreras magisteriales viciadas ni los
gobiernos desentendidos ni los líderes venales ni las políticas educativas
equivocadas ni los edificios derruidos ni las crisis, los han hecho abdicar de su
noble misión, y allí están:
Deseando no terminar su jornada quebrados por la impotencia.
Deseando que a alguien le importen sus palabras, sus niños, su escuela y
su entrega.
José S. Martínez A.
155
Deseando que su pasión por el futuro de la patria, les dé fuerzas para
seguir siendo expositores, conductores, facilitadores, orientadores, y también
actores, amigos, enfermeros, sicólogos, entrenadores, padres sustitutos,
porteros, defensores de la ética y la fe, con pasión por enseñar y aprender;
por seguir con los portafolios llenos de ilusión, con las manos resecas por el
gis, pero llenas de caricias que entregan el corazón; sintiéndose afortunados
de ver la vida, las ideas y las esperanzas nacer cada minuto dentro del aula, y
allí ver el futuro de la patria y modelarlo...
Maestros que desean con pasión, a pesar de todo, simple y
sencillamente, seguir siendo Maestros, y ganarse a pulso ese título ¡De honor
y de grandeza!
Gral. de Div. DEM Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
156
DISCURSO A LOS MILITARES EN RETIRO
En este acto estamos en familia...
Ustedes, los militares en retiro y nosotros quienes estamos en activo,
provenimos de la misma cepa.
Como soldados hemos compartido similares experiencias, nos
conocemos y nos entendemos bien.
Como todos sabemos, en la vida del soldado hay dos momentos cruciales
e inolvidables.
El PRIMERO, cuando decidimos abrazar la carrera de las armas;
cuando nos separamos de nuestra familia, del hogar tibio y confortable, para
ir al ambiente de la disciplina, exigente y en ocasiones extenuante, en el que
sobreviven sólo quienes tienen verdadera vocación, y que, como hombres y
mujeres de honor, hay que vivir una vida en la que prevalecen la virtud y la
razón, sin pensar tanto en los bienes materiales.
Múltiples pruebas van templando nuestro carácter hasta formarnos
toda una nueva filosofía de la vida, porque solamente aquellos que arriesgan
su vida, que dejan sus mejores años donde lo exige el servicio de la patria,
incluido el campo de batalla, saben de la grandeza de ser humildes, sin
rencores ni afrentas, de manera que los años vividos no nos pesen, que el
pasado no nos queme, y que en el retiro podamos decir: HE CONSAGRADO
TODA MI VIDA Y TODAS MIS FUERZAS A LO MÁS HERMOSO DEL
MUNDO, QUE ES SERVIR Y DEFENDER A MI PATRIA.
Nuestras familias sufren siempre nuestra ausencia y la incertidumbre de
nuestro destino. Nuestros cónyuges y nuestros hijos aprenden a ser fuertes y a
darle fortaleza al jefe del hogar para que nunca flaquee.
Por eso valoramos mucho el significado de un desgarrador adiós, de un
fuerte abrazo, de un beso tierno, una madre lejana, un noviazgo anhelado,
una flor marchita, un retrato ajado, una carta escrita con lágrimas, una
canción cargada de recuerdos, el dormir bajo un árbol, un deseo reprimido,
una fecha especial y una esperanza.
José S. Martínez A.
157
Como soldados conocemos el hambre, el cansancio, la sed de un beso, el
calor de la pólvora y el frío de la muerte.
Entre nuestros tesoros más valiosos, están las tarjetas escritas por las
manos pequeñas de una niña o un niño, donde dicen lo orgullosos que se
sienten de tener como padre o como madre a un miembro del ejército, y que
le adjunten una foto para que nunca les pase nada malo. Esa es y será la
fuente de energía de todos los que portamos el uniforme militar.
Hoy, cada uno de ustedes ya puede compartir su historia de honor, y
dar ese consejo sabio que, con su ejemplo, contribuirá a la edificación de una
patria mejor.
Su huella quedó marcada en esta noble institución desde que pasaron a
retiro.
Ése es el SEGUNDO momento crucial, crítico e inolvidable del que
hablaba al principio: el retiro a nuestra casa, a la casa que nunca nos tuvo.
Ustedes ya militaron, ya se atrevieron, ya se gastaron la vida al servicio
de México, porque a pesar de todos los pesares, se llega al ocaso de la carrera
militar, con los rostros marcados por los años, pero con la sonrisa vencedora
que dice: NO FUE EN VANO.
Ustedes, los aquí presentes, quienes dignamente portan sus canas y la
sabiduría de sus años vividos sirviendo a México, pueden dar fe de que no son
los bienes materiales los que hacen al hombre o a la mujer; son sus obras, y la
obra se hace sólo cuando servimos, cuando enseñamos con el ejemplo, cuando
desinteresadamente sacrificamos tiempo, comodidades, bienes, salud y vida,
por nuestra nación.
Los soldados de ayer y hoy somos los mismos, porque lo que prevalece y
perdura en nuestros corazones aunque el tiempo nos retire, es el amor a la
patria.
Gracias por sus enseñanzas. Nosotros continuaremos la tarea.
Con ustedes aprendimos que las armas se nos entregan para
salvaguardar al pueblo, y nunca para agredirlo.
José S. Martínez A.
158
Ustedes nos enseñaron a hacer de los cuarteles nuestros hogares, de las
clases y soldados nuestra familia, y de nuestro servicio y jerarquías el más
ferviente anhelo.
Sin duda alguna ustedes extrañarán el redoblar de los tambores y las
vibrantes notas de las cornetas.
Los honores del retiro los han devuelto al hogar, pero yo sé que el alma
se quedó en el cuartel, en la sala de banderas, en el área de adiestramiento, en
la base de operaciones, y sé que, aún en el retiro, sin dudas ni regateos
estarían listos a presentarse de inmediato, a paso veloz, a cumplir con las
misiones que se les encomendaran, porque siendo retirados, nunca dejarán de
sentirse soldados.
Ustedes ya cumplieron su deber, por el honor de la patria.
Ustedes saben del coraje moral y la integridad que hacen que el
subordinado confíe en su superior.
Ustedes saben que en el ejército no sirven los líderes de barro, porque
los jefes tienen en sus manos hasta las decisiones de la vida o la muerte de sus
hombres.
Ustedes saben de cómo enseñar el camino del deber, del honor y de la
gloria.
Ustedes saben que el ejército es digno, porque está conformado por
soldados de honor, desde hace un siglo, y, muchos de esos cien años, la gloria
del Ejército Mexicano la construyeron, precisamente, ustedes.
Ustedes, hombres y mujeres en retiro, siguen siendo soldados con
dignidad, valentía y patriotismo.
Gracias a todos por su esfuerzo, su dedicación, enseñanzas y sacrificio.
Gracias, en nombre de mi General Secretario que sabe y se congratula
de este acto.
Muchas gracias, y, en nombre de los que aún estamos con las botas
puestas, les decimos que estamos con ustedes en este fin de año, porque aquí,
y donde sea, y en las condiciones que sean, ¡Seremos siempre soldados de
México!...
Gral. de Div. DEM Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
159
ANIVERSARIO DE LA CREACIÓN DEL ESTADO DE BAJA
CALIFORNIA
NUEVAS MEDIDAS EN BENEFICIO DE LOS CONSCRIPTOS Y
DÍA DE LA BANDERA
Para quienes somos del centro o del sur de la patria, Baja California es
un paisaje que impresiona:
Tierra alargada, rodeada de mar; tierra que aman con entrañable
cariño todos sus hijos, ciudadanos honestos, de lucha, trabajadores, con alto
sentido de identidad, solidarios y amistosos.
Además de sus galas desérticas, Baja California tiene sus panoramas
marinos, con vistas fascinantes y crepúsculos incomparables, que hacen el
deleite de la vista de propios y extraños.
Baja California es paisaje de matorrales, chamizo y gobernadora;
cactáceas, yuca, jojoba y palmilla.
Baja California es tierra extrema, tierra caliente y helada de playas y
bahías, de arrecifes y acantilados, de la Rumorosa y la Bufadora, del Valle de
Guadalupe con su vendimia en agosto.
La de los matorrales, pitahayas y chaparrales; la de campiñas tapizadas
de algodonales, olivares, sorgo y trigo.
Baja California la de la Isla Pescadora y los barcos pesqueros; la de las
misiones de San Bruno y Mulegé... la de los cinco entrañables municipios
empezando por éste, Mexicali, su capital. Ciudad progresista cuya vocación
transitó de lo agrícola a lo industrial. Ciudad del museo Universitario, el de
Cucapé y “El Asalto a las Tierras”.
Y Tijuana, capital mundial de los televisores, la ciudad más poblada del
estado, “La Puerta de México” cuyo lema es: “Aquí empieza la patria”.
Tijuana que, junto con Rosarito, Tecate y San Diego, integran la zona
metropolitana “transnacional” más grande del país, con más de cinco
millones de habitantes. La ciudad fronteriza más visitada del mundo que
cruzan cada año más de 50 millones de personas.
José S. Martínez A.
160
Y Ensenada “La Bella Cenicienta del Pacífico”, puerto ubicado en la
“Bahía de Todos los Santos”, punta de lanza en investigación científica, que
ha sido declarada “Ciudad del Conocimiento”.
Y Tecate, pueblo mágico en la Ruta del Vino, con su cervecería
Cuauhtémoc-Moctezuma reconocida internacionalmente; con sus campos
ganaderos, con sus montañas de formaciones rocosas y sus parques
ecológicos. Tecate espacio de rocas gigantescas que parecen de otro mundo,
como escenario extraterrestre.
Y Playas de Rosarito, cuyo nombre viene de “El Rosario” como se
llamaba a fines del siglo XVIII, y más antes “Misión de San Arcángel de la
Frontera”, hoy destino de playa en el Corredor Turístico Tijuana-Ensenada.
Prolijo sería describir Guerrero Negro con la exportadora de sal más
grande del planeta. Santa Rosalía con su iglesia de hierro diseñada por Eiffel.
San Felipe, donde el desierto y el mar se entreveran en una diversidad
biológica única en el mundo, y su valle de los gigantes con los cardones más
grandes que existen; y cuanto pudiéramos decir de Ciudad Guadalupe
Victoria, Ciudad Morelos, Los Algodones, San Agustín, y tantos otros
lugares.
Hace 20 mil años llegaron a la península los primeros grupos nómadas.
Las pinturas rupestres son evidencia de ello aquí en Mexicali, ciudad que
custodia en su museo Universitario fósiles de mamut y utensilios
antiquísimos.
De esos migrantes surgieron los cochimíes “hombres del norte”, y raíz
primigenia de la población actual.
Fortún Jiménez, en 1533 descubrió la península, y las expediciones de
Hernán Cortés trajeron como consecuencia el nombre de California.
En 1596, con sus expediciones, Vizcaíno desafió al tiempo, bebiendo
horizontes, auroras y atardeceres frente al embrujo californiano de este mar
de perlas.
En 1683 llegó el padre Kino a Baja California, y en la Sierra de Juárez
fundó la red de misiones, introdujo la ganadería, enseñó el cultivo de la tierra
José S. Martínez A.
161
y fundó pueblos, sin atentar contra las cosmogonías indígenas, para explicar
su paisaje de cielo, tierra y mar.
En 1769 puso pie en estas tierras el querido padre misionero Fray
Junípero Serra.
En 1887 por disposición de Porfirio Díaz, Baja California se dividió en
los distritos Norte y Sur.
De 1823 a 1952, Baja California fue Territorio sujeto a los poderes
centrales.
De 1910 a 1950, la población de Baja California creció 50 veces con
migrantes del interior de la república, así como de Alemania, Francia, Rusia,
China, Japón y de otros países.
En esta ceremonia nos importa el siguiente dato:
En 1952, el 16 de enero, se publicó el decreto del presidente Miguel
Alemán Valdés, por el que se creó el estado de Baja California, hace 62 años.
El 1° de diciembre de ese 1953, tomó posesión el primer Gobernador
Constitucional del Estado, Lic. Braulio Maldonado Sánchez.
A la fecha contamos con avances como los siguientes: industria sólida,
potencial inmejorable en la utilización de los recursos naturales, pluralidad
política, avances en ciencia y tecnología, logros en materia educativa, obras de
infraestructura y coordinación interinstitucional que nos colocan como
destacada entidad en la región noroeste del país.
Hoy y aquí, frente a los jóvenes conscriptos clase 1996, permítanme
recordar algunos datos sobre el servicio militar, para enmarcar una
información importante en favor de la juventud:
La situación que prevalecía en Europa en 1939, fue el motivo de la
creación del Servicio Militar Nacional, la instrucción militar y el servicio
militar obligatorio, establecidos en nuestro país para fortalecer los efectivos
del Ejército, con reservas capaces de responder con buen éxito a las
exigencias de una guerra moderna.
En 1940 se promulgó la ley y el reglamento del servicio militar.
José S. Martínez A.
162
En 1942 por decreto del entonces Presidente de la República, General
Manuel Ávila Camacho, se inició la puesta en marcha del servicio con los
conscriptos de la clase 1924, encuadrados el 1 de enero de 1943.
De 1943 a 1948, se acuarteló el personal agraciado con bola blanca.
De 1949 a 1978, el Servicio Militar Nacional se llevó a cabo mediante
sesiones dominicales de 5 horas.
De 1979 a 1996, el Servicio Militar Nacional fue impartido en las
Unidades, Escuelas, Dependencias y Unidades de Servicio Militar Voluntario
del Ejército y la Fuerza Aérea Mexicana.
A partir de 1980 las sesiones de adiestramiento se imparten los sábados,
continuando vigente hasta la fecha.
En el año 1997 se reorientó el Servicio Militar Nacional en cinco
Programas de Beneficio Social (Educativo, Deportivo, Rescate del Acervo
Cultural, Marcha Contra las Adicciones y Labor Social) que prevalecieron
hasta 2005.
A partir del año 2006 únicamente se desarrolla el Programa de
Adiestramiento Militar.
Las circunstancias actuales de los jóvenes que ni estudian ni trabajan,
han motivado al gobierno de compromiso del Presidente Enrique Peña Nieto
a buscar soluciones pertinentes.
A continuación doy a conocer importantes medidas que, para beneficio
de los jóvenes conscriptos, pone en marcha nuestro Alto Mando en toda la
nación, a partir de este año de 2014:
Se van a encuadrar en compañías, por 3 meses, a los conscriptos que así
lo deseen, y de allí van a salir con su cartilla liberada después de recibir
capacitación para protección civil sobre el plan DN3E (Auxilio a la población
civil en caso de desastre). Además, los empresarios del estado van a
proporcionarles preparación técnica en sus empresas, y, cuando concluyan,
recibirán un reconocimiento y la opción de ir a una escuela militar de
educación media superior, o de tomar otras opciones como las siguientes:
podrán entrar a trabajar en la propia empresa, en algún cuerpo de policía, o
José S. Martínez A.
163
ingresar a la tropa o a protección civil. Durante esos tres meses que estén
encuadrados se les darán apoyos económicos para gastos personales.
En resumen:
Al cumplirse el LXII aniversario de la erección del estado de Baja
California, y en la conmemoración del día de la bandera, los conscriptos
tendrán dos opciones para cumplir con su servicio militar.
PRIMERA OPCIÓN:
Podrán tomar su adiestramiento los sábados, básicamente para
aprender a obedecer, a tostarse la cara, a sentir cariño por el cuartel y a
vibrar por dentro al ver flamear la bandera tricolor, la sacrosanta bandera
que es herencia de los consumadores de la independencia, como Símbolo
Supremo de la Patria.
Aprenderán a defender con las armas el honor de esa bandera que es el
pendón de México y estar listos para acudir a donde quiera que la patria los
necesite, orgullosos de ser conscriptos-soldados, si fuera preciso, entre los
relámpagos de los fogonazos...
SEGUNDA OPCIÓN:
Podrán encuadrarse voluntariamente por 3 meses, como guerreros que
se preparan para la paz y el progreso, para contribuir a que se acaben el
olvido y la falta de oportunidades para los jóvenes... con esta opción serán los
herederos de la sabiduría de esa patria que llevan tatuada con la sangre de los
héroes, la nueva patria con un pueblo sin odio y sin rencor.
SEÑORAS Y SEÑORES,
JÓVENES DE LA CLASE 1996:
Baja California es tierra árida y noble, es frontera productiva que
merece ser aún mejor.
Esta tierra de “cachanillas”, de largo invierno y largo verano, con todo
y sus tolvaneras de arena, es la casa y el orgullo del pueblo bajacaliforniano
rodeado de mar, montaña y desierto.
Ustedes, los conscriptos clase 1996, anticipados y remisos, podrán
escuchar la voz de los clarines en su instrucción militar los sábados, o,
José S. Martínez A.
164
encuadrados en una compañía, podrán capacitarse bajo el airón de la
bandera nacional, que hoy en su día, y siempre, es nuestra eterna compañera.
Para tomar esa decisión, ustedes, jóvenes ¡Tienen la palabra!... Sean el
símbolo en la acción.
Hoy la patria se compromete con ustedes, y esperamos que ustedes ¡Se
comprometan con la patria!
Gral. de Div. DEM Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
165
CENTENARIO DE LA OCUPACIÓN ESTADOUNIDENSE DEL
PUERTO DE VERACRUZ
La hipocresía y la ambición fueron los motivos centrales de ese acto de
piratas que se conoce con el nombre de intervención norteamericana.
El atentado de Veracruz no es el acto gallardo del hombre que se entre
pone entre el verdugo y la víctima, sino el asalto del bandido, llevado acabo
por sorpresa y por la espalda.
La invasión de Veracruz por las fuerzas del capitalismo yanquee, no es
el asalto audaz a la trinchera, en pleno día y a sangre y fuego, sino el golpe
asestado en las tinieblas por un brazo invisible.
La mano que clavó en las alturas de la ciudad sorprendida la bandera
de las barras y las estrellas, no fue la robusta mano del héroe, inspirado en
altos ideales, sino la mano del negociante, que lo mismo sabe vaciar los
bolsillos del pueblo, como azuzar sus perros contra el mismo pueblo cuando
éste muestra poca disposición para ser desvalijado.
Esos fueron los motivos de la invasión norteamericana.
Mentira que el insulto a la bandera de los Estados Unidos haya
precipitado la ocupación de Veracruz. Si el derecho de propiedad privada y el
principio de autoridad no se hubiesen bamboleado en México al empuje de los
revolucionarios, no hubiesen intervenido, así se hubiera manchado su
bandera con la saliva de Huerta.
El incidente de Tampico donde 9 marinos desembarcaron al mar en un
bote rodeando la bandera estadounidense, lo que contravenía la prohibición
de la comandancia militar de navegar y de desembarcar en ese zona, no era
causa para una invasión, máxime que hubo pláticas de avenimiento. Fue el
miedo a perder, para sus negocios, ese rico filón de oro que se llama México.
Este 21 de abril se conmemora el centenario de la defensa popular
contra la invasión estadounidense del puerto de Veracruz.
Una vez más el pueblo veracruzano protagonizó una de las páginas más
heroicas de la resistencia de los mexicanos frente al intervencionismo de
Estados Unidos.
José S. Martínez A.
166
La derrota de Huerta era inevitable…
Hacia abril de 1914, cuando empezó el asalto al centro del país con los
ejércitos norteños, los marines norteamericanos invadieron Veracruz para
impedir que Huerta recibiera un embarque de armas procedente de Estados
Unidos en forma de contrabando, vía Europa.
Al entrar a Veracruz la soldadesca estadounidense, el ejército regular
abandonó el puerto sin presentar combate al invasor, y fue el pueblo el que de
manera espontánea y sin un plan preciso de defensa, se lanzó a las calles,
levantó parapetos improvisados, se posesionó de las esquinas, de las azoteas,
de los balcones y campanarios y con escasos pertrechos y unas pocas armas,
se dispuso con su lucha perdida de antemano a defender la soberanía y la
dignidad nacionales. El combate que se libró no podría ser más desigual,
Estados Unidos protegiendo sus vastos intereses económicos en nuestro país
(petróleo, minas, tierras, ferrocarriles, etc.) y pretendiendo erigirse en árbitro
supremo del conflicto revolucionario en marcha, hundió naves mexicanas
frente al puerto de Veracruz: 44 barcos de guerra, 3 buques-hospitales y
varias unidades más de aprovisionamiento, iniciando el desembarco, que en 4
días llegó a situar en el terreno a más de diez mil hombres. La fuerza
expedicionaria contaba con los medios de guerra más modernos de la época:
rifles de repetición Lee, la ametralladoras Gatting y Colt, artillería de grueso
calibre, ilimitado suministro de municiones y pertrechos bélicos y, además, el
apoyo artillero de la flota anclada en la bahía.
Con anterioridad al desembarco, los agentes estadounidenses habían
logrado neutralizar la posible participación en la defensa del puerto, del
ejército federal mexicano al mando del general Gustavo A. Maass, de las
tropas de Victoriano Huerta (el usurpador que dio golpe de estado al
presidente Madero) conminándolo a no resistir y a dejar la plaza.
Efectivamente en las primeras horas del 21 de abril, Maass se retiró del
puerto rumbo de Tejería, abandonando a la población a su suerte y
llevándose el grueso de sus tropas, la mayoría de sus armas pesadas y ligeras
con su dotación de municiones, llegando incluso a olvidar en su precipitada
José S. Martínez A.
167
huida, la bandera del batallón que comandaba, su espada y sus
condecoraciones.
El pueblo inerme se vio de pronto enfrentado a un hecho consumado: la
cuarta invasión extranjera en menos de un siglo, sin más medios de defensa
que su profunda indignación y su decisión de resistir.
Ante la evacuación de la plaza por parte del ejecito federal y
subestimando la capacidad de respuesta de nuestro pueblo los yankees
ocuparon confiados posiciones estratégicas cercanas al muelle. En los planes
estadounidenses no esperaban encontrar resistencias en la toma del puerto. El
poderío de la flota naval y la visible demostración de fuerza expresada en el
desembarco masivo, hacía difícil suponer un ataque contra las fuerzas
invasoras.
No obstante, el estupor inicial y la vergüenza del pueblo veracruzano al
propagarse la noticia del desembarco, se olvidaron al escuchar los primeros
disparos aislados: un solitario y modesto policía municipal, Aurelio Monfort,
descargó airado su pistola frente a un nutrido contingente de marines, siendo
inmediatamente acribillado por el fuego cruzado de la fusilería enemiga.
El pueblo reclamaba armas con exasperación peleándose incluso por las
pocas que habían sido dejadas por el ejército. Otros se armaban con algunos
rifles, pistolas ofrecidas por vecinos y comerciantes. Algunos patriotas
esperaban turnos, en medio del combate para recoger las armas de los caídos.
Se registró un caso en el que 8 voluntarios civiles combatieron con un solo
rifle por horas.
Grupos de voluntarios civiles y algunos militares patriotas al mando del
coronel Manuel Contreras se distribuyeron en grupos pequeños por los
edificios y las esquinas de la ciudad sitiada.
En la escuela naval, los alumnos se apresuraron a la lucha bajo el
mando del comodoro Manuel Azueta, siendo la única unidad militar
organizada que resistió a los invasores.
El tiroteo se generalizó. La escuela naval y varios edificios de la ciudad
recibieron el impacto del bombardeo proveniente de los cruceros y
destructores, mientras los marines, barrían las calles con balas expansivas
José S. Martínez A.
168
Dum Dum, prohibidas por las regularizaciones internacionales de la guerra
en esa época.
No obstante la desigualdad en las fuerzas contendientes el pueblo
resistió con denuedo más de 24 horas; todavía en la tarde del 22 se
escuchaban esporádicos tiroteos. Se dieron actos de gran heroicidad en la
lucha como el de José Azueta, ex alumno de la escuela naval, hijo del
comodoro y teniente de artillería, quien empuñó al descubierto una
ametralladora para lograr más efectividad en sus disparos, hasta que cayó
gravemente herido. Cuando los estadounidenses le ofrecieron ayuda médica
Azueta la rechazó y les respondió: “de los invasores no quiero ni la vida”.
De entre el pueblo se distinguieron en las escaramuzas armadas:
artesanos, empleados, albañiles, comerciantes humildes, hombres y mujeres
que fueron dejando sus vidas en los puntos de mayor resistencia. Andrés
Montes, modesto ebanista combatió todo el día a los invasores. Por la tarde
del 21 pasó a su casa a dejar algunas provisiones; y antes de regresar a la
lucha escribió una carta a su hijo menor: “hijo mío: si algún día vuelve a
repetirse esto que está pasando ahora, defiende a tu patria como lo estoy
haciendo yo, tu padre”. Ante los ruegos de su esposa para que no saliera más
de su casa Andrés exclamó: “ahorita no tengo madre, ni esposa ni hijos, sólo
veo que tengo una patria muy linda, y que tengo que defenderla de la infamia
yanquee”. Este hombre del pueblo cayó a las 8 de la noche de ese día con el
estómago perforado por una bala expansiva en la esquina de las calles de
Arista e Independencia. Niños y mujeres se dedicaron a cooperar en la
defensa e incluso participaron en la lucha contra el invasor. Se recuerda a
una mujer llamada América, quien recibió a los yanquis a tiros al
aproximarse a la zona de tolerancia del puerto. Sectores importantes de la
colonia española ofrecieron resistencia a los invasores, registrándose muertos
y heridos entre los mismos. Al finalizar el día 22 la resistencia terminó con un
saldo de centenares de muertos por parte del pueblo veracruzano. La
soldadesca invasora hizo piras con los cadáveres de los patriotas y los
quemaron sin respeto alguno. Muchos combatientes fueron hechos
prisioneros y retenidos en las cárceles durante la ocupación. Centenares de
José S. Martínez A.
169
heridos fueron atendidos por médicos y estudiantes de medicina voluntarios
que cumplieron abnegadamente ese trabajo. La mayor parte de los muertos y
heridos eran pueblo. Los grupos militares que combatieron: la escuela naval y
algunos soldados y oficiales del 19 batallón de infantería, resistieron hasta las
7:30 de la noche del día 21. De ellos murieron José Azueta, Virgilio Uribe,
Jorge Alacio Pérez, Benjamín Gutiérrez, de los que se registraron. No
obstante, la mayoría, más de los 500 muertos en acción se debió a los
bombardeos y a la represión yanquee indiscriminada. Fueron héroes
anónimos sin lápidas ni monumentos que honren su memoria; es más, varias
de las placas que recordaban a las víctimas de la intervención yanqui en el
muelle y en otros lugares del puerto fueron destruidas por autores
municipales en un esfuerzo continuo de negar al pueblo su lugar en la
historia: borrar todo aquello que fortalezca el espíritu antiimperialista de los
mexicanos. La resistencia del pueblo no terminó en la lucha denodada de los
días 21 y 22 de abril. Hubo numerosos atentados contra las tropas yanquis
durante la ocupación, en grado tal que se impuso la ley marcial, y los
porteños fueron obligados a dormir con los balcones y las puertas abiertas
debiendo permanecer las luces encendidas durante la noche.
La lucha por la soberanía se dejó sentir también de otras maneras.
Sectores importantes de la población no se plegaron a las amenazas y los
ordenamientos del gobierno militar impuesto por los invasores. Entre ellos
hay que destacar casos individuales de patriotismo anónimo. El guarda-faros
de la Isla de Lobos, cercana al puerto, fue conminado a trabajar con los
yanquis a lo que respondía: “no señor, yo no les trabajo a ustedes, yo no
traiciono a mi patria ni les he de trabajar por ningún dinero que me den o
aunque me tengan preso todo el tiempo que quieran”.
Los entierros de José Azueta y del capitán Benjamín Gutiérrez el 11 y 23 de
mayo, respectivamente, se transformaron en desafiantes manifestaciones de
protesta por la ocupación extranjera. Miles de ciudadanos siguieron los
cortejos fúnebres por las principales calles de la ciudad.
Seis largos meses duró la ocupación del puerto. Por fin, el 24 de
noviembre de 1914 las tropas constitucionalistas entraron a Veracruz
José S. Martínez A.
170
mientras simultáneamente los invasores yanquis se embarcaban en el muelle.
Así terminaba una más de las intervenciones de Estados Unidos a nuestro
país.
Cada mexicano caído en la defensa de Veracruz es un eslabón vibrante,
y todos, un himno de fe y esperanza en los destinos de nuestro país. Esos
fueron los cadetes de la escuela naval de Veracruz, algunos soldados y
oficiales del 19 batallón de infantería, y los hombres, mujeres y niños del
pueblo que acudieron a la cita terrible de la muerte con la espontaneidad, el
silencio, y la humildad que son los atributos del verdadero heroísmo popular.
Muchos de ellos ni siquiera dejaron un nombre para identificar sus huesos en
el panteón, pero para cada uno de ellos hay un voto de gratitud en el corazón
de cada mexicano, porque con las armas de la desesperación y el patriotismo
lucharon con denuedo por el decoro y la dignidad del pueblo. Así, mientras el
país entero ardía en aquel incendio depurador de la contienda civil, mientras
los soldados de Victoriano Huerta abandonaban la ciudad a los marines
americanos, Azueta, Uribe, Alacio y sus compañeros no tardaron un segundo
en encontrar y seguir el camino de su deber; no se arredraron ante los
cañones de 12 pulgadas ni ante los diez mil hombres que anunció el almirante
Fletcher, ni se detuvieron a pensar siquiera si iban a ver el fruto de su
intrépido sacrificio; les bastó tan sólo escuchar en su corazón el llamado de su
patria ultrajada.
El 23 de abril, don Venustiano Carranza en comunicación dirigida al
presidente Wilson de Estados Unidos le decía: LA PERMANENCIA DE
TROPAS EN UN PAÍS INDEPENDIENTE Y SOBERANO, ES UNA
INVASIÓN INJUSTIFICADA, PORQUE NO PUEDE HABER DERECHO
CONTRA EL DERECHO DE INVIOLABILIDAD TERRITORIAL,
ADEMÁS, DEBE TENERSE MUY EN CUENTA QUE SI UN PARTIDO
POLÍTICO PARA LLEGAR AL TRIUNFO DE SU CAUSA, SE APOYA EN
UNA INVASIÓN EXTRANJERA, AUNQUE ÉSTA SEA PARCIAL, FALTA
AL CUMPLIMIENTO DE SUS DEBERES PARA CON LA PATRIA.
SEÑORAS Y SEÑORES:
José S. Martínez A.
171
Yo creo, como decía Ignacio Manuel Altamirano: QUE EL CIELO
DONDE HABITAN LOS HÉROES REPOSA SOBRE LA TIERRA
PORQUE LOS HÉROES VERACRUZANOS ESTÁN AQUÍ ENTRE
NOSOTROS, PORQUE ELLOS NO DUERMEN, PORQUE ELLOS NO
HAN MUERTO, PORQUE ELLOS, EL 21 DE ABRIL DE 1914,
DESPERTARON DEL SUEÑO DE SUS VIDAS PARA GLORIA Y
ORGULLO DE LA PATRIA.
He dicho.
Gral. de Div. D. E. M. Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
172
DISCURSO DE HONORES A LA BANDERA DEL MES DE JULIO
Mexicali, B. C., 2015
La bandera tricolor mexicana surgió con el Plan de Iguala en 1821,
conforme al cual se formó el Ejército de las Tres Garantías, simbolizadas en
los 3 colores: el blanco, simbolizaba la religión, la fe católica… el rojo
simbolizaba la unión entre europeos y americanos y el verde, simbolizaba la
independencia de España, bandera confeccionada por el sastre José
Magdaleno Ocampo, en franjas diagonales con una estrella en cada franja.
Ese primer significado fue cambiado a mediados del siglo XIX debido a
la secularización del país, liderada entre otros liberales por el entonces
Presidente de México don Benito Juárez.
El nuevo significado atribuido a los colores en esa época fue: verde,
esperanza; blanco, unidad, y, rojo, la sangre de los héroes.
Actualmente, como el artículo 3 de la Ley sobre el Escudo, la Bandera y
el Himno Nacionales no da un simbolismo oficial de los colores, se les pueden
atribuir y se les han atribuido incontables significados.
El escudo está posesionado en el centro de la franja blanca y está
inspirado en la señal para el fin del peregrinaje de los mexicas indicando
dónde fundarían la ciudad de México-Tenochtitlan. De acuerdo con las
creencias religiosas de los mexicas, éstos habían salido de Aztlán buscando el
lugar propicio para edificar su nueva ciudad. El dios Huitzilopochtli les
indicó que en el lugar donde encontraran un águila devorando una serpiente
parada sobre un nopal, deberían construir su ciudad. Luego de 200 años de
buscar dicho lugar, los mexicas encontraron la señal en el islote de
Tlacocomolco en el Lago de Texcoco.
El diseño actual del Escudo Nacional es obra de los arquitectos Pedro
Moctezuma Díaz Infante y Francisco Eppens Helguera y está constituido por
un águila mexicana de perfil con el lado izquierdo expuesto, desplegando la
José S. Martínez A.
173
parte superior de las alas en actitud de combate, con el plumaje caído tocando
la cola y las plumas de ésta en abanico natural posada su garra izquierda
sobre un nopal florecido que nace de una peña que emerge de un lago. Esa
águila mexicana sujeta con la derecha y con el pico, en actitud de devorar a
una serpiente curvada, de modo que armonice con el conjunto. Varias pencas
del nopal se ramifican a los lados. Dos ramas, una de encino al frente del
águila y otra de laurel al lado opuesto forman entre ambas un semicírculo
inferior y se unen por medio de un listón dividido en tres franjas que, cuando
se representa el Escudo Nacional en colores naturales, corresponden a los de
la Bandera Nacional.
La descripción general del Escudo Nacional está contenida en el
Artículo 2 de la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales.
La Bandera Nacional que se utiliza hoy en día, fue oficialmente
adoptada por decreto del 16 de septiembre de 1968.
Nuestro Escudo Nacional es símbolo de victoria y de lealtad.
Es un símbolo que representa a todos los estados que conforman el país
de México y tiene actualmente una representación tal, que en todos los
documentos oficiales, monedas y símbolos nacionales, se encuentra presente.
La conformación actual del Escudo Nacional es precedida de otras
colocaciones, en las que el águila tuvo otras posiciones como las alas abiertas.
El símbolo fue utilizado como estandarte por las poblaciones indígenas que al
consumarse la Conquista, lo seguirían utilizando pero enmarcado en pencas
de nopal, que significan a reyes indígenas vencidos.
Ya durante la lucha de Independencia en 1811, la Suprema Junta
Nacional establecida en Zitácuaro, utilizó como sello en su documentación
oficial el águila mexicana.
Concluido el Imperio de Iturbide, se constituyó este símbolo, pero
además con ramos de encino y laurel, emblemas de fortaleza y victoria.
José S. Martínez A.
174
Durante el gobierno del primer presidente de México, don Guadalupe
Victoria, se acuñó moneda con el Escudo Nacional Mexicano en la forma
antes mencionada, y fue hasta la época del presidente don Porfirio Díaz,
cuando la bandera nacional adoptó en forma oficial bandas verticales y el
águila de frente con las alas extendidas.
El Presidente de la República don Venustiano Carranza, en 1916,
decretó que el Escudo Nacional tuviese el águila de perfil.
El águila representa la fuerza cósmica del sol, la serpiente las
potencialidades de la tierra. El águila devorando la serpiente significa la
unión de los principios vitales orientados hacia la superación con una audaz
disposición a la lucha. El nopal era, para los antiguos mexicanos, una
hermosa planta atractiva y original, propia del paisaje, que habría de dar
nombre a la gran Tenochtitlan, que en su más sencilla acepción significa
“entre tunas y nopales”.
Por todo esto, la Bandera Nacional con su imponente Escudo, es el
símbolo que nos enorgullece a los mexicanos, en territorio propio o ajeno,
porque nos identifica como hermanos, porque la bandera es la encarnación,
no sólo del sentimiento, sino de la historia, y es un símbolo de unión, esfuerzo
y entrega de los mexicanos.
Sumarnos hoy en esta plaza, significa que somos mexicanos de corazón,
que nuestro deber es honrar a la Patria alzando la bandera en lo más alto;
que no queremos nada para nuestro egoísmo, sino que nuestra gloria será
siempre ver libre la bandera de nuestro pueblo.
Los grandes próceres fueron ejemplo de amor a la patria entre las
piedras y el fuego, frente a la tempestad o en medio de la sequía, y ustedes,
jóvenes estudiantes, significan con su presencia que la bandera no se agita de
balde en el vacío, que no la arriarán derrotados, que es una bandera nueva
con su entusiasmo, con su capacidad de buscar y decir la verdad, con su
fuerza para luchar por lo que quieren, sabiendo que no hay caminos cortos
para el éxito, que el mejor camino es el estudio, el trabajo y el esfuerzo, que
José S. Martínez A.
175
tienen que responderle al país estudiando, sin olvidar que ustedes tienen un
arsenal de conocimientos en lo que les transmiten sus padres y sus maestros.
Como buenos estudiantes, confirmarán que la historia registra millones
de cadáveres de indios en la Conquista, ríos de sangre en la lucha de
Independencia, sangre a raudales en las guerras intestinas por la
Intervención, el Imperio y el Santanismo; mas sangre en la Reforma, y sangre
vertida por los mártires de Río Blanco y Cananea, además de la sangre de
aquellos mexicanos anónimos que cayeron en la Revolución, y toda esa sangre
es sangre que reclama, desde el Lábaro Patrio, justicia para el pueblo que
tiene derecho a reclamar, porque mientras no tengamos una paz total, la
bandera tricolor significará el anhelo de la justicia plena, y el día que la
justicia sea una clara realidad, la Bandera Nacional significará paz entre los
hombres que viven en un régimen de justicia, que es por lo que actualmente
trabaja nuestro Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas de México.
Hay que recordar los principios ideológicos de los padres de la patria, y
vestirnos de ese amor patriótico, y hacer nuestros esos principios como que
somos hijos verdaderos de México, y vivir en carne propia los mismos anhelos
que hicieron a nuestros ancestros llegar hasta el sacrificio en pro de la
soberanía de que hoy gozamos.
Ustedes, jóvenes, tienen la obligación de mejorar el país que sus padres
les van a entregar, como nosotros estamos trabajando por lograr un México
mejor al que recibimos.
En ello está puesto el empeño del Primer Jefe de la Nación y de nuestro
General Secretario, quienes tienen presente nuestra historia, pero también el
presente que nos acontece, y que debe confrontarnos con quiénes somos, de
dónde venimos, y qué espera la nación de sus hijos.
Como lo ha dicho el señor gobernador, Baja California es la puerta de
entrada a la Patria y, desde aquí, al ver ondear nuestra bandera nacional
queremos inculcar el sentimiento invaluable de amor a nuestra nación, y ser
José S. Martínez A.
176
protagonistas levantando los corazones para saludarla en su heroísmo de ayer
y en su noble grandeza de hoy, y decirle, henchidos de emoción:
Bandera de México, musa de la victoria, reina de todos los pendones,
síntesis del amor a la patria, palio enriquecido por la gloria, el honor, el valor,
el heroísmo y la lealtad del Ejército Mexicano que encarna a nuestro pueblo:
tu fuerza, bandera querida, nos motiva para rendirte el homenaje que
mereces, como lo hemos hecho generación tras generación, como lo hacen
desde los párvulos hasta los jóvenes universitarios, como lo hacemos niños y
viejos, porque nos haces vibrar, para no olvidar jamás que un pueblo
soberano como nosotros, tiene el derecho de tener una patria donde no
sobreviva el más fuerte, sino que en un ambiente de Respeto, Equidad y
Justicia, todos por igual podamos hacer valer las garantías que se consagran
en nuestra Constitución.
¡Viva la gloriosa Bandera de México!
Gral. de Div. D. E. M. Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
177
DESFILE MILITAR DEL 16 DE SEPTIEMBRE DE 2012
ANIVERSARIO DE LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO
CRÓNICA
C. Gral. de Div. D. E. M. Guillermo Galván Galván, Secretario de la
Defensa Nacional:
Me permito informar a usted sobre los PORMENORES DEL DESFILE
MILITAR realizado el día de hoy por las Fuerzas Armadas de México.
La mañana presagiaba lluvia, pero se tornó clara y transparente en el
centro de la Ciudad de México. La plancha del zócalo lucía como un mosaico
humano formado por las tropas y sus mandos. Las tribunas estaban
pletóricas.
Una hora antes de que se iniciara el desfile, la banda de guerra, la
banda de música y el coro del Ejército y la Fuerza Aérea, amenizaban el
ambiente interpretando música mexicana y ejecutando marchas militares.
En ceremonia por demás imponente, conforme al dispositivo de honor,
se izó la monumental Insignia Patria que se iba elevando al ritmo del
conmovedor CANTO A LA BANDERA. El pueblo, puesto de pie, se mostraba
expectante y emocionado en acto tan pleno de respeto y de entrañable
mexicanidad, uniéndose a los honores con su saludo y su cívica conducta.
Un momento culminante de inicio, fue el PASE DE REVISTA a las
tropas que desfilarían ante el pueblo de México, del que orgullosamente
provienen y forman parte.
Con marcialidad, orden y disciplina, SE DESALOJÓ LA PRIMERA
LÍNEA para darle entrada a los vehículos que transportaban las partes del
puente de 90 metros que, en un alarde de ingeniería y rapidez, fue
ensamblado, para de inmediato ser cruzado por tres tanques blindados de
cerca de 8 toneladas de peso cada uno, prueba de la solidez, resistencia y
José S. Martínez A.
178
fortaleza, de ese puente que será de gran utilidad en los desastres naturales,
mediante el Plan DN-III-E.
Con las notas de la marcha de honor tocada por la banda de guerra,
más los acordes del Himno Nacional entonado por la banda de música y
cantado por las voces imponentes del coro, las tres agrupaciones del Ejército
y la Fuerza Aérea, se le rindieron los HONORES AL C. PRESIDENTE DE
LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, Comandante Supremo de las
Fuerzas Armadas de México, de conformidad a lo establecido en el
Reglamento del Ceremonial Militar.
Qué vibrante emoción la del EXHORTO “Ejército, Armada y Fuerza
Aérea Mexicanos”… al obtener la respuesta vigorosa salida de los pechos y
las gargantas de las tropas: LA PATRIA ES PRIMERO, pensamiento
reafirmado por el mosaico realizado al centro de la Gran Plaza, formando la
Bandera Tricolor, con la propia frase inmortal del Caudillo don Vicente
Guerrero.
DEL CIELO A LA MISIÓN es el lema de LOS PARACAIDISTAS, al
arrojarse desde las aeronaves militares, como lo hicieron ocho elementos de la
Brigada de Fusileros y cuatro de las Fuerzas Especiales de la Armada de
México, en caída libre, dando muestras de adiestramiento y gran valor desde
un helicóptero M1-17, para arribar con desplazamientos controlados, a la
plancha del zócalo como punto de impacto, entre los colores de la bandera y
los aplausos del pueblo.
De dos helicópteros enormes, suspendidos en el aire: uno Cougar y un
Black Hank de la Fuerza Aérea Mexicana, descendieron por soga rápida,
elementos de las FUERZAS ESPECIALES, haciendo honor a su lema: EN
LA SELVA, EN EL DESIERTO O EN CUALQUIER OTRO LUGAR, LAS
FUERZAS ESPECIALES SU VIDA OFRENDARÁN, aterrizando los dos
aparatos sobre el puente.
Había que solicitar AUTORIZACIÓN PARA INICIAR EL DESFILE y
así se hizo, en congruencia con el protocolo, y con la mística por convicción,
José S. Martínez A.
179
de que el soldado mexicano, encarnación del pueblo, sabe que la fortaleza de
un ejército estriba en la disciplina rigurosa y en la obediencia inflexible a sus
oficiales y jefes, con plena conciencia de que un soldado verdadero muere en
su puesto si es preciso, antes de desacatar una orden o denigrar su honor. Un
militar mexicano antes de aprender a mandar aprende a obedecer.
Las bandas de guerra y de música iniciaron sus marchas, y,
simultáneamente al desfile por tierra, en el aire los aviones Pilatus realizaban
la FLOR DE LIZ. El pueblo expresaba su emoción en la enorme plaza.
Por los imponentes magnavoces, se escuchaba la explicación de las
motivaciones históricas del desfile, poniendo énfasis en cuáles son las cinco
misiones generales de las Fuerzas Armadas, lo que es importante, dado que,
los soldados mexicanos al realizar sus misiones, saben perfectamente bien
que, vencer sin peligro es triunfar sin gloria, por lo que en cada misión
arriesgan su vida y cuidan su honor. Encabezó el desfile el
AGRUPAMIENTO HISTÓRICO LLAMADO BATALLA DEL CINCO DE
MAYO.
Seguidamente, desfiló una MONUMENTAL BANDERA portada por
once elementos femeninos y masculinos del Ejército, Fuerza Aérea y Armada
de México.
Continuó la DESCUBIERTA DE BANDERAS, integrada por 91
mujeres orgullosas de pertenecer al Instituto Armado, porque la mujer
dentro del Ejército Mexicano, asume su derecho y ejerce sus capacidades
plenamente, en defensa de la Patria, ya sea sirviendo a sus semejantes, o,
como en este desfile, marchando marcialmente en la DESCUBIERTA DE
BANDERAS y participando en las escoltas de las Banderas de Guerra de las
Unidades Militares que desfilaron, igual que las Banderas de los países
miembros de la Conferencia de Ejércitos Americanos, y en el Agrupamiento
Femenino, porque cada mujer militar del Batallón de Tropas, ve su misión
como una antorcha encendida a la que se apega, para que arda tan
José S. Martínez A.
180
brillantemente como sea posible, antes de entregarla a las nuevas
generaciones de mujeres que abracen la carrera de las armas.
Nutrido fue el contingente del AGRUPAMIENTO DEL PLAN DN-III-
E, Protección Civil y Labor Social.
A estos soldados los guía México, y les permite que saquen toda su fe,
esperanza y amor a su pueblo, hasta para sacrificarse por él.
Aquí el soldado mexicano aprende a creer en la lucha que libra, como
una forma de servir a su pueblo del que forma parte, y a su patria que todo lo
abarca: su pueblo, su tierra, su familia, sus muertos, sus tradiciones, sus
historias, sus héroes, su folclor, su bandera, su honor.
El Servicio de Ingenieros del Plan DN-III-E, que atiende
restablecimiento de vías de comunicación, servicios públicos y remoción de
escombros, utilizando trascabos, motoniveladoras, Buldozer y camiones de
volteo que la gente admiraba en el desfile, entendiendo que el soldado de
Servicio de Ingenieros sabe ser siempre más fuerte que los obstáculos, y
jamás se amilana frente a los contratiempos que, más bien le sirven de
estímulos, y no de adversidad.
Desfiló el CONTINGENTE DE SANIDAD, con sus hospitales móviles,
como diciéndonos con su presencia y actitud, que el soldado mexicano del
Servicio de Sanidad es un hombre que va al cumplimiento de su misión, con
los brazos abiertos, para que el damnificado se refugie en ellos y se sienta
seguro.
Seguían las Ambulancias de Última Generación con médicos,
odontólogos, enfermeras y personal especialista que acuden a los desastres
naturales, con el mensaje intrínseco de que, los elementos de ambulancias, son
hombres y mujeres que se respetan a sí mismos y respetan a los demás. Que
aman su trabajo, y que lo cumplen igual ante pobres o ricos, amigos o
enemigos, porque es un deber militar y humanitario.
José S. Martínez A.
181
El AGRUPAMIENTO PARA COMBATIR INCENDIOS
FORESTALES, también estuvo presente con sus herramientas como
PULASKI, McLEODS, mochilas aspersoras, batefuegos, motosierras y palas
forestales, más sus vehículos de extinción rápida, camiones cisterna, etc.
Este agrupamiento está integrado por soldados que van alegres y libres
a su misión donde la vida los sujeta menos, donde se necesita valor para
poner el corazón en el trabajo y para hacerlo con energía y entusiasmo para
salvar un patrimonio natural del pueblo mexicano que va en cada soldado.
Para las zonas áridas del país, con la misión de proporcionar el vital
líquido, se creó por la Secretaría de la Defensa, la Estrategia de los
AGRUPAMIENTOS DE ABASTECIMIENTO DE AGUA, para que el
líquido se distribuya entre todos los afectados, de todas las condiciones
sociales en las zonas áridas, en vehículos que también desfilaron.
Las UNIDADES CIRCUNSTANCIALES DE LABOR SOCIAL
desfilaron con su personal especialista en albañilería, pintura, carpintería,
plomería, electricidad y peluquería, actividades de labor social que realiza el
Ejército Mexicano y que se atienden como necesidades públicas. Las reglas
para ello son simples, pero importantes, se reducen a darle importancia a los
demás, proporcionándoles los servicios básicos mencionados.
Para coadyuvar en la conservación y mejoramiento del ambiente, los
representativos de VIVEROS FORESTALES, desfilaron en sus vehículos
pletóricos de arbolitos.
Los nuevos medios de destrucción obligan a los ejércitos a estar
constantemente preparados y actualizados para el combate, pero algo
extraordinario es que, al mismo tiempo, el soldado mexicano está
desarrollando nuevos medios para aliviar los males que nos asedian, lo mismo
con actividades forestales para el medio ambiente, que atendiendo planteles
educativos con servicios de pintura, herrería, plomería, áreas verdes, etc., así
como salvaguardando a la población civil en casos de desastre.
José S. Martínez A.
182
Desfilaron en plena acción soldados INSTRUCTORES DE BANDAS
DE GUERRA Y ESCOLTAS DE BANDERAS ESCOLARES, Y EN ACTOS
CÍVICOS.
Un héroe no puede serlo sino es de manera heroica, y los valores cívicos
y morales del soldado mexicano, los transmiten materializándolos en ese tipo
de actividades.
Un vehículo alusivo desfiló mostrando la MISIÓN DEL EJÉRCITO EN
ACTIVIDADES PREVENTIVAS de restauración del orden público contra
quienes atenten contra las instituciones constituidas (como es el caso de la
delincuencia organizada) en apoyo de los tres órdenes de gobierno.
Los soldados que trabajan en seguridad interior, saben que el objetivo
de la lucha no es aniquilar a los delincuentes, sino llevarlos ante la ley; y no
proteger o destruir a los delincuentes y a los culpables por igual, sino salvar a
ambos aunque frente a esa resistencia, la lucha contra la delincuencia es una
medicina drástica para librar del mal al pueblo doliente.
Ver a los soldados es como ver al pueblo uniformado.
Era el turno del CUERPO DE FUERZAS ESPECIALES, muy
aclamadas, las que actúan en operaciones urbanas, en patrullajes,
operaciones aeromóviles, rescate de rehenes, conducción de seguridad y
evasión, exploración de sitios, búsqueda, localización y destrucción de
artefactos explosivos, Plan DN-III-E, tiro de precisión y localización de
objetivos, montañismo, combate cuerpo a cuerpo, armamento, transmisiones
militares y buceo de combate.
El soldado de fuerzas especiales es de una conciencia fija e inmutable,
como aguja que marca el norte.
Un hombre que no se jacta ni huye, ni flaquea; que sabe cuál es su
puesto y lo ocupa, cuál es su deber y lo cumple, siempre a riesgo de su vida,
haciendo honor a su lema TODO POR MÉXICO.
José S. Martínez A.
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Con elevada moral y paso firme marcharon frente al Palacio Nacional
los FUSILEROS PARACAIDISTAS, como soldados que marchan a la ribera
de su alma, donde hay luz de aurora; donde beben sueños de libertad y de
justicia que materializan con su misión de humanidad, bajando de los cielos
de México, porque DEL CIELO A LA MISIÓN, es su lema.
Custodiando con honor al pueblo, a la Patria y al presidente, desfiló
frente al balcón presidencial el CUERPO DE GUARDIAS
PRESIDENCIALES, donde el soldado tiene como misión primordial
proporcionar seguridad al Presidente de la República, y en esta gran
responsabilidad, únicamente puede optar por dos alternativas: razones o
resultados, y las razones no cuentan.
El soldado de Guardias Presidenciales mantiene siempre en alto el
honor de cumplir con su misión, y no busca excusas ni disculpas. Los grandes
soldados nunca esgrimen pretextos y responden con su vida.
La Primera Brigada de POLICÍA MILITAR hizo acto de presencia con
gallardía y disciplina.
En la Policía Militar el soldado mexicano es leal, enérgico y laborioso.
Quiere a su patria entrañablemente sin necesidad de engañarse. La quiere
sobre sus males y fracasos, pero no para exagerarlos, sino para corregirlos
con el trabajo, el sacrificio y la verdad. La Policía Federal es veraz con sus
ciudadanos y veraz consigo misma, fiel a su palabra, superior a las
mezquindades del servilismo y la adulación. Le sirve a su patria sirviéndole al
pueblo del que viene y del que es parte.
En vehículos blindados DN-XI de fabricación mexicana, desfiló el
AGRUPAMIENTO MOTORIZADO DE SEGURIDAD PÚBLICA. Este
Agrupamiento Motorizado de Apoyo a la Seguridad Pública se ha hecho
indispensable.
José S. Martínez A.
184
Lamentablemente donde falta la fuerza desaparece el derecho. Los
soldados del vehículo blindado DN-XI, tienen que ir en busca del respeto a la
ley, no en sueños, sino con la fuerza.
La presencia del Ejército se respeta cuando está bien definida y tienen
objetivos significativos.
Quienes se enfrentan siempre son diferentes, la diferencia implica
superioridad, y la superioridad conduce al predominio.
Seguridad, rapidez y volumen de fuego es lo que distingue al
VEHÍCULO GATO DE ARENA conocido como SANDCAT, con nueve
elementos de tripulación cada uno, tal cuales desfilaron ante los ojos del
pueblo que es su pueblo.
El Agrupamiento SANDCAT, sabe lo que tiene que hacer y lo hace;
sabe lo que es la disciplina basada en principios sanos y se sujeta por su
propia y deliberada voluntad a esa disciplina en operaciones urbanas.
Un soldado SANDCAT comprende que la vida no es algo que se nos da
ya hecho, sino que es la oportunidad de hacer algo bien hecho, y de
trascendencia, como su misión de seguridad, rapidez volumen de fuego que le
reclama México.
El AGRUPAMIENTO CHEYENNE desfiló con vehículos de fabricación
mexicana. Son muy versátiles.
La vida del soldado en el Agrupamiento Cheyenne, significa lanzarse
hacia adelante, hacia algo más complicado, hacia terrenos de difícil acceso,
pero no sólo lanzarse, sino llegar.
Parte principal en el desfile fue el AGRUPAMIENTO DE DEFENSA
EXTERIOR, que representa el cumplimiento de la primera misión. Cada
soldado mexicano sabe que ser uno de los miles de elementos del ejército y de
la Fuerza Aérea que sirven a México, es un privilegio. Que aunque lo que
hace cada uno parezca poco, ayudan al cumplimiento de esa misión general
José S. Martínez A.
185
del Ejército y Fuerza Aérea, que es defender la integridad, la independencia y
la soberanía de la nación, en la guerra contra las Fuerzas Armadas
extranjeras. Soldados que tienen como gloria, morir por esa causa, y ser
generosamente universales.
COMBATE Y TRABAJO es el lema del Agrupamiento que seguía en el
desfile, el de los INGENIEROS DE COMBATE.
En los Ingenieros de Combate se manifiestan las virtudes más nobles del
soldado mexicano: el valor y la abnegación, el espíritu del deber y el sacrificio
de sí mismo.
El soldado ingeniero de combate sabe que su misión requiere
continuidad y esfuerzo, y que ser perseverante requiere de un carácter
intrépido, paciente e inquebrantable, pues tiene que abrir paso a sus
compañeros a través del fuego enemigo.
Continuaba en la COLUMNA LA INFANTERÍA.
Los soldados mexicanos de origen humilde son los que han defendido
siempre, con su vida, la soberanía de este país, y sabido es que son los
soldados los que ganan las guerras.
El soldado de infantería piensa en su patria y en su deber como algo
sagrado, piensa que cumplir bien es algo que puede hacer y con esa
convicción siempre lo hace.
El soldado de infantería tiene el valor como la virtud más alta, por lo
que es capaz de pisar en las brasas del miedo y seguir caminando, soportar el
dolor de la carne en silencio sin torcer el propósito de su misión.
El caballo ha sido paulatinamente sustituido por vehículos de
combustión interna. Frente al Balcón Presidencial y frente al pueblo, desfiló
la CABALLERÍA MOTORIZADA con formaciones de cuña y rombo.
José S. Martínez A.
186
El soldado de Caballería Motorizada es de los elementos activos,
audaces, valientes y enérgicos. De los que no ponen pretextos, de los que no
conocen las dificultades para cumplir con su misión sobre sus vehículos.
En México, hoy como siempre, se utiliza el lenguaje universal de las
armas, pero haciéndolo compatible con la personalidad espiritual del soldado
que forma parte del pueblo, y que, haciendo honor a la historia de su arma, se
juega la vida sobre su unidad motorizada para darle, movilidad y rapidez al
combate.
El lema del ARMA BLINDADA es CON LA FUERZA DEL
BLINDAJE VENCEREMOS. En el desfile, a la vanguardia del agrupamiento
fue la banda de guerra montada en cuatro vehículos HUMVEE de transporte
de personal, un vehículo VCR-P-C puesto de mando, diez vehículos VBL-M-
II, y 32 vehículos LINX camuflados de selva y desierto.
Desde hace siglos se sabe que las bases del estado son las buenas leyes y
las buenas armas, y no puede haber buenas leyes donde no hay buenas armas,
de ahí la importancia del arma blindada que es la más moderna.
El soldado que tripula un vehículo blindado es un hombre con la cabeza
en su lugar, con ideales en los ojos y los pies en la realidad. Este soldado es
valioso por su carácter, por la dignidad de su sencillez, porque ataca con su
poder destructor, siempre impulsado por el cumplimiento del deber, por el
amor a su patria, contra fuerzas enemigas.
LA ARTILLERÍA Garante del apoyo en las operaciones militares, no
podría faltar en el desfile.
La Artillería es un arma con gran capacidad de fuego destructor. El
artillero es un soldado que domina sus ímpetus, que no teme a la muerte ni a
las cadenas, que confía en sí mismo y que cumple su misión a costa de lo que
sea, por amor a México.
José S. Martínez A.
187
Ante el pueblo de México desfiló el CONTINGENTE DE LOS
SERVICIOS TÉCNICOS DEL EJÉRCITO, compuestos por Sanidad,
Intendencia, Materiales de Guerra y Transportes.
El Servicio de Sanidad lo atienden soldados que no flaquean ante la
adversidad para prestar su ayuda, porque saben que es una oportunidad de
ser útiles.
El Soldado de Intendencia busca a los que caen, los traslada, alivia
heridas, les preparan alimentos, porque tienen un pacto de sangre con su
pueblo, y debe satisfacer las necesidades de vida de la tropa de la que él
mismo forma parte.
En Materiales de Guerra cada soldado es un hombre que domina el
entusiasmo y ama intensamente la vida, por lo que cumple su ruda misión con
serenidad y compromiso, proporcionando a sus compañeros de armas, lo que
requieren en el combate.
La gloria se medirá por los medios que se hayan utilizado para
conseguirla, y el Servicio de Transportes para trasladar tropas al frente de
batalla, lo mismo en vehículos motorizados, que en acémilas o en ferrocarril;
y el soldado de transportes sabe tener sangre fría y cautela y honor en los
momentos de riesgo, y nunca se da por vencido, porque en su lucha por
México, sólo los cadáveres se rinden, y el soldado de transportes llevará a sus
compañeros, lo mismo al desierto que a la selva.
En su turno de participación siguieron los AGRUPAMIENTOS DE
PLANTELES MILITARES. Al aparecer el Heroico Colegio Militar,
estallaron los aplausos nutridos del público, quizá debido a su lema POR EL
HONOR DE MÉXICO, quizá por su historia, pero, cada vez que pasa un
cadete frente a nosotros, nos deja un poco de sí mismo, porque es uno de
nosotros, porque cada aguilucho es heredero del honor de nuestra historia,
porque su formación como oficiales de las armas, tendrá como finalidad que
sepan defender con su vida el derecho supremo de cada mexicano a su
existencia, a su seguridad, a su libertad y a la búsqueda de la felicidad.
José S. Martínez A.
188
Los cadetes del Arma de Artillería del Heroico Colegio Militar que lleva
el nombre del Artillero General FELIPE ÁNGELES, desfilaron con toda su
gallardía, propia de su cultura castrense, en que resaltan: honor, valor,
lealtad, patriotismo y abnegación.
Para un cadete, cuando llega a oficial de artillería, es hermoso servirle a
la patria con hechos. El primer bien del pueblo es su dignidad, y cada oficial
del ejército está para defender esa dignidad en todo momento.
Para un oficial, hijo del pueblo, el bien del pueblo es la ley suprema, y,
desde cadete, en toda su carrera, el mando militar es un individuo capaz de
juzgar de las cosas y de los hombres con independencia y rectitud, porque es
capaz de juzgarse a sí mismo antes que a otros, y que sabe que, por encima de
la libertad que se obtiene como legado, el destino de México se coloca como
interés superior.
Se sabe que en la Escuela Militar de Sargentos de Armas es donde SE
FORJA LA COLUMNA VERTEBRAL DEL EJÉRCITO y al ir desfilando
parecían impulsados por ese espíritu.
Los sargentos de las armas son guías y ejemplo de formación de los
soldados, para que estén dispuestos en cualquier momento a dejar de ser lo
que son para ser algo mejores, buscando en sí mismos esa superioridad que
no es soberbia sino búsqueda para servir mejor, porque para el soldado, su
ideal es el amor a sus semejantes y su purificación el sacrificio si es necesario,
porque así se lo inspira y se lo hace sentir su sargento.
Los alumnos de la Escuela Militar de Clases de Transmisiones
marchaban en el desfile como llevando en la mente, su lema: SIN MEDIR EN
EL ESFUERZO, CUMPLIREMOS CON HONOR.
El Sargento de Transmisiones tiene como misión que se empleen
eficientemente los medios de comunicación. Este militar acepta y ejerce su
responsabilidad personal probando que es capaz de hacerlo por sí mismo,
porque para eso se preparó: para cumplir con su deber de defender a su
José S. Martínez A.
189
patria, porque así defiende nuestras esperanzas, nuestro amor a la familia y a
los amigos, defiende lo que somos y hemos aprendido, defiende nuestros
sueños, nuestros derechos, nuestra libertad y nuestros muertos.
Prosiguieron los Planteles del Servicio de Sanidad, como lo son la
Escuela Médico Militar, la Escuela Militar de Odontología y la Escuela
Militar de Oficiales de Sanidad.
En el servicio de sanidad, los soldados, hombres y mujeres, muestran su
preocupación activa por la vida y la protección de la salud de aquellos que
amamos y necesitamos.
El soldado de servicio de sanidad, es de los que tienen fe en su propio
esfuerzo, en dar lo mejor que tiene para preservar la salud y la vida de los
militares, sus familiares y la sociedad, en tiempos de guerra o de paz.
Los cadetes de la Escuela Militar de Enfermeras desfilaron orgullosos
de su lema POR LA LUZ AL SERVICIO DE LA PATRIA. Fueron muy
aplaudidas con cariño por el pueblo asistente, seguramente porque las
enfermeras militares, son trabajadoras de la salud al servicio del Instituto
Armado y familiares que hacen profesionalmente lo que tienen que hacer,
cuando tienen que hacerlo, sin importar dónde o con quién. Su secreto está en
que su mente la orientan hacia su deber y objetivos y no hacia los obstáculos.
Con fibra y gallardía desfilaron la Escuela Militar de Ingenieros y la
Escuela Militar de Transmisiones.
La de ingenieros con su lema: CRISOL DE LA CIENCIA Y EL
HONOR y la Escuela de Transmisiones con el suyo: POR LA CIENCIA Y EL
PROGRESO DE MÉXICO.
En el trabajo de la milicia, cadetes como los de la Escuela Militar de
Ingenieros y de la Escuela Militar de Transmisiones han tenido la posibilidad
de encontrarse a sí mismos.
José S. Martínez A.
190
Es verdaderamente libre el soldado que desea especializarse en lo que es
capaz de realizar con gusto, para hacer lo que más le agrade. Sabe que tiene
mucho mérito vencer en el campo de batalla, pero también sabe que se
necesita el conocimiento profesional, y mayor destreza para hacer uso de la
ciencia y la tecnología puestas al servicio del Ejército y la Fuerza Aérea, con
honor, lealtad y patriotismo.
En su momento la Escuela Militar de Materiales de Guerra lucía la
marcialidad de sus cadetes orgullosos de su lema JURAMOS FORJAR TU
HISTORIA CON HONOR.
La libertad es la obediencia de la ley que uno mismo se ha trazado. Tal
es el caso de los cadetes que se forman en la Escuela Militar de Materiales de
Guerra.
Cada uno de estos cadetes es un mexicano proveniente del pueblo
escondido en sí mismo, como representante de sus tradiciones, costumbres y
valores propios de su origen, pero dispuesto a especializarse en armamento y
mantenimiento industrial, con honor y lealtad a México.
Los cadetes del Colegio del Aire, cuna de los defensores del espacio
aéreo nacional, avanzaban con sus pendones y su lema de HONOR, VALOR,
LEALTAD.
El soldado mexicano sabe que en los combates resultará vencedor aquél
que más valor demuestre y esté mejor preparado. Que los cadetes del Colegio
del Aire serán soldados valerosos, mexicanos defensores del espacio aéreo de
la patria, hombres y mujeres que no abdiquen de sus derechos y jamás
olviden el cumplimiento de sus deberes. Ellos saben que el guerrero prudente,
no debe menospreciar al enemigo ni en el cielo ni en la tierra, pero saben
igualmente, que la paz perdurable es un sueño y se prepara para la guerra.
Saben que nadie puede ser dueño de la frescura del viento ni del fulgor
de los espacios, y estos soldados se hermanan en las nubes, con la comba
José S. Martínez A.
191
celeste de México, para defenderla con valor, lealtad, disciplina y destreza,
hasta el sacrificio, si así lo requiere la nación.
La Escuela Militar de Tropas Especialistas de la Fuerza Aérea marchó
con sus elementos orgullosos al redoble marcial de los tambores, quienes
sostienen en su lema que: CON HONOR AL SACRIFICIO DE LA PATRIA
SU VIDA ENTREGARÁN.
Qué meritoria la misión del soldado que se forma en la Escuela Nacional
de Tropas Especialistas de la Fuerza Aérea. Soldados que deben ser fuertes
sin ser rudos, que deben ser amables sin ser débiles y ser valientes sin ser
agresivos.
El soldado especialista de la Fuerza Aérea sabe que ha nacido para
luchar y que la victoria corresponde siempre a quienes se preparan y
tonifican su espíritu con su compromiso de sargentos, que para ellos será
abastecer de materiales aéreos, electrónica de aviación, mantenimiento aéreo
y armamento aéreo, con alto sentido del deber, amor a la patria y espíritu de
sacrificio.
El BATALLÓN DE TROPAS DE LA FUERZA AÉREA MEXICANA,
tiene como lema POR TIERRA Y AIRE LA FUERZA AÉREA MEXICANA
SIEMPRE LISTA PARA CUMPLIR CON LA MISIÓN. Con ese afán
marcharon frente al pueblo de México, pilotos aviadores, oficiales
especialistas de aviación y elementos para el combate a pie y apoyo terrestre.
Servir es trascendente por el hecho mismo, porque esa valiosa labor
siempre es por los demás.
Los soldados de este batallón se han decidido por esa actividad, porque
para ellos la vida vale como don, como servicio por convicción, cuando se
forma parte de la Fuerza Aérea Mexicana. Porque saben que allí donde haya
una persona en peligro, estará la oportunidad de poder ayudar en casos de
desastres, y en forma permanente para apoyar a la aviación militar al servicio
de México.
José S. Martínez A.
192
Continuó la participación en el desfile de la MARINA ARMADA DE
MÉXICO, con varias escuelas de la naval, fuerzas navales, embarcaciones,
infantería de Marina y aeronaves de la Marina.
El AGRUPAMIENTO DE LA POLICÍA FEDERAL desfiló con
motocicletas, banda de guerra, vehículos escorpión, personal femenino de
gala y de uniforme táctico, academias, divisiones de seguridad, inteligencia,
antidrogas, científica, de intervención, paracaidistas, de protección civil y
agrupamiento mixto, entre otros.
Los elementos de la Policía Federal, son hombres y mujeres que saben
que todos los mexicanos somos hermanos, hijos del mismo país. Los policías
federales abominan la tiranía, y combaten el bandidaje y el secuestro que
arrebatan por la fuerza la libertad y el fruto del trabajo. Policías que ignoran
el servilismo, que caminan con la cabeza en alto y la espalda erguida.
Hombres y mujeres a quienes la adulación no los alimenta, y saben que el
enemigo no puede arruinarlos ni vencerlos.
Desfiló ante el pueblo el AGRUPAMIENTO MONTADO, formado por
la banda de guerra, doce estandartes, mando y grupo de comando, el
escuadrón de caballería IGNACIO ALLENDE del Heroico Colegio Militar, el
primer grupo de caballería del Cuerpo de Guardias Presidenciales, un
agrupamiento montado femenino y el agrupamiento de caporales del criadero
militar de ganado.
Para los hombres y mujeres del Agrupamiento Montado, la verdadera
nacionalidad es la humanidad, y sus misiones de reconocimiento y seguridad,
como arma de caballería, van pegados a los corceles y éstos a la tierra
siempre generosa de la patria.
Arma de caballería llena de historia, con su MARCHA DRAGONA, con
sus estandartes de los regimientos prestos a ofrendar su existencia en el
cumplimiento del deber. Caballería montada que aprende más de su propia
historia y de los sables cruzados de su escudo, que de los libros.
José S. Martínez A.
193
El lema del Arma de Caballería es PRIMERO MUERTO QUE
TRAICIONARTE, CABALLERÍA… LO JURO POR LOS DOS SABLES
QUE ESTÁN CRUZADOS EN EL ESCUDO QUE DIOS TE DIO.
Finalmente desfiló la FEDERACIÓN MEXICANA DE CHARRERÍA,
con la Asociación Nacional de Charros A. C., sus sectores femenil, infantiles y
charrería de hoy, mientras escuchaban las notas de la MARCHA
ZACATECAS.
Los charros mexicanos son la primera reserva de nuestro ejército, y con
ellos tenemos sobradas razones para enorgullecernos de nuestra
nacionalidad. Somos un pueblo bizarro, con una historia y una cultura
ancestrales, y, por eso, como ya está dicho, VESTIRSE DE CHARRO ES
VESTIRSE DE MÉXICO.
La Asociación Nacional de Charros tiene como base a la familia, por lo
que la integran charros y charras, con hombres diestros en las suertes
charras, y mujeres valientes CORONELAS de las escaramuzas, y la Escuela
de Charrería para los niños charros. Sin duda alguna, el charro es símbolo
señero de la mexicanidad.
Como se informó en el PARTE DE NOVEDADES, en el desfile
participaron 172 banderas, 15 638 soldados y oficiales, 421 semovientes, 53
canes, 30 motocicletas, 480 vehículos, 22 embarcaciones y 92 aeronaves, con
una duración de 1 hora 52 minutos, sin novedad.
El pueblo mexicano presente, integrado con sus autoridades y su
ejército, puestos de pie, entonaron el Himno Nacional Mexicano.
A lo largo del desfile estuvieron surcando el cielo de México, sobre la
Plaza de la Constitución, para mayor vistosidad del espectáculo militar:
aviones T-6 Texan, aviones C-130 C-295 C-27J, aviones CAZA C-295, aviones
C-27J, aviones PILATUS PC-7, helicópteros BELL 412, helicópteros M1-17,
avión Boing 727 escoltado por aviones F-5 y aviones T-6C.
José S. Martínez A.
194
Como cerrojo del desfile militar, vino la explosión de los FUEGOS
ARTIFICIALES DIURNOS, con estallidos de cohetes y luces de colores que
formaban la Bandera Nacional. Abajo con gases que se alzaban del piso… y
arriba, en el cielo, entre los estruendos impresionantes, mientras 18 aeronaves
cruzaban el espacio formaban la bandera de México con los tres colores de
sus estelas.
Señor General Secretario:
Le entrego esta crónica convencido de TRES COSAS:
PRIMERA.- que el desfile militar de las Fuerzas Armadas de México, es
el espectáculo más grande y más impresionante de la patria.
SEGUNDA.- que las Fuerzas Armadas de México se identificaron con
su pueblo, lo que se hizo evidente en las sonrisas, en las fotos con los niños, los
padres y los abuelos, en los aplausos, en los reconocimientos de todo tipo y
TERCERA.- que el buen éxito del DESFILE MILITAR 16 DE
SEPTIEMBRE 2012, se ha logrado gracias a sus directrices, apoyo,
compresión y confianza, y a la colaboración, disciplina, eficiencia y eficacia de
los generales, jefes, oficiales y tropa que hacen suyo el honor de nuestro
Instituto Armado.
A sus órdenes, mi General Secretario.
El Comandante de la Columna de Desfile.
Gral. de Div. D. E. M.
Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
195
DISCURSO ANTE LA SOCIEDAD MEXICANA DE GEOGRAFÍA Y
ESTADÍSTICA AL RECIBIR LA VENERA BENITO JUÁREZ
México, D.F., 2010.
Sr. Lic. Julio Zamora
Pdte. De la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística
Mucho me honra la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística y mucho
agradezco a mi General Guillermo Galván Galván, Secretario de la Defensa
Nacional, por otorgarme y permitirme recibir, respectivamente, la venera
Benito Juárez.
Hace más de cien años, Víctor Hugo escribió estas palabras lapidarias:
MÉXICO SE SALVÓ POR UN PRINCIPIO Y POR UN HOMBRE. EL
PRINCIPIO FUE LA REPÚBLICA, EL HOMBRE, BENITO JUÁREZ.
Tal es la dimensión del patricio que hoy es un deber citar, en esta ceremonia
que se dignifica con su nombre y su recuerdo.
El 21 de marzo de 1806, el cielo zapoteca de la Sierra de Ixtlán, abrió sus
cortinas de luz para recibir la primavera y, con ella, al niño indígena Benito
Pablo Juárez García.
Hombre al fin, el que sería Defensor del Derecho, Salvador de la Patria,
Restaurador de la República y encomiado Benemérito, nació como nacen
todos los hombres, aunque más que muchos ignorado y mísero, huérfano muy
pronto (en 1809) cuando huérfana de un rey la Nueva España, conspiraban
los criollos por su independencia, en Valladolid y en Querétaro.
En aquellas soledades de la Sierra, qué lejos estaba el indio Benito, a sus 5
años de vida, de los aconteceres que conmocionaban en ese momento al
virreinato: Hidalgo, daba los campanazos de libertad e independencia,
José S. Martínez A.
196
incendiaba Granaditas, abolía la esclavitud y ofrendaba su sangre
inmarcesible en el supremo holocausto de Chihuahua.
Al poco tiempo, en Guelatao, el huérfano Benito Pablo, apacentaba ovejas
por los riscos y la Laguna Encantada, mientras el Gran Morelos defendía “El
Veladero”, rompía temerario el Sitio de Cuautla”, entraba triunfante en
Oaxaca y nos legaba, visionario y generoso, el Primer congreso Mexicano y el
sacrificio de su vida heroica.
Quién iba a pensar entonces que los ideales de Hidalgo, quien soñó con un
México independiente, se volverían en Juárez conciencia y compromiso.
Quién iba a imaginarse que la soberanía dimanada del pueblo, de la que
hablaba Morelos, sería pasión de aquel inmenso zapoteca, tan pequeño de
cuerpo como gigantesco de espíritu. . .
La pobreza de Juárez, que fue total, lo familiarizó con la injusticia y el dolor.
Así, antes de aprender las letras, conoció la descarnada verdad de su país y de
su pueblo.
En 1818 abandonó la abrupta sierra y se fue a Oaxaca para levantarse por
encima de su destino negro. Allí el indio descalzo aprendería latín del
compasivo cura Salanueva.
Aún no cicatrizaban las heridas de espinas y guijarros de aquel día en que
bajó Benito de Guelatao a la ciudad desconocida, cuando la bandera de
Iguala tremolaba como divisa del Ejército Trigarante, consumándose la
independencia pactada en Acatempan e Iguala, por Guerrero e Iturbide, en
1821.
La Nación comenzaba su vida independiente, cuando Juárez comenzaba sus
estudios en el Seminario Conciliar de Oaxaca; seminario donde se afirmó en
José S. Martínez A.
197
Juárez el sentimiento religioso que traía de sus viejas razas. Seminario al
que, en 1827, renunciaría al terminar sus estudios de latinidad y filosofía.
Las ideas del siglo le hicieron presentir y anhelar otro destino para ese
México de luchas intestinas, de caudillos, de codicias imperiales, de manías
religiosas y de ideologías desgarradoras.
Para entonces: Iturbide había sido coronado, derrocado, expatriado y
fusilado finalmente; la República era el régimen político adoptado por la
Patria Nueva. Centralistas y federalistas, estaban en pugna; liberales y
conservadores se turnaban en el poder.
Juárez, que sentía el llamado de las leyes y el Derecho, ingresó en 1829, en el
Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca, del que sería ese mismo año, a más
de alumno distinguido, maestro de Física Experimental. Ese año fueron
presidentes de México el Gral. Guadalupe Victoria y el Gral. Vicente
Guerrero.
Estudiante todavía, se incorporó al Partido Liberal y participó desde 1828 en
las elecciones. En plena juventud, luminosa y austera, Juárez había elegido
su calvario de liberal y de libertador.
En 1829, cuando José Barradas fue enviado por el rey de España para
reconquistar a México, el estudiante Benito Juárez, con el grado de teniente,
al mando de una compañía de voluntarios de la milicia cívica oaxaqueña, se
trasladaron a Tampico a combatir a los invasores españoles que fueron
derrotados. Ferviente lección de patriotismo y valentía.
De los 25 a los 28 años de edad, es decir de 1831 a 1834 en que se tituló de
abogado, Juárez fue: Regidor del Ayuntamiento de Oaxaca (1831), abogado
defensor de los humildes en la cárcel pública de la ciudad (1831-1832) y
diputado a la legislatura local (1832).
José S. Martínez A.
198
En 1833, la ciudad de Oaxaca se vio amenazada por las fuerzas centralistas
del General Canalizo, quien quiso tomarla por asalto. Ante ese peligro,
Benito Juárez y otros liberales de la ciudad se presentaron ante el
comandante de la plaza para unirse a la defensa de la capital. El Gobernador
del Estado, Ramón Ramírez Agilar, ascendió a Benito Juárez el 21 de marzo
1833 al grado de capitán, nombrándolo Comandante de la Quinta Compañía
del Primer Batallón de Milicias Cívicas del Estado de Oaxaca. Combatió a
las órdenes del Comandante General Don Isidro Reyes, derrotando al
General Canalizo, quien huyó hacia la costa oaxaqueña. Eran los tiempos de
presidencias breves: de marzo a mayo fueron presidentes el Gral. Manuel
Gómez Pedraza y el Dr. Valentín Gómez Farías.
Juárez fue preso político (1834) por órdenes de Santa Anna, quien era
Presidente de la República por cuarta vez.
Otros cargos ocupados por Benito Juárez fueron: Juez Civil y de Hacienda
(1844), Secretario de Gobierno (1845), Fiscal del Tribunal Superior de
Justicia del Estado (1846), formando parte en ese mismo año de 1846, del
triunvirato que ejerció el Poder Ejecutivo en Oaxaca.
En el Congreso General Constituyente de 1846, Juárez que a la sazón era ya
diputado por Oaxaca, ante la inminente invasión norteamericana propuso y
propugnó porque se hipotecaran los bienes del clero para obtener recursos
con qué salvar la independencia y la integridad de México que estaban en
peligro. Santa Anna era presidente por octava ocasión. La propuesta de
Juárez no fue apoyada por la mayoría de los diputados, pero en esa actitud se
anunciaba ya el gran reformador, el incorruptible defensor del principio de
no intervención y del derecho de autodeterminación de los pueblos. Los
Estados Unidos, efectivamente, nos invadieron prepotentes, despojándonos de
más de la mitad del territorio nacional. Eso lo recordaremos mientras en esta
José S. Martínez A.
199
tierra haya quien pase lista de presentes a los Niños Héroes de Chapultepec,
caídos ante la metralla de los yankees.
A fines de 1847, Juárez fue gobernador sustituto de su Estado. Oaxaca,
exánime antes y desgarrada por la dictadura de Santa Anna, sacudió sus
harapos al sol de la libertad que brilló con Juárez, ya como Gobernador
Constitucional a partir de 1849.
En 1852 fue nombrado Director del Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca, y
en ese mismo año abrió su despacho de abogado.
En 1853, aquel incansable luchador político, volvió a saber de la cárcel,
cuando por órdenes de Santa Anna, Presidente por onceava y última vez,
estuvo preso en Perote, Jalapa y en San Juan de Ulúa, para luego ser
desterrado a Cuba. Su camino de patriota lo llevaría del honor al poder, del
poder a la cárcel, de la cárcel al destierro y del destierro al triunfo.
En 1855 se embarcó rumbo a Panamá, cruzó hacia el Pacífico hasta llegar al
Puerto de Acapulco. Se incorporó al Plan de Ayutla en agosto de ese 1855.
En la Revolución de Ayutla contra el delirante Santa Anna, Juárez fue
Secretario de Don Juan Álvarez y después Ministro de Justicia, Negocios
Eclesiásticos e Instrucción Pública (octubre 1855). Desde ese cargo, suprimió
los fueros de la iglesia y el ejército, igualando a todos los ciudadanos ante la
ley (noviembre 1855). El partido conservador y el moderado vieron con
espanto la nueva ley conocida después como LEY JUÁREZ que sembró la ira
y el estupor en las filas del retroceso.
Mientras el arzobispo de México declaraba que esa ley era contraria a lo
dispuesto por la iglesia, Juárez sostenía que las leyes son sagradas cuando
representan la altura máxima de una aspiración moral del pueblo.
José S. Martínez A.
200
Al renunciar Álvarez a la presidencia, durante el gobierno de Comonfort,
Juárez fue Gobernador por segunda vez de su Estado, Ministro de
Gobernación y Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
(1857). Ese año Comonfort publicó la Constitución del 57 y la puso en vigor.
Con el Plan de Religión y Fueros, el mismo Comonfort, Presidente de la
República, desconoció la Constitución y ordenó el encarcelamiento de Juárez,
el Presidente de la Suprema Corte, el 17 de diciembre de 1857, pero
traicionado por los golpistas, antes de renunciar a la presidencia, arrepentido,
ordenó la liberación de Juárez, quien por ley asumió el Poder Ejecutivo de la
Nación en enero de 1858.
Los conservadores, cortesanos del poder y la fortuna, pusieron el grito en el
cielo. Se parapetaron en el fanatismo; lograron que se unieran contra
Juárez, el ejército y el clero; que se sumaran a los alaridos de la calumnia, las
diatribas del odio, y que se iniciara la cruenta Guerra de Reforma que
duraría 3 años (1858-1861).
Juárez, quien fue reconocido como presidente por los gobernadores de todos
los estados, trasladó su gobierno a Guanajuato y de ahí a Guadalajara, donde
estuvo a punto de ser fusilado (15 de febrero 1858).
Impasible ante el acoso del partido reaccionario clerical, seguido de un
puñado de hombres, continuó su odisea, salvando distancias, defendiéndose
entre los desfiladeros, en las montañas, por los ríos y los mares, creyendo
siempre, trabajando siempre por la legalidad, la justicia y el derecho.
Así llegó a Colima, donde estuvo a punto de ser fusilado por segunda vez;
luego a Cuba a Nueva Orleans y posteriormente a Veracruz, desde donde
dictó las radicales Leyes Reglamentarias Constitucionales conocidas como
Leyes de Reforma, obra sobre todo de Miguel Lerdo de Tejada, Melchor
Ocampo y del propio Juárez, que cambiaron la faz de la República. Leyes
que serían otros tantos impactos en el cuerpo herido del partido conservador.
José S. Martínez A.
201
Leyes de 1859 cuyo espíritu debe seguir vigente: Nacionalización de los Bienes
del Clero, Separación de la Iglesia y el Estado, Registro Civil, Secularización
de los Cementerios, Libertad de Cultos...
La Batalla de Calpulalpan puso fin a la GUERRA DE TRES AÑOS y Juárez
regresó a la Ciudad de México.
A consecuencia de la guerra, sobrevino la crisis económica, y Juárez decretó
la suspensión del pago de la deuda pública (17 de julio de 1861).
Inglaterra, España y Francia, so pretexto de cobros a México, formaron la
alianza tripartita (30 octubre 1861) y marcharon sobre nuestra patria,
alentados por traidores mexicanos del derrotado partido conservador.
Después de los “Tratados de la Soledad”, gracias a la diplomacia de Manuel
Doblado, Inglaterra y España regresaron sobre sus pasos, sólo la Francia
Napoleónica, altanera, mancillando su honor, marchó sobre México. En
Puebla esperaban a los invasores: El inmortal Zaragoza, las espadas de
Berriozabal, Díaz, Negrete, y los machetes de los indios zacapoaxtlas.
Allí, el 5 de mayo de 1862, el primer ejército del mundo se estrelló contra el
muro invencible del amor a la patria, y contra el pecho de los modestos
soldados de la República.
Los vencedores de Magenta y Solferino, los vencedores de Sebastopol y de
Crimea, huyeron vencidos por los mexicanos. La victoria más completa
coronó al Águila de Anáhuac y nadie podrá borrarla de la historia. Con el
Presidente Juárez las armas nacionales escribieron la página militar más
grande en los fastos mexicanos.
Pero la invasión no había terminado. Los apátridas pusieron en oferta la
soberanía de México, a cambio de un trono de oropel.
José S. Martínez A.
202
Juárez decretó el traslado del gobierno legítimo a San Luis Potosí (31 mayo
1863). Antes de marchar, clausuró las sesiones del congreso, mandó arriar la
bandera haciendo entonar el Himno Nacional. Sereno, caminó entre el
redoble de los tambores y las lágrimas de los humildes, y, cuando un oficial le
entregó la bandera, besándola coreado por el pueblo, lanzó un grito
esperanzado: ¡VIVA MÉXICO!... para los franceses, con la salida del
gobierno legítimo de la capital terminaba la guerra; para Juárez apenas
comenzaba.
Maldecido por una teocracia que quería conservar sus riquezas. Entregado
al extranjero por una turba de traidores; con la espada del primer imperio de
Europa sobre su frente y la bayoneta de los zuavos en el pecho, Juárez no se
rindió al destino y se levantó en medio de las ruinas afrontando la adversidad.
Perseguido, aspirando el humo de las cabañas, de las rancherías y de
poblaciones enteras incendiadas por el invasor; sintiendo cómo el suelo patrio
desaparecía bajo sus pies, Juárez pasó de San Luis Potosí a Monterrey, y de
Monterrey a las estepas de Chihuahua.
Indio Ferreo, llegó hasta PASO DEL NORTE (12 octubre 1863) a la sobra de
su bandera, agitándola con fe inamovible en los últimos confines de la patria,
con el pensamiento fijo en la reconquista del territorio nacional.
Por tan heroica resistencia contra la intervención extrajera y la defensa de la
soberanía, independencia y autodeterminación de los pueblos, el 2 de mayo de
1865, el Congreso de Colombia lo proclamó BENEMÉRITO DE LAS
AMÉRICAS, y en 1867, la República Dominicana también los declaro
BENEMÉRITO…
Cual héroe mitológico, llevando como escudo la virtud del civismo, acabó
venciéndolos a todos: a los traidores, a los indiferentes y a los invasores…
José S. Martínez A.
203
Las fuerzas liberales con Mariano Escobedo y Ramón Corona, sitiaron,
vencieron e hicieron presos a los tres EMES: Maximiliano, Mejía y Miramón.
La aventura que principió en Miramar, terminó en el Cerro de las
Campanas. ..
Los ojos azorados de sus enemigos lo vieron volver a la capital con su bandera
polvosa y hacerla ondear, otra vez, sobre el asta del Palacio Nacional, el 15 de
julio de 1867.
Maximiliano, príncipe infortunado cuyo valor caballeresco pudo haberle
deparado mejores destinos, se alucinó con las pompas del imperio, y Juárez,
inflexible y fuerte como la estatua de la justicia, le levantó un patíbulo donde
la ambición y las intrigas palaciegas pretendieron erigirle un trono.
No cedió ante los ruegos de indulto y de clemencia, porque fusilando al
archiduque, no sólo quitaba la vida al hermano del emperador de Austria,
sino que fusilaba al imperio; fusilaba al principio de conquista que
amenazaba la América; fusilaba al cesarismo de Las Tullerías; fusilaba al
representante de la invasión extranjera (19 junio 1867).
En su orgullo y en su arrogancia, reyes y emperadores ensortijados, no
pudieron imaginarse jamás, que un indio lacio pudiese un día dejar caer por
el suelo la cabeza rubia de uno de ellos, y que se mostrara al mundo como
escarmiento para el porvenir…
La vida de México, caminó paralela a la vida de Juárez: de la Colonia
Española de 1810 a la República de 1867; del poder virreinal a la victoria del
5 de mayo; de las hogueras de la inquisición a los derechos de 1857; del
patíbulo de Hidalgo y de Morelos, al patíbulo de Maximiliano.
José S. Martínez A.
204
Por eso Juárez, más que un hombre es un símbolo; más que una
individualidad es un vínculo; más que un mexicano es la bandera de los
hombres libres del mundo.
El 18 de julio de 1872, entre intensos dolores, dejó de latir el corazón del
indio. Juárez quedó en silencio, sin un gesto, sin movimiento alguno, como
héroe de su propia agonía; impasible como divinidad de Teocali.
Su muerte fue engalanada con los arreos de la gloria… sus virtudes, sus luces
y su ejemplo quedaron destinados a ser Oriente de las nuevas generaciones…
Que esta reseña del Gran Zapoteca valga como visa de ingreso a la
benemérita y centenaria Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística.
Muchas gracias.
Gral. Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
205
CAMPAÑA CONTRA DROGAS (DISCURSO)
16 de agosto de 2015
El consumo de drogas socava el Estado de Derecho.
El tráfico de drogas daña la gobernabilidad y las Instituciones.
Una vez que las drogas entran al mercado, la salud de los consumidores está
en juego, porque el consumo de drogas mata.
Las drogas son las enemigas del futuro y de la esperanza, por eso, cuando
luchamos contra ellas luchamos por un futuro mejor, luchamos para que las
drogas no hagan del cuerpo de los jóvenes la tumba de su espíritu.
En este combate lo que debe prevalecer es el compromiso con los principios
básicos de los derechos humanos fundamentales, mostrando además la
capacidad humana de superación y de creación, trabajando también por
ponerle fin a la pobreza y al hambre, mejorar la salud y garantizar la
sostenibilidad del medio ambiente, labores que con la lucha contra las drogas
deben ir de la mano, para mejorar la justicia y reducir la corrupción.
Pese a los redoblados esfuerzos del gobierno mexicano, el problema de los
estupefacientes sigue poniendo en grave peligro la salud y la seguridad
pública.
Con acciones como ésta, que hoy se replica en nueve entidades del país,
seguiremos trabajando coordinadamente contra ese flagelo. Hoy incineramos
aquí sesenta toneladas de cannabis con la presencia del Gobierno del Estado,
de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la Procuraduría General de la
República, comprometidos a continuar en esta tarea con la mira de lograr
que algún día las drogas sean olvidadas en la historia.
Este trabajo en conjunto tiene como finalidad central liberar a los jóvenes de
semejante situación, pues quienes usan drogas es porque tienen los ojos
José S. Martínez A.
206
tapados, porque no están viendo todas las posibilidades que la vida ofrece sin
ellas.
La droga, al triste lo hace soñar que la vida nunca terminará, al agobiado lo
llena de ilusiones y al honrado lo hace delincuente.
La drogadicción termina en infelicidad, en locura, en el hospital, en la cárcel
o en la muerte.
Las drogas son un infierno, por más que aparenten ser el paraíso.
Cada vez que un joven enciende un carrujo de marihuana, algo se va
apagando en su interior.
Desde aquí les decimos a los jóvenes que consumiendo drogas no serán ni más
modernos ni más libres, sino que serán más débiles y esclavos.
La esencia de la vida es ir hacia adelante, porque la vida es como una calle de
sentido único. Por eso continuaremos con los ojos puestos hacia adelante,
porque esta lucha no termina aquí. Y en esta lucha cuando la marcha se hace
dura, sólo los duros siguen marchando y esos son los soldados de México, los
jóvenes del pueblo vestidos de verde olivo.
Seguiremos luchando los distintos órdenes de gobierno, las Fuerzas Armadas
y la Procuraduría General de la República contra los narcotraficantes, a los
que nuestro General Secretario ha llamado APÁTRIDAS, PORQUE SON
LOS QUE LUCRAN ENVENENANDO A LOS NIÑOS Y HACIENDO
PADECER A LA SOCIEDAD, LOS QUE NO TIENEN PATRIA, PORQUE
NO SON MEXICANOS DE BIEN QUIENES SE DEDICAN A VIVIR DEL
CRIMEN Y EL TERROR.
Todo esto sin perjuicio de las directrices que ha dado nuestro Jefe Supremo
de las Fuerzas Armadas de México: LA MEJOR MANERA DE HACER
FRENTE A ESTE PROBLEMA MUNDIAL, ES A TRAVÉS DE LA
PREVENCÍON, NO SÓLO DEL CONSUMO, SINO DE TODOS LOS
DAÑOS SOCIALES QUE PRODUCE EL MERCADO LIBRE DE
José S. Martínez A.
207
DROGAS. ¡SIGAMOS TRABAJANDO JUNTOS POR LA GRANDEZA DE
MÉXICO!.
Gral. de Div. D.E.M. Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
208
DISCURSO A LA BANDERA
31 de agosto de 2015
La Bandera Mexicana es símbolo de amor.
Sus colores y su escudo son respetados por todos los mexicanos, y, por
supuesto, por los aquí presentes: por los alumnos de primaria, secundaria y
bachillerato… por los Sres. Leones y los Sres. Rotarios, por el H.
Ayuntamiento, por el Gobierno del Estado, por la ciudadanía en general y
por el Ejército Mexicano.
La Bandera de México nos identifica como hermanos a todos. Nos une
como hombres y mujeres que amamos el verde de nuestros maizales y
praderas, el blanco de nuestros volcanes en la pureza e inocencia de los niños,
y el rojo sangre de nuestros héroes y nuestras tardes…
Por esta bandera los niños y jóvenes que estudian buscarán la
superación y el progreso.
Por esta bandera los ciudadanos que trabajan buscan con su esfuerzo,
honrar la heroicidad de su historia.
Los gobernantes buscan y deben buscar una mayor grandeza para la
tierra libre y soberana que juran cuidar, y, los soldados, buscaremos la gloria,
por el honor de este pendón del pueblo mexicano, pueblo del que venimos y al
que servimos.
Le rendimos homenaje a este lienzo tricolor desde nuestra California
hasta Yucatán, de los mares a los vientos, de las montañas a los abismos, de
costa a costa y de frontera a frontera, porque esta insignia es imagen de
México , que significa valor… porque esta bandera batida por el viento, en su
asta se levanta apuntando al infinito… porque su águila, símbolo de lucha,
sobresale como mensaje de nuestra raíz milenaria, desde el sol de Anáhuac
hasta todos los confines de nuestra República… porque es tricolor centinela
de plazas y castillos… porque es tesoro de las escoltas… porque es inspiración
del canto nacional… porque es esencia del clarín, del redoble y el saludo de
José S. Martínez A.
209
los militares… porque es vibración y ofrenda de los civiles… porque es
declamación y canto permanente de los niños en los patios de homenaje…
porque es punta de columna en los desfiles… porque es sagrario en los
recintos oficiales y duelo cuando izada queda a mitad del asta…
Porque los honores a la bandera son promesa cantada y hablada de
lealtad y cariño a México, a su historia, a sus héroes, a su honor, a su pueblo y
a sus instituciones…
Porque, en suma, es eminencia embellecida por el cielo que la envuelve
esbelta, libre y soberana.
DISTINGUIDA CONCURRENCIA:
La Bandera de México es en este girón de nuestro paisaje y en todas
partes, emblema de trabajo, de libertad y de honor.
Es la gloria de un pueblo generoso… es vínculo de paz de todos los
hombres y todas las mujeres bien nacidos de México.
Y aquí estamos una vez más ante esa bandera esplendorosa que el Plan
de Iguala nos legó. Ante la bandera idolatrada que en tantos combates ha sido
estrella señera, guía de los mexicanos… la que en Chapultepec, en septiembre
de 1848, fue sudario y mortaja de un héroe adolescente, antes de dejarla caer
en las manos invasoras.
El Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas de México, ha expresado con
mucho orgullo, que para los mexicanos, nuestro símbolo más querido es la
Bandera Nacional, y ha subrayado que LOS 365 DÍAS DEL AÑO, EN CADA
ZONA MILITAR O BASE NAVAL, NUESTROS SOLDADOS Y MARINOS
RINDEN A TEMPRANA HORA HONORES A NUESTRO LÁBARO
PATRIO Y REFRENDAN SU JURAMENTO DE DEFENDERLO A TODA
COSTA.
Ante esa mención que nos honra, cómo no venir a esta plaza cada mes, a
rendirle los honores a nuestra Enseña Nacional, si es nuestra convicción, y,
además, si nuestro Mando Superior, el General Secretario de la Defensa
José S. Martínez A.
210
Nacional, ha dejado como una orden que los SOLDADOS DE MÉXICO
DEBEMOS COMPROMETERNOS CON LAS GENERACIONES DEL
FUTURO, CON LOS NIÑOS Y JÓVENES QUE MAÑANA SOSTENDRÁN
LAS RIENDAS DEL PAÍS.
Por todo lo anterior, estamos aquí con gran entusiasmo rindiendo los
honores de ordenanza, y, de nueva cuenta, comprometiéndonos con ustedes,
frente a la Bandera Tricolor que es la que nos mueve y nos impulsa, a darlo
todo por la Patria.
SEÑORAS Y SEÑORES:
Hoy y aquí, con toda mi convicción, con todo mi civismo y en voz alta,
reitero como soldado lo que todo el mundo sabe: QUE NO HAY, EN
NINGUNA PARTE, BANDERA MÁS HERMOSA QUE LA BANDERA DE
LA PATRIA MEXICANA, A LA QUE SIEMPRE HONRAREMOS Y
DEFENDEREMOS ¡CON NUESTRA VIDA!
Gral. de Div. D. E. M. Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
211
DISCURSO. ACTO CÍVICO DEL TRECE DE SEPTIEMBRE EN
MEXICALI
Los oficiales del Ejército Mexicano tenemos como punto de referencia a
Chapultepec, al llamado CERRO DEL CHAPULÍN por los nahuas, el
bosque donde plantó ahuehuetes Nezahualcóyotl… el lugar donde estuvieron
el Zoológico de Moctezuma y los palacetes de los virreyes… el sitio que en una
época fuese cuartel y durante años Colegio Militar… y Palacio Imperial… y
Residencia Presidencial… hoy Sede del Museo Nacional de Historia.
Los Cadetes de Chapultepec fueron Antorchas de Honor, en 1847, y se
cubrieron de gloria para siempre.
Casi escucho a mi General Secretario de la Defensa Nacional
recordándonos que ES IMPORTANTE CONOCER EL PASADO, PERO NO
VIVIR EN ÉL, SINO APRENDER DE ÉL PARA PODER SEGUIR
ADELANTE… o la voz mesurada de nuestro Comandante Supremo de las
Fuerzas Armadas de México, subrayando que LAS INTERVENCIONES
SIEMPRE SON VIOLENTAS Y TODO PAÍS QUE ES INVADIDO POR
FUERZAS EXTRANJERAS TIENE EL DERECHO DE DEFENDER SU
INDEPENDENCIA Y SOBERANÍA PORQUE NINGÚN PAÍS DEBE
ESTAR POR ENCIMA DE OTRO.
Hoy se conmemora un año más de la Batalla de Chapultepec, en 1847,
en la que perdieron la vida más de 600 soldados, entre ellos 6 cadetes
conocidos como los niños más famosos de la Patria, LOS NIÑOS HÉROES
DE CHAPULTEPEC.
Ser mexicano es vivir orgulloso de su linaje e historia.
Los cadetes de 1847 son casta de valientes que perdieron la vida en
combate…
Las generaciones, una tras otra, cuentan la gran hazaña y glorifican sus
nombres:
José S. Martínez A.
212
- FRANCISCO MÁRQUEZ, originario de Guadalajara, cadete de 13
años, el más joven, quien murió combatiendo al pie del cerro.
- VICENTE SUÁREZ, de Puebla, el centinela que murió defendiendo
su puesto en la escalera, luchando a bayoneta calada.
- JUAN DE LA BARRERA, de la Ciudad de México, Subteniente de
Artillería que murió gloriosamente a la entrada del bosque
defendiendo los baluartes que él mismo había construido, hasta que
las balas enemigas cegaron su vida.
- JUAN ESCUTIA, oriundo de Tepic, quien herido se lanzó al
despeñadero con la Bandera Tricolor…
- AGUSTÍN MELGAR, de Chihuahua, teniente que defendió la parte
alta del castillo, recibiendo heridas de bala y bayoneta para morir
desangrado en la biblioteca…
- Y FERNANDO MONTES DE OCA, de Azcapotzalco, quien
atravesado con bayoneta por la espalda, siguió combatiendo y murió
acribillado…
Esos seis nombres de Cadetes son símbolos heroicos que amamos…
Un hombre sin amor a los símbolos, es un hombre inferior.
Los símbolos como la Bandera o los Niños Héroes, llegan a ser tan
amados que cuando se incorporan a la excelencia de los valores más altos,
somos capaces de entregarles la vida, porque representan lo más limpio de
nuestra Patria, lo más puro de nuestra historia y lo más alto de nuestro
honor, y preferimos salvar la esencia que en ellos vive, a la propia
existencia… O, permítanme ponerlo de otra manera:
El sacrificio del Héroe Niño de Chapultepec, en aras del culto a su
bandera, carece de sentido para aquel que ignora el más noble edificio
psicológico de un héroe: el amor a ese supremo valor que es la Patria con todo
el tesoro tradicional que en ella acumularon nuestros antepasados para
nosotros y nuestros hijos.
José S. Martínez A.
213
Esa fuerza de los símbolos es pues, la que estremece, poderosa, la figura
y el episodio de los Niños Héroes de Chapultepec.
Los cadetes sucumbieron el trece de septiembre, en holocausto perfecto,
pero su bandera con su simbolismo de RELIGIÓN, UNIÓN E
INDEPENDENCIA, cobraron plenitud de vida. Su sangre lavó el honor de
esta tierra, la fecundó, y se trasfundió a las venas de los que de ella hemos
nacido. A partir de Escutia, Melgar o Suárez, en México todo joven en el que
vibra la autenticidad militante de la mocedad, a pesar de cuantos infortunios
nos haya deparado la historia, lleva inscrita en su corazón, la siguiente
fórmula excelsa: LA JUVENTUD NO SE HA HECHO PARA EL PLACER,
SINO PARA EL HEROISMO.
México es un país donde se entrecruzan las leyendas con las tradiciones
y la historia como para poder decir: AQUÍ, UNA VIRGEN FORJÓ UNA
PATRIA… AQUÍ UN GRAN CURA SE HIZO PADRE DE LA PATRIA…
AQUÍ SEIS CADETES MURIERON POR LA PATRIA… Y qué satisfacción
poder decir que si ayer los Niños Héroes dieron su vida por la Patria, hoy la
Patria debe corresponder con creces a nuestros niños y al pueblo de México,
¡Para que su gloria sea nuestra gloria!
¡Vivan los Niños Héroes de Chapultepec!...
Gral. de Div. D. E. M. Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
214
DISCURSO DEL TRECE DE SEPTIEMRBE PARA LA CENA CON
MILITARES Y SUS FAMILIARES
Hoy es el día de la fiesta más grande de los militares.
Hoy es trece de septiembre, y por la mañana, con ánimo renovado y
confianza en el futuro, en el Altar de la Patria, el Jefe Supremo de las Fuerzas
Armadas de México encabezó la ceremonia del 168 Aniversario de la Gesta
Heroica de los Niños Héroes de Chapultepec, imponente ceremonia útil para
que la memoria histórica no se nos borre ni se nos diluya, para que se
mantenga en nosotros viva y actuante, para que seamos capaces de ser fieles a
la lección de heroísmo de 1847, pues como bien ha dicho nuestro General
Secretario de la Defensa Nacional: LAS CONMEMORACIONES CÍVICAS
SON BIOGRAFÍAS Y ESCRUTINIO DEL PASADO PARA
COMPRENDER SU TRASENDENCIA. Y claro que los hechos de 1847
trascienden y trascenderán mientras los rastros del invasor no se borren y
aparezcan en los informativos de año con año, recordándonos cómo
bombardearon el Castillo de Chapultepec, y cómo ametrallaron, masacraron
y aprisionaron a los Héroes de la Patria, hombres y niños.
Para nosotros los militares, los Niños Héroes son NUESTROS
MAYORES, y actos como éste nos instan a seguir su ejemplo, pues ellos no
dudaron en entregar su vida por la libertad y la soberanía de México. Desde
hace 168 años esos aguiluchos con su entrega limpia y absoluta, nos
enseñaron cómo defender a la Patria.
Así de fuerte es la trascendencia de los cadetes de 1847 en los militares
de hoy.
En 1903 dijo el poeta lo siguiente sobre los Niños Héroes de
Chapultepec:
MORÍAN CUANDO APENAS EL ENHIESTO
BOTÓN DABA SUS PÉTALOS PRECOCES,
José S. Martínez A.
215
PRIVILEGIADOS POR LA SUERTE EN ESTO
QUE LOS QUE AMAN LOS DIOSES MUEREN PRESTO
¡Y ELLOS ERAN AMADOS DE LOS DIOSES!...
… LOS DIOSES NOS ROBARON EL TESORO
DE ESAS ALMAS DE NIÑOS QUE SE ABRÍAN
A LA VIDA Y AL BIEN, CANTANDO EN CORO:
ALLÍ FUE… LA MAÑANA ERA DE ORO,
SEPTIEMBRE ESTABA EN FLOR… ¡Y ELLOS MORÍAN!
Esta noche están con nosotros ustedes, las esposas, madres, hermanas y
familiares de los soldados de México. Ustedes que han aprendido que una
casa se puede empacar en uno o dos días…
Ustedes que han aprendido a conocer diferentes lugares, costumbres y
tradiciones del pueblo de México, mismos que han adaptado a sus vidas…
Ustedes que han aprendido a hacer nuevas amistades y de la misma manera a
despedirse de ellas.
Ustedes que, tristes, se han acostumbrado a que el papá militar se
pierde los momentos especiales: confirmaciones, comuniones, fiestas,
cumpleaños, graduaciones, navidades y años nuevos, pero saben que nunca
deja de pensar en ustedes.
Ustedes que han aprendido que el tiempo pasa y el soldado tarda en
regresar, y por eso hay que aprovecharlo cuando viene, para vivir en el
presente más que en el ayer o el mañana, ya que no pueden regresar el pasado
ni predecir el futuro, y por su amor a él han aprendido a ser fieles a sus
sueños y esforzarse por cumplirlos. A ver el verde olivo como algo muy
familiar, ya que sus vidas las rige ese color…
…Ustedes, los familiares de cada soldado, a querer o no aprenden a
disfrutar cada momento con el hijo, esposo o hermano, sintiéndose parte de
sus triunfos y anhelos… hasta han sospechado que su militar se siente súper
José S. Martínez A.
216
héroe, ¡Y es eso y más! porque es real, y no conoce límites, y nada puede
detenerlo…
Se han dado cuenta de los sacrificios de su trabajo, pero se sienten
orgullosos de él, tanto que hasta las lágrimas se les salen sólo de recordar todo
lo que ha hecho por su Patria y por ustedes.
Los familiares del militar han aprendido que aunque LA PATRIA ES
PRIMERO, su esposa y su familia también lo son y todo su amor es para
ustedes…
A lo mejor, para muchos civiles, la milicia es un mundo desconocido ya
que es cosa de soldados, armamentos y municiones, de muerte y peligro, de
uniformes y obsesión por la limpieza, de órdenes, disciplina, lealtades y
obediencia. Pero ustedes saben acerca del increíble sentido humano que sale
de un soldado, ya que han visto y vivido de cerca todos los desafíos y
sacrificios que hace por su familia y su nación.
Para él, el amor a su patria son los rostros de aquellos desconocidos que
piden su ayuda, cuando nadie más puede, porque es parte de un mundo
único, y sólo aquellos que lo viven, lo entienden.
En todos esos actos de los militares está la herencia y el compromiso con
los héroes de nuestra historia…
En estos momentos me uno a ustedes para reflexionar en los soldados de
México que no están aquí, los que están en todos los puntos neurálgicos del
país, defendiendo su honor, y su Patria que llevan dentro, arriesgando su
vida, en medio del peligro de poder quedarse dormidos, en un desafío entre la
emboscada y la muerte… soldados que dan su vida por defender su país que
los vio nacer, soldados hijos del pueblo, héroes en silencio, herederos de los
cadetes de Chapultepec…
Hoy es 13 de septiembre. ¡La fiesta más grande de los militares!
Gral. de Div. D. E. M. Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
217
DISCURSO PARA LOS HONORES DEL PRIMER LUNES DE
OCTUBRE 2015
En las Ceremonias de Honores a la Bandera Nacional, los niños, los
jóvenes, los maestros, los ciudadanos, las autoridades y los militares, hemos
expresado que nuestro lienzo tricolor es el lábaro augusto de nuestra Patria
amada, que es el emblema de las luchas libertarias, que es el pabellón de tres
colores sin mancha que los mexicanos de todas las edades amamos y
respetamos.
La Bandera de México, flota en lo alto de los cielos como resumen del
trabajo, el honor y la gloria… como señal de los más caros anhelos sostenidos
por nuestro pueblo a lo largo de su historia.
La bandera mexicana es baluarte de los ideales superiores y de las
esperanzas de nuestros hermanos mayores.
El amor a nuestra bandera nos une y nos hace tomar conciencia de
nuestros deberes de buenos mexicanos y de buenos ciudadanos.
La bandera de México, flameada por el viento del heroísmo, es síntesis
que encarna a los grandes forjadores de la nación, su fe y su patriotismo.
El pasado y el presente de nuestro pueblo conforman su semblanza, y
por eso en todas las fechas triunfales la honramos con bellos toques marciales,
en las escuelas y en los cuarteles, en las ceremonias cívicas y en los desfiles.
La Bandera Mexicana es sendero de libertad, principio y fin de la
nacionalidad… pues nació como testigo fiel de nuestra independencia, y al
flotar libre es un llamado a la unión y a la fraternidad para ir juntos en el
futuro que entre todos construimos a diario.
La enseña tricolor, es el máximo símbolo que nos une e identifica como
mexicanos… ¡HONRARLA Y DEFENDERLA!... es juramento perenne que
realiza todo soldado al vestir por primera vez su uniforme… ¡SER FIELES A
José S. Martínez A.
218
LOS PRINCIPIOS DE LIBERTAD Y DE JUSTICIA! es el juramento de
cada niño, en cada homenaje de su escuela, con su amor infantil.
Nuestro Comandante Supremo, el Ciudadano Presidente de la
República, ha subrayado que el EJÉRCITO MEXICANO SURGIÓ CON EL
IDEARIO DE AQUELLOS HOMBRES QUE EN LA REVOLUCIÓN
LUCHARON POR LA LIBERTAD, LA PAZ Y LA JUSTICIA SOCIAL,
INSPIRADOS EN EL PATRIOTISMO QUE HEREDARON DE LOS
MEXICANOS QUE COMBATIERON CONTRA EL EXTRANJERO EN
1847 EN CHAPULTEPEC, Y EN 1862 EN PUEBLA, SIGUIENDO LA
BANDERA TRICOLOR EN LOS CAMPOS DE BATALLA, HASTA
OFRENDAR LA VIDA POR ELLA Y POR LA PATRIA.
Por muchas razones, la Bandera Nacional tiene un gran significado para
todos y en particular para quienes vestimos con orgullo el uniforme escolar o
el uniforme verde, que finalmente son uniformes de la Patria.
La bandera siempre evoca a las mujeres y los hombres que
construyeron las instituciones, a los que han luchado por ella y a los que la
honran con su conducta de ayer o de hoy.
Es por eso que izar la bandera, es actividad primordial que se realiza en
los edificios y plazas públicas, en las escuelas y los cuarteles, para sentir lo
que somos como mexicanos… para comprometernos juntos los adultos con los
niños y los jóvenes que mañana llevarán las riendas del país…
Si valoramos estas ceremonias de honores a la bandera, veremos que
han sido fundamentales en la construcción de un mejor país.
México, nuestra patria, es una gran nación con un gran pueblo que
ocupa un lugar preponderante en el concierto de los países más destacados
del Orbe.
Para consolidar esta premisa, se requiere del esfuerzo de todos, de los
estudiantes y de la sociedad, de los gobiernos y de las Fuerzas Armadas. Se
José S. Martínez A.
219
requiere de que todos, en lo que nos toca hacer, actuemos con legalidad, con
unidad y con lealtad absoluta a México.
Ese es el espíritu genuino que representa la Bandera Tricolor que
izamos con solemnidad, que nos renueva la esperanza, que nos da vigor y
aliento para triunfar sobre todas las adversidades.
Con la Bandera Tricolor somos un ejército de estudiantes, un ejército de
ciudadanos y un ejército de soldados surgidos del pueblo, para el pueblo y con
el pueblo.
Un ejército de instituciones… un ejército del deber, el estudio y el
trabajo… un ejército de la Nación… un ejército del pueblo… un ejército de la
soberanía, de la lealtad y del amor a México.
SEÑORAS Y SEÑORES:
Estamos en octubre y no debo terminar sin hacer mención del encuentro
de dos mundos.
El 12 de octubre de 1492, Cristóbal Colombo bajó de sus Carabelas y
pisó la isla de San Salvador, en las Bahamas, abriendo paso a la conquista de
todo el continente.
La raza aborigen blandió sus mazas… al ídolo de piedra lo reemplazó el
Dios hecho hombre de carne… Los Atahualpas y Moctezumas defendieron su
honor y su derecho, pero en el vientre de América cayó semilla de la raza
española y se mezcló la fuerza de los castellanos con la fuerza del indio de las
montañas, surgiendo la nueva raza, nuestra raza mestiza.
El simbolismo del águila que domina la serpiente, tuvo su origen hace
un milenio en la leyenda histórica de la fundación de la Gran Tenochtitlan.
Así, el águila que destaca en el centro de nuestra bandera nos remite a un
pasado legendario, heroico y glorioso.
Nuestros libertadores tuvieron la certera visión de unir en el primer
emblema cívico, al antiguo símbolo indígena con los colores de la bandera que
José S. Martínez A.
220
surgió al consumarse la independencia, la bandera del Ejército Trigarante, a
la que le agregaron el águila azteca, nuestro Escudo Nacional.
En los cientos de miles de escuelas del país, los niños izan y arrían todos
los lunes la misma bandera, símbolo de la misma patria. Séneca decía que
NADIE AMA A SU PATRIA PORQUE ES GRANDE, SINO PORQUE ES
SUYA. Y es cierto, no la amamos por su extensión, ni por sus logros, ni por
sus atributos naturales, ni por su clima, sino por ser nuestra.
La Patria se siente, a falta de palabras que la expliquen con claridad.
Se nace en cualquier parte del territorio, y es un misterio inapelable,
que se ama esa tierra como propia, y se quiere volver a sus entrañas. Ahí de
donde irse se hace difícil, donde permanecer es necesario, donde estar en esa
tierra es más fuerte que seguir caminando, donde nunca se está del todo
solo… Donde se quiere estar y ver a los hijos, y se quiere morir y estar cerca
de los muertos…
Esa es la Patria, a la que queremos ver con justicia, en paz y en libertad.
La que es de todos y es de nadie. La que llevamos dentro, y para hacerla
tangible la convertimos en símbolos: en el Himno, en el Escudo y en la
Gloriosa Bandera de México.
Gral. de Div. D. E. M. Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
221
DISCURSO DE HONORES A LA BANDERA PARA EL PRIMER
DÍA DE CLASES DE NOVIEMBRE 2015
La bandera es el símbolo único que resume la historia y la geografía, la
cultura, la política y la religión de toda la Patria, desde que ésta existe…
Refleja, además, su moderna identidad multicultural, así como su herencia
indígena.
El respeto a la Bandera Nacional es una de las fibras más sensibles de
los mexicanos, porque es la bandera que ha peleado las luchas bravías del
pueblo, la bandera que cuando flamea sobre los cielos nos incita a decir, NO
HAY BANDERA MÁS HERMOSA QUE ESE LIENZO TRICOLOR…
En su vuelo la bandera es México entero, es el sentir del pueblo, es el
ideal supremo y es el camino más recto…
Podemos decir que con toda su gloria y todo su honor, nuestra bandera
es México.
La escuela y el ejército enseñan que la Bandera Nacional es emblema de
trabajo, de libertad y de honor… que es gloria de nuestro pueblo generoso y
es símbolo de paz…
Hoy este pueblo nuestro: los niños y los jóvenes, los adultos, los
ciudadanos, las autoridades y el ejército, le rendimos los honores de
ordenanza en esta plaza.
Aquí está la bandera esplendorosa que nació con la Independencia
Nacional.
Aquí está la bandera que un día se santificó con los triunfos de la
República en contra de la Intervención Francesa y el Imperio.
Aquí está la bandera idolatrada con la que entró, con Madero, la
Revolución triunfante a la Ciudad de México.
José S. Martínez A.
222
Aquí está la bandera frente a la cual, en Ayoxuxtla, los jefes zapatistas
juraron luchar por la tierra hasta vencer o morir.
Aquí está la bandera que voló con el Escuadrón 201 sobre los cielos de
las Filipinas para morir por la democracia.
Veamos el alma de México en la Bandera Mexicana, luciendo los colores
de su paisaje de verdes campos, de blancas nubes y de rojos atardeceres… y
cómo, en su centro, vibra el escudo de la antigua raza mexica con laureles de
triunfo…
Los poetas ven en la bandera las hojas de los árboles, los copos de los
cráteres y la sangre de las flores, tendidos como un abrazo de madre hacia
toda la Patria… hacia esta Patria que tiene costas con rumor de mares, que
tiene cielos azules con fúlgido sol… con su verdor de selvas y montañas, y su
blanco sublime como sueño de paz… y su rojo encendido con llamas de amor.
Al ver flotar nuestra bandera se nos ensancha el pecho porque la
amamos de corazón llevándola en el alma, porque parece volar como su
águila, con alas de libertad.
Aquí, cada primer lunes de mes, todos venimos a edificar y exaltar esa
hermosa bandera que es orgullo de nuestro país: tres colores… y un águila
herencia de nuestra raza…
Bandera que es palma heroica… y es arca santa, máxime en el campo de
batalla cuando han ido tras ella las miradas y las esperanzas.
Cuando rendimos honores a la bandera, siempre nos referimos a ella…
y hablar de la bandera de México es hablar de los sueños de su gente, de
aquellos que alguna vez se atrevieron a soñar sueños de soberanía y de
grandeza…
Hace muchos años alguien la soñó color de selva y ceiba, de nube y
espuma, de rojo crepuscular… la soñaron con sus historias de batallas
ganadas y perdidas, con sus historias de abuelos y de jóvenes que aman a su
José S. Martínez A.
223
Patria, los de ayer y los de hoy… Historias de héroes de carne y hueso que día
a día libran una difícil batalla en su lugar de trabajo o de estudio, en su
hogar, atraviéndose también a soñar sueños de un futuro mejor…
Así la concibieron desde las luchas de independencia, para venerarla,
para representarnos, para defenderla siempre…
La noción de patria lleva implícito un sentimiento de orgullo que
acrecienta nuestro civismo y hace que se sienta, se desee y se luche, como ha
dicho nuestro Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas de México POR
VIVIR EN UN PAÍS DONDE IMPERE LA REALIZACIÓN DE LOS
VALORES ESENCIALES QUE UNA SOCIEDAD REQUIERE, PARA
VIVIR LA JUSTICIA, LA LIBERTAD, LA DEMOCRACIA Y EL
BIENESTAR COLECTIVOS, POR LOS QUE PUEBLO Y GOBIERNO
DEBEMOS LUCHAR JUNTOS.
Ante un símbolo tan apreciado como es la bandera, cada uno de
nosotros podemos sentir toda la gama de sentimientos que nuestro pendón
despierta. El poder del símbolo nos transmite un sentido de pertenencia, de
identidad y de identificación con el curso de nuestra historia y la razón de
nuestra cultura.
En el símbolo se reconocen todos los procesos que ha atravesado un
hombre, una sociedad o un país, para alcanzar el grado de autonomía que se
requiere para proyectar su existencia.
Por todo eso, la bandera es uno de los símbolos más respetados por los
mexicanos.
Nuestro General Secretario de la Defensa Nacional ha dicho que LA
BANDERA ES NUESTRO MÁXIMO SÍMBOLO, QUE REPRESENTA LO
QUE SOMOS, NOS IDENTIFICA Y NOS VINCULA HACIÉNDONOS
SENTIR QUE PERTENECEMOS A UNA PATRIA QUE NOS ES
COMÚN…
José S. Martínez A.
224
No olvidemos que la Bandera Nacional ha sido fiel compañera del
Pueblo de México, en momentos gratos así como en los difíciles… que el
Lábaro Patrio ha recogido nuestras proezas y redimido nuestras derrotas…
que la bandera está íntimamente ligada a cada uno de los momentos en que
nuestro pueblo ha defendido su derecho a la libertad.
Por ello es natural que cada uno de los mexicanos digamos: MI
BANDERA ES COMO YO LA QUIERO, VERDE, BLANCO Y ROJO CON
SU ÁGUILA EN EL CENTRO, PORQUE DESDE EL PRIMER DÍA QUE
VAMOS A LA ESCUELA ONDEA EN EL PATIO ESA LINDA BANDERA
Y AL VERLA FLOTANDO APRENDEMOS A QUERERLA.
SEÑORAS Y SEÑORES:
Sin nuestra bandera no seríamos nada o seríamos hombres sin patria y
nos sentaríamos sobre los muertos, y besaríamos zapatos vacíos… y
acabaríamos empuñando rabiosamente la mano del corazón para buscar
pelear al lado del pueblo del que somos parte los soldados, del pueblo de
nuestra misma leche, y nos acercaríamos de nuevo al árbol de la misma patria
necesaria que con sus raíces nos protege, para volver a decir, como ahora, que
AQUÍ ESTAMOS PARA AMARLA Y DEFENDERLA CON LA SANGRE Y
CON LA BOCA, COMO DOS FUSILES FIELES.
Porque su voz es nuestra voz, porque sus héroes son nuestros héroes,
porque sus ansias son las nuestras y sus desventuras tienen el mismo metal de
nuestro llanto, y sus penas son del mismo temple... y de la misma madera es
nuestro pensamiento y nuestra frente, y de su corazón es nuestra sangre y de
su dolor son y serán nuestros laureles…
Y le diríamos a nuestra eterna bandera: AQUÍ ESTAMOS PARA
VIVIR MIENTRAS NOS SUENE EL ALMA… AQUÍ ESTAMOS PARA
MORIR CUANDO LA HORA NOS LLEGUE EN LOS VENEROS DEL
PUEBLO, DESDE AHORA Y DESDE SIEMPRE.
Gral. de Div. D. E. M. Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
225
DISCURSO PARA EL ACTO DE ENTREGA-RECEPCIÓN DE
APARATOS DETECTORES DE DROGAS ILÍCITAS
4 de noviembre 2015
Sabemos que las farmacodependencias llevan a que se pierda la familia,
los amigos, el trabajo y la dignidad.
Las adicciones no distinguen sexo, edad, condición social ni
preparación… y por eso son necesarios y muy importantes los programas de
prevención, de tratamiento y de detección del tráfico ilegal de enervantes,
para interceptarlos antes de que sea demasiado tarde.
Tenemos plena conciencia de que el uso de estimulantes, es una decisión
personal, pero es muy importante el rol que en ello tienen la familia y la
autoridad, para informar, disuadir y evitar hasta donde sea posible, la
producción, el tráfico y el consumo, y para ello se hace necesaria una
estrategia de enfrentamiento al problema.
Habida cuenta de que el consumo de drogas mata, debemos reflexionar
sobre ese flagelo de las drogas y sobre la manera de enfrentarlo como
individuos, como familia, como comunidad o como Estado.
Este acto es una evidencia de que México y Estados Unidos seguimos
adelante en un esfuerzo de luchar juntos por un mundo libre de la esclavitud
de las drogas, porque se trata de un problema global.
Conforme al REPORTE MUNDIAL DE DROGAS, de la Oficina de las
Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, el consumo de drogas ilícitas
sobrepasa los 300 millones de personas en el orbe.
Afganistán sigue siendo el principal productor de opio… y Sudamérica
es la que más drogas aporta al total mundial. Los cultivos de amapola de
México y Guatemala siguen abasteciendo de heroína al mercado del norte,
José S. Martínez A.
226
mientras Colombia, Perú y Bolivia siguen produciendo cocaína para el
mercado negro.
Tenemos claro que la farmacodependencia es una enfermedad, no un
delito… que los consumidores son víctimas. Que los únicos criminales del
mundo de las drogas son los traficantes, los miembros del crimen organizado
que usan el miedo, la corrupción y la violencia en busca, únicamente, de
exorbitantes ganancias.
Contra eso estamos trabajando, y aquí permítanme mencionar con
nuestro reconocimiento: a los operadores de servicios de prevención,
tratamiento, rehabilitación y reinserción social; a los institutos de
investigación, universidades y centros de formación que apoyan a diario el
combate a las drogas y sus efectos…
Este evento binacional tiene que ver con el futuro de nuestro país, su
estabilidad, el derecho a la vida, la salud y la seguridad de miles de personas.
Estamos conscientes de la importancia de este acto en que venimos a
sumar, no a restar.
Acto, en que participamos dos países que luchamos contra un enemigo
común.
Acto que es muestra de una colaboración con resultados visibles…
En un mundo cambiante, con opiniones de diferentes enfoques, como
despenalizar, legalizar, etcétera, la colaboración es fundamental.
En este esfuerzo prevalecerá el compromiso con los principios básicos
de los Derechos Humanos y de la salud.
Nuestro Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas de México, al respecto
ha expresado textualmente: NO QUEREMOS QUE LOS MEXICANOS
DESTRUYAN SU VIDA NI QUE LOS JÓVENES TRUNQUEN SU
FUTURO POR CONSUMIR SUSTANCIAS QUE DAÑAN SU SALUD.
José S. Martínez A.
227
LAS ADICCIONES ACABAN CON LOS SUEÑOS DE QUIENES LAS
PADECEN Y SON UNA FUENTE DE DOLOR Y PREOCUPACIÓN PARA
SUS FAMILIARES Y SERES QUERIDOS. Y trazó, nuestro Superior
Comandante, los siguientes seis objetivos de la estrategia contra las drogas:
Primero: REFORZAR LAS MEDIDAS PARA PREVENIR EL CONSUMO
DE SUSTANCIAS ADICTIVAS QUE ALTERAN EL SISTEMA
NERVIOSO…
Segundo: MEJORAR LA COBERTURA Y CALIDAD DE LOS SERVICIOS
DE ATENCIÓN BASADOS EN PROCEDIMIENTOS CIENTÍFICOS.
Tercero: FORTALECER LA FORMACIÓN Y ESPECIALIZACIÓN DE
QUIENES SE DEDICAN A ATENDER EL PROBLEMA DE ADICCIONES.
Cuarto: FOMENTAR LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA E
INNOVACIÓN TECNOLÓGICA EN EL TEMA.
Quinto: PROMOVER UN NUEVO MARCO REGULATORIO y
Sexto: FORTALECER LA PRESENCIA DE MÉXICO EN LOS FOROS
INTERNACIONALES PARA QUE COMPARTA SU EXPERIENCIA Y
RETOME LAS PRÁCTICAS EXITOSAS A ESCALA MUNDIAL.
Esta entrega de aparatos detectores de drogas ilícitas está directamente
relacionada con el sexto objetivo citado, al incorporar en México prácticas
exitosas a escala mundial.
La Secretaría de la Defensa Nacional de nuestro país recibe de los Estados
Unidos a través de su embajada, este equipo de avanzada tecnología que
respaldará nuestra estrategia contra los envenenadores de la juventud.
SEÑORAS Y SEÑORES:
Para terminar diré que nuestro General Secretario de la Defensa Nacional ha
dicho con toda seguridad y entereza las siguientes palabras que hacemos
nuestras: PARA NOSOTROS, VALORES COMO EL HONOR, LA
José S. Martínez A.
228
LEALTAD, EL PATRIOTISMO, EL VALOR, LA DISPOSICIÓN, EL
ESPÍRITU DE CUERPO Y LA ENTREGA, SON ASUNTOS QUE TODOS
LOS DÍAS ESTAMOS VIENDO, en la formación y en el trabajo de los
soldados de México, y esos somos nosotros, quienes tenemos como deber
principal servirle a nuestro pueblo, velando por su seguridad, su soberanía,
su libertad, y en este caso particular, velando por su salud.
Gral. de Div. D. E. M. Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
229
APUNTES PARA REFLEXIÓN
OCTUBRE, 2012
El mejor gobierno es el que desea hacer feliz al pueblo y sabe cómo
lograrlo… el que defiende y protege la persona y la propiedad de cada cual
con la fuerza común de todos, haciendo valer el Estado de Derecho.
Venturosamente, México es un país de instituciones fuertes que no están
en riesgo, y que pueden garantizar tanto la seguridad nacional, como la
seguridad interior, problemas urgentes, pero no los más importantes, si
consideramos que existen toda una gama de retos que confrontar, porque
variados son los problemas que laceran a México: corrupción, inseguridad,
pobreza, salud, educación, desempleo, justicia, mercado, derechos humanos y
muchos más, pero sin duda, la prioridad debe recaer en la situación
económica que tiene que ver con el costo de la vida, el desempleo, los salarios
bajos y la suma de todos esos y otros que es la pobreza.
No puede haber una sociedad floreciente y feliz donde la mayor parte de
sus integrantes sean pobres y desdichados, porque nada cala más hondo que
la falta de recursos.
Como bien sabemos la primera necesidad humana y la más importante
de todas es comer, y, para ello, es imprescindible el ingreso, que requiere de
tener un trabajo remunerado.
En este país nuestro donde un alto porcentaje de la población es pobre,
el problema más importante y urgente de atender es esa pobreza en sus
expresiones más crudas como la pobreza extrema, la pobreza alimentaria y la
pobreza patrimonial que llevan a la POBREZA DE ESPÍRITU, misma que
induce a las comunidades a creer en su propia impotencia, desesperanza,
apatía y timidez, siendo lo peor de esos estados de pobreza, que muchos no
saben soportarla y son capaces de cualquier cosa por dinero, aparte de que
pobreza e independencia son términos incompatibles, porque la pobreza
José S. Martínez A.
230
implica atraso y subdesarrollo, que desembocan en dependencia económica,
cultural, política y tecnológica.
En México, la miseria no puede seguir siendo estandarte de campañas
políticas o revueltas de inconformidad; ni puede seguir siendo el rostro de la
corrupción, ni seguir siendo esa pobreza tan grande como el hambre del
pueblo. Maquiavelo decía que NO HAY QUE REDUCIR AL PUEBLO AL
DESCONTENTO.
La pobreza es un problema social, y su solución también debe ser social.
Es hora de incentivar la producción hacia un nuevo modelo económico,
hacia un necesario desarrollo nacional, porque la pobreza social es una herida
profunda que debe atenderse con prioridad entre las urgencias.
Para el desempeño de las Fuerzas Armadas nuestro referente es la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que expresa la
facultad y obligación del C. Presidente de la República de PRESERVAR LA
SEGURIDAD NACIONAL EN LOS TÉRMINOS DE LA LEY
RESPECTIVA, Y DISPONER DE LA TOTALIDAD DE LA FUERZA
ARMADA PERMANENTE, O SEA DEL EJÉRCITO, DE LA ARMADA Y
DE LA FUERZA AÉREA PARA LA SEGURIDAD INTERIOR Y
DEFENSA EXTERIOR DE LA FEDERACIÓN, y en esos términos, bajo las
órdenes del Ejecutivo Federal, las instituciones militares tenemos como un
alto honor, ser garantes de la seguridad, de la soberanía nacional, de la
protección de los intereses de la nación y de los valores supremos de la patria:
la paz, la unidad, la justicia, la seguridad, la libertad y la soberanía.
En la lucha contra la delincuencia organizada estamos prestos a
continuar las Operaciones de Erradicación, para minar la base económica de
los narcotraficantes; las Operaciones de Intercepción, para inhibir el uso del
territorio, espacio aéreo y litoral en el tráfico de estupefacientes; las
Operaciones Terrestres, con despliegue de puestos de control estratégicos
sobre las rutas delincuenciales; las Operaciones Aéreas para debilitar e
impedir el ingreso de aeronaves sospechosas procedentes del Caribe, Centro y
José S. Martínez A.
231
Sudamérica al territorio nacional; las Operaciones Anfibias, para continuar
las operaciones terrestres, en costas, lagunas, esteros, ríos y pantanos,
acotando el trasiego de drogas; las Operaciones Directas, contra la
delincuencia organizada (interdicción y hostigamiento) para coadyuvar con
las autoridades civiles en la desarticulación de las estructuras delictivas, más
las operaciones de la Secretaría de Marina-Armada de México, como lo son la
Operación INFLEXIBLE, la ISTMOCOORDINADA, CARIBE CONJUNTA
y FARALLÓN, así como Operaciones de ALTO IMPACTO en algunos
estados donde está focalizada la delincuencia organizada, y la Relación
México-Estados Unidos contra la Delincuencia Organizada, en tanto la
Comandancia Suprema de las Fuerzas Armadas no emita nuevas órdenes y/o
cambio de estrategia, porque, como bien dice Sun-Tzu, UNA DE LAS
TAREAS MÁS COMPLEJAS PARA TODO JEFE, ES LA DE MODIFICAR
SU PLAN SEGÚN LOS CAMBIOS IMPUESTOS POR LAS
CIRCUNSTANCIAS; Y LA GUERRA ES UN CAMBIO CONSTANTE.
Al problema de la delincuencia organizada se le debe dar un enfoque
globalizado, porque esa delincuencia está globalizada.
José S. Martínez A.
232
CARTA
México, D. F. a 1 de diciembre de 2012
C. Gral. de Div. D. E. M. Guillermo Galván Galván
Secretario de la Defensa Nacional
Con éstas, mis sencillas palabras desnudas por encima, pero vestidas de
respeto y gratitud en lo profundo del sentimiento, le ofrezco mi mano diestra
que se cuadra ante el jefe, y mis brazos abiertos al amigo (si así me lo
permite) por el esfuerzo conque juntos nos ha tocado esparcir desde la
Secretaría de la Defensa Nacional, semillas de lealtad y de honor hacia todos
los vientos de la Patria.
No se inventa la madurez ni se improvisa la aurora. Como los versos del
poeta de la Orestíada, la obra de los guerreros honorables, como usted, mi
general, está dedicada al tiempo.
Hoy entiendo mejor muchas cosas, por ejemplo, que lo justo para el
Ejército, es lo que merece por servirle al pueblo… como justo será para el
pueblo, lo que de nosotros se merece: servicio, protección y probidad.
Gracias por regalarme sus lecciones de madurez y de entusiasmo, su
ejemplo de disciplina y de firmeza, su apoyo tan discreto como invaluable, y,
aparte, su confianza y su amistad, que sabré honrar.
Gracias por nutrirme con su experiencia de gran militar de México.
Le hablo como soldado que soy, porque pienso como hombre de armas
en mi deber, que también es moral, y en este momento de relevos y balances,
quedo en deuda de gratitud ante usted, quien siempre será MI GENERAL.
Preguntó Alejandro Magno a un filósofo, cómo lograría un general ser
el más amado y respetado, y, el sabio contestó: SERÁS AMADO Y
RESPETADO, SI, SIENDO EL MÁS PODEROSO NO TE HACES TEMER,
y usted, mi general, con la mayor jerarquía del Ejército, se ganó el respeto, la
José S. Martínez A.
233
admiración y el cariño del pueblo, de la tropa, de la oficialidad, y, de mi
parte, mi mejor lealtad y gratitud de subordinado y amigo para toda la
vida… porque usted no se hizo temer, se hizo querer.
Dice Sun Tzu, en El Arte de la Guerra, que LA AUTORIDAD DE UN
GENERAL DEPENDE DE QUE TENGA CINCO CUALIDADES:
SABIDURÍA, PARA SER CAPAZ DE RECONOCER LOS CAMBIOS DE
LAS CIRCUNSTANCIAS, ACTUANDO CON PRESTEZA; EQUIDAD,
PARA QUE SUS HOMBRES ESTÉN SEGUROS DE LA RECOMPENSA O
EL CASTIGO; HUMANIDAD, PARA COMPARTIR LOS
SENTIMIENTOS DE SUS SOLDADOS; VALENTÍA, PARA ALCANZAR
LA VICTORIA, DECIDIENDO EL MOMENTO OPORTUNO, SIN
DUDAR; Y SEVERIDAD, PARA QUE SUS TROPAS SEAN
DISCIPLINADAS.
En la milicia mexicana, y particularmente en la Secretaría de la Defensa
Nacional, usted, mi general, cubrió ampliamente esas cualidades, sobre todo
evidenciando su gran humanismo, no solamente al compartir los sentimientos
de la tropa, sino volviéndose forjador de hombres, noble acción de la que soy
beneficiario.
Puedo decir, con honestidad, que a usted le debo el que me mostrara el
camino con su ejemplo diario de maestro, con su apoyo permanente de jefe, y
con su impulso generoso de General Secretario amigo, que mucho me honra y
que me compromete a ser digno discípulo, agradecido subalterno y fiel amigo.
Hoy pasa al retiro, sin duda pensando en su pasión que es México, al
que tanto ama y al que consagró lo mejor de sí mismo.
Usted, mi general, mantuvo como lección permanente de civismo para
cada soldado, el amor a la patria, para ser dignos garantes de la soberanía
nacional, en aras de una sociedad más justa y democrática, donde imperen el
respeto a la vida, a la verdad, la libertad, la equidad, la justicia y la amistad.
José S. Martínez A.
234
Permítame decirle, mi general, que la presencia de usted en la
Secretaría de la Defensa Nacional, deja un recuerdo que me conmueve, un
ejemplo que me alienta y muchas razones de dignidad para seguir adelante.
Ya los vientos del cielo danzaron y un nuevo amanecer lo encontrará
con el corazón alado, porque, más temprano que tarde, la mano de la vida lo
ha colocado en el sitial de honor que para siempre le corresponde: el de
soldado ejemplar de México, quien desde su retiro, presidirá la emblemática
historia de la Secretaría de la Defensa Nacional, con su personal presencia de
luz, de honor y de destinos.
A sus órdenes, MI GENERAL…
Gral. de Div. D. E. M. Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
235
DISCURSO SOBRE JURAMENTO A LA BANDERA
En todas las grandes y nobles gestas de los pueblos ha estado presente la
bandera, ya como llamada a la rebeldía, ya como llamarada de libertad, ya
como compañera de los campos de victoria, ya, en fin, como símbolo de
identidad.
El estandarte azteca era símbolo de conquista, de poder y dominio
imperial desde la Cascania del norte actual de México, hasta lo que es hoy
Centroamérica, a donde llevaron e impusieron su lengua nahuatlaca y su fe
politeísta.
Los colores del arco iris en la huipala identificaron a los pueblos
andinos precolombinos: bajo su cobijo enfrentaron a los conquistadores.
Banderas rojas colgadas en varios sitios de Quito una mañana de finales del
siglo XVIII puesta seguramente por los precursores de la libertad,
presagiaban las heroicas luchas que habrían de venir en pos de la
independencia. La bandera tricolor –amarillo, azul y rojo- acompañó los
primeros intentos libertarios de Francisco de Miranda. La misma fue
adoptada por Bolívar y los pueblos que lo acompañaron en la lucha por la
libertad, y, después, como símbolo de la gran Colombia.
El estandarte guadalupano de Hidalgo fue bandera de la lucha
insurgente contra la dominación virreinal de la Nueva España.
La nueva patria nacida de las batallas de la independencia, alzó a los
cielos la bandera del Ejército Trigarante que selló la separación de México y
España, bandera cuyos colores cobijan al pueblo mexicano como símbolo de
su indómita soberanía, de su identidad, de su historia y de sus héroes.
Esta mañana estamos aquí reunidos para agasajar a la Bandera de la
Patria, símbolo principal del patriotismo, que no es una simple palabra, sino
una virtud. Virtud que significa cumplimiento de los deberes diarios con la
patria cada quien en su trinchera: en el trabajo eficiente, en la dedicación al
José S. Martínez A.
236
estudio, en la investigación que trasciende, en el servicio desinteresado, en fin,
en la construcción de un país mejor.
Hoy que México atraviesa un periodo de confrontaciones, motivadas
por la falta de respeto a las leyes y al orden jurídico en general, es importante
que todos tengamos presente el significado de esta conmemoración, para que
no dejemos que estos sentimientos se queden en el pasado, solamente como
parte de nuestra historia… Para que busquemos que cada una de nuestras
acciones refleje en el compromiso que hoy vamos a adquirir frente a la patria.
Para que nos propongamos y logremos ser verdaderos patriotas. Para que
aprendamos a respetar a nuestros nuevos héroes. Si queremos conocerlos,
miremos a los hombres y mujeres que trabajan incansablemente en todo sitio
de labor honesta. El verdadero patriotismo es trabajo y amor, es el corazón
en paz y la consciencia limpia.
Hoy los conscriptos han jurado bandera, y jurar la bandera significa
que ustedes, jóvenes, serán responsables y solidarios. Responsables frente a
sus deberes de ciudadanos conscientes y demócratas en una patria que los
necesita más que nunca, y solidarios en la búsqueda de una sociedad más
justa, más respetuosa y más transparente.
Igualmente, entregar la bandera de la patria al estudiante más
sobresaliente como abanderado del plantel, es el máximo reconocimiento que
se puede hacer a sus méritos como alumno y persona. Pero es también el
encargo de una gran responsabilidad: la de abanderar los ideales de justicia,
de solidaridad, de paz y de democracia que encarna la juventud, esa juventud
destinada a hacer temblar a los actuales tiranos.
Hoy, en el día en que festejamos a la bandera, uno de los símbolos de la
patria, queremos ratificar el compromiso de seguir forjando jóvenes que
vivan y practiquen valores cívicos, éticos, de respeto a la diversidad, de
protección de la naturaleza, de convivencia armónica, todos fundamentales en
la conformación del México que queremos y necesitamos…jóvenes que vivan
y practiquen valores de amor a la patria, la tierra sagrada, a la que cantaban
José S. Martínez A.
237
los poetas… y a la que hoy le cantan los niños de todas las escuelas, cuando
ven retratada a esa patria que aman en la bandera nacional.
Gral. de Div. D. E. M. Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
238
RECONOCIMIENTO
Cuernavaca, Mor., a 20 de noviembre de 2010
C. ___________________________
En la milicia, los altos mandos aspiramos a que todos los militares
tengamos conciencia plena de nuestras obligaciones y sepamos cumplirlas con
lealtad y entrega; a que sigamos los preceptos trazados por el Ejército
Mexicano, esos principios que han sido la mejor garantía de su perdurable
existencia como bastión de la soberanía de la República y de sus instituciones.
Me consta que, si en el cumplimiento estricto del deber militar fue
necesario entregar el alma, usted entregó toda el alma; que si fue necesario
poner el corazón, usted puso todo el corazón y sintió profundamente las
palpitaciones del espíritu del pueblo del que somos parte y al que custodiamos
sirviéndole a la patria.
Le hago llegar esta carta con mi personal reconocimiento de que, al
pasar al retiro de nuestro instituto armado, usted va muy en paz y tranquilo
con su conciencia, al merecer la aprobación de sus superiores, porque ha
hecho con impecabilidad lo que debía hacer, y porque la satisfacción del
deber cumplido con honor, es la más envidiable de las recompensas en su tan
útil como valiosa aportación a la grandeza de México.
Reciba mi aprecio personal y mi respeto.
Gral. de Div. D. E. M. Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
239
FELICITACIÓN
México D. F., a 20 de noviembre de 2012
C. __________________________
P R E S E N T E
Vivir es luchar.
Ser uno mismo es el deber del hombre cabal, y quien no se eleva a sí
mismo, es poca cosa.
El ser humano se supera por la inteligencia y lo somático, pero no debe
olvidar que lo que es, lo será también por el corazón.
Merece ascender hasta llegar al más alto grado, el militar que cubre los
requisitos de rigor, pero, sobre todo, el que puede dominar sus pasiones, el
que no teme a la necesidad, ni a la muerte, ni a las cadenas. El que refrena sus
apetitos y desprecia los honores del mundo. El que confía en sí mismo y
cumple con su deber a como dé lugar, porque los altos grados significan altas
responsabilidades.
Lo felicito por su ascenso al grado de ______________________, y tenga
presente, sin mengua de su honor, que el buen militar demuestra su grandeza,
en la forma en que trata a sus subalternos.
Gral. de Div. D. E. M. Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
240
FELICITACIÓN
México, D. F., a 20 de noviembre de 2012
C.___________________
P R E S E N T E
La lealtad es una de las más excelsas virtudes del soldado mexicano.
La lealtad no tiene limitaciones y conociendo como conozco su
trayectoria castrense, he constatado que en usted, la lealtad no está limitada a
la defensa de la patria y sus instituciones, sino que la extiende a los principios,
a los amigos y a la moral, lo que me da mucho gusto porque ningún hombre
que sea falso para con sus semejantes, o desleal a los principios de la justicia y
del derecho, puede ser leal a su gobierno y a su país.
En usted el patriotismo es como el afecto a su familia, sencillo y
confiado, por lo que tengo la íntima satisfacción de felicitarlo por su ascenso
al grado de _____________________, porque sé que usted sabrá honrar la
responsabilidad que ello conlleva… y porque es muy gratificante saber que en
los mandos del ejército mexicano, contamos con militares cuya lealtad es la
misma en todas las situaciones, que no la conmueven los nubarrones ni las
tempestades, y es tan firme en la tormenta como en la calma.
Reciba mis congratulaciones por tan merecido honor.
Gral. de Div. D. E. M. Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
241
RECONOCIMIENTO POR PASAR AL RETIRO
C. ____________________________
P R E S E N T E
Después de más de 45 años al servicio de la patria, usted ha pasado al
retiro del Ejército Mexicano, que, para nosotros los militares es santuario del
honor.
Esta carta es mi personal reconocimiento a su constancia y dedicación
para servir a nuestro pueblo; a su lealtad intachable en su lucha por nuestra
nación y sus instituciones, y a su cumplimiento del deber para la grandeza de
México.
Al volver a la vida civil, usted seguirá siendo un militar vigilante del
honor del ejército y de la alta misión que le asiste de velar por la soberanía y
la seguridad nacional.
Reciba mis saludos afectuosos y mi respeto.
Gral. de Div. D. E. M. Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
242
MENSAJE DE FIN DE AÑO A LOS SOLDADOS. 2015
Cumpliendo con el objetivo central de la Institución Armada, hemos
defendido la soberanía de esta nación y la seguridad de su pueblo, como leales
y auténticos soldados, pero no en el confort ni en la comodidad, sino
corriendo todos los riesgos… y siendo muy amigables con la gente, para darle
una nueva imagen al Ejército Mexicano…
Miles de soldados no descansan en las festividades de fin de año, para
que los mexicanos tengamos seguridad y tranquilidad.
Al desearles felices fiestas decembrinas a todos los soldados de México,
les invito a redoblar nuestro trabajo y nuestro compromiso para que el año
2016 nos traiga paz y felicidad al pueblo mexicano… esperando que para
todos sea un mejor año que este que termina.
Grande ha sido la cuota de sangre de los soldados mexicanos y el
padecimiento de sus familias en la lucha contra la delincuencia.
Nosotros sabemos que por la Patria bien merece la pena morir…
aunque no merece la pena matar… y, lo digo así, porque el verdadero soldado
no lucha porque odia al que está frente a él, sino porque ama la patria, las
instituciones y la familia que están detrás de él.
En las luchas que se libran tenemos como norma el respeto a los
derechos humanos, porque tenemos claro que no hay bandera lo
suficientemente larga para cubrir la vergüenza de matar a gente inocente, o
tapar el desacato de la ley… no obstante que a los soldados se les exigen altos
sacrificios por ser soldados, sabiendo como sabemos, que entre las familias
civiles los hijos entierran a sus padres… y en las familias de militares los
padres entierran a sus hijos.
Ustedes, las mujeres y los hombres que portan el uniforme verde, son
pieza fundamental para la grandeza de la patria.
José S. Martínez A.
243
Aquí, entre ustedes: mandos y tropa, familiares y amigos, convergen
todos los componentes afectivos para darnos un gran mensaje de amor, de
patriotismo y de voluntad: el de seguir trabajando por nuestra patria sin
importarnos las circunstancias.
Las Fuerzas Armadas de México seguiremos avanzando en el próximo
2016 para la defensa y protección de nuestra integridad territorial, de nuestro
espacio aéreo y nuestros mares.
En esta cena-convivencia de fin de año, nuestro agradecimiento enorme
por su compromiso de amor a la patria.
Gracias por ser los Ángeles de la Guarda de este país…
Que en estas fiestas podamos tomarnos de la mano como verdaderos
hermanos que somos, y que ustedes, hombres y mujeres de honor y de ley,
héroes vivos de nuestra patria, puedan compartir el calor de la Navidad en
unión de sus familiares… y, para aquellos que están en estos momentos en el
desierto, la costa o la montaña dando la pelea por nuestro país, un abrazo
muy grande con la gratitud del pueblo, por cuidar a los mexicanos… y
díganle a sus hijos que la razón de no estar a veces con ellos, es por servir a
los altos intereses de la Patria, y que ese honor se lo dejarán de herencia, para
que, como ustedes, cada día hagan más por México en el mañana…
Sé muy bien que cada uno de los soldados, hombres y mujeres aquí
presentes, pueden decir y dicen con plena conciencia: SOY MILITAR, CON
HONOR, PASIÓN Y ORGULLO… PORQUE EL DOLOR ES PASAJERO
Y EL ORGULLO ES ETERNO. Yo les aseguro que sus hijos no tienen héroes
más grandes que ustedes… y que quieren ser como ustedes cuando sean
mayores… También puedo decirles que ustedes son soldados de profesión y
están orgullosos de serlo, pero también sé que están más orgullosos de ser
padres…
Este evento los honra a ustedes y honra al ejército comprometido con el
país, con la disciplina y la unidad.
José S. Martínez A.
244
Los felicitamos y los reconocemos por ser felices de ser soldados… por
ser dignos y honestos al servir a México. Por tener clara su misión… porque
un soldado feliz no trama ninguna estratagema para mandar en su país… ni
se siente árbitro de las leyes ni del gobierno de su patria… simplemente es
defensor de su libertad.
Somos hijos de un pueblo valiente que con sus héroes ha ido
construyendo el futuro y garantizando el triunfo de la paz y la justicia…
El Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas de México, ha
expresado que nuestro ejército es PERMANENTE MUESTRA DE
VALENTÍA, CORAJE Y DIGNIDAD… EJEMPLO DE SERVICIO Y
ENTREGA AL INTERÉS SUPERIOR DE LA NACIÓN…
QUE CUENTA CON SOLDADOS QUE SON LECCIÓN DE HONOR
Y DISCIPLINA EN DEFENSA DE NUESTRA SOBERANÍA…
QUE SURGIDOS DEL PUEBLO, SE IDENTIFICAN CON SUS
ASPIRACIONES Y ESTÁN DEDICADOS A SERVIRLE.
QUE SON UNA FUERZA COMPROMETIDA CON LAS MEJORES
CAUSAS Y LOS MÁS ALTOS IDEALES DE LA SOCIEDAD…
Nuestro General Secretario de la Defensa Nacional ha recalcado hechos
como los siguientes: POR TIERRA Y AIRE HEMOS VISTO A NUESTROS
SOLDADOS DESPLAZARSE PARA EFECTUAR ACCIONES DE
VIGILANCIA, AUXILIAR A LA POBLACIÓN Y REALIZAR UNA
EJEMPLAR LABOR SOCIAL…
HEMOS SIDO TESTIGOS DEL INFATIGABLE TRABAJO DEL
PERSONAL DE TROPA, DOCTORES Y ENFERMERAS PARA
RESCATAR Y ATENDER A MEXICANOS AFECTADOS POR
INUNDACIONES, DESLAVES O ACCIDENTES.
HEMOS CONSTATADO LA GENEROSA PARTICIPACIÓN DE
INGENIEROS Y TÉCNICOS MILITARES ABRIENDO CAMINOS,
José S. Martínez A.
245
CONSTRUYENDO PUENTES O ESCUELAS, ASÍ COMO LA HEROICA
LABOR DE SOLDADOS RASOS, CABOS Y SARGENTOS EN EL
COMBATE A INCENDIOS FORESTALES.
¡ESE ES EL EJÉRCITO MEXICANO, VIVO Y ACTUANTE DE
NUESTRA GRAN NACIÓN!...
SEÑORAS Y SEÑORES:
Con el más profundo sentimiento fraternal, saludo a las mujeres y a los
hombres que en esta Región Militar, son el pueblo uniformado que trabajan y
luchan por la paz y por el porvenir, deseándoles felices pascuas… Y me
congratulo de tener aún la oportunidad de enviar esta salutación de Navidad
y de Fin de Año… como sincero testimonio de respeto y admiración, de
gratitud y de cariño a los soldados que por estar cumpliendo su deber hoy no
pueden estar aquí… y se disciplinan para ser dignos siempre del ejemplo de
los héroes y las heroínas de esta tierra mexicana…
Reciban un abrazo fraterno de quien siente en su corazón de rudo
soldado, el honor de ser aún su comandante…
¡Felices fiestas de Fin de Año... queridos Centinelas de la Patria!... y
¡Buen provecho!...
Gral. de Div. D. E. M. Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
246
DISCURSO SOBRE EL DÍA DEL EJÉRCITO
19 de febrero de 2016
El domingo 9 de febrero de 1913, un nutrido fuego de artillería
conmovió profundamente a los habitantes de la Ciudad de México. Félix Díaz,
sobrino de don Porfirio, y Bernardo Reyes, presos por rebelión, habían
escapado de sus respectivas cárceles y atacaron el Palacio Nacional contra el
gobierno presidido por don Francisco I. Madero.
Cuando el presidente Madero en un gesto valeroso marchaba a caballo
al lugar de los sucesos, arrostrando con serenidad el peligro de las balas que
lo envolvían, se le presentó Victoriano Huerta a ofrecerle sus servicios,
mismos que inmediatamente le fueron aceptados, nombrándolo Comandante
Militar de la Plaza.
Al cabo de una semana angustiosa, Félix Díaz y Huerta se pusieron de
acuerdo. Huerta, aprehendió en Palacio al Presidente y a su Gabinete, y forzó
a los señores Madero y Pino Suárez a presentar sus renuncias al Congreso,
resultando de aquella farsa trágica, que el Ministro de Relaciones, Pedro
Lascurain, fuese nombrado Jefe del Poder Ejecutivo, cargo que renunció 45
minutos más tarde, no sin antes dejar nombrado a Huerta Ministro de
Gobernación, quien asumió así, conforme a la Constitución, cínicamente
burlada, la Presidencia de la República.
Dos días después, el que fuera APÓSTOL DE LA DEMOCRACIA
MEXICANA y su fiel compañero Pino Suárez, murieron asesinados por
orden de los usurpadores…
A consecuencia de la usurpación, el 19 de febrero de 1913, el Congreso
Constitucional del Estado Libre y Soberano de Coahuila de Zaragoza, en su
Decreto 1495, desconoció a Victoriano Huerta como Presidente de la
República y concedió facultades extraordinarias al Gobernador del Estado,
don Venustiano Carranza, para que procediera a crear una fuerza armada
para restituir el orden constitucional en la República.
José S. Martínez A.
247
Esta fecha fue el nacimiento del Ejército Constitucionalista, antecedente
del actual Ejército Mexicano, éste, que fue al principio un ejército de
soñadores revolucionarios, constituido para defender las leyes y las
instituciones y nunca más para servir de pedestal a las tiranías. Y,
efectivamente, el Ejército Mexicano actual es un ejército de disciplina
rigurosa y obediencia inflexible que en los momentos difíciles, en que la
Patria reclama la ayuda de sus mejores hijos, los soldados de México han
estado presentes, y han mostrado todo su valor, su lealtad y gallardía, porque
para ellos no hay honor más grande que el de servir a la Patria.
El Ciudadano Presidente de la República, Comandante Supremo de las
Fuerzas Armadas de México, ha dicho públicamente que EL EJÉRCITO
MEXICANO DESDE HACE MÁS DE UN SIGLO ENARBOLA LAS
BANDERAS DE LA LEGALIDAD, LA LIBERTAD Y LA DEMOCRACIA,
CON LA VALENTÍA, EL CORAJE Y LA DIGNIDAD DE LOS
SOLDADOS DE MÉXICO, QUE SON EJEMPLO DE SERVICIO Y
ENTREGA AL INTERÉS SUPERIOR DE LA NACIÓN, Y SON LECCIÓN
PERMANENTE DE HONOR Y DISCIPLINA EN DEFENSA DE NUESTRA
INTEGRIDAD, INDEPENDENCIA Y SOBERANÍA NACIONALES.
Nuestro Alto Mando, el Secretario de la Defensa Nacional, ha expresado
que DESDE QUE NACIÓ LA FUERZA ARMADA PERMANENTE, SUS
VETAS SERÍAN LA LEGALIDAD Y LA INSTITUCIONALIDAD,
CAMBIOS IRREVERSIBLES DEL PROGRESO MORAL Y POLÍTICO
DE MÉXICO, QUE PERMITIRÍAN LA REFUNDACIÓN DEL ESTADO, Y
CON ELLO ORGANIZAR, EQUIPAR Y PROFESIONALIZAR A SU
EJÉRCITO, LO QUE DERIVÓ EN UNA EDUCACIÓN MILITAR
PERMANENTE, FÉRREA DISCIPLINA Y UN PROFUNDO RESPETO A
LA VIDA SOCIAL DEL PAÍS, porque el Ejército Mexicano desde entonces,
ha brindado a la patria ya más de 100 años de lealtad institucional, de
estabilidad y paz social, lapso en que se armonizó la convivencia a través de
normas y se consolidaron el Gobierno y los derechos y libertades para todos.
José S. Martínez A.
248
Al celebrar el CIII Aniversario de la Creación del Ejército Mexicano,
éste, que es el Ejército del pueblo, el Ejército de la legalidad y de la
democracia, ahora enfoca sus esfuerzos a brindar a la sociedad integridad,
independencia, estabilidad y desarrollo… a generar condiciones de seguridad
que nos permitan a los mexicanos fortalecernos como nación acorde a las
necesidades que vive el país, hasta que logremos brindar a toda la sociedad
condiciones de armoniosa tranquilidad y sana convivencia.
Las misiones que se le asignan al Ejército Mexicano, demandan una
constante evolución, por lo que sus integrantes, su equipamiento, su doctrina
y formas de actuar, se adaptan a los requerimientos del Pueblo de México.
Es por eso que día con día podemos cumplir todas las misiones que
garantizan la seguridad interior y la defensa exterior de la Federación,
enorgulleciéndonos, además, de afrontar contingencias naturales, labores de
Seguridad Nacional, o actividades sociales, siempre para el bienestar
colectivo.
Somos un ejército surgido del pueblo, soldados que ante todo cumplimos
con nuestro deber, y el primero de todos los deberes es servirle a la Patria
entera, con lealtad absoluta, y no a ninguna fracción o grupo, siempre con
apego a la ley.
En este CIII Aniversario, a quienes portamos con orgullo el uniforme de
la Patria, nos motiva poder refrendar nuestro compromiso con el Estado de
Derecho, y en particular con los derechos fundamentales, así como con la
igualdad de género y la no discriminación, buscando a propósito, el
acercamiento con la sociedad, a la que nos debemos, actuando siempre en
favor del bienestar colectivo.
La Secretaría de la Defensa Nacional ha venido planteando que se
necesita un marco jurídico que permita al Ejército Mexicano hacer
investigación, hacer denuncias y todo lo que corresponda para mayor
efectividad, contra el crimen organizado, ya que hasta el momento sólo se
hace en apoyo a las autoridades civiles.
José S. Martínez A.
249
Mientras tanto, somos soldados, disciplinados, siempre alertas, siempre
dispuestos a cumplir la misión que se nos encomiende a cualquier costo.
SEÑORAS Y SEÑORES:
Quiero terminar diciéndole a cada uno de los soldados que me
escuchan:
Todos ustedes están aquí por tres razones:
Primero, para defender a la Patria, a sus propios hogares y a los que
aman.
Segundo, por respeto a ustedes mismos, porque eso es la disciplina, y
Tercero, porque son verdaderos hombres y verdaderas mujeres,
dispuestos a pelear por el honor del uniforme, lo que quiere decir estar
prestos a cualquier sacrificio, incluso el de la vida, por su bandera y por
México.
¡Viva el Ejército Mexicano!
¡Viva México!
Gral. de Div. D. E. M. Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
250
DISCURSO PARA LA CONVIVENCIA CON GENERALES, JEFES
OFICIALES Y TROPA DE LA II REGIÓN MILITAR
28 de marzo de 2016
Nunca digo adiós a nadie. Nunca dejo que las personas más cercanas a
mí se vayan. Me las llevo conmigo a donde la vida me ponga.
Los recuerdos construyen un camino que llega hasta el corazón y logra
que los amigos siempre los sienta uno muy cerca, aunque en realidad estén
lejos.
Hay actos que son irrepetibles, como este en que me encuentro aquí, con
ustedes: generales, jefes, oficiales y tropa de la II Región Militar de México,
acto que no se repetirá con las mismas presencias. Por eso dejo en este
discurso mi corazón, con la gratitud y el orgullo que ustedes me inspiran por
cada misión cumplida, por cada prueba de su formación castrense que en
momentos difíciles les permitió, con mochila y sin miedo, poner su
determinación, su honor, su orgullo y su profesionalismo de soldados al
servicio del país, desempeñándose con lealtad, patriotismo, institucionalidad y
respeto a los derechos humanos, lo mismo que al Estado de Derecho, siempre
con espíritu de servicio social a la población. Siempre con lealtad
inquebrantable a las Instituciones, a nuestro Jefe Supremo de las Fuerzas
Armadas de México y a nuestro General Secretario de la Defensa Nacional.
Para salir del laberinto del mundo sin perderse, sólo hay una puerta, y
está dentro de nosotros. Es nuestra conciencia la que debe tener más peso que
la opinión de todo el mundo. Porque la conciencia es una pequeña chispa de
fuego celeste.
En la vida como en el ejército todas las batallas sirven para enseñarnos
algo, incluso aquellas que perdemos.
Cada uno de nosotros está en la tierra para descubrir su propio camino,
y jamás seremos felices si seguimos el de otro… y de una vez les digo: Los
José S. Martínez A.
251
límites de los sueños están en la mente, y el poder para alcanzarlos está en el
corazón.
Nuestra libertad de soldados consiste en tomar de la vida lo mejor para
nuestra Patria, y en dárselo a la Patria con nuestra vida.
Amamos las glorias pasadas de nuestro pueblo y nuestro ejército, para
adquirir las glorias nuevas, y es común que le digamos a la mujer que
amamos y a nuestra familia, que el amor de la Patria lo hemos puesto sobre
todos los amores, y que deben convencerse que para ser felices es menester
que el sol de la libertad brille tanto en sus frentes como en las nuestras.
El honor y el deber son los resortes para que no se adormezca el espíritu
del soldado.
Hemos aprendido que no debemos detener con una mano el pasado y
con la otra el futuro porque quedaríamos crucificados…
Que la magia y la sinceridad de esta convivencia nos dé ánimo,
convicción y compromiso… hoy se los dice este general amigo en el umbral
del retiro, pero mañana se los dirá la vida, el cuartel y el servicio.
Ya Carranza dejó dicho hace un siglo, que para servir a la Patria nunca
sobra el que llega ni hace falta el que se va.
COMPAÑEROS DE ARMAS:
No vivan para que su presencia se note, sino para que su ausencia se
sienta.
La vida de los soldados no se mide por los años, sino por esos momentos
que nos quitan el aliento.
A veces no es necesario decir todo lo que se piensa, pero sí es necesario
pensar todo lo que se dice, y en esas condiciones, permítanme decirles lo
siguiente:
José S. Martínez A.
252
Un soldado tiene que tener siempre alertas todos sus sentidos. Cuando
todos los días resultan iguales, es que se han dejado de percibir las cosas que
pasan cada vez que el sol cruza por el cielo.
En el ejército como en cualquier campo de la vida, hay un momento
para dejarlo todo, pero sin dejar de trabajar nunca por la Patria, que es
trabajar para nuestros hijos y para nosotros mismos.
En la milicia, la vida es siempre para adelante, nunca para atrás.
Decía Bolívar que UN SOLDADO FELIZ NO ADQUIERE NINGÚN
DERECHO A MANDAR A SU PATRIA. NO ES EL ÁRBITRO DE LAS
LEYES NI DEL GOBIERNO. ES DEFENSOR DE SU LIBERTAD.
Para ser feliz, un soldado debe vivir en guerra con sus propias pasiones
y en paz con las de los demás.
José Martí dijo alguna vez que LA PATRIA NECESITA
SACRIFICIOS, PORQUE LA PATRIA ES ARA Y NO PEDESTAL. SE LA
SIRVE, PERO NO SE LA TOMA PARA SERVIRSE DE ELLA.
Les deseo presencia de ánimo y valor en la adversidad, para que
siempre conquisten el éxito, dentro o fuera del ejército.
Pregúntense siempre por dónde hay que empujar este país para llevarlo
adelante, pero háganlo con amor al pueblo del que venimos los soldados.
Los soldados debemos saber cuándo la sangre sirve para lavar las
manos de la ambición, porque los soldados nos unimos, no para estar juntos,
sino para hacer algo juntos, en bien del pueblo.
Los soldados queremos vivir en paz y por eso nos preparamos para
pelear.
El sueño más grande de un soldado debe ser justamente ser soldado,
porque para ser feliz hace falta, sobre todo, estar conforme con uno mismo.
José S. Martínez A.
253
Los soldados que caminamos en rudo camino, sabemos que Dios creó el
desierto para que el hombre pudiera sonreír al ver las palmeras.
Desde siempre es un principio indiscutible que para saber mandar bien,
es preciso saber obedecer. En nuestro ejército eso es la base de la disciplina.
Para los militares de vocación la libertad no se lleva en los labios para
vivir de ella, sino que se lleva en el corazón para morir por ella, porque la
Libertad tanto como la Patria son dicha de todos o dolor de todos, y son cielo
para todos mas no feudo de nadie.
En activo o en retiro, pensemos que la sencillez, la bondad, la fe, el amor
y la alegría, son magníficas piedras para edificar la casa de la vida.
Tengan presente una realidad: para que nos aprecien como soldados
tenemos que hacer mucho. Para que nos desprecien basta un error, y
créanme esto:
En el ejército hace falta más valor para retirarse que para avanzar.
Piensen que no hay jubilación para la disciplina ni para el amor a la
Patria, porque éstas son una forma de vida, y como tal no tiene fin.
Y, para terminar, parafraseando a los poetas, digamos: QUÉ BELLO
ES TU NOMBRE, MÉXICO. NOMBRE DE LA CIUDAD CAPITAL,
NOMBRE DEL ESPÍRITU DE CADA SOLDADO, DE CADA UNO DE
USTEDES, Y NOMBRE DE LA PATRIA TODA. ALTO NOMBRE
APRETADO DE FUERZA Y DE PUREZA, COMO LA LUZ Y EL AIRE
ENTRE LOS ÁRBOLES. NOMBRE DE GRANDEZA, DE HONOR Y DE
HEROÍSMO.
SOLDADOS DE MÉXICO AQUÍ PRESENTES: los reconozco como
hombres y mujeres congruentes con su grado, su ética y su profesionalismo:
Llenen su vida con el cumplimiento de su deber, ojalá que como nadie
nunca antes lo haya hecho. Sean irrevocables como el destino y en esa
disciplina que han demostrado sigan repitiendo su juramento de lealtad,
José S. Martínez A.
254
como el que hicieron ante la Bandera Tricolor desde que fueron conscriptos,
reiterándolo y cumpliéndolo por su vida, por los mártires, por los
libertadores, por nuestro pueblo y nuestra Patria, sin darle reposo a su brazo
ni a su espíritu forjados en la milicia, entregando sus días, sus noches y sus
vidas enteras, para que México siga siendo como llamarada ardiente, grande
en el pensamiento, grande en la acción y grande en la gloria.
Gral. de Div. D. E. M. Augusto Moisés García Ochoa
José S. Martínez A.
255
DISCURSO PARA LA DONACIÓN DE DOS CABALLOS A UN
CENTRO DE EQUINOTERAPIA
29 de marzo de 2016
Conocida desde los tiempos de la Grecia Clásica, la Equinoterapia o
Hipoterapia era recomendada para mejorar el estado de ánimo de personas
con enfermedades incurables.
El uso del caballo como instrumento terapéutico ha evolucionado a lo
largo de los siglos, y hoy la monta del caballo y el efecto que produce sobre el
paciente es determinante para el tratamiento médico de muchos
padecimientos y discapacidades.
Estoy aquí para reconocer y apoyar a un destacado profesional de la
Equinoterapia, el Sr. _______________________, quien se ha especializado en
la aplicación de este método terapéutico para rehabilitar a niños con
discapacidades, quienes con este tratamiento se resignifican en su salud física
y emocional.
El Dr. _______________________________________ contribuye de
manera sustentable a la protección y atención funcional de los niños y niñas
que lo necesitan.
Le está reconocida su terapia ecuestre, como una gran metodología
comprometida con la salud de la infancia en la que el elemento central es el
caballo para atender innumerables enfermedades, y es por ello que vengo a
donar dos caballos que reúnen los requisitos de salud, edad, altura de grupa,
temperamento, etc., animales que previamente han sido evaluados
positivamente.
Su servidor ama los caballos, y toda mi vida he vivido cerca de ellos.
Creo firmemente en el poder sanador que tienen y estoy seguro que este tipo
de terapia ayudará a los niños que lleguen como pacientes.
José S. Martínez A.
256
Sé también que este tipo de actividades son muy costosas, y sin la ayuda
de un voluntariado serían más difíciles de afrontar.
La Equinoterapia ha triunfado en el mundo y permite que niños y
adultos, pero sobre todo los niños con diferentes patologías, que abarcan
desde enfermedades graves hasta psicopatológicas comunes, puedan
encontrar un lugar de sanación en la calidez de este animal milenario, el más
hermoso, cuando sobre su cuerpo salvaje con arrullos de silencio, el niño
siente al caminar que el equino le transmite su cariño y sueña que sus galopes
tienen un nuevo destino.
Al entregar estos dos caballos para la Equinoterapia, sé perfectamente
que quedan en buenas manos, para que compartan con los niños su
movimiento tridimensional como una bondad terapéutica, y, desde donde me
encuentre por decisión del Alto Mando, seguiré apoyando esta noble causa.
QUERIDOS NIÑOS, QUERIDOS PADRES Y QUERIDOS FAMILIARES:
Créanme que pocas cosas hay tan apasionantes como el lento galope de
un caballo. Despacio, dejándose sentir, tranquilo, cadente… sin prisas.
Él te da la oportunidad de aprender a disfrutar su movimiento, su
potencia, la reunión de todas sus fuerzas y el deseo de satisfacerte.
Controla sus ganas de correr y las invierte en elegancia. Tiene tiempo de
perfeccionar cada uno de sus trancos, y consigue regalarte lo mejor de sí
mismo.
Déjale que se entregue y agradécele lo que te está ofreciendo…
Mantén tu asiento relajado, tus manos tranquilas, la mirada en el
horizonte, y él se sentirá orgulloso, se sentirá poderoso de haber conquistado
tu corazón.
Que la terapia a caballo sea la mejor solución a los padecimientos de los
niños y el mejor tranquilizante para el corazón afligido de sus familiares.
Hago votos desde mi más hondo sentir porque así sea.
José S. Martínez A.
257
DISCURSO PARA AGRADECER EL HOMENAJE DEL GOBIERNO
DEL ESTADO DE BAJA CALIFORNIA
30 de marzo del 2016
Las cosas buenas de la vida no son cosas, sino que son personas,
sentimientos y momentos que a veces pasan desapercibidos.
El amor, la confianza, el cariño, el perdón, la amistad, son de esas
llamadas COSAS BUENAS que la vida nos da; los sueños para seguir
adelante, la fe para no dejar de creer en nosotros mismos o en el Poder
Supremo.
No olvidar que las tristezas para hacernos fuertes y las alegrías para
recordar que vinimos a este mundo a ser felices ¡Son nuestra decisión!
Si supiéramos bien lo afortunados que somos al abrir nuestros ojos, al
ver el sol una vez más, al sentir el aire golpear nuestros rostros y darnos
cuenta de que hemos despertado a un día más, sabríamos que tan sólo
despertar es ya un gran acontecimiento.
La vida tiene muchas de esas cosas para agradecer… y yo, hoy, tengo el
privilegio de que me hagan este reconocimiento por un trabajo en esta Puerta
de Entrada a la Patria, cuando realmente es trabajo de todos, trabajo que,
pienso, ha sido positivo.
El privilegio de que se reúnan los Tres Poderes del estado para
honrarme, y el que me rodeen tantas personalidades, y tantos amigos y seres
queridos para agradecerme, cuando el agradecido soy yo por tanta unidad,
por tanto apoyo, por tanta confianza y amistad que son las fuerzas que han
servido para resolver hasta lo que aparecía como difícil.
Estos momentos, y momentos como éstos, son los que hacen que valga la
pena la vida… momentos en los que te olvidas de todo y sólo vives ese instante
que te inunda y no te deja pensar en nada más.
José S. Martínez A.
258
Hoy y aquí, queridos amigos, agradezco por este día en mi vida, porque
estoy rodeado de gente que me quiere y a quienes quiero, porque me siento
afortunado de tener lo que muchos no pueden, y porque aprovecharé
subsecuentemente esta emoción y todo lo que el cielo me dé.
Quiero dar gracias por recibir este reconocimiento en persona, porque
me honra como profesional.
Les doy las gracias de todo corazón por haber confiado en mí y en el
trabajo que vine realizando con ustedes. Me siento muy orgulloso del Ejército
Mexicano, de mi Comandante Supremo, del Alto Mando y de mí mismo por
pertenecer a este Instituto Armado, así como de la oportunidad de estar en la
mismísima Puerta Grande de Entrada a la Patria, a lado de todos ustedes
quienes son tan magnánimos y atentos…
Y lo digo así, porque uno puede devolver un préstamo de oro y con eso
se cumple, pero estará en deuda de por vida con aquellos que son amables,
como ustedes lo han sido conmigo.
Me gustaría agradecerles en cada frase, desde el fondo de mi corazón,
estas muestras de afecto, pero para ustedes mis queridos amigos, mi corazón
no tiene fondo.
Mis palabras sonarán VIRGILIANAS, pero así las siento y así las digo:
MIENTRAS EL RÍO COLORADO CORRA POR BAJA
CALIFORNIA, MIENTRAS LAS MONTAÑAS DE ROCAS ÍGNEAS Y
LAS DUNAS DE ARENA DEN SOMBRA, MIENTRAS SUS COSTAS
SIGAN BAÑADAS POR UN MAR Y UN OCÉANO, MIENTRAS EN EL
CIELO DE ESTA TIERRA DESÉRTICA HAYA ESTRELLAS Y LOS
MEXICALENSES SEAN ORGULLOSOS CACHANILLAS, LA MEMORIA
DE ESTE HOMENAJE DURARÁ EN MI MENTE DE SOLDADO RUDO,
PORQUE RUDO SOY, PERO TAMBIÉN SOY AGRADECIDO… Y SE
LOS EXPRESO CON FUERTE EMOCIÓN PORQUE LA GRATITUD EN
SILENCIO NO LE SIRVE A NADIE, Y PORQUE, PARAFRASEANDO A
José S. Martínez A.
259
SHAKESPEARE, TAMBIÉN LES DIGO QUE A USTEDES LOS
GUARDARÉ COMO AMIGOS, BAJO LA LLAVE DE MI PROPIA VIDA.
SEÑORAS Y SEÑORES:
Me siento profundamente honrado de recibir este cálido homenaje. Lo
acepto con profunda modestia y gratitud porque tengo plena conciencia de lo
que vale y bien sé que un premio de estas características nos crea la ilusión de
que algo hicimos para merecerlo. En los tiempos difíciles que se viven, recibir
una distinción como ésta, es en sí un motivo de gratitud, y espero no
defraudar tamaña distinción.
A todos ustedes, mis amigos, en particular a las autoridades, a los
servidores públicos y a los periodistas, les encargo que sueñen, que exploren y
descubran, pero que no callen, aún cuando hacerlo les pueda costar una
reprimenda, un exilio o algo peor… Los valores que ustedes defienden, como
la Verdad, la Justicia y la Paz, valen la pena defenderlos y difundirlos, porque
el peor pecado en este país sigue siendo el engaño y la simulación.
Agradezco nuevamente esta distinción a los altos funcionarios y a todos
los que se acercaron para acompañar esta feliz ocasión, a las familias, a los
ciudadanos, a los jóvenes… y gracias también a esta tierra hermosa y
productiva por ser la Puerta de Entrada a la Patria, y por estar llena de bien
para el hombre.
Nunca olvidaré a quienes me han ayudado: aconsejando, acompañando,
guiando mis pasos, pues nada de esto hubiese sido así de especial sin su gran
apoyo.
De todos aprendí algo, y gracias por haber sido parte de este momento.
Las palabras que busco no existen, pues mi agradecimiento hacia
ustedes no tiene comparación ya que la presencia de ustedes durante este
corto tiempo, quedará marcando el resto de mi vida.
José S. Martínez A.
260
La gratitud es un acto de humildad… es el reconocimiento de lo
humano por lo humano… es una manera de vivir.
Me despido repitiendo GRACIAS, simple palabra que trasciende
causas, que vence fronteras, traspasa muros intangibles. Sentimiento
voluntario e intencional que hoy les expreso, pero que seguirá aflorando en
mi alma en la distancia a pesar de que la vida nos aleje.
Gracias a todos ustedes por las noches que se volvieron amaneceres, por
las luchas que se volvieron victorias, por los sueños que se volvieron
realidades y, por las palabras que aquí han expresado noblemente lo que con
nobleza me quisieron decir…
No pido nada, pero sí les repito las gracias por todo lo que me han dado.
Desde mi corazón de tierra me despido en esta primavera de nidos y de
flores, que también le dicen gracias a las arenas de este desierto que se
desmorona en Baja California… Aquí donde para hacer este discurso se me
acaba el alfabeto, aquí donde empieza la Patria, aquí donde los niños sueñan
mundos nuevos y las palabras se me hacen nudo en la garganta, y que ahora
mismo logran sacar una exclamación emocionada que les dice ¡HASTA
SIEMPRE! reiterándoles mi gratitud como estallido que hoy abre las puertas
del mañana, donde los caminos se rompen y comienzan nuestras nuevas
historias que irán enlazadas, aunque yo me vaya muy lejos, y aunque ustedes
se queden en el punto más alejado del corazón de la Patria, porque
seguiremos cercanos ¡De corazón a corazón!
Gral. de Div. D. E. M. Augusto Moisés García Ochoa