PINCELADAS DE PAÍSDÉBORA ARANGO
PINCELADAS DE PAÍS
Catálogo realizado por: Amanda Orjuela
Un proyecto de Comunicación En Rexistencia
www. comunicacionenrexistencia.blogspot.com
2011
DÉBORA ARANGO
UNA MUJER, TODA UNA OBRA
Débora, querida Débora. Qué decir sobre
tí? Sobre tus búsquedas? Tus anhelos? Tus
trsitezas y alegrías? Me quedo sin palabras
para hablar sobre el significado de tu obra.
Palabras como crítica y polémica parecen tan
frias al lado de tu obra y de tu vida! Entonces
que sea esta pequeña selección de tu obra la
que hable por tí misma.
Quizás rompiendo el silencio sobre tu
obra, logre el tributo que quiero rendirte, un
tributo que no sea discursivo, sino ante todo
sensorial, emocional, caluroso. Este silencio
que el tiempo viene sembrando sobre lo que
has significado no sólo en términos artísticos
(donde la censura y la doble moral de nuestra
sociedad no se sienten tanto) sino por sobre
todo en la vida de este país que reclama –
al tiempo que sus dirigentes acallan- voces
críticas que narren y cuestionen esta realidad
caracterizada por la apatía y el consumismo.
Porque hay que decir que este país está
lleno de mujeres, que rebeldes, se han lanzado
a vivir la vida de otras formas diferentes a las
que el capitalismo y el patriarcado nos muestran
no sólo como únicas posibles, sino sobre todo
como las más próximas a la felicidad, el éxito y
a la realización plena de nuestra subjetividad.
Vivíamos la década del 30 cuando tus
obras irrumpieron para sacudir el puritanismo
de nuestra sociedad.
Por primera vez en el siglo XX mujeres,
borrachos, prostitutas, vendedores, negros,
indios, aparecían como protagonistas de la
pintura. Aquellas élites acostumbradas al
protagonismo pictórico, surgían en formas de
perros, sapos o aves de carroña.
Por todo ello, estas páginas pretenden
dar cuenta de algunos aspectos de tu obra.
Una Débora política y crítica que con pinceles
como arsenal dieron la batalla por destronar la
certeza y la hegemonía de la cultura patriarcal
y capitalista.
“Me quedé soltera porque descubrí que la pintura y el arte son unas pasiones más
dignas que el amor y sus desdichas...
Me di cuenta a tiempo de que el matrimonio convencional es un destino muy
ceniciento para las mujeres. Pero no estuve sola: las ilusiones son efímeras y los
colores eternos…”RECORRIENDO SUS
PASOS
DÉBORA CRÍTICA
DÉBORA POLÍTICA
RUTA DE NAVE GACIÓ N
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PINCELADAS DE PAÍSDÉBORA ARANGO
SUS PASOSRECORRIENDO
DÉBORA ARANGO PINCELADAS DE PAÍS
simultáneamente, participó en el Primer
Salón Anual de Artistas Colombianos.
En estas muestras reafirmó su postura
de artista rebelde y audaz y se evidenció su
desarrollo posterior. Más tarde participó en
algunas exposiciones en Medellín y Cali, y,
nuevamente, sus obras generaron el rechazo
de la sociedad, hasta llegar a pedir su
excomunión.
Débora Arango abordó temas sociales
y políticos con una inusual crudeza. Son
características sus representaciones de
personajes sórdidos o marginales, que se
alejaron siempre de lo estético. Sufridos
obreros, prostitutas, maternidades grotescas,
monjas caricaturezcas, que la artista retrata
más allá de lo físico, incluyendo sus ansiedades
reprimidas, su marginalidad social, la sátira y
lo más descarnado de la cotidianidad profana:
“Yo concibo el arte como una interpretación
de la realidad y es esto lo que me posibilita el
llegar, a través de él, a la verdad de las cosas:
sacar a flote lo oculto, lo falso, lo que no se
puede manifestar abiertamente”. En 1946
Débora Arango viajó a Estados Unidos y luego
a México. Ingresó a la Escuela Nacional de
Bellas Artes de México, dirigida por Federico
Cantú. Aprendió la técnica del fresco y estudió
la obra de los muralistas mexicanos.
Regresó a Medellín en 1947. Hizo un
mural en la Compañía de Empaques en Medellín
propiedad de su cuñado, en el cual describió el
cultivo de la cabuya. A finales de los cuarenta,
hizo una serie de obras alusivas al 9 de abril
y a la caída de Laureano Gómez. En 1954
viajó a Europa. En Madrid estudió las obras
de Francisco de Goya y José Gutiérrez Solana;
en Inglaterra estudió cerámica; también
viajó a Escocia, París y Austria. Realizó una
muestra individual en el Instituto de Cultura
Hispánica de Madrid, en 1955; en esa ocasión
sus cuadros fueron descolgados, sin ninguna
explicación, al día siguiente de la apertura.
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Acuarelista y pintora antioqueña (Medellín,
1907-2005). Débora Arango Pérez estudió en
el Colegio María Auxiliadora de Medellín, con
las monjas salesianas; una de ellas, la madre
María Rabaccia reconoció su talento artístico
y la impulsó a ser pintora. Entonces, ingresó
al Instituto de Bellas Artes de Medellín, que
dirigía Eladio Vélez, pero se retiró dos años
después por considerar su instrucción muy
convencional, orientada hacia la adquisición
de habilidades técnicas. Impresionada por
los frescos de Pedro Nel Gómez en el Palacio
Municipal, lo llamó para que la admitiera como
discípula en su taller; allí se sintió más a gusto
y se identificó con sus conceptos y su técnica
más expresiva. Mostró su trabajo por primera
vez en 1937, en una exposición colectiva, con
sus condiscípulas en Medellín. En 1939 recibió
el primer premio de la exposición organizada
por la Sociedad Amigos del Arte en el Club
Unión de Medellín; mostró nueve obras, óleos
y acuarelas, entre ellos algunos desnudos que
escandalizaron a la sociedad antioqueña:
“Obras impúdicas que ni siquiera un
hombre debía exhibir, ...dignos de figurar en
la antesala de una casa de Venus”.
Débora Arango hizo su primera
exposición individual por invitación de Jorge
Eliécer Gaitán, entonces ministro de Educación,
en el Teatro Colón de Bogotá, en 1940;
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DÉBORA ARANGO PINCELADAS DE PAÍS
En la exposición de 1939 en
Medellín la obra de Débora
Arango cuasó fuertes comentarios.
Entre ellos los del político, que
años más tarde sería presidente
de Colombia, Laureano Gómez.
La descripción de la serie de “obras” de Débora Arango
expuesta por estos días en el Museo de Arte Moderno
de Medellín es imposible por la barahúnda de temas
y la aglomeración de retratos. Mezcolanza de figuras
simbólicas, dibujo indigente, caricaturas deformes
y ejecución rudimentaria sin orden ni concierto, sin
composición, sin perspectiva, sin verosimilitud, sin
proporciones, en una palabra, sin arte. Micciones
turbias de opacas coloraturas, muestra de una
enfermedad espiritual. El que no sólo una mujer sino
una persona de sangre antioqueña pudiera producir
cosas así de despreciables y deficientes, con las que
pretendió afirmar puerilmente una atroz dictadura
estética, es un libelo que la verdadera crítica debe
desenmascarar, un sartal de mentiras, una mancha en
nuestra historia cultural.
La exposición esta plagada de panegíricos de
variada calambre, el coro sofista y seudo-literario elogia
a esta fantoche a rabiar, ¡Ay del que no reconozca el
número y la marca de la bestia divina!: un atrasado,
un reaccionario del arte, un intonso, un deplorable
provinciano. Pero qué es lo que defienden: seres
lisiados, deformes, migrantes y cretinos, mujeres que
sólo pueden despertar repulsión, hombres perezosos
más cercanos a bestias que a seres humanos, niños
que si viviesen en tal estado caerían bajo la maldición
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de Dios. Si los “artistas” realmente ven las cosas de
esta manera y creen en lo que representan sería
necesario abrir una investigación para determinar
si sus defectos visuales son de nacimiento o un puro
error mecánico. Si esto último es lo que ocurre, sería
algo profundamente lamentable para estos pobrecitos;
si ocurre lo contrario, sería cuestión del Ministerio de
Interior encargarse de anticipar y prevenir cualquier
transmisión hereditaria de esos defectos visuales tan
apabullantes. Pero si estos enfermos no solo creen
en la realidad de tales impresiones sino que buscan
endilgarle sus engañifas a la gente por otras razones,
su comportamiento cae dentro del espectro de la ley
criminal.
Hay que detener esta alquimia diabólica. Ya lo
dijo don Gilberto Alzate Avendaño: “El mestizaje no
suma sino que resta, no multiplica sino que divide”.
Lo hecho por Débora Arango fue una degeneración
artística irreflexiva: la experimentación impenitente de
un ave pasajera.
Fue un golpe durísimo, ese hecho determinó
su regreso a Colombia. Ese mismo año,
expuso una serie de cerámicas en el Centro
Colombo Americano de Medellín. Su pintura en
los años cincuenta se llenó aún más de crítica
sociopolítica sobre los abusos de la dictadura
militar y el avance de la violencia en el país.
“Yo concibo el arte como una
interpretación de la realidad y es
esto lo que me posibilita el llegar,
a través de él, a la verdad de las
cosas: sacar a flote lo oculto, lo
falso, lo que no se puede manifestar
abiertamente”
Montañas. Acuarela sobre papel. 1940
En 1957 realizó su primera muestra
individual de pinturas en Medellín, en un
espacio de la Casa Mariana, invitada, a
manera de desagravio, para conmemorar los
veinte años de los jesuitas en la ciudad.
En los años sesenta, realizó una serie
de pinturas para ilustrar el viacrucis de la
capilla de la casa de retiros espirituales
Betania, en Barranquilla. Alrededor de 1965
dejó de pintar por motivos de salud. Se aisló
por completo del medio artístico y no volvió a
exponer hasta 1975, cuando reunió alrededor
de cien obras e hizo una exposición individual
en la Biblioteca Pública Piloto de Medellín.
Su obra se reivindicó plenamente luego
de su exposición retrospectiva de 1984, en la
que mostró 205 obras entre acuarelas, óleos
y cerámicas en el Museo de Arte Moderno de
Medellín, institución a la que la artista donó un
gran número de sus trabajos. La exposición
se mostró posteriormente en la Biblioteca
Luis Angel Arango de Bogotá. En 1984 recibió
el premio Secretaría de Educación y Cultura
de Antioquia a las Artes y a las Letras, como
reconocimiento tardío de sus aportes a la
plástica colombiana.
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PINCELADAS DE PAÍSDÉBORA ARANGO
POLÍTICADÉBORA
DÉBORA ARANGO PINCELADAS DE PAÍS
LA REPÚBLICA.Sin fechaAcuarela
50 x 70 cm.MAMM
Un Congreso de la República haciendo el saludo nazi, dos aves
carroñeras comiéndose a una mujer encima de la bandera de
Colombia y un hombre disfrazado de paloma de la paz son los
elementos claves de La República, una de las obras más crudas de
Débora Arango. Aunque no se tiene fecha exacta de esta obra, es
claro que hace referencia a la década de los cincuenta, cuando la
Junta Militar gobernaba a Colombia.
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Uno de los aspectos más relevantes en la obra de Débora Arango tiene que ver con los procesos políticos del país. Es por ello que en este
catálogo le damos un lugar.
Estas dan cuentan de momentos históricos concretos como el 9 de abril de 1948 y de procesos más generales como las protestas sociales, los derechos de la mujer, las formas en que se ha construído el Estado y la corrupción.
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DÉBORA ARANGO PINCELADAS DE PAÍS
LA HUELGA DE LOS ESTUDIANTESOleo sobre lienzo
146x118cms1957
Aquí la manifestación estudiantil contra Rojas Pinilla se
cristaliza en este último crucificado. Se pueden observar de
igual manera los libros quemados, que sin duda simbolizan
la represión del libre pensamiento.
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MASACRE DEL 9 DE ABRILSin Fecha Nace un imaginario de guerra, con nuevos elementos
simbólicos, tales como: animales feroces, armas, uniformes
militares, rostros espantados, multitudes agitadas, sangre,
banderas ondeantes, fuertes colores y contraste que la
caracterizan.
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DÉBORA ARANGO PINCELADAS DE PAÍS
LOS DERECHOS DE LA MUJER1954En 1954 se logró el derecho a voto para las mujeres pero,
dado que el país se encontraba bajo la dictadura del general
Rojas Pinilla, no se pudo ejercer sino hasta 1957, cuando se
ratificó en el Frente Nacional mediante un plebiscito.
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TREN DE LA MUERTE1948 78 x 56 cms MAMM
El tren, símbolo de modernidad en la época, es aquí recreado
como símbolo de la muerte y de las masacres.
Rostros ensangrentados que a toda marcha desaparecen.
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PINCELADAS DE PAÍSDÉBORA ARANGO
CRÍTICADÉBORA
DÉBORA ARANGO PINCELADAS DE PAÍS
LA PROCESIÓN VA POR DENTRO120x133
1940
Museo de Antioquia
Aquí se enfrentan el bien y el mal; pero el bien no parece
morar en el alma de algunos de aquellos clérigos solapados
que miran lascivamente a la mujer, sino en la descubierta
actitud de alguien que la sociedad considera una pecadora
pero que se atreve a llegar ante la Iglesia, en una nueva
versión del episodio evangélico de la adúltera. Finalmente,
“La procesión va por dentro”, y de lo interior no juzga ni la
Iglesia, dice San Pablo.
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Las obras de Débora Arango, plasman la
inquietud por las dinámicas sociales. Uno de
los aspectos que con más fuerza plasmó esta
artista es la religión. Algunas de sus obras ironizan
el rol de la iglesia, así como los imaginarios que se
instauran como verdades absolutas.
No en vano la Iglesia Católica pide la excomunión
para esta artista en 1948.
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DÉBORA ARANGO PINCELADAS DE PAÍS
LA DANZASin Fecha
En esta obra, es clara la alusión religiosa. Se recrea una
procesión en donde el santo y sus acólitos son esqueletos.
Así, Debora Arango da cuenta del papel de la iglesia en la
violencia política que azotó al país a partir de 1948.
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“Tengo la convicción de que el arte, como manifestación
de la cultura, nada tiene que ver con los códigos de moral.
El arte no es amoral ni moral. Sencillamente su órbita no
intercepta ningún postulado ético.
Un cuerpo humano puede no ser bello, pero es natural, es
humano, es real, con sus defectos y deficiencias. Por otra
parte, no se debe tener un concepto superficial de la belleza”
CATARINA DE LA ROSA1939
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DÉBORA ARANGO
“Los recuerdos son como los novios: mientras más lejanos más dulces y poéticos. A mí me encantaron las personas que no gustaban del mundo tal cual, aquellas que no se conformaban. Mejor dicho, desde pequeña me encantaron los que llevaban la contraria”
“Aún no se han dado cuenta de que la
imaginación es el único músculo digno que le
queda al hombre”
Débora Arango, 2003
LAS MONJAS Y EL CARDENALSin Fecha Sin duda la crítica de Débora Arango irradía también
sentido del humor. He aquí a un grupo de monjas
complacidas en la observación de su “cardenal” enjaulado.
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Pintar el deseo es pintar la ausencia. Yo pinté la ausencia, la ausencia de amor, la ausencia de desnudez, la
ausencia de complicidad, la ausencia de vida, la ausencia de ternura, la ausencia de justicia.
PINCELADAS DE PAÍSDÉBORA