PSICOLOGÍA ECONÓMICA
Rengifo, J.
Universidad Central de Venezuela
Enero, 2010
La actividad económica constituye uno de los procesos sociales más importantes del ámbito humano, la cual ha sido de manera exhaustiva por los estudios e investigaciones de la psicología. La psicología económica aparece como un intento de poner de manifiesto la interconexión entre la disciplina de la economía y la psicológica y a la vez, del convencimiento de los beneficios por podría aportar la integración de los conocimientos de la economía con los obtenidos en el campo de la psicología. A través del desarrollo de este campo aplicado, se puede interpretar el porqué de muchas actitudes frente a cuestiones laborales, compras e inversiones, tipos de consumidor, entre otros. Palabras clave: ahorro, compras, consumo, inversiones, ventas.
En el presente trabajo se caracterizarán los aspectos más importantes de la psicología
económica y las actividades a las que se dedica. De igual forma, se hará una descripción del
desarrollo histórico del área y sus características en la actualidad, la relación con otras
profesiones, los centros de formación nacionales e internacionales y un análisis de la
compatibilidad que posee el estudio de este campo aplicado de la psicología con el pensum
de la carrera.
Para precisar de manera concreta los conceptos existentes dentro del presente trabajo
de investigación, se expondrá el significado de la palabra economía a través de la consulta
del Diccionario práctico del estudiante (2007) de la Real Academia Española.
Economía: Ciencia que estudia los métodos más eficaces para satisfacer las necesidades
humanas materiales, mediante el empleo de bienes escasos.
Según Borràs y Hospital (2004), el propósito de la psicología económica consistiría en
adquirir una base de conocimientos estudiando conjuntamente algunos aspectos de la
economía y de la psicología. Sin embargo, el hecho de poder ofrecer una definición exacta de
este concepto se ve condicionado por las diferentes maneras de conceptualizar al individuo,
por la manera de entender la economía en relación con la dimensión social y, sobre todo, por
la manera de conceptualizar las relaciones entre el individuo y el entorno socioeconómico en
que éste se encuentra.
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1.- Delimitación del campo de acción
Según Carbó (1999), la psicología económica se ocupa del estudio del comportamiento
económico, de las variables que inciden en la toma de decisiones económicas individuales y
colectivas y las formas como las personas comprenden el mundo de la economía y sus
variaciones. Por tanto, un psicólogo economista es aquel que reconoce que el problema que
está estudiando es tanto psicológico como económico y está preparado para utilizar tanto los
métodos psicológicos como los económicos para investigarlo. Desde esta perspectiva, la
psicología económica tiene el doble objetivo de estudiar y analizar cómo la economía afecta el
comportamiento de los individuos y cómo dicho comportamiento afecta a su vez a la
economía.
Para a la comprensión de la complejidad de la conducta económica, es necesario
considerar una serie de elementos (Borràs y Hospital, 2004):
El comportamiento económico no tiene lugar en el vacío o separado de otros aspectos del
comportamiento humano.
Las decisiones económicas involucran dinero, tiempo y esfuerzo para obtener bienes y
servicios e involucran resolver la tensión entre ahorro v/s gasto. Cualquier conducta que
involucre elecciones o transacciones entre gasto o inversión y que considere futuras
ganancias y beneficios, es una decisión económica.
Las decisiones económicas se caracterizan por las renuncias que debe hacer el individuo
(costo de oportunidad), la evaluación de los beneficios presentes o futuros de un
desembolso (gasto o ahorro), la evaluación de los beneficios esperados de algunas
alternativas (costo/beneficio) y la realización de la conducta concreta.
Los criterios usuales para una decisión económica son el financiero, el temporal, la
evaluación del esfuerzo requerido para conseguir las expectativas presentes o futuras de
bienestar.
Los determinantes de las decisiones económicas incluyen factores personales, sociales,
culturales, situacionales y también factores económicos generales que estimulan o inhiben
la conducta.
Los factores personales son: características de personalidad del individuo, estilo de vida
personal y familiar, normas y valores de su cultura, niveles de comprensión del mundo
económico. Estos factores personales son a su vez influidos por la región de residencia,
subcultura, grupo etáreo y sexo.
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Los factores sociales y culturales incluyen el estrato socioeconómico de pertenencia, las
expectativas sociales y las características globales del sistema político y cultural en el que
esta inserto el individuo.
Los factores situacionales son las condiciones y circunstancias que normalmente limitan
las decisiones económicas: ingreso disponible, tamaño de la familia, tipo de hogar,
situaciones de mercado, existencia de ofertas.
Los factores económicos generales se relacionan con la percepción del estado económico
del país, la valoración de la política económica y las señales concretas que proporciona el
sistema económico: tasas de inflación e interés, tasas de cesantía, equidad de la
distribución de ingreso y políticas económicas. Estos factores generales provocan
actitudes pesimistas u optimistas y generan expectativas que influyen en las decisiones de
gastar, ahorrar o invertir.
Por tanto, el psicólogo economista es un profesional encargado de estudiar la toma de
decisiones económicas y cómo éstas afectan a los precios de mercado, entre otras cosas,
para poner los conocimientos adquiridos al servicio de instituciones o empresas vinculadas
con el quehacer de la economía.
2.- Ddesarrollo histórico
Se puede afirmar, en términos generales, que la historia de las relaciones entre la
psicología y la economía es la historia de la psicología económica (Borràs y Hospital,
2004).
Se considera que Gabriel Tarde (Borràs y Hospital, 2004), fue el primero en utilizar
el concepto de psicología económica, a finales del siglo XIX. En sus trabajos abordaba
los principios psicológicos subyacentes al comportamiento económico. Tarde publicó en
1902 un curso de dos volúmenes que había impartido un año antes con el nombre de La
psicología económica. Se ha considerado que esa obra constituye el punto de partida de
esta área dentro de la psicología. Su objetivo era aportar a la economía los
conocimientos que había obtenido desde la psicología social, para acabar con la
psicología falsa que utilizaba la teoría económica.
En otro contexto, luego de la Segunda Guerra Mundial, aparecen otras figuras en
este campo de la psicología aplicada. Allí es posible encontrar a George Katona, la
figura que refleja un punto de encuentro para delimitar la psicología económica, ya que
fue este autor quien circunscribió por primera vez un campo de estudio propio de la
psicología económica y una metodología precisa para estudiarlo. (Borràs y Hospital,
2004).
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Katona intentó huir de las abstracciones y los enfoques filosóficos para centrarse
en la observación y la experiencia concreta como métodos de investigación en el campo
de la psicología económica. Para Katona, el instrumento privilegiado en el estudio de la
conducta económica era la encuesta por sondeo sobre muestras bien delimitadas.
Elaborada rigurosa y científicamente, la investigación psicológica era adecuada para
explicar e incluso predecir muchos fenómenos psicológicos. Según él, no es posible
prescindir del entorno y de la situación a la hora de explicar las conductas económicas.
Para Katona, uno de los conceptos clave para explicar los comportamientos económicos
eran las expectativas (Borràs y Hospital, 2004).
3.- Teorías que sustentan la práctica
La psicología económica ha utilizado una serie de modelos desarrollados por distintos
autores para explicar la conducta económica de los individuos y los grupos. Las principales
teorías han sido:
Teoría psicológica de la causación de conductas económicas de Gabriel Tarde (1935).
Esta teoría caracteriza la conducta económica como el resultado de la acción conjugada
de dos causas psicológicas: el deseo y la creencia. El consumidor es un ser hecho de deseos
y apetitos que cree, con o sin razón, en la utilidad agregada del deseo cuando se consigue. El
precio, lo que cuesta lo que se desea en términos afectivos, viene determinado por la
intensidad del deseo. La demanda refleja la fuerza de las creencias que son los mitos
relacionados con una época determinada. El consumo fluctúa constantemente según las
formas en que estos mitos adquieren poder, ambición y desafíos, lo que se amplía por la
imitación. La producción depende de la invención y del trabajo, los cuales a su vez vienen
determinados por las necesidades. El capital es el resultado de la suma de beneficios
(manifestados según las creencias del momento) que generan los deseos (Borràs y Hospital,
2004).
El modelo de análisis psicológico de la conducta económica de George Katona (1950).
El mérito fundamental de Katona radica en incorporar al análisis económico clásico las
variables psicológicas, especialmente lo relacionado con actitudes y expectativas.
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Su modelo se expresa gráficamente de la forma siguiente, (Borràs y Hospital, 2004):
1. Entre el estímulo económico y las respuestas comportamentales median variables
psicológicas (Ps).
2. El estímulo económico (E) es las condiciones económicas objetivas existentes, por ejemplo,
tasa de desempleo, valor del dinero, renta per cápita y tasa impositiva.
3. Las respuestas comportamentales (B) son las conductas que se manifiestan a través de la
compra, inversión, ahorro y utilización de bienes y servicios.
4. Las variables psicológicas actúan como intermediarias y son:
a. Las actitudes previas que son el resultado de la percepción dentro de una situación
particular donde se produce el estímulo.
b. El ambiente se refiere a la situación económica del individuo, su percepción de esta
situación y sus condiciones reales de intercambio
c. Las actitudes modificadas son el efecto de la conducta del propio individuo ante los
estímulos económicos y los resultados obtenidos.
5. Existe un mecanismo de retroalimentación entre la conducta (B) y la situación económica
(E).
6. En consecuencia, la conducta del consumidor (B) influye con sus compras o sus ahorros
sobre la situación económica (E). Y esta, mediatizada por variables psicológicas (Ps) influye,
en situaciones de depresión o crecimiento, sobre la conducta del consumidor (B).
Desde esta perspectiva, el enfoque de Katona tiene una concepción de la sociedad
consumidora de masas como un sistema abierto dinámico, ya que para él los consumidores
no son meros receptores pasivos del sistema sino que son miembros activos que influyen en
él. Esta perspectiva, claramente cognitiva, coloca al consumidor en un lugar destacado y
activo invalidando la simplicidad de los modelos anteriores, por ejemplo, el modelo de Tarde
(Borràs y Hospital, 2004).
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4.- Métodos y técnicas
Los principales métodos y técnicas utilizados por los psicólogos economistas son los
siguientes (Quintanilla y Bonavía, 2005):
Escala M.E.S. DE 40 ítems (Tang, 1992). Indicación del grado de acuerdo/ desacuerdo
con enunciados, escribiendo un número de 1 a 5.
Escala E.A.D.-9 * (Luna-Arocas, Quintanilla y Díaz, 1995).
La nueva escala ética del dinero (Tang y Luna-Arocas, 1998).
Escala de Impulsividad en la compra (Luna- Arocas, 1998).
Escala de hábitos y conductas de consumo (Denegri, Palavecinos y Ripoll, 1998).
5.- Relación con otras profesiones
La psicología económica está vinculada a una gran variedad de profesiones, entre las
cuales destacan la ejercida por economistas, trabajadores de las bolsas de cambio, analistas
económicos, psicólogos sociales, sociólogos, publicistas, diseñadores gráficos (en lo relativo a
estrategias de mercadeo y publicidad efectiva).
6.- Centros de formación nacionales e internacionales
Entre los principales centros de formación nacional, se encuentra la Universidad
Central de Venezuela, cuya rama más cercana al campo de la psicología aplicada de
este trabajo es la psicología social. Igualmente, la Universidad Católica Andrés Bello
imparte la carrera de psicología, con la opción de postgrado para psicología social y la
Universidad Metropolitana, que realiza simposios sobre Psicología Económica y del
Consumo
Los centros internaciones de formación en el área son: la Universidad del Norte,
ubicada en Colombia, la cual ofrece “Programas de Especialización en Psicología
Económica y del Consumo”, la Universidad de Buenos Aires, en Argentina, que ofrece
Especialización en Psicología Política y Económica, y la Universidad Nacional Autónoma de
México, con postgrados en Psicología económica.
7.- Análisis de la compatibilidad del área con el Pensum actual de la Escuela.
En la Escuela de Psicología de la Universidad Central de Venezuela, se manejan
distintas materias relacionadas con la estadística y el cálculo numérico, relacionado esto
con el estudio y el análisis de las operaciones econométricas. De igual manera, la rama
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de la psicología social que se imparte en la Escuela, son compatibles en buena forma
con los postulados y principios de la psicología económica, entendiendo por psicología
social el estudio científico de cómo los pensamientos, sentimientos y comportamientos de las
personas, son influidos por la presencia real, imaginada o implicada de otras personas
(Hergenhahn, 2001). Además de esto, el pensum de la Escuela es lo suficientemente
completo como para dar nociones concretas de este campo aplicado de la psicología.
8.- Conclusiones
Luego de haber expuesto las características principales de la psicología económica,
su teoría y las relaciones con el ámbito académico actual, se acentúa la importancia de este
campo aplicado en el entendimiento de las interacciones humanas en los diferentes entornos
existentes.
La psicología económica muestra valiosas herramientas para el abordaje de la
temática financiera, mercantil y de ahorros, ya que estudia los contextos (empresariado,
familia, sociedad, etc.) en los que estos se desenvuelven a diario. Este campo aplicado da
aportes pertinentes en lo relacionado al consumo, a las ventas, al tipo de consumidor. Por
tanto, este campo sirve para complementar los enfoques psicológicos de la actualidad sin
perder de vista los trabajos y autores anteriormente estudiados.
Referencias
Borràs, V. y Hospital, E. (2004). Psicología económica y del comportamiento del consumidor.
Barcelona, España: UOC.
Carbó, E. (1999). Manual de psicología aplicada a la empresa. Santiago, Chile: Granica.
Diccionario práctico del estudiante (2007). Barcelona, España: Santillana.
Hergenhahn, B. (2001). Introducción a la psicología. Madrid, España: Paraninfo.
Quintanilla, I. y Bonavía, T. (2005). Psicología y economía. Barcelona, España: Universidad
de Valencia.
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