El área de Educación Religiosa no es una más en Secundaria: busca que tú conozcas, comprendas y seas capaz de aplicar las enseñanzas de la doc-trina católica; que desarrolles tu capacidad de reflexión y análisis frente a diversas situaciones de la vida; y, además, que formes tu conciencia moral siendo sincero contigo, con los demás y con Dios para que luego actúes con coherencia, dando testimonio de vida cristiana.
UNIDAD DIDÁCTICA DOCTRINAVISTA PREVIA DOCTRINA
Carta a Pinocho
7
El caso Galileo
15
El Código Da Vinci
23
Edad Media on line
31
Érase una vez en América... hace 500 años
39
Las riquezas de la Iglesia
47
¿Mariolatría?
55
Ser un verdaderocristiano
61
Símbolos y ritos
69
Cuando nadie me ve
77
Indiana Jones y los cazadores del arca perdida
85
¿Vale la pena ir a misa?
91
El secreto de la felicidad
99
El grito silencioso
107
Vida de perro
115
Carta del diablo a su sobrino
121
1. Todos tenemos fe
8
1. El Magisterio de la Iglesia
16
1. El origen de la Iglesia
24
1. El cisma de oriente
32
1. El descubrimiento de América
40
1. La reforma protestante
48
1. A Jesús por María
56
1. Historia e importancia
62
1. Los sacramentos, signos de salvación
70
1. El hombre, ser libre y moral
78
1. El Decálogo y la ley natural
86
1. La importancia de los mandamientos de la Iglesia
92
1. La Ley nueva
100
1. El Dios de la vida
108
1. El puesto del hombre en el cosmos
116
1. La muerte y la esperanza
122
EL REGALO DE LA FENavegadorMapa de sitio 6
LA IGLESIA, MAESTRA DE FENavegadorMapa de sitio 14
EL NACIMIENTO DE LA IGLESIANavegadorMapa de sitio 22
LA IGLESIA EN LA EDAD MEDIANavegadorMapa de sitio 30
LA EVANGELIZACIÓN EN AMÉRICA Y EL PERÚNavegadorMapa de sitio 38
LA IGLESIA EN LA EDAD MODERNANavegadorMapa de sitio 46
MARÍA, MADRE DE LA IGLESIANavegadorMapa de sitio 54
EL CONCILIO VATICANO IINavegadorMapa de sitio 60
LOS SACRAMENTOS DE INICIACIÓN CRISTIANANavegadorMapa de sitio 68
LA VIDA MORALNavegadorMapa de sitio 76
LOS MANDAMIENTOS DE LA LEY DE DIOSNavegadorMapa de sitio 84
LOS MANDAMIENTOS DE LA IGLESIANavegadorMapa de sitio 90
SER DISCÍPULO DE JESÚS HOYNavegadorMapa de sitio 98
LA CULTURA DE LA VIDANavegadorMapa de sitio 106
EL CRISTIANO Y LA NATURALEZANavegadorMapa de sitio
114
LA VIDA ETERNANavegadorMapa de sitio 120
2. La fe en la Iglesia
9
2. La infalibilidad
17
2. Los primeros cristianos
25
2. Las cruzadas
33
2. Las luces de la evangelización
41
2. La reforma católica - El concilio de Trento
49
2. El culto a la Santísima Virgen
57
2. Documentos
63
2. Bautismo
71
2. La ley moral
79
2. Los diez mandamientos
87
2. Los mandamientos más generales:
- Primer mandamiento 93
2. Un programa de vida para ser felices: las Bienaventuranzas 101
2. La dignidad de la persona humana
109
2. La Iglesia y la ecología
117
2. La resurrección de la carne
123
2
1
3
4
5
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7
8
9
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11
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13
14
15
16
DOCTRINA DOCTRINA
3. ¿Dónde está el contenido de la fe?
10
3. Las reuniones de la Iglesia
18
3. Las persecuciones
26
3. La Inquisición4. El monasterio y las
órdenes mendicantes34
3. La evangelización en el Perú
- Las órdenes religiosas42
- La aplicación del concilio
50
3. La misión evangelizadora de los laicos
64
3. Confirmación
72
3. La conciencia moral
80
- Segundo mandamiento
94
1ª Bienaventuranza2ª Bienaventuranza3ª Bienaventuranza4ª Bienaventuranza 102
La defensa de la vida humana- El aborto
110
3. Cielo e infierno
124
4. La interpretación del depósito de la fe
11
4. Los documentos de la Iglesia
19
4. Las herejías, los Padres de la Iglesia y los concilios
27
5. Las universidades y la escolástica
35
- Los concilios limenses- Nuestros santos
43
3. La Iglesia y la Ilustración
51
4. La llamada universal a la santidad
65
4. Eucaristía
73
4. La moralidad de los actos humanos
81
- Tercer mandamiento- Cuarto mandamiento - Quinto mandamiento 95
5ª Bienaventuranza6ª Bienaventuranza7ª Bienaventuranza8ª Bienaventuranza 103
- La eutanasia
111
4. El juicio final
125
San JoséDefender la fe
12
San Ambrosio¿Vas a misa?
20
San EstebanSer testigo
28
Santo Tomás de AquinoCultivar la fe
36
Santo Toribio de MogrovejoEvangelizar
44
San Ignacio de Loyola¿Por qué no?
52
Sor Lucía de FátimaRezar el rosario
58
Montserrat GrasesBuscar la santidad
66
Conchita Cabrera de ArmidaVisitar a Jesús
74
Monseñor RomeroDenunciar la injusticia
82
El Padre SerpaPonerse en el lugar del otro
88
Luis y Celia MartinConfesarse
96
Pier Giorgio FrassatiVivir el espíritu del evangelio
104
Padre Luis TezzaHacer la voluntad de Dios
112
San Francisco de AsísCuidar la creación
118
Sor Teresa de la CruzA mirar con los ojos de Dios
126
fe humanafe divina virtudes teologales
AMIGOS DE DIOS ATRÉVETE
VOCABULARIO ACTIVIDADES
revelacióntradiciónSagrada Escritura
13
Magisterio de la IglesiadogmaEx cathedrainfalibilidad
Conferencia episcopalcardenales
21
Pentecostésblasfemiamártirgentiles
herejíaconsustancialidadsanedrín
29
feudalismofilioqueindulgencia
plenariaescolástica
37
codiciloencomiendarepartimiento
diócesisextirpación de idolatrías
45
excomunióncismacanon bíbliconuncio
estados pontificiosapologética
53
eternidadadoración
veneraciónadvocaciones
59
Ministros extraordinarios aggiornamento Hermanos separados
monaguillo vocación
67
GraciaBautismo de sangreBautismo de deseo
limbodiáconohomilía 75
esenciauniversalinmutable 83
apostasíaperjuriocalumnia
concupiscenciatemplanza
89
formalismofiestas de preceptopecado
pecado mortalpecado venialascesis
97
BienaventuradosReino de los cielos
105
eufemismoexcomunión
113
ecologíadesarrollo sostenible
119
Satánobsoletoergo
parusíareencarnación
127
© Derechos de autor reservados.2010, Editorial Tercer Milenio S.A.7300 North Kendall Drive, Suite 521Miami, Florida 33156-7840. [email protected]
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Especialista de área:Ignacio Alba Randle Diseño y diagramación: Delfín Blanco Producciones E.I.R.L.
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VISTA PREVIA
69Religión 3 - educación secundaria
REFLEXIONA
LOS SACRAMENTOS DE INICIACIÓN CRISTIANA
Los seres humanos somos simbólicos. Tenemos la capaci-
dad de dar significado a las cosas, de hacer que ciertos ob-
jetos o acciones representen una realidad que va más allá
del objeto mismo. Por ejemplo, seguramente tú conservas
algún objeto que para ti es especial porque te recuerda
algo en particular: un acontecimiento, una persona. Para
cualquier otro, ese objeto no es más que eso, un simple
objeto; pero para ti hay todo un universo de emociones y
recuerdos detrás de él. A veces, lo simbólico es una acción
que se repite en determinadas circunstancias. Esto es a
lo que denominamos rito. Por ejemplo, la manera como
nos saludamos, o una determinada tradición familiar, o la
forma como damos el pésame a un pariente.
¿Has leído “El principito” de Antoine de Saint-Exupéry? Es
un libro con muchos símbolos. En un pasaje del cuento,
el principito se encuentra con un zorro que le pide que lo
domestique, es decir, que se haga su amigo, que se creen
lazos entre los dos. En un segundo encuentro, el zorro le
dice al principito:
–Hubiese sido mejor que vinieras a la misma hora. Si vie-
nes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, desde las tres yo
empezaría a ser dichoso. Cuanto más avance la hora, más
feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto,
descubriré así lo que vale la felicidad. Pero si tú vienes a
cualquier hora, nunca sabré a qué hora preparar mi cora-
zón… Los ritos son necesarios.
–¿Qué es un rito? –preguntó el principito.
–Es también algo demasiado olvidado –dijo el zorro–. Es
lo que hace que un día no se parezca a otro día y que una
hora sea diferente a otra. Entre los cazadores, por ejem-
plo, hay un rito. Los jueves bailan con las muchachas del
pueblo. Los jueves, entonces, son días maravillosos en los
que puedo ir de paseo hasta la viña. Si los cazadores no
bailaran en día fijo, todos los días se parecerían y yo no
tendría vacaciones.
Jesucristo, conocedor de la naturaleza humana (¡quién la
puede conocer mejor!), ha dejado en su Iglesia signos vi-
sibles para seguir presente entre nosotros. Son símbolos
y ritos que conocemos como sacramentos. Pero tienen
un añadido especial: son lo que representan. La bandera
nacional simboliza al país, pero no es el país. Los sacra-
mentos son signos que nos remiten a una realidad divina,
pero, además, son esa realidad divina. En la Eucaristía, por
ejemplo, el pan y el vino no sólo simbolizan el Cuerpo y
la Sangre de Cristo, sino que son el Cuerpo y la Sangre de
Cristo.
[ SÍMBOLOS Y RITOS ]
1. Conversa con un compañero: ¿tienes
cosas o costumbres que sean símbo-
los o ritos para ti o para tu familia?
¿Cuáles?
2. ¿Crees que son importantes los símbo-
los y los ritos para los seres humanos?
¿Por qué?
3. ¿Qué ritos de la Iglesia conoces?
MAPA DE SITIO
NAVEGADOR
un idad uni dad unidad u
nid
ad
LOS SACRAMENTOS DE INICIACIÓN CRISTIANA
Vista previa: Símbolos y ritos
1. Los sacramentos, signos de salvación
2. Bautismo
3. Confirmación
4. Eucaristía
Amigos de Dios: Conchita Cabrera de Armida
Atrévete: Visitar a Jesús
Eucaristía
Culminación de la iniciación cristiana y
centro de la vida cristiana
Confirmación
Crecimiento y fortalecimiento
de la vida espiritualBautismoNacimiento a la
vida del espíritu
Sacramentos
de la iniciación
Cristiana
[ ORGANIZACIÓN DE LA UNIDAD DIDÁCTICA ]
71
Religión 3 - educación secundaria
Elemento
MateriaLos elementos materiales que se utilizan. El agua.
“N., yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo”.
Obispo, sacerdote o diácono3 . En caso de ne-cesidad, puede bautizar cualquier persona, incluso no bautizada, siempre que lo haga con la intención con que lo hace la Iglesia.Todo ser humano no bautizado. La Iglesia
manifiesta que es obligación de los padres cristianos bautizar a sus hijos en las primeras semanas después de su nacimiento.
¿Qué significa?
¿Cuál es?
1Puedes recurrir al Vocabulario del final de la unidad para entender la diferencia.
2¿Sabes qué es el limbo? Verifica leyendo el Vocabulario si la información que manejas es la precisa.
3¿Qué significa diácono? ¿Es un religioso o laico? Compara tu respuesta con lo presentado en el Vocabulario.
Palabras que utiliza el ministro para administrar el sacramento.
Persona que lo ejecuta.
Persona que lo recibe.
Forma
Ministro
Sujeto
2 [ BAUTISMO ]
El Bautismo es el sacramento que nos hace miembros de la familia de Dios. Es un nuevo nacimiento. Gracias a nues-tros padres nacemos a la vida natural; gracias al Bautismo nacemos a la vida del espíritu, la vida que no acaba, es decir, somos hijos de Dios. En el diálogo con Nicodemo, Jesús explica este misterio: “En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de nuevo no puede ver el Reino de Dios (…) El que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. Lo nacido de la carne, es carne; lo nacido del Espíritu, es espíritu” (Jn 3, 3.5-6).Los efectos del Bautismo son: el perdón de todos los pecados,
incluido el pecado original; la infusión de la gracia santifican-te; la impresión del carácter y la incorporación a la Iglesia.El Bautismo es uno de los tres sacramentos que imprimen carácter. Esto quiere decir que dejan en el alma de quien los recibe un sello o marca espiritual imborrable de pertenencia a Cristo, por eso se pueden recibir sólo una vez en la vida. Los otros dos son la Confirmación y el Orden sacerdotal.El mismo Jesús afirma que el Bautismo es necesario para la salvación (Jn 3, 5) de aquellos a quienes se ha anunciado el Evangelio (Mc 16, 15-16). Si alguien que no lo ha conocido, busca la verdad y hace la voluntad de Dios, puede ser sal-vado. Igualmente, aquellos que experimentan el Bautismo de sangre o el Bautismo de deseo1 . En cuanto a los niños muertos sin Bautismo, la Iglesia sólo puede confiarlos a la misericordia de Dios, que debe tenerles preparado un cami-no de salvación. La existencia del limbo2 no es un dogma de fe, sino una conclusión teológica comúnmente aceptada.Como todo sacramento, el Bautismo tiene cuatro elementos:
Para que el Bautismo de un niño sea lícito, de acuerdo al
Código de Derecho Canónico, se requiere el consentimien-to de los padres, o al menos de uno de ellos, o de quienes
legítimamente hacen sus veces; y la esperanza fundada
de que el niño va a ser educado en la religión católica.En la medida de lo posible, a quien va a recibir el Bautis-mo se le ha de dar un padrino. Puede ser varón o mujer,
o pueden ser varón y mujer (es lo más usual). Deben ser
creyentes sólidos y tener al menos dieciséis años cum-plidos. Su misión es similar a la de los padres: ayudar al
nuevo bautizado, niño o adulto, en su camino de la vida
cristiana.
¿Eres bautizado? ¿Sabes la fecha de tu bautismo? ¿Dónde fuiste bautizado? ¿Quién te bautizó? ¿Quiénes son tus padrinos? ¿Por qué ellos son tus padrinos? Si no conoces alguno de estos datos, pregunta a tus padres.
PAUSA
70
Religión 3 - educación secundaria
a)
b)
c)
Bautismo
Confirmación
Eucaristía
Penitencia
Unción de los enfermosOrden sacerdotalMatrimonio
nacer
crecer y fortalecerse
alimentarse
curarse
convalecer
gobernarse
perpetuarse
Iniciación cristiana
nacer a la vida divinafortaleza para ser testigos de Jesús
participar del sacrificio de Cristo recibiendo su cuerpo y su sangre
Cristo nos perdona y reconciliafortaleza ante la enfermedad y la muerteconsagración para servir al Pueblo de Diossantifica la unión del hombre y la mujer
Vida natural Vida espiritual Clasificación
Curación
Servicio a la comunidad
Jesús nos dejó en su Iglesia siete regalos que nos permiten acercarnos a Él, recibir su gracia. Los siete sacramentos nos hacen participar de la vida divina en esta vida terre-nal, es decir, nos santifican, nos conducen a la salvación. Hacen que el mismo Dios actúe y permanezca entre no-sotros, por eso son más que meros símbolos y recuerdos, son verdaderamente eficaces:“Celebrados dignamente en la fe, los sacramentos confie-
ren la gracia que significan. Son eficaces porque en ellos ac-túa Cristo mismo; Él es quien bautiza, Él quien actúa en sus sacramentos con el fin de comunicar la gracia que el sacra-mento significa” (Catecismo de la Iglesia Católica, 1127).Los momentos de nuestra vida en los que nos hacen rega-los, son momentos importantes, ocasiones de celebración, fechas distintas a las demás. También Jesús nos dejó sus siete regalos para momentos importantes de nuestra vida.“Los sacramentos de la Nueva Ley fueron instituidos por Cristo y son siete: Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Pe-nitencia, Unción de los enfermos, Orden sacerdotal y Ma-trimonio. Los siete sacramentos corresponden a todas las etapas y todos los momentos importantes de la vida del cristiano: dan nacimiento y crecimiento, curación y misión a la vida de fe de los cristianos. Hay aquí una cierta seme-janza entre las etapas de la vida natural y las etapas de la vida espiritual” (Catecismo de la Iglesia Católica, 1210).En esta unidad, revisaremos los sacramentos de la inicia-ción cristiana: el Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía. La palabra iniciación significa introducción. Mediante es-tos sacramentos, el Señor nos introduce en la vida ple-na que ha reservado para nosotros, la vida sobrenatural. Así, la iniciación es el paso de ser un “no-cristiano” a ser miembro pleno de la Iglesia.
LINK
La participación en la naturaleza divina que los hombres reciben como don mediante la gracia de Cristo, tiene cierta analogía con el origen, el crecimiento y el sustento de la vida natural. En efecto, los fieles renacidos en el Bautismo se fortalecen con el sacramento de la Confirmación y finalmente, son alimenta-dos en la Eucaristía con el manjar de la vida eterna, y, así por medio de estos sacramen-tos de la iniciación cristiana, reciben cada vez con más abundancia los tesoros de la vida divina y avanzan hacia la perfección de la caridad.
Pablo VI, Constitución Apostólica Divinae consortium naturae, 15 de agosto de 1971.
1 [ LOS SACRAMENTOS, SIGNOS DE SALVACIÓN ]Sacramento
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365
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9 10
4
El título destaca el tema que vas a trabajar en la unidad. Cada libro está compuesto por 16 unidades didácticas de 8 páginas.
En el “Navegador” encontrarás los subtemas de la unidad desarrollados en acápites.
El “Mapa de Sitio” es un mapa mental que organiza la información de una manera muy visual dándote pistas para una mejor comprensión.
“Vista previa” contextualiza los contenidos de la unidad. Aquí encontrará historias, noticias, casos, canciones, poemas u otro tipo de textos que te ayudarán a rescatar tus conocimientos previos sobre el tema.
“Reflexiona” te presenta preguntas para que analices distintas situaciones y pienses acerca de tu conducta.
En estas páginas se desarrollan temas que te ayudarán a conocer y aplicar las enseñanzas de la doctrina católica con un lenguaje directo y cercano a ti.
“Link” te invita a ampliar o profundizar los contenidos mostrándote datos históricos de interés, manifestaciones culturales, citas del Catecismo, u otro tipo de información con el objetivo de que entiendas mejor lo desarrollado en la unidad.
“Pausa” te propone hacer un alto en la lectura para que te cuestiones, reflexiones, dialogues con tu conciencia, o a veces, realices una actividad lúdica relacionada con el tema.
Los cuadros de doble entrada son una manera de organizar la información que te facilitará su comprensión.
Encontrarás palabras resaltadas dentro de los textos. En la parte inferior de las páginas localizarás preguntas que buscan que tú infieras su significado. Al final de la unidad, en la sección Vocabulario, puedes encontrar estas definiciones.
“Chat” es una invitación al diálogo o al debate grupal. Sabemos que tienes mucho que decir y te damos la oportunidad para que expongas tu parecer siempre con fundamento.
“Haz un click” relaciona lo tratado en la unidad con la Santa Misa, recordándote que es el sacramento más importante de la vida del cristiano y animándote a acercarte con frecuencia a él.
“Amigos de Dios” te muestra a alguna persona que a través de su vida haya dado muestras de santidad. Es un referente que puedes imitar.
“Atrévete” te anima a tomar decisiones y a comprometerte a asumir alguna actitud o realizar alguna acción que te haga mejor cristiano, mejor persona.
El “Vocabulario“ te brinda definiciones sencillas y precisas.
Las “Actividades” te permiten repasar de una manera entretenida, promoviendo el aprender haciendo, la investigación y las actividades de comprensión lectora. Además, encontrarás enlaces Web para profundizar o ampliar los contenidos de la unidad.
En algunas unidades encontrarás un “Relojito Litúrgico” que relaciona los temas tratados con alguna fecha o tiempo del calendario litúrgico.
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Religión 3 - educación secundaria
HAZ UN CLICK
4 [ EUCARISTÍA ]
Luego de la Consagración, en la Eucaristía permanecen el olor, color y sabor del pan (la hostia) y del vino; pero su sustancia se ha convertido en el Cuerpo y en la Sangre de Cristo. Esta conversión milagrosa se llama transubstancia-ción, es decir, se transforma la sustancia (lo que algo es) y permanecen los accidentes (características externas, apa-riencia). Por eso, la real presencia del Cuerpo y la Sangre de Cristo en la Eucaristía, no se conoce por los sentidos, sino sólo por la fe.La liturgia de la Eucaristía, que se ha mantenido invariable a través de los siglos, tiene dos grandes partes: la Liturgia de la Palabra (lecturas, homilía, oración universal) y la Li-turgia eucarística (presentación del pan y del vino, acción de gracias consecratoria, comunión).
Para comulgar es necesario estar en gracia de Dios y ha-ber guardado el ayuno eucarístico (no tomar alimento ni bebida al menos desde una hora antes de la comunión, a excepción sólo del agua y de las medicinas). Si se tiene conciencia de estar en pecado grave, antes de comulgar es necesario confesarse, a no ser que concurra un motivo grave y no haya oportunidad de hacerlo; en este caso, se puede comulgar haciendo un acto de contrición perfecta, que incluye el propósito de confesarse cuanto antes (Có-digo de Derecho Canónico, 916; 919, 1).
La Eucaristía es el centro de toda la vida cristiana porque por medio de él los bautizados y confirmados participan del sacrificio mismo del Señor. Por esto, es el sacramen-to mayor: los demás sacramentos comunican la gracia; la Eucaristía comunica al mismo Cristo, el dispensador de la gracia. Los demás sacramentos, entonces, están unidos a la Eucaristía. Así lo señala el Concilio Vaticano II:“En la Sagrada Eucaristía se contiene todo el bien espi-ritual de la Iglesia, es decir, Cristo en persona, nuestra Pascua y pan vivo que, con su Carne, vivificada y vivifi-cante por el Espíritu Santo, da vida a los hombres, que de esta forma son invitados y estimulados a ofrecerse a sí mismos, sus trabajos y todas las cosas creadas, junta-mente con Él. Por lo cual, la Eucaristía aparece como la fuente y cima de toda la evangelización; los catecúmenos, al introducirse poco a poco en la participación de la Euca-ristía, y los fieles ya marcados por el sagrado Bautismo y Confirmación, por medio de la recepción de la Eucaristía se injertan plenamente en el Cuerpo de Cristo” (Decreto Prebyterorum Ordinis, 5).
En la última cena, Jesús instituyó la Eucaristía para que-darse entre nosotros y para perpetuar el sacrificio de la cruz. La Eucaristía es el memorial de ese sacrificio. Esto quiere decir que no es un simple recuerdo, sino que, cada vez que el sacerdote, consagra el pan y el vino, Jesús se hace misteriosamente presente con su Cuerpo y su Sangre; su vida, muerte y resurrección se vuelven a realizar.
Elemento ¿Cuál es?
El pan y el vino.
“Tomen y coman todos de él, porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por uste-des”. “Tomen y beban todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la Alianza nueva y eterna, que será derrama-da por ustedes y por muchos para el per-dón de los pecados. Hagan esto en conme-moración mía”.
El sacerdote.
Todo bautizado. En el caso de los niños, se requiere que tengan suficiente conoci-miento y hayan recibido una preparación cuidadosa (Primera Comunión), salvo que estén en peligro de muerte.
Materia
Forma
Ministro
Sujeto
Una vez escuché a una persona de otra reli-gión decir que no entendía a los católicos. Él decía que si nosotros, en verdad, creyéramos que Dios está realmente en la hostia ¿cómo es que no vamos todos los días a comulgar?, ¿Tú qué piensas?
ELEMENTOS DE LA EUCARISTÍA
72
Religión 3 - educación secundaria
3 [ CONFIRMACIÓN ]
CHAT
Lee el testimonio de un confirmando y lue-go conversen en parejas sobre sus propias inquietudes frente a la Confirmación.Hoy día quiero hablarles de cómo he vivido este largo proceso de conversión hasta llegar hasta nuestra confirmación. Todo empezó cuando nosotros éramos chicos y Miss Janine nos decía: “God is love and love is God”.
Mis papás y mi familia no son creyentes, de manera que lo que yo sé de Dios lo aprendí aquí en el colegio. Yo no había sido bauti-zado, porque mis papás querían que yo de-cidiera hacerlo cuando llegara el momento. Cuando tuvimos la opción de quedarnos a las actividades de preparación para la confirma-ción, yo me di cuenta que yo quería hacerlo.Cuando se lo dije a mis papás, ellos me ex-presaron todo su apoyo y aprobación, di-ciéndome que mi decisión les parecía bien. Recuerdo que en las actividades para la con-firmación (…) nos explicaban de una manera entretenida el sentido y la importancia de Cristo y nosotros podíamos contar nuestras experiencias y dar nuestras opiniones.Estoy feliz de haber llegado hasta aquí, para confirmar mi fe en Cristo y en la Iglesia. Gra-cias a mi colegio, a mi grupo de “confi” y a mi familia, por el apoyo para descubrir la fe.
Adaptado de: http://www.andree.cl/home/content/view/246/150/lang,cl/
Si el Bautismo es nuestro nacimiento espiritual, la Confirma-ción es el crecimiento y el fortalecimiento de la vida espiri-tual, el perfeccionamiento de la gracia bautismal. Nuestros padres nos acercaron al Bautismo sin que lo supiéramos; evidentemente, nos hicieron un favor inmenso. Pero, ya con uso de razón, nos toca a nosotros asumir consciente y volun-tariamente nuestra fe. La Confirmación hace que el cristiano reciba una gracia que lo fortalece para poder tener la auda-cia de ser testigo y profeta de Jesucristo en el mundo.Jesús instituyó este sacramento, pero no sabemos cuán-do lo hizo, puesto que los Evangelios no lo señalan. Es la Tradición de la Iglesia la que nos lo ha transmitido. En los Hechos de los Apóstoles, vemos que los Apóstoles ya ad-ministraban la Confirmación a las primeras comunidades cristianas (Hch 8, 14-17).El efecto de la Confirmación, del cual se deriva el creci-miento y profundidad de la gracia bautismal, es la efusión especial del Espíritu Santo, tal como fue concedida a los Apóstoles el día de Pentecostés (Catecismo de la Iglesia Católica, 1302-1303).
Para que alguien reciba lícitamente el sacramento de la Con-firmación se requiere que, si goza de uso de razón, esté con-venientemente instruido, bien dispuesto y pueda renovar las promesas del Bautismo (Código de Derecho Canónico, 889, 2).En la medida de lo posible, es conveniente que quien va a recibir la Confirmación tenga un padrino, varón o mujer. Éste debe cumplir las mismas condiciones del padrino de Bautismo.
El santo crisma (aceite consagrado por el obispo para toda su diócesis en la Misa del jueves santo).
“N., recibe por esta señal el don del Espíritu santo”. Esta fórmula la dice el obispo al mis-mo tiempo que unge el crisma en la frente e impone la mano.
El obispo. En caso de necesidad, él pue-de conceder esta facultad a un sacerdote. Si un cristiano está en peligro de muerte, cualquier sacerdote puede darle la Confir-mación.
Todo bautizado aún no confirmado, que ten-ga uso de razón. Acerca del “uso de razón”, puede haber excepciones, como el caso de un niño en peligro de muerte.
Materia
Forma
Ministro
Sujeto
Elemento ¿Cuál es?
ELEMENTOS DE LA CONFIRMACIÓN
AMIGOS DE DIOS
74
Religión 3 - educación secundaria
CONCHITA CABRERA
DE ARMIDA
¿Puede un laico, casado, con nueve hijos, vivir una vida
de santidad? ¡Por supuesto que sí! Concepción Cabrera
de Armida –“Conchita” para sus amigos– (1862-1937),
laica mexicana fundadora de las Obras de la Cruz, es un
ejemplo de ello.
Lo que más llama la atención en Conchita es su polivalen-
cia: realizó todas las vocaciones de la mujer: novia, esposa,
madre, viuda, abuela, bisabuela, y aun, por indulto especial
de Pío X, sin abandonar nunca su ámbito familiar, murió ca-
nónicamente religiosa, entre los brazos de sus hijos.
Su Diario espiritual alcanza la amplitud de la Suma Teoló-
gica de Santo Tomás de Aquino, elevándose sin esfuerzo
y a menudo sin transición desde las más modestas ocu-
paciones del hogar hasta la Generación del Verbo en los
esplendores de la Trinidad. Por la profundidad y sublimi-
dad de sus escritos, Conchita es émula de una Catalina
de Siena o de una Teresa de Jesús. ‘En lo extraordinario,
extraordinaria’, declaraba uno de los miembros de la co-
misión encargada de examinar su vida en 1913, en Roma.
Conchita tuvo un amor muy grande por la Eucaristía, el
cual supo compartir con sus amores terrenales. Todo
amor, finalmente, es expresión del Amor de Dios. Leemos
en su Diario el recuerdo de su enamoramiento, a los tre-
ce años, con Francisco Armida, quien sería su esposo y el
padre de sus hijos. Ella escribió: “A mí nunca me inquietó
el noviazgo en el sentido de que me impidiera ser me-
nos de Dios: ¡se me hacia tan fácil juntar las dos cosas!
Al acostarme, ya cuando estaba sola, pensaba en Pancho
y después en la Eucaristía, que era mi delicia. Todos los
días iba a comulgar y después a verlo pasar: el recuerdo
de Pancho no me impedía mis oraciones. Me adornaba
y componía sólo para gustarle a él; iba a los teatros y a
los bailes con el único fin de verlo; todo lo demás no me
importaba. Y en medio de todo esto no me olvidaba de mi
Dios, las más de las veces lo recordaba y me atraía de una
manera indecible”.
Fue declarada Venerable por el Papa Juan Pablo II en 1999.
Su causa de beatificación está avanzada.
Visitar a Jesús
En el templo u oratorio, al lado del Sagrario,
verás una lamparita. Si está encendida, sig-
nifica que Jesús está presente. Está esperán-
dote. Date un tiempo, anda a saludarlo y a
conversar con Él.
Mira este cómic:
http://amigosnet.net/primeracom/comic.htm
ATRÉVETE
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NAVEGADOR
MAPA DE SITIO
un idad uni dad unidad u
nid
ad EL REGALO DE LA FE
Vista previa: Carta a Pinocho1. Todos tenemos fe2. La fe de la Iglesia3. ¿Dónde está el contenido de la fe?4. La interpretación del depósito de la feAmigos de Dios: San JoséAtrévete: Defensa de la fe
HUMANA
DEPÓSITO DE LA FE
Magisterio de la IglesiaInterpretación
Tradición
Sagrada Escritura
ApostólicaEclesial
LA FE
DIVINA OSOBRENATURAL
PersonalLibreRazonable
Señor aumenta mi feLa fe sin obras está muerta
Don gratuito de Dios
Acto humano
Tarea perseverante
VISTA PREVIA
7 UNIDAD 1 - Religión secundaria 3
REFLEXIONA
ya dos mil años –salta de repente el individuo– y el mundo está todavía lleno de ladrones, de adúlteros, de asesinos». El predicador respondió «Tiene usted razón. Pero hace también dos millones de siglos que existe el agua en el mundo y mire cómo tiene usted el cuello».
En otras palabras: ha habido malos papas, malos sacerdotes, malos católicos. Pero ¿qué significa eso? ¿Que se ha aplicado el Evangelio? No, todo lo contrario, en esos casos no se ha aplicado el Evangelio.
Pinocho mío, sobre los jóvenes hay dos frases famosas. Te recomiendo la primera, de Lacordaire: «Ten una opinión y hazla valer». La segunda es de Clemenceau, y no te la re-comiendo en absoluto: «(el joven) no tiene ideas, pero las defiende con ardor».
Fragmento del libro “Ilustrísimos señores” de Albino Luciani, Juan Pablo I.
[ CARTA A PINOCHO ]
En tu viaje hacia la autonomía, chocarás quizá, querido Pino-cho, como casi todos los jóvenes entre los diecisiete y los vein-te años, con un difícil escollo: el problema de la fe.
Sí, respirarás objeciones antirreligiosas como se respira el aire, en el colegio, en la fábrica, en el cine, etc. Si tu fe es un montón de buen trigo, vendrá todo un ejército de ratones a tomarlo por asalto. Si es un traje, cien manos tratarán de desgarrártelo. Si es una casa, el pico querrá derribarla piedra a piedra. Tendrás que defenderte: hoy, de la fe sólo se con-serva lo que se defiende.
Para muchas objeciones hay una respuesta convincente. Para otras, no se ha encontrado aún una solución definitiva. ¿Qué hacer? No tires la fe por la borda. «Diez mil dificultades –decía Newman– no constituyen todavía una duda».
Y recuerda siempre dos cosas.
Primera: toda certeza merece estima, aunque no comparta la evidencia de las matemáticas. La existencia de Napoleón, César o Carlomagno no goza de la certeza del 2 + 2 = 4, pero no por ello deja de ser cierta con una certeza humana, his-tórica. Del mismo modo es también cierto que existió Cristo, que los apóstoles le vieron muerto y luego resucitado.
Segunda: al hombre le es necesario el sentido del misterio. De nada sabemos todo, decía Pascal. Sé muchas cosas de mí mismo, pero no todo. No sé exactamente qué es mi vida, mi inteligencia, el grado de mi salud, etc. ¿Cómo puedo enton-ces pretender comprender y saber todo de Dios?
Las objeciones más frecuentes que oirás irán dirigidas contra la Iglesia. Podrá quizá ayudarte una anécdota contada por Pitigrilli. En Londres, en Hyde Park, un predicador estaba ha-blando al aire libre. De cuando en cuando lo interrumpía un individuo despeinado y sucio. «La Iglesia existe desde hace
Reúnete en grupo y conversa a partir de estas preguntas:
1. ¿Qué es para ti la fe? ¿Te ha pasado al-guna vez lo que le advierte Juan Pablo I a Pinocho? ¿Cómo te has sentido?
2. ¿Posees certezas que no has podido comprobar? Por ejemplo, ¿cómo sabes que tu mamá es tu mamá?
3. Si escuchas la noticia de un sacerdote que no ha sido fiel a su vocación, ¿esto afecta tu fe? ¿Por qué?
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1 [ TODOS TENEMOS FE ]
Hay quienes dicen que sólo creen en lo que ven, es decir, que sólo aceptan como cierto aquello que es verificable mediante los sentidos. Seguramente, consideran tam-bién, con cierta soberbia, que sólo la ciencia constituye un modo válido de conocer y menosprecian otras formas de poseer certezas, como la fe. Pero, si nos detenemos a examinarla, esta postura no puede sostenerse mucho tiempo en pie: todos los seres humanos, incluso quie-nes defienden aquellas ideas, aceptamos en nuestra vida creencias que damos por ciertas, aún cuando los sentidos no puedan garantizarlas.
La fe, como estado subjetivo ante el conocimiento, es tra-dicionalmente definida como el estado en el cual la vo-luntad mueve al entendimiento a asentir con certeza, sin miedo a que sea verdad lo contrario, apoyándose en el testimonio y la autoridad de otro.
¿Cuántos de los conocimientos que poseemos los hemos adquirido confiando en el testimonio y la autoridad de otro? Ese “otro” puede ser un familiar, un amigo, un pro-fesor, un programa de televisión, un libro, una página de Internet, etc. Lo más probable es que la mayoría de los conocimientos que tenemos los hemos adquirido por fe, puesto que no hemos estado en la posibilidad de compro-barlos directamente por nosotros mismos, “con nuestros propios ojos”. A esta fe se le denomina “fe humana”.
¿Y aquello que sí podemos percibir directamente con los sentidos es suficiente para la vida humana? David Hume (1711-1776), el más radical de los filósofos empiristas (aquellos que consideraban que los sentidos son el límite del conocimiento humano), afirmaba que los sentidos nos pueden mostrar cómo son las cosas, pero no cómo serán.
No podemos ver el futuro y, sin embargo, nos levantamos cada mañana dispuestos a vivir el día con la seguridad, aunque sea inconsciente, de que el día y todo lo que él nos depara, estará ahí para nosotros.
Hay, pues, una fe implícita, elemental y natural, que sub-yace a nuestro vivir. Es una apuesta por el sentido de la vida que no explicitamos, pero que poseemos. No es fácil caer en la cuenta de esto, justamente porque es demasia-do evidente. Es una certeza que precede cualquier deci-sión y acción que acometa nuestra libertad. Es la certeza de que la vida tiene sentido. Esta fe es, en realidad, una tácita fe en Dios, porque sólo Él es quien da sentido a toda existencia.
Henri de Lubac, S.J. (1896-1991), importante teólogo del siglo XX, puso la siguiente dedicatoria en uno de sus más conocidos libros: “A mis amigos que creen, y a aquellos que creen no creer”. La fe en Dios está escondida en la misma naturaleza humana. San Agustín describe en sus “Confesiones” cómo buscaba a Dios fuera, cuando siem-pre había estado dentro.
Dice el Catecismo de la Iglesia Católica que el hombre es “capaz” de Dios.
LINK
“Dios mismo, al crear al hombre a su propia imagen, inscribió en el corazón de éste el deseo de verlo. Aunque el hombre a menu-do ignore tal deseo, Dios no cesa de atraer-lo hacia sí, para que viva y encuentre en Él aquella plenitud de verdad y felicidad a la que aspira sin descanso. En consecuencia, el hombre, por naturaleza y vocación, es un ser esencialmente religioso, capaz de entrar en comunión con Dios. Esta íntima y vital relación con Dios otorga al hombre su digni-dad fundamental”.
Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, n 2.
>> Aceptar la existencia del universo es un ejemplo de fe humana.
UNIDAD 1 - Religión secundaria 3
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2 [ LA FE DE LA IGLESIA ]
Cuando la fe es un estado de certeza que descansa en el testimonio y la autoridad del mismo Dios, estamos ante otro nivel de fe: la la fe divina o también llamada sobre-natural.
En la Carta a los Hebreos, encontramos una frase clásica acerca de la fe: “La fe es garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve” (Hb 11,1). La fe está dirigida a la salvación y es una adhesión personal a Dios.
Se trata de asentir, con toda la inteligencia y la voluntad, a Dios que nos ha revelado su intimidad: “La fe es la virtud teologal por la que creemos en Dios y en todo lo que Él nos ha dicho y revelado, y que la Santa Iglesia nos propo-ne, porque Él es la verdad misma” (Catecismo de la Iglesia Católica, 1814).
CARACTERÍSTICAS DE LA FE
¿Qué significa? La fe es…
…un regalo de Dios
…un acto humano, personal, libre y razonable
…una tarea perseverante
…necesaria para la salvación
Si bien la fe es un acto libre del ser humano, la sola voluntad humana no explica todo el misterio de la fe. La fe es, ante todo, un don gratuito y sobrenatural de Dios, una gracia sin la cual no es posible creer, porque tener fe no es aceptar que dos más dos son cuatro –eso no tiene mayor mérito–, sino creer en verdades que no son inmediatamente evidentes. Creemos a causa de Dios mismo que se revela y gracias a los auxilios interiores del Espíritu Santo. De ahí la importancia de la oración para obtener o acrecentar la fe.
Sólo el ser humano puede tener fe, porque sólo él es racional y libre. La fe no puede ser demostrada por la razón, pero sí puede fundamentarse en argumentos razonables que se derivan del conocimiento del mundo y de la misma condición humana. Tener fe no es dar un salto al vacío ni experimentar un sentimiento. No es un acto irracional. Es un acto libre: la voluntad humana puede abrazar o rechazar la fe. Jesús invitó a la fe y a la conversión, sin forzar a nadie.
La fe es la respuesta del hombre a Dios. Esta respuesta siempre puede ser mejor, más cultivada, más auténtica, más entregada: podemos crecer en ella. Los apóstoles pedían a Jesús que les aumente la fe (Lc 17,5). La fe debe transformar la vida del creyente, quien a su vez buscará transformar la vida de los demás. La fe es personal, pero no aislada; es eclesial. Debe transmitirse, debe hacerse vida. “Así como el cuerpo sin espíritu está muer-to, así también la fe sin obras está muerta” (St 2,26).
Porque la fe es libre, es meritoria. Dice Jesús que aquél que se mantenga firme hasta el fin, se salvará (Mt 10,22; 24,13). Y también que “el que crea y se bautice se salvará, el que se niegue a creer se condenará” (Mc 16,16).
Conversa con un compañero(a) a partir de las siguientes preguntas:
• ¿En quién tengo fe?
• ¿Cuáles son los indicios que me llevan a afirmar esto?
• ¿Tengo fe en Dios? ¿Cómo sabes que es así? Explica.
CHAT
UNIDAD 1 - Religión secundaria 3
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3 [ ¿DÓNDE ESTÁ EL CONTENIDO DE LA FE? ]
LINK
Muchos estudiosos del Nuevo Testamento consideran que los Evangelios de Mateo y Lu-cas tuvieron, además de sus propias tradicio-nes orales, dos fuentes comunes: el Evangelio de Marcos y la fuente “Q”. Llaman fuente “Q” (fuente en alemán se dice “Quelle”, de ahí la abreviatura “Q”) a una colección de frases de Jesús que primero se transmitió oralmente y luego fue recogida por escrito en este miste-rioso documento, que se perdió.
1¿Puedes definir esta palabra? Verifica su significado en el Vocabulario del final de la unidad.
El ser humano puede conocer a Dios a partir de su creación sólo mediante el uso de la razón. Puede conocer, por ejem-plo, que Dios existe, que es la causa de todo, que es uno, que es eterno, etc. Sin embargo, las personas, como seres limitados y con limitaciones, no podemos conocer todo el misterio de Dios. Por eso, Dios ha querido, libre y amorosa-mente, revelarse al hombre y dar a conocer su intimidad.
“De una manera fragmentaria y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros padres por medio de los pro-fetas; en estos últimos tiempos nos ha hablado por su Hijo” (Hb 1, 1-2). Jesús es la plenitud de toda la Revelación1, por-que Él es Dios mismo hecho hombre. No obstante, Jesús nunca dejó ningún escrito pues no escribió: durante su vida pública se dedicó especialmente a la predicación y a las obras.
Después de la Resurrección, los apóstoles, inspirados por el Espíritu Santo, entendieron su papel de testigos y anuncia-dores de la buena nueva de Jesús, y, junto con otros segui-dores suyos, la transmitieron de dos formas. A través de la Tradición Oral (apostólica y eclesial) y de la Sagrada Escritu-ra (Antiguo y Nuevo Testamento).
La palabra Biblia es un vocablo griego que significa “los libros”. La Biblia es, en realidad, una biblioteca que ha re-cibido los aportes de distintos autores en diversas épocas: su unidad radica en que toda ella es la Palabra de Dios puesta por escrito, gracias a la inspiración del Espíritu San-to sobre los autores sagrados:
“En efecto, por muy diferentes que sean los libros que la componen, la Escritura es una en razón de la unidad del designio de Dios, del que Cristo Jesús es el centro y el co-razón, abierto desde su Pascua” (Catecismo de la Iglesia Católica, 112).
En conclusión, la Revelación, que contiene las verdades que la Iglesia cree, confiesa y custodia, está depositada en la Sagrada Tradición y en la Sagrada Escritura. La fe, entonces, es la respuesta del hombre que acoge esa Re-velación.
Maneras de anunciar la Buena Nueva de Jesús
La Tradición apostólica.
Viene directamente de los após-toles y transmite lo que éstos recibieron de Jesús y del Espíritu Santo.
La Tradición eclesial.
Expresión particular de la Tradi-ción adaptada a diversos lugares y épocas. Por ejemplo, las ense-ñanzas de los Padres y Doctores de la Iglesia. El Magisterio de la Iglesia es el encargado de res-guardar e interpretar estas mani-festaciones
1ª TRADICIÓN:Transmisión oral.
Tiene dos momentos
2ª SAGRADA ESCRITURA:
Transmisión escrita.
Tiene dos partes
Antiguo Testamento
Nuevo Testamento
UNIDAD 1 - Religión secundaria 3
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4 [ LA INTERPRETACIÓN DEL DEPÓSITO DE LA FE ]
Hay personas que tienen la costumbre de abrir la Biblia al azar y leer el pasaje que les toque, tomándolo como un mensaje directo de Dios para sus vidas. Es posible que, en algún caso particular, Dios elija esa manera de transmitir un mensaje, pero lo cierto es que la Biblia no cumple la función de un horóscopo y no puede ser interpretada de cualquier manera por cualquiera.
El depósito de la fe contenido en la Sagrada Tradición y la Sagrada Escritura fue confiado por los apóstoles al conjunto de la Iglesia. Por tanto, “el oficio de interpretar auténticamente la palabra de Dios, oral o escrita, ha sido encomendado sólo al Magisterio vivo de la Iglesia” (Conci-lio Vaticano II, Dei Verbum, 10). Y es que la Iglesia tiene la misión de ser maestra de fe, guiada por el Espíritu Santo.
¿Por qué es necesaria la interpretación de la Tradición y la Sagrada Escritura? ¿Acaso Dios no ha revelado su pa-labra de manera clara a los seres humanos? Sí, lo hizo; y también fundó una Iglesia para que custodie la verdad revelada, porque hay algo que es evidente: “Dios habla al hombre a la manera de los hombres. Por tanto, para in-terpretar bien la Escritura, es preciso estar atento a lo que los autores humanos quisieron verdaderamente afirmar y a lo que Dios quiso manifestarnos mediante sus palabras” (Catecismo de la Iglesia Católica, 109).
En otras palabras, no se puede leer toda la Biblia de la misma manera, como no se lee un poema de la misma
HAZ UN CLICK
La Misa tiene dos partes importantes: La Litur-gia de la Palabra y la Liturgia Eucarística. En la primera siempre se lee la Sagrada Escritura, de ahí su nombre. Ésta consiste en la proclamación de la Palabra de Dios. Se lee una selección de textos del Antiguo Testamento y del Nuevo Tes-tamento. Los días de semana se leen dos lectu-ras, y los domingos, tres. Siempre la última lec-tura es del Evangelio. ¿Prestas atención en Misa a estas lecturas? ¿Te has puesto a pensar que son la Palabra de Dios, es decir, lo que Él quiere decirnos?
forma que una receta de cocina o un tratado científico: “Para descubrir la intención de los autores sagrados es preciso tener en cuenta las condiciones de su tiempo y de su cultura, los ‘géneros literarios’ usados en aquella épo-ca, las maneras de sentir, de hablar y de narrar en aquel tiempo” (Catecismo de la Iglesia Católica, 110).
Al mismo tiempo, no se puede descuidar el criterio de uni-dad de toda la Sagrada Escritura, como palabra de Dios; como tampoco se puede descuidar la Tradición, porque, según reza un adagio antiguo: “La Sagrada Escritura está más en el corazón de la Iglesia que en la materialidad de los libros escritos”.
En este sentido, el Concilio Vaticano II señala tres criterios para interpretar la Escritura con el mismo espíritu con que se escribió (Constitución Dei Verbum, 12).
Prestar una gran atención “al contenido y a la unidad de toda la Escritura”.
Que a pesar de estar compues-ta de libros muy diferentes en-tre sí, la Escritura tiene unidad, porque es la Palabra de Dios. No perder de vista esto se conoce como interpretación canónica.
Leer la Escritura en “la Tradición viva de toda la Iglesia”.
Tener en cuenta “la analogía de la fe”.
Que la Iglesia encierra en su Tradición la memoria viva de la Palabra de Dios, y el Espíritu Santo le da la interpretación espiritual de la Escritura.
Que las verdades de la fe y el proyecto total de la Revela-ción está cohesionado.
¿Qué significan?¿Cuáles son estos criterios?
CRITERIOS PARA LEER LA BIBLIA
UNIDAD 1 - Religión secundaria 3
AMIGOS DE DIOS
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SAN JOSÉLa Biblia nos presenta muchas personas que fueron mo-delo de fe. Una de las más importantes es, sin duda, José, el padre adoptivo de Jesús.
Pese a que los Evangelios nos revelan pocos detalles de su biografía, sabemos que pertenecía al linaje de David, que era carpintero, que era un hombre justo… pero no sabemos dónde nació, ni a qué edad desposó a María, tampoco a qué edad murió.
Es interesante notar, además, que ningún Evangelio recoge palabra alguna de José. Sin embargo, la Sagrada Escritura nos transmite lo principal de José: su silencio y su fe. ¡Qué gran modelo de fe es José!
Para José es una situación muy difícil y triste, pero como es un hombre bueno, no denuncia a María, sino que, al prin-cipio, decide alejarse de ella. Pero luego del sueño resuelve aceptar la voluntad de Dios, tomar como esposa a María y adoptar como suyo a Jesús.
PAUSA
¿Te imaginas la situación? De pronto, te enteras que tu novia, con quien
estás comprometido y con quien nunca has tenido relaciones sexuales, está
embarazada. Has crecido, además, en una sociedad en la cual esto es considerado una
ofensa gravísima, que merece tu repudio y la lapidación de tu novia infiel. ¿Cómo
te sentirías? ¿Qué harías? ¿Y si esa misma noche sueñas con un ángel
que te dice que el niño es fruto del Espíritu Santo?
ATRÉVETEDefender la fe
Alguna vez te encontrarás en la siguiente situa-ción: estás en una reunión y alguien empieza a hablar mal de Dios, de la Iglesia o de la fe. ¿Te atreverías a responder el ataque diciendo res-petuosamente lo que piensas? ¿O el miedo y la vergüenza te harían callar?
Dice el Evangelio de Lucas, que de niño, Jesús vivió sujeto a sus padres en Nazaret, creciendo en estatura, fortaleza, sabiduría y en gracia ante Dios y ante los hombres (Lc 2,51-52). ¡Qué importante fue José en ese crecimiento! Jesús es Dios y también es hombre, y por eso necesitaba de una familia, de un padre y una madre que le enseñaran los pri-meros pasos y las primeras palabras, que lo vistan, que lo alimenten, que lo eduquen, que le enseñen a rezar. Por eso, es bueno recordar que José enseñó mucho más que su ofi-cio a su hijo: su presencia masculina fue fundamental para la formación de la personalidad de Jesús. José fue un padre excelente, un hombre santo: esto se ve en la calidad huma-na del hijo que crió.
UNIDAD 1 - Religión secundaria 3
VOCABULARIO
un idad uni dad unidad u
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ad
Fe humana: Certeza que nace de la aceptación del testimonio y la autoridad de otro.
Fe divina o sobrenatural: Certeza que nace de la aceptación de la Revelación de Dios.
Virtudes teologales: Hábitos buenos, infundidos por Dios, que permiten actuar como hijos suyos y ser merecedores de la vida eterna. Son tres: la fe, la esperanza y la caridad.
Revelación: Dios decide, libre y amorosamente, mostrar su inti-midad y su plan de salvación al ser humano.
Tradición: Transmisión de la Palabra de Dios, encomendada por Cristo y el Espíritu Santo a los apóstoles y a sus sucesores en la Iglesia.
Sagrada Escritura: Palabra de Dios escrita por autores humanos, inspirados por el Espíritu Santo. Está contenida en la Biblia.
ACTIVIDADES
1. Busca en la Biblia la cita de Efesios Capítulo 2 Versículo 8 y con-testa: ¿Qué es lo que está resaltando San Pablo en este pasaje?
2. Luego de leer las dos historias que se proponen a continua-ción, reflexiona y responde: ¿Es lo mismo conocer y aceptar el contenido de la fe, que tener fe? ¿Por qué?
• Un ateo escalaba una pared rocosa ver-tical. Confiado en su habilidad, no iba atado a ninguna cuerda de seguridad. De pronto, encontrándose a unos 100 metros del suelo, da un mal paso y cae. En plena caída, logra sostenerse de una ramita que crecía solitaria en una sa-liente rocosa. El escalador se dio cuenta de que la ramita se partiría al menor movimiento. Desesperado, sólo atinó a gritar: “¡Dios!”…ios …ios …ios, respon-dió el eco. “¡Si verdaderamente existes, sálvame y seré tu profeta!”. “Eso es lo que dicen todos cuando están en pro-blemas”, contestó Dios. “¡No, Señor, te lo prometo, te anunciaré al mundo en-tero; ya sé que existes, ya creo en Ti!” gimió el pobre hombre. Dios dijo: “Está bien, te salvaré. Suelta la rama”. El hom-bre, perplejo, miró hacia abajo, hacia el vacío. Y se quedó en silencio, aferrado a la rama.
• Un joven rico se acercó a Jesús y le pre-guntó qué debía hacer para ganar la vida eterna. Jesús le respondió que cum-pla los Mandamientos de la Ley de Dios. El muchacho le dijo que siempre los ha-bía cumplido. Entonces, Jesús le replicó: “Da todo lo que tienes a los pobres y sí-gueme”. Cuenta el Evangelio que, al oír estas palabras, el joven se entristeció y volvió a su casa.
3. Responde: ¿Se puede leer estos cuatro pasajes de la Biblia de la misma manera? ¿Por qué? ¿Qué se debe tomar en cuenta?
4. Para ampliar el tema de la unidad:
http://www.corazones.org/diccionario/fe.htmhttp://www.slideshare.net/catecismoiglesia/03-la-fe-sobrenatural
El afectado por la lepra llevará la ropa rasgada y desgreñada la cabeza, se tapará hasta el bigote e irá gri-tando: “¡Impuro, impuro!” Todo el tiempo que le dure la llaga, quedará impuro. Es impuro y vivirá aislado; fuera del campa-mento tendrá su morada.
¡Qué bella eres, amor mío, qué bella eres!
Palomas son tus ojos a través de tu velo, tu melena, rebaño de cabras que desciende del monte Galaad.
Al día siguiente, queriendo averiguar con certeza de qué le acusaban los judíos, (el tribuno) le sacó de la cárcel y mandó que se reunieran los sumos sacerdotes y todo el Sanedrín; hizo bajar a Pablo y le puso ante ellos.
Y vi surgir del mar una Bestia que tenía diez cuernos y siete cabezas, y en sus cuernos diez diademas, y en sus cabezas títulos blasfemos. La Bestia que vi se parecía a un leopardo, con las patas como de oso, y las fauces como fauces de león.
Levítico 13,45-46
Cantar de los cantares 4,1
Hechos de los Apóstoles 22,30
Apocalipsis 13,1-2
NAVEGADOR
MAPA DE SITIO
un idad uni dad unidad u
nid
ad LA IGLESIA,MAESTRA DE FE
Vista previa: El caso Galileo1. El Magisterio de la Iglesia2. La infalibilidad3. Las reuniones de la Iglesia4. Los documentos de la IglesiaAmigos de Dios: San AmbrosioAtrévete: ¿Vas a misa?
EXTRAORDINARIO
Infalibilidad
Fe Moral
Se transmite
ORDINARIO
MAGISTERIODE LA IGLESIA
Papa: ex cathedra
Obispos: concilios ecuménicos
Documentos
Conciliares
Pontificios
Episcopales
Dicasterios
Catecismo
Código de Derecho Canónico
Reuniones
Concilios
Consisitorios
Cónclaves
Sinodos
Conferencias Generales del Episcopado latinoamericano
Generales o ecuménicosParticularesOrdinariosExtraordinarios
Asambleas generalesAsambleas especiales
VISTA PREVIA
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REFLEXIONA
[ EL CASO GALILEO ]
¿Se puede equivocar la Iglesia? ¿Has oído hablar del caso Ga-lileo? Es muy probable que sí, porque cuando se le quiere recordar a la Iglesia sus errores, este caso es de los primeros en la lista. Lo curioso es que se le suele citar como paradig-ma de la intolerancia religiosa frente al avance de la ciencia, sacándolo de contexto y cayendo en inexactitudes que lo agrandan y agravan.
Muchos piensan que la Inquisición condenó a muerte al cien-tífico italiano Galileo Galilei (1564-1642), por haber defendido que la Tierra gira alrededor del Sol; que fue quemado en la hoguera y que, antes, sufrió innumerables torturas. Nada más lejos de la verdad. Galileo murió de muerte natural, sin dejar de ser creyente, en su casa, sin haber pasado ni un solo día en la cárcel, ni haber sufrido nunca algún tipo de violencia física.
Es cierto que fue procesado como sospechoso de herejía. Es cierto que se le pidió que considerara al heliocentrismo co-pernicano como una hipótesis mientras no pudiera probarla, cosa que no pudo hacer suficiente ni correctamente. Es cier-to que fue condenado a un “arresto domiciliario”.
Es cierto, finalmente, que el tribunal eclesiástico que lo con-denó, se equivocó, porque juzgó un asunto científico a la luz de una interpretación literal de la Sagrada Escritura, que no es ni pretende ser un libro científico, sino religioso. Lo para-dójico es que Galileo tuvo razón en su entendimiento acerca de este punto como escribió en una carta a Cristina de Lore-na: «La intención del Espíritu Santo era enseñarnos cómo se va al cielo, y no cómo va el cielo».
La Iglesia es una realidad humana y divina, su unión con lo divino se da en el marco de la naturaleza humana, pecadora y falible, de todos los miembros que la componen. Por eso,
1. En el presente capítulo trataremos el tema del Magisterio de la Iglesia y su infalibilidad, es decir, que no se equivoca en materia de fe y moral. ¿Podríamos afirmar que el caso Ga-lileo fue una excepción a esta regla? ¿Por qué?
2. ¿Crees que la Iglesia se equivoca ac-tualmente en algún tema en particu-lar? ¿Cuál y por qué?
en octubre de 1992, el Papa Juan Pablo II reconoció pública-mente los errores cometidos por el tribunal eclesiástico que juzgó las enseñanzas científicas de Galileo.
No es justo reprocharle al tribunal el error científico, pues en aquella época la cosmovisión que se tenía era la del geocen-trismo; no sólo a la Iglesia le habrá parecido difícil de probar la visión del heliocentrismo. El error grave del tribunal fue de tipo exegético: desacreditar un tema científico por su su-puesta contradicción con la Biblia, tomada al pie de la letra. Hoy sabemos que tal contradicción no existe, si hacemos una correcta interpretación de la Biblia.
Sin embargo, está claro que el error de la Iglesia en este caso no comprometió al Magisterio, porque no hubo intervención magis-terial, dado que no se trató de un error en la doctrina de la fe.
UNIDAD 2 - Religión secundaria 3
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1 [ EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA ]
En el arte religioso, es muy común representar a San Pe-dro con unas llaves en la mano. ¿Por qué se representa así a este apóstol, cuyo nombre original era Simón? Porque, un día, Jesús le dijo a Simón: “Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la Tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la Tierra quedará desatado en los cielos” (Mt 16,18-19).
Con estas palabras, Jesús nombraba a Pedro cabeza de la Iglesia y le encomendaba la misión de guiar y enseñar a los hombres su camino de salvación, con el poder de estable-cer o prohibir lo que considere necesario para alcanzarla.
La Iglesia, entonces, tiene una misión magisterial, es decir, es maestra de fe para los seres humanos. El Magisterio de la Iglesia es la autoridad que ha sido confiada por Jesús al Papa –como sucesor de Pedro– y a los obispos –como suce-sores de los apóstoles– de enseñar, conservar e interpretar la Palabra de Dios, con la asistencia del Espíritu Santo.
1¿Conoces el significado de esta palabra? Verifícalo en la sección Vocabulario.
Oficio habitual del Papa y los obis-pos, de transmitir e interpretar la Revelación en materia de fe y costumbres, sin pronunciarse de una manera solemne y definitiva y, por tanto, sin exigir a los fieles el asentimiento de la fe, pero sí la obediencia religiosa.
Enseña los dogmas1 de la fe, for-mulados por un concilio ecuméni-co o por el Papa cuando habla ex cathedra, es decir, cuando procla-ma, de forma definitiva e infalible, la doctrina en cuestiones de fe y de moral. Este Magisterio exige a los fieles la obediencia de la fe.
Magisterio ordinario
Magisterio extraordinario
Hay dos clases de ejercicio del Magisterio:
“El Magisterio no está por encima de la palabra de Dios, sino a su servicio para enseñar solamente lo que le ha sido confiado, pues por mandato divino y con la asistencia del Espíritu Santo, lo escucha devotamente, lo custodia celosa-mente, lo explica fielmente; y de este único depósito de la fe saca todo lo que propone como verdad revelada por Dios para ser creída” (Concilio Vaticano II, Dei Verbum, 10).
Todas las enseñanzas de la Iglesia son importantes para sus fieles y merecen obediencia, porque dijo Jesús a sus discí-pulos: “Quien a ustedes los escucha, a mí me escucha; y quien a ustedes los rechaza, a mí me rechaza” (Lc 10,16).
LINK
En los últimos dos siglos, la Iglesia ha ejercido el Magisterio extraordinario sólo dos veces, a saber, en 1854, cuando el Papa Pío IX procla-mó el dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, y en 1950, cuando el Papa Pío XII proclamó el dogma de la Asun-ción de la Virgen María.
La palabra “magisterio” viene del latín
“magister”, que significa “maestro”.
PAUSA
UNIDAD 2 - Religión secundaria 3
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2 [ LA INFALIBILIDAD ]
Decimos que algo es infalible cuando es seguro, cierto, indefectible, libre de error. Gracias a la asistencia del Espí-ritu Santo, cuando el Magisterio de la Iglesia se pronuncia de manera definitiva en materia de fe y de moral, goza del carisma de la infalibilidad2 , es decir, no se equivoca. Así, Dios permite que su revelación se transmita sin errores y sea correctamente interpretada en diferentes tiempos y contextos.
“La misión del Magisterio está ligada al carácter definitivo de la Alianza instaurada por Dios en Cristo con su Pue-blo; debe protegerlo de las desviaciones y de los fallos, y garantizarle la posibilidad objetiva de profesar sin error la fe auténtica. El oficio pastoral del Magisterio está diri-gido, así, a velar para que el Pueblo de Dios permanezca en la verdad que libera. Para cumplir este servicio, Cristo ha dotado a los pastores con el carisma de infalibilidad en materia de fe y de costumbres” (Catecismo de la Iglesia Católica, 890).
Las enseñanzas infalibles del Magisterio de la Iglesia son dogmas, es decir, verdades de fe contenidas en la revela-ción divina o necesariamente vinculadas a ella. Los dog-mas son parte de la fe; su aceptación y obediencia es, por tanto, indiscutible e irrevocable.
Son dogmas, por ejemplo, la Inmaculada Concepción de María, la Trinidad, que Jesucristo es verdadero Dios y ver-dadero hombre, la transubstanciación, etc.
2¿Qué significa que algo es falible? Entonces, ¿qué quiere decir infalibilidad? Despeja tus dudas en la sección vocabulario.
En la serie de dibujos animados “Los Simp-
sons”, el personaje Lenny dijo una vez: “Todo
el mundo puede equivocarse. Por eso los
lápices vienen con un borrador en un extre-
mo”. Si “errar es humano”, ¿cómo es posible,
entonces, que el Papa, que es un hombre de
carne y hueso, pueda no equivocarse nunca
en materia de fe y moral? Conversa del tema
con un compañero.
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El Papa es infalible cuando habla desde su silla (ex cathedra), es decir, desde su puesto de Pastor y Maestro supremo de todos los fie-les, con la intención de proclamar por un acto definitivo la doctrina sobre fe y moral.
Los obispos unidos al Papa son in-falibles cuando, especialmente en un concilio ecuménico, proponen algo que se debe aceptar como re-velado por Dios para ser creído.
Modalidades de infalibilidad dentro del Magisterio:
Episcopal
Pontificia
>> Carátula de la publicación italiana Domenica del Corriere de 1963 a propósito del II Concilio Ecuménico. Dicha publicación fue editada de 1899 a 1989.
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La palabra Iglesia viene del griego ekklesía que significa asamblea. La Iglesia es el Pueblo de Dios, la asamblea de todos los creyentes. Su constitución jerárquica obedece al mandato de Jesús y facilita al Espíritu Santo su tarea de asistencia.
Ser parte de la Iglesia, entonces, es ser parte de una co-munidad que se reúne en torno a Jesús, a sus pastores y a los sacramentos. De allí la importancia de la comunicación y la reunión de quienes guían la Iglesia, para orar, reflexio-nar y definir el camino por el cual la va guiando el Espíritu Santo en la historia.
Concilios Consistorios Cónclaves Sínodos
ConferenciasGenerales del
EpiscopadoLatinoamericano
Reuniones de los obispos para abordar cuestiones importantes de la doctrina o la orga-nización de la Iglesia.
Según su convocatoria, pueden ser de dos tipos:
- Concilios Generales o Ecuménicos (universales).
Son las reuniones más importantes dentro de la Iglesia. Los obispos de todo el mundo, con-vocados por el Papa, se reúnen obligato-riamente para tomar decisiones que afectan a toda la Iglesia.
- Concilios Particulares.
Son los que abarcan a una porción de la Iglesia. Pueden ser:
Reuniones del Cole-gio de Cardenales3 para ayudar al Papa en el gobierno de la Iglesia.
Son de dos tipos:
- Consistorios ordinarios.
El Papa convoca a algunos cardenales para tratar cues-tiones importantes dentro de la Iglesia. Por ejemplo, para el nombramiento de nuevos cardena-les o la aprobación de la canonización de nuevos santos.
- Consistorios ex-traordinarios.
El Papa convoca a todos los carde-nales debido a algunas necesida-des especiales de la Iglesia o asuntos de mayor gravedad.
Reuniones de carde-nales cuando muere el Papa para elegir a un nuevo Pontífice.
- Lugar: La Capilla Sixtina, Ciudad del Vaticano.
- La elección es por voto secreto.
- Son necesarios 2/3 de los votos para la elección.
- Luego de cada vo-tación, los papeles de los votos se que-man. El humo sale por una chimenea; cuando es negro, significa que aún no se ha elegido al nuevo Papa; cuando es blanco (porque se agrega paja húmeda a los votos que se queman), significa que se ha elegido al nuevo Pontífice.
Asambleas de Obis-pos escogidos de las distintas regiones del mundo, que se reúnen en ocasiones determinadas.
Son de dos tipos:
- Asambleas generales.
Se tratan cuestiones de la Iglesia Universal. Pueden ser:
Reuniones de los obis-pos latinoamericanos que marcan el derro-tero de la Iglesia en la realidad de nuestro continente
Hasta el momento, se han realizado cinco:
- Río de Janeiro (1955)
- Medellín (1968)
- Puebla (1979)
- Santo Domingo (1992)
- Aparecida (2007)
Las principales reuniones del Papa y los obispos son:
Plenarios o nacio-nales.Reunión de la Conferencia Episco-pal de todo un país.
Provinciales. Reunión de los obispos de una provincia ecle-siástica.
Ordinarias. Se tratan cuestiones generales.
Extraordinarias. Se tratan cuestiones que exigen una solución rápida.
- Asambleas especiales.
Se tratan problemas de una o varias regiones.
3¿Sabes quién es un cardenal? ¿Cuál es la diferencia con un arzobispo? Fíjate en el Vocabulario para aclararlo.
LINK
Hasta el momento, se han realizado 21 con-cilios ecuménicos en la Iglesia. El primero fue el Concilio de Nicea del año 325, y el úl-timo el Concilio Vaticano II, realizado entre 1962 y 1965.
3 [ LAS REUNIONES DE LA IGLESIA ]
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4 [ LOS DOCUMENTOS DE LA IGLESIA ]
En los primeros años de la Iglesia, cuando los apóstoles evangelizaban de ciudad en ciudad, lo hacían oralmente. Sin embargo, pronto se hizo necesario no perder el con-tacto con las comunidades que se dejaban atrás. Por eso, los apóstoles recurrieron a las cartas. De hecho, los prime-ros escritos del Nuevo Testamento no fueron los Evange-lios, sino las cartas o epístolas. Se considera que el texto más antiguo del Nuevo Testamento es la primera epístola de San Pablo a los Tesalonicenses.
La Iglesia ha tenido, entonces, la costumbre de dirigirse a sus fieles a través de documentos de distinta índole, des-de los primeros tiempos.
En la actualidad los más importantes son los siguientes:
Los Documentos emitidos por el Papa se dividen en:
Documentos Conciliares
Producto del trabajo de los conci-lios, especialmente los ecuménicos.
Emitidos por el Papa.
Emitidos por los obispos reunidos en Sínodos o Conferencias Episcopales.
Emitidos por las agencias del go-bierno de la Iglesia que componen la Curia Romana.
Documento que contiene las ver-dades de la fe y la moral.
Documento que recoge las normas jurídicas que rigen la vida y organi-zación de la Iglesia.
Documento Descripción
Cartas Encíclicas
Epístolas Encíclicas
Constituciones Apostólicas
Exhortaciones Apostólicas
Cartas Apostólicas
Bulas
Motu Proprio
Cartas públicas y formales que transmiten la enseñanza del Santo Padre en materia de gran impor-tancia, a toda la Iglesia.
Similares a las cartas, son poco fre-cuentes y se dirigen principalmente a dar instrucciones en referencia a alguna devoción o necesidad espe-cial de la Santa Sede.
Utilizadas para promulgar leyes concernientes a los fieles sobre asuntos doctrinales, disciplinares y administrativos.
Generalmente se promulgan des-pués de la reunión de un Sínodo de Obispos.
Cartas dirigidas a grupos específi-cos de personas.
Antiguos documentos pontificios destinados al gobierno o a la doctri-na de la Iglesia.
Escritos por iniciativa personal del Papa y con su propia autoridad.
Documento Descripción
Documentos Pontificios
Documentos Episcopales
Documentos de los Dicasterios
El Catecismo
El Código de Derecho Canónico
LINK
El título de las cartas encíclicas de los pa-pas corresponde a las primeras palabras de la misma, en latín. Por ejemplo, la encíclica “Fides et ratio” de Juan Pablo II empieza con esta frase: “La fe y la razón (fides et ratio) son como las dos alas con las cuales el es-píritu humano se eleva hacia la contempla-ción de la verdad”.
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AMIGOS DE DIOS
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ATRÉVETE
SAN AMBROSIO
Ambrosio es uno de los mejores ejemplos de la labor ma-gisterial de la Iglesia. Como arzobispo de Milán, fue un gran maestro de la fe. Junto con San Agustín, San Jeró-nimo y San Gregorio Magno, es uno de los Padres de la Iglesia occidental de los primeros siglos, que, además, es considerado Doctor de la Iglesia. Esto quiere decir que sus enseñanzas son fundamento de la correcta doctrina cató-lica, son parte de la Tradición de la Iglesia.
Ambrosio nació en Tréveris (Alemania) en el año 340, en el seno de una familia romana. Su padre era gobernador de la Galia (Francia) y murió cuando él era joven. Su madre decidió volver con sus hijos a Roma, donde recibirían una educación de primera calidad. Estudió Derecho y pronto empezó a sobresalir como un gran abogado, al punto de ser nombrado por el emperador, gobernador en Milán.
En el año 374, murió el obispo de la ciudad y el pueblo se dividió en dos facciones que defendían, cada una, a un can-didato para sucederlo. Como el ambiente se iba tornando hostil, Ambrosio acudió a la catedral donde estaba reunido el pueblo para pedir calma y paz. Mientras hablaba, alguien gritó “¡Ambrosio, obispo! ¡Ambrosio, obispo!” y fue segui-do por todo el pueblo. Los obispos presentes ratificaron el nombramiento por aclamación, y así Ambrosio, sin estar siquiera bautizado, se convirtió en el obispo de Milán. In-tentó escapar de la responsabilidad, pero por pedido del emperador Valentiniano, tuvo que aceptar. Tenía alrededor de treinta y cinco años.
Aceptó la voluntad de Dios: se despojó de sus bienes y po-sesiones, las repartió entre los pobres y la Iglesia. Luego, se dedicó a formar su fe, estudiando la Sagrada Escritura y obras de autores eclesiásticos. Combatió con éxito la he-rejía del arrianismo y vivió consagrado al servicio pastoral,
con las puertas abiertas para que cualquiera pudiese acer-carse a hablar con él. Componía canciones religiosas y sus sermones eran muy populares e instruían en la fe a todo el pueblo. Escuchándolo, un joven y no creyente profesor, empezó a madurar su conversión; a ese hombre lo conoce-mos hoy como San Agustín.
Alzó la voz contra los gobernantes cuando cometían in-justicias y supo actuar como mediador para resolver pa-cíficamente conflictos del más alto nivel. En una carta, el emperador le decía: “Nos agrada la valentía con que sabe decirnos las cosas. No deje de corregirnos, sus palabras nos hacen mucho bien”.
Murió el viernes santo del año 397, a la edad de 57 años, exclamando: “He tratado de vivir de tal manera que no ten-ga que sentir miedo al presentarme ante el Divino Juez”.
¿Vas a misa?
Si eres bautizado y amigo de Jesús, eres par-te de su comunidad, de su Iglesia. La misa es, seguramente, la experiencia más cercana que tienes para vivir tu fe en comunidad. Hay oca-siones, sin embargo, en las que te da flojera ir, o algún obstáculo superable no te lo permite. ¿Serás capaz de vencer aquello que juega en contra de que vayas a misa?
UNIDAD 2 - Religión secundaria 3
VOCABULARIO
ACTIVIDADES
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Magisterio de la Iglesia: Oficio de enseñar la doctrina revela-da, confiado por Jesucristo a los apóstoles y a sus sucesores, es decir, al Papa y a los obispos en comunión con él.
Dogma: Es una verdad de fe contenida en la revelación divina o necesariamente vinculada a ella. Como verdad, ha existido siempre; como dogma, existe desde su declaración para la obediencia de los fieles.
Ex cathedra: Latinajo que significa “desde la silla”. Es decir, la declaración de un Papa desde su puesto de Pastor y Maestro supremo de todos los católicos.
Infalibilidad: Carisma que Jesús otorga al Papa y a los obispos en comunión con él, que garantiza la transmisión libre de erro-res de la doctrina de fe y moral.
Conferencia Episcopal: Es la asamblea de los obispos de una nación o territorio determinado.
Cardenales: Obispos elegidos por el Papa para ser sus princi-pales colaboradores y asistentes. Son los encargados de elegir al nuevo Papa.
1. Señala con un aspa la naturaleza de los siguientes contenidos:
2. ¿Las enseñanzas del magisterio ordinario que no gozan del carisma de la infalibilidad deben obedecerse? ¿Por qué?
3. Las Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano tienen una naturaleza especial ¿Por qué no pueden calificarse como Concilios o Sínodos?
4. En grupo, haz una encuesta en la que se pregunte a quienes se declaren católicos, si han leído alguna encíclica del Papa. Saca conclusiones de los resultados.
5. Para ampliar el tema de la unidad:http://www.catolicosregresen.org/epic/epicSP.htmlhttp://www.vatican.va
La Santísima Trinidad
El rezo del Rosario
El celibato
María es Madre de Dios
Magisterio extraordinarioMagisterio ordinario
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