RESUMEN DEL LIBRO
POR:
DAVID EFRAÍN MISARI TORPOCO
Resumen del libro: Confucio y la globalización. Comprender China y crecer con ella.
Autor: Alan García Pérez.
Introducción
En nuestro país, el crecimiento de la cultura, la educación, la economía y la política, cada
vez más, se va devaluando. La crisis económica como parte de un mundo globalizado en el
que vivimos, afecta a todos, a los más humildes que no tienen que comer, y a los que
mantienen cierta fortuna en sus grandes empresas para no perder sus ganancias e
inversiones en el mercado. Ante esto, el autor de este libro, titulado Confucio y la
globalización. Comprender China y crecer con ella, nos invita a dar un vistazo a la
evolución histórica de China y comprender sus primeros sistemas de valores y principios
fundados en una educación llena de profundo respeto hacia la naturaleza y a los padres,
como también a los semejantes, vistos como una unidad representativa de un todo, en su
nación.
En el resumen que aquí presento, rescato los aspectos más importantes de este texto, el cual
nos motiva a seguir un modelo ejemplar, de lo que requiere no solo una nación, sino
también un individuo, porque como personas, nos hemos alejado cada día más de la
naturaleza, víctimas muchas veces, de la opresión tecnológica y la era de la información.
Tal es así, como se puede ver en cada capítulo tratado, una línea de progreso y avance
educacional, disciplinario, cultural, económico y sobre todo filosófico, lo cual aporta al
hombre, el encontrarse conmigo mismo y reflexionar no solo si está aplicando una buena
economía en sus ingresos o si está haciendo buen uso de la tecnología, sino que uno, va
más allá de eso, para poder encontrarse con la naturaleza y el respeto hacia los ancestros.
Solamente conociendo a la cultura china no basta, hay que comprenderla y profundizar en
su pensamiento, olvidándonos por un momento de toda la corriente occidentalista, con la
cual hemos crecido. China nos invita a conocer (a través de este texto) gran parte de su
cultura y sus aportes al mundo, con sus dinastías, emperadores y sistemas de gobierno y
educación, partiendo de la gran filosofía de Confucio y las enseñanzas dejadas en las
Analectas. que este gran sabio, no solo dejó como legado a su país, sino también, siguen
prevaleciendo hasta el día de hoy en sus hogares, escuelas y universidades. Esa es la razón
por la cual, una nación, nunca olvida los orígenes de su educación, los cuales son los
cimientos y pilares máximos de su gran cultura.
David Efraín Misari Torpoco.
Resumen del libro “Confucio y la globalización” – David Efraín Misari Torpoco 3
Capítulo I: “El ‘modo de ser’ chino”
Si bien es cierto, de los chinos se pueden rescatar varias cosas, desde su disciplina laboral,
hasta su comportamiento en la sociedad. No en vano, gran parte de la historia, siempre
reconoció a los chinos por ser un grupo autónomo, debido a su fuerza y su cultura, supieron
contrarrestar a sus invasores. La unidad imperial, fue lo que constituyó su civilización,
debido a una gran tradición permanente, por parte de su escritura y su soberanía.
Además, resulta increíble también, el poder notar como China emerge, gracias a dos juegos
tradicionales antiguos, propios de su cultura: el Weiqi y el 易經 (I Ching). Estos juegos,
aparte de tener roles estratégicos y paradigmas sistemáticos, ayudaron mucho en el
comercio, economía, política, tecnología e información, debido a que una de sus principales
estrategias, fue la paciencia, más que la astucia y la inteligencia más que la agresión. El
Weiqi, desarrollaba funciones y sistemas estructurales para poder obtener una mejor
organización en su gobierno, mientras que el I Ching, encerraba lo positivo y lo negativo, el
orden y desorden, la tranquilidad y la perturbación, los cuales, son bien representados a
través del Yin y Yang. El I Ching, encerraba una estructura matemática, natural y universal,
haciendo que el juego tuviera muchas posibilidades lógicas y logarítmicas, las cuales
producen un cambio cíclico y repetitivo de las cosas, pues todo está en la naturaleza y en el
pasado.
Este aspecto de la naturaleza, iba a ser de real importancia, porque la China acepta la
filiación, como elemento vinculante entre la naturaleza y la historia. Confucio expresa
diciendo: “Yo me limito a transmitir, no invento nada, confío en el pasado y lo amo”
(Analectas 7.1). Para los chinos y sus dinastías, aceptaban el llamado 天下 (Tianxia), es
decir, el Universo bajo el cielo o “todo bajo el cielo”. Como muestra física de este
concepto, tenemos la construcción de la Gran Muralla, en el siglo III a. C. por el emperador
Qin Shi Huang.
Pero para poder seguir dándole un aspecto trascendente y especial a su cultura, los chinos
basaban su modus vivendi, en aspectos como la piedad filial, la aceptación de la jerarquía
(como el cielo o cosmos), la movilización del trabajo, el rescate ritualista, el respeto y el
amor a los padres y a los ancestros, el reconocimiento del letrado y su ética, la aceptación
de la naturaleza y de la vida, la conciencia de tener un flujo permanente y el sincretismo
que como actitud cognoscente, integra lo similar y lo distinto1 en uno solo.
1 Fue así como se dio la coincidencia entre el confucianismo y el taoísmo, con la absorción del budismo a
través de la escuela Zen, con el islamismo cuya influencia fue pasajera e inclusive con el propio cristianismo
Resumen del libro “Confucio y la globalización” – David Efraín Misari Torpoco 4
Todas estas características racionales, otorgan a China, una ventaja fundamental en la
nueva realidad mundial, razón por la cual Sun Tzu en “El arte de la guerra”, nos señala que
lo importante es ganar, sin la necesidad de luchar.
Mientras que en Occidente, hablamos de gobiernos y personas, en China hablan de tiempos
cíclicos y dinastías2. Todo esto, fue fundamental para que China lograra alcanzar una
civilización profunda en contra de los bárbaros y extranjeros.
Confucio, es la mejor síntesis de las nociones ya existentes en las dinastía Shang (1000
años a. C.) o en la dinastía Zhou. En Las Analectas, Confucio sostiene que “El caballero
considera el todo en lugar de las partes, mientras el hombre común considera las partes, en
lugar del todo”3. Si analizamos este aspecto, vemos que esta lógica “inmanente”, que no se
interroga ante la creación o la figura de un “dios creador”, permite la definición de la
naturaleza como un flujo permanente que no necesita explicación, lo que en los términos de
la filosofía occidental, podríamos asimilar al concepto de natura naturans del filósofo
Baruch Spinoza. Vemos así, que China nos muestra una naturaleza dominante e
hipertrofiada en montañas y lagos, al lado de los cuales los hombres, aparecen como
personas minúsculos, porque todo va cambiando4, de día o noche y sin césar.
A menudo, se han encontrado similitudes o ciertos paralelismos, entre el taoísmo5 y el
confucianismo, pero los chinos supieron complementar, tanto la enseñanza de Confucio,
con la obra del Tao, para hacer de su imperio, un estado de naturaleza y soberanía, más
determinante y efectiva, y esto, porque el Tao, es un movimiento sin creador, al igual que el
cielo de Confucio, pues constituye un hecho evidente y natural, ante la cual no se conciben
preguntas respecto al origen, al fin o la muerte6. Tanto para Confucio, como para Lao Tsé,
el lenguaje debe ser reproductivo, pues más allá de esto, la coincidencia ético-política-
religiosa, fue la que sirvió como retroalimentación para la cultura China a lo largo de los
siglos.
que sirvió de impulso a la rebelión Taiping y fue importante en el nacimiento de la república en 1911, pues
recordemos que Sun Yat Tsen, fue cristiano. 2 Dinastías como Zhou (1100 – 480 a. C.); Han (206 – 200 a. C.); Song (970 – 1276 d. C.), como algunos
ejemplos referentes. 3 El Maestro dijo: «El caballero considera el todo en lugar de las partes. El hombre común considera las partes
en lugar del todo.» (Analectas, 2.14) 4 Cuando el Maestro estaba cerca de un río dijo: «Todo fluye de este modo, día y noche, sin cesar.» (An.
9.17). 5 Libro del Tao (Tao Te Ching o Libro del camino y la virtud) escrito por Laozi ‘Lao Tsé’, alrededor del siglo
VI a. C. 6 Consideremos este famoso pasaje: «Zilu preguntó sobre la muerte. El Maestro respondió: "¿Si no conoces la
vida, cómo puedes conocer la muerte?".»
Resumen del libro “Confucio y la globalización” – David Efraín Misari Torpoco 5
Capítulo II: La genética cultural y sus diferencias
El autor nos muestra una comparación entre la genética del ADN y la evolución de la
cultura, por ejemplo, sostiene que así como en la biología ocurren cambios sorprendentes
que al unirse y diluirse conforman el todo de un organismo viviente, también sucede lo
mismo en los niveles simbólicos que acontecen en la cultura. La cultura, como el genoma,
articula un conjunto de elementos reproductibles y transmisibles, en un sistema de
significados y motivaciones de signos y objetivos que otorga una explicación consciente e
inconsciente a los diferentes planos de la existencia y de la conducta en la sociedad. Para
ello, se debe entender que la cultura, no es una orientación consciente, pero si, el soporte de
actitudes, acciones y nos explica el desarrollo de los apetitos y las voluntades, pues la
cultura se construye y diversifica en decenas de miles de años, pues tiene como soporte a la
biología.
La cultura motiva y da sentido a la consciencia de lo trascendente, al concepto de totalidad
y promueve también las capacidades de trabajo sobre el mundo material y la producción de
objetos que son útiles para la vida y el individuo, pues todo esto, irá constituyendo los
comportamientos e interpretaciones globales diferentes.
También observamos que el autor, empieza hacer una distinción entre la cultura china y el
pensamiento occidental7, los cuales son caminos diferentes, que quizá en algún momento
podrían hibridarse, pero para ello, occidente tendría que ser el que asimile la evolución de
la cultura china y su majestuosidad sobre la naturaleza.
Podríamos añadir que, si en verdad existió una “era axial”, a partir de la cual se separarían
diferentes perspectivas, la cual fue situada por Karl Jaspers, hacia el siglo V a. C. y K.
Amstrong fue quien desarrolló la tesis. La cultura del pueblo ario significa un punto de
identidad inicial para Europa y la India, aunque desde entonces la China tuviera ya un
camino particular y ajeno a sus influencias. Los arios partieron de la identidad con la
naturaleza para llegar a un dios creador: Mazda. En paralelo, en Canaán, Yahveh fue
separado del natural por la prédica de Elías (aunque Moisés con anterioridad ya lo había
hecho), y más adelante su reconocimiento como Dios único fue consecuencia del retorno
del pueblo israelita desde Babilonia –en época de Ciro- y una respuesta al politeísmo
mesopotámico.
7 Llamamos “Occidente”, al conjunto de significaciones, conceptos, mitos y formas de pensamientos propios
de la cultura iniciada por los arios, seguida en Mesopotamia, continuada por el pueblo judío, compartida luego
con elementos religiosos y políticos griegos, y que después sería organizada por el cristianismo romano que se
extendió en los siglos posteriores a través de toda Europa.
Resumen del libro “Confucio y la globalización” – David Efraín Misari Torpoco 6
Ya en Grecia, por los tiempos de Solón (V. a. C.) iba avanzando el racionalismo, no en
vano Heráclito de Éfeso afirmaba que la naturaleza “ama ocultarse y que las cosas son lo
contrario de lo que parecen”, incluso proponía no fiarse de los sentidos, y con Protágoras
afirmando que “el hombre es la medida de todas las cosas”, Grecia inició el alejamiento del
hombre respecto a la naturaleza como una evidencia aceptada. Sin embargo, fue Sócrates,
quien con su método mayéutico, se propuso descubrir la verdad, el valor y la virtud a través
de la especulación y la polémica. Luego vendría Platón, quien introdujo “la caverna” al
sujeto cognoscente, el cual debe partir de un análisis, de una realidad lógica muy distinta a
la realidad natural. Por su parte, en la India, preconizaba el pensamiento solitario, una vida
dedicada al retiro y alejamiento de la ciudad para encontrarse con el Yo absoluto y
profundo, con la transmigración del alma y el nirvana.
Mientras todo esto iba evolucionando y desarrollándose, en la China antigua, tal como nos
afirma uno de sus textos más antiguos, el San Wu Li Chi, la naturaleza es un huevo dentro
del cual, se separan progresivamente el cielo y la tierra, pero en medio de ellos y desde el
comienzo está 盤古 Pangu, el hombre que crece en la misma proporción en la que los otros
dos elementos se alejan8.
En China, el hombre no es la medida de todas las cosas, sino la naturaleza. Es así, como
China se alejó del renunciamiento indio y de la especulación contradictoria occidental9.
Para los chinos tener “vacío” la mente, fuera de especulaciones y contradicciones
occidentalistas, era lo mejor, pues el vacío es el ayuno de la mente10
. La respuesta inicial
diferente conduce las estructuras fundamentales de la cultura hacia la contradicción en el
caso del pensamiento griego, o a la identidad en el caso del pensamiento chino. Los chinos,
no se preguntan sobre la realidad de la naturaleza o su explicación racional. La naturaleza
ES y el individuo es parte de ella, pues esta cultura acepta la naturaleza como evidencia y
no necesita reconstruirla en sentidos lógicos.
Por último, para los occidentalistas, existen reglas de jerarquía con proposiciones sucesivas
y diferentes, pero para la cultura china, la jerarquía es ella misma, es la naturaleza que fluye
incesantemente y sin cambios. La lógica natural e integral y no la contradicción de los
silogismos, el avance en forma de flujo y no en asalto, el sentido colectivo del trabajo, etc.,
son factores determinantes que permitieron a la sociedad y a la economía china, avanzar
con mayor velocidad en el mundo actual.
8 “Conforme los otros elementos más se separaba, más crecía Pan Gu. Y los tres, la naturaleza, eran una sola
cosa y un solo movimiento” (Yu Dan, pág. 13) 9 Confucio dijo una vez: «En un intento de meditar, una vez pasé todo un día sin comer y la noche sin dormir,
pero no me sirvió de nada. Es mejor estudiar.» (An. 15.31) 10
Zhuangzi 4.26.28.
Resumen del libro “Confucio y la globalización” – David Efraín Misari Torpoco 7
Capítulo III: Un dios creador o un humanismo antropocéntrico
En este capítulo, el autor nos da a conocer un elemento clave de la cosmovisión y filosofía
occidental, al explicarnos que dicha cultura (europea) preconizó y estableció la base de la
existencia de un dios creador. Un dios incognoscible, un dios que no es visto por el ser
humano, un dios que es producto del razonamiento o la fe interior de la “caverna” en el cual
el hombre se encuentra subyugado. Quizá un dios argumentado o argumental. Caso
contrario, los chinos están directamente ligados con la naturaleza.
Para los occidentales, la historia es distinta, porque cuando el ser humano es expulsado del
paraíso, se hace pequeño, doliente y corruptible. Mientras que en el primer texto chino (San
Wu Li Chi), vemos que cuando el cielo se separa de la tierra, el hombre (Pangu) aumenta su
estatura creciendo en proporción a la medida de la separación. El dios occidental ordena,
manda, pero puede ser desobedecido y la vida es la oferta de un reencuentro posterior con
él.
Desde la primera revelación ocurrida a través de Zoroastro11
en la cultura mesopotámica, la
civilización occidental adoptó la concepción de un dios creador como principio de su
interpretación del mundo12
. Es así, como luego se verá en la narración de Troya, la voluntad
de los seres humanos que expresan el juego de los dioses y ceden al paso del conflicto de
las pasiones divinas. Incluso los dioses adopta la forma humana para el desarrollo de la
historia que La Iliada propone. Pero pese a todo esto, en la mitología griega, no hay unidad
entre los dioses, sino diferencia, conflicto y discontinuidad en los espacios que actúan, es
así, como vemos que gobiernan por separado (Hades, en los infiernos; Poseidón, en los
mares y Zeus, en los cielos).
Por el contrario, el dios de los judíos es un dios único (Moisés y Elías, entre otros hombres
y profetas del antiguo testamento, así lo consideran) al considerarlo creador universal de
todo lo que existe, salvo de sí mismo, el cual se expresa a través del código oral y no de
caracteres escritos. Por ello, en adelante, la religión occidental se convertirá en un proceso
interminable de justificación del hombre, de su pecado y su salvación.
11
Zoroastro (en avéstico: Zarathuštra), castellanizado Zaratustra, es el nombre del profeta fundador
del mazdeísmo (o zoroastrismo). Se sabe poco o nada de él de manera directa, y las pocas referencias que se
conocen están rodeadas de misterio y leyenda. 12
Para comprender este concepto, es importante leer La Iliada de Homero, que paradójicamente es un escritor
que no escribe, un testigo que no ve y un historiador que entrega su lenguaje oral narrando lo que no vio para
que otros lo transcriban.
Resumen del libro “Confucio y la globalización” – David Efraín Misari Torpoco 8
Bajo este contexto, se puede decir que Dios está oculto detrás de la Biblia y debe ser
encontrado a través de su alfabeto, porque tras la expulsión del paraíso y condenado el
hombre a la muerte por la obligación de reproducirse, la perfección queda fuera de la
especie y en adelante habrá un infructuoso, inútil y repetitivo intento de aproximación a lo
que fueron aquel paraíso y su perfección.
Precisamente es aquí, donde el pensamiento judío se identifica con la angustia de la
tragedia griega, la catarsis y el coro, dejando al cristianismo postrero, la necesidad de
reencontrar la verdad de las formas originales con la culpabilidad, la confesión y el castigo.
Razón por la cual, el cristianismo, a través de Aristóteles, el discípulo materialista de
Platón, terminaría adoptando la diferencia entre la naturaleza original, buena y el hombre
pecador, entre la naturaleza buena y la sociedad mala que es el mundo de las convenciones
y de la hipocresía. ¿A qué se debe todo esto? La oralidad del paraíso y después el mundo de
la escritura13
, con su sistema de lenguaje14
, lo hicieron.
Vemos así, que el conjunto cultural chino-oriental, al que el autor denomina filosofía
antropocéntrica, existe una naturaleza original en la forma en la que fue definida por
Baruch Spinoza, quien en su libro I de su Ética, afirma que la natura naturans, es lo que es
en sí mismo y por sí es concebido; es decir, los atributos de la sustancia que expresan una
esencia eterna e infinita15
. De este modo, vemos que esa imagen corresponde al concepto
chino de la naturaleza como un flujo sin Dios creador. Y ese TODO, no puede ser
fraccionado o concordado por la mente como advirtió Zhuang-zi. Solo se puede decir, en
palabras de Lao Tsé, que existe una cosa profundamente formada, nacida antes que el cielo
y la tierra. Silenciosa y vacía. Está sola y no cambia. Da vueltas y no se cansa. Puede ser
la madre del mundo. Yo no conozco su nombre, pero la puedo llamar “El Camino”. Esta
evidencia, sería autocreadora de la naturaleza que se acepta sin interrogantes. El origen de
su totalidad es completo y no creado, una energía permanente anterior a la división de la
materia y el espíritu.
Es así como para los chinos, la naturaleza es transparente y evidente (del latín video), es
una evidencia ontológica que no necesita de un Dios revelado o de una explicación del
origen; el orden natural debe ser reproducido y cumplido, y cuando se cumpla un
incumplimiento, basta repararlo, volviendo hacia atrás: el hombre puede equivocarse, la
naturaleza no puede hacer el mal. Es por ello, que en la filosofía china, no existe la
angustia, ni la tragedia griega, ni la hybris, ciega soberbia que conduce al actor al
cumplimiento de su desgracia anunciada.
13
“Si no se precisa el sentido de las palabras, el lenguaje no corresponde a la verdad. Si el lenguaje no es
verídico, los asuntos no podrán llevarse a cabo” (An.13.3) 14
No en vano, Ludwig Wittgenstein decía que el lenguaje embruja al hombre con su laberinto de signos. 15
Por esta definición, Spinoza habría de ser tildado como panteísta.
Resumen del libro “Confucio y la globalización” – David Efraín Misari Torpoco 9
Es por eso que Voltaire, dijo que la aceptación de la naturaleza en los chinos, es una ética
sin iglesia, sin centro, sin la necesidad de sacrificios que reconstituyan el lazo con Dios
como el del hijo de Abraham, el de Cristo o el de Aquiles que va a Troya, sabiendo que
marcha a su fin. No hay seres expulsados de algún paraíso, pues el paraíso está aquí, en la
naturaleza y en la perfección del hombre; todo esto es posible aquí, tanto en su grandeza,
como en su pobreza, porque hasta el pobre puede ser feliz, sin honores, ni riquezas. Y como
la naturaleza está aquí, en ella, no hay paraísos, ni trasmundos después de la muerte, pues
Confucio respondió a uno de sus discípulos, lo siguiente: “Si no conoces la vida ¿cómo
puedes conocer la muerte? ¿acaso habla el cielo?”16
, como también, sus discípulos solían
concluir que el maestro nunca habla de milagros, de violencia ni de espíritus.
Los confucianos creen en la necesidad de mantener el orden y respetar el pasado, respetar a
los padres, respetar a la autoridad y gobernar con el ejemplo. A menudo, solía decir
Confucio, que para llevar bien los asuntos del Estado, no era necesario matar, pues si se
deseara que el pueblo sea bueno, entonces habrá que educarlos con bondad a todos por
igual. La relación entre las cosas, entre los hombres y entre las etapas históricas se
extienden y se enseñan a través del rito, es decir, la ceremonia y el respeto.
Aunque uno pueda decir que quizá, este pensamiento natural e inmanente podría acercarse
a la filosofía presocrática de los jonios que buscaron en la materia un elemento común y
esencial: el agua, el aire, las homeomerías indivisibles o el fuego para Zenón, Anaxímenes,
Anaximandro y Tales, sin embargo, el concepto taoísta prescinde inclusive de la materia y
se apoya solo en el flujo o energía sin espíritu, ni materia. En síntesis, la “caverna” de
Platón, aún conduce a la especulación y la contradicción occidental, mientras que la
evidencia natural de los chinos, los impulsa a la integración, el sincretismo y el
razonamiento sin centro, más cercanos a la estructura del pensamiento, la acción y la
economía actual.
16
Analectas 11.12.
Resumen del libro “Confucio y la globalización” – David Efraín Misari Torpoco 10
Capítulo IV: Escritura alfabética o escritura logográfica
El autor realiza otra comparación entre el “bosón de Higgs” y la escritura. Primero, nos
dice que el bosón otorga a las demás partículas la masa que las identifica. Esto, en el campo
de la civilización, ese papel esencial parece tenerlo la escritura. De ahí, que radica y centra
la importancia que tiene la grafía lingüística en la definición de la cultura, la personalidad
básica y la historia de una civilización y la prefiguración de su pensar. El autor, también
indica, que no es su propósito incursionar en la filosofía del lenguaje o en la semiótica, pero
que solo explicará la importancia que tiene la función del lenguaje y la escritura para los
chinos, ya que estos permiten evidencia de las cosas a través de los logogramas de su
escritura, que muestran por sí mismos al mundo y sus cosas de la manera más evidente.
El camino de la cultura china es totalmente diferente al de la cultura alfabética, porque
parte de los logogramas, los cuales eran dibujos originarios y figurativos vinculados a los
jeroglíficos y pictogramas. Su lógica es: 1. Naturaleza y cosas presentes. 2. Reproducción
pictórica o logográfica en un signo que mantiene a la naturaleza como evidente. 3. Sonidos
que pueden ser varios, vinculados al signo. El empleo de los pictogramas, ideogramas,
logogramas, y los fonogramas, hacen que su medio de comunicación haya adquirido una
idea notable de semántica, a la hora de explicar el significado de las cosas.
La imagen del árbol, es representado por uno de los logogramas con figura de un árbol,
para entender a la letra que la representa en comparación con la imagen de la naturaleza. De
este modo, la relación entre las cosas del lenguaje y las cosas del mundo17
, desempeñan un
papel fundamental. Aquí se trata de un pensamiento “básico”, “evidente”, que acepta al
conjunto y al mismo tiempo, lo discrimina en las cosas designadas o “clasificadas”, pero
que se acerca al mundo, tal como El libro de Zhuangzi indicaba: “Dejo que el cuerpo caiga
y que el intelecto se desvanezca. Elimino la forma, abandono la comprensión, así me fundo
con la naturaleza”.
Para el pensamiento chino, la sociedad no es una suma de atomismos individuales o de
instituciones que se equilibran, sino más bien una armonía que nace del hogar y continúa en
el poder político. Entonces la sociedad viene a ser “el significado directo”, no algo artificial
que se reconstituye en un significante político como se presenta en Occidente.
17
En su obra El pensamiento salvaje, Claude Levi-Strauss estudia, a través del lenguaje, el pensamiento de las
sociedades elementales por la facilidad del acceso y análisis que estas permiten.
Resumen del libro “Confucio y la globalización” – David Efraín Misari Torpoco 11
Debemos recalcar aquí, que la escritura china fue codificada desde la dinastía Zhou en 800
a. C. y hacia el 221 a. C. Fue Qui Shi Huangdi, quien estableció la obligatoriedad de la
escritura para unificar China. Es por ello, que de ahí, en adelante, la representación de cada
signo o carácter de un objeto muestra la naturaleza evidente.
En el mundo chino, es menor la abstracción, la especulación y la duda, de tipo occidental
ante la evidencia de las cosas naturales. Lo de Occidente es la abstracción contradictoria y
reconstructiva frente a la china, que es la abstracción de la integridad. Es así como el
lenguaje chino, hace más libre al individuo.
El autor nos menciona a Jacques Derrida, señalando que la escritura fonética aparenta
presentar las significaciones mismas; simula que entre el hablante y la palabra hablada no
se interpone ningún signo independiente, sino que el signo se hace transparente en la
expresión fonética, por ello creemos estar en presencia del significado mismo18
. Tal sería el
“embrujo del lenguaje” del cual tanto nos advirtió Wittgenstein. El autor también nos
recalca la importancia del lenguaje sobre las leyes y los sistemas políticos para poder
gobernar.
Es así, como reconocemos la importancia del lenguaje y la escritura, pues como decíamos
al inicio de este capítulo, el lenguaje y la escritura, viene a ser como la partícula elemental
(bosón de Higgs o gen cultural) de la matriz del pensamiento chino.
18
Jacques Derrida, filósofo del deconstructivismo. La escritura y la diferencia. Anthropos, Barcelona, 1989.
Resumen del libro “Confucio y la globalización” – David Efraín Misari Torpoco 12
Capítulo V: Pensamiento conflictual o pensamiento armónico
Entendemos que toda reconstrucción especulativa de la realidad, se expresa en la teoría del
conocimiento kantiano o en la lógica del descubrimiento científico de Popper, para quien
toda afirmación debe ser falsa, si pretende ser científica, pues solo se conocen los
fenómenos o las hipótesis mas no la realidad misma. Sin embargo, frente a ese camino
contradictorio, existe la filosofía de la evidencia, el concepto de la totalidad como una
suerte de natura naturans, creadora de sí misma y por sí misma. Todo esto tiene su origen
en la escritura y su consecuencia en la tolerancia y el pragmatismo.
Algo clave que rescatamos aquí, es que toda circunstancia condiciona el sistema
cognoscente de acuerdo al sexo, la historia, la sociedad y sus grupos sociales. Todo esto,
precede del conocimiento. Es por ello, que el camino occidental19
, opta por la búsqueda de
las ideas, del dios creador o de la verdad, llevan implícita una sospecha generalizada sobre
toda actividad social e intelectual, razón por la cual, en el renacimiento, el pensamiento
aristotélico occidental y el cristiano, se reencontraron con Platón.
Y como se había racionalizado en sí, este pensamiento occidental, poco a poco dejó de lado
otras importantes orientaciones como la filosofía estoica que plantea el espíritu
imperturbable ante la contradicción aparente. También dejó la escuela cínica, la cual
buscaba desprenderse de toda necesidad material, como también, el método epicúreo,
donde se exigía aceptar la percepción evidente y sensible como fuente de todo
conocimiento y el placer como fin supremo de todo hombre. Al dejar de lado todo esto, se
empezó a conducir al hombre a un solipsismo racionalista, a un individualismo y a las
mónadas leibnizianas, a tal punto de llegar al extremo kantiano donde las cosas y la
realidad, dejan de ser el centro del conocimiento, porque el conocimiento, ya no giraría en
torno a la realidad, sino que la realidad se volvería secundaría frente a las condiciones del
conocimiento que existen a priori.
Mientras occidente caí en todo ello, el pensamiento filosófico chino, se acercaba más a la
naturaleza y se alejaba de todo solipsismo o teoría crítica del conocimiento. La filosofía
china se iba armonizando más, sin cuestionarse si el hombre es bueno o malo, porque la
naturaleza como energía creadora y previa al cielo y a la tierra, ya lo había hecho valioso.
19
Recordemos que Sócrates inició la filosofía occidental como un proceso de duda y sospecha. La misma, que
fue continuada por Platón, con la división entre las ideas perfectas y la materia imperfectible o corruptible,
entre el reino del ser eterno y el reino de las apariencias cambiantes. Luego, con Aristóteles, el discípulo
materialista y refutador de Platón, se encargó de hacer más divisiones, hasta llegar a distinguir la forma y la
materia, pues lo que en una cosa es forma respecto de una materia, puede convertirse en materia respecto de
otra forma.
Resumen del libro “Confucio y la globalización” – David Efraín Misari Torpoco 13
No hacía falta pensar por las noches o escribir grandes tratados académicos por las
madrugadas, para llegar a estar en contacto con la naturaleza. Confucio lo expresó de
manera pedagógica al decir "Una vez pasé un día sin comer y una noche entera sin dormir
para pensar, pero no me sirvió de nada. Es mejor el estudio”20
.
Es por eso que con respecto a la educación, tanto Confucio como Lao Tsé, proponen que lo
mejor es una educación sin palabras, una educación centrada en el ejemplo y la actitud del
maestro, en otras palabras, una vida alejada del embrujamiento argumental del lenguaje, es
decir, la no-acción ante el flujo del Tao. También vemos que el pensamiento chino, se
considera al poder como una ética, puesto que una relación entre los elementos del mundo
social no conduce a la sospecha y la desobediencia, sino a la lealtad y a la reciprocidad.
Confucio diría que la reciprocidad, lo es todo, en la sociedad es el rito lo que trae el sentido
de la naturaleza a las relaciones humanas.
Capítulo VI: Respeto a la autoridad o rebelión interna
Como vimos, en Occidente el “Ser” se aleja de sí mismo, se conforma a sí mismo y por la
sanción, el error y la penitencia, se reencuentra. En el ‘Ji Jing’ Chino, en el huevo original,
crecen juntos el cielo y la tierra, y entre ambos y en la misma proporción, el hombre. No
hay alejamientos, ni apartados que los distancie. Es por eso que en Occidente, la conciencia
individual se turba y se aliena, alejándose de sí misma hasta reencontrarse en su cimiento
intuitivo que es el inconsciente sexual, según la teoría psicoanalítica y su antecedente
mitológico griego. Es siempre la historia que va de algo a algo.
Por su parte, para comprender el fenómeno chino, es necesario ser consciente de que todo
ese esfuerzo especulativo no pertenece a su mundo reflexivo. El huevo de Ji Jing sigue
creciendo proporcionado y unido, y dentro de él, el cielo, la tierra y el hombre. En
Occidente, lo que causó tal pensamiento, se enmarcó dentro de los parámetros de la
filosofía del hombre gracias a Platón y su “caverna”. Al menos, Homero “aceptaba” la
naturaleza y la vida, pero después, con la caverna platónica, el hombre decide “cambiar la
vida” y abre el camino a la libertad (lo cual no fue malo) pero inicia también la ruta a la
dictadura racional, capaz de depurar étnicamente como ya se advierte en la propia
República de Platón.
20
Analectas 15.31.
Resumen del libro “Confucio y la globalización” – David Efraín Misari Torpoco 14
Frente a todo eso, en China se construye y se vive una filosofía de la armonía, donde “todo
está” bajo el cielo, sin sombras, sin cadenas y la naturaleza se genera y regenera per se. Es
una cosmogonía donde el hombre tiene, en este mundo y no fuera de él, las condiciones de
su felicidad; donde las relaciones sociales son de alta reciprocidad (An. 4.15), pues esta, es
el sentido de toda la vida en la sociedad. De este modo, la historia ofrece una confirmación
de la naturaleza fluyendo por sí misma y confirmándose permanentemente sin la angustia
de la búsqueda, donde la esencia del ser humano es el encontrarse con la naturaleza, sin
oponer a ella voluntades legistas de cambio total guiadas por la ilusión.
Algo más que debemos resaltar aquí, es la correspondencia entre padres e hijos. Desde los
mitos griegos, conocemos los relatos en los cuales, el padre devora al hijo para que este no
le sustituya, como también vemos que el hijo “mata” al padre, para reemplazarlo y ser el
nuevo gobernante de los cielos. Estos mitos, nos muestran eso en las historias de Urano,
Saturno (Cronos) y Zeus. Todas estas hazañas, están registradas tanto en la teogonía de
Hesíodo, como en las tragedias de Esquilo, donde vemos, más que todo, el conflicto entre
los padres e hijos. De modo análogo, en el judaísmo primitivo, vemos la figura de un único
Dios creador, que entra en conflicto con los mortales por su desobediencia original y al ver
la corrupción y degeneración humana, provoca un diluvio para acabar con los malos, o más
adelante vemos, que manda del cielo “fuego y azufre” para destruir a Sodoma y Gomorra.
Y así como la filosofía occidental, nos muestra la paternidad intelectual negada por los
sucesores teóricos, también vemos que la paternidad política es traicionada para continuar
la acción de la historia, no en vano, tenemos el caso de Julio César apuñalado por Brutus, el
más cercano de sus seguidores, como también la traición de Napoleón al general Paoli, que
fue su ídolo independentista de la isla de Córcega, o la de Bolívar a Francisco de Miranda,
a quien antes, él mismo había reconocido como el padre de la independencia sudamericana
pero a quien terminó entregando al jefe español Monteverde. Es así como se ven los
yacimientos de la filosofía occidentalista, con una profunda contradicción y conflicto por la
paternidad.
En la antigua cultura china, vemos todo lo contrario. Vemos un profundo respeto a los
padres y a los ancestros, con una original continuidad en la naturaleza de la obediencia y el
culto a estos ancestros como fuente de subordinación. La familia resulta aquí, un solo
cuerpo integrado, donde tanto el respeto21
entre padre e hijo e hijo y padre es la principal y
mayor de todas las virtudes. Es así como Confucio dejó en claro que la piedad filial
consiste en no desobedecer nunca, pues mientras el padre esté vivo, se le debe obedecer.
21 El Maestro You dijo: «Un hombre que respeta a sus padres y a sus mayores difícilmente estará inclinado a
desafiar a sus superiores. Un hombre que no esté inclinado a desafiar a sus superiores nunca fomentará una
rebelión. Un caballero trabaja en lo esencial; una vez que lo esencial está asegurado, se desarrolla la Vía.
Respetar a los padres y a los mayores es la base esencial de la humanidad.» (An. 1.2)
Resumen del libro “Confucio y la globalización” – David Efraín Misari Torpoco 15
Y esto se aplica también de modo análogo para la política y la educación, donde los
gobernantes y educadores, toman el rol de padres de la sociedad y deben gobernar y educar
con el ejemplo. El emperador no es el Leviatán de Hobbes que se interpone entre la maldad
de los hombres, sino más bien un complemento a la bondad natural de estos, que fluye con
la naturaleza, como el agua, dentro del mismo orden: el Tao22
o la Vía Media de Confucio.
Capítulo VII: Momentos de coincidencia frustrados
Hasta aquí hemos podido notar, que en algunas etapas de la historia existieron ciertos
puntos de coincidencias entre las dos grandes culturas que estudiamos. Por un lado,
Occidente, siguiendo a la tradición sumeria, griega y judía, asumió a partir de Aristóteles
una filosofía que duró veinte siglos, recogida de las enseñanzas de los primeros filósofos
jónicos-cosmológicos, hasta la etapa socrática, siguiendo los lineamientos de los estoicos
(los más cercanos a la filosofía china) y los epicúreos, pero aun así, no daban con el
pensamiento chino, el cual parte de la naturaleza para todo, donde el yin y yang, esa fuerza
que concentra y diluye, permanecía siempre en constante cambio y equilibrio. Fue durante
siglos posteriores que a partir del hilozoísmo materialista de Spinoza, pero con mucha más
fuerza a partir de la filosofía existencial del siglo XX, se recuperaron conceptos que acerca
a la inmanencia y al intuicionismo del pensamiento chino.
Incluso, para el filósofo alemán Arthur Schopenhauer, vemos que detrás del fenómeno no
está la verdad misma, sino una estructura trascendente que organiza la comprensión del
mundo y a la que se llega por introspección. Es la voluntad que precede al pensamiento;
una voluntad objetivada que se expresa en todos los objetos y en la totalidad de lo natural y
asume forma consciente en el hombre. Esta tesis, se acerca mucho a la evidencia naturalista
del pensamiento chino, 2.400 años después. Pero filósofos posteriores, como Heidegger,
influenciado en Kierkegaard, incorporó con más vigor que Schopenhauer en sus escritos, la
angustia de la finitud y el hecho de que el Yo y el Tiempo se vivan por su “temporalidad”
como un “sin sentido”, y que este sea un hallazgo trágico ante la muerte como parte de la
escatología o disciplina de los fines últimos: muerte, cielo, finitud, propios al pensamiento
judeocristiano. El gran aporte de Schopenhauer y Heidegger, fue la estructura evidente de
la voluntad y la existencia como una conciencia preteórica. De modo análogo, en el campo
de la lingüística, vemos que alcanza una expresión más clara con el concepto inmanente de
la gramática generativa innata de Chomsky o con el del metalenguaje de Wittgenstein.
22
E Tao Te Ching, advierte: “No honres a los que lo merecen y el pueblo no competirá. No valores los tesoros
escasos y el pueblo no robará. No muestres lo que quieren los otros y el corazón de la gente no estará confuso.
Así gobierna el sabio. Mantén siempre a la gente sin conocimientos ni deseos y de esta forma los astutos no se
atreverán a actuar. Practica la No-Acción y prevalecerá el orden”.
Resumen del libro “Confucio y la globalización” – David Efraín Misari Torpoco 16
Ambos coinciden, aunque no lo propongan explícitamente con el pensamiento chino, de tal
manera que Wittgenstein concluye su TLP23
diciendo “De lo que no se puede hablar, mejor
es callarse”, pensamiento que repite lo que hace 2.500 años antes, Confucio había
expresado en tres palabras “Prefiero no hablar”.
Capítulo VIII: Razón imperialista o armonía no invasiva
La gran cultura hizo que China creciera enormemente, pues no en vano, la obediencia, la
soberanía, el linaje, como conceptos básicos, fortalecen y cohesionan la sociedad,
apoyándose en el pasado y se confirman en la subsistencia dinástica de un ritmo cíclico que
solo ha tenido pequeñas imperfecciones o excepciones con los legistas o el maoísmo. Es
por ello que la China se condujo a una conciencia identitaria y autosuficiente en la sociedad
y tiene por consecuencia el principio de no afirmar “una verdad” en la acción externa.
China no tiene la propensión conquistadora imperialista o el impulso “evangelizador” de la
cultura occidental que impulsaron las conquistas de Alejandro Magno para llevar su
filosofía y su arquitectura, las cruzadas o la lucha de los imperios modernos.
Después vemos como el autor nos hace un recuento de la primera salida China hacia el
mundo durante el siglo XV durante la dinastía Ming y a la búsqueda de Estados súbditos y
tributarios, expandiendo sus viajes hacia la India y el África y dando ciertos recorridos por
otras partes del mundo.
China afirma respetar la soberanía de los pueblos y el principio de No-intervención,
derivado tal vez del 無為 wu wei o la No-Acción taoísta. China busca crecer con armonía y
libertad dentro de los parámetros del Tianxia, anteriormente tratado. Incluso a fines del
siglo XX se incorporaron las nuevas tecnologías de la comunicación y la información con
su gran capacidad de acumulación y transmisión de datos, China a pesar de guardar sus
valores fundamentales, tuvo que aceptar un profundo cambio gracias a Deng. Y sin asumir
una filosofía imperialista, por vez primera, China comienza a crecer hacia el mundo y con
el mundo en un nuevo confucianismo globalizado. Es así, como China logra escalas
crecientes en el mercado debido a su enorme productividad colectiva de bajos precios y en
la captación de tecnologías y capitales.
Por último, queda reconocer su relación con la India a la cual ha superado ampliamente en
el campo económico, tecnológico y social, y a la que reconoce como una economía
complementaria, se mantiene recíprocamente respetuosa a pesar del poder nuclear de la
India.
23
Tractatus Logicus Philosophicus. § 7.
Resumen del libro “Confucio y la globalización” – David Efraín Misari Torpoco 17
El concepto de respeto y armonía que propone China en su política exterior es
esencialmente confuciano y no parece obedecer a ninguna estrategia, sino solo a los viejos
lineamientos de no intervención en el exterior y de respeto a la situación que a cada pueblo
le toca vivir.
Capítulo IX: Deng y Confucio
Rescataremos aquí, algunos puntos esenciales del pensamiento de Deng Xiaoping24
, con el
cual, China inició una profunda transformación, pues fue así, como logró crecer “hacia
fuera”, dejando aumentar las fuerzas de la naturaleza y la sociedad que deben fluir “como el
agua”, pero en este caso, hacia el exterior del espacio geográfico chino. Este fue el inmenso
cambio de mentalidad y el efecto fue abrumador para otras economías y sistemas políticos.
Uno: Confucio representa la liberación de las fuerzas naturales y sociales. Deng representa
la liberación de las fuerzas productivas, además con él, se reivindica el valor confuciano del
“dejar fluir” y la máxima taoísta del 無為 wu wei, el No-Actuar contra la naturaleza.
Dos: Deng y la dirigencia china anticiparon el inicio de un ciclo expansivo en el mercado
mundial fortalecido por las tecnologías de la información y la comunicación. Además,
calcularon que un elemento fundamental para el empleo y la producción hacia el mercado
internacional serían los bajos costos chinos.
Tres: Con Deng, volvió nuevamente la vieja propuesta de los letrados confucianos sobre los
campos iguales y la responsabilidad familiar frente al colectivismo de las comunas y fueron
abolidos los monopolios estatales y se crearon otra vez los mercados agrarios. Se propuso a
su vez, mejorar e impulsar el sistema de educación como instrumento del mérito y la
redistribución.
Cuatro: El comunismo no es confuciano, es una “prótesis occidental” en el cuerpo chino
que intentó desarraigar su ética milenaria y destruyó la tumba de Confucio. El comunismo
no podía ser confuciano, porque en vez de permitir el libre discurrir y flujo de las
capacidades sociales del pensamiento y la producción, terminó maniatándolas e incurriendo
en un voluntarismo anticonfuciano con el colectivismo y el estatismo total.
24 Deng Xiaoping (Guang'an, Sichuan, 22 de agosto de 1904 - Pekín, 19 de febrero de 1997) fue
un político chino, máximo líder de la República Popular China desde 1978 hasta los últimos años de su vida.
Bajo su liderazgo, la República Popular China emprendió las reformas económicas de liberalización de
la economía socialista
que permitieron a este país alcanzar unas impresionantes cotas de crecimiento
económico. Frente a estos éxitos en la economía, Deng ejerció un poder de marcado carácter autoritario, y su
papel fue decisivo en la represión violenta de lasprotestas de la Plaza de Tian'anmen en 1989.
Resumen del libro “Confucio y la globalización” – David Efraín Misari Torpoco 18
Deng rescató ante el comunismo, el principio del beneficio, argumentando que “no es una
teoría alternativa al marxismo, sino una observación de la naturaleza humana”, y que cada
cual debe aprender a reflexionar por sí mismo25
.
Cinco: Deng reclamó el derecho del pueblo chino a contar con la información y la
velocidad de las computadoras y a no resignarse a “sumar con los dedos de la mano”. De
este modo, fue como los chinos calcularon las posibilidades del crecimiento, el consumo y
la producción china asociada a sus costos reducidos por la escala de su mercado. Por esa
razón, crearon zonas especiales para asociar la tecnología extranjera con la mano de obra de
su país.
Por último, podemos destacar en este capítulo, que el autor nos muestra lo importante que
fue para Deng, mantener la totalidad de China como una sola soberanía, una sola
civilización y una sola escritura, estructurada por la conducción de un partido como
expresión de todas las categorías del pueblo.
Deng Xiaoping concebía que “el desarrollo de un pueblo es el principio absoluto”.
Capítulo X: Prepararse para el mañana
El ciclo de la globalización de China, empezó en 1980 con la era de la tecnología y la
información, al igual que la comunicación, las cuales retroalimentaron con velocidad el
mercado, e impulsaron la articulación y compensación de las partes del sistema económico
mundial.
En el año 2013, China ya logró una inmensa capitalización extranjera, con un masivo
establecimiento en sus industrias y fábricas, un enorme crecimiento de la infraestructura
interna y un gran desarrollo del capital humano. La producción china origina problemas de
falta de competitividad y depresión en otros países, y eso aumenta su capacidad de atraer la
inversión. Es así como el consumo interno de China se convirtió en una fuerza fundamental
del desarrollo, pues gracias a esto, la sociedad china cuenta con una poderosa clase media,
que se calcula será de 800 millones de personas dentro de treinta años.
Y a pesar de los conflictos que se puedan suscitar, como en todo país, China mantiene
costos de producción salariales y energéticos menores que los de Estados Unidos y los de la
Unión Europea. Además, el sostener su alta tasa de crecimiento, China consolida su propio
mercado externo comprando materias primas en América Latina y África.
25
Kissinger Henry. China (2012). Random House Mondadori. Barcelona. p. 345.
Resumen del libro “Confucio y la globalización” – David Efraín Misari Torpoco 19
Vemos que China, ya incorporó dentro de su estrategia de largo plazo, lo que se ha
denominado “El Plan África”26
. Sin embargo, la idea central es que los factores recesivos
de la economía mundial, como sistema no podrán solucionarse dentro de los propios países
endeudados, pues su desequilibrio, su sobregasto de protección social y burocracia lo
impiden.
El “mundo occidental” y sus organismos internacionales no tienen capacidad de decisión
para un proyecto de tal envergadura, ni conciencia profesional y de largo plazo para ello,
porque está dividido en muchas áreas competitivas por su pensamiento especulativo y
contradictorio. China si tiene esa capacidad, con sus enormes inversiones en el continente
africano, China se está garantizando un futuro nuevo, un nuevo mercado para sus bienes de
capital y manufracturas, al que comprará en el futuro los bienes que requiera. Lo hace y
podrá seguir haciéndolo, pues cuenta con trillones de dólares en divisas de libre disposición
y un monto creciente de capitales de inversión. Es así como China, ha pasado a comandar el
conjunto de Asia, incluyendo al subcontinente indio, cuya complementariedad productiva y
comercial con China es creciente.
Estos datos y tendencias muestran que China continuará marcando los mejores índices en el
proceso de globalización, como el costo del crédito y el nivel de los salarios mundiales,
pero también condicionará la dimensión burocrática de los Estados, la exigencia de
productividad y tecnología en cada uno de los países.
No debe olvidarse que el crecimiento hacia el mundo con su consecuencia de crear mayores
espacios de consumo dentro y fuera de China, y además la decisión de adoptar las más
modernas tecnologías mundiales, adaptarlas a China y recibir el capital internacional27
, es
lo que se sigue persiguiendo.
26
García Alan. Contra el temor económico. Creer en el Perú (2011). Editorial Planeta, Lima. 27
Recordemos aquí que, cuando el sistema mundial crecía en un promedio cercano al 4% anual, la tasa china
era superior al 9% y la de los países europeos y EE.UU. de solo 3%. Cuando en la actualidad la tasa mundial
cae al 3%, China baja al 7.5% pero los países desarrollados reducen su nivel de crecimiento al 1% o 2% y así
la relación de China con el resto del mundo se mantiene en las mismas proporciones. (IMF. Peoples Republic
of China Staff Report of the 2012).
Resumen del libro “Confucio y la globalización” – David Efraín Misari Torpoco 20
Capítulo XI: ¿Cómo coexistir con China y aprovechar su impulso?
Debemos tener en cuenta que para poder asociarse al crecimiento chino de los próximos
decenios, será menester ir más allá de los hechos económicos inmediatos y del intercambio
de mercancías. Para esto, se debe comprender las significaciones culturales, las
motivaciones psicológicas y los condicionamientos históricos del Tianxia. Solo así podrá
aprovecharse el curso previsible del futuro.
Para China, era más fácil influir sobre nuestras sociedades con sus conceptos de orden,
disciplina productiva y pensamiento no especulativo que lo contrario; es decir, que el modo
de ser occidental, influya con su concepto de libertad individualista, su sistema de conflicto
político parlamentario y su pensamiento especulativo en la sociedad y el razonamiento
chino.
La formación continua de las fuerzas laborales será un tema central en el movimiento de
convergencia con China, gracias al incremento de los esquemas prácticos, la técnica y los
contenidos científicos en la educación. Esto no significa eliminar la formación humanística
o el razonamiento especulativo de la educación escolarizada, pues ellos permiten el
ejercicio de la libertad al individuo por su capacidad progresivo-contradictoria.
En el ámbito político, un objetivo esencial de nuestros sistemas debe ser, afirmar el orden,
lo que no significa el establecimiento de dictaduras: significa mayor concertación y
consenso en torno a proyectos nacionales en la democracia, pero puede lograrse mediante
procedimientos legales y plazos decisorios. Es aquí, donde el Estado debe ser firme para
poder impulsar un crecimiento, pero no convertirse en un Estado empresarial. El Estado
debe ser especializado en tecnología y educación, para promover así una mejor sociedad,
muy aparte de los valores y la cultura. Se puede coexistir con China de manera constructiva
y provechosa, conformando grandes bloques de articulación comercial y productiva.
No se debe olvidar que las proyecciones de los organismos internacionales y centros de
estudio, coinciden en que China será en el año 2030, junto con Asia, un bloque cuya
producción se acercará al 50% del producto mundial, y contará con mil millones de
pobladores con nivel de clase media. No en vano, China cuenta hoy con 161 ciudades con
más de un millón de habitantes, trenes de alta velocidad que superan los 10.000 Km de
vías, más de 100 aeropuertos en construcción, además de casi un millón de personas con
ingresos que sobrepasan el millón de dólares.
Resumen del libro “Confucio y la globalización” – David Efraín Misari Torpoco 21
Dentro de China se cumple en este momento, una gran transformación política y su sistema
actual representa un gran avance en relación a su experiencia anterior, colectivista e
integralmente estatal. Queda decir que el sistema político es aquel que articula y expresa la
influencia e interacción de las personas o los grupos para adoptar comportamientos y
decisiones. Por lo tanto, creer que China se desordenará en su economía y política al
cambiar de mandatario, es erróneo.
Además, China salió de un sistema colectivista, estatista y burocrático en el que no existían
las libertades difusas y genéricas que hoy tiene, y sabe bien que aquel sistema superado, no
tuvo en su momento los resultados económicos que hoy tiene. Además, el turismo, también
ha ido creciendo.
Aunque en China hay áreas de restricción a la libertad democrática, como la elección del
poder ejecutivo nacional, aun así, no es impedimento para que los chinos sigan con un
realce y crecimiento en su productividad y economía.
Vemos así que China, desde su liderazgo confuciano de Deng Xiaoping, tiene condiciones
para el largo plazo y no será mañana o en los próximos diez años que una insurrección
detenga su crecimiento como lo esperan los occidentales ilusos, pues con un sector más
educado y una economía que sabe como dominar el mercado, los chinos han logrado
mucho.
Queda finalizar diciendo que en el año 2012, China creció en un 7.5%; este año (2013), se
proyecta al 8% y tal vez sea igual durante el 2014, pero siempre por encima del crecimiento
promedio del mundo occidental. Por esta razón, el autor sostiene que la única manera de
incorporarse al crecimiento chino y aprovechándolo de manera constructiva, es comprender
profundamente su historia, su cultura y cuál es el sentido de la motivación profunda de la
acción del Tianxia, y así poder adecuar nuestro modo de ser, a criterios compartidos. La
historia nos enseña que la naturaleza, la inteligencia y el trabajo humano, son los más
grandes logros que las previsiones funestas, y eso lo enseñó Confucio.