La Literatura en la Edad Media y el Siglo XV
Literatura medieval: siglos V a XIVSe llama Edad Media a la época histórica comprendida entre los siglos V y XV. Con relación a la literatura española, la época medieval se extiende desde las primeras manifestaciones literarias - de fecha imprecisa - hasta el comienzo del reinado de los Reyes Católicos.
Literatura Medieval: orígenes
I.- La literatura popular y tradicional
Junto a la literatura culta - escrita, inalterable y de autor generalmente
conocido - corre paralela otra literatura llamada popular y tradicional que
muestra, a veces, una extraordinaria calidad artística. Esta literatura pertenece al
folclore, es decir, al "saber tradicional del pueblo" que, además de las
costumbres, los juegos, las fiestas, las creencias,... , incluye como aspectos
destacados los cuentos las leyendas, las canciones y los romances. Este folclore
literario es una de las más completas manifestaciones de la cultura y el modo de
ser en España.
Características:
La transmisión oral: Durante milenios, la palabra desnuda, mantenida en la memoria, fue el único procedimiento de conservación y transmisión de la cultura literaria. El pueblo, que considera estas formas literarias como algo suyo, las transmite oralmente, de generación en generación, reelaborándolas.
Brevedad: El pueblo prefiere las composiciones breves que se pueden captar fácilmente y por eso a veces se llega a una condensación quizás excesiva, en el afán de reducir y eliminar lo superfluo.
Sencillez: La literatura popular es sencilla en el fondo y la forma. No presenta demasiados convencionalismos ni artificios, porque brota espontánea como expresión de un sentir general. Pese a esto presenta una curiosa efectividad poética.
Anonimia: Hay un creador inicial, un individuo especialmente dotado que interpreta y expresa el sentir del pueblo. Otros individuos a través del tiempo van rehaciendo la obra que se considera un bien común a disposición de la comunidad.
Variantes: Como consecuencia del punto anterior, y de su carácter oral, aparece uno de los aspectos más claramente diferenciadores de la literatura popular de la culta: las numerosas variantes de un mismo cantar, cuento o romance.
II.- La poesía lírica popular y tradicional
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Existen en la península tres grandes núcleos líricos de carácter oral tradicional
- además del núcleo catalano - provenzal -, con tres formas poéticas
características: el arábigo - andaluz (jarchas) , el galaico - portugués (cantigas de
amigo) y el castellano (villancico).
A) Las jarchas:
Las jarchas son unas cancioncillas en lengua mozárabe que cantaban los
cristianos que vivían en territorio dominado por los árabes. Los poetas árabes, y
también los judíos, cautivados por la belleza de estas breves composiciones
mozárabes, remataban con ellas sus propios poemas cultos llamadosmoaxajas ,
escritos en árabe clásico o hebreo.
El contenido de la mayoría de las jarchas son lamentaciones amorosas en boca de
un personaje femenino, una muchacha por la ausencia de su amigo, haciendo
confidente a su madre o a su hermana. Su estructura estrófica es variable: dos o
tres versos monorrimos o la forma de cuarteta asonantada - cuatro versos de arte
menor que riman en los pares.
Su importancia es muy grande por varias razones: por su belleza manifestada en
el tono de queja, que sugiere más de lo que expresa con un lenguaje sumamente
sencillo; por la ayuda que han aportado al conocimiento del romance mozárabe
que, aislado del resto de los dialectos peninsulares, no evoluciona y presenta
formas arcaicas y arabismos; y, principalmente, porque las jarchas no solamente
son las primeras manifestaciones literarias de nuestra península, sino también de
todo el mundo románico. Cronológicamente pertenecen a los siglos XI, XII y XIII.
B) La lírica galaico - portuguesa:
En el nordeste de la península, en la actual Galicia y norte de Portugal, se
desarrolló una importantísima lírica recogida tempranamente en
los Cancioneiros . Esta lírica es, en su mayor parte, de influencia provenzal. En las
cortes señoriales del sudeste de Francia y en Cataluña floreció en los siglos XI y
XII una poesía compuesta por los trovadores, siguiendo las pautas del amor
cortés. Esta poesía, a través del Camino de Santiago, llegó a Galicia e influyó en
las llamadas Cantigas de amor y Cantigas de escarnio . Pero la manifestación
lírica galaico - portuguesa más importante son las Cantigas de amigo , que,
aunque cultivadas por poetas cultos, son de origen popular, ya que el pueblo las
cantaba en sus fiestas y romerías. Son poemas amorosos puestos en boca de una
doncella enamorada que, habitualmente, se dirige a la Naturaleza - al mar, a la
fuente, a los pinos, a los ciervos... - quejándose de la ausencia o infidelidad de su
"amigo" (= amado). La forma de estas canciones es paralelística, es decir, en
ellas se repiten dos o más versos con una leve variación final, con lo que se
consiguen unos efectos de recurrencia, aparentemente monótonos y, sin
embargo, llenos de gracia y sugerencia, muy adecuados al canto para el que iban
destinados.
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C) La lírica tradicional castellana:
Temas:
El pueblo, como ya se ha dicho, cantaba desde el nacimiento de la lengua
castellana este tipo de La lírica tradicional castellana que es la última
documentada dentro de la península, ofrece una extraordinaria riqueza temática.
Se puede afirmar que todos los momentos y situaciones importantes de la vida de
un pueblo se encuentran recogidos en ella: cantos al triunfador, canciones de
trabajo - siega y vendimia -, de romería, bodas, fiestas y juegos, canciones
infantiles, satíricas y humorísticas, llantos o endechas por la muerte de un ser
querido, cantos de vela,... Pero las más numerosas son las que aparecen en
relación con el amor: lamentaciones de la amada por la separación del amigo,
requiebros amorosos por parte del enamorado,...
Entre ellas se pueden distinguir por sus especiales características:
Las albas: canciones puestas en labios de una muchacha que, al amanecer espera la llegada del amado a quien llama amigo.
Las albadas: cantan la separación de los amantes al clarear el alba, lamentándose de que llegue el día
Las mayas: exaltan el triunfo de la primavera y del amor en el mes de Mayo Canciones de serrana: su asunto es el encuentro de un caballero, a veces
perdido en la sierra, y una serrana a la que pregunta el camino y/o la requiere de amores.
Métrica y estiloLa forma castellana más genuina es el villancico , composición formada por
un estribillo inicial de dos, tres o cuatro versos - el villancico propiamente
dicho-, que cantaba el coro.
Este villancico inicial se glosa en estrofas y, al final de estas, se suele repetir
todo o parte del villancico, a modo de estribillo . La glosa que desarrolla el
tema propuesto en el villancico, y que cantaba el solista, aparece frecuentemente
en forma de zéjel - antigua composición arábigo-andaluza-: trístico,
monorrimollamado mudanza , y un verso más , el de vuelta ,
que rima con uno o más del estribillo - b, b, b, a-, aunque se dan otras
combinaciones. Las sílabas de versos son fluctuantes , pero con una tendencia
reguladora al verso de seis y ocho sílabas. La rima es asonante -
o consonante en reelaboraciones cultas.
Lo que caracteriza a la lírica popular castellana en cuanto al estilo es la
sencillez de recursos la falta de artificios, la expresión clara que brota casi
espontáneamente. El vocabulario es muy sencillo y repetitivo y destaca la
escasez de adjetivos y de metáforas, aunque sí hay imágenes visuales, a veces
cargadas de simbolismo popular. Los recursos más abundantes son los de
repetición: aliteraciones, anáforas, paralelismos y repeticiones expresivas
de palabras o sintagmas . En fin, el énfasis, la intensidad, a veces el exaltado
patentismo, unidos a la máxima sencillez de la expresión, caracterizan a gran
parte de esta poesía.
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Importancia y vigencia
El pueblo, como ya se ha dicho, cantaba desde el nacimiento de la lengua
castellana este tipo de composiciones líricas. Durante el siglo XV se recogen en
los cancioneros. Desde este mismo siglo hasta nuestros días muchos poetas
cultos se han inspirado en esta lírica popular, impresionados por su calidad
poética. Unas veces han incluido en su obra esas cancioncillas; otras, las han
recreado artísticamente, imitándolas o reelaborándolas, pero conservando
siempre el espíritu tradicional característico de ella.
El Romancero
A) Introducción
Los romances son poemas épicos o épico-líricos, casi siempre breves,
compuestos originariamente para ser cantados o recitados al son de un
instrumento. José Luís Alborg ha escrito que el Romancero constituye la poesía
nacional por excelencia: "un inmenso poema disperso y popular", que representa
una de las pocas cumbres excelsas en la literatura universal, capaz de llegar al
alma de todo un pueblo sin distinción de clases y sin necesidad de preparación
intelectual.
Están formados por un número indefinido de versos octosílabos con rima
asonante en los pares - manteniendo casi siempre la misma rima durante toda la
composición -, mientras quedan libres los impares. Éste es el resultado de escribir
como versos diferentes los dos hemistiquios de los versos heroicos, los de los
cantares de gesta, que tendían a las dieciséis sílabas y eran monorrimos.
Los romances más antiguos son de finales del siglo XIV y principalmente del
siglo XV. Se llaman romances viejos y pertenecen a la literatura popular y
tradicional con todas sus características de transmisión oral, anonimia, variantes,
etc.
Conservamos gran número de romances viejos porque en los siglos XV y XVI,
como sucedió con la lírica popular, se recopilaron en Cancioneros o Romanceros,
como el Cancionero de Romances , publicado hacia 1547 o el Romancero
General de 1600. También se han conservado - con la creación a su vez de
nuevos romances - en la tradición oral moderna, con numerosas variantes, en la
Península, Hispanoamérica y la comunidades judeo-sefardíes.
A partir del siglo XVI hasta finales del XVII, muchos poetas cultos - Cervantes,
Lope de Vega, Góngora, Quevedo,. - componen también romances, a los que se
les da el nombre de romances nuevos o artísticos que amplían y renuevan el
contenido temático y los recursos formales. Durante el Romanticismo y en el siglo
XX se conocerá una nueva floración de este tipo de romances cultos - Duque de
Rivas, Zorrilla, Antonio Machado, Unamuno, Gerardo Diego, García Lorca, Alberti.
B) Origen
Según la teoría más admitida, los romances más viejos proceden de ciertos
fragmentos de los antiguos cantares de gesta, especialmente atractivos para el
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pueblo, que los retenía en la memoria y después de cierto tiempo, desgajados del
cantar, cobraban vida independiente y eran cantados como composiciones
autónomas con ciertas transformaciones. En palabras de Menéndez Pidal: "Los
oyentes se hacían repetir el pasaje más atractivo del poema que el cantor les
cantaba; lo aprendían de memoria y al cantarlo ellos, a su vez, lo popularizaban,
formando con esos pocos versos un canto aparte, independiente: un romance".
Son los llamados romances épico tradicionales .
Más tarde, los juglares, dándose cuenta del éxito de los romances
tradicionales, compusieron otros muchos, no desgajados de un cantar, sino
inventados por ellos, generalmente más extensos y con una temática más
amplia. Los autores desaparecen en el anonimato, y la colectividad, plenamente
identificada con ellos, los canta, modifica y transmite. Estos últimos se conocen
con el nombre de romances juglarescos.
C) Temas
Los temas del Romancero viejo son muy variados. Sin ser exhaustiva se
propone la siguiente clasificación temática:
i) Romances histórico-legendarios nacionales
De historia épica: Don Rodrigo, Bernardo del Carpio, los Infantes de Lara, Fernán Gonzáles, el Cid.
De historia contemporánea: Pedro el Cruel. Noticieros que se dividen en fronterizos, sobre los episodios militares de la
guerra de Granada, y moriscos, donde los hechos relatados están vistos desde el lado musulmán.
ii) Romances histórico-legendarios extranjeros:
El ciclo carolingio: Carlomagno, Roldán, Roncesvalles. El ciclo bretón, sobre la llamada "materia de Bretaña" - leyendas caballerescas
bretonas dadas a conocer por los "romans courtois" -: Lanzarote y Tristán
iii) Romances de historias bíblicas y grecorromanas
(tomados de las obras del mester de clerecía): Saúl, David, Paris, Elena, Nerón.
iv) Romances novelescos:
de amor, misterio, venganza, aventuras.
Por su importancia, aunque ya no dentro de la clasificación temática, hay que
mencionar los llamados romanes líricos, de escasa acción y con predominio del
sentimiento, principalmente el amoroso.
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D) Estilo
Desde el punto de vista estilístico, el Romancero manifiesta una gran sencillez y
sobriedad de recursos: descripciones parcas y realitas, casi total ausencia de
elementos fantásticos o maravillosos, escasez de adjetivos y metáforas. A pesar de
ello se consigue una extraordinaria viveza narrativa y los más variados efectos
poéticos.
Destaca en el romancero la inmediata composición de la escena y la
presentación de los personajes, la aproximación a la realidad con una gran fuerza
plástica y el arte de saber llevar, sin dilaciones, la atención del oyente hacia el
núcleo temático. Se combinan admirablemente la narración y el diálogo;
mediante éste se consigue el característico movimiento dramático de muchos
romanes.
La alternancia en la utilización de las formas verbales - presente/pretérito - es
otro aspecto que anima la narración con el cambio de perspectivas temporales,
desde un pasado lejano a un pasado cercano e incluso a un presente o viceversa.
Las fórmula expresivas más utilizadas son las repeticiones de palabras o frase
y el uso del paralelismo para conseguir una mayor intensidad emocional y
rítmica. También se usan con mucha frecuencia las formas deícticas, apostróficas
y exclamativas para conseguir mayor emotividad y recabar la atención del
oyente.
Otra característica muy importante es el fragmentarismo: El romance se
centra en un momento determinado de la acción. Los antecedentes no aparecen
porque son conocidos o no interesan, y se entra, como ya hemos dicho,
directamente en el asunto. Además, con mucha frecuencia, la narración se rompe
bruscamente sin que se conozca el desenlace final. El resultado es de una
increíble eficacia poética, al atrapar al oyente en el misterio y la emoción, y
hacerle participar con su propia imaginación, lanzada a una actividad creadora
personal.
Poema de Mio Cid
1.- Contexto histórico y social
En la poesía medieval había dos escuelas o mesteres - oficios - : el mester de
juglaría, propio de los juglares, y el de clerecía, propio de los clérigos. Entre el
mester de juglaría cabe resaltar como características principales la presencia de
versos irregulares, que oscilan entre diez y veinte sílabas, y que son
mayoritariamente monorrimos, rimando siempre en asonante.
El juglar era el que divertía al rey, a los nobles o al pueblo. Se ganaba la vida
ante un público para recrearlo con la música, la literatura, la charlatanería o con
juegos de manos, de mímica, de acrobacia, ... También servían como órganos de
publicidad y de influencia en la opinión.
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2.- Los cantares de gesta. Origen de la épica romance
Los poemas épicos son narraciones en verso de carácter heroico. Su objeto era
cantar o relatar la vida de personajes importantes, sucesos notables o
acontecimientos de vida nacional que merecieran ser divulgados. Debido a su
carácter oral la mayoría de ellos
Su probable origen es que un poeta, que se ha servido de materiales del
patrimonio popular o colectivo, los haya redactado.
A lo largo de los siglos los romances se han visto influenciados por raíces
germánicas, (la crueldad de las venganzas de la mujer), francesas, debido a las
numerosas peregrinaciones a Santiago, y arábigas (las "archuzas", semejantes a
nuestra épica).
3.- Autor y fecha del Poema
El poema fue escrito hacia el año 1110, inmediatamente después de sucedidos
los hechos por primera vez por un juglar de la zona de San Esteban de Gormaz.
4.- Partes y argumentoEl Poema se divide en tres partes o cantares : cantar del Destierro, Cantar de
las bodas y Cantar de la afrenta de Corpes
Cantar I. Cantar del Destierro :
El Cid sale de Vivar, dejando sus palacios desiertos y llega a Burgos, donde
nadie se atreve a darle asilo por temor a las represalias del rey. Una niña de
nueve años le ruega que no intente la ayuda por la fuerza para no perjudicar a los
moradores de la posada. En la ciudad se aprovecha de la avaricia de unos judíos.
El Cid se dirige al monasterio de San Pedro de Cardeña, para despedirse de su
esposa, doña Jimena, y de sus dos hijas, a las que deja confiadas al abad de dicho
monasterio. Entra luego en tierra de moros, asalta la villa de Castejón y vence a
los moros en varias ocasiones, recogiendo un rico botín del que envía parte al rey
; continúa sus correrías y derrota y prende al conde Barcelona, liberándole poco
después .
Cantar II. Cantar de las Bodas :
Refiere fundamentalmente la conquista de Valencia. El Cid vence al rey moro
de Sevilla y envía un nuevo presente al rey Alfonso VI, lo que permite el
reencuentro del Cid con su familia. Poco después la ciudad es sitiada por el rey
moro de Marruecos ; el Cid le derrota y envía un tercer presente al rey Alfonso.
Los infantes de Carrión solicitan al rey de Castilla las hijas del Cid en matrimonio
y el rey y señor del Cid interviene para lograr el consentimiento de aquel y lo
perdona solemnemente. Con los preparativos termina el Cantar.
Cantar III. La afrenta de Corpes :
Los infantes de Carrión quedan en ridículo ante los cortesanos del Cid por su
cobardía en el campo de batalla y por el pánico que demuestran a la vista de un
león escapado. deciden entonces vengar las burlas de que han sido objeto, para
ello parten de Valencia con sus mujeres y, al llegar al robledal de Corpes las
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abandonan, después de azotarlas bárbaramente. El Cid pide justicia al rey.
Convocadas las cortes en Toledo, los guerreros del Campeador desafían y vencen
a los infantes, que son declarados traidores. El Poema con las nuevas bodas de
las hijas del Cid, doña Elvira y doña Sol, con los infantes de Navarra y Aragón.
5.- Estructura
En el poema hay dos tramas que se cruzan :
El tema del deshonor: eje central de la obra, motivado por el injusto
destierro del Cid ; continúa con el progresivo engrandecimiento del Cid
mediante sus victorias y las riquezas que éstas le procuran y finalmente se
describe la entrada triunfal del Cid en Valencia Las bodas de las hijas del Cid y el injusto trato que estas reciben por
parte de los infantes de Carrión: esto motiva que el Cid obtenga la culminación de su honor. Finalmente las hijas del Cid se casan con los infantes de Navarra y Aragón.
6.- Aspectos formales : métrica y estilo
Métrica:
Característica: versificación irregular : medida de los versos oscila entre las 10
y las 20 sílabas, aunque se aprecia un predominio de los de 14, 15 y 13 con
hemistiquios de 6, 7 y 8 sílabas combinados preferentemente en 7 + 7, 7 + 8 y 6
+ 7. Los versos están agrupados en series o tiradas que encierran una misma
idea, cuya asonancia es más o menos continua. Suele cambiarse la asonancia
cuando la narración da paso al discurso directo o viceversa y cuando una nueva
escena o tema.
Estilo:Con el propósito de ennoblecerlos el poeta dota a los personajes de cualidades
excelentes mediante el epíteto épico - "el que en buen hora nació", "el bueno de
Vivar", o de adjetivos caracterizadores, ponderativos o afectivos que se extienden
no sólo al héroe, sino también a su mujer, a su caballo, ... Visualiza las escenas de
emocionantes mediante expresiones deícticas, señaladoras - afectos (heos aquí),
veriedes - porque presupone un auditorio ; en estos casos el autor se introduce
en la obra haciendo sus propios comentarios. El vocabulario que alude a prácticas
legales, usos feudales, arte de la guerra y ropajes es amplio y sirve para dar a
conocer costumbres y modos de vida. Se usa con cierta frecuencia el ablativo
absoluto. Hay pleonasmos - llorando de los ojos - que intensifican la expresión
emotiva. Se suelen anteponer el artículo al adjetivo, con lo que se le individualiza
y se le atribuye la cualidad en exclusiva -Castilla la gentil, Valencia la
clara. Abundan las descripciones de personas, batallas y lugares. Para terminar
hay que destacar la claridad, simplicidad y a la vez severa grandeza que el poeta
confiere a la narración que discurre con rapidez y viveza (dinamismo). La
ornamentación es sobria y la adjetivación escasa. La expresión adquiere una
infinita gama de matices que van desde lo finamente irónico a lo dramático.
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7.- Temas
En primer lugar se señala el tema del restablecimiento del honor del héroe,
perdido a causa del destierro. Entonces el concepto del honor equivalía a
"posición o rango social".
La ascensión del Cid al poder es otro de los temas. El destierro que sufre el
héroe supone el desamor del rey y la muerte jurídica del Cid. Para conseguir el
poder lucha y gana batallas y riquezas a las que se les concede gran importancia
en la obra. En la lucha por el poder son importantes las hijas, por las que siente
gran ternura, pero las mueve en el tablero según sus conveniencias como
cualquier señor medieval.
También hay que destacar el tema de la integridad . El Cid se demuestra
íntegro en un sentido cristiano, feudal y social . Esta integridad le gana la
adhesión de sus vasallos y su generosidad y fidelidad le hacen recuperar el favor
del rey. Es tierno y humano en el amor a su familia y a sus amigo, religioso,
cortés, astuto, discreto y valiente en la lucha. Historicidad, ficción y realismo
El poema tiene un gran valor histórico, porque gran parte de los personajes y
hechos que nos muestra están atestiguados históricamente.
Sin embargo, la intensa exaltación priva al texto de cierta imparcialidad y
exactitud que, cosa que, por otra parte, tampoco era buscada por el autor.
El realismo es otro valor añadido al Poema. Las batallas, los lugares
geográficos citados, las costumbres, vestidos y comida, aparecen descritos con
fidelidad y con una base real.
Alfonso X el Sabio (1221-1284)
ALFONSO X DE CASTILLA Y LEÓN (1221-1284) Historia | Economía, derecho y cultura
Alfonso X el Sabio (1221 - 1284)
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Historia
Alfonso X el Sabio nace en Toledo el 23 de Noviembre de 1221, hijo de
Fernando III de Castilla y León, el Santo, y Beatriz de Suabia, nieta de Federico II
de Alemania. En 1952 sucede a su padre, como rey de Castilla y de León, a los 31
años.
Ya en vida de su padre participa en notables acontecimientos como la
sumisión del reino musulmán de Murcia en 1243 mediante un pacto con su rey
moro Abenhud, por el que los castellanos ocupan varias fortalezas y perciben la
mitad de las rentas públicas, quedando el resto del territorio en la misma
situación anterior.
Contemporáneos suyos son: Jaime I y Pedro III el Grande en la corona de
Aragón; en el reino de Portugal, Alfonso III y D. Dionís; en el reino de Navarra,
Teobaldo I y II, Enrique I y Juana I; en el reino moro de Granada, Muhammad ben
al-Ahmar y Muhammad II; en el reino de Francia, Luis IX el Santo y Felipe III el
Atrevido; y en el Pontificado, 10 papas desde Inocencio IV a Martín IV.
La tarea más ambiciosa del rey fue su aspiración al Sacro Imperio Romano
Germánico, proyecto al que dedicó más de la mitad de su reinado.
Los Staufen eran la última familia que había ostentado la titularidad del
Imperio, de la que descendía por línea materna Alfonso X. Junto al rey sabio
apareció otro candidato al Sacro Imperio, el inglés Ricardo de Cornualles. En 1257
los siete grandes electores del emperador no unificaron su decisión y durante
varios años el Imperio estuvo vacante, ya que ninguno de los dos candidatos
consiguió imponerse.
Finalmente, en septiembre de 1272 Rodolfo de Habsburgo fue elegido
emperador y en mayo de 1275 Alfonso X renunció definitivamente al Imperio ante
el papa Gregorio X. Los últimos años de su reinado fueron especialmente
sombríos. Desde 1272 un sector de la alta nobleza se enfrentó al monarca.
Además, tras la muerte en 1275 del infante Fernando, primogénito de Alfonso
X, se abre un disputado pleito de sucesión en el que los hijos de este infante, los
llamados infantes de la Cerda, Alfonso y Fernando, pugnaron por la sucesión a la
Corona con el infante Sancho, segundo de los hijos de Alfonso X. Finalmente fue
este último quien accedió al trono.
Economía, Derecho y Cultura
En el terreno económico Alfonso X facilitó el comercio interior en su reino
mediante la concesión de ferias a numerosas villas y ciudades. El rey estableció
un sistema fiscal y aduanero avanzado que potenció los ingresos de la Hacienda
regia. La más conocida disposición del rey sabio en asuntos económicos fue el
reconocimiento jurídico del Honrado Concejo de la Mesta, institución aglutinadora
de los intereses de la ganadería trashumante del reino.
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Una de las facetas más importantes de su reinado fue su labor legisladora,
indisolublemente ligada a la recepción en Castilla y León del Derecho Romano a
través de los estudiosos que regresaban de la Historia de Glosadores de Bolonia.
Bajo su impulso se organizó un formidable corpus de textos jurídicos, tanto
doctrinales como normativos. Sus obras más significativas en este terreno fueron
el Fuero Real, el Espéculo y las Siete Partidas. Las Partidas fueron Derecho
aplicable hasta finales del s.XIX.
Las grandes realizaciones del monarca en el campo de la cultura le merecieron
con justicia el apelativo de 'Sabio'. La nota más singular de su empresa cultural
fue su vinculación simultánea a Oriente y Occidente. Con él se desarrolló en la
Corona de Castilla una cultura de síntesis, en la que entraban ingredientes tanto
cristianos como musulmanes y judíos.
La fecundidad de la colaboración entre intelectuales de las tres culturas tiene su
máxima expresión en la Escuela de Traductores de Toledo. Dentro de esta
magnífica empresa cultural brilla con luz propia la Astronomía, cuya obra más
significativa fue las Tablas astronómicas alfonsíes elaboradas en 1272.
La actividad historiográfica de Alfonso X y de sus colaboradores se concretó en
obras como la Estoria de España y la Grande e General Estoria, redactadas en
lengua romance como prueba del importante apoyo del monarca al idioma
castellano. En el campo de la poesía Alfonso X nos ha transmitido un espléndido
repertorio de Cantigas, siendo las más conocidas las de carácter religioso o de
Santa María.
El monarca castellano-leonés potenció notablemente los estudios musicales y en
el terreno propiamente recreativo destaca la obra que salió de los talleres
alfonsinos llamadas Libros de axedrez, dados e tablas. Por lo que se refiere a la
arquitectura, la obra más importante llevada a cabo durante su reinado fue la
catedral de León.
El comienzo de la prosa literaria
El comienzo de la prosa literaria se suele situar en el año 1251 con la
traducción del árabe al castellano del "Calila e Dimna" , una colección de
cuentos breves de origen oriental e intención didáctica, cuyo título proviene de
los nombres de dos lobos hermanos. Calila y Dimna , protagonistas del primer
cuento. Calila e Dimna procede en gran parte de una célebre colección de
cuentos indios titulada Panchatantra , de donde pasó al árabe y de éste fue
vertido al castellano a instancias de Alfonso X el Sabio, siendo éste aún infante,
en la escuela oficial de traductores de Toledo.
También en la misma época - 1253 - se traduce el Sendebar o Libro de los
engaños e asayamientos de las mujeres , que es igualmente una colección de
cuentos o apólogos de origen oriental, tal vez indios, traducidos al persa, luego
al árabe y posteriormente, por encargo del infante don Fadrique, hermano de
Alfonso X el Sabio, al castellano. El Sendebar trata de las argucias, malas artes
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y enredos de las mujeres para conseguir sus propósitos y constituye una de las
primeras manifestaciones de la literatura misógina - desprecio a la mujer - tan
frecuente en la literatura posterior.
II.- Alfonso X el Sabio
Político y hombre de letras, su reinado fue un periodo de intensa actividad
científica y literaria impulsada y dirigida por el propio rey. Su corte se convirtió
en centro de cultura y aprendizaje que atrajo a estudiosos de distintas ramas
del saber. El monarca reunió a un importante grupo de sabios hebreos,
musulmanes y cristianos españoles, que, continuando la obra de traducción y
compilación iniciada un siglo antes en la Escuela de Traductores de Toledo,
realizaron una importante tarea científica y trasvase del saber oriental a
Occidente. Alfonso X dio tal impulso a la lengua castellana que la convirtió en
lengua oficial, la usó en todos los documentos y en la redacción de sus obras
históricas, jurídicas y científicas. En lengua gallega compuso las Cantigas de
Santa María , poesía lírica del que continúa el tema marial frecuente en la
época.
Pero no sólo fue el impulsor de la lengua castellana, sino, en gran parte, su
creador. Fijó las grafías y amplió y flexibilizó la sintaxis con la creación de
nuevas conjunciones que aportaron variados matices a la frase. Debido a la
variedad de asuntos que trata, el vocabulario se enriqueció y capacitó para la
exposición en la lengua castellana.
III.- La escuela de traductores de Toledo
El año 1284 moría en Sevilla el rey Alfonso X de Asturias, de Castilla y de
León, que 63 años antes había nacido en Toledo. Si la actuación de Alfonso
como monarca fue con frecuencia discutida, y hasta censurada, su labor como
mecenas de las ciencias y de las letras le valió con razón el sobrenombre de
Sabio, y así se le conoce universalmente desde la Edad Media , y aún más al
entroncar su saber con la línea del humanismo renacentista.
El rey Alfonso X el Sabio manifestó siempre su predilección por Toledo, que
consideraba el centro del mundo científico de su época. Por ello tomó el
meridiano que pasa por el castillo de San Servando como punto de referencia
para las mediciones de sus tablas astronómicas y lo hizo en el observatorio que
él mismo fundó en el propio castillo, donde se reunían los traductores de las
obras científicas. Se puede-decir que la Escuela de Traductores de Toledo tuvo
una segunda etapa de esplendor vinculada a la figura del rey toledano.
Porque la primera Escuela de Traductores toledanos se inició bajo la
protección de los arzobispos de Toledo. Don Raimundo de Borgoña, arzobispo
de 1126 a 1152, reunió el primer grupo de traductores, a cuyo frente puso al
arcediano de Segovia, Domingo Gundisalvo. Esta primera asociación parece
que estaba formada por los clérigos que desconocían el árabe y utilizaban los
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buenos oficios de los toledanos bilingües como el judío converso Juan His-
palense (o Ibn Dawut, o Juan de Sevilla).
Viene después el empujón de Alfonso el Sabio. Su obra en la Escuela de
Traductores de Toledo es un ingente esfuerzo de recopilación y divulgación
cultural, impulsado en este último aspecto por el uso de la lengua vulgar. Y si al
rey corresponde el valor de la iniciativa y de la dirección, y hasta, en algunos
casos, la labor personal de corrección, su obra no puede concebirse más que
como fruto de su equipo de traductores, refundidores y especialistas.
A Toledo acuden, en tiempos del rey Sabio, los hombres de ciencia de "las
tres culturas", o de "las tres religiones". Producto de esta colaboración son las
obras históricas, astronómicas y científicas que, procedentes de la cultura
oriental, a través de Toledo, se difundieron por toda Europa.
Gonzalo de Berceo, El mester de clerecía
El mester de clerecía | Gonzalo de Berceo
San Millán de la Cogollacuna del castellano
1.- El mester de clerecia
Frente al mester de juglaría caracterizado por su contenido popular y la
irregularidad métrica, surge en el siglo XIII una nueva escuela narrativa de
carácter erudito : el mester de clerecía , cultivado por clérigos, aunque
entendiendo siempre por tales no sólo a quienes lo eran propiamente, sino
también - según la conocida definición- a todo hombre culto y letrado, que
poseyera la educación latino-eclesiástica.
Los caballeros, lo mismo que los reyes, vivían entregados casi exclusivamente
a los negocios de la política y al oficio de las armas, y con frecuencia desconocían
hasta los rudimentos de la escritura ; durante la Alta Edad Media, sobre todo,
fueron numerosos los monarcas que no supieron firmar. El "pueblo" por su parte,
entendiendo como tal incluso, en su más amplio sentido a la clase media o
burguesa, tardaría aún largo tiempo en incorporarse al mundo de la cultura
literaria con el nacimiento y desarrollo de las ciudades.
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El saber se refugia, pues, en los monasterios y durante siglos es patrimonio
esencial de los clérigos, de donde nace la atribución de este carácter a quienes se
entregan al estudio, aunque no fuese aquélla su condición real : clerecía y saber
se hacen sinónimos .
Estos "clérigos" letrados habían escrito hasta entonces sus obras en latín, pero
debido al uso creciente de la lengua romance, y, por tanto, al hecho de que cada
día iba siendo menor el número de los que podían entender el idioma clásico,
acabaron por descender al cultivo de la lengua popular con el propósito de
difundir entre las gentes el saber que atesoraban en sus bibliotecas :
Quiero fer una prosa en román paladino
en el qual suele el pueblo fablar a su vecino ...
dice Gonzalo de Berceo en el comienzo de la Vida de Santo Domingo de Silos .
El mester de clerecía no desplazó, sino que coexistió con el de juglaría y con las
diversas formas y escuelas líricas, pero sin llegar a confundirse jamás con ellas.
Mantuvo siempre su carácter peculiar y no fue nunca ni la poesía del pueblo ni de
la clase militar, y mucho menos - como tantas veces la lírica -, mera letra de
canciones para las fiestas y diversiones de la multitud.
La separación entre uno y otro mester - el de juglaría y el de clerecía - no siempre
es tan radical como podría parecer a primera vista. Por lo pronto emplean ya el
mismo idioma y se dirigen a un mismo tipo de público. Además no es infrecuente
que los clérigos extraigan temas de la cantera popular o de la tradición épica, al
menos como elementos accesorios.
Los rasgos esenciales que definen el mester de clerecía pueden resumirse en
los siguientes :
Todos los poemas de este mester están escritos en estrofas de cuatro versos alejandrinos (de catorce sílabas, divididos por una cesura en dos hemistiquios de siete) con una sola rima consonante (=tetrástrofo monorrimo o cuaderna vía ) A diferencia de la habitual irregularidad métrica de las gestas, los poetas de clerecía respetan, con tenaz consonancia, su riguroso canon métrico - diversas imperfecciones en la medida de los versos se pueden atribuir a errores de los copistas.
El lenguaje del mester de clerecía pretende ser mucho más cuidado y selecto que el de juglaría, lo cual es expresado en la segunda estrofa de Libro de Alexandre (primera mitad del siglo XIII), un poema que consta de 10000 versos:
Mester traigo fermoso, non es de joglaría,
mester es sin pecado, ca es de clerezía;
fablar curso rimado por la cuaderna vía,
a sílabas contadas, ca es grant maestría. La característica fundamental del mester de clerecía radica en su temática. Con
excepción de Berceo, ninguna obra del mester de clerecía, abarca temas religiosos. Las obras del mester de clerecía tratan de tomar materias del saber escrito, al que no se tenía acceso sin una dedicación estudiosa.
A parte de esto hay que destacar la acusada tendencia de los poetas de entonces por basarse en fuentes escritas. Frente al poema épico, que se inspira en hechos históricos, en general, coetáneos, los autores del mester de clerecía parten de fuentes escritas, de donde extraen los temas. Con frecuencia
14
apelan al testimonio del libro como prueba máxima de veracidad y autoridad. Las fuentes que utilizan son, en primer lugar, la Biblia, traducida tempranamente al romance ; también son importantes las fuentes latinas, al igual que fuentes francesas, fruto de las relaciones múltiples entre los dos países.
Los autores de clerecía siguen la norma clásica del "enseñar deleitando" y
pretenden educar, instruir, aleccionar, presentando unos protagonistas
ejemplares que encarnan destacadas cualidades morales . A menudo la obra
entera es un "enxiemplo" de marcada intención didáctica y de cierta verosimilitud
características que la diferencian del mester de juglaría
Cronológicamente el mester de clerecía se prolongó desde mediados del siglo
XIII hasta finales del siglo XIV. Durante el primero de estos siglos se atuvo casi
con absoluto rigor a los moldes métricos anteriormente descritos. Pero a partir
del siglo XIV, aunque manteniéndose en sustancia dentro de ellos, abre las
cerradas filas de sus tetrástofros para dar entrada a formas poéticas distintas de
carácter lírico y metro más breve. Otras veces, por el contrario, aparecen versos
de diez y seis sílabas - probablemente bajo el influjo de las formas épicas que
tienden ya hacia el cauce definitivo del romance- o se encogen en cuartetas
heptasílabas como resultado de separar los dos hemistiquios del alejandrino.
Otra característica esencial separa la clerecía de ambos siglos. Al primero de
ellos corresponden obras anónimas - con la sola excepción de Berceo -, de
carácter mucho más impersonal, más rígido y, literariamente, más "objetivo". El
natural primitivismo no consiente todavía - salvo en corta medida - la proyección
personal del escritor. Pero el siglo XIV contempla ya la aparición de grandes
figuras literarias, y el mester de clerecía, pese a su innegable rigidez, acoge obras
de inconfundible personalidad, a saber las del Arcipreste de Hita y López de
Ayala .
2.- Gonzalo de Berceo (ca. 1195 - 1264)
De Berceo, primer poeta castellano de nombre conocido y el más genuino
representante del mester de clerecía, se sabe bastante, aunque si se compara
con otros poetas contemporáneos o aun posteriores puede parecer francamente
poco.
Berceo mismo, como otros escritores antiguos, se nombra en sus
composiciones y nos proporciona algunos datos sobre su persona. Esta mención
del nombre la justifica, aduciendo que su intención es lograr mediante las
oraciones de oyentes y lectores el perdón de sus pecados y éste es también el
motivo citado en ciertos pasajes donde alude a la virgen : "Nuestra Señora".
Sabemos además que nació hacia finales del siglo XII en el pueblo de Berceo,
perteneciente a la diócesis de Calahorra, en la Rioja. Se educó en el monasterio
benedictino de San Millán de la Cogolla; monasterio de cierta relevancia en
aquella época, al que estuvo ligado no se sabe exactamente si como sacerdote,
simple monje o clérigo secular:
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Gonzalo fue so nomne qui fizo est tractado
en Sant Millán de suso fue ninnez criado,
natural de Berço, ond Sant Millán fue nado...
Yo Gonzalo por nomne, clamado de Berceo,
de Sant Millán criado en la merçed seo...
El título de maestro que se da en varias obras podría ser un título universitario,
otorgado por la universidad de Palencia, donde se habría formado entre 1223 y
1236.
Frecuentemente se le ha calificado de poeta simple e ingenuo, que no aporta
nada original, sino que repite lugares comunes de la tradición literaria y religiosa
imperante en la época. Sin embargo, el estudio detallado de su obra nos revela
un autor que maneja con maestría la nueva forma poética -la cuaderna vía-. La
creación poética de Berceo es, sin embargo, de clara orientación popular. Berceo
es un autor que divulga y explica, con clara intencionalidad catequística o
propagandística. Berceo se aparta de los manuales de teología de la época -muy
teóricos y difíciles de comprender para el pueblo llano- y nos presenta una
teología básicamente existencial, de utilidad para el hombre medieval.
Gonzalo de Berceo debió de morir bastante mayor; diversas escrituras
notariales mencionan que vivía aun en 1264. Pero a pesar de esto, poco más es lo
que se conoce de su vida, que debió de transcurrir plácidamente entre gentes
sencillas, entregada a sus deberes religiosos y a componer sus obras.
Todas las obras de Berceo son religiosas, escritas en cuaderna vía. Su obra,
enmarcada dentro del mester de clerecía, se clasifica en tres grupos: vidas de
santos ( Vida de San Millán , Vida de Santo Domingo de Silos , Poema Santa
Oria , Martirio de San Lorenzo ); poemas marianos ( Loores de la Virgen ,Duelo de
la Virgen , Milagros de Nuestra Señora ); y poemas de otros temas religiosos ( De
los signos que aparecerán antes del juicio final , Del sacrificio de la misa )
Atendiendo al contenido teológico de su obra, podemos diferenciar dos
categorías principales:
obras de teología moral obras de teología dogmática.
En sus obras hagiográficas, más que hablar de los vicios y virtudes en
abstracto, divulga la vida de unos personajes que han seguido la senda de la
virtud. Todas las obras presentan una estructura similar:
exordium , invocación a Dios. captatio benevolentiæ , atracción de la audiencia preparación del público à se narra una 'historia' infancia y juventud: orígenes humildes en un medio pastoril visita al preceptor espiritual vida eremítica, como medio de buscar la virtud
16
la santidad es ratificada por los milagros en vida y, sobre todo, los realizados tras su muerte
En las obras dogmáticas refiere el conjunto de verdades que constituyen el
'credo religioso' sobre el que se fundamenta la piedad del individuo. La piedad
que proyecta Berceo se centra principalmente en la Virgen, aunque tampoco
olvida la figura de Cristo.
La piedad mariana en Berceo entronca con una corriente muy poderosa en la
Edad Media (otros ejemplos serán Alfonso X el Sabio y Raimundo Lulio). María,
madre de Jesús, tiene un acceso directo e inmediato a su hijo y por consiguiente
actúa como intercesora entre el ser humano y Dios ; es la abogada que defiende
a sus fieles, la que socorre a los hombres en sus momentos de necesidad. Su
actitud materna la inclinan a ser benevolente con sus hijos y por ello defiende y
aboga por sus fieles, que según la fe cristiana son hijos suyos, ante Jesús, su hijo
divino.
Los Milagros de Nuestra Señora constituyen la más importante y extensa obra
de Berceo, y se compone de veinticinco narraciones precedidas de una
introducción alegórica. Se trata de otros tantos milagros que realiza la Virgen en
favor de sus devotos para salvar su alma o protegerles de algún mal. Un ladrón
devoto de la Virgen va a ser ahorcado, pero la Virgen coloca las manos entre el
cuello y la soga y le salva de la muerte ; un monje se ahoga en un torrente al
regresar de una aventura pecaminosa, pero la Virgen le resucita para que pueda
hacer penitencia y salvar su alma ; un clérigo ignorante es acusado de no saber
otra misa que la de la Virgen y se le retiran las licencias, pero acude en demanda
de consejo a María, que se le aparece - indignada - al obispo y le ordena que
permita al clérigo celebrar su misa como tenía por costumbre. Teófilo, especie de
fausto medieval, vende su alma al diablo movido de la codicia, pero se a
rrepiente luego y la Virgen rescata el documento de venta ; en un pleito de dinero
el Niño Jesús, que la virgen sostiene en sus brazos, habla en defensa del acreedor
que la había puesto como testigo de su préstamo. Un clérigo y un lego tratan de
robar una iglesia, pero al intentar el clérigo despojar a la Virgen de su manto, se
le quedan adheridas a él sus manos, que ya no le son posibles despegar, prodigio
que le vale el perdón de la justicia - al ser luego apresado -, pues en él se
reconoce la protección que la Virgen quería dispensar al pecador, etc.
Después de los Milagros , las vidas de santos representan lo más importante
de su producción. También para la composición de estas obras se inspiró en
modelos escritos : para la Vida de Santo Domingo de Silos en la historia latina del
abad Grimaldo ; para la de San Millán en el original latino de san Braulio ; y para
la de Santa Oria en el relato de Munio, confesor de la Santa.
Al limitarse a un solo personaje fundamental cada uno de estos libros, carecen
de la movida variedad que caracteriza a los Milagros de Nuestra Señora , pero en
cambio, se acentúa en ellos el rasgo realista, vivo y popular. El poeta se enfrenta
ahora con modelos más próximos, moradores de su mismo monasterio,
habitantes de los paisajes y los pueblos que le eran familiares.
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En las vidas de San Millán y Santo Domingo de Silos, Berceo rinde su tributo de
gratitud al monasterio en que se educó y vivió, cantando las glorias de la orden
benedictina, los repetidos milagros de sus santos, sus vidas humildes y
esforzadas
La Vida de Santa Oria , escrita por Berceo en su vejez, revela ya el cansancio
del escritor, pero también al mismo tiempo se enfatiza en estas estrofas su
religiosidad que en ocasiones se ilumina y caldea con cierto fervor místico. El
poeta, inmerso de ternura y melancolía, parece desear - y ver aproximarse - la
gloria celestial , llena de resplandores, en la que había situado el triunfo de sus
santos.
Sin alcanzar en su conjunto la armonía poética de los Milagros de Nuestra
Señora , tienen estas tresVidas su misma graciosa sencillez de delicado retablo,
primitivo, llenas de encanto, de agreste sentido popular y sabroso humorismo.
Las obras restantes están muy lejos de la importancia de las ya comentadas.
Berceo carece todavía en estos libros - puesto que puede representar el
aprendizaje del autor en el manejo de su "mester" - de la poética inspiración que
daba acentos tan personales a sus otras paginas por encima de todos los
modelos.
Don Juan Manuel, El Conde Lucanor
Don Juan Manuel | El Conde Lucanor
Biblioteca Virtual: Lecturas recomendadas
1.- Don Juan Manuel
Don Juan Manuel, nacido en Escalona (Toledo) en 1282 era sobrino de Alfonso
X el Sabio y nieto de Fernando III el Santo. Fue instruido en el conocimiento de las
artes marciales, del latín y de la historia e intervino activamente en las luchas
nobiliarias durante la minoría de edad de Fernando IV y Alfonso XI. Entre lo que
expresa en su obra literaria y las intrigas políticas que vivió intensamente se
manifiesta una fuerte contradicción. Contrasta a su vez el orgullo que sentía por
su linaje y de su poderío social y económico con la humildad que, como escritor,
manifiesta en algunas ocasiones. Participa valientemente en batallas contra los
moros y en 1348 muere y es enterrado en el monasterio de Peñafiel (Valladolid).
Don Juan Manuel es un signo más de la transformación que se estaba
produciendo en el siglo XIV, al abandonar la aristocracia su aislamiento e
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incultura y hacerse cortesana y culta. Desaparece la diferenciación entre el
caballero - hombre de armas - y el clérigo - hombre de letras. Ambas actividades
combinadas se dan en la persona de don Juan Manuel.
A) El escritor
Don Juan Manuel proporciona muchos datos biográficos en sus obras y dejó
pruebas fehacientes de su responsabilidad de escritor, de su conciencia literaria y
de asumir plenamente la autoría de sus obras. Para evitar que se le atribuyera
algo que podía obedecer a ignorancia o a incuria de copistas apresurados,
depositó sus manuscritos en el monasterio de Peñafiel.
Pertenece a la tradición literaria didáctico-moralizante de la Edad Media:
pretende educar y moralizar de una manera agradable, es decir, enseñar
deleitando
B) Su obra
Su producción literaria es muy variada y se conoce porque él mismo dejó
constancia de ella en sus prólogos, aunque algunos títulos se han perdido a pesar
de su interés en la transmisión de los escritos.
Entre las obras conservadas cabe resaltar: Libro del Caballero et del Escudero,
Libro de los Estados, Libro de la caza y Libro de los enxiemplos del Conde Lucanor
et de Patronio.
2.- El Conde Lucanor o Libro de Patronio
A) Estructura
El libro de Patronio está formado por dos prólogos y cinco partes bien
diferenciadas, de las cuales la más interesante es la primera, que consta de 51
"enxiemplos" o apólogos. Cada cuento se estructura idéntica y rígidamente de la
siguiente manera: Un joven señor feudal, el conde Lucanor, consulta a su ayo
ante los muy diversos problemas que se le plantean en el gobierno de sus
estados. Patronio le responde con un cuento o ejemplo alusivo al problema
planteado y deduce una enseñanza moral. Se dice que el conde la aplica y que le
va bien. Don Juan Manuel resume la moraleja en un pareado que remata el
enxiemplo.
B) Temas
Los temas de los diferentes temas que aparecen a lo largo de toda la obra so
muy variados y todos los estados y estratos sociales - ricos y pobres, nobles y
plebeyos, mercaderes, frailes, burgueses y prelados - están presentes en ella.
Con ello don Juan Manuel nos muestra la realidad española de la época en toda
su riqueza y complejidad .
C) Lengua y Estilo
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El empleo de una lengua tan selecta es el resultado de la búsqueda constante
de un estilo personal por parte de don Juan Manuel. La selección del vocabulario,
la claridad de la expresión y la concisión nos revelan el gran afán didáctico del
autor. A parte de esto se distingue la presencia de un léxico abundante y selecto,
la adjetivación precisa y las frases cargadas de intención.
Pero aparecen rasgos de inmadurez lingüística como la constante repetición
de la conjunción copulativa "et ... et" . Aparte de esto se aprecia una reiteración
del verbo "dezir" , a veces sustituido por los verbos "contar, preguntar,
responder, rogar, ..."
La mayor parte de los ejemplos procede en primer lugar de cuentos y fábulas
orientales. Además, también provienen de fuentes clásicas, de la tradición
española - el cuento de la lechera - y de la eclesiástica - la Biblia.
El Arcipreste rehace estos cuentos y los convierte en una pequeña obra
maestra con un sello personal.
D) Propósito de la obra
El propósito de la obra es expresado claramente en el primer prólogo de la
obra: se pretende el provecho para aumentar la fama, la honra y la hacienda -
preocupaciones típicas del noble castellano - y además conseguir la salvación del
alma. De este hecho se puede deducir el gran afán didáctico y moralizador de
todas las obras de don Juan Manuel. La enseñanza moral, religiosa y filosófica que
pretende el autor y su intento de defender su clase social y la honra se puede
entrever también en el apólogo de origen oriental.
Rincón LiterarioUn recorrido por las distintas etapas de la literatura española: análisis literarios, biografías de autores y resúmenes de obras célebres: Lit. contemporánea La posguerra Generación de 1927 Generación de 1898 Realismo y
Romanticismo La Ilustración
Barroco: Siglo de Oro
Renacimiento Don Quijote Edad media Teoría Literaria Gramática Española Lenguas de España
Juan Ruiz, Arcipreste de Hita
El siglo XIV: Contexto político, social y religioso | El Libro del Buen Amor
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Biblioteca Virtual:Jorge Manrique, Coplas a la muerte de su padre
El Siglo XIV: Contexto político, social y religioso
El siglo XIV representa el comienzo de un proceso de transformación del
sistema medieval en lo político, lo social y lo religioso.
En el aspecto político se desarrollan varias luchas por el poder entre la
monarquía y la nobleza, los reyes buscan el apoyo del pueblo y la burguesía, por
lo general relacionada con los judíos. La ruptura de la armonía de las tres razas y
la reacción del antisemitismo obliga a muchos judíos a una conversión por
conveniencia, comenzando así las reticencias entre los cristianos viejos y los
conversos por la limpieza de sangre, tema que incidirá directamente en la
literatura posterior.
Paralelamente, entra en crisis el poder feudal. La situación difícil de los
campesinos provoca sublevaciones y su huida a las ciudades, abandonando las
tierras, por lo que faltan brazos para cultivarlas. Los campesinos imponen
condiciones y es necesaria la promulgación de leyes que los protejan del poder
feudal. Además, la peste que azota al país incide en esta mengua de hombres y
en la huida del campesinado a las ciudades.
El comercio y la pequeña industria siguen su proceso, dependiendo en parte
de los judíos. El dinero adquiere cada vez más color y trastoca el orden social, con
lo que se acentúa la crisis del sistema feudal. La burguesía, opuesta al poder
tradicional de la Iglesia y la nobleza, representaba una ruptura del orden
establecido y la creación de un sistema de valores diferente que se pone en
cuestión los ideales de la sociedad caballeresca. Esta actitud se manifiesta en
una literatura realista y satírica, en la que domina la astucia y el dinero sobre lo
religioso y caballeresco. Es una literatura burlesca o, por el contrario, didáctica,
pero siempre próxima al espíritu práctico.
En el aspecto religioso, se produce un rechazo de los modelos teocéntricos en
favor de una actitud más antropocéntrica que lleve al individuo a desarrollar sus
capacidades de realización como hombre. Esta crisis de los valores religiosos trae
como consecuencia una visión de la vida diferente, que se manifiesta en su
concepto del mundo, al que se considera como algo digno de ser gozado; la
muerte pasa de ser considerada como puerta que libra de la cárcel del cuerpo, la
patética pérdida de todo lo terreno. Se camina hacia un ideal más humanista y
vitalista, en que el goce del vivir y el amor, en toda su amplitud, son temas
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recurrentes. Al mismo tiempo, hay otras actitudes que tratan de enseñar y
moralizar ateniéndose a una concepción ascética de la vida.
Libro del Buen Amor
1. El autor
Es poco lo que se sabe acerca del autor del Libro de Buen Amor: hombre del
siglo XIV, que se llamó Juan Ruiz, que su cargo eclesiástico era el de arcipreste de
Hita (hoy, pueblo de la provincia de Guadalajara), que era de Alcalá, pero ¿de
cuál de los muchos pueblos que hay de este nombre en España?, que estuvo en
prisión, donde escribió, si no todo, parte de su libro.
Otro problema es que todos estos datos están tomados de la obra, del "yo",
pero lo que no se sabe con certeza es quién era aquél yo.
2. Historia del Libro del Buen Amor
Del Libro del Buen Amor han llegado hasta nosotros, además de algunos
fragmentos, tres códices: G, T y S. Este último que se conserva en la Universidad
de Salamanca, es el más completo de los tres y en él se basan la mayoría de las
ediciones modernas.
Se sabe que el marqués de Santillana y un juglar anónimo del siglo XV le
llamaban "Libro de Arcipreste". Y el erudito Florencio Janer, en el siglo XIX,
propuso el nombre de "Libro de los Cantares". Pero fue Ramón Menéndez Pidal
quien en 1898, le dio el título con que hoy se conoce, basándose en varios
pasajes de la obra en los que así se le nombra.
Según el códice que se consulte, el "Libro de Buen Amor" presenta dos fechas
de composición. Se puede decir que fue redactado dos veces: primero en 1330 y
después, más completo en 1343.
Fue estudiado y dado a la imprenta por primera vez, con el título de "Poesías",
en 1790, por Tomás Antonio Sánchez.
3. Unidad y variedad del libro
El libro del Buen Amor está formado por pasajes de muy diverso tema y
género literario. Básicamente, es una autobiografía erótica constituida por la
narración de diversas aventuras amorosas. En todas ellas el Arcipreste queda en
posición ridícula o desairada. Esta "historia ficticia de los amores del Arcipreste"
constituye el hilo conductor de la obra y se interrumpe en múltiples ocasiones
para intercalar elementos muy heterogéneos.
Rincón LiterarioUn recorrido por las distintas etapas de la literatura española: análisis literarios, biografías de autores y resúmenes de obras célebres: Lit. contemporánea La posguerra Generación de 1927
Barroco: Siglo de Oro
Renacimiento
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Generación de 1898 Realismo y
Romanticismo La Ilustración
Don Quijote Edad media Teoría Literaria Gramática Española Lenguas de España
El siglo XVEl siglo XV representa un cambio muy profundo respecto a la centuria anterior y, sin embargo, no es todavía el Renacimiento. Es un momento de efervescencia intensa de corrientes nuevas y valores antiguos. Es este siglo el que dará el vuelco definitivo hacia la nueva mentalidad que supone el Renacimiento.
Íñigo López de Mendoza, Marqués de Santillana
El Marqués de Santillana (1398 - 1458)I.- VIDA | II.- OBRA: Poesía alegórica | Poesía doctrinal | Sonetos italianizantes: | Lírica
menor | Obra en prosa
Biblioteca Virtual: Poesías del Marqués de Santillana
I.- Vida
Don Íñigo López de Mendoza, Marqués de Santillana, es quizás el mejor
representante de su tiempo. Nace en Carrión de los Condes, Palencia, en 1398,
en el seno de una familia muy influyente dentro de la nobleza del siglo XV.
Interviene de forma activa en la política del reinado de Juan II, casi siempre a su
favor. El título de Marqués de Santillana le fue concedido por el rey Juan II tras la
batalla de Olmedo (1445) en la que lucha junto al rey contra un poderoso grupo
de nobles. Al final de su vida toma partido contra Alvaro de Luna, el favorito del
rey.
Su afición a la literatura la hereda de su padre, también poeta. El Marqués es
un hombre culto, admirador de la literatura clásica grecolatina, y de la italiana
(Dante, Petrarca y Boccaccio). Durante su estancia en la corte de Alfonso V de
Aragón entró en contacto con poetas catalanes y valencianos (Ausias March) y
con la tradición poética provenzal. El Marqués reunió una impresionante
biblioteca, fue protector de los estudios humanísticos y fomentó las traducciones
de los autores clásicos. El Marqués de Santillana representa a la perfección la
fusión de esos dos ideales aparentemente contrapuestos, las armas y las letras.
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II.- Obra
En su obra pueden diferenciarse varios grupos temáticos: poesía alegórica,
poesía doctrinal, sonetos italianizantes, lírica menor, obra en prosa.
A) Poesía alegórica:Influída por Dante ( Divina Comedia ) y Petrarca ( Trionfi ). La obra más
ambiciosa y larga en este estilo es la Comedieta de Ponza , un largo poema
escrito en estrofas de arte mayor, donde Santillana eleva a la categoría poética la
derrota sufrida por el rey Alfonso V en la batalla naval de Ponza, el 25 de agosto
de 1435, a manos de los genoveses. Alfonso V y sus hermanos, don Juan y don
Enrique, son apresados, y a consecuencia de ello, doña Leonor, su madre, morirá.
El Marqués, en un claro artificio retórico, narra un sueño en el que se le aparecen
cuatro damas vestidas de negro (las esposas de los tres hermanos y la madre de
los tres) que exponen su dolor a Boccaccio, famoso humanista del momento,
quien les explica el papel de la Fortuna en la vida de los hombres -la Fortuna
aparece sometida a la providencia de Dios-, y les predice triunfos futuros. El título
de "comedieta" se debe, según explica el mismo autor en la introducción, a que
se ajusta a la definición que Dante hizo del género dramático de la comedia
("Comedia es dicha aquella cuyos comienços son trabajosos e tristes, e después
el medio e fin de su vida alegre, gozoso e bienaventurado").
B) Poesía doctrinal:
Las dos obras más destacadas de este grupo son el Diálogo de Bías contra
Fortuna (en él, el filósofo estoico Bías dialoga con la Fortuna, y ejemplifica cómo
el individuo puede vencer, con paciencia y abnegación, los embates de un
destino adverso), y el Doctrinal de privados . En éste último, escrito tras la
ejecución de su enemigo don Alvaro de Luna, el autor asume la personalidad del
muerto, confesando sus culpas, y desengañando a los hombres sobre la vanidad
de las cosas humanas.
C) Sonetos italianizantes:
Durante su estancia en la corte del rey Alfonso V de Aragón, Santillana entra
en contacto con las nuevas tendencias poéticas surgidas en Italia. La alegoría
visionaria, las alusiones y citas de personajes, históricos o míticos, de la
Antigüedad Clásica constituyen el recurso narrativo más socorrido, mientras el
endecasílabo y el soneto ('Sonetos fechos al itálico modo') marcan las nuevas
pautas versificatorias. El soneto es una estrofa constituida por catorce versos
endecasílabos, ordenados en dos cuartetos y dos tercetos, a rima de los cuartetos
suele ser: ABBA ABBA, y a rima en los tercetos puede variar: CDC CDC, CDE CDE
o CDC DCD. El verso endecasílabo italiano debe tener el acento principal en la
décima sílaba (no hay rimas agudas), y otros dos de apoyo en la cuarta y sexta
sílabas. Debido a las dificultades de adaptación de la lengua castellana del siglo
XV al ritmo del endecasílabo italiano, estos sonetos son de calidad inferior a los
que se compondrán a partir del siglo XVI.
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D) Lírica menor:Sin duda, para el lector contemporáneo, es ésta la mejor poesía del Marqués
de Santillana. Escrita durante sus años de juventud, estos poemas combinan la
tradición lírica castellana y la tradición trovadoresca (francesa y provenzal). Las
composiciones más populares son las serranillas , que tienen como tema central
el encuentro de un caballero con una pastora en medio de la montaña; este
encuentro es seguido por una recuesta de amores, que puede terminar en el
rechazo por parte la pastora alegando desigualdad social, en la aceptación, o en
una suspensión admirativa. Las serranillas comienzan con un refrán que marca la
rima en las glosas, y muchas veces el léxico y el contenido del poema: rechazo,
aceptación, suspensión admirativa. Los villancicos , otra de las composiciones
populares, son una estrofa compuesta por una cancioncilla de dos, tres o cuatro
versos, de número variable de sílabas y con rima asonante. Esta canción puede
continuarse con una glosa, una o más estrofas de estructura o forma variable. Al
final de cada una de estas estrofas puede repetirse, total o parcialmente, la
canción inicial.
E) Obra en prosa:Aunque más conocido por su poesía, el Marqués de Santillana es autor
también de un pequeño número de obras en prosa. La más importante, la Carta-
proemio , escrita al Condestable de Portugal al enviarle una colección de sus
poesías, contiene interesantes noticias sobre la literatura de su tiempo y una
breve historia de la literatura.
También se atribuye al Marqúes de Santillana la recopilación de una colección
de refranes populares,Refranes que dicen las viejas tras el fuego.
Iñigo López de Mendoza, Marqués de Santillana.
Rincón LiterarioUn recorrido por las distintas etapas de la literatura española: análisis literarios, biografías de autores y resúmenes de obras célebres: Lit. contemporánea La posguerra Generación de 1927 Generación de 1898
Barroco: Siglo de Oro
Renacimiento Don Quijote
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Realismo y Romanticismo
La Ilustración
Edad media Teoría Literaria Gramática Española Lenguas de España
Jorge Manrique (1440-1479)
Datos Biográficos | Las coplas a la muerte de su padre
Biblioteca Virtual:Jorge Manrique, Coplas a la muerte de su padre
1.- Datos Biográficos:
Jorge Manrique, hijo de don Rodrigo Manrique, Maestre de la orden de
Santiago y entroncado con el linaje de los Lara, una de las más antiguas familias
de Castilla, nació supuestamente en Paredes de Nava (Palencia) en 1440 y murió
heroicamente en 1479 en la defensa de Isabel la Católica, de quien era partidario.
Sabemos además que fue poeta cortesano y a su vez hombre de armas, aunque
no se tienen muchos más conocimientos sobre su persona.
2.- Las Coplas a la muerte de su padre
Se trata de una dolorosa elegía en la que lamenta sentenciosa y
melancólicamente la inestabilidad de los bienes de la fortuna, la fugacidad de las
vidas humanas y el poder igualatorio de la muerte. La virtud personal es lo único
que desafía al tiempo y al destino. Tras una reflexión filosófica con la esperanza
de una vida futura, hace el elogio fúnebre de su padre.
Métrica y estructura:
La obra está compuesta por cuarenta coplas formadas cada una por dos
sextillas unidas entre sí, cuyos versos tienen una medida de cuatro sílabas el
tercero y el sexto y ocho sílabas los restantes. La rima de estos versos, todos
ellos de arte menor, es a, b, c, a, b, c en asonante.
La estructura de las coplas es la siguiente:
I - III EXHORTACIÓN (vida = río) > angustia provocada por el paso del tiempo IV - VI INVOCACIÓN (vida = camino) > salvación por vía de la fe cristiana
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VII - XIV ILUSTRACIÓN desprecio del mundo > la acción del tiempo, la fortuna y la muerte prueba que todo es vanidad de vanidades
XV "Dexemos a los troyanos" XVI-XVII Don Juán II, los Infantes de Aragón XXVIII-XIX Don Enrique IV XX Don Alfonso XXI Don Álvaro de Luna XXII Marqués de Villena y Maestre de Calatrava XXIII "Tantos duques excelentes..." XXIV "Las huestes innumerables..." XXV "Aquél de buenos abrigo" XXVI - XXXII
o ELOGIO Genérico: "amigo de sus amigos" Concreto: "mas fizo guerra a los moros"
o LA MUERTE Parlamento de la Muerte: "Dexad el mundo engañoso" Respuesta del maestre: "e consiento en mi morir"
Jorge Manrique habla de tres vidas: la vida eterna, la terrenal y la de la fama.
La vida terrenal acaba con la muerte, pero hay una "eterna" y "verdadera" , y
otra vida que es la de la fama, que perdura a través del recuerdo y, en cierto
modo, vence a la muerte.
Tradición y originalidad:
El poema es una elegía, género ya cultivado bajo el nombre de planto - p.ej.
Juan Ruiz Arcipreste de Hita.
La muerte y sus consecuencias inevitables, la fugacidad del tiempo y de los
bienes terrenos están muy dentro de la tradición medieval. El ubi sunt? Era un
tema tópico entre moralistas y predicadores, lo mismo que la fortuna. En fin los
planteamientos doctrinales no son originales, pero incluso la forma métrica era ya
conocida en el siglo XIV con otras variantes.
La aportación personal de Jorge Manrique es por ejemplo su forma de describir
a la muerte: respetuosa, cortesana, casi misericorde, que dialoga con don
Rodrigo en vez de una muerte con una guadaña al hombro como se la solía
caracterizar en las danzas y diálogos populares de la época.
La afirmación de la vida de la fama es un rasgo prerrenacentista, al igual que
la Fortuna, la jactancia de las lecturas, las citas clásicas, ... El ubi sunt? lo
presenta Jorge Manrique desprendiéndose de todo alarde de erudición y
ostentación libresca, con un estilo sobrio, citando los personajes mas cercanos en
el tiempo y en el espacio, procedimiento que le sirve para acercar más el poema
al lector.
Técnicas y estilo:
Las Coplas presentan una perfecta trabazón y coherencia que comienza desde
el principio con las expresiones exhortativas: "recuerde, avive, despierte, no se
engañe" , que vuelven a aparecer al final en boca de la muerte: "dejad el mundo
27
engañoso" . Jorge Manrique alterna el empleo de formas verbales según sea
exhortación o conclusión: "nuestras vidas son los ríos" ; para las conclusiones
prefiere el"nosotros". La respuesta del Maestre se hace también en primera
persona del plural, como sentencia: "no gastemos el tiempo" .
Hay una continuidad en imágenes y metáforas como la imagen de la vida
como río y la muerte como mar. Estas se continúan en metáforas: partir = nacer,
andar = vivir, llegar = morir.
Hay paralelismos y antítesis a través de los cuales se va desenvolviendo el
razonamiento: vida / muerte, placer / dolor, presente / pasado, cielo / suelo,
corporal / angelical,...
Se establece una tensión entre lo fijo, lo inmutable y lo pasajero; el ubi sunt?
Responde a este propósito: destaca lo fijo de la pregunta, con las cosas pasadas
por las que pregunta.
En cuanto al estilo, es sobrio, sereno, sin estridencias. La estrofa puede estar
en función de este propósito de contención, de equilibrio y a la vez de sonoridad
producida por los versos cortos que producen un ritmo funerario. Manrique
expresa sus ideas sin retorcimientos conceptistas y sin pedantes cultismos. Su
lenguaje es claro y sencillo, inteligible para cualquier lector.
Fernando de Rojas, La Celestina
Versiones | Autoría | Argumento | Estructura | Personajes | Género de La
Celestina | Intencionalidad y sentido
| Lengua y estilo | Influencia
Fernando de Rojas - La Celestina: Análisis literario |Resumen | Edición digital (Biblioteca
Virtual)
El siglo XV se cierra con la aparición de una de las obras cumbre de nuestra
literatura: La Celestina. Es una época en que el humanismo ya está en plena
vigencia, lo cual también influye en la obra de Fernando de Rojas. De Italia han
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llegado nuevas ideas, la nueva estética que luego se plasmará definitivamente en
la época del emperador.
VersionesLa Celestina es una obra que desde su aparición ha planteado varios y difíciles
problemas en torno a la composición del libro, sobre el autor y la extensión de la
misma, ninguno de los cuales puede tenerse todavía por resuelto. La obra nos ha
llegado en dos versiones: la primera, titulada Comedia de Calisto y Melibea , de
dieciséis actos; y una segunda,Tragicomedia de Calisto y Melibea , en veintiuno.
Las primeras ediciones, hasta que La Celestina adquiere su forma definitiva de
veintiún actos, se concretan en tres estados bien definidos. Al primero
corresponde la edición, considerada como princeps, impresa, al parecer, en
Burgos por Fadrique de Basilea en 1499, de la cual se conoce un ejemplar único,
falto de hojas al principio y al fin; carece de título y comienza con el argumento
del Acto I. En esta versión de la obra todavía no se da noticia del autor.
El segundo estado lo constituyen las ediciones de 1500 (Toledo) y de 1501
(Sevilla) - conservadas también en ejemplares únicos -, las cuales contienen una
Carta de "El autor a un su amigo" once octavas acrósticas de arte mayor, el
argumento de la obra, los dieciséis actos con sus argumentos, y unas coplas del
corrector Alonso de Proaza, que explican cómo debe leerse el acróstico y dan el
lugar y la fecha de impresión.
El tercer estado lo representan las cinco ediciones de 1502 - Salamanca,
Toledo y tres de Sevilla -, las cuales llevan ya el nombre definitivo
de Tragicomedia de Calisto y Melibea y de la puta vieja Celestina : en todas ellas
se añade un prólogo después de las octavas acrósticas y otras tres octavas antes
de las coplas de Proaza, se intercalan algunos nuevos pasajes y se suprimen
otros y se agregan - con el nombre de Tratado de Centurio - cinco actos más,
pero no al final sino a continuación del XIV, con lo que los actos XV y XVI pasan a
ser el XX y el XXI. En la edición de Toledo de 1926 apareció un nuevo acto,
llamado "el de Traso" , intercalado como número XXI, epílogo tardío del cual se
prescinde generalmente por su falta de calidad literaria.
AutoríaEl libro de La Celestina , tal y como hoy lo conocemos, contiene una carta de
"el autor a un su amigo", once octavas acrósticas, un prólogo, la obra
propiamente dicha, compuesta por el Argumento y los veintiún actos con sus
argumentos, tres octavas explicando el propósito de la obra y, finalmente, las
coplas del corrector Alonso de Proaza en las que explica cómo han de leerse los
dichos versos acrósticos. éstos, al unir la primera letra de cada uno, dicen: <<El
bachiller Fernando de Rojas acabó la Comedia de Calisto y Melibea e fue nascido
en la Puebla de Montalbán>>. En la carta "a un su amigo" se dice que, habiendo
encontrado el primer acto, "viendo no sólo ser dulce en su principal historia o
ficción toda junta, pero aun de algunas sus particularidades salían deleitables
fuentecillas de filosofía [...] se detuvo en continuarla quince días" . Estas palabras
plantean varios problemas: ¿Fueron dos o uno los autores? Si hubo dos, ¿quién
fue el del primer acto? ¿Quién fue Fernando de Rojas?
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Si bien la crítica del siglo XIX se inclinó rotundamente por la unidad del autor,
opinión consagrada por la autoridad de Menéndez y Pelayo, hoy los eruditos son
partidarios de los dos autores que las palabras de Rojas afirman. El primer acto
es, por lo tanto, anónimo. La atribución de su autoría a Cota o a Mena está hoy
generalmente descartada.
De FERNANDO DE ROJAS se puede afirmar que era bachiller en leyes. Nacido
en la Puebla de Montalbán (Toledo) hacia 1475, poseyó una importante
biblioteca. Estudió en la Universidad de Salamanca, donde la tradición clásica
siempre tuvo una enorme acogida. En 1517 se estableció en Talavera de la Reina
(Toledo), donde ejerció por breve tiempo el cargo de Alcalde Mayor. Era judío
converso. La ascendencia judía de Rojas está probada por el proceso contra
Álvaro de Montalbán; éste, acusado de judaizante nombró "por su letrado al
bachiller Fernando de Rojas, su yerno, vecino de Talavera, que es converso" ,
pero la Inquisición lo rechazó diciendo que no había lugar y le pidió que nombrara
a otra persona "syn sospecha" . Rojas otorgó testamento en Talavera el 3 de abril
de 1541 y debió de morir casi inmediatamente, ya que su mujer comienza el
inventario de sus bienes el día 8 del mismo mes. Fue enterrado en la "yglesia del
monesterio de la Madre de Dios" en Talavera, de cuya Congregación era
miembro. Sus restos fueron localizados en marzo de 1936 en la pequeña iglesia
de dicho monasterio, y exhumados en marzo de 1968.
Argumento
Calisto, un joven noble apuesto y de preclaro ingenio, penetra persiguiendo a
un halcón en la huerta donde se halla a Melibea, de quien queda profundamente
enamorado. Ante el rechazo de ésta y aconsejado por su criado Sempronio,
decide encomendar su cuidado a Celestina, para lograr por medio de ella el amor
de Melibea. La alcahueta consigue mediante artimañas que Melibea se enamore
de Calisto. Los criados de éste intentan explotar un beneficio propio la pasión de
su amo: que había prometido una cadena de oro a Celestina si lograba entre
todos enamorar a Melibea. Cuando esto sucede, los criados reclaman su parte y
ante la negativa de Celestina, la matan. Son apresados y ejecutados por la
justicia, de lo que Calisto tiene noticia al día siguiente. Concierta una entrevista
una entrevista nocturna con Melibea; sube por una escalera de cuerda y cuando
va a bajar para marcharse, se rompe la escalera y Calisto se mata. Ante la
muerte de su amado, Melibea sube a una torre y se arroja desde ella tras declarar
las causas del suicidio a su padre. Termina la obra con el llanto y unas reflexiones
morales de Pleberio, padre de Melibea.
Estructura
Lo sorprendente es que una historia en apariencia tan simple, que podría
haber sido la de una novela de serial, se convierta en argumento de una extensa
y trascendental obra. ¿Cómo ocurre esto? Aparte de otras razones, dos son las
que aquí se pueden señalar: por una parte, la acción se demora tranquilamente,
con lo que se consigue diseñar unos caracteres de gran fuerza y un ambiente que
es exacto reflejo de la vida misma; por otra, la trabazón de causas y
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consecuencias - fatales en definitiva - se entrecruzan como en la vida misma. Es
por lo tanto, la plasmación de esa vida y la intensidad humana de los personajes
lo que determina esa riqueza, profundidad y complejidad de la obra.
Atendiendo a la estructura argumental, debemos tener presente tres tipos de
factores.
Como señala el esquema, el motor de la acción es el amor o pasión. Pero
obsérvese que se trata del amor-trágico; y es que la estructura de La
Celestina está montada sobre el contraste de amor y muerte , maridaje
permanente en la literatura de todos los tiempos. El acto XII es fundamental. Es el
momento en que cambia el movimiento de la obra; el amor y la muerte se aúnan
aquí en un mismo acto, en síntesis estructural perfecta: el primer encuentro de
amor de Calisto y Melibea y la primera muerte, la de Celestina. Anteriormente se
ha visto una ascensión hacia el amor; desde ese momento, aparece la muerte
como protagonista de la caída en cascada.
Efectivamente, la primera parte, hasta el acto XII, presenta un ritmo
ascendente de acercamientos múltiples alrededor y en función del principal: el
encuentro de Calisto y Melibea. Hasta este momento, los acercamientos
interesados se van sucediendo con mayor o menor dificultad. Calisto ante los
impedimentos determinados por la ilegitimidad de su amor y las imposiciones
sociales se alía con Celestina por mediación de Sempronio. Pármeno, más
idealista y bienintencionado para con su amo, es, al principio, un impedimento
que hay que destruir. Las muchachas de Celestina, Elicia y Areusa,
desempeñarán un papel importante en la consecución de la necesaria asociación
de Celestina, Sempronio y Pármeno. Celestina se encuentra con una doble
misión: atraer como aliado a Pármeno, que la conoce bien y la desprecia, y, como
proyecto último conseguir la claudicación de Melibea, misión ardua no por el
modo de ser de Melibea sino principalmente por los comportamientos sociales
que se le imponen. La corrupción de Pármeno se consigue definitivamente en el
acto IX en el encuentro con Areusa; la atracción de Melibea, trabajosa y lenta,
culmina en el XII
La segunda parte, de línea descendente, se inicia también en el acto XII con el
asesinato de Celestina, a manos de Sempronio y Pármeno. La muerte, ya
anunciada varias veces en la primera parte, va a convertirse a partir de ahora en
motor de la acción. Tras la muerte de Celestina, Tristán y Sosia comunican el
ajusticiamiento de Sempronio y Pármeno en el acto XIII. En el XIX, única noche de
amor completo, muere Calisto. El XX, el suicidio de Melibea, último eslabón de la
cadena: Celestina, criados, Calisto, Melibea. Pero la muerte también está
presente también en otros actos; por ejemplo, en el XV, XVII y XVIII con los planes
de venganza de las muchachas de Celestina y, sobre todo, en el XXI, con el
planto de Pleberio, que cierra la obra confirmando el triunfo de la muerte sobre el
amor por la fuerza del destino.
PersonajesLa Celestina es una obra única en cuanto a la creación de caracteres. Aunque
Calisto y Melibea aparecen como protagonistas, es Celestina la que señorea la
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obra entera; éste es el hecho que justifica el cambio de título. Es, sin duda el
personaje mejor logrado y a la vez el más complejo de los personajes creados por
Rojas. Sobre este personaje se han cargado todos los calificativos imaginables,
hasta el demoníaco. Y Celestina no es un personaje demoníaco sino humano en el
sentido de que su existencia sólo es posible porque existe una sociedad urbana
que de alguna manera la necesita. Celestina es un personaje que vive del vicio y
de las bajas pasiones de los demás. Y todo esto lo aprovecha en beneficio propio.
Pero sin los vicios y miserias morales de la ciudad, Celestina no sería posible.
Lo que sí hace Celestina es servirse de todas las artes, desde la hechicería a
las ocasiones para lograr su propósito: dinero. Porque la gran pasión de Celestina
es la avaricia. La avaricia es la que la lleva a pervertir a los criados de Calisto: por
avaricia no se detiene ante nada ni le importan los medios. Sus conocimientos de
la naturaleza humana, el engaño, la falsedad, la pretendida compasión, el cinismo
y la ironía, la hechicería y sobre todo su inmensa experiencia, todo lo pone al
servicio de su gran pasión, que no es la lujuriar sino la avaricia.
Celestina ha pasado a la posteridad como la encarnación de la moral sin
escrúpulos, puramente utilitaria, para lo que todo es lícito si es en provecho
propio No repara en medios para lograr sus objetivos, y el proceso de perversión
a que somete a los criados de Calisto es algo cercano a lo demoníaco.
Importante también es señalar que Celestina ama su oficio y lo realiza con el
interés de un profesional, como otros realizan el suyo - según ella misma dice-. El
fundamento de dicho comportamiento lo constituyen dos aspectos: su filosofía
del amor y una definida actitud psicológica. Para ella, el amor es una fuente de
vida que la naturaleza proporciona y, por lo tanto, es bueno, obra de Dios;
además, en su vida ha sido ley y norte. Psicológicamente, ella goza al revivir,
realizando su oficio, el esplendor de su juventud - recuérdese la escena con
Areúsa.
Otro hecho que la define de algún modo es su importancia social como
alcahueta, hecho éste digno de tenerse en cuenta a la hora de ver La
Celestina como testimonio histórico social. En efecto, Celestina es reconocida, tal
como es, de una manera general. Pármeno, en la descripción que de ella hace,
dice que en todas partes está y todos la solicitan.
Calisto , mozo noble y de notable ingenio, no posee la firmeza y
determinación de Melibea. Es voluble, impresionable, fácil al desánimo y la
exaltación más apasionada. Los dos rasgos más sobresalientes de este nuevo
amador son por un lado, su total enamoramiento, es un poseso del amor, lo cual
le hace andar completamente abstraído, en ocasiones como un sonámbulo, y por
otro su egoísmo y su inseguridad.
El enamoramiento le lleva a las alabanzas más incontenibles, y a veces
sofisticadas, de Melibea. Cae así en los esquematismos del amor cortés y en las
exageraciones propias de los amantes, fruto no de la razón sino del corazón.
Encarna el amor ciego, la pasión desatada, pasión que le esclaviza hasta
convertirle en un personaje trágico.
32
Otro rasgo de este personaje es su inseguridad. Es tan inseguro, que llega
incluso a perder protagonismo a favor de Celestina y de sus criados, quienes de
esta manera se agigantan como personajes imprescindibles en la obra.
En cualquier caso, la pasión de Calisto le lleva a un profundo egoísmo que no
repara en dádivas ni en ofensas. A Celestina y a los criados se los gana mediante
riquezas y adulaciones, y, cuando le llega l noticia de que han muerto, su dolor
parece inicialmente sincero, pero enseguida se apresura a justificar su muerte.
A Calisto sólo le importa la consecución de sus deseos, por eso morirá víctima
de ellos.
El retrato que Calisto hace de Melibea podría hacernos pensar que estamos
ante un tipo de mujer estandarizada, con resabios de dama del amor cortés y con
rasgos de la nueva estética renacentista. Y efectivamente, nos hallamos ante un
retrato estereotipo, ante un ideal femenino de belleza que es común al final de la
Edad Media y a todo el Renacimiento. Un retrato que tiene más de ideal y de
sueño que de real.
Pero aunque el retrato físico de Melibea pertenece a un ideal de belleza propio
de una época, no así su personalidad. Melibea es ya profundamente individual;
sabe actuar de modo práctico y directo, buscando enérgicamente aquello que
anhela. Melibea no es la joven cuya voluntad aparece ligada a la de los padres.
No dudará en engañarlos, en fingir, en pasar ella sola a la acción para lograr sus
apetencias.
En este sentido, Melibea representa en la literatura española la primera gran
incorporación del individualismo de la persona defendido por el Renacimiento. El
proceso de su pasión está magníficamente expresado con verdadera intuición del
alma femenina: desde el rechazo inicial, al comienzo de la obra, hasta su entrega
apasionada a Calisto en el jardín de su casa, pasando por ese punto intermedio
de fingidas protestas y pretendidos rechazos.
Melibea enamorada ya no se detendrá ante nada. Pactará con la vieja,
engañará a su madre y se entregará a Calisto. Cede a su pasión: no le importan la
educación, el recuerdo de sus padres, ni tiene escrúpulos que la atormenten; es
una mujer enérgica, apasionada, e incluso arrogante porque lo exige su pasión.
Pero el azar, la fatalidad o el destino acabarán con cualquier tipo de
apasionamiento, como posteriormente en Romeo y Julieta o en Don Álvaro, el
duque de Rivas . Entra, por tanto en la concepción moderna de la mujer. En
posesión de una belleza idealizada, propia del Renacimiento afirma, sin embargo,
a lo largo de la obra su poderosa individualidad, su fuerza y su pasión.
No se puede olvidar a los padres de Melibea . Alisa y Pleberio, padres de
Melibea, tienen más importancia social que dramática. Son el reflejo de un
matrimonio burgués, orgulloso de su hija y confiado en su inocencia. Son dos
personajes sobre los que no pesa el convencionalismo. Pero su seguridad y
confianza en la hija facilitan los manejos de Celestina y, en definitiva, del
desenlaza trágico. Alisa aporta originalidad a la obra en cuanto a una casi total
ausencia de la madre en nuestro teatro posterior. Es autoritaria, pagada de su
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posición e ignorante en todo lo que se refiere a su hija. Pleberio es padre amoroso
y preocupado por la seguridad económica de su hija, de la que, en definitiva,
también lo desconoce todo. Por otra parte, Pleberio, con su retórico discurso, dará
el testimonio de la enseñanza final: su imprevisora paternidad permitirá que
Melibea caiga en las asechanzas del loco amor.
Los criados de Calisto y las pupilas de Celestina están trazadas con
innegable maestría y originalidad. Son personajes enteros y no simples y fieles
servidores. Pármeno, Sempronio, Elicia y Areúsa representan la incorporación al
teatro de toda un realidad social: el mundo bajo de los criados y las prostitutas,
propio del ambiente de la gran ciudad. Sus intereses y conflictos van parejos a los
de los personajes de alto rango. En la tragedia clásica sólo intervenían reyes,
héroes e, incluso, dioses; sin embargo, en la obra de Rojas las gentes del pueblo
entran a formar parte de la trama trágica, lo cual es una característica de la
comedia humanística. Fernando de Rojas ha sabido captar la crisis social del siglo
XV, señalando la situación socioeconómica del asalariado. El resultado ha sido
que, con una audacia literaria inesperada, ha hecho intervenir en u obra a los
criados y a las prostitutas como si se tratasen de personajes altos socialmente.
Cada uno de los personajes constituye un mundo con sus problemas,
preocupaciones y miserias, cosa que no se dio ni en el teatro anterior ni en el
inmediatamente posterior, en el que el criado no es más que un intérprete de la
voluntad del señor. En La Celestina , en cambio, los criados deciden, ponen
condiciones, exigen, y a la vez son pieza clave sin la cual es inconcebible la
marcha de la obra; hasta el punto de que, cuando Pármeno y Sempronio son
muertos aparecen suplidos inmediatamente por Sosia y Tristán. Los criados de La
Celestina tienen su pequeño drama íntimo y su gran pasión: el interés y la
avaricia. Todo cuanto hacen es arrastrados por el interés y el ansia de medrar.
Los criados de La Celestina son un reflejo de esa crisis social que vimos
anteriormente y que llevó al criado a cierto grado de rencor y desprecio hacia el
señor.
Género de La CelestinaAunque el carácter de obra dramática de La Celestina parece imponerse sin
dificultad debido a su estructura y a la total ausencia de parte narrativas, el
género literario a que pertenece ha sido objeto de diversas estimaciones,
basadas sobre todo en el hecho de su gran longitud - que la hace prácticamente
irrepresentable en su forma original - y de su peculiar utilización del tiempo, que
hace pensar en formas novelescas; de aquí los nombres de novela dramática o
de novela dialogada con que ha sido calificada en muchas ocasiones.
A pesar de lo dicho es innegable el carácter dramático de la obra. La
estructura es pues básicamente dramática, pero, de algún modo, rebasa los
moldes propios del drama.
Pero es que la Tragicomedia de Calisto y Melibea no fue escrita para ser
representada, sino para ser leída, característica que enlaza con comedia
humanística, género en que se inspira la obra de Fernando de Rojas. Este género
fue creado por Petrarca y se caracterizaba por el argumento simple pero de
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desarrollo largo y su interés por los sectores pobre de la sociedad. Otra
característica era el diálogo variado y que estaba escrito en latín
Intencionalidad y sentidoDice Fernando de Rojas en la "carta a un su amigo" que escribió la obra contra
los fuegos del amor, contra los lisonjeros y malos sirvientes y falsas mujeres
hechiceras. Estas mismas intenciones de moralidad vienen repetidas al final en
un poema que declara su intención. Estas manifestaciones expresas han sido
interpretadas como subterfugios que pretenden ocultar el contenido irreligioso,
pesimista y negativo de la obra. Ante estos supuestos indemostrables, ha habido
últimamente una reacción a favor de la sinceridad de Rojas. La autoridad de
Marcel Bataillon ha reavivado la interpretación de que La Celestina fue escrita
para que fuera leída y entendida como una moralidad. Lo que confunde la posible
evidencia de esta opinión, que parece imponerse por los mismos hechos, es la
inmensa riqueza de vida que la obra comporta, lo que posibilita la multiplicidad
de sentidos e interpretaciones. Si Rojas hubiera operado con símbolos -
personajes tipo - y esquemas, la enseñanza sería patente; pero esa misma
riqueza a la que me he referido dificulta la interpretación como ocurre con la vida
misma.
Lengua y estiloNo debemos olvidar que La Celestina llega en un momento de madurez y por
ello los diferentes movimientos culturales y literarios confluyen en ella
purificados. En efecto, en ella se aúnan, en equilibrio admirable, el mundo
medieval y el renacentista, por una parte y la tendencia culta y la popular, por
otra. Esto determinará en gran medida su lenguaje y estilo.
Se pueden distinguir, en efecto, un lenguaje culto y latinizante, cargado de
artificios, y un habla popular lleno de refranes y de expresiones vivaces. Sin
embargo, la separación no es nítida; el uso de los diferentes registros del
lenguaje no corresponde de forma absoluta a los estamentos sociales distintos -
señores y plebeyos. -, sino que se entrecruzan ambas tendencias, dependiendo
no sólo del emisor, sino también del interlocutor y del asunto tratado. No
obstante, hay que apreciar una clara tendencia a la diferenciación.
El estilo elevado, por su parte, presenta una cierta moderación, si bien
encontramos aún la frecuente colocación del verbo en el final de la frase,
consonancias, amplificaciones, latinismos léxicos y sintácticos como el uso
frecuente del infinitivo y el participio de presente. En cuanto a la crítica sobre el
exceso de erudición, hay que decir que la abundancia de sentencias y alusiones
históricas y mitológicas se interpretan hoy como una convención estilística
análoga al hecho de que en el Siglo de Oro todos los personajes hablasen en
verso.
También el lenguaje popular, tan rico en La Celestina , está sujeto a cierta
mesura; es prudente el uso de los modismos del hambre y prescinde de
dialectalismos y de formas de ambientación localista que le hubieran
proporcionado fáciles elementos de comicidad y colorismo. En cambio, es de
destacar la gran abundancia de refranes.
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Por último, en La Celestina la técnica del diálogo se manifiesta con suma
perfección, pudiéndose distinguir diferentes tipos según la intención del autor:
monólogos caracterizadores y ambientadores - importantísimos, ya que, al no
estar destinada la obra para la representación, sirven a su vez de acotaciones
dramáticas-, diálogos oratorios y diálogos breves de gran riqueza.
Influencia de La CelestinaLa influencia de La Celestina en la literatura posterior es amplísima. Desde el
principio fue objeto de continuaciones como la Segunda Celestina de Feliciano de
Silva. Su influencia fue grande en obras de Lope de Vega como La Dorotea y
El Anzuelo de Fenisa . También la tuvo presente el autor de La Lozana Andaluza y
el género de la novela picaresca. Fue traducida durante el siglo XVI al italiano,
alemán, francés y holandés.
Aunque se ha intentado en reiteradas ocasiones su adaptación a la escena
esto no ha tenido demasiado éxito, como la película de la Celestina rodada en
1996. El personaje de Celestina ha sido estudiado por Ramiro de Maeztu como
una de las constantes socio-literarias de la vida española, al lado de Don
Quijote y Don Juan . Un gran pintor, Picasso, nos ha dejado en su época azul el
retrato evocador de Celestina. El propio lenguaje ha dado entrada en el léxico a
términos como celestinar y celestinesco.
La figura de intermediario en las relaciones amorosas, universal y eterna, ha
quedado para siempre cristalizada en el personaje de Rojas.
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Siglo XVI - El Renacimiento, Don Quijote de la Mancha
Biblioteca Virtual: Poesías de Garcilaso, Fray Luis, San Juan, y edición digital de Don Quijote de la Mancha
El Renacimiento en España
Con el reinado de los Reyes Católicos (1479-1516) se abre una etapa decisiva para la historia de España en la que ocurren, entre otros hechos: final de la Reconquista con la toma de Granada en 1492; descubrimiento de América ese mismo año y comienzo de la expansión atlántica de Castilla, que llevará a la creación de un vasto imperio colonial; unidad política de la nación con la anexión de Navarra en 1512.
Características Generales del Renacimiento Aspectos sociales, económicos, religiosos, culturales,
ideológicos, políticos y filosóficos
Aspectos Políticos creación de un estado moderno unidad dinástica política expansionista de los RRCC centralización del poder España mantiene la hegemonía europea
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Aspectos Sociales y Económicos clases privilegiadas: nobleza y clero (pierden poder político) ascenso de la burguesía consolidación del mayorazgo aplicación y práctica del mercantilismo y el capitalismo
Aspectos Culturales influencia del arte italiano (Dante, Petrarca, Bocaccio) importancia de los mitos grecolatinos, poesía bucólica / pastoril (Garcilaso) nuevo concepto del amor
Aspectos Religiosos Reforma Luterana y Contrarreforma (Concilio de Trento) 1492: anexión de Granada y expulsión de los judíos sociedad teocéntrica y sociedad antropocéntrica
Aspectos Ideológicos humanismo resurgir de la cultura grecolatina tópico del Carpe Diem
Aspectos Filosóficos escepticismo: actitud crítica ante la realidad epicureismo: goce moderado de la vida estoicismo: exalta el dominio de las pasiones y elogia la serenidad espiritual platonismo: exalta la belleza de los seres materiales y de la naturaleza a los
que considera un reflejo de la belleza divina / absoluta (belleza ó amor) TEMAS FILOSOFÍA: amor platónico / a lo espiritual / locus amoenus (paraíso)
Contexto Histórico - El Renacimiento en España: Los Reyes Católicos, Carlos V, Felipe II
El Renacimiento es una época de importantes transformaciones en todos los
aspectos. La clave es el empleo de la razón como fuente del conocimiento, del
saber frente a los textos sagrados y la tradición medieval. En el aspecto religioso
surgen críticas que conllevan a que la religión católica entre en crisis. Finalmente
se llega a una ruptura de la que surge la reforma luterana y la creación de la
religión protestante y la reforma en el seno de la religión católica con la
Contrarreforma aprobada en el Consejo de Trento.
La ciencia evoluciona y se producen descubrimientos geográficos. Nuevos
territorios como América se descubren y se muestra un mayor aprecio hacia la
naturaleza.
En el campo de la filosofía se puede observar el cambio de la sociedad
teocéntrica medieval a una sociedad antropocéntrica. El individuo cobra además
conciencia de sí mismo.
En el aspecto económico aparece el primer capitalismo que basa en el
mercantilismo. Tiene como principales características el recurso al crédito, la
creación de la banca, la separación entre capital y trabajo, la agrupación de una
serie de comerciantes
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El nuevo modelo político consiste en la creación de un estado moderno,
expansivo territorialmente con un monarca absoluto y un estado poderoso
económica, política y militarmente.
El cambio en la sociedad renacentista radica en el ascenso de la burguesía, la
pérdida de poder político del alto clero y también de la nobleza que frente a la
nobleza guerrera medieval se convierte en una nobleza cortesana.
El Renacimiento en España
El Reinado de los Reyes Católicos
El matrimonio entre Fernando e Isabel tiene lugar en el año 1469. Fernando es
hijo del rey de Aragón e Isabel hermana del rey de Castilla, Enroque. Cuando este
muere en 1474 se plantea la cuestión sucesoria en Castilla. Al trono aspiran
Isabel y la hija del antiguo monarca Juana la Beltraneja, llamada así por ser
presunta hija bastarda de Juan de Beltrán. Se desata una guerra civil entre los
partidarios de Isabel y los de Juana y la gana Isabel. Fernando es coronado rey de
la Corona de Aragón en 1479.
El objetivo principal de los Reyes Católicos, título que les concede el papa, es
crear un estado moderno, lo cual incluye un estado expansivo territorialmente, un
monarca poderoso y un estado también poderoso económica, militar y
políticamente.
Para conseguirlo utilizan en primer lugar una expansión territorial vinculada a
la Corona de Castilla. El intento de unir ambas coronas, la de Aragón y la de
Castilla fracasa y cada uno es soberano de su particular reino. En Castilla Isabel
se preocupa de la política interna y Fernando de la política externa. Las
cuestiones judicial las tratan juntos.
Otro hecho perteneciente a la expansión territorial es la anexión de Granada
en 1492 tras 10 años de larga guerra. Para ello la Corona de Aragón presta
mucha ayuda material y la iniciativa y los soldados corresponden a Castilla. La
anexión a Castilla le proporciona medio millón de habitantes, mayores
conocimientos en las técnicas militares, prestigio en el exterior y una mayor
seguridad en el Mediterráneo. También el descubrimiento y la colonización de
América son muy importantes en el aspecto de la expansión territorial. En 1512
los Reyes Católicos se anexionan Navarra. Tras la muerte de Gastón de Foix se
plantea la cuestión sucesoria en este satélite francés. Fernando reclama los
derechos de su segunda mujer y envía un ejército castellano al mando del duque
de Alba a Navarra. Tras tres años de anexión a Aragón pasa a pertenecer a
Castilla Navarra. A parte de todos estos puntos Fernando lleva una política
matrimonial de sus hijos muy hábil en Europa con objeto de aislar a Francia.
El segundo medio que emplean los Reyes Católicos para crear un estado
moderno es la centralización del poder en torno a la corona de Castilla. Para ello
consigue dominar a la nobleza que se transforma de una aristocracia feudal en
cortesana. Pierde así su poder político aunque mantiene su poder económico y su
impacto social. Pasan a ocupar cargos en el ejército, la diplomacia y cargos
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públicos. También los reyes católicos tratan de dominar al clero regular (Órdenes
militares) y secular (arzobispos, cardenales). Pretenden así hacer frente al
feudalismo episcopal y frenar las intromisiones extranjeras (el vaticano elegía a
los religiosos).
Además los Reyes Católicos organizan su poder de la siguiente manera. Arriba
del todo se encuentra la corona. Por debajo de ella se encuentra un ejército
permanente al servicio de la corona, los consulados en diversos países que
mantenían al monarca informado de la situación en aquellos lugares y el consejo
real. Este se subdivide a su vez en una serie de consejos : Por una parte se
encuentra el Consejo de Aragón que trata las relaciones con esta corona aunque
sólo lo constituyen funcionarios castellanos. Oros consejos son el de Indias, el de
la Santa Hermandad, una policía de estado al servicio de la Corona, el consejo de
Hacienda que establecía impuestos ordinarios (aranceles, aduanas) y
extraordinarios - aprobados por las cortes. El consejo de la Inquisición era un
tribunal para cuestiones religiosas con jurisdicción en Castilla y Aragón y el
consejo de órdenes militares administraba las copiosas rentas de las órdenes
militares, de las cuales los Reyes Católicos habían asumido el maestrazgo. Por
debajo de estos consejos se encuentran las audiencias, tribunales de justicia
ubicados en Valladolid (incluye el País Vasco), en Granada y en Galicia. En un
escalón inferior se encuentran los municipios y los corregidores. Estos eran
funcionarios del estado con derecho a vetar las decisiones contra el rey
aprobadas en cada municipio.
La Unidad Religiosa la emplean los reyes católicos como política de estado. La
Inquisición se convierte así en un instrumento de gobierno. La Corona adquiere
jurisdicción sobre los herejes (no sobre los cardenales), puede hacer
nombramientos y confiscaciones. El Inquisidor real, nombrado por los Reyes
Católicos, es el más alto cargo de la corona. Esta unidad religiosa también se
plasma con la expulsión de los judíos, competidores para las comerciantes
indígenas y los terratenientes prestamistas aunque una importante fuente de
ingresos para el estado. Aunque los competidores de los judíos consiguen
expulsarles con el pretexto de herejía los monarcas les reemplazan por
competidores iguales desde el punto de vista de los antiguos competidores, pero
que no son un blanco tan fácil.
La política exterior de los Reyes Católicos tiene como objetivo principal la
hegemonía europea. Para ello quieren por una parte aislar a Francia con una serie
de acuerdos y alianzas que consiguen mediante su hábil política matrimonial -
con Inglaterra, Alemania, los Países Bajos y Portugal - y la diplomacia - con el
Vaticano, Venecia y el duque de Milán.
Además emplean con el fin de aislar a Francia en ciertas ocasiones la fuerza
como las guerras en Navarra e Italia.
La segunda forma de asegurar la hegemonía europea era la expansión
territorial. Esta se desarrolla en el Atlántico, vinculada a la corona de Castilla,
donde aparecen la empresa castellana descubridora y la colonizadora, y en el
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Mediterráneo, donde la Corona de Aragón comercia en el norte de África e Italia y
a su vez asegura la seguridad política y económica del Mediterráneo.
La administración política de las Américas es similar a la castellana. Dos
virreyes, el de Nueva España y el de Perú, son las más altas autoridades. Éstos
eran generalmente personas de confianza del rey, muchas veces familiares
directos. Por debajo de ellos se encuentran las Audiencias, órganos judiciales y de
gobierno que representan la verdadera osatura de la administración real en
América. De ellas dependen los municipios, la célula básica, en este caso no
corrompida como en Castilla.
La explotación de los territorios descubiertos corría a manos de la iniciativa
particular aunque la corona controlaba. Este control se ejercía por ejemplo con la
Casa de Contratación en Sevilla, que centralizaba todas las relaciones
comerciales con América.
En América se utilizan dos sistemas de explotación muy similares : la mita
para las minas y las encomiendas. En ambos sistemas un colono, premiado por
una prestación de servicios especial a la Corona, recibe un determinado territorio
y entre 40 y 150 indígenas. El rey le otorga el derecho de exigir la prestación
gratuita de trabajo de los indígenas y de que le obedezcan. Pero el colono
también tiene ciertas obligaciones como garantizar la supervivencia de los
indígenas suministrándoles comida y vestidura y catequizarlos y enseñarles el
Castellano.
La conquista de América supone la transferencia del sistema administrativo,
político y judicial castellano y el trasvase de costumbres, como la vivienda, la
tradición (folclor), la vestidura, la ganadería, vacuna y caballar, cultivos - la vid, el
café, la caña de azúcar, el olivo- , las grandes plantaciones, la gastronomía, la
lengua y la religión. Pero la colonización también tiene aspectos muy negativos
como el descenso de la población indígena y la consiguiente necesidad de
importar esclavos africanos. La muerte de tantos indígenas se puede deber en
parte a las epidemias, el alcoholismo, las duras condiciones de trabajo, factores
económicos y factores psíquicos.
El Reinado de Carlos I
El imperio universal de Carlos I abarca la Corona de Castilla con todos sus
dominios, la Corona de Aragón con todos sus dominios, Franco Condado, Flandes,
Austria con sus dominios y los derechos a ser coronado emperador del Sacro
Imperio. En 1517 es coronado rey de las Coronas de Castilla y Aragón y en 1519
obtiene el título de emperador.
En su política interna se le plantean diversos problemas. En la Corona de
Castilla pide el cobro de nuevos subsidios para la elección imperial y las Cortes le
imponen como condición que expulse a las autoridades extranjeras y permanezca
más tiempo en Castilla. El monarca tiene que partir rápidamente y las principales
ciudades se rebelan. Se forman las comunidades, gobiernos municipales
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extraordinarios. Carlos I toma ciertas medidas al respecto. Por una parte elimina
el cobro del subsidio y asocia al gobernador dos autoridades castellanas. También
crea un nuevo título nobiliario : grandes de España, para los nobles más
importantes (18). No obstante, no la guerra es inevitable. Lo que consigue es que
la alta nobleza y el alto clero se aparten de los comuneros. Éstos, la baja nobleza
y la burguesía quedan moralmente hundidos y sin los recursos materiales que les
hubiera proporcionado la alta nobleza. Finalmente Carlos I gana, se refuerza la
alianza entre la nobleza y la burguesía y las cortes quedan prácticamente
disueltas.
Otro problema que se le plantea al emperador es el de las germanías,
asociaciones de gremios. Los gremios valencianos estaban armados contra un
posible ataque turco. Durante aquella época había un brote de peste y la nobleza
había abandonado la ciudad y huido a núcleos urbanos menos poblados. Por este
motivo el pueblo aprovecha la ocasión para tomar cuentas contra la nobleza
opresora. Exigen representación ante el emperador y en el gobierno municipal.
Sin embargo, al final Carlos controla la situación.
En general cabe resaltar la incapacidad de Carlos al gobernar un imperio tan
grande de lograr la unidad entre sus súbditos. Esto se debía principalmente al
descontento general por los altos impuestos necesarios para la política imperial.
La política externa de Carlos I tiene como principal objetivo manifestar la
supremacía de la dignidad imperial frente a las monarquías nacionales. Además
pretende la unidad religiosa y pública en los estados componentes del imperio.
Hechos claves en su política externa son por ejemplo la lucha contra los
turcos. Estos avanzan en dos frentes : por Europa Central, donde Carlos se limita
a contener la oleada y en el Mediterráneo occidental, donde Carlos, ante el
ataque turco de posesiones españoles contraataca. Carlos mantiene una disputa
permanente con Francia por distintos territorios. Él reclamaba la Borgoña
francesa y Francisco I quería Navarra y Milán. La batalla determinante se desata
en Pavía. Allí cae prisionero el rey francés y Carlos le libera con la condición de
que le entregue la Borgoña y desista en su intento de conquistar Milán. Pero una
vez en Francia Francisco I no cumple lo dicho. Finalmente se firma un tratado, el
Tratado de Cambray en el que acuerdan que Borgoña pertenece a Francia y Milán
a Carlos.
El concilio de Trento llega demasiado tarde y Carlos emprende acciones
bélicas contra los protestantes alemanes. El ataque se centra sobre todo en la
zona de Sajonia. Inicialmente sale victorioso y los protestantes se disponen a
firmar la Dieta de Augsburgo. Pero en el último momento se alían con Francia y
luchan juntos contra la Corona española. En la paz de Augsburgo (1555) Carlos
firma la libertad religiosa en los estados componentes del Imperio.
El Reinado De Felipe II
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El imperio hispánico de Felipe II incluye la Corona de Castilla con todos sus
dominios y la Corona de Aragón con todos sus dominios. A lo largo de su reinado
consigue el reino de Portugal con todos sus dominios y colonias. También le
pertenecen Franco Condado y los Países Bajos.
Felipe II cede en su reinado la administración de la mayor parte del territorio
nacional al sector señorial que incluye los feudos señoriales y el sector municipal
que abarca las tierras de realengo (villas, ciudades), es decir, territorios que eran
originariamente del rey. Por contra se reserva el sector político. La política fiscal,
la diplomacia y el gobierno general del reino dependen directamente de él. Tiene
además una gran libertad de acción ya que las cortes estaban sumamente
debilitadas desde la época de Carlos I. Este sector político lo organiza empleando
una administración colegial, es decir unos consejos especializados de entre 10 y
15 letrados se encargan de examinar los problemas principales del reino. Al rey le
presentan una relación sumaria de sus conclusiones y éste las comenta y decide.
Este organización tan centralizada hace que en muchos casos pase mucho
tiempo desde que se origina el problema hasta que se soluciona. Al ser una
monarquía tan centralizada los partidos políticos se agrupan alrededor de los más
allegados al rey, es decir de los que tienen el favor regio con el fin de obtener
cargos y privilegios.
Durante su reinado hay dos importantes grupos de presión. El primero,
encabezado por el duque de Alba era muy intransigente y tradicional. Tenía
intereses comerciales en Inglaterra por lo que pretendía una guerra con los Países
Bajos pero la paz con los ingleses. No obstante, cuando el duque de Alba fracasa
en Flandes pierde el favor regio. Su gobierno es sometido a inspección y
finalmente es desterrado y destituido. El otro partido es más flexible y moderado.
Lo encabeza el príncipe de Éboli, un portugués, y tenía intereses comerciales en
Flandes (lana). Por este motivo apoyaba una solución pacífica al problema en
Flandes y quería una invasión de Inglaterra. En 1579 muere Éboli y su sustituto es
Antonio Pérez, que mantenía una relación íntima con la mujer de Éboli. Pérez
tiene una gran influencia inicialmente pero finalmente se excede al revelar y
comerciar con secretos de estado. Por este motivo huye, al ser de origen
aragonés, a Zaragoza, donde pide el asilo político. Los fueros, el límite de la
autoridad real en Aragón, se lo conceden, lo cual provoca la irritación del
monarca. Entonces acusa a Pérez de herejía y la Inquisición, el único órgano con
jurisdicción en ambas coronas, le hace prisionero. Sin embargo, se desata un
tumulto popular y Pérez escapa a Francia. Como castigo del gran desacato de la
autoridad real en Aragón, Felipe II envía un ejército a Aragón, pese a la
resistencia del justicia, Lanuza. Éste es ejecutado y Felipe II modifica la
administración foral. Desde este momento es él quien designa al justicia.
Los objetivos de Felipe II en su política externa son por una parte la unidad
religiosa pero también la hegemonía del Imperio Hispánico y mantener el
patrimonio heredado.
Se le plantean diversos problemas externos durante su reinado. En primer
lugar mantiene un enfrentamiento con Portugal al intentar hacer valer sus
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derechos a la corona portuguesa. Para ello desplaza un poderoso ejército a
Portugal y finalmente las cortes de Thomar le reconocen como futuro rey.
Como componente de la Liga Santa, formada por España, el Vaticano y
Venecia Felipe tiene que luchar contra los turcos en la batalla de Lepanto. Hasta
ese momento los turcos habían avanzado rápidamente tomando Túnez y
atacando la isla de Chipre perteneciente a Venecia. Además los moriscos
granadinos se había revelado.
En Flandes aparecen movimientos secesionistas a raíz de la incipiente
mentalidad nacionalista del Renacimiento. Los rebeldes pretenden formar una
nueva nación aunque inicialmente el duque de Alba, al mando de un poderoso
ejército, consigue derrotarles y restablece la soberanía española en los Países
Bajos. No obstante, los rebeldes obtienen apoyo de Inglaterra y consiguen
conquistar las provincias del Norte. Se forman ahora la unión de Arras, integrada
por las provincias del Sur, católicas, y la unión de Utrecht, formada por las
provincias del Norte, católicas.
Felipe II mantiene enfrentamientos constantes con Francia e Inglaterra.
Cuando en Francia se plantea la cuestión sucesoria, optan al trono Enrique IV,
calvinista, y la hija de Felipe II, Isabel Clara Eugenia. Es elegido Enrique IV debido
a la debilidad española claramente manifestada con el fracaso de la Armada
Invencible. Con Inglaterra Felipe II mantiene una mala relación. Esto se debe en
primer lugar a la diferencia en la religión, protestante en Inglaterra. A esto se le
debe añadir su mala relación con la reina de Inglaterra, Isabel I, y su irritación por
el apoyo inglés a los protestantes de Flandes y las depredaciones británicas en el
Imperio hispánico Por este motivo envía la Armada Invencible contra los ingleses,
aunque ésta fracasa.
Francia, Inglaterra y Holanda forman una poderosa coalición occidental con el
tratado de Greenwich. Juntas atacan Cádiz y Felipe II se ve obligado finalmente a
firmar la paz con Francia en Vervins y convertir Flandes en un régimen autónomo.
La literatura en el Siglo XVI: Prosa retórica ascetico-místicaEl Humanismo es una actitud del hombre del Renacimiento que se caracteriza por el estudio e imitación de los textos grecolatinos y supone el interés por todo lo que el hombre ha realizado y puede realizar de alto, profundo y hermoso.
Fray Luis de León
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Vida
Nacido en Belmonte, Cuenca en 1527. Ingresa en la orden de los agustinos de
Salamanca. En Salamanca estudió, y después llegó a ser profesor de Sagrada
Escritura. En 1572 fue acusado ante la Inquisición y encarcelado un tiempo por
postular la primacía, como profesor de exégesis de la Sagrada Escritura, de los
textos originales de la Biblia sin someterse a la «Vulgata» como pretendía la
Contrarreforma; esta acusación implicaba también una acusación de tipo
religioso, pues Fray Luis era de origen judío. También se le acusaba de traducir
el Cantar de los Cantares , algo prohibido tras el Concilio de Trento. Después de
un período de cinco años en la cárcel de la Inquisición en Valladolid, es absuelto
por el tribunal. Regresa a Salamanca donde seguirá enseñando en la universidad
hasta 1591, el año de su muerte.
Obra
Fray Luis era un gran conocedor de la teología, especialmente la bíblica, y
escribió varios comentarios en latín a diferentes libros de la Biblia. El
conocimiento que tenía de las lenguas bíblicas (griego y hebreo) le facilitó el
acceso a los textos originales. Junto a otros intelectuales, Fray Luis criticó las
traducciones latinas de la Biblia, que respetaban poco los textos de la versión
hebrea. Además de estas obras de carácter teológico escritas en latín, Fray Luis
de León escribió obras en prosa y verso en castellano.
Obra en prosa
- Cantar de los Cantares : una traducción del libro de la Biblia hecha a petición
de su prima, Isabel Osorio, una monja en el convento de Sancti Espiritus de
Salamanca. Se aparta de la interpretación propia de la época --diálogo entre
Cristo y la iglesia, o entre el alma y Dios--, y basándose en el texto hebreo lo
analiza como un diálogo de amor humano. En un principio mantuvo esta
traducción en secreto, pero uno de sus estudiantes la difundió. Una vez fuera de
la prisión, escribió un comentario en latín, la Explanatio in Cantica Canticorum ,
donde ofrece tres exégesis --interpretaciones-- diferentes para cada capítulo:
literal, mística y alegórica.
-La perfecta casada : dirigida a su sobrina Maria Varela Osorio con motivo de
su boda. Inspirado en elLibro de los proverbios (cap. XXXI), ofrece una reflexión
sobre las virtudes que han de adornar a la mujer casada. Esta obra fue
considerada el manual de perfección para la mujer cristiana.
-La exposición del libro de Job : traducción al castellano del texto hebreo. Su
preocupación por captar todos los matices del original le lleva a ofrecer la
traducción literal, un comentario en prosa y una paráfrasis en verso. El libro
intenta relacionar la experiencia de Job con la suya propia, a su paso por la cárcel
de la Inquisición.
- De los nombres de Cristo : El propósito del libro es la divulgación de la nueva
exégesis bíblica. Para ello utiliza la ficción literaria del diálogo. Tres monjes
agustinos, Marcelo, Sabino y Juliano participan en una conversación sobre los
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nombres que la Sagrada Escritura da a Cristo, y su significado. La obra presenta
la fusión de l exégesis bíblica clásica, el neoplatonismo renacentista, referencias
a la literatura clásica (Horacio y Virgilio), y la tradición de los Santos Padres.
Obra poética
Fray Luis de León no vio publicada su obra durante su vida, la primera edición que tenemos de su
obra es la que hizo Quevedo en 1631, cuarenta años después de la muerte de Fray Luis.
La poesía de Fray Luis presenta tres fuentes principales: la Biblia, el humanismo renacentista y el
clasicismo. Como catedrático de Sagrada Escritura, conoce la Biblia como mensaje revelado, de origen
divino, y como obra artística. De la Biblia proviene esa búsqueda de la paz y armonía interiores en
unión con la divinidad. Como hombre del Renacimiento, conoce los nuevos recursos formales de la
poética italiana dentro de la tradición de Petrarca, Bembo, Tasso. Fray Luis escogerá una de las
estrofas de aquella corriente poética -la lira- para expresar su pensamiento poético. Como humanista,
beberá en la tradición clásica en varias fuentes: el neoplatonismo y el estoicismo. Los autores clásicos
también le influirán, en especial Horacio, cuyas traducciones configuran la poética de sus poemas
originales. La obra más influyente de Horacio fue el Beatus ille (Feliz aquel).
En su afán por alcanzar la armonía y la paz interior, Fray Luis utiliza términos que funcionan en un
doble plano, denotativo (el significado real u objetivo de la palabra) y connotativo (el significado
figurado o subjetivo). Fray Luis toma también gran parte de su léxico de campos semánticos asociados
con la naturaleza: el mar, el viento, la noche, el aire, el monte.
Su oda más conocida es "Vida retirada," que parece evocar el Beatus ille horaciano. En la oda hay
un deseo de soledad y retiro para alejarse del negotium de la vida. Más que un alejamiento físico de los
asuntos temporales y materiales, Fray Luis busca la senda espiritual del misticismo.
Garcilaso de la Vega
Datos Biográficos:
Garcilaso de la Vega perteneció a una familia aristocrática y con formación
literaria y cortesana. Fue procurador de las cortes de Santiago. Cuando se
formo la rebelión de los comuneros, se unió a la corte, donde vivirá un clima de
erasmismo y humanismo renacentista; conoció allí a Juan Boscán y a D. Pedro
de Toledo. Participa en campañas guerreras emprendidas por Carlos I y en
1525 se casa con Elena de Zúñiga. En 1526 conoce a la inspiradora de gran
parte de su obra: Isabel Freire, pero esta se casa con otro por lo que Garcilaso
sufre un gran golpe. Por ello escribe su 1ª égloga Cántico de Salicio y
Nemoroso. Acompaño al emperador a su coronación en Bolonia en 1530
poniéndose en contacto con la poesía italiana. Encarnaba el ideal del perfecto
cortesano, ya que era hombre de armas y letras.
Obra
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No publicó ninguna obra en vida; toda su producción poética la recoge Juan
Boscán y la publica en 1542 junto con poemas suyos. En 1569 un librero
salmantino publica por separado la obra de Garcilaso. En 1574 "El Brocense"
publica una edición en la que añade composiciones no incluida en la de 1543 y
además se corrige el texto de acuerdo con un manuscrito perdido hoy; en una
serie de notas va indicando las fuentes clásicas e italianas consultadas por
Garcilaso. En 1577 revisa esta edición añadiendo algunas obras mas. En 1580,
en Sevilla, Fernando de Herrera publica otra edición comentada.
El hecho de que Garcilaso use fuentes clásicas, posee un gran valor, pues es
una forma de mostrar su sabiduría. Como señala Elías Rivers utiliza temas,
formas métricas, recursos y géneros existentes en la tradición literaria: se
observan modelos petrarquistas, influencia de los cancioneros italianos
(Ariosto, Sannazaro), de poetas latinos (Virgilio, Ovidio, Horacio). Toda esta
herencia se funde en la voz de Garcilaso en contenido y forma.
Agrupamos la obra de Garcilaso por géneros:
Cancionero petrarquista: formado por 40 sonetos y 5 canciones. Ensayos epistolares: 2 elegías en forma epistolar y la epístola a Juan Boscán. 3 églogas pastoriles.
En el Cancionero Petrarquista la canción 5a y última pertenecen a un genero
distinto : Oda a la flor de Gaido - oda de tipo horaciano - Aquí podemos
destacar la exploración de los estados del alma y el gusto por la naturaleza
(grandes temas desarrollados por Petrarca). Podemos destacar el soneto X y el
XXV que se consideran motivados por la muerte de Isabel Freire.
Miguel de Cervantes (1547-1616)
Cervantes, ilusión y desencanto
Cervantes nace en 1547 en Alcalá de Henares, de Rodrigo de Cervantes y
Leonor de Cortinas. Probablemente residió en diversas poblaciones de España
al tener que acompañar a su padre, que quería mejorar su profesión de
cirujano. Poco se sabe de sus estudios: sin embargo, hay que resaltar que, en
Madrid, fue discípulo del profesor de Gramática Juan López de Hoyos. Muy
joven, a los veintidós años forma parte del séquito del cardenal Guilio
Acquaviva. A su servicio recorre las principales ciudades de Italia y, en ellas,
goza intensamente del mundo renacentista, lo cual deja una profunda huella en
él.
Si toda obra artística es, de algún modo, una autobiografía, esto, tal vez, se
puede afirmar de la de Cervantes con mayor verdad.
Su juventud transcurre en el momento más alto del Imperio español; su
madurez presencia el derrumbamiento de su poderío. Efectivamente, nace en
la época de mayor esplendor político, cuando el emperador domina Europa y
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tiene en sus manos el florecimiento de los dominios de ultramar; su mocedad
vive este momento e incluso asiste personalmente al hito de Lepanto; su
madurez contempla la decadencia y es protagonista humilde, como recaudador
de impuestos, del símbolo del deterioro: La Armada Invencible.
Cervantes nace y se forma en pleno auge del Renacimiento y, por otra
parte, vive con intensidad los primeros del siglo XVII, en los que el humanismo
universal del Clasicismo da paso a la problematización y exhuberancia del
Barroco. Los mismos años de su producción literaria, 1585-1616, están a
caballo de este cambio. Cervantes sintetiza los aspectos literarios
fundamentales del Renacimiento y, al mismo tiempo, crea la obra más
representativa del Barroco.
Un somero análisis incluido en el prólogo de las Novelas Ejemplares ,
manifiesta esta doble tonalidad de su vida. Allí se intuye al hombre vivaz,
inteligente y satisfecho de heroicas hazañas de la primera época, frente al
hombre maduro y experimentador paciente de adversidades.
Es en Italia donde comienza su época heroica, llena de grandes esperanzas
e ideales, que se derrumbarán cuando era lógica su culminación. En efecto,
tras el heroísmo mostrado en diversas campañas, muy especialmente en la de
Lepanto, tras la azarosa cautividad de Argel, con varios intentos de huida y una
larga espera, se encuentra por fin en España, con la prosaica necesidad de
ganarse la vida malamente. Ni las cartas de recomendación de don Juan de
Austria, ni los cuatro intentos de huida, ni la propia y ajena testificación sobre
la valentía en la guerra y las penalidades en su cautiverio, ni los esfuerzos
personales y ajenos le han valido para que Madrid se interesara por su rescate.
Como el cargo de las Indias, insistentemente solicitado, no llega y ni las obras
mal vendidas ni la dote de su joven esposa le dan para malvivir, tiene que
aceptar el cargo de recaudador para proveer de trigo a la Armada Invencible. Si
en la victoria de Lepanto fue un héroe, a la destrucción de la Armada Invencible
contribuyó con su humilde cargo. Por fraude y por deudas le meten en prisión.
En resumen, Cervantes atesora una gran experiencia, rica en conocimientos
sobre gentes, lugares y situaciones, su vida y su obra reflejan el proceso de
maduración profunda, en todos los sentidos, de un hombre entregado a sus
ideales, primero militares y luego literarios, con ahínco admirables. La vida le
ofreció la cara adversa; pero este mismo hecho posibilitó la más grande obra
de nuestra literatura . El Quijote no se hubiera podido escribir en los años del
vivir gozoso y entusiasta, no tanto por falta de madurez literaria, sino por
carencia de madurez espiritual.
Muere el 22 de Abril de 1616, pobre, en Madrid.
Don Quijote - Informaciones generales sobre la obra
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Publicación de la Obra
La primera parte de la obra apareció en 1605, antes de la publicación de
las Novelas Ejemplares, con el título de El ingenioso hidalgo don Quijote de la
Mancha. El éxito fue inmediato; hubo varias ediciones en aquel año y los
siguientes. En 1615 apareció la segunda parte con el título de El ingenioso
caballero don Quijote de la Mancha . A partir de entonces, se ha convertido
probablemente en el libro más editado mundialmente, con lo que se confirman
las palabras proféticas de Cervantes: "y a mí se me trasluce que no ha de haber
nación ni lengua donde no se traduzca" .
Argumento
En Don Quijote de la Mancha se narra la historia de un hidalgo maduro que,
por la excesiva lectura de libros de caballería, se vuelve loco y concibe la idea de
hacerse caballero andante y así recrear la antigua caballería. Pertrechado de
armas y caballo, "Rocinante", y, desde la segunda salida acompañado por un
paisano llamado Sancho Panza, que le sirve de escudero, corre mil aventuras de
las que generalmente sale malparado. La tercera vez que vuelve, vencido por el
Caballero de la Blanca Luna, es ya para morir. En la primera parte se entrecruzan
con la línea argumental novelas cortas de diferentes tipos.
Estructura
Confluyen diversos aspectos en la estructuración de la novela:
En primer lugar las dos partes . Y esto, que podría haber sido una mera división externa, se convierte en auténtico hecho estructurador por las diferencias que se muestran entre una y otra. Especialmente importante, en este sentido, la que afecta al desarrollo de los personajes principales. En efecto, si bien hay una evolución continua a lo largo de toda la obra, la diferencia de su comportamiento entre la primera parte y la segunda es marcada. En la primera, don Quijote ve la realidad transformada por su imaginación caballeresca (donde hay molinos ve gigantes, por ejemplo); en la segunda, en cambio, la ve como es y son los demás personajes los que las convierten en aventuras caballerescas (como ocurre en el pasaje de los leones). Don Quijote, por tanto, se acerca cada vez más al mundo de la realidad. Por otra parte, Sancho, en la segunda parte, se ha acomodado mejor a su amo y participa más de su mundo, llegando a vivir la pura ilusión en la ínsula Barataria. Todo ello des emboca en el entrecruzamiento final del idealismo de don Quijote con el realismo de Sancho.
Aparte de esto se aprecian las tres salidas como otro elemento estructurador, el más generalmente tratado. La división de la obra en tres salidas permite ver claros paralelismos entre ellas, aunque su extensión es muy diferente: una preparación y salida, una serie de aventuras y vuelta.
Desde otra perspectiva, tal vez más de acuerdo con la verdad de la novela, cabe formular esta línea estructural, teniendo en cuenta no las salidas, sino las vueltas. Dicha formulación permite ver mejor el proceso evolutivo de don Quijote y Sancho en ese encuentro entre idealismo y realismo. En la primera vuelta , don Quijote regresa no sólo armado caballero sino también triunfante, desde su
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perspectiva, con su primera hazaña (la del muchacho vapuleado); y ni siquiera obsta su optimismo caballeresco el molimiento por parte de los mercaderes. En la segunda , ya su vuelta se realiza enjaulado y, pese al recurso del encantamiento, es una situación humillante que puede crear dudas en don Quijote: "Muchas y muy graves historias e yo leído de caballeros andante; pero jamás he leído ni visto, ni oído, que a los caballeros encantados los lleven desta manera y con el espacio que prometen estos perezosos animales" . En la tercera , se da el derrumbamiento total de Don Quijote y de su ideal caballeresco; tal es así, que vuelve para morir tras haber recuperado la razón. Si esta evolución de don Quijote la consideramos a la par que la de Sancho, de sentido contrario, estaremos probablemente en el auténtico meollo del asunto de la novela. Efectivamente, hay un progresivo acercamiento de las iniciales posturas contrapuestas de don Quijote y Sancho (idealismo - realismo) hacia un equilibrio e incluso entrecruzamiento final.
Por último, un elemento estructurador fundamental, olvidado con demasiada frecuencia, es el carácter paródico de la novela. La estructura de El Quijote parece ser la de una parodia de los libros de caballerías y, por ello, sigue sus esquemas: se apropia de la disposición general de dichos libros, de sus personajes, del encadenamiento de aventuras y de sus quimeras.
Génesis, elaboración y sentido
El propio Cervantes afirma: "pues no ha sido otro mi deseo que poner en
aborrecimiento de los hombres las fingidas y disparatadas historias de los libros
de caballerías, que por las de mi verdadero don Quijote van ya tropezando, y han
de caer del todo, sin duda alguna" . Y en efecto, lo que no habían conseguido los
más ceñudos moralistas lo consiguió Cervantes. Pero un análisis de la obra obliga
a rechazar que El Quijotesea solamente eso; El Quijote trasciende absolutamente
en esta sencilla intención.
No obstante, es muy posible que la primera idea de Cervantes fuera escribir
una breve novela, que estaría representada por los primeros capítulos, con la
única intención de parodiar dichos libros. Sólo después, viendo las inmensas
posibilidades que ofrecía su hallazgo, desarrollaría una más dilatada proyección
de su obra, con lo que consiguió la inabarcable profundidad humana.
Trascendencia humana de "El Quijote"
Tres razones nos obligan a contemplar El Quijote como una obra de
trascendencia humana inabarcable:
Por la jamás igualada sensación de vida verdadera, de realidad sucedida que
nos las figuras de "El Quijote" , como dice Alborg. En efecto, la novela entera y
cada una de sus frases y palabras son un caudal de vida que desborda.
Pero ni siquiera esto es lo fundamental. El libro en sí es la representación más
auténtica de la lucha de dos radicales y universales actitudes humanas: la
subjetividad frente a la objetividad, el idealismo frente al realismo. Y diríamos
más, no sólo son actitudes que se afincan cada una en individuos diferentes, sino
que, antes y primariamente, so dos tendencias profundas que, en lucha
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permanente, predominando una u otra según personas y momentos,
proporcionan a cada uno la desazón de la búsqueda de la verdad. Y es el hecho
de tratarse de actitudes humanas, como dice Alborg, lo que le da mayor hondura
universal que la de los grandes mitos de otras obras; éstas responden a una
pasión específica (amor, poder, etc.) encarnadas en héroes que, con toda su
trascendencia, son sólo porciones del espíritu humano. Sin embargo, lo que don
Quijote y Sancho simbolizan son dos modos de ser y dos tendencias de las que
ningún humano se escapa.
Por último, como también dice Alborg, "lo más grande de la creación
cervantina consiste en que esta prodigiosa universalidad de sus personajes se
funde estrechamente con aquella individuada y personalísima existencia" de
éstos. Don Quijote y Sancho no son símbolos que pretendan demostrar o mostrar
algo, como ocurre en mayor o menor medida, en otras obras también
importantes, sino personajes concretísimos que se van haciendo según van
viviendo literariamente (como sucede en la vida misma); de ahí que nos parezcan
personajes auténticamente históricos.
Técnica y estilo
Atendiendo sólo a aspectos generales y muy someramente, cabe señalar los
siguientes recursos estilísticos:
La parodia (imitación, generalmente burlesca, de una obra, género, autor,...
exagerando o ridiculizando sus rasgos más característicos) está presente, de
forma constante, en todo el libro. La misma concepción de la novela y, por tanto,
la estructuración de la mayoría de las aventuras es, como se ha dicho, una
parodia de los libros de caballerías. Pero ésta se manifiesta también
continuamente en recursos técnicos y estilísticos más concretos: en el recurso del
apócrifo, en el lenguaje altisonante y arcaizante, en el uso y abuso de la
hipérbole, etc.
La ironía , resultado en muchos casos de la parodia, es el recurso tal vez más
utilizado en El Quijote ; tan es así, que apenas hay frase que no lleve un doble
sentido. La vemos ya en el encabezamiento de los capítulos con sus títulos
hiperbólicos, en el desajuste constante entre actitudes y situaciones, en
muchísimas expresiones de don Quijote y Sancho, etc.
Tanto la parodia como la ironía son ríos que desembocan en el
inagotable humor del Quijote. Pero el humorismo sobrepasa dichos recursos: lo
encontramos también en los graciosísimos diálogos entre Sancho y don Quijote,
en la creación de nombres propios, en la invención de expresiones (como
"escuderil vápulo", "académico argamasillesco", médico insulano",
"gobernadoresco",...) en los trastrueques idiomáticos en la boca de Sancho, en
los juegos de palabras, etc. Aunque la verdad es que parodia, ironía y humor se
aúnan en una misma realidad literaria y no siempre admiten diferenciaciones
claras.
Cabe resaltar también como otra consecución técnico estilística del Quijote
la perfección del diálogo . Es, en primer lugar, el medio por el que los personajes,
51
sobre todo don Quijote y Sancho, descubren sus intimidades en un proceso
dialéctico que los define como seres independientes y vivos, a la vez que los
conforma progresivamente. Pero, además, es un elemento estructural de primera
magnitud que dinamiza la novela: las aventuras perderían gran parte de su valor
sin los diálogos precedentes y subsiguientes.
Excepcional recurso del Quijote es su perspectivismo . Se entiende por tal el
hecho de que la variedad de perspectivas que confluyen sobre una realidad son
las que se definen. En la novela, el juego de perspectivas es muy complicado. Por
una parte, está la combinación de los tres "autores": el narrador cristiano (que
no es el Cervantes real), el traductor aljamiado y el historiador moro (Cide
Hamete). El entrecruzamiento de las perspectivas de los tres enriquece la visión
de lo narrado. Por otra, está la multitud de visiones vertidas por los personajes,
con lo que se consigue ir definiendo una realidad indeterminada y huidiza. En
este aspecto, si es de destacar el continuo y primer diálogo entre don Quijote y
Sancho, no se puede olvidar el enriquecedor cúmulo de visiones de todos y cada
uno de los personajes de la novela. Este perspectivismo es el que permite a
Cervantes definir la verdad "cervantina", es decir, la ver dad "vital" o
"existencial".
Uno de los hechos que más llama la atención durante la lectura de El Quijote es el
grado de realismo y de vida independiente que Cervantes consigue plasmar
en sus personajes, muy en especial en don Quijote y Sancho. En efecto, en la
conciencia del lector de la obra y en la conciencia de la colectividad, se ha ido
conformando una sensación de personajes reales, escapados de la novela. Los
saberes y secretos técnicos con los que Cervantes ha conseguido esto son
numerosos y, en muchos casos, sutiles. Baste aquí para indicar algunos de los
más patentes: Las vacilaciones o equivocaciones, atribuidas en ocasiones a descuido, dan
un gran sentido de realidad : la variedad de nombres de don Quijote y la mujer de Sancho; el desconocimiento del lugar de nacimiento y ascendencia de don Quijote; las malas cuentas que hace del niño azotado, etc. En algunos casos la razón de ello está en la falta de documentos históricos (luego la historia no es una invención sino una realidad documentada); en otros, parece que la causa es que don Quijote, caballero de altos pensamientos, no puede entretenerse en bagatelas o cosas pragmáticas (realismo vital o existencial). El realismo nacido de la referencia a los documentos queda reforzado, además, por los frecuentes entredichos que el narrador" pone al historiador y al traductor.
La perfección del diálogo , verdadero encuentro del "yo" y del "tú" como en la vida, a la vez que conformador de la evolución de los personajes.
Es de especial interés, en este sentido el diálogo entre Sansón Carrasco y los protagonistas cuando aquél les comunica que ha leído su historia. El hecho de que don Quijote y Sancho enjuicien la verdad o perfección de la misma historia de sus vidas, les lanza fuera de la novela como personajes reales. En idéntica dirección están las consideraciones sobre el Quijote de Avellaneda y el hecho de que, a lo largo de la segunda parte, don Quijote se encuentra con personajes que ya han leído su historia y le reconocen sin necesidad de presentaciones.
Importante característica barroca de El Quijote es su dinamismo . éste afecta
tanto a la estructura como al estilo. En efecto, dinámico es el movimiento de los
personajes, la ininterrumpida sucesión de aventuras, el inagotable diálogo entre
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personajes, la técnica narrativa de capítulos abiertos y de la anticipación y el
rápido ritmo de la sintaxis.
Por último es necesario mencionar la perfección y riqueza lingüísticas . Un dato
nos puede llevar a intuir hasta qué punto esto es cierto en todos los aspectos: el
número de palabras distintas usadas en la novela es de más de doce mil - hoy,
una persona culta conoce seis o siete mil.
El Nacimiento de la novela
Novela sentimental
“La cárcel del amor”, Diego de Sampedroel amado no ve correspondido su amor
Novela caballeresca
Reflejo de una realidad; protagonista: ser humano que goza de gran popularidad. Reúne muchos elementos de la biografía de personajes del siglo XV“Tirante el Blanco”, Martorell
Libros de caballería Modelo un ser literario
“Amadís de Gaula”
Novela bizantina
Llenas de imaginación, intrigas y sentimientos; relatos de viajeModelo: novela griega“Libro de Apolonio”, “Persiles”
Novela pastoril
Paisajes idílicos; los pastores, llenos de emoción exponen sus amores, penas,...Elementos mitológicos“Los siete libros de la Diana”, “La Galatea”
Novela morisca
Basada en romances fronterizos: contenido: pugna cristianos – morosmoro enamorado cristiana
Novela picaresca
Personajes marginales; prot.: pícaro, un antihéroe, crítica social, no aparece el tema del amor
Novela corta y cuentos
Se imita el estilo de Bocaccio (“El Decamerón”) “El Patrañuelo”, “Novelas Ejemplares”
Don Quijote - Análisis de la Obra
Las aventuras que aparecen en el Quijote se pueden clasificar en tres
tipos: aventuras andantes o caballerescas, aventuras de villanos y aventuras
fingidas.
I.- Aventuras andantes o caballerescas:
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Las aventuras andantes son producto del azar y surgen cuando don Quijote
va de camino. En ellas, el caballero, víctima de su locura, interpreta
equivocadamente la realidad.
Estructura
1. presencia de un estímulo externo (luces, molino)
2. asimilación de la realidad objetiva y de la realidad caballeresca (imagina que
eso ha ocurrido en un libro) - narrador lo describe
3. descripción de la realidad subjetiva (molino-gigante) - don Quijote habla
4. advertencias de Sancho Panza
5. reto o desafío de Don Quijote
6. cólera de don Quijote (la actitud de los antagonistas le enfada)
7. invocación a Dulcinea
8. obligación de presentarse el vencido ante Dulcinea del Toboso
9. intervención de los encantadores (cuando es derrotado)
Función de las aventuras andantes:
De los puntos descritos los cuatro primeros sirven esencialmente para
caracterizar, aunque de forma superficial, al caballero y su escudero. Los cinco
restantes tienen la función de parodiar los libros de caballerías.
Dos aspectos fundamentales de este tipo de aventuras son el punto dos - la
falsa interpretación de la realidad - y el punto 5 - el reto o desafío que pone de
manifiesto que la iniciativa de la batalla corresponde a Don Quijote.
II.- Aventuras de villanos:
En estos episodios don Quijote y Sancho se ven envueltos en peleas sin que
haya un desafío previo. Son también los episodios en que suelen salir
apaleados. Pueden ser provocadas, a veces enfrentamientos multitudinarios.
Este tipo de "molimientos" se basa en la negación del modelo de la aventura
caballeresca, porque ni luchan con armas - sólo hay puños y golpes -, ni
intervienen caballeros, sino villanos. Cervantes se sirve de este tipo de
aventuras para parodiar de forma cómica los libros de caballerías.
Ejemplos: Yangüeses, Maritornes, el manteamiento de Sancho
III.- Aventuras fingidas:
Las aventuras fingidas representan la inversión de las aventuras andantes.
Son situaciones causadas (preparadas por otros personajes). La realidad
externa es deformada por terceros para adecuarla a la realidad caballeresca de
Don Quijote.
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Estructura:
1. Terceros personajes fingen aventuras con ánimo de ayudar a don Quijote /
Terceros personajes quieren divertirse a su costa
2. El fingimiento se apoya: en una apelación a la fama de don Quijote en un desafío formulado por una personaje que actúa bajo falsa personalidad se le pide al caballero que actúe / ayude se altera la escena de la realidad
3. Don Quijote finalmente acepta la apariencia de la realidad del fingimiento y actúa
en consecuencia
En este tipo de aventuras los que fingen quedan en ridículo y no los
personajes.
Ejemplos: La aventura de Micomicona, El enjaulamiento de Don Quijote, El
Caballero del Bosque / de los Espejos, El Caballero de la Blanca Luna
El lenguaje en el Quijote: los registros idiomáticos
El presente trabajo tiene por objeto analizar el uso del los registros
idiomáticos en el "Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha" . Hay que
destacar tres estilos principales a lo largo de la obra:
I.- El registro caballeresco:
Cervantes emplea este registro con la función principal de parodiar el
lenguaje empleado por los caballeros en los libros de caballerías. Por este
motivo se tiende a la exageración en el uso del mismo.
Es el registro del que se sirve sobre todo Don Quijote
II.- El registro vulgar o coloquial
Por contraposición a Don Quijote, el protagonista que más recurre al registro
coloquial o vulgar es su escudero Sancho. El lenguaje empleado por éste se
caracteriza por el empleo repetido de refranes, sobre todo en capítulos
avanzados. Además recurre a menudo a elipsis y apóstrofes.
En cualquier caso, hay que destacar la paulatina "quijotización" del registro de
Sancho a lo largo de la obra.
III.- El registro culto
El registro culto es el que emplea Don Quijote en sus discursos. Su función
ya no es la de parodiar los libros de caballerías y resalta la cordura de Don
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Quijote y su razonamiento normal cuando no está tratando con nada
relacionado con el mundo de los caballeros andantes.
El lenguaje en el Quijote: los diálogos en el Quijote
Los diálogos en el Quijote de pueden clasificar desde distintos puntos de
vista:
I.- En cuanto a los personajes
En cuanto a los personajes, destaca por su importancia el diálogo
central entre don Quijote y Sancho, que forma el eje argumental de la novela.
Su característica fundamental es la naturalidad, la serenidad de tono, el
lenguaje fluido y el estilo coloquial.
Este diálogo entre don Quijote y Sancho cumple varias funciones dentro de
la obra. En primer lugar desempeña una clara función narrativa, pues sustituye
al narrador en muchas descripciones y en el desarrollo del argumento. También
sirve a los protagonistas para intercambiar opiniones (sobre todo acerca de los
que atañe a la caballería andante) y para hacer comentarios acerca de otros
sucesos. Además es un importante instrumento para la caracterización de los
personajes (por autodefinición, por los comentarios que hacen acerca de otros
sucesos, por lo que dicen el uno del otro) y también informa acerca de la
evolución psicológica de los mismos (lenta metamorfosis de "loco" en "cuerdo"
y de "sandio" en "discreto"). Tampoco se puede olvidar la importancia del
diálogo central como elemento estructurador de la novela (las aventuras
perderían gran parte de su valor sin los diálogos precedentes y subsiguientes).
Finalmente, todos ellos tienen un claro valor humorístico, que recae
fundamentalmente sobre el personaje de Sancho.
El resto de los diálogos entre terceros personajes, sobre todo en ausencia de
don Quijote y Sancho, son menos importantes y suele tener una función
puntual en el desarrollo de la obra.
II.- En cuanto al tema
En cuanto al tema, los que más abundan son los diálogos de tipo
caballeresco . Los hay de dos tipos: Don Quijote alecciona a Sancho en estilo coloquial acerca de todo lo relativo a la
caballería andante. Como Sancho lo desconoce todo, al principio acepta las explicaciones de su amo. Pero con el paso del tiempo chocan cada vez más ambos puntos de vista. Don Quijote representa la perspectiva ideal-caballeresca y Sancho una perspectiva basada en el conocimiento y observación de la realidad y en su experiencia. La parodia surge de presentar fuera de contexto los
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elementos relativos a los caballeros y degradar el paradigma caballeresco refieriéndolo a la vida cotidiana.
Se crean situaciones análogas a las de los libros de caballerías y se habla como en ellos. Se imita tanto el contenido como el estilo de los libros de caballerías. En este punto radica la parodia. A partir de los tópicos caballerescos se crean situaciones paródicas. Se utiliza un lenguaje grandilocuente y altisonante, que es utilizado por don Quijote en las aventuras andantes y por otros personajes en las aventuras fingidas.
Siguiendo con la clasificación temática, encontramos también
unos diálogos, en los que don Quijote u otros personajes ofrecen su visión del
mundo sobre temas de alcance social, de contenido literario, político. Estos
diálogos no aportan nada a la progresión argumental de la obra.
El narrador
La multiplicidad de narradores en el Quijote confiere a la obra un mayor
perspectivismo y facilita el conocimiento de los pensamientos de los
personajes. En el Quijote intervienen como narradores:
Cide Hamete Benengeli El traductor morisco El autor implícito Los propios personajes como narradores de sus historias
El autor implícito no es omnisciente ya que sólo conoce lo que se encuentra
en el manuscrito de Cide Hamete Benengeli. Pese a su aparente objetividad,
valora subjetivamente la acción e incluso interviene como personaje cuando,
después de la aventura del vizcaíno cuenta una historia propia, que nada tiene
que ver con la historia de Don Quijote.
A la hora de caracterizar al narrador en un determinado fragmento de la
obra será de sumo interés analizar el uso de los tiempos verbales. Mientras que
el pretérito perfecto simple es la forma por excelencia utilizada en la narración,
el pretérito imperfecto se suele utilizar en la descripción. Por otra parte, el
presente es la forma utilizada ordinariamente en los diálogos.
En general se distinguen cuatro tipos de narradores:
narrador omnisciente en tercera persona narrador testigo (puede no participar o participar de forma secundaria) narrador protagonista en primera persona narrador en primera persona (aunque este un caso bastante infrecuente)
Estructura externa de la obra. Parte (1-1605): Prólogo + dedicatoria
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1ª parte (cap. I-V):o tiempo previo a la 1ª salidao salida (solo)o primer regreso (vuelve engañado)
2ª parte (cap. VI-LII)o tiempo previo a la 2ª salidao salida (con Sancho Panza)o segundo regreso (vuelve encantado)
2. Parte (1615-...) Prólogo + dedicatoria Capítulos I - LXXIV
o Tiempo previo a la 3ª salidao Tercera salida (con Sancho Panza)o Regreso y muerte
Epitafio (texto redactado a la muerte de una persona) Despedida del autor.
El Siglo XVII - El Barroco y el Siglo de Oro
El Barroco
El siglo XVII y el auge de las premisas barrocas coincidieron en España con un brillante y fecundo período literario denominado el Siglo de Oro.
Características Generales Contexto Histórico del Barroco La decadencia política y militar
El siglo XVII fue para España un período de grave crisis política, militar,
económica y social que terminó por convertir el Imperio Español en una potencia
de segundo rango dentro de Europa. Los llamados Austrias menores -Felipe III,
Felipe IV y Carlos II- dejaron el gobierno de la nación en manos de ministros de
confianza o validos entre los que destacaron el duque de Lerma y el conde-duque
de Olivares. En política exterior, el duque de Lerma, valido de Felipe III, adoptó
una política pacifista y logró acabar con todos los conflictos heredados del
reinado de Felipe II. Por el contrario, el conde-duque de Olivares, valido de Felipe
VI, involucró de lleno a España en la guerra de los Treinta Años, en la que España
sufrió graves derrotas militares.
Durante la segunda mitad del siglo, Francia aprovechó la debilidad militar
española y ejerció una continua presión expansionista sobre los territorios
europeos regidos por Carlos II. Como consecuencia de esta presión, la Corona
española perdió buena parte de sus posesiones en Europa, de modo que a
principios del siglo XVIII el Imperio español en Europa estaba totalmente
liquidado.
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En política interior, la crisis no fue menos importante. El duque de Lerma
procedió a la expulsión de los moriscos (1609), con lo que se arruinaron las
tierras de regadío del litoral levantino, y permitió la generalización de la
corrupción administrativa. Posteriormente, la política centralista del conde-duque
de Olivares provocó numerosas sublevaciones en Cataluña, Portugal, Andalucía,
Nápoles y Sicilia. La rebelión catalana fue sofocada el año 1652, mientras que la
sublevación portuguesa desembocó en la independencia de ese país (1668).
La crisis social y económica
En el siglo XVII, España sufrió una grave crisis demográfica, consecuencia de la
expulsión de casi 300.000 moriscos y de la mortalidad provocada por las
continuas guerras, el hambre y la peste. La sociedad española del siglo XVII era
una sociedad escindida: la nobleza y el clero conservaron tierras y privilegios,
mientras que los campesinos sufrieron en todo su rigor la crisis económica. La
miseria en el campo arrastró a muchos campesinos hacia las ciudades, donde
esperaban mejorar su calidad de vida; pero en las ciudades se vieron abarcados
al ejercicio de la mendicidad cuando no directamente a la delincuencia.
Por otra parte, la jerarquización y el conservadurismo social dificultaban el
paso de un estamento a otro y sólo algunos burgueses lograron acceder a la
nobleza. La única posibilidad que se ofrecía al estado llano para obtener los
beneficios que la sociedad estamental concedía a los estamentos privilegiados
era pasar a engrosar las filas del clero. Este hecho, unido al clima de fervor
religioso, trajo como consecuencia que durante el siglo XVII se duplicara el
número de eclesiásticos en España.
Contexto Cultural del Barroco
La fundamentación del racionalismo
El pensamiento racionalista tuvo en el siglo XVII algunas de sus figuras más
destacadas: Descartes, Leibniz , Spinoza... Todos ellos relegaron la posibilidad de
un saber revelado y defendieron que la razón es la principal fuente de
conocimiento humano. De este modo sentaron las bases del racionalismo.
Quienes más influyeron en el pensamiento posterior fueron el físico italiano
Galileo Galilei y el matemático francés René Descartes.
Galileo Galilei fue uno de los fundadores del método experimental. A partir de
sus observaciones, enunció las leyes de caída de los cuerpos y refrendó la teoría
heliocéntrica de Copérnico. Debido a sus conclusiones, Galileo fue sometido a un
humillante proceso inquisitorial, en el que se le obligó a abjurar de sus
argumentos sobre el desplazamiento de la Tierra alrededor del Sol.
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René Descartes fundamentó el racionalismo filosófico y científico. Partiendo de
la crítica de los sentidos como forma de conocimiento ha de fundamentarse en la
intuición de principios incuestionables; desde ese momento, la razón elabora
construcciones cada vez más abstractas, siguiendo un método deductivo.
En España, la influencia del racionalismo apenas se dejó sentir. En su lugar, se
registra una actitud de escepticismo hacia la naturaleza humana, escepticismo
que conduce a una visión pesimista del mundo radicalmente opuesta al
optimismo renacentista. Un buen ejemplo de esta actitud lo encontramos en
Baltasar Gracián, para quien las únicas armas de que se dispone para combatir el
estado de crisis y ruina de la sociedad son el individualismo y la desconfianza
hacia los demás.
El Barroco: aspectos sociales, políticos y económicos característicos
El Barroco es una época contrapuesta al Renacimiento que destaca por un
siempre presente sentimiento de desconfianza, pesimismo y desengaño. Estas
son algunos aspectos de esta época en materia social, cultural, artística y
literaria:
Aspectos Políticos: Felipe II, Felipe III, Felipe IV, Carlos II
Despreocupación y debilidad de los monarcas y dirección de la nación por ineficaces validos
Corrupción Bancarrota del estado
Aspectos Sociales
Caída demográfica: guerras, hambre, migraciones a la periferia y América Estructura social: nobleza privilegiada pero inoperante
(concentra la riqueza pero no la invierte en industria) La burguesía no tiene suficiente dinero para crear industria Empobrecimiento general y fuertes subidas de impuestos
=> contraste de la gran pobreza del pueblo con el lujo en la corte
Aspectos Económicos
Contraste pobre <=> rico Reducción de los beneficios de las colonias Escasez de mano de obra Aumento de la mendicidad (pícaros, vagabundos, ladrones, ...)
=> Pesimismo, escepticismo y desengaño
=> Para superar este sufrimiento: gran deseo de goce / idealización de la vida /
tendencia a la exageración / búsqueda de la perfección y el retorcimiento /
contrastes (técnica del claro-oscuro)
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Renacimiento: HUMANISMO IDEALIZADO
Barroco: HUMANISMO VITALISTA (individualidad e historicidad de los hombres
en primer plano)
Literatura Barroca
Estéticamente, el Barroco se caracterizó, en líneas generales, por la complicación de las formas y el predominio del ingenio y el arte sobre la armonía de la naturaleza, que constituía el ideal renacentista.
La Literatura en el Barroco Barroco Literario en España
El siglo XVII y el auge de las premisas barrocas coincidieron en
España con un brillante y fecundo período literario que dio en
llamarse Siglo de Oro. Estéticamente, el barroco se caracterizó, en
líneas generales, por la complicación de las formas y el predominio
del ingenio y el arte sobre la armonía de la naturaleza, que constituía
el ideal renacentista.
Entre los rasgos más significativos del barroco literario español resulta
relevante la contraposición entre dos tendencias denominadas
conceptismo y culteranismo, cuyos máximos representantes fueron,
respectivamente, Francisco de Quevedo y Luís de Góngora. Los
conceptistas se preocupaban esencialmente por la comprensión del
pensamiento en mínimos términos conceptuales a través de
contrastes, elipsis y otras y otras figuras literarias. Por el contrario, los
culteranos buscaban la delectación de una minoría culta mediante el
recurso a metáforas, giros e hipérboles, con modificación de las
estructuras fraseológicas, en busca del máximo preciosismo.
Característica del barroco hispánico fue también la contraposición
entre realismo e idealismo, que alcanzó su máxima expresión en la
que estaría llamada a convertirse en una de las cumbres de la
literatura universal, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
(primera parte, 1605; segunda, 1615), de Miguel de Cervantes.
En toda la obra poética de la Góngora, figura destacada del
culteranismo, se halló presente el brillante estilo que lo hizo famoso,
cargado de neologismos y complicadas metáforas. Más sencillo en su
primera etapa, a partir de los poemas mayores -Fábula de Polifemo y
Galatea (1612) y Soledades (1613)- se acentuaron sus artificios y el
carácter culto y minoritario de su poesía. Fue ensalzado por unos y
ferozmente atacado por otros en su época. Entre los más
sobresalientes seguidores de Góngora se cuentan Juan de Tassis y
Peralta, conde de Villamediana, autor del poema mitológico La gloria
de Niquea (1622), y Pedro Soto de Rojas. Como el de Góngora, el estilo de Quevedo es estructuralmente
complejo, aunque utilizó siempre un lenguaje llano y no vaciló en
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ocasiones en recurrir a un tono procaz y brutal. Los temas que lo
inspiraron fueron muy variados: morales, satíricos, religiosos, de
amor, etc., y en el desarrollo de todos ellos subyace una concepción
angustiada de la condición humana, común a obras tales como la
novela picaresca titulada La vida del Buscón, llamado don Pablos
(1626), o la alegoría Sueños (1627).
En esta época se distinguió además una línea clasicista diferenciada
en dos corrientes básicas: la escuela sevillana, en la que destacó
Rodrigo Caro, y la escuela aragonesa, cuyos representantes de mayor
entidad fueron los hermanos Bartolomé Leonardo y Lupercio Leonardo
de Argen sola, cultivadores de una lírica doctrinal y moralizante.
En el ámbito de la prosa narrativa del período barroco halló su marco
la figura de Miguel de Cervantes Saavedra, autor también de poemas
y comedias, que ha sido considerado unánimemente como la gran
figura a lo largo de la gestación y la evolución de las letras españolas.
En el Quijote, Cervantes creó el prototipo a partir del cual nacería al
novela moderna. Concebida en principio para satirizar las novelas de
caballerías, los dos protagonistas de la obra, don Quijote y Sancho,
han perdurado como símbolos de dos visiones enfrentadas del
mundo: la idealista y la realista.
Otras obras relevantes de Cervantes, siempre ensombrecidas por la
universal dimensión del Quijote, fueron las Novelas ejemplares (1613)
y Los trabajos de Persiles y Segismunda, novela publicada
póstumamente en 1617.
Literatura Barroca: ideal artístico, conceptismo y culteranismo, arte teatral
El ideal artístico del Barroco
Frente al clasicismo renacentista, el Barroco valoró la libertad absoluta para
crear y distorsionar las formas, la condensación conceptual y la complejidad en
la expresión. Todo ello tenía como finalidad asombrar o maravillar al lector.
Dos corrientes estilísticas ejemplifican estos caracteres: el conceptismo y el
culteranismo. Ambas son, en realidad, dos facetas de estilo barroco que
comparten un mismo propósito: crear complicación y artificio.
Conceptismo y Culteranismo
El conceptismo
El conceptismo incide, sobre todo, en el plano del pensamiento. Su teórico y
definidor fue Gracián, quien en agudeza y arte de ingenio definió el concepto
como "aquel acto del entendimiento, que exprime las correspondencias que se
hallan entre los objetos". Para conseguir este fin, los autores conceptistas se
valieron de recursos retóricos, tales como la paradoja, la antítesis, la
paronomasia, la metáfora o la elipsis. También emplearon con frecuencia la
62
dilogía, recurso que consiste en emplear un significante con dos posibles
significados, y la polisemia.
Su representante principal fue Francisco Quevedo.
El culteranismo
El culteranismo, cuyo principal exponente fue Góngora, se preocupa, sobre
todo, por la expresión y la búsqueda de la brillantez formal. Sus caracteres más
sobresalientes son la latinización del lenguaje y el empleo intensivo de
metáforas e imágenes.
La latinización del lenguaje se logra fundamentalmente mediante el uso
intensivo del hipérbaton y el gusto por las oraciones largas y por incluir
cultismos y neologismos, como por ejemplo, fulgor, candor, armonía, palestra.
La metáfora es la base de la poesía culterana. El encadenamiento de
metáforas o series de imágenes tiene el objetivo de huir de la realidad
cotidiana para instalarnos en el universo artificial e idealizado de la poesía.
Destaca además el empleo de un estilo oscuro y difícil presidido por una
acumulación e intensificación de recursos. Son frecuentes además las alusiones
mitológicas.
Un arte teatral
El barroco artístico contrasta abiertamente con el ideal de armonía,
proporción y medida que propugnó el Renacimiento. Las principales
características del arte barroco son:
Dinamismo. El artista barroco desea crear sensación constante de movimiento. Frente al predominio de las líneas rectas en el arte renacentista, el Barroco se vale, sobre todo, de la línea curva.
Teatralidad. El artista intenta conmocionar emotivamente al espectador y para ello recurre a procedimientos hiperrealistas. Esta intencionalidad se aprecia, por ejemplo, en la representación de Cristos yacentes y en toda la imaginería sacra.
Decorativismo y suntuosidad. El artista del Barroco atiende por igual a lo esencial y a lo accidental. De ahí su minuciosidad en la composición de pequeños detalles y su gusto por la ornamentación.
Contraste. El artista barroco se manifiesta contrario al equilibrio y a la uniformidad renacentistas. Su ideal es acoger en una misma composición visiones distintas, y hasta antagónicas, de un mismo tema. En los cuadros de asunto mitológico, por ejemplo, los dioses aparecen mezclados con personajes del pueblo.
La poesía en el Siglo de Oro
Las corrientes principales de la poesía del siglo XVII se pueden enmarcar en el culteranismo y el conceptismo que surgen de la necesidad de algunos poetas por innovar y renovar el lenguaje poético culto del Renacimiento.
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La poesía en el Siglo de Oro La poesía en el siglo XVII
corrientes principales de la poesía del siglo XVII se pueden enmarcar en el
culteranismo y el conceptismo. Ambas surgen de la necesidad de algunos poetas
por innovar y renovar el lenguaje poético culto del Renacimiento. Esta renovación
se dio por dos vías que, en principio, parecen opuestas, y que causó
enfrentamiento entre ellas. Mientras que el culteranismo se fijaba y concedía
mayor importancia a la forma, el conceptismo se preocupaba más por el
contenido.
El siglo XVII o "siglo barroco", continuó la línea de la poesía culta que se
iniciara en el Renacimiento (principios del siglo XVI) pero por vías diferentes. Por
un lado, se siguió con las últimas formas y temas, sobre todo la de Fray Luís de
León; por otro lado se produjo un avance o renovación de lo ya conseguido
durante el Renacimiento, en dos direcciones aparentemente opuestas: el
culteranismo y el conceptismo. Decimos aparentemente, en tanto que ambos
estilos comparten algunos rasgos comunes. Al mismo tiempo, la lírica popular y
tradicional es seguida con interés por los principales poetas de esta época que
también cultivan este género de poemas.
En los grupos poéticos andaluz y aragonés se manifiesta sobre todo la
tradición clásica renacentista, incluso participando en las disputas literarias de la
corte entre detractores y partidarios de Góngora, pese a que no se vieron
afectados de forma tan directa como les sucediera a los poetas cortesanos.
Muchas de las composiciones de este grupo continuarán con los temas de
exaltación de la naturaleza, vida apacible, e ideales de estoicismo y serenidad.
Pero, es la renovación poética que intentan algunos escritores lo que da
importancia a la evolución poética del siglo XVII. Góngora fue polémico en esa
renovación, pues pretendió crear un lenguaje específico y alejado de la lengua
clara y corriente, para incorporar a su poesía diversos recursos lingüísticos
tomados del latín, y transformar otros nacidos durante el Renacimiento. Este
nuevo estilo de expresión de Góngora fue llamado poesía culterana o
culteranismo, y resultó duramente atacado por otros poetas de renombre, como
Lope de Vega y Quevedo.
Quevedo también pretendía una renovación, pero no a través del juego de las
formas, como hacía Góngora, sino del contenido, es decir, jugando con los
conceptos. A esta otra orientación se le llamópoesía conceptista o
conceptismo. Por lo general, ambos términos se ha entendido como opuestos, a
pesar de que participan de elementos comunes.
Estilos y formas poéticas del siglo XVII
A) Culteranismo y conceptismo
Ambos estilos parten de un intento común de superar las formas renacentistas
aunque separan sus estilos y siguen caminos estilísticos distintos. El culteranismo
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sigue la vía de la forma poética, y el conceptismo se encamina hacia el juego
semántico y de conceptos.
i. Culteranismo
El culteranismo, que en un principio se definía como una voz peyorativa en
contra de la poesía de Góngora y sus seguidores, pretendía hacer creaciones
poéticas minoritarias y selectivas, utilizando recursos lingüísticos variados:
Vocabulario: se manifestó una renovación del léxico poético mediante la introducción de numerosos latinismos, los cuales resultaban extraños en esa época incluso para muchos lectores cultos.
Sintaxis: se produjo una auténtica revolución, pues se pretendía una aproximación de la sintaxis castellana al orden de la frase latina. Se recurría por ejemplo a hipérbatos, transposiciones, y construcciones clásicas como los ablativos absolutos o los acusativos griegos.
Figuras y recursos estilísticos: Los procedimientos lingüísticos no fueron los únicos utilizados por el culteranismo en su intento de crear un nuevo lenguaje poético, sino que recurre también a otras figuras y recursos estilísticos. Así, la metáfora, tan utilizada durante el Renacimiento, es renovada extrayéndole posibilidades inexploradas; por ejemplo, estableciendo relaciones ocultas entre los objetos comparados (la comparación de los objetos es la base de la metáfora), pero en este caso no existe una identificación inmediata entre ellos.
Motivos: el culteranismo recurre también con insistencia a motivos que ya eran utilizados con profusión durante el Renacimiento, como son los de tipo mitológico. En este periodo tales referencias clásicas se amplían, constituyendo su alusión un recurso constante.
Todos estos recursos son utilizados por el culteranismo para alejar el lenguaje
poético del de uso corriente, lo que implicaba darle conscientemente a esta
poesía un carácter minoritario y selecto. Góngora y otros poetas culteranos
enriquecieron la expresividad poética con estos recursos literarios, aunque otros
poetas con menos habilidad los utilizaron para cubrir la falta de inspiración
poética o la variedad temática, convirtiéndose en una moda poco agraciada.
Góngora fue el máximo exponente de la poesía culterana, y de hecho a esa
orientación poética también se le denomina habitualmente "gongorismo". La
influencia de este genio fue inmensa, ya desde los primeros poemas que
compuso. Incluso sus oponentes y detractores más férreos, como Quevedo y Lope
de Vega, no se libraron de utilizar algunas de las técnicas Gongorinas.
ii. Conceptismo
El conceptismo encaminó sus pasos hacia la modificación del contenido
poético, o sea, la alteración del mensaje literario por diversos métodos. Partiendo
del ingenio, se realizaba una progresión mental que se manifestaba en la
agudeza y concluía en la expresión del concepto. Los conceptistas concebían que
el juego de los conceptos constituía la creación poética y literaria en general.
La orientación conceptista conseguía sus objetivos mediante recursos como la
deformación de la realidad de forma humorística, ejemplo de la caricatura o el
absurdo; el uso de equívocos léxicos y dobles sentidos, ideas o frases, hipérboles,
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antítesis de palabras, símbolos y alegorías...; o también la utilización de figuras
de construcción, como los zeugmas.
B) Poesía tradicional
Los poetas cultos del siglo XVII recurrieron de forma constante a la poesía
popular, anónima, de la tradición castellana.
Así, los villancicos, letrillas y seguidillas, que constituían las formas de la lírica
primitiva castellana, son retomados por los poetas del siglo XVII e incorporados a
sus obras individuales. El teatro barroco asumió frecuentemente estos temas,
personajes y formas poéticas, pero fuera del teatro también la obra de Góngora o
Quevedo estaba compuesta por romances y letrillas, muchas veces de tipo
satírico.
El carácter culto y minoritario de la poesía barroca es un hecho que parecía
enfrentarse a la consideración dada al romance y su gran difusión. En todo el
siglo XVII la orientación popular será importantísima. Los romances nuevos de los
siglos XVI y XVII fueron primero difundidos con música, para más tarde editarse
en pliegos sueltos y finalmente ser reunidos en obras conjuntas, como los 1600
del Romancero General. Otras obras del mismo tipo les seguirían, así como
numerosas reediciones.
C) Poesía épica y poesía de circunstancias
En el siglo XVII se continúan los intentos de crear una épica española que se
iniciara en el Renacimiento. La épica era el género que quizás consiguió mayor
prestigio; escritores como Lope de Vega o Bernardo de Balbuena (1568-1627),
éste último autor del poema Bernardo o la victoria de Roncesvalles, publicado en
1624, escribieron extensos poemas épicos a imitación de los grandes poemas
italianos y latinos, de temas muy variados (burlescos, caballerescos, religiosos,
contemporáneos...). No obstante, sería en la poesía lírica donde se conseguirían
las mejores realizaciones poéticas del Siglo de Oro.
También la poesía llamada "de circunstancias", que constituía un género de
menor inspiración, desarrolló una amplia actividad poética en este periodo.
Numerosos poemas de este género fueron escritos para fiestas cortesanas y
palaciegas, certámenes y justas poéticas, y otras variadas celebraciones, como
nacimientos, laudatorias y de halago a nobles y reyes, aniversarios, etc. A pesar
de que esta poesía no tenía por lo general un mínimo nivel como para
considerarla dentro de la poética culta, en algunas escasas ocasiones podía
alcanzar una calidad muy aceptable.
D) Clasicismo andaluz y aragonés
La continuación de las formas clásicas renacentistas se sitúa en las "escuelas"
aragonesa y andaluza, especialmente de Sevilla, siiguiendo el modelo marcado
por Fray Luís de León.
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Estas formas se caracterizan por una mayor sencillez formal y la estoicidad en
el tratamiento de los temas, que no experimentan con los conceptos y las formas
tal como era el caso de la poesía gongorina y conceptista que se estaba
produciendo.
Los hermanos Lupercio y Bartolomé Leonardo de Argensola, junto con Manuel
de Villegas (1589-1669) son los principales representantes de la escuela
aragonesa.
La polémica anticulterana también alcanzó a la escuela sevillana, que contaba
con poetas de gran calidad, y que no se mantuvieron al margen de ella tanto
abiertamente en contra como tímidamente a favor, pues a pesar de las fuertes
críticas a Góngora también acabaron influenciados por su estilo. Es el caso de
Juan de Jáuregui (1584-1641), autor de Antídoto contra la pestilente poesía de las
Soledades, donde se observa el influjo gongorino.
Poetas sevillanos fueron Francisco de Medrano (1570-1607); Francisco de Rioja
(1583-1659), protegido del conde duque de Olivares, erudito de gran elegancia
verbal y agudo sentimiento de la naturaleza, que demostró en obras como A la
rosa, Al clavel, A la arrebolera; Rodrigo Caro (1573-1647), autor de la Canción a
las ruinas de Itálica, obra de gran perfección formal sobre el tema de lo efímero
de la gloria humana; y Andrés Fernández de Andrada, de quién se desconocen
sus datos biográficos, pero que se le atribuye la autoría de la Epístola moral a
Fabio, considerado uno de los mejores poemas en la línea clásico-estoica; entre
otros poetas.
El grupo sevillano, de los varios que existieron en diferentes ciudades
andaluzas, es considerado el más importante. No obstante, se destacan algunas
obras notables en poetas de otras poblaciones, como la de Pedro de Espinosa
(1578-1650) en Antequera; Luís Carrillo de Sotomayor (1582-1610) en Córdoba; o
la de los granadinos Soto de Rojas (1584-1658) y Francisco de Trillo y Figueroa
(1618-1680).
El Teatro en el Siglo de OroEl Teatro del Barroco se caracteriza por su pluralidad temática. Temas de la épica medieval, de la historia universal y española, temas del vivir diario, tanto de lla actualidad política como social o religiosa.
El Teatro Nacional del Siglo de Oro Principales características del teatro barroco
Nombre
El nombre de comedia es una designación genérica que equivale a obra o
pieza teatral y que no por llamarse comedia debe ser cómica.
Temática
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El teatro nacional del siglo de Oro se caracteriza por su pluralidad temática.
Los temas son por una parte extraídos de la épica medieval, de la historia
universal y española, de la tradición pastoril, caballeresca y morisca, pero
también de la literatura religiosa. Frecuentemente son temas del vivir diario,
tanto de la actualidad política como social o religiosa.
Se transforman en acción teatral temas y problemas de la actualidad, algo
que quedaba reservado hasta entonces a otros géneros.
Estructura
Hasta el siglo XVI no había ninguna normativa preestablecida en cuanto a la
división en actos de la obra. Fueron los dramaturgos del siglo XVII, Lope de
Vega a la cabeza, quienes decidieron la estructuración de cada obra teatral en
tres actos o jornadas, lo que obedece a la estructuración interna del
argumento:
Primer Acto : Planteamiento Segundo Acto: Nudo Tercer Acto: desenlace
El primer acto solía comenzar "in medias res", es decir en medio del asunto.
Con este hecho se pretendía captar la atención del oyente. Además era un
elemento más que aseguraba el dinamismo de la obra.
Lenguaje
En el teatro del siglo de oro se empleaba el verso como forma de expresión
teatral por excelencia. La polimetría, que busca la adecuación entre verso y
contenido se convierte en norma.
Cabe resaltar además que el lenguaje de la "comedia" buscaba la belleza
poética de la palabra y la eficacia dramática unidas. Es decir, quería divertir
gustando.
Unidades Dramáticas
Los dramaturgos del siglo XVII rechazan mantener la unidad del tiempo y de
lugar. Se producen constantes cambios de escenario y hay numerosos saltos en
el tiempo. Sin embargo, sí respetan la unidad de acción.
Lo trágico y lo cómico
Se suprime la frontera entre lo trágico y lo cómico, lo grave y lo cómico se
hermanan con el fin de producir una gran variedad y el alivio de tensiones. Esto
coincide con la preocupación por imitar la naturaleza humana. Por este motivo
el tema suele ser trágico y cómico a la vez. El personaje que más contribuye a
crear esta sensación es el gracioso.
Personajes
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En el Teatro Nacional del Siglo de Oro se puede apreciar que había una
tipología de personajes establecida: el gracioso, el rey, el galán, el poderoso, la
dama, el caballero, la criada, el villano, el gracioso, ...
El honor
REY
CLERO Y NOBLEZA
CABALLEROS
HIDALGOS
LETRADOS
CLASE MEDIA
OBREROS Y ARTESANOS
LABRADORES RICOS
LABRADORES POBRES
PÍCAROS, MENDIGOS, VAGABUNDOS
La honra corresponde al honor vertical. Es el honor estamental o de clase,
fundamentado en la opinión. El honor es el honor horizontal, basado en la
igualdad humana. Todos son iguales y la virtud, la conducta y la dignidad
personal no dependen de la nobleza pero sí de la limpieza de sangre.
Historia del Teatro Español hasta el Siglo de Oro
La historia del Teatro Español hasta el Siglo de Oro se remonta a los siglos
XII. En el período comprendido entre los siglos XII y XV el teatro era casi
puramente un teatro religioso e improvisado. A finales del siglo XV, bajo el
reinado de los Reyes Católicos, aparece una generación de dramaturgos que
forman el teatro real. Crean una forma dramática para dar expresión a sus
inquietudes y preocupaciones y persiguen una finalidad estética.
Destaca Juan del Encina (1468-1529), "Patriarca del Teatro Español", como
uno de los dramaturgos más conocidos de entonces. Su obra se reduce a una
serie de églogas (=composiciones amorosas entre pastores y en verso).
Otro autor importante de entonces es Fernando de Rojas, quien obtuvo un
éxito fulminante con LA CELESTINA. ésta se publicó por primera vez en 1499
como la Comedia de Calisto y Melibea. En 1502 apareció la segunda versión
ampliada de la obra que pasaba de constar de 16 a 21 actos y se titulaba
TRAGICOMEDIA DE CALISTO Y MELIBEA.
Dentro del teatro español esta obra es una obra maestra pero aislada y ya el
autor afirma en el prólogo el carácter de lectura dramática de la tragicomedia.
Durante el siglo XVI y XVII no se puso en duda el carácter dramático de la obra,
pero desde el siglo XVIII se pone en duda su carácter dramático por su gran
extensión, su ritmo lento y por tanto su irrepresentabilidad. Es por tanto la
Celestina una obra maestra pero aislada.
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En el siglo XVI Bartolomé de Torres Naharro, que convivió en Italia con la
vida teatral y el estilo dramático italiano, introduce en España las teorías del
Renacimiento Italiano. En su teoría dramática destaca la voluntad de
sobrepasar los conceptos clásicos. En lugar de aceptar la tradición sin más, la
acomoda a sus propias ideas y proclama la libertad creadora del autor.
Lope de Rueda vivió hacia el año 1545. Escribía y vivía del teatro y tenía una
compañía teatral, de las primeras de actores profesionales en España. Con ella
recorría la geografía española con su teatro ambulante y triunfaba en pueblos y
ciudades. La intención principal de este autor era divertir con un gran
repertorio de obras. él no buscaba la perfección e improvisaba con frecuencia.
Los temas eran predominantemente de la vida cotidiana y el lenguaje
empleado muy popular.
Teatro Medieval español
Teatro religioso e improvisado Reinado de los RRCC: generación de dramaturgos que forman el teatro real
crean una forma dramática para dar expresión a sus inquietudes y preocupaciones / persiguen una finalidad estética (Juan del Encina)
1499: Fernando de Rojas, LA CELESTINA: obra maestra pero aislada por su irrepresentabilidad y su extensión (lectura dramática)
SIGLO XVI: Bartolomé de Torres Naharro: convivencia en Italia con la vida teatral y el estilo teatral italiano introduce en España las teorías del Renacimiento italiano - voluntad de sobrepasar los conceptos clásicos; acomoda la tradición a sus ideas y proclama la libertad creadora del autor
Lope de Rueda: 1545 compañía teatral o teatro ambulante que recorría la geografía española con intención: divertir con un gran repertorio de obras
Teatro Nacional del Siglo de Oro
Pluralidad temática (temas de la épica medieval, historia universal y española, de la tradición pastoril, caballeresca y morisca, literatura religiosa, temas del vivir diario, actualidad política, social y religiosa
Consta de tres actos que coinciden cada uno con la estructuración interna de la acción: planteamiento, desarrollo y desenlace / el primer acto solía comenzar "in medias res"
Unidad de tiempo y de lugar no se mantiene; unidad de acción se respeta Busca la unión entre lo trágico (=grave) y lo cómico en busca la variedad y el
alivio de tensiones (gracioso: elemento para conseguir este efecto) POLIMETRÍA: variedad métrica acomodada a las circunstancias y los personajes
Lope de Vega
Biografía
Lope Félix de Vega y Carpio nació en Madrid en el año 1562. Fue niño precoz
ya que desde la tierna infancia demostró facilidad para las letras, escribiendo
tanto en español como en latín poesías, traducciones y primeras comedias.
Estudió en el Colegio Imperial de los Jesuitas y posteriormente estudió en la
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Universidad e incluso se ordenó como sacerdote, influenciado por el Obispo de
Ávila.
Vivió una vida de pasiones intensas, desde su enamoramiento a los
diecisiete años, de Elena Osorio, hasta sus varios matrimonios, deslices y
aventuras, y en intermedios se volcó al sacerdocio, pues profesaba a la vez una
profunda fe religiosa.
Aunque de cuna humilde, su destreza literaria lo llevó a codearse con la
nobleza de la época. Tuvo amistades cortesanas influyentes y perteneció a
varias congregaciones religiosas, lo que le valió ingresos y su título de Fray que
se suele anteponer a su nombre.
Falleció en Madrid en 1635 y sus restos depositados en la Iglesia de San
Sebastián.
Producción Literaria
Lope de Vega destaca sobre todo como autor de teatro y es el verdadero creador del teatro nacional
desarrollando el substrato, los intentos previos de dramaturgos anteriores.
Su producción dramática fue enorme y podemos decir que fue el autor más fecundo de la literatura
española y, quizá, universal. Publicó unas 1800 comedias además de los autos; él mismo se refiere a
1500 obras. De ellas se han conservado 426 comedias y 42 autos, número que basta para justificar el
título de "monstruo de la naturaleza" que le atribuyó Cervantes.
Esta gran cantidad de obras también determina la variedad de los temas tratados en las mismas. En
Lope está todo: el mundo religioso con relatos del Antiguo y Nuevo Testamento, vidas de santos y
leyendas o tradiciones devotas; los temas pastoriles y caballerescos, argumentos extraídos de novelas
orientales, italianas y españolas; hechos y personajes famosos de la Edad Media europea; sucesos
famosos de la antigüedad, leyendas locales. Destacan especialmente los asuntos sacados de las viejas
crónicas españolas y del romancero.
Lo que más llama la atención en su obra es que Lope supo impregnar toda
esta diversidad con la palabra y el espíritu de sus contemporáneos y, sin
importarle demasiado ciertos anacronismos, vistió estos asuntos con elementos
tomados de la realidad nacional inmediata. Esto es lo verdaderamente español
del teatro de Lope y la fórmula con que se acercó a la sensibilidad del hombre
de su tiempo en temas tan diversos.
La obra de Lope de Vega se podría clasificar según el siguiente esquema:
Comedias:o De historia y leyenda españolao Históricas y novelescas de tema extranjeroo Costumbristaso Pastoriles y mitológicas
Obras de tema religiosoo Comedias
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o Autos
Fama de Lope de Vega
La popularidad de Lope en vida probablemente no tenga paralelo en ningún
otro escritor de cualquier país. La fama había convertido su persona en símbolo
de lo bueno y maravilloso, de modo que para ponderar cualquier obra de arte o
hasta el producto más vulgar se decía que era de Lope. Se cuenta que la gente
se paraba en la calle y le aplaudía al verle pasar. Incluso tuvo que intervenir la
Inquisición ante una irreverente parodia del Credo que decía: "Creo en Lope de
Vega todo poderoso, poeta del cielo y la tierra."
Tirso de Molina
Tirso de Molina, uno de los grandes dramaturgos del Siglo de Oro
español, nace en 1584 y muere en el año 1648 en Almazán.
Fiel a Lope de Vega en su obra dramática, sólo se diferencia de él por
el análisis más profundo de la psicología de sus protagonistas,
fundamentalmente tipos femeninos que se caracterizan por una
variedad y matización inusitada en el teatro español de la época.
Respecto a su vida se conocen pocos datos. Se ordenó en el convento
mercedario de Guadalajara (1601) y entre 1614 y 1615 vivió en el
monasterio de Estercuel. En 1616 viajó a Santo Domingo, de donde
regresó dos años más tarde.
Una Junta de Reformación le condenó a destierro de la corte por
escribir comedias profanas.
En 1626 estaba de nuevo en la corte y fue nombrado comendador del
convento de Trujillo. Fue confinado en el convento de Cuenca por
orden del P. Salmerón, visitador general, al parecer por las mismas
causas que promovieron su destierro.
Es nombrado cronista de su orden en 1632 y fue comendador del
convento de Soria en 1645 y definidor provincial de Castilla al año
siguiente.
Es asombrosa su gran fecundidad como autor: dejó unas 300
comedias, que se imprimieron en cinco partes: Primera parte (Sevilla,
1627); Segunda parte (Madrid, 1635); Tercera parte (Tortosa,
1634); Cuarta parte (Madrid, 1635), y Quinta parte (Madrid, 1636).
Como dramaturgo religioso, escribió varios autos sacramentales ( El
colmenero divino , No le arriendo la ganancia , El laberinto de Creta ),
comedias bíblicas ( La mujer que manda en casa , sobre la historia de
Acab y Jezabel; La mejor espigadera , sobre Ruth; La vida y muerte de
Herodes ; La venganza de Tamar ) y comedias hagiográficas (la
trilogía de La Santa Juana , La ninfa del cielo , La dama del Olivar ).
Extrajo de las historias y leyendas nacionales argumentos de
numerosas comedias: la trilogía de los Pizarro ( Todo es dar en una
cosa , Amazonas en las Indias y La lealtad contra la envidia ); la
historia de Martín Peláez ( El cobarde más valiente ), o la de María de
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Molina ( La prudencia en la mujer ). Entre las comedias de carácter
destacan Marta la piadosa y El vergonzoso en palacio . Al grupo de
comedias de intriga pertenecen La villana de Vallecas , Desde Toledo
a Madrid , Por el sótano y el torno y Don Gil de las calzas verdes .
Se le atribuyen, aunque no se incluyeron en las Partes de sus
comedias, dos obras de contenido filosófico de gran importancia: El
burlador de Sevilla y convidado de piedra y El condenado por
desconfiado . Su obra en prosa incluye una Historia de la orden de la
Merced y dos obras misceláneas: Cigarrales de Toledo (1621)
y Deleitar aprovechando (1635).
Pedro Calderón de la Barca
Biografía
Pedro Calderón de la Barca nació en Madrid el 17 de enero de 1600 de
familia hidalga. Se educó en el Colegio Imperial de los Jesuitas en Madrid, en el
que se familiarizó con los poetas clásicos latinos. En 1614 se matricula en la
Universidad de Alcalá y, el año siguiente, en Salamanca, donde estudió
Cánones y Derecho hasta 1620.
Fue soldado en la juventud y sacerdote en la vejez, lo que era bastante
habitual en la España de su tiempo. En sus años jóvenes su nombre aparece
envuelto en varios incidentes violentos, como una acusación de homicidio y la
violación de la clausura de un convento de monjas. De su vida militar existen
pocas noticias, aunque consta que tomó parte en la campaña para sofocar la
rebelión de Cataluña contra la Corona (1640).
Contrasta lo impulsivo y mundano de su juventud con lo reflexivo de su
madurez. En 1642 pide su retiro como militar y entra al servicio del duque de
Alba. Goza, desde entonces de un período de tranquilidad para la creación
literaria. En 1651 recibe las órdenes sacerdotales y se traslada a Toledo como
capellán de los Reyes Nuevos.
Vuelve en 1663 a Madrid por orden de Felipe IV que le nombra capellán de
honor. Murió en Madrid el 25 de mayo de 1681.
Obra
Calderón escribe sobre todo comedias y autos sacramentales. Hacia 1623
estrena sus primeras comedias y pronto, Felipe IV le convierte en dramaturgo
oficial de la corte. Sin embargo, su momento de mayor esplendor empieza a
partir de 1642, cuando se retira del ejército y entra al servicio del duque de
Alba. En esta época goza de un período de tranquilidad para dedicarse a la
creación literaria. Para las fiestas de palacio compone numerosas obras.
En el estilo de sus comedias se pueden apreciar dos tendencias: una que
sigue más de cerca el teatro realista, nacional y costumbrista de Lope y su
escuela, representada por las "comedias de capa y espada"; y otra,
73
diferenciada del estilo anterior, más personal. Esta tendencia incluye las
comedias más poéticas y simbólicas, con intensificación de los valores líricos y
del contenido ideológico. En esta segunda línea los personajes adquieren
mayor esquematización y dimensiones de símbolos universales.
Sus principales comedias se pueden clasificar en:
Comedias de historia y leyenda española: El Alcalde de Zalamea Comedias de honor y de celos: El médico de su honra Comedias de capa y espada: La dama duende Comedias filosóficas: La vida es sueño Comedias fantásticas y mitológicas: La hija del aire
Técnica y Personajes
Las aportaciones de Calderón lo diferencian, aún sin renunciar a ninguna de
las innovaciones de Lope, claramente frente a este último en todos los campos
- contenido, técnica arquitectónica, tratamiento de los personajes: En Calderón
la novela adquiere un mayor rigor constructivo y profundidad conceptual;
mediante la estilización, la tendencia al simbolismo y la jerarquización de los
personajes, consigue creaciones de valor universal como Pedro Crespo o
Segismundo.
En todas las obras los elementos confluyen hacia un eje central,
representado por un motivo único y un personaje que destaca fuertemente
sobre los demás. La obra se despoja de lo secundario y, cuando aparece una
plural intriga dramática, está jerarquizada de tal modo que no rompe en nada
la unidad que impone el eje central mencionado.
La profundidad conceptual se advierte especialmente por la preferencia de
determinados temas filosóficos y religiosos. En cuanto a los personajes también
se advierten diferencias entre Calderón y Lope. Mientras que Lope pone el
acento sobre el asunto y la trama sin que haya un héroe que prevalezca sobre
los demás personajes, en Calderón ocurre lo contrario: la jerarquización de la
construcción arquitectónica hace que el énfasis se ponga en un héroe
predominante: el tipo universal del teatro de Calderón. En cualquier caso, el
que dichos héroes se conviertan en símbolos, no obsta a que en la obra tengan
vida individualizada y caracteres humanos.
El estilo barroco de Calderón
En Calderón confluyen muchos estilos barrocos porque crea cuando todas
las tendencias barrocas han llegado a su pleno desarrollo. En él confluyen
gongorismo y conceptismo y hace uso de innumerables figuras: correlaciones y
paralelismos, contrastes, cuantiosas hipérboles en el lenguaje y en la
conformación de los personajes, comparaciones, .
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Sus personajes también muestran su barroquismo: dotados de ilimitada
violencia, rasgos desmesurados, trazos muy marcados y se contraponen entre
ellos.
Los autos sacramentales
La importancia de Calderón en el desarrollo de este género es de tal
magnitud que su nombre va asociado a este género como algo inseparable. Los
autos sacramentales son representaciones dramáticas en un solo ato, de
carácter alegórico y referidas a la Eucaristía, que se representaban en la
festividad del Corpus.
En los autos sacramentales, Calderón dramatiza conceptos abstractos de la
teología católica convirtiéndolos en personajes, por lo que al público le resultan
reales. Aparecen en escena Dios, la Discreción, la Hermosura y otros entes
abstractos. Escribió unos ochenta, y los más conocidos son El gran teatro del
mundo (1636) y el Auto de la vida es sueño (1670).
Estos autos aparte de tener un gran valor literario cumplían la función de
transmitir la teología al gran público. En ellos se resumen todas las verdades
esenciales del dogma y pensamiento católico.
Fama de Calderón
Calderón fue un autor enormemente admirado por los grandes autores
europeos: Goethe consideraba a Calderón el gran genio del teatro. Schlegel
llegó a afirmar que Calderón había resuelto el enigma del universo en algunos
de sus dramas. También algunos románticos ingleses, como Shelley, vieron en
Calderón al poeta dramático y lírico más grande.
Calderón es el dramaturgo por excelencia del barroco español. El sentido
teológico y metafísico de su tiempo informa todas sus obras, donde aúna la fe y
la razón, y, sin embargo, su debate entre deseos y terrores que el verbo intenta
vanamente comprender remite al presente.
El Siglo XIX - Romanticismo, Realismo y Naturalismo
El siglo XIX es el siglo del liberalismo, una ideología que se conforma como movimiento político-social en toda Europa a partir de la Revolución Francesa (1789)
Primera Mitad del siglo XIX: el Romanticismo
La estética y temática del romanticismo literario giran en torno a dos centros de una misma elipse: a) individualismo y subjetivismo y b) exaltación de la libertad
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Contexto Histórico Fernando VII: Consecuencias de la Guerra de Independencia
La guerra contra las tropas invasoras francesas dirigidas por Napoleón
conllevan consecuencias sociales, económicas y políticas de diversa magnitud.
Consecuencias Políticas
En el aspecto político podemos observar, gracias a la lejanía del rey
Fernando VII (prisionero en Francia), como la burguesía aprovecha el momento
de debilidad del Antiguo Régimen para afianzarse en Cádiz con la promulgación
de una Constitución el 19 de marzo de 1812. Esta constitución es de carácter
claramente liberal y se basaba en un régimen de soberanía nacional con un rey
al frente, o sea, era una monarquía constitucional. La iglesia se seguía
manteniendo como una fuerza política a tener en cuenta, ya que la religión
oficial (y única) era la Católica, Apostólica y Romana.
Otra consecuencia política fue la emancipación de las colonias americanas.
Los criollos, hijos de españoles emigrantes a las colonias americanas,
aprovecharon el momento de desconcierto político reinante en España para
hacerse fuertes y, poco a poco, aumentar su peso político en el territorio
americano.
Consecuencias Sociales
La consecuencia social más significativa a destacar es el resquebrajamiento
de la sociedad estamental que hasta aquel momento había sido tan
importante. La hostilidad contra la armada francesa organizada había
fortalecido la unión entre las distintas capas sociales para la actuación contra el
enemigo común y este movimiento concluye en la formación de un ejército
calificado como "liberal". Esta calificación se debe a que en este ejército, a
parte de la alta, media y baja nobleza podían ostentar rangos superiores
personas pertenecientes a las capas sociales inferiores, campesinos y gente
sencilla (desde el punto de vista social). Sugiere esto por tanto un alejamiento
de la secular atribución de cargos por razón de la persona en favor de una
labor de elección de los cargos por criterios de mérito y merecimiento. Se pasa
pues de un criterio subjetivo a uno más objetivo.
Otra consecuencia social es el descenso demográfico ocasionado por la
masacre que la guerra deja tras sí. Durante los años de guerra se produce un
estancamiento en lo que se refiere al aumento de la población de la península,
y todo ello a pesar de que la emigración a las colonias americanas disminuyó,
por no decir que cesó.
Consecuencias Económicas
En tercer y último lugar están las consecuencias económicas, que desde el
punto de vista actual, podemos denominar como nefastas. Además de la
pérdida del monopolio sobre los productos coloniales y de la destrucción de la
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industria que tanto costó construir el siglo anterior, el Estado se endeuda de tal
forma que tiene que pedir créditos. Esto conlleva un ánimo claramente
especulativo, en vez de netamente productivo, entre los poseedores de capital,
otro factor más para el estancamiento de la industria.
El Romanticismo Psicología y Técnicas del Hombre Romántico
El Romanticismo - Circunstancias históricas
Los orígenes del romanticismo hay que buscarlos ya en el siglo XVIII,
fundamentalmente en la filosofía y cultura alemanas, país, en el que se
produce un movimiento llamado "Sturm und Drang" (tempestad y pasión) que
propugna la creación literaria al margen de las reglas clásicas y revaloriza la
expresión artística de vivencias y sentimientos. Es ésta la sensibilidad
prerromántica, que también se manifiesta muy pronto en Inglaterra y
posteriormente se extiende por el resto de Europa.
El Romanticismo, fenómeno cultural correspondiente a la primera mitad del
siglo XIX, se halla vinculado con una serie de circunstancias históricas a las que
es necesario aludir.
Se debe por una parte a las reacciones en toda Europa contra el poder
napoleónico que finalmente cristalizan en el Congreso de Viena (1815), lo cual
explica el matiz conservador del Romanticismo.
No es de olvidar que los gobiernos de la Restauración absolutista procuraron
arrancar de cuajo el espíritu liberal que Napoleón difundió, volviendo a las
ideas de tradición y religiosidad. Sin embargo, junto a este Romanticismo
arcaizante, tradicionalista y cristiano, toma incremento años más tarde otro de
tipo revolucionario y liberal, que pretendía la destrucción de todos los dogmas
morales, políticos y estéticos hasta entonces vigentes. Su auge coincide con la
revolución francesa de 1830 y el triunfo del liberalismo en la mayor parte de los
países europeos. En España el comienzo del Romanticismo revolucionario se
debe sobre todo a la vuelta de los emigrados liberales con motivo de la muerte
de Fernando VII.
La psicología del hombre romántico
El Romanticismo - como el Renacimiento o el Barroco - no se reduce a un
fenómeno literario, sino que abarca todos los aspectos de la cultura de la época
- desde la política hasta el arte, desde la literatura hasta las modas -, porque en
el fondo viene a consistir en una especial actitud frente a la vida. De ahí que
deba hablarse de la psicología del hombre romántico antes de entrar en el
estilo de su producción estética.
Estos son sus rasgos principales:
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Uno de los rasgos capitales del Romanticismo reside en su espíritu individualista . El Romanticismo equivale a la rebelión del individuo, a la violenta exaltación de la propia personalidad. El "yo", al que ahora se le tributa un culto frenético, constituye el máximo objetivo de toda la vida espiritual. El mundo externo apenas conserva otro valor que el de mera proyección subjetiva. Agudo egocentrismo que tiene sus raíces en la doctrina enciclopedista (defensora de la postura crítica intelectual) y en el mundo prerromántico (rehabilitador del mundo de las emociones personales).
El hombre romántico se caracteriza también por su aislamiento y soledad , temas básicos del Romanticismo. Su individualismo está marcado sobre todo por su conciencia aguda y dolorosa de la propia personalidad, de ser distinto de los demás, que en ciertos casos incluso deriva en un sentimiento de superioridad - su genio, su desgracia o infelicidad mayor que las de nadie -. Esta es la razón por la cual el yo del artista pasa a ocupar el primer plano de la creación. Los sentimientos expresados en las obras románticas son los de sus creadores, quienes expresan su insatisfacción con el mundo, su ansia de infinito, su búsqueda del absoluto, su amor apasionado, su deseo vehemente de libertad, sus estados de ánimo, . Por este motivo la poesía lírica o la música son a lo largo de todo el siglo XIX las artes supremas.
El ansia de libertad : El ya mencionado individualismo del hombre romántico produce en él una protesta contra las trabas que hasta entonces tenían cohibido su espíritu, lo cual deriva consiguientemente en un ansia de libertad que se refleja en todas las manifestaciones de la época: el arte, la literatura, la música, la industria, el comercio, la conciencia,...
Irracionalismo: Los románticos rechazan la razón y todo lo racional. Sus temas preferidos están relacionados con lo sobrenatural, la magia y el misterio. A estos románticos les falta un pensamiento sistemático y coherente; no comprenden ni interpretan el mundo de una forma global.
Subjetivismo: En el romanticismo se le concede una gran importancia a las emociones, los sueños o las fantasías. Como formas de conocimientos principales se aceptan la intuición, la imaginación y el instinto; es decir impulsos no racionales, marcados por los sentimientos. La pasión se considera una fuerza superior a la razón.
El espíritu idealista : Los románticos sienten una gran predilección por lo absoluto, lo ideal, en conexión con la filosofía idealista, esencialmente alemana, que se impone con fuerza en toda Europa durante la primera mitad del siglo. Por este motivo buscan desesperadamente la perfección, lo absoluto, lo cual explica, por una parte su necesidad de acción, su vitalismo, pero por otra, los anhelos insatisfechos que derivan en su frustración e infelicidad. Ese vago aspirar hacia un mundo superior al de las realidades sensibles y que la razón no acierta a definir, cristaliza a menudo en unos ideales concretos, que el romántico se impone como norte de su vida: la Humanidad, la Patria, la Mujer. Hacia estos objetivos concretos el hombre romántico dirige sus ardorosos afanes: el sentimiento filantrópico, el ideal patriótico y el amor, al que a menudo se le une un vago misticismo.
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Angustia metafísica : Al haber perdido la confianza en la razón, el ser romántico es por naturaleza alguien inseguro e insatisfecho, lo cual da lugar a la desazón vital romántica. El romántico siente la vida como un problema insoluble. Su instinto le denuncia la existencia de fuerzas sobrenaturales que escapan a todo conocimiento racional y una invencible angustia sobrecoge su ánimo. Se sabe víctima de un ciego Destino sin justificación lógica e increpa a la Naturaleza, que contempla impasible su dolor. La idea de infinito preside su vida; de ahí su inquietud febril y su terrible desequilibrio. Este aspecto es, sin embargo, también motor de la creación artística en la búsqueda constante del romántico de respuestas y soluciones a las dudas y problemas que se plantean.
Choque con la realidad : Otro tema importante en el Romanticismo es el del desengaño que deriva del choque entre el yo hipertrofiado romántico y la realidad prosaica y gris que no da satisfacción a sus anhelos e ideales. El romántico - arrastrado por las imágenes que él mismo ha creado en su interior - se encuentra con que la realidad no responde a sus ilusiones. Este hecho lleva al hombre romántico, falto de serenidad para aceptar su ambiente, a un violento enfrentamiento con el mundo y a rebelarse contra todas las normas morales, sociales, políticas o religiosas.
Evasión: Otro tema importante en el Romanticismo es el del desengaño que deriva del choque entre el yo hipertrofiado romántico y la realidad prosaica y gris que no da satisfacción a sus anhelos e ideales. El romántico - arrastrado por las imágenes que él mismo ha creado en su interior - se encuentra con que la realidad no responde a sus ilusiones. Este hecho lleva al hombre romántico, falto de serenidad para aceptar su ambiente, a un violento enfrentamiento con el mundo y a rebelarse contra todas las normas morales, sociales, políticas o religiosas.
Nacionalismo: En el Romanticismo aparece una cierta obsesión por buscar las raíces de cada pueblo en su historia, en su literatura, en su cultura, . Es ahora cuando se inventa el concepto de pueblo como entidad espiritual supraindividual a la que pertenecen individuos concretos que comparten una serie de características comunes: lengua, costumbres, folclore. Así se comprende la revitalización de los antiguos poemas épicos y de las leyendas y tradiciones locales. Es evidente que estas ideas románicas se oponen frontalmente al espíritu universalista de la Ilustración.
Técnica Literaria
Al tipo psicológico que acabamos de esbozar había de corresponder
necesariamente una visión del arte distinta de la que había originado la
producción del siglo XVIII. Veamos sus puntos esenciales:
El genio creador: En el Romanticismo el arte se convierte en la forma de expresión del genio que el creador lleva dentro. El artista pues, nace, no se hace, por lo que cobra capital importancia lo espontáneo, lo intuitivo, lo original, aquello que es característico del genio creador. Desde este momento la obra de arte es el resultado de un momento de inspiración que refleja la valía de su autor. La posibilidad de desarrollo de su capacidad creativa hace del romántico un individuo vitalista, eufórico y apasionado. El agudo individualismo del hombre
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romántico da lugar en el escritor a un deseo de prescindir de las férreas normas del clasicismo, para llegar a la creación de una obra absolutamente personal. Las viejas reglas son consideradas como trabas sin sentido que convierten el arte en un puro mecanismo, y se proclama la libertad literaria con juvenil entusiasmo. El poeta se dejará llevar ahora por su instinto, su intuición.
En el terreno de la poesía surgen junto a la métrica tradicional nuevos tipos de versificación , nuevos ritmos, nuevas estrofas. Una variada polimetría es el resultado de querer dar a cada situación su expresión musical adecuada. Además, en España, se produce una revalorización de un metro tradicional: el romance, que adquiere ahora el máximo prestigio como forma más indicada para la narración poética.
En el teatro se olvidan las famosas tres unidades de lugar, tiempo y acción, volviéndose en cierto modo a la técnica de nuestro siglo XVII: la acción puede recorrer los más apartados lugares, durar varios años y desdoblarse en dos acciones paralelas. Desaparece la unidad de estilo y se confunden los géneros, mezclándose - con el objeto de dar mayor vivacidad a la obra - lo trágico y lo cómico, lo sublime y lo grotesco, la prosa y el verso. Un trepidante dinamismo invade así el teatro, que alcanza el mayor éxito de público.
Todo el arte se enfoca ahora hacia la expresión de lo particular, del matiz individual, de lo irregular, de lo que escapa a la norma racional. La época románica prefiere destacar lo específico, la nota pintoresca y única. Con las reglas desaparece también la noción del arte moralizador. El tema primordial será la expresión del "Yo", y el objeto de la obra excitar fuertemente la sensibilidad del lector con las más variadas emociones: la tristeza, el entusiasmo, la conmiseración, el terror, la sorpresa.
En el romanticismo se quiebra la línea clasicista, ya que se rechaza a los clásicos como modelos insustituibles. Se rechaza todo lo clásico, sobre todo el clasicismo francés más que la antigüedad grecolatina. La literatura preferida en el Romanticismo es aquella que por hallarse más apartada de lo clásico, responde mejor al gusto de la época: la bíblica, la medieval, la del siglo XVII no francés, y la contemporánea extranjera. De la Edad Media interesan el falso Ossian, Dante, la poesía popular - el romancero español, las baladas germánicas, .-. Del teatro se destacan los nombres de Shakespeare, Lope y Calderón. Entre los modernos privan Goethe, Heine y Byron en la poesía, Vïctor Hugo y Dumas en el teatro, Walter Scott en la novela.
Los Temas Soledad:
Es propio del Romanticismo además el gusto por la soledad. Los románticos huyen de la realidad mediante el refugio en sí mismos, lo cual justifica la preferencia por lugares solitarios como castillos, cementerios, jardines, espacios apartados o recónditos, oscuros, ... Esta soledad del romántico nace también de la afirmación de su yo, de su individualismo.
Nueva Sensibilidad: Durante el Romanticismo se prolonga y amplía el sentimentalismo manifiesto ya en muchos autores ilustrados y que sitúa en primer plano la intimidad. Resultan características la introspección, la nostalgia, la melancolía, la tristeza y la soledad, a la vez que se extiende el sentimiento de fugacidad e infelicidad de la
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vida humana, lo cual provoca la típica angustia romántica. El gusto por lo sombrío y crepuscular son reveladores de tal sensibilidad.
Naturaleza dinámica: El artista romántico representa la naturaleza en forma dramática, en movimiento y con preferencia por la ambientación nocturna frente a la naturaleza artificiosa y bucólica propia del Neoclasicismo. Se oponen pues a la mesura y armonía neoclásicos el desorden y la falta de proporción. La naturaleza se identifica en el Romanticismo con los estados de ánimo del creador, y, según sean éstos, es turbulenta, melancólica o tétrica; es pues, una proyección de sus sentimientos. La naturaleza está, a su vez, por encima de todo, algo que se puede apreciar claramente en el tópico romántico de las ruinas, símbolo del predominio de la naturaleza sobre el hombre y sus obras.
Todos los rasgos románticos anteriores permiten comprender bien que en su
rechazo del mundo que les ha tocado vivir los artistas románticos hayan podido
tomar dos direcciones opuestas: la nostalgia por los antiguos valores
tradicionales (monarquía absoluta, religión, ideales caballerescos), o la rebelión
no sólo frente a su mundo sino frente al antiguo (republicanismo,
anticlericalismo, ideales democráticos). Por eso podemos hacer la distinción
entre un Romanticismo tradicional o conservador y un Romanticismo liberal o
progresista .
La Lírica Romántica: autores destacados
Introducción
Durante el primer tercio de este siglo siguen vigentes las ideas neoclásicas .
La primera vez que aparece la palabra "romántico" es en el periódico madrileño
"Crónica Científica y Literaria" el 26 de Junio de 1.818 . El editor de este
periódico, José Joaquín de Mora tuvo una polémica con Juan Nicolás Böhl de
Faber; éste intenta asociar el cristianismo con el romanticismo, mantenía que
este movimiento se había dado ya en la Edad Media, y el Neoclasicismo era
una interrupción de esa corriente de la cultura. Alcalá Galiano sostenía que el
romanticismo en esta época tenía características propias y sus modelos no son
Calderón y Shakespeare, sino Walter Scott, Chateaubriand, etc. A partir de
1.850 se inicia el realismo y en el último tercio de siglo éste se intensifica
dando lugar al Naturalismo.
La lírica Romántica
Gertrudis Gómez de Avellaneda
Nació en Puerto Príncipe (Cuba) a los 22 años se trasladó a España.
Escribió novelas y dramas, pero se destaca sobre todo por su obra poética.
Sus temas principales son, el amor divino: La Cruz, La plegaria a la Virgen, y el
amor humano:A él, Amor y orgullo, La venganza.
José de Espronceda (1802-1842)
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Nació en Almendralejo, Badajoz. En su adolescencia intentó crear una
sociedad secreta para vengar la muerte de Riego. A consecuencia de ello fue
desterrado a un monasterio, después salió de España y vivió en Belgica,
Francia, Inglaterra, y Holanda. Vuelto a España en 1.833 formó parte de la
extrema izquierda de la izquierda liberal.
Durante su estancia en el monasterio, y alentado por su maestro Lista,
comenzó a escribir el poema histórico Pelayo, que dejó inacabado. Más tarde
escribió la novela Sancho Saldaña.
Sus obras más importantes son: El poema El estudiante de Salamanca, El
diablo mundo, extenso poema lírico inacabado también. Y las poesías líricas
sueltas, entre las que destacan: A Jarifa en una orgía, El verdugo, Canción del
cosaco, La canción del pirata,Himno al sol .
CANCIÓN DEL PIRATA
Con diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín.
Bajel pirata que llaman,
por su bravura, el Temido
en todo mar conocido
del uno al otro confín.
La luna en el mar rïela,
en la lona gime el viento,
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y ve el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
y allá a su frente Stambul.
Rosalía de Castro (1837-1885)
Nació en Santiago de Compostela.
A los 19 años va a Madrid y publica su libro de poemas La flor. Más tarde se
casó con el historiador y crítico de arte Manuel Murguía . Su obra está en
gallego y castellano .
En gallego escribe sus Cantares gallegos, colección de nostálgicas canciones
populares Y Follas novas (Hojas nuevas).
Su obra más importante es la colección de poemas En las orillas del Sar,
escrita en castellano.
Gustavo Adolfo Bécquer (1837-1871)
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Su nombre verdadero era Gustavo Adolfo Insausti Bastida. Nació en Sevilla,
murió muy joven, a los 34 años, pobre y desconocido .
Su obra poética consta de 78 rimas que logran conmover utilizando un estilo
sencillo pero con gran sentimiento.
En prosa escribió:
Cartas desde mi celda, la celda que ocupó en el monasterio de Veruela
donde pasó un tiempo para reponer su salud. Y sus Leyendas, escritas con una
prosa de gran lirismo y sobriedad.
RIMAS
IV
Los suspiros son aire, y van al aire.
Las lágrimas son agua, y van al mar.
Dime mujer: cuando el amor se olvida
¿sabes tú adónde va ?
XXI
"¿Qué es poesía?",dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul.
"¿Qué es poesía?" ¿Y tú me lo preguntas ?
Poesía...eres tú.
XXII
Por una mirada, un mundo;
por una sonrisa, un cielo;
por un beso ...,¡yo no sé
qué te diera por un beso !
Segunda Mitad del Siglo XIX: Realismo y NaturalismoEl Realismo desarrolla ciertas facetas del Romanticismo, intensifica algunos de sus aspectos, prescinde de otros e innova. A partir de la década de los 80 aparece una nueva corriente novelística, procedente de Francia, que se llamó Naturalismo.
Contexto histórico y socio-cultural
En Europa
En Europa se produce durante la segunda mitad del siglo XIX un rápido
crecimiento económico propiciado por la expansión económica. Este avance de la
industrialización esta también ligado a la intensificación del comercio y el
progreso técnico junto a la consolidación del poder de la burguesía. No obstante,
también la clase social, el proletariado, se organiza. Tiene lugar una reunión de
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dirigentes socialistas de toda Europa, la 1ª Internacional de Marx, y aparecen los
primeros sindicatos que tienen por objeto la protección de los derechos obreros.
La Filosofía y la Ciencia
Dentro de la filosofía se pueden distinguir durante este periodo de tiempo
denominado con el nombre de realismo dos corrientes: el positivismo y el
realismo.
El positivismo arremete contra el idealismo propio del Romanticismo. Se
rechaza la especulación pura y la metafísica. Por el contrario se propone la
investigación de los hechos observables y medibles. La experiencia se considera
el punto de partida del saber y surgen la sociología la psicología científica.
Cabe reseñar como otra corriente la filosofía marxista que surge del
pensamiento socialista y que se caracteriza por la aceptación de que la filosofía
no debe limitarse a interpretar el mundo sino transformarlo. Otra idea principal
de esta filosofía es su deseo de lucha por la abolición de la sociedad burguesa y
la implantación del socialismo.
Dentro de la ciencia se aprecian tres corrientes distintas. Por una parte cabe
resaltar el experimentalismo que defiende que la ciencia basa en la experiencia y
los experimentos. Su máximo es "Claude Bernard".
Otra corriente científica en el naturalismo es el evolucionismo cuyo principal
teórico es Darwin, quien en su libro "El origen de las especies" defiende la teoría
de la evolución basada en la adaptación del medio, la lucha por la vida de los
seres vivos y la selección natural. Por último se debe mencionar como otra
corriente en la ciencia naturalista las teorías sobre la herencia. Las leyes de la
herencia fueron expresadas en (1865) en el libro "Leyes de la Herencia" por
Mendel.
La Sociedad
En la 2ª mitad del siglo XIX la sociedad no cambia sustancialmente. Sin
embargo se aprecia una nueva actitud del autor que afronta la realidad en lugar
de huir de ella. La realidad es retratada tal como aparece y a través de la novela
se intenta criticar la sociedad desde dentro. Este paso del romanticismo al
realismo también se refleja en la literatura de la sociedad burguesa. No es de
olvidar que en la base del Romanticismo se protestaba contra el mundo burgués.
En el realismo se mantienen y desarrollan ciertos aspectos del Romanticismo
como el interés por la naturaleza y el interés por lo regional y lo local, lo
costumbrista. Sin embargo, se eliminan y depuran a su vez otros elementos. Se le
pone freno a la imaginación y todo lo fantástico se rechaza. Los personajes ya no
son tan apasionados y se abandona la evocación a un tiempo pasado, legendario.
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En España
España se caracteriza en esta época por el rápido crecimiento de la población
que, sin embargo, no es tan fuerte como en el resto de Europa. No se produce
ningún desarrollo económico ni industrial. Las únicas regiones en las que se
aprecia algo de industrialización son Cataluña y el País Vasco. El auge de la
burguesía es mas tardío y continua la pugna entre las dos Españas: la España
burguesa e innovadora y la España tradicionalista, opuesta a toda reforma.
En el año 1879 Pablo Iglesias funda el Partido Socialista Obrero Español.
Por entonces la situación política es muy complicada. Hasta el año 1868 la
política responde a un signo liberal moderado. En dicho año se produce una
Revolución, la Gloriosa, tras la cual Isabel queda destronada y en la que vence la
burguesía progresista. Posteriormente se proclama en 1869 una Constitución que
proclama amplias libertades como la libertad de expresión, la libertad de prensa,
la libertad de culto ... Pese a todo no acertó a encontrar una fórmula estable de
gobierno ya que se produjo una fuerte reacción del sector tradicionalista. Esto dio
lugar a la tercera guerra carlista. En el año 1875 la Restauración de la monarquía
cierra esta época. En el gobierno se alternan los partidos dinásticos: los
conservadores y los progresistas.
Realismo y Naturalismo
Literatura del Siglo XIX: Realismo y Naturalismo en España
I.- Introducción y marco histórico
Los inicios del realismo hay que situarlos en 1848 con los movimientos
revolucionarios de la clase obrera, influida por la obra de Marx y Engels - El
Manifiesto -. Esta época posterior al Romanticismo se caracteriza por profundas
transformaciones sociales: éxodo rural a las ciudades, gran crecimiento
demográfico, una burguesía cada vez más conservadora. Es la época de la
Revolución Industrial en Inglaterra y algo después en otros países europeos,
una época en la que se da un progreso técnico con nuevos inventos y un
desarrollo de la industria y el comercio nunca visto hasta ese momento.
Predomina en esta época la filosofía positivista que postula que el saber se
basa en la experiencia y en la ciencia y que el método a aplicar para toda
investigación debe ser el método experimental. Esta filosofía favorece
enormemente el desarrollo de las ciencias naturales y sociales, enormes
avances científicos - el evolucionismo de las especies, la electricidad, la
máquina de vapor.
En la literatura esta transformación se refleja en el surgimiento del realismo
y del naturalismo. El Realismo tiene como nota característica principal su
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descripción de la vida tal como es y su reflejo de forma objetiva. El Naturalismo
es un movimiento de origen francés que lleva el realismo al extremo.
II.- El Realismo y el Naturalismo
II.a)Características del Realismo
El realismo se caracteriza por centrarse principalmente en personajes de la
burguesía. Es un reflejo de la burguesía, normalmente en forma de novela y
busca retratar la realidad social con exactitud y objetividad a través de
descripciones verosímiles y para ello se basa en una meticulosa observación de
la realidad.
Los autores realistas normalmente utilizan un punto de vista omnisciente y
son frecuentes los comentarios del autor con la finalidad de influir en la opinión
del lector. Por otra parte llama la atención el empleo de un estilo natural y de
un lenguaje coloquial.
II.b) Características del Naturalismo
El Naturalismo es el Realismo llevado al extremo. Basado en el método
científico y en el determinismo, recurre frecuentemente a ambientes inusuales
o desagradables, personajes también inusuales y a una estricta aplicación del
método científico.
III.- Realismo y Naturalismo en España
La segunda mitad siglo XIX es España se caracteriza por ser una época de
gran inestabilidad por las constantes tensiones políticas. Se dan una continua
alternancia entre conservadores y progresistas y numerosos cambios políticos:
1844 - 1854: Moderantismo 1854 - 1856: Progresismo 1856 - 1868: Unión Liberal 1868 - 1874: Sexenio Revolucionario 1875 - 1902: Restauración monárquica
La Revolución de 1868 - "La Gloriosa" - supone la caída de Isabel II y pone
de manifiesto el ascenso de la burguesía. Este período está marcado por el
fracaso político. Con la vuelta a la monarquía conservadora se logra cierta
estabilidad política con una alternancia pacífica entre partidos y cierta
prosperidad económica.
Desde la Restauración se obra una transformación de la sociedad española.
En la etapa anterior, en el Romanticismo primaba la ensoñación, se exaltaba la
libertad individual. En esta etapa se da una consolidación de la burguesía ya no
tan interesada en las ensoñaciones como en lo práctico lo que supone el campo
de cultivo perfecto para el realismo: se quieren conocer las cosas tal y como
son.
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Aumenta el número de lectores en esta etapa y la importancia de los
periódicos que cobran mucha influencia en la opinión pública, también a través
de las novelas por entregas.
En esta época surgen también distintas corrientes ideológicas:
Tradicionalistas: el catolicismo, contrario a las innovaciones científicas y filosóficas.
Krausistas: postulaban una moral basada en la humanidad y la tolerancia Aplicaron sus ideas a la enseñanza, laica y moderna, crearon la "Institución Libre de Enseñanza" e influyeron en algunos escritores (Galdós, Clarín...)
La novela realista: Leopoldo Alas Clarín y Benito Pérez Galdós
I.- La narrativa realista
La larga tradición realista de la literatura española así como el realismo
europeo tienen una gran influencia sobre la narrativa realista española que se
caracteriza por el empleo de nuevas formas como la novela histórica, la novela
por entregas o el cuadro de costumbres.
En la narrativa realista se reflejan, dependiendo del autor, distintas
ideologías. Así se reflejan las ideas liberales y progresistas en las obras de
Galdós y de Clarín con un enfoque más realista mientras que predominan las
ideas católicas y tradicionalistas en las obras de Alarcón o Pereda con un
realismo más limitado.
En todos los autores se aprecia además un marcado carácter regionalista. El
espacio será distinto según el autor. El lugar escogido por Galdós será Madrid,
Clarín escogerá Asturias, frente a Pereda que se centra en Cantabria.
El naturalismo en España, por su parte, tiene poca influencia y es difícil de
distinguir del realismo.
II.- La novela realista
La literatura realista se caracteriza por:
la escasez de la narración el predominio de larguísimas descripciones las descripciones de ambiente muy precisas y verificables en la realidad el empleo de un registro coloquial con rasgos propios del ambiente que se
describe (empleo de distintos registros por los protagonistas en función de su profesión y procedencia geográfica)
el intento de actitud objetiva por medio de descripciones pero, aún así, el autor transmite su opinión.
el estilo natural y relativamente sencillo
La novela realista goza de gran popularidad. Su intención era la de
representar fielmente la sociedad y los ambientes. Entre otros, cabe señalar
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como motivos de su éxito el aumento de la población que sabe leer y escribir
que pasa de un 5% a aproximadamente un 40%, la inclusión en los periódicos
de folletines novelescos, el nacimiento de la novela por entregas. Así las
novelas alcanzan incluso a las clases más bajas
III.- Autores de la novela realista
III.a) Benito Pérez Galdós (1843 - 1920)
Benito Pérez Galdós nació en Gran Canaria, pero estudió en Madrid, aunque
finalmente dejó los estudios para dedicarse a escribir. Sus ideas políticas le
acabaron perjudicando y en los últimos años de su vida Quedó ciego y atravesó
por dificultades económicas.
Es el escritor realista que más escribió y entre su obra hay que destacar:
Los episodios nacionales son una crónica de conflictos importantes en España. Superó el romanticismo tratando historia reciente
Las novelas de primera época ataca la intolerancia y el fanatismo, especialmente entre progresistas y tradicionalistas
En las "Novelas españolas contemporáneas" describe la sociedad contemporánea sin defender una ideología en concreto sino que permanece imparcial. La obra destaca por la mayor profundidad y complejidad de los personajes.
Por otra parte, ni siquiera en las Novelas de tema espiritual, que tratan temas espirituales, abandona observación detallada
El gran mérito de Galdós fue su arte al trazar el panorama de la sociedad
española de su época. Superó el costumbrismo regional de otros autores y
trata la división de progresistas y tradicionalistas proponiendo como única
solución la Tolerancia y la armonía.
III.a) Leopoldo Alas Clarín (1852 - 1901)
Leopoldo Alas Clarín nació en Zamora, pero vivió en Oviedo. Fue muy
influenciado por los krausistas y un firme de defensor de las ideas liberales y
republicanas. Destacó por ser muy crítico y sensible a las injusticias.
Entre su obra crítica hay que resaltar sus ensayos que destacan por su
certeza de juicio. Como critico literario (Novedades literarias, corrientes
literarias ...) fue un Gran defensor de Galdós.
Su obra narrativa destaca por sus cuentos y novelas cortas. Llama la
atención sobre la misma su espíritu crítico y su sensibilidad por situaciones
humanas. También fue el autor de dos novelas largas: "La Regenta" y "Su único
hijo" . Mientras sus cuentos tuvieron mucho éxito, La Regenta no tuvo éxito
hasta mucho más tarde. Destaca La Regenta por la psicología de los
personajes, la perfecta estructuración y la técnica narrativa moderna.
Emilia Pardo Bazán: vida y obra literaria
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Biografía:
Emilia Pardo Bazán nació en La Coruña el año 1852, hija de una familia
aristocrática. Ya desde muy niña demostró una gran afición por la lectura y
empezó a escribir con gran precocidad. En 1868 se casó y se fue a vivir a
Madrid.
Viajó mucho por Europa y dio conferencias en París. Siempre se mantuvo
atenta a las novedades literarias europeas, y en 1881 fue la primera que
divulgó y defendió el Naturalismo francés en España en una serie de artículos
recogidos después en libro con el título de La cuestión palpitante . Unos años
después fue también una de las primeras en señalar el declive del Naturalismo
y su sustitución por nuevas corrientes espiritualistas. Sostuvo una relación con
Galdós, de la que se ha conservado la correspondencia amorosa. Fue una mujer
independiente, excepcional en la España de su época y precursora de las ideas
feministas actuales.
La escritora siempre encontró serios obstáculos para lograr el
reconocimiento de los ambientes intelectuales, reacios a admitir mujeres. Tuvo
que esperar hasta 1916 para ser nombrada catedrática de Literatura,
venciendo la oposición de los profesores de la Universidad Central de Madrid.
No logró, sin embargo, ser admitida en a Real Academia Española.
Murió en 1921.
Obra: Etapa naturalista
En 1881, año en que empieza en España la polémica en torno al
Naturalismo, Pardo Bazán publica Un viaje de novios , en la que aparecen ya
las descripciones minuciosas y las observaciones fisiológicas típicas del
Naturalismo.
La tribuna
También está escrita siguiendo la técnica naturalista La tribuna (1882), obra
de tema político-social en la que se narra la trayectoria de Amparo, trabajadora
de la fábrica de tabaco de Marinada (La Coruña), que se convierte en dirigente
de sus compañeras en la lucha por sus derechos. La trama argumental deLa
tribuna, situada en el período revolucionario 1868-1873, está enfocada desde
un punto de vista crítico, ya que la autora manifiesta en el prólogo de la obra
su desacuerdo con los ideales republicanos que defiende el protagonista.
Los pazos de Ulloa
Es igualmente de corte naturalista Los pazos de Ulloa (1886), la novela más
importante de Emilia Pardo Bazán. Esta obra está ambientada en una de las
zonas rurales más atrasadas de Galicia y se centra en el choque de unos
personajes sensibles, educados en la ciudad, con otros personajes,
representativos del ambiente degradado y brutal que reina en una aldea.
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Los personajes de Los pazos de Ulloa aparecen, de acuerdo con las tesis de
Zola, determinados por el medio ambiente. De un lado, Pedro Moscoso, señor
del pazo de Ulloa, aristócrata decadente y embrutecido, dominado por sus
criados. Del otro, Nucha, la joven esposa traída de la ciudad, y Julián, el
capellán recién salido del seminario. Ambos sucumbirán ante la terrible
hostilidad de la aldea, un "paisaje de lobos". El relato se convierte así en una
dura visión del campesinado y del mundo rural, totalmente opuesta a la visión
idílica que ofrecía Pereda.
El ensayo en el Siglo XIX
Marcelino Menéndez Pelayo(1856-1912)
En el ensayo, al igual que el artículo periodístico, el autor expone libremente
sus opiniones acerca de temas de interés político, histórico, filosófico, literario o
científico. Se trata de un género cuya difusión en España se ha visto
enormemente favorecida por la agitada y convulsa historia de nuestro país en los
siglos XIX y XX y que refleja la situación del país y las inquietudes de sus
pensadores.
A lo largo del siglo XIX, el ensayo, siempre vinculado a los problemas sociales,
fue el vehículo de expresión de los debates ideológicos de la época. En España
fue especialmente intensa la confrontación entre tradición y modernidad,
condicionada por las luchas políticas. Los intelectuales españoles se alinearon en
estos dos grandes bandos, por lo que sus textos a menudo tienen un carácter
apologético y polémico.
En cuanto a la expresión, se acrecienta la influencia de la oratoria frente al
estilo divulgativo y directo característico del ensayo en el siglo XVIII. Como en los
discursos, predominan las frases largas, el tono elevado y retórico así como las
referencias cultas. En el siglo XIX el ensayo perdió parte de su entidad como
género propio al quedar situado entre el periodismo, que experimentó un
desarrollo extraordinario, y los estudios más extensos y profundos. Así, buena
parte del mejor periodismo, como el de Larra, puede considerarse dentro del
género ensayístico.
I. Los pensadores tradicionalistas
Entre los ideales de los pensadores tradicionalistas o carlistas destacan el
apoyo al absolutismo real y el mantenimiento del Antiguo Régimen y de los
privilegios de la Nobleza y de la Iglesia. Proponían como rey al pretendiente
Carlos, hermano de Fernando VII y su lema era: “Dios, Patria, Fueros, Rey.”
El apoyo estaba localizado en zonas geográficas concretas: Navarra, País
Vasco, Aragón, Cataluña y el Maestrazgo y era liderado fundamentalmente por la
población rural y el pueblo llano, además de ciertos elementos clericales y la
pequeña nobleza campesina, opuestas a la población urbana, mayoritariamente
liberal y burguesa.
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Entre los autores que podemos adscribir a la corriente tradicionalista destacan
Marcelino Menéndez Pelayo, Jaime Balmes y Juan Donoso Cortés.
A) Marcelino Menéndez Pelayo (1856-1912)
Marcelino Menéndez Pelayo (1856 – 1912) nació en Santander en 1856, donde
comenzó sus estudios en los que destacó como niño prodigio. Licenciando en
filosofía y letras en Barcelona y doctorado en Madrid amplió sus estudios en
Portugal, Francia e Italia, dedicó su vida al estudio, lo que le permitió llevar a
cabo una obra extensa y erudita, especializada sobre todo en temas literarios.
A los 21 años obtuvo una cátedra en la Universidad Central de Madrid. Ingresó
en la Real Academia Española a los 25 y en la de Historia un año después; fue
diputado conservador por Mallorca (1884) y senador por la universidad de Oviedo
(1892). Desde 1898 fue director de la Biblioteca Nacional.
Menéndez Pelayo contribuyó a la formación de la conciencia nacionalista
burguesa en el período de la Restauración, con el que se identificó plenamente; a
partir de ahí, su obra pudo ser la bandera intelectual de movimientos
conservadores. Su ideología aúna el nacionalismo con el catolicismo
tradicionalista, por lo que polemizó con los intelectuales progresistas.
Murió en su ciudad natal en 1912 dejando tras de sí una ingente cantidad de
obras que abarcan todos los campos de la cultura española (el Consejo Superior
de Investigaciones Científicas publicó susObras completas en 1940, en 65
volúmenes, sin tener en cuenta sus epistolarios y notas) y legando a la ciudad
toda su biblioteca, compuesta por más de 40.000 volúmenes.
Entre su obra destaca la monumental Historia de las ideas estéticas en
España, que inauguró la moderna crítica literaria española. La ciencia
española (1876) y la Historia de los heterodoxos españoles (1882) son dos de los
trabajos también muy importantes de Menéndez Pelayo.En La ciencia
española intentódemostrar que España había realizado importantes
contribuciones a la ciencia moderna. Con ello trataba de refutar la tesis de que la
defensa de la ortodoxia católica en los siglos XVI y XVII había provocado el atraso
científico del país. En la Historia de los heterodoxos españoles defendió que “el
genio español es eminentemente católico; la heterodoxia es entre nosotros
accidente y ráfaga pasajera”. Su erudito rastreo de las herejías en España desde
los orígenes del cristianismo hasta el siglo XIX le sirve para sostener que los
escasos herejes españoles actuaron siempre bajo influencia extranjera, por lo que
no lograron extenderse y arraigar.
B) Jaime Balmes (1810-1848)
El sacerdote catalán Jaime Balmes Urpía (1810-1848) nació en la ciudad de
Vich, Barcelona; y movido por un interés particular realizó sus estudios en un
seminario de la ciudad, obteniendo un doctorado en teología por el año de 1834,
en la Universidad de Cervera.
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La habilidad de escribir, gracias a la vida disciplinada y dedicada a los
estudios, le permitió registrar uno de sus primeros ensayos: "El celibato del clero"
a una convocatoria lanzada por el diario "El madrileño católico"; con el que
obtiene el primer premio y la publicación del mismo, que fue exitosamente
criticado. Al considerar que tenía grandes dotes de escritor se instala en
Barcelona, y al poco tiempo publica un folleto con el nombre de "Consideraciones
políticas sobre la situación" colocándose en el gusto de los lectores y a partir de
entonces sería un publicista activo. Es tan grande su atracción por las costumbres
morales que decide viajar por Inglaterra y Francia, estudiando de ellas, las
Instituciones políticas; consolidando su investigación en una de sus obras
relevantes: "El protestantismo comparado con el catolicismo", que lleva plasmado
el objetivo de defender la religión cristiana?
En 1843 es nombrado director y redactor de la revista "La Sociedad" que lo
muestra protector, cooperativo, descentralizado y partidario de la clase obrera,
ganándose un lugar de distinción entre los pensadores de Europa. Balmes viaja a
Madrid en 1845 para fundar el periódico monárquico "El Pensamiento de la
Nación", que se regía por verdaderos principios morales, pero además
introduciendo su pensamiento político intentando reunir en una sola sociedad a la
familia de los Borbones, para restablecer la paz en España.
Jaime Balmes fue el pensador católico más destacado de su época, no tanto
por la originalidad de sus ideas como por su afán de divulgarlas, de influir en la
sociedad con ellas. Escribió multitud de artículos periodísticos sobre temas
religiosos, sociales y políticos. Ante las turbulentas luchas políticas que vivía
España, Balmes se sitúa en una postura moderada, que trata de conciliar el
liberalismo y el carlismo. En sus obras doctrinales defiende la filosofía escolástica
de la iglesia confrontándolas con las ideologías del siglo. Entre las obras que
escribió Jaime Balmes encontramos: La religión demostrada al alcance de los
niños, Cartas a un escéptico, Observaciones sobre los bienes del clero, El
protestantismo comparado con el catolicismo en sus relaciones con la civilización
europea, Consideraciones políticas sobre la situación de España, El criterio,
Filosofía elemental, Filosofía fundamental y algunos otros artículos sobre diversos
temas publicados en diferentes periódicos. Las obras El criterio y El
protestantismo comparado, permitieron claramente difundir las ideas políticas y
religiosas de Balmes, que incluso fueron traducidas a varios idiomas.
A los treinta y siete años de edad, el 9 de julio de 1848, Jaime Balmes Urpía,
encontrándose en sus mejores años de fecundidad, muere enfermo de
tuberculosis.
C) Juan Donoso Cortés (1809-1853)
Juan Donoso Cortés (1809-1853), filósofo, literato, político y diplomático
español, nació en el Valle de la Serena (Badajoz).
Se dio a conocer políticamente en 1832 con una Memoria actual de la
monarquía, en la cual propugnaba un institucionalismo moderado al estilo de la
Carta Otorgada francesa, y que por su oportunidad le llevó al Ministerio de Gracia
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y Justicia. Más ligado a la corona que al liberalismo, se opuso a las ideas
progresistas, en especial después del motín de La Granja y de la promulgación de
la Constitución de 1837.
Parlamentario moderado del grupo de Narváez, los intentos revolucionarios de
1848 provocaron su renuncia pública al liberalismo y defensa apasionada de una
posición antiliberal y reaccionaria, expuesta en su Ensayo sobre el catolicismo, el
liberalismo y el socialismo (1851) después de su primera estancia en Francia, en
contacto con el ultramontanismo de Bonald y De Maestre. En esta obra presenta
el liberalismo y el socialismo como amenazas contra la familia, la propiedad
privada y la moral católica, y propone una monarquía fuerte basada en el
cristianismo. Expone que la secularización de la sociedad y el liberalismo son
obra del orgullo humano; el castigo de este pecado es la revolución, evitable
mediante la sumisión al cristianismo y a la Iglesia católica. Fue muy elogiado por
los pensadores políticos alemanes precursores del nazismo.
II. Los pensadores krausistas
Los intelectuales opuestos al catolicismo tradicionalista se agruparon en torno
al krausismo, filosofía creada por el alemán Friedrich Krause (1781-1832), que
proponía una religiosidad racional, al margen de las religiones establecidas. El
krausismo fue introducido en España por Julián Sanz del Río (1814-1869), que
había estudiado en Alemania. A su regreso, difundió esta filosofía en la
Universidad y creó un núcleo de discípulos, entre los que destacaron Francisco
Giner de los Ríos y Gumersindo de Azcárate.
Cuando en 1876 los profesores krausistas fueron expulsados de la Universidad
fundaron la Institución Libre de Enseñanza, una red de escuelas laicas en las que
se practicaba una pedagogía innovadora, basada en una intensa formación ética,
la observación directa y el rechazo del aprendizaje memorístico y de la
competencia entre los alumnos.
El krausismo, aunque minoritario, tuvo gran repercusión en la vida cultural
española. Influyó en escritores como Valera, Galdós o Clarín, y en la Institución
Libre de Enseñanza se educaron los hermanos Machado; profesor de la Institución
fue asimismo el regeneracionista Joaquín Costa. Otra de sus secuelas fue la
Residencia de Estudiantes, en la que confluyeron los poetas de la Generación del
27.
Francisco Giner de los Ríos (1839-1915)
Francisco Giner de los Ríos nace en 1839 en la ciudad de Ronda en el seno de
una familia acomodada, lo cual le permite acceder a una correcta formación
universitaria. Estudió Filosofía en Barcelona y Granada, trasladándose a Madrid
en 1863, donde entraría en contacto y recibiría la influencia del profesor Sanz del
Río,introductor en España del ideariokrausista. Las ideas e influencia
delkrausismomarcarán para siempre tanto el pensamiento como la obra de Giner
de los Ríos y se convierte en el continuador del movimiento. Obtiene la cátedra
deFilosofía del Derecho y de Derecho Internacional de la Universidad de
93
Madrid. Su carácter profundamente crítico, sus modos de enseñar y su ilimitada
ilusión docente convertirán a Giner en una de las figuras obligadas del Madrid
universitario. No dudará en enfrentarse abiertamente a ciertas ordenanzas
atentatorias a la libertad de cátedra que habían sido adoptadas por el Ministro de
Fomento, Marqués de Orovio, en 1875.
Como consecuencia de sus opiniones contrarias a las disposiciones del
gobierno es expulsado de su cátedra, junto con amigos y discípulos, buena parte
de los cuales compartirán desde ese instante los sueños transformadores de
Giner de los Ríos. A raíz de los acontecimientos anteriores, pone en marcha una
de las iniciativas que más han marcado la Educación de nuestro país: La
Institución Libre de Enseñanza.
De la obra de Giner son especialmente importantes sus ensayos pedagógicos,
que se agrupan enEducación y enseñanza (1889)y Ensayos sobre
educación (1913). En ellos propone un tipo de educación integral, que forme
ciudadanos tolerantes y cultos.
Para Giner, la instrucción es sólo una parte, un instrumento para alcanzar la
educación. Por ello critica los métodos pedagógicos usuales en la España de su
tiempo y propone una reforma educativa que sirva a su vez para reformar la
sociedad española. En este sentido, Giner es un precursor de los
regeneracionistas y los noventayochistas.
Introducción al Siglo XX
El Siglo XX
Para intentar definir el siglo XX se ha empleado la expresión "aceleración de la
historia", porque su constante más evidente es la velocidad, la rapidez, los
continuos cambios en todas las manifestaciones de la vida humana.
La cara negativa de este siglo son las dos guerras mundiales, la multitud de
enfrentamientos armados localizados, los exterminios y holocaustos, los
totalitarismos, la carrera de armamentos, la violación de los derechos humanos,
la injusticia y el hambre, el peligro atómico y nuclear. La angustia que se cierne
amenazante sobre el hombre actual.
La cara positiva son los constantes y asombrosos avances científicos, técnicos
y artísticos, y la apertura de nuevos horizontes y posibilidades.
España en el SIGLO XX
De la centuria anterior España arrastra la llamada "crisis de fin de siglo", que
se puede concretar en los graves problemas de convivencia entre los españoles,
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divididos en ideologías encontradas, y la decadencia del país que culmina con la
pérdida de nuestras últimas colonias ultramarinas, el año del desastre 1898.
Desde 1902 a 1923 dura el reinado de Alfonso XIII. Hay que destacar en este
periodo el desarrollo industrial, el nacimiento y consolidación del proletariado, los
enfrentamientos sociales y las continuas crisis ministeriales.
La situación anterior conduce a la dictadura del general Primo de Rivera
(1923-1931), que intenta, desde la concentración del poder, resolver la crisis de
la nación. Con ciertos logros en algunos campos, al final la dictadura también
fracasó.
La miseria muy generalizada, la organización y politización de la clase obrera
y, sobre todo, la unión de las izquierdas, trajo consigo la proclamación de la
Segunda República (1931-1939). El periodo republicano comenzó con un deseo
de profundas reformas y buenas intenciones, pero se manifestó impotente ante
los problemas endémicos del país: los enfrentamientos ideológicos y sociales y la
crisis económica. Los acontecimientos se precipitaron: huelgas y disturbios,
triunfo de la derecha en 1933, huelga y revolución en Asturias en 1934, unión de
izquierdas en el Frente popular que gana las elecciones en 1936.
Ese mismo año, en julio, el general Franco se sublevó contra el gobierno de la
República. Estalla la guerra civil (1936-1939), confrontación fraticida con la que
culmina el enfrentamiento de las dos Españas.
El mismo año de la muerte de Franco, 1975, se nombró a don Juan Carlos de
Borbón rey de España. Con las elecciones de 1977 se abrió el proceso
democrático y en 1978 se promulgó la nueva Constitución. España, con un
régimen de libertades democráticas, se encuentra con el reto de solucionar los
agudos problemas sociales y económicos agravados por la crisis mundial, y de
adecuarse a las exigencias del mundo moderno.
Modernismo y Generación del 98
Tradicionalmente se ha dividido a los escritores de finales y principios de siglo
en dos grupos diferenciados: el Modernismo y la Generación del 98. Sin embargo,
á pesar de las diferencias entre modernistas y hombres del 98, la separación no
es tan clara. En primer lugar, algunos integrantes de la Generación del 98 - como
A.Machado y R. Del Valle-Inclán - se podrían incluir, por algunas de sus obras,
dentro del Modernismo, y en segundo lugar, porque unos y otros vivieron un
ambiente y atmósfera que les unía. Eran "gente nueva" con una nueva estética
que rompía con la del siglo XIX; todos abogaban por una profunda renovación
lingüística que traería nuevas posibilidades expresivas, y adoptaron también una
postura crítica ante las normas sociales y la situación política.
La generación del 98
95
La Generación de 1898
Generación del 98 , también llamada generación del desastre en alusión a la
pérdida de Cuba por España.
Habrá que esperar hasta 1934, con la conferencia de Pedro Salinas sobre "El
concepto de generación literaria aplicado a la del 98", para que se fije
definitivamente esta manera de identificar a una generación que representó un
fenómeno importante por cuestionarse la tarea intelectual frente a España y la
política española, y plantearse el dilema de una literatura acorde con esas
inquietudes. Muchos de sus representantes estaban ligados a la Institución Libre
de Enseñanza , que dirigía Francisco Giner de los Ríos .
Sobresalen autores como Ángel Ganivet (1862-1898), autor
de Idearium español (1897); Joaquín Costa (1846-1911); Miguel de
Unamuno (1864-1937), con obras como En torno al casticismo (1895), Vida de
Don Quijote y Sancho (1905) y Del sentimiento trágico de la vida (1913); Ramiro
de Maetzu , quien enumeraba los engaños que dominaban a España en el campo
de la prensa, la política, la oligarquía y el caciquismo, la literatura y la ciencia, las
supuestas glorias históricas, y, como otros jóvenes rebeldes de su tiempo (el
mismo Unamuno o Martínez Ruiz , Azorín), rechazaba la guerra colonial en todas
sus manifestaciones;José Ortega y Gasset , que, en realidad, trascendió el marco
de esta generación. Debe mencionarse también la obra de Azorín ( El alma
castellana (1900); La ruta de don Quijote (1905), Antonio
Machado (Soledades y Campos de Castilla, sobre todo), Pío Baroja ( La raza; La
lucha por la vida , 1904), Ramón María del Valle-Inclán , Vicente Blasco Ibáñez,
Gabriel Miró.
El Concepto de Generación del 98
Es Azorín quien propone esta denominación en unos artículos de 1913. Incluye
en dicho grupo a autores como Unamuno, Baroja, Maeztu, Valle-Inclán,
Benavente, Rubén Darío, que se caracterizan todos ellos por su espíritu de
protesta y su profundo amor al arte. Entre otras influencias, Azorín señala las
parnasianas y las simbolistas.
Aunque la idea fue rechazada inicialmente por algunos miembros de la
generación como Baroja, el concepto se impone finalmente.Los requisitos generacionales aplicados al 98
Pedro Salinas ya aplica en un ensayo de 1935 al 98 el concepto de
"generación literaria", que establece unos "requisitos generacionales":
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1. Nacimientos en años poco distantes: 1864-1875 2. Formación intelectual semejante: autodidactismo 3. Relaciones personales: amistad, tertulias, revistas, "Grupo de los Tres",... 4. Participación en actos colectivos propios: homenaje a Larra,... 5. Presencia de un guía: Nietzsche, Schopenhauer, (Unamuno) 6. Lenguaje generacional: ruptura con el lenguaje precedente 7. Anquilosamiento de la generación anteriorLa juventud del 98
Un espíritu de protesta y rebeldía animaba a la juventud del 1898, provocado
en parte por la actualidad contemporánea de determinadas doctrinas
revolucionarias:
UNAMUNO: pertenece al PSOE, marxista MAEZTU: ideas revolucionarias / anhelos socialistas AZORÍN: anarquista BAROJA: simpatías por el anarquismo
Este hecho es un indicio de la crisis de la conciencia pequeño-burguesa. Los
jóvenes del 98 conforman la primera generación de intelectuales.
El "grupo de los Tres"Constituyen este grupo Baroja , Azorín y Maeztu , amigos que firman
artículos bajo el pseudónimo de "Los Tres". En 1901 publican un manifiesto en el
que expresan su deseo de cooperar a la generación de un nuevo estado social en
España, lo cual se debe a la miseria y hambruna contemporánea en España. El
medio que canalizaría las fuerzas para resolver esta situación sería la "ciencia
social". Se alejan estos autores pues de sus compromisos políticos y sólo confían
ya en la "ciencia social". Su posición es ahora la de un reformista de tipo
regeneracionista .
La campaña política de los Tres estuvo marcada por el fracaso, lo cual les
condujo a un hondo desengaño. En esto les había precedido Unamuno , que
había negado su apoyo al grupo de los Tres por su pérdida de interés por temas
económicos y sociales. Ahora aspira sólo a modificar la mentalidad del pueblo.
En 1905 los Tres abandonan el camino de la acción e inician un giro hacia
posturas idealistas. Siguen sintiendo la preocupación por España pero desde
un esceptismo desconsolado o desde la actitud contemplativa de un
soñador .La Madurez del 98. Actitudes, Ideas y Temas
En 1910 Azorín manifiesta que cada autor se ha creado una fuerte
personalidad, lo que ha provocado un cambio en sus orientaciones, ideas
políticas, sus sentimientos estéticos,... Lo único que conservan es la lucha por
algo que no es lo material bajo; es decir, un anhelo idealista.
Se configura la mentalidad del 98, marcada por los siguientes rasgos:
1. Idealismo
97
2. Entronque con las corrientes irracionalistas europeas: Nietzsche, Schopenhauer è neorromanticismo
3. Preocupaciones existenciales y religiosas: interrogantes sobre el sentido de la vida, el destino del hombre è precursores del existencialismo
4. Tema de España: subjetivismo - anhelos y angustias íntimas: exaltacion redentora, visión impresionista o escepticismo è en el plano de los valores, ideas y creencias
Los autores mencionados sufren una importante evolución ideológica.
Unamuno se encerró cada vez más en su "yo", Baroja se recluye en un radical
escepticismo y Azorín deriva hacia posturas conservadoras. Maeztu se convierte
en seguidor de la derecha nacionalista.
Nómina del 98Lo dicho hasta ahora nos lleva a delimitar lo que puede considerarse "grupo
del 98". Lo compondrían, en principio, Baroja, Azorín y Maeztu (los Tres),
unidos entre sí por las juveniles afinidades que hemos visto. Y, por no pocos
aspectos, cabe agregar a Unamuno . Muy discutible, en cambio, es incluir en la
nómina a Machado y Valle, sin negar las afinidades temáticas entre éstos y
aquéllos.
Significación literaria del 98
Los noventayochistas contribuyen poderosamente a la renovación literaria de
principios de siglo. Como los modernistas, repudian la retórica o el prosaísmo de
la generación anterior (con excepciones). Retrocediendo en el tiempo, Larra fue
considerado un precursor. También sintieron una especial reverencia por algunos
clásicos: Fray Luis de León, Cervantes, Quevedo,... y muestran fervor por la
literatura medieval: el Poema de Mio Cid, Berceo, Jorge Manrique, el Arcipreste de
Hita. Estas preferencias explican sus novedades estilísticas. Azorín afirmaba por
ejemplo, que una obra era mejor, cuantas menos y más elegantes palabras
hicieran brotar más ideas. Es ésta la primera nota común del lenguaje
generacional, la voluntad de ir a las ideas, al fondo.
Con esto enlaza el "sentido de la sobriedad" y la voluntad antirretórica que va
acompañada de un exigente cuidado del estilo (por la repulsa del prosaísmo). El
estilo predominante es pues antiretórico y cuidado.
Otro rasgo común es el gusto por las palabras tradicionales y terruñeras.
Todos los noventayochistas ampliaron el caudal léxico gracias a su conocimiento
del habla de los pueblos o de las fuentes clásicas.
Cabe reseñar también el subjetivismo, otro rasgo esencial de la estética del
98. De aquí proviene el lirismo, que desvela el sentir personal de los autores.
También de aquí proceden la dificultad al intentar separar lo visto de la manera
de mirar: paisaje y alma, realidad y sensibilidad, que llegan a fundirse
íntimamente.
Señalemos también las innovaciones en los géneros literarios. En el 98 se
configura el ensayo moderno con su flexibilidad para recoger temas muy
98
variados. Profundas novedades se observan también en la novela. En el teatro los
intentos renovadores no tuvieron apenas éxito
En suma, la renovación estética de los noventayochistas es tal, y tales sus
logros literarios, que la crítica ha abierto con ellos - y los modernistas - la Edad de
Plata de nuestra literatura.
Autores destacados de la Generación del 98Entre los escritores del 98 predomina la prosa - la mayoría escribieron ensayos -, Unamuno y Antonio Machado fueron los únicos poetas. Fueron inconformistas e individualistas. El escepticismo, el pesimismo y la angustia personal se manifestaron en algunos de ellos. Sus preferencias filosófico-literarias se orientaron hacia los filósofos europeos Nietzsche, Schopenhauer, Kierkegaard; al escritor romántico norteamericano E.Allan Poe y al dramaturgo noruego Ibsen.
Miguel de Unamuno (1864-1936)
Vida y Personalidad
El bilbaíno Miguel de Unamuno es una de las personalidades más
destacadas de la literatura española del siglo XX. Nació en Bilbao en 1864 y
vivió la guerra carlista. En Madrid cursa la carrera de Filosofía y Letras y
después de varios fracasos, ganó en 1891 la cátedra de Griego en la
Universidad de Salamanca, donde vivó casi toda su vida. En 1901 sería elegido
rector de esa Universidad.
Tuvo una amplísima cultura antigua y moderna, filológica, literaria y
filosófica. Fue un gran crítico de los distintos regímenes políticos en los que
vivó y como consecuencia de su oposición a la dictadura del general Primo de
Rivera fue desterrado (1924 - 1930) y se marchó primero a Fuerteventura y
luego a Francia. Tras la caída del general vuelve triunfalmente a España y fue
diputado durante la República. Ante las fuerzas de Franco su actitud inicial fue
cambiante. Sin embargo su postura definitiva ante las fuerzas de Franco (con la
famosa frase: "Venceréis pero no convenceréis") le valió ser destituido y
confinado en su domicilio, donde murió el último día de 1936.
Unamuno fue siempre un hombre inquieto y rebelde, paradójico y
contradictorio, ferozmente individualista, siempre rindiendo culto a su propia
personalidad. Luchador contra todo, en guerra consigo mismo, en continua
tensión, no encontró nunca la paz, acosado de dudas religiosas y existenciales.
Su vida estaba presidida por una intensa actividad intelectual, de incesante
lucha consigo mismo.
En cuanto a su ideología, Unamuno fue militante del PSOE y manifestaba
ideas socialistas en su juventud. Sin embargo con el paso del tiempo va
perdiendo la fe y abandona su militancia política.
Temas:
99
Unamuno cultivó todos los géneros - teatro, poesía, ensayos, prosa - todos
ellos presididos por dos ejes temáticos recurrentes: España y el sentido de la
vida humana. Se le ha considerado como uno de los primeros escritores
existencialistas modernos.
El problema de España:
Reflexionó sobre el pasado de España, su literatura y su historia y sobre su
presente, sus males y la necesidad de una renovación espiritual, de nuevos
ideales de vida para vencer la pereza y atonía españolas. En su recorrido por
toda España retrata sus pueblos y tierras, su paisaje y paisanaje y dedica una
atención especial a Castilla. Amó a España y se sintió español ante todo. "Me
duele España" - decía Unamuno -; "¡soy español, español de nacimiento, de
educación, de cuerpo, de espíritu, de lengua y hasta de profesión y oficio;
español sobre todo y ante todo".
La preocupación por España queda patente en muchas obras: En torno al
casticismo (1895) donde plantea la idea de la intrahistoria. En Vida de don
Quijote y Sancho (1905) expresa su interpretación de la novela cervantina
como expresión del alma española. Y acabó por sustituir el anhelo de
europeizar a España por la pretensión de españolizar a Europa. La
preocupación por España también se refleja en otras obras: Por tierras de
Portugal y España (1911), Andanzas y visiones españolas (1922), .
El sentido de la vida humana:
Unamuno está preocupado por el hombre de carne y hueso, con sus
angustias y problemas, con el sentido trágico de su existencia. Plantea el
pavoroso problema de la personalidad humana; si uno es lo que es y seguirá
siendo lo que es; la tensión entre el ser o la nada. En definitiva, el problema de
Dios y de la inmortalidad, el saber si moriremos del todo o no.
Estilo:
Unamuno tiene un estilo que refleja con gran perfección los rasgos de su
personalidad. Es sobrio y al mismo tiempo vivo y expresivo, despegado de
viejas retóricas. Propone un estilo desnudo, frente a los estilistas que lo visten
de galas. Pone en circulación muchos términos populares. Él mismo escribió
que "quería sacara a ras de lengua escrita voces de la lengua corrientemente
hablada, desentonar y desentrañar palabras que chorrean vida según corres
frescas y rozagantes de boca en oído y de oído en boca de los buenos
lugareños de Castilla y León".
Juega con el idioma, inventa términos nuevos, desentierra el primitivo
significado etimológico de las palabras. Además busca la densidad de ideas, la
intensidad emotiva, la exactitud de sus descripciones, no la elegancia. Su lucha
interna se aprecia en su gusto por paradojas, antítesis, exclamaciones.
Obra:
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Practicó todos los géneros. Sus cualidades como poeta fueron infravaloradas
durante mucho tiempo, aunque en la actualidad se le tiene por uno de los
grandes líricos del siglo XX. Es una poesía que se caracteriza por su gran
riqueza de pensamiento; los principales libros son: Poesías (1907), Rosario de
sonetos líricos (1911), El Cristo de Velázquez(1920), Romancero del destierro
(1928) y el Cancionero póstumo, Diario poético que fue publicado en 1953 y
recoge poesías escritas entre 1928 y 1936.
También es autor de importantes novelas. Figura Unamuno entre los más
decididos renovadores de la novela a principios de siglo que a él le servía como
cauce adecuado para la expresión de los conflictos existenciales.
Su primera novela fue Paz en la guerra (1897) , una novela histórica sobre la
última guerra carlista. Con Niebla (1914) inicia lo que él denominó nivolas:
frente a la novela tradicional presenta nuestro autor el enfrentamiento de las
almas, de las pasiones humanas, sin paisajes, ambientes ni costumbres. Niebla
plantea el problema de la existencia y la personalidad. El protagonista, Augusto
Pérez, se rebela contra el propio Unamuno, porque se da cuenta de que no es
más que un ser de ficción, manejado al capricho del autor, y le recuerda que
también él, Unamuno, como ser humano, depende del capricho de Dios. En
1917 publicaría Abel Sánchez y en 1921 La tía Tula . Su obra maestra llegaría
en 1931, San Manuel bueno mártir . Esta es la dramática historia del párroco de
una aldea perdida que, entregado ejemplarmente a su pueblo y
manifestándose como un santo, oculta el tremendo desgarro interior de la duda
en la otra vida.
Escribió también numerosos libros de ensayo: En torno al casticismo (1902),
Vida de Don Quijote y Sancho (1905), Por tierras de Portugal y España (1911),
Andanzas y visiones españolas (1922), Del Sentimiento trágico de la vida
(1922).
Las obras dramáticas más importantes: Fedra (1910), El otro (1926) y El
hermano Juan (1934). Son el intento de un teatro de ideas que resulta
excesivamente esquemático y falto de acción dramática.
Pío Baroja (1872 - 1956)
Datos biográficos
Pío Baroja nació en San Sebastián y vivió, durante casi toda su vida, en Madrid.
Allí estudió Medicina y se doctoró con una tesis sobre El dolor. Su ejercicio como
médico fue breve, en Cestona. Vuelve a Madrid donde entra en contacto con
escritores como Azorín, Maeztu,. que le llevan a entregarse a la literatura, su gran
vocación.
Publica sus primeros libros en 1900 tras una serie de colaboraciones en diarios
y revistas. Sigue una etapa de intensa labor que conjuga con viajes por España y
101
Europa. En 1911 publica El árbol de la ciencia. Hasta entonces había publicado
ya, además de cuentos, artículos y ensayos, diecisiete novelas que constituyen lo
más importante de su producción. Su fama se consolida y su vida se consagra a
escribir volviéndose cada vez más sedentaria. En 1935 ingresa en la Real
Academia. Durante la Guerra Civil pasa a Francia, pero en 1940 se instala de
nuevo en Madrid. Muere en 1955.
Personalidad
Fue un solitario; él mismo (en Juventud, egolatría) se incluye entre quienes
están, en cierto modo, "enfermos" por tener más sensibilidad de la necesaria.
Más adelante insiste en esto desde otro ángulo: sabido es que su timidez y su
espíritu de independencia, más aún que su misoginia, le hicieron rechazar el
matrimonio, a la vez que fustigaba el recurso a la prostitución. Optó por una
autorepresión a la que él mismo atribuye un "desequilibrio" y un talante de
"hombre rabioso". Todo esto se plasma en un radical pesimismo sobre el hombre
y el mundo: "la vida es esto, crueldad, ingratitud, inconsciencia, desdén de la
fuerza por la debilidad", para él el hombre era egoísta, cruel y brutal. Y sin
embargo, Baroja escondía otra cara más oculta, la de un hombre compasivo y
tierno con los desvalidos y marginados, un sentimental necesitado de cariño,
hipersensible ante el dolor y la injusticia que sentía una inmensa ternura por los
seres desvalidos o marginados. Así se observa continuamente en su obra. Le
caracteriza además una absoluta sinceridad: Baroja no quiere engañar ni
engañarse (ya hemos visto cómo habla de sí mismo). Tal fue el código moral que
aplicó hasta la exasperación, de ahí la fama de hosco y de individualista
intratable que tuvo entre quienes no supieron ver el fondo desolado de su alma.
Ideología
La ideología de Baroja hay que considerarla de forma inseparable de su
temperamento. Las ideas sobre el hombre y el mundo que se desprenden de sus
obras se inscriben a la perfección en la línea del pesimismo existencial.
Es característico de Baroja su radical escepticismo religioso, social, económico. y
llegaría a decir: "No existe verdad política y social. La misma verdad científica,
matemática, está en entredicho, y si la Geometría puede tambalearse sobre las
bases sólidas de Euclides, ¿qué no les podrá pasar a los dogmas éticos de la
sociedad?". Son palabras reveladoras del desvalimiento espiritual propio de la
crisis de principios de siglo.
Para Baroja el mundo carece de sentido, la vida le parece absurda y no alberga
ninguna confianza en el hombre. Esta concepción hunde sus raíces en
Schopenhauer, el filósofo más leído y admirado por Baroja, y se refleja en sus
obras y personajes.
Su ideología política está marcada por el mismo escepticismo. Pese a sus
contactos juveniles con el anarquismo, lo que realmente le atraía del mismo era
la rebeldía, el impulso demoledor de la sociedad establecida. Rechazaba el
comunismo, el socialismo y la democracia y pronto se encerró en un radical
102
escepticismo y llegó a proclamarse partidario de una dictadura inteligente. En
medio de estas ideas tan contradictorias, quizá la definición más apropiada sería
la de "liberal radical". Volvemos a su individualismo y a su nula confianza en un
mundo mejor. De su sedicente anarquismo sólo queda la postura iconoclasta. De
ahí que sus personajes preferidos sean los inconformistas.
Estilo
Pío Baroja afirmaba que la novela era una especie de cajón de sastre en el que
todo cabía; que no era necesario un planteamiento previo, sino que lo más
importante era la naturalidad conseguida mediante la espontaneidad a la hora de
escribir. Esta es la impresión superficial que producen muchas de sus novelas:
episodios y acontecimientos puestos unos detrás de otros, anécdotas,
divagaciones y digresiones, multitud de personajes ocasionales,. En realidad, no
era tan espontáneo como él afirmaba; sí se preocupaba de la construcción
narrativa y, en general sus novelas tienen una sutil línea estructural, de
características muy sui generis.
La técnica narrativa de Baroja es sobre todo realista, basada en la observación
de ambientes, situaciones y personajes de la vida real, pero vistos a través del
particular subjetivismo del autor, lo que confiere a su obra un carácter
impresionista.
En cuanto a los personajes, los protagonistas, sobria pero certeramente
delineados, suelen ser seres marginales o enfrentados a la sociedad, a veces,
cargados de frustración y otras lanzados a la acción. Como ya hemos dicho, las
novelas de Baroja están pobladas por multitud de personajes secundarios, apenas
caracterizados, que entran y salen sin previo aviso, pero que aportan con su
presencia la misma impresión de variedad que se encuentra en la vida.
Se le ha criticado su estilo, a veces desaliñado o descuidado e incluso
incorrecto. La verdad es que posee - con algún altibajo no significativo - una
prosa clara, sencilla y espontánea, antirretórica, como era el ideal de todos los
miembros de su generación, con abundancia de frases cortas y muy expresivas.
Hay que destacar las descripciones líricas con las que Baroja, frecuentemente,
remata largos pasajes narrativos y en las que condensa brevemente el ambiente
y la impresión de lo narrado.
Obra
Pío Baroja fue el más importante novelista contemporáneo por sus
extraordinarias dotes de narrador. Su influencia posterior ha sido enorme y los
novelistas de la posguerra siempre le reconocieron como su maestro. Fue un
escritor fecundísimo. Sus novelas son más de sesenta. Él mismo agrupó muchas
de sus novelas en trilogías (34), pero estas clasificaciones, con alguna excepción,
frecuentemente carecen de relación entre las obras que las integran. Hay que
destacar las distintas trilogías:
103
- Tierra Vasca formada por La casa de Aizgorri(1900), el Mayorazgo de
Labraz (1903)y Zalacaín el aventurero(1909) Esta última es un ejemplo de la
novel de acción de Baroja. Narra, animada y ágilmente, la vida del vasco Martín
Zalacaín: su infancia y aprendizaje para la vida, las trepidantes aventuras de
contrabandista, su antagonismo con Carlos Ohando, el amor y la muerte trágica,
todavía joven, y el halo de héroe popular creado en torno suyo.
- La lucha por la vida: La busca (1904), Mala hierba (1904) y Aurora
Roja (1905). La primera es para muchos la obra más intensa del autor: Cuenta la
historia de un muchacho, Manuel, que, venido de un pueblo a Madrid, va pasando
por diversos ambientes y oficios hasta terminar en los suburbios de la ciudad,
entre mendigos, golfos y vagos, al borde de la delincuencia. Baroja, con intención
social testimonial, pinta descarnada y sombríamente, las clases medias bajas y,
particularmente, los estratos más miserables de la sociedad madrileña de finales
y comienzos de siglo: cuadros de ambiente, tipos de toda calaña - pícaros,
prostitutas, criminales, proletarios - , la mendicidad y la miseria; y en medio,
Manuel, que por su falta de voluntad y por la total desorganización social, se va
degradando cada vez más, aunque no definitivamente, en la difícil lucha por la
vida.
- La raza: A ella pertenece El árbol de la ciencia, La dama errante y La ciudad
de la niebla.
El árbol de la ciencia es una novela típicamente noventayochista, en cuanto
que refleja la crisis existencialista vital del inadaptado protagonista, Andrés
Hurtado, sus disquisiciones pesimistas, las dolorosas experiencias que le
conducen al suicidio, le dan pie a Baroja para realizar una feroz crítica de la
sociedad española de su tiempo. En esta novela hay abundantes aspectos de la
vida del propio Baroja.
Además escribió cuentos, novelas cortas, libros de viajes, biografías,
ensayos, ... Resultan también destacables sus Memorias, tituladas Desde la
última vuelta del camino, siete volúmenes que constituyen un importante
testimonio de la personalidad del autor y un excepcional panorama de toda una
época.
Ramón María del Valle Inclán (1866 - 1936)
1. Biografía
Ramón Valle y Peña nace el 28 de Octubre de 1866 en Villanueva de Arosa
(Pontevedra), procedente de familia de noble abolengo, aunque ya no gozaba
de buena situación económica. Entre sus antepasados ilustres se encontraba
Francisco de Valle Inclán de quien Valle toma su nombre artístico.
Valle-Inclán inicia su formación bajo la tutela de su padre y el catedrático
Jesús Muruáis ejerció sobre él una gran influencia en los primeros años.
Posteriormente se matricula en la facultad de leyes de Santiago aunque más
que a los estudios, se dedica fundamental a participar en los círculos culturales
104
gallegos. A la muerte de su padre, se traslada a Madrid y allí continúa su
incipiente labor literaria.
En 1892 marcha a Méjico. Más tarde dará como motivo de este viaje en una
fingida autobiografía publicada la necesidad de huida ante un desengaño
amoroso y justifica la elección del país porque "México se escribe con equis".
En Veracruz mantendrá relaciones con periodistas de los diarios locales con
los que colabora. Pronto marcha a la capital mejicana, donde adopta el nombre
de Valle Inclán y entra en contacto con el Modernismo. Tras una temporada en
Cuba vuelve a Galicia en 1893 y permanece algún tiempo ocupado en lecturas
y tertulias. Adopta ya la indumentaria más o menos estrafalaria de los jóvenes
escritores franceses y en 1895 publica su primer libro, Femeninas, prologado
por Manuel Murguía.
En 1896 Valle se instala en Madrid. Son los años del Desastre pero también
un tiempo fecundo en talentos literarios en el que se practica e idealiza la vida
bohemia marcada por tertulias, dificultades económicas. Entre los contertulios
de nuestro escritor destaca lo más representativo de la intelectualidad de la
época: Benavente, los Baroja, Azorín. Se convierte en un personaje famoso y la
fama de sus anécdotas se extiende por los ambientes culturales madrileños.
En 1902 la publicación de Sonata de Otoño le hace conocer el éxito y en
1907 se casa con la actriz Jo sefina Blanco a la que acompañará en numerosos
viajes por diversos países como Argentina, Chile o Uruguay. En 1912 inicia la
publicación de su Opera omnia.
Por otra parte, trabaja como corresponsal de guerra para distintos periódicos
y se crea para él la cátedra de estética de la Escuela de Bellas Artes a la que
renuncia por no saber aclimatarse a la vida académica. Los años siguientes
están marcados por la alternancia entre períodos de reconocimiento y cargos
públicos con otros de penurias económicas. Se divorcia de su esposa y ve
rechazada definitivamente su candidatura a la Academia.
Muere en Santiago el 4 de Enero de 1936.
2. Perfil humano
La personalidad de Valle Inclán es sumamente compleja: soñador, aficionado
a los cuentos y leyendas galaicas, a las gestas heroicas y a los ideales utópicos,
enemigo de toda vulgaridad y oportunismo.
Se sentía atraído por lo irracional y esotérico. En sus obras nos ha dejado
abundantes muestras de su interés y fascinación por los fenómenos
sobrenaturales y la cábala. En muchos aspectos es un típico escritor de fin de
siglo pero siempre original.
Con su curioso ceceo llevaba la voz cantante en las tertulias y le gustaba
mostrarse independiente y altivo como un "enfant terrible" que se distinguía
105
además por su vestimenta. Para Gómez de la Serna "era la mejor máscara a pie
que cruzaba la calle de Alcalá" y el dictador Primo de Rivera lo calificó de
"eximio escritor y extravagante ciudadano". En conjunto, como han destacado
muchos de sus contemporáneos, llevaba "una vida teatral que se desarrollaba
detrás de una máscara".
Antonio Machado, con la bondad que le caracteriza, nos da una visión de
Valle Inclán a través de Juan de Mairena que lo conoció en 1895 y fue uno de
los tres compradores de Femeninas: "La verdad es - decía Mairena a sus
amigos- que este hombre parece muy capaz de haber realizado todas las
proezas que se atribuye.. si no fue nombrado - como él nos cuenta- Mayor
honorario del Ejército de Tierra Caliente, culpa habrá sido de los mejicanos. se
salvará no por la espada sino por la pluma, Valle Inclán será el santo de
nuestras letras."
A efectos didácticos la obra de Valle-Inclán se puede dividir en tres etapas,
en cada una de las cuales cultiva los distintos géneros literarios: novela, teatro y
poestía.
Etapa Modernista (aprox. 1898-1910)La principal obra en esta etapa son Las Sonatas, en poesía, Voces de gesta y un libro de estética, La lámpara maravillosa.
Etapa de transición del idealismo al esperpento pasando por el mito (aprox 1910-1920) En esta etapa destaca, en novela, la trilogía La guerra carlista y, en teatro, las Comedias Bárbaras.
Etapa Esperpéntica (aprox 1920-Gª Civil) A esta época corresponden La pipa de Kif (poesía), Tirano Banderas(novela), trilogía El ruedo ibérico (novela), Luces de Bohemia (teatro) yDivinas Palabras (teatro).
Desde 1919 en que aparece la Pipa de Kif, Valle evoluciona hacia lo que se
llamará esperpento. Esta palabra adquiere en Valle una significación precisa – la
obra realizada mediante una estilización sistemática, que deforma y rebaja la
realidad. Son los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos. Así vemos
que la expresión y el estilo es una estética deformada y que el fondo será
siempre la vida miserable de España. El origen del esperpento está en la
preocupación, en el propósito de expresar lo español.
Es el enfrentamiento de Valle con esa vida real, rehuída por él, menospreciada
como obra de arte. No es un cambio, pues ya hay anticipos del esperpento en
las Comedias Bárbaras y respecto al fondo, ya obras anteriores delatan la base
del esperpento.
La evolución de Valle está movida por un afán de sinceridad. Es una búsqueda
de la sinceridad más bien impuesta que deseada y acaba siendo la realidad de un
hombre acosado por esta realidad. El episodio final de esta lucha lo es el
esperpento. Ya no hace una selección entre los múltiples aspectos de la vida, sino
106
que deja fluir esta vida a borbotones, estilizando, destilando así los hechos y los
personajes un zumo amargo, decepcionante.
Esta deformación obedece a unas normas:
visión desde fuera la exteriorización elimina todo contenido psicológico y por lo tanto faltan
verdaderos protagonistas el relato adopta una estructura impersonal, objetiva.
Así Valle obtiene una visión de cada ser aislada, tendenciosa y desorbitada.
Deformación sometida a una ley sistemática
Luces de Bohemia
I. Argumento
Luces de Bohemia es un esperpento publicado por Valle-Inclán en 1924. Se
trata de un esperpento trágico sobre la vida literaria en la sociedad española.
El protagonista, Max Estrella, sale por la mañana de su casa con Don Latino,
para reclamar que le paguen más por la novela que ha vendido Don Latino. No
logran mejorar el precio y terminan en una taberna emborrachándose. Horas más
tarde, la policía lo encuentra por la calle metiendo escándalo con un grupo de
jóvenes modernistas por lo que es conducido a la cárcel, donde tiene que pasar la
noche. Consigue salir de la cárcel gracias a la intervención de un redactor en jefe
del periódico “El Popular”. Al salir va a ver al Ministro de Gobernación, antiguo
compañero de estudios, con el fin de pedirle satisfacción por lo que le ha
ocurrido. El ministro promete darle un dinero cada mes, pero no le da
satisfacción. De ahí marcha a un café, donde invita a cenar a Don Latino y a
Rubén Darío. Ya camino a su casa tiene una visión de la muerte y a la mañana
siguiente lo encuentran muerto unas vecinas. El esperpento concluye con el
entierro de Max y cómo Don Latino se emborracha en una taberna.
Todo el esperpento tiene por fin destacar la decadencia y la imposibilidad de la
vida literaria en la sociedad española. Valle-Inclán ironiza, satiriza y estiliza
grotescamente la realidad.
II.Temática
La obra tiene por tema la crítica que hace Valle de una sociedad, la española,
en la que no hay lugar para el genio ni el trabajador. Sólo puede prosperar en
esta sociedad la canalla y la infamia. Valle pone de manifiesto la decadencia de
España y los españoles, que vistos desde fuera son un esperpento.
III. Personajes
Los personajes principales de la obra son Max Estrella y Don Latino de Hispalis
aunque aparecen otros muchos personajes.
Max Estrella es un poeta frustrado que se ha quedado ciego. Su obra no
tiene éxito y por este motivo no gana lo suficiente para comer. Resulta trágico
107
que, siendo ciego, sea el único personaje que ve la realidad, una realidad que
expresa definiendo el esperpento.
Es un personaje trágico, zarandeado por el autor. Vive en una sociedad
insensible a la obra literaria, no sólo suya, sino también a la de otros.
Su esposa y su hija son más realistas que él. Viven en la realidad y
comprenden que no sólo de arte vive el hombre. Pasan bastantes aprietos y al
final, cuando muere el padre, se suicidan.
Don Latino es un asiduo acompañante de Max. Se aprovecha de su
generosidad, pero al final de la obra es el único que ha comprendido que el
mundo es una farsa, un esperpento.
También aparece en las obras un grupo de jóvenes modernistas, que se
ríen, burlan de la sociedad. Son los únicos que estiman a Max como poeta y lo
aprecian.
Aparecen personajes de la clase baja madrileña, todos ellos
caricaturizados, deformados, con el fin de poner de manifiesto el mal, lo absurdo
de España, sus costumbres y sus personas.
Valle caricaturiza, se ríe de sus personajes, zarandeándolos como marionetas.
No hace ningún estudio psicológico. Todo sus personajes llevan una máscara,
detrás de la cual se esconde el propio autor.
IV. Tiempo, espacio y ambientación histórica
La acción comienza por la mañana y termina el día siguiente por la noche. Max
Estrella sale por la mañana de su casa y pasa media noche en la cárcel. A la
mañana del día siguiente lo encuentran muerto ante la puerta de su casa. Lo
entierran hacia el atardecer y la acción termina por la noche cuando Don Latino
está en el bar.
Toda la acción transcurre en Madrid y el tiempo es real. Valle ha situado la
obra en una época en la que había disturbios callejeros en España, época en la
que Maura era Ministro de Gobernación.
El Madrid que Valle-Inclán pinta es un Madrid absurdo y hambriento en el que
hay luchas callejeras.
V. Definición del esperpento en esta obra
Esta obra es la primera y la única en la que aparece la definición de lo que es
un esperpento, definición que Valle pone en boca del protagonista Max Estrella
cuando dice: “Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el
Esperpento. El sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una
estética sistemáticamente deformada”. Más adelante dirá: “Las imágenes más
bellas en un espejo cóncavo son absurdas.” o “Mi estética actual es transformar
con matemática de espejo cóncavo las normas clásicas.”
108
A lo largo de toda la obra podemos apreciar cómo Valle estiliza grotescamente
a España y a sus habitantes. Él es en todo momento impersonal y objetivo. No
añade ningún vicio a la sociedad española. Simplemente deforma los que ya
tiene.
Los personajes y las situaciones en las que estos se hallan, no son inventados
sino que Valle sino tomados de la vida real y sometidos a un proceso de
deformación. Valle al deformarlas las ha hecho esperpénticas.
Estilizándolo grotescamente, caricaturescamente, ha convertido a los
personajes en fantoches zarandeados por el autor, para quien España y los
españoles no son más que un esperpento, la gran caricatura de Europa. Como
dice en la obra: “España es una deformación grotesca de la civilización europea.”
Los personajes no tienen caracterización psicológica ni tienen vida, son
personajes simbólicos: Max Estrella es un poeta frustrado, una caricatura. No le
reconocen poeta las personas eruditas de la academia.
Todos los personajes son personajes trágicos, que se hallan en situaciones
burlescas, caricaturescas, por lo que pasan de ser personajes trágicos a ser
personajes esperpénticos.
Toda la obra es una gran caricatura la vida literaria e intelectual española en la
que Valle se está riendo, está jugando con sus personajes, que arrastran una vida
grotesca y carente de sentido.
V. Léxico
Desde el punto de vista del léxico destacan tres aspectos: a) el empleo de
palabras típicas del vocabulario madrileño y b) calé así como c) la adecuación del
léxico a la realidad.
i. Léxico madrileño
apoquinar – pagar melopea – borrachera beata – dinero ahuecar – marcharse despachar – echar a alguien cate – golpe recalar – parar, frecuentar un lugar recuelo – recocido camelar – hacerse con, conseguir, agradar curda – borracho guindilla – polizonte perra – una moneda roñas – avaros, roñosos cuadrar – ocurrir dilustrado – de ilustrado señá -- señora
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ii. Léxico Calé
mulé – dar mulé – asesinar, matar parné – dinero chanelar – entender, hablar cañí – gitano gachó – hombre
iii. Adecuación del léxico a la realidad
Valle deja hablar a cada uno de sus personajes con un lenguaje adecuado a
sus circunstancias, su condición y el momento. La florista utiliza un vocabulario
propio de la clase baja madrileña. La prostituta también habla ese lenguaje
propio de la clasa baja madrileña, pero introduce más a menudo palabras del
léxico calé. El lenguaje de estos personajes está perfectamente adecuado a la
situación de los personajes.
En cambio el lenguaje de Max no está totalmente de acorde con su situación.
Podemos observar cómo utiliza un lenguaje más bien refinado con alguna que
otra frase o palabra latina. También resulta grotesco el que llame marquesa a
una prostituta. Esto hace que aparezca o que resulte una ironía la vida. También
es una ironía el que un personaje como Max, estudioso, se halle hablando de arte
con unas personas que no comprende su postura y a las que tampoco interesa
pues a ellos lo primero que les preocupa son sus dificultades económicas.
En el lenguaje podemos observar lo esperpéntico de la obra. El lenguaje de
Max no corresponde a su situación.
Por otra parte la lengua está llena de rasgos coloquiales, reflejados en un
lenguaje popular. Se aprecian abundantes coloquialismos como las palabras
tomadas de la lengua calé y de las partes bajas madrileñas. Todo ello es un clara
muestra del gran conocimiento que posee Valle sobre el lenguaje, la riqueza de
léxico y el total dominio que ejerce sobre él.
VI. Características literarias de Valle en la obra
Un rasgo literario característico de Valle-Inclán es la técnica de mostrar
rápidas escenas que parecen haber sido cortadas. Cuando da por terminada una
y da comienzo a otra, parece que falta algo para dar por terminada a la anterior.
No hace un análisis psicológico de los personajes que son meros símbolos, una
serie de fantoches sujetos a la voluntad del autor. Así Max, un personaje trágico,
resultar ser grotesco, de caricatura y parece risible, un personaje de folletín.
Otro rasgo literario de Valle-Inclán es su gran conocimiento del lenguaje. Lo
comprobamos al ver que Valle utiliza numerosas palabras tomadas del léxico calé
(citasr, cañí, parné…) y del léxico bajo madrileño (apoquinar, beata, ahuecar,
melopea…). El dominio que tiene Valle sobre el lenguaje es muy destacado y
acentuado. La obra evidencia que es probablemente uno de los mejores
conocedores de la lengua castellana de este siglo.
Observamos también el uso reiterado de la ironía. Valle está acentuando a
menudo, por ejemplo llama marquesa a una prostituta, un grupo de jóvenes
110
modernistas, sin influencia alguna, quieren presentar a Max a un sillón de la
academia,…
Este esperpento de Valle es el único en el que aparece la definición que dio el
autor del esperpento. Toda la obra es una gran caricatura, sátira de España y los
españoles.
Antonio Machado (1875-1939)
Datos Biográficos:
En Sevilla nace en 1875 Antonio Machado y Ruiz, hijo de un estimable
folclorista. En 1883 se traslada la familia a Madrid y Antonio, como sus otros
hermanos, estudia en la Institución Libre de Enseñanza. Continúa el Bachillerato
en los Institutos de San Isidro y Cisneros (aunque no lo terminaría hasta los 25
años). Al morir su padre en 1893 y su abuelo en 1895 sobrevienen dificultades
económicas y Antonio empieza un trabajo como actor teatral. En 1899 se traslada
- con su hermano Manuel - a París donde trabaja como traductor y entra en
contacto con la vida literaria parisiense. Posteriormente, en una segunda estancia
en París (1902) conoce a Rubén Darío, con quien le unen mutuos lazos de
admiración.
La publicación de Soledades (1903) lo revela como poeta extraordinario.
En 1907 obtiene la cátedra de francés en el Instituto de Soria. Allí pasa una
etapa fundamental de su vida. En 1909 se casa con Leonor Izquierdo, una
muchacha de 16 años, aunque tres años después, en 1912, ésta fallece en Soria.
Antonio, desesperado, abandona la ciudad castellana y se traslada a Baeza. No
obstante su corazón queda en Soria.
En 1919 se traslada a Segovia donde desarrolla una intensa actividad de
cultura popular. Es elegido miembro de la Real Academia Española en 1927.
Conoce por entonces a Pilar Valderrama, la Guiomar de sus últimos poemas
amorosos. Y en 1931 obtiene una cátedra en el Instituto Calderón, de Madrid
(más tarde pasará al Instituto Cervantes).
En Madrid le sorprende la guerra. Firme partidario de la República, tiene que
trasladarse a Valencia; en un pueblecito vecino, Rocafort, vive y escribe en
defensa de su España, hasta 1938, en que va a Barcelona, para refugiarse al año
siguiente en Francia con su madre. Ambos, muy enfermos, son acogidos en un
hotelito de Collioure, donde el 22 de febrero de 1939 muere el poeta. Tres días
después fallece su madre.
Versificación, estilo y evolución
Empleó con mucha frecuencia la rima asonante, las formas de la lírica popular
- romances, coplas y cantares - y de la culta, el soneto, la silva,...
111
Su poesía es el resultado de la conjunción de una extremada sobriedad y
sencillez formal con la emoción sincera y humana. "Desdeñoso de complacencias
fáciles y de vanidades de los sentidos" (según Pedro Salinas), elimina toda
retórica excesiva, metáforas brillantes, vocabulario rebuscado, elementos
decorativos y virtuosismos técnicos, quedando reducido al más puro y auténtico
lirismo.
El mundo poético de Machado fue siempre coherente y unitario según lo arriba
indicado, pero se puede observar una evolución que, manteniendo esa línea
fundamental, comienza con una poesía modernista, dentro de un tono intimista
muy sobrio y personal, para abrirse después a las preocupaciones propias del 98:
España, los demás, el nuevo sentimiento ante el paisaje,... Su trayectoria termina
en una poesía de contenido ideológico - filosófico, de carácter sentencioso y
epigramático (composiciones breves, concisas y agudas, que expresan un
pensamiento festivo, irónico o satírico).
Soledades
El libro Soledades aparece en pleno apogeo del movimiento modernista, lo que
es bien visible en la mayoría de los cuarenta y dos poemas que lo componen.
Predomina en ellos el tono melancólico y doliente, la anécdota argumental es
prácticamente inexistente y los temas son los característicos del intimismo
posromántico: el amor, el paso del tiempo, la soledad, la infancia perdida, los
sueños, ... Pretende Machado captar en sus versos lo que él denomina
universales del sentimiento:
Pensaba yo que el elemento poético no era la palabra por su valor fónico, ni el
color, ni la línea, ni un complejo de sensaciones, sino una honda palpitación del
espíritu: lo que pone el alma, si es que algo pone, o lo que dice, si es que algo
dice, con voz propia, en respuesta animada al contacto del mundo. Y aun
pensaba que el hombre puede sorprender algunas palabras de un íntimo
monólogo, distinguiendo la voz viva de los ecos inertes; que puede también,
mirando hacia dentro, vislumbrar las ideas cordiales, los universales del
sentimiento
Es ya muy característico el empleo de símbolos, con los que el poeta desea
escudriñar el misterio de lo escondido: el camino, el espejo, el cristal, el laberinto,
la fuente, el río, el mar, el jardín, el crepúsculo, la tarde, el otoño ... Sus
significados son muy diversos y a veces cambiantes según los textos.
En la segunda edición de 1907 se acentúa la línea intimista. El recuerdo, la
memoria, el sueño, evocan constantemente un pasado perdido. Se incorporan
nuevos símbolos como el de las galerías del alma con el que Machado pretende
dar cuenta del interior de la conciencia. Es notable una sensación general de
angustia tanto por el fluir incontenible del tiempo como por la premonición de la
muerte. Dios aparece también en algunos poemas entrevisto en un sentido muy
unamuniano: racionalmente inexistente pero vitalmente deseable.
112
El sentimiento del paisaje es muy acusado y característico: la realidad exterior
queda impregnada del estado emocional del poeta, de modo que la fusión en la
poesía de Machado de paisaje y alma hace en ella bueno el famoso principio
simbolista de que "el paisaje es un estado de ánimo".
En Soledades, bajo la diversidad de motivos e imágenes, puede advertirse una
obsesión permanente: la búsqueda del yo, el desazonado interrogatorio sobre la
propia identidad. Tema muy romántico, pero que Machado formula más desde la
sensibilidad contenida de un Bécquer, que desde la actitud declamatoria del
Romanticismo sonoro.
En realidad, diversas tradiciones poéticas confluyen en Machado (Realismo,
Romanticismo, poesía popular, simbolismo, decadentismo).
Estilo y Simbolismo
Estos presupuestos: claridad, pero no sencillez, poesía en un tiempo
irreversible, pobreza retórica, sí, y, añadimos, intimismo más allá de las
anécdotas, es lo que Antonio Machado nos entrega en su primer libro, lo que
seguía vivo cuando se desdobla en otros poetas y en sofistas retóricos. Es el
nacimiento de su poesía de siempre con unción becqueriana, en el espíritu y en la
forma. La palabra sobre la que gira el mundo lírico del primer Machado es tarde
[...]. De los 96 poemas de que consta el libro, 36 de ellos hacen referencia a tarde
y a sus sinónimos -totales o parciales - ocaso, sol que muere, crepúsculo, muere
el día [...].
Simbología de Machado
EL AGUA: inexorable fluir del tiempo (agua es la fuente - ilusión y también
monotonía del vivir -; el río - fluir de la vida -; el mar o el agua quieta- la muerte,
donde desemboca "el río" símbolo de raíz manriqueña ("Nuestras vidas son los
ríos que van a dar en la mar")
LA FUENTE el agua que brota, símbolo de anhelos, de ilusiones EL CAMINO: la vida en su devenir (transcurso), como peregrinaje y búsqueda EL AIRE: libertad del hombre EL FUEGO: la poesía amorosa LA TIERRA: la realidad solitaria LA TARDE: momento propicio para la meditación; decaimiento, apagamiento,
melancolía, nostalgia, expresión de la lucha entre la luz y las sombras; premonición de muerte
LA CRIPTA, EL LABERINTO O LAS GALERÍAS: la búsqueda del mundo interno, del alma
EL ESPEJO: el lugar donde se proyectan los recuerdos y los sueños LA COLMENA: la creación poética EL JARDÍN: la intimidad
Todos estos signos simbólicos se relacionan directa o tangencialmente con el
elemento fundamental que golpea con insistencia en los versos de Machado: el
tiempo. La poesía, dice, es "palabra esencial en el tiempo"; es, añade, el diálogo
de un hombre con su tiempo, con el tiempo de su existencia. El poeta ha de
113
abordar una doble tarea, en cierto modo contradictoria: captar la esencia de las
cosas (el misterio del hombre y del mundo) y expresar el tránsito del tiempo (el
fluir de la vida): esencialidad y temporalidad son, por tanto, los dos supuestos
básicos de la poesía machadiana. El poeta ahondará en los enigmas de la vida e
intentará desesperadamente aprisionar en sus versos el incesante fluir del
tiempo.
Temática:
La temática de Soledades gira en torno a unas hondas cuestiones: el tiempo y
el fluir de la vida humana, la muerte y el problema de qué hay más allá, el
problema de Dios... En suma, las cuestiones centrales de la condición humana,
vista como una existencia doliente y azarosa. Con estos temas centrales se
engarzan otros: la infancia perdida, los sueños, los paisajes, que enmarcan sus
meditaciones y el amor. El tema del amor da a su poesía momentos muy
intensos, si no muy abundantes. Y parece más bien un amor soñado y no
realizado [...], o un amor perdido, mustio, muerto (con inequívocas notas
becquerianas).
Los sentimientos ("universales del sentimiento") que, en consonancia con tales
temas, dominan en el libro, serán, ante todo, ese sentimiento de soledad que le
da título, y la melancolía, la tristeza, el hastío ante la monotonía o el vacío de
vivir, la angustia vital, en fin: Sentimientos "universales", si se quiere, pero que
llegan a Machado y a los poetas modernistas como herencia inequívocamente
romántica. Temas y sentimientos, pues, compartidos con otros, con una tradición.
Campos de Castilla
Publicado inicialmente en 1912, con las posteriores adiciones, Campos de
Castilla consta finalmente de cincuenta y seis poemas. En ellos se advierten
cambios fundamentales con respecto a Soledades: se atenúan considerablemente
el subjetivismo y la introspección y, por el contrario, pasa a primer plano la
realidad exterior.
Si en Soledades el paisaje, lindante con el sueño, tiene un carácter simbólico
en el que se proyecta el yo íntimo, en Campos de Castilla aunque conserva cierto
simbolismo, es ya de inspiración más objetiva y, más que recrear una atmósfera
sentimental propicia a la meditación, se describen paisajes reales, que, muchas
veces, se pueblan de presencias humanas o aluden a circunstancias históricas.
El yo del poeta pasa a un segundo plano y se abre a los otros. Es como si
Machado pretendiera superar el característico intimismo de Soledades y buscara
ahora en los demás las claves de una realidad que no había hallado respuesta
satisfactoria en el buceo introspectivo de las galerías de su alma. De hecho, en
1922 y, pese a sus discrepancias con las nuevas orientaciones estéticas de las
vanguardias, aplaudirá que la poesía escape "de la mazmorra simbolista", pues
"estaba enferma de subjetividad".
114
En buena medida, Campos de Castilla supone la vuelta hacia cierta poesía
realista como vía de salida del Modernismo simbolista.
En Campos de Castilla conviven poemas muy diversos. Así, de acuerdo con el
título del libro, abundan los que describen los paisajes y las gentes de Castilla. Se
da cuenta del pasado glorioso de estas tierras y su andrajoso presente. Al lado de
textos puramente descriptivos, hay otros que pintan una visión negra de lo
español.
Cuando, después de la muerte de Leonor, Machado recuerda las tierras
castellanas desde Baeza, su visión de ellas es más lírica y emotiva y el paisaje
aparece otra vez teñido de subjetividad.
También del período de Baeza son los poemas con cuadros de paisaje y tipos
andaluces, en los que Machado - tras haber observado el mundo de latifundios,
señoritos y miseria - presenta una dura visión de la España tradicional religiosa y
conservadora, desde una ideología abiertamente progresista.
Un nuevo tipo de poesía hace también su aparición en Campos de Castilla: la
poesía sentenciosa de tipo filosófico y moral que integra la serie Proverbios y
cantares. En estos poemillas Machado aúna sus preocupaciones filosóficas y
existenciales, cada vez más presentes en su vida y en su obre, con las formas
estróficas populares, todo ello envuelto frecuentemente en una sutil ironía.
Rubén Darío (1867-1916)
Datos Biográficos:El poeta nicaragüense, la figura más representativa del Modernismo, vivió
intensamente los cuarenta y nueve años de su existencia. Viajó por casi toda
Hispanoamérica, estuvo varias veces en España, donde entabló una fecunda
amistad con los grandes del momento - Machado, Unamuno, J.R. Jiménez, ... -,
residió en París ... Conectó en fecha muy temprana con las nuevas corrientes
poéticas y con la literatura francesa.
Su personalidad fue difícil y compleja: apasionado, errabundo y bohemio,
vitalista e idealista, entregado con fruición a las mujeres y al alcohol, religioso y
pagano, con arrebatos de euforia y con caídas en profundas depresiones. Pero
también fue un hombre bueno, amigo de sus amigos, generoso y entrañable
Su poesía
La poesía de Rubén Darío aglutina perfectamente todas las características del
Modernismo. En lo formal, el cromatismo, la sonoridad y el ritmo. En los temas, lo
exótico, lo mitológico y también su mundo interior arrebatado o desgarrado.
Poesía que llama la atención por la versatilidad: frívola e intrascendente, sensual,
patriótica, grave y angustiada. Siempre buscó la belleza por medio de la palabra;
115
para él estaba claro la supremacía del Arte por encima de todos los intereses
humanos.
Obra poética
El primer libro importante fue Azul (1888, segunda edición ampliada en 1890).
Significa en su obra el momento de búsqueda, la influencia francesa de Víctor
Hugo y los parnasianos, el preciosismo.
Prosas profanas (1896) es la culminación del Modernismo más exuberante y
rotundo. Hay que destacar en este libro la sensualidad y el erotismo y el inicio de
poemas sobre motivos españoles.
Cantos de vida y esperanza (1905) es su obra más importante. Aparece una
ampliación temática, desde su propia intimidad a la comunicación con los demás.
El tono se ha profundizado y, en muchos poemas, se aprecia una mayor sencillez
de expresión. Hay que destacar una serie de impresionantes poemas en los que
expresa su propia amargura, angustia y temor. La preocupación política la
defensa del mundo hispánico en contra de la colonización anglosajona,
especialmente norteamericana, es otro aspecto digno de señalar.
El cantor musical de cisnes, princesas y fiestas galantes es, en este momento,
el creador del estremecedor poema "Lo fatal".
Otros libros importantes son: El canto errante (1907) y Poema de Otoño y
otros poemas (1910).
José Martínez Ruiz - Azorín (1873 - 1967)
Biografía
Azorín, cuyo verdadero nombre era José Martínez Ruiz, ha sido uno de los más
grandes escritores españoles del siglo XX. Nace en 1873 en Monóvar, Alicante, y
muere en 1967 en Madrid.
Estudió bachillerato en el Colegio de Escolapios de Yecla, Murcia, que ha
recreado literariamente en "Las confesiones de un pequeño filósofo".
Posteriormente estudia en las universidades de Valencia y Madrid, aunque sin
entregarse de lleno a los estudios universitarios.
En 1896 se establece en Madrid donde colaboró en periódicos y revistas, fue
crítico y traductor. Sus primeros años de vida literaria estuvieron marcados por el
esfuerzo, la lucha contra la desatención y, en ocasiones, la hostilidad. Colaboró
en periódicos republicanos - El País, El Progreso -, en otros de más importancia y
difusión - El Imparcial. Luego, durante muchos años, en ABC y en revistas -
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Revista Nueva, Juventud, Arte Joven, Alma Española y España -, en el Diario de la
Marina de La Habana y otras publicaciones hispanoamericanas.
Su vida fue tranquila y metódica. Protagonizó ligeras incursiones en la política
y fue varias veces diputado entre 1907 y 1919 y, brevemente, subsecretario de
Instrucción Pública. Durante algún tiempo fue partidario de La Cierva, a quien
defendió en la prensa y sobre quien compuso un folleto y un libro.
Destacó también por ser un viajero extraordinario por España; en cambio,
viajó muy poco al extranjero; durante la primera Guerra Mundial estuvo en
Francia y luego, desde 1936 residió en París. En 1924 fue elegido por la Real
Academia Española pero posteriormente dejó de asistir a sus sesiones.
En los últimos años vivió muy recluido en sus lecturas y paseos solitarios,
animados por una tardía y vivísima afición al cine, del que se convirtió en
incansable espectador y comentador. Azorín fue hombre silencioso, alto, algo
grueso en sus años jóvenes, delgado y erguido en su ancianidad, de gran timidez
y cortesía, lleno de bondad y mesura, a veces con una inocente ironía. Casado
con Julia Guinda, ésta lo acompañó inseparablemente a lo largo de tantos años de
meditación y labor.
Azorín y la Generación del 98
Azorín es una de las principales figuras de la generación del 98, de su núcleo
más estricto: junto con Baroja y Maeztu fue uno de "Los Tres". En 1893 publicó ya
un folleto, La crítica literaria en España, con el seudónimo de "Cándido"; en 1894,
con el seudónimo "Ahrimán", su primer libro: "Buscapiés". Se trata de escritos
anteriores a su figura madura de escritor, que se inicia en 1900 con "El alma
castellana" y en 1901 con la tragicomedia "La fuerza del amor"; dos obras en que
se inicia en el arte de revivir los clásicos españoles, una de las dimensiones
esenciales de la obra de Azorín.
Poco después surge el otro gran tema: la realidad de España, en su paisaje, en
sus ciudades, en sus personajes de hoy. Antonio Azorín es el protagonista de "La
voluntad" (1902) y "Antonio Azorín" (1903). En "Las confesiones de un pequeño
filósofo" aparece el mundo de su infancia; en "Los pueblos", el dolor y la ternura
de la tierra española. Ya es Azorín quien firma, identificado con su personaje,
desde 1904. Durante veinte años va escribiendo algunos de los libros más
entrañables de la literatura española: "La ruta de Don Quijote", "España",
"Lecturas españolas", "Castilla", "Clásicos y modernos", "Los valores literarios",
"Al margen de los clásicos", "El licenciado Vidriera", "Rivas y Larra", "Un
pueblecito: Riofrío de Ávila", "El paisaje de España visto por los españoles",
"Fantasías y devaneos", "Los dos Luises y otros ensayos", "Don Juan", "De
Granada a Castelar", "Una hora de España" y "Doña Inés".
117
A partir de 1925 se inicia una crisis en la obra de Azorín. En el decenio
siguiente publica una serie de "nuevas obras" definidas por la tendencia del
momento, lo que Ortega denominó la "deshumanización del arte": "Félix Vargas",
posteriormente titulado "El caballero inactual", "Blanco en azul", "Superrealismo".
También cultiva el teatro: "Old Spain", "Brandy, mucho brandy", "Comedia del
Arte", "El clamor", "Angelita", "Cervantes o la casa encantada" y "La guerrilla".
Este período, de cierta vacilación, termina con la Guerra Civil.
Después de la Guerra Civil , Azorín se aproxima de nuevo a su estilo
tradicional, sin dejar de buscar e innovar, con una tendencia creciente a la
tenuidad narrativa y de la expresión. Entre sus mejores libros de los últimos
veinte años se cuentan: "Españoles en París, Valencia, Madrid", "El escritor",
"Cavilar y contar", "El enfermo", "María Fontán", "Salvadora de Olbena", "París",
"Memorias inmemoriales", "Con permiso de los cervantistas", "Con Cervantes",
"Con bandera de Francia", "El cine y el momento", "Pasos quedos", "Agenda",
"Ejercicios de castellano". Por otra parte, se han publicado numerosos volúmenes
de su labor de articulista, una edición de "Obras selectas" y unas "Obras
completas".
Ramiro de Maeztu - Biografía
Ramiro de Maeztu, Escritor e ideólogo español, nacido en Vitoria el 4 de
mayo de 1875 y asesinado el 29 de octubre de 1936 en Aravaca, de
madrugada, tras una saca de la madrileña cárcel de las Ventas, donde la
República le mantenía detenido desde el 30 de julio de 1936.
Fue hijo de padre vasco y madre inglesa, factor que explica su entusiasmo
por las instituciones británicas y su dominio del inglés así como su carácter de
agudo observador de la realidad española, que estaba motivado también por la
ruina familiar al hundirse los negocios en Cuba. En Inglaterra vivió 15 años y
estuvo casado con una inglesa.
Hizo sus primeras armas periodísticas en Bilbao, a los 18 años.
Posteriormente, entregado de lleno al periodismo, lo cultivó en Madrid y el
extranjero. Fue corresponsal en Londres de La Correspondencia de España,
Nuevo Mundo y Heraldo de Madrid, y corresponsal de guerra en Italia (1914-
15). Fruto de su formación en la cultura político-económica sajona fue su obra
en inglés "Authority, Liberty and Function in the Light of the War" (1916), que
luego (1918) se convertiría en "La crisis del Humanismo".
Su postura intelectual le sitúa en la «generación del 98», que, nacida a raíz
del desastre colonial de 1898, emprendió la tarea de buscar remedio a la
decadencia española. Sin embargo, al igual que otros autores de la generación
del 98 y por un largo y complejo proceso que tiene mucho de conversión
espiritual, acabó repudiando a su generación, antitradicional y europeizante,
rectificó su liberalismo anticristiano y afirmó rotundamente los que él definió
como valores eternos de la raza.
118
El gobierno del general Primo de Rivera le nombró en 1928 embajador de
España en Argentina. Allí tuvo ocasión de tratar con Zacarías de Vizcarra, el
introductor en 1926 de la idea de la «hispanidad», de la que se ha dicho que
Maeztu fue apóstol.
En enero de 1931 propuso llamar Hispanidad a la revista que planeaba junto
con Eugenio Vegas Latapie y el Marqués de Quintanar, en los días previos a la
proclamación de la República del 14 de abril. Aunque esa revista se acabó
llamando Acción Española, se abrió con su artículo La Hispanidad (15 diciembre
1931), primero de los que allí fue publicando a lo largo de 1932 y 1933,
recopilados luego en su famoso libro Defensa de la Hispanidad (1934), la obra
que le hizo más conocido y que influyó de manera determinante en la
consolidación de una alternativa política hispánica frente a las pretensiones
globalizadoras del comunismo soviético, en un proceso que, tras el fallido golpe
de estado revolucionario contra la República burguesa de octubre de 1934,
desembocó en el alzamiento militar de julio de 1936. Maeztu escribió también
la presentación de la revista, que se publicó sin firma, y mereció el Premio Luca
de Tena otorgado por el diario monárquico ABC. Desde el número 28 de Acción
Española figuró Ramiro de Maeztu formalmente como su director, y lo fue hasta
el último número, el de junio de 1936.
En abril de 1934 los artículos que hasta entonces había ido publicando en
Acción Española sobre la Hispanidad, y que le habían permitido ir analizando y
precisando tal idea, sirvieron para formar un libro, que sirvió para consolidar
definitivamente el término propuesto por Zacarías de Vizcarra, y que se
convertiría en la obra más influyente y conocida de Ramiro de Maeztu: Defensa
de la Hispanidad, alegato en pro de la civilización hispánica y católica, en el
que a los principios revolucionarios de «Libertad, Igualdad y Fraternidad»
contrapone los de «Servicio, Jerarquía y Humanidad».
Vizcarra había propuesto en 1926, en Buenos Aires, el término Hispanidad
para sustituir al de Raza, en el sentido que se le daba entre nosotros al hablar
de Fiesta de la Raza; Maeztu desde 1931 se había convertido en el principal
propagador de la nueva palabra, había desarrollado su significado en los
artículos publicados a lo largo de 1932 y 1933 y acababa de aparecer en 1934
su libro en Defensa de la idea.
Cuando el doce de octubre de ese mismo año la Hispanidad iba a contar con
una Apología de lujo por el Arzobispo de Toledo y Primado de España, Isidro
Gomá, en la celebración oficial argentina del Día de la Raza ante las
autoridades reunidas en el Teatro Colón de Buenos Aires esto provoca una
enorme alegría en Maeztu que, al enterarse por la radio en Madrid del
reconocimiento recibido al otro lado del Atlántico, corrió emocionado a contarle
la buena nueva a Eugenio Vegas Latapie, más preocupado por los sucesos del
momento: ese mismo día 13 de octubre de 1934, los cientos de golpistas
asturianos contra el orden establecido, que querían consolidar a toda prisa su
119
Revolución (bolchevique o anarquista) contra la República burguesa, lograron
destruir el edificio de la Universidad de Oviedo, sus aulas e instalaciones, y
reducir a cenizas sus archivos y la Biblioteca, eliminando así por fin una de las
principales instituciones contrarrevolucionarias, instrumento odioso de la
perpetuación ideológica de la burguesía oligarca y feudal, enemiga del pueblo.
El antiguo anarquista terminó militando en el grupo derechista de
Renovación Española, desde el que se distinguió por su oposición al régimen
republicano. Murió fusilado en los inicios de la Guerra Civil (29 octubre 1936).
Juan Ramón Jiménez
Juan Ramón Jiménez nace en Moguer (Huelva) el 23 de diciembre de 1881 en el seno de una familia de cultivadores y exportadores de vino, hijo de padre castellano y madre andaluza. Comienza la carrera de Derecho en la Universidad de Sevilla, aunque no finaliza sus estudios. La muerte de su padre en 1900 le causará una honda preocupación y en 1901 será ingresado con depresión en el sanatorio Castell d'Andorte, en Le Bouscat, Burdeos. En otoño regresa a Madrid, al sanatorio del Rosario, donde organiza reuniones con Valle Inclán, Benavente, los hermanos Machado... En 1905 regresa a su pueblo natal y seis años más tarde se traslada a Madrid.
En 1916 se casa con Zenobia Camprubí en la iglesia católica St. Stephen, en Nueva York. A partir de 1931, la esposa del poeta sufrirá los primeros síntomas de un cáncer que acabará con su vida. En 1946, el poeta permanecerá hospitalizado ocho meses a causa de otra crisis depresiva. El 25 de octubre de 1956, la Academia Sueca le otorga el Premio Nobel de Literatura y tres días después, muere su esposa. Él jamás se recuperará de esta pérdida y morirá dos años más tarde, el 29 de mayo de 1958, en la misma clínica que su esposa, en Santurce, Puerto Rico. Sus cuerpos fueron trasladados a España, donde recibieron sepultura en el Cementerio de Jesús, de Moguer.
La crítica suele dividir su trayectoria poética en tres etapas: sensitiva, intelectual y última o verdadera .
José Ortega y Gasset (1883-1955)
Biografía
José Ortega y Gasset nació en Madrid el 9 de mayo de 1883. Su padre, José
Ortega y Munilla, dirigía el periódico "El Imparcial", propiedad de la familia de su
madre, Dolores Gasset, perteneciente a la burguesía liberal e ilustrada de finales
del siglo XIX. La tradición liberal y la actividad periodística de su familia
determinarán la futura actividad de Ortega en un doble ámbito: en su
participación en la vida política española y en su actividad periodística. Ortega
120
publica numerosos artículos de prensa, culturales y políticos; además, el estilo
periodístico puede reconocerse también en sus obras más técnicas y filosóficas.
Tras sus primeros estudios en Madrid, Ortega comienza en 1891 en Málaga los
estudios de Bachillerato en el colegio de los jesuitas de Miraflores del Palo. Allí
entra en contacto con otros jóvenes de la burguesía malagueña. Su próxima
estación será Deusto donde comienza sus estudios en 1898, estudios que
continuará, poco después, en la Universidad de Madrid. Son los años de la guerra
hispano-norteamericana, y de la consiguiente pérdida de las colonias (Cuba,
Filipinas y Puerto Rico) que marcarán, como se sabe, la conciencia política y
cultural de buena parte de los intelectuales españoles, elevando el tema de la
decadencia de España al primer plano de la reflexión, así como el de la necesidad
de una regeneración.
En 1902 obtiene la licenciatura en Filosofía y dos años después defiende su
tesis doctoral. En 1905 viaja a Alemania (universidades de Leipzig, Berlín y
Marburgo), donde entra en contacto con los neokantianos H. Cohen y P. Natorp,
en 1906, asistiendo a sus cursos. Ambos ejercen una gran influencia en su
pensamiento, aunque Ortega no se limitó a aceptar los principios neokantianos
sin más, sino que adoptó una actitud crítica y constructiva ante ellos. En 1908
regresa a Madrid y en 1910 accede, por concurso, a la cátedra de Metafísica de la
Universidad de Madrid. Ese mismo año contrae matrimonio con Rosa Spottorno y
Topete.
Su actividad pública a partir de 1911 es agitada e incansable. Intenta llevar a
la práctica sus ideas regeneracionistas. Con ese fin funda en 1914 la "Liga de
Educación Política Española"; en 1915 la revista "España"; y en 1916 será
cofundador del diario "El Sol". Al mismo tiempo publica sus primeras obras, como
las "Meditaciones del Quijote", (en 1914), "El Espectador", (en 1916), iniciando el
período perspectivista de su filosofía, que predominará en su obra hasta 1923.
En 1923 se instaura en España la dictadura de Primo de Rivera. Ese año fundará
la "Revista de Occidente", de marcada oposición política a la dictadura, oposición
que le llevará, en 1929, a dimitir de su cátedra en la Universidad de Madrid,
continuando sus actividades filosóficas en lugares no vinculados anteriormente a
la filosofía, como la Sala Rex y el Teatro Infanta Beatriz (actualmente el conocido
restaurante Teatriz), impartiendo clases a modo de conferencia, algunas de las
cuales serán recogidas posteriormente en su obra "¿Qué es filosofía?", y cuyos
contenidos corresponden ya al período racio-vitalista de su pensamiento, iniciado
en 1923.
En 1930 vuelve a la cátedra de la Complutense, bajo la dictadura de
Berenguer, más tolerante que la de Primo de Rivera, aunque continúa su
actividad pública. Ese mismo año publicará "La rebelión de las masas", una de
sus obras más célebres. En 1931, junto con otros intelectuales de la talla de
Gregorio Marañón o Pérez de Ayala funda la "Agrupación al Servicio de la
121
República" y es elegido diputado a las Cortes Constituyentes de la recién
proclamada II República por la provincia de León. Después de su experiencia
parlamentaria retornará a la actividad académica publicando, en 1934, "En torno
a Galileo", y en 1935 "Historia como sistema", siendo homenajeado ese mismo
año por la Universidad de Madrid.
A raíz del golpe de estado de 1936 contra la II República, que dará lugar a la
guerra civil española, Ortega se autoexilia, estableciendo su residencia primero
en París, y luego en Holanda y Argentina, hasta 1942, año en que establecerá su
residencia en Portugal. Al finalizar la segunda guerra mundial regresará a España,
en 1945 y, aunque se le autoriza un ciclo de conferencias en el Ateneo de Madrid,
no se le permite recuperar su cátedra de Metafísica, ante lo cual funda, en 1948,
el "Instituto de Humanidades", donde vuelve a impartir docencia ante un público
no universitario. En 1950 realiza un último viaje a Alemania, decepcionado ante
las dificultades de su estancia en España, siendo nombrado en 1951 Doctor
Honoris Causa por las universidades de Marburgo y Glasgow. Regresará a España
en 1955, donde muere el 18 de octubre en Madrid.
El Siglo XX - La Generación del 27
La Generación del 27Los principales integrantes de la Generación del 27 fueron Pedro Salinas (1892-1951), Jorge Guillén (1893-1984), Gerardo Diego (1896-1987), Federico García Lorca (1898-1936), Vicente Aleixandre (1898-1985), Dámaso Alonso (1898-1990), Luis Cernuda (1902-1963) y Rafael Alberti (1902-1999)
1.- Aplicación del concepto de Generación.
Si algún grupo de autores merece el nombre de Generación, sin duda es
éste. Pese a las precauciones que hay que tener, podemos considerarlos como
grupo compacto, si bien con varie-dades muy notorias dentro de ellos (lo cual
es lógico). El grupo lo forman Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego,
Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre, Federico García Lorca, Luis Cernuda y
Rafael Alberti. Algunos críticos incluyen también a los malagueños Emilio
Prados y Manuel Altolaguirre. Estos diez son los que se citan con mayor
frecuencia, si bien ello deja fuera de lugar a muchos otros (Hinojosa, Garfias,
Chabás...) que, por distintas razones, han quedado relegados a un segundo
término
Estrictamente estamos ante un grupo generacional (el nombre "grupo del
27" ha sido muy usado por la crítica (G. de Torre, D.Alonso, Rozas); también se
les ha dado otros menos afortunados: del 25 (Cernuda, J.L.Cano), de la
Dictadura (Max Aub), Vanguardista (Rozas), de la República, de Guillén-
Lorca...).
Todos nacen en un período menor a 15 años: desde 1891 (Salinas) a 1905 (Altolaguirre).
122
Formación intelectual semejante: la mayoría son universitarios, algunos llegan a ser profesores (Salinas, Guillén, Alonso...). Casi todos pasaron por la Residencia de Estudiantes.
El acontecimiento generacional que les une (aunque muchos ya estaban unidos) fue la celebración del tricen-tenario de la muerte de Góngora, con unos actos de rei-vindicación del poeta cordobés (cuya obra "difícil" aún no había sido redescubierta). Se oponen a los que no reconocían el talento de Góngora (actos contra la Acade-mia). Celebran un homenaje en el ateneo sevillano, invitados por Ignacio Sánchez Mejías. Colabo-ran en las mismas revistas (Revista de Occidente, Litoral). De 1920 a 1936 sus vidas están muy unidas.
No hubo caudillo (algunos hablan de Juan Ramón, pero no parece claro, pese a su gran influencia).
No se alzan contra nada (son muy respetuosos con la tradición literaria española; de hecho, este dato impide que cuaje el nombre de "Generación vanguardista", ya que son tan vanguardistas como tradicionales (J.M.Rozas).
No existe un único estilo; eso sí, en todos se ve el deseo de renovar el lenguaje poético y a veces coinciden en su trayectoria, aunque cada uno mantiene un estilo muy personal (afortunada-mente). Para todos la poesía es algo muy serio, que hay que trabajar bien, buscando siempre la perfección formal y conceptual. Por eso Góngora es el modelo común. Debicki señala que todos hacen de lo poético una idea vital. Además, rastrea una serie de contactos entre ellos:o Interés por el empleo más adecuado de la forma y de la lengua.o Desdén por el sentimentalismo y la retórica.o Rechazo de cualquier léxico particular como válido en sí.o Igualdad en el concepto de poesía como misterio.
Dámaso Alonso destaca otros puntos de conexión: "coetaneidad,
compañerismo, reacción similar ante excitantes externos". Es firme defensor de
la existencia de la generación. En todo caso, sería partidario de reformar la
idea de Petersen antes que renunciar al nombre de Generación del 27.
En cuanto a las características de la generación, habla de dos fases:
Hasta 1927: Triple influencia:
*del ultraísmo: ligar elementos distantes; ennoblecimiento del humor.
*del Cubismo: asimilan la técnica, el odio a la anécdota y a lo sentimental.
*de Paul Valéry: asepsia, deshumanización.
A partir de 1927: "aumento de la temperatura humana", progresiva
"humanización".
2.- Afinidades estéticas
En los autores del 27 es muy significativa la tendencia al equilibrio, a la
síntesis entre polos opuestos (Lázaro), incluso dentro de un mismo autor:
Entre lo intelectual y lo sentimental. La emoción tiende a ser refrenada por el intelecto. Prefieren inteligencia, sentimiento y sensibi-lidad a intelectualismo, sentimentalismo y sensiblería (Bergamín). Se observa muy bien en Salinas.
Entre una concepción romántica del arte (arrebato, inspiración) y una concepción clásica (esfuerzo riguroso, disciplina, perfección). Lorca decía que si
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era poeta "por la gracia de Dios (o del demonio)" no lo era menos "por la gracia de la técnica y del esfuerzo". *Entre la pureza estética y la autenticidad humana, entre la poesía pura (arte por el arte; deseo de belleza) y la poesía auténtica, humana, preocupada por los problemas del hombre (más habitual tras la guerra: Guillén, Aleixandre...).
Entre el arte para minorías y mayorías. Alternan el hermetismo y la claridad, lo culto y lo popular (Lorca, Alberti, Diego). Se advierte un paso del "yo" al "nosotros". "El poeta canta por todos", diría Aleixandre.
Entre lo universal y lo español, entre los influjos de la poesía europea del momento (surrealismo) y de la mejor poesía española de siempre. Sienten gran atracción por la poesía popular española: cancioneros, romanceros...
Entre tradición y renovación. Se sienten próximos a las Vanguardias (Lorca, Alberti, Aleixandre y Cernuda poseen libros surrealistas; G.Diego, creacionistas); próximos a la generación anterior (admiran a Juan Ramón, Ramón, Unamuno, los Machado, Rubén Darío...); admiran del XIX a Bécquer (Alberti, ("Homenaje a Bécquer") Cernuda "Donde habite el olvido"...); sienten auténtico fervor por los clásicos: Manrique, Garcila-so, San Juan, Fray Luis, Quevedo, Lope de Vega y, sobre todos, Góngora.
3.-Etapas en la evolución
La clasificación más aceptada es la de Lázaro:
3.1. Hasta 1927.
Influjo de Bécquer y del Modernismo. Pronto aparecen las primeras
Vanguardias. A la vez y, por influjo de Juan Ramón, se orientan hacia la "poesía
pura": "Poesía pura es todo lo que permanece en el poema después de haber
eliminado de él todo lo que no es poesía"(Guillén). Se depura el poema de todo
lo anecdótico, de toda emoción que no sea puramente artística. Para ello usan
mucho la metáfora. Esta poesía es bastante hermética y fría.
También lo "humano" les influye, sobre todo a través de la lírica popular
(Alberti). La sed de perfección formal los lleva al clasicismo, sobre todo de 1925
al 27. Incluso podemos hablar de una fase "gongorina".
3.2. De 1927 a la Guerra Civil.
Comienza a notarse cierto cansancio del puro formalismo. Se inicia un
proceso de rehumanización (más notorio en algunos autores, pero presente en
todos). Se dan las primeras obras surrealistas (radicalmente opuesto a la
poesía pura). Pasan a primer término nuevos temas, más humanos: el amor, el
deseo de plenitud, las frustraciones, las inquietudes sociales o existenciales...
Nace la revista Caballo verde para la poesía, de Palo Neruda (1935), donde
aparece el "Manifiesto por una poesía sin pureza".
Algunos poetas, debido a sus inquietudes sociales, se interesan en política (en
el favor de la República, fundamentalmente).
3.3. Después de la guerra.
Lorca muere en 1936. El grupo se dispersa:
124
a) En el exilio Guillén escribe Clamor, obra en la que se aleja de la poesía pura. Aparece el tema de la patria perdida.
b) En España quedan sólo D.Alonso y V.Aleixandre., que hacen poesía angustiada, existencial (Hijos de la ira, 1944).
Federico García Lorca
Federico García Lorca nace el 5 de Junio de 1898 en Fuente Vaqueros
(Granada, España), hijo de Federico García Rodríguez, hacendado propietario
agrícola, y de Vicenta Lorca Romero, maestra nacional. En Fuente Vaqueros y
en Valderrubio permanecerá durante los años de su infancia. Aprende las
primeras letras con su madre y acude a la escuela de Fuente Vaqueros dirigida
por el maestro don Antonio Rodríguez Espinosa.
A partir de 1908 cursa estudios de Bachillerato en Granada. Pasa unos
meses en Almería como alumno y pupilo de don Antonio Rodríguez Espinosa al
trasladarse éste a aquella ciudad e inicia sus primeros estudios de música.
En 1915 comienza los estudios de Filosofía y Letras y de Derecho en la
Universidad de Granada donde conoce a Melchor Fernández Almagro, Manuel
Ángeles Ortiz, Juan Cristóbal, Ismael G. de la Serna, Antonio Gallego Burín... y
se inscribe en el centro artístico de Granada. Frecuenta la tertulia "El
Rinconcillo" en el Café Alameda.
García Lorca publica en 1918 su primer libro, "Impresiones y Paisajes" y en
1919 se traslada a Madrid a una Residencia de Estudiantes en la que vivirá
hasta 1928. Allí conoce a célebres autores como Luis Buñuel, Salvador Dalí,
Pepín Bello, José Antonio Rubio Sacristán, José Moreno Villa, Ricardo Orueta o
Emilio Prados.
El 22 de marzo de 1920 se estrena en el Teatro Eslava "El maleficio de la
mariposa", bajo la dirección de Gregorio Martínez Sierra, que constituye un
rotundo fracaso. Se matricula en la Facultad de Filosofía y Letras pero asiste
poco a clases. Frecuenta tertulias literarias y hace amistad con Adolfo Salazar,
Guillermo de Torre, Gabriel García Maroto y Ángel del Río, entre otros.
En 1924 conoce en la Residencia de Estudiantes a Rafael Alberti y escribe
algunos poemas del Romancero gitano y en 1925 termina en Granada su obra
teatral "Mariana Pineda". En la primavera y en verano marcha a Cadaqués
invitado por Salvador Dalí. Lee a la familia de Dalí su Mariana Pineda.
García Lorca publica en 1927 su libro "Canciones" en las ediciones de Litoral
que dirigen sus amigos Emilio Prados y Manuel Altolaguirre. La compañía de
Margarita Xirgu estrena, el 24 de junio en el Teatro Goya de Barcelona,
"Mariana Pineda", con decorados y trajes de Salvador Dalí. El 25 de junio se
125
inaugura una exposición de sus dibujos en las Galerías Dalmau de Barcelona. El
12 de octubre Margarita Xirgu estrena Mariana Pineda en el Teatro Fontalba de
Madrid. Con motivo del tricentenario de la muerte de Góngora, se celebra, en el
mes de diciembre en Sevilla, una lectura de poemas de los poetas de su
generación. Leen Dámaso Alonso, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Juan Chabás,
José Bergamín, Rafael Alberti y Lorca. Durante la estancia en Sevilla conoce a
Luis Cernuda.
La censura prohíbe en 1929 "Amor de don Perlimplín". En el mes de junio
emprende un viaje a Estados Unidos, pasando por París y Londres donde
encuentra a Dámaso Alonso, Gabriel-García Maroto, León Felipe, José Antonio
Rubio Sacristán y a sus amigos Ignacio Sánchez Mejías y La Argentinita.
En 1931 inicia "Diván del Tamarit" y publica "Poema del cante jondo" y
"Poeta en Nueva York". Ya en ese año concibe y proyecta el Teatro
Universitario "La Barraca" y un año más tarde dirige y funda, con Eduardo
Ugarte, el Teatro Universitario "La Barraca", que recorrerá los pueblos de
España representando el teatro clásico español. La primera actuación tiene
lugar en Burgo de Osma.
El 8 de Marzo de 1933 la compañía de Josefina Díaz de Artigas estrena, en el
Teatro Beatriz de Madrid, su drama "Bodas de sangre" y estrena en el Teatro
español de Madrid "Amor de don Perlimplín". Colabora en las representaciones
de "El amor Brujo", de Falla, en el Auditórium de la Residencia de Estudiantes
de Madrid. Durante el verano dirige las representaciones de "La Barraca" en la
Universidad de Verano de Santander. En el mes de septiembre emprende viaje
a América del Sur.
El 12 de Marzo de 1935, y con motivo de las 100 representaciones de
Yerma, lee en el Teatro Español de Madrid el Llanto por la muerte de Ignacio
Sánchez Mejías.
Finalmente en 1936 muere asesinado: el 13 de Julio sale para Granada, el 18
se produce el alzamiento militar contra el Gobierno de la República y se inicia
la guerra civil española. Federico García Lorca es asesinado en Víznar,
Granada, el 19 de Agosto.
Rafael AlbertiDatos Biográficos:
Nació en El Puerto de Santa María (Cádiz). Se trasladó muy pronto a Madrid
donde quiso dedicarse a la pintura, afición que nunca olvidará del todo. Trabó
amistad con otros miembros de la Generación y comenzó a escribir poesía. Se
126
afilió al Partido Comunista y durante la guerra civil desarrolló una importante
actividad cultural al servicio de la causa republicana. Estuvo exiliado en
Argentina y, antes de regresar a España, en Italia.
Alberti es un autodidacta, conocedor de la literatura española, admirador
de Gil Vicente, el Romancero y Cancionero, Gracilazo, Góngora, Lope, Bécquer,
Juan Ramón Jiménez y Antonio Machado. Su más destacada característica es la
versatilidad, la variedad de tonos y estilos que pueden apreciarse en su obra:
lo popular y lo culto, lo surrealista y lo clásico, la poesía pura y la humana. Es,
como Lorca, un poeta neopopularista que sintetiza magistralmente lo popular
y lo culto. Toda la poesía de Alberti evidencia una gran maestría formal que se
caracteriza por la capacidad verbal e imaginativa, la fluidez y musicalidad, la
eficacia de las imágenes y los efectos plásticos. A lo largo de su obra hay una
vuelta continua a las raíces, una búsqueda ininterrumpida de la "arboleda
perdida"(Ricardo Senabre); la nostalgia, primero, de su mundo infantil perdido
- El Puerto de Santa María, el mar - y de si patria, después, cuando está en el
destierro.
Obra
El primer libro de Alberti, Marinero en tierra (1924), fue Premio Nacional de
Literatura. En poemas cortos, llenos de luz, gracia y color, expresa el poeta la
añoranza de su tierra natal, del mar de su infancia. Emplea preferentemente
formas de la lírica popular, elaboradas cuidadosamente. La amante (1925) es
un libro, también inspirado en la poesía popular, fruto de un viaje por el
interior de la Península. Son un conjunto de cancioncillas cortas muy desnudas
y concentradas.
Cal y canto (1929) supone un cambio hacia lo culto y la vanguardia. La
influencia de Góngora se alía con temas y formas vanguardistas. Sobre los
ángeles (1929) es un libro plenamente surrealista en el que el autor expresa
un mundo de descomposición. Cada uno de los ángeles simboliza los vicios y
miserias humanos. Poeta en la calle (1938) da título a un conjunto de poemas
surgidos con motivo de la guerra civil española. Abre este libro otro de los
caminos de su obra: la poesía como arma política, de urgencia, comprometida,
a veces panfletaria.
Entre los numerosos libros escritos en el exilio, abiertos a nuevos temas y
formas, destacan: A la pintura (1949), homenaje del autor a un arte siempre
presente en su vida. La añoranza de España, la nostalgia de la patria perdida,
desde su situación de desterrado es el tema central de Retornos de lo vivo
lejano (1952) y de Ora marítima(1953). Roma, peligro para caminantes (1968)
es uno de los últimos libros de Alberti, homenaje a la ciudad italiana que le
acogió en su última etapa de desterrado.
Miguel Hernández (1910 - 1942)
127
Infancia, adolescencia y primeros poemas
Miguel Hernández nace el 30 de octubre de 1910 en Orihuela, un pequeño
pueblo del Levante español rodeado del oasis exuberante de la huerta del
Segura. Hijo de un contratante de ganado, su niñez y adolescencia transcurren
por la aireada y luminosa sierra oriolana tras un pequeño hato de cabras. En
medio de la naturaleza contempla maravillado sus misterios: la luna y las
estrellas, la lluvia, las propiedades de diversas hierbas, los ritos de la fecundación
de los animales. Por las tardes ordeña las cabras y se dedica a repartir la leche
por el vecindario. Sólo el breve paréntesis de unos años interrumpe esta vida
para asistir a la Escuela del Ave María, anexa al Colegio de Santo Domingo, donde
estudia gramática, aritmética, geografía y religión y destaca por su extraordinario
talento.
En 1925, a los quince años de edad, tiene que abandonar el colegio para
volver a conducir cabras por las cercanías de Orihuela. Sin embargo, sabe
embellecer esta vida monótona con la lectura de numerosos libros de Gabriel y
Galán, Miró, Zorrilla, Rubén Dario… que caen en sus manos y depositan en su
espíritu ávido el germen de la poesía. A veces se pone a escribir sencillos versos
a la sombra de un árbol realizando sus primeros experimentos poéticos. Al
atardecer merodea por el vecindario conociendo a Ramón y Gabriel Sijé y a los
hermanos Fenoll, cuya panadería se convierte en tertulia del pequeño grupo de
aficionados a las letras.
Ramón Sijé, joven estudiante de derecho en la universidad de Murcia, le
orienta en sus lectura, le guía hacia los clásicos y la poesía religiosa, le corrige y
le alienta a proseguir su actividad creadora. El mundo de sus lecturas se amplía.
El joven pastor va llevando a cabo un maravilloso esfuerzo de autoeducación con
libros que consigue en la biblioteca del Círculo de Bellas Artes. Don Luis
Almarcha, canónigo entonces de la catedral, le orienta en sus lecturas y le presta
también libros. Poco a poco irá leyendo a los grandes autores del Siglo de Oro:
Cervantes, Lope, Calderón, Góngora y Garcilaso, junto con algunos autores
modernos como Juan Ramón y Antonio Machado. En el horno de Efén Fenoll, que
está muy cerca de su casa, pasa largas horas en agradable tertulia discutiendo
de poesía, recitando versos y recibiendo preciosas sugerencias del culto Ramón
Sijé que acude allí a visitar a su novia Josefina Fenoll. Desde 1930 Miguel
Hernández comienza a publicar poemas en el semanario El Pueblo de Orihuela y
el diario El Día de Alicante. Su nombre comienza a sonar en revistas y diarios
levantinos.
Primer viaje a Madrid y Perito en lunasPoseído por la fiebre de la fama, en diciembre de 1931 se lanza a la conquista
de Madrid con un puñado de poemas y unas recomendaciones que al fin de nada
le sirven. Aunque un par de revistas literarias, La Gaceta Literaria y Estampa,
acusan su presencia en la capital y piden un empleo o apoyo oficial para el
"cabrero-poeta", las semanas pasan y, a pesar de la abnegada ayuda de un
puñado de amigos oriolanos, tiene que volverse fracasado a Orihuela. Pero al
128
menos ha podido tomarle el pulso a los gustos literarios de la capital que le
inspiran su libro neogongorino Perito en lunas (1933), extraordinario ejercicio de
lucha tenaz con la palabra y la sintaxis, muestra de una invencible voluntad de
estilo. Tras este esfuerzo el poeta ya está forjado y ha logrado hacer de la lengua
un instrumento maleable. En Orihuela continúa sus intensas lecturas y sigue
escribiendo poesía. También sus amigos le preparan alguna actuación en público.
En el Casino de Orihuela recita y explica su "Elegía media del toro". Otra vez, en
abril de 1933, es en Alicante donde interpreta la misma elegía después de una
docta charla de Ramón Sijé sobre Perito en lunas. La prensa local se hace eco del
acontecimiento literario alimentando en el joven poeta el ansia y sed de
celebridad.Segundo viaje a Madrid
Un día, al salir de su trabajo, en una notaría de Orihuela, conoce a Josefina
Manresa y se enamora de ella. Sus vivencias van hallando formulación lírica en
una serie de sonetos que desembocarán en El rayo que no cesa (1936). Las
lecturas de Calderón le inspiran su auto sacramental Quien te ha visto y quien te
ve y sombra de lo que eras, que, publicado por Cruz y raya, le abrirá las puertas
de Madrid a su segunda llegada en la primavera de 1934. Allí se mantiene con un
empleo que le ofrece José María de Cossío para recoger datos y redactar historias
de toreros. En Madrid su correspondencia amorosa no se interrumpe y la
frecuente soledad inevitable en la gran ciudad le hace sentir nostalgia por la paz
e intimidad de su Orihuela. Las cartas abundan en quejas sobre la pensión,
rencillas de escritores, intrigas, el ruido y el tráfico. Así es que en cuanto le es
posible vuelve a su pueblo para charlar con los amigos, comer fruta a satisfacción
y bañarse en el río. Aunque lentamente, va creándose en Madrid su círculo de
amigos: Altolaguirre, Alberti, Cernuda, Delia del Carril, María Zambrano, Vicente
Aleixandre y Pablo Neruda. Entre ellos trata de vender algunos números de la
revista El Gallo Crisis, recién fundada por Ramón Sijé, pero tienen que constatar
que ésta no gusta a muchos de sus nuevos amigos. Neruda se lo confiesa
abiertamente: "Querido Miguel, siento decirte que no me gusta El Gallo Crisis. Le
hallo demasiado olor a iglesia, ahogado en incienso". Ramón Sijé teme perder a
su gran amigo para sus ideales neocatólicos, pero pronto tienen que constatar
que el ambiente de Madrid puede más que los ecos de la lejana Orihuela. Pablo
Neruda insiste en sus ingeniosos sarcasmos anticlericales: "Celebro que no te
hayas peleado con El Gallo Crisis pero esto te sobrevendrá a la larga. Tú eres
demasiado sano para soportar ese tufo sotánico-satánico". Si Ramón Sijé y los
amigos de Orihuela le llevaron a su orientación clasicista, a la poesía religiosa y al
teatro sacro, Neruda y Aleixandre lo iniciaron en el surrealismo y le sugirieron, de
palabra o con el ejemplo, las formas poéticas revolucionarias y la poesía
comprometida, influyendo, sobre todo Neruda y Alberti, en la ideología social y
política del joven poeta provinciano. Superada esta crisi, Miguel Hernández es ya
un poeta hecho y comienza a crear lo más logrado y genial de su obra.
La Guerra CivilEl estallido de la Guerra Civil en julio de 1936 le obliga a tomar una decisión
por la República. No solamente entrega toda su persona, sino que también su
129
creación lírica se convierte en arma de denuncia, testimonio, instrumento de
lucha ya entusiasta, ya silenciosa y desesperada. Como voluntario se incorpora al
5º Regimiento, después de un viaje a Orihuela a despedirse de los suyos. Se le
envía a hacer fortificaciones en Cubas, cerca de Madrid. Emilio Prados logra que
se le traslade a la 1ª Compañía del Cuartel General de Caballería como Comisario
de Cultura del Batallón de El Campesino. Va pasando por diversos frentes:
Boadilla del Monte, Pozuelo, Alcalá. En plena guerra logra escapar brevemente a
Orihuela para casarse el 9 de marzo de 1937 con Josefina Manresa. A los pocos
días tiene que marchar al frente de Jaén. Es una vida agitadísima de continuos
viajes y actividad literaria. Todo esto y la tensión de la guerra le ocasionan una
anemia cerebral aguda que le obliga por prescripción médica a retirarse a Cox
para reponerse. Varias obritas de Teatro en la guerra y dos libros de poemas que
han quedado como testimonio vigoroso de este momento bélico: Viento del
pueblo (1937) y El hombre acecha (1939).
El poeta en la cárcel
En la primavera de 1939, ante la desbandada general del frente republicano,
Miguel Hernández intenta cruzar la frontera portuguesa y es devuelto a las
autoridades españolas. Así comienza su larga peregrinación por cárceles: Sevilla,
Madrid. Difícil imaginarnos la vida en las prisiones en los meses posteriores a la
guerra. Inesperadamente, a mediados de septiembre de 1939, es puesto en
libertad. Fatídicamente, arrastrado por el amor a los suyos, se dirige a Orihuela,
donde es encarcelado de nuevo en el seminario de San Miguel, convertido en
prisión. El poeta -como dice lleno de amargura- sigue "haciendo turismo" por las
cárceles de Madrid, Ocaña, Alicante, hasta que en su indefenso organismo se
declara una "tuberculosis pulmonar aguda" que se extiende a ambos pulmones,
alcanzando proporciones tan alarmantes que hasta el intento de trasladarlo al
Sanatorio Penitenciario de Porta Coeli resulta imposible. Entre dolores acerbos,
hemorragias agudas, golpes de tos, Miguel Hernández se va consumiendo
inexorablemente. El 28 de marzo de 1942 fallece a los treinta y un años de edad.
Pedro Salinas (1892-1951)
Datos Biográficos:
Pedro Salinas nace en 1892 en Madrid. Allí estudia Filosofía y Letras y Derecho
y posteriormente se doctora en Letras. Su vida está dedicada a la docencia
universitaria: Comienza como lector de español en la Sorbona (1914-1917). En
1918 gana una cátedra en la Universidad de Sevilla y es allí donde tiene como
alumno a Cernuda. Luego pasa a la Universidad de Murcia y en 1922 a
Cambridge. A su regreso a España es nombrado profesor de la Escuela Central de
Idiomas y funda la Universidad de Verano de Santander donde ejerce como
secretario general. Exiliado a raíz de la guerra civil, fue profesor en distintas
universidades americanas y en Puerto Rico. Además de poeta, fue un brillante
crítico literario. Murió en Boston en 1951.
130
Poética:
Dice Salinas, "La poesía es una aventura hacia lo absoluto. Se llega más o
menos cerca, se recorre más o menos camino: eso es todo" en una cita que
resume su concepción de la poesía como modo de acceso a las honduras de la
realidad, a la esencia de cosas y experiencias vitales.
Los tres elementos básicos de su creación aparecen en otras declaraciones
suyas: "Estimo en la poesía, sobre todo la autenticidad. Luego, la belleza.
Después, el ingenio." Mientras los dos primeros elementos están presentes en
toda gran poesía, la referencia al ingenio merece ser comentada. En Salinas el
sentimiento y la inteligencia (o el ingenio) se hermanan de modo singular El
ingenio (la inteligencia) le permite ahondar en los sentimientos, en lo vivido, para
descubrir lo que hay más allá de las anécdotas concretas; es decir, para
acercarse a lo absoluto.
Recurre a paradojas, sutiles juegos de palabras, observaciones insólitas,
condensación de conceptos . como recursos para hacer que el lenguaje se
pliegue ante esa empresa suya de ahondamiento en la realidad. La lengua
poética de Salinas, de una gran perfección artística, se presenta con una forma
aparentemente espontánea, sencilla y escueta. Así Lorca llegaría a denominar
"prosías" a sus poemas. Esta sencillez era resultado de un proceso de depuración
rigurosa y selectiva: prefiere los versos cortos sin rima consiguiendo el ritmo con
la constancia del metro y con la repetición de palabras, estructuras sintácticas y
conceptos. En todo caso se trata de una lengua y unos versos rigurosamente
trabajados en los que las palabras se sitúan en el verso con meditada exactitud,
cargadas de sentido y de profundas resonancias.
La poesía de Salinas alcanza singulares cualidades: ingenio, belleza . Sin
embargo, lo más destacable es su autenticidad. En Salinas se da un profundo
equilibrio humano en el que se hermanan la mente, la sensibilidad y el corazón.
Y, por encima de todo, Salinas queda como gran poeta del amor, dentro de su
grupo poético.
Obra
Presagios (1923), Seguro azar (1929) y Fábula y signo (1931) configuran un
primer momento en la obra de Salinas. Los tres pueden inscribirse en una línea
de poesía pura. La huella de Juan Ramón Jiménez es perceptible en muchos
poemas. También hay en estos libros influencia del Futurismo y Ultraísmo en
temas de la vida moderna - la máquina de escribir, el radiador de calefacción, la
bombilla eléctrica, . - pero intentando ver en esas realidades inmediatas un
sentido profundo, una búsqueda de los absoluto. En este momento inicial ya
aparece el diálogo creador que va a definir toda su obra: el yo lírico del poeta
dialoga con el tú de las cosas.
131
Vienen luego sus dos obras más importantes: La voz a ti debida (1934) y
Razón de amor (1936) . Con ellas adquiere Salinas su talla definitiva y su
condición de gran poeta del amor. Pocos le igualan en la sutileza con la que supo
ahondar en el sentimiento amoroso. El tema de estos libros es el amor que
trasciende los detalles cotidianos y se adentra en la esencia de su propia
realidad. El amor como plenitud y sentido de la vida, que enriquece al yo del
propio ser y al tú de la persona amada. Una vez más, trasciende las puras
anécdotas para encontrar la quintaesencia más gozosa de las relaciones
amorosas. Su visión es decididamente antirromántica: la amada no es la
enemiga; el amor no es desdenes, sufrimiento, frustración. En Salinas el amor es
una prodigiosa fuerza que da plenitud a la vida y confiere sentido al mundo. Es
enriquecimiento del propio ser y enriquecimiento de la persona amada. Es un
acontecimiento jubiloso: "¡Qué alegría vivir / sintiéndose vivido .!" El amor le hace
amar la vida y decir que sí al mundo: "¡Sí, todo con exceso: / la luz, la vida, el
mar!"
Sólo en el segundo libro aparece a veces un tono más grave y en ciertos
poemas habla de los límites del amor o de su posible - quizá inevitable - final.
Los últimos libros de poemas fueron escritos en el exilio: El contemplado
(1946) , una meditación lírica ante el mar de San Juan de Puerto Rico, y Todo más
claro (1949) , el libro más amargo de Salinas, expresión de su propia situación
personal de exiliado y del mundo conflictivo que le rodea. En 1955, después de su
muerte, se publica en España Confianza . Refleja una lucha entre su fe en la vida
y los signos angustiosos que ve a su alrededor. De esta última etapa, es de
destacar el poema Cero, suscitado por el horror de la bomba atómica. Así
incorpora Salinas a su poesía el eco de las angustias del siglo XX.
El ensayo en el siglo XX hasta la Guerra Civil
I. El ensayo en el Regeneracionismo y la Generación del 98
La comprometida situación política y económica que domina el siglo XIX
desemboca en el XX en una preocupación constante por el tema de España. Los
regeneracionistas se proponen sacar adelante el país, y en sus escritos analizan
los problemas más acuciantes del momento y postulan soluciones prácticas.
Ángel Ganivet (1865-1898), Joaquín Costa (1846-1911) y Ramiro de Maeztu
(1875-1936) se convierten en las principales voces de este movimiento.
Pero no fueron los regeneracionistas los únicos preocupados por la crisis de
principios de siglo. En los ensayos noventayochistas también se pueden apreciar
las inquietudes espirituales y angustiadas sobre el sentido de la vida, el temor a
la muerte o el deseo de inmortalidad (Unamuno); los comentarios políticos,
patrióticos, intelectuales y anarquistas, cargados de tintes autobiográficos
(Baroja); las reflexiones paisajísticas, literarias y culturales sobre los pueblos de
España (Azorín); o las preocupaciones filosóficas y estéticas (Antonio Machado).
132
II. El ensayo en el Novecentismo
El movimiento novecentista está formado por un grupo de estudiosos y
pensadores que cuentan con una sólida formación intelectual y científica, y que
aprovechan los órganos de poder para llevar a cabo la transformación social de
España a través de la cultura y la ciencia. De ahí que participen activamente en la
creación de órganos de formación e investigación, como la Junta para la
Ampliación de Estudios (1907) y el Centro de Estudios Históricos (1910) en
Madrid, o el Institut d’Estudis Catalans (1911) en Barcelona. Todos estos centros,
junto con el Instituto de Investigaciones Científicas, contribuyen a que las ciencias
y las artes vivan una época dorada.
Los novecentistas representan a la burguesía asentada, son elitistas y se
muestran partidarios de un estado laico y de un sistema de enseñanza alejado
del poder de la Iglesia. Atraídos por la Europa de su tiempo, no pueden
permanecer ajenos al enfrentamiento de la Primera Guerra Mundial y abogan por
intervenir en él. Las figuras principales de este movimiento son José Ortega y
Gasset y Eugenio d’Ors.
El ensayo y el artículo periodístico se convierten en los géneros más
explotados por estos intelectuales universitarios, que dan rienda suelta a sus
preocupaciones políticas, de cualquier ideología, y analizan los problemas del país
a la vez que proponen soluciones inmediatas. Sus escritos se publican en las
numerosas revistas, semanarios y diarios de la época. Destacan las reflexiones
políticas de Manuel Azaña, los estudios científicos e históricos de Gregorio
Marañón y Claudio Sánchez-Albornoz, los trabajos filológicos de Ramón Menéndez
Pidal, Américo Castro y Salvador de Madariaga, y los escritos reformistas de Blas
Infante.
III. El ensayo en los años 30
Los acontecimientos políticos se suceden y las ideologías cambian. Muchos
escritores que habían militado en las filas del Novecentismo y habían apoyado la
“deshumanización del arte” proclamada por Ortega empiezan a comprometerse
políticamente y pretenden implicar a los intelectuales en la acción revolucionaria.
Una publicación de claro compromiso político es Octubre (1933-34) creada por
Rafael Alberti y María Teresa León, grandes impulsores también de El mono
azul (1936-39), revista que se distribuye en el bando republicano y que
inicialmente trata asuntos políticos, militares y culturales, para dar más tarde
entrada a temas de creación y crítica.
IV. Principales Ensayistas
Además de los mencionados en el apartado dedicado al Novecentismo,
destacan en el panorama ensayístico español anterior a la Guerra Civil una serie
133
de autores, que se inclinan, ya sea por el ensayo político, ya por el de carácter
literario.
Los intelectuales y pensadores no pueden permanecer ajenos a los avatares
que depara la situación anterior a la Guerra Civil y proliferan los ensayos políticos
de tendencias diversas, entre los que destacan los firmados por Ramiro Ledesma
y Luis Araquistáin.
A) Ramiro Ledesma (1905-1936)
Ramiro Ledesma Ramos fue político y escritor. Fundador de las Juntas
Ofensivas Nacional Sindicalistas (JONS), uno de los teóricos que más han influido
en la concepción del Movimiento Nacional iniciado en 1936.
Nació en Alfaraz (Zamora) el 23 de mayo de 1905 y fue discípulo de Ortega y
seguidor de José Antonio Primo de Rivera. Publica asiduamente en la Revista de
Occidente. Entre sus ensayos se encuentranEscritos filosóficos y Discurso a las
juventudes de España. Murió fusilado por los republicanos en Aravaca (Madrid) el
29 de octubre de 1936.
B) Luis Araquistáin (1886-1959)
Luis Araquistáin fue un defensor a ultranza del socialismo en obras
como Polémica de la guerra (1915),En torno de la guerra. Dos ideales
políticos (1916) y Entre la guerra y la revolución. España en 1917 (1917). Sus
artículos sobre política internacional, escritos entre 1938 y 1958, quedan
recogidos en Sobre la Guerra Civil y en la emigración, y sus escritos marxistas se
encuentran reunidos en Marxismo y socialismo en España.
En el ensayo literario destacan los aforismos de José Bergamín y los artículos
vanguardistas y fascistas de Ernesto Jiménez Caballero.
C) José Bergamín (1895-1983)
José Bergamín ofrece un notable interés como autor de artículos periodísticos.
Publica sus primeros artículos en revistas como Índice (1921) y El cohete y la
estrella (1923); crea en 1933 la revista Cruz y raya e interviene con frecuencia
en El mono azul, donde saca a la luz algunos poemas y numerosos escritos
combativos. Colecciones de sus artículos son Cristal del tiempo, 1933-
1983 (1983) y El pensamiento de un esqueleto. Antología periodística (1984).
Escritor polémico e inconformista, desarrolla un estilo complicado, casi
conceptista, en sus ensayos. Es autor de Caracteres (1926), conjunto de retratos
de algunos de los miembros de su generacaión; El arte de birlibirloque (1930),
tratado sobre el arte de torear; Mangas y capirotes (1933), reflexión sobre el
teatro del Siglo de Oro; El paisajero. Peregrino español en América (1943), curiosa
miscelánea de ensayos, aforismos, cartas, etc.; Lázaro, don Juan y
Segismundo (1959), análisis de estos personajes literarios, que simbolizan el
hombre real, el solitario y el enfurecido; y Calderón y cierra España (1979),
estudio en el que aborda algunas manifestaciones culturales de nuestro país y
pasa revista a don Juan, don Quijote, Velásquez, Ortega… Entre sus últimos libros
destacan La música callada del toreo (1985).
134
d) Ernesto Giménez Caballero (1899-1988)
Por su carácter inquieto e innovador, se siente atraído en su juventud por los
movimientos de vanguardia, como muestran Yo, inspector de
alcantarillas (1928), Hércules jugando a las cartas (1928), donde se aprecia
inclinación por el totalitarismo y el culto por los adelantos de la técnica, y Julepe
de menta (1928), recopilación de reflexiones filosófico-morales en tono jocoso. De
tema nacional sonTrabalenguas sobre España (1930), Arte y Estado (1935)
y Genio de España. Exaltaciones a una resurrección nacional (1938), ensayos en
los que defiende la superación de la visión agónica del 98 y la necesidad de
emprender un nuevo rumbo, llevando coo estandartes el catolicismo y el imperio.
También es autor de obras pedagógicas y de crónicas descriptivas de contenido
político, como Amor a Cataluña (1942) oAmor a Portugal (1949). Entre sus últimos
libros destaca Memorias de un dictador (1979).
El Siglo XX - La Posguerra / Literatura Contemporánea
Literatura española de la Posguerra
Los años comprendidos entre el final de la guerra (1939) y la muerte de Franco (1975) constituyeron una etapa de búsqueda en la que sucesivas generaciones de novelistas, poetas y dramaturgos configuraron un particular paisaje literario, caracterizado por la vacilación entre el esteticismo y la denuncia social.
La literatura de la posguerra
La posguerra: cronología literaria
La Guerra Civil sumió al país en una grave depresión económica, política y
cultural, de la que se fue recuperando con dificultad. Los años comprendidos entre
el final de la guerra (1939) y la muerte de Franco (1975) constituyeron una etapa
de búsqueda en la que sucesivas generaciones de novelistas, poetas y dramaturgos
configuraron un particular paisaje literario, caracterizado por la vacilación entre el
esteticismo y la denuncia social.
Cronología
A) Años cuarenta
La Segunda Guerra Mundial acabó con la victoria aliada sobre Alemania e
Italia, lo cual dejó a España totalmente aislada. Los escritores quedaron al
margen de la literatura que se hacía más allá de nuestras fronteras.
La escasa literatura de estos primeros años de posguerra oscila entre el
esteticismo, que ignora la realidad circundante, y la expresión de la angustia y
desarraigo que la guerra ha creado.
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Años cincuenta
Empezó a abrirse al exterior (en 1955, se integró en la ONU). El
reconocimiento internacional del franquismo se tradujo en mejoras económicas y
en la comunicación con el exterior.
En literatura empezaron a tomar importancia los temas de crítica social. El
resultado fue una nueva versión del realismo, tendente a la denuncia de la
opresión y la injusticia.
Años sesenta
Con el desarrollo económico el franquismo se consolidó, a la vez que la
oposición al régimen se hizo más sistemática.
En literatura, el experimentalismo vuelve a imponerse una vez agotado el
realismo social.
De 1970 a 1975
En los últimos años del franquismo se confirmó la apertura al exterior. El país
se sitúa entre los más industrializados gracias a las inversiones extranjeras y al
turismo.
El eclecticismo derivado de la llegada de materiales extranjeros gracias a la
apertura de la censura se resolvió finalmente con una vuelta a lo clásico.
Literatura de posguerra: novela de los años 40 a 60
La Narrativa
A) La Narrativa de la década de 1930 y la novela de exilio
La novela de los años 30 (como la poesía) había tendido hacia la
rehumanización y el compromiso social, tras abandonar la deshumanización de
los años 20. En esta línea se encuentra la literatura de Ramón J. Sender, Max Aub,
Francisco Ayala, Rosa Chacel, quienes al acabar la guerra marchan al exilio por su
apoyo a la República. Su obra se realiza al margen de la literatura que se hace en
España y, en general, tratan con insistencia sobre el tema de la guerra
B) La novela de los primeros años de posguerra
En la inmediata posguerra se hace evidente la ruptura de la natural evolución
literaria. Así, la novela no puede enlazar con la narrativa social de los años 30,
prohibida por el franquismo, ni parece válida la estética deshumanizada de los
años 20. En ese panorama de desconcierto abundan tres tipos de narraciones,
todas de estilo tradicional: ideológica, realista y humorística. Hasta los años 50 no
comienzan los indicios de renovación. En la década de 1940 sólo hay casos
excepcionales y aislados, como C. José Cela, Carmen Laforet y Miguel Delibes.
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1942: La familia de Pascual Duarte de C.J. Cela
1944: Nada de Carmen Laforet (Premio Nadal)
Estas dos novelas comparten el tono sombrío y existencial, que contrasta con
el triunfalismo o la actitud evasiva, general en la novela de éxito de la inmediata
posguerra. A estas nuevas voces se les unen poco después otras como la de
Miguel Delibes y Ana María Matute. En general, estos novelistas coinciden en
reflejar el desolado mundo de la posguerra desde una perspectiva pesimista y
existencial; por eso abundan en sus narraciones los personajes desorientados,
tristes y frustrados.
La familia de Pascual Duarte, de Cela, provoca una polémica en torno al
tremendismo. Se le acusaba de deformar la realidad al subrayar lo más
desagradable. En 1942, suponía un revulsivo, pues la truculencia y la visión
desolada del mundo contrastaba con una narrativa triunfalista. La novela narra
un cúmulo de crímenes y de atrocidades que parecen verosímiles por el tipo de
protagonista y por el ambiente. Como un nuevo pícaro, Pascual Duarte narra su
biografía para que entendamos cómo ha llegado a ser un condenado a muerte.
La limitación intelectual de Pascual, el destino que parece dominar la obra y el
ambiente bárbaro e injusto convierten a esta criatura en un asesino víctima.
La obra refleja un radical pesimismo, cercano al existencialismo. La
publicación de una novela tan desgarrada en un momento de censura política y
moral muy estricta, sólo se explica por ser Cela un excombatiente franquista y
porque los sucesos se sitúan en la España de posguerra. Toda su obra refleja
pesimismo ante el mundo y el ser humano (P. Baroja). Su tono es distanciado y
burlón, con humor negro, desgarrado y cruel. Refleja una visión deformada del
mundo.
C) Década de los 50. Contexto social y cultural
Con la Guerra Fría, en los años 50, España empieza a salir del aislamiento y se
incorpora a algunos organismos internacionales, en la órbita de EEUU. El
incipiente desarrollo del turismo y la industria conlleva cierta recuperación
económica y cambios en los estilos de vida, como las migraciones de los
campesinos hacia las ciudades, la difícil inserción de estas personas en los
suburbios urbanos, .Al mismo tiempo, los jóvenes que han vivido la guerra como
niños o adolescentes consideran la guerra y el país de posguerra desde otra
perspectiva y aparecen actitudes críticas respecto al poder y a la división social
entre vencedores y vencidos. Estas posturas se manifiestan sobre todo en
círculos obreros y universitarios.
El Realismo Social
A) Principales características
La novela española de esta década recoge pronto las nuevas preocupaciones
sociales y abandona la visión existencial de la década anterior. En 1951 Cela
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publica La Colmena de tono crítico y testimonial, con un amplio personaje
colectivo.
A lo largo de la década, el realismo social se intensifica y en el año 1954
alcanza su momento cumbre, pues se publican varias obras de este tipo de Ana
Mª Matute, Ignacio Aldecoa, Jesús Fdez. Santos, Juan Goytisolo, Rafael Sánchez
Ferlosio, Carmen Martín Gaite y Juan García Hortelano.
El tema de la novela es la propia sociedad española: la dureza de la vida en el
campo, las dificultades de la transformación de los campesinos en trabajadores
industriales; la explotación del proletariado y la banalidad de la vida burguesa. El
estilo de la novela realista es sencillo, tanto en el lenguaje como en la técnica
narrativa, se pretende llegar a un amplio público. Los contenidos testimoniales o
críticos son más importantes.
B) Novelas destacadas del Realismo Social
1954: Pequeño teatro, de Ana María Matute; Los bravos, de Jesús Fernández Santos; El fulgor y la sangre, de Ignacio Aldecoa; Juegos de manos, de Juan Goytisolo.
1955: El Jarama, de Rafael Sánchez Ferlosio. 1957: Entre visillos, de Carmen Martín Gaite. 1958: Central eléctrica, de Jesús López Pacheco. 1959: Nuevas amistades, de Juan García Hortelano. 1960: La mina, de Armando López Salinas. 1961: La zanja, de Alfonso Grosso. 1962: Dos días de septiembre, de José Manuel Caballero Bonald.
Autores destacados
A) Camilo José Cela (1916-2002)
Camilo José Cela nació en Padrón, La Coruña, en 1916 y murió en Madrid, en
2002. Realizó estudios de Medicina y Derecho, que no llegó a terminar. Participó
en la Guerra Civil en el bando nacional y trabajó algún tiempo como funcionario.
En 1957 ingresó en la Real Academia y en 1989 le fue concedido el premio Nobel.
Su primera novela, La familia de Pascual Duarte (1942), supone una novedad
en el panorama literario de los años cuarenta. El argumento truculento, la
violencia gratuita y la ambientación en un atrasado mundo rural suscitaron gran
polémica en torno a ella. La visión del mundo subyacente no está muy lejos del
existencialismo francés o del neorrealismo italiano de la época.
A ésta siguieron Pabellón de reposo (1943), Nuevas andanzas de Lazarillo de
Tormes (1944) y Viaje a la Alcarria (1948).
La obra más importante de Cela, La colmena (1951), inaugura el realismo
social de los años cincuenta. Cada uno de sus seis capítulos consta de una serie
de secuencias breves, que desarrollan episodios que están mezclados con otros
que ocurren simultáneamente. Esta fragmentación en anécdotas que conforman
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un conjunto de vidas cruzadas, como las abejas de una colmena, trata de reflejar
objetivamente la realidad social de la posguerra. El tratamiento de los personajes,
sin esperanzas, muestra un pesimismo existencial constante en Cela.
B) Miguel Delibes (1920-)
Miguel Delibes nació en Valladolid en1920. Fue catedrático de Derecho
Mercantil y desde 1974 es miembro de la Real Academia. De costumbres sencillas
y gran aficionado a la caza, ha mostrado siempre su preocupación por la defensa
de la naturaleza y ha criticado la sociedad deshumanizada y consumista.
Miguel Delibes se dio a conocer con La sombra del ciprés es alargada (premio
Nadal 1947), a la que siguieron El camino (1950), La hoja roja (1959) y Las
ratas (1962).
Cinco horas con Mario (1966), su obra maestra, consiste en el monólogo
interior de Carmen, una mujer de clase media que está velando el cadáver de su
esposo. El contraste entre Mario, un profesor solidario y progresista, y Carmen, de
mentalidad cerrada y convencional, refleja el de la España tradicional y el de la
progresista.
Con Parábola del náufrago (1969), Delibes se introdujo en el experimentalismo
formal, pero retomó sus temas y su estilo en las novelas siguientes. Otras novelas
importantes son Las guerras de nuestros antepasados (1975), El disputado voto
del señor Cayo (1977) y Los Santos inocentes (1981).
C) Rafael Sánchez Ferlosio (1927-)
Es autor de El Jarama, la mejor plasmación de la estética objetivista. El autor
desaparece, asumiendo el punto de vista de una cámara que se limita a filmar
todo lo que tiene delante. Por ello, el peso fundamental de la obra descansa en
los diálogos.
D) Juan Goytisolo (1931-)
Su primera etapa (Juegos de manos, Duelo en el Paraíso) tiene un fuerte
sentido subjetivo que presenta la infancia como un paraíso perdido. En su
segunda etapa (1956-1962) se percibe el compromiso político y la denuncia
social. En la tercera etapa (a partir de 1966) abandona el realismo social para
reivindicar las culturas y las minorías sofocadas, en especial la musulmana
(Señas de identidad, 1966; Reivindicación del conde don Julián, 1970; Makbara,
1980).
E) Ignacio Aldecoa (1925-1969).
Sus novelas El fulgor y la sangre (1954) y Con el viento solano (1956) están
basadas en un crimen rural. Aldecoa narra desde un distanciamiento objetivista,
tras el que late una cálida solidaridad con los humildes. Son muy valiosos sus
cuentos.
F) Carmen Martín Gaite (Salamanca, 1925- Madrid, 2000)
Obtuvo el premio Nadal con Entre visillos (1957), crítica visión de las chicas de
una ciudad de provincias, obsesionadas con casarse. Retahílas (1974) es una de
sus mejores obras.
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G) Carmen Laforet (1921-)
Carmen Laforet (1921), una desconocida escritora barcelonesa, ganó el premio
Nadal en 1945 conNada. La novela está emparentada con el existencialismo
europeo y narra en primera persona las vivencias de Andrea, que llega a la
ciudad para estudiar en la Universidad y se encuentra con el sórdido ambiente de
sus familiares. Frente al estilo retórico y clasicista de la época, Nada está escrita
con una prosa fresca, directa, espontánea.
Otros autores importantes de esta época son Armando López Salinas (Madrid,
1925), Jesús Fernández Santos (Madrid, 1926- id, 1988), Ana María Matute
(Barcelona, 1926), José Manuel Caballero Bonald (Jerez de la Frontera, 1926), Juan
García Hortelano (1928-1994), Alfonso Grosso (Sevilla, 1928- Madrid, 1995) y
Jesús López Pacheco (Madrid, 1930- Toronto, 1997).
La posguerra: la alta comedia y el teatro humorístico
Introducción
El panorama teatral en la inmediata posguerra es bastante pobre. Las
innovaciones más interesantes anteriores al conflicto desaparecen junto con sus
autores, muertos (Lorca, Valle-Inclán) o exiliados (Max Aub o Alberti). En las salas
comerciales seguía triunfando un teatro tradicional y evasionista: la comedia
benaventina, trivial y entretenida. Junto a ésta, surge el teatro humorístico de
Mihura y Jardiel Poncela, cuyos rasgos fundamentales son las situaciones
inverosímiles y los diálogos regidos por una lógica poco convencional.
A) El teatro burgués de Jacinto Benavente
Un precedente de la alta comedia de posguerra es la comedia burguesa de
principios de siglo. Su máximo exponente fue Jacinto Benavente (Madrid, 1866-
1954), cuyas primeras obras (Los intereses creados, 1907) analizaban
críticamente las clases medias y supusieron un innovación frente al teatro
grandilocuente de José Echegaray (1832- 1916).
Después fue adoptando una actitud más complaciente hacia el público
burgués, lo que le proporcionó una enorme popularidad con obras como Señora
ama (1908) o La malquerida (1924). Recibió el premio Nobel en 1922.
B) La alta comedia
La alta comedia es un tipo de teatro que concede una especial importancia a
la obra bien elaborada en la construcción de la trama, los diálogos o los juegos
escénicos.
El ambiente es siempre el de la clase burguesa acomodada, y su objetivo es
simplemente el entretenimiento del público, con un argumento muy repetido
centrado en el adulterio o la infidelidad. En estos argumentos, el final feliz
defiende la ideología dominante, y triunfan la fidelidad, la honradez y el amor.
Junto a las obras fundamentalmente humorísticas aparecen también dramas de
tesis y piezas históricas.
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Autores destacados
Destacaron Enrique Jardiel Poncela (1901-1952), Miguel Mihura (1905-1977),
Edgar Neville (1899-1967), José María Pemán (1898- 1981) y Juan Ignacio Luca de
Tena (1897-1975), entre otros.
A) Enrique Jardiel Poncela
Enrique Jardiel Poncela (Madrid, 1901- 1952), inicia en 1905 sus estudios en la
Institución Libre de Enseñanza para iniciarle en las tareas escolares que continúa
a partir de 1908 en la Sociedad Francesa (Liceo Francés) de Madrid. En 1912 se
traslada al Colegio de los Padres Escolapios de San Antonio Abad, donde estudia
el Bachillerato y en 1919 inicia sus primeras colaboraciones (artículos y cuentos)
en distintos periódicos: La Nueva Humanidad, La Correspondencia de España, Los
Lunes de El Imparcial, entrando en la redacción de La Acción en 1921 y en la de
La Correspondencia de España al año siguiente. Ese mismo año comienza a
publicar en la revista Buen Humor, referencia fundamental del nuevo humorismo
literario español.
A partir de 1923 abandona el periodismo para dedicarse por entero a la
literatura y en 1927 estrena en el Teatro Lara de Madrid Una noche de primavera
sin sueño. Sus obras de teatro más importantes sonCuatro corazones con freno y
marcha atrás (1936), Un marido de ida y vuelta (1939), Eloísa está debajo de un
almendro (1940), Los ladrones somos gente honrada (1941) y Los habitantes de
la casa deshabitada (1942).
El propósito de Jardiel consistía en romper con las formas tradicionales de lo
cómico, centradas en lo verosímil y sujetas a la realidad. Su propuesta dramática
no llegó a materializarse, pues se vio obligado a hacer concesiones para
satisfacer al público.
La originalidad de Jardiel se caracteriza por:
El encadenamiento de situaciones inverosímiles. La dosificación rigurosa de la comicidad en el lenguaje. El humorismo de raíz intelectual.
Su originalidad no reside tanto en la selección de los temas como en la
creación de situaciones grotescas, ridículas o inverosímiles. Esto la consigue por
medio de ironías, diálogos vivaces, equívocos, sorpresas o mezclando la sublime
y la vulgar. Pero bajo el truco, el disparate o la situación más absurda, esconde
una dura y amarga crítica a la sociedad. Valgan como ejemplos Angelina o el
honor de un brigadier (1934), sátira del mundo sentimental y posromántico de
finales del XIX, o Madre (el drama padre), crítica al teatro naturalista. En estas
obras realiza una dura crítica a la sociedad mediante el disparate más absurdo.
B) Miguel Mihura
Es considerado un autor, actor y empresario teatral, por lo que el joven autor
conocía el mundo de las bambalinas desde su más tierna infancia; fue un niño
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muy hipocondríaco y sensible. El joven Mihura abandonó sus estudios para
dedicarse al dibujo en revistas como 'Gutiérrez', 'Buen Humor' y 'Muchas Gracias'.
Durante los años veinte, trabajó como periodista: son años de una cierta
bohemia, de tertulias en los cafés, donde conocerá a importantes periodistas del
género humorístico como Tono, Edgar Neville y Enrique Jardiel Poncela; este
último le influyó poderosamente en el estilo. Mihura fue uno de los fundadores de
las revistas humorísticas 'La Ametralladora' y 'La Codorniz'.
Fue durante un tiempo dibujante de la revista satírica Gutiérrez, dirigió la
publicación humorística La Ametralladora y en 1941 fundó la revista de humor La
Codorniz.
Aunque empezó a escribir antes de la guerra, su reconocimiento fue tardío,
pues sólo estrenó con regularidad a partir de la década de los cincuenta: en 1932
escribió Tres sombreros de copa, que no publicó hasta 1947, y no fue
representada hasta 1952 (veinte años después de escrita); se trata de una
comedia considerada como una de las obras maestras del teatro humorístico y
que anticipa algunos aspectos del Teatro del absurdo; en ella se enfrentan el
mundo de las restricciones y convencionalismos y el de la libertad y la
imaginación, tema que será constante en su obra.
Está considerada como una de las obras maestras del teatro humorístico. Por
su originalidad, supone una ruptura completa con el teatro cómico anterior. En
ella desarrolla el tema de la libertad alcanzada y perdida.
Ese mismo tema aparecerá en ¡Sublime decisión! (1955), Mi adorado don
Juan (1956) y La bella Dorotea(1963).
A partir de la década de los cincuenta, la sátira se impone sobre el humor en
obras como El caso de la señora estupenda (1953), Ninette y un señor de
Murcia (1964), Maribel y la extraña familia (1959) oMelocotón en almíbar (1958).
Además de su labor como dramaturgo y articulista, es conocido por sus
colaboraciones en guiones cinematográficos. Mihura trabajó junto a su hermano
para el cine clasificándose su obra comediográfica en dos épocas:
Primer periodo (entre 1932 y 1946): predomina el enfrentamiento entre los protagonistas y su entorno social. Tres sombreros de copa, y otras obras compuestas en colaboración con otros autores como Viva lo imposible o el contador de estrellas (1939), Ni pobre ni rico, sino todo lo contrario (1943), El caso de la mujer asesinadita (1946). *
Segundo periodo: obras cómico-costumbristas, de corte policiaco y de enredo, con títulos como Maribel y la extraña familia (1959), Ninette y un señor de Murcia (1964)... Predomina el conflicto en las relaciones doméstico-sentimentales entre el hombre y la mujer.
C) Edgar Neville
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Edgar Neville Romrée, conde de Berlanga del Duero (Madrid, 28 de diciembre
de 1899 – 23 de abril de 1967), fue un escritor, autor de teatro, director de cine y
pintor español.
Nacido en una familia noble, estudió Derecho y ejerció como diplomático en
Washington. Al estallar la Guerra Civil viajó por diferentes ciudades europeas.
Durante la posguerra trabajó para el cine y se dedicó a escribir.
Neville cultivó casi todos los géneros literarios y colaboró en diversas revistas,
entre ellas La Codorniz, sucesora del semanario La Ametralladora, que Mihura
había publicado durante el sitio de Madrid. Su trayectoria literaria evoluciona
desde el vanguardismo de juventud, pasando por el teatro comprometido durante
la guerra, hasta la alta comedia en obras como El baile (1952).
Sus obras se caracterizan por ofrecer una visión amable de la vida y tener
como finalidad la evasión de la realidad por medio de la ficción literaria. Suele
utilizar escenarios madrileños, con personajes de clase alta, elegantes y
distinguidos, que suelen obedecer a arquetipos: el hombre triunfador, la gran
dama, el marido aburrido...
La originalidad de Neville se basa en el humor irónico y en la hipérbole con
intención desmitificadora, y también en las situaciones absurdas.
Destacó también como director de cine. La vida en un hilo obtuvo un gran
éxito. Se gestó primero como película y más tarde fue convertida en comedia
musical por su hijo Santiago. Es una reflexión risueña sobre los mecanismos del
azar, a la vez que un alegato contra la burguesía entendida como enfermedad del
alma, contra la cursilería y contra la estrechez de miras disfrazada de sentido
común. También fue un gran éxito la obra teatral El baile, que se mantuvo en
cartel durante siete años. Trata de un trío amoroso que triunfa sobre el tiempo y
las generaciones. Llevada al cine, se distinguía por sus ágiles y brillantes
diálogos, donde alternan ternura y disparate.
D) José María Pemán
José María Pemán y Pemartín (Cádiz, 8 de mayo de 1897 – Ibidem, 19 de julio
de 1981) fue un político, poeta, escritor, articulista y orador español y andaluz
que se significó por su tendencia conservadora durante la primera mitad del siglo
XX.
Terminada la guerra civil, Pemán supo instalarse económicamente en las
Letras del régimen . Cultivó todos los géneros literarios con un estilo equidistante
entre el clasicismo y el modernismo en un momento en que su perfil político de
escritor y su relevancia pública ejercieron por sistema como criterios de
evaluación artística; y el elogio inmotivado o la exaltación hueca fueron recursos
comunes de la crítica oficial.
Pemán destaca tanto por sus dramas como por sus artículos, conferencias y
poemas. A través del teatro histórico, Pemán ofrece una visión simplista de la
historia, en la que rezuma la ideología tradicional: Cisneros (1934), Por la virgen
capitana (1940). También cultivó el teatro costumbrista y de tesis (Hay siete
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pecados, 1943; La verdad, 1947), pero tuvo más éxito con las comedias ligeras
de ambiente andaluz (Los tres etcéteras de don Simón, 1958; La viudita
naviera 1960).
Interviene además muy pronto en el cine del nuevo régimen colaborando con
la mayoría de los directores del momento. Una veces interviene en el guión,
otras, en adaptaciones de obras suyas y, anecdóticamente, aparece
personalmente como él mismo en alguna película. Era muy aficionado al cine
adonde acudía todos los días.
E) Juan Ignacio Luca de Tena
Juan Ignacio Luca de Tena y García de Torres, marqués de Luca de Tena
(Madrid, 1897 - ibídem, 11 de enero de 1975) fue un comediógrafo, diplomático y
periodista español.
El teatro de Luca de Tena pertenece a la llamada alta comedia según los
moldes establecidos por Jacinto Benavente. Fue uno de los autores
representativos de esta tendencia escapista en la posguerra civil española.
Cultivó la comedia de costumbres, la farsa, la comedia psicológica, histórica y
de enredo. Entre sus títulos sobresalen ¿Quién soy yo? (1935), Dos
mujeres (1948), dilema de un profesor universitario que ha de elegir entre la
mujer tradicional española y la mujer moderna americana; El cóndor sin
alas (1951), Don José, Pepe y Pepito (1952), ¿Dónde vas Alfonso XII? (1957)
y ¿Dónde vas, triste de ti? (1959).
F) Alfonso Paso
Alfonso Paso (Madrid, 1926-1978) fue un dramaturgo español, autor de
sainetes dramáticos, comedias, tragedias y obras de denuncia social. Sus libretos
destacaron por el humor reflejado en los diálogos y la originalidad de las
situaciones y personajes.
Alfonso Paso sabía que el público de la posguerra no estaba preparado para
asimilar una renovación completa en el teatro, por lo que ensayó una fórmula
intermedia entre el cambio y el gusto del público.
Finalmente, acabó cediendo y amoldándose a lo que el público pedía. Con ello,
condenó su teatro a ser un objeto de consumo, destinado a una clase social
determinada.
En sus numerosísimas obras demuestra una gran habilidad para enlazar y
desenlazar la intriga, crear situaciones sorprendentes y manejar el diálogo con
gracia.
Sus obras han sido traducidas a más de 24 idiomas, entre ellos italiano,
francés, inglés, alemán, portugués o árabe. Fue el primer autor español vivo que
estrenó en Broadway, con la comedia El canto de la cigarra.
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La posguerra: teatro social y teatro poético
Introducción
Dentro del pobre panorama teatral de la posguerra, Antonio Buero Vallejo y
Alfonso Sastre marcan dos hitos históricos en el teatro social y político de esta
época. Movidos por su instinto de rebelión, muestran su disconformidad con el
sistema vigente a través de sus escritos. Son dos formas diferentes de entender
la protesta: política, en el caso de Sastre; social, en el de Buero Vallejo. En el
extremo contrario, pero también como muestra de rechazo hacia la sociedad
contemporánea, autores como Alejandro Casona y Antonio Gala llenaron sus
obras de poeticidad y simbolismo.
Autores destacados
A) Antonio Buero Vallejo
Antonio Buero Vallejo (1916), cursó estudios de pintura en Madrid (1934-
1936). En la guerra, su padre fue fusilado y él es condenado a muerte por ser
soldado de la República. En 1946 se le conmuta la pena y queda en libertad
provisional. En 1971 ingresa en la Real Academia Española, y en 1986 se le
concede el premio Cervantes.
Cuando Buero Vallejo estrena Historia de una escalera en 1949 nace un nuevo
drama que, arraigado en la realidad inmediata, va en busca de la verdad y
pretende remover la conciencia española. El tema común que liga toda su
producción es la tragedia del individuo, analizada desde un punto de vista social,
ético y moral.
Sus personajes se caracterizan por presentar mayoritariamente alguna tara
física o psíquica. Aparecen siempre bien delimitados y no se reducen a simples
esquemas o símbolos. Son caracteres complejos que experimentan un proceso de
transformación a lo largo de la obra. En los dramas de Buero se puede distinguir
entre personajes activos y pasivos.
Su obra se clasifica en:
Teatro simbolista: En la ardiente oscuridad, La tejedora de sueños.
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Teatro de crítica social: analiza la sociedad con todas sus injusticias, mentiras y violencias: Historia de una escalera, Hoy es fiesta (1956), Las cartas boca abajo (1957), La fundación (1964) y El tragaluz (1967).
Dramas históricos: en ellos, Buero Valejo utiliza la historia como «espejo» de situaciones del presente:Un soñador para un pueblo (1960), El concierto de San Ovidio (1962) y El sueño de la razón (1970).
B) Alfonso Sastre
Alfonso Sastre (Madrid, 1926), funda en 1945 Arte Nuevo, grupo cuya
intención es renovar el teatro español. Después fundó otros grupos como La Vaca
Flaca, Grupo de Teatro Realista y, en 1977,Teatro Unitario de la Revolución
Socialista, con claro compromiso revolucionario activo.
Para Sastre, el teatro debía ser un instrumento de agitación y transformación
de la sociedad. Escuadra hacia la muerte (1953) supone su consagración como
dramaturgo. En ella, como en El pan de todos o La mordaza, Sastre escribe un
teatro con tintes existencialistas. En otras obras (El cubo de basura,Tierra roja o
Muerte en el barrio) se inclina por el realismo crítico de denuncia.
Los dramas de entre 1965 y 1972 están recogidos en Teatro penúltimo. Se
caracterizan por una renovación en la puesta en escena y porque la acción se
desarrolla en épocas anteriores.
Debido a razones políticas, muchas de sus obras no se representaron. Las
referencias directas o indirectas a la situación española le impidieron estar en
cartel.
C) Alejandro Casona
El nombre verdadero de Alejandro Casona (1903- 1965) era Alejandro
Rodríguez Álvarez. Trabaja como maestro en el valle de Arán (Lérida) y en
Madrid, donde dirige el Teatro Ambulante o Teatro del Pueblo (1931). Al estallar
la Guerra Civil huye a Francia y poco después a Buenos Aires, donde fija su
residencia hasta su regreso a España en 1962.
Los rasgos poéticos y la expresión lírica están más o menos presentes en
todas sus obras, que se pueden dividir en dos bloques: teatro fantástico y teatro
pedagógico.
Teatro fantástico: podemos llamar teatro fantástico a la creación de una atmósfera irreal y mágica a través del lenguaje poético, donde se analiza la relación entre realidad y fantasía, el misterio y los sueños.El mundo de lo real y lo imaginario forma parte de La sirena varada (1933), Prohibido suicidarse en primavera (1937) y Los árboles mueren de pie (1937). El tema de los sueños aparece en La llave del desvány Siete gritos en el mar. También pertenecen al teatro fantástico Otra vez el diablo y La barca sin pescador.
Teatro pedagógico: En estas obras Casona intenta comunicar determinadas ideas de índole pedagógica. Así, Nuestra Natacha (1935) es un cántico al amor y a la comprensión como método de enseñanza para los jóvenes conflictivos. La
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tercera palabra (1953) trata de la educación de un hombre criado en la naturaleza.
D) Antonio Gala
Antonio Gala nace en Córdoba en 1936. Licenciado en Derecho, Filosofía y
Letras y Ciencias Políticas y Económicas, desde 1963 se dedica por entero a la
literatura. Ha cultivado todos los géneros: la poesía (Enemigo íntimo, Sonetos a
Zubia), la novela (El manuscrito carmesí, La pasión turca), el guión televisivo y el
periodismo (Charlas con Troylo, etc.), además del teatro.
Los temas recurrentes en la obra de Gala son la frustración y la soledad. Gala
manifiesta una simbología compleja, no tanto por su significado como por su
vaguedad e inconcreción.
Su primera obra es Los campos del Edén (1963), premio Calderón de la Barca.
Otras obras importantes son: El sol del hormiguero (1966), fábula político-
social; Noviembre y un poco de yerba (1967), que recoge el drama de la Guerra
Civil; El caracol en el espejo (1970), donde analiza el sentimiento de
frustración; Los buenos días perdidos (1972); y Anillos para una dama (1973),
drama histórico en el que recrea la vida de doña Jimena, una vez muerto el Cid.
Literatura de la posguerra: poesía
Poesía de la posguerra
A) Introducción
La generación del 36, conocida también como primera promoción de la
posguerra y generación escindida, está constituida por poetas que padecieron la
Guerra Civil, sufriendo, en muchos casos, la cárcel o el exilio, exterior o interior.
Salvo Miguel Hernández, que, en realidad, engarza con el 27, casi todos los
demás autores habían realizado estudios universitarios y se habían criado
literariamente con los poetas de esta generación o de la anterior.
B) Revistas y tendencias
Esta generación se divide en dos grandes grupos, que se corresponden,
inicialmente, a los dos bandos de la Guerra Civil. Dámaso Alonso llamó a la poesía
del primer grupo arraigada, y a la segunda, desarraigada.
i) Escorial y Garcilaso:
Los poetas de procedencia de derechas se agruparon en torno a dos revistas
de Madrid:
Escorial (1940-1950), dirigida por Dionisio Ridruejo (1912-1975) y con Luis Rosales (1910-1992) como secretario y después director.
Garcilaso (1943-1946), dirigida por José García Nieto (1914; premio Cervantes 1996) y Pedro Lorenzo (1917). Los poetas de este grupo abogaban por una
147
poesía «humana», pero algunos de sus miembros cayeron en una estética neoclásica, formalista, alejada de la realidad social, tan dura, del momento.
ii) Proel, Corcel, EspadañaFrente a estas revistas sufragadas por el régimen, aparecieron otras
como Proel (1944), en Santander, y Corcel (1943), en Valencia.
La más importante fue Espadaña (1944-1950), fundada en León por Antonio
García de Lama, Eugenio de Nora y Victoriano Crémer.
El grupo quería proclamar una poesía existencial, más apegada al mundo y a
sus problemas.
C) Poesía social
La poesía social es fruto del existencialismo, de la corriente desarraigada y de
la disensión política contra el régimen de Franco. Se trata de un poesía escrita
para conseguir que el pueblo tomara conciencia de los problemas sociales y se
levantara contra las dictaduras.
Sus más eximios representantes fueron Blas de Otero (1916-1979) y Gabriel
Celaya (1911-1991). Poetas de otras generaciones como José Hierro (1922), Ángel
González (1925), José Agustín Goytisolo (1928-1999) o Carlos Sahagún (1938)
pueden incluirse en esa actitud testimonial.
Algunos autores destacados
A) Leopoldo Panero (Astorga, León, 1909-1962)
Su primer libro, La estancia vacía (1944), ya manifiesta los temas íntimos y
existenciales en torno a los que gira su poética. Otros títulos suyos son: Escrito a
cada instante (1949) y Canto personal (1953).
B) Luis Rosales (Granada, 1910-1992)
Comenzó publicando Abril (1935), poemario de corte clasicista, pero en 1949
su libro La casa encendida influyó en la mayoría de los poetas de los años
cincuenta y setenta. Sus Obras completas se han publicado en 1996.
C) Gabriel Celaya (Hernani, Guipúzcoa, 1911-1991)
Su verdadero nombre era Rafael Múgica Celaya, y estudió ingeniería. Su obra,
muy extensa y variada, fue seleccionada por él mismo en la antología Itinerario
poético (1973). Sus libros más importantes como "poeta social" son Las cartas
boca arriba (1951) y Cantos Íberos (1955).
D) Blas de Otero (Bilbao, 1916-1979)
En su juventud escribió influido por los poetas místicos españoles. Ángel
fieramente humano (1950) es un importante libro de poesía religiosa en el que el
poeta expresa un profunda crisis. Otros poemarios son Redoble de
conciencia (1951), Pido la paz y la palabra (1955), Que trata de España (1964)
y Poesía con nombres (1977).
148
E) Miguel Labordeta (Zaragoza, 1921-1964)
Hermano del cantautor José Antonio Labordeta, suele ser incluido en el
postismo, aunque en realidad es un claro surrealista, impregnado de
existencialismo y poesía social. Es muy interesante su primer libro,Sumido
25 (1945). En 1972 se publicaron sus Obras completas.
F) José Hierro (Madrid, 1922)
Perteneciente al grupo creado en torno a la revista Proel de Santander. Ha
publicado su poesía con el título Cuanto sé de mí (1974). De gran importancia
fueron Con las piedras, con el viento (1950), Quinta del 42 (1951) y Libro de las
alucinaciones (1964). Sus libros más recientes son Agenda (1991) y Cuaderno de
Nueva York (1998). En 1998 recibió el premio Cervantes y en 1999 fue elegido
miembro de la Real Academia Española.
Poeta social a medias, es uno de los mejores poetas de la segunda mitad del
siglo.También sobresale su actividad como ensayista.
Novela y poesía en el exilio
Los escritores del exilio siguieron escribiendo en los países elegidos como
residencia, tomando como tema el canto a España, motivo de su nostalgia.
La novela en el exilio
La novela de los años treinta, como la poesía, había tendido hacia la
rehumanización y el compromiso social, tras abandonar la deshumanización de
los años veinte. En esta línea se encuentra la literatura de Ramón J. Sender, Max
Aub, Francisco Ayala, Rosa Chacel, etc., quienes, al acabar la guerra, marchan al
exilio por su apoyo a la República. Su obra se realiza al margen de la literatura
que se hace en España y, en general, tratan con insistencia sobre el tema, de la
guerra. Otros narradores escriben toda su obra en el exilio, como Manuel Andújar.
Autores destacados:
A) Ramón J. Sender (1902-1982)
Es el autor más representativo de la novela en el exilio. Su obra, caracterizada
por el compromiso ideológico y por el uso de una personal técnica realista, es
muy extensa y variada.
149
Comenzó su carrera novelística en los años treinta con novelas históricas de
compromiso social. Son suyos títulos como Imán (1930), Siete domingos rojos
(1932) o Mr.Witt en el cantón, premio Nacional de Literatura de 1935.
En el exilio escribió decenas de novelas en torno a tres grandes temas: la
evocación autobiográfica (Crónica del alba, 1942), la Guerra Civil(Réquiem por un
campesino español, 1953, que es su obra maestra) y la América española
(Epitalamio del Prieto Trinidad, 1942).
B) Francisco Ayala (1906)
Narrador y crítico español nacido en Granada en 1906 y graduado en Derecho
por la Universidad de Madrid en 1929, de la que fue catedrático en 1933. Antes
de la guerra participó en los movimientos vanguardistas de los años veinte, con
una narrativa deshumanizada y experimental.
Debió exiliarse durante la Guerra Civil y, finalizada ésta, se instaló en
Argentina. En 1950 trabajó en la Universidad de Puerto Rico y en 1958 en
universidades norteamericanas. En el exilio, publicó dos colecciones de relatos
breves, Los usurpadores (1948) y La cabeza del cordero (1949), ambientados en
diversos momentos de la historia de España.
Son importantes también dos novelas que analizan críticamente una ficticia
dictadura hispanoamericana: Muertes de perro (1958) y El fondo del vaso
(1962). A lo largo de toda su obra, Ayala ha mostrado un especial cuidado por el
estilo y el lenguaje.
En 1991 recibió el premio Cervantes.
C) Rosa Chacel (1898-1995)
Rosa Chacel también siguió las tendencias deshumanizadoras y vanguardistas
en sus primeras obras.
Inicia su obra en la estética vanguardista, antes de la guerra y en el exilio
publicó unas cuantas novelas realistas, de estilo muy cuidado y ritmo lento. No
tratan de temas sociales, ni siquiera de la Guerra Civil, sino que se centran en el
minucioso análisis psicológico de los personajes femeninos.
Destacan: Teresa (1941), basada en la vida de la amante de Espronceda, y
Memorias de Leticia Valle (1946), que narra el despertar amoroso de una
adolescente.
La poesía en el exilio
Juan Ramón Jiménez y la mayoría de los poetas de la generación del 27,
dispersos en el exilio por distintos países, prosiguen cada uno sus propios
caminos poéticos.
Camilo José Cela
150
El autor y su obra
Camilo José Cela Trulock nació en Iria Flavia, en las proximidades de Padrón
(La Coruña), en 1916. Antes de la guerra empezó los estudios de Medicina,
pero asistió también a clases en la Facultad de Filosofía y Letras de Madrid
como por ejemplo las de Pedro Salinas.
Tras la guerra pasó a estudiar Derecho, pero tampoco terminó la carrera.
Fue funcionario en una oficina sindical en la que, según parece, escribió su
Pascual Duarte. Un largo reposo por enfermedad le permitió leer intensamente
a los clásicos. Restablecido, y alentado por el éxito de su primera novela, se
dedica por entero a la literatura en la que pronto alcanza un puesto
singularísimo. Camilo José Cela fue fundador y director de la revista Papeles de
Son Armadans y en 1957, ingresa en la RAE. Vive en Madrid y en Palma de
Mallorca. Entre 1977 y 1979 fue senador por designación real. Igualmente fue
coronado con numerosos premios literarios tales como: el Premio Nacional de
Literatura 1984, el Premio Príncipe de Asturias 1987. En 1989, el Nobel de
Literatura corona su carrera.
Producción literaria
Su producción novelística refleja un gran dominio del lenguaje y un
expresionismo narrativa teñido de humor y tremendismo. Su primera novela,
La familia de Pascual Duarte, escrita con crudo realismo, marca un hito
importante en la novela española de posguerra. Pabellón de reposo recoge las
impresiones directas del escritor durante su estancia en un sanatorio para
enfermos tuberculosos. La Colmena cuya primera edición se publicó en Buenos
Aires descubre el tono existencial del Madrid de la época. En Viaje a la Alcarria
la mal disimulada ternura de los personajes contrasta con la visión realista del
adusto paisaje. Del Miño al Bidasoa, primer viaje andaluz, Judíos, moros y
cristianos y Viaje al Pirineo de Lérida están inspiradas también en la inquietud
viajera, Destacan así mismo los "apuntes carpetovetónicos". Entroncados en la
permanente España negra de Solana. Baroja y Valle Inclán: El gallego y su
cuadrilla. Tobogán de hambrientos. El ciudadano Iscariote Reclús, Historias de
España, Izas, rabizas y colipoterras, Nuevas escenas matritenses, etc.
Ha cultivado también la poesía, el teatro, (María Sabina, El carro de heno o
El inventor de la guillotina), el ensayo (La generación del 98) y la lexicografía
(Diccionario secreto).
Variedad de su obra
Su producción es muy extensa. Citaremos a continuación brevemente sus
diversos sectores:
Su obra poética no ha merecido gran atención. Cela inició su labor en 1936 con un libro de versos, Pisando la dudosa luz del día (no publicado hasta 1945). El Cancionero de la Alcarria es otra obra lírica.
151
Ha escrito novelas cortas (Timoteo el incomprendido. Café de artistas, El molino de viento, etcétera) y cuentos recogidos en diversos volúmenes (Esas nubes que pasan, El bonito crimen del carabinero. Baraja de invenciones, etc.).
A veces resulta difícil distinguir entre un cuento suyo y lo que él ha llamado "apunte carpetovetónico". Es éste "algo así como un agridulce bosquejo, entre caricatura y aguafuerte [...] de un tipo o de un trozo de vida peculiares de un determinado mundo: lo que los geógrafos llaman, casi poéticamente, la España árida". Bajo esta definición se amparan textos muy particulares; a veces, con cierta línea narrativa; otras, simple descripción; casi siempre, con una estilización cuyos antecedentes estarían en Quevedo o en Valle (y que tendría un paralelo en la pintura de un Goya o un Gutiérrez Solana). Dichos apuntes se hallan coleccionados en varios volúmenes (El gallego y su cuadrilla, Nuevo retablo de don Cristobita, etc. eminente en tales apuntes, que se hallan coleccionados en varios volúmenes (El gallego y su cuadrilla, Nuevo reta-blo de don Cristobita, etc.).
Los libros de viajes constituyen otro peculiar sector de su obra. De sus múltiples "vagabundajes" por tierras de España han surgido libros inolvidables que van de Viaje a la Alcarria (1948) a Viaje al Pirineo de Lérida (1965), pasando por Del Miño al Bidasoa y Judíos, moros y cristianos (por Ávila y Segovia) o Primer viaje andaluz. Tales obras son, en cierto modo, herederas del fervor noventayochista por paisajes y gentes (a lo que añade Cela su sensibilidad y su desparpajo personales); pero, a la vez, abrieron un camino que seguirían no pocos autores de la generación siguiente, deseosos de dar testimonios críticos de la realidad española.
Aludiremos, finalmente, a sus numerosos ensayos y artículos (en parte, recogidos en libros como Mesa revuelta, Cuatro figuras del 98, etc.), a su delicioso libro de memorias titulado La cucaña, a su muy particular dedicación lexicográfica (Diccionario secreto), etc
Trayectoria Novelística: Sus comienzos
Lo primero que ha de sañalarse es la sorprendente diversidad de
construcción de sus novelas: cada una de ellas responde - como dijo Cela a
una distinta "técnica de novelar". De tal manera que, si hay algo que define su
trayectoria de novelista, en conjunto, sería la experimentación de formas
narrativas.
De algunas de sus novelas se ha preguntado incluso la crítica hasta qué
punto pueden llamarse "novelas". Cela salió al paso de esta pregunta, diciendo
en el prólogo a Mrs. Caldwell : "Novela es todo aquello que, editado en forma
de libro, admite debajo del título y entre paréntesis, la palabra novela ." Tras
esta perogurllada, se oculta una afirmación del carácter abierto del género y
de sus posibilidades de metamorfosis. Cela ha afirmado en muchas ocasiones
que la novela se resiste a encerrarse en una definición. Ha reivindicado el
derecho del novelista a buscar nuevas estructuras. Y ha ejercido tal derecho a
lo largo de su trayectoria.
La familia de Pascual Duarte (1942), su primera novela, fue también el
primer gran acontecimiento en la novelística de la posguerra. Se trata ya, en
cierto modo, de un experimento violento y amargo, hecho a base de "sumar
acción sobre la acción y sangre sobre la sangre". Hubiera parecido imposible
152
construir una novela creíble con tal cúmulo de atrocidades. Pero el novelista
parece haber esta jugando a un "más dificil todavía" y ha salido vencedor de
una auténtica proeza literaria: la de dar verdad a lo que, en tales proporciones,
es inverosímil.
Pero hay más. La novela ilustra una concepción del hombre: criatura
arrastrada por la doble presión de la herencia y del medio social. Pascual,
según Marañón, es "un infeliz que casi no tiene más remedio que ser, una y
otra vez, criminal". El mismo protagonista confiesa sentirse "un hombre
maldito", condenado de antemano; sobre él pesa una especie de fatum que
convierte su vida en "un osario de esperanzas muertas". Todo ello tiene, sin
duda, raíces sociales concretas, pero es más visible el pesimismo existencial
del autor.
En fin, con esta primera novela, Cela se revelaba ya como un hábil
constructor del relato y un magistral prosista. El Pascual Duarte suscitó - junto
a notorias indignaciones - un gran entusiasmo y dio origen, como dijimos, al
tremendismo.
Antonio Buero Vallejo (1916-2000)
I. Vida
Antonio Buero Vallejo nació el 29 de septiembre de 1916 en Guadalajara. Su
padre, Francisco, capitán del Ejército y profesor de Cálculo en la Academia Militar
de Ingenieros, era natural de Cádiz; su madre, María Cruz, de Taracena
(Guadalajara).
La Guerra Civil española, en la que combatió desde el lado republicano, dejó
una profunda huella en su vida: al final de la guerra fue encarcelado y más tarde
condenado a muerte, aunque en 1946 se le conmutó la pena y quedó en libertad
provisional. A lo largo de su vida ha recibido numerosos premios y galardones,
entre ellos el Premio Cervantes.
II. Obra
Cuando Buero Vallejo estrena Historia de una Escalera en 1949 nace un teatro
que, arraigado en la realidad inmediata, va en busca de la verdad y pretende
remover la conciencia española. La crítica suele dividir su producción dramática
en diversos períodos, a pesar de que Buero ha reivindicado en numerosas
ocasiones la unidad radical de su teatro. Según el propio autor, el tema común
que liga toda su producción es la tragedia del individuo, analizada desde un
punto de vista social, ético y moral.
A) Teatro simbolista
A través de la tara física de la ceguera, Buero simboliza las limitaciones
humanas en su drama En la ardiente oscuridad, estrenado en 1950. Esta obra
representa el crudo enfrentamiento con una realidad que no puede escamotearse
153
ni disfrazarse. El hombre no es libre porque no puede conocer el misterio que le
rodea.
El tema del misterio predomina en otras obras, también de corte simbolista: La
tejedora de sueños, recreación del mito de Ulises y Penélope; Irene o el
tesoro, análisis del desdoblamiento de la realidad; Casi un cuento de hadas, pieza
en la que el amor es un instrumento para transformar el mundo, y La señal que
se espera, drama de exaltación de la fe.
B) El criticismo social
En las obras de tipo social se analiza la sociedad española con todas sus
injusticias, mentiras y violencias. Pertenecen a este grupo Historia de una
escalera (1949), Hoy es fiesta (1956), Las cartas boca abajo (1957) y El
tragaluz (1967).
1. Historia de una escalera plantea la imposibilidad de algunos individuos de
mejorar materialmente debido a la situación social y a la falta de voluntad.
2. Hoy es fiesta presenta el tema de la esperanza y el perdón.
3. Las cartas boca abajo plantea la situación de un matrimonio que ha
convivido durante veinte años bajo la mentira.
4. El tragaluz revive la trágica historia de una familia en la España franquista.
C) Dramas históricos
Buero toma a veces los “materiales del pasado histórico sin intención ni
empeño alguno de recrearlos históricamente, sino como trampolín o espejo y
como mina de significaciones cara al presente y como ‘modelos’ en el sentido
que la sociología da al vocablo” (Francisco Ruiz Ramón).
Pertenecen a este grupo Un soñador para un pueblo (1958), Las
Meninas (1960), El concierto de San Ovidio (1962) y El sueño de la razón (1970).
El motín de Esquilache, la España de Felipe IV, el París de 1771 y la dictadura de
Fernando VII constituyen, respectivamente, el telón de fondo de estas obras.
1. Un soñador para un pueblo relata el fracaso de un hombre empeñado en
mejorar la vida de un pueblo.
2. Las Meninas refleja la ocultación de la verdad, la corrupción moral y la
negación de la realidad.
3. El concierto de San Ovidio reconstruye un drama en el que aflora lo
grotesco, la injusticia y la falta de ética.
4. El sueño de la razón sitúa al pintor Francisco de Goya en el Madrid de
1823, durante la ola de terror desencadenada por Fernando VII en su lucha contra
los liberales.
A todas estas obras cabe añadir La doble historia del doctor
Valmy (1968), Caimán (1981), Diálogo secreto (1984) y Lázaro en el
laberinto (1986).
154
Blas de Otero (1916 - 1979)
I. Vida
Blas de Otero, nacido en Bilbao, Vizcaya, en 1916, es uno de los más
representativos e influyentes poetas de la posguerra española.
Nació en el seno de una familia burguesa y comenzó sus primeros estudios en
colegios jesuitas, donde recibió una formación religiosa, con la que rompería más
tarde para convertirse en uno de los principales exponentes de la poesía social.
Tras terminar su bachillerato en Madrid se licenció en Derecho por la Universidad
de Valladolid, aunque nunca llegó a ejercer esta carrera. Posteriormente se
trasladó a Madrid donde se dedicó por entero a la creación literaria. Durante
algún tiempo también se dedicó a la enseñanza pero la abandonaría al ser
reconocido internacionalmente como poeta, para dedicarse a partir de este
momento plenamente a su obra y a sus actividades de conferenciante.
La infancia y adolescencia de Blas de Otero estuvieron tremendamente
marcadas por problemas de carácter familiar y económico, hecho que sin duda
influyó decisivamente en su poesía inicial. Llegó a formar parte del bando
republicano durante la guerra civil, y finalmente caería prisionero. Tras la guerra,
sus comienzos literarios tuvieron lugar en revistas en las que publicaba sus
poemas.
Por su trayectoria poética, Blas de Otero resume la evolución de la poesía
española de su tiempo con estas palabras: “del yo al nosotros”, para resaltar la
transición de la expresión de sus angustias personales a una poesía social. En sus
últimos años, se advierten nuevas inquietudes de experimentación formal.
II. Obra
La obra de Blas de Otero se caracteriza por la transformación de lo sutil y
metafórico en arma de denuncia y de protesta, en instrumento impulsor de la
conciencia social, que, sin evadir la claridad, demuestra la preocupación por los
problemas del entorno y por el hombre, a través de sus versos, en los que se
evidencia un profundo sentido de solidaridad y repulsión hacia la injusticia. En su
trabajo, así como en el de algunos de sus contemporáneos, se distinguen temas
como la injusticia social, la alienación, el anhelo de libertad o la esperanza de un
mundo mejor.
Blas de Otero es un riguroso trabajador del lenguaje, aunque ello no se perciba
siempre. Es abundante la utilización de recursos estilísticos de todos los planos:
fonético (aliteraciones, juegos de sonidos), sintáctico (paralelismos,
reiteraciones...), léxico (juegos de palabras, gusto por el léxico popular), etc.,
todo ello enfocado a poner de relieve el contenido conceptual y afectivo.
155
Su métrica incluye tanto las estrofas clásicas o tradicionales como el verso
libre, aunque con un rasgo común: un ritmo bronco, con características rupturas
del fluir del verso
i) Etapas
La obra de Blas de Otero se encuentra dividida en cuatro etapas:
a) Primera Etapa:En la primera Etapa, que constituye su poesía inicial, se encuentra “Cántico
espiritual”, publicada en 1942 marcada por una gran religiosidad, se perciben las
influencias de la mística española, en especial de los poetas san Juan de la Cruz y
fray Luis de León.
b) Segunda Etapa
Más adelante, a raíz de una crisis existencial en la que influyó la obra de
Dámaso Alonso “Hijos de la ira”, Blas de Otero desecharía esta poesía primeriza e
iniciaría una etapa de poesía desarraigada, con dos obras importantes: “Ángel
fieramente humano” en 1949 y “Redoble de Conciencia” una año después. Ésta
última obra fue galardonada con el Premio Boscán, tras el cual Otero vendió su
biblioteca y se trasladó a París, donde militó en el partido comunista, ya que su
ideología no comulgaba con el régimen franquista.
En su labor literaria reconocemos el reflejo de sus conflictos personales y una
reflexión hacia su existencia y la religión, ubicándolo, dentro de la llamada poesía
desarraigada, estilo que se caracterizó por un sentimiento de angustia existencial
y desesperanza hacia el mundo, una marcada religiosidad, y un tono de duda
hacia los dolores de la humanidad. España había vivido una guerra cruel, y los
cuestionamientos hacia la "impasividad de Dios" ante el sufrimiento y la
injusticia, son evidentes en sus textos. Con el tiempo, comienza en el poeta un
cambio interior que lo acerca a lo colectivo, experimentando, en cuanto a
ideología, un giro radical, que va desde un cristianismo dramático a un marxismo
militante.
c) Tercera Etapa:
Su tercera etapa se sitúa dentro de la llamada poesía desarraigada que surge
de su visión de un mundo que ha sufrido una guerra devastadora tras la que el
hombre se ve sumido en el caos y la duda. Por este motivo, el poeta se siente
solidario con los hombres, víctimas de la destrucción. Estamos ante una etapa en
la que domina el "yo" del poeta, con sus problemas, su angustia existencial... Su
poesía es asimismo de corte existencial ya que se interroga sobre el sentido de la
existencia, del mundo, del hombre. En muchos momentos, sus poemas pueden
considerarse religiosos por dirigirse a un Dios "terrible" que se asemeja más bien
al del Antiguo Testamento. Es un Dios al mismo tiempo anhelado e
incomprensible ya que guarda silencio ante las injusticias que sufre el hombre. Le
156
gustaría que Dios fuese ese refugio al que pudiese acudir el hombre para soportar
el dolor, pero no es así, por lo que se siente desamparado.
La religiosidad de Blas de Otero entra en crisis. Por este motivo buscará la
eternidad y la realización vital en el amor encarnado en una mujer, pero el
resultado será igualmente frustrante.
Así, sólo le quedará una vía para salir de la soledad y abandonar la angustia
profunda en que se encuentra sumido: los demás hombres. Se produce de este
modo un acercamiento al "nosotros". Aquí planteará el problema del sufrimiento
en general, de los demás hombres. A partir de ese momento sólo importará ser
hombre, sin esperar ninguna solución extraterrenal. Blas de Otero, al creer en los
hombres, recobrará la esperanza y decidirá escribir definitivamente para el
hombre, conectando así con la poesía social de Pido la paz y la palabra (1955) al
que siguen En castellano (1959) (año en el que obtiene el Premio de la Crítica),
y Que trata de España (1964) título que englobará luego a los tres libros. En ellos
expresa su anhelo de paz, su ansia de libertad y la esperanza de un futuro
distinto para el mundo, pero particularmente para España, utilizando un lenguaje
sencillo, que sin dejar de ser poético llegue a las mayorías.
El lenguaje de Blas de Otero en este ciclo se caracteriza por su violencia
expresiva, dramatismo, desgarro, extrema tensión, densidad estilística y forcejeo
con el lenguaje; buscando así conseguir efectos inesperados. Esto hace que los
sonetos parezcan distorsionados a causa de los cortes ásperos y abruptos
encabalgamientos; de ahí su ritmo apasionado y angustioso. En sus poemas en
versos libres aparece - en ocasiones - una amarga ironía, muy original.
En Ancia (1958), Blas de Otero reunió en un solo volumen los poemas que en un
primer momento incluyó en Ángel fieramente humano (1950) yRedoble de
conciencia (1951), a los que añadiría varios poemas nuevos.
d) Cuarta Etapa:Ya en su última época, la poesía final, publica “Mientras” e “Historias fingidas
y verdaderas” en 1970 y va componiendo, entre otras, las poesías de Hojas de
Madrid (1968-1979). Durante este tiempo visita las grandes naciones comunistas
de la época, la Unión Soviética, China y Cuba, aunque en 1968 tiene que regresar
a España debido al avanzado estado de su cáncer. Blas de Otero fallece en
Madrid el 29 de julio de1979 en compañía de Sabina de la Cruz, cuatro años
después de la muerte de Franco, y habiendo vivido al fin la legalización del
partido comunista en España.
La obra de Blas de Otero no es muy numerosa pero ha sido uno de los
máximos exponentes de la literatura de posguerra y al que muchos poetas
posteriores le son deudores, por su lirismo y compromiso social, en definitiva, uno
de los poetas más importantes de España del siglo XX
ii) Estructura y forma de sus obras
a) Estructura / ritmo:
Entre las estructuras y ritmos más habituales en la poesía de Blas de Otero
destacan: a) Sonetos: Versos endecasílabos de rima consonante agrupados en
157
dos cuartetos y dos tercetos (ABBA, ABBA, CDC, DCD); b) Poemas de verso blanco
(mismo número de sílabas pero sin rima). El ritmo aparece entrecortado por
signos de puntuación que suponen numerosas pausas, pero sobre todo por los
encabalgamientos que privilegian en el poema a unas palabras frente a otras y
que reflejan la misma angustia existencial que tienen como trasfondo los poemas.
El ritmo también viene marcado por palabras que suenan fuerte. También hace
uso de los hipérbatos.
Destaca la búsqueda incesante de la comunicación con el lector para la cual se
vale de vocativos, imperativos, etc. Esta comunicación se pretende con la
“inmensa mayoría”, es decir con el yo colectivo que busca la poesía de Blas de
Otero.
b) Temas:
Los temas tratados por Blas de Otero son de corte existencial, metafísicos o a
veces religiosos. Busca el diálogo con Dios, pero aparece como un Dios mudo
contra el que el hombre se revela por su angustia y dolor. También aparece el
tema del amor con un doble tratamiento: La mujer como persona lejana, por un
lado; y como deseo (alma que abraza para alcanzar la eternidad), por otro; esto
guarda relación con el tema de la mujer de Pablo Neruda. Hay palabras con
connotaciones que hacen referencia a la guerra y a sus consecuencias (pobreza,
muerte, hambre, etc.) La muerte es otro elemento o tema muy presente en
Ancia, el hombre se revela contra la muerte, unas veces huye de ella y otras la
afronta. De igual manera hay verbos que ponen de manifiesto esa angustia
existencia que tienen los poemas como trasfondo, y también palabras que hacen
referencia al cuerpo humano, a la carne, a veces, esto se compara con los versos
de poeta lo que da la idea de que esos versos son tangibles, de que no hablan de
cosas etéreas. La metapoesía. Referencia al mar (muerte, infinitud).
c) Estilo / figuras retóricas:
El autor alterna en sus poemas el uso de la primera y de la tercera persona, lo
cual a veces sirve para dar una pista sobre la posible división en partes del
poema. Blas de Otero busca una poesía comunicativa, fácil de entender por el
lector, que le invite a pensar y a participar del poema. Para ello utiliza una
retórica sencilla, que no complique la expresión.
Así pues, aparecen repeticiones y anáforas que hacen hincapié en algunas
palabras que el poeta considera vitales para el objetivo y el sentido del poema.
También recurre a figuras que aluden a imágenes, algunas de ellas cósmicas.
Estas figuras son la metáfora, la sinécdoque (el todo por la parte o la parte por el
todo), sinestesia, alegoría (que a veces todo el poema constituye una al estar
montado sobre un conjunto de imágenes y sobre todo de metáforas), metonimia
y, sobre todo, el oxímoron, una figura muy importante en Blas de Otero. El
oxímoron (predicar de una palabra algo que es totalmente contradictorio o
imposible: “nieve en llamas”) y en general todas estas figuras son utilizadas por
Blas de Otero para ofrecer una explicación a los hechos y sentimientos que
plasma en el poema, de manera que haga trabajar la imaginación del lector. El
158
oxímoron es un recurso propio de la poesía mística. También son importantes el
desplazamiento calificativo, la antítesis y la paradoja que a veces conlleva.
Blas de Otero también utiliza otros recursos como los juegos de palabras, que
confieren al poema un tono popular, y las frases hechas. En este sentido utiliza
también la paronomasia (palabras de parecida pronunciación pero distintos
significado). Este juego fónico, muy común e importante en Ancia, puede
aparecer también mediante la aliteración o la similicadencia. Juega también con
la derivación. Por otro lado, hace uso de las exclamaciones, que como figuras
patéticas confieren al poema un tono emotivo por los sentimientos del poeta, las
enumeraciones (a veces con gradaciones), las interrogaciones retóricas que
hacen reflexionar al lector, los paralelismos y los epifonemas.
III. Ancia
Tras unas obras primerizas, Otero publica Ángel fieramente humano (1950)
y Redoble de conciencia(1951); luego, reunidos en un solo volumen, con 38
poemas más: Ancia (1958), "palabra" formada por la primera sílaba del primer
título y la última sílaba del segundo, con la que obtendría el Premio Fasternrath
de la Real Academia Española en 1961.
Se trata de una poesía desarraigada, expresión del "yo" con sus angustias
existenciales. Es, ante todo, una poesía "metafísica", es decir, dedicada a inquirir
sobre el sentido del hombre y del mundo.
Contiene poemas religiosos, pero dirigidos a un Dios a la vez anhelado e
incomprensible al que lanza súplicas sin obtener respuesta. Hay también poemas
amorosos, impregnados de la misma sed de Absoluto. Y hay, en fin, un primer
acercamiento al "nosotros", a los sufrimientos de los demás hombres; así, en
poemas como "Crecida", "Encuesta", "Canto primero"...
Predominan en esta etapa las formas clásicas: Blas de Otero se revela, en
particular, como espléndido sonetista. Ensaya también el verso libre. Su densidad
estilística es ya asombrosa. Y se perciben, entre otras, las influencias de los
Salmos, de Quevedo o de Unamuno.
Ancia fue un grito de alerta en medio de la desolación de ambas postguerras.
Dámaso Alonso, en el estudio que en 1952 dedicó a estos libros dice: “Otero es
quien con más lucidez que nadie ha expresado (...) los datos esenciales del
desarraigo. De ahí es donde brota todo este canto frenético y a jirones.” Poesía
del hombre frente a la muerte y el vacío, pero también poesía del amor y de la
esperanza. “Escribo con el cuello llameante”, dice Blas de Otero en uno de los
poemas de Ancia; pero también: “Me estás hiriendo con unas alas tan frágiles”,
dirigido al recuerdo de una mujer. Blas de Otero cuida extraordinariamente la
forma en su verso. En Ancia están muchos de sus sonetos más conocidos por su
perfección. Esta 6ª edición de Ancia sale después de la muerte del poeta. Sirva de
homenaje a su memoria.
159
El ensayo desde la posguerra hasta nuestros días
Al acabar la Guerra Civil se reprime la mentalidad liberal que había
prevalecido durante la República. El nacionalsindicalismo, la ideología dominante,
ocupa ahora la vida cultural del país.
Algunos escritores llegan a las filas franquistas tras haber experimentado una
atracción más o menos profunda por las vanguardias, el fascismo italiano y la
Falange, movimiento que proclama el sentimiento nacionalista y patriótico, la
exaltación del trabajo, la revalorización del paisaje español, el orgullo de la
tradición, la justificación de la violencia y la lucha abierta contra comunistas y
judíos. Ernesto Jiménez Caballero, Jacinto Miquelarena (1891-1966) o Julio Camba
(1882-1962) son buena muestra de ello. También en defensa de los ideales
falangistas escriben sus ensayos de juventud Pedro Laín Entralgo (1908-2001),
Antonio Tovar (1911-1985) o José Antonio Maravall (1911-1986).
En el grupo de los escritores de artículos periodísticos que exaltan las virtudes
de la nueva manera de pensar sobresale la labor de algunos poetas y novelistas,
como Rafael Sánchez Mazas (1894-1966), Dionisio Ridruejo (1912-1975),
Sebastián Juan Arbó (1902-1984) o Álvaro Cunqueiro (1911-1981). A pesar de
todo, tras la fiebre bélica, muchos de estos escritores evolucionan hacia posturas
más liberales y, en algunos casos concretos, llegan a enfrentarse al nuevo
régimen.
I. El ensayo filosófico
José Ortega y Gasset sale de España al estallar la Guerra Civil y a su regreso,
en 1945, funda en Madrid el Instituto de Humanidades, en colaboración con Julián
Marías. El espíritu de Ortega sigue vivo durante mucho tiempo y crea una escuela
de pensadores que deja una profunda huella. El talante de esta nueva generación
de intelectuales es muy diverso, desde las reflexiones puramente filosóficas de
Xavier Zubiri a los estudios con inclinaciones literarias, sociológicas, políticas y
psicológicas de María Zambrano, Pedro Laín Entralgo, José Luis López Aranguren
y Julían Marías.
A) Javier Zubiri (1898-1983)
Javier Zubiri es es uno de los pensadores más originales de nuestro tiempo. Su
filosofía, situada en la senda abierta por Husserl y por Heidegger, desemboca,
más allá de la conciencia y de la existencia, en la aprehensión primordial de
realidad. Esto le permite a Zubiri una nueva idea de la inteligencia, y una nueva
idea de realidad. Desde el análisis de la inteligencia sentiente, Zubiri ha podido
abordar prácticamente todos los grandes temas de la filosofía clásica: desde la
materia hasta la libertad, desde la evolución hasta el problema de la voluntad,
desde la historia hasta el problema de Dios. Una gran síntesis filosófica que aún
espera ser comprendida más exhaustivamente, aplicada a nuevos campos de
saber, y conducida a nuevos niveles de radicalidad filosófica.
160
La evolución de su pensamiento puede rastrearse en obras que van desde la
fenomenología – Ensayo de una teoría fenomenológica del juicio (1923) – y la
ontología – Naturaleza, Historia y Dios (1944) – hasta la metafísica – Sobre la
esencia (1962)y la trilogía La inteligencia humana (1980-1983)-. Zubiri se plantea
el tema de Dios en estudios como En torno al problema de
Dios (1935), Introducción al problema de Dios(1948) y El hombre y Dios (1984).
Sus obras póstumas más relevantes son Sobre el hombre (1986), El problema
filosófico de la historia de las religiones (1993) y Los problemas fundamentales de
la metafísica occidental (1994).
B) María Zambrano (1904-1991)
María Zambrano nace en Vélez, Málaga, en 1904, hija de Blas José Zambrano,
pensador y pedagogo liberal tanto social como político, y Araceli Alarcón Delgado
también pedagoga, aunque con sólo cinco años se traslada con sus padres a
Segovia, donde estudiará el bachillerato en el Instituto Nacional de Segovia.
Cursa la licenciatura de Filosofía y Letras en la Universidad Central de Madrid
donde entra en contacto con los grandes maestros: Ortega y Gassett, Javier
Zubiri, Manuel García Morente, Julián Barbudo, Maravall… A través de la
Federación Universitaria Española llega a mediar dentro del ámbito político con
personalidades como Camilo José Cela, Miguel Hernández, Arturo Serrano Plaja,
entre otros. También participa en la Revista de Occidente y desde 1931 empieza
a impartir clases en la universidad.
Sin embargo, a medida que evoluciona la guerra civil y debido a su militancia
a favor de la causa republicana, tiene que exiliarse y no regresa a España hasta
1984. Obtiene el Premio Príncipe de Asturias de Humanidades (1981) y el Premio
Cervantes (1984). Los temas centrales de su pensamiento son las relaciones
entre la filosofía y la poesía – Pensamiento y poesía en la vida
española (1939), Filosofía y poesía(1939)-, el sueño como proyecto de creación
– El sueño creador (1965), Los sueños y el tiempo (1992)- y la preocupación por
España – Los intelectuales en el drama de España. Ensayos y notas (1936-
1939) (1977)-. También es autora de Delirio y Destino (1953), El hombre y lo
divino (1955) y La confesión: género literario(1988).
C) Pedro Laín Entralgo (1908-2001)
Filósofo, médico y escritor español, Pedro Laín Entralgo nació el 15 de febrero
de 1908 en Urrea de Gaén (Teruel). Hijo y nieto de médico rural, cursó estudios
de Medicina y Química en la Universidad de Valencia. Fue Catedrático de Historia
de la Medicina de la Universidad Central de Madrid, incluso fue rector de ella,
entre 1950 y 1954. Fiel seguidor del pensamiento de José Ortega y Gasset y
Javier Zubiri, su contribución más significativa ha sido la elaboración de una
antropología filosófica que tiene en cuenta la biología, la fisiología y la neurología.
Durante su juventud ingresa en la Falange y, más tarde, se integra en las
corrientes de pensamiento democrático. Esta evolución ideológica se recoge en
sus libros de memorias Descargo de conciencia (1930-1960), publicado en 1976,
y Hacia la recta final. Revisión de una vida intelectual (1990). Sus escritos son
verdaderos ensayos sobre la medicina y su historia – Medicina e
161
historia (1941), Medicina moderna y contemporánea (1954), El diagnóstico
médico (1984), entre otros – y sobre antropología – La espera y la esperanza.
Historia y teoría del esperar humano (1957) -. Su preocupación por el pasado,
presente y futuro de España que da expuesta en España como
problema (1949), Una y diversa España (1968) o La edad de plata de la cultura
española (1898-1963), de 1993.
D) José Luis López Aranguren (1909-1996)
Licenciado en Derecho y en Filosofía y Letras por la Universidad de Madrid,
consiguió la cátedra de ética y sociología en esta universidad en 1955. Vinculado
a la izquierda progresista, además de criticar algunos aspectos del régimen de
Franco, participó en 1965, junto a Enrique Tierno Galván, Agustín García Calvo,
otros profesores y numerosos estudiantes, en una marcha de protesta por la falta
de libertad de asociación. Fue sancionado y apartado de la universidad española
y pasa a ejercer la docencia en Santa Bárbara (California) y en Aarhus
(Dinamarca). Recibió el premio Nacional de Literatura en 1989 y el premio
Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 1995.
Entre su producción merecen especial atención las obras dedicadas a Eugenio
d’Ors – La filosofía de Eugenio d’Ors (1945), Crítica y Meditación (1957)-, los
ensayos sobre las religiones – Catolicismo y protestantismo como formas de
existencia (1955), La crisis del catolicismo (1969) y Contralectura del
catolicismo (1978)-, las reflexiones sobre ética y moral – Ética (1958), El
marxismo como moral (1968)-, los análisis sobre la democracia – La democracia
establecida. Una crítica intelectual (1979), España: una meditación política (1983)
– y las críticas literarias, recogidas en Estudios literarios (1976). También es autor
de La vejez como autorrealización personal y social (1992).
E) Julián Marías (1914-2005)
Julián Marías es el gran difusor de las doctrinas de Ortega, como se observa
en La filosofía española actual: Unamuno, Ortega, García Morente y
Zubiri (1948), Ortega I: circunstancias y vocación (1960) y Ortega II: las
trayectorias (1983). Muestra especial interés por la vida española en ensayos
como Los españoles(1962), Consideración de Cataluña (1974) o España
inteligente. Razón histórica de las Españas (1985), entre otros. Su vasta
producción fue publicada por la Revista de Occidente en diez volúmenes,
titulados Obras.
II. El ensayo político
Tras la Guerra Civil española llega la dictadura del general Francisco Franco.
Son años muy duros para la libertad de expresión y opinión, y los intelectuales
tienen tres opciones: tomar partido por la ideología nacionalsindicalista que el
poder apoya, mantenerse en una oposición clandestina o marchar al exilio.
Durante los primeros años sólo se permiten publicaciones que exaltan
directamente el régimen político surgido de la Guerra Civil. Pero a partir de los
162
años sesenta la situación empieza a cambiar y aparecen escritos en los que se
ataca abiertamente el autoritarismo del general Franco y se da cabida a nuevas
ideologías, entre ellas la marxista.
Los ensayos y artículos que se escriben durante esta época pueden dividirse
en dos grupos: los ensayos afectos al régimen y los ensayos de oposición al
régimen.
Los ensayos que surgen de la pluma de los pensadores partidarios del franquismo destacan las virtudes del régimen y de su caudillo y legitiman el nuevo poder por razones coyunturales e históricas. Luis Carrero Blanco (1903-1973), Joaquín Ruiz-Giménez (1913), Jose María de Areilza (1909-1998), Rafael Calvo Serer (1916-1988) y Gonzalo Fernández de la Mora (1924-2002) forman parte de este grupo.
Los ensayos de los que se oponen al régimen se inspiran a menudo en las doctrinas de Karl Marx. Dos revistas desempeñan un papel fundamental en la divulgación de esta doctrina en España: Realidad (1963) y Cuadernos de Ruedo Ibérico (1965), publicadas en Roma y París, respectivamente. Pero el grupo de opositores abarca muchas y variadas tendencias. Además del marxismo de Adolfo Vázquez (1915) y Gustavo Bueno (1925), encontramos el socalismo moderado de Enrique Tierno Galván (1918-1986), el catolicismo de izquierdas de Ignacio Fernández de Castro (1919) o el anarquismo nihilista de Agustín García Calvo (1926).
Enrique Tierno Galván (1918-1986)
Enrique Tierno Galván obtuvo en 1948 la cátedra de Derecho Político en la
Universidad de Murcia, de donde pasa, en 1953, a la de Salamanca. En 1965 se
vio apartado de su cátedra por razones políticas y marcha a las universidades de
Princeton (New Jesey) y Puerto Rico, donde sigue ejerciendo la docencia.
Desempeña un papel fundamental en la oposición antifranquista y lidera el
Partido Socialista Popular, que más tarde se funda en el PSOE. Con la llegada de
la democracia, recupera su cátedra en la Universidad Complutense de Madrid, y
desde 1977 hasta su muerte ejerce de alcalde en la capital de España.
La evolución de su pensamiento se puede rastrear en sus escritos.
Inicialmente aparece como historiador de las doctrinas políticas; fruto de esa
época, marca por el relativismo y la tolerancia es La influencia de Tácito en los
escritores políticos españoles del Siglo de Oro (1948). El pensamiento analítico
sajón que introduce en España a través de sus traducciones y ensayos, lo lleva a
la etapa funcionalista deXII tesis sobre el funcionalismo europeo (1955), La
realidad como resultado (1960) y Escritos (1950-1960), de 1971. A partir de la
década de los sesenta se observa en él una mayor preocupación por los principios
filosóficos y científicos del socialismo y escribe obras como Costa y el
regeneracionismo (1961), Tradición y modernismo (1962) y Humanismo y
sociedad (1964). Otros ensayos de carácter diverso son Conocimiento y ciencias
sociales (1966), La novela picaresca y otros escritos (1974) o ¿Qué es ser
agnóstico? (1977).
163
III. El ensayo histórico
La huella dejada por Ramón Menéndez Pidal, así como la labor de Claudio
Sánchez Albornoz y Américo Castro, autores novecentistas, dan un nuevo impulso
a los estudios históricos. Muchos de estos estudios están relacionados con temas
políticos, de manera que la interpretación que ofrecen de la historia está
condicionada por la ideología de su autor. Junto a los estudios a favor del nuevo
régimen, aparecen otros escritos por intelectuales que carecen de compromiso
político o que defienden posturas liberales.
Entre los principales estudios históricos publicados en esta época sobresalen
dos magnas obras:Compendio de Historia de España, de Ciriaco Pérez-
Bustamante (1896-1975) y la Historia de España (1952-1959), en ocho
volúmenes, de Ferrán Soldevila (1894-1971).
IV. El ensayo periodístico
La crítica y el ensayo en periódicos y revistas se encuentran con los mismos
problemas que las demás manifestaciones culturales. La época de exaltación
patriótica, tras la inmediata Guerra Civil, da paso al interés por la literatura y los
problemas sociales. E incluso, más tarde, se anima a los jóvenes escritores a que
experimenten con las nuevas vanguardias de los años setenta. Esta evolución es
la misma en todos los periódicos, revistas y semanarios, que abandonan poco a
poco los temas estrictamente políticos para interesarse por las nuevas corrientes
literarias.
Entre los críticos y ensayistas de posguerra que publican habitualmente en
periódicos y revistas encontramos autores de la talla de Gonzalo Torrente
Ballester (1910-1999), José Luis Cano (1912), Alonso Zamora Vicente (1916),
Fernando Lázaro Carreter (1923-2004) o Rafael Sánchez Ferlosio (1927).
Literatura Hispanoamericana del Siglo XX
La literatura hispanoamericana contemporánea surge con la llegada a finales del siglo XIX del modernismo de José Martí, Rubén Darío, José Asunción Silva, apartándose de un canon literario específicamente europeo.
Gabriel García Márquez
Gabriel García Márquez es escritor y novelista y entre sus mayores éxitos se
encuentra el Premio Nobel de la literatura de 1982. Nace en Colombia el 6 de
Marzo de 1928 como uno de los doce hijos del matrimonio entre Gabriel Eligio
García, que trabajaba como telegrafista en el momento del nacimiento del
autor, y Luisa Santiaga Márquez, quien pertenecía a la aristocracia rural no
acaudalada de la zona bananera de Colombia en la costa del Atlántico y el
Caribe. Era hija de un coronel del ejército que había participado en numerosos
164
conflictos bélicos colombianos y quien fue un personaje muy importante dentro
de la vida del escritor pues convivió con él hasta los ocho años. García Márquez
afirmaría con posterioridad a su muerte: "A partir de entonces (de la muerte del
abuelo materno) ya no me ha sucedido nada importante en la vida". Este
abuelo sirvió igualmente de modelo de los diversos "coroneles" que atraviesan
las distintas obras de García Márquez como personajes emblemáticos que tal
vez no sean más que figuraciones entorno a ese abuelo, Nicolás Márquez
Iguarán.
La familia Márquez cambia frecuentemente de residencia durante la infancia
del escritor debido a los cambios de trabajo de Gabriel Elegio García, que
regentó una farmacia en Barranquilla, y luego se trasladó a Sucre y Cartagena
de Indias, localidades todas ellas pertenecientes a la misma zona de Colombia.
A la muerte del abuelo, en cuya "Casa Grande" el niño Gabriel García Márquez
residió casi permanentemente, aún vivió durante algún tiempo en una pequeña
sociedad compuesta casi exclusivamente por mujeres, y donde se respiraba un
ambiente a la vez místico y repleto de leyendas y supersticiones, en una vieja
mansión sobrecargada de objetos religiosos, imágenes, altarcillos, recuerdos de
la épica familiar de las batallas del abuelo, donde cada pequeño sucesor
cobraba un sentido misterioso y fantasmal y repleto asimismo de una
atmósfera sensual, densa y tropical, de naturaleza desbordante y caribeña.
El año del nacimiento del escritor, se produjo la culminación y
derrumbamiento de la llamada "fiebre del banano" durante la cual, a un
periodo de gran explotación de los recursos bananeros de su región natal por
parte de empresas norteamericanas, sucedió otro de agitación social que
terminaría en el brutal aplastamiento de los campesinos rebeldes, todo lo cual
reflejaría García Márquez con sorprendente maestría y originalidad en su obra.
Tras la muerte de su abuelo, y de aquella infancia marcada por "mitos, fantasmas,
soledad y nostalgia", el niño fue internado en un colegio de Barranquilla, y en 1940
en Zipaquirá, cerca ya de Bogotá, en la región andina del país, más fría, austera y
dura, lo que le causó un fuerte impacto, de tal manera que a partir de entonces se
observa en su obra una fuerte alternancia entre lo "costeño"- su región natal- y lo
"cachaco", esto es, el mundo andino y bogotazo, hasta el punto de haber utilizado
estas mismas expresiones como títulos para caracterizar las partes de su obra
periodística. A los dieciséis años empieza a escribir su primera novela, y cursa
estudios de Derecho en Bogotá a partir de 1947, año en el que también publica su
primer cuento, <<La tercera resignación>> en el periódico El espectador. Al año
siguiente el escritor es testigo presencial de lo que se llamó <<el bogotazo>>, un
gran levantamiento popular masacrado por las fuerzas del orden tras el asesinato
que costó la vida al dirigente liberal Jorge Eliecer Gaitán, y que dio paso a un
periodo de gran agitación y violencia social y guerrillera en grandes zonas del país,
que fue conocido como <<la violencia>>, causando en menos de diez años más de
300.000 muertos en toda la nación.
165
Después de los tres días del <<bogotazo>>, que arrasó casi por completo
la capital colombiana, la universidad fue cerrada y la represión fue de tal
magnitud que García Márquez marchó a Cartagena, donde residía su familia, y
en aquella zona empezó a escribir ya profesionalmente en la prensa, y se
relacionó con algunos intelectuales como Álvaro Cepeda Zamudio, Germán
Margas, Amadeo Fuenmayor, el poeta Álvaro Mutis así como un librero español
exiliado, el catalán Ramón Vinyes. Escribe sobre todo en El universal de
Cartagena y El Heraldo, de Barranquilla, mientras envía relatos para El
espectador, de Bogotá, ciudad en la que fija su residencia a principios de los
años cincuenta. En esta década se dedica intensivamente al periodismo,
profesión en la que pronto triunfa como gran reportero, pero no sin dejar por
ello de escribir ficción. De los restos de la primera novela que intento escribir y
que nunca terminaría <<La casa>>, junto con recuerdos de su infancia y de la
vida de su familia escribiría su primera obra publicada, La hojarasca, así como
un relato que se desgajó de ella y cobró vida propia, Monólogo de Isabel viendo
llover en Macondo, donde ya aparece con su nombre el universo imaginario
que llevará a su culminación en sus obras posteriores.
La hojarasca se publicaría en 1952, y aunque no tuvo gran éxito si
sorprendió entre los medios intelectuales y de la crítica. Como reportero,
causaría sensación en 1955 con la publicación de un largo trabajo en diez
partes en <<El espectador>> titulado relato de un naufrago. Este gran
reportaje, armado como un auténtico relato de gran habilidad narrativa, no
dejó de causarle problemas ya que sacó a la luz que el buque militar llevaba
clandestinamente un cargamento de contrabando. El periódico lo mandó
entonces a Europa como enviado especial y finalmente se convierte en
corresponsal fijo. El escritor viaja a Suiza, Francia, Roma, ... y en esta última
ciudad estudia en un centro especial de cinematografía durante algunos
meses, de donde nacerá una de sus grandes aficiones, el cine. No obstante, la
dictadura de Rojas Pinilla provoca el cierre del diario para el que trabajaba por
lo que el escritor opta por trasladarse a París. Fueron duros años de trabajo y
miseria; su vivienda: la buhardilla de un pequeño hotel del Barrio Latino que
obtuvo gracias a la caridad de sus admiradores. Allí escribió La mala hora, y El
coronel no tiene quien le escriba, narración que se desgajó también de la
anterior. Con La mala hora obtuvo el premio Literario de la compañía petrolera
Esso.
Por aquel entonces también había publicado ya El coronel no tiene quien le
escriba en la prestigiosa revista Mito de Bogotá (1958) y un año más tarde un
festival del libro reeditó en edición de 30.000 ejemplares su primera novela, La
hojarasca.
Tras un viaje por la Europa del Este - Checoslovaquia, Polonia y la Unión
Soviética - en 1957 acepta un empleo en Venezuela, en la revista
<<Momento>> de Caracas, empleo facilitado por su amigo Alvaro Mutis. Hasta
1962 García Márquez trabaja en revistas y publicaciones latinoamericanas, y
también como guionista de cine, publicidad.
166
En este periodo se casa con su prometida, Mercedes Baracha, con la que
tendrá dos hijos. En 1962 se publica el libro de relatos y novelas breves Los
funerales de Mamá Grande.
En los siguientes tres años, desgraciadamente, esta clase de trabajos y
actividades le impide la dedicación a la escritura. Hay que esperar hasta Enero
de 1965, cuando emprende la redacción de su obra maestra "Cien años de
soledad", que tarda 18 meses intensos en escribir. Algunos fragmentos
aparecen en diversas revistas de Bogotá, París Méjico y Lima, y escritores
amigos, como el mejicano Carlos Fuentes y el argentino Julio Cortázar,
conocedores de estos fragmentos, lanzan las campanas al vuelo.
Requerido por la editorial sudamericana de Buenos Aires, García Márquez les
envía el manuscrito empleando para ello los últimos recursos de los que
disponía. Finalmente, en Junio de 1967 la obra se publica y el éxito es
fulminante: 15.000 ejemplares vendidos en pocos días. 500.000 en tres años,
traducciones a numerosos idiomas - 18 en pocos meses - y premios por doquier
en Italia, Francia y EE.UU.
Cien años de soledad cierra y confirma con broche de oro el llamado
<<boom>> de la actual novela latinoamericana, que había empezado
tímidamente con la obra de Carlos Fuentes a finales de los años 50, y se ve
confirmado después con los éxitos de Mario Vargas Llosa desde 1963 con La
ciudad y los perros- y en 1964 con la Rayuela de Julio Cortázar. Cien años de
soledad es sin duda una de las novelas de mayor éxito dentro de la literatura
universal de la segunda mitad del siglo XX, aceptada por tirios y troyanos, por
toda suerte de sociedades, de ideologías y en cualquier contexto sociopolítico.
El éxito conduce a García Márquez otra vez a la huida, y el escritor traslada
su residencia, con su familia, a Barcelona (España), donde reside hasta finales
de los años setenta. Desde allí entra en contacto con los medios intelectuales,
artísticos y culturales españoles y europeos. A lo largo de aquellos años sigue
trabajando, aunque sólo publicaría dos libros de relatos, La increíble y triste
historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada (1972), y otros
anteriores en Ojos de perro azul (1974), y al año siguiente, cuando ya a
regresado a Méjico, otra nueva novela de contenido político más explícito El
otoño del patriarca, que traza y describe diversas variantes de la agonía y
muerte de un imaginario dictador latinoamericano, tema al que también
respondieron otros escritores de aquel continente en aquellos años, como Alejo
Carpentier, o Augusto Roa Bastos, y en el caso de García Márquez, volvió a
conocer un rápido éxito internacional. Mientras tanto, los avatares de la política
retienen su atención. El llamado <<Caso Padilla>> en el que la persecución a
poeta cubano quebranto el prestigio de la revolución castrista en los medio
intelectuales, progresistas de occidente, no le impidió seguir mostrando su
fidelidad al régimen de Fidel Castro. Multiplicó sus actividades y trabajos en la
prensa viajó por todo el mundo, ejerció en ocasiones de <<embajador
subterráneo>> y combatió duramente mediante sus escritos al régimen del
general Pinochet en Chile, mientras defendía la experiencia de los sandinistas
que habían derrocado al dictador Somoza en Nicaragua. Formó parte del
167
<<Tribunal Russell>>, inspirado por el gran escritor y filosofo británico, junto a
Jean-Paul Sartre y otros intelectuales contra el intervencionismo
norteamericano en el mundo, especialmente en el Sudeste de Asia y América
latina.
En 1981 publica una obra más realista Crónica de una muerte anunciada, en
la que la crónica real de un suceso trágico y mortal en su tierra natal se
entremezclan con lo mítico. Esta obra goza asimismo de un gran éxito.
Gabriel Gª Márquez obtiene en 1982 el Premio Nobel de la Literatura, como
broche a la celebridad universal de que gozaba el escritor que en aquellas
fechas ya había vendido más de veinte millones de ejemplares de sus obras en
casi todos los idiomas del mundo. Peculiar fue su asistencia a la entrega del
citado premio en Estocolmo acompañado de amigos y grupos folklóricos
colombianos y vestido con el traje típico de su tierra, él <<liquiliqui>>.
Tras el premio regresó a Bogotá de donde había tenido que escapar poco
antes, por temor a ser detenido bajo la falsa acusación de ser cómplice de los
guerrilleros del M-19 - donde intentó lanzar un periódico, pero desistió al final y
regresó a Méjico, donde vive salvo sus estancias en Cuba donde impulsa la
creación de un gran centro latinoamericano para la creación y difusión de obras
cinematográficas, a las que sigue prestando gran atención mediante guiones
propios, argumentos, adaptaciones de sus obras, ... En 1985 obtiene otro gran
éxito con, El amor en los tiempos del cólera, en 1989 se acerca a la narración
histórica con El general de su laberinto.
Juan Rulfo
Juan Rulfo, cuyo verdadero nombre era Juan Nepomuceno Carlos Pérez
Vizcaíno, nació el 16 de mayo de 1917 en la ciudad de Sayula, Estado de
Jalisco. La adopción del apellido Rulfo fue debido a una petición de la abuela
María Rulfo, pues en su familia fueron 7 hermanas y un solo varón que murió
soltero y sin descendencia. Para evitar que se perdiera el apellido pidió a sus
nietos que adoptaran el Rulfo.
Su niñez se vio afectada por las luchas religiosas de su país, la "guerra de
los cristeros", que fue particularmente violenta en el estado de Jalisco, lo que le
llevó a decir: "Entonces viví en una zona de devastación. No sólo de
devastación humana, sino devastación geográfica. Nunca encontré ni he
encontrado hasta la fecha, la lógica de todo eso. No se puede atribuir a la
Revolución. Fue más bien una cosa atávica, una cosa de destino, una cosa
ilógica". Este mundo en el que se crió durante su infancia le formó como un
niño retraído al que le gustaba jugar solo.
Vivió en la pequeña población de San Gabriel, pero las tempranas muertes
de su padre, asesinado en 1923 de un disparo en la nuca, y de su madre en
168
1927, obligaron a sus familiares a inscribirlo en un internado en Guadalajara, la
capital del estado de Jalisco.
Durante sus años en San Gabriel entra en contacto con la biblioteca de un
cura (básicamente literaria) depositada en la casa familiar, y recordará siempre
estas lecturas, esenciales en su formación literaria. Algunos acostumbran
destacar su temprana orfandad como determinante en su vocación artística,
olvidando que su conocimiento temprano de los libros mencionados tendría un
peso mayor en este terreno.
Una huelga de la Universidad de Guadalajara le impide inscribirse en ella y
decide trasladarse a la ciudad de México. La imposibilidad de revalidar sus
estudios hechos en Jalisco tampoco le permite ingresar a la Universidad
Nacional, pero asiste como oyente a los cursos de historia del arte en la
Facultad de Filosofía y Letras. Se convierte en un experto conocedor de la
bibliografía histórica, antropológica y geográfica de México, temas que un
estudio minucioso de su obra literaria y fotográfica permite rastrear en las
mismas, además de los textos y la labor editorial que les dedicó.
Instalado en la ciudad de México, su familia lo incitó a estudiar la carrera de
leyes, pero al fallar en los exámenes se dedicó a trabajar. Como agente viajero
descubre una veta de experiencias en los pueblos, la que será fundamental en
su obra literaria. Sus viajes por diversas zonas de México le permitieron entrar
en contacto con etnias apartadas que aún resguardaban sus tradiciones.
Durante buena parte de las décadas de 1930 y 1940 viaja extensamente por el
país, trabaja en Guadalajara o en la ciudad de México y comienza a publicar sus
cuentos en dos revistas: América, de la capital, y Pan, de Guadalajara. La
primera de ellas significa su confirmación como escritor, gracias al apoyo de su
gran amigo Efrén Hernández. En estos mismos años se inicia como fotógrafo,
dedicándose de manera muy intensa a esta actividad, publicando sus imágenes
por primera vez en América en 1949.
A mediados de los cuarenta inicia una relación amorosa con Clara Aparicio,
de la que queda el testimonio epistolar. Se casa con ella en 1948 y los hijos
comienzan a aumentar su familia poco a poco. Abandona su trabajo en una
empresa fabricante de neumáticos a principios de los cincuenta y obtiene en
1952 la primera de las dos becas consecutivas que le otorga el Centro
Mexicano de Escritores, fundado por la estadounidense Margaret Shedd, quien
fue sin duda la persona determinante para que Rulfo publicase en 1953 “El
Llano en llamas”, obra en la que reúne siete cuentos ya publicados en revistas
y otros nuevos, y, en 1955, “Pedro Páramo”. Ambas obras habían sido
propuestas por Rulfo en sus dos períodos como becario del Centro como
proyectos.
El prestigio literario de Rulfo habrá de incrementarse de manera constante a
partir de estas dos publicaciones, hasta convertirse en el escritor mexicano
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más reconocido en México y el extranjero. Entre sus admiradores se cuentan
Carlos Fuentes, Jorge Luis Borges, Gabriel García Márquez, Günter Grass, Susan
Sontag, Elias Canetti, Enrique Vila-Matas y muchos otros. Sus lectores en las
más diversas lenguas se renuevan continuamente y se le considera ya un
clásico.
Las dos últimas décadas de su vida las dedicó a su trabajo en el Instituto
Nacional Indigenista de México, donde se encargó de la edición de una de las
colecciones más importantes de antropología contemporánea y antigua de
México. Rulfo, que había sido un atento lector de la historia, la geografía y la
antropología de México a lo largo de toda su vida, colmaría con este trabajo
una de sus vocaciones más duraderas.
Dio a conocer Rulfo en 1980 una colección de fotografías suyas que abrió al
público el conocimiento de esta parte de su creación. Su legado fotográfico
comprende aproximadamente seis mil negativos, material que aún se
encuentra en proceso de clasificación por lo que algunas fotografías no cuentan
aún con una ldentificación definitiva. En los últimos años el interés por el
fotógrafo Juan Rulfo ha sido creciente y se ha visto reflejado en exposiciones y
libros dedicados a sus imágenes.
La obra literaria de Juan Rulfo no cesa de editarse en español y un número
creciente de idiomas, que en la actualidad se acercan al medio centenar. En
algunas lenguas existen ya varias versiones.
Juan Rulfo falleció en la ciudad de México el 7 de enero de 1986.
Las nuevas generaciones de escritores y lectores se aproximan con renovado
asombro a las páginas de los libros de Rulfo y su curiosidad por la vida y la obra
del autor jalisciense no disminuye. Una erudita biografía llevada a cabo por uno
de sus estudiosos más serios, Alberto Vital, Noticias sobre Juan Rulfo, cumple
con rigor la tarea de proporcionar información y reflexión serias a los lectores
de Rulfo interesados en profundizar en este campo.
Pablo Neruda (Chile, 1904 - 1973)
Pablo Neruda es el seudónimo de Neftalí Ricardo Reyes Basoalto, poeta
chileno considerado uno de los más importante del siglo XX. Nació en Parral el
año 1904, hijo de don José del Carmen Reyes Morales, obrero ferroviario y
doña Rosa Basoalto Opazo, maestra de escuela, fallecida sólo un mes después
de su nacimiento.
En 1906 la familia se traslada a Temuco donde su padre se casa con
Trinidad Candia Marverde, a quién el poeta menciona en diversos textos
como Confieso que he vivido y Memorial de Isla Negra con el nombre de
Mamadre. Realiza sus estudios en el Liceo de Hombres de esta ciudad, donde
también publica sus primeros poemas en el periódico regional La Mañana. En
1919 obtiene el tercer premio en los Juegos Florales de Maule con su poema
Nocturno ideal.
170
Adopta su seudónimo a los 16 años y en 1921 se radica en Santiago donde
estudiará pedagogía en francés en la Universidad de Chile aunque nunca llegó
a convertirse en profesor de francés. En esta universidad obtiene el primer
premio de la fiesta de la primavera con el poema La canción de fiesta,
publicado posteriormente en la revista Juventud.
En 1923, con sus ahorros y la colaboración de sus amigos sufraga la
publicación de su primer libroCrepusculario, que es reconocido por escritores
como Alone, Raúl Silva Castro y Pedro Prado. Al año siguiente aparecen en
Editorial Nascimento sus Veinte poemas de amor y una canción desesperada,
en el que todavía se nota una influencia del modernismo y que se convirtió en
un éxito de ventas (ha superado el millón de ejemplares), y lo situó como uno
de los poetas más destacados de Latinoamérica.
Posteriormente se manifiesta un propósito de renovación formal de
intención vanguardista en tres
breves libros publicados en 1926: El habitante y su esperanza ; Anillos (en
colaboración con Tomás Lagos) y Tentativa del hombre infinito.
En 1927 comienza su larga carrera diplomática cuando es nombrado cónsul
en Rangún, Birmania. En sus múltiples viajes conoce en Buenos Aires a
Federico García Lorca y en Barcelona a Rafael Alberti. En 1935, Manuel
Altolaguirre le entrega la dirección a Neruda de la revista Caballo verde para la
poesía en la cual es compañero de los poetas de la generación del 27. Ese
mismo año aparece la edición madrileña de Residencia en la tierra.
En 1936 al estallar la guerra civil española muere García Lorca y Neruda es
destituido de su cargo consular, y escribe España en el corazón.
En 1945 obtiene el premio Nacional de Literatura.
En 1950 publica Canto General, texto en que su poesía adopta una
intención social, ética y política. En 1952 publica Los versos del capitán y en
1954 Las uvas y el viento y Odas elementales. En 1958
aparece Estravagario con un nuevo cambio en su poesía. En 1965 se le otorga
el título de doctor honoris causa en la Universidad de Oxford , Gran Bretaña.
En octubre de 1971 recibe el Premio Nobel de Literatura.
Muere en Santiago el 23 de septiembre de 1973 . Póstumamente se
publicaron sus memorias en 1974, con el título Confieso que he vivido.
Poeta enormemente imaginativo, Neruda fue simbolista en sus comienzos,
para unirse posteriormente al surrealismo y derivar, finalmente, hacia el
realismo, sustituyendo la estructura tradicional de la poesía por unas formas
expresivas más asequibles. Su influencia sobre los poetas de habla hispana ha
sido incalculable y su reputación internacional supera los límites de la lengua.
De ideas políticas izquierdistas, fue miembro del Partido Comunista chileno y
senador entre 1945 y 1948. En el año 1970 fue designado candidato a la
presidencia de Chile por su partido y, entre 1970 y 1972, fue embajador en
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Francia. En 1971 recibió el Premio Nobel de Literatura y el Premio Lenin de la
Paz. Antes había obtenido el Premio Nacional de Literatura (1945).
Mario Vargas Llosa - Biografía
Mario Vargas Llosa es una de las grandes figuras de la narrativa
hispanoamericana del siglo XX.
Jorge Mario Pedro Vargas Llosa nació el domingo 28 de marzo de 1936 en la
ciudad de Arequipa (Perú). Hijo de Ernesto Vargas Maldonado y de Dora Llosa
Ureta quienes se separaron antes de que él naciera. A su progenitor no le
conocería hasta los diez años de edad.
A temprana edad viajó a la ciudad boliviana de Cochabamba, donde estudia
la primaria hasta el cuarto año en el Colegio La Salle. En 1945 su familia
vuelve al Perú y se instala en la ciudad de Piura, donde cursa el quinto grado
en el Colegio Salesiano de esa ciudad. Culmina su educación primaria en Lima
e inicia la secundaria en el Colegio La Salle.
El reencuentro con su padre significa un cambio en la formación del
adolescente, que ingresa al Colegio Militar Leoncio Prado de Lima, en el cual
sólo estudia el tercer y cuarto año; sin embargo, termina la secundaria en el
Colegio San Miguel de Piura.
En 1953 regresa a Lima y lleva algunos cursos de Derecho y termina la
carrera de Letras en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, opción que
no fue aceptada por su padre, por lo que fue una etapa sumamente difícil, más
aún cuando a los dieciocho años decide contraer matrimonio con su tía política
por parte materna, Julia Urquidi, lo que aumentó sus urgencias económicas.
Paralelamente a sus estudios desempeña hasta siete trabajos diferentes:
redactar noticias en Radio Central (hoy Radio Panamericana), fichar libros y
revisar los nombres de las tumbas de un cementerio, son algunos de ellos. Sin
embargo, sus ingresos totales apenas le permitían subsistir.
En 1959 parte rumbo a España gracias a la beca de estudios "Javier Prado"
para hacer un doctorado en la Universidad Complutense de Madrid, donde
obtiene el título de Doctor en Filosofía y Letras. Un año más tarde se instala en
París.
Su vida en la ciudad de la luz transcurre al principio entre la escasez y la
angustia por sobrevivir. Acepta trabajos que, o bien lo mantenían en contacto
con su idioma a través de la enseñanza (fue profesor de español en la Escuela
Berlitz), o le permitían trabar amistades literarias, como cuando fue locutor en
la ORTF francesa o periodista en la sección española de France Presse.
Los esfuerzos por llevar a cabo su vocación literaria dan su primer fruto
cuando su primera publicación, un conjunto de cuentos publicados en 1959
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con el título “Los jefes”, obtiene el premio Leopoldo Arias. Anteriormente había
escrito una obra de teatro, el drama “La huída del Inca”.
En 1964 regresa al Perú, se divorcia de Julia Urquidi y realiza su segundo
viaje a la selva donde recoge material sobre el Amazonas y sus habitantes.
Viaja a La Habana en 1965, donde forma parte del jurado de los Premios Casa
de las Américas y del Consejo de Redacción de la revista Casa de las
Américas; hasta que el caso Padilla marca su distanciamiento definitivo de la
revolución cubana en 1971.
En 1965 contrae matrimonio con Patricia Llosa y de la unión nacen tres
hijos: Álvaro (1966), Gonzalo (1967) y Morgana (1974). En 1967 trabaja como
traductor para la UNESCO en Grecia, junto a Julio Cortázar; hasta 1974 su vida
y la de su familia transcurre en Europa, residiendo alternadamente en París,
Londres y Barcelona.
En Perú, su trayectoria sigue siendo fructífera. En 1981 fue conductor del
programa televisivo La Torre de Babel, transmitido por Panamericana
Televisión; en 1983, a pedido expreso del presidente Fernando Belaúnde
Terry, preside la Comisión Investigadora del caso Uchuraccay para averiguar
sobre el asesinato de ocho periodistas.
En 1987 se perfila como líder político al mando del Movimiento Libertad,
que se opone a la estatalización de la banca que proponía el entonces
presidente de la República Alan García Pérez.
El año 1990 participa como candidato a la presidencia de la República por
el Frente Democrático-FREDEMO. Luego de dos peleados procesos electorales
(primera y segunda vuelta), pierde las elecciones y regresa a Londres, donde
retoma su actividad literaria.
En marzo de 1993 obtiene la nacionalidad española, sin renunciar a la
nacionalidad peruana.
En la actualidad colabora en el diario El País (Madrid, España, Serie Piedra
de toque) y con la revista cultural mensual Letras Libres (México D.F., México y
Madrid, España, Serie Extemporáneos).
Los méritos y reconocimientos lo acompañan a lo largo de su carrera. En
1975 es nombrado miembro de la Academia Peruana de la Lengua y en 1976
es elegido Presidente del Pen Club Internacional. En 1994 es designado como
miembro de la Real Academia Española.
Asimismo, ha sido Profesor Visitante o Escritor Residente en varias
universidades alrededor del mundo, como en el Queen Mary College y en el
King´s College de la Universidad de Londres, en la Universidad de Cambridge y
en el Scottish Arts Council (Inglaterra); en el Washington State, en la
Universidad de Columbia, en el Woodrow Wilson International Center for
Scholars del Smithsonian Institution, en la Universidad Internacional de Florida,
173
en la Universidad de Harvard, en la Universidad de Siracusa, en la Universidad
de Princeton y en la Universidad de Georgetown (Estados Unidos); en la
Universidad de Puerto Rico en Río Piedras (Puerto Rico); en el
Wissenschaftskolleg y en la Deutscher Akademischer Austauschdienst (Berlín,
Alemania); entre otras.
Por otro lado, ha participado como jurado en los siguientes eventos:
"Premios Casa de las Américas", La Habana, Cuba (1965); "Festival de Cine
Iberoamericano de Huelva" (1995), donde ocupa el cargo de Presidente del
Jurado; "Premio Miguel de Cervantes", España (1998 y 1999); y "ECHO
Television & Radio Awards" (1998).
Las siguientes obras forman parte de su vasta producción literaria: “El
desafío”, relato (1957); “Los jefes”, colección de cuentos (1959); “La ciudad y
los perros”, novela (1963); “La casa verde”, novela (1966);“Los cachorros”,
relato (1967); “Conversación en La Catedral,” novela (1969); “Carta de batalla
por Tirant lo Blanc”, prólogo a la novela de Joanot Martorell (1969); “Historia
secreta de una novela”, ensayo (1969);“García Márquez: historia de un
deicidio”, ensayo literario (1971); “Pantaleón y las visitadoras”, novela
(1973);“La orgía perpetua: Flaubert y Madame Bovary”, ensayo literario
(1975); “La tía Julia y el escribidor”, novela (1977); “La señorita de Tacna”,
teatro (1981); “La guerra del fin del mundo”, novela (1981); “Entre Sartre y
Camus", ensayos (1981); “Kathie y el hipopótamo”, teatro (1983); “Contra
viento y marea”, ensayos políticos y literarios (1983); “Historia de Mayta”,
novela (1984); “La suntuosa abundancia”, ensayo sobre Fernando Botero
(1984); “Contra viento y marea”, volúmenes I (1962-1972) y II (1972-1983),
(1986); “La Chunga”, teatro (1986); “¿Quién mató a Palomino Molero?”, novela
policial (1986); “El hablador”, novela (1987); “Elogio de la madrastra”, novela
(1988); “Contra viento y marea”, volumen III (1983-1990), (1990); “La verdad
de las mentiras, ensayos literarios” (1990); “A Writer's Reality”, colección de
conferencias dictadas en la Universidad de Siracusa (1991); “Un hombre triste
y feroz”, ensayo sobre George Grosz (1992); “El pez en el agua”, memorias
(1993); “El loco de los balcones”, teatro (1993); “Lituma en los Andes”, novela
(1993);“Desafíos a la libertad”, ensayos sobre la cultura de la libertad
(1994); “Ojos bonitos, cuadros feos”, obra dramática para radio (1994); “La
utopía arcaica, José María Arguedas y las ficciones del indigenismo”, ensayo
(1996); “Making Waves”, selección de ensayos de Contra viento y marea,
publicado sólo en inglés (1996);“Los cuadernos de don Rigoberto”, novela
(1997); “Cartas a un joven novelista”, ensayo literario (1997); “La fiesta del
Chivo”, novela (2000); “Nationalismus als neue Bedrohung”, selección de
ensayos políticos, publicado sólo en alemán (2000); “El lenguaje de la pasión”,
selección de artículos de la serie Piedra de toque (2001); “El paraíso en la otra
esquina”, novela (2003); “Diario de Irak”, selección de artículos sobre la
guerra en Irak (2003); “La tentación de lo imposible”, ensayo sobre Los
Miserables de Victor Hugo (2004);“Un demi-siècle avec Borges”, entrevista y
ensayos sobre Borges, publicado sólo en francés (2004) .
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Sus obras han sido traducidos al francés, italiano, portugués, catalán,
inglés, alemán, holandés, polaco, rumano, húngaro, búlgaro, checo, ruso,
lituano, estonio, eslovaco, ucraniano, esloveno, croata, sueco, noruego, danés,
finlandés, islandés, griego, hebreo, turco, árabe, japonés, chino, coreano y
malayo.
Enrique Laguerre (1906-2005)
A) Biografía
Enrique Arturo Laguerre Vélez, nacido el 3 de mayo de 1906 en Moca,
Puerto Rico, es considerado uno de los novelistas puertorriqueños más
prolíficos y brillantes del siglo XX, además de cuentista, maestro, crítico y
columnista.
Cursó sus grados académicos regulares en escuelas públicas de Isabela y
Aguadilla. La vocación literaria le floreció ya en su adolescencia, estimulada por
una de sus maestras: Carmen Gómez Tejera. En 1923 ingresó a la Universidad
de Puerto Rico con miras a convertirse en educador y en 1925, sin haber
concluido sus estudios, se inició como maestro rural ejerciendo la enseñanza en
su pueblo y otros poblados de la región Oeste. Siete años más tarde, 1932, se
estrenó como periodista y ensayista, publicando artículos de carácter cultural y
político en el diario La Democracia. Posteriormente, fue colaborador de las
revistas Alma Latina, Ámbito, Artes y Letras, Brújula, Horizontes, Puerto Rico
Ilustrado, Isla y, sobre todo, Paliques, de la cual fue co-fundador. En diversas
etapas firmó bajo los seudónimos de Alberto Prado, Motial, Tristán Ronda y Luis
Urayoán.
Tres años más tarde, 1935, Antonio S. Pedreira lo motivó a que publicara La
llamarada, que le valió la concesión del Premio del Instituto de Cultura
Puertorriqueña (ICP) en 1936. Durante estas mismas fechas, también mereció
la Medalla Menéndez Pidal por haber sido seleccionado Mejor Estudiante de
Filología en su graduación de la Escuela Normal de la UPR. En 1937 escribió su
segunda novela, Solar Montoya, inspirada en las penurias de los obreros de los
cañaverales y editada en 1941. Durante este período, también estuvo activo
como libretista de la emisora gubernamental La Escuela del Aire (1939-1941)
Enrique Laguerre obtuvo la Maestría en Artes en la Universidad de Puerto
Rico en 1941 y al año siguiente ingresó a la Facultad de Estudios Hispánicos,
donde, algunos años después, ejercería como catedrático profesor y
catedrático durante casi medio siglo (1942-1988). Entre medias, completó el
Doctorado en la Universidad de Columbia, en Nueva York. Ya adelantada
aquella década, se vinculó al periódico El Mundo como columnista y ejerció la
enseñanaza en la Universidad Católica de Ponce. Desde 1999 hasta el final de
sus días fue el autor de Comentario en el diario El Vocero.
Como dramaturgo, su obra más importante es La resentida, estrenada en el
Teatro de la Universidad de Puerto Rico, bajo la dirección de Leopoldo Santiago
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Lavandero, entre el 12 y el 14 de abril de 1944. Esta pieza recrea el momento
histórico de 1898 cuando las partidas sediciosas atacaron las propiedades de
los ricos hacendados cafetaleros españoles.
Su extraordinaria aportación a las Letras le valió el reconocimiento y la
concesión de numerosos galardones y distinciones como el Premio Nacional de
Literatura concedido por el ICP (1975); la Proclama como Humanista del Año
por parte de la Fundación Puertorriqueña de las Humanidades (1985) y, en
1999, la nominación al Premio Nóbel de Literatura. En 2005, el Ateneo
Puertorriqueño le confirió su más alto reconocimiento, el Premio de Honor.
Don Enrique Laguerre falleció en su hogar en el condominio Laguna
Gardens, en Carolina, a las 8:20 de la mañana del jueves 16 de junio de 2005,
víctima de un infarto cardíaco. Apenas le faltaba un mes para cumplir 100 años
de edad.
B) Obra
La obra de Laguerre abarcó todos los géneros, aunque sobresalió como
excelente novelista. Entre su obra destacan:
Novelas: Solar Montoya (1941); 30 de febrero (1943); La resaca (1949); Los dedos de la mano (1951); La ceiba en el tiesto (1956); El laberinto (1959); Cauce sin río / Diario de mi generación (1962); El fuego y su aire (1970); Los amos benévolos (1976); Infiernos privados (1986); Por boca de caracoles (1990); Los gemelos (1992); Proa libre sobre mar gruesa (1995) y Contrapunto de soledades (1999)
Cuentos: Renunciación (1932); El hombre caído (1933); El muchacho del gesto cansado, La parábola del anhelo elevado y
Muchachito (1934); El diente de oro, El sumidero y Raíces (1937); El cuento que no acaba (1939); Pacholí (1940); Las vacaciones de Luisa (1943); Antología de cuentos españoles y Miedo (1947) y Naufragio (1959).
Dramas: El hombre que volvió (1952); El enemigo (1955)
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y El hombre caído (1957).
Otros géneros: Antología de cuentos puertorriqueños (1954); los ensayos Pulso de Puerto Rico (1956); Enrique Laguerre habla sobre nuestras bibliotecas (1959); La responsabilidad de un profesor universitario (1963); El jíbaro de Puerto Rico: símbolo y figura, en colaboración con Esther Melón
(1968); La poesía modernista en Puerto Rico (1969); Polos de la cultura íberoamericana (1977) y el poemario Residuos de los tiempos (2001)
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