7/22/2019 Revista ACP Hidrocarburos No. 1
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1ACP Hidrocarburos
ACPhidrocarburosUna publicacin de la Asociacin Colombiana del Petrleo
Edicin N 01. Junio-agosto de 2012
Reservas:el retopetrolero de la dcada p.4
Los grandes retos queenfrenta el sector paraconsolidar su crecimientoEntrevista con el presidente de la Agencia Nacional
de Hidrocarburos, Orlando Cabrales
El gas de La GuajiraUna llama que no se apaga p.28
p.18
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Contratos, ssmica y perforacin de pozos1
Junio- Agosto de 2012
En 2011 se corrieron 23.960 kilmetros equivalentes de ssmica, cifra ligeramente inferiora la registrada en 2010 (25.960 kilmetros), pero la tercera ms alta de los ltimos 40aos. El 90 por ciento de la actividad ssmica fue realizada por empresas privadas, en sumayora extranjeras, y el 10 por ciento restante la realiz directamente Ecopetrol.
En el ao 2011 se perforaron 126
pozos exploratorios. Esta es la ciframs alta registrada en la historia deColombia. De acuerdo con la ANH, 35pozos fueron productores.
Las 3 cuencas sedimentarias queregistraron mayor perforacinexploratoria fueron Llanos Orientales,con 95 pozos perforados (33 pozosproductores); el Valle Superior delMagdalena, con 8 pozos, y la cuencaCagun-Putumayo, con 6 pozosperforados. En las dos ltimas cuencasno se registraron pozos productores,
aunque algunos de ellos an seencuentran en prueba.
En 2011 se suscribieron 76 contratos, la mayorade E&P. Esta es la cifra ms alta desde 1970. Estoscontratos corresponden en su mayora a reasasignadas en la Ronda Colombia 2010, 68 contratos1.Actualmente hay 445 reas contratadas vigentes.
Contratos
Exploracin ssmica
Perforacin de pozos exploratorios
MilesdeKms.-Equivalentes
(Miles de kilmetros equivalentes)
Fuente: 1977-1999: Estadsticas anuales Ecopetrol. 2000-2012: Indicadores de gestin y estadsticas de la industria ANH.
11,0
9,3
13,9
10,8 12,0 11,69,6 9,7
2,1 2,4
1,4
26,5
10,0
16,3
20,1
26,0
24,019,6
9,9 9,47,8 7,7
5,0
2,2 2,2 2,1 0,6
2,13,5
6,8
30
15
25
10
20
5
0
Total ssmica
1 De los 78 bloques asignados en la Ronda Colombia 2010, 68 contratosse firmaron en 2011, 7 se encuentran pendientes por firmar debido arevisin de criterios de habilitacin de empresas y 3 no se firmarn porincumplimiento de requisitos.
No.
decontratosfirmados
Nmero de contratos firmados
Fuente: estadsticas anuales Ecopetrol y ANH.
80
70
60
30
50
20
40
10
0
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
ANH TEAS 2010ANH E&PAsociacinTotal
6,8
13,5
6,72,7
11,9
197
7
197
8
197
9
198
0
198
1
198
2
198
3
198
4
198
5
198
6
198
7
198
8
198
9
199
0
199
1
199
2
199
3
199
4
199
5
199
6
199
7
199
8
199
9
200
0
200
1
200
2
200
3
200
4
200
5
200
6
200
7
200
8
200
9
201
0
201
1
Evolucin perforacin exploratoria (pozos A3)
Fuentes: Ministerio de Minas y Energa, Ecopetrol, ANH y ACP
120
140
60
100
40
80
20
0
16
42
62 4
6 10
2216
29
47
36
35
63
13 16 1410
2821
56
112
99
35
70
126
75
Perforados
Productores
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
Cifras
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Produccinde crudo y de gas Histrico de reservas
Canastade combustibles
2 3
4
1
En diciembre de 2011 se alcanz una produccinde crudo de 929,569 BPD, y el promedio del aofue 915,263 BPD.
Los departamentos con mayor produccin fueron:Meta (432,818 BPD), Casanare (159.913 BPD), yArauca (72.477 BPD).
Produccin de gas
En 2011 se registr, en promedio, una produccinde gas natural de 1.036 millones de pies cbicospor da (MPCD), entregados a gasoducto. Frente a
2010, se aprecia una disminucin del 3 por cientode gas producido y entregado a gasoducto.
En 2011 las reservas remanentes de crudototalizaron 2.259 millones de barriles. Conrelacin a 2010, se registr un incrementode 201 millones de barriles, es decir, uncrecimiento del 9,8 por ciento.
Gasolinas
Diesel
Jet A1
Propano
Queroseno
Gasolinas
Diesel
Jet A1
Propano
Diesel Marino
2000 2011
Evolucin canasta de combustibles
50%34% 48%
9%
7%
2%
30%
7%
12%1%
En 2000, la gasolina representaba el 50 por ciento delconsumo total de combustibles. En 2011 se contrajohasta llegar a un 34 por ciento. El diesel mostr una
tendencia contraria, dado que aument su participacindel 30 por ciento en el ao 2000, al 48 por ciento en 2011.
Gas (Mpcd)
1.200
400
1.000
200
600
800
0
Produccinde
gasnatural(Mpcd)
Produccin de crudoProduccin de crudo por departamento 2011 (BPDC)
Relacin reservas / produccin de crudo
Fuente: Ecopetrol, Ministerio de Minas y Energa.
3500 22
2000
14
1500 8
12
18
6
10
162500
20
3000
1000 4
Millonesdebarrile
s
Aos
Fuente: Ministerio de Minas y Energa-Direccin de Hidrocarburos
Meta
Casanare
Arauca
Santander
Huila
Boyac
Putumayo
Tolima
Antioquia
Bolvar
Cesar
NortedeSantander
Otros6deptos.
450.000
400.000
350.000
300.000
250.000
200.000
150.000
100.000
50.000
0
2006
2007
2008
2009
2010
2011
Fuente: Datos de la ANH, con clculo de la ACP.
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
Relacin R/P aos
Reservas remanentes
Fuente: Asocaa, DIAN, Ecopetrol, Fedepalma. Clculos ACP.
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2 Junio-agosto de 2012
Revista ACP HidrocarburosEdicin N 01. Junio-agosto de 2012
Presidente EjecutivoAlejandro Martnez Villegas
Consejo DirectivoMara Victoria Riao-EQUION ENERGA LIMITED
Alfredo Gruber-VETRA EXPLORACINY PRODUCCIN COLOMBIA
Camilo Durn-EXXONMOBIL DE COLOMBIANicols Foucart-REPSOL EXPLORACIN COLOMBIASteve Conner-CHEVRON PETROLEUM COMPANYGermn Espinosa-CEPSA COLOMBIA S.A.Eduardo Rodrguez-SHELL COLOMBIALee Di Stefano-PAREX RESOURCES COLOMBIA
Alejandro Fernndez-TECPETROL S.A.Oscar Trujillo-OLEODUCTO CENTRAL S.A.Jos Francisco Chalela-SECRETARIO
Direccin y EdicinPatricia Pinzn Ardila
Comit EditorialMara Victoria RiaoMarcela Vaca
Ismael ArenasJuan Carlos UcrsJos Vicente ZapataJaime FryszLuis Fernando De AnguloLuis Augusto YepesMara Mercedes PalacioPatricia Serrano
Ana Elosa ZigaMargarita GarcaOctavio DuqueMiguel ngel HerreraMiguel ngel Santiago
Asesor EditorialMauricio Zuluaga
RedaccinAsociacin Colombiana del PetrleoBurson-Marsteller
FotografaArchivo EcopetrolArchivo ChevronFernando ValderramaThinkstock
Correccin de EstiloMara del Pilar Flrez
Diseo e impresinGatos Gemelos Comunicacin
Los artculos, opiniones y declaraciones que contieneesta revista son responsabilidad de sus autores ode quien las emite. No representan necesariamentela posicin oficial de la Asociacin Colombiana delPetrleo (ACP) o de sus directivos.
Para cualquier reproduccin total o parcialde los artculos aqu contenidos debe darseel correspondiente crdito a la revista ACPHIDROCARBUROS de la Asociacin Colombiana delPetrleo (ACP).
ACP HIDROCARUROS es una publicacinde la Asociacin Colombiana del PetrleoCarrera 7 No. 73-47 piso 12.Telfono 212 5758, Fax: 317 8626www.acp.com.co
email: [email protected]@acp.com.co
ISSN 2256-3644Distribucin Gratuita
Contenido
EDITORIALUna revista del sector
IMPACTO ECONMICOReservas, el retopetrolero de la dcada
OPERACIONESTransporte:que no nos deje el tren
ENTREVISTAOrlando CabralesPresidente de la ANH
POLTICA REGULATORIAHidrocarburos, el mejorsocio del Estado colombiano
OPININSostenibilidaddel modelo petrolero
OPERACIONESEl gas de La Guajira,una llama que no se apaga
La magia de La Guajira
EXPERIENCIA INTERNACIONAL
Yacimientos noconvencionales,el nuevo boom
COMPROMISO VERDELicencias Ambientales,hacia una mayor eficiencia
OPININLicencias Ambientales y metasnacionales de produccin
REGIONES
Regalas: oportunidades ydesafos del nuevo sistema
Sector petrolero:
con sello de responsabilidad
EN BLANCO Y NEGROEl verdadero impacto
de la ssmica sobrelos recursos hdricos
HECHOS
3
4
10
18
22
26
28
33
36
44
52
54
62
68
73
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3ACP Hidrocarburos
Colombia vive un momen-to histrico. El sector dehidrocarburos se ha con-solidado como la mejoroportunidad que tiene el
pas para impulsar su desarrolloeconmico y social.
En los ltimos ocho aos el sectorha crecido, no solamente con vigor,sino con una rapidez inesperada.Hemos multiplicado las inversiones
en exploracin, produccin, trans-porte, refinacin y distribucin depetrleo y gas natural.
De igual forma, Colombia ha vistouna importante transformacin delmercado de combustibles lquidos,con una diversificada canasta deenergticos que no solamente in-cluyen las gasolinas y el diesel tra-dicionales; hoy el pas cuenta tam-bin con gas natural vehicular y losbiocombustibles, as como con unared amplia de plantas de abasto y
de estaciones de servicio en toda lageografa nacional.
Todo ello le ha permitido al con-sumidor contar con un seguro y
oportuno suministro de petrleo,gas natural, combustibles lquidosy lubricantes, y al pas con un sec-tor que est fortaleciendo en forma
sustantiva las oportunidades de de-sarrollo social y econmico de todoslos colombianos.
En gran medida este crecimien-to se debe al marco normativo ycontractual, que el Gobierno y elCongreso de la Repblica han es-tructurado para las inversiones yoperaciones del sector en sus dife-rentes eslabones. Por supuesto, lamejora en las condiciones de seguri-dad en el pas, la estabilidad polticay de reglas del juego, han sido tam-
bin factores de gran importancia.Las proyecciones son halageas:
sobre la base de mantener establesestas condiciones favorables y deatender adecuadamente los retosque estn afectando la viabilidad ysostenibilidad de las inversiones,para el mediano y largo plazo po-dramos contar -y an multiplicar-con las importantes inversiones yrenta estatal que estas actividadesestn generando. Nos correspondea todos aunar esfuerzos para que
estos importantes aportes del sec-tor de hidrocarburos permanezcanen el tiempo, que ello cada vez msrepresente bienestar para el comnde los ciudadanos.
Esta revista que tiene en las ma-nos fue concebida para que ustedpueda contar con una fuente de in-formacin de calidad y de anlisisserios sobre este sector. Se crepara el lector que busca tener unamejor comprensin sobre el sec-tor hidrocarburos, as como de los
grandes retos y oportunidades quesurgen de esta actividad econmica.sta es la esencia de la revista ACPHidrocarburos.
ACPHidrocarburoses la mejoreleccin paraconocer losaportes, retos,posicionesy desafosde estesector. Conesta primeraedicin damosinicio a unespacio dedebate yanlisis de
una industriaque impulsa eldesarrollo delpas
Unarevistadel sector
Editorial
Con esta revista no solamentequeremos presentar artculos ycrnicas con informacin seria yrigurosa. Tambin nos interesa
informar a travs de imgenes,grficas e infografas que facilitenentender el panorama del sectorde hidrocarburos.
El talante de la publicacin serfranco, directo y objetivo, se plan-tearn las posiciones y las ideas conclaridad y firmeza, sin evadir los de-bates. Este ser un medio de comu-nicacin fundamental para que seconozca al sector y sus posiciones.
En esta primera edicin ustedencontrar temas relacionados con
la infraestructura del transporte dehidrocarburos, los hidrocarburosno convencionales, las LicenciasAmbientales, el nuevo rgimen deregalas, entre otros. Al revisar sucontenido, podr valorar la excelen-te calidad de nuestros colaborado-res en esta primera edicin.
ACP Hidrocarburos es la mejoreleccin para conocer los aportes,retos, posiciones y desafos de estesector. Con esta primera edicin da-mos inicio a un espacio de debate y
anlisis de una industria que impul-sa el desarrollo del pas.
Alejandro Martnez VillegasPresidente Ejecutivo de la AsociacinColombiana del Petrleo
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4 Junio-agosto de 2012
El retopetrolero de la dcada
Reservas
Impacto econmico
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5ACP Hidrocarburos
La curva ascendente de produccinproyectada para la presente dcadasupone nuevas reservas probadas, queseguramente se conseguirn pero solo si semantienen estables las reglas y el ambientefavorable y seguro para los inversionistas
El ao 2012 ser importantepara el futuro petrolero delpas. La Ronda Colombia2012 que se concretar en elsegundo semestre ser la ac-
cin clave del Gobierno para buscarnuevas inversiones que permitanaumentar las reservas y la produc-
cin de hidrocarburos en el territo-rio nacional.
Segn ha manifestado en dife-rentes ocasiones el ministro de Mi-nas y Energa, Mauricio CrdenasSanta Mara, las reservas actualesde crudo en Colombia alcanzanpara cerca de ocho aos y medio,de acuerdo con el actual ritmo deproduccin y las reservas probadasexistentes. El Gobierno espera quese llegue a un nivel sostenido dediez aos en esta relacin reser-
vas-produccin.Las reservas remanentes de pe-
trleo en 2011 alcanzaron 2.259millones de barriles, mientras quelas reservas probadas de gas tota-lizaron 5,5 TPC, segn las cifrasofrecidas por la Agencia Nacionalde Hidrocarburos.
En la Ronda 2012 sern ofrecidos109 bloques que equivalen a 13,5millones de hectreas situadas enocho regiones del territorio nacio-nal. La ANH espera que con este
proceso se mantengan los nivelesde inversin extranjera directa(IED) que se presentaron en 2011,del orden de seis mil millones de
dlares, y que contine la alta parti-cipacin de los hidrocarburos en eltotal de las exportaciones de Colom-bia, que fue del 49 por ciento en elmismo ao.
Poltica exitosa
El presidente de la Asociacin Co-lombiana del Petrleo (ACP), Alejan-dro Martnez Villegas, resalta quela poltica petrolera en Colombia delos ltimos aos ha sido exitosa. Hagenerado unos crecimientos impor-tantes en la inversin y en la acti-vidad exploratoria, y el aumento dela produccin del pas. Destaca quela curva ascendente de produccinproyectada para la presente dcadasupone nuevas reservas probadas,que seguramente se conseguirn
pero slo si se mantienen estableslas reglas y el ambiente favorable yseguro para los inversionistas.
Adems de estas Rondas deasignacin de bloques, hay quemantener estable el marco norma-tivo y de polticas petrolera dentrodel cual se han logrado excelentesindicadores de crecimiento delsector. Esta estabilidad en las re-glas es necesaria para la sosteni-bilidad a largo plazo y permite quesiga habiendo inversin en explo-
racin y produccin de petrleo ygas natural, asegura.
Las cifras del ao pasado de-muestran el xito de la poltica de
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6 Junio-agosto de 2012
La actual administracin se hapropuesto lograr la firma de 15contratos de no convencionales quesegn el presidente de la AgenciaNacional de Hidrocarburos (ANH),Orlando Cabrales, pudieran ser msde esa meta. Me siento confiado
con la oferta de no convencionales,pues ha sido uno de los aspectos dela subasta que mayor inters ha ge-nerado. Estas exploraciones impli-can inversiones mucho ms fuertesy el Gobierno ha tenido que adoptarmedidas especiales para hacerlasms atractivas.
En nuestro nicho asegura to-dava est muy inexplorado estecampo, aunque en zonas como elCaribe ya se est trabajando porparte de algunas compaas. Clara-
mente lo importante aqu es gene-rar actividad, en la medida que vasaumentando movimiento crece tam-bin la probabilidad de contratos.
Segn un estudio de la Univer-sidad Nacional contratado por laANH y publicado en diferentes me-dios de comunicacin, el potencialdel pas es de 66.551 millones de
atraccin a la inversin privada: seperforaron 126 pozos exploratorios,que es la cifra ms alta que se haregistrado en la historia de Colom-bia. El 86 por ciento (109 pozos)fueron perforados por empresasprivadas; el 10 por ciento (12 po-
zos) perforado en asociacin conEcopetrol y el 4 por ciento restante,directamente por Ecopetrol. De es-tos pozos exploratorios perforadosdurante 2011, 36 fueron producto-res, segn la ANH.
Para el ao 2012, se tienen pro-gramados 18.200 kilmetros equi-valentes de ssmica y 150 pozosexploratorios.
Respecto al marco normativoestable, el ministro Crdenas San-ta Mara coment en una columna
publicada en Portafolio en abril pa-sado: Miremos a Canad () No esgratuito que este pas sea conside-rado como el mejor lugar del mundopara invertir: las compaas puedenproponer proyectos de gran enver-gadura y alto riesgo con la certezade que en dcadas no van a sufrirun trato arbitrario por los gobiernosde turno, solamente regulacionesambientales exigentes y transpa-rentes, igual a lo que estamos lo-grando en Colombia.
Por su parte, el Presidente de laACP seala que hay iniciativas enel Congreso, tal como la que plan-tea duplicar las regalas para el sec-tor, que seran perjudiciales parael ritmo de inversiones que esteatrae. En caso de que se llegarana aprobar incrementos en las cargaseconmicas y se conviertan en ley,se generara sin duda un obstculopara que lleguen ms inversiones alpas, para que se mantenga el ritmocreciente de actividad de los lti-
mos siete aos.
El reto de los hidrocarburosno convencionales
Una de las apuestas ms impor-tantes del actual Gobierno se enfocahacia la exploracin y produccin(E&P) de hidrocarburos no conven-cionales, que representa cerca del30 por ciento de las reas que seofrecern este ao, ya que los estu-dios geolgicos han indicado que el
potencial del pas en este campo esbastante alto, al punto que se podraaumentar en 20 30 veces el nivelde reservas probadas del pas.
Una de lasapuestas msimportantes delactual Gobiernose enfoca haciala exploraciny produccin
(E&P) dehidrocarburos noconvencionales,que representacerca del 30 porciento de lasreas que seofrecerneste ao
E&PLa produccinproveniente de nuevoscontratos (E&P) esan incipiente. Esto seexplica por dos razones
principalmente: enprimer lugar, la mayorade estos contratosestn en su faseexploratoria; y segundo,los descubrimientosrealizados hasta lafecha, en materia dereservas, han sidoinferiores a los cinco
millones de barriles.
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7ACP Hidrocarburos
barriles, en un escenario conserva-dor, de los cuales 41.272 millonesde barriles corresponden a shalegas, un hidrocarburo descubiertoen rocas profundas llamadas es-quistos y de difcil extraccin. Elestudio seala que la mayora de
estos recursos estn ubicados en lacordillera Oriental, el valle del Mag-dalena y el Catatumbo.
El Presidente de la ACP opinaque son buenas noticias para elpas que se estn abriendo estasnuevas oportunidades de inversiny que hayan generado el inters dediversas empresas. En la medidaen la que ms compaas haceninversiones en exploracin, el passe enriquece con la diversidad devisiones e interpretaciones sobre
nuestra geologa.Al respecto asegura: El pas ha
estado inexplorado. En los ltimosseis aos hemos pasado de tenerpresencia exploratoria en una sextaparte de las cuencas con potencialde hidrocarburos a prcticamentela mitad de las cuencas con posibi-lidad de hallazgos.
Inversiones ms segurasPara el cierre de 2011, el Gobier-
no Nacional se haba propuesto al-canzar la produccin de un millnde barriles al da en Colombia, peroesa meta an no se ha cumplido (alcierre de esta edicin). Tanto las
empresas privadas del sector comolos organismos pblicos confan enque este objetivo se logre pronto,pero todava quedan inconvenien-tes por resolver.
Segn Alejandro Martnez V.,presidente de la ACP, los dos princi-pales problemas que han impedidoque la meta del milln de barrilesdiarios se cumpla son los ataquesa la infraestructura petrolera y lasdemoras en la definicin de solici-tudes y modificaciones de Licencias
Ambientales.Se ha atacado bsicamente al
oleoducto Cao Limn-Coveas yeso ha impedido que mantengamoslos niveles de produccin. () Tene-mos certeza de que las Fuerzas Mi-litares continuarn con la tendenciaen que venan de disminuir los ata-ques a la infraestructura y seguirn
En cifras
La cuenca de mayor produccinen 2011 fue la de los Llanos
Orientales, con casi un 73 porciento del total, donde losdepartamentos que ms aportaronfueron Meta, Casanare y Arauca.Las cuencas que le siguieron fueron
Valle Medio del Magdalena, con14 por ciento y Valle Superior delMagdalena, con 8 por ciento.
En 2011 se registr una produccin de915.263 barriles diarios de crudo, enpromedio, de los cuales el 88 por cientoprovino de las inversiones realizadas encampos existentes.
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optimizando las condiciones deseguridad que se haban mejorado
sustantivamente en los ltimos diezaos en Colombia, indica.
En cuanto al licenciamiento am-biental, el dirigente gremial seala:Hemos visto que, a pesar de queel ao pasado hubo menos solici-tudes de licencias, los tiempos deotorgamiento y de definiciones demodificacin de licencias son ma-yores, comparados con el 2010. Aprincipio de ao tenamos ms de100 mil barriles de petrleo pen-dientes de esas decisiones. La res-
puesta del Gobierno hasta ahora hasido aumentar los recursos con lacreacin de la Autoridad Nacionalde Licencias Ambientales (ANLA)y la asignacin de ms presupues-to. Nos parece que eso es necesariopero no suficiente.
El gremio considera que se re-quieren cambios en procesos yprocedimientos por parte de la au-toridad ambiental para atender lacreciente demanda de solicitudesy modificaciones de Licencias Am-
bientales, sin que exista deterioroen la calidad de las decisiones.
Caractersticasde la Ronda 2012
Por su parte, el presidente de laANH, Orlando Cabrales, reitera queColombia cuenta con un ambiente
muy favorable para los negocios,con estabilidad en las reglas de jue-go; sin embargo, reconoce tambinestos retos dentro del desarrollode la poltica de hidrocarburos. Apropsito dice: Ya contamos conmejoras importantes de desembo-tellamiento en cuanto a las Licen-cias Ambientales y el Gobierno hamanifestado toda su voluntad paracontrolar el ligero incremento de in-cidentes de seguridad.
En cuanto a acciones concretas
sobre estos temas, Cabrales asegu-ra: Estamos apoyando la gestin yla consulta previa que hacen nues-tras autoridades en los casos socia-
Las reservas remanentes de crudo en 2011 alcanzaron2.259 millones de barriles, lo que representa un crecimientode 9,8 por ciento con respecto a 2010
La Ronda Colombia 2012divide los
bloques en tres tipos. Los Tipo 1 o bloques
de E&P para cuencas maduras, conformado
por 29 bloques; los Tipo 2 o bloques E&P
con nueva prospectividad, donde se ofertan
34 bloques; y los Tipo 3 o bloques TEAs,
con 46 bloques, que es el rengln con mayor
cantidad de bloques ofrecidos.
Las cuencas ofrecidas en esta subasta
son: Cagun, Caribe, Catatumbo, Cordillera
Oriental, Guajira, Llanos Orientales, ValleMedio del Magdalena, Sin-San Jacinto,
Tumaco, Valle Superior del Magdalena, Urab
y Vaups. La cuenca con mayor nmero de
bloques presentados fue la de la Cordillera
Oriental, con un total de 23 bloques.
En comparacin con 2010, esta ronda
presenta dos novedades importantes: En
primer lugar, un alto porcentaje de las reas
cuentan con potencial para hidrocarburos
no convencionales. Para este caso, en total,
se presentaron 31 bloques (13 tipo 2 y 18
tipo 3), en su mayora en la cuenca de laCordillera Oriental. En segundo, se incluyeron
2 bloques offshore sobre el Pacfico, en la
cuenca de Tumaco.
les o de comunidades. En materiaambiental, apoyamos constante-mente la labor de la ANLA. Tambin
estamos estudiando y publicandodocumentos de referencia para lascompaias.
Esta presencia gubernamental sli-da y activa en las zonas petrolferasdel pas precisamente es la que de-mandan las comunidades involucra-das y la que facilita que las reglasclaras y concretas se cumplan parapermitir un mayor desarrollo de estemotor energtico de la economa.
Por ejemplo, en el diseo de losnuevos pliegos de la Ronda 2012,
Cabrales asegura que pusieron mu-cho nfasis en la etapa de planea-cin con un ejercicio muy rigurosode socializar los bloques con distin-
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9ACP Hidrocarburos
tas entidades del gobierno y de lasociedad civil como lo son el Minis-terio de Minas y Energa, la Canci-llera, los gobiernos de otros pases,el Ministerio de Defensa, el Ministe-rio de Ambiente y Desarrollo Soste-nible, e incluso las minoras tnicas,entre otros, para analizar y protegerlos puntos sensibles de cada bloque.
Al respecto, el Presidente de laANH menciona: Trabajamos tan-to en la planeacin que llegamos arecrear unas fichas que hacen par-te de los paquetes tcnicos de cadabloque, en los cuales se esquemati-zaron los tipos de ecosistemas sensi-bles donde vamos a estar presenteso en lugares como parques y pra-mos que no se pueden perturbar.
Este tipo de delimitaciones es muyimportante en casos como las explo-raciones offshorea las que el Gobier-
no busca darles mayor impulso. Porejemplo, en la Ronda 2012 se pre-sentarn dos bloques en la cuencade Tumaco, sobre el Pacfico, que se
unen a los trabajos ya existentes enel Mar Caribe.
Al respecto, Alejandro MartnezV., presidente de la ACP seala:Es necesario tener claridad sobrela definicin de las zonas en don-de se van a poder hacer o no lasoperaciones de exploracin y pro-duccin, tanto en las operaciones
en el mar como en las continenta-les. Tambin lo es contar con unmarco regulatorio de requerimien-tos ambientales para las opera-ciones offshore, sobre las cualesno lo hay. Se requiere para evitarinconvenientes y demoras en latoma de decisiones por parte delas autoridades ambientales y, porsupuesto, en las actividades de lascompaas petroleras.
Por estas razones, los compro-misos tanto del Gobierno Nacional,
como de los inversionistas privadosvan de la mano para que pueda lle-varse a cabo un desarrollo promiso-rio de esta industria.
El pas ha estado inexplorado.En los ltimos seis aos hemospasado de tener presenciaexploratoria en una sexta partede las cuencas con potencial dehidrocarburos a prcticamente
la mitad de las cuencas conposibilidad de hallazgos.Alejandro Martnez, presidentede la ACP
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Transporte
Operaciones
Que no nos deje el tren
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La infraestructura de oleoductos del pas se qued corta paratransportar la mayor produccin de crudos. Por eso varios
proyectos estn en desarrollo, panorama que permite sealarque Colombia atraviesa por una fase de maduracin de oleoductos,que responde al incremento de los campos de produccin.Pero el camino apenas empieza a recorrerse.
Muchos de los retos y
oportunidades del sec-tor de hidrocarburos seencuentran presentesen el rengln del trans-
porte. En la actualidad, el OleoductoBicentenario, el Oleoducto de SanFernando, la ampliacin del Oleo-ducto Ocensa y el Oleoducto del Pa-cfico son los principales proyectospara aliviar las restricciones en lacapacidad de transporte que expe-rimentan los productores de crudoen el pas.
La construccin del Oleoducto Bi-centenario permitir ampliar la ca-pacidad de transporte de hidrocar-buros en 450 mil barriles entre laregin del Casanare y el puerto deCoveas, y la ampliacin al Oleoduc-to Central de Ocensa aumentar sucapacidad en 100 mil barriles dia-rios de crudo (sin la ampliacin, sucapacidad de bombeo es de 560.000barriles por da). Con una longitudaproximada de 830 km, el oleoductode Ocensa se extiende a lo largo del
pas desde el piedemonte llanero(reas de Cusiana y Cupiagua) has-ta el Terminal Martimo de Coveas,en el lmite de los departamentos de
Sucre y Crdoba, atravesando los 45
municipios de los departamentos deCasanare, Boyac, Santander, An-tioquia, Crdoba y Sucre.
Su trazado lo convierte en uno delos activos ms significativos paralos planes de expansin del sec-tor de hidrocarburos de Colombia,pues en l confluyen importantesoleoductos que transportan los cru-dos del Alto Magdalena, los LlanosOrientales y el departamento delMeta. Su gran potencial puede seraprovechado por muchos de los ac-
tores del negocio de hidrocarburos,especialmente si se observa el de-sarrollo y la dinmica que se vandando en los Llanos Orientales y elMeta con los crudos pesados.
Por su parte, el Oleoducto delPacfico se considera un proyectoestratgico para Colombia y Vene-zuela pues tendr salida al Pacficoy podr transportar, en promedio,600 mil barriles de crudo por da.De acuerdo con el ministro de Mi-nas y Energa, Mauricio Crdenas,
en una entrevista concedida al dia-rio colombiano El Pas (abril 2012)este proyecto cumple un papel fun-damental para brindarle ms segu-
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ridad al sector, porque hoy tenemostoda nuestra actividad petroleraconcentrada en el puerto de Cove-as, Sucre, a donde llega el crudoque sale de Cao Limn, Arau-ca. Por all estaremos exportando600.000 barriles diarios y la idea esdiversificar, es decir, sacar por otrossitios el crudo hacia a los mercadosinternacionales.
Es una obra que puede costar
US$8.000 millones aproximada-mente. Durante la visita de Estadoque se realiz a China a inicios delmes de mayo de este ao, el Presi-dente de la Repblica se reuni convarios empresarios de petroleraschinas interesados en invertir en elsector de hidrocarburos colombia-no. Un objetivo: lograr inversin enel oleoducto del Pacfico.
Estos proyectos son importantespara la rpida y segura evacuacinde crudos de los Llanos Orientales,
pues hoy en da su capacidad detransporte est limitada.
Si se logran realizar todos estosproyectos, el pas quedara con la
infraestructura necesaria para darlesostenibilidad a la poltica petrolera ya la produccin de crudo. En cifras es-taramos hablando de una capacidadpara movilizar hasta dos millones debarriles de crudo diarios, explicalvaro Castaeda, vicepresidente deTransporte y Logstica de Ecopetrol.
Este escenario de inversinmuestra el importante esfuerzo enmateria de transporte para atender
el incremento en la produccin denuestros campos.
Las actuales restricciones de lainfraestructura del transporte de hi-drocarburos no slo se explican porel dficit de la cobertura sino por-que los ductos con los que cuentael pas hoy en da, diseados paraconducir crudos livianos o mezclasintermedias, han visto reducidasu capacidad por la necesidad detransportar los crudos pesados des-cubiertos con mayor frecuencia en
los ltimos aos.En este sentido y en repetidas
ocasiones el ministro de Minas yEnerga, Mauricio Crdenas Santa
Por el Oleoductodel Pacficoexportaremos600.000 barrilesdiarios y la ideaes sacar porotros sitios elcrudo hacia alos mercadosinternacionales.
Ministro deMinas y Energa
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El OleoductoBicentenarioampliar lacapacidad detransporte dehidrocarburos en450 mil barriles,y la ampliacinal OleoductoCentral deOcensaaumentar sucapacidad en100 mil barrilesdiarios de crudo
Mara, ha manifestado su preocupa-cin ante la limitada capacidad delsistema.
El Gobierno resalta la importan-cia de una inversin de ms de4.000 millones de dlares en elOleoducto Bicentenario, la gran ar-teria de la industria; pero tambintiene otras grandes apuestas: almegaproyecto del oleoducto del Pa-cfico, que se encuentra en estudio;
el incremento de la capacidad delos puertos petroleros de Coveas,Cartagena, Tumaco y Pozos Colora-dos en Santa Marta, y la moderni-zacin de la refinera de Cartagenaque se espera est lista en 2013.Estas son las principales iniciati-vas del Gobierno para afrontar lasnecesidades de infraestructura dela locomotora minero-energtica,y que quedaron consignadas en eldocumento que present el minis-tro de Minas y Energa, Mauricio
Crdenas Santa Mara, en el Con-greso Nacional de Infraestructura,realizado en Santa Marta en no-viembre de 2011.
Si se logran realizar todos estos proyectos, elpas quedara con la infraestructura necesariapara darle sostenibilidad a la polticapetroleray a la produccin de crudo. En cifrasestaramos hablando de una capacidad para
movilizar hasta dos millones de barriles de crudodiarios, explica lvaro Castaeda, vicepresidentede Transporte y Logstica de Ecopetrol.
De otra parte, el sector privadoest adelantando proyectos comoel de Puerto Baha, desarrolladopor Pacific Rubiales.
Oleoducto Bicentenario:la mxima apuesta entransporte de crudo
Fernando Gutirrez, gerente delOleoducto Bicentenario, afirmaque este oleoducto que empeza-mos a construir est enfocado prin-cipalmente en crudos pesados. Es-tamos trabajando en una primeraetapa entre Araguaney (Casanare)y Saravena (Arauca). Son casi 230
kilmetros en tubera. Por primeravez estamos construyendo un sis-tema de 42 pulgadas en Colombiay por ese tamao estamos utilizan-do una soldadura automtica quecuenta con las mejores especifica-ciones que hay de este tipo en elmundo.
El oleoducto en total va desdeAraguaney hasta Coveas donde seconstruirn cinco tanques de 600mil barriles, para alcanzar una ca-pacidad de almacenamiento de tres
millones de barriles; la instalacinde una nueva monoboya (TLU4) yuna cuarta lnea submarina, quepermitir el cargue de buque-tan-ques con capacidad de 500 mil a 2millones de barriles.
Ya se estn construyendo las fa-cilidades de bombeo, tanques dealmacenamiento y los sistemas derecibo del crudo para entregarlo alOleoducto Cao Limn-Coveas. Elprimer trazado del oleoducto atra-viesa 8 municipios y 61 veredas de
Casanare y Arauca.El plan de inversiones es de
US$1.100 millones para la primeraetapa, aunque la obra en general
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supera los US$4.000 millones. Lossocios son Ecopetrol, con 55 porciento; Pacific Rubiales Energy, un32.88 por ciento; Petrominerales,9.65 por ciento; Hocol, C&C Energa,Vetra Exploracin y Produccin deColombia S.A., y Rancho HermosoS.A.Canacol Energy, con menosdel uno por ciento cada uno.
La capacidad total de transportedel oleoducto ser de 450 mil barri-les por da, lo cual es suficiente parael aumento de produccin estimada.
Para lo que hoy tenemos como pro-duccin mas la futura con reservasprobadas, puedo asegurar que el Ole-ducto Bicentenario es ms que sufi-
ciente enfatiza Fernando Gutirrez.Respecto a la inversin social
en las comunidades del rea de in-fluencia de este primer trazado, Bi-centenario ha dispuesto ms de $17mil millones, enfocados en mejorarla calidad de vida de la poblacin yel desarrollo de la regin.
Segn el Oleoducto Bicentena-rio, hasta el momento se han fir-mado convenios para cofinanciardiez proyectos de inversin social,seis en Casanare y cuatro en Arau-
ca. Los recursos comprometidosya superan los $3.200 millones,los cuales fueron distribuidos en:infraestructura y restaurantes
Hay pocas expectativas conrespecto al transporte fluvial queest atrasado frente a las ventajastcnicas y de seguridad queofrecen los oleoductos. Gerentedel Oleoducto Bicentenario
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escolares; infraestructura bsica(agua, luz, alcantarillado, gas); es-tudios, diseos y cofinanciacin delos proyectos; jornadas de vacuna-cin, jornadas de atencin bsicamdica y odontolgica y dotacinde centros de salud; fortalecimien-to de infraestructura para recrea-cin, cultura y deporte (ludotecas,casa de la cultura, polideportivos,parques infantiles).
El proyecto tambin incluye elbeneficio laboral para las comu-
nidades del rea de influencia delOleoducto, y el pago de impuesto detransporte a las regiones que atra-viesa, una vez empiece a funcionar.
La comunidadPese a que estos proyectos con-
tribuiran a resolver el problemadel transporte de hidrocarburos,las fechas de terminacin de losmismos son an inciertas aunque
ya estn listos ms de 120 kilme-tros. Desde octubre de 2011 hastahoy se han registrado 52 bloqueosen ese primer tramo del Oleoduc-to Bicentenario. Hemos tenidoprotestas originadas por las comu-nidades, que solicitan una mayorinversin de la industria petroleraen Casanare y Arauca, normalmen-te con exigencias que se salen dela capacidad que tiene un proyectode esta naturaleza y muchas vecescon base en informacin errada,
afirma Fernando Gutirrez.En el mismo tema coincide el Vice-
presidente de Transporte y Logsticade Ecopetrol cuando seala la inte-raccin con las comunidades comouna de las principales debilidadesque afronta el sector de transportede hidrocarburos. La aceptacin delos proyectos por parte de la comu-nidad en la que se encuentran esquizs el reto ms importante. Ellapuede convertirse en una herramien-ta dinamizadora del proyecto, o ser
un obstculo, reitera lvaro Casta-eda. Agrega adems que en estemomento el Oleoducto Bicentenarioest pasando por una situacin so-cial muy complicada en Arauca, des-de Tame hacia Saravena. (Al cierrede esta edicin). Si esa situacin nose resuelve, en poco tiempo la cons-truccin podra presentar un retrasode seis meses en sus operaciones.
Otras opciones
de transporte dehidrocarburos
La industria petrolera ha com-probado que los oleoductos son lamejor opcin para agilizar el pro-ceso de transporte de crudo. Sinembargo, en la actualidad existe unvolumen importante de este lquidoque se traslada en carrotanques, al-ternativa mucho ms costosa y confuerte impacto en la infraestructuravial colombiana.
En cuanto al transporte va flu-
vial, se da en menor escala. Hay unaflota que va desde Barrancabermejahasta Cartagena, que mueve prin-cipalmente productos intermedios
El Oleoducto Bicentenario hadispuesto ms de $17 mil millonespara inversin socialen lascomunidades del rea de influencia,enfocados en mejorar la calidad devida de la poblacin y el desarrollo
de la regin.
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y refinados. En el tema de puertosmartimos, el panorama es distinto.La industria cuenta con presenciatanto en la Costa Atlntica como enla Pacfica. Las exportaciones se es-tn haciendo desde el puerto de Tu-maco, en Nario, y desde Coveas,
en Sucre, y en Cartagena se cuentacon dos puertos de refinera. Ade-ms, no se descarta la posibilidadde construir un nuevo oleoducto en-tre los llanos orientales y un puertosobre el Pacfico para exportar pe-trleo hacia los pases asiticos.
Responsabilidadescompartidas
En Colombia es tradicional quelas responsabilidades de desarrollar
y sostener a largo plazo cualquie-ra de los sectores econmicos, soncompartidas entre gobierno e indus-tria. El sector de hidrocarburos noes la excepcin.
Para lvaro Castaeda, de Ecope-trol, la administracin pblica debecontar con una clara regulacin parael transporte, de acuerdo con losmodelos de negocio que se vienendesarrollando. Esto incluye brindaruna seguridad jurdica a los inver-sionistas extranjeros y trabajar
en el tema de seguridad fsica parapermitir que esos proyectos avan-cen. Por ltimo, entregar elementosregulatorios que permitan hacer untrabajo con las comunidades para lasocializacin del proyecto.
Sobre la responsabilidad de lasempresas privadas en este mismorengln, Castaeda afirma que essu deber hacer las inversiones per-tinentes para el desarrollo de la in-fraestructura, capacitar al personalpara lograr los altos estndares de
mantenimiento y, por ltimo, garan-tizar que las operaciones eviten da-os al medio ambiente e impactendrsticamente a la comunidad.
Por su parte, el Gerente del Oleo-ducto Bicentenario considera que elGobierno debe trabajar en dos as-pectos: uno de carcter social quesugiere mayor presencia del Estadoa travs de ms y mejores carrete-ras, ms lneas elctricas y obras deinters general; y otro frente rela-cionado con el tema de mxima pre-
sencia y resultados de las FuerzasMilitares.
En cuanto al papel de la industriaprivada, Gutirrez indica que debe
La aceptacin de los proyectos por parte de la comunidaden la que se encuentran es quizs el reto ms importante.
Vicepresidente de Transporte y Logstica de Ecopetrol
La administracinpblica debe contarcon una clararegulacin parael transporte, queincluya brindar unaseguridad jurdicaa los inversionistasextranjeros.Vicepresidentede Transportey Logstica deEcopetrol
Hay pocas expectativas con res-pecto al tema fluvial que est muyatrasado frente a las ventajas tcni-cas y de seguridad que ofrecen losoleoductos. El transporte dentro delpas debe ser por tuberas con dosfines especficos, la refinacin inter-na o la exportacin, aclara Fernan-do Gutirrez, gerente del Oleoducto
Bicentenario.
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estar orientada en un enfoque so-cial, y este incluye dos estrategias:una vinculacin amistosa con lacomunidad y decisiones voluntariasde inversin en temas sociales.
Impulsandola locomotora
No hay duda de que la locomo-
tora mineroenergtica necesitauna robusta infraestructura parael transporte de crudo. Por eso elGobierno anunci una inversin dems de 7.000 millones de dlaresen este cuatrenio para oleoductos,gasoductos, puertos, centros dealmacenamiento, obras de draga-do para navegabilidad martima yfluvial, subestaciones y expansinde energa.
Segn el grupo empresarial Mine-ros, uno de las empresas con mayor
trayectoria en la actividad mineraen Colombia, la propuesta del Go-bierno contempla la construccin delas obras para el cumplimiento de
las metas en produccin petrolera,pasando de 830.000 barriles diariosa 1150.000 barriles por da; abaste-cimiento de gas natural con produc-cin nacional que pasara de 1.100millones de pies cbicos diarios a1.350 millones; elevar la capacidadde refinacin de combustibles en larefinera de Cartagena a 85.000 ba-rriles por da; incrementar la capaci-
dad de almacenamiento estratgicode combustibles lquidos (gasolinay acpm) de 1,4 millones a 2,4 millo-nes de barriles; adems de construirel gasoducto para la importacin deVenezuela, el cual entrara en ope-racin en el 2015.
La locomotora minero-energticaalienta a la consolidacin eficiente ysegura de una infraestructura parael transporte de hidrocarburos, decara al incremento en la produc-cin de crudo. En la medida en que
aumenta el nmero de campos deproduccin se necesita fortalecer lainfraestructura que garantice la efi-ciencia en transporte.
El Gobierno debe trabajar endos aspectos: uno de carctersocial que sugiera mayorpresencia del Estado a travsde ms y mejores carreteras,ms lneas elctricas y obras deinters general; y otro frenterelacionado con el tema demxima presencia y resultadosde las Fuerzas Militares.Gerente del OleoductoBicentenario
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En el pas se tienen grandesexpectativas sobre la indus-tria petrolera, tambin hayimportantes retos para queesta industria siga crecien-
do y este crecimiento se mantenga
en el tiempo. En entrevista con elpresidente de la Agencia Nacionalde Hidrocarburos, Orlando Cabra-les, se refiri a los retos y desafosque enfrenta el sector.
Hay muchos retos para llegar al mi-
lln de barriles. Cmo sostener y
superar esta meta?
Lo que ha hecho Colombia en es-tos ltimos 7 aos es impresionan-te. Hemos logrado un incrementoen la produccin cercano al 50 por
ciento que muy pocos pases delmundo pueden mostrar. En el ao2005 estbamos produciendo unpoco ms de 500.000 barriles por
da y hoy esa cifra asciende a los955.000 barriles.
Cumplir la meta del milln debarriles depende de varios factores,uno de ellos tiene que ver con quealgunos proyectos tienen pendien-
tes sus trmites de licenciamientoambiental, pero creo que cuando sesuperen estos desafos vamos a in-crementar nuestra produccin contoda seguridad. Actualmente el pastiene la capacidad para cumplir conesta expectativa.
Y para superar la meta?
Eso depende de que continuemosincentivando la actividad explorato-ria en el pas y de que se sigan ge-nerando condiciones adecuadas para
incrementar la inversin en el sector.Creo que si enviamos las seales
correctas, si mantenemos esas bue-nas condiciones para que Colombia
contine siendo un sitio privilegia-do para la inversin, podremos su-perar la meta del milln de barriles.
Durante la gira para promocionar la
Ronda 2012, qu preocupaciones
le manifestaron las empresas que
quieren llegar a invertir en el sector
hidrocarburos en el pas?
Lo que vi en esta visita a 8 pasesy 10 ciudades en el mundo, es uninters creciente hacia Colombia.
El pas se perfila como el msatractivo para invertir en AmricaLatina. Obviamente tenemos difi-cultades, pero las empresas identifi-
can las bondades de Colombia en loque tiene que ver con la estabilidaden las reglas de juego, un rgimenatractivo para la inversin y un go-bierno serio y amigable.
Cules son los retos que tenemos?
Son fciles de identificar. Tienenque ver principalmente con losasuntos sociales y ambientales.
En materia social debemos tenermayor legitimidad en aquellas zo-nas donde operan las compaas,
para que las comunidades aceptenla actividad y sientan que tambinlas beneficia. En ese sentido tene-mos un reto muy grande.
Debemos continuar generando
condiciones para que haya mayor
inversinen el sector
Presidente de la Agencia Nacional de HidrocarburosORLANDO CABRALES
Entrevista
El Presidente de la Agencia Nacional
de Hidrocarburos se refiere a los grandesretos que enfrenta el sector petroleropara consolidar su crecimiento
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En la parte ambiental hemos vistoque la actividad ha crecido de formatal, que el Ministerio de Ambiente y
Desarrollo Sostenible y la AutoridadNacional de Licencias Ambientales(ANLA) han tenido dificultades enla capacidad de expedir todas lasLicencias solicitadas por las empre-sas. Sin embargo, estoy seguro queambas entidades estn comprome-tidas en hacer ms eficientes estosprocesos. Otro reto grande que tene-mos es el de lograr que las operacio-nes sean cada vez ms sostenibles yque se sigan haciendo bajo los msaltos estndares ambientales.
La Ronda 2012 est ofreciendo blo-
ques con buen potencial en materia
de nuevas reservas de hidrocarbu-
ros (convencionales y no conven-
cionales). Qu otras estrategias
se implementarn para aumentar la
relacin reservas/produccin hacia
el largo plazo?
Colombia todava tiene un nivelmodesto de reservas pero hemos tra-bajado bien en los ltimos aos paraaumentarlo. Del perodo compren-
dido entre el ao 2004 y el 2010se incorporaron 2.500 millones debarriles equivalentes en reservasy, tan solo el ao pasado, aadimos
hacia Colombia, as que la expectati-va es que tengamos una concurrenciaimportante dentro de la Ronda; obvia-mente en este momento sera prema-turo anticipar cules compaas vana participar porque hasta ahora esta-mos en el proceso de finalizar los tr-
minos de referencia y la licitacin co-menzar hasta dentro de un mes. Esah cuando sabremos con ms certezaquines sern los nuevos inversores.
De qu manera se estn coordi-
nando las diferentes instituciones
del Estado para que los bloques que
se van a entregar no tengan proble-
mas de licenciamientos ambienta-
les futuros o de zonas vedadas a
nivel de seguridad?
Dentro del Gobierno hicimos un
ejercicio de planeacin muy rigu-
roso que involucr la socializacinentre distintas entidades del Estadocon el fin de identificar condicionesespeciales, como ecosistemas sensi-bles y la presencia de comunidadesindgenas, en cada una de las reaspara dejarlas plenamente delimita-das. Posteriormente se le asign acada bloque una ficha que involucratoda la informacin social y am-biental disponible. Con este conoci-miento previo, las empresas podrn
prepararse mucho mejor para surtirlos procesos de consulta previa yde licenciamiento ambiental para eldesarrollo de sus actividades.
En la medida en que vayamosgenerando esas seales, que
vayamos manteniendo esas buenascondiciones () vamos a aumentarese nivel de milln de barriles
Esta actividad requiere un especial cuidado ambiental, y el pas debeestar preparado. Es por eso que dentro del Gobierno hemos iniciadounos programas de entrenamiento que involucran a los funcionariosdel sector ambiental y del sector de minas y energa, as lograremostrmites y seguimientos ms giles y efectivos.
535 millones ms. Estas cifras noson para nada despreciables.
Sin embargo, tenemos que conti-
nuar generando buenas condicionespara lograr mayor inversin, aumen-tar la actividad exploratoria y, porende, la probabilidad de encontrarcampos ms grandes. De esta for-ma podremos incrementar cada aonuestros niveles de reservas.
Cmo describe usted la importan-
cia de las economas emergentes
para el futuro de los hidrocarburos
en Colombia?
Pases como China, India, Corea y
Japn tienen una necesidad cada vezmayor por adquirir materias primas yasegurar el suministro de energa. Enesa medida, Colombia va a poder ju-gar un papel muy importante porquecuenta con las condiciones y tiene ungran potencial en hidrocarburos.
Asia es uno de los destinos desta-
cados para promocionar la Ronda
2012. Cules son las expectativas
que se tienen respecto a la llegada
de inversionistas de este continente
a Colombia?Espero que vengan muchos in-
versionistas. Lo que pude ver en lospases que visit es que hay inters
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Claramente Colombia se perfila como el pasms atractivo para invertir en Amrica Latina
Desde el punto de vista de ordenpblico, hablamos con el Ministeriode Defensa, le mostramos las reasy recibimos su retroalimentacin.No puedo garantizar que no vaya-mos a tener inconvenientes en lostrmites o en los temas de seguri-
dad, pero s es un gran avance teneridentificados y delimitados los retosen los bloques que vamos a asignar.
Un tema que ha despertado gran
expectativa es el de la asignacin
de bloques a mar abierto para ex-
ploracin, cules son los retos a
nivel de licenciamiento ambiental
para que estas inversiones se de-
sarrollen ptimamente?
Eso hace parte de los retos am-bientales que mencion. Esta acti-
vidad requiere un especial cuida-
do y el pas debe estar preparado.Es por eso que dentro del Gobiernohemos iniciado unos programas deentrenamiento que involucran a losfuncionarios del sector ambiental ydel sector de minas y energa, aslograremos trmites y seguimien-tos ms giles y efectivos.
Una gran preocupacin del sector
petrolero tiene que ver con los tiem-
pos de trmite de las Licencias Am-
bientales que inexplicablemente seduplicaron en el ao 2011. Qu se
ha pensado para recobrar la eficien-
cia perdida en estos procesos?
La razn por la cual han aumen-tado esos tiempos es por el incre-mento sustancial de la actividadpetrolera en el pas. Obviamentelas solicitudes se duplicaron perola ANLA est comprometida en dis-minuir esos tiempos y en sacar el
mayor nmero de licencias posiblesen los prximos meses.
Ahora que finalmente entr en vi-
gencia el TLC con Estados Unidos,
qu puede comentar sobre lo que
se espera en materia de importacin
de bienes para el sector petrolero?
La informacin que tengo no esoficial. Entiendo que alrededor del50 por ciento de los equipos y bie-nes que importa el sector petroleroprovienen de Estados Unidos y de
ese porcentaje, ms o menos el 75
por ciento son bienes y equipos quecon el TLC van a sufrir algn tipo dedesgravacin arancelaria, ya sea enel corto o mediano plazo.
Hay un beneficio importante al ba-jar los costos asociados a la industriaen el desarrollo de sus actividades.El TLC establece unas salvaguardiasque demuestran que Colombia tieneuna estabilidad jurdica y unas reglasdel juego claras respecto a la protec-cin de los inversionistas.
El cambio del Sistema General de
Regalas produjo gran preocupacin
en las regiones petroleras y cre un
clima poco favorable para el desa-
rrollo de las operaciones petroleras.
Cul ser el apoyo de la ANH para
garantizar la viabilidad de las acti-
vidades frente a los problemas de
gobernabilidad en dichas regiones?
S, sabemos que hay inconformi-
dad por parte de algunos gobiernoslocales en las regiones donde existeproduccin petrolera. En ese sentidoapoyamos con recursos importantesla labor del Ministerio del Interior enuna iniciativa llamada Alianzas parala Prosperidad, porque nos parecemuy importante articular los esfuer-zos del Gobierno Central con los alcal-des, las comunidades y las empresas.
Adicionalmente, pensamos quepueden mejorarse los programas enbeneficio de las comunidades. Para
esta Ronda, estamos proponiendoun nuevo anexo en el contrato quecontiene los trminos y las condi-ciones para darle mayor efectividada la inversin social que hacen lasempresas. Creo que eso nos va ayu-dar a generar un mejor clima en lasregiones frente al desarrollo de lasactividades petroleras.
() todava tenemos niveles muymodestos de reservas y tenemos queseguir generando esas condiciones paraque haya mayor inversin en el sector
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Poltica Regulatoria
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23ACP HidrocarburosRamn J. Salgado HerreraConsultor internacional. Experto en asuntostributarios de la industria petrolera
En Colombia, la contribucin
petrolera est conformadapor las regalas de ley, lasparticipaciones contractua-les y los impuestos. Es un
sistema sencillo de contribucinpero muy eficiente, que fundamen-talmente captura de manera progre-siva una parte importante de la ma-yor produccin que puedan obtenerlos inversionistas privados, de losmayores precios a los que logrenacceder y de la utilidad residual quepuedan obtener. Es un todo que en
conjunto acopia en la actualidadpara el Estado, dependiendo deltamao de las explotaciones, has-ta un poco ms del 70 por ciento1,aproximadamente, del excedentede ingresos sobre costos que gene-ra el negocio petrolero. En nmerosgrandes, la contribucin real direc-ta del sector, causada en el 2011 afavor del Estado, se aproxima a los26 billones de pesos2, sin incluirlas contribuciones que pudieranestar haciendo las actividades de
refinacin, transporte, gas, distribu-cin de combustibles y derivados,y servicios petroleros. Todo suma-
do podra representar, en el 2011,
alrededor de la tercera parte de losingresos que el Estado colombianopercibe por cualquier concepto. Enestos trminos, el sector de explora-cin y explotacin de petrleo resul-ta ser en estos momentos el mejorviejo amigo del Estado colombiano,la locomotora que le va a permitirdesarrollar otros sectores econmi-cos y llevar bienestar a la poblacin.
Ahora bien, la locomotora requie-re de abastecimiento de crudo, peroeste ser cada vez ms escaso y
ms cara su extraccin. En efecto, lacantidad de crudo extrado por uni-dad de esfuerzo realizado declinar(presin, corte de agua, etc.), y losdescubrimientos que se realizarnen cuencas cada vez ms saturadassern de menor tamao. Y en cadaocasin ser ms necesario acudir alos crudos pesados, que antes mir-bamos por encima del hombro, y alos denominados no convenciona-les, que no mirbamos. Entonces, serequerirn esfuerzos e inversiones
cada vez ms importantes para lo-grar extraer nuevas cantidades decrudo de los yacimientos existentes
El mejor socio del Estado colombiano
No tienepresentacinpara quieninvierte alargo plazo elcambio bruscoo constante en
las reglas deljuego
HIDROCARBUROS
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y para descubrir nuevos yacimien-tos, que mantengan un nivel al me-nos semejante al actual. Estas inver-siones van a depender no solo delnivel de precios y costos esperados,sino de la bondad del marco regula-torio existente y de la confianza del
inversionista en su permanencia in-alterada en el tiempo.
Dado que la actividad de E&P esintensiva en capital ms que casitodas las dems industrias, cuyarecuperacin se logra a largo pla-zo, el inversionista petrolero nece-sita seas constantes en cuanto aque su inversin va a ser tratadaen el tiempo dentro de lmites ra-zonables. No tiene presentacinpara quien invierte a largo plazoel cambio brusco o constante en
las reglas del juego. El asunto noes solo de expropiacin, y no bas-ta con decir ac no expropiamosempresas para dar confianza alinversionista. El continuo asaltomenor a las utilidades residua-les del mismo tambin erosionala confianza en el pas. Ojal notengamos de esto en las prximassesiones legislativas.
cometido excesos (instauracin del
impuesto de remesas, contrato departicipacin escalonada, impuestode guerra), los resultados no hansido favorables en materia de explo-racin. Por el contrario, cuando haprovisto de incentivos interesantes(deduccin especial por inversionesen activos fijos productivos), la reac-cin positiva en las inversiones nose ha hecho esperar.
En concordancia con lo anterior,el debate en torno a regalas debeser orientado a la discusin de los
mecanismos de acceso de las regio-nes a los diferentes fondos creadosen el 2011, a fin de lograr su sim-plificacin y racionalizacin, y nodebe haber espacio para discutiraumentos en los niveles de regalasque pudieran distraer al legislativoy atraer desconfianza al inversio-nista, dilatando innecesariamentedecisiones clave para aprovechar elmomento que atraviesa la actividadde E&P.
La reforma tributaria anunciada
por el Gobierno no debera, en pa-labras del seor presidente Santos,atemorizar a nadie, ya que lo que sepretende es poner la casa en orden.
La estructura fundamental de
la contribucin del sector (partici-paciones en volmenes, precios yutilidades) cubre los aspectos cla-ve de la generacin de excedentesdistribuibles, es progresiva y lograun nivel de aportes semejante alde pases con mejor prospectividadgeolgica que Colombia. Debe per-manecer como est, dndole, porsupuesto, cabida al manejo de loscrudos no convencionales, cuyo de-sarrollo exigir grandes esfuerzos yla asuncin de riesgos adicionales a
los actuales por parte de los inver-sionistas. Aumentar cualquiera delos elementos de la contribucindel sector podra dar al traste con laobtencin de las inversiones futurasnecesarias para mantener su nivelactual. No alcanzar el nivel necesa-rio de inversiones en exploracin ydesarrollo despertara la posibilidadde que los dems sectores de la eco-noma puedan ver atrofiado su cre-cimiento y se reduzcan los fondosdisponibles para llevar bienestar a
la poblacin.Histricamente, Colombia ha ma-
nejado con prudencia el nivel deesta contribucin. Las veces que ha
Cualquier
accinfiscalistaque pudieraponer enpeligro talesinversionesdeber serdescartadade la agendapoltica actual
El debate en torno a regalas debeser orientado a la discusin de losmecanismos de acceso de lasregionesa los diferentes fondoscreados en el 2011, a fin de lograrsu simplificacin y racionalizacin
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La reforma tributaria anunciada por el Gobierno no debera, en palabrasdel seor presidente Santos, atemorizar a nadie, ya que lo que sepretende es poner la casa en orden. Ojal no aparezcan francotiradoresque mezquinamente, agazapados en los pasillos del Congreso y de los
edificios gubernamentales, contradigan al Presidente.
Ojal no aparezcan francotiradoresque mezquinamente, agazapadosen los pasillos del Congreso y delos edificios gubernamentales, con-tradigan al Presidente. La elimina-cin de beneficios (no constituti-vos, rentas exentas, tratamientos
especiales) no debera preocupar ala industria, ya que no tiene benefi-cios propios y son muy pocos los ge-nerales a los que accede. Siendo laindustria controlada en sus elemen-tos fundamentales (precio fiscal deventas fijado por la ANH, inventariode crudo fiscalizado, etc.), tampocodeberan esperarse controles y con-diciones adicionales a los existentespara acceder a las deducciones dis-ponibles.
La coyuntura de una reforma
podra servir para corregir detallesespecficos del sector. Por ejemplo,la amortizacin de los costos deexploracin y desarrollo capitaliza-dos podra revisarse, para ponerlams a tono con la de pases comoCanad, Espaa, Estados Unidos yel Reino Unido, de donde procedenla mayora de las inversiones en elsector. En estos pases la tendenciaes amortizar o depreciar (es lo mis-mo) rpidamente estas inversiones,por lo que permiten la deduccin
inmediata de los desembolsos enexploracin o una amortizacin endos aos de los costos intangiblesde perforacin, o permiten no soloel mtodo de lnea recta, sino tam-bin el de saldos decrecientes, etc.
otro costal, pero con consecuenciastributarias, los reguladores cambia-rios deberan considerar la opcinde permitir el registro de endeuda-
miento externo a las empresas delsector para financiar las inversionesde desarrollo, endeudamiento quepodra ser repagado, conjuntamen-te con intereses y dems gastos, noa travs de los intermediarios con-vencionales del mercado cambiario,sino con las divisas producto de lasventas, que es retenido en el exte-rior por los inversionistas del sec-tor, lo cual permitira deducir estegasto en Colombia.
En fin, los inversionistas petrole-
ros son los mayores contribuyentesdel pas, y su aporte al Gobiernocolombiano, semejante o superioral hecho por ellos mismos o por suspares en otros pases, es fundamen-tal para alcanzar las metas de desa-rrollo y bienestar. Para sostener elnivel actual de contribucin debe-rn realizar cuantiosas inversionesen exploracin y desarrollo. En talsentido, cualquier accin fiscalistaque pudiera poner en peligro talesinversiones deber ser descartada
de la agenda poltica actual.
Podra tambin establecerseclaramente la posibilidad de capi-talizar los estudios actuariales co-rrespondientes a las obligacionesde abandono y restauracin am-biental, para ser luego amortizadosy asegurar la deduccin mientrasel inversionista cuenta an coningresos suficientes. Igualmente,debera encararse la conveniencia
de enmendar la incongruencia in-equitativa generada por el esquemadel IVA en las ventas de gas y decrudo para refinacin interna. De
Aumentar cualquierade los elementos dela contribucin delsector podra dar altraste con la obtencin
de las inversionesfuturas necesariaspara mantener sunivel actual
1 Clculos del autor.
2 Clculos del autor.
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Colombia ha logrado dar unsalto importante al encon-trar un equilibrio racionalen la ecuacin riesgo/re-compensa, que ha permiti-
do atraer un importante volumen deinversin, tecnologa, empresas, co-nocimiento y toda suerte de variablesy elementos que componen la granmasa del sector de hidrocarburos.
La mejora sustancial del ambien-
te de seguridad fsica, conseguidagracias a la poltica de la seguri-dad democrtica, el cambio de laestructura institucional del sector,el mejor ambiente de negocios, lamayor informacin bsica del te-rritorio, junto con los mejores pre-cios internacionales del petrleo, ladefinicin clara de Ecopetrol comoempresa de petrleo y gas y el me-jor destino local para la tcnica yel capital petrolero generado porel deterioro de las condiciones de
negocios sectoriales en los pasesvecinos, han permitido ese xitoparcial y prematuro de la nueva po-ltica petrolera.
El xito est demostrado por ci-fras irrebatibles: el cambio en losnmeros de exploracin, compa-rando los cinco ltimos aos delsiglo anterior con las cifras actualesmuestra que pasamos de 12 contra-tos de asociacin promedio ao a 65contratos de concesin promedioao; 11 pozos exploratorios a 120, y
1.400 kilmetros de ssmica equiva-lente en dos dimensiones a 24.000kilmetros de ssmica equivalenteen dos dimensiones. En produccin
pasamos de valores cercanos a520.000 barriles por da en el ao2003, a valores actuales cercanos almilln de barriles por da y en in-
versin, basta decir que la totalidadde la inversin extranjera directadel ao 2001 estuvo por los lados delos 1.500 millones de dlares, cifraque duplic en solo media hora laAgencia Nacional de Hidrocarburosen su ronda de 2010. Las reservas,por su parte, pasaron de un nme-ro cercano a los 1.800 millones debarriles de petrleo equivalente auna cifra superior a los 2.000 millo-nes de barriles de petrleo equiva-lente, no obstante haber duplicado
la produccin. Ni qu decir de losrecursos generados para el Estado;en solo regalas se han multiplicadopor tres, tanto que ya podemos aspi-rar a repartir la mermelada en todala tostada, lo cual no solo se lograpor el cambio de la forma de distri-buir las regalas, sino, y fundamen-talmente, porque hay regalas paradistribuir.
Ahora bien, ser tiempo de cam-biar?, ser que ese indudable xito,corroborado por las cifras, es sufi-
ciente y nos da una indicacin deprosperidad permanente? En lasvacas gordas todos nos volvemossabios y creativos, pero en las vacasflacas desaparecen muchos sabios,y de creativos pasan a ser ferocesopositores; claro, sin propuestasviables y sin aceptar responsabili-dad alguna.
La relacin RP (Reservas/Produc-cin) permanece esttica en alrede-dor de siete aos, algunos podrndecir que ese es un indicador de
fracaso, pero se equivocan de ma-nera grave, comoquiera que esta esuna medicin esttica para calificarun comportamiento eminentemente
Debemos tener condiciones diferentes y, porsupuesto, mejores en trminos fiscales queaquellos pases contra los que competimos enla atraccin de esos recursos
Sostenibilidaddel modelo petrolero
Luis Ernesto Meja CastroEx Ministro de Minas y Energa
Opinin
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dinmico; en esta ecuacin, ambos,numerador y denominador cambiancada segundo, cada minuto, cadahora, pues aparecen nuevos recur-
sos, se mejoran los porcentajes derecobro, se aplican nuevas tecnolo-gas, por una parte, y se aumentanlos consumos, por otra.
Este indicador slo muestra labondad de un sector que est reem-plazando sus reservas consumidasa un ritmo equivalente al que ha in-crementado su produccin, compen-sando de igual manera el aumentode la demanda, y eso tambin es untriunfo irrebatible.
No obstante, es claro que ese fac-
tor (R/P) es bajo para un pas quequiere tener una seguridad ener-gtica ms importante, ms slida,ms tranquilizadora.
Mejorar ese factor no tiene secre-tos, se requiere no bajar la guardiaen el principal elemento de valor enla industria petrolera: agregar barri-les, y esto tampoco tiene misterios,se encuentran nuevos barriles o secompran nuevos barriles; para am-bas posibilidades se tiene un comndenominador: inversin; solamente
buscando nuevos yacimientos, me-jorando los factores de recobro delos existentes o comprando barrilesen otras latitudes somos capaces deaumentar nuestros inventarios, yeso solo se logra invirtiendo recur-sos en un negocio que es de inmen-sos riesgos.
Esos riesgos los debe asumir elespecialista, el que mejor los en-frenta, los conoce y los maneja, ysobre todo el que est dispuesto aperderlos; se debe evitar incorpo-
rar patrimonio pblico a esta acti-vidad, toda vez que el mismo debeinvertirse en proporcionar bienespblicos, en actividades que lejos
de representar riesgos generanenormes utilidades sociales, comola educacin, la salud, la justicia,la seguridad nacional, etc.; por eso,
la gestin petrolera debe hacerse apartir del patrimonio privado, y poreso se requiere un ambiente de in-versin que lo permita.
Ahora bien, como no somos losnicos que tenemos recursos petro-leros, pero adems como no somoslos que ms fcil los podemos explo-tar (prospectividad, infraestructura,seguridad, etc.) pues nos tenemosque diferenciar de quienes s los tie-nen en abundancia y con facilidadde explotacin, y eso significa que
debemos tener condiciones diferen-tes y, por supuesto, mejores en tr-minos fiscales que aquellos pasescontra los que competimos en laatraccin de esos recursos.
Vuelvo a las cifras para indicarque lo que hemos hecho ha dadoresultados concretos y positivos,por tanto, lo racional es cuidar laestabilidad de las reglas incorpora-das y continuar dando las sealescorrectas para mantener el ritmo deinversin que nos permita incorpo-
rar las reservas necesarias para au-mentar nuestro factor de reservassobre produccin y lograr de esamanera la seguridad energtica delargo plazo.
Pensemos en lo que hacen algu-nos pases en estos momentos; lleva-dos por un entusiasmo nacionalista acorto plazo cambian las condiciones,y generan una seal equivocada enla inversin; hoy, los adultos de esospases que desconocen estos simplesprincipios disfrutan de las promesas
incumplibles de sus lderes y al mis-mo tiempo les dan motivos a sus ni-os para seguir llorando, por variasgeneraciones.
En los ltimosaos, lasregalas se hanmultiplicado
por tres,tanto queya podemosaspirar arepartir lamermelada entoda la tostada
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Con el hallazgo hace 35 aos de Riohacha, Chuchupa y Ballenas,en La Guajira, floreci la industria del gas natural en Colombia.
Una llamaque no se apaga
El gas
Operaciones
de La Guajira
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L
a industria del gas en Co-lombia es joven, y por sucreciente dinamismo lepermiti al pas diversificar
su canasta energtica y entiempos crticos de abastecimientoatender en su totalidad la demandalocal colombiana, incluso durante elevento ms complejo, como fue elfenmeno del nio del ao 1998.
El pas cuenta con una capacidadinstalada para producir alrededor de1.200 millones de pies cbicos porda (MPCD). A 2010 se reportabanreservas totales que ascendan los7,1 Tera Pies Cbicos (TPC)1, y se es-tima que pueda atender la creciente
demanda nacional hasta 2018. DesdeLa Guajira, donde se encuentran loscampos de Chuchupa y Ballena, seproduce ms de la mitad del gas quese consume en Colombia.
Desde las tuberas de Ballenas,el gas viaja a lo largo y ancho delpas para llegar a seis millones dehogares usuarios de gas natural. Esun proceso de masificacin que hacambiado la vida de los colombia-nos, puesto que permiti aliviar elbolsillo de las familias, mejorar las
condiciones de vida y reemplazar elcocinol, responsable de miles de ac-cidentes y calamidades domsticasexplica Stephen Conner, CountryManager de Chevron Colombia.
Los inicios de esta industria seremontan a la dcada del 70, cuan-do arranc la bsqueda de un granyacimiento de hidrocarburos en LaGuajira. Con el descubrimiento delos campos Chuchupa, Riohacha yBallena, hace 35 aos, comenz enfirme el desarrollo de esta industria
del gas natural en el pas.
La bsqueda dehidrocarburosen La Guajira
Desde 1887 se tena conocimien-
to de que La Guajira albergaba uninmenso potencial de hidrocarburosy otros minerales. En ese ao el no-velista de espritu aventurero, JorgeIsaac, fue enviado por el presiden-te Rafael Nez para calcular lasriquezas de hidrocarburos del MarCaribe. En su expedicin, Isaac seadentr en La Guajira y concluyque en este rido territorio yacangrandes reservas de petrleo.
Casi un siglo despus, en 1967,diferentes compaas petroleras,
incluyendo a Texaco que hoy esChevron, presentaron a las auto-ridades solicitudes de concesinpara explorar en ese departamen-to. Las negociaciones con el Es-tado tardaron varios aos, ya quedurante la dcada del sesenta y delsetenta, el Gobierno colombianoapenas estaba definiendo las basesdel actual esquema petrolero decontratacin, explica Miguel n-gel Santiago, director de Respon-sabilidad Social de la Asociacin
Colombiana de Petrleo.Fue necesario esperar la expedi-
cin de la Ley 20 de 1969 para quelos tratos con el Gobierno tomaranun rumbo favorable a las necesida-des de exploracin de la poca. Laley reiter el derecho del Estadocolombiano sobre el subsuelo, peroadems deleg en Ecopetrol la fun-cin de celebrar contratos de asocia-cin para la exploracin y produc-cin de hidrocarburos.
Texaco y Ecopetrol firmaron un
contrato de asociacin para buscar
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petrleo en La Guajira. En 1972
Texaco lleg a Riohacha, capitaldel departamento. Enfrentando unterreno agreste, desconocido y ro-deado de mar, inici los primerostrabajos de exploracin muy cercadel corregimiento de El Pjaro, pue-blo de pescadores unido a Uriba yManaure.
Las primeras exploracionesLos arduos trabajos de adquisi-
cin ssmica en esta rida geografa
terminaron en diciembre de 1972.Despus de la interpretacin de losresultados, hecho a travs de regis-tros elctricos, el primer pozo fueperforado en abril de 1973. El pozo,bautizado Ballena 1, alcanz unaprofundidad de 6.950 pies, aproxi-madamente, pero sus primeraspruebas arrojaron resultados nega-tivos para hidrocarburos.
Texaco, que siempre se caracte-riz por su personalidad arriesgadaen el campo de la exploracin, opt
por continuar en la bsqueda delgran yacimiento de hidrocarburos.
Finalmente, los intentos poste-riores le permitieron a la compaa
confirmar la presencia de hidrocar-
buros, pero no el tipo que la empre-sa estaba buscando. Texaco iba trasun yacimiento de petrleo, pero seencontr con 9 millones de pies c-bicos diarios de gas. El campo, de-nominado Ballena, fue pionero de laexplotacin gasfera del pas y mar-c un hito en la historia energticade Colombia.
El descubrimientoms importante
La magnitud del descubrimien-to oblig a la empresa a tomar de-cisiones estratgicas. Fue as quedispuso explorar mar adentro, ac-tividad nica en aquella poca enColombia. La exploracin condujoal campo Chuchupa A, localizado a11 kilmetros de la Estacin Ballenay a 26 kilmetros de las playas deRiohacha.
La construccin de la plataformafue descrita como una operacin ti-tnica por Plinio Apuleyo Mendoza
en su libroHistoria de una epopeya:Requiri una gigantesca operacinde remolque durante ms de 30das, desde el Golfo de Mxico hasta
Chevron
exporta gasal oeste deVenezuelaa travs delGasoductoAntonioRicaurte, elcual tiene unalongitud de225 kilmetros
su punto de instalacin final. Esta
estructura metlica, con un pesosuperior a cuatro mil toneladas, seyergue sobre tres pilotes clavados auna profundidad de 50 metros des-de la superficie del mar.
Desde Chuchupa se extrae elgas que luego pasa a la EstacinBallena, en tierra firme, donde esdeshidratado. Desde all sale direc-tamente a los hogares de millonesde colombianos.
En la dcada del 70, el gas nocontaba con la importancia comer-
cial que tiene en la actualidad. Sinembargo, el Estado colombiano queera consciente de la relevancia es-tratgica que representaba en lacanasta energtica, incentiv a lascompaas para explotar este recur-so en convenio con Ecopetrol, ex-plica Stephen Conner de Chevron.
En 1974 se concretaron los con-tratos de asociacin entre Ecopetroly Texaco, empresas que compartenla explotacin de Ballena, Chuchupay Riohacha, aade Stephen Conner.
La inauguracin oficial de Chu-chupa A y Campo Ballenas, se reali-z en agosto de 1977, hace 35 aos.En ese entonces, Alfonso Lpez
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Michelsen pronunci emocionado
estas palabras: Yo creo que ha sidouna bendicin para Colombia haberencontrado estos pozos de gas.
Desde 1979 Chuchupa A est co-nectado por un gasoducto de 11 ki-lmetros de longitud con la EstacinBallena, suministrando una parte
significativa de la produccin totalde gas generada por Chevron paraColombia.
El crecimientodel campo Chuchupa
Fue tan grande el xito de Chu-chupa A que solamente hasta 1996fue necesario construir la segundaplataforma, Chuchupa B, frente a lapennsula de La Guajira, consolidan-do as el programa de masificacinde gas natural, y permitiendo moder-nizar la tecnologa de produccin enel pas, manifiesta Stephen Conner.
La estructura se fabric en losEstados Unidos y se mont sobrecuatro pilotes que se encuentran en-terrados a 88 metros del lecho mari-
no. Desde all parte un gasoducto de11 kilmetros que llega a la EstacinBallena, sobre la costa, epicentro dela recoleccin y despacho del gasque se produce en La Guajira; enla actualidad, las facilidades de pro-duccin de hidrocarburos en altamarque Chevron opera en La Guajira sonlas nicas de su tipo en el pas3.
Han pasado 35 aos y hoy, gra-cias a Chevron, el gas natural ha te-nido un gran y positivo impacto enla economa regional y nacional,
afirma Patricia Serrano, gerente deAsuntos Corporativos de ChevronColombia.
Adicionalmente, Chevron exportagas al oeste de Venezuela a travsdel Gasoducto Antonio Ricaurte, elcual tiene una longitud de 225 kil-
metros desde la Estacin Ballena enel departamento de La Guajira hastaMaracaibo.
Desde el inicio de sus operacionesen este departamento, Chevron hapagado miles de millones de pesosen regalas e impuestos a La Guaji-
ra y a Colombia, beneficiando a losgobiernos regionales y nacionales.
El desarrollo de la industria delgas natural ha significado un posi-tivo impacto, promoviendo el uso dealternativas energticas eficientespara la movilizacin de aproxima-damente trescientos mil vehculos,generando electricidad, proveyendoenerga para millones de familiascolombianas e impulsando a ungran sector de la industria nacional,generando as desarrollo y progreso
para el pas.
35 AOSHan pasado 35 aos y hoy, graciasa Chevron, el gas natural ha tenidoun gran y positivo impacto en laeconoma regional y nacional, afirmaPatricia Serrano, gerente de Asuntos
Corporativos de Chevron Colombia.
1 Las reservas totales incluyen reservas probadas, probables y posibles, deacuerdo con la clasificacin de reservas adoptadas por la Agencia Nacional deHidrocarburos en la reglamentacin vigente sobre el tema.
2 Texaco (1991). Historia de una epopeya. Bogot: Texaco. Pg. 95.
3 Informacin suministrada por Chevron Colombia.
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LA MAGIADE LA GUAJIRA
A mediados de los 70 Colombia se convirti en importadorde petrleo, despus de casi medio siglo de exportacionescontinuas bajo el antiguo sistema de concesin. Decmo fue el trnsito a travs de ese difcil proceso y laimportancia que desempe el gas de La Guajira en elmismo, es el tema de este artculo.
Algunos antecedentes
E
n el ao de 1970, la produc-cin petrolera de Colombia
lleg al mximo nivel hastaesa fecha, y alcanz la cifrade 218.000 barriles por da.
De ah en adelante la produccincomenz a desplomarse con celeri-dad, hasta que en 1979 alcanz elmnimo histrico de 123.000 barri-les por da .
El pas tuvo que enfrentarse a unasituacin muy grave, no slo desdeel mbito estrictamente petrolero, alno contar con crudo suficiente paraoperar sus dos refineras principa-
les, sino tambin desde el punto devista macroeconmico por cuantoera necesario prescindir de los re-cursos que generaban las exporta-ciones petroleras y adems asumirla muy pesada carga de importarpetrleo desde la mitad de los 70, enun entorno nacional e internacionalcomplejo y difcil.
Se debe recordar que la economacolombiana avanzaba lentamenteen su proceso de industrializacin,enmarcado en el concepto del cre-
cimiento hacia adentro, muy demoda por esos aos e inspirado enlos postulados de la CEPAL. Nos en-contrbamos lejos de los esquemasde apertura econmica y no tena-mos una industria tan diversificadae internacionalizada como ocurreahora, por lo que los principales re-cursos en moneda externa con quecontaba el pas eran los reintegrosde las exportaciones cafeteras y depetrleo. Adems, as la produccinpetrolera nacional estuviera en ca-
da libre, era necesario mantener lasexportaciones, ya que tal condicinestaba pactada en los antiguos con-tratos de concesin.
El entorno mundialA nivel internacional el mundo
petrolero haba cambiado sustan-cialmente, en particular en las re-
laciones entre los pases dueosdel recurso y las grandes compa-as internacionales. Al terminarla Segunda Guerra Mundial, el pe-trleo ya haba adquirido un valorgeopoltico y estratgico que no sereflejaba, al decir de los pases pro-ductores, en el precio que las gran-des compaas reconocan por esterecurso. En septiembre de 1960, secre la OPEP con el propsito degenerar una capacidad de respues-ta que les permitiera a los pases
productores las herramientas paraadelantar negociaciones de precioscon mejor soporte y lograr superio-res resultados. Por esos aos, me-diados de los 60, el precio del barrilde petrleo estaba entre los 2 y 3dlares por barril.
Aos despus ocurrieron doshechos que cambiaron de maneraimportante las relaciones entre pro-ductores y grandes compradores decrudo. Por el mes de septiembre de1969, el Coronel Gadaffi asumi el
poder en Libia y de inmediato inicinegociaciones con las grandes com-paas a fin de mejorar el precio delcrudo libio; y por otra parte, en elao de 1973, ocurri la denomina-da Crisis Energtica con el embargopetrolero a los pases occidentales,lo que dispar los precios interna-cionales a 14 USD/Bl en 1975 ypor encima de USD 30 por barril alfinalizar la dcada de los 70. Colom-bia pas de exportar crudo baratoa importarlo a altos precios, lo que
constituy un desafo de enormesproporciones para las finanzas p-blicas nacionales y el entorno ma-croeconmico del pas.
El gas de La GuajiraLa mayor prioridad de las auto-
ridades energticas nacionales era,por obvias razones, la de incremen-tar la actividad exploratoria con elfin de propiciar nuevos hallazgos yde esa manera reducir o eliminar loscostos de la factura petrolera quetodos los colombianos habamos co-menzado a pagar desde el inicio delas importaciones de petrleo. Comoun paso crucial en esa direccin, enel ao de 1969, el Congreso de laRepblica aprob la Ley 20 median-te la cual se institucionaliz la figu-
ra de la Asociacin Petrolera.Las nuevas exploraciones que se
emprendieron en esa poca eran se-guidas con gran expectativa y cier-tamente el inicio de la exploracinen el Campo Guajira no fue la ex-cepcin. Por eso, cuando a mediadosde 1973, los tcnicos de la TEXACOconfirmaron el descubrimiento deun gran campo de gas natural enel marco del contrato de AsociacinGuajira, no fue posible ocultar lafrustracin que produjo la noticia,
considerando que el objetivo de laexploracin era encontrar hidrocar-
Lo cierto eraque el pas
estaba frente aldescubrimientode gas naturalms importanteen toda suhistoria
Luis Augusto YepesConsultor en Petrleo y Gas
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buros lquidos y no gas natural. Se-
gn el Vicepresidente de TEXACOde la poca, la noticia era peor quesi el pozo hubiera resultado seco.
Lo cierto era que el pas estabafrente al descubrimiento de gas natu-ral ms importante en toda su histo-ria. Era necesario, por consiguiente,aprovechar al mximo esa nuevariqueza y encontrar mecanismos co-merciales que permitieran el desarro-llo del campo y as ayudar a pagar loscostos crecientes de la factura de im-portacin petrolera. Y para esos pro-
psitos, el gas natural de La Guajirase convirti en la tabla de salvacin.Hasta ese entonces, las industrias dela Costa Atlntica consuman fuel oil,un producto pesado de la refinacinpetrolera. A mediados de los aos 60,el gas natural haba comenzado a en-trar en los mercados de la Costa At-lntica, desde los campos de Cicucoy El Difcil, los cuales atendan la ciu-dad de Barranquilla. Lo mismo ocu-rra con el gas de los campos de Jobo-Tabln, en los lmites entre Crdoba y
Sucre, que comenz a fluir hacia Car-tagena a travs del gasoducto de SanAndrs Development Company, paraatender los consumos de las instala-
ciones de Amocar y la Refinera de
Intercol. Sin embargo, el agotamientode dichas reservas, no permita abrirnuevos mercados y pona en duda elabastecimiento de los ya existentes.Con el descubrimiento del gas de LaGuajira se plante la utilizacin ma-siva del gas natural en las industriasy plantas termoelctricas en lugar delfuel oil, para destinar este recurso ala exportacin de tal manera que losingresos as generados, permitieranpagar parcialmente los costos delcrudo importado. Como se deca en la
poca, no tenemos naranjas, pero stenemos limones.
A fin de asegurar que el gas natu-ral producido dentro del contrato deAsociacin Guajira llegara a los mer-cados de la Costa Atlntica, se pusoen marcha la ms ambiciosa estrate-gia de participacin pblico-privada,con varias acciones fundamentales.En primer lugar, era necesaria laconstruccin del gran gasoductoentre Ballena y Cartagena, paralo cual se constituy la sociedad
PROMIGAS, en la cual, adems deECOPETROL, participaron como so-cios iniciales compaas como CO-FINORTE, PROTEXA constructora
del gasoducto, LA CORPORACIN
FINANCIERA COLOMBIANA y LACORPORACIN FINANCIERA IN-TERNACIONAL - IFC, entre otros.
Para completar la cadena del gasnatural fue necesario el apoyo deun esquema de distribucin, para locual se aprovech la experiencia deGases del Caribe y Surtigas, empre-sas creadas p