EDITORIAL
Un medio de comunicación debe hacerse común en las expresiones, vincular un fondo que va más allá de una experiencia o lamento individual. El pensamiento nunca retrocede. Nosotros sólo podemos ser intermediarios, a lo más intérpretes, medios de una problemática mayor abierta en el compromiso radical de cada existencia con la existencia. El pensamiento debe explorar distintas sendas, y es preciso que haya quienes bajen al sin-fondo, para describir, para denunciar, crear y fecundar el anhelo venidero de una unidad que profundice la tarea. Habrá que seguir renunciando muchas veces por mor de lo otro, en vista de lo único importante que hoy puede arrebatarnos: la lucha del pensamiento.
Bajo o entorno a la imagen conceptual de ‘Desierto’, sólo se puede invitar a declarar la acción pensadora, que está en el centro de la creatividad. Hay que pensar nuestro vínculo, y es una propuesta necesariamente histórica que se concierta en el legado y en las fuentes: el Nihilismo y la muerte de Dios; así como en el replanteamiento de cuestiones como: la intemperie radical de la existencia, la ilusoriedad de los valores, el destierro de lo originario, el desecamiento de la percepción, el retiro del horizonte, el alzamiento de la insurrección, nuestro aplazamiento y nuestra crudeza.
Frente al Ser-vil y al servil oficialismo, la cultura emprende la lucha más descarnizada: la lucha del quiebre de su aislamiento, la lucha de la defensa de su unidad en medio de la decisión irreversible del campo histórico en que se agrava el tiempo en la existencia. Ya no hay nada ajeno en lo extranjero o en lo común. La vida es poética por naturaleza. Volvemos a decir más cortopunzantemente lo ya dicho: “en poema habita el hombre”. Si no se ha entendido esto desde el comienzo, no hemos dejado de hablar desde un vacío academismo: el que se nutre de la ignorancia tanto como del polvo. Toda presunta elite debe caer.
El poder cae del usufructo. Que se abra la exploración de las sendas. Que broten los arroyos desde los ojos. La lejanía vendrá en lo cercano, y el equívoco absoluto se instalará en la voz en medio de la noche que no avanza, apagando la orientación, disparando al aire los sentidos que, ahora, volverán a esperar.
Rodrigo Möller Zamorano
Recuerdos del Fin
Ali Agca exige la renuncia del Papa
En una insólita conferencia de prensa, el turco, Mehmet Ali Agca, asesino frustrado de Juan Pablo II, pidió que el Papa Benedicto XVI dimita por los escándalos de pedofilía en que está sumida la Iglesia Católica, en su primera conferencia de prensa desde que salió de la cárcel.
“ N o q u i e r o q u e s e a detenido, quiero que dimita y que en su lugar se elija a un cardenal italiano o lat inoamericano”, di jo Agca.
Por otra parte, el cardenal de Aust r ia , Chr is toph Schoenborn, dijo en una entrevista que el Papa
Benedicto XVI trató de investigar los casos de abusos de la Iglesia Católica pero sus intentos fueron detenidos por su antecesor Juan Pablo II.
En el Vaticano, Benedicto XVI resaltó ayer la figura de Juan Pablo II en la misa funeral del quinto aniversario de su fallecimiento, del que dijo que proclamó el derecho con firmeza, sin debilidad ni titubeo. º AGENCIAS
El Cristo Eterno
Así se define el asesino frustrado y como el “servidor supremo y universal de Dios”. Como si fuera poco anunció el fin del mundo.
>“De aquí al fin de este siglo, todos los seres humanos morirán”, dijo Agca.>Fue liberado el 18 de enero del presente año. En
2006, médicos militares le diagnosticaron “trastornos avanzados de la personalidad”.>Estuvo preso 30 años por dispararle al Papa Juan
Pablo II el 13 de mayo de 1981 en la Plaza San Pedro de Roma.>El móvil de su ataque permanece en el misterio.
EXTRA: “Hubiera amado, por la eternidad, al
Papa si al visitar a su malogrado homicida hubiese
tomado el lugar de éste en prisión, ya que es de su
exclusiva responsabilidad el que alguien frague
asesinarle” (Rodrigo Möller, Revista Desierto nº
2, septiembre 1996, pág. 10)
El planeta está sacudiéndose a sí mismo.
Del l ibro “Inspiración Vis ionaria . La
canalización y sus mensajes para el presente y
futuro”. Editado por Alejandro Celis.
Paul Lowe. Místico y Canalizador.
(…) Lo que estaba buscando continuamente era, “¿Cuál es el punto máximo de mi ser en este momento? Lo que sea que esté haciendo, ¿Cuál es mi potencial máximo?”. Cuando me transformé en un facilitador de grupos, observaba formas de transformarme en uno mejor. Si ayudaba a la gente, cómo ayudarla más. Busqué en todas las formas posibles, pero solo encontré a una persona que realmente “lo” tenía. Era J.Krishnamurti. Leí a Gurdjieff, me sintonicé con el Buda y algunos de los maestros Zen, y tuve la sensación de que estas personas habían desarrollado un determinado nivel de algo. Pensé que si eso era posible para esas personas, también lo era para mí. Deseaba estar allí también.
Entonces llegó un punto en que simplemente no ha l lé la forma de segui r desarrollándome. No importaba cuánto tiempo seguía sentado medi tando , o qué asanas pract icaba , o qué mantra utilizaba: alcanzaba un estado determinado y no llegaba más allá. El éxtasis llegaba por un
rato, pero no se quedaba. Conocía el estado, pero no parecía pertenecerme. Llegaba y se iba cuando lo deseaba. Con frecuencia aparecía cuando conducía un grupo o enseñaba de un modo u otro, pero luego se iba.
Así que me rendí. Lo que dije fue, “He buscado por todas partes. Lo he intentado todo, y no está ocurriendo”.
Y entonces ocurrió.No fue nada dramático o excitante. Fue muy común y corriente. Todo siguió siendo exactamente igual y, al mismo tiempo, parecía enteramente diferente. No hubo Kundalini ni estrellas. Era solo un saber. Me di cuenta de que la realización de sí mismo no existe, pues no hay un “sí mismo”. Vi que todo era una sola cosa, vi que el nacimiento y la muerte no existen. El cuerpo nace, el cuerpo muere. Aquello –como sea que lo llamemos- solo es. Siempre ha estado allí y siempre lo estará. También vi que el
planeta Tierra es un lugar estupendo, y también terrible. Es uno de los lugares más libres del cosmos. Eres libre de ser tan destructivo como quieras, y también de alcanzar muy altos niveles de vibración. La mayoría de las dimensiones de vibración tiene límites, pero no ésta.
Comencé a ver a través de los velos que habitualmente tenemos. Mi sentimentalismo y mi condicionamiento desaparecieron.
Todo lo que te dice la Iglesia o la ciencia es una mentira. Todo lo que Buda y Cristo te han dicho es una mentira: no es la verdad. La verdad no puede ser dicha. Debe ser una realización; y cuando ocurra, nunca la sabrás a nivel intelectual. Pero cuando dejas de ser “tu”, el saber estará allí. (…)(…) Hemos ahora alcanzado la etapa de la transformación. Es por eso que hemos tenido tantos
seres ascendidos en este planeta, tanto en un cuerpo como incorpóreos. Es por eso que vienen aquí personas de otras dimensiones y planetas. Vienen con mucha cautela, pues no tienen mayores deseos de ser baleados, crucificados o colgados como ha ocur r ido en e l pasado ; as í que v ienen cautelosamente, y se salen del medio tan pronto como se presentan problemas. En el pasado, Sócrates fue envenenado, Jesús crucificado y Mansur cortado en pedazos –y todo porque todo el mundo estaba tan interesado en su propia supervivencia-. Aún se intenta que la vida funcione, y se han olvidado que este planeta es un lugar para experimentar. Estás intentando lograr que tu relación de pareja funcione, o tu trabajo funcione o tu medio ambiente funcione, y eso no ocurrirá. No fue diseñado así. Fue diseñado para mantenerte inquieto.
Si no te mantienes en la búsqueda, de vez en cuando la vida viene y te lo recuerda. Para comenzar, te toca el hombro y te dice, “Ya has terminado aquí. Tienes todo lo que necesitas de esta situación. Es tiempo de seguir tu camino”. Y si no escuchas, los avisos se pondrán más rotundos. Tienes un accidente automovilístico o descubres que tienes cáncer. Si te aferras lo suficiente a los viejos patrones, recibes el mensaje final: la muerte del cuerpo. En el momento en que esto ocurre, ves todo con entera claridad. Ves que nuevamente has errado el punto, y tendrás que regresar a repetir todo de nuevo.
La posibilidad que ahora existe en el planeta Tierra es la de dar un salto, pues el planeta va a modificar su nivel vibratorio. Ya lo está cambiando, y muchas personas están sintiendo eso. La gente está teniendo experiencias que les están mostrando que el mundo, tal como le han conocido, está muriendo, y que algo está renaciendo de él. Así que muchos de los niños que nacen en este tiempo son genios. Cuando digo “genio”, no me refiero a un súper ser humano, sino a otra raza de persona. Muchos de estos jóvenes están visitando otra dimensión. (…)(…)Entre nosotros hay personas que no hablan mucho: pero algo puede cambiar enteramente en ti cuando miras en sus ojos. Están vibrando en otro nivel. Los saltos cuánticos han ocurrido muchas veces en este planeta. Aquí ha habido especies que se han desarrollado y desarrollado, y ha surgido luego una especie enteramente nueva –sin conexión
con la anterior, solo un salto cuántico a un nuevo nivel-. Y ahora se aproxima al planeta otro de esos niveles. El salto puede ocurrir en tu interior, pues el nuevo nivel de vibración que está ocurriéndole al planeta está presente allí. El motivo por el cual no se ha manifestado es que estás aun aferrándote al antiguo nivel de vibración.
El planeta está sacudiéndose a sí mismo. Es por eso que estamos teniendo más terremotos y alteraciones. Es por eso que hay gente rociando niños con balas y colocando bombas en aviones. Eso nos dice, “No pueden seguir así”. La situación financiera del mundo, la ecología: todo está al borde de la crisis, y el mensaje es, “Debes comenzar a soltar lo antiguo”.
Tu percepción de la realidad va a transmutarse, a comenzar a esfumarse. Lo que ves como la realidad va a dejar de verse tan real o sólido. La oportunidad que se presenta en este momento es la de dejar ir tu subdesarrollada forma de ver las cosas. La destrucción que ocurre ahora en el planeta tiene su origen en cada uno de ustedes. No son más responsables los Gobiernos, los políticos, los fabricantes de productos químicos o las compañías petroleras que tú mismo. Lo que está ocurriendo allá afuera es un reflejo de tu actitud para contigo mismo. Mientras aun sigas en contra tuya de algún modo, mientras estés dicotomizado y juzgues a una parte de ti como mejor que otra, el conflicto seguirá existiendo en el planeta. Hay una lucha allá afuera, pero la lucha es un reflejo de tu lucha interna.Hay un dicho de los Beduinos que dice:
Yo en contra de mi hermano.
Mi hermano y yo en contra de
mi padre.
Nosotros tres en contra de la
familia.
La familia contra el clan.
El clan en contra del país.
El país en contra del mundo.
Y eso está ocurriendo en todo este planeta. No se trata solo de los Beduinos. Sin embargo, al dicho le falta la primera frase, y la más importante:
Yo en contra de mí mismo. *
Encuentro con un hombre notable
por Claudio Villablanca I.
Lo propiamente humano consiste en dudar, en cuestionar y preguntarse, siempre ha sido así y así seguirá siendo. Los largos años de cienticifismo han logrado que nuestra naturaleza sea la de la
desconfianza y la incertidumbre. Existen verdades ocultas para el hombre y ellas se encuentran en el techo del mundo, en lo que los antiguos llamaban bóveda celeste, nuestra coraza protectora frente a tantas invasiones electromagnéticas del espacio exterior e interior.
Quisimos escudriñar en el campo de los estudios astrológicos para responder a una de las preguntas más recurrentes de estos tiempos: ¿Qué sucederá el año 2012? A menos de un año de los sucesos que parecen inminentes e inevitables para la humanidad, entrevistamos a Karoly Apariccio, astrólogo, cosmobiólogo e Ingeniero en minas.
Le conocí hace casi 15 años, siendo yo un joven estudiante de cine que junto a un grupo de compañeros pretendíamos hacer un documental sobre el fin del mundo basados en la profecías de Michelle de Nostradamus y diversas teorías apocalípticas en torno al año 2000. Apariccio, hombre de larga trayectoria en los estudios astrales, me recibió gratamente igual que antes, con un aura mística y sabia. Fue toda una experiencia conversar con él después de tantos años.
A modo de resumen podríamos establecer que durante el 2012 se producirá un gran cambio civilizatorio producto de enormes cataclismos y fenómenos climáticos que afectarán a la tierra.
Todo sería parte de un proceso que comenzó precisamente en nuestro país con el gran terremoto del 27 de febrero del 2010.
“Comencé a estudiar las tradiciones Mayas hace más de 15 años junto a un grupo de interesados en el tema. Los Mayas fueron un pueblo admirable con bas tos conocimientos as t ronómicos desarrollados durante siglos. Hay que partir señalando que ellos crearon un candelario de 13 meses con 28 días cada uno”.
“Los mayas confeccionaron un calendario exacto en base al tránsito de 13 lunas que crea 13 meses de 18 días cada uno dejando un día libre que es el 25 de julio y que corresponde con el día de transición de un lado a otro. Dicho calendario está fechado hasta el año 2012 en que se cumple un gran ciclo astronómico y astrofísico de 430 mil millones de años llamado Maha-yuga que comenzó con la extinción de los dinosaurios. Por ese entonces se produjo un gran desplazamiento de las placas continentales separando al sub continente sudamericano de la cara occidental de África. La teoría actual es que la placa de Nazca (que es el
antiguo continente de la Lemuria hundido bajo el fondo del mar) va a sumergirse totalmente por debajo de la placa continental. Esto provocaría que América se levante de
tal forma que quedaría sobre África desapareciendo ésta última. Esto llevaría, por dar un ejemplo, a que la ciudad de Buenos Aires, hoy cercana al mar, quede en medio del continente africano. Por cierto, gran parte de las ciudades costeras del continente americano se hundirían en el fondo marino producto del mismo desplazamiento de la placa de Nazca”.
po
En esos momentos reaccioné nervioso e incrédulo frente a tales afirmaciones. No podía creer en un descalabro tan inconmensurablemente terrorífico. Entonces buscando algún alivio pregunto a Karoly: ¿pero esto tardaría muchos años, millones tal vez?.
- No para nada, todo en el año 2012 -.
Más desconcertado quedé entonces. Bebí un sorbo de café y tomé una galleta….Al ver mi rostro Karoly me dice: “ Es lo que se teoriza, lo que indican las cartas astrales, por supuesto yo no quiero que pase nada de eso”.
- Ahora, la costa chilena por ser tan angosta desaparece ya que al caer la placa de Nazca se lleva todo. Yo calculo que el mar quedaría a la altura de Calera, vale decir quedaría tierra firme de la cordillera de la costa hacia los valles. La mitad de Perú y ecuador desaparecerían, la mitad de México, todo Centroamérica y California.
¡Ufff!, esto suena demasiado catastrófico, ni la más mega producción hollywoodense podría reproducir semejante destrucción…
“Todos estos movimientos producirán la activación de gran parte de los volcanes inactivos y en actividad dentro de lo que conoce como el cordón de fuego del
pacifico. Hay que considerar que existen 7 a 9 volcanes cercanos a la región metropolitana que podrían “despertar”, provocando una situación tal que Santiago estaría cercado por dos fuegos: Uno por el lado del mar y el otro desde la cordillera”.
“Quien provoca los eventos sísmicos es la luna ya que es el cuerpo más cercano a la tierra y su fuerza de gravedad al alinearse con el resto de los planetas del sistema solar crea una fuerza gravitacional tal contra la atracción gravitacional del planeta que desbarajusta nuestro precario equilibrio” .
Karoly me enseña sus proyecciones realizadas en cartas astrales. Veo fechas: 5 de enero del 2012, 30 de enero, 27 de febrero…parece atemorizante. Karoly habla con una firmeza que asusta. De pronto le pregunto algo que me rondaba desde el principio de nuestro encuentro.
- ¿y dígame…el terremoto del 27 de febrero también estaba calculado en sus registros?
- Por supuesto…Una semana antes del sismo fui hasta la casa de Miguel Juan Sebastián Piñera (es cierto, ¡tiene 3 nombres) para entregarle los antecedentes que tenía junto con una entrevista que le realice el año 1997 para un programa de TV. Dejé todo con una nana, lamentablemente creo que nada llego a sus manos.
Intento comprobar la información recabada para la entrevista. Le pregunto por otras fechas sugeridas en las profecías Mayas: 25 de julio, 22 diciembre. Y recibo como respuesta la rectificación de aquello. Karoly señala que el 25 de Julio será un día de gran convulsión, así como también los días 28 y 30 de diciembre. A ello se sumarían los primeros días de enero. O sea el 2012 comenzará movido desde los primeros días. Vuelve a mostrar sus mapas astrales y me explica detalles tales como: “la cuadratura de Júpiter con ascendente en acuario produce ángulos negativos, o la Luna en oposición con saturno forman un ángulo recto con respecto al Sol y la Tierra…” Tanta información me marea y acongoja más.
Tomo fotografías de las cartas astrales. Hojeo las documentos. Observo tratando de entender algo. Me siento agotado y me pongo de pie para observar las estrellas desde el balcón del departamento.
“En ésta conversación sólo hemos hablado de las predicciones mayas, y usted debe saber que existen otras predicciones como la china y es por ello que construyeron la gran muralla, no por razones militares, sino de supervivencia frente a lo que iba a acontecer. También figura la tradición israelita que va en el año 5771. Lo interesante de todo esto es que prácticamente todas las grandes tradiciones del mundo coinciden en un mismo año como fecha de término de un gran ciclo…el año 2012…”
He quedado impactado frente a tantos datos, frente a tantas fechas y pronósticos. Por otra parte siento una cierta calma al recibir consejos de Karoly. Vivir en armonía, comulgar con el universo,
conceptos manoseados por la cultura de lo new age, pero que al oírlos de un hombre tan sorprendente no dejan de darme vueltas y vueltas tal como los astros celestiales que nos guían y protegen más allá de nuestras conciencias.
No puedo dejar de preguntarme como puede vivir tranquilo sabiendo lo que sabe, manejando los antecedentes del fin, del principio del fin. Karoly es un hombre mayor, tercera edad ciertamente, sin embargo se le ve feliz y optimista con hijos pequeños por criar y la certeza de saber que vivir en forma justa y cristiana es lo único que nos podrá salvar del abismo cuando lleguen aquellos días del 2012.
Carta astral 25 diciembre 2012
Karoly Apariccio
Astrólogo / Cosmobiólogo
Es la etapa en que se comienzan a presenciar ciertos indicios del fin. La antesala del fin es la celda en la que se emiten relatos críticos sobre la cultura y la sociedad. Se diferencia de su etapa posterior en mantener, de cierta forma, un espíritu moderno en que el fin es evitable; aquí habita la utopía.
Escatología de sobremesa
I
Escatología de sobremesa
Fin del mundo
El día del !n del mundoserá limpio y ordenadocomo el cuaderno del mejor alumno.El borracho del pueblodormirá en una zanja,el tren expreso pasarásin detenerse en la estación,y la banda del Regimientoensayará in!nitamentela marcha que toca hace veinte años en la plaza.Sólo que algunos niñosdejarán sus volantines enredadosen los alambres telefónicos,para volver llorando a sus casassin saber qué decir a sus madresy yo grabaré mis inicialesen la corteza de un tilopensando que eso no sirve para nada.
Los evangélicos saldrán a las esquinasa cantar sus himnos de costumbre.La anciana loca paseará con su quitasol.Y yo diré: “El mundo no puede terminarporque las palomas y los gorrionessiguen peleando por la avena en el patio”.
Jorge Teillier
Escatología de sobremesa
En este sentido puede hablarse de lo lárico teillieriano como una poesía genealógica que salva la paradoja entre la aparente ahistoricidad del mito y la historicidad concreta de la existencia humana, una realidad impregnada de trasfondos arquetípicos, que posibilitan al lenguaje trans!gurar la anécdota en mito . La instalación del poeta en la patria de su infancia, en el universo mítico de los ancestros, se cumple mediante las coordenadas espaciales del viaje, en un caso en ferrocarril desde la capital al pueblo sureño natal y en otro mediante el retorno poético al dominio perdido del sujeto, la infancia tutelada por sus antepasados.
«La muerteesa manzana llevada por la brujaahora golpea los murossin dejarnos dormirLa muerte será una hoguera juntoa la cual nos agruparemosQuizás alguna vez he muerto. Y era otroTodos seguimos alguna vez nuestro cortejoy hemos resucitado tantas vecesen el moscardón que ronda las casas. Así, desde los primeros inmigrantes colonizadores de la frontera, van compareciendo los seres y los objetos que poblaron ese dominio perdido de la aldea con sus generaciones y sus pequeños acontecimientos locales (juegos, amoríos, festejos, vendimias, paseos, etc.), que descuellan únicamente por contraste con la cíclica repetición de siembras y cosechas que acontece según el imperecedero orden agrario.
En Chile la palabra «agrario» no puede sino remitir al proyecto utópico-socialista que el gobierno de Salvador Allende intentó implementar —la reforma agraria pero curiosamente, en la obra de Teillier no encontramos referencias de orden político. Su inspiración —de carácter no ideológico— ligada más bien a experiencias universales de la naturaleza, la infancia y la muerte; el carácter «arcaico» del poeta como sobreviviente de un paraíso perdido, como testigo visionario —hoy forzosamente marginal— de esa edad dorada de lo humano, y como «guardián del mito y de la imagen hasta que lleguen tiempos mejores», evoca más bien a Hölderlin y a cierto clima neorromántico propio del in"ujo telúrico de Georg Tralkl. Los lares de Teillier, la Frontera en cuestión parecen ser una transposición de mundos eslavos y germánicos sobre la experiencia nativa del sur de Chile. En relación con lo anterior, la investigadora Carolyne Wright en «In Order to Talk with the Dead: Selected Poems of Jorge Teillier» señala que a diferencia de otros poetas latinoamericanos, en la obra de Jorge Teillier hay una curiosa e interesante ausencia de tópicos políticos. La violencia sobre el históricamente (re)fundado mundo de La Frontera —los con"ictos con las comunidades indígenas que habitaban esas tierras y que fueron relegadas a territorios marginales, sintomáticamente llamados reducciones, de manera análoga a la reducción de los restos humanos en las tumbas, para hacer lugar a otros— no aparece en la poesía de Teillier.
Es así como el dominio de la poesía es el de
Escatología de sobremesa
Esta ausencia no puede atribuirse a un descuido del poeta —que era profesor de historia—, sino a una condición poéticamente necesaria para hacer posible y verosímil el ensueño de una comunidad en que estén conciliados la naturaleza y la cultura, el pasado y el presente, el hombre y su prójimo. Las preocupaciones políticas y sociales con las que se han comprometido tantos escritores, no juegan, pues, en Teillier un papel relevante. Aunque «Retrato de mi padre, militante comunista» revela la a!nidad de Teillier con el ideal revolucionario, él ha aclarado explícitamente que su poesía no ha de ser plataforma para polémicas ideológicas (sintomáticamente, aún en «Retrato» describe la utopía revolucionaria de su padre en términos bucólicos). En el prólogo a Muertes y maravillas, que constituye su ideario poético, escribe: «... a mí me parece que la poesía no puede estar subordinada a ideología alguna... Ninguna poesía ha calmado el hambre o remediado una injusticia social, pero su belleza puede ayudar a sobrevivir contra todas las miserias». Pese a todo, en su crítica a la modernidad —Teillier— rechaza las valoraciones de la sociedad capitalista y sus consecuencias —el exacerbado consumismo y la desigualdad social— y propone excluirse de la vida ciudadana o, más bien, convertirse en «poeta residente» en la Provincia, en «comunidades» que, en su caso, a!rman una forma de vida generosa y de aldea.
Poesía, naturaleza e historicidad.
Los poetas son fundadores del ser; son, por lo mismo, los depositarios de los mitos fundacionales de un linaje, de una familia y más tarde de un pueblo, son los únicos capaces de revelarnos el origen y la esencia en cuya pérdida andamos arrojados en una existencia que nos vela su manifestación. La poesía es el nombrar fundacional del ser y de la esencia de todas las cosas, un decir por el cual sale a lo abierto por primera vez todo aquello con lo cual luego tratamos en el lenguaje cotidiano. Por eso la poesía nunca toma el lenguaje como una materia prima preexistente, sino que es la poesía misma la que posibilita el lenguaje. La poesía es fundación del ser por la palabra. La poesía es el lenguaje prístino de un pueblo histórico. Un pueblo al que el poeta, como sobreviviente de un paraíso perdido, quisiera regresar, como testigo visionario —hoy forzosamente marginal— de esa edad dorada de lo humano. El mundo del verdadero arraigo, donde «la jornada de trabajo en el molino y el lugar de residencia del campesino reciben el saludo (…) Donde el molino prepara el grano que sirve para la preparación del pan» . En atención al pan piensa el poeta en ese lugar de trabajo; el lugar del trato cotidiano con las cosas, donde acontece el cuidado de lo humano. Es así como el dominio de la poesía es el de las palabras fundacionales de lo humano, palabras que preservan una forma de vida. La poesía es, pues, una ocupación.
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La tarde vieja
Llueve en la ventana de la Chica que va arriba de la micro llena del olor a derbi y nescafé que se pasa y gotea por entre las latas remando por Santa Rosa ella respira sobre la ventana empañá yo soy un viejo curao que patea el suelo que apura al chofer que tirita macho por la puerta abierta yo trabajo para terminar muriendo solo con la tele prendía y la cara en el suelo grito porque sé que estoi escondío y que la Chica me escucha mojá como si siempre hubiera estado llorando.-
en “Compro !erro” de Juan Carreño
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Escatología de sobremesa
Sin titulo
Llego a una pieza que arriendo por el diarioTodo parece normal, pero ¿puedo sorprenderme con mis predicciones?La posibilidad de un incesto dentro de la familia me fascinay me aterraLa hija semi-desnuda sobre un pu! con las piernas abiertasEl padre la penetra sujetándola de los tobillos. Sabe que lo observan…acaba en su hijasu semen chorrea por las nalgasLa madre que ha entrado por la puerta permanece observando laescena…No tiene temor a sus visitas pues son continuasLa manosea en múltiples ocasionesde esto nace un hijo: " el castigado"El shock ha hecho congelar las acciones del padre. Buscan a un terceropara "gurar y lo consiguen.Yo soy ahora el que recibe las visitas del padre. De esto nace un hijo…Lo he ocultado por meses pero ya no puedo seguir. Ha crecido y deboarrancar para protegerlo…La pieza tiene su olor y el padre y su familia han notado que oculto algoEn la noche decido huir y lo tomo en una frazaday salgo sin saber a donde ir…El terror se apodera de mi…Decido refugiarme en la casa de Pablo. Sé que ahí podré quedarme untiempo. Sé que ellos no dejarán que esto quede así…Mi hijo crece con rapidez, todo está en calma por el momento.
Sebastián Ibáñez Saavedra
ISABEL RAMOS
Se te fue la noche contra las puertas de la casael animal que elegiste decidió morir sobre tus huesos
Ahora comes el arroz blanco de las hechiceríasla presa muerta que destripan dioses infantiles
Si fueses hombre hablarías en mi entierro, Isabelandarías, por ahí, clavando cruces y robando el oroa las avispas
Y no hay libros / un solo barco partecon tus pocas pertenencias
Si fueses hombre, IsabelNo velaría este cajón mudo o echaría al martus candelabrosVendría a recogerlos peces muertos del estanque
Hoy ocupas el lugar de las esposas maldecidasesas que se obran o esculpen en su carala angustia de las piedras
Vete ya, Isabel: Los cuervos han pasadosin sonajas ni plegarias.
César Cabello Salazar
Escatología de sobremesa
Sicobilis
por: Hugo Morales
Dijo que buceara cada nota, nubes y planificaciones. Fragmentos vivos repartidos como hilachas de una masa rayada. Intenté sostener un vértigo, el conjuro -No te oirás-Cerraba los ojos pensando en mi deshecho, los brotes adhiriéndose a la calle. Había dormido poco y preguntó por la salida. –Pienso que es un aviso de mierda astral-Tocó su mandíbula recobrándose de un pestañeo nervioso.
¿Por qué necesitará mis pasos?
Olía esencia de animales. Ya no me arrimaba en sus pupilas, floté en un módulo, la noche que mi mano estiró frente a sus ojos. El hambre comenzaba a desintegrarse y los hilos fueron un pálpito. Querer es parte del arrastre / Ocupación fuera. Hipertérmica nieve, ligeros en la superficie irregular de un cielo blanco, arrojados a un término y un inicio.
¿Son vaposoros bríos? ¿Hacia dónde? ¿Indóciles?
He sentido rechazo a la expresión del tiempo pero estoy equivocado. Los naipes prenden un sueño, el piso que falta.Nos rodearon frágiles carcajadas sin esperar encontrarme. Los arrojos se levantan en tierra cuando ésta los devora. Lo supo cuando busqué la soledad, diluyéndose los brazos en el incendio de nosotros. Antorchas al concierto que empezaba.
El saludo, lanzar una línea hasta darse cuenta del canto de larva. Su pasarela desfragmentada. Las cosas giran en el muro. Transcurrir es un campo subterráneo y brillante donde los barcos para irse no existen, pero se acaban.
Creo en la avenida drogado por algo lento. Persistencia rebota a mi lado como bola de nieve a ninguna parte. Soy un estúpido llevando el bronce conmigo. Lo haces y no lo haces. Se arengan las sorpresas. Un motivo para que dure. Proyectas tu encabritado inhale. A mi viaje. Sospechas de un andar.
En la peor lucha el contrincante es plano de movimientos que no son un vacío. Para encontrar el fuego negro. Decir indistinto lo ganado es poco. Mis bríos sin esperar.
El camión que nos lleva huele a mierda en los pasillos. Nos bajamos suavemente al campo otra vez muerto de una ciudad. La pobreza llenó el encierro, una pija de cuarzo. Fui hasta la equis albergado, limpio, en desadulación. Nos dimos cuenta del insecto que soplaba oídos y vista. El extrañamiento disolvió un llamado metálico.
Escatología de sobremesa
¿Es que no estoy loco?
Las cosas pasan antes de nombrarlas o hablar de ellas pero estamos veloces, en chatarra te distingo. Fantasmas avisan este bucear de acantilado que nos aleja en la misma sangre.Estoy a tres metros, veo la medianoche. No sé cuando vendrá. Danza la naturaleza, los arcos, el imperio, una radio, el final. Nunca se cubre un mismo aire ¿sabías? Es de todos. Me odio profundamente porque es una plaza de amor en emergencia. Volar escafandras y cortar en dos planos humo y piel. El camino por la fusión. La superchería del mundo. No hay nada más en la proximidad. Como si fuese la llave de una puerta, el número ganador. No lo es, el tuyo ni el mío. Lo transversal inclemente de las viejas casas, su ladrido al espejo. Me conozco distante. Insolado en complejidad. Menos agradable que despertar. La melodía de muerte y nacimiento.
Subimos altas cumbres, en el arrastre. La coneja del camino es azul. Huella que saliva esperando el día. Se destruye mi cuerpo en cepa de bosque. La nota elemental, unívoca, es una partición infinita que acaba de ocurrir. El dolor trae la sincera estrella. Atómicos saludos. No sé por qué no cae aun. Tabernas encausan el sueño del andar, me conozco de hace mucho. Hay florecida maleza. Los doctores sugieren que alucino una extraña alegría, otra incierta transgresión. Lecciones mecen el paño blanco afirmando un momento al comenzar.Trinos de mi psiquis, la tarde universal anida en bilis de oídos. Viajan humores de inmanencia, luna sobre módulos de un banco. Sombra en las calles. Tormenta en cobertizo indio. Un cementerio flanquea el río. Levantan palas con material equivocado. Nombro un lecho al subir la montaña. Que no estén sol de invierno que malojean la vergüenza. Encontrarnos de penumbra cosa ninguna, hormigas frías, pesos con parva esperanza. Simplemente como siempre, veloces.El envuelto es propia vacilación que te espera, aniquilando la neutralidad como un arpa. Sol de invierno urantia de cristal. Me ha dado sueño porque estoy despierto. Un hermano me quería como padre y caí afiebrado en el colegio. Tengo las tercianas, se van cuando las oigo. Nos lo merecimos obedeciendo. Necesidad de tristeza abandonada en un chaleco.
¿Oyes?
Un timbre desconocido hace sobras más allá de tu voz, aparezco. Gente y el espacio.Había menos droga para decir que
Escatología de sobremesa
¿Menos o más?
Arrancaron y volví a las rejas, tranquilo. Vi la cadena que me paranoidea el cogote. Lo arreglo. Cielo tirado en el patíbulo; remolienda.
El lugar oscuro de inocencia abunda retrasado (quedo). Por conspiraciones rugen. La puerta. Su chirriar se abre / se cierra de la madre a la entera bóveda en la que me hice maldito. Un perchero, cortando en dos planos el humo y la piel. Vastedad roja.
¿Dónde está el disipar?
Escarlata, pollos caneros, la coneja de tesón y lágrimas. Un artesano.Revuelas mundo preparado a lo peor (como a lo mejor en los espacios de la detención muda)
¡Dónde estamos nosotros!
Eres demasiado terco –yo sonreía- dejemos de condenarnos, separarse, inscripciones lumínicas, oscuridad. Inocencia es un jardín desconocido, gitano de lo blanco. Los puentes, nuevas placas estelares. Sin embargo el polvo.
Este Santiago no lo es. Cruzando la montaña hay otra ciudad igual. Al centro una colina alzada. Autopistas la circundan. Bares y tabernas. Visualidad. Silencio del lago que rodea. Voy a despertar.
La densidad pondera lianas del signo verde en cifradas regiones. Presidiendo toda grafica la lluvia. Los minutos evitan el desencanto. No has mentido al dolor, la eternidad es una franqueza distinta. Me arrojo en el paréntesis fatal para llegar, descreído en angustia sin motivo. Como si fuese una verdad esa lástima, pero lastimada. El uno de la rota gemilitud.
Aprisionado en mis ojos, por el misterio de las sobras nada cuanto delfín emergió su larva de los soles. Resto de humanidad desplayada de sí misma. El agua es una espiral, dichosa en resplandor de lanza trágica y festiva. No voy a dejar de amar. Un hombre lobo mira su reloj.
Hugo Morales.
Escatología de sobremesa
- Apocalipsis -
Apocalipsis 19:11-16 (Nueva Versión Internacional)
El jinete del caballo blanco
11 Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, el que lo montaba se llama Fiel y Verdadero. Con justicia juzga y pelea. 12 Sus ojos eran como llama de fuego, y en su cabeza muchas diademas. Él tiene un nombre escrito en él que nadie conoce sino él mismo. 13 Estaba vestido de una ropa teñida en sangre, y su nombre es la Palabra de Dios. 14 Los ejércitos del cielo le seguían en caballos blancos y vestidos de lino fino, blanco y limpio. 15 De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones. "Él las regirá con vara de hierro." [ una ] Él pisa el lagar del vino del furor de la ira del Dios Todopoderoso. 16 En su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.
II
Escatología de sobremesa
Georg Trakl y Jorge Teillier;Para hablar con los muertos
La poesía como nostalgia
La poesía de Georg Trakl, de estilo abrupto y violento, poseía una rara densidad, en ella se une la nostalgia de la ternura y el presentimiento del !n del mundo. Sus premoniciones de desolación no podían ser comprendidas por sus coetáneos, con!ados todavía en las apariencias del esplendor !nisecular. Tampoco se podía comprender la videncia del poeta ruso Andrés Biely, el que escribía en 1921: «El mundo volará / por el estallido de una Bomba Atómica / en gavillas de electrones. / ¡Descarnada hecatombe!». En Trakl aparece un mundo de nostalgia y decadencia. Ya en 1917 Rilke escribía: «la poesía de Trakl es para mí el más conmovedor de los lamentos ante un mundo imperfecto».
La de Trakl es una poesía que alude con melancolía a la casa de sus antepasados; a su ciudad natal, al paisaje de la comarca. Allí aparece un mundo de nostalgia y decadencia, propio de una ciudad que durante la Edad Media había tenido un gran esplendor, y que vivía de un pasado irrecuperable. Por oposición a la ciudad, Trakl se vuelve a la naturaleza, a la que ve exenta de la culpa de la caída . Así la ciudad de Trakl es imagen de la decadencia del mundo occidental que está relacionado con la !gura poética del forastero, el solitario, el apátrida, cuya culpa radica sólo en el hecho, por lo demás inevitable, de existir en este mundo donde sólo habitan exiliados.
En contraposición a este tipo de nostalgia, la obra del poeta Jorge Teillier —el fundador de la tendencia conocida como poesía lárica, giro que denomina un tipo de escritura que pone énfasis al recuerdo del «paraíso perdido» de la edad primigenia, en la tierra ancestral, indagando los orígenes primordiales del ser humano— hace alusión constante al terruño, a la infancia, al hogar y al paisaje rural, pero como el lugar idílico al qué volveremos, de allí su particular nostalgia, la nostalgia del futuro. La forma de representación del mundo lárico es, en Teillier, el idilio, que se despliega como representación estática de una particular forma de vida —donde los habitantes de la aldea establecen relaciones de cooperación, correspondencia y armonía consigo mismo, con la colectividad y la naturaleza. Una unidad de vida y paisaje preservada sólo por el poeta, por el guardián del mito. Para Teillier «el poeta debe dar cuenta primero del mundo que lo rodea a trueque de convertirse en un desarraigado». Este esfuerzo de arraigo comporta una doble y simultánea operación: Por una parte una integración al paisaje al cual el poeta pertenece y por otra, la comparecencia de los antepasados que actúan en el proceso integrador como !guras míticas capaces de revelar en la realidad invisible un rango más alto de realidad, y por ello posibilitando reconocer lo que aún perdura en ella de auténtico a pesar de la ruinosa y desoladora cotidianidad. Como indica Rilke. «Para nuestros abuelos... cada cosa era un arca en la cual hallaban lo humano v en la cual agregaban su ahorro de humano».
- Apocalipsis -
22 de diciembre de 2010 Volumen VII
Extracto Novela “El reptil”.Autor: Rodrigo Möller (páginas 30-31, autoedición)
El comediante anuncia a las bailarinas. La pelirroja.
Luego la perrita preñada. Y como plato de fondo, a la
pequeñita regalona del local. Una mujer desproporcionada y
grotescamente maciza. A nadie le afecta. Se pasea por el
escenario luciendo su traje de baño y sus posaderas,
denotando en sus movimientos, su desparramo y blandura.
Como culminación de su actuación, baja el traje de baño
(de una pieza) hasta la cintura, y tambalea sus pechugas
caídas ofreciéndolas a degustar sobre las calvicies de los
espectadores alborotados ante tal manifestación. Luego
exprime sus pechugas, sus cítricos, y comienza a ordeñarse
las mamas y a lengüetearlas. Los espejos del fondo del
escenario recibieron la mejor parte. El caballero del bar
también tuvo lo suyo. Pide una cola de mono. Varios salen
del local. Las compañeras de la bailarina le celebran y la
alientan. Ella les sonríe. Los señores se secan las
calvicies con sus pañuelos. El hilo de leche pierde
fuerza, y en los pezones amoratados hace su aparición la
última gota blanca que cae al suelo despidiendo su acto.
Un caballero termina de secarle las tetas y la invita a la
mesa. El comediante hace su aparición. Comenta la
estupenda calidad del show. Pero hasta ahora no han visto
nada. Dice. Puesto que ahora viene lo que todos ustedes
estaban esperando. El espectáculo único que se ha ganado
un lugar en sus corazones. Se detiene la música. Hay un
ternero detrás del mostrador. Lo trae un asistente. El
casquete de sus pezuñas no se afirma bien en la superficie
del escenario.
Dibujo, Sebastián Ibañez
- Apocalipsis -
Lo dejan solo. Nadie conversa. Las luces giratorias pasan
sobre su lomo y su hocico húmedo. Los señores lentamente se
abren sus marruecos y comienzan a estirar y recoger los
prepucios con violencia. Según la religión. A las mujeres
que acompañan a los varones les encanta mirar. La música
continua. Un señor ya termina con escalofríos y chillidos
toscos. Otro se tira encima del pobre animal. El señor
limpia a la señorita afortunada que recibió la descarga de
semen. Luego terminan otro dos. El animal masculino expira
raudamente, y llena una cubeta especialmente dispuesta para
recibir sus líquidos. Se especulaba sobre la finalidad de
guardar el semen del animal en la cubeta. Tuvieron
problemas para separar al individuo de su monta. Con agua
helada lo lograron. Me llama la atención un caballero solo
que no ha participado del espectáculo. El ternero tuvo más
éxito que las bailarinas. Y eso que a él no le interesan
las comedias. A nadie le interesa mucho algún asunto. Las
muchachas del local se arreglan. Ahora llega el turno de
los trapeadores. Sexo de estofado. Ahí conocí a mi señora,
y ahí la dejé antes de irme.
Dibujo, Sebastián Ibañez.
- Apocalipsis -
Último Vals
lo bailado te lo quitanasí no másasí como así.
Te matan a la danzante,te la trituran a brazo lento,te la esqueleto, humo, follaje,antes que te acompañe en este baile.
Te fracturan rumba, tango te fracturan,te disuelven el carnavalito entre orina,te pasan púas por la piel del disco,la trompeta la usan de cuchillo y te astillan el violín,así como así.
Te encierran en las paredesque no tienen número,entre espejos y canciones cubiertos de ceniza,te encierran las manos, los pies, la clavícula,y te dicen que bailes ahora, paralítico,baila ahora concha de tu madre,te sentencian a sepultura, te arañan de arena.
vamos a bailar, entonces,mi amorcito,porque lo bailado nos lo están quitando-ahora mismo, escucha los pasos que se acercany alguien se ensaya botas relucientes de milicoahora mismo- ahora mismo.
Ariel Dorfman
Dibujo, Sebastián Ibañez
- Apocalipsis -
Cielo Apagado
Enjauladas esperanzasamarradas al airecomo dos esquirlasbrillan en el patio
son dos luces de amor rasose apagó la noche de un bombazoburbujas de hierrosuben pompas de absoluto
absorbe la esencia del metal hirviendotransmuta en oro todas las miradasdesliza de orgullo todo el líquidoacurrúcate en un meteoritosaca chispas del aguay que cada cual resucitede las brasas como el fuego
Luciano Anuarí
- Apocalipsis -
DESAPARICIÓN DE LA POBLACIÓNSANTO TOMÁS, LA PINTANA. Conocí a la Chica días antes del fin del mundo.Cristo había llegado hace tiempo y vivía en la Santo Tomás.Por esos días la gente andaba en la magiaaplaudiéndose la cabeza.Éramos pura bulla.Vimos los supermercados transformarse en perrerasy los carros de sopaipillasen palomares.Sólo alcanzaba para quedarnos escuchando árboles.Por esos días ya estábamos todos tansolosque ni nos dimos cuenta cuando de un sablazoel cielose nos rajó.-
Juan Carreño
- Apocalipsis -
Juicio Final
Ella miraba a dios por la ventana, para que yo lo viera; pero yo soloatinaba a substraer los ojosque se me iban, cucarros, de una imagen a otra, bailoteando en la calleempedrada: el lecho de la noche apozada en la calleantes de que empezara a amainar en el cielosu tempestuosa luminosidadbajo las altas horas estrellas de la tarde
Escucho esa voz borradas las palabras que, por entonces, no eran másclaras para míque un poco de música sagrada para una pobre alma piadosa.Enriquillo, mi nombre como un diminutivode su tristeza, intentaba elevarseinútilmente a los oídos del ángel que batíasus alas mutiladas en la torre de la iglesia.(El ángel anunciaba nuestro Juicio Final, llevándose un pedazo de trompetaa los labios)
Enrique Lihn
- Apocalipsis -
Denise Campos o la destrucción del aire
Es una mina exquisita la Denise CamposQuiero agradecer un saludo para chileRealmente me gusta demasiadoVive con un corsé de los años tres milEs DELICADADESALUDTiene droga en los labiosMe gusta de verdadQuiero pasear con ella por almacenes de la villaun 11 de septiembre del año tres milMe tirosu droga con arsénico
Nos marchamos juntos
Saludos
Ésta mañana santiaguinaEl carrete ha venido entre balcones, noche, elemento indivisible, ternura, morning dear
Hugo Morales Baraona
- Apocalipsis -
A bajar las banderas
La tierra se desatade la civilizaciónsanando con salivasus heridastragando en los marestoda embarcación humana
las bestias se desbandande los retratoscorriendo hambrientasen medio de una multitudhorrorizada
Caen las palabrascaen los conceptoscaen las arquitecturasen pedregoso vaivéncon la fragilidad de una vasijadestrozándose los anhelosde la historialos vaticinios de la llegadade nuevos ladrones
Para la tierra el clamor terribleque rompe la faucede la pacificación
El mundo se acercaEl mundo se presienteLlegarResuelto y feroz
Ahora, un niño
Rodrigo Möller
- Apocalipsis -
IIIRevista Desierto número 5!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
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Querella del Infinito
Circundantes
La gente, al borde del camino, observa a la gente sintomatizar su
enfermedad dentro de sus maquinas rodantes provistas de sondas que los
proveen de los nutrientes necesarios para explorar el retiro hacia un
letargo venidero, absoluto en el sofá favorito. Miedo e indiferencia en la
pampa austral. Hace frío y no podemos hacer fuego. Guardamos silencio y
escuchamos ruido; idiomas ininteligibles de militares forasteros que se
desplazan hacia los confines buscando anestesiar el conflicto que, ahora,
yace en sus lechos neuronales. Llevamos demasiado peso en nuestras
mochilas, a través, de las jornadas de caminata: los senderos del retiro.
Era un pequeño pueblo enclavado en el borde de un cerro que daba al mar. Un
mar interior calmo, sujeto a un devenir inmanente. La interacción entre sus
habitantes era tosca, caracterizándose por la desconfianza. Si bien, podían
compartir una labor en común, bastaba un momento de informalidad para que
los logros civilizatorios descendieran por el horizonte. En las extensas
pasarelas nocturnas de la moral se encontraban segmentos en los que el
pasamanos perdía continuidad. Reinaba la creencia de que la criminalidad
era sólo posible bajo la observancia de las normas y nada tenía que ver con
la facticidad de los hechos: todos eran miopes, todos inocentes. Me sentí
redimido, feliz; como un niño después de confesar su transgresión.
El camino que divide la pampa es el canal por el que circulan cartas con
argumentos que derrumban el misterio de cada quien. La sabiduría, la
contradicción que permite ceder el lugar y contribuir con los intercambios,
con la generación de empatía y la degeneración del deseo. El bus transita
silencioso; como pequeños personeros de la estética revolucionaria,
abordamos la inmensidad con la ancestral mirada que se eleva por sobre la
pampa, sopesando la sucesión de los días que galopan por entre grupos de
ñandúes y ovejas. Quisiera no poder ponderar el tiempo y que la muerte me
alcanzara inocente, inasible de raciocinio.
Al caminar junto a las viviendas se asentaba en la carne la mirada pétrea,
el juicio frío ante aquel despoblado de frenesí. Lo pretérito, por estas
comarcas, está desprovisto de calidez maternal. El resto del año se re-
establecen las distancias que le permiten a algunos pensar en recomponer
lazos a través de dinámicas de grupo. La cordura, era sólo posible allí
donde la geometría de la habitabilidad lo permitía teniendo más que ver con
las ovejas y sus pastizales infinitos que con las personas y sus cuadradas
habitaciones. Todo, hasta que nuevamente llegaba la festividad, que
rememoraba la fecha en que los primeros colonos habían sido masacrados por
los segundos, en cuyos derroteros, a través de un contacto descontrolado,
se redimía la incapacidad para mirar de frente. Luego, los habitantes
retornaban a sus moradas, grises y cabizbajos planificando una venganza
puertas adentro, perdiendo los colores y la definición, con la cuadratura
en la frente.
Revista Desierto número 5
Revista Desierto número 5
Paseaba por las callecitas del puerto cuando vi la imprenta con libros usados
en vitrina. Quizás si fue ese el momento de mis vacaciones: el testimonio de
la humillación del hombre, el testigo de la creación. Busqué libros para
cubrir la falta de carácter. Husmee y hurguetee aquellos apilados bajo el sol
en el horizonte estepárico. La noche es la invitada del viento que hunde al
astro tras la amorfa línea de la nubosidad. Pasar revista a los títulos,
mover los libros con los dedos, impregnarme del polvo de las tapas, del olor
de todas las miradas que han surcado estas páginas usadas ¡Quiero conocerte
lector! Propongo reemplazar el dinero por libros como medio simbólicamente
generalizado de intercambio. Cada billete será un mundo exacerbando la
codicia y, quizás, el mundo entre en una nueva era, de coleccionistas, que
impidan cualquier inversión a través de la inmersión en el desciframiento del
valor de una cifra con muchos ceros y pocos versos. El valor será trastocado
como anuncio del ocaso sistémico en el rostro humanoide de la portada que
contemplo.
El folclor local atrajo a expertos, enviados por el gobierno central, quienes
dudaron de su expertise en las conversaciones junto a la gran lenga
derribada. Todas sus creencias fueron aniquiladas a mediano plazo lo que
afectó la autoevaluación del proyecto en el que estaban involucrados. Uno de
ellos violó a una mujer dejándola encinta en su último celo. Los demás
desaparecieron un día de espesa neblina, un día común y corriente.
La autoridad local convocó a una ceremonia en la desembocadura. La invitación
estaba abierta a todo el que llevara pala y picota. Decían que habría carne
para todos. Ellos querían respuestas in mediatas, así que comenzaron a cavar
donde los arqueólogos aún discutían. Pronto, encubierta por una racional
división del trabajo, se reprodujo la tradicional estratificación. Los
analfabetos subterráneos dudaron de la finalidad de la misión y, emergiendo
picota en mano, al son de sonidos guturales, clavaron los cráneos de los
intelectuales sodomitas que escribían y hacían el amor como conejos en la
pradera. Uno de ellos lamentó no poder escribir su propia muerte tal cómo la
estaba viviendo: el día del exterminio del deseo ¿Qué sublime verso podría
contener sus lágrimas?
El caballero, en la mesa contigua, está teniendo un altercado con el salero.
Lo abre y se le cae la tapa al suelo. El arroz está en orden. Se acerca la
patrona del local, caracterizada por permanecer en la caja registradora,
cerca de las partituras que entran y salen de un cajón de pequeños
compartimentos, de un joyero, al lado del cual, ella canta en silencio.
Querella del Infinito
Revista Desierto número 5
-Que problema tiene-
-no sale sal-
-Si sale, lo que pasa es que usted no ve; esta viejo-
El caballero insiste en el movimiento y, ella, agrega
-¡ve! ve que sale-
Ante la negativa del caballero ella se ofrece a intermediar en la acción de
echar sal. El caballero, ofendido, no acepta y el acto se cierra.
En la mesa a barlovento, un ciclista extranjero ha subestimado las
dimensiones de los platos locales o, yo he subestimado las dimensiones de su
estómago. Quizás ha pedaleado kilómetros pensando en el momento de sentarse a
la mesa y saciar su apetito. Comer, en el fin del mundo, hasta la
inconsciencia para, de regreso, comentar con sus compañeros de oficina, con
su amante, con su mundo, su primer mundo. Ha ordenado un pisco sour, una
botella de vino tinto de 750cc, una palta reina, una paila marina y un salmón
con papas fritas. Me atiende el mismo mesero del cual ahora desconfío. La
gula no responde a la soledad sino a la falta de tiempo. Hay que probarlo
todo ¡rápido!
Un emisario alertó sobre la proximidad de cuadros represivos. Una mujer
recordó, mirando a su bastardo, la pretérita llegada de expertos,
despreciando en lo más profundo la idea de política pública. Parecía que
desarrollaba una comunicación extra-lingüística con los elementos. Moja sus
manos en el agua del arroyo. Toma una piedra, la arroja y va por otra.
Contempla. Disfruta de la naturaleza. Es un niño silencioso, un héroe de la
constatación, de la ecología profunda, despoblada; es casi un árbol, uno de
hojas entintadas con símbolos misteriosos que sólo él puede decodificar: la
bestia que responde ante la tensión y dirección de los movimientos de rienda
que muerde entre sus molares ensangrentados. El dolor moviliza, pero
desconoce la fuente última del movimiento, su legitimidad. De héroes de
piedra y bestias perturbadas se puebla la noche y compone el carácter de
quien se encamina hacia la cadena montañosa que separa la verdad de la
verdad. Cuando aparece el viento glacial, las opiniones alcanzan alturas que
aún no han sido mensuradas bajo sistema métrico conocido. Permanecen como
opiniones.
Un grupo del lumpenproletariado, que aún yacía cavando en el fondo del pozo,
era aleonado por el párroco del pueblo quien se preparaba para luchar a
través de ellos, de sus cuerpos. La interacción entre la demora en el arribo
del cuadro represivo y la efectividad de la retórica del párroco tuvo
consecuencias fatales. El enfrentamiento intestino se prolongo por semanas
mas, exhibía treguas programadas para los horarios de merienda en los que
sólo se registraban aislados actos de pillaje, protagonizados por menores de
edad.
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Finalmente, el escuadrón de las fuerzas especiales arribó al poblado
encontrando un panorama desolador. Sólo quedaban vivos un grupo de hombres,
entre los que se encontraba un arqueólogo con cara de vestigio, y otro grupo
de mujeres superiores en número y género. El resto era putrefacción y
cacharros de barro quebrados. Decidieron, verticalmente, dar muerte a todos
los que aún vivían para arrojarlos, junto a los demás cadáveres, al pozo y
tapar todo con tierra. Al tercer día la faena estuvo terminada. Esa última
noche, en la que acamparon en las cercanías, el sargento se acercó a las
ruinas del pueblo y, al pasar frente a una casa, sintió tristeza por el
destino de toda esa gente. Caminó por una larga pasarela sin lograr entender
el porqué de sus lágrimas. Antes del amanecer, en el momento en que
regresaba al campamento, fuertes rachas de viento descendieron desde una
cumbre cercana. Despertó a todos y relató su experiencia. La debilidad
exhibida por su líder sacó de sus cabales a un subordinado quien se
cuestionó sobre la retribución que, en ese minuto, obtenía a cambio de la
prematura renuncia a su juicio ético. Tomó su arma de servicio y abrió fuego
contra sus camaradas de escuadrón, quienes aún fatigados y somnolientos, no
dudaron en aceptar su destino como parte del oficio, del servicio a la
patria. La robusta tormenta había transformado el alba en ocaso y nuestro
héroe le temía a la muerte. Se internó por entre las quebradas en dirección
hacia las montañas en donde, se dice, aún merodea tarareando marchas
castrenses. Lo leí en la imprenta de libros usados.
Conocí al párroco en el transbordador hacia tierra firme. Me señaló que la
palabra del señor navegaba con nosotros y me interpelaba. Yo le conté mi
idea sobre los libros y el dinero, también la fábula del caballero y el
salero: la ofensa sobre la vejez. Le dije que se perdiera en ‘las ruinas
circulares’. Que yo conocía la historia ¡Que yo era el genocida! Que él
estaba muerto. Que en la próxima página todo terminaría. Terminará en una
formula, en una secuencia de comandos capaz de procrear, de forma asexuada,
nuevas secuencias. Le pedí que leyera el Apocalipsis antes de desembarcar.
Ya hay expertos trabajando en la materia.
Sebastián Möller
Querella del Infinito
Revista Desierto número 5
Rodrigo Möller, Septiembre 1996
Histeresia del milenio
...Estamos pues ante la imposibilidad de soñar un estado pretérito o futuro de las cosas. Literalmente, el estado de las cosas es definitivo, ni finito, ni infinito, sino definitivo, es decir, privado de su fin. Pero el sentimiento de lo definitivo, aun cuando fuera el de un estado paradisíaco, es melancólico. Mientras que en la labor de luto las cosas encuentran su fin, y por lo tanto la posibilidad de un retorno eventual, en la melancolía ya ni siquiera conservamos el presentimiento del fin ni del retorno, tan sólo el resentimiento de la desaparición. Ése es un poco el perfil de este fin [...] según el doble caso de la figura de un orden lineal del progreso y de una regresión ella misma lineal de los fines y de los valores.
Contra este movimiento de conjunto, queda la hipótesis completamente improbable, y sin duda incomprobable, de una reversibilidad poética de los acontecimientos, de la cual no disponemos prácticamente más prueba que de la existencia de esta misma posibilidad en el lenguaje.
La forma poética no está lejos de la forma caótica. Ambas desobedecen a la ley de los efectos y de las causas. Si sustituimos, en la teoría del Caos, la dependencia sensitiva a las condiciones iniciales por la dependencia sensitiva a las condiciones finales, entramos en la forma de la predestinación, que es la del destino. El lenguaje poético también vive en la predestinación, en la inminencia de su propio fin, y de la reversabilidad del fin en el inicio. En este sentido, está predestinado, es un acontecimiento incondicional, sin significación y sin consecuencias, que vive exclusivamente del vértigo de la resolución final. Ciertamente no es ésa la forma de nuestra propia historia actual, pero existe no obstante una afinidad entre la inmanencia del desarrollo poético y la inmanencia del desarrollo caótico que es el nuestro, el de los acontecimientos a su vez carentes de significación y de consecuencias, y en el que, al sustituirse el efecto a la causa, ya no hay causas, ya tan sólo hay efectos. El mundo está ahí, efectivamente. No hay ninguna razón para ello, y Dios ha muerto.
Si no hay más que efectos, estamos en la ilusión total (que también es la del lenguaje poético). Si el efecto está en la causa, o el inicio en el fin, la catástrofe está a nuestras espaldas. Esta inversión del signo de la catástrofe es el privilegio excepcional de nuestra época. Esto nos libera decualquier catástrofe futura, y de cualquier responsabilidad al respecto. ¡Se acabaron todas las psicosis colectivas, el pánico, los remordimientos! El objeto perdido está detrás nuestro. Estamos libres del Juicio Final. Lo que se desprende de ello es en cierto modo un análisis poético e irónico de los acontecimientos. En contra de la simulación de una historia lineal <<in progress>>, hay que privilegiar estos contragolpes, estas curvaturas malignas, estas ligeras catástrofes que dejan un imperio desamparado mucho mejor que los grandes trastornos. Privilegiar todo lo que resulta de la no linealidad, de la reversibilidad, todo lo que resulta no de un desarrollo o de una evolución, sino de un enrollamiento, de una reversión en el tiempo. Anástrofe versus catástrofe.
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¿Acaso tal vez jamás haya habido en el fondo un desarrollo lineal de la historia, tal vez jamás haya habido un desarrollo lineal del lenguaje? Todo ocurre en bucles, en tropos, en inversión del sentido, salvo en los lenguajes numéricos y artificiales, que, por esta razón, dejan de serlo. Todo ocurre en efectos que interfieren las causas (metalépticos), en Witz de los acontecimientos, en acontecimientos perversos, en retornos irónicos, salvo en una historia rectificada, que precisamente ha dejado de serlo.
¿Acaso cabría transponer a los fenómenos sociales e históricos los juegos de lenguaje: anagrama, acróstico, transposición de letras, rima, estrofa, catástrofe? ¿No sólo las grandes figuras de la metáfora y de la metonimia, sino los juegos instantáneos, pueriles y formales, los tropos heteróclitos con los que se deleita la imaginación vulgar? ¿Hay acaso transposiciones de letras sociales, una historia anagramática (donde el sentido queda desmembrado y dispersado a los cuatro vientos, como el nombre de Dios en el anagrama), formas rimadas de la acción política, acontecimientos que se leen en uno u otro sentido? El palíndromo, esa figura poética y rigurosa de la palinodia, podría servir, en estos tiempos de retroversión de la historia, de pauta de lectura (¿habría que sustituir eventualmente la dromología de Paul Virilio por la palindromología?) Y el anagrama, ese minucioso proceso de retrotraer el hilo del lenguaje, esa especie de convulsión poética y no lineal: ¿hay alguna posibilidad de que la historia se preste a semejante convulsión poética, a semejante forma sutil de retorno y de anáfora que, al igual que el anagrama, dejaría, más allá del sentido, que trasluciera la mera materialidad pura del lenguaje, y haría que trasluciera, más allá del sentido histórico, la mera materialidad pura del tiempo? Ésa sería la alternativa encantada a la linealidad de la historia, la alternativa poética a la confusión desencantada, a la profusión caótica de los acontecimientos actuales.
A través de eso mismo, entramos, más allá de la historia, en la ficción pura, en la ilusión del mundo. La ilusión de nuestra historia desemboca en la ilusión más radical del mundo. Ahora que hemos roto el Muro de la Vergüenza, ahora que ni el espectro del comunismo, tampoco el del poder obsesionan […] a las memorias, ahora que la ilusión aristocrática del origen y la ilusión democrática del fin se alejan cada vez más, hemos dejado de tener la elección de avanzar, de perseverar en la destrucción actual o retroceder, sólo nos queda afrontar esta ilusión radical.
en “La ilusión del fin”
de Jean Baudrillard
2004. Ed. Anagrama
Querella del infinito
Créditos:
Director: Rodrigo Möller Zamorano
Comite editorial: Claudio Villablanca I, Sebastián Möller Zamorano, Hugo Morales, Sebastián Ibañez, Samuel Ibarra.
Diseño: Claudio Villablanca I., Sebastián Möller Zamorano
Textos: Paul Lowe, Jorge Teillier, Adolfo Vasquéz Rocca, Claudio Villablanca, Juan Carreño, Sebastián Ibañez, Rodrigo Möller, Ariel Dorfman, Luciano Anuarí, Enrique Lihn, Hugo Morales, Raúl Zurita, Omar Cáceres, Sebastián Möller, Jean Braudillar.
Dibujos: Sebastián Ibañez, MurúaCómic: Dibujante MacFotografías: Claudio Villablanca, Ariel Marincovic, archivos
web: revistadesierto.blogspot.comConsultas y aportes: [email protected]
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