PRIMERA LECTURALectura del libro del Deuteronomio 4, 32-34. 39-40
El Señor es el único Dios, allá arriba en el cielo, y aquí abajo en la tierra; no hay otro
SALMO RESPONSORIAL Sal 32
Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad
SEGUNDA LECTURALectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8, 14-17
Habéis recibido un espíritu de hijos adoptivos, que nos hace gritar: "¡Abba!" (Padre)
ALELUYA
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, al Dios que es, que era y que viene
EVANGELIO San Mateo 28, 16-20
Bautizados en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo
En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado
Al verlo, ellos se postraron, pero algunos vacilaban
Acercándose a ellos, Jesús les dijo:
«Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra.
Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado.
Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.»
Palabra de Dios
Celebramos hoy el misterio más profundo de nuestra fe: el misterio del
Ser y de la Vida íntima de Dios
Dios es comunión de Personas
no es un Dios aislado en su felicidad, sin comunicación alguna con los hombres y el mundo
Jesús nos ha enseñado que Dios es su Padre y nuestro Padre
que Él, el Hijo amado de Dios, ha sido enviado para que tengamos
vida abundante
que el Padre y el Hijo nos enviarán el don del Espíritu para guiarnos hasta la verdad plena
La Santísima Trinidad ha
querido darse a nosotros, habitar en lo íntimo de
nuestros corazones.
Dios es amor
Dios nos da su misma vida y nos introduce en su misma familia:
por el Bautismo Dios nos ha hecho hijos en el Hijo,
hermanos en Cristo
y templos vivos del Espíritu Santo
La vida y el amor de Dios han sido derramados en un derroche de misericordia sobre nosotros
De este modo, el Misterio está en Dios, pero el Misterio está también en nosotros
¡La Santísima Trinidad está en mi, cuando el alma está llena de gracia!
Miremos a los demás con los ojos de Dios,
porque en cada hermano se refleja la imagen viva de Dios
Demos gracias a Dios
vivamos como hijos suyos
y como miembros vivos del Cuerpo Místico de Cristo
no pongamos triste al Espíritu que mora en nosotros
¡Vivamos en gracia!