“Y esto, conociendo el tiempo,
que es ya hora de levantarnos
del sueño; porque ahora está
más cerca de nosotros nuestra
salvación que cuando creímos”.
Cada día que pasa vemos que muchas
cosas suceden a nuestro alrededor.
Ver noticieros, leer el diario o una revista de noticias, navegar
por Internet …
...nos muestra que el texto de 2ª Timoteo
3:1-5 parece una fotografía de alta
definición de lo que sucede en nuestros
días:
“También debes saber esto: que
en los postreros días vendrán
tiempos peligrosos. Porque
habrá hombres amadores de sí
mismos, avaros, vanagloriosos, s
oberbios, blasfemos, desobedien
tes a los
padres, ingratos, impíos, sin
afecto natural, implacables...
...calumniadores, intemperantes,
crueles, aborrecedores de lo
bueno, traidores, impetuosos,
infatuados, amadores de los
deleites más que de Dios, que
tendrán apariencia de piedad,
pero negarán la eficacia de ella;
a éstos evita”.
Nunca el mundo fue tan rico mientras hay billones de pobres y
miserables.
Nunca hubo tanta tecnología y ciencia al mismo tiempo que se desatan las guerras
más violentas.
Nunca hubo tantos equipos electrónicos y ocurrieron tantos
terremotos, huracanes y tsunamis. No es
necesario ser cristiano para ver lo
que sucederá.
Se presenta las predicciones más diferentes. Por ejemplo, tenemos la
película 2012, donde la solución para el denominado “fin del mundo” es una flota
de barcos gigantescos especiales...
...construidos por el ser humano, con el fin de mantener con vida a un grupo de personas en medio de las catástrofes que
ocurrirán.
¿cómo sabemos qué es lo que sucederá
realmente?
Han aparecido muchos, inclusive en nuestro medio, con titulares,
videos, documentos y cosas por el estilo, que divulgan, asustan, para vender materiales, pero cuando el susto pasa, el
mundo continúa.
Dios nos dejó, como Iglesia Remanente, la Biblia y los mensajes
inspirados de los escritos de Elena de
White para que tuviéramos un claro panorama del futuro
que nos espera.
No porque seamos mejores que otras
denominaciones, sino para cumplir una
misión. El privilegio que tenemos implica
también una gran responsabilidad:
llevar la verdad presente a los que no
la conocen, con el objetivo de librar al mayor número de
personas de los engaños de los últimos
días.
El enemigo de Dios y de sus hijos se llama
Diablo o Satanás.
Como está perdido, quiere llevar al mayor número
posible de personas con él “al fuego
eterno preparado para el diablo y sus
ángeles”(Mateo 25:41).
Es importante notar que el fuego eterno no fue preparado para los
hombres, sino que para los demonios.
Sin embargo, todo aquel que no quiere
creer en Jesús como su Salvador personal, no quiere arrepentirse y
abandonar sus pecados...
...no quiere obedecer a Dios y seguir el camino de la Verdad presente,
perecerá junto al enemigo.
Dios no quiere que nadie sufra en las mansiones eternas, en un
ambiente santo...
porque la persona que se apegó de tal modo al pecado y a las cosas de este
mundo que no se sentirá bien en aquel lugar.
La Biblia trae un futuro revelado y los escritos de Elena de White detallan las
predicciones bíblicas porque solo Dios sabe
lo que realmente sucederá.
Podemos, de esta manera, tener la
seguridad y esperanza a lo largo del camino de
que habrá un final feliz, porque Dios
quiere acabar con el problema del pecado y
regalarnos una vida eterna a su lado.
Podemos dividir los acontecimientos finales en cinco grupos, con el fin de facilitar nuestra
comprensión.
El primer grupo de acontecimientos
ocurrirá en nuestros días, mientras Cristo
está en el Lugar Santísimo del
Santuario Celestial realizando la
“purificación” del mismo.
Sabemos, gracias a la profecía de las 2.300 tardes y mañanas (Daniel 8:14), que el
tiempo del fin se inició el 22 de octubre de 1844.
Mientras tanto, sucederán los siguientes eventos:
- Reavivamiento y reforma en la iglesia
- El sellamiento
- La lluvia tardía
- La predicación del Evangelio Eterno a
todo el mundo
- El alto clamor - El derramamiento del falso “Espíritu Santo” en las iglesias que componen Babilonia.- El zarandeo- El pequeño tiempo de angustia (o tiempo de angustia previo)
- La imagen de la bestia- Leyes dominicales- La marca de la bestia- La gran persecución
El segundo grupo de
acontecimientos tendrá lugar a
partir del la finalización del
tiempo de gracia.
Cuando la persona haya tomado su
decisión de qué lado se va a poner en relación a la Verdad Presente, cada uno recibirá su
sentencia en cuanto a salvación o perdición, según la elección que
haya hecho.
Se cierra el tiempo de gracia, porque la obra de
investigación y juicio terminará y se cerrará la puerta de la misericordia
(ver El conflicto de los siglos, p. 481).
En ese tiempo, ocurrirán los siguientes eventos:
- El gran tiempo de angustia- Las siete últimas plagas- El tiempo de angustia de Jacob
- La batalla del Gran Día del Señor todopoderoso
- La resurrección parcial
El tercer grupo de acontecimientos ocurrirá
a partir de la segunda venida de Cristo, donde
tendremos:
- La primera resurrección- La transformación y traslado de los salvos- La destrucción de los perdidos- El inicio del milenio
El cuarto grupo de acontecimientos ocurrirá
partir del inicio del milenio. En aquel tiempo ocurrirán los siguientes
eventos:
- Prisión de Satanás y los demonios en la Tierra destruida y destrozada
- Juicio de los impíos en manos de los salvos en unión con Cristo.
El quinto grupo de acontecimientos ocurrirá
al final del milenio cuando Jesús regrese
definitivamente a esta Tierra:
- La Santa Cuidad, la Nueva Jerusalén, descenderá del Cielo.
- Los impíos resucitarán e, incitados por Satanás, intentarán conquistar la Santa Ciudad.
- Ocurrirá el Juicio Final. Descenderá fuego del cielo y quemará a todos los perdidos, purificando la Tierra.
- Por el poder de Dios, se hará una Nueva Tierra.
- Nunca más habrá muerte, luto, llanto o dolor.
EL OBJETIVO DE ESTA SEMANA:
Lo que sucederá y cuál es la respuesta que debemos tener
delante de esta maravillosa revelación del futuro.
El cuidado y amor de Dios para con nosotros y
reavivamiento y reforma como nuestra respuesta.
Durante esta semana veremos lo que Dios no reveló a fin de que podamos
prepararnos para estos eventos finales.
Ese privilegio también implica una responsabilidad de
nuestra parte, o sea, predicar el mensaje y obedecer en
nuestras vidas lo que conocemos.
buscar a Dios al despertar, en la primera hora de cada día.
confesar sinceramente cada pecado conocido a Dios y pedirle perdón y poder para vencerlo.
invitar a la familia a buscar a Dios juntos, en el culto familiar.
reconciliar las relaciones con la familia, haciendo las paces con los familiares, admitiendo los errores y demostrándoles ese arrepentimiento en forma visible y audible.
hacer lo mismo con los amigos, compañeros de trabajo y otros con quienes nos relacionamos.
iniciar hoy mismo un proyecto misionero, como estudios bíblicos, visitas a enfermos o ancianos para llevarlos a Jesús o invitar a las personas a asistir a la iglesia.
pedir a Dios que nos dé fuerzas para amar verdaderamente a los otros y a la iglesia, para cuidar de nuestra salud física y espiritual, y para orar por aquellos que, según creemos, no están viviendo de acuerdo con lo que Dios quiere de nosotros.
renovamos nuestra fidelidad a Dios con los diezmos y ofrendas.
debemos santificar el sábado.
renovemos nuestra fidelidad a la iglesia de Dios, la Iglesia Adventista del Séptimo Día, columna y baluarte de la Verdad Presente.
¿Quién está dispuesto a tener esa experiencia con Dios a partir de hoy?
“Por tanto, de esta manera te
haré a ti, oh Israel; y porque te
he de hacer esto, prepárate para
venir al encuentro de tu Dios, oh
Israel”.