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El sondaje nasogástrico es una técnica que consiste en la introducción de una sonda
desde uno de los orificios nasales hasta el estómago. El sondaje también puede ser orogástrico,
es decir la introducción de la sonda por la boca hasta el estómago.
LEVIN
La sonda es un tubo de material plástico más o menos flexible que normalmente se
coloca por vía nasal, aunque también se puede colocar por vía oral. Las hay de distintos
materiales, como el polivinilo, la silicona o el poliuretano. Las de polivinilo son gruesas y rígidas,
por lo que son muy útiles para la succión. Las de silicona y las de poliuretano son más finas y
elásticas, preferibles para sondajes de larga duración. Con respecto a su calibre, hay que decir
que también éste es variable, que se mide en French y que un número 14 suele ser válido para
la mayoría de los casos (a mayor número, mayor calibre).
Las sondas que más se utilizan en la actualidad son de doble luz (tipo Anderson) para
dar paso al aire y evitar que al aplicar succión permanente el sistema se convierta en uno
cerrado.
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Cuando se emplean para alimentación se escoge la más delgada por la que puedan pasar los
alimentos porque es mejor tolerada por los pacientes. En el mercado se encuentra actualmente
una gran variedad de sondas diseñadas con este fin específico, como las de Sustagen,
Dobghcoff, Keofed etc.
NELATON
Diseñada por Augusto Nelaton, cirujano francés (1807-1873). Su uso en intubación nasal
se limita a intubaciones nasoesofágicas o nasogástricas en niños pequeños. Se emplea para
descomprimir la vejiga cuando no es necesario dejar una sonda a permanencia.
Mide 42 cm de longitud, tiene la punta cerrada y un orificio lateral cerca de ella. Viene en
calibres de 8F a 20F.
SONDAS LARGAS
Son utilizadas para intubar intestino delgado. Hay dos tipos de estas sondas: de doble
lumen, uno de los cuales comunica con la luz intestinal; el otro se emplea para inflar un balón
que está cerca de la punta y que sirve para propulsar la sonda. El ejemplo clásico de este tipo de
sonda es la de Miller-Abbot. Otros tipos de sondas son las de lumen único que comunica con la
luz intestinal, como la de Cantor que tiene en la punta una bolsa donde se coloca mercurio, la
cual es impulsada por la gravedad y por la acción peristáltica.
: Tiene 3 metros de largo y viene en calibres de 12 a SONDA DE MILLER-ABBOT
18F. La más usada es la 16F. Tiene como marcas un anillo a los 45 cm, dos a los 60 cm
y tres a los 75 cm; después del tercer anillo tiene una marca cada 30 cm. El conducto de
succión es pequeño y fácilmente se obstruye.
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: Tiene una luz única más amplia que la de la sonda anterior. SONDA DE CANTOR
En el extremo de la sonda y sin comunicación con la luz hay una bolsa de látex en la que
se inyecta mercurio. Esta bolsa, que es propulsada por el peristaltismo, tiene la
desventaja de que una vez introducida no puede retirarse el mercurio para que no
avance más. Es el mejor tubo largo para uso prolongado.
Sondas de Levin, Miller Abbott y Cantor
Existen otros tipos de sondas largas, todas con el nombre de quien las diseñó. Algunas
tienen estiletes metálicos para facilitar su paso por el píloro. En general su uso está indicado
cuando se quiere hacer estudios de fisiología intestinal (muestras de secreciones,
determinaciones de presión, etc) y constituye una forma de tratamiento de la obstrucción
intestinal.
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En algunas escuelas se consideran estas sondas fundamentales en el manejo de la
obstrucción intestinal, ya que los tubos cortos, como el de Levin, no son muy efectivos para
extraer cantidades importantes de gas o de líquido más allá del píloro. Otras escuelas, como la
nuestra, no le dan esa importancia, puesto que las sondas cortas descomprimen efectivamente
el estómago, impiden que el gas deglutido avance al intestino y al evacuar el líquido que el
peristaltismo retrógrado lleva hacia el estómago, ayudan a descomprimir el intestino delgado.
Por otra parte, la colocación de las sondas largas es laboriosa. Su uso, en general,
tiende a ser menos frecuente
Toma de muestras del contenido gástrico con fines diagnósticos.
Lavado gástrico.
Administración de alimentación enteral.
Administración de medicamentos.
Prevención de broncoaspiración en pacientes con disminución de conciencia.
Diagnóstico de hemorragia digestiva alta
Aspirar el contenido gástrico para:
- prevenir broncoaspiración en pacientes intubados o con disminución del nivel de
conciencia.
- descomprimir o retirar el aire o líquido del estómago.
- prevenir un fallo en la sutura en pacientes sometidos a resección gástrica.
- controlar la evolución de HDA.
- análisis de contenido gástrico en el laboratorio.
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- La sonda debe estar tapada.
- La sonda que esta en drenaje debe estar colocada hacia abajo.
- El sitio alrededor de la sonda debe estar lubricado, al introducirla.
- Ayudar al paciente a lavarse la boca (sí esta consciente).
- Medir el líquido que se drena y observar (color, sí hay presencia de alimentos).
- No dejar que la sonda se obstruya, irrigándola cada vez que sea necesario con
solución estéril o solución fisiológica (de 20 a 30 cc).
- Después de la administración de un medicamento o alimento se debe lavar la sonda.
- Evitar maniobras violentas por posible hemorragia nasal.
Anatomía: Los epitelios nasales están muy vascularizados con los capilares próximos a
la superficie al introducirse la sonda nasogastrica producirá epistaxis.
Física: Explicar el procedimiento a realizar al paciente debido al reflejo de nauseas
durante la introducción. La posición de Fowler alta y la cabeza sujeta a la almohada,
facilita la introducción, ya que la gravedad contribuye al paso del tubo.
Microbiología: La mala higiene genera proliferación de microorganismos por lo tanto se
tiene que realizar frecuentemente higiene bucal.
Farmacología: Los lubricantes hidrosolubles se disuelven si el tubo entra
accidentalmente en los pulmones, a su vez no se debe utilizar vaselina ya que esta, no
se disuelve y podría producir complicaciones respiratorias si entrará en los pulmones.
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- Licenciada en Enfermería
- Enfermera y Técnica de Enfermería
Las utilidades del sondaje nasogástrico (levin) en atención primaria son las siguientes:
NUTRICIÓN ENTERAL. Este procedimiento es necesario para la nutrición en aquellos paciente
que no son capaces de ingerir alimentos por vía oral pero tienen las funciones del estomago
adecuados.
LAVADO GÁSTRICO. Es una indicación de uso restringido en atención primaria, de tal modo
que solo se debe de llevar a cabo en situación de aislamiento con respecto al hospital de
referencia. Se recurre a ella en casos de: Intoxicación oral de sustancias tóxicas o de fármacos.
Sospecha de hemorragia digestiva alta. Necesidad de obtener cultivos gástricos ante la
sospecha de tuberculosis.
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Las contraindicaciones del sondaje nasogástrico vienen determinadas por sus indicaciones
(nutrición enteral y lavado gástrico) y por las circunstancias en las que normalmente se produce
dicho sondaje (programado o de urgencias).
CONTRAINDICACIONES PARA LA NUTRICIÓN ENTERAL:
- Presencia de vómitos persistentes.
- Hemorragia gastrointestinal aguda.
- Íleo o sub obstrucción intestinal grave.
- Desproteinización visceral grave.
CONTRAINDICACIONES PARA EL LAVADO GÁSTRICO:
- Obstrucción nasofaríngea o esofágica.
- Traumatismo máxilofacial severo y/o sospecha de fractura de la base del cráneo.
- Sospecha o evidencia de perforación esofágica.
- No se realizará nunca en caso de ingestión de ácidos, álcalis, otras sustancias cáusticas
o derivados del petróleo.
- La presencia de varices esofágicas o de esofagitis severa no es una contraindicación
absoluta, pero exige valorar muy bien su indicación en el primer nivel de atención y
extremar las precauciones.
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Antes de llevar a cabo cualquier procedimiento, se debe de preparar todo el material necesario
que, en el caso que nos ocupa, consta de los siguientes elementos:
- Lubricante: El lubricante que se emplee para la inserción de la sonda ha de ser
hidrosoluble, de preferencia utilizamos jalea de lidocaína o en todo caso agua hervida
fría. Se han de evitar , los lubricantes con base oleosa como la vaselina .
- Un par de guantes , que no necesariamente han de ser estériles.
- Esparadrapo, a ser posible hipoalergénico.
- Un vaso de agua con una cañita.
- Una jeringa de 50 ml. (asepto jeringa)
- Un estetoscopio.
- Una batea.
- Una toalla o una sabanilla.
- Un tapón para la sonda y/o una bolsa colectora adaptable a la luz de la sonda elegida.
Unas cuantas gasas o bien algunos pañuelos de papel.
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cada número de esta escala representa ½ mm. Por ejemplo: Escala americana (A):
una sonda N°18 A, corresponde a un diámetro de 9mm.
18A x 0.5 = 9mm
esta escala es de dos números menor que la escala americana Escala inglesa (E):
y así se tiene que una sonda N° 18 E, se corresponde con un diámetro de 10mm.
18 E + 2 = 20 (A) = 20 x 0.5 = 10mm
cada número de esta escala representa 1/3 de milímetro, es Escala francesa (Fr):
decir, 0,33mm. Por ejemplo: una sonda N°18 F, corresponde a un diámetro de 6mm
18F x 0.33 = 5.9 6mm.
Es de destacar que la escala de mayor utilización en el mundo, es la francesa, y en ella vienen
calibrados la mayoría de los instrumentos médicos
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Una vez preparado el material, los pasos a seguir son:
1.- PREPARACIÓN DEL ENFERMO
Si el paciente está consciente y con capacidad de comprensión, explicaremos el
procedimiento. En caso de neonatos o lactantes, informar del procedimiento a los padres.
Fundamento: Es una técnica muy molesta y difícil de realizar sin la colaboración del
niño. También puede producir ansiedad en los padres si no conocen el procedimiento.
Inspeccionar la cavidad nasal y oral del niño.
Si el paciente está consciente pedirle que se relaje y respire con normalidad mientras se
tapa un orificio nasal; repetir con el otro orificio. Escoger aquel por donde pase un mayor
flujo de aire.
Si está inconsciente, explorar con una linterna las narinas en busca de irritaciones,
obstrucción y/o deformidad (ej. Desviación del tabique nasal)
Fundamento: La sonda pasará con mayor facilidad por el orificio nasal más permeable.
Palpar el abdomen del paciente.
Fundamento: Conocer el grado de distensión abdominal previo, para ir valorando la
evolución.
En caso de existencia de prótesis dental o piercing, retirada de éstos.
Fundamento: Evitar desplazamientos durante la inserción de la SNG.
Colocación del paciente. En general lo colocaremos en posición de Fowler elevado con
almohadas detrás de cabeza y hombros. En la mayoría de los casos se precisará de
ayuda auxiliar para mantener la posición. Pero en caso de intoxicación lo pondremos en
decúbito lateral izquierdo en trendelemburg.
Fundamento: Se facilita la capacidad de tragar y la fuerza de la gravedad ayuda a
pasar la sonda.
En las intoxicaciones, la posición indicada evita que el tóxico pase al duodeno.
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- Explicarle al paciente en qué consiste la técnica que vamos a realizar y que además va
a ser necesaria su colaboración.
- Colocar al paciente en posición de Fowler (con el cabecero de la camilla o de la cama
en posición de sentado o semisentado).
- Cubrir el pecho del paciente con la toalla y colocar cerca la batea (por si se produce
algún vómito al introducir la sonda) así como todo el material que hemos preparado
previamente.
- Lavarnos las manos y enfundarnos los guantes.
- Retirar las prótesis dentarias si las hubiere.
- Decirle al enfermo que se suene y examinar los orificios nasales para comprobar su
permeabilidad. Le diremos al paciente que respire alternativamente por cada uno de los
orificios mientras bloqueamos el contralateral. Escogeremos el orificio por el que respire
mejor.
- Determinar la cantidad de tubo que debemos introducir para llegar al estómago. Para
ello y, ayudándonos de la propia sonda, mediremos la distancia que va desde la punta
de la nariz del paciente al lóbulo de la oreja, y de aquí al apéndice xifoides del
esternón. Las sondas suelen presentar unas marcas que nos pueden servir de
orientación, pero es conveniente que tras realizar la medida hagamos nosotros una
señal en el lugar deseado.
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2.- PREPARACIÓN DEL MATERIAL
Elegir el diámetro de la sonda adecuado al paciente.
Fundamento: Viene medido en French. 1 french = 0.33 mm.
Lavado de manos y colocación de guantes.
Fundamento: Reduce la transmisión de microorganismos.
Determinar la longitud de sonda que hay que introducir. Para ello hay dos métodos:
distancia entre la punta de la nariz al lóbulo de la oreja y de ahí a la apófisis xifoides en
caso de SNG. Si fuese orogástrica, sería la distancia entre la comisura bucal y la apófisis
xifoides pasando por el lóbulo de la oreja.
Método Hanson: marcar primero un punto a 50 cm de la sonda; luego se realiza el
método tradicional. Se debe introducir la sonda hasta el punto medio entre 50 cm y la
marca tradicional
Fundamento: La longitud es distinta para cada niño.
Marcar la longitud obtenida con un esparadrapo o rotulador.
Fundamento: Evitar errores de medidas.
Preparar el tipo de sujeción de la sonda. Si es con esparadrapo, dividirlo
longitudinalmente hasta la mitad.
Fundamento: Fijar la sonda y evitar retirada accidentales.
Enrollar la parte final de la sonda alrededor de la mano.
Fundamento: Ayuda a la inserción y disminuye la rigidez del tubo.
Si se desea conseguir mayor flexibilidad se puede introducir la sonda en agua
templada. Si lo que se quiere es una mayor rigidez se introducirá en agua fría o con
hielo.
Lubricar la sonda con lubricante hidrosoluble.
Fundamento: Disminuye el roce de la sonda con la mucosa nasal. Al ser el lubricante
hidrosoluble se disolvería en caso de inserción accidental de la sonda en el pulmón.
Preparar la jeringa y el fonendoscopio.
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3.- DESARROLLO DE LA TÉCNICA
Colocarse en el lado derecho si es diestro o en el izquierdo si es zurdo.
Fundamento: Facilita la manipulación de la sonda.
Introducir la sonda por el orificio elegido. Si el niño colabora, pedirle que hiper extienda el
cuello para introducir suavemente la sonda por el suelo del orificio nasal hacia abajo y
hacia la oreja de ese lado.
Fundamento: Disminuye el malestar que produce el roce de la sonda contra los
cornetes.
Se notará una pequeña resistencia. Aplicar una ligera presión hacia abajo para hacer
avanzar la sonda; si no avanza rotar la SNG y si aún así persiste la resistencia, no forzar
y retirar la sonda.
Fundamento: Si se fuerza la introducción, se puede lesionar las mucosas nasales.
Flexionar la cabeza del paciente hacia el pecho y dejar que el paciente se relaje un
momento.
Fundamento: Se facilita el paso hacia la faringe posterior pues cierra la glotis,
reduciendo la posibilidad de que la sonda penetre en tráquea.
Estimular al paciente para que trague, dándole pequeños sorbos de agua si no está
contraindicado. Si lo está, pedirle que trague saliva. Ir avanzando la sonda a medida que
el paciente traga.
Fundamento: Al tragar se facilita el avance de la sonda.
Si aparece tos, disnea o cianosis; retirad la sonda.
Fundamento: Accidentalmente se habrá introducido en la tráquea.
Si se presentan nauseas repetidas y la SNG no avanza con la deglución, inspeccionar la
garganta con el depresor y la linterna.
Fundamento: La sonda puede estar en la garganta y estimular el reflejo nauseoso.
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A la hora de realizar el sondaje nasogástrico,
procederemos de la siguiente manera:
- Una vez lubricado el extremo distal de la sonda, la
introduciremos por el orificio nasal elegido,
dirigiéndola hacia abajo y hacia la oreja del mismo
lado, haciéndola progresar con un suave movimiento
rotatorio. Nos ayudará que el paciente incline la
cabeza un poco hacia atrás.
- Una vez hayamos pasado la resistencia de los cornetes, habremos llegado a la
orofaringe, cosa que podremos comprobar pidiéndole al paciente que abra la boca. En
estos instantes, el enfermo suele experimentar náuseas. Le diremos que se relaje, que
incline la cabeza hacia delante (con este movimiento se cierra la vía aérea) y que intente
tragar saliva o un sorbito de agua.
- Con la cabeza inclinada hacia delante y aprovechando los momentos en que el paciente
realiza la deglución, iremos progresando suave y rotatoriamente la sonda hasta la señal
previamente realizada. Si en algún momento el paciente presenta tos , es señal de que
hemos introducido el tubo en la vía respiratoria, por lo que procederemos
inmediatamente a retirarlo totalmente o hasta situarnos nuevamente en la faringe para,
tras unos minutos de descanso, reiniciar el procedimiento. Otro hecho que puede
suceder es que la sonda se enrolle sobre sí misma y no avance, con lo cual
procederemos de la misma manera: retirar, descansar y reiniciar.
- Cuando la marca que hemos hecho en la sonda llegue a la nariz, es de suponer que ésta
se encuentra en el estómago. Para comprobarlo podemos hacer varias maniobras: si se
consigue aspirar jugo gástrico es señal de que la sonda se encuentra en el estómago. Si
se aspira un líquido amarillento, es indicio de que el tubo está en el intestino delgado o
de que existe un reflujo duodenogástrico. Si el intento de aspiración resulta negativo, se
puede introducir una embolada de aire con la jeringa y oír el burbujeo que se produce
mediante un estetoscopio colocado sobre el epigastrio.
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4.- COMPROBAR LA COLOCACIÓN DE LA SONDA
Si el paciente está consciente pedirle que hable.
Fundamento: Si la sonda ha pasado por las cuerdas vocales, el paciente no podrá
hablar.
Aspirar el contenido gástrico, valorando el color.
Fundamento: El color suele ser verde turbio. También puede ser blanquecino o de
color marrón.
Medir el pH del líquido aspirado.
Fundamento: pH del contenido gástrico es de 4 o inferior
pH de secreciones intestinales es de 7.5 a 8
pH del líquido pulmonar está entorno a 7.6.
Insuflar aire por la sonda, colocando el fonendoscopio en epigastrio. La cantidad de aire
insuflado variará con la edad del niño.
Fundamento: Se oirá un ruido sibilante o gorgoteante. Si no es así podrá estar en
esófago, tráquea o bronquio. No se considera un método fiable de comprobación.
Colocar el extremo de la SNG en un vaso de agua.
Fundamento: Si hay burbujas es que está colocada en el árbol bronquial.
Comprobación radiológica.
Limpiar y secar la nariz del paciente.
Fundamento: Para que la fijación no se afloje.
Fijar la sonda con una tira de esparadrapo o apósito apropiado dependiendo de la edad
del niño y de la zona de introducción de la misma. Si el niño presenta lesiones en la piel
o quemaduras, sujetad la sonda utilizando una cinta o venda. Si el paciente está agitado,
fijad también la sonda detrás de la oreja. La sonda también se puede fijar al tubo
endotraqueal.
Fundamento: No debe fijarse en la frente, pues puede producir úlcera por presión
sobre la nariz.
Mantener al niño con el tórax elevado de 30 a 45º.
Fundamento: Prevenir la neumonía por aspiración.
Conectar el extremo de la sonda a drenaje, aspiración, nutrición o pinzarla.
Quitarse los guantes y lavarse las manos.
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• Una vez colocada la sonda, procederemos a fijarla a la nariz con el esparadrapo, lo cual se
suele hacer de la siguiente manera: se coge una tira de esparadrapo de unos 10 cm de largo y
se corta longitudinalmente hasta la mitad. El extremo que no está dividido se fija a la nariz. Los
extremos que están divididos se enrollan alrededor de la sonda, primero uno y luego el
otro. Posteriormente tiraremos suavemente de la sonda para comprobar que no se desplaza.
• Una vez fijada la sonda a la nariz, es conveniente
también fijar el extremo abierto de la sonda en el
hombro del paciente, para así evitar el arrancamiento
si se produce un tirón.
• Según la finalidad del sondaje, en el extremo abierto
del tubo se puede colocar un tapón, una bolsa
colectora o realizar lavados.
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Pueden ser las siguientes:
• Traumatismo y/o hemorragia nasal, faríngea o laríngea
• Atelectasia e infecciones respiratorias : la presencia de una sonda en la faringe dificulta
la expulsión de secreciones, lo cual aumenta la incidencia de atelectasias y complicaciones
respiratorias. La profilaxis de este problema está en hacer ejercicios respiratorios y cumplir
las maniobras correspondientes.
• Estomatitis y parotiditis : por tener la nariz obstruida, estos pacientes respiran por la boca,
lo que produce sequedad de las mucosas de la cavidad oral y hace que el paciente se queje
de sed. Esta sequedad de las mucosas produce úlceras y fisuras en la mucosa llevando a
estomatitis, ulceraciones, faringitis y parotiditis. Para evitar estos problemas se debe hacer
aseo bucal varias veces al día, lavando la boca con el cepillo de dientes o con un algodón
húmedo o haciendo enjuagues.
• Ulceración y necrosis : si una sonda se deja por mucho tiempo se puede ulcerar la nariz o
el paladar y si se ha hecho una fijación inadecuada a la piel puede producirse necrosis del
cartílago del ala o de la punta de la nariz. Esto puede evitarse cambiando la sonda de fosa
nasal si hay evidencia de ulceración, pero, fundamentalmente, haciendo una fijación
primaria adecuada.
• Otitis media aguda : la presencia de la sonda edematiza el ostiun faríngeo de la trompa de
Eustaquio pudiendo llevar a otitis media por estasis.
• Sinusitis : Es otra complicación relativamente frecuente, que se observa en forma de
sinusitis purulentas en los pacientes en estado crítico.
• Esofagitis por reflujo : la presencia de una sonda que pasa por la unión cardioesofágica
hace que ésta permanezca abierta todo el tiempo, originándose un reflujo de contenido
gástrico que, dependiendo de la severidad y duración, puede llevar a una esofagitis.
• Pérdida de líquidos y electrolitos : la succión gástrica puede remover grandes cantidades
de agua y electrolitos, llevando a deshidratación y desequilibrio electrolítico. La forma de
evitar ésto, es reemplazando volumen por volumen en forma de dextrosa al 5% en solución
salina a la que se añade potasio en cantidad de 40 miliequivalentes diarios, o más si los
electrolitos séricos así lo indican.
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• La mejor forma de evitar todas estas complicaciones es dejar las sondas nasogástricas el
mínimo tiempo posible. Si durante la operación se piensa que el paciente va a estar mucho
tiempo con sonda nasogástrica, es mejor hacer una gastrostomía que cumple las mismas
funciones que la intubación nasal, sin los problemas de ésta y con morbilidad mínima. El
empleo rutinario de sondas nasogástricas en cirugía de vías biliares y en el postoperatorio
de cirugía abdominal se ha abandonado y hoy existe la tendencia a un uso más selectivo.
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En este registro se debe anotar el tipo de sonda, el nº de sonda, la marca y las posibles
complicaciones surgidas durante la técnica.
COMPLICACIONES
Erosión de la mucosa nasal-epistaxis.
Erosión de la mucosa gástrica: hemorragia gástrica.
Neumonía por aspiración.
Hiperventilación por aumento de la ansiedad en pacientes conscientes.
Bradicardia por estimulación de los reflejos vagales.
Hipopotasemia o alcalosis metabólica por pérdida de electrolitos si el drenado gástrico
es muy abundante.
Obstrucción de la sonda.
Erosión esofágica.
Esofagitis por reflujo.
Ulceras por presión.
Nauseas en exceso.
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Mantener limpia la parte
externa de la sonda. Limpiar a
diario con una gasa
humedecida con agua tibia y
jabón, aclarar y secar (Fig 1).
Infundir entre 5 y 10 ml de
agua, según la edad del niño,
tras la administración de cada
comida o medicación (Fig 2).
Esta operación se realizará cada 6 horas en caso de alimentación continua.
Comprobar la posición correcta de la sonda, tomando como referencia las marcas de la
misma sonda (Fig 3).
Cambiar la sonda nasogástrica siempre que esté obstruida y se hayan probado antes las
medidas adecuadas para desobstruirla (ver listado de problemas). Si existe un familiar que
está entrenado por el personal de enfermería podrá realizar el cambio de la sonda él mismo
en casa. Si no, tendrá que acudir a su centro de referencia. Se recomienda no realizar el
cambio una persona sola, si el niño no es lo suficientemente mayor o consciente para estar
quieto.
Cerrar siempre el conector de la sonda cuando no se administre nutrición, agua o medicación
(Fig 4).
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Si el niño colabora, se
puede mover diariamente la
sonda nasogástrica,
haciéndola rotar sobre sí
misma, para variar la zona
de contacto con la nariz y
cambiar la sujeción, para
evitar irritaciones. En caso
contrario, hacerlo cuando sea necesario, bien por suciedad o por estar el esparadrapo o la
tirita fijadora despegados (Fig 5).
Limpiar los orificios nasales una vez al día, como mínimo, con un bastoncillo de algodón
humedecido en agua (Fig 6).
Es necesario cuidar la higiene bucal.
Para ello el paciente debe continuar
el aprendizaje de cepillado de
dientes y lengua, como mínimo 2
veces al día, con pasta dentífrica
adaptada a su edad. Enjuagar con
elixir o solución antiséptica (Fig 7).
Suavizar la zona de la nariz y los labios con una crema hidratante.
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La alimentación se puede administrar de forma intermitente o continua, en función de la edad del
niño, de la patología de base, del estado nutricional y de la funcionalidad del aparato digestivo.
La alimentación por sonda nasogástrica se realiza de forma intermitente, en general.
Puede administrarse con:
Jeringa: no recomendable porque
puede ocasionar complicaciones
derivadas de una administración
demasiado rápida
Por gravedad: más lenta y mejor
tolerada
Con bomba: permite regular
exactamente la velocidad de infusión. Es útil si los volúmenes a administrar son muy
elevados.
No debe mezclarse la alimentación con los medicamentos, salvo prescripción médica.
Administrar la medicación por el orificio de entrada más pequeños de la sonda.
Sólo se utilizarán medicamentos líquidos y en el caso de comprimidos, deben ser triturados
hasta convertirlos en polvo muy fino, diluyendo el mismo en poca cantidad de agua.
Recordar que después de la administración del medicamento se debe pasar por la sonda
nasogástrica entre 5-10 ml de agua.
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Son las lesiones en la nariz, la obstrucción de la sonda, la extracción de la sonda, las náuseas y
vómitos y la tos irritativa.
PROBLEMA CAUSA ACCIÓN REQUERIDA
LESIONES EN LA NARIZ Irritación debida a la
rigidez de la sonda
Cambiar la posición de la sonda para
que no presione sobre el mismo
punto
Aplicar una solución desinfectante o
lavar la zona con agua jabonosa
Cambiar el esparadrapo o tirita cada
día
En caso de enrojecimiento o lesión,
cambiar la sonda de fosa nasal
OBSTRUCCIÓN DE LA
SONDA NASOGÁSTRICA
Productos o
medicamentos secos en
el interior de la sonda
Pasar agua tibia por la sonda con
ayuda de una jeringa.
Si no se desobtura con agua,
intentarlo con 5ml de bebida de cola
y después pasar de 5-10 ml de agua.
Recordar, después de cada toma de
alimentos y medicamentos, pasar
agua por la sonda.
EXTRACCIÓN DE LA
SONDA NASOGÁSTRICA
La sonda sale al exterior
por causa accidental o
voluntaria
Si la sonda está en correctas
condiciones, volver a colocarla.
Si no lo está, colocar una nueva.
NÁUSEAS Y VÓMITOS Posición incorrecta del
paciente
Colocar al paciente en la posición
correcta, incorporándolo de 30-45º.
El alimento pasa
demasiado rápido
Parar la nutrición de 1-2 horas.
Si persisten los vómitos, averiguar el
posible origen.
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4
Excesivo contenido
gástrico
Parar la nutrición de 1-2 horas
Volver a aspirar hasta que disminuya
el contenido gástrico.
Si persiste, averiguar el posible
origen.
Causas relativas a la
dieta o medicación
Revisar si se cumplen las
indicaciones de administración de la
dieta o del medicamento.
En caso de que no cedan los
vómitos, remitir al centro de
referencia.
TOS IRRITITATIVA Posible salida parcial de
la sonda
Comprobar que la sonda esté fijada
según la marca establecida al
colocarla.
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DEFINICIÓN
Extracción de una sonda naso-orogástrica, bien porque se ha obstruido o porque no sea
necesaria.
• Lavarse las manos y enfundarse unos guantes, que no es necesario que sean estériles.
• Colocar al paciente en posición de Fowler (sentado).
• Pinzar o taponar la sonda.
• Quitar el esparadrapo de fijación.
• Solicitar al paciente que haga una inspiración profunda y una espiración lenta.
• Retirar la sonda suavemente, con un movimiento continuo y moderadamente rápido.
• Efectuar la higiene de las fosas nasales y de la boca.
OBJETIVO
Eliminación de esa vía de acceso.
Recursos Humanos
- Enfermera
Recursos Materiales
- Toalla
- Gasas no estériles
- Guantes no estériles
- Pinzas o tapón de sonda
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PROCEDIMIENTO
1. Explicar el procedimiento al paciente.
2. Lavarse las manos y ponerse guantes no estériles.
3. Colocar al paciente en posición de semi-Fowler.
Fundamento: Evitar la aspiración de contenido gástrico.
4. Situarse al lado derecho del enfermo si se es diestro o al lado izquierdo si se es zurdo.
Fundamento: Permite un manejo más fácil de la sonda.
5. Desconectar la sonda de la aspiración o de la bolsa de drenaje. Pinzar la sonda.
Fundamento: Evitar que el contenido gástrico que quede en la sonda drene al retirarla y
entre en la vía respiratoria.
6. Retirar la fijación de la sonda.
7. Si el enfermo está consciente pedirle que inspire profundamente y extraer la sonda con
suavidad y rapidez durante la espiración del paciente. Si el enfermo está intubado,
asegurarse de la correcta presión del neumotaponamiento antes de retirarla.
Fundamento: Relaja la faringe y disminuye la irritación y el peligro de broncoaspiración.
8. Efectuar la higiene de la fosas nasales y de la boca.
9. Quitarse los guantes y lavarse las manos.
Registrar el procedimiento y si existieron complicaciones durante su realización.
COMPLICACIONES
Broncoaspiración de líquido contenido en la sonda si está mal pinzada.
Distensión abdominal y/o vómitos si no se ha reanudado el tránsito intestinal.
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1) Parra ML., Arribas S., Rivera A. Procedimiento y técnicas del paciente crítico. Editorial
Masson. 2003. ISBN:84-458-1195-9.
2) Perry, Potter. Técnicas y procedimientos básicos. Interamericana. Mc Graw-Hill.
1991. ISBN:84-7615-719-3.
3) Casado M.C, González C. Procedimientos de Enfermería. 1994. ISBN: 84-604-8298-7.
4) Rovira Gil E. Urgencias en Enfermería. DAE (Difusión en avances de Enfermería).
Paradigma. ISBN: 84-931330-2-7.
5) Martín Salinas C., Díaz Gómez J., Motilla Valeriano T., Martínez Montero P. Nutrición y
Dietética. DAE Enfermería 21. 1993. ISBN: 84-931330-9-4.
6) Botella Dorta C. El sondaje nasogástrico. Atención primaria en la red: www.fisterra.com.
7) Beare, Myers. Enfermería, principios y práctica. Paradigma. 1993. ISBN: 84-7903-147-6.
8) Departamento de Enfermería del Hospital for Sick Children, Toronto, Canadá. Manual de
Enfermería Pediátrica. 1993. ISBN: 0-316-37389-3.
9) Behrman R.E., Vaughan V.C. Tratado de Pediatría. Nelson. Interamericana. McGraw-
Hill. ISBN: 84-7605-432-7.
10) Departamento de Enfermería de Massachussets General Hospital de Boston. Manual de
procedimientos de Enfermería. Paradigma, versión española. ISBN: 84-458-0117-1.
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Es la limpieza activa, química, y mecánica de las manos y antebrazo, antes y después de
realizar una actividad de enfermería.
OBJETIVOS:
Disminuir los microorganismos presentes en la piel.
Evitar la infección o reinfección del paciente.
Prevenir la diseminación de infecciones.
PRINCIPIOS CIENTÍFICOS:
Psicología: Los malos olores y la apariencia personal desagradable, producen sentimientos de
inferioridad. Algunos trastornos de la piel tienen como causa: factores psicológicos (estrés
emocional).
Anatomía - Fisiología: La piel está compuesta por dos capas la epidermis o tejido epitelial y la
dermis o tejido conectivo. Las terminaciones nerviosas de la piel determinan la percepción de
sensaciones de frío, calor, presión y dolor. Las glándulas sudoríparas son numerosas
especialmente en las palmas de la mano, planta de los pies, axilas, frente, ingle y las regiones
vecinas de los genitales externos. Las uñas son anexos de la piel y están compuestas de tejido
epitelial.
Microbiología: El polvo, las células escamativas y productos de desechos de la piel, forman un
medio de cultivo para el desarrollo de microorganismos. Las lesiones mecánicas, físicas,
químicas y patológicas de la piel facilitan la entrada de microorganismos patógenos. Las uñas
son fuente de contaminación. Los estafilococos y algunos hongos penetran fácilmente por las
glándulas cebaceas y los folículos pilosos. La piel posee una reacción ácida de (5.5) que
retarda la acción bacteriana.
Farmacología: El jabón es un detergente, pero no todos los detergentes son jabones. El sudor
tiene una reacción ligeramente ácida. Los emolientes son sustancias grasas que protegen la
piel aumentando su flexibilidad.
Física: El alcohol se evapora más rápido que el agua. Las sustancias oleosas protegen la piel y
ayudan a mantener el olor corporal e impiden el paso de agua al exterior.
Química: El azúcar contenido en el sudor en forma de dextrosa es un medio de cultivo para los
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microorganismos. Algunos productos químicos evitan olores por oxigenación por las sustancias
que lo producen o por inhibición de crecimiento bacteriano.
MATERIALES:
Un jabón o detergente germicida. La mayoría de los centros dispone de su detergente líquido
al lado del lavabo generalmente este se manipula con pedal de pie.
Un lavado profundo con controles de pie, rodilla o codo para el agua con un grifo lo
suficientemente alto para que las manos y los antebrazos se puedan colocar por debajo del él.
Toallas para secarse las manos. En muchas instituciones las hay de papel y se desechan
después de usadas.
Una lima, un palillo, u otra herramienta para limpiarse las uñas.
DESARROLLO DE LA TÉCNICA:
Dé al agua y adapte la temperatura a tibia. Razonamiento: El agua tibia elimina menos el
aceite protector de la piel, que la caliente. El jabón la irrita más cuando se emplea está última.
Mojese las manos y los antebrazos bajo el agua corriente, colocándolo por encima del nivel de
los codos para que el agua corra desde la punta de los dedos hasta los codos. Razonamiento:
Las manos se limpian más que los codos. El agua debe correr de la zona menos contaminada
a la más contaminada.
Aplique de dos (02) a cuatro (04) ml de jabón en las manos.
Haga movimientos firmes, de fricción, circulares para lavarse las palmas y la parte posterior de
las manos, las muñecas y los antebrazos. Entrelace los dedos y los pulgares y mueva las
manos hacia adelante y hacia atrás. Continué está actividad de veinte (20) a veinticinco (25)
segundos. Razonamiento: Los movimientos circulares limpian más eficazmente y la fricción
asegura una acción mecánica profunda. Las zonas interdigitales tienen que asearse.
Mantenga las manos y los brazos debajo del agua corriente para aclararlos bien con las
primeras más altas que los codos. Razonamiento: El jabón que se queda en la piel, la irrita. La
enfermera se aclarará las manos desde la zona más limpia a la menos limpia.
Compruebe la longitud de las uñas y límpielas con una lima o con un palillo, si es necesario.
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Aclare estos instrumentos después de utilizarlos con cada uña. Razonamiento: Se quita el
sedimento que hay bajos las uñas más fácilmente cuando éstas se hallan mojadas. Aclarar el
instrumento evita la transmisión de la suciedad de una uña a otra.
Repetir los pasos del tres (3) al cinco (5).
Usar una toalla para secarse una mano bien desde los dedos al codo. Hacer movimientos
rotatorios. Emplear una nueva toalla para la otra mano de la misma forma. Razonamiento: La
piel húmeda se agrieta fácilmente y se expone a las heridas abiertas. Secándoselas bien, los
guantes se colocan mejor. La enfermera lo hace de la zona más limpia a la menos limpia.
Arroje cada toalla a la papelera.
Cierre el agua. Si el grifo tiene control manual emplee el codo si es posible: del mismo modo
usé una toalla de papel seca cuando toque el mango.
Razonamiento: Tocar el mango directamente contamina las manos.
Mantenga las manos delante de usted y por encima de la cintura.
Razonamiento: Esta posición mantiene la limpieza y evita la contaminación accidental.
El lavarse y aclararse las manos y los antebrazos va desde la zona más limpia a la más sucia.
Las uñas se llevan cortas, para poderlas limpiar fácilmente. Las manos se sitúan por encima
de los codos y se quita el reloj de la muñeca. Todos los anillos se quitan igualmente porque
albergan microorganismos y se pueden estropear con el jabón y el agua. En las zonas clínicas
del hospital, al contrario que en las quirúrgicas, generalmente este lavado dura un (1) minuto.
Un lavado y un aclarado de veinticinco (25) a treinta (30) segundos repetido una vez. La
duración de la acción de frotarse en un quirófano depende de la costumbre del centro puede
durar hasta diez (10) minutos el primer lavado del día.
Cuando la enfermera realiza el lavado o frotado de manos debe mantenerlas por encima de los
codos y separadas del cuerpo.
PRECAUCIONES:
Graduar un volumen moderado al abrir la llave.
Mantener las manos más bajas que el antebrazo durante el procedimiento.
Mantener el mínimo contacto al cerrarlo.
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PROCEDIMIENTO FUNDAMENTO
1. Explicar al paciente sobre el procedimiento a realizar. 1. Permite la colaboración del paciente.
2. Colocar al paciente en posición adecuada, posición de Fowler.
3.Lavado de manos antes de ejecutar el procedimiento. 3. Evita la diseminación de gérmenes y contaminación del equipo.
4. Elegir sonda de calibre y tipo adecuado según procedimiento a
realizar
5. Decirle al paciente que se suene y examinar los orificios
nasales.
5. Permite comprobar la permeabilidad nasal.
6. Le diremos al paciente que respire alternativamente por cada uno de los orificios mientras bloqueamos el contralateral.
6. Nos permitirá identificar el orificio por el que respire mejor.
7. Medición de longitud de la sonda (nariz, lóbulo oreja, apéndice
xifoides).
7. Permitirá Determinar la cantidad de sonda que debemos
introducir para llegar al estómago.
8. Señalización de la medida en la sonda. Permite establecer la extensión de la sonda que deba ser
introducido
9. Lubricar extremo distal de la sonda. Disminuye la posibilidad de traumatismo
10. Introducir por el orificio nasal elegido, dirigiéndola hacia abajo y hacia la oreja del mismo lado, haciéndola progresar con un suave movimiento rotatorio.
11. Una vez pasada la resistencia de los cornetes, se habrá llegado a la orofaringe.
12. Le diremos que se relaje, que incline la cabeza hacia delante (con este movimiento se cierra la vía aérea) y que intente tragar saliva o un sorbito de agua.
La colaboración del paciente es importante para evitar complicaciones y disminuir los tiempos de tratamiento
13. Verificar la colocación apropiada Empujar suavemente pidiendo al paciente que realice movimientos de deglución (tragar saliva o beber y tragar agua).
Permite tener seguridad del logro de los objetivos sin riesgos para el paiente
14. Si aparecen nauseas, detenerse y aplicar movimiento de rotación mientras avanzamos la sonda en dirección al esófago.
15. Continuar introduciendo la sonda hasta llegar al estómago,
cuando la marca de referencia quede a nivel de la nariz.
Se tendra la seguridad de la ubicación de la sonda
16. Comprobar que la sonda se encuentra en el estómago: Aspirar contenido gástrico, Insuflar 20-50 ml de aire, mientras se
ausculta con el estetoscopio en epigastrio.
17. Fijar la sonda con esparadrapo. Es importante para evitar movimientos, o extubacion
18. Según la finalidad del sondaje, en el extremo abierto del tubo
se puede colocar un tapón, una bolsa colectora o realizar lavados.
19. Registrar la técnica en la hoja de enfermería. Queda el registro como evidencia del procedimiento.
20. Recoger el material utilizado.
21. Lavado de manos.
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OBJETIVOS:
Mejorar la permeabilidad de las vías aéreas respiratorias.
Prevenir y evitar la disnea, hipoxia e hipercapnia.
Prevenir la formación de infecciones y atelectasias por acumulo de secreciones.
PRECAUCIONES:
La manipulación de la sonda puede estimular los receptores vágales, capaces de
desencadenar bradicardia, bloqueo cardíaco, extrasistolia, irritación ventricular, e incluso
taquicardia ventricular y asistólica.
Para prevenir arritmias graves administrar al paciente oxígeno suplementario antes y después
de la aspiración. Si a pesar de estas medidas aparece la ritmía, detener la aspiración, retirar la
sonda y emprender las acciones oportunas según la situación del paciente.
La manipulación de la sonda puede irritar la mucosa faríngeo-traqueal y causar hemorragia.
Para prevenir la irritación y evitar hemorragia procurar ayudarse en la aspiración con un tubo
nasofaríngeo. Regular la presión de aspiración a los valores establecidos (80 – 120 mmHg.),
lubricar la sonda y hacer aspiraciones cortas girando la sonda y retirándola poco a poco.
Por irritación de la laringe la aspiración puede producir laringoespasmo, si se produce, dejar
emplazada la sonda para mantener una vía permeable, aumentar el aporte de oxígeno y avisar
de inmediato al médico.
El contacto de la sonda con la glotis puede producir arcadas y vómitos.
La aspiración nasotraqueal no debe aplicarse a pacientes con problemas de coagulación o
enfermedades hepáticas crónicas o a pacientes que hayan presentado laringo-espasmos
durante aspiraciones o intubaciones endotraqueales previas.
También debe practicarse con extrema precaución en pacientes con historia de pólipos
nasales.
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MATERIAL:
Sondas de aspiración.
Guantes estériles.
Agua bidestilada estéril.
Lubricante hidrosoluble.
Tubo nasofaríngeo.
Fuente de suministro de O2.
Equipo de aspiración (aspirador de vacío y goma virgen).
DESARROLLO DE LA TÉCNICA:
Reunir todo el material y lavarse las manos antes de iniciar el procedimiento.
Explicar al paciente lo que se le va a hacer, siempre que sea posible.
Elevar el cabecero de la cama a unos 45º.
Abrir el envoltorio del equipo manteniendo una técnica estéril.
Ponerse el guante estéril en la mano dominante.
Lubricar abundantemente el tubo nasofaríngeo.
Comprobar que la aspiración de estar entre 80 y 120 mmHg.
Conectar la sonda de aspiración a la goma virgen, poner en marcha la aspiración manteniendo
pinzada la goma virgen o abierto el orificio de control de la sonda.
Colocar la mascarilla de oxígeno en la boca del paciente dejando la nariz al descubierto.
Pedir al paciente que saque la lengua mientras se introduce la sonda.
Cuando pase la epiglotis y entre la traquea es posible que el paciente tosa con fuerza. Seguir
introduciendo la sonda hasta que se encuentre más resistencia y luego sacarla un centímetro.
Una vez emplazada, pedir al paciente que se relaje y que respire lenta y profundamente.
Para aspirar, colocar el dedo pulgar en la entrada de la aspiración si hay orificio de control, o
despinzar la goma virgen, pidiendo al paciente que tosa. Ir retirando la sonda poco a poco,
manteniendo la aspiración no más de 10 – 15 segundos.
Al terminar se retira la sonda y se despacha tras irrigar los tubos extensores. En caso de ser
necesaria una nueva aspiración se repetirá la misma operación con una nueva sonda. Si sé
preveen nuevas aspiraciones se dejará emplazado el tubo nasofaríngeo, pero no más de 8
horas.
Enrollar la sonda alrededor de la mano enguantada y quitarse el guante dejando la sonda y
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desechar ambos.
Pedir al paciente que se relaje y colocarle la mascarilla de oxígeno a la concentración
adecuada.
Lavarse las manos y anotar el procedimiento, valorando aspecto y cantidad de secreciones.
Observar al paciente por si aparecen efectos secundarios.
Las muestras para cultivo de secreciones, se recogerán en los tubos estériles preparados al
efecto y se remitirán al laboratorio de microbiología, junto con los volantes debidamente
cumplimentadas.
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1. DESCRIPCIÓN:
La Intubación Gástrica, comprende la inserción de la sonda ya sea a través de la nariz o la
boca, hacia el estómago para la evacuación gástrica o el lavado para la eliminación de un
posible tóxico que permanece en el estómago evitando su absorción.
2. INDICACIONES:
- Vaciamiento del contenido gástrico y supresión del vomito causado por el íleo o una
obstrucción mecánica.
- Eliminación de sustancias tóxicas.
- Prevención de la dilatación gástrica y la aspiración en pacientes con traumatismos grandes.
- Instilación del medio de contraste radio paca.
3. CONTRAINDICACIONES:
* En Pacientes que han ingerido sustancias cáusticas (Ej. ácido, lejía, etc).
Puede producir lesión esofágica añadida.
- En pacientes con traumatismo facial o fractura de base de cráneo, debe realizarse por vía
oral.
- Ingestión de hidrocarburos.
- No debe realizarse en niños con posibilidad aspirar o depresión vagal.
4. EQUIPOS Y MATERIALES:
- Equipo de aspiración, si es necesario.
- Estetoscopio.
- Sonda Gástrica según edad del paciente (Nº 6, 8,10,…..14).
- Lubricante Hidrosoluble.
- Jeringa 60ml. con punta de catéter
- Recipiente de emesis.
- Tela adhesiva (esparadrapo).
- Guantes estériles.
- Solución Salina.
- Sábana para inmovilizar al niño pequeño.
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PROCEDIMIENTO FUNDAMENTO
1. Explique al paciente el procedimiento, según la edad.
1. Disminuye el temor y favorece la participación y colaboración del paciente durante el procedimiento. Protege la individualidad del paciente.
2. Si el paciente está alerta, colocarlo en posición semifowler.
2. Facilita el éxito de la canalización del sondaje.
3. Colocar la sonda nasogástrica tomando en cuenta la distancia entre la punta de la nariz, hasta el lóbulo del pabellón de la oreja y de allí hasta el apófisis xifoides, luego marcar la sonda.
3. Facilita el conocimiento de la longitud del sondaje
4. Examine la nariz y seleccione la fosa nasal.
5 Lubrique la sonda con solución hidrosoluble. 5. disminuye el dolor y el riesgo a traumas
6. Inserte la sonda en el orificio nasal.
7. Una vez que la sonda este en orofaringe, haga que el paciente flexione la cabeza hacia delante y degluta varias veces.
7. Facilita la buena canalización y sondaje
8. Verifique la colocación apropiada aspirando el contenido gástrico o inyectando aire a través de una jeringa, mientras se verifica con el estetoscopio.
8. Brinda seguridad con respecto al éxito del procedimiento.
9.Asegure la sonda con el esparadrapo.
9. Cualquier desplazamiento de la sonda facilita el retiro de cavidad gástrica.
10.Instile solución salina mediante la jeringa de 60 ml, extraiga con suavidad el líquido del estomago y deséchelo en un recipiente medidor.
10. Permite la remoción de partículas del toxico, evitando la absorción del mismo.
11. Continúe el lavado gástrico hasta que el líquido salga claro (1 o 2 litros ).
12. Si se prescribe un antídoto local (carbón activado) introducirlo después de lavar.
12. Contrarresta el efecto del toxico.
13. Pinzar la sonda, retirar con rapidez y suavidad.
14. Retirar la inmovilización, limpiando al paciente y brindando seguridad.
15.- Realizar anotaciones de enfermería (cantidad, olor, color, tipo y aspecto del gástrico.
15. Describe la evidencia del procedimiento
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La indicación del lavado gástrico es de uso restringido en atención primaria y sólo se llevará a
cabo en situaciones de aislamiento con respecto al hospital de referencia:
EN LA SOSPECHA DE HEMORRAGIA DIGESTIVA ALTA , el sondaje nasogástrico tiene las
siguientes utilidades:
• Confirmar el origen alto de la hemorragia cuando el aspirado es sanguinolento. Sin
embargo, se debe tener en cuenta que un aspirado no sanguinolento excluye el origen
esofágico y gástrico del sangrado, pero no el postpilórico. Por otro lado, un sondaje
traumático puede originar un aspirado hemático que induzca a una falsa interpretación.
• Valorar la actividad del sangrado: la sangre roja normalmente indica un sangrado activo,
mientras que la observación de “posos de café” suele indicar que la hemorragia no está
activa en ese momento.
• Evacuar el contenido estomacal lo cual, por un lado, ayudará a evitar posibles
broncoaspiraciones si se produjera un vómito y, por el otro, facilitará la visibilidad de la
posterior endoscopia.
EN LA INTOXICACIÓN ORAL y, dependiendo del tiempo transcurrido, el sondaje nasogástrico
nos permitirá verificar o no el suceso.
EN EL CASO DE QUE SE DECIDA HACER EL LAVADO , se introducirá agua a temperatura
ambiente en pequeñas cantidades (100-200 ml.), dejándola fluir por gravedad o lentamente
mediante la jeringa. Posteriormente, se aspira con suavidad o se desciende la sonda para que
refluya el contenido. El proceso se repetirá tantas veces como sea necesario. Para el lavado el
paciente debe de estar colocado en decúbito lateral izquierdo y con la cabeza elevada para
evitar la aspiración. Los lavados con agua helada, que antes se empleaban habitualmente, no
han demostrado su utilidad a la hora de cohibir la hemorragia.
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VÍAS DE ALIMENTACIÓN: La alimentación enteral se define como la técnica de intervención
nutricional mediante la cual la totalidad o buena parte de los requerimientos calóricos, proteicos y
de micronutrientes es administrada por vía oral (voluntaria) o por sonda colocada en el tracto
gastrointestinal (sin la participación activa de paciente).
La sonda pude ser:
Nasogástrica/ orogástrica.
Nasoduodenal/ oroduodenal.
Nasoyeyunal/ oroyeyunal.
INDICACIONES PARA LA ALIMENTACIÓN ENTERAL: La alimentación enteral está indicada
en aquellos pacientes que por cualquier alteración patológica no pude ingerir los alimentos en
cantidad y calidad suficientes, a pesar de tener un tracto gastro intestinal funcional. Tales
alteraciones se pueden clasificar entre grandes grupos, según la patología predominante:
enfermedades de origen neurológico/ psiquiátrico/gastrointestinal y quemaduras.
CONTRAINDICACIÓNES: Las siguientes afecciones clínicas contraindica en forma total o
parcial, definitiva o temporal, el uso de la alimentación enteral. Obstrucción intestinal completa.
Íleon prolongado. Enfermedades que requieran reposo intestinal. Fístulas gastrointestinales.
Enfermedades inflamatorias del colón. Por lo general, las fístulas gastrointestinales constituyen
contraindicaciones para la alimentación enteral. Sin embargo, algunas fístulas del íleon distal o
del colón, en casos cuidadosamente seleccionados, pueden ser tratadas con alimentación
enteral, mediante el uso de técnica meticulosa y de una forma elemental o semi elemental.
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• DEFINICIÓN:
Aporte de nutrientes y agua a través del tubo digestivo por medio de sonda.
• EQUIPO:
- Bomba de infusión de nutrición enteral.
- Fonendoscopio.
- Pinza de clamp.
- Soporte de gotero.
- Vaso.
• OBJETIVOS:
- Mantener un estado nutricional óptimo.
- Aportar los nutrientes y agua necesarios utilizando una vía lo más fisiológica posible.
- Mantener la función intestinal.
- Educar al paciente y familia en los cuidados de la alimentación por sonda.
• MATERIAL:
- Agua.
- Bolsa para administración de nutrición enteral.
- Bolsa para residuos.
- 1 Jeringa de 50 c.c. estéril.
- Guantes no estériles.
- Preparado comercial de nutrición enteral.
- Sistema de nutrición enteral.
- Sonda para alimentación de nutrición enteral.
- Tapón para la sonda nasogástrica.
- Toallitas de celulosa.
- Empapador.
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- Registros de enfermería.
• PROCEDIMIENTO:
- Realizar lavado de manos.
- Preparar el material.
- Preservar la intimidad del paciente.
- Informar al paciente.
- Solicitar la colaboración del paciente y familia.
- Colocar al paciente en posición Fowler durante el procedimiento y hasta una hora después de
la administración de la nutrición.
- Colocarse los guantes no estériles.
- Comprobar la correcta colocación de la sonda y su permeabilidad antes de cada toma.
- Comprobación de la tolerancia antes de cada toma y cambio de botella.
1. Administración intermitente en bolo:
- Pinzar la sonda.
- Conectar el cilindro de la jeringa de 50 c.c. sin el émbolo al extremo de la sonda.
- Rellenar con el preparado comercial.
- Despinzar la sonda.
- Dejar que el preparado caiga por gravedad o ejerciendo una ligera presión.
- Lavar la sonda nasogástrica al finalizar con 25 ml de agua en adultos y no más de 10 ml
en niños.
2. Administración intermitente por gravedad:
- Pinzar la sonda.
- Conectar el sistema de goteo a la botella del preparado comercial y a la sonda.
- Despinzar sonda. Colgar el recipiente en un pie de gotero a unos 30 cm por encima de la
sonda.
- Regular la velocidad de goteo.
- Lavar la sonda nasogástrica al finalizar con 25 ml agua en adultos y 10 ml en niños.
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3. Administración infusión continua por bomba:
- Pinzar la sonda.
- Conectar el sistema de la bomba al extremo distal de la sonda y programar el ritmo.
- Comprobar tolerancia cada 4-8 horas o cambio de botella.
- Lavar la sonda con agua cada 8 horas con 25 ml de agua y siempre que se administre
medicación o cambio de botella.
- Cambiar sistema y bolsa de alimentación cada 24 horas.
- Recoger material.
- Retirarse los guantes.
- Realizar lavado de manos.
- Registrar en la documentación de enfermería el procedimiento, ingesta, fecha y hora,
tolerancia y respuesta del paciente.
• OBSERVACIONES:
- No es imprescindible la esterilidad para todo el sistema pero sí la higiene máxima.
- Realizar higiene bucal para evitar posibles irritaciones.
- Se utiliza siempre que exista alguna dificultad en la ingesta oral en pacientes con
funcionamiento correcto del intestino.
- Mantener las fórmulas nutricionales en lugar seco, no expuestas al sol y a temperatura
ambiente. Los productos nutricionales no deben permanecer abiertos más de 12 horas.
- Vigilar la aparición de vómitos, diarrea, distensión abdominal, etc. si aparecen
comunicarlo al médico.
- Pesar cada 72 horas, si las condiciones del paciente lo permiten.
- Medir la diuresis cada 24 horas y las deposiciones observando el número y aspecto.
FORMAS DE ADMINISTRACIÓN DE LA NUTRICIÓN ENTERAL:
1. Bolus con jeringa: método que presenta más riesgo de aspiración, vómitos, diarrea y
distensión abdominal. Se suele administrar 300- 500 ml de 5-8 veces al día en función de
la tolerancia. Se debe administrar muy lentamente.
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2. Goteo por bomba de infusión: es el método de elección sobre todo en pacientes graves.
Permite regular la dosificación. Es muy útil cuando se administran grandes volúmenes o
se utilizan sondas muy finas o fórmulas muy densas.
3. Continuo: método mejor tolerado. Puede realizarse a lo largo de todo el día o durante 12-
16 horas tanto por el día como por la noche.
4. Intermitente: 350 ml durante un período 20-30 min de 5-8 veces al día.
- Cuando la finalidad del sondaje es la nutrición enteral, en el extremo abierto del tubo se
coloca un tapón. Además, se actuará de la siguiente manera:
- Se cambiará la posición de la sonda diariamente, con el fin de evitar decúbitos. Con un
movimiento rotatorio, se hará que la songa gire, retirándola o introduciéndola un centímetro.
- Con el mismo fin, se cambiará diariamente el esparadrapo, variando igualmente la zona de
fijación. Se limpiarán los orificios nasales y luego se les aplicará un lubricante hidrosoluble.
- Se llevará a cabo la higiene de la boca diariamente, manteniendo los labios hidratados.
- Se mantendrá al enfermo en posición de Fowler (SENTADO) en el momento de dar el
alimento y hasta una hora después.
- Antes de dar el alimento, se aspirará el contenido gástrico. Si el volumen es superior a 150
ml, es necesario volver a introducirlo y esperar a la siguiente toma, repitiendo la misma
operación.
- La entrada del alimento debe ser lenta (entre 15-20 minutos según la cantidad),
independientemente de si es administrado en bolo (jeringa), por declive o en bomba de
infusión.
- Después de la administración de cada alimentación o medicación, conviene hacer
irrigaciones de la sonda con agua, para evitar cualquier posible bloqueo del tubo.
- El cambio de la sonda varía según el material de ésta: cada 7-14 días para las de
polietileno, cada 2-3 meses para las de poliuretano y cada 3-6 meses para las de silicona.