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BIBLIOTECA CLSICA GREDOS, 40
SFOCLES
TRAGEDIAS
YAX.LAS TRAQUINIAS.ANTfGONA.EDIPO REY
ELECTRA.FILOCTETES.EDIPO EN COLONO
INTRODUCCION DE
O S ~
S.
LASSO DE LA VEGA
TRADUCCION y NOTAS DE
ASSELA ALAMILLO
B
EDITORI L GREDOS
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PERSONAJES
EDlPo.
SACERDOTE.
CREONTE.
CORO
de
ancianos tebanos.
TIRESIAS.
YOCASTA.
MENSAJERO.
SERVIDOR DE LAYO.
Otro MENSAJERO.
Delante del palacio de Edipo, en Tebas. n grupo de
ancianos
y
de jvenes estdn sentados en las gradas del
altar, en
actitud
suplicante, portando ramas de olivo. l
sacerdote de Zeus se adelanta solo hacia el palacio. Edi-
po sale seguido de dos ayudantes
y
contempla al grupo
en silencio. Despus les dirige la palabra.)
EDlPo. Oh hijos, descendencia
nueva
del
antiguo
Cadmo
1
Por
qu
estis
en actitud sedente ante
m,
coronados con ramos de
suplicantes
?
a
ciudad
est
llena de incienso, a la vez que de cantos de splica y de 5
gemidos, y yo, porque
considero
justo no
enterarme
por
otros
mensajeros, he venido en persona, yo, el llamado
Edipo, famoso entre todos. As que,
oh
anciano, ya que
eres por tu condicin a quien corresponde hablar,
dime
1
1 Fundador mtico de la ciudad de Tebas.
Es
hijo de Agenor
y
hermano de Europa.
Vino
de Tiro en
compaa
de
sus her
manos
en
busca de Europa,
empresa
que pronto abandonaron.
El orculo
de Delfos
le
orden
fundar una ciudad en el lugar
donde
una
vaca a
la
que deba seguir cayera exhausta, resul-
tando de ah la
localizacin
de
Tebas. Cadmo dio
muerte
a
un
dragn
que
cuidaba de
la
Fuente de Ares, prxima a Tebas,
y por consejo de Atenea sembr los dientes de la bestia. En se-
guida brotaron del suelo hombres armados, de los que sobrevi-
vieron slo cinco, primitivos
habitantes
de Tebas.
2
Los que acudan en actitud de splica llevaban
en la
mano,
como seal,
unos ramos
de olivo o laurel atados con hilos de
lana. Los
dejaban
sobre el
altar,
de donde los
retiraban cuan
do la peticin
era
satisfecha. Traduzco literalmente coronados
aclarando que este
trmino es
slo metafrico,
segn
se deduce
de lo dicho.
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TRAGEDIAS
en nombre de todos:
cul
es la causa de que estis
ante m? El temor o el ruego? Piensa que yo q u ~
ayudaros en
todo. Sera insensible, si no
me
compade
ciera
ante
semejante actitud.
15 SACERDOTE. - Oh
Edipo
que
reinas
en mi pas
de qu
edad somos
los
que
nos sentamos
cerca
de
altares:
unos,
sin
fuerzas
an para
volar lejos;
torpes por
la
vejez,
somos
sacerdotes yo lo soy
Zeus- y otros, escogidos
entre
los an jvenes.
El
20 to del pueblo con sus ramos permanece sentado
en
plazas 3 en actitud de splica, junto a los dos templO
de Palas
4
y junto a
la
ceniza proftica de Ismeno
5.
La
ciudad, como t mismo puedes ver, est
ya
masiado agitada y no es capaz todava de levantar
cabeza
de
las
profundidades
por
la sangrienta sacudida
25 Se
debilita en las
plantas
fructferas
de
la tierra en
rebaos de bueyes que pacen y
en
los partos infecunaaJ
de las mujeres. Adems, la divinidad que produce la
te,
precipitndose
aflije
la
ciudad. Odiosa epidemlai
bajo cuyos efectos est desploblada la
morada
Cadmea
3 mientras el negro Hades se enriquece entre suspiros,
lamentos Ni yo ni estos jvenes estamos sentados
3
Era
corriente que las ciudades tesalias tuvieran dos
zas, a
una
de
las
cuales
no
se admitan
sino
ciudadanos
Tebas estaba dividida
en
dos partes la ciudad alta al O. y
ciudad baja en
cada
una de las cuales haba
una
plaza.
Uno de los templos estaba dedicado a Palas Onca,
y
citado por Pausanias.
El
otro, a Atenea Cadmea o Atenea
nia, no citados por l, pero s por los escoliastas.
5 Ismeno no es el dios fluvial del mismo nombre, sino
semidis tebano, hijo de Apolo, que tena dedicado en la
un altar
en el que se practicaba
la
piromancia.
6 Es
posible que Sfocles tuviera
presente
la
peste que
a Atenas al principio de la Guerra del Peloponeso. El
aplicado a la divinidad y traducido por: que produce la
significa, literalme nte: que lleva fuego abrasador,
t l
vez, alusin a la fiebre,
uno de
los sntomas
de
la peste.
EDIPO REY
313
suplicantes por
considerarte
igual a los dioses, pero s el
primero de los hombres en los sucesos de la vida y
en
las intervenciones de los dioses. T que, al llegar, libe- 35
raste
la
ciudad Cadmea del
tributo
que ofrecamos
a la cruel
cantora
7
y adems
sin haber visto
nada ms
ni
haber sido
informado por nosotros sino con la ayuda
de un dios, se dice y se cree que enderezaste nuestra
vida.
Pero
ahora oh
Edipo,
el ms
sabio
entre
todos ,
te
4
imploramos
todos
los que estamos aqu como suplican
tes que nos consigas alguna ayuda, bien sea tras or el
mensaje
de algn
dios, o
bien
lo conozcas
de un
mortal.
Pues veo
que
son efectivos, sobre todo, los hechos lle
vados a cabo por los consejos de los que tienen expe- 45
riencia. Ea,
oh
el
mejor
de los mortales ,
endereza la
ciudad. Ea ,
apresta
tu guardia, porque
esta tierra
ahora
te celebra como su salvador por el favor de antao. Que
de
ninguna
manera recordemos de tu reinado que vivi- 5
mos, primero en
la
prosperidad pero camos despus;
antes bien, levanta
con
firmeza la ciudad. Con favorable
augurio, nos
procuraste
entonces la fortuna. Snos tam
bin igual en esta ocasin. Pues, si vas a gobernar esta
tierra,
como
lo haces, es mejor reinar
con hombres
en
55
ella
que
vaca,
que nada
es
una
fortaleza
ni
una
nave
privadas de hombres que las pueblen.
EDIPo.
- Oh hijos dignos de lstima Vens a
hablar
me porque anhelis algo conocido y no
ignorado
por m.
S bien que todos estis sufriendo y,
al sufrir
no hay 60
ninguno de vosotros que
padezca
tanto como yo. En
efecto, vuestro dolor llega slo a cada
uno
en s mismo
7 La
Esfinge enviada
por Hera
contra
Tebas
para castigar
el crimen
de
Layo de amar al
hijo
de Plope. El monstruo se
cobraba muchas vctimas. Cuando Edipo
supo responder al
enig
ma que propona, el monstruo, despechado,
se mat arrojn
dose desde la roca. Se la llama cantora,
porque
sus enigmas
estaban en verso.
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314
TR GEDI S
y a ningn otro
mientras
que
mi
nimo se duele,
65 tiempo, por
la
ciudad y por
m
y por ti. De modo
no me despertis
de
un sueo
en
el que estuviera
do, sino
que
estad seguros
de que
muchas
lgrimas
derramado
yo y muchos caminos he recorrido en el
so de mis
pensamientos.
El nico remedio que ,he
trado despus de reflexionar a fondo,
es
el
que
he
70 mado: envi a Creonte, hijo de Meneceo, mi
cuado, a
la morada Ptica de
Febo s, a fin
de
que se
terara
de
lo que tengo que hacer o decir para
esta ciudad. Y ya
hoy
mismo, si lo calculo
en
compan(!
cin con el tiempo pasado me inquieta
qu
estar
75 ciendo, pues contra lo que es razonable, lleva ausemt
ms tiempo del fijado. Sera yo malvado si, cuando
gue,
no cumplo
todo
cuanto el
dios manifieste.
SACERDOTE.
- Con oportunidad has hablado.
mente stos
me
estn
indicando
por
seas
que
r ____
D
se acerca.
80
EDIPO. - Oh soberano Apolo! Ojal viniera
suerte
liberadora,
del mismo modo que
viene
con
radiante!
SACERDOTE. - Por lo que se
puede
adivinar,
complacido.
En
otro
caso
no
vendra
as,
con la
coronada
de
frondosas
ramas
de laurel
9.
85 EDIPO. -
Pronto
lo sabremos pues ya
est
lo
temente
cerca para que nos escuche. Oh prncipe,
pariente
hijo
de
Meneceo! Con
qu
respuesta del
lo nos
llegas?
Entra
Creonte en escena.
CRBONTB. - Con una buena. Afirmo
que
incluso
aflicciones, si llegan felizmente a trmino,
todas
resultar
bien.
8 A Delfos, el santuario ms famoso de Grecia.
9
El laurel
era
el rbol sagrado de Apolo y con sus
se coronaba a los
mensajeros
portadores de gratas nuevas.
BDIPO
REY
315
EDIPO. - Cul es
la
respuesta? Por lo que acabas
de
decir, no estoy
ni
tranquilo ni tampoco preocupado. 90
CREONTB. - Si deseas orlo estando stos
aqu
cerca,
estoy dispuesto a
hablar
y tambin, si 10 deseas, a
ir
dentro.
EDIPO. - Habla
ante
todos, ya
que
por ellos sufro
una
afliccin mayor, incluso,
que por mi propia
vida.
CREONTE. - Dir
las
palabras que
escuch de
parte 95
del dios. El soberano Febo nos orden, claramente, arro
jar de la
regin una
mancilla que
existe
en esta tierra
y
no mantenerla para
que
llegue a ser irremediable.
EDIPO.
- Con
qu
expiacin? Cul es la
naturaleza
de la desgracia?
CREONTE. - Con
el desterro
o
liberando
un
antiguo 100
asesinato con
otro puesto
que esta
sangre es
la que est
sacudiendo la ciudad.
EDIPO.
- De
qu hombre denuncia
9
bis tal
desdicha?
CREONTE. - Tenamos nosotros, seor,
en otro tiempo
a Layo como soberano de esta tierra
antes de que
t
rigieras rectamente esta ciudad.
EDIPO. - Lo s por haberlo odo,
pero nunca
lo vi. 105
CREONTE.
- IH muri y ahora nos prescribe clara
mente que tomemos venganza
de
los culpables
con vio
lencia.
EDIPO. - En
qu
pas pueden 'estar? Dnde podr
encontrarse
la
huella
de
una antigua culpa, difcil de in
vestigar?
CREONTE. - Afirm que en esta tierra. Lo
que
es bus- no
cado
puede ser
cogido,
pero se escapa
lo
que pasamos
por alto.
EDIPO. - Se encontr Layo con esta muerte en casa,
o en el campo, o
en
algn
otro
pas?
CREONTE. - Tras
haber marchado
segn dijo, a con
9 bis Febo.
Es
la tercera persona que aparece
en
todo este
contexto.
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TRAGBDIAS
316
115 sultar
al orculo, y una vez fuera,
ya
no volvi ms
casa.
EDIPO. -
ningn mensajero ni compaero de
lo vio, de quien, informndose, pudiera
sacarse
l ~
ventaja?
CRBONTB.
- Murieron, excepto uno, que huy
vorido y slo una cosa pudo decir con seguridad de
que
vio.
120
EDIPO. - Cul?
Porque una sola podra
narnos el conocimiento de muchas, si
consiguiram01J
un
pequeo principio
de
esperanza.
CRBONTE.
- Deca
que unos ladrones
con los
que
tropezaron le dieron muerte, no con
el
rigor de una
mano, sino de muchas.
EDIPO.
-
Cmo
habra
llegado el
ladrn
a
s e m e j n ~
125
audacia, si
no
se hubiera
proyectado desde aqu con
nero?
CRBONTE.
-
Eso era lo que
se crea.
Pero, despus
muri Layo,
nadie
surga
como
su vengador en
de las
desgracias.
EDIPO. -
Qu tipo de desgracia
se
present que
peda, cada as la soberana, averiguarlo?
130 CRBONTE. La
Esfinge,
de enigmticos cantos,
determinaba
a
atender
a
lo que nos
estaba
saliendo
paso, dejando
de
lado lo
que no
tenamos a la
vista.
EDIPO. -
Yo
lovolvera sacar a la luz
desde el
cipio,ya que Febo,merecidamente, y t, de manera
135
na,
pusisteis
tal solicitud en
favor
del muerto;
de
que
veris
tambin en
m, con razn,
a un aliado
vengar
a esta tierra al
mismo tiempo que
al dios.
no
para
defensa de lejanos amigos sino de
m
alejar
yo
en
persona esta
mancha. El
que fuera
el
sino de aqul
tal
vez
tambin
de
m
podra querer
140
garse con
violencia
semejante.
As,
pues, auxiliando
aqul me ayudo
a
m mismo.
EDIPO REY
317
Vosotros, hijos,
levantaos de
las
gradas lo ms
pron-
to
que podis y recoged estos ramos de suplicantes. Que
otro
congregue
aqu al pueblo de Cadmo sabiendo que
yo
145
voy a disponerlo
todo.
Y con la ayuda de l dvinidad
aparecer triunfante
o fracasado.
(Entran Edipo y Creonte en el palacio.)
SACERDOTE.
- Hijos, levantmonos.
Pues con vistas
a
lo
que l nos promete
hemos
venido aqu. Ojal que
Febo,
el que
ha enviado
estos
orculos,
llegue como
sal-
150
vador
y
ponga
fin a la
epidemia!
(Salen de la escena y,
seguidamente, entra en ella el Coro de ancianos tebanos.)
CORO.
Estrofa 1.-
Oh dulce orculo de Zeus
10!
Con qu espritu has
llegado desde Pito,
la
rica en oro
11,
a la ilustre Tebas? Mi
nimo est tenso por el miedo, temblando de espanto,
oh dios, a quien se le dirigen agudos gritos, Delios, sana-
dor
12/
Por ti estoy lleno de temor. Qu obligacin de 55
nuevo m vas a imponer, bien inmediatamente o des-
pus del transcurrir de los aos 3? Dmelo, oh hija de la
urea Esperanza, palabra inmortal
Antistrofa
1.-
Te invoco la primera, hija de Zeus, inmortal Atenea, y
10 Zeus habla
por
boca
de su
hijo Apolo.
11
Alusin a los inmensos tesoros depositados en Delfos
corno ofrendas al dios. Desde Homero
se
conoce a Delfos como
Pito =pYtho), dondeApolovenci al dragnindgenaPitn.
12 Apolo es designado con muchos eptetos en la tragedia.
El
de
Delio viene del
lugar de
su nacimiento, la isla de Delos.
Personificandoel adjetivo sele invocacomoPen, aunque tam
bin ms adelante (v. 186) se llama pen al canto dirigido al
dios
para implorar
la salud. Otros eptetos son Febo, Loxias,
Flechador, etc.
13 Se pregunta elCorosi la actualepidemiaes elcastigode
na
reciente impiedad o, como efectivamente lo ser, de
un
antigua.
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TRAGEDIAS
318
160 a tu hermana, rtemis, protectora del pas, que se
ta en glorioso trono en el centro del gora 14,
y
a
el
que flecha a distancia. Ay Haceos visibles para
los tres, como preservadores
de
la muerte.
165
Si ya anteriormente, en socorro de una desgracia
frida por la ciudad, conseguisteis arrojar del lugar
ardor de
la
plaga, presentaos tambin ahora.
Estrofa 2 -
Ay
de
m Soporto dolores sin cuento. Todo
mi
170 blo est enfermo Y no existe
el
arma
de la
reflexin
la que uno se pueda defender. Ni crecen los frutos de
noble tierra ni las mujeres tienen que soportar que
175 brosos esfuerzos en sus partos. Y uno tras otro, cual
pido pjaro, puedes ver que se precipitan, con
fuerza que el fuego irresistible, hacia la costa del dios
las sombras 15.
Antistrofa 2 -
180 La poblacin perece en nmero incontable. Sus
abandonados, yacen en
el
suelo, portadores de
sin obtener ninguna compasin. Entretanto, esposas
tambin, canosas madres gimen por doquier en las
185 das de los templos, en actitud de suplicantes, a causa
sus tristes desgracias. Resuena el pen
y
se oye, al
mo tiempo, un sonido de lamentos. n auxilio de
males, oh urea hija de Zeus , enva
tu
ayuda, de
ciado rostro.
14 Literalmente circular; no por querer significar que
gora era de esta forma sino porque la estatua de la diosa
paba el
puesto central
de
la misma
sobre
un
pedestal de
circular
o
bien
se
puede
pensar con
P.
Mazon)
porque
un
thlos
dedicado a Artemis.
15 Hades es el dios del reino de las
sombras
situado
Occidente, segn
una antigua
tradicin mtica.
BDIPO REY
319
Estrofa 3.-
Concede que el terrible Ares, que ahora sin
la
pro- 190
teccin de los escudos 16 me abrasa salindome al en
cuentro a grandes gritos, se d
la
vuelta en su carrera,
lejos de los confines de
la
patria, bien hacia
el
inmenso
lecho de Anfitrita
11,
bien hacia
la
inhspita agitacin de
195
los puertos tracias. Pues
si
la
noche deja algo pendiente,
a terminarlo despus llega el da. A se, oh t, que re- 200
partes las fuerzas de los abmsadores relmpagos, oh
Zeus padre , destryelo bajo
tu
rayo.
Antistrofa
3 -
Soberano Liceo
18,
quisiera que tus ftechas invencibles
que parten de cuerdas trenzadas en oro se distribuyeran,
205
colocadas delante, como protectoras y, tambin, las an
torchas llameantes de rtemis con las que corre por los
montes de Licia. Invoco al de la mitra de oro,
el
que da 210
nombre a esta regin
19,
a Baco, el de rojizo color, al del
evoh, compaero de las mnades, que se acerque res
plandeciente con refulgente antorcha contra el dios odio- 2 5
so entre los dioses
(Sale Edipo
y
se dirige al Coro.)
EDIPO.
- Suplicas. Y de lo que suplicas podras ob
tener remedio y alivio en tus desgracias, si quisieras
16 Ares, divinidad guerrera odiada
por
los mortales y
por
los
mismos dioses, suele
representar la muerte
violenta
en el
com
bate. Aqu
no
es el caso y lo destaca el poeta-
sino
que
representa la epidemia que tambin trae
la
muerte.
17 El mar. Anfitrita es una nereida
de
la
que
se
enamoro
Poseidn y a
la
que hizo
su
esposa.
18 Epteto frecuentemente aplicado a Apolo y de dificil in
terpretacin
etimolgica.
Las tres palabras
griegas con
las
que
podra relacionarse son:
l:9kos
cIobo,
Lykia
Lica y
lyke
luz.
19 Tebas es
conocida
como la tierra
de Baco d.
Traqui
nias
510
por ser
ste hijo
de Smele
y
sta
a
su
vez,
de
Cadmo.
El rojizo color es el del vino, del que era dios.
Sobre las
mnades, vase nota
70 de
Antfgona
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8/32
TRAGBDIAS
320
acoger mis palabras cuando las oigas y
prestar
seT"'lri,,"'"
220
en
esta enfermedad. y yo dir lo que sigue, como
no
tiene nada
que
ver
con este
relato
ni
con este
Porque
yo mismo no
podra
seguir
por
mucho tiempo
pista
sin
tener
ni un
rastro.
Pero, como
ahora he
a ser
un
ciudadano entre ciudadanos, os dir a todos
22S otros, cadmeos, lo siguiente: aquel de vosotros que
por
obra de quin
muri
Layo, el
hijo de
Lbdaco,
ordeno que me
lo revele todo y, si siente temor
aleje
la
acusacin que pesa contra s mismo, ya que
guna otra
pena sufrir
y saldr sano Y salvo del
230 Si alguien, a su vez, conoce que el autor es otro de
tierra que no calle. Yo le conceder
la
recompensa a
que
se
aadir
mi gratitud. Si,
por
el contrario
y alguno temiendo
por un
amigo o
por
s mismo
235 de rechazar esta orden lo que har con ellos debis
cucharme. Prohbo que en este pas, del que yo poseq
poder
y el trono, alguien acoja y dirija
la palabra
a
hombre quienquiera que sea,
Y que
se
haga
240 con l en splicas o sacrificios a los dioses y que le
mita
las abluciones. Mando
que
todos le expulsen,
biendo que es una impureza para nosotros, segn me .
acaba de revelar el orculo ptico del dios. sta
245
clase
de
alianza
que
yo tengo
para
con
la
diviniaaa
para
el muerto. Y pido soletruiemente que, el
que
a,
condidas lo ha hecho, sea en solitario,
sea
en compaQ
de otros
desventurado,
consuma su
miserable
vida
250 mala manera. E impreco para que, si llega a estar en
propio palacio y yo tengo conocimiento
de
ello,
yo lo que acabo de desear para stos
21).
y
a vosotros
os
encargo que cumplis todas
cosas
por m
mismo,
por
el dios y por este pas
tan
sumido
en
medio de esterilidad y
desamparo
de los
21)
Los asesinos, o el criminal y
sus
posibles cmplices.
EnIPO REY
321
ses. Pues, aunque
la
accin
que
llevamos a cabo no hu- 255
biese sido promovida por
un
dios, no sera natural que
vosotros
la
dejarais sin expiacin, sino que debais hacer
averiguaciones
por haber
perecido
un
hombre excelente
y,
a la vez, rey.
Ahora,
cuando
yo soy
el
que me encuentro
con el
poder que
antes tuvo
aqul,
en
posesin
del
lecho y
de
la 260
mujer fecundada, igualmente,
por
los dos, y hubiramos
tenido en
comn
el nacimiento de hijos comunes, si
su
descendencia no se hubiera malogrado -pero
la
adver
sidad se lanzo
contra su
cabeza-2I) bis
por todo esto
yo,
como si mi padre fuera, lo defender y llegar a todos 265
los medios tratando de capturar al autor del asesinato
para provecho del hijo de Lbdaco, descendiente de Poli
doro y de
su
antepasado
Cadmo, y del ant iguo Agenor
21.
y pido,
para los
que no hagan esto,
que
los dioses no les 270
hagan
brotar
ni cosecha alguna de la tierra ni hijos de
las mujeres sino que perezcan a
causa
de la desgracia
en que se encuentran y
an
peor que sta. Y a vosotros,
los dems Cadmeos, a quienes esto os parezca bien, que
la Justicia como aliada y todos los dems dioses os 275
asistan con buenos consejos.
CORIFEO.
- Tal como me has cogido inmerso en
tu
maldicin,
te
hablar,
oh
rey. Yo ni le
mat ni
puedo
sealar a quien lo hizo. En esta bsqueda
era
propio del
que nos la ha enviado, de Febo, decir quin lo
ha
hecho.
EDIPO.
- Con razn hablas. Pero ningn hombre po- 280
dra obligar a los dioses a algo que no quieran.
CORIFEO.
- En segundo lugar, despus de eso,
te
podra decir
10
que yo creo.
lO is
En
este
pasaje
se
produce
un anacoluto que refleja el
texto griego utilizado con
la
presencia del signo menos.
21
Enumera la
genealoga
de
la
familia real
de
Tebas. Agenor
es el
fundador
de
la
dinasta, rey de Sidn y Tiro, y
padre
de
Europa y Cadmo. Vase
nota
1.)
40.
-
21
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9/32
322
TRAGEDIAS
EDIPO. - Tambin, s i hay
un
tercer lugar, no
de decirlo.
CORO.
- S que, ms que
ningn
otro el noble
285 resias ve lo mismo que el soberano Febo, y de l se
dria tener
un conocimiento muy exacto, si se le
riera, seor.
EDIPO. - No lo he echado en descuido sin
la prctica; pues,
al
decrmelo Creonte, he enviado
mensajeros. Me
extraa
que
no
est presente desde
rato.
290 CORIFEO.
Entonces
los dems rumores son
ces y pasados.
EDIPO.-Cules son? Pues atiendo a toda clase
rumor.
CORIFEO.
- Se dijo
que muri
a
manos de unos
minantes.
EDIPO.
- Tambin yo lo o. Pero nadie conoce al
lo vio.
CORIFEO. - Si tiene
un
poco de
medo no
295
despus de ofr tus maldiciones.
EDIPO. - El que no tiene temor ante los hechos
poco tiene miedo a la palabra.
Entra Tiresias con los enviados por Edipo. Un
le acompaa.)
CORIFEO. - Pero ah est el que lo dejar al
bierto. :estos traen ya aqu al sagrado adivino, al
de los mortales
en
quien la verdad es innata.
3
EDIPO.
- Oh Tiresias, que todo lo
manejas
lo
debe ser enseado y 10 que es secreto, los asuntos
cielo y los terrenales Aunque
no
ves, comprendes,
embargo, de qu mal es vctima nuestra ciudad. A
reconocemos como
nico
defensor y salvador de
305
seor. Porque Febo,
si
es
que no
lo
has
odo a los
sajeros, contest a nuestros embajadores que
la
liberacin de
esta
plaga nos llegarla si, despus
de
BOlPO
REY 323
riguarlo correctamente dbamos muerte a los asesinos
de Layo o les hacamos salir
desterrados
del pas. T, sin
310
rehusar ni el sonido de las aves
ni ningn otro
medio de
adivinacin 22, slvate a ti
mismo
y a la
ciudad
y slvame
a m, y lbranos de toda impureza originada por el muer
to.
Estamos en tus
manos. Que
un
hombre preste
servi
cio con los medios de que dispone y
es
capaz,
es la ms
315
bella de las tareas.
TIRESIAS.
-
Ay,
ay Qu terrible es
tener
clarividen
cia cuando no aprovecha al que la tiene Yo lo saba
bien, pero lo he olvidado, de lo contrario no hubiera
venido aqu.
EDIPO.
- Qu pasa? Qu abatido te has presen
tado
TIRESIAS.
- Djame
ir
a casa. Ms fcilmente sopor-
320
taremos t lo tuyo y yo lo mo si me haces caso.
EDIPO. - No hablas con
justicia ni
con benevolencia
para la
ciudad
que te
aliment, si
le
privas de
tu
augu
rio.
TIRBSIAS. - Porque veo que tus palabras no
son
opor
tunas
para
ti. No vaya a
ser
que a
m me
pase lo mis-
325
mo ..
Hace ademn de retirarse.)
EDIPO. - No te des la vuelta, por los dioses , si sa
bes algo, ya
que te
lo pedimos todos los que estamos
aqu como suplicantes.
TIRESIAS. - Todos
han
perdido el juicio. Yo nunca
revelar mis desgracias,
por no decir
las tuyas.
EDIPO. - Qu dices? Sabindolo
no
hablars, sino
330
que piensas traicionarnos y destruir a
la
ciudad?
TIRESIAS.
- Yo
no
quiero afligirme a m mismo ni a
ti. Por qu me interrogas intilmente? No te enterars
por m.
22 Otro medio
de
adivinacin nos lo encontramos en
An-
tgona 1005,
donde el
mismo
Tiresias explica el del fuego.
8/11/2019 Sfocles-Edipo_Rey.pdf
10/32
TR GE I S
324
EOIPO. - Oh el ms malvado de los malvados,
335
t
llegaras a
irritar
incluso, a
una
roca No
habla
de
una
vez, sino que te vas a
mostrar
as de duro e
flexible?
TIRESIAS. - Me has
reprochado
mi obstinacin, y
ves
la
que igualmente hay en ti, y me censuras.
EOIPO. -Quin no se
irritara
al
or
razones de
340
clase con las que
t
ests perjudicando a
nuestra
dad?
TlRESIAS. - Llegarn
por
s mismas, aunque yo
proteja con el silencio.
EDIPO. - Pues bien, debes manifestarme incluso
que est
por
llegar.
TIRESIAS.
- No puedo hablar ms. Ante esto, si
res
irrtate
de
la manera
ms violenta.
45
EOIPO. - Nada de lo que estoy advirtiendo dejar
decir, segn estoy de encolerizado. Has de saber que
parece que
t
has ayudado a maquinar el crimen y lo
llevado a cabo en lo que no
ha
sido darle muerte
tus manos. Y si tuvieras vista, dira que, incluso,
acto hubiera sido
obra
de ti solo.
350 TlRESIAS. - De
verdad?
Y yo te
insto
a que
nezcas leal al edicto que
has proclamado
antes y a
no nos dirijas la palabra ni a stos ni a m desde el
55 de hoy,
en
la
idea
de que t eres el azote impuro de
tierra.
EOIPO. - Con
tanta
desvergenza haces esta
racin? De qu manera crees poderte escapar a
TIRESIAS.
- Ya lo
he
hecho. Pues tengo
la
como fuerza.
EDIPO. - Por quin has sido enseado? Pues,
luego, de
tu
arte no
procede.
TIRESIAS. - Por ti, porque me impulsaste a
contra de mi voluntad.
EDIPO REY 325
EDIPO. - Qu palabras? Dilo, de nuevo,
para
que lo
aprenda
mejor.
360
TlRESIAS. No has escuchado antes? O es que tra
tas de que hable?
EOIPO. - No como
para
decir que me es comprensi
ble. Dilo de nuevo.
TlRESIAS.
Mirmo que t eres el asesino del hombre
acerca del cual estn investigando.
EDIPO.
- No dirs
impunemente
dos veces estos in
sultos.
TIRESIAS.
-
En
eSe caso, digo tambin
otras
cosas
para
que
te
irrites
an ms?
EDIPO. - Di cuanto gustes, que
en
vano ser dicho. 65
TIRESIAS. Mirmo
que
t
has estado conviviendo
muy vergonzosamente, sin advertirlo, con los
que te son
ms queridos y que
no te
das cuenta
en
qu
punto
de
desgracia ests.
EDIPO. - Crees t en verdad, que vas a seguir
di
ciendo alegremente esto?
TIRESIAS. - S, si es que existe alguna fuerza en la
verdad.
EDIPO. - Existe, salvo para ti. T
no
la tienes, ya que 370
ests ciego de los odos, de la mente y de
la
vista.
TIRESIAS.
-
Eres
digno de
lstima por
echarme
en
cara cosas que a ti no
habr
nadie que no
te
reproche
pronto.
EDIPO. - Vives
en
una noche continua, de manera
que ni a m, ni a ninguno que vea la luz,
podras
perju- 75
dicar nunca.
TIRESIAS. - No quiere el destino que t caigas por mi
causa, pues
para
ello se basta Apolo, a quien importa
llevarlo a c ~ b o
EDIPO.
-
Esta
invencin es de Creonte o
tuya?
TIRESIAS. - Creonte no
es
ningn dolor
para
ti, sino
t6 mismo.
8/11/2019 Sfocles-Edipo_Rey.pdf
11/32
326
TRAGEDIAS
380
EDIPO.
- Oh r iqueza , poder y saber
que aventajas
cualquier otro saber
en
una
vida llena
de
encontrad41
intereses! Cunta envidia
acecha
en vosotros, si, a
de este
mando
que la ciudad me
confi como un
385
s in
que yo lo
pidiera-,
Creonte, el que era leal,
el
go
desde el
principio, desea expulsarme deslizndose
escondidas, tras
sobornar
a semejante hechicero,
quinador
y charlatn engaoso, que slo ve
en las
390
cias y es ciego
en su
arte
Porque,
ea!, dime,
en
fuiste t un adivino infalible? Cmo
es
que
no
alguna
palabra
que liberara
a
estos ciudadanos
estaba aqu la perra cantora 23?
Y,
ciertamente,
el
ma no
era
propio
de
que
lo discurriera
cualquier
sona que se presentara, sino que requera arte adivinl
395
toria
que
t
no
mostraste
tener, ni procedente
de
aves ni conocida a partir de alguno de los dioses. Y
Edipo,
el
que
nada
saba, llegu y la hice callar
guindolo por mi habilidad, y
no
por haberlo aprendic:
de
los
pjaros.
A mi
es
a
quien
t intentas echar,
400
do que
estars ms cerca del trono
de Creonte. Me
rece
que t y
el
que ha
urdido
esto tendris que
la purificacin
entre
lamentos. y si no
te
hubieses
valer
por
ser
un anciano,
hubieras
conocido
con
mientos qu
tipo
de sabidura
tienes.
CORIFEO.
- Nos parece adivinar que las palabras
405
ste
y
las
tuyas,
Edipo, han
sido
dichas
a impulsos
la clera. Pero no
debemos ocupamos
en
tales
sino en cmo
resolveremos los
orculos del
dios
mejor manera.
TIRESIAS. - Aunque seas
el
rey, se me
debe
misma oportunidad
de
replicarte,
al menos con
410
semejantes.
Tambin yo tengo
derecho
a ello,
ya
13 Se refiere a la Esfinge no porque tuviera forma
de
sino por su misin de guardiana del cumplimiento
de
designios
de
Hera.
EDIPO REY
327
vivo sometido a
ti
sino a Loxias
24, de modo que no podr
ser inscrito
como
seguidor
de Creonte,
jefe de un
parti
do. Y
puesto que me has echado en cara que
soy ciego,
te digo: aunque
t
tienes vista,
no
ves
en qu
grado
de
desgracia
te encuentras ni dnde habitas ni con
quines
transcurre tu
vida. Acaso conoces
de
quines des cien-
415
des?
Eres, sin darte cuenta,
odioso
para
los tuyos, tanto
para
los
de
all
abajo como para
los
que estn en la
tie
rra,
y
la
maldicin que por
dos
lados te golpea,
de u
ma
dre y de tu padre, con paso terrible
te arrojar,
algn
da,
de
esta
tierra,
y
t, que ahora
ves
claramente,
en
tonces estars
en la
oscuridad. Qu lugar
no
ser refu-
420
gio de tus gritos!, qu
Citern
25
no
los recoger
cuando
te
des perfecta cuenta
del
infausto matrimonio
en
el
que
tomaste
puerto en tu
propia casa
despus
de
conseguir
una feliz navegacin 26 Y
no
adviertes la
cantidad
de
425
otros males que te igualarn a tus hijos. Despus de esto,
ultraja
a
Creonte
y a
mi palabra.
Pues
ningn mortal
ser
aniquilado
nunca de peor forma que t.
EDIPO. Es que
es tolerable
escuchar esto de se?
Maldito seasl
No te irs cuanto antes? No te irs de 430
esta
casa, volviendo por donde has venido?
TIRESIAS.
- No hubiera venido yo, si t no
me
hubie
ras
llamado.
EDIPO. - No saba que
ibas
a decir necedades. En tal
caso, difcilmente
te hubiera hecho venir
a
mi
palacio.
24
El epteto de Apolo "Loxias est conectado con el adje
tivo
oxs
oblicuo, y hace alusin a las ambiguas respuestas
del orculo.
25
Citern
es
el
nombre
del monte
en
que fue abandonado
Edipo. Aqu, en
una
clara figura estilstica, est empleado como
el nombre genrico de monte,..
6
os
trminos griegos empleados
en esta
frase
estn
ro.
ruados,
una
vez ms, del vocabulario
de la marina, tan
conocido
y usado por el pueblo ateniense.
8/11/2019 Sfocles-Edipo_Rey.pdf
12/32
TRAGEDIAS
28
435 TIRESIAS.
- Yo soy tal
cual
te parezco, necio,
para los padres que te engendraron
era
juicioso.
EDIPO.-A
quines? Aguarda. Qu mortal
me
el ser?
TIRESIAS.
- Este
da te
engendrar y
te
destruir.
EDIPO. - De qu
modo
enigmtico y
oscuro
lo
todo
440
TIRESIAS.
- Acaso no eres t el ms hbil por
turaleza
para interpretarlo?2
7
EDIPO. -
~ c h m e
en cara precisamente aquello
lo que
me
encuentras grande.
TIRESIAS. -
Esa
fortuna sin embargo te hizo
cero
EDIPO. -
Pero
si salvo a
esta ciudad
no
ocupa.
TIRESIAS. -
En
ese caso me voy. T, nio, condcerr;t
445
EDIPO.
- Que te lleve, s, porque aqu presente
un
molesto obstculo; y,
una
vez fuera
puede
ser
no
atormentes
ms.
TIRESIAS. - Me voy, porque ya he dicho aquello
lo que vine,
no
porque tema tu
rostro. Nunca
me
450 perder. Y te digo:
ese hombre
que,
desde
hace rato
cas
con
amenazas y
con proclamas
a causa del asesiua,
de Layo est aqu. Se dice que es extranjero
aqu pero despus saldr a la luz que es tebano por
linaje y
no
se
complacer
de
tal
suerte. Ciego,
455 antes
tena
vista, y pobre en
lugar
de rico, se tra:Sli:lWLl
a tierra extraa tanteando el camino
con un
bastn.
manifiesto
que
l
mismo
es, a
la
vez, hermano y
padre
sus propios hijos hijo y esposo
de
la mujer
de
la
460 naci y de la misma raza, as como asesino de su
El Alude a la actuacin de Edipo descifrando el enigma
la Esfinge.
EDIPO
REY
329
Entra
y
reflexiona sobre esto.
Y si me coges en
mentira
di que yo ya no tengo razn en el
arte
adivinatorio.
Tiresias se aleja y
dipo
entra en palacio.)
CORO.
Estrofa
1..
Quin es aquel al que la proftica roca dlfica nom
br
como
el que ha llevado a cabo, con sangrientas ma
nos, acciones indecibles entre las indecibles?
s el
mo- 465
mento para que l, en la huida, fuerce un paso
ms
poderoso que el de caballos rpidos
como
el viento, pues
contra l se precipita, armado con fuego y relmpagos,
470
el hijo de Zeus. Y,
junto
a l, siguen terribles las infali
bles diosas de la Muerte
28
Antstrofa
1..
No hace mucho reson claramente, desde el nevado
Parnaso 29, la voz que anuncia que,
por
doquier, se siga
475
el rastro
al hombre
desconocido.
Vade
un lado a otro 30
bajo el agreste bosque y
por
cuevas y grutas, cual
un
toro que vive solitario, desgraciado, de desgraciado
an-
dar, rehuyendo los orculos procedentes del centro de la 480
tierra 31. Pero stos, siempre vivos, revolotean alrededor.
Estrofa 2.
De terrible manera, ciertamente, de terrible manera
me perturba el sabio adivino, ya lo crea, ya lo niegue.
485
Qu dir? Lo ignoro.
stoy
trado y llevado
por
las es-
28 Perfrasis con la que he traducido el nombre griego
-
res, espritus vengadores, de horrible aspecto, que ejecutan el
destino de muerte.
En
Esquilo se confunden con las Moiras o
tambin con las Erinias.
29
El santuario de Delfos
est
en la ladera de un
monte
que
pertenece a la misma cadena montaosa donde se eleva el monte
Parnaso.
30 El Coro describe al asesino tal como l lo imagina, x -
liado
y
fugitivo.
31 Delfos
era
considerado el
mphalos
u ombligo del mundo.
8/11/2019 Sfocles-Edipo_Rey.pdf
13/32
330
TRAGEDIAS
peranzas, sin ver
ni
el presente
ni
lo que hay detrs.
nunca he sabido, ni antes
ni
ahora, qu motivo de
490
ta haba entre los Labdcidas y el hijo de Plibo
32,
495
por haberlo probado,
m
haga ir contra la pbfica
de Edipo, como vengador para los Labdcidas de
tes no claras.
Antstrofa 2.-
Por una parte, cierto es que Zeus y Apolo son
ces y conocedores de los asuntos
de
los mortales,
500 que
un
adivino entre los hombres obtenga mayor
que yo, no es
un
juicio verdadero.
Un
hombre
505
contraponer sabidura a sabidura.
y
yo nunca, hasta
que la profeca se cumpliera, hara patentes los
ches. Porque, un da, lleg contra l, visible, la
510 doncella
33
y qued claro, en la prueba, que era sabio
amigo para la ciudad. Por ello, en
mi
corazn nunca
culpable de maldad 34.
(Entra Creonte.)
CREONTB.
- Ciudadanos, habindome
enterado de
515
el rey Edipo
me
acusa con terribles palabras
me
to sin poder soportarlo. Pues si en los males
cree
haber
sufrido de mi
parte
con palabras o con
algo que le lleve a
un
perjuicio,
no
tengo deseo de
vida que dure mucho tiempo con esta fama. El dao
520 me reporta
esta
acusacin no es sin importancia,
32
Plibo, rey de Corinto, recibi
al
pequeo Edipo y lo
como a un hijo. Para el Coro, es el padre verdadero
de
33 Nueva alusin a
la
Esfinge,
esta
vez como
un
femenino con
rostro de mujer
pecho,
patas
y cola
de
alas como
las
de un ave de rapia. Evitan
llamarla por su
bre
y
recurren
a todos
los atributos.
34
El predominio del valor de
la
razn en
la
Atenas de
focles
se
manifiesta
en
las dudas que
expresa el
Coro
entre
confianza en
su propio
juicio acerca de
la persona
de
la
creencia religiosa en el augurio del adivino.
EDIPO REY
331
gravsimo, si es que voy a
ser
llamado malvado
en
la
ciudad, y malvado
ante ti
y
ante
los amigos.
CORIFEo. - Tal vez haya llegado a este
ultraje
forza
do por la clera, ms que intencionadamente.
CREONTE. -
Fue
declarado por ste abiertamente 525
que,
persuadido por mis
consejeros, el adivino deca pa
labras falaces?
CORIFEO. - Eso dijo, pero no s con qu intencin.
CREONTE. - Y, con la mirada y la mente rectas, lan
z
esta
acusacin
contra
mi?
CORIFEO.
- No s, pues
no
conozco lo
que
hacen los 53
que tienen el poder. Pero l, en
persona
sale ya del pa
lacio.
(Entra Edipo en escena.)
EDIPo.-
T, se! Cmo
has
venido aqu? Eres,
acaso, persona de
tanta
osada que has llegado a mi casa,
a
pesar
de
que
es evidente que
t
eres
el
asesino de este
hombre y
un usurpador
manifiesto de mi soberana?
535
Ea, dime, por los dioses! Te decidiste a actuar as por
haber visto
en
m alguna
cobardia
o locura? O pensa
bas
que no
descubrira
que tu
accin
se
deslizaba con
engao, o que no me defendera al averguarlo? No es 54
tu
intento
una
locura: buscar con ahnco la
soberana
sin el apoyo del pueblo y
de
los amigos,
cuando se
ob
tiene con la ayuda de aqul y de las riquezas?
CREONTE. - Sabes lo que vas a hacer? Opuestas
a tus palabras escchame palabras semejantes y, des
pus de conocerlas, juzga t mismo.
EDIPo.
- T eres diestro en el hablar y yo soy torpe 545
para
comprenderte, porque
he
descubierto
que
eres hos
til y molesto
para
mi.
CREONTE. -
En
10 que a esto se refiere, yeme pri
mero cmo
lo
voy a
contar.
EDIPo. -
En
lo
que
a
esto
se refiere,
no me
digas
que
no eres
un
malvado.
8/11/2019 Sfocles-Edipo_Rey.pdf
14/32
332
TRAGEDIAS
550 CREONTE - Si crees que la presuncin separada de
inteligencia es
un
bien, no razonas bien.
EDIPO
Si crees que perjudicando a
un
pariente
sufrirs
la
pena, no razonas
correctamente.
CREONTE - De acuerdo contigo en que has dicho
con
toda
razn. Pero infrmame q u perjuicio dices
has
recibido.
SS5
EDIPO
- Intentabas persuadirme, o no, de que
necesario que
enviara
a alguien a
buscar
al
adivino?
CREONTE - Y soy an el mismo
en
lo que a ese
sejo se refiere.
EDIPO
- Cunto
tiempo
hace ya desde que
CREONTE
- Qu fue lo que hizo? No entiendo.
560
EDIPO
- ... sin
que fuera
visible,
pereciera en
un
sinato?
CREONTE
- Podran contarse largos y antiguos
EDIPO
- Ejercera entonces
su arte
ese adivino?
CREONTE - S, tan
sabiamente
como antes y
h
nT
8/11/2019 Sfocles-Edipo_Rey.pdf
15/32
334
TR GEDI S
bien
no puede volverse
torpe.
No soy, por tanto,
de esta idea
ni
soportara nunca la compaa de quien
hiciera. Y,
como
prueba de esto, ve a Delfos yentn
60S
si te he anunciado fielmente
la
respuesta del orculo.
otra cosa: si me
sorprendes
habiendo tramado algo
comn
con el adivino,
tras
hacerlo,
no
me
condenes'
muerte
por un
solo voto, sino
por
dos,
por
el
tuyo
y
mo; pero
no
me inculpes
por
tu cuenta a causa de
suposicin no probada. No es justo considerar, sin
610 damento a los malvados honrados ni a los ho:""
malvados. Afirmo que
es igual rechazar a
un buen
que la propia vida, a
la que se
estima sobre todas las
sas. Con el tiempo, podrs conocer
que esto
es cierto,
que Slo el
tiempo
muestra al hombre justo m i n ~
615
que podras
conocer
al perverso en
un
solo da.
CORIFEO.
- Bien habl l, seor,
para
quien sea
to en errar. Pues los que se precipitan no son sesruro
para
dar
una
opinin.
EOIPO. - Cuando el
que
conspira a escondidas
con rapidez, preciso es
que
tambin yo mismo
62
con la misma rapidez. Si
espero
sin moverme, los
yectos de
ste se convertirn
en hechos y los mos,
frustraciones.
CREONTE.
- Qu pretendes, entonces? Acaso
jarme fuera del pas?
EOIPO. - En
modo
alguno. Que
mueras
quiero,
que huyas.
CREONTE.
- Cuando expliques
cul
es la clase de
rrecimiento
...
625
EOIPO.
- Quieres
decir
que no
me
obedecers
me
dars crdito?
CREONTE. - .. , pues veo que
t
no razonas con
dura.
EOIPO. - S, al menos,
en
lo que me afecta.
EDIPO REY
335
~ O N T E
-
Pero
es preciso
que
lo hagas
tambin
en
lo mo.
EOIPO. - T eres un malvado.
CREONTE. - Y si es que
t no comprendes
nada?
EDIPO.
- Hay que obedecer, a pesar
de
ello.
CREONTE.
- No
al que ejerce
mal el poder.
EDIPO. - Oh ciudad, ciudad!
CREONTE. - Tambin a m me interesa la ciudad, no 63
slo a ti.
CORIFEO.
- Cesad, prncipes. Veo que, a tiempo para
vosotros, sale de palacio Yocasta, con la que debis diri
mir la disputa que estis sosteniendo.
Yocasta sale e palacio.)
YOCASTA. -
Por
qu,
oh
desdichados, originasteis
esta
irreflexiva discusin? No
os da
vergenza ventilar
635
cuestiones
particulares estando
como est sufriendo
la
ciudad? No irs t a palacio y t Creonte, a tu casa
sin transformar un disgusto que no es nada en algo im
portante?
CREONTE. -
Hermana
Edipo, tu esposo,
pretende
lle
var a cabo decisiones terribles respecto a m, habiendo 640
elegido entre dos calamidades: o desterrarme de
la
pa
tria
o, tras
hacerme
prisionero,
matarme.
EOIPO. - Asiento. Pues le he sorprendido, mujer tra
mando contra mi persona con maas ruines.
CREONTE. - Que
no sea
feliz, sino que perezca maldi
to, si he realizado
contra
ti algo de 10 que me imputas! 645
YOCASTA. - Por los dioses!, Edipo,
da
crdito a esto,
sobre todo si sientes
respeto
ante
un
juramento
en
nom
bre de los dioses y, despus,
tambin
por
respeto
a m y
a
los que estn ante ti.
Estrofa 1.-
CORO.
-
Obedece
e
grado
por
prudencia, seor,
65
te lo suplico.
EDIPO. - n qu quieres que ceda?
8/11/2019 Sfocles-Edipo_Rey.pdf
16/32
TRAGEDIAS
36
CORO.
- n
respetar al que nunca antes fue
ne io
ahora es fuerte en virtud del juramento.
655
EDIPO.
-
Sabes lo que pides?
CORIFEO.
-
Lo s.
EDIPO.
-
Explcame qu dices.
CORO.
-
Que, por
un rumor
poco probado,
lances una acusacin de deshonor a
un
pariente LlfW a1ll
por su propio juramento.
EDIPO.
-
Entrate bien ahora: cuando esto
pretf'!n.
1
des,
me ests buscando la
ruina
o
mi destierro
de
pas.
Estrofa 2:
66 CORO.
-
No, por el dios primero entre todos los
ses, el Sol! Qu muera sin dios, sin amigos, de la
665
manera,
si
tengo
semejante
pensamiento! Pero esta
que se
consume
aflige
mi
nimo, desventurado, si
males que os ataen a vosotros dos se unen a los
ya haba.
EDIPO.
- Que
se
vaya ste,
aun cuando deba
yo
670 rir irremediablemente o ser expulsado por la
deshonrado, de
esta
tierra! Ante tus palabras dignas
lstima me
apiado,
que no ante
las
de
ste. :al,
en
de
se
encuentre,
ser objeto
de mi
aborrecimiento.
CRBONTE.
-
Es
evidente
que
lleno de odio
estars
molesto
cuando termines
de
estar
airado.
675
naturalezas como
la
tuya
son,
con
motivo, las
que
se
duelen de soportarse
a
s
mismas.
EDIPO. -
No me
dejars
tranquilo
y
te irs
CREONTE.
- Me voy sin que me hayas entendido,
para stos
soy
el
mismo. (Se aleja.)
Antistrofa
1:
CORO.
-
Mujer, qu ests esperando para
a palacio?
680 YOCASTA. - Conocer qu es lo que ocurre.
BDlPO
REY
337
CORO.
- Una oscura sospecha surgi de unas pala
bras, pero tambin me desgarra lo que puede ser injus
to 35
YocAsTA.-Del
uno y del
otro?
CORIFEO. - S.
YOCASTA.-Y
cul
fue el motivo?
CORO.
-
Basta,
me
parece que es suficiente, estan- 685
do atormentado el pas. Que se quede el asunto alli
donde ces.
EDIPO.
- Date
cuenta dnde has
llegado,
aun
siendo
hombre honesto en
tu intencin,
haciendo
caso omiso
y
embotando mi corazn.
Antistrofa
2:
CORO. - Oh seor!, no te lo he dicho slo una vez: 690
sabe que habra de
mostrarme
insensato, falto de razo
nable juicio,
si
te abandonara. T, que dirigiste con justi
cia el rumbo 36 de mi querido pais, cuando estaba sacu-
695
dido entre desgracias, llegars a ser tambin ahora un
buen guia,
si
puedes.
YOCASTA.
-
En nombre
de los dioses! Dime
tambin
a m,
seor, por
qu asunto has concebido
semejante
enojo.
EDIPO. -
Hablar. Pues
a ti,
mujer, te
venero
ms
700
que a stos.
Es
a
causa
de
Creonte
y
de la
clase
de
cons
piracin que ha
tramado contra
m.
YOCASTA. -
Habla,
si es que lo vas a hacer para de
nunciar
claramente
el motivo
de
la querella.
EDIPO. - Dice que yo soy el asesino de Layo.
3S
Es
decir, que la sospecha recay en Edipo a partir de las
palabras del adivino y, tambin, a
partir de
ellas Edipo ofende
a Creonte acusndole sin razn.
36 El tema de
la
nave del estado de la que el gobernante
dirige el
rumbo
aparece
por primera
vez
en
ARoufi.oco
fr.
163)
Y desde entonces, lo encontramos repetido en lricos, trgicos,
historiadores, etc.
40. 22
8/11/2019 Sfocles-Edipo_Rey.pdf
17/32
TRAGEDIAS
38
YOCASTA.
- Lo conoce
por
s mismo o
por
hlln l l I
odo decir a otro?
7 S
EDIPO.
-
Ha
hecho venir a
un
desvergonzado
vino, ya que su boca, por lo que a l en persona
cierne, est completamente libre.
YOCASTA.
- T,
ahora,
liberndote
a
ti
mismo
de
que dices, escchame y aprende que
nadie
que sea
710 tal tiene
parte
en el
arte
adivinatoria n. La prueba
esto te la mostrar 'en pocas palabras.
Una vez le lleg a Layo
un
orculo
no
dir que
propio Febo, sino de sus servidores- que deca que
dra el destino de
morir
a manos del hijo que naciera
715 m y de l. Sin embargo, a l, al
menos
segn el
unos bandoleros extranjeros le mataron
en una
e"'''.......
jada
de
tres
caminos
38.
Por otra parte, no haban
tres das desde el nacimiento del nio cuando Layo,
pus de
atarle
juntas
las articUlaciones de los
pies,
arroj,
por
la accin de otros, a un
monte
infranqueab
72
Por
tanto, Apolo
ni
cumpli el que ste llegara a
asesino de su padre ni
que
Layo sufriera a
manos
de
hijo
la
desgracia que
l
tema. Afirmo que los
n ~ ' l 1
haban declarado tales cosas. Por ello, t
para
preocupes, pues aquello en lo que el dios descubre
72S
utilidad,
l en persona lo da
a conocer
sin
rodeos.
EDIPO.
A l
acabar de escucharte,
mujer,
qu
rio se
ha
apoderado de
mi alma
y
qu
agitacin
de
sentidos
37 Otra interpretacin
sera
traducir:
ninguno
de
los
tos de los mortales
est
afectado por el
arte
adivinatoria.
38
No es exactamente un cruce de caminos, porque
no quedaran cuatro caminos, sino la bifurcacin de
un
En
algunos escoos queda aclarado
por
la insercin del
de
l
psiln Y.
39
Los tobillos. De ah el nombre
de
Edipo, que
pie hinchado.
EDIPO REY
339
CREONTE. -
A
qu preocupacin te refieres que
te
ha
hecho volverte sobre tus pasos?
EDIPO. - Me pareci orte que Layo haba sido muer- 73
to en una encrucijada de tres caminos.
YOCASTA.
-
Se
dijo as y
an no
se
ha
dejado de de
cir.
EDIPO. - Y dnde se encuentra el lugar
ese en
don
de ocurri
la
desgracia?
YOCASTA.
- Fcide es llamada la regin, y la encruci
jada
hace confluir los caminos de Delfos y
de
Daulia.
EDIPO. - Qu t iempo
ha
transcurrido desde
estos
735
acontecimientos?
YOCASTA. - Poco antes de que
t
aparecieras con
el gobierno de este pas, se anunci eso a la ciudad.
EDIPO. -OhZeus
Cules
son tus
planes
para
con
migo?
YOCASTA. - Qu
es
lo que te desazona, Edipo?
EDIPO. - Todava no me interrogues. Y dime, qu 74
aspecto tena Layo y de qu edad era?
Y
OCASTA
-
Era
fuerte, con los cabellos desde haca
poco encanecidos, y su figura
no
era muy diferente de
la tuya.
EDIPO. -
Ay
de m, infortunado
Parceme que aca
bo
de precipitarme
a
m
mismo,
sin
saberlo, en
terribles
745
maldiciones.
YOCASTA. - Cmo dices? No
me atrevo
a dirigirte la
mirada, seor.
EDIPO. - Me pregunto, con
tremenda
angustia,
si
el
adivino
no
estaba en lo cierto, y
me
lo
demostrars
me
jor, si an me revelas' una 'cosa.
Yo CASTA
-
En verdad
que siento temor, pero a lo
que
me
preguntes, si lo
s,
contestar.
EDIPO. - Iba de incgnito, o con una escolta nume-
750
rosa cual
corresponde
a
un
rey?
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18/32
TRAGBDIAS
4
Yo
CASTA
-
Eran
cinco
en
total.
Entre
ellos
haba
heraldo. Slo
un
carro
conduca a Layo.
755 EDIPO. - Ay ay!
Esto ya
est claro. Quin fue
que entonces os anunci las nuevas, mujer?
YOCASTA.
- Un servidor que lleg
tras
haberse
vado slo l.
EDIPO. - Por casualidad se encuentra
ahora en
lacio?
YOCASTA. - No,
por
cierto. Cuando lleg de all y
que t
regentabas el poder y que Layo
estaba
muerto
7fJl me
suplic, encarecidamente, cogindome la mano
41,
le enviara a los campos y al pastoreo de rebaos
para
tar
lo ms alejado posible de
la
ciudad. Yo lo
porque,
en
su calidad de esclavo,
era
digno de h
........
este reconocimiento y
an
mayor.
765 EOIPO. - Cmo podra llegar junto a nosotros
rapidez?
y
OCASTA -
Es
posible. Pero por qu lo deseas?
EOIPO.
- Temo
por m
mismo,
oh mujer, haber
demasiadas cosas;
Por
ello, quiero verle.
77 YOCASTA. -
Est
bien, vendr, pero tambin yo
rezco saber lo que
te
causa desasosiego, seor.
EDIPO. - Y
no
sers privada, despus de
haber
gado yo a
tal punto de
zozobra. Pues,
a
quin
que a
ti
podra yo hablar,
cuando
paso
por
semeant
trance?
40
Descubrimos
una
contradiccin
en que ha
cado
si bien es verdad que en un aspecto que no afecta a la
principal de
la obra
y que, por
tanto,
no menoscaba
la
tcnica dramtica del autor. En efecto, el servidor es el
lleg a Tebas para anunciar la muerte de Layo. Ahora, Y.
deja
entrever que este
servidor
se
asombra al
descubrir a
en el trono por la muerte del
anterior
rey, Layo.
41
Toda splica
formal
iba
acompaada de gestos
uno era coger la mano a aquel a quien se haca la splica
tambin, abrazarse a sus rodillas.
BDIPO REY
341
Mi
padre
era Plibo, corintio, y
mi madre
Mrope,
775
doria.
Era
considerado yo como el ms
importante
de
los ciudadanos de all hasta
que
me sobrevino el si
guiente suceso, digno de admirar, pero, sin embargo,
no proporcionado
al
ardor
que puse en ello. He aqu que
en
un
banquete,
un hombre
saturado-
8/11/2019 Sfocles-Edipo_Rey.pdf
19/32
342
TRAGEDIAS
mente fuera del
camino.
Yo, al que me haba
al conductor
del
carro
le golpe movido
por
la
c01el'Cl:
Cuando el anciano
ve
desde el
carro que me a p r o x i m ~
apuntndome
en medio
de la
cabeza,
me
golpea
con
810 pica de doble punta. Y l
no
pag por igual,
sino
que,
mediatamente
fue golpeado con el
bastn por esta
y, al
punto
cae
redondo de
espaldas
desde el carro.
a todos.
Si alguna conexin hay entre Layo y este
815
quin
hay
en este momento
ms
infortunado
que
Qu
hombre podra
llegar a ser ms
odiado por
los
ses, cuando no le es
posible
a ningn extranjero ni
dadano
recibirle
en su casa ni
dirigirle la
palabra
y
820
que
arrojar'le
de
los
hogares?
Y nadie, sino yo, es
ha
lanzado
sobre
m
mismo
tales maldiciones.
M a I l ' l ~
el lecho del
muerto
con mis
manos
precisamente con
que
le mat. No soy yo,
en
verdad
un
canalla? No
un
completo
impuro?
Si debo salir desterrado
no
825 es posible
en
mi destierro ver a los mos
ni pisar
mi
tria
a
no ser
que
me vea
forzado a
unirme en matri
nio
con mi madre
y a
matar
a Plibo
43, que me cri
engendr. Acaso
no
sera
cierto el razonamiento
quien lo juzgue como venido sobre m de una
830
divinidad? No,
por
cierto
oh
sagrada majestad de
dioses,
que no
vea yo
este
da,
sino que
desaparezca
entre
los mortales antes que ver que semejante deshonOl
impregnado
de
desgracia
llega
sobre
m!
CORIFEO.
- A
nosotros oh
rey,
nos parece esto
835
tivo
de
temor pero mientras
no
lo conozcas del
por boca
del
que estaba presente ten
esperanza.
43 I!:ste
es
el
nudo
gordiano de
la trama
y el momento
mayor
irona trgica
en esta
obra
en
la que
aparecen
situaciones irnicas. Edipo se convence de
ser
sino de Layo, pero an no imagina que ste era tambin
padre.
EDIPO REY 343
EDIPO.
- En verdad
sta
es la nica esperanza
que
tengo:
aguardar
al
pastor.
YOCASTA. - Y cuando l haya aparecido qu esperas
que
suceda?
EDIPO.
- Yo te lo dir.
Si descubrimos
que dice lo
840
mismo que t
yo
podra
ponerme
a salvo
de
esta
cala
midad.
YOCASTA.
Qu
palabras
especiales
me has
odo?
EDlPo. - Decas que
l
afirm que unos
ladrones
le
haban matado. Si an confirma el mismo nmero yo
no fui el asesino,
pues no podra ser uno
solo igual a
845
muchos. Pero si dice
que
fue
un hombre que viajaba en
solitario,
est
claro: el delito me
es imputable.
YoCASTA -
Ten
por seguro que
as
se
propag
la
noticia, y
no
le es posible
desmentirla de
nuevo,
puesto
850
que la ciudad
no
yo sola, lo oy. Y si en algo se apar
tara del anterior relato ni
aun
entonces
mostrar
que la
muerte
de
Layo se
cumpli debidamente porque
Loxias
dijo
expresamente que
se llevara a
cabo por obra de un
hijo mo.
Sin embargo
aqul, infeliz,
nunca
le
pudo
ma-
855
tar,
sino
que
l mismo sucumbi
antes. De
modo que en
materia de adivinacin yo
no
podra dirigir la
mirada
ni
a
un lado ni
a
otro.
EDIPO.
- Haces
un sensato
juicio. Pero,
no obstante
enva a alguien
para que
haga venir
al
labriego y
no
lo
860
descuides.
Entran n palacio.)
CORO.
Estrofa 1.'
Ojal el destino m asistiera para cuidar de la vene-
rable pureza de todas las palabras
y
acciones cuyas leyes
86
on sublimes, nacidas en el celeste firmamento, de las
que Olimpo
44
es el nico padre
y
ninguna naturaleza
44
No se refiere
l monte
sino a la
morada
luminosa de los
8/11/2019 Sfocles-Edipo_Rey.pdf
20/32
344
TRAGEDIAS
870 mortal de los hombres engendr ni nunca el olvido
har reposar Poderosa es la divinidad que en ellas
y no envejece.
Antstrofa
1.*
La insolencia produce al tirano. La insolencia, si
875 harta en vano de muchas cosas que no son oportunaS
convenientes subindose a lo
m s
alto, se precipita
cia un abismo de fatalidad donde no dispone de
880 firme. Pido que
la
divinidad nunca haga cesar
la
lacin que es favorable para
la
ciudad. Al dios no
de tener como protector.
Estrofa 2:
i
alguien se comporta orgullosamente en acciones
885
de palabra, sin sentir temor de la Justicia ni
ante las moradas de los dioses, ojal le alcance un
nesto destino por causa de su infortunada arroganclil
890 y si no saca con justicia provecho y no se aleja de
actos impos,
o
toca cosas que son intocables en una
sensata accin, qu hombre,
en
tales circunstancias,
jactar an de rechazar de su alma las flechas de
895 dioses? i las acciones de este tipo son dignas de
rrores, por qu debo
yo
participar en los coros
45?
Antstrofa
2.-
Ya no ir honrando a
la
divinidad
al
sagrado
900
de la tierra, ni al templo de Abas
46,
ni a Olimpia,'
estos orculos no se cumplen como para que sean
lados por todos los hombres. Pero, oh Zeus
dioses, al cielo mismo. Con esta acepcin, lo
encontramos
en
Odisea
VI
42.
Coros celebrados
para festejar
el culto a Dioniso, a
y a otros dioses. Los griegos daban a esta frase un
sigmnca
ms
amplio: por
qu mantener
los
ritos
solenmes?.
4
Ciudad focense, donde
haba
un
santario d e d i c a d o ~
dios Apolo
consultado
por Creso. (HERDOTO, 1
46,
8.)
DIPO
REY
345
si con razn eres as llamado, que riges todo, no te pase
esto inadvertido ni tampoco a tu poder siempre inmor-
905
tal. Se diluyen los antiguos orculos acerca de Layo,
extinguindose, y Apolo no
se
manifiesta, en modo
al-
guno, con honores, y los asuntos divinos se pierden.
910
(Yocasta sale de palacio acompaada de servidoras.)
YOCASTA.
Seores de
la
regin, se me
ha
ocurrido
la idea de acercarme a los templos de los dioses con
estas coronas y ofrendas de incienso en las manos. Por
que Edipo tiene demasiado en vilo su corazn con aflie. 915
ciones de todo tipo y no conjetura cual
un
hombre
razonable, lo nuevo
por
lo de antao
47,
sino que est
pendiente del que habla si anuncia motivos de
temor.
y ya que no consigo nada con mis consejos, me llego
ante ti,
oh
Apolo Liceo
-pues
eres
el
ms
cercano-
cual suplicante, cOn estos signos de rogativas 48 para 920
que nos proporciones alguna liberacin purificadora,
puesto
que
ahora todos sentimos ansiedad, al
ver
asus
tado a aquel que es como el piloto de la nave.
(Entra en escena un mensajero.)
MENSAJERO. -
Podrais informarme oh extranjeros,
dnde se halla el palacio del rey Edipo?
925
CORIFEO. - :esta es su morada y l mismo est den
tro,
extranjero.
Esta mujer es la madre
49
de sus
hijos.
MBNSAJERO. - Que llegues a
ser
siempre feliz, ro
47 Una vez ms el
problema latente
en
la
Atenas de Sfo-
cles con respecto a las creencias religiosas en materia
de
adivi
nacin.
Es
el momento de la nueva sofstica, al influjo de
la
cual
no puede sustraerse el poeta. .Tantear lo nuevo seria hacer
conjeturas valindose de
la
razn.
48 Las coronas y el incienso.
49
La
prdida
de
los recursos
orales es
sensible en
esta
fra-
se.
Suponemos
que
el
actor hara
una
pausa
coincidente
con la
pausa mtrica
tras la
palabra madre,., acentuando as
la
tr
gica irona.
8/11/2019 Sfocles-Edipo_Rey.pdf
21/32
346
TRAGEDIAS
930 deada
de
gente dichosa, t que
eres
esposa legtima
aqul
YOCASTA.
- De igual
modo
lo seas t oh
pues
lo mereces por
tus
favorables palabras. Pero
con
qu
intencin has llegado y
qu
quieres anuncial1
MENSAJERO.
-
Buenas
nuevas
para tu
casa
y
para
esposo,
mujer.
935
YoCASTA - Cules son? De parte de quin
MENSAJERO.
- De Corinto. Ojal t complazca
mo no? la noticia que
te dar
a continuacin,
que tal vez
te
duelas.
y O
ASTA
- Qu es? Cmo puede tener ese
efecto?
MENSAJERO. - Los habitantes de la regin del
940
le
van
a
designar
rey, segn se
ha
dicho all.
YOCASTA. Po r
qu?
No est ya el anciano
libo en el poder?
MENSAJERO. - No, ya que la muerte
lo
tiene en
tumba.
YoCASTA - Cmo dices? Ha muerto el padre
Edipo?
MENSAJERO. - Que sea merecedor de muerte
digo la verdad.
9 5 YoCASTA - Sirvienta, no irs
rpidamente
a
le
esto
al amo? Oh orculos de los dioses
estis?
Edipo
huy hace tiempo
por
el temor de
a este hombre
y, ahora
l
ha
muerto
por
el
azar
y
manos de aqul.
Sale dipo
e
palacio.)
950 EDIPO. - Oh Yocasta , muy querida mujerl Por
me
has mandado
venir aqu desde palacio? .
Y o
CASTA
-
Escucha
a este hombre y observa,
al
le, en
qu han quedado
los respetables orculos
dios.
EDIPO
REY
347
EDIPO.
- Quin es ste y qu
me
tiene que comu
nicar?
YoCASTA - Viene de Corinto para anunciar que tu 955
padre, Plibo, no est
ya
vivo, sino que ha muerto.
EDIPO. - Qu dices, extranjero? Annciamelo
t
mismo.
MENSAJERO. - Si es preciso que yo te lo anuncie cla
ramente en primer lugar,
entrate
bien de que aqul
ha muerto.
EDIPO. Acaso por una emboscada, o como resul
960
tado
de
una enfermedad?
MENSAJERO.
- Un pequeo
quebranto
rinde los cuer
pos ancianos.
EDIPO.
- A
causa
de enfermedad muri el desdicha
do, a lo
que
parece.
MENSAJERO. - Y
por
haber vivido largos aos.
EDIPO. Ah, ah Por qu, oh mujer habra uno de
tener en cuenta
el altar
vaticinador
de Pitn o los p
965
jaros que claman en el cielo, segn cuyos indicios tena
yo que
dar
muerte a mi propio padre? Pero l, habiendo
muerto, est oculto bajo tierra y yo estoy aqu, sin ha
berle tocado con arma alguna, a no ser que se haya
consumido por nostalgia de m. De esta manera habra 970
muerto
por
mi
intervencin.
En
cualquier
caso, Plibo
yace en el Hades y se ha llevado consigo los orculos
presentes,
que
no tienen
ya
ningn valor.
YOCASTA.
- No te lo deca yo desde antes?
EDIPO.
- Lo decas,
pero
yo me
dejaba
guiar por el
miedo.
YOCASTA. - Ahora no tomes
en
consideracin ya nin-
975
guno
de
ellos.
EDIPO. - cmo no voy a
temer al
lecho de
mi
madre?
YoCASTA - Y qu
podra
temer un hombre para
quien los imperativos de
la fortuna son
los
que
le pue
8/11/2019 Sfocles-Edipo_Rey.pdf
22/32
348
TRAGEDIAS
den
dominar, y
no
existe previsin
clara de
nada?
980 ms
seguro
es
vivir
l
azar, segn
cada uno
pueda.
no
sientas temor ante elmatrimonio con tu madre,
muchos
son los mortales que antes se unieron
tamDlGII
a su
madre
en sueosso. Aquel
para
quien esto
nada
pone ms
fcilmentelleva
su
vida.
985
EDIPO.
- Con razn hubieras dicho todo eso,
estuviera viva
mi
madre. Pero comolo est,
no
ms remedioque temer, aunque tengasrazn.
YOCASTA. - Gran ayuda suponen losfunerales de
padre.
EDIPO.
- Grande, lo reconozco.
Pero
siento
por
la que vive.
MENSAJERO.
-Cul es
la mujer por
la que
990
EDIPO.
-
Por
Mrope, anciano,
con la que
viva
libo.
MENSAJERO.
- Qu hay en ella que os
temor?
EDIPO. - Un orculo terrible de origen divino,
tranjero.
MENSAJERO.
- Lopuedes
aclarar,
o no es lcito
otro
lo sepa?
EDIPO.
- S, por cierto.Loxias afirm,hace
995 que
yo haba de
unirme
con mi propia
madre
y
en
mis manos la sangre de mi padre.
Por
este
habito
desdehace aos
muy lejos de
Corinto,feliz,
sin embargo,esmuy grato ver el
semblante
de los
dres.
1000
MENSAJERO.
- Acaso
por temor
a estas cosas
bas
desterrado
de
all?
EDIPO.
-
Por
el deseo de
no
ser asesino de mi
dre, anciano.
so
Pasajede
suma
importancia
para
Freud,
punto
de
en sus investigaciones sobre el tema. Cf. PLATN epblica
571c.
EDIPO
REY
349
MENSAJERO.
- Por qu, pues, no
te
he liberado yo
de este recelo, seor,ya que bien dispuesto llegu?
EDIPO.
- En ese caso recibiras de m digno agra
decimiento.
MENSAJERO.
-
Por esto he
venido
sobre
todo,
para
1005
que
en
algo
obtenga
un
beneficio
cuando
t
regreses
a palacio.
EDIPO.
- Pero jams ir con los que me engendra
ron.
MENSAJERO.
- Oh h ijo,
es bien
evidente
que no
sa
bes lo que haces..
EDIPO.
- Cmo,
oh
anciano? Aclramelo,
por
los
dioses.
MENSAJERO. - ...si
por
esta
causa
rehyes volver
a
1010
casa!
EDIPO.
- Temeroso
de que
Febo
me resulte
veraz.
MENSAJERO.
-
Es
que temes cometer
una
infamia
para
con
tus
progenitores?
EDIPO.
- Eso mismo,anciano. Ello me asusta cons
tantemente.
MENSAJERO.
- Nosabesque,conrazn,
nada
debes
temer?
EDIPO.
- Cmono, s i soyhijo de esos padres?
1015
MENSAJERO.
-
Porque
Plibo
nada
tena
que ver
con
tu linaje.
EDIPO.
- Cmo dices? Que
no
me engendr P
libo?
MENSAJERO. - No ms que el hombre aqu presente,
sino igual.
EDIPO.
- Y cmoel que me engendr est en rela
cincontigoque
no
me eres nada?
MENSAJERO.
- No
te
engendramos ni aqul ni yo. 1020
EDIPO.
- Entonces, en
virtud de qu
me
llamaba
hijo?
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23/32
350
TRAGEDIAS
MENSAJERO. -
Por haberte
recibido
entr te de
mis
manos.
EDIPO. - Y a pesar de haberme
otras
manos logr
amarme
tanto?
MENSAJERO.
- La falta hasta
entonces
de
persuadi
del
todo.
1025 EDIPO. - Y t, me habas comprado o e n o n t r ~
cuando me entregaste a l?
MENSAJERO. -
Te encontr
en los
desfiladeros
sos del Citern.
EDIPO. - Por qu recorras esos lugares?
MENSAJERO.
All estaba al cuidado
de
pequeos
baos montaraces.
EDIPO. - Eras pastor y nmada a sueldo?
1030
MENSAJERO.
- Y
as
fui
tu
salvador
en aquel
mento.
EDIPO.
- y
de
qu
mal
estaba aquejado cuando
tomaste en tus manos?
MENSAJERO.
- Las art iculaciones de tus pies te
pueden
testimoniar.
EDIPO. - Ay de m!
A
qu antigua desgracia te
fieres con esto?
MENSAJERO.
- Yo
te
desat, pues tenas
los tobillos.
1035
EDIPO.
- Bello ultraje recib de mis paales!
MENSAJERO. - Hasta el punto de recibir el
que llevas por este suceso.
EDIPO.
- Oh, por los dioses! De
parte
de mi
o de
mi
padre
la recib?
Dmelo.
MENSAJERO.
- No lo s. El que
te
entreg a
m1
noce esto mejor
que
yo.
EDIPO.
Entonces
me
recibiste
de otro
encontraste por ti mismo?
1040 MENSAJERO. - No,
sino
que
otro pastor
entrega
de ti.
EDIPO REY
351
EDIPO. - Quin es? Sabes
darme
su nombre?
MENSAJERO.
Por lo visto era conocido como uno
de los
servidores de
Layo.
EDIPO.
- Del rey que
hubo en
otro tiempo en
esta
tierra?
MENSAJERO.
S, de
ese
hombre era
l pastor.
EDIPO. Est
an vivo ese tal
como
para
poder 1045
verme?
MENSAJERO. Dirigindose l Coro.) Vosotros, los
habitantes de aqu, podrais saberlo mejor.
EDIPO.
- Hay entre vosotros, los que me rodeis,
alguno
que
conozca al pastor a que se refiere, por ha
berle visto, bien
en
los
campos
bien aqu?
Indicdmelo
1050
pues es el momento de descubrirlo de una vez por
todas.
CORIFEO. - Creo que a ningn otro se refiere, sino
al que
tratabas
de ver antes hacindole venir desde el
campo. Pero
aqu est
Yocasta que
podra d e i ~ l o mejor.
EDIPO.
-
Mujer
conoces a aquel
que
hace
poco
de
sebamos que
se presentara?
Es
a l a quien ste
se
IOSS
refiere?
YOCASTA. Y
qu
nos
va
lo que dijo
acerca
de un
cualquiera?
No hagas
ningn
caso,
no
quieras recordar
intilmente lo que
ha
dicho.
EDIPO. -
Sera imposible que
con tales indicios no
descubriera yo
mi
origen.
YOCASTA.
- No, por los dioses! Si en algo te preocu
pa
tu
propia vida, no lo investigues. Es bastante que yo 1060
est angustiada.
EDIPO. - Tranqui lza te , pues aunque yo resulte es
clavo,
hijo
de
madre
esclava
por
tres generaciones,
t
no aparecers innoble.
YOCASTA. - No obstante obedceme, te lo suplico.
No lo hagas.
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TRAGEDIAS
52
1065 EDIPO. No
podria
obedecerte en dejar de
guarlo con claridad.
YOCASTA.- Sabiendo bien que es lo mejor
para
hablo.
EDIPO.
- Pues b ien, lo mejor
para
m me est
portunando
desde
hace
rato.
YOCASTA.- Oh desventurado Que nunca llegues
saber
quin
eres
1070 EDIPO.- Alguien me traer
aqu
al pastor?
a sta
que
se complazca
en
su poderoso linaje.
YOCASTA.- Ah, ah, desdichado, pues slo eso
puedo llamar
y
ninguna
otra
cosa ya
nunca en
lante
(Yocasta, visiblemente alterada, entra al palacio.)
CORIFEO.
-
Por qu se
ha
ido
tu
esposa, Edipo,
precipitadamente
bajo el peso
de
una
profunda
1075 cin? Tengo miedo de
que
de este silencio SI
desgracias.
EDIPO.- Que estalle lo que
quiera
ella. Yo sigo
riendo
conocer mi origen,
aunque sea
humilde. Esa,
vez,
se
avergence de mi linaje oscuro,
pues
tiene
lOSO gullosos pensamientos como mujer que es. Pero yo,
me tengo a m
mismo
por
hijo
de la
Fortuna,
la que
con generosidad, no
ser
deshonrado, pues de
una
dre tal he
nacido. Y los meses, mis
hermanos, me
ron insignificante y poderoso. Y si tengo este
1085
no podra
volverme luego
otro,
como para no
conocer mi estirpe.
CORO.
Estrofa.
i
yo soy adivino y conocedor de entendimiento,
51 Comprese
esta
salida con la de Deyanira
814) Y
la
de
Eurdice
Antigana
1245).
En
todas, el Coro
el funesto presagio que supone el silencio. (Cf.
nota
74 de
tigana.)
EDIPO REY
353
el
Olimpo , no quedars, oh Citernl, sin saber que
desde el plenilun