e r í t.I e o
Libros
,POESIAFILOSÓFICA
Por Federico Patán
N adie como Hernán para hablar de La
vln Cerda. Y dec imos esto porque hay en
su escritura una lucidez apabullante. que
por sI sola basta y vuelve imperti nente los
comentarios de qu ienes leemos los poe
mas de est e hombro cuyos exilios se mu l·tiplican hasta volverse xpllc ción r zona
da de un a v ido. Escuchomo o to: " No
sabe uno si I cuorpo o r zón pura! o si
el alma s parodio dol cu rpo ." Ha aquf
la Incertidum bre primor • la prlmordl l. la
que pone en morch I p r to~t ca dlavfn Cerdo. A partir d 11 . I poe ta Irá
tejiendo u t la de par do] a n le cu I se
entrelazan hilo do I m a dlv r eap
ele, aun quo siempr p r con t rulr un
1m g n congruonl o. Sucod ntonc qu
la locura del mundo QU da prialon da en
la tram pa d uno lógica bsotuta, vec ina
demasiado próx imo do otra locu r • ena·lada por la cJaridod do com pr nslón. E de
cir, estamos ante dos Ignos de neturaíeza igua l. pero de carga di t int a. que seneutralizan . En t al resultado e bu ca una
solución al co nt tic to principal del hombre,
según lo percibe Hernán Lavln Cerda : ex
plica rse el rab io so absu rdo de la ex isten
cia. De esto y de varios otros temas tra ta
Las nue vas tentaciones, libro que cont i
núa la line a pro puesta pc r el anterior: Nueva teoriade la evo lución (Universidad Na
cional A ut ónoma de México . Textos deHumanidades. 1985). Es decir . una me
ditación cas i filosófica sobre los muchos
porqués del mu ndo. El casi viene a cuen
to en razón del tratamien to dado al texto,sin duda pert eneciente a la poesfa y por
lo tanto ceñido ante todo a los mandatos
de la escritura poética y obed iente con ello
a la parte conceptual. O si lo quieren ex
presado de otra manera . el significado fi
losófico es part e de la esencia poética ,
pues en el un ive rso de este aut or sólo la
poes la permite llegar al sentido filosófico
de las ideas. Ahora bien, los dos libros
mencionados presentan diferencias que
no surgen de la temática sino de la forma.
En Las nuevas tentaciones Lavrn Cerda
propone una mezcla de prosas breves y
poemas; las primeras abundan en la sec
ción Inicial, "Vivir en sociedad", y los se
gundos en la última, "Sobrevivir en socie
dad " . Es muy ilustrativo compararlos,
pues permiten ver el distinto manejo que .
ex igen prosa y verso.La lectura de Las nuevas tentaciones
lleva a pensar que estamos ante un dia
rio, aunque no del vivir cotidiano, sino de
las cavilaciones del esplritu. Aunque los
actos concretos de la vida están muy pre
sentes, como sostén de dichas cavilacio
nes, no t ienen peso en razón de los pen
samientos que en tomo a ello hace el
poeta . Más aún , forman un binomio indi~
solu ble porque "estamos sometidos al
tacto de las cosas que nos observan con
deseo y cu riosidad". Existimos por nues
tra capacidad de parcibir el mundo y de ser
percibidos por él. Pero, volviendo a la es
tructura de Las nuevas tentaciones, los
fra gment os aparecen dispuestos como al
azar, egún su aparición en la mente, pero
ea Imprasión engat\osa, pues hay en el 11bro un desarrollo unificado. Esos fragmen
toa son de rndole variada: algunos, pocos,parecen relatos sin desarrollar, otros cuan
toa son anécdotas, varios pasarlan por refranes y la mayorla partenece al campo de
los aforismos, si por ello entendemos lo
que entender debemos: un pensamiento
de extensión breve; encaminado a darnos
gura en algún aspecto de la existencia. Enrazón de lo mismo, la I~ra puede ser lineal o adoptar cualquier orden. La lineal
permite seguir la trama filosófica deltexto;la otra, quedarsea meditarencualquiera delos trozos elegidos. &te, por ejemplo: "Nosomos más que una Invención de! Ojo."
Porque en este libro el poeta invite al
diálogo. Lo haceproponiendounavisión delmundo regida, lo hemos dicho ya, por la
locura. No aquella de quien pertenece al
universo de la oscuridad mental, destruc
tor gratuito de lo que e! hombre ha construido ten Iaborio8amente, sinola Iúcide dequien ha captado lo absurdo de la existen
cia y lo ataca mediante unasuerte deener
qura basamentada en el juego, en la limo
pieza espiritual, en la burla y en la poesfa.
Sinduda por ello laparadojaestructura muchos de losfragmentos, y e! espfritu corro
sivo de Osear WiIde parece andar tras bam
ballnas. Al menos, parece volver en
afirmaciones corno "La frivolidad de la bu&na salud es enferrnante", o "e!suicidio es
un oficio de utilidad pública".Un yo muy singularizado conduce la or
questaciórl del libro. En parte, por 880 hablábamos de diario espiritual. Su sentir pa
rece reSumirse en el poema 415 Y en laafinnaci6n "tratas de matar eltiempoa través de preguntas que más allá de su tor
peza, esconden algode verdad", sinduda
expresión clara de que e! meditar fiIos6fico es la única conducta pertinente, con la
paradoja interna subyacente a la idea: ponsar es un modo de mstar el tiempo, con lo
cuel se intenta comprender por qué el tiem
po es una máquina de matar. Sólo en elocio de r'neditar se acaba con la ociosidad
de la vida. El libro de Lavln Cerda es justa
mente eso: meditar, junto con lasconsideraciones hechas l!I'ltomo a ello. Deesto sedesprende que a la locura destructora de
la socieded se responde con la locura libe
radora del constante hurgar en los miste
rios. Es aqur donde el poeta se singulariza
netamente corno artista: en el terreno que
elige para crear sus versos.La polémica principal de Hemán Lavln
Cerda está conducida contra dios o con- .tra los dioses. Nose dude que puedanexistir, pero sr hay intemogaciones sin fin respecto a su papel y a su conducta. Tennina
deduciéndose que inventaron e! mundo y
luego, no sabiendo qué hacer con él, lo
abandonaron a su suerte. Eneste sentido,el ser más perplejo de todos es Jesucris
to, quien aparece en varlos de losfragmentos, siempra en el instante de la crucifixión
y siempre con algún comentario destruc
tor en los labios: "Hemos sido maravillo
samente irresponsables", con la ironfa adi-
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! . s e e n a r.I o
II
cionalde que el escepticismo está en bocade un meslas cl!ya tarea es traernos nuevas jubilosas. Sin duda que nuevas nostrae, mas por ningún concepto alentadoras, excepto hasta donde conocer la reali
dad sea alentador.Claro, la incertidumbre existencial cam-
. p~a por todo el libro. Es vieja acompañante de LaÍlln Cerda, quien ya la mira con burla afectuosa, como a un mal necesario,romo auna amiga impertinente que aguanta':;'ospor amor y por costumbre. Despuésde todo, ¿no somos hijos "del pulveriza-
' d~r de certezas" ? Parte de esa incert idumbre ~'stá en la dificultad de precisar la realidad y separarla de lo no real. Porque si elhombreentra en contacto con los objetos,
" los objetos modifican la visión humana medi~nte tal unión, y la vida se vuelve un intercambio constante con lo exterio r, causa de un cambio interno en el marco dereferencia. En última inst ancia, la vida es
. una gran broma, de la que nosotros paga
mos las consecuencias.Entra aquí un elemento de uso frecuen
te por parte del poeta: el sentido del humor expresado en burlas, ironlas y hastasarcasmos. Las pullas van encaminadas almundo yLavln Cerda, como parte de éste,no escapa del comentar io sardónico : "Es"cribo libros que nadie lee, pero lo hago conentusiasmo" , o " lees en voz alta y temblorosa los versos mlsticos de tavín Cerda, en lo que podría ser el colmo ecuménico de tu sadomasoqu ismo" . Si aúnpodemos sonreír, hay salvación . Es honesto apuntar que algunos poemas de tono exclusivamente humorist ico nos parecen pordebajo del buen nivel conseguido en el libro. Carecen de la angustia cent ral y soterrada que sostiene al universo de estepoeta.
Aqul confesamos una derrota: no hemos sino escarbado en la superficie del libro. Fuera queda una enorme cant idad deaspectos por abordar. Mencionemos algunos: la oposición entre el conceptuar oriental y el occidenta l, la ·presencia de Dostoievski en muchos de los fragmentos, lasideas en torno a la nulidad de la existencia, la puesta en duda de la escritura comorespuesta, el cuestionamiento de la rut ina,las citas literarias realesy las apócrifas, lospoemas a la memoria de amigos muertos.
: Ubro de paradojas, ésta es una más deellas: la pobreza de nuéstro comentario esla riqueza de los futuros lectores, quienescon sólo abrir el texto podrán dedicarse ala rentable actividad de Charlar amablemen·te con Hemán Lavln Cerda, inventor de desamabilidades. O
LAS REVISTASLITERARIASDE LOS,JOVENES
Por Héctor Orestes Agu ilar
Cuando comienza a percibirse esa sensación de que todo está term inando , esahabitual sensación f inisexenal de incerti dumbre y expectativas que permea anuestra vida civil, y por supuesto a nuestra vida cultural, repensar lo que estos úl
t imos años nos dejan es casi una obligación. No es contradictorio que en unmomento significativo de nuestra histo riapolltica reciente celebremos al mismotiempo una producción cultural en apariencia incompatible con la crisis generalizada. El impu lso que la cultura registra enesta década , muy poco regu lar e insuf iciente aún, ha cristalizado en proyectos,actividades y obras def initivas.
La literatura es uno de los termómetrospara apreciar tal prol ife ración . Una hipótesis 'central: la cant idad de libros, revistas, suplementos, talleres, recitales, presentaciones y mesas redondas, y loaprogramas en radio y televisión acerca detodo ello, exceden torrencialmente la capacidad receptiva del más avezado profesional de la literatura o del periodismo. Sila masificación evidentemente no es unslntoma real del ejercicio de la lectura ymucho menos del de la crItica (condicióncentral para la pervivencia de las letras),garantiza al menos una difus ión proporcionalmente decorosa de las obras . Hacequince años, cuando se inic iaba con modestia la costumbre de presentar libros enlos heroicos dlas de la Casa del Lago y dela librerla universitaria Aristos, nadie imaginaba los llenos totales en la Iibreria delSótano o en el University Club para participar de este nuevo espectáculo intelectual. También es evidente que a pesar deestos grandes escaparates no se reducela ominosa desigualdad frente al poder delos medios masivos de comunicación y suprogramaci6n común, donde la cultura literaria t iene poca f luidez y un acceso escasamente natural. Aun así, se ha gana-
. do atención y espacio para la literatura. Loque antes llamábamos el mundillo litera rio es hoy un archipiélago difuminado im
posib le de conocer con certeza.Las generaciones jóvenes han origina-
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do privilegiadamente esta ubicuidad: unnúmero en permanente aument o de autores de ent re 20 y 35 años es el que sost iene la gran mayorla de la producción delos medios trad ic ionales de expresión literaria. En este momento no hay una solapubl icac ión que no cuente, por lo menoscomo colaboradores asiduos, con escritores noveles o que incluso respaldados por
un gran oficio no han produc ido aún unaobra que les otorgue su mayorfa de edad.Una digresión: si bien el eplteto joven sigue siendo utilizado con fines pollticospara concentrar generacional o sectorialmente a los artistas e intelectuales nacidos entre los medianos años cincuenta ylos primeros sesenta, tamb ién la nocióntiene un uso que dist ingue a los creadores ya consagrados de aquellos que todavla están en una etapa de búsqueda.
De las grandes revistas que ocupan lospolos de nuestra escena cultural, la Gaceta del Fondo de Cuttur« Económica es elmayor ejemplo de la acti vidad literaria deun grupo de jóvenes escritores. Jaime Garcla Terrés pudo reunir. como hace algunas décades en la Revist a de lB Universidad. un equipo que h conseguido losatribu tos esenciales de una gran revista:coherencia editorial, porcept ividad para laoferta de tema s cultu rales. rigor y selectividad para la publicación de inéditos, curiosidad Infi nita para el tratamiento y exploración de las obras y los escritorescl6sicos. Además de presentar autores delFondo y adelantos de libros en proceso,la Gaceta pub lica un consi derable número de traduccione s, destacándose sobretodo los materiales poét icos, muchas veces raros y exqu isitos. En ocasiones losnúmeros cubren la obra de un autor o de