Hacer una ubicación espacio-temporal del sistema (doctrina escuela, corriente o
movimiento que le corresponda).
Descartes
Descartes es uno de los padres de la filosofía moderna y el principal valedor del
Racionalismo. Su aportación a esta etapa de la historia de la filosofía que conocemos bajo
el nombre de modernidad (s. XVI-XVIII) resulta relevante a un doble nivel:
A. Metodológico: la mayor preocupación filosófica cartesiana pasaba por elaborar un nuevo
método del pensar. Un método que clarificara científica y racionalmente el saber filosófico.
A este nuevo método, el cual recuperaba la ciencia matemática como modelo del saber
racional, lo llamó “duda metódica”. El rendimiento de la duda metódica debía comprender
los campos epistemológico y ontológico; así, epistemológicamente, la duda metódica
resultaba útil en la medida en que nos permitiría agrandar el espacio del pensar.
B. Metafísico: la aportación del método debe centrarse en la redefinición de los conceptos
fundamentales de la metafísica (como los de sustancia, atributo, verdad, etc.) para asentar
las verdades indudables a partir de las cuales construir el edificio del conocimiento
humano. La primera de esas verdades, y con la cual Descartes hubo de cambiar el rumbo de
la metafísica, había de ser la afirmación del “Cogito”. Así, Descartes hacía pasar el
pensamiento metafísico del objetivismo medieval al subjetivismo moderno: lo importante,
ahora, no es el conocimiento del objeto, sino su conocimiento a través del conocimiento del
sujeto.
Podemos evaluar entonces el racionalismo cartesiano teniendo en cuenta sus principales
rasgos: la expresión de un nuevo método racional del pensar, la llamada duda metódica; la
afirmación de la subjetividad (cogito) como primera verdad; una nueva teoría del concepto
de idea en general y de la idea de substancia en particular; finalmente, el mecanicismo
como paradigma o concepción general del orden y funcionamiento del universo.
Kant
La filosofía de Kant se desarrolla en el contexto de la ilustración, si bien este movimiento se
considera especialmente francés Kant contribuyó notablemente a lo que se denomina ilustración
alemana, también fue precursor del idealismo del que posteriormente Fichte y Hegel harían parte.
También fue precursor del criticismo. Su filosofía ha sido de gran influencia para la filosofía
alemana.
Describir las características y planteamientos de dicho sistema.
Descartes
La mayor preocupación en la filosofía cartesiana es la de la inteligibilidad, es decir, el de la
obtención de un conocimiento verdadero y de las herramientas que posibiliten asegurar la
verdad de ese conocimiento. La respuesta para la búsqueda de la verdad y la obtención de
mecanismos para su aseveración la logra por medio del método de análisis matemático a
diferencia del método “necesario para la búsqueda de la verdad”, dado que uno le permite
extraer regularidades del mundo físico o res extensa y predecir su comportamiento,
mientras el otro al “contener los primeros rudimentos de la razón hace surgir las verdades
en cualquier sujeto”.
Por medio de este análisis, Descartes se encuentra en el lugar donde comienza a construir
un mundo a partir de las leyes de la mecánica y de la geometrización del espacio. Esto lo
consigue después de ejercer la duda metódica sobre todo, tras descubrir que el objeto que
duda existe, pero este no es un sujeto empírico, dado que puede dudar sobre su cuerpo, y
luego, mediante una serie de razonamientos similares, demuestra la existencia de Dios y
que este no es engañoso. Explicando siempre, los efectos por sus causas y no sus causas por
sus efectos, o lo que en otros términos es, causa eficiente.
Esta construcción del mundo, lo entiende como una gran máquina, la cual está constituida
por una serie de engranajes que poseen extensión y transfieren el movimiento unos a otros,
desde el momento en que Dios la pone en funcionamiento. De esta manera, Dios queda
inscrito en el mundo como el autor de todas las cosas, es quien crea la materia e introduce a
ésta el movimiento y el reposo. De igual modo es quien dictamina que la cantidad de
materia y movimiento siempre serán constantes.
Kant
El momento de la obra de Kant que mayor influencia ha tenido en la historia del
pensamiento es lo que se ha llamado el periodo crítico en el cuál desarrolló sus tres
principales obras: La crítica de la razón pura, la crítica de la razón práctica y la crítica del
juicio. El objetivo de esta filosofía crítica consiste en trazar las condiciones, los alcances y
los límites de la razón, así la primera se ocupará de la razón teórica, la segunda de la
práctica y la tercera de estética. Lo que caracteriza esta filosofía es indagar por las
condiciones del conocimiento humano, es decir, aquello que Kant denomina lo a priori, las
estructuras que se encuentran en el sujeto con anterioridad a la experiencia. Así en la
Crítica de la Razón pura Kant encontrará como estructuras a priori de la sensibilidad el
espacio y el tiempo, y como categorías puras del entendimiento que trazó en la siguiente
tabla:
En la crítica de la razón práctica Kant esboza su teoría moral y surge de ella el famoso imperativo categórico que sería aquella ley práctica que sería aplicable a priori a toda experiencia. Este imperativo dice más o menos: obra de forma tal que la máxima de tu acción pueda ser nombrada ley universal.
En la crítica del juicio o de la facultad de juzgar Kant pretende trazar por medio de la imaginación un puente entre la sensibilidad y el entendimiento.
El existencialismo frente a las condiciones ontológicas del sujeto de la postguerra.
Frente a la sociedad europea de la posguerra que estaba en crisis por las consecuencias
horribles de la guerra, la obra de Albert Camus: el mito de Sísifo presenta una posición
frente a la crisis moral de la época volviendo a situar al hombre en su relación más concreta
con la existencia al preguntarse por el sentido de la vida y el suicidio. Las guerras
mundiales le mostraron al mundo cómo el hombre puede llevar al extremo la tecnificación
de las cosas y pasar por encima de lo humano. El existencialismo que surge en esta época
de entre guerras es una manera de aterrizar al hombre en su relación más cercana con la
vida; en el Mito de Sísifo esta preocupación se desarrolla preguntándose qué pasa cuando
se descubre que la vida no tiene un sentido dado como lo fuera el sentido de la religión que
promete otros mundos o unas verdades específicas. Pareciera que este absurdo, el
sinsentido de la vida tuviera como consecuencia el suicidio, o por lo menos un gran
sufrimiento al no encontrar una respuesta real a eso que el autor llama “nuestro deseo de
unidad”, pues ¿por qué valdría la pena vivir una vida que no tiene sentido o que así lo
tuviera no puede ser comprendido? No poderle dar una explicación absoluta a la vida
produce un gran sufrimiento, un sentimiento de abandono, de inestabilidad, de angustia.
Sin embargo frente a esta sensibilidad absurda, como la llama el autor, dispersa en la
época, querrá proponer un proyecto de hombre absurdo que asuma la muerte, la culpa, el
sufrimiento desde una perspectiva creativa, pues como el autor hace ver en el texto, ante el
sinsentido de la vida el suicidio no es una consecuencia necesaria pues es más fuerte el peso
de la costumbre que nos ata a ella. Ante el terror de que cada día sea un irnos acercando a la
muerte y que la conciencia del absurdo haya destruido las promesas de vida después de ésta
aún queda lo que dice en el epígrafe con el que comienza la obra “Oh, alma mía, no aspires
a la vida inmortal, pero agota el campo de lo posible.” (Pindaro, 1995) Con respecto a este
asumir el absurdo de la vida como posibilidad de crear este sentido Camus tiene una
conexión con Sartre quien en El existencialismo es un humanismo afirma que “la existencia
precede a la esencia” (Sartre, 2009), es decir, que el hombre es un proyecto de ser, que
tiene la libertad para construir su propia esencia. Camus afirma algo parecido, también
reivindica la libertad del individuo ante una sociedad que ha visto cómo las ideologías que
pretenden responder absolutamente a la respuesta por el sentido de la vida pueden llevar a
una inhumanidad extrema. La libertad propuesta por Camus se basa en una conciencia que
no pretende responder al absurdo superándolo y encontrando un sentido para la vida sino
manteniéndose en el filo del absurdo y a partir de ahí experimentando el mayor número de
experiencias posibles. Con respecto a la manera en la que el autor se enfrenta al problema
filosófico que trabaja puede encontrarse relación con la corriente fenomenológica pues el
autor se aproxima al asunto del suicidio y el sentido de la vida en primera persona, es decir,
desde su posición frente al mundo y preguntándose por este fenómeno en la vivencia del
individuo particular, no como fenómeno social, y esta es una de las características de la
fenomenología: describir los acontecimientos tal como aparecen ante nosotros en primera
persona y no remitirse a teorías que ya los hayan explicado. Sin embargo no se puede decir
que el autor sea un fenomenólogo y de hecho en el mito de Sísifo habla sobre Husserl,
padre la fenomenología y lo acusa de un suicidio filosófico al considerar que su filosofía no
permanece en el filo del absurdo sino que lo evade dándole respuesta a este absurdo a
través de un análisis de la subjetividad y su relación con el mundo.
Elegir una de las principales obras de cada autor y hacer un resumen analítico.
Los principios de la Filosofía de René Descartes.
Descartes supone la existencia de un único método de acceder al conocimiento,
convirtiendo el saber de las distintas ciencias en distintos productos resultantes luego de la
aplicación de dicha método. El carácter fundamental de éste se presenta gracias a que la
facultad que lo contiene, es única, a saber, la razón, en consecuencia –supone Descartes-,
sólo es necesario un único método, para lograr un uso correcto de esta facultad, y así
acrecentar el conocimiento de cualquier ciencia, como es el caso de la física, en la que por
medio de la especulación, queda inmerso en un proceso de sistematización de la naturaleza
distinta a la aristotélica, la cual trata de explicar el mundo natural en función de un nuevo
orden de ideas: el mecanicismo.
Este nuevo orden de ideas, considera la realidad física como una especie de máquina,
siendo su funcionamiento automático y estando supeditada a estrictas leyes mecánicas que
la dotan de regularidad, permitiendo su conocimiento y haciendo de esta un objeto
sometido a explicación matemática, en otros términos, según el pensador francés todo
puede ser explicado en la materia a partir de la extensión y de los movimientos de las partes
de la extensión.
Esta nueva concepción de la realidad de Descartes, consiste en la afirmación según la cual
solo existe la materia (o res extensa), donde esta es una sola, pasiva y teniendo solo
propiedades matematizables, siendo estas, la magnitud, la figura y el movimiento,
entendiendo por este último, mera traslación o cambio de situación.
La noción cartesiana de la materia, además de considerarla extensa, la caracteriza por su
divisibilidad y movimiento, o lo que es lo mismo, toda variación que se presente en su
figura, depende de su movimiento. La naturaleza de los cuerpos y sus estados se
constituyen en virtud del movimiento que se efectúa en las partes de la materia, sin tener
que considerar sus propiedades secundarias, tales como, la ligereza, la dureza, la suavidad,
entre otros.
Los cuerpos son inactivos o también llamados pasivos y sus modos son estados, como lo es
la figura, un estado en el que se encuentra un cuerpo. El movimiento no es una sustancia, es
decir, no subsiste por sí mismo sino que es un modo del cuerpo, dado que, se lo concibe no
como una actividad o proceso, sino, como mera traslación, mero cambio de relaciones
espaciales que no afecta al cuerpo mismo, y por lo que no requiere de ninguna acción –
fuerza- por parte del cuerpo. Además de esto, sólo el movimiento uniforme y rectilíneo, es
decir, la velocidad constante, puede ser un modo o estado, porque es algo que no cambia.
Las distintas transformaciones que puedan experimentar los cuerpos son efectos de las
distintas configuraciones que puedan tener sus partes en movimiento. La naturaleza está
conformada por unidades de materia de distintos tamaños, las cuales, constantemente se
mueven, en concordancia con las leyes generales del movimiento.
Descartes sostiene que el único movimiento que puede ser un estado, es el rectilíneo, dando
dos razones principales: 1. Razón física: tomando el ejemplo de Galileo, la piedra y la
honda, la experiencia nos muestra que cuando la piedra se separa de la honda, hace una
tangente, en línea recta, y 2. Razón conceptual: la formulación de la ley de inercia.
Además de las distintas transformaciones en sus partes y sus distintos tamaños, Descartes
señala que por naturaleza entiende aquella configuración corporal de la materia, dejando de
lado toda clase de poder imaginario o deidad. El recurso divino sólo es necesario para
atribuir al mundo existente, algún sentido, no obstante, es inoperante para explicar las
distintas relaciones que suceden en el mundo, dado que –dice Descartes- “no podemos
menos que admitir que Dios actúa siempre del mismo modo pero, también podemos esperar
una gran diversidad en sus efectos, como se constata empíricamente. En consecuencia, una
vez echado a andar el movimiento inicial en el universo por la acción divina, éste ya puede
prescindir completamente de su jurisdicción y continuar autónomamente su funcionamiento
de acuerdo a las leyes del movimiento.”
Dado que Descartes fundamenta sus leyes en Dios, es posible considerar que la ley de
inercia tiene un fundamento metafísico y no en la experiencia, consistiendo esta en, por una
parte, describir un movimiento y por otra, establecer equivalencia mecánica entre el
movimiento uniforme y rectilíneo y el reposo.
“Respuesta a la pregunta ¿Qué es la ilustración?” de Immanuel Kant
1. En qué consiste salir de la minoría de edad y estar en ella.
2. Condiciones necesarias para salir de ella: libertad (del uso público (sabio)y uso
privado (la de todos conforme a su posición civil))
3. Cómo lograría la sociedad progresar e ir saliendo paulatinamente de la minoría de
edad: dejando a los sabios manifestar su pensamiento y que éste vaya siendo
acogido en la sociedad).
.
1. El texto de Immanuel Kant: “Respuesta a la pregunta ¿Qué es la ilustración?”
Comienza explicando lo que significa salir de la minoría de edad. Salir de la
minoría de edad es comenzar a utilizar la razón por uno mismo, fijándose en cada
situación por lo que el propio pensamiento puede decir sobre el mundo, no remitirse
a lo que el profesor, el sacerdote, los padres hayan dicho. Salir de la minoría de
edad es comenzar a utilizar la razón por uno mismo sin someterse al pensamiento de
quien es superior. Así, estar en la minoría de edad es tener que ser guiado por otro y
estar sometido, por decisión, a lo que esa figura de autoridad piense sobre el mundo.
Salir de la minoría de edad es comenzar a ejercer la razón, pensar por uno mismo y
llegar a la verdad de las cosas por un ejercicio de reflexión propio.
2. Para que sea posible para un pueblo salir de la minoría de edad es necesario que la
libertad sea instituida. Kant habla de una libertad de uso público que sería designada
a los sabios y una libertad de uso privado que sería para el pueblo. Es necesario
distinguir entre ambas libertades porque aunque sea posible para todos salir de la
minoría de edad, como dice el autor, aunque se tropiece, son muy pocos los que
pueden hacerlo pues la masa siempre estará necesitada de tutores. Por eso para los
sabios debería hacerse completamente libre la expresión, para que poco a poco en la
divulgación del conocimiento del sabio a las personas del común vaya haciéndolas
conscientes de la verdad. Porque según Kant las personas del común en su mayoría,
no podrán salir de la minoría de edad, aunque cualquier persona esté en facultad de
hacerlo.
3. Kant habla primero de la salida de la minoría de edad del individuo particular para
luego dar las condiciones que debería tener un “gobierno” para que ésta salida le sea
posible. La respuesta está dada en términos de libertad, el pueblo debe darse su
propia ley moral y para esto debe escuchar a los sabios que tendrían la libertad de
expresar su pensamiento en todo momento, así al escuchar a los sabios libres el
pueblo iría adquiriendo su propia libertad. Si no se asumiera esa libertad se estaría
atentando contra el progreso de la humanidad.
“¡Sapere aude! ¡Ten valor de servirte de tu propio entendimiento! Es pues la divisa
de la Ilustración” (Kant, 2014)
Biografía de los filósofos.
Biografía de René Descartes
1596: Nace en La Haye, Touraine, cerca de Tours, era el tercer hijo de una familia
acomodada, magistrados; su padre (Joachim Descartes) consejero del Parlamento de
Rennes, su madre (Jeanne Brochard) hija del teniente general de Poiters. Con un año de
edad queda huérfano, al morir su madre, y al cuidado de un tutor.
1606: Inicia sus estudios en el colegio de los jesuitas de La Flèche, en Anjou, uno de los
más celebres de Europa. Allí estudió latín, griego, historia, moral, matemáticas, física,
lógica y filosofía aristotélico-escolástica. En una visita de Enrique IV, fundador del colegio,
fue el encargado de saludarle recitando unos versos en latín. La formación es más abierta
que en otras instituciones como lo demuestra el hecho de que en junio de 1611 se reconoció
oficialmente el descubrimiento de las lunas de Júpiter, llevado a cabo por Galileo. La
evolución de las artes en el Renacimiento y en el Barroco no parece tener un impacto
apreciable en la obra de Descartes.
1612: Deja el colegio desengañado de las materias que había estudiado, exceptuando las
matemáticas. Se propone buscar por sí mismo lo que no ha encontrado en el estudio. Se
instala en París; estudia danza, música, esgrima, equitación. Estudia en el “gran libro del
mundo” es decir, viajar. Afirma valorar más lo razonamientos hechos sobre datos objetivos,
que los llevados a cabo en los despachos por gentes de letras.
1616: Concluye sus estudios obteniendo la licenciatura en derecho civil y canónico por la
universidad de Poitiers. Se cierra así un período histórico de su vida. "Desde mi niñez, dice,
fui habituado en el estudio de las letras y como me persuadían que por medio de ellas se
podía adquirir un conocimiento claro y seguro de todo cuanto es útil para la vida, sentía yo
un vivísimo deseo de aprender. Pero cambié por completo de opinión tan pronto como hube
concluido mis estudios, pues me embargaban tantas dudas y errores, que, habiendo
intentado instruirme, me parecía no haber alcanzado otro resultado que el de haber
descubierto progresivamente mi ignorancia". (Disc. Ed. Tecnos. Nota 1ª, p. 7)
Este cambio significa su distanciamiento de la cultura vigente, el inicio de su filosofía
crítica, su duda como método para encontrar el fundamento del saber.
Estalla la Guerra de los Treinta Años entre católicos y protestantes. Al año siguiente se
alista como voluntario, cargando con sus costas, en el ejército protestante de Mauricio de
Nassau, gobernador de los Países Bajos, aliado de Francia contra España. No participó en
batalla alguna.
Una tregua entre holandeses y españoles le permite dedicarse en Breda al estudio de las
matemáticas. Establece amistad con Isaac Beeckman. Proyecta un tratado general de todas
las ciencias matemáticas: aritmética, geometría, álgebra, astronomía, mecánica, óptica y
música.
1619: Se pasa al ejército católico de Maximiliano de Baviera que luchaba contra Federico
de Bohemia. Sigue preocupado por cuestiones científicas; trabaja en su proyectado tratado
matemático. En Neuburg, aldea cercana a Ulm, a orillas del Danubio, "el 10 de noviembre
de 1619 lleno de entusiasmo, dice, descubrí los fundamentos de una ciencia
admirable"(Discurso..., Ed. Tecnos, Nota 2. Pg. 16.) Este descubrimiento del principio de la
unidad del saber consiste en reducir, aplicando el análisis y la síntesis, todas las ciencias de
la cantidad a una ciencia general del orden y de la proporción. Considera este
descubrimiento una revelación, un llamamiento divino sobre su misión filosófica.
1620: Toma parte en la campaña de Bohemia entrando victorioso en Praga. Poco después
abandona la profesión de militar dedicándose a viajar por Francia, Holanda, Suiza,
Alemania e Italia.
1625: Fija su residencia en París.
1627: Coincide en una conferencia en la Nunciatura de París con el cardenal De Bérulle,
pensador muy influyente de la Contrarreforma francesa. Queda éste gratamente sorprendido
por Descartes y le hace una llamada a su responsabilidad como cristiano para combatir a los
"libertinos" (se usaba este término referido a los que tenían el "vicio" de la libertad de
pensamiento y a quienes se daban a la gula y lujuria); le encarga la aplicación de su método
a los problemas de los hombres en su vida diaria. Siguiendo este consejo comienza a
trabajar en un Traité de la divinité, esbozo de las Meditaciones Metafísicas. El
requerimiento de Bérulle impulsa su elaboración de Regulae ad directionemingenii (Reglas
para la dirección del espíritu), su primera obra filosófica, aunque inacabada; no se publica
hasta 50 años después de su muerte.
1629: Abandona París trasladándose a Holanda, el país de la tolerancia, donde vive hasta
un año antes de su muerte, llevando una vida apartada. Sus discusiones con los pensadores
de la época suelen ser por carta a través del franciscano Martin Mersenne, que vive en
París. Durante cuatro años trabaja en el Tratado del Mundo. Esboza una física general, una
cosmogonía y una astronomía. Expone teorías parecidas a las que llevaron a Galileo a ser
condenado por la Inquisición el año 1633. Cuando se entera de esta condena retira la
publicación de la imprenta y la obra no vería la luz en vida del autor.
1634: “Por nada del mundo -escribió a Mersenne este año-, deseo mantener (las
demostraciones del movimiento dela tierra) en contra de la autoridad de la Iglesia... anhelo
proseguir la vida que he iniciado bajo la divisa "bienvive quien bien se oculta" (Open
University pg. 10). Se publica en 1664. Parte de su contenido lo incluye en los Principios
de Filosofía, obra que esperaba fuese adoptada como libro de texto pero que no se publica
hasta 1644.
1637: Publica en Leyde, Holanda, el Discurso del Método como prefacio de la Dióptrica,
los Meteoros y la Geometría; alcanzó mucha más celebridad estas obras que las demás. Es
la primera exposición pública de su método.
1641: Aparecen en París, en latín, las Meditaciones Metafísicas. Esta publicación agrava la
situación de opiniones encontradas que se había producido con la publicación del Discurso.
Trata con más profundidad temas que ya aparecían en éste. Esta es su obra propiamente
filosófica. Intenta buscar el fundamente último de todo conocimiento. Para él la validez del
conocimiento científico se basa en la metafísica, entendida como onto-teología. La certeza
de la metafísica es superior a la de las ciencias. Mantiene la definición aristotélico-tomista
de metafísica, pero modifica su sentido y alcance: no es la cumbre del saber, sino su raíz.
La certeza de las ciencias se basa en ella; el “cogito”, primer principio de la metafísica, es
el fundamento absoluto de toda certeza. Hay una modificación de la concepción tradicional
de la metafísica: el ser que está conoce es el ser del pensamiento, del sujeto pensante.
1644: Publica en Amsterdam los Principia Philosolphiae. En estilo más directo expone
sustancialmente las mismas doctrinas que en las Meditaciones. No reconoce otra materia en
los cuerpos que la cantidad, a la que es aplicable todo tipo de división, forma y
movimiento. (Pt. II, art. 64).
1647: Visita a Blas Pascal con la intención de hablar con él de sus últimos experimentos
sobre el vacío, pero el joven matemático está enfermo.
1649: Su estancia en Holanda, pese a algunos amigos como Christian Huygens, se le hace
incomoda, insoportable. El médico Plemp le acusa de enseñar doctrinas contrarias a la
salud. Y, finalmente, acepta la invitación de instalarse en la corte de la reina Cristina de
Suecia, hija de Federico, contra el que había tomado partido durante su estancia en el
ejército. A su llegada a Estocolmo es recibido con grandes honores; la corte se reunía para
oír sus disertaciones sobre filosofía, física o matemáticas.
1650: Muere en Estocolmo el 11 de febrero. Cuando el canciller de la universidad iba a
pronunciar la oración fúnebre llegó una orden de la corte prohibiendo hacer público elogio
de Descartes.
1653: Chanut, embajador de Francia en Suecia y valedor de Descartes ante la reina, recoge
sus manuscritos y los envía a Clerselier. Llegan en mal estado, mojados, pero pudieron ser
utilizados por Leibniz entre otros.
1667: En Paris se publica El Mundo y las Cartas de Descartes por Clerselier, seguidor suyo.
Sus restos son trasladados a París y enterrados en la iglesia de Sainte Geneviève du Mont.
Comienza una fuerte persecución contra el cartesianismo. Sus libros fueron incluidos en el
Índice con la reserva de doneccorrigantur. Los frailes jesuitas pusieron a la Universidad de
la Sorbona en contra de las ideas cartesianas y pidieron al parlamento la proscripción de su
filosofía. Durante algún tiempo fue un crimen declararse cartesiano.
Biografía de Immanuel Kant
Immanuel Kant nació el 22 de abril de 1724
en Königsberg, en Prusia, ciudad que contaba en la época con unos 50.000 habitantes y
un floreciente comercio e industria, siendo la capital del ducado prusiano. Su
padre, Johann-Georg, que era sillero de profesión, se había casado en 1715 con Anna
Regina Reuter con la que tuvo nueve hijos, siendo el cuarto Immanuel. A pesar de la
afirmación de Kant de que su familia era de origen escocés ha podido comprobarse la
inexactitud de esa creencia; su bisabuelo, por parte paterna, era originario de
Prölkus, perteneciente actualmente a Lituania, y la familia de su madre era originaria
de Nüremberg, aunque es cierto que dos de sus tías abuelas se casaron con escoceses, lo
que puede estar en el origen de esa creencia.
A finales del siglo XVII y principios del XVIII, como protesta contra la ortodoxia
religiosa, en la que predominaban las formas dogmáticas frente a la vivencia de la fe, se
extendió por Alemania el pietismo, tendencia religiosa que fue seguida por los padres
de Kant, y que sin duda ejerció una honda influencia en Kant, quien se refiere a sus
padres siempre con veneración, recordando a su madre como una persona bondadosa,
austera y profundamente religiosa.
A los ocho años de edad, en 1732, ingresa en el Collegium Fridericianum, considerada
entonces la mejor escuela de Königsberg, que sería dirigida desde 1733 por F. A.
Schultz, quien había estudiado Teología en Halle con los pietistas y filosofía con C.
Wolff, y que era amigo y consejero de la familia de Kant. El pietismo dominaba
también toda la organización del colegio, lo que suponía una profunda religiosidad y un
tipo de vida dominado por la austeridad. Allí adquirió Kant sólidos conocimientos de
las lenguas clásicas, así como de matemáticas y lógica.
En 1740 ingresó en la Universidad de Königsberg, que contaba entonces con tres
Facultades "superiores" (Teología, Derecho, Medicina) y una "inferior" (Filosofía).
Kant se matriculó en la Facultad de Filosofía, según era costumbre, sin inscribirse en
ninguna de las Facultades "superiores". Allí asistió a las lecciones de Teología de
Schultz, pero centró su interés en la Filosofía, las Matemáticas y las Ciencias naturales.
La filosofía entonces predominante en Alemania era el racionalismo de Christian
Wolff, quién publicó sus obras en alemán, y no en latín, como era todavía la costumbre
mayoritaria, penetrando su pensamiento profundamente en todos los círculos culturales
de mediados del siglo XVIII. También en la Universidad de Königsberg dominaba la
filosofía de Wolff. Allí entabló Kant amistad con uno de sus profesores, M. Knutzen,
wolfiano, quien le inició en el estudio de las obras de Newton y Wolff, y puso a su
disposición su biblioteca personal. Pero también se puso al corriente de las tendencias
empiristas que procedían de Inglaterra y de los ideales de la Ilustración, de Francia.
En 1747 termina sus estudios en la Universidad y ejercerá, hasta
1754, como profesor privado en Judschen, Osteroden y Königsberg, siendo muy
apreciado por los familiares de sus discípulos. En 1755 obtendrá en la Universidad
de Königsberg el título de Doctor en Filosofía, con una disertación "Sobre el fuego".
Posteriormente defendió una tesis en latín sobre los primeros principios de la Filosofía,
con la que obtuvo la habilitación para ejercer como profesor auxiliar (Privatdozent) en
la Universidad de Königsberg, en la que permanecería ya a lo largo de toda su carrera
docente.
Como Privatdozent, puesto que ocupó durante 15 años, le correspondía enseñar las más
variadas disciplinas, como matemáticas, física, lógica, metafísica, antropología y
geografía, etc., contándose estas dos últimas entre sus lecturas preferidas, y alcanzando
sus conferencias sobre estos temas gran difusión entre sus discípulos y el público en
general. En 1769 las Universidades de Erlangen y Jena le ofrecieron sendas cátedras
que Kant rechazó, siendo propuesto al año siguiente para la de Lógica y Metafísica de
la Universidad de Königsberg, tomando posesión de ella el año 1770 con la famosa
Disertación "Sobre la forma y principios del mundo sensible e inteligible", que se
considera como el punto de partida del llamado "período crítico", a lo largo del cual
Kant desarrollará su propia filosofía.
Con su nombramiento como Catedrático su labor docente le ocupa menos tiempo,
pudiendo dedicarse más intensamente a ordenar sus pensamientos y a desarrollar su
filosofía. Pero el tiempo que creía suficiente para ello se fue alargando
considerablemente y, pese a haber anunciado repetidamente la aparición de su obra, ésta
no será publicada hasta 11 años después, en 1781, con el título de "Kritik der reinen
Vernunft" (Crítica de la razón pura). A ella le siguieron, con relativa continuidad, los
"Prolegómenos para toda metafísica futura", en 1783, en la que pretendía exponer con
mayor claridad que en la anterior los principios de su filosofía, la "Fundamentación de
la metafísica de las costumbres", en 1785, y, entre otras, sus dos restantes obras
"Críticas". (Ver obras).
En 1783 compró una casa en Königsberg en la que viviría hasta su muerte. Kant
gustaba de las relaciones sociales, (aunque no contrajo matrimonio), y mantuvo una
tertulia con un grupo de amistades a lo largo de toda su vida. Excepto en sus años de
profesor particular, Kant no salió de Königsberg, donde llevó una vida que se
caracterizó por su sencillez, regularidad, y ausencia de perturbaciones, a no ser el
conflicto que mantuvo con la censura bajo el reinado de Federico Guillermo II, a raíz de
la publicación de su obra "La religión dentro de los límites de la mera razón".
Probablemente el emperador se sintiera amenazado por la difusión de los ideales de la
Ilustración en Alemania y el triunfo de la Revolución francesa, de los que Kant era
ferviente admirador. Kant se vio obligado a firmar un escrito comprometiéndose a no
volver a hablar ni a escribir públicamente de religión, promesa de la que se sintió
desvinculado a la muerte del emperador, ocurrida en 1797.
El 12 de febrero de 1804 moría en su ciudad natal, siéndole rendidos los últimos
honores en un gran funeral. Para entonces la filosofía de Kant había alcanzado ya gran
difusión y aceptación en los principales círculos culturales de Alemania y un
considerable eco en el resto de Europa. (Fouce, 2002)
Hacer un ensayo de 4 páginas dándole respuesta a la siguiente pregunta: ¿cuáles son las
implicaciones que tiene el papel del movimiento o filósofo en la cultura y la persona?
Descartes, Kant y su influencia
En términos generales las implicaciones de la filosofía son realmente grandes en nuestro
mundo actual; pero también es preciso decir que la filosofía siempre ha significado un sin
número de implicaciones para el pensamiento de la sociedad, es decir, que en todas las
épocas y civilizaciones ha sido importante debido a que la misma busca el camino del
conocimiento y de un cierto buen vivir; aun así se puede decir que la misma ha adquirido
un mayor valor en la actualidad por varias razones, como por ejemplo: es esta quien se
encarga de arrojar interpretaciones a situaciones de índole histórico, político, cultural.
Ahora bien, en términos específicos, para nuestros días, tanto el pensamiento mecanicista
de Descartes y las implicaciones de su descubrimiento de la subjetividad así como el
despliegue realizado por parte del programa filosófico ideado por Kant inevitablemente
fueron doctrinas a las que todos los pensadores posteriores tuvieron que remitirse y han
marcado profundamente los pensamientos no sólo de los filósofos sino de la sociedad en
general. Este trabajo intentará mostrar algunas consecuencias en la cultura que han tenido
las obras de Descartes y de Kant con base en sus principales descubrimientos y lo que
significaron en la historia del pensamiento.
La filosofía cartesiana como comienzo de la modernidad marca el momento en el que se
superó lo que podría llamarse un objetivismo, es decir, una postura del teorizar que no
tenía en cuenta las condiciones del sujeto sino que estudiaba el mundo y se creía que podía
conocerlo con independencia de las estructuras del sujeto. Con Descartes aparece la
pregunta por la subjetividad, en las meditaciones metafísicas, Descartes encuentra la
evidencia del ego cogito como primera evidencia clara y distinta: reconocerse como una
conciencia que piensa pues si bien, puede dudarse de todo, del mundo, de lo material, del
cuerpo, etc. No puede dudarse de la potencia del pensamiento que se ejerce al dudar. Sobre
esta base que es el descubrimiento de la subjetividad debe fundarse el resto de la ciencia, de
esta manera comienza la epistemología o teoría del conocimiento, con la necesidad de
preguntarse por las capacidades que tiene el sujeto para conocer.
Posteriormente, luego de superar por medio de su duda metódica el ingenuo objetivismo
del que eran presos sus coetáneos, dirige su mirada al mundo, convencido de poder
explicarlo racionalmente, al igual que su propia existencia en términos de materia en
movimiento. La figura escogida para dicha tarea fue la metáfora del mundo como un
mecanismo de relojería. Máquina usual ya, y muy atractiva, durante el siglo XVII. Un reloj
consta básicamente de materia en movimiento. Los engranajes, las ruedas dentadas, las
piezas, son la materia. Las piezas se transmiten el movimiento de unas a otras. En el
universo sucede exactamente lo mismo: los planetas (la materia) transmiten el movimiento
desde las órbitas exteriores a las interiores. Además, igual que en el caso de los relojes, este
movimiento no es aleatorio o arbitrario, sino que está regido por leyes matemáticas
perfectamente determinadas. Así, Descartes concibe el Universo (mejor dicho, la parte
extensa del Universo), como un gigantesco mecanismo de relojería.
Pero en la imagen mecanicista del cosmos falta un elemento. ¿Quién construye y pone en
marcha el reloj? ¿Quién construye y pone en marcha el Universo? La respuesta es obvia: en
el caso del reloj, su autor es el relojero. La función del relojero consiste en construir
perfectamente el reloj (de modo que no atrase ni adelante) y darle cuerda (ponerlo en
marcha, hacer que las leyes del movimiento comiencen a actuar). En el caso del Universo,
Descartes deposita en Dios el papel de relojero universal. La función de Dios en el
Universo queda, desde el punto de vista estrictamente mecanicista, reducida a la creación
de las sustancias finitas (pensamiento y extensión) y, en el caso de la segunda, a crear no
sólo la materia, sino también el movimiento que afectará a ésta y las leyes que determinarán
dicha relación.
Ahora bien, habría una diferencia fundamental entre el trabajo de un relojero y la creación
divina. Un reloj, en tanto obra humana, y por muy perfecto que fuera, podría, con el tiempo,
atrasar o adelantar, o detenerse. El movimiento de sus piezas, levemente disminuido por el
rozamiento de las mismas, acabaría por cesar. En este momento se precisaría la
intervención del relojero para volver a darle cuerda. Pero, ¿y en el caso del Universo?
¿sería necesaria la intervención de Dios, de tarde en tarde, para volver a ajustar las leyes del
movimiento? Descartes razona del siguiente modo: si la respuesta fuera afirmativa, ello
significaría que Dios no es perfecto, puesto que las leyes creadas por él se desajustarían. Si
Dios es un ser perfecto (como ha demostrado que lo es), el producto de su creación también
ha de serlo, de modo que el acto de creación divina produciría, de golpe, toda la materia
necesaria, todo el movimiento necesario y unas leyes matemáticas perfectas que no
volverían a desajustarse jamás. Tras el acto de la creación, el universo, sometido a unas
leyes inexorables, perfectas y no deteriorables, acabaría produciendo el cosmos que
conocemos, con sus planetas, sus órbitas y sus movimientos de rotación y traslación. La
diferencia fundamental entre Dios y un simple relojero es, pues, que el reloj creado por el
primero (el Universo) es perfecto en sus elementos desde el comienzo, por lo cual no se
precisa la posterior intervención de su autor en el curso de las cosas.
En la sociedad esto ha tenido repercusiones que hasta hoy permanecen en el imaginario
cultural de las personas. Por ejemplo la distinción entre alma y cuerpo, entre lo que
Descartes llama la res extensa y la res cogitans. Es usual ver cómo las personas distinguen
entre la apariencia y la esencia, considerando el cuerpo superficial y el alma aquello
importante, esencial. Esta manera de concebirnos, este dualismo, es en gran parte
consecuencia del pensamiento cartesiano. También lo que se podría llamar un
“subjetivismo común” pervive del pensamiento de Descartes en la sociedad, es usual que
las personas se remitan al punto de vista “subjetivo” para dar cuenta de la multiplicidad de
opiniones que pueda tenerse con respecto al mundo. Es también con su pensamiento
mecanicista sobre la res extensa una influencia severa en la revolución industrial y en todo
el progreso de la técnica hasta nuestros días.
En la línea de epistemología o teoría del conocimiento Kant continua de cierta manera el
proyecto de cartesiano de una filosofía que indague sobre la subjetividad pero llevando este
proyecto a una concretitud tal que con su Estética Trascendental trazó los límites del
conocimiento. Con Kant la pregunta por los límites y alcances del conocimiento se agudizó,
con su inclusión del importante descubrimiento de que los fenómenos: aquello que aparece
en el espacio y en el tiempo es lo único de lo que puede tenerse conocimiento, cosas como
Dios, el mundo o la libertad no existen como fenómenos sino como noúmenos, es decir
cosas que exceden nuestra intuición sensible. Pero el conocimiento no se queda sólo en la
sensibilidad, las intuiciones que ésta ofrece deben ser luego desarrolladas por el
entendimiento que las subsume a la generalidad de sus categorías. Por eso dirá Kant:
"intuiciones sin conceptos son ciegas, conceptos sin intuiciones son vacíos". Esto es una
verdadera revolución que el mismo Kant denomina como "revolución copernicana" y que
de cierta manera comienza con Descartes y su descubrimiento de la subjetividad, consiste
en que en lugar de poner a girar el sujeto alrededor de las cosas poner a las cosas a girar
alrededor del sujeto, esto con el descubrimiento del espacio y el tiempo como intuiciones
puras de las sensibilidad. Esto quiere decir que espacio y tiempo existen como condiciones
previas en el sujeto antes de su relación con el mundo, como estructuras para dirigirse a él.
Las consecuencias de la filosofía de Kant en la sociedad pueden notarse en una toma de
conciencia sobre la necesidad de la evidencia empírica para validar los conceptos del
entendimiento. En el plano de lo moral, la filosofía de Kant como digna manifestación de la
Ilustración es una llamada a los individuos a hacer uso de su propia razón. En esta
necesidad y en la de describir el mundo lo más acorde a la razón que sea posible el filósofo
idealista trazó los derroteros de la ilustración, época que quiso liberarse de muchas ataduras
sirviéndose de su entendimiento. Los ecos de esta época histórica pueden notarse en la
sociedad que de cierta manera ha progresa con respecto a la salida de la minoría de edad,
pues al menos se ha conseguido la libertad de expresión y la información circula
libremente, un poco como Kant lo quiso en su texto sobre la ilustración.
Como conclusión puede decirse que ambos filósofos modernos han sido piezas
fundamentales del desarrollo del pensamiento y que las consecuencias de su filosofía
pueden notarse en la sociedad, ha sido por ellos que se han logrado cierto avances a nivel
de cultura, como por ejemplo la liberación que representó la ilustración o el hallazgo de la
subjetividad en Descartes que nos sacó del objetivismo.
Glosario
Intuición: Percepción clara e inmediata de una idea o situación, sin necesidad de
razonamiento lógico.
Deducción: Conclusión o inferencia
Dudar: Vacilar entre dos opciones contradictorias, no estar seguro.
Entendimiento: Facultad humana de comprender, comparar, juzgar las cosas, o inducir y
deducir otras de las que ya se conocen.
Metafísica: Rama de la filosofía que estudia la naturaleza, estructura, componentes y
principios fundamentales de la realidad.
Orden: Colocación de las cosas en el lugar que les corresponde. Forma coordinada y
regular de funcionar o desarrollarse algo. Método que se sigue para hacer algo.
Disposición: Ordenación de algo de la forma conveniente para lograr un fin.
Conocimiento: Lo que se adquiere como contenido intelectual relativo a un campo
determinado o a la totalidad del universo.
Mecanicismo: Doctrina filosófica que explica los fenómenos de la naturaleza mediante
leyes automáticas de causa y efecto
Racionalismo: Doctrina filosófica que sostiene que la realidad es racional y,por
tanto,comprensible a través de la razón:
Cosmología: Parte de la astronomía que trata de las leyes generales del origen y la
evolución del universo.
Aristotelismo: Movimientos filosóficos donde los autores tienen como fundamento el
pensamiento de Aristóteles.
Modernidad: Categoría que hace referencia a los procesos social e histórico que tiene sus
orígenes en Europa Occidental a partir de la emergencia del Renacimiento.
Movimiento: Cambio de la posición de un cuerpo a lo largo del tiempo respecto de un
sistema de referencia.
Extensión: Acción y efecto de extender o extenderse (hacer que algo ocupe más espacio,
esparcir o derramar lo que está junto, desplegar, desenvolver). El término puede utilizarse
para nombrar a la medida del espacio que ocupa un cuerpo y a la capacidad para ocupar una
parte del espacio.
Filosofía Natural: Nombre que recibió la rama de la ciencia que hoy conocemos como
física hasta mediados del siglo XIX.
Matemática: Ciencia formal que, partiendo de axiomas y siguiendo el razonamiento lógico,
estudia las propiedades y relaciones entre entidades abstractas como números, figuras
geométricas o símbolos.
Ciencia: Conjunto ordenado de conocimientos estructurados sistemáticamente. La ciencia
es el conocimiento que se obtiene mediante la observación de patrones regulares, de
razonamientos y de experimentación en ámbitos específicos, a partir de los cuales se
generan preguntas, se construyen hipótesis, se deducen principios y se elaboran leyes
generales y sistemas organizados por medio de un método científico.
Idealismo: Con otro significado lo utiliza Kant, para referirse a su propia filosofía, a la que
denomina Idealismo trascendental. En este sentido, el idealismo consiste en la afirmación
de que el Espacio y el Tiempo no tienen existencia independientemente de la subjetividad
humana (de la que son formas puras a priori de la sensibilidad).
El término, no obstante, ha quedado asociado sobre todo a la filosofía de Hegel quien, al
postular la unidad especulativa de los opuestos (finito/infinito, objeto/sujeto) como
estructura dialéctica de lo Absoluto, niega realidad independiente a lo finito, al objeto, que,
estando destinado a devenir otro, no puede gozar de existencia autónoma como tal, lo que
conlleva aceptar su idealidad, en cuanto mero momento en el desarrollo de lo Absoluto.
Criticismo: método de investigación que propugna iniciar la indagación científica con el
análisis de las posibilidades, fuentes y límites del conocimiento en cuestión.
A priori: aquello que antecede a toda experiencia posible
A posteriori: aquello que se da luego de la experiencia.
Subjetividad: se refiere a todo lo que cualidad del sujeto que conoce, para hacer distinción
del mundo al que se dirige
Objetividad: se refiere a todo lo que es externo al sujeto.
Revolución copernicana: fue aquella emprendida por Copérnico al descubrir que la tierra no
es el centro del universo sino que es el sol y la tierra un planeta más que gira alrededor de
él. También hace referencia al giro de la filosofía kantiana que sitúa el espacio y el tiempo
en la subjetividad y no en la objetividad como antes se concebía.
Fenomenología: es una corriente filosófica que opta por la descripción de los fenómenos
tomando en cuenta la relación del sujeto con estos fenómenos por medio de un concepto
utilizado por Husserl, heredado de su maestro Brentano, el de intencionalidad.
Intencionalidad: cualidad de la conciencia de estar dirigida al mundo y existir sólo en virtud
de esta relación es decir, lo que expresa el decir toda conciencia es conciencia de algo.