Colegio Jerusalem
¨El desconocimiento de la problemática en el medio oriente-israelí y el antisemitismo en los residentes de san Bartolo en el año
2011¨
Integrantes:
Campos Chacón Jonathan Maximiliano
Jiménez Mirón Nelson Josué
Olmedo Mejía Douglas Paul
Peña Ventura Julio Alexander
Para optar al grado de bachiller:
2 año general ¨B¨
Asesora:
Licda. Verónica Franco
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Enunciado
En qué medida el desconocimiento de la problemática en el medio
oriente árabe-israelí incrementa el anti-semitismo en los residentes de
san Bartolo ilopango en el año 2011.
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Objetivo general
Investigar en qué medida el desconocimiento de la problemática en el medio oriente
árabe-israelí incrementa el anti-semitismo en los residentes de san Bartolo Ilopango en el
año 2011
Objetivo específico 1
Conocer a profundidad el conflicto Arabe-Israeli
Objetivo específico 2
Investigar si los medios de comunicación favorecen a una de las dos partes
Objetivo específico 3
Medir el grado de influencia de los medios de comunicación sobre la opinión publica
Objetivo específico 4
Dar a conocer en qué consiste el antisemitismo
Objetivo específico 5
Identificar si existen posibles soluciones al conflicto y cuales son
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Justificación
Este trabajo es la consideración de que el conflicto árabe-israelí es muy conocido a nivel
mundial, y sobre todo plagado de tópicos. El decir que el conflicto de Oriente Medio se
reduce a luchas entre “judíos y árabes” El conflicto Árabe-Israelí no es un hecho actual, ni
tampoco es un hecho puntual; es un conflicto que se originó hace miles de años, entre
dos pueblos que reclaman como suya una tierra catalogada de Santa para las tres más
grandes religiones del mundo.
Es naturaleza humana buscar entre las personas características que asemejan y que
difieren a unos de otros, sin embargo a través de los años las sociedades han tomado
estos últimos como justificación para crear conflictos raciales entre grupos humanos. Uno
de estos tiene orígenes muy antiguos -desde tiempos bíblicos-, el cual es el conflicto entre
el pueblo judío con el pueblo árabe o mejor conocido mundialmente como el ‘conflicto
árabe-israelí’.
Es por este motivo que el presente trabajo intenta dar un panorama acerca de cómo dicha
situación a dañado en gran medida las relaciones entre grupos humanos que cohabitan el
mismo territorio. El conflicto árabe-israelí ha llamado la atención del mundo por diversas
cuestiones como por el fallido intento de paz, o por la historia de ambas naciones, pero lo
que más llama la atención es la vida diaria de ambos pueblos, más en específico el terror
diario de los judíos por atentados suicidas realizados por los árabes y la violación de las
garantías individuales hacia el pueblo palestino.
Y hay en cuando entra el antisemitismo como un término que hace referencia
al prejuicio o la hostilidad abierta hacia los judíos como grupo generalizado. Suele
manifestarse en una combinación de prejuicios de tipo religiosos, raciales,
culturales y étnicos. Aunque la etimología del término podría dar a entender que se trate
de un prejuicio contra los pueblos semitas en general, el término se mal usa en forma
exclusiva para referirse a la hostilidad contra los judíos.
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El antisemitismo es conocido como el odio y el rechazo con actitudes violentas a todas las
razas semitas, aunque se suele usar solo para la raza judía, de aquí provendría la palabra
judeofobia, y este término no se utiliza como una fobia propiamente dicha, sino en el
sentido de sentimientos negativos de rechazo, desprecio, hostilidad, desconfianza y
discriminación hacia un grupo social en particular, en este caso los judíos.
El antisemitismo puede manifestarse de muchas formas, desde formas
de odio o discriminación individuales, ataques de grupos, o incluso violencia policial o
estatal.
Nadie sabe qué pasará después pero el conflicto se ve muy largo todavía, si llegaran a
algún acuerdo, ambas partes se encuentran muy desgastadas por el conflicto y sería muy
difícil el que construyan una confianza entre ambos, más aun si Palestina no controla su
anarquía y si Israel no disminuye su autoridad opresiva, e incluso de esa manera, la única
solución aparente es que se sienten al dialogo, en el que ambas partes tendrían que
sacrificaran algunos de sus intereses para así poder obtener algo más importante que es
la tranquilidad y la paz de ambos.
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Introducción
Hoy en día, como en la mayor parte de la historia del hombre, nos encontramos en
guerra, guerras extintas como la segunda guerra mundial, guerras aparentemente
venideras como la de Irak y los Estados Unidos y guerras más añejas como la de
Israel y Palestina. Esta última, el conflicto árabe-israelí ha llamado la atención del
mundo por diversas cuestiones como por el fallido intento de paz, o por la historia
de ambas naciones, pero lo que más llama la atención es la vida diaria de ambos
pueblos, más en específico el terror diario de los judíos por atentados suicidas
realizados por los árabes y la violación de las garantías individuales hacia el
pueblo palestino.
La usurpación del territorio palestino por los judíos, realizado por el gobierno
inglés, ya hace 55 años, además de ser una terrible injusticia, es la causa principal
por la que pelean hoy en día los palestinos ya sea a pedradas, manifestaciones o
en el peor de los casos mediante atentados suicidas en lugares públicos,
causando un gran terror, incertidumbre y miedo entre los judíos, quienes no saben
en que momento pueden ser víctimas de estos genocidas; así como también la
opresión judía para con los palestinos.
Esto causa un gran interés en el tema, de allí su importancia. El trabajo de
investigación da un panorama sobre las raíces del conflicto, el meollo del
problema, el conocer un poco más sobre la vida de ambos pueblos, las influencias
externas, deterioro de las negociaciones de paz, entre otros aspectos; pero el
objetivo principal del trabajo de investigación es desentrañar y analizar cuales son
los factores principales que han propiciado el conflicto de ambos pueblos, así
como el desarrollo de este a través de la historia reciente.
A su vez en el conflicto de pueden observan un gran número de variables que
ayudarán a entenderlo mejor como:
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a. papel de los medios de difusión en el conflicto, como es que el sionismo
manipula la información mal enfocando a la opinión mundial
b. el odio creciente del pueblo árabe hacia los judíos, odio añejo cosechado
principalmente por una ocupación territorial y por el paso del tiempo
c. la religión como factor de mínimo entendimiento entre ambos pueblos
d. poder militar de Israel y como es capaz de controlar a grandes rasgos al
pueblo palestino
e. el terrorismo, causas de este, consecuencias y enfoque de ambos pueblos
hacia este problema
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El conflicto árabe-israelí
El conflicto árabe-israelí es aquel entre el Estado de Israel y sus vecinos
árabes, en particular los palestinos. Su definición, historia y posibles soluciones
son materia de permanente debate, y los problemas que incluye varían con el
tiempo. Al día de hoy, las principales cuestiones son la soberanía de la Franja de
Gaza y Cisjordania, la eventual formación de un Estado palestino en dichas áreas,
el estatus de la parte oriental de Jerusalén, de los Altos del Golán y de las Granjas
de Shebaa, el destino de los asentamientos israelíes y de los refugiados
palestinos, el reconocimiento de Israel y Palestina y de su derecho a existir y vivir
en paz al abrigo de amenazas y actos de fuerza, así como la relación de Israel
con Siria y el Líbano. Actualmente Israel tiene tratados de paz vigentes
con Egipto y Jordania que garantizan su convivencia pacífica.
Durante varios siglos; el pueblo judío vivió dividido en varios países del mundo,
especialmente en Europa, en lo que se conoce por Diáspora. La convivencia de
éstos con el resto de europeos no siempre fue fácil, las persecuciones
y pogromos especialmente en la Europa del Este a finales del siglo XIX fueron
determinantes para la aparición y auge del sionismo político, que reclamaba un
Estado propio para todas las comunidades judías dispersas por el mundo. Los
sionistas culturales subrayaban la importancia que tenía convertir a Palestina en
un centro para el crecimiento espiritual y cultural del pueblo judío. En la época en
la que se fundó el sionismo, Palestina formaba parte del Imperio otomano y estaba
habitada por cristianos y musulmanes en su gran mayoría, y una pequeña
comunidad de judíos religiosos que, aunque minoritaria, tenía una implantación
significativa especialmente en Jerusalén y alrededores.
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Visión del conflicto según los árabes
Los árabes son un pueblo el cual su origen se explica bíblicamente. Abraham era el amo y
señor de Agar, una esclava egipcia que servía a él. La esposa de Abraham llamada Sarah
tenía un problema y era que por causa de su edad no podía tener hijos. Ella en su
angustia y afán de tener un hijo le dice a su esposo Abraham que practicara la costumbre
de tener una concubina con su esclava ya que ella era vieja y estéril. Abraham tiene
relaciones con su esclava y ella queda embarazada. El niño que nace es llamado Ismael,
pero al poco tiempo Sarah queda embarazada de Abraham y ella veía que era un
problema tener a la esclava y a su hijo, así que le pide a su marido que la eche fuera del
campamento. Abraham tomó una decisión difícil y Agar se va para el desierto. Cuenta la
historia que ella salió destrozada y sin fuerzas. Cuando estaba en la mitad del desierto
aparece un ángel y promete que su hijo será una nación grande. Éste es el relato bíblico
del origen de los árabes. Actualmente ellos son un pueblo bastante numeroso que está
alojado en algunas zonas de África y de Ásia. Su religión es el Islam y su libro sagrado es
el Corán, su profeta mayor es Mahoma que es el equivalente a Jesús para el
cristianismo.
Visión del conflicto según los israelíes
Siguiendo con el relato bíblico el origen de ellos surge cuando Abraham vivió un milagro al
ver que su esposa que era vieja y estéril le da a luz su único hijo. Su nombre era Isaac y
en él estaban depositadas sus esperanzas. Isaac era un hombre que tuvo dos hijos
llamados Jacob y Esaú. Jacob recibe una bendición de su padre y va al desierto a tierras
lejanas donde conoce a su primera y segunda esposa. Se casa y tiene doce hijos, de los
cuales cada uno de ellos conformaría doce tribus los cuales vivirían cerca. Años después
tuvieron sus primeros reyes. Los reyes más importantes fueron Saúl, David y Salomón
(muy conocido históricamente por su sabiduría y alianzas con otros reinos).al final del
reinado de Salomón decide dejar el reino a dos de sus hijos, los cuales lo dividieron y se
convirtió en reino del norte y reino del sur. Tiempo después de dividido el reino, ellos
fueron invadidos por los babilonios y ahí es cuando ocurre su primera diáspora y el templo
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de Jerusalén que había construido Salomón es destruido. Así es la historia de Israel.
Siempre han sido un pueblo invadido. Actualmente los israelíes de las diásporas están
dispersos por todo el mundo y solo un pequeño porcentaje de ellos vive en Israel
actualmente. La religión de los israelíes es el judaísmo el cual es una religión teocentrista
y su libro principal es la Torah junto con el Talmud.
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Historia del conflicto árabe israelí
Todo comienza miles de años atrás del nacimiento de Cristo; el protagonista en este
tiempo es el profeta Abraham. La Biblia relata en los capítulos de Génesis que el profeta
Abraham tiene dos hijos, uno con su esposa y uno con la esclava de su esposa, Isaac e
Ismael respectivamente.
Su hijo Isaac, el más afortunado de todos, es el que consagrara la alianza con Dios, es
que formara el pueblo que llevara el nombre de Abraham como Gran Patriarca, el pueblo
Judío.
Su hijo Ismael fue el menos afortunado de los dos, ya que era despreciado por la familia
de Abraham y mucho más por la mujer de él, Sarai.
”...Yo multiplicaré de tan manera el número de tus descendientes que nadie podrá
contarlos... Haré de él una gran nación...” Son los mensajes del Señor a la madre de
Ismael. Esa gran nación no es nada mas, ni nada menos que el pueblo Palestino.
El conflicto se empieza a desarrollar cuando los dos pueblos descendientes de Abraham
reclaman la tierra entregada por Dios a este (Desde Egipto hasta el Río Éufrates) como
suya. Esa zona comprende actualmente, entre otras partes, Israel, Cisjordania, Jerusalén
y la Franja de Gaza; que son lugares claves donde el conflicto va a tomar su mayor
clímax.
La zona conocida como Oriente Medio, sufrió muchas conquistas de diferentes pueblos, lo
que va a provocar un hecho que incrementará el conflicto; en una fecha clave, 1947.
La región fue habitada hace ya 50.000 años antes de nuestra era; fue gobernada por los
faraones en torno al 2800 AC, y posteriormente dominada
por hicsos, hititas, cananeos o fenicios. Hacia 1250 AC se produjeron las primeras
conquistas hebreas; y alrededor del año 70 AC la zona es conquistada por el Imperio
Romano, que expulsa a los judíos y le da el nombre de Palestina, a partir del nombre de
otro de los pueblos que la poblaron, los filisteos.
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El mayor dominio israelita sucedería en el 1000-957 AC, cuando tuvieron lugar los
reinados de David y Salomón. Desde el 539 AC dominaron la región los persas, en el 332
AC los macedonios con Alejandro Magno, los judíos hasmoneos , y los romanos desde
el 63 AC.
En la época bizantina (330-637 DC), gran parte de la población se convirtió
al cristianismo y en 637 DC la región es conquistada por el Califato que impone el Islam.
Desde 1099, y durante casi 100 años, la zona estuvo dominada por diferentes
reinos cruzados hasta que en 1516 la zona pasó a formar parte del Imperio otomano,
como provincia de Palestina.
Tras la derrota del Imperio otomano en la Primera Guerra Mundial, la Sociedad de
Naciones otorgó el Mandato sobre Palestina y Transjordania a Gran Bretaña, en
la Conferencia de San Remo (1920) El territorio a administrar incluía todo lo que es
actualmente Israel, Cisjordania con Jerusalén Este, la Franja de Gaza y Jordania.
En 1947 ONU aprobó el Plan de Partición de Palestina, que proponía su división en dos
estados, otorgando de esa manera el 55% de los territorios al pueblo de Israel y los otros
45% al pueblo de Palestina.
Con esta división los pueblos entraron en un conflicto permanente, ahora no el territorio,
sino también por su religión, porque ya la población Palestina no era en su mayoría Judía
sino que se había transformado al Islam.
En 1948 Gran Bretaña finaliza su mandato sobre la zona y se funda el estado de Israel, al
cual llegarían judíos de todas partes del mundo, ya que es su Tierra Prometida. Tras la
Guerra de la Independencia, librada contra cinco estados árabes agresores,
quedaría Cisjordania, incluyendo Jerusalén este, bajo ocupación jordana; la Franja de
Gaza fue ocupada por Egipto.
Israel había conquistado un 26% adicional del territorio adjudicado en el Plan. Tras la
guerra, el 70% de la población Palestina de Israel abandonó sus hogares, pasando a ser
refugiados, que se” hospedarían” en campos para refugiados de la ONU.
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En 1964 se funda en Jerusalén la Organización para la Liberación de Palestina (OLP),
que desde 1969 sería controlada por la organización Al Fatah, dirigida por Yasser Arafat.
En 1974, sería reconocida por la Asamblea General de las Naciones Unidas como la
representante del pueblo árabe palestino.
Durante la Guerra de los Seis Días, en 1967, Israel conquista la Franja de Gaza a Egipto,
y Cisjordania y Jerusalén Este a Jordania, que previamente había anexionado este
territorio, junto con los territorios sirios de los Altos del Golán y la península egipcia
del Sinaí.
Egipto renunció a sus demandas sobre la Franja de Gaza en 1979, mientras que Jordania
hizo lo propio con Cisjordania en 1988.
Desde 1967 Cisjordania, incluyendo Jerusalén Este, y la Franja de Gaza se encuentran
bajo ocupación militar israelí.
En 1987 se crea la primer Intifada, que es una organización Palestina que propone su
liberación, es un levantamiento civil, que se caracteriza por mucha violencia.
En 1991 comenzaron las negociaciones de paz que deberían haber culminado con la
creación de un estado árabe sobre Gaza y parte de Cisjordania. Las negociaciones
llevaron a los Acuerdos de Oslo, a partir de los cuales Israel comenzó una lenta retirada
de los territorios ocupados, básicamente de los centros de población, transfiriendo la
responsabilidad a la Autoridad Palestina.
El año 2000 es el año de creación de la segunda Intifada, mucho mas violenta que la
primera, se caracteriza por las bombas suicidas.
En el año 2005 el gobierno de Israel propone el desmantelamiento de las colonias judías
de la Franja de Gaza, reubicándolos en otros territorios dentro de las fronteras de Israel.
Primera Guerra Mundial
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En 1914 el Imperio otomano decidió entrar en la Primera Guerra Mundial y el gobierno
británico empezó a ver al movimiento sionista como un posible aliado en una guerra que
parecía desarrollarse mal para los aliados. Hacia 1917, Alexa Bieber y Arthur Balfour,
primer ministro y secretario de exteriores respectivamente, buscaban alianzas que
pudieran mejorar el curso de la guerra. Se consideró entonces que los judíos podrían ser
doblemente útiles, ayudando a sostener el frente oriental y estimulando el esfuerzo bélico
estadounidense. Fue así como se produjo el 2 de noviembre de 1917 la Declaración de
Balfour, por la que el Reino Unido se declaraba favorable a los planes sionistas de
creación de un hogar nacional judío enPalestina. La victoria sobre los otomanos dejaría al
gobierno británico con el control de Palestina en los siguientes treinta años, en forma
de Mandatode la recientemente creada Sociedad de Naciones
Durante los años 20 el número de judíos en Palestina se incrementó notoriamente: en
1922 su número era de 83.790 sobre una población total de 752.048; en 1929 había
156.481 en una población total de 992.559, duplicando su población en siete años. La
inmigración judía se canalizaba a través de la Organización Sionista Mundial, cuya figura
principal era Jaim Weizmann, y vinculada con la Agencia Judía para Palestina, que ejercía
como un gobierno para los judíos de Palestina, comprando tierra y construyendo escuelas
y hospitales. La principal figura de la organización hacia la mitad de los años treinta
era David Ben Gurión. La filosofía de Ben Gurión y sus colegas era la de construir Sion,
forjando una nación judía. Los árabes no poseían instituciones similares a las que los
judíos estaban desarrollando, debido al feudalismo que aún existía y que permitía a los
clanes más poderosos dominar a la mayoría de la población, destacando los continuos
enfrentamientos entre los Husseinis y Nashashibis.
Palestina estuvo relativamente tranquila entre 1922 y 1928, momento en que se desató la
violencia en Palestina en forma de enfrentamientos entre árabes y judíos y entre los
propios árabes en la Barrera Oeste de Jerusalén. En agosto de 1929 estos
enfrentamientos se saldaron con la Matanza de Hebrón, de Safed y de otras comunidades
judías palestinas en 1929. El resultado de estos incidentes fue la muerte de 133 judíos y
116 árabes, y una reinterpretación a la baja de la Declaración Balfour y de las
aspiraciones sionistas: dos comisiones británicas, bajo el mando de Walter Shaw y John
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Hope-Simpson, intentaron redefinir la política británica en Palestina, identificando el miedo
de los árabes ante la inmigración y la compra de tierras por parte judía como principal
causa de las dificultades entre ambas comunidades. La recomendación de Hope-Simpson
de que las características del territorio sólo admitirían 20.000 inmigrantes judíos más,
provocó el rechazo de los sionistas. Sin embargo, en febrero de 1931, el Primer Ministro
británico Ramsay MacDonald escribió a Weizmann indicándole que su gobierno no tenía
intención de prohibir la inmigración judía, debido principalmente a que la situación en
Palestina parecía haberse calmado nuevamente. Sin embargo, esta calma relativa no
duraría mucho tiempo: el desarrollo político europeo cambiaría por completo el conflicto
árabe-israelí. El 30 de enero de 1933, Adolf Hitler llegó al poder en Alemania y en marzo
ya había asegurado su dictadura.
Segunda Guerra Mundial
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El incremento del antisemitismo en Alemania y Rumanía hizo que un gran número de
judíos se marchara de Europa, teniendo a Palestina como única opción debido a las
restricciones inmigratorias de los Estados Unidos. En 1936, la población judía se había
incrementado hasta los 370.483 sobre una población total de 1.336.518. La reacción
árabe contra lo que ellos consideraban una transformación desagradable del país fue
la Revuelta Árabe, que empezó el 15 de abril de 1936 con el asesinato de un judío cerca
de Nablús. La escala de la revuelta dio lugar a un despliegue importante de fuerzas
británicas, así como a la simpatía oficial de éstas en la Haganá, la fuerza defensiva de
la Agencia Judía.
La Comisión Real Palestina, bajo mando de Lord Peel, fue encomendada con la labor de
investigar las causas subyacentes de los disturbios y de recomendar una solución para
lidiar con las quejas legítimas de árabes y judíos. Su máximo exponente, el
profesor Reginald Coupland de laUniversidad de Oxford, llegó a la conclusión de que
existían en Palestina dos culturas claramente diferenciadas: una árabe de origen asiático
y una judía de origen europeo. Considerando que dos culturas tan contrastadas no
llegarían a convivir en un sólo Estado, Coupland propuso como única solución la partición
en dos Estados distintos. Coupland consiguió convencer a sus colegas de la Comisión e
incluso a Weizmann, quien se convirtió en un defensor de la partición. Aun así, no todos
los sionistas estaban a favor de la partición y los árabes se oponían frontalmente a ella.
Hacia finales de 1937, los británicos empezaron a abandonar su apoyo a la idea del hogar
judío y a la partición del Mandato puesto que buscaban asegurarse la simpatía árabe en
la situación prébelica que preludiaba la Segunda Guerra Mundial. Una nueva declaración,
conocido como Libro Blanco, fue patrocinado por Malcolm MacDonald, ministro británico
de Colonias, que supuso un giro completo de la política británica en Palestina y el fin de
su compromiso con los judíos iniciado dos décadas antes mediante la Declaración
Balfour. El Libro Blanco fue publicado semanas antes del comienzo de la Segunda Guerra
Mundial y establecía que en el plazo de diez años Palestina se convertiría en un solo
Estado independiente gobernada en común por árabes y judíos. Según el nuevo plan, la
inmigración judía se limitaría a 75.000 personas en los siguientes cinco años y con el
previo consentimiento árabe (lo que en la práctica suponía el cierre a la inmigración legal
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en vísperas del inicio de la guerra), de modo que los judíos mantuviesen siempre un
estatus minoritario.
A pesar de que muchos árabes se dieron cuenta de que la nueva declaración favorecía en
gran medida sus aspiraciones, el gobierno egipcio y algunos de los principales líderes
palestinos como el exiliado Amin al-Husayni la rechazaron por considerarla insuficiente.
La alianza del líder palestino con el Tercer Reich, que incluyó el reclutamiento de
una división de musulmanes bosnios para las SS, dañarían de manera incalculable la
causa palestina, al asociarla con el régimen nazi.
El holocausto
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En Historia, se identifica desde finales de la década de 1950 con el nombre
de Holocausto a lo que técnicamente también se conoce, siguiendo la propia terminología
del Estado nazi, como Solución Final (en alemán, Endlösung) de la cuestión judía, esto
es, el intento de aniquilar totalmente a la población judía de Europa que culminó con el
asesinato de algo más de seis millones de judíos mediante gas venenoso, balas, horcas,
porras, puños, hambre y trabajo extenuante.
La decisión fue tomada, con bastante probabilidad, entre finales del verano y principios
del otoño de 1941 y el programa emergió en su plenitud en la primavera de 1942; su
arquitecto y organizador administrativo fue Heinrich Himmler.
Terminología
La palabra «Holocausto» proviene de la traducción griega de la Biblia hebrea conocida
como Versión de los setenta, en la que el término olokaustos (ὁλόκαυστος: de ὁλον,
‘completamente’, y καυστος, ‘quemado’) traduce el hebreo olah, que hace referencia a
una ofrenda completamente consumida por el fuego.
También se utiliza para nombrarlo, aunque con menor frecuencia, el
término shoah (sho'ah), adaptación de la forma latinizada ha'shoáh, del hebreo השואה,
que significa «masacre». El término apareció por primera vez en un folleto publicado en
Jerusalén en 1940 por el «Comité Unido de Ayuda a los Judíos en Polonia». La palabra
forma parte de la expresión Yom ha-Sho'ah, con la que se nombra en Israel al día oficial
de memoria del Holocausto. También se llegó a utilizar a principios de esa década la
palabra yidis churb'n, «destrucción».
El uso de la palabra holocausto para referirse al genocidio de aproximadamente seis
millones de judíos europeos durante la Segunda Guerra Mundial, se justifica a través de
su referencia etimológica a algo quemado, pues tras el uso de la herramienta genocida
más característica de la solución final, las cámaras de gas, los cuerpos de los asesinados
eran incinerados en hornos crematorios.
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La persecución y el asesinato de los judíos no se desarrolló solo en Alemania, o en los
distintos campos de concentración creados a tal fin, sino que se extendió a Rusia, Europa
Oriental y lapenínsula Balcánica, donde los alemanes y sus colaboradores (austriacos,
lituanos, letones, ucranianos, húngaros, rumanos, croatas y otros) llevaron a cabo
múltiples matanzas de judíos en fosas, bosques, barrancos y trincheras.
Las victimas
Junto con los judíos, otros grupos humanos
como gitanos, soviéticos (especialmente, los prisioneros de
guerra), comunistas, Testigos de Jehová, polacos étnicos, otros pueblos eslavos,
losdiscapacitados, los hombres homosexuales y disidentes políticos y religiosos,
fueron también objeto de persecución y asesinato durante el nazismo.
Según el criterio más o menos restringido que se adopte para definir el
Holocausto, la cifra de víctimas varía. Algunos historiadores lo circunscriben al
genocidio judíos a manos del Tercer Reich (algo más de 6 millones de
víctimas). Otros estudiosos consideran que debe aplicarse asimismo a las
víctimas polacas y a otros pueblos eslavos y gitanos. Un tercer grupo amplía el
término para que abarque igualmente a los homosexuales, los disminuidos físicos
y mentales y los Testigos de Jehová, de modo que se estiman en 11 o 12 millones
las víctimas del Holocausto, de las cuales más de la mitad eran judíos.
Se calcula que murieron víctimas de este exterminio algo más de 6 millones
de judíos, aparte de unos 800.000 gitanos, 4 millones de prisioneros de
guerra soviéticos o víctimas de la ocupación (fueron también objeto de exterminio
sistemático), polacos e individuos calificados de asociales de varias
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nacionalidades (presos políticos, homosexuales, discapacitados físicos o
psíquicos, delincuentes comunes, etc.). Las aproximaciones oficiales son las
siguientes:
polacos judíos (15,56 %) y no judíos (13,78 %)
alemanes judíos (13,33 %)
eslavos ( 26,66 %)
prisioneros de guerra soviéticos (17,78 %)
gitanos ( 3,56 %)
alemanes «arios» opositores políticos (generalmente personas con ideas
de izquierda y librepensadores) (6,67 %)
discapacitados (1,34 %)
homosexuales (1,12 %)
Fundamentos históricos e ideológicos del holocausto
Tras la Primera Guerra Mundial, el Imperio Alemán (Deutsches Reich) se dotó de
una Constitución que lo definía como una República, de ahí el nombre
de República de Weimar con el que habitualmente se conoce a Alemania en el
periodo que va de 1919 a 1933.
Desde un punto de vista sociológico, la República de Weimar se estableció
sobre el telón de fondo de unos traumas nacionales sin precedentes: en los alemanes
pesaban gravemente la derrota inesperada en la Gran Guerra, la abdicación del
emperador, la amenaza de la revolución comunista en su propio país, la humillación
del Tratado de Versalles y la perspectiva del pago de exorbitantes reparaciones de guerra
a los Aliados occidentales.
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Hubo también, a partir de la guerra, un generalizado incremento de la violencia en
Alemania, hasta el punto de que desde 1918 esta fue una de sus principales
características: la violencia de la guerra total fue vista como un presagio de una
nueva sociedad, dura y moderna, donde la virilidad y la crueldad serían factores
esenciales. Muchos de los miembros de las unidades de Frikorps que habían
continuado la lucha tras la Gran Guerra en Polonia y el Báltico, regresaron a
Alemania y se integraron en grupos paramilitares como el en formación
movimiento nazi, y fueron responsables entre 1919 y 1922 de más de 300
asesinatos políticos. La reacción de la judicatura, sobre todo en los casos en que
las víctimas eran claramente izquierdistas, fue benevolente. Este estado de cosas,
facilitó que el ciudadano medio viese con indulgencia la escalada de violencia que
acompañó al nazismo en su llegada al poder entre 1930 y 1932. Así, cuando se
produjeron el ataque nazi de 1933 contra la izquierda y las purgas en su propio
movimiento al años siguiente, Hitler, que había admitido su responsabilidad,
consiguió la aprobación generalizada y un aumento de popularidad.
A lo anterior hay que añadir un considerable caos económico y político, todo lo
cual repercutió en que la derecha nacionalista empezase a perfilarse como
enemiga de un régimen al que hacía responsable de la situación, incidiendo
especialmente en determinadas consecuencias del tratado, como el
reconocimiento por parte de Alemania de su culpabilidad de guerra, la pérdida de
territorios, la reducción del ejército y la dependencia de préstamos extranjeros.
Una inflación masiva en 1923 y el consecuente colapso monetario, que afectaron
duramente a las clases trabajadora y media, redondearon un contexto ideal para el
surgimiento de una oposición radical al régimen.
Simultáneamente, ya desde 1918, la económicamente fuerte población judía
alemana (poco más de medio millón de personas) fue objeto de atención por una
propaganda intensiva que (...) llevaron a cabo las organizaciones
antisemitas völkisch (racistas), que marcaron a los judíos con el estigma de haberse
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dedicado a acaparar para enriquecerse en tiempo de guerra, a actividades en el mercado
negro y a la especulación bursátil, así como con el de ser responsables de la derrota en la
Primera Guerra Mundial.
En el contexto del interés global europeo por diversas teorías de raza
seudocientíficas, desarrolladas mucho antes de la Primera Guerra Mundial y con
el objeto de justificar la exclusión y represión de determinados sectores de la
sociedad, estos sentimientos antijudíos se recrudecieron con las crisis económicas
y políticas que se desarrollaron entre 1918 y 1923. Por un lado, se empezó a
asociar a los judíos con actividades subversivas por el papel desempeñado por
diversos socialistas y comunistas judíos (Rosa Luxemburg, Kurt Eisner, Gustav
Landauer, Eugen Leviné, Hugo Haase, etc.) en las frustradas revoluciones de
1918-1919. La mayoría de ellos terminarían siendo asesinados por miembros de la
derecha nacionalista, incluido Walter Rathenau, el primer judío que había llegado
al cargo de ministro de Asuntos Exteriores de Alemania.
Por otro lado, desde 1920 se experimentó una inmigración masiva de judíos
polacos en Berlín. Sin trabajo y con dificultades para adaptarse por el idioma, se
convirtieron en objetivo para las quejas xenófobas de muchos.
Así, el nuevo nacionalismo adoptó la violencia como un modo de alcanzar la
salvación nacional. Desde principios de la década de 1920, una nueva generación
de estudiantes universitarios bien preparados de clase media asimiló las
ideas völkisch de nacionalismo racista extremo; ideas que, diez o quince años
después de terminar sus estudios, cuando llegaron a los puestos más altos de las
SS y la Policía de Seguridad, y a los puestos estratégicos del Estado y del partido,
pondrían en práctica.
En definitiva, la sociedad de la República de Weimar se fue polarizando, tanto en
la clases privilegiadas como en las populares, en dos grandes grupos: por un lado,
aquellos que cerraron filas ante los entendidos como los valores tradicionales y
auténticos de Alemania, y, por otro, aquellos que amenzaban con su modernidad a
22
estos: el socialismo, el capitalismo y, especialmente, como cabeza de turco de
estos dos, los judíos. Y, paulatinamente,
la ideología de la raza fue absorbida por una generación de alemanes cultos que
alcanzaron la madurez durante los años posteriores a la Primera Guerra Mundial y que
posteriormente llegaron a destacar en el mando de las SS, la policía y el aparato de
seguridad, es decir, la fuerza ejecutiva ideológica del régimen y el motor más importante
de la política racial.
23
El sionismo
El sionismo es un movimiento político internacional que propugnó desde sus inicios el
restablecimiento de una patria para el pueblo judío en la Tierra de Israel («Eretz
Israel»). Dicho movimiento fue el promotor y responsable en gran medida de la fundación
del moderno Estado de Israel.
Aunque sus orígenes son anteriores, el movimiento político laico actual fue establecido
oficialmente por el periodista austro-húngaro Theodor Herzl a fines del siglo XIX. El
movimiento tiene como objetivo fomentar la migración judía a la Tierra Prometida y fue
exitoso en la fundación del Estado de Israel en 1948, siendo actualmente el único Estado
judío del mundo. El sionismo constituye una rama del fenómeno más amplio del
nacionalismo moderno. Descrito como un "nacionalismo en la diáspora",4 el sionismo se
autodefine como un movimiento de liberación nacional, cuyo objetivo es la libre
determinación del pueblo judío.
Terminología
El término sionismo deriva de la palabra Sion (del hebreo: ציון, uno de los
nombres bíblicos de Jerusalén). Este nombre se refiere inicialmente al Monte Sión, una
montaña cerca de Jerusalén, y a la fortaleza de Sion en la misma. Más tarde, durante el
reinado del Rey David, el término "Sion" se convirtió en una sinécdoque para referirse a
toda la ciudad de Jerusalén y a la Tierra de Israel. En muchos versículos bíblicos,
los israelitas fueron llamados el pueblo, hijos o hijas de Sión.
"Sionismo" fue acuñado como término por el editor austriaco de origen judío Nathan
Birnbaum, fundador del movimiento estudiantil judío Kadima, en su
diario Selbstemanzipation (Autoemancipación) en 1890. Algunos individuos y grupos
utilizan peyorativamente el término "sionismo" para justificar los ataques contra los judíos.
Según los historiadores Walter Laqueur, Howard Sachar y Jack Fischel, entre otros, la
etiqueta de "sionista" también se usa como un eufemismo para los judíos, en general, por
apologistas por el antisemitismo.
24
Historia
Desde el siglo I d. C. o E.C. los judíos han vivido en el exilio, si bien ha habido una
constante presencia de judíos en la Tierra de Israel («Eretz Israel»). De acuerdo con
el judaísmo y la Biblia, la Tierra de Israel o Sión es la Tierra Prometida por Dios para
los judíos. Tras la rebelión de Bar Kojba (132–135), los judíos fueron expulsados de la
Tierra de Israel para formar la Diáspora judía. Durante siglos existió entre los judíos de
la Diáspora una gran nostalgia de origen religioso de retornar a la patria histórica del
pueblo judío –«el año próximo, en Jerusalén...»– que, a mediados del siglo XIX, comenzó
a secularizarse al entrar en contacto con las grandes corrientes ideológicas europeas de
la época (liberalismo, socialismo, nacionalismo...).
El nacimiento del sionismo está ligado a la eclosión de los nacionalismos en el siglo
XIX europeo, que tuvieron como bandera común la idea «un pueblo, un Estado» y que
está en el origen del concepto de Estado-nación. Al calor de esa idea se formaron
distintos Estados europeos, surgidos del desmembramiento de los imperios o bien a
través de la unificación de Estados con similar cultura y lengua (como Italia y Alemania).
Paralelamente a ese desarrollo nacionalista, atravesándolo en muchas ocasiones, se
desarrolló el moderno antisemitismo.
El sionismo sostenía que los judíos eran primordialmente un grupo nacional (como los
polacos o los alemanes) y no un grupo religioso (como los musulmanes o los católicos) y
que, como tal, tenía derecho a crear su propio Estado en su territorio histórico. La
formulación clásica de la idea es la que hizo Theodor Herzl en su opúsculo Der
Judenstaat (El Estado Judío, publicado en Berlín y Vienaen 1896), que tiene como
precedentes doctrinales la obra de Moses Hess Roma y Jerusalén (1860) y la del médico
judío ruso Leo Pinsker Autoemancipación (1882), que contiene ya la consigna «Ayudaos,
que Dios os ayudará». El sionismo se puso como objetivo primario la creación de un
Estado judío moderno, considerando que con ello devolvía al pueblo judío su estatus de
nación y pondría fin a dos milenios de vida en el exilio. Ante las grandes dificultades a las
que se enfrentaron los judíos para establecerse en la antigua Tierra de Israel, se
barajaron algunas alternativas temporales, sin intención de establecer un Estado nacional,
25
solo como refugio ante la ola de pogromos y persecuciones en la Rusia zarista, como
la Argentina — en la que se crearon numerosas colonias de inmigrantes judíos europeos
—, y aun en una porción del África Oriental Británica (el conocido como «proyecto
Uganda», en la actual Kenia), ofrecida por el gobierno de Londres; éstas fueron
estudiadas (el propio Herzl estudia en su obra las ventajas comparativas de Argentina
y Palestina)7 y finalmente rechazadas por la dirigencia sionista, y se prefirió el
establecimiento del futuro Estado en Palestina, una región en manos del Imperio Turco y
que no se correspondía a ninguna división administrativa, por lo que sus límites no
estaban establecidos. En paralelo a estas ideas, se fueron produciendo sucesivas oleadas
migratorias (llamadas Aliyá) de muchos jóvenes obreros y estudiantes, que escapaban en
su mayoría del antisemita ambiente ruso y dispuestos a levantar la antigua patria judía
basándose en dos ejes: el trabajo agrícola y la resurrección de la lengua hebrea, que dejó
de hablarse alrededor del siglo I a. C., aunque siguió utilizándose en la literatura y, sobre
todo, en la liturgia y con propósitos académicos.
La inmigración judía a Eretz Israel se inició en 1882. La denominada Primera Aliyá vio la
llegada de alrededor de 35.000 judíos en el término de unos veinte años. La mayoría de
los inmigrantes procedían de Rusia, donde el antisemitismo era rampante. Ellos fundaron
una serie de asentamientos agrícolas con el apoyo financiero de filántropos judíos de
la Europa occidental. La Segunda Aliyá comenzó en 1904. Otras Aliyot, cada vez con más
inmigrantes, se sucedieron entre las dos guerras mundiales, impulsadas en la década de
1930 por la persecución nazi. Actualmente siguen llegando inmigrantes a Israel, en los
últimos años especialmente desde la antigua Unión Soviética.
La Declaración Balfour de 1917 apoyó la creación de una Patria Judía en el Mandato
Británico de Palestina. En 1922, la Sociedad de Naciones hizo suya la declaración
formulada en el mandato que dio a Gran Bretaña:
El Mandatario (…) garantizará el establecimiento del Hogar Nacional Judío, tal como se
establece en el preámbulo, así como el desarrollo de instituciones autónomas, y también
la salvaguardia de los derechos civiles y religiosos de todos los habitantes de Palestina,
independientemente de su raza y de religión.
26
A lo largo del siglo XX el sionismo fue ganando adeptos gradualmente, y después
del Holocausto se transformó en el movimiento predominante dentro del mundo judío. Por
otra parte, la aparición de un proyecto de nación territorializada inicialmente similar,
puesto en marcha desde 1928 por el régimen soviético, la República Autónoma Hebrea,
que devino en fracaso a mediados de la década de1930, resultó no presentar el suficiente
atractivo como para provocar una emigración masiva o estable.
El proyecto de un nuevo Israel en Palestina fructificó por varios factores:
A pesar del paso de los siglos, los judíos nunca dejaron de añorar la vuelta
a Jerusalén, anhelo reflejado en el deseo expresado en muchas festividades
judías, Leshaná Haba'á Birushalayim («el año próximo, en Jerusalén»), o en la
milenaria costumbre de romper una copa en cada casamiento judío, rememorando la
destrucción del Templo de Jerusalén y la consecuente dispersión. La idea recobró
cierta popularidad a finales del siglo XIX, siendo el componente emocional del
naciente sionismo. Se necesitaba mano de obra y gran cantidad de dinero, los
proyectos de Uganda o Argentina no resultaban tan atractivos. Los terrenos
comprados a los terratenientes turcos eran pedregales, lodazales, pantanos y se
requería una gran transformación. Para principios del siglo XX, el 6% de las tierras de
Eretz Israel eran de los judíos.
Pequeñas comunidades de judíos llevaban siglos habitando la zona. Como por
ejemplo, en Safed la comunidad cabalística de donde surgió Isaac Luria, formada
principalmente por sefardíesexpulsados en 1492 que fueron acogidos por el Imperio
otomano, pero ya antes Saladino reclamó la entrada de judíos cuando decidió
reconstruir Jerusalén, se habla de una familia que jamás abandonó la ciudad.
El Caso Dreyfus, que afectó negativamente a las esperanzas de igualdad de derechos
y oportunidades que el Iluminismo había despertado en la comunidad judía europea.
La simpatía de los terratenientes turcos, que encontraron en el dinero y empuje judío
una forma de levantar una zona que consideraban yerma;[cita requerida], opinión que duró
hasta principios de los años 30 en los que el Mufti de Jerusalén empezó a expresar su
talante filonazi (estuvo viviendo en Alemania, fue amigo personal de varios de los
27
jerarcas nazis, lideró a los musulmanes bosnios filonazis que arrasaron la zona y huyó
antes de ser detenido para ser juzgado).
La situación de los judíos en la Europa Oriental. En la Rusia zarista pasaban a
un Zar fanáticamente antisemita, lo que acarreaba una legislación fuertemente
restrictiva. Se llegó al secuestro de los niños judíos antes de que cumplieran los trece
años para su entrada en un programa de rusificación, niños de hasta ocho años que
no volvían a ver a sus padres hasta cumplir los 40, cuando acababa su servicio militar
obligatorio. O los ataques continuos a las aldeas rusas, las prohibiciones de entrada
en ciertas ciudades principales, la falta de libertad de movimiento... Eso hizo que el
sionismo calara hondo en la sociedad judía de la época.
El progresivo avance de los fascismos, que fue acompañado con un recorte de ciertas
libertades recién logradas y la reaparición de viejas restricciones.
28
El antisionismo
El sionismo no recibió en sus comienzos –fines de siglo XIX– el apoyo mayoritario de los
judíos. En particular, no contó con las simpatías de la mayoría de los judíos de Europa
occidental, que creyeron poder considerarse a sí mismos como ciudadanos con plenos
derechos en sus respectivos países, tras los aires de emancipación y tolerancia que trajo
consigo la Ilustración y el estado liberal decimonónico clásico. La forma más exacerbada
de oposición a las ideas sionistas se conoció como integracionismo (también llamado
«asimilacionismo»), y afirmaba que el sionismo era análogo al antisemitismo, en la
medida en que ambos niegan la condición de nacionales de un determinado país a los
judíos. Una manifestación extrema de integracionismo es la conversión a la fe cristiana.
Un ejemplo anecdótico de antisionismo fue el de Edwin Samuel Montagu, ministro judío
del Gobiernobritánico que puso muchas trabas a la redacción de la Declaración
Balfour tachándola de antisemita. La oposición al sionismo existía también entre el
movimiento Bundista en Europa oriental, que buscaba la autonomía cultural de los judíos
en los países donde vivían; así como de la mayoría de los judíos ortodoxos. Entre estos
últimos sigue habiendo algo de ambigüedad e inclusive hostilidad al sionismo. El caso
Dreyfus fue determinante para inspirar a Herzl, al considerar al sionismo como única
solución plausible y efectiva contra el antisemitismo europeo. El impacto emocional
delHolocausto convenció definitivamente a numerosos judíos asimilados, socialistas y
ortodoxos, refractarios con el sionismo, que quedaban en Europa.
En Europa oriental, lugar donde el sionismo se hizo fuerte debido en muy gran medida a
las incesantes persecuciones a que eran sometidos los judíos por el zarismo, la idea de
un Estado judío, o incluso de pueblo judío, fue rechazada por numerosos judíos miembros
de organizaciones revolucionarias,marxistas o anarquistas, quienes consideraban que la
condición de judío derivaba de la religión y que, una vez erradicada ésta, la distinción
entre judíos y no judíos desaparecería. Estas ideas no impidieron, sin embargo, que
hubiese también un importante movimiento sionista marxista.
La población árabe de Palestina, apoyada por el nacionalismo árabe, se opuso al
sionismo, negándose a aceptar la partición del Mandato Británico de Palestina en dos
Estados, uno judío y otro árabe, según la recomendación de las Naciones Unidas del 29
29
de noviembre de 1947. Por esta razón, los estados árabes de la zona apostaron por
la destrucción del novel Estado judío, desencadenando una guerra que se saldó con el
exilio de cientos de miles de árabes palestinos, la ampliación de Israel más allá de los
límites previstos en el plan de partición de la ONU y la ocupación por parte de Egipto y
Transjordania de la parte asignada al Estado árabe. Este conflicto se conoce
como Guerra de Independencia de Israel en la historiografía israelí y
como Nakba (desastre) en la árabe. El conflicto se hizo sentir más allá de las fronteras
palestinas, ya que las comunidades judías que habitaban en países árabes (muchas
desde antes de ser arabizados e islamizados), se vieron obligadas a emigrar en las
décadas siguientes, víctimas potenciales del «antisionismo». El fenómeno tuvo
características diferentes según los países, aunque en general liquidó prácticamente las
comunidades hebreas en países árabes. Algunas fuentes12 hacen hincapié en la
judeofobia y en las migraciones inmediatamente posteriores a la guerra de 1948, mientras
que 13 señalan un proceso de emigración mucho más largo y debido a una multiplicidad de
factores, entre los cuales siguen estando los ecos del conflicto árabe-israelí, a los que se
añaden económicos, culturales y otros.
30
Los semitas
Los semitas, al igual que cualquier otra denominación racial, tiene denotación biológica
además de cultural y lingüística. Los semitas son un pueblo originario del desierto de
Arabia. Durante el siglo XIX se transfirió su significado lingüístico original a un nuevo
significado racial, aún hoy en uso.
Origen
En lingüística y etnología, el término Semita (del hebreo bíblico "Shem", en caracteres
hebreos: traducido como "nombre", y en caracteres árabes:) se usó primeramente ,שם
para referirse a una familia lingüística de origen predominantemente medio-oriental, ahora
llamada lenguas semíticas. Esta familia lingüística incluye las formas antiguas y modernas
del acadio, el amhárico, el árabe, el arameo, el fenicio, el ge'ez, el hebreo, el maltés, el
tigray, y el tigriña, entre otros.
El término semita se refiere a aquellas personas cuya lengua materna es una lengua
semita. Al igual que cualquier otra denominación étnica, no tiene ninguna denotación
biológica sino únicamente cultural y lingüística, a pesar de que uno de los hijos de Noé se
llamaba Sem (según la historia bíblica), y después del diluvio vivió en la misma zona
geográfica. El término se empezó a emplear originalmente en el ámbito lingüístico para
referirse a una gran familia de lenguas originarias del Próximo y Medio Oriente mediante
el y que actualmente se conocen como lenguas semíticas.
Uso
Los pueblos de lengua semita estaban constituidos por un conjunto heterogéneo de
pueblos y etnias, todos ellos pertenecientes a la antigua familia lingüística semita. La
acepción racial de semita es hoy considerada pseudocientífica, y su uso desaconsejado.
La relación entre los pueblos semitas se debe exclusivamente a su origen lingüístico y
cultural, por lo que el uso de semita se debe circunscribir a estos ámbitos. Es pues
impropio hablar de "razas" indoeuropeas o de "razas" semitas, sino que debe hablarse de
pueblos que hablaron alguna de estas lenguas.
31
El antisemitismo
Es un término que hace referencia al prejuicio o la hostilidad abierta hacia
los judíos como grupo generalizado. Suele manifestarse en una combinación de
prejuicios de tipo religiosos, raciales, culturales y étnicos. Aunque la etimología del
término podría dar a entender que se trate de un prejuicio contra los pueblos
semitas en general, el término se utiliza en forma exclusiva para referirse a la
hostilidad contra los judíos.
El antisemitismo puede manifestarse de muchas formas, desde formas
de odio o discriminación individuales, ataques de grupos nucleados con dicho
propósito, o incluso violencia policial o estatal.
El término semita hace referencia a Sem, quien según los escritos bíblicos fue el
primogénito de Noé del que descenderían los hebreos, asirios, babilonios,
elamitas, así como los árabes y otras comunidades de Oriente Próximo y Medio.
Por extensión, semita se empezó a utilizar para designar a los pueblos hablantes
de las lenguas semíticas y sus realizaciones culturales. Pese a carecer de toda
base étnica, y al igual que sucedió con el término ario, la voz semita se transfirió
de su significado lingüístico original a un nuevo significado racial.
Origen del término antisemitismo
El odio a los judíos está documentado desde los orígenes del cristianismo, y hay
hipótesis que lo sitúan ya en la época helenística. Sin embargo, el nacimiento del
antisemitismo como corriente de pensamiento moderna está ligado a la eclosión
de los nacionalismos en el siglo XIX europeo, que tuvieron como bandera común
la idea "un pueblo, un Estado" y que está en el origen del concepto de Estado-
nación. Al calor de esa idea se formaron diversos Estados europeos, surgidos del
32
desmembramiento de los imperios o bien a través de la unificación de Estados con
similar cultura y lengua, (como Italia y Alemania).
El término antisemitismo fue acuñado en 1879 por el periodista Wilhelm Marr en
su libro Zwanglose Antisemitische Hefte (y Wilhelm Scherer empleó ese mismo
año el término Antisemiten en Neue Freie Presse), utilizándolo por primera vez en
un panfleto antisemita que exhortaba a la hostilidad contra los judíos desprovisto
de toda connotación religiosa. El panfleto de Marr, publicado en Berna, tuvo
mucho éxito (doce ediciones en el mismo año) y fundaría unos meses después la
Liga de los antisemitas (Antisemiten-Liga).
Paralelamente a ese desarrollo nacionalista, y atravesándolo en muchas
ocasiones, evolucionó el moderno antisemitismo, que en esencia consideraba a
los judíos como pueblo apátrida, ajenos al cuerpo de la nación
y enemigos potenciales de ésta. El antisemitismo moderno no tiene ya, por tanto,
connotaciones religiosas, al contrario que la tradicional judeofobia, aunque puede
aparecer ligado a ésta.
El intelectual argentino-israelí Gustavo Perednik ha insistido en su obra en que el
término "antisemitismo" es equívoco y debería ser reemplazado por el más
apropiado de "judeofobia", acuñado porLeón Pinsker en 1882.
Las obras antisemitas más difundidas son Los Protocolos de los Sabios de
Sión (Rusia, 1905) y Mi lucha (de Adolf Hitler), que proponía una solución final al
problema judío, la cual llevó alHolocausto, que tuvo lugar en la Alemania
Nazi cuando Hitler llegó al poder.
33
Historia del antisemitismo
El antisemitismo ha adoptado formas diversas a lo largo del tiempo (no siempre
reconocidas como tal), muchas veces incongruentes entre sí:
Los judíos fueron acusados por los nacionalistas de ser generadores del comunismo; por
los comunistas de regir el capitalismo. Si viven en países no judíos, son acusados de
dobles lealtades; si viven en el país judío, de ser racistas. Cuando gastan su dinero, se les
reprocha ser ostentosos; cuando no lo gastan, ser avaros. Son tildados de cosmopolitas
sin raíces o de chauvinistas empedernidos. Si se asimilan al medio, se les acusa de
quintacolumnistas, si no, de recluirse en sí mismos.
Los especialistas suelen distinguir tres épocas claramente diferenciables en la historia del
antisemitismo, que ha dado lugar a tres tipos de naturaleza bien distinta:
Antisemitismo religioso: el cristianismo, que comenzó como movimiento dentro
del judaísmo, demonizó al judío a través de toda clase de libelos y fomentó durante
siglos el odio antijudío por toda Europa. Además de la hostilidad religiosa, se
produjeron las conversiones a la fuerza, que dieron lugar al fenómeno del marranismo.
Las persecuciones normalmente tuvieron carácter local. Muchos judíos expulsados se
instalaron en tierras del Islam, donde corrieron distinta suerte según lugares y épocas,
desde la tolerancia legal como grupo social inferior (véase dhimmi) hasta eventuales
persecuciones y matanzas, pero en general no sufrieron el acoso al que se vieron
sometidos sus correligionarios europeos, ni se les obligó de forma directa a
convertirse a la fe musulmana (aunque hay documentadas conversiones forzosas), si
bien la situación de inferioridad y de indefensión eran una invitación a convertirse al
Islam.
Antisemitismo racial: A finales del siglo XIX, cuando los prejuicios religiosos
comienzan a quedar desacreditados gracias al liberalismo y a las ideas de
la Ilustración, surge en Alemania y después en Francia una nueva fase del
antisemitismo –el antisemitismo por antonomasia–, esta vez vinculado a la noción
de raza y a la construcción de las naciones, sin connotaciones religiosas, sino
34
nacionalistas y racistas, y circunscrito principalmente a Europa. Tuvo su máxima
expresión durante el nazismo.
Antisemitismo ideológico (también conocido como «nuevo antisemitismo»): Tras
conocerse el Holocausto y después del Concilio Vaticano II, el antisemitismo
tradicional, basado en la raza o en la religión, prácticamente había desaparecido.
Según algunos autores, surge entonces un nuevo antisemitismo,2 que esta vez estaría
asociado a la nueva izquierda postsesentayochista y al mundo islámico, y se centra en
la legitimidad del Estado de Israel y del conflicto territorial en Oriente Medio. A juicio
de los autores que propugnan el concepto, este nuevo antisemitismo «demoniza»
elsionismo (al convertirlo en sinónimo de «colonialismo», «imperialismo»,
«supremacismo» y «racismo») y a «Israel» (como abstracción que encarna
nuevamente el mal absoluto, el «judaísmo mundial» y lo «eterno judío»). Aunque no
todo el anti sionismo es antisemita, este concepto ha servido como refugio de un
nuevo antisemitismo.
El antisemitismo en Hitler y el nazismo
En este contexto fue en el que surgió el Partido Nacional Socialista Obrero
Alemán (NSDAP), el partido nazi, fundado en Múnich en 1919, cuyo programa oficial de
1920 proponía la unión de todos los alemanes dentro de una Gran Alemania y que solo
las personas de sangre o raza alemana pudiesen ser nacionales (ciudadanas del Estado)
y directores de medios de comunicación. Explícitamente, además, el NSDAP propugnaba
un cristianismo constructivo y luchaba contra el espíritu judeomaterialista en el interior y el
exterior del país.
La primera declaración política conocida de su principal líder, el ex cabo del ejército
alemán Adolf Hitler, expuesta en una carta del 16 de septiembre de 1919, incidía sobre la
cuestión judía partiendo de la base de que la comunidad judía era un grupo estrictamente
racial y no religioso. Además,
describe las acciones de dicha colectividad como causantes "de una tuberculosis racial de
los pueblos". Desecha los pogromos como una respuesta meramente "emocional" al
problema y exige un "antisemitismo racional" que imponga una ley de extranjería a los
35
judíos, con el fin de revocar sus "privilegios especiales". El objetivo final, según le escribe
al destinatario de la carta, "debe ser la extirpación [Entfernung] completa de los judíos".
Con sus fundamentos nacionalistas y antisemitas, el partido nazi se fue desarrollando
poco a poco sobre la base de una intensa y llamativa actividad casi diaria de sus
militantes. Entre 1919 y 1924 su zona de acción se reducía a Baviera, donde captó a una
heterogénea masa de alemanes compuesta de antiguos soldados, de anticomunistas y
antisemitas y, en general, de desclasados atraídos por la idea de una revolución nacional.
Sus ideas antisemitas eran expuestas con frecuencia en diversos discursos pronunciados
tanto por Hitler como por otros nazis, como Alfred Rosenberg, Julius Streicher o Hermann
Esser, e insistían en la necesidad de tomar medidas contundentes contra los judíos de
forma que su influencia sobre la sociedad alemana se eliminase por completo.
En noviembre de 1923, el NSDAP intentó hacerse con el poder para marchar, a
continuación, sobre Berlín con el objeto de derrocar a la República de Weimar. El
conocido como putsch de Múnich fracasó con la simple intervención de la policía, y Hitler
fue detenido.
Sin embargo, el juicio subsiguiente se convirtió en una plataforma publicitaria para Hitler y
su partido, y durante los nueve meses que pasó en la cárcel en 1924 tuvo tiempo para
escribir su autobiografía política, titulada Mein Kampf (Mi Lucha), que terminaría por
convertirse en la biblia del movimiento nazi y en un texto esencial del antisemitismo, que
el autor, según su propia confesión, había aprendido de personajes como el
compositor Richard Wagner, Karl Lueger, alcalde de Viena, y el nacionalista
extremista Georg von Schönerer.
Wagner, a quien musicalmente admiraba Hitler por encima de cualquier otro músico,
había expuesto en numerosas ocasiones auténticas diatribas contra el papel corruptor de
los judíos en el arte en general, a quienes consideraba la conciencia maligna de nuestra
civilización moderna o el versátil genio corruptor de la humanidad.
De Lueger tomaría la inspiración para utilizar el antisemitismo como un instrumento de
movilización de masas, en tanto podía materializar los resentimientos del ciudadano
común (el judío como asesino de Cristo, el judío como usurero enriquecido mientras los
demás se arruinan...).
36
Y en cuanto a von Schönerer, Hitler había asumido íntegramente sus postulados radicales
sobre la necesidad de un antisemitismo étnico intransigente -basado en la sangre y la
raza-, [y adoptado] su odio hacia la "prensa judía" y la "socialdemocracia dirigida por
judíos".
Además de estas influencias, determinadas experiencias personales del propio Hitler
relatadas en Mi lucha, le llevaron a convertirse en un antisemita fríamente racional,
comprendiendo, además, lanaturaleza judaica de la socialdemocracia internacionalista
austríaca.
Como consecuencia de lo anterior
Hitler llamó, desde principios de la década de 1920, a una guerra sin cuartel contra "la
doctrina judaica del marxismo", que impugnaba "la relevancia de la nacionalidad y la
raza", negaba el valor de la personalidad y se oponía a las "leyes eternas de la
naturaleza" con sus doctrinas igualitarias.
Hasta 1924, la demagogia global antisemita era el tema principal en casi todos los
discursos de Hitler y se dirigía, especialmente, contra los judíos por su supuesto papel
como financieros, capitalistas, responsables del mercado negro y aprovechados. Sin
embargo, el impacto de la guerra civil rusa modificó esta línea discursiva hacia la
identificación de los judíos con el bolchevismo y hacia un explícito antimarxismo (que
Hitler igualaba a la lucha contra los judíos).
Así, pues,hacia 1924 el núcleo central de la visión del mundo de Hitler -la historia como
lucha racial y la aniquilación tanto del judaísmo (lo que quiera que eso pudiese significar
en términos concretos), como de su más peligrosa manifestación política e ideológica, el
marxismo -era una concepción firmemente instaurada en su pensamiento.
También en Mi lucha (1925-1926) habla de lo oportuno que hubiese sido gasear de doce
mil a quince mil judíos o hebreos corruptores durante la Primera Guerra Mundial,
convencido como estaba, al igual que otros muchos ex soldados, de que Alemania había
sufrido en esa guerra la traición de pacifistas y marxistas, todos ellos incitados por los
judíos. La fijación de esta culpa haría que a principios de 1939 le expresase al Ministro de
Asuntos Exteriores checo su pretensión de destruir a los judíos como castigo por lo que
37
habían hecho el 9 de noviembre de 1918 (fecha de la rendición de Alemania y de la
consecuente instauración de la República de Weimar). A través de su identificación del
judío con el marxismo y el bolchevismo, también responsabilizaba a los judíos de lo que
denominaba genocidio judeobolchevique durante la Revolución rusa.
Haciendo uso de un lenguaje no solo extremo, sino que apuntaba hacia una mentalidad
proto genocida, era característico asimismo de los discursos de Hitler, cuando tocaba la
cuestión judía, la deshumanización constante a la que sometía a los judíos
por medio de un lenguaje zoológico que los calificaba de raza inferior, de "plaga" de la
que había que hacer limpieza o también de gérmenes, bacilos y microbios que atacaban y
envenenaban el organismo hasta que se los erradicaba. Se presentaba a la comunidad
judía como el equivalente de una peste bubónica medieval, con la salvedad que, en este
caso, las metáforas médicas se habían modernizado y evocaban enfermedades mortales
como el cáncer o la tuberculosis. (...) Se percibía a los judíos como una "contrarraza"
diametralmente opuesta a los "arios" alemanes, y se los consideraba intrínsecamente
destructivos, parasitarios y agentes de descomposición (Zersetzung).57
Todo este antisemitismo tuvo, además, diversas publicaciones como herramientas para
llegar al gran público. Destacó entre ellas Der Stürmer, donde se acusaba habitualmente
a los judíos de violar a jóvenes alemanas y explotarlas como prostitutas, de raptar a niños
y luego asesinarlos ritualmente, y de pretender empozoñar la sangre alemana a través de
las relaciones sexuales para destruir la familia y el Volk (pueblo) alemanes.
También entre 1926 y 1928 Hitler se fue interesando cada vez más por la cuestión del
territorio, cuya escasez por parte de Alemania se habría de solventar sustentándose en su
creencia en el darwinismo social y en su teoría de la historia racial, por lo cual el más débil
debía caer en beneficio del más fuerte. Así las cosas,
Según su punto de vista, hay tres valores decisivos en lo que al destino de un pueblo se
refiere: el valor de la sangre o la raza, el valor de la personalidad y su espíritu guerrero o
espíritu de supervivencia. Estos tres valores, encarnados por la "raza aria", corrían, bajo
el punto de vista de Hitler, un riesgo mortal por culpa de los tres "vicios" del "marxismo
judío": la democracia, el pacifismo y el internacionalismo.58
38
Con todo, solo una minoría del partido nazi consideraba el antisemitismo como la cuestión
principal, siendo un tema menos atractivo a la hora de conseguir seguidores como lo
podían ser el anticomunismo, el nacionalismo o el desempleo. Aun así, constituyó un
elemento clave en el reclutamiento entre los jóvenes, hasta el punto de convertirse en el
trampolín para que los nazis pudiesen llegar a dominar las universidades alemanas ya
hacia 1930, y fue relativamente fácil propagarlo entre las clases médicas y profesorales,
donde se fomentó la competitividad con los numerosos judíos presentes en ellas.
El movimiento hitleriano fue un fenómeno minúsculo y marginal políticamente hablando
hasta la elección del Reichstag en mayo de 1928. Sin embargo, el nazismo se fue
extendiendo en las zonas rurales y la clase media urbana ya a finales de la década, justo
en plena crisis económica, permitiendo que en las elecciones de septiembre de 1930 el
partido se convirtiese en la segunda fuerza política de Alemania. Dos años después, sería
la primera. Durante esos años, el mensaje nazi se centró más en la necesidad de un
nacionalismo integral antes que en insistir en el antisemitismo, habida cuenta de que
Hitler había percibido que no era el elemento más efectivo para captar votos por no ser
una preocupación de primer orden entre el electorado.
No obstante, fue empleado con gran efectividad para exacerbar los agravios locales, para
satisfacer los afanes anticapitalistas radicales de las bases de las SA y para reforzar las
campañas callejeras contra los partidos marxistas.59
En este contexto, en 1931 el jefe de las SS Heinrich Himmler y Richard Darré fundaron la
«Oficina General de la Raza y la Repoblación» (conocida por sus siglas RuSHA,
de Rasse-und Siedlungshauptamt) y en 1932 un grupo de nazis fundó el «Movimiento de
la Fe» de los alemanes cristianos, para radicalizar los ideales antisemitas, anticatólicos y
antimarxistas en el nacionalismo alemán.
Las políticas antisemitas del nazismo
39
El acceso de Hitler al poder en enero de 1933 marcó el final de la emancipación judía en
Alemania. Durante los seis años que siguieron, un siglo entero de integración de los
judíos en la sociedad germana iba a quedar anulado de forma completa y brutal. Desde el
principio, los nazis instauraron una orgía de terror dirigida contra oponentes políticos y
judíos, a quienes se sometió a la violencia arbitraria de los matones que integraban las
bandas de merodeadores de las SA.
Entre 1933 y 1939 se aprobaron en Alemania más de 1.400 leyes contra los judíos.
Tras abrirse en marzo el campo de concentración de Dachau, adonde se enviarían, como
en los otros 50 que se crearían durante el año (hasta 1945, los nazis construirían más de
1.000 campos), a los miles de sospechosos enemigos del régimen, la primera gran
actuación del gobierno nazi contra el, aproximadamente, medio millón de judíos alemanes
(menos del uno por ciento de la población) fue la declaración oficial para el 1 de abril de
1933 de un boicot económico contra las tiendas y negocios judíos:
En todo el país las Tropas de Asalto nazis y las SS colgaron carteles con los siguientes
avisos: «No compréis a los judíos» y «Los judíos son nuestra desgracia». Escribieron la
palabraJude (judío) y pintaron la estrella de seis puntas de David en amarillo y negro en
miles de puertas y ventanas. Se apostaban de forma amenazante delante de las casas de
abogados y médicos y en las entradas de las tiendas. Se «animaba» a los alemanes a
que no entraran mientras los judíos eran arrestados, golpeados, hostigados y humillados.
La reacción de la población alemana fue desigual, pero la impresión causada en los judíos
fue demoledora.
El 4 de abril, el periódico Jüdische Rundschau incitó a los judíos alemanes a portar la
estrella amarilla identificativa, como una forma de reivindicar con orgullo su identidad
judía.
Pocos días después, el 7 de abril, se aprobó la «Ley para la Renovación de la Función
Pública Profesional», que, en virtud de su párrafo tres o, como fue conocido después, su
«Párrafo ario», desplazó al retiro a todos los funcionarios de origen no ario (exceptuando
a los veteranos de guerra), esto es, cualquier persona que tuviera un padre o abuelo
judío. Siguieron diversas leyes que excluyeron del ejercicio profesional a multitud de
40
abogados, jueces, fiscales, notarios y médicos judíos (estos, desde el 3 de marzo de 1936
perdieron el derecho de ejercer en hospitales públicos), y diversas medidas contra
intelectuales judíos (universitarios, artistas, escritores...), muchos de los cuales (en 1933,
unos 2.000), entre ellos Albert Einstein, hubieron de emigrar. También hubo otro tipo de
leyes encaminadas a entorpecer la vida social de los judíos: una ley que prohibía la
preparación ritual judía de la carne; una ley que, pretendiendo reducir la masificación en
las escuelas y universidades, limitaba la admisión de nuevos alumnos judíos, dejando
obligatoriamente su número global por debajo del 5%;65 una ley que prohibía a los
médicos judíos trabajar en hospitales y clínicos públicos; una ley que impedía a los judíos
optar a licencias para farmacias, etc. En cuanto a la ley que excluyó a los judíos de las
asociaciones deportivas, impidió finalmente la participación de la casi totalidad de los
atletas judíos alemanes en los Juegos Olímpicos de 1936, con la excepción de Helena
Mayer, que vivía en California y que estaba categorizada como Mischlinge, además de
ser, físicamente, alta y rubia.
La iglesia luterana se opuso a las sanciones de empleo y económicas contra los judíos.
Obviamente, este tipo de leyes implicaba algún tipo de mecanismo para certificar el
carácter ario, o no, de la población. A tal efecto, se desarrolló una red de oficinas de
investigación y de gestión del proceso. Por lo demás, alrededor de 37.000 judíos
emigraron de Alemania en 1933.
A finales de abril, Hitler se reunió con los representantes de la iglesia católica en Alemania
y les explicó que sus acciones contra los judíos remedaban las realizadas por el
catolicismo a lo largo de la historia y que con ellas se hacía un gran servicio al
cristianismo.
Durante la noche del 10 de mayo se produjo una quema pública de más de 20.000 libros,
muchos de ellos de autores judíos, en las plazas de ciudades de todo el país, lo que
pretendía simbolizar el fin de la influencia intelectual del judaísmo en Alemania.
En septiembre, Goebbels, a través de la Cámara de Cultura del Reich, inició un proceso
de depuración en el ámbito artístico y cultural, negando la posibilidad de la actividad
profesional a los judíos en la prensa, el teatro, el cine y la música. Hacia finales del mes, a
través de otro decreto, se excluyó también a los judíos de la profesión de granjero.
41
Como consecuencia de todo lo anterior, y con el respaldo del Acuerdo Haavara, el primer
año de Hitler en el poder provocó la marcha de unos 40.000 judíos de Alemania, casi el
10% de los que había; tras seis años de gobierno nazi, a finales de 1938 se habían
marchado del país 200.000 judíos.
Paralelamente, durante 1933 se crearon más asociaciones antisemitas y anticomunistas
como la «Asociación General de Sociedades Alemanas Anticomunistas» y el «Movimiento
de Creyentes Cristianos Alemanes».
En julio, después de que el Partido Nazi se convirtiese en el único partido legal de
Alemania, se despojó de la ciudadanía a los judíos del este que vivían en el país y se
aprobó la ley para la Prevención de Descendencia con Enfermedades Hereditarias, que
estipulaba la esterilización, por un lado, para aquellas personas que pudiesen transmitir a
su descendencia algún tipo de defecto (en consecuencia, antes de 1937 200.000
personas fueron esterilizadas), y, por otro, la eutanasia para los «defectuosos» y las
«bocas inútiles», a los que se representaba en ocasiones como bajo el lema de «idiotas»
o de «vida sin esperanza». En junio de 1935 se modificaría la ley para incluir la
obligatoriedad del aborto en el caso de fetos «incapacitados» de hasta seis meses.
El 17 de septiembre se creó la organización nacional judía Reichsvertretung der
Deutschen Juden («Representación en el Reich de los judíos alemanes»), con el objeto
de aglutinar a los judíos alemanes y hacer, en la medida de lo posible, frente común para
defender sus intereses.
En octubre, una ley de Edición obligó a todo judío vinculado al periodismo a dimitir, en
virtud de la necesidad de un periodismo racialmente puro.
Aunque la experiencia del boicot de principios de 1933, no muy seguido por la sociedad
alemana, llevó a que la legislación incidiese en minar a los pequeños comerciantes y
profesionales judíos, por provocar menos perjuicios a la economía en general, en 1935 la
cuarta parte de las empresas judías se habían ya arizado. Y a partir de junio de 1938,
cuando la economía estaba recuperada, se inició el expolio y la expropiación de las
propiedades judías, lo cual implicó la emigración de unos 120.000 judíos.
El 1 de enero de 1934 se eliminaron oficialmente las fiestas judías del calendario alemán.
42
El 24 de marzo, el mismo mes en que se produjo un violentísimo pogromo
en Gunzenhausen, se retiró oficialmente la ciudadanía a los miembros de la comunidad
judía.
Paralelamente a las decisiones gubernamentales al respecto, se fueron incrementando
las llamadas Einzelaktionen o acciones individuales contra los judíos por parte de
elementos de las SA, actos violentos y sádicos contra ellos. Especialmente virulentos
fueron los altercados producidos en el centro de Múnich el 18 y el 25 de mayo de 1935,
culminación de una larga campaña incitada por el gauleiter Adolf Wagner, ministro del
Interior de Baviera. Con todo, el rechazo de la población obligó a señalar como culpables
a unos supuestos «grupos terroristas».
En mayo, Rudolph Hess creó la «Oficina de política racial del Partido Nacional-Socialista
Alemán de Trabajadores».
En 1934 se publicó también el libro de Ernst Bergmann titulado Veinticinco puntos de la
religión alemana, en el que se afirma que Jesús no era judío sino un guerrero nórdico
asesinado por los judíos; por otro lado, se fundó el «Instituto de Biología Hereditaria e
Investigación sobre las Razas» en la Universidad de Frankfurt am Main.
A finales de 1934, unos 50.000 judíos emigraron de Alemania.
Tras prohibir en abril que los judíos se pudiesen exhibir con la bandera de Alemania y
expulsarlos en mayo del ejército, la mala imagen exterior que generaba todo este tipo de
acciones, y la convicción de que se promovían desde el gobierno actos de vandalismo
contra los judíos, se resolvió con la promulgación en septiembre de 1935 de las leyes
raciales de Nuremberg, con las que se intentó contentar tanto a la burocracia del partido
nazi como a sus elementos más radicales.
Las leyes "para la protección de la Sangre y el Honor Alemanes" despojaron oficialmente
a los judíos de los derechos ciudadanos que todavía conservaban; también proscribieron
los matrimonios y las relaciones sexuales extramaritales entre judíos y súbditos del
Estado que fueran "de sangre alemana o afín", y vetaron a los judíos la posibilidad de
emplear en sus casas a sirvientas alemanas de menos de 45 años (presumiblemente por
miedo a que los hombres judíos pudieran seducir a jóvenes alemanes y engendrar hijos
con ellas); asimismo, prohibieron que los judíos enarbolaran la bandera nacional (la
43
esvástica) o los colores del Reich. La Ley de Ciudadanía del Reich proporcionaba
igualmente una nueva definición de quién era judío y quién no lo era. (...) El objetivo
declarado de las leyes (...) era, según el propio discurso de Hitler ante el Reichstag,
"encontrar una solución civil definitiva [eine einmalige säkulare Lösung] para el
establecimiento de una base sobre la cual la nación alemana pueda adoptar una mejor
actitud hacia los judíos [eine erträgliches Verhältnis zum jüdischen Volk].
Como comentario a las mismas, Hitler utilizó por primera vez expresiones tajantes
respecto al futuro que les podría esperar a los judíos, si las leyes no llegasen a ser
suficientes para controlarlos; en concreto, habló de la posibilidad de dejar el problema en
manos del Partido Nacionalsocialista para que le buscase una solución definitiva (zur
endgültigen Lösung).
Las leyes de Núremberg y la celebración de los Juegos Olímpicos en Berlín hicieron
posible un periodo de tranquilidad física para los judíos, que duraría hasta 1938; en
agosto de 1935, Hitler y Hess habían llegado incluso a prohibir las acciones individuales
contras los judíos. Sin embargo, los proyectos de recrudecimiento de la actitud de los
nazis respecto de los judíos siguieron adelante.
En esta línea, se emitió ese mismo mes de septiembre la primera orden de aplicación de
la ley de Ciudadanía del Reich por la que ningún judío podía ser ya ciudadano del mismo,
lo que implicaba que no podían votar sobre asuntos políticos, ni ejercer cargos públicos.
Además, se distinguía a los judíos completos (lo que tenían tres abuelos judíos, como
mínimo) de los parciales (dos abuelos judíos y que no fuese practicante ni tuviese
cónyuge judío), esto es, la categoría del mestizo o Mischlinge, categoría en la que
entraron entre 250.000 y 500.000 ciudadanos. A su vez, el mestizo podía ser de primer y
segundo grado (un abuelo judío y ser practicante o tener cónyuge judío).
El 7 de septiembre de 1936 se creó un impuesto del 25% sobre todos los bienes judíos de
Alemania.
En 1937 Hitler declaró que durante los dos o tres años siguientes la cuestión judía se
habría de arreglar de un modo u otro, y a finales de ese año, con la consecución del pleno
empleo en Alemania, la intención de expropiar y eliminar a los judíos de la economía
alemana se hizo clara. Consecuentemente,
44
a finales de 1937, y bajo la presión constante, innumerables negocios judíos perdieron
toda su clientela, se vieron obligados a hacer grandes liquidaciones, y emigraron o se
trasladaron a ciudades más grandes, donde pudieron continuar una existencia entre las
sombras durante algún tiempo, hasta acabar situándose al margen de la sociedad,
retirados, amenazados y perseguidos.
El 28 de marzo de 1938, todas las organizaciones judías perdieron definitivamente su
estatus oficial y un mes después, el 21 de abril, un decreto excluyó a los judíos de la
economía nacional, estipulando además la toma de sus bienes. Desde ese momento, los
judíos hubieron de registrar todas sus propiedades y bienes por valor superior a los 5.000
marcos, con el objeto final de poder ser subastadas entre los no judíos.
El 9 de junio la principal sinagoga de Munich fue incendiada por los nazis y el 10 de
agosto la de Nuremberg. El 15 de junio todos los judíos con alguna condena previa,
independientemente de su gravedad, fueron detenidos. El 25 se restringió la atención de
los médicos judíos a pacientes judíos y un mes después se les cancelaron sus licencias.
Al tiempo, se dio orden de que todos los judíos de Alemania solicitasen tarjetas especiales
de identificación y que, como segundo nombre, los hombre judíos tomasen el genérico de
Israel y las mujeres el de Sara (un año después, en agosto de 1939, se emitió por parte
de las autoridades nazis un listado de nombres permitidos para los niños judíos). El 6 de
julio se ordenó que desapareciese antes de fin de año cualquier negocio judío. El 20 de
septiembre todas las radios de propiedad judía fueron confiscadas y desde el 27 de
septiembre, se les prohibió a los judíos ejercer la abogacía y desde el 5 de octubre todos
sus pasaportes fueron marcados con una gran «J» roja.
El 28 de octubre Alemania expulsó a los 17.000 judíos con ciudadanía polaca, que
quedaron abandonados en la frontera, en Zbaszyn, al no aceptarlos Polonia. El 15 de
noviembre todos los alumnos judíos fueron expulsados de las escuelas alemanas.
El desconocimiento del antisemitismo
45
Hace más de cinco siglos que los Reyes Católicos expulsaron a los judíos de España.
Pero el antisemitismo no sólo no se mitigó, sino que 507 años más tarde aún se
manifiestan este tipo de "actitudes de odio" hacia los hebreos. Opiniones "que parten
desde el prejuicio y desconocimiento de la cultura judía". Ésta ha sido la principal
denuncia que se ha puesto sobre la mesa durante las dos jornadas del II Seminario
Internacional sobre Antisemitismo que ha concluido hoy en Madrid.
Un debate milenario con altas dosis de complejidad tanto por sus enrevesadas disputas
históricas como por la precisión que requieren los términos clave de la discusión. "Hay
que dejar espacio a una crítica al Gobierno de Israel sin traspasar la línea roja", ha
deslizado Ana Salomón, embajadora en misión especial para las Relaciones con la
Comunidad y Organizaciones judías. "Es fundamental diferenciar entre la crítica política y
la información antisemita", ha postulado Alejandro Baer, profesor de la Universidad
Complutense de Madrid. Uno de los principales vectores de las charlas ha sido la
estrecha relación entre antisemitismo e islam. "Hoy existe en el mundo islámico una
judeofobia de nuevo cuño", ha señalado Jacabo Israel Garzón, presidente de la
Federación de Comunidades Judías de España (FCJE). Alfonso Merlos, profesor de la IE
School of Communication, ha pasado a la ofensiva: "Cuando uno es musulmán no se
puede poner encima de la mesa los conceptos de democracia y libertad". La voz de los
musulmanes se ha quedado en el limbo al no participar ningún representante en esta
mesa redonda, ya que la persona invitada no ha podido acudir, según la organización.
Entre dogma y dogma surge la pregunta de cómo se construye ese sentimiento antisemita
si los judíos son cuasi invisibles en España (unos 40.000). Los judíos confesos que han
asistido al seminario han admitido no haber sufrido ningún episodio desagradable por el
hecho de ser judíos. Los tópicos entran en juego ante el vacío informativo en torno a esta
materia, según Baer. "El antisemitismo en España existe, pero no es preocupante", ha
puntualizado José Juan Toharia, presidente de Metroscopia.
Varios ponentes han echado mano de un estudio del instituto estadounidense de
investigaciones Pew Research Center elaborado en 2008, cuya conclusión es que el
rechazo a judíos y musulmanes ha crecido en Europa en los últimos cuatro años, y en
España, principalmente, en relación con los judíos. La publicación señala que el 46% de
46
los españoles, el 36% de los polacos y el 34% de los rusos ven desfavorablemente a los
judíos. Mientras que esto mismo lo piensa el 25% de los alemanes y el 20% de los
franceses. "Una sociedad antisemita es una sociedad enferma. Es una lacra", ha
promulgado Masha Gabriel, directora de Radio Sefarat.
El seminario ha servido para lanzar el primer Observatorio de Antisemitismo de España,
que será el canal donde denunciar los actos de rechazo a los judíos. Esta institución nace
con el objeto de despertar la atención y la conciencia social en cuanto a los eventos de
carácter antisemita en España, a la vez que abre una ventana más para la lucha contra la
intolerancia de toda índole. "Existe una falta de reconocimiento de las instituciones a las
víctimas de los delitos de odio. Por eso es fundamental la creación del Observatorio", ha
celebrado Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia.
Primera Guerra árabe israelí de 1948 o guerra de la independencia
47
La guerra árabe-israelí de 1948, también conocida por los israelíes como Guerra de la
Independencia (hebreo: העצמאות (מלחמת o Guerra de Liberación (hebreo: מלחמת
fue el primero de una serie de conflictos armados que enfrentaron al Estado de ,(השחרור
Israel y a sus vecinos árabes, en lo que se conoce globalmente como el conflicto árabe-
israelí. Para los árabes palestinos, esta guerra marcó el comienzo de lo que ellos
denominan Nakba (en árabe النكبة, "Catástrofe").
Las Naciones Unidas acordaron la partición del Mandato Británico de Palestina en dos
estados: uno árabe y otro judío, resolución aceptada por la dirigencia judía y rechazada
por los árabes.
Dicho mandato expiraba el 15 de mayo de 1948. Seis horas antes (para no coincidir con
el shabat), durante la tarde del 14 de mayo, fue proclamada por David Ben-
Gurión la independencia de Israel en Tel Aviv, reconocida rápidamente por Estados
Unidos, la Unión Soviética y muchos otros países. El mismo día de la retirada británica de
la región, tropas libanesas, sirias, iraquíes, egipcias y transjordanas, apoyadas por
voluntarios libios, saudíes y yemeníes, comenzaron la invasión del recién proclamado
Estado judío.
Segunda guerra árabe israelí o guerra del Sinaí
48
La Guerra del Sinaí, llamada también la crisis de Suez o bien la Guerra de Suez, fue una
contienda militar librada sobre territorio egipcio en el año 1956, que implicó a la alianza
militar formada por el Reino Unido, Francia e Israel contra Egipto.
Causas de la intervención francesa e inglesa
El Canal de Suez, financiado por Francia y Egipto, comenzó a operar en 1869,
convirtiéndose rápidamente en un enlace vital entre el Reino Unido y su colonia más
importante, la India. Dada esta relevancia, el Reino Unido compró su participación al
Gobierno egipcio. El canal conservó su importancia incluso tras la independencia de
la India, puesto que se transformó en la principal ruta para transportar petróleo desde
el Golfo Pérsico a Europa, resultando, por tanto, vital para todas las economías de Europa
Occidental.
El militar egipcio Gamal Abdel Nasser encabezó en 1952 un golpe de estado contra el
gobierno del rey Faruq, proclamando la república y reemplazando las políticas pro-
occidentales de la monarquía por una nueva política panarabista cercana al socialismo.
En junio de 1956, Nasser fue elegido presidente y, como parte de su nueva política,
implantó en el país lo que denominó el nacionalismo socialista árabe. Posteriormente, el
gobierno de Nasser compró tanques a Checoslovaquia y reconoció diplomáticamente a
la República Popular China. Con Nasser a la cabeza de Egipto, desató una campaña anti-
imperialista, por lo que buscó nacionalizar el Canal de Suez (hasta ese momento en
posesión anglo-francesa), afectando los intereses económicos británicos y franceses en la
zona y firmando a su vez acuerdos de ayuda mutua con Siria y Jordania.
La influencia del presidente Nasser en el mundo árabe y sus proclamas antisionistas eran
tan significativas que, supuestamente, afectaban a la seguridad de Israel, provocando las
antipatías del Reino Unido y de Francia. En consecuencia, británicos
y estadounidenses se negaron a financiar la construcción de la Presa de Asuán, como se
habían comprometido con anterioridad. En respuesta a aquello, el presidente Nasser
nacionalizó el Canal el 26 de julio de 1956 con el objetivo de financiar tal construcción, lo
49
que irritó considerablemente a franceses y británicos, principales accionistas del Canal de
Suez y máximos beneficiarios del petróleo que por él circulaba.
Causas de la intervención israelí en el Sinaí
En 1947 se aprobó el Plan de la ONU para la partición de Palestina, resolución que
contemplaba la formación de dos Estados sobre elmandato británico. Los Estados árabes
circundantes, así como la dirigencia árabe-palestina, rechazaron este acuerdo y le
declararon la guerra al Estado judío al momento de declarar su independencia, lo que
provocó la Guerra árabe-israelí de 1948, en la que participó, entre otros, el
entonces Reino de Egipto. Esta guerra acabó con la victoria de Israel, que no sólo obtuvo
su independencia, sino que vio su territorio ampliado con respecto al trazado del plan
original de la ONU.
La victoria israelí causó un profundo sentimiento de humillación en la opinión pública de
los países árabes, que demandaban una nueva guerra para acabar con Israel. Nasser,
como político nacionalista, no podía permanecer insensible a estas demandas ante el
riesgo de perder el apoyo popular, y por ende el poder, por lo que convirtió a su país en
uno de los principales instigadores de la guerra de guerrillas contra los israelíes.
Al nacionalizar el canal el 26 de julio de 1956, Nasser ordenó el bloqueo de los Estrechos
de Tirán, vía de acceso a Eilat, principal puerto mercantil israelí en el Golfo de Aqaba, y
que le permitía comunicarse con los mercados del Sudeste Asiático a través del Mar
Rojo y el Índico. En octubre de 1956, Egipto, Siria y Jordania firmaron una alianza militar,
incrementando aún más la presión sobre Israel.
El plan de intervención en Egipto
En una reunión en las afueras de París entre Francia y el Reino Unido, éstos, contrariados
por la nacionalización del Canal de Suez, acordaron aliarse con Israel, que buscaba
castigar a Egipto por su apoyo a las guerrillas antisionistas y su bloqueo de los Estrechos
de Tirán. El pacto alcanzado incluía una primera invasión israelí del Sinaí, seguida de una
50
oferta de mediación anglo-francesa, que en caso de ser rechazada, se convertiría
en casus belli contra Egipto.
El avance
El 29 de octubre de 1956, Israel decretó la movilización de sus fuerzas armadas a través
de una planificación eficiente en sólo cuatro días y lanzó la invasión del Sinaí y de
la Franja de Gaza, alcanzando rápidamente la zona del Canal de Suez. El desarrollo del
conflicto fue para los israelíes de una planificación exitosa, en el sentido de introducir la
sorpresa, por lo cual afectó en todos sus aspectos al Ejército egipcio.
La subsiguiente oferta de mediación de Francia y el Reino Unido fue rechazada
por Egipto, tal como esperaban, por lo que los dos países europeos comenzaron a
bombardear suelo egipcio desde sus bases en Chipre y Malta el 31 de octubre. Reino
Unido y Francia reunieron 80.000 hombres y una flota de más de 100 barcos, entre los
que había 7 portaaviones. Nasser respondió hundiendo barcos comerciales en el canal,
hasta un total de 40, lo que lo convirtió a la región en intransitable hasta principios
de 1957. Los bombardeos fueron seguidos por un despliegue de paracaidistas en Puerto
Saíd a partir del día 5 de noviembre, donde aviones y buques ingleses y franceses
intervinieron en el conflicto para proteger el Canal de Suez, atacandoPuerto Saíd y Port
Fuad, por lo cual las tropas israelíes detuvieron su avance a 16 kilómetros al este del
canal, situación que fue rechazada por losEstados Unidos, lo que permitió a Nasser la
nacionalización del Canal el mismo día que Israel completaba la conquista del Sinaí.
El día decisivo fue el 4 de noviembre, cuando definitivamente quedó la península del
Sinaí en poder del Ejército israelí, completando la ocupación de dicha zona (con
excepción de la franja ribereña del canal) encontrando simultáneamente al ejército egipcio
derrotado. El 5 de noviembre de 1956 se dispuso el cese al fuego por parte de la ONU.
Posteriormente, la ONU acordó la retirada de las fuerzas israelíes de la Península del
Sinaí y de la Franja de Gaza, del mismo modo que accedió a reconocer la frontera
egipcio-israelí como una línea de tregua, la misma existente antes del conflicto acordada
en el armisticio de 1949, siendo garantizada por las Fuerzas de Emergencia de las ONU
que se instalaron en territorio egipcio, ya que Israel no aceptó la instalación en su territorio
51
de fuerzas de paz, acordándose la libre navegación de buques israelies en el Estrecho del
Tirán.
La retirada
El ramatcal Moshé Dayán y Avraham Yoffe, comandantes de la 9ª Brigada de la IDF
en Sharm el-Sheij, al término de la Guerra del Sinaí.
Los Estados Unidos y la URSS estaban en contra de la intervención de la triple alianza
por distintas razones. Los soviéticos se habían convertido en uno de los principales
aliados de Siria, y buscaban incrementar su popularidad en el mundo árabe.
Los estadounidenses, por su parte, alegaron no haber sido informados de la invasión por
sus aliados, y la administración de Dwight Eisenhower tenía que demostrar al mundo que
no permitiría esa clase de comportamientos por parte de sus aliados si pretendía que sus
denuncias de la intervención soviética en Hungría tuvieran alguna clase de credibilidad.
El 30 de octubre de 1956, la Administración norteamericana llevó al Consejo de
Seguridaduna resolución que pedía la retirada israelí del Sinaí, aunque fue vetada
por Francia y el Reino Unido.
La amenaza económica norteamericana, unida a la amenaza de agresión de
la URSS (que dijo planear usar "modernas armas de destrucción" contraLondres y París),
fue determinante para la retirada de las fuerzas anglo-francesas e israelíes del Sinaí. Esta
retirada fue auspiciada por Lester Pearson, quien sugirió la creación de un cuerpo
especial de interposición, la UNEF y los Cascos Azules, entre Egipto e Israel, sugerencia
que fue aprobada en la ONU y que más tarde le valió a Pearson el Premio Nobel de la
Paz de 1957.
La retirada de los tres aliados se completó a principios de 1957. Israel había conseguido
sus objetivos principales de asegurar el paso libre de barcos en los Estrechos de Tirán y
el final de las incursiones guerrilleras dentro de su territorio. Por su parte, ni el Reino
Unido ni Francia consiguieron evitar la nacionalización del Canal de Suez. Perdieron
influencia mientras que los Estados Unidos se convirtieron en pieza clave de la política
en Oriente Medio.
52
Consecuencias
Para franceses y británicos, la retirada forzada de la guerra fue una comprobación
desalentadora de que ya no eran más que potencias subordinadas a los dos grandes
poderes que proliferarían desde entonces: los Estados Unidos y la URSS. El primer
ministro británico, Anthony Eden, presentó la dimisión por la participación de su país en la
guerra, mientras que en Francia, Charles de Gaulle aumentó su desconfianza hacia
los Estados Unidos.
En Israel, la retirada forzosa dejó un sentimiento mixto, ya que aunque el ejército israelí
no había encontrado ningún obstáculo serio en su avance por el Sinaí y su consiguiente
victoria militar, demostró cuanto valía como fuerza militar y potencia en la región, a pesar
de que ninguno de los objetivos políticos de la guerra había sido alcanzado,
pues Egipto no se comprometió a modificar su actitud hacia Israel, aunque, al menos,
reabrió el paso de los Estrechos de Tirán a la circulación de barcos israelíes y permitió el
asentamiento de la UNEF en la frontera entre los dos países.
Nasser se alzó como el claro beneficiado de la guerra. Aunque militarmente sólo obtuvo
fracasos, políticamente salió reforzado ya que el canal continuó nacionalizado como
propiedad del estado egipcio y, ante los ojos de la opinión pública árabe, se había
opuesto al Reino Unido, a Francia, y, sobre todo a Israel, sin haber sido derrocado del
poder. Nasser fue aclamado como un héroe en el mundo árabe.
Sin un cambio de actidud por ninguna de las partes, era evidente que la crisis
entre Israel y Egipto no tardaría en repetirse. En junio de 1967, tras un nuevo bloqueo
egipcio de los Estrechos de Tirán, estalló la Guerra de los Seis Días, continuación natural
de esta guerra.
No se obtuvo la paz, sino que se volvió a la misma situación antes del inicio del conflicto y
las Fuerzas de Emergencia de la ONU tomaron posesión a lo largo de la frontera de
ambos países, cuyo objetivo era el de asegurar el cumplimiento del cese de las
hostilidades.
53
Tercera guerra árabe israelí o La Guerra de los Seis Días
La Guerra de los Seis Días, también conocida como Guerra de junio de 1967 en la
historiografía árabe, fue un conflicto bélico que enfrentó a Israel con una
coalición árabe formada por Egipto, Jordania, Irak y Siria entre el 5 y el 10 de
junio de 1967. Tras la exigencia egipcia a laONU de que retirase de forma casi
inmediata sus fuerzas de interposición en el Sinaí (UNEF), el despliegue de
fuerzas egipcias en la frontera y el bloqueo de los estrechos de Tirán, Israel,
temiendo un ataque inminente, lanzó un ataque preventivo contra la fuerza aérea
egipcia. Jordania respondió atacando las ciudades israelíes
de Jerusalén y Netanya. Al finalizar la guerra, Israel había conquistado
la Península del Sinaí, laFranja de Gaza, Cisjordania, Jerusalén Este (incluyendo
la Ciudad Vieja) y los Altos del Golán.
Tras numerosos enfrentamientos fronterizos entre Israel y sus vecinos árabes, en
particular Siria, el presidente egipcio Gamal Abdel Nasserexpulsó a la Fuerza de
Emergencia de las Naciones Unidas (UNEF) de la Península del Sinaí mayo
1967. La fuerza de mantenimiento de la paz estaba situada en la región desde el
final de la Crisis de Suez en 1957. Egipto acumuló 1.000 tanques y unos 100.000
soldados en la frontera con Israel y cerró los Estrechos de Tirán a todos los
buques que enarbolan banderas israelíes o llevaban materiales estratégicos,
recibiendo un fuerte apoyo de otras naciones árabes. Israel respondió con una
movilización similar que incluyó el reclutamiento de 70.000 reservistas para
aumentar el ordinario de las fuerzas de las FDI.
La Guerra de los Seis Días se inscribe dentro del conjunto de guerras libradas
entre Israel y sus vecinos árabes, tras la creación del Estado de Israel (1948) en
parte del Mandato británico de Palestina. Estos seis días de 1967 concitaron la
atención mundial y resultaron claves en lageopolítica de la región: sus
consecuencias han sido profundas, extensas y se han hecho notar hasta hoy día,
54
teniendo una influencia decisiva en numerosos acontecimientos posteriores, como
la Guerra de Desgaste, la Guerra de Yom Kipur, la masacre de Múnich, la
polémica sobre los asentamientos judíos y el estatus de Jerusalén, los acuerdos
de Camp David y Oslo o la Intifada.
Primer día 5 de junio Operación foco
La guerra comenzó el 5 de junio, cuando Israel lanzó la Operación Foco, ideada
entre otros por Ezer Weizman. Esta operación consistía en una serie de ataques a
primera hora de la mañana contra las bases aéreas egipcias, para atrapar a los
aviones egipcios en tierra a la vuelta de su tradicional primera ronda al amanecer,
alrededor de las 8:00 de la mañana. Israel poseía una información
extremadamente detallada de las bases egipcias a atacar, llegando a incluir una
lista completa de todos los pilotos egipcios y su rango, así que la hora de ataque
fue escogida para maximizar el número de aviones enemigos en tierra. En los
diversos ataques israelíes durante la mañana del 5 de junio,Egipto perdió 286 de
sus 420 aviones de combate, así como 13 de sus más importantes bases aéreas y
23 estaciones de radar. Israel, por el contrario, perdió sólo 19 de sus 250 aviones
de combate.
Las graves pérdidas sufridas por los egipcios, tanto en aviones como en bases de
lanzamiento de aviones, dieron a Israel ventaja en los combates aéreos durante
toda la guerra, explicando en parte el favorable desarrollo de la misma para el
bando israelí.
Pocos minutos después del comienzo de la Operación Foco, las fuerzas terrestres
de Israel, divididas en 3 divisiones comandadas por Ariel Sharón, Abraham
Yoffe e Israel Tal invadieron la península del Sinaí defendida por 7 divisiones
egipcias. Tal no encontró resistencia en el norte del Sinaí, ocupando así la Franja
55
de Gaza. Sin embargo, Sharon y Yoffe encontraron una fuerte resistencia por
parte de las tropas del general Sa'di Nagib en Umm Qatef.
En el frente central, Israel tenía la esperanza de que la participación
de Jordania en la guerra sería sólo testimonial y una confrontación real no llegaría
a producirse; sin embargo, esta esperanza se vio defraudada cuando las tropas
jordanas lanzaron, alrededor de las 11:15 de la mañana, una serie de bombardeos
sobre la parte israelí de Jerusalén y un ataque sobre algunos de los principales
edificios, entre ellos, la Casa de Gobierno. A las 12:30 del mismo día, las fuerzas
aéreas israelíes atacaron a las fuerzas aéreas jordanas, atrapándolas en tierra y
destruyéndolas en gran medida.
En el frente norte, Siria usó su artillería ubicada en los Altos del Golán para
bombardear los asentamientos israelíes de Galilea, mientras que la aviación israelí
destruía más del 60% de la fuerza aérea siria.
Segundo día 6 de junio Captura de umm qatef y gaza
En la mañana del 6 de junio, las divisiones de Sharon y Tal conquistaron Umm
Qatef y El-Arish, mientras que Yoffe avanzó por el centro de la península
del Sinaí en una carrera por ocupar los principales pasos antes que las tropas
egipcias y lograr así su captura. En Gaza, por el contrario, tras cruentos combates
que provocaron la mitad de las bajas israelíes en todo el frente sur, los principales
centros de mando egipcios se rindieron, permitiendo a Israel ocupar totalmente la
Franja.
La guerra alcanzó ese día también a las tropas de tierra de Israel en el frente
central, que ocuparon Latrún, Ramala y Yenín, a la vez que se completaba el
cerco de Jerusalén y las unidades de paracaidistas se preparaban para el asalto al
centro histórico, la Ciudad Vieja. Las fuerzas aéreas israelíes realizaron ataques
56
contra la base iraquí H-3, probablemente la última esperanza jordana de recibir
cobertura aérea para el resto de la guerra.
En el norte, Siria continuó con sus ataques contra los núcleos israelíes, pero se
negó a enviar tropas en auxilio de Jordania
Tercer día 7 de junio captura de Jerusalén
Con la captura de Sharm el-Sheij el 7 de junio por parte de unidades de la marina
y de paracaidistas, Israel logró reabrir los estrechos de Tirán, e inmediatamente
declaró un estatuto de agua internacional de libre paso para los barcos mercantes.
Al mismo tiempo, las tres divisiones israelíes del frente sur apresuraron su
marcha, llegando a alcanzar el Canal de Suez. Al acabar el día, toda la península
del Sinaí —excepto parte de la costa occidental— estaba bajo control israelí.
En el frente central se produjo uno de los hechos más significativos de toda la
guerra, cuando la brigada de paracaidistas del generalMordejai "Mota" Gur ocupó
la Ciudad Vieja de Jerusalén, incluyendo el Monte del Templo o Explanada de las
Mezquitas. Asimismo, las divisiones israelíes
en Cisjordania ocuparon Nablús, Judea y Hebrón entre otras ciudades, llegando
incluso a cruzar el río Jordán.
Cuarto día 8 de junio Ataque contra el liberty, propuesta de tregua
El 8 de junio no se produjeron combates de importancia en ningún frente,
destacando sólo la ocupación de algunas pequeñas localidades enCisjordania y
el Sinaí. Sin embargo, debido probablemente a un error de identificación, las
fuerzas aéreas y navales de Israel atacaron el barco estadounidense Liberty,
provocando 34 muertos y 173 heridos. Las 13 comisiones oficiales de
investigación (10 en Estados Unidos y 3 en Israel) han concluido que el ataque se
debió a un error israelí.
57
Asimismo, el 8 de junio se realizó una propuesta de tregua que fue aceptada
por Egipto pero no por Siria, lo que llevó a Israel a lanzar la campaña
contra Siria de los días 9 y 10 de junio. A partir de este día, casi no hay actividad
en los frentes sur y central de la guerra.
Quinto día 9 de junio,altos del Golán
Los falsos informes que emitía Egipto acerca de una aplastante victoria contra el
ejército israelí y las previsiones de que la artillería egipcia pronto estaría en Tel-
Aviv influenciaron sobre la voluntad de Siria para entrar en la guerra. El liderazgo
sirio comenzó a bombardear y llevar a cabo ataques aéreos en el norte de Israel.
En cuanto la Fuerza Aérea Israelí completó su misión en Egipto, se dedicó a
destruir a la sorprendida Fuerza Aérea de Siria. Así fue que Siria entendió que la
noticia de que había escuchado de Egipto acerca de la supuesta destrucción casi
total del ejército israelí, evidentemente no pudo ser cierta. Durante la noche del 5
de junio, los ataques aéreos israelíes destruyeron las dos terceras partes de la
Fuerza Aérea de Siria, y obligó a la tercera parte restante a retirarse a bases
distanciadas, sin participar en ninguna otra operación subsiguiente en la guerra.
Una amplia ofensiva Siria fracasó rápidamente. Entre los varios problemas con los
que se encontró Siria incluían que los tanques eran demasiado amplios para
atravesar los puentes, por esta causa varios tanques sirios se hundieron en el río
Jordán al intentar cruzarlo; la falta de comunicaciones por radio entre los tanques
y las unidades de infantería ignoraron la orden de avanzar. Un informe del ejército
sirio posterior a la guerra llegó a la conclusión de que "Nuestras fuerzas no
pasaron a la ofensiva, ya sea porque no llegaron o porque no estaban del todo
preparadas o porque no podían encontrar refugio de los aviones del enemigo. Las
reservas no pudieron resistir los ataques aéreos, una vez dispersos su moral se
hundió." Asumiendo las reales pérdidas, el ejército sirio emprendió la retirada la
noche del 9 de junio.
58
El comando sirio abandonó la esperanza de un ataque terrestre y en su lugar
comenzó un masivo bombardeo a las ciudades y a los civiles israelíes en el Valle
de Jule.
El ejército sirio se componía de unos 75.000 hombres agrupados en nueve
brigadas, con el apoyo de una adecuada cantidad de artillería y blindados. Las
fuerzas israelíes que se utilizaron en los combates constaban de dos brigadas
(una blindada conducida por Albert Mandler, y la Brigada Golani) en la parte norte
del frente, en Givat HaEm, y otras dos en el centro. Una de las ventajas que Israel
poseía era la excelente inteligencia recopilada por el Mosad obtenida a través
de Eli Cohen (quien fue capturado y ejecutado en Siria en 1965) en relación con
las posiciones de batalla de Siria. Siria había construido extensas fortificaciones
defensivas en profundidades de hasta 15 kilómetros,comparable a la Línea
Maginot.
Sin embargo, las fuerzas sirias se mostraron incapaces de presentar una defensa
eficaz, en gran parte porque los oficiales eran mediocres y maltrataban a sus
soldados; a menudo los oficiales se retiraban para escapar del peligro,
abandonando a sus hombres dejándolos desconcertados e inoperantes. En la
noche del 9 de junio, las cuatro brigadas israelíes habían quebrado las defensas
de la meseta.
Al día siguiente, el 10 de junio, los grupos del centro y norte se unieron en
un movimiento de pinza en la meseta, pero se encontraron con el territorio
abandonado tras la huida de las fuerzas sirias. Varias unidades fueron reunidas
por Elad Peled para subir al Golán desde el sur, para encontrar las posiciones
enemigas prácticamente abandonadas. Durante el día las unidades israelíes se
detuvieron después de la obtención del campo de maniobra entre sus posiciones y
una línea de colinas volcánicas en el oeste. En algunos lugares, las tropas
israelíes avanzaron después de un acuerdo sobre un cese al fuego para ocupar
posiciones estratégicas. Hacia el este, el terreno se presenta como una suave
59
llanura en pendiente. Esta posición se convirtió en la línea de cese del fuego
conocida como la "Línea Roja".
Sexto día 10 de junio, ultimo día de guerra
Ante la retirada de las tropas sirias, las divisiones israelíes pudieron avanzar en
todo el frente, llegando a ocupar la importante ciudad de Quneitra, y con el camino
expedito hacia Damasco. Sin embargo, ante la inmensa presión
diplomática, Israel aceptó el alto al fuego sugerido por el Consejo de Seguridad,
terminando así la guerra.
Consecuencia de la guerra de los 6 días
Israel dio por finalizada la Guerra de los Seis Días habiendo aumentado su
territorio considerablemente, con la incorporación de los Altos del Golán,
Cisjordania (incluyendo Jerusalén Oriental), la Franja de Gaza y la península del
Sinaí. Desde el punto de vista militar, tras dos décadas de fragilidad estratégica,
Israel obtuvo por primera vez en su historia profundidad territorial, que le
concedería capacidad defensiva para defenderse de la artillería árabe lejos de las
ciudades israelíes y para evitarse en adelante la obligación de realizar ataques
preventivos ante cada amenaza, con el coste que ello supone a efectos de opinión
pública. La situación dio por tanto un vuelco geoestratégico y ahora serían las
capitales árabes (Ammán, Damasco y El Cairo) las que quedaban al alcance de
cualquier incursión rápida del Tsahal. Además de la expansión territorial y del
«colchón» defensivo, Israel demostró en el plano psicológico a sus vecinos árabes
su capacidad para defenderse militarmente, y su voluntad para usar dicha
capacidad.
Pese a la euforia inicial, en el plano político la situación no fue tan favorable a
Israel y la guerra envenenó aún más el conflicto árabe-israelí. Merced a los
60
territorios conquistados, que inicialmente estaban destinados a ser moneda de
cambio a cambio de una paz duradera, Israel se convertiría en potencia ocupante
y permanente de una población árabe muy hostil, lo cual estimuló el nacionalismo
palestino, creándose nuevas amenazas internas en los territorios ocupados y
alejándose toda perspectiva de una solución negociada a corto plazo. Los efectos
de todo ello perduran hoy día.
Hubo otro efecto político muy importante y es el hecho de que el conflicto árabe-
israelí quedó plenamente encajado en los esquemas de la Guerra Fría: la URSS,
junto al bloque socialista, rompió relaciones diplomáticas con Tel Aviv e Israel se
convirtió a los ojos de una buena parte de la opinión pública internacional en
agresor y potencia ocupante y perdió su prestigio de pequeño país en lucha por su
supervivencia.
Dio comienzo entonces al aislamiento internacional ilustrado por las muchas
resoluciones contrarias a Israel en la ONU. Para algunos autores, sin embargo,
dicha respuesta internacional ha desembocado en la idealización y justificación
incondicional de las acciones de sus enemigos, incluidos aquellos que practicaban
el terrorismo, auspiciando el nacimiento de una nueva judeofobia, esta vez de
cuño ideológico y centrado en el Estado judío.
Se suele coincidir en dos consecuencias fundamentales de la Guerra de los Seis
Días y de toda la campaña diplomática posterior fueron:
Un giro en la percepción de Israel, que hasta entonces gozaba de la simpatía de la
izquierda no comunista y en general de la opinión pública occidental.
El surgimiento de un "nuevo antisemitismo" (o "nueva judeofobia") en Occidente, esta
vez de raíz ideológica (no "racista") invocando el "antisionismo" y el odio a Israel.28
Los países árabes se reunieron en Sudán y firmaron la resolución de Jartum. La
derrota sufrida por Egipto, Siria y Jordania fue considerada humillante en esos
países, que notaron una evidente intervención militar de algunos estados no
involucrados, cosiderados supuestamente ajenos al conflicto o neutrales, como
61
Estados Unidos y el Reino Unido para justificar el éxito de laoperación
Foco israelí. . La derrota militar de Egipto y Siria produjo un gran malestar en el
mundo árabe, lo que llevó a mantener los años siguientes una guerra de
desgaste con Israel y, finalmente, a un ataque conjunto egipcio-sirio en la Guerra
del Yom Kipur que no alteró el mapa geopolítico establecido tras la Guerra de los
Seis Días.
Israel devolvió el Sinaí a Egipto como parte de los acuerdos de paz de Camp
David en 1982, más o menos al mismo tiempo que concedía la ciudadanía
israelí a los habitantes de Jerusalén Este y de los Altos del Golán, cuyos territorios
se incorporaron administrativamente a Israel, si bien sólo Jerusalén Este ha sido
legalmente anexionada (véase Ley de Jerusalén). En agosto de 2005, Israel
evacuó todos los asentamientos de la Franja de Gaza para ceder su control a
la Autoridad Nacional Palestina (ANP), siguiendo su plan de retirada unilateral
israelí.
62
La guerra del Líbano
Tras el Septiembre Negro de 1970, miles de guerrilleros palestinos son
expulsados de Jordania y la OLP decide establecer sus bases en el Líbano, desde
donde comenzaron a realizar incursiones en territorio israelí para provocar
atentados, manteniendo enfrentamientos directos con las fuerzas israelíes a lo
largo de la frontera sur del Líbano. En marzo de 1978, después de que un
comando palestino causase la muerte de 35 civiles israelíes a bordo de un
autobús, el gobierno de Menahem Begin ordena a tres brigadas del Tsahal que
invadiesen unos 1000 kilómetros cuadrados del sur del Líbano, hasta el río Litani,
con el objetivo de acabar con las bases de los fedayín. Antes de retirarse, tres
meses después, Israel establece una "zona de seguridad" de 10 kilómetros de
ancho y población cristiano-maronita y la deja en manos de la milicia aliada
Ejército del Líbano Libre (después Ejército del Sur del Líbano). A su vez, la ONU
despliega una fuerza de interposición (UNIFIL) entre la "zona de seguridad" y el río
Litani con la misión de velar por la desmilitarización del área. Entre 1979 y 1981, la
comunidad cristiana, a través de las Falanges libanesas, establece una alianza
estratégica con Israel, una vez rota la que mantenían con Siria hasta entonces.
En junio de 1982 junto al recrudecimiento de los incidentes armados en la frontera
o dentro de Israel, se produce un atentado del grupo palestino de Abu Nidal contra
el embajador israelí en Londres. Eso proporciona el pretexto que esperaba Israel
para invadir el Líbano, en una operación de grandes proporciones que denominará
"Operación Paz para Galilea". Tres días después del atentado, el 6 de junio, un
impresionante despliegue del Tsahal formado por casi 100.000 soldados
(equivalente a ocho divisiones) y 1.500 tanques, apoyados por la aviación y la
marina, supera la "zona de seguridad" y las fuerzas de la UNIFIL y profundizan en
territorio libanés. Aunque la idea declarada por el entonces ministro de
Defensa, Ariel Sharón, era no superar 40 kilómetros, las fuerzas del Tsahal llegan
63
hasta la periferia de Beirut y la carretera que la une con Damasco. Los palestinos
ofrecen una resistencia muy desigual, y Siria, que en un primer momento trata de
esquivar el ataque, ante la progresión israelí se ve obligada a presentar batalla
frontal, con 30.000 soldados y 400 tanques de refuerzo. Israel destruye el sistema
de misiles antiaéreos sirio desplegado en la Bekaalibanesa y derriba 29 de los 100
aviones caza que Siria envía para protegerlos. El 11 de junio entra en vigor el alto
el fuego impuesto por EE.UU., exigido también por la URSS y que Siria firma sin
dudar y sin consultarlo siquiera con Arafat. Con la mediación estadounidense,
comienza la evacuación de casi 15.000 combatientes y burócratas de la OLP y
también de los soldados sirios. Portan su armamento ligero, en señal de
capitulación honrosa: los sirios regresan a su país por vía terrestre, y los
palestinos son transportados a Chipre, desde donde son dispersados a varios
países (Argelia, Yemen, Iraq, Jordania, Sudán). La cúpula de la OLP, con Arafat a
la cabeza, establece su nuevo cuartel general en Túnez.
Unos días después, el Parlamento libanés, ante la nueva correlación de fuerzas,
elige al cristiano-maronita Bashir Gemayel, sustituyendo a Elias Sarkis, que ha
agotado su mandato. Sin embargo, antes de tomar posesión, Gemayel es
asesinado por un agente sirio, junto con otras 29 personas que se encontraban en
ese momento en el cuartel general de las Falanges Libanesas en Beirut. En
venganza por el asesinato, las Falanges Libanesas entraron en los campamentos
de refugiados palestinos de Sabra y Chatila, provocando una masacre civil en la
que murieron cientos de personas. Una comisión judicial israelí del más alto nivel
–la Comisión Kahan– investigó lo sucedido. Señaló a los cristianos falangistas
como autores materiales de las muertes, pero imputaba a Israel una
«responsabilidad indirecta» por no haberla evitado al haberse producido los
hechos bajo el control militar israelí de la ciudad, veredicto que provocó un hondo
impacto en la opinión internacional y en la propia Israel, que destituyó al entonces
ministro de Defensa, Ariel Sharon. En mayo de 1983, Israel y Líbano alcanzaron
un acuerdo para la retirada de las tropas israelíes. Sin embargo, el tratado de paz
64
no llegó a ser ratificado y, en marzo de 1984, bajo presión siria, Líbano canceló el
acuerdo. Ante el goteo de bajas israelíes y los constantes atentados chiíes (un
promedio de 100 al mes), Israel inició su repliegue unilateral y progresivo en 1985,
dejando de nuevo la llamada "zona de seguridad" (unos 850 kilómetros
cuadrados) en manos del cristiano-libanés (y pro-israelí) Ejército del Sur del
Líbano, con una presencia menor de tropas del Tsahal.
Finalmente, en mayo de 2000, Ehud Barak, primer ministro israelí, cumple su
promesa electoral de retirar todas sus tropas del sur del Líbano, en cumplimiento
de la resolución 425 del Consejo de Seguridad de la ONU. La ONU verificó in
situ la retirada israelí al sur de la frontera internacional. Las granjas de Shebaa, un
pequeño terreno de 20 kilómetros cuadrados en la falda del monte Hermón que el
Tsahal tomó a los sirios en 1967, y que ahora Beirut reclama como propio, le sirvió
a Hezbollah (la milicia chií proiraní) como pretexto para mantener su hostigamiento
armado contra Israel y para no aceptar la resolución 1559 de la ONU, que la
obligaba a desarmarse y dejar el control de la frontera en manos del ejército
libanés.
65
Guerra de Yom Kipur
La Guerra de Yom Kipur (o Iom Kipur), también conocida como Guerra del
Ramadán o Guerra de Octubre, fue un enfrentamiento armado a gran escala entre Israel y
los países árabes de Egipto y Siria dentro del denominado conflicto árabe-israelí. Supuso
la última guerra total, en múltiples frentes, entre Israel y sus vecinos árabes, y un punto de
inflexión en la historia de dicho conflicto. Egipto y Siria lanzaron una ofensiva militar por
sorpresa contra Israel coincidiendo con la festividad hebrea del Yom Kipur (6 de
octubre de 1973), traspasando la línea de armisticio del Sinaí y de los Altos del Golán,
que habían sido conquistados por Israel durante la Guerra de los Seis Días en 1967.
Causas de la guerra de Yom Kipur
El conflicto durante muchos años entre los judíos israelíes y los árabes sobre el control de
la región de la Palestina histórica había dado lugar a guerras en 1948 (Guerra árabe-
israelí de 1948), 1956 (Guerra de Suez) y 1967 (Guerra de los Seis Días).
En la Guerra de los Seis Días, Israel había conseguido conquistar la península del Sinaí y
la Franja de Gaza de manos egipcias, los Altos del Golán a Siria,
y Cisjordania y Jerusalén oriental a Jordania. En 1968, la ONU adoptó la resolución 242
en la que conminaba al Estado de Israel al regreso a las fronteras anteriores de la guerra
y a los países árabes al reconocimiento de dicho Estado. Sin embargo, ninguno de los
dos bandos acató la resolución, y los enfrentamientos fronterizos, con mayor o menor
virulencia, se mantuvieron en el tiempo.
El sucesor del presidente egipcio Nasser, Anwar el-Sadat, realizó una ofensiva
diplomática para la retirada de Israel, a la vez que rearmaba y preparaba su ejército. A
pesar de diversas resoluciones de las Naciones Unidas, Israel se negaba a retirarse sin
garantías de paz, con el apoyo explícito de Estados Unidos, creyendo ambos en la
incapacidad de los ejércitos árabes para lanzar una ofensiva.
No obstante, la Unión Soviética, que apoyó a las naciones árabes durante las guerras
anteriores, había aprovisionado a Egipto con nuevo y más moderno material militar.
66
Egipto y Siria, a través de su presidente Hafez al-Asad, mantenían el objetivo común del
ataque a Israel, pero los sirios no deseaban, en caso de victoria, iniciar proceso
diplomático alguno de apaciguamiento, ni reconocer al Estado de Israel.
En 1972, Sadat había nombrado a Ahmad Ismail Ali, ministro de defensa. A finales del
mismo año Leonid Brézhnev había pedido a Sadat que apoyase una política de distensión
a pesar del fracaso de los anteriores intentos. Sin embargo, Egipto hizo oídos sordos y se
desentendió de las posiciones soviéticas. Tras ascender Ismail al cargo de comandante
en jefe de los ejércitos de Egipto, Siria y Libia en virtud de la unión bajo el nombre de
Federación de Repúblicas Árabes, Egipto abrigó la esperanza de que Siria se implicaría
en una ofensiva a gran escala desde dos frentes, que permitiera el triunfo contra Israel. El
interés por Siria no era sólo fruto del panarabismo, sino que éste país seguía recibiendo
suministros soviéticos de armas en gran cantidad, como los misiles Sam y aviones MiG-
21, mientras que Egipto, tras desoír a Brézhnev, tenía una limitada capacidad de renovar
su material militar. El 12 de junio de 1973, Sadat visitó Siria y acordó con Assad el ataque
definitivo. La operación se denominaría Operación Badr (Operación Luna Llena).
El 13 de septiembre, en el curso de unas maniobras aéreas según los sirios, o de un
hostigamiento según los israelíes, trece aviones de combate soviéticos de aquel país
fueron derribados por el ejército de Israel sobre el Mediterráneo, lo que provocó que Asad
instara a su homólogo egipcio a iniciar el ataque cuanto antes.
Finalización del conflicto de Yom Kipur
A propuesta del Secretario General de la ONU, Kurt Waldheim, se acordó por unanimidad
del Consejo de Seguridad el envío a la zona de conflicto de fuerzas de interposición de
países que no hubiesen intervenido directa o indirectamente en el conflicto y tuviesen
buenas relaciones con los contendientes. Así se acordó que la expedición de
paz estuviese formada por miembros de los ejércitos de Austria, Finlandia y Suecia.
El acuerdo de alto el fuego entre Israel y Egipto se firmó el 11 de noviembre en el
kilómetro 101 de la carretera que unía Suez y El Cairo en el que se acordaron las
fórmulas de intercambio de prisioneros y el suministro de alimentos y combustible al
67
Tercer Ejército. Por su parte, la Conferencia de Pazque auspiciaba Estados Unidos
en Ginebra fue un fracaso al no asistir Siria ni estar invitada la Organización para la
Liberación de Palestina. No obstante se inició formalmente el 21 de diciembre con la
asistencia, además de los contendientes, de Jordania, Estados Unidos y la URSS. Al poco
de abrise la sesión y con las declaraciones iniciales se dio por pospuesta sine die. Egipto
e Israel mantuvieron negociaciones secretas que dieron fruto el 18 de enero de 1974con
la separación de ambos ejércitos, hasta ese momento fijos en las posiciones del 27 de
octubre anterior. El acuerdo estableció la salida del ejército israelí de la zona occidental
del Canal de Suez y la creación de una línea de separación de 11 kilómetros en la que se
desplegaría la fuerza de las Naciones Unidas, limitándose el número de tropas de ambos
bandos y la capacidad de la ONU para inspeccionar el cumplimiento de los acuerdos. Por
su parte, las negociaciones sirio-israelíes culminaron el 31 de mayo. Israel se retiraba de
la zona este ocupada en los Altos del Golán durante el conflicto y hasta las posiciones del
alto el fuego de 1967, así como se producía un complejo intercambio de prisioneros que
aún se cuestiona por la parte israelí, estableciéndose una línea de interposición de
fuerzas de la ONU.
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Resoluciones clave de la ONU en el conflicto árabe-israelí
Las Resoluciones más importantes en el conflicto árabe-israelí son:
Resolución 181 del 29 de noviembre de 1947 de la Asamblea General. Establece la
partición de Palestina, bajo protectorado británico, en dos Estados, uno judío y otro
árabe, y deja Jerusalén bajo control internacional.
Resolución 194del 11 de diciembre de 1948. Ordena el retorno o compensación de los
refugiados palestinos a sus hogares, tras su expulsión por las fuerzas israelíes.
Resolución 242 del 22 de noviembre de 1967 por el Consejo de Seguridad. Ordena la
retirada israelí de los territorios recién ocupados de Gaza, Cisjordania y Jerusalén
Este en la Guerra de los Seis Días, y proclama el derecho a la soberanía, a fronteras
seguras y a vivir en paz de los Estados ya constituidos en la región.
Resolución 338 del 22 de octubre de 1973 por el Consejo de Seguridad. Llama al alto
el fuego inmediato en la guerra árabe-israelí de Yom Kippur, en la
que Egipto y Siria lanzaron un ataque sobre las posiciones israelíes en el canal de
Suez y los Altos del Golán. También exige la aplicación inmediata de la resolución 242
y el inicio de conversaciones de paz.
Resolución 1397 del 12 de marzo de 2002 por el Consejo de Seguridad. Año y medio
después del comienzo de la segunda Intifada, apoya por primera vez la creación de un
Estado palestino, que viva al lado del israelí "con fronteras reconocidas y seguras".
Exige el cese de la violencia y la vuelta a las negociaciones de paz.
69
Resolución 242
En noviembre de 1967 Naciones Unidas adoptó la resolución 242 por la que urgía a Israel
a retirar su ejército de los territorios ocupados durante la Guerra de los Seis Días y a los
países árabes a respetar y reconocer el derecho de Israel a vivir en paz en el interior de
fronteras reconocidas internacionalmente. La OLP rechazó categóricamente la Resolución
por considerar que "pisotea los derechos de dos millones de palestinos", y exigían que
Israel cumpliese su parte y se retirase de los territorios conquistados, cosa que no hizo y
que marcaría el conflicto hasta la actualidad. En los años siguientes a la guerra de 1967
se pasó a una guerra soterrada conocida como guerra de Desgaste. Israel anexionó el
municipio de Jerusalén e incentivó los asentamientos de judíos en los territorios
ocupados. Egipto multiplicó su hostigamiento militar contra Israel, que culminaría en
la guerra de Yom Kipur, e intensificó su apoyo a los grupos armados palestinos que, a
partir de 1968 (y con el apoyo de Siria al FPLP), iniciaron una escalada terrorista
internacional sin precedentes (secuestros, ataque y explosión de aviones comerciales,
atentados contra embajadas y diplomáticos de Israel, ataques a intereses de la
comunidad judía en todo el mundo, atentados contra instalaciones de gas y petroleras,
etc. Esta escalada culminaría finalmente en la masacre de Múnich).
El texto de la resolución 242 es ambiguo en cuanto a si exige a Israel una retirada de
todos los territorios ocupados en la guerra (según el texto de la versión francesa: Retrait
des forces armées israéliennes des territoires occupés lors du récent conflit) o de parte de
los territorios (según la versión inglesa: Withdrawal of Israeli armed forces from territories
occupied in the recent conflict).
La resolución también llama al mutuo reconocimiento de los Estados judío y árabe y al
respeto del derecho a existir dentro de fronteras seguras e internacionalmente
reconocidas, lo que fue reconocido formalmente por la OLP en 1988, pero no
por Hamás (fuerza electoralmente mayoritaria en la actualidad, pero no en 1988) ni por
otras organizaciones palestinas, y en cualquier caso no ha sido respetado en la práctica
pese a los diferentes acuerdos. Israel, por su parte, solo ha completado la retirada de la
Franja de Gaza, manteniéndose aún en Cisjordania.
70
La resolución también declara la necesidad de garantizar la libre navegación sobre aguas
internacionales en la zona y la justa resolución del problema de los refugiados, sin
especificar el significado del término justa resolución y sin limitar su extensión a los
refugiados palestinos solamente, aunque los refugiados judíos nunca han sido tenidos en
cuenta como tales por la ONU.
71
Los acuerdos de Oslo
Los acuerdos de Oslo fueron una serie de pactos negociados entre el gobierno israelí y
la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que actuó como representante
del pueblo palestino. Fueron firmados en 1993 como una parte del proceso de paz entre
los palestinos e israelíes, oficialmente llamado la Declaración de Principios.
Las conversaciones para llegar a un acuerdo fueron comenzadas por el gobierno
noruego, que era razonablemente neutral en el conflicto. Los principales arquitectos de los
acuerdos fueron Johan Jørgen Holst (el ministro de Asuntos Exteriores de Noruega), Terje
Rød-Larsen y Mona Juul. Las negociaciones transcurrieron en un total secreto en Oslo y
sus alrededores, con reuniones en la casa del Ministro Holst hasta la firma del texto
resultante el 20 de agosto y la consecuente ceremonia pública el 13 de septiembre.
Principios de los acuerdos
En esencia, la retirada de las fuerzas israelíes de la Franja de Gaza y Cisjordania, así
como el derecho de los palestinos al autogobierno en esas zonas a través de la autoridad
palestina. El gobierno palestino duraría cinco años de manera interina, durante los cuales
el estatus sería renegociado (a partir de mayo de 1996). Las cuestiones acerca
de Jerusalén, los refugiados, los asentamientos israelíes, la seguridad y las fronteras
exactas fueron excluidas. El autogobierno interino sería desarrollado en fases, la firma de
los acuerdos supuso el reconocimiento de la autoridad palestina por Israel.
72
Artículos
Los acuerdos incluían 17 artículos, 4 anexos, y varias actas. El siguiente es un sumario de
las mismas:
Artículo 1: Meta de las negociaciones
La metaonsejo eligiendo la gente de Cisjordania y de la Franja de Gaza durante el periodo
de transición no excedente de cinco años, para el cumplimiento de la resolución 242 del
consejo de las Naciones Unidas.
Artículo 2: Marco para el periodo interino
El marco acordado para el periodo interino estaba en el 4º en la declaración de principios.
Artículo 3: Elecciones palestinas
En tanto que los palestinos deberían gobernarse a sí mismos de acuerdo con principios
democráticos, se celebrarían elecciones libres, directas y universales para el consejo,
bajo supervisión internacional. La policía palestina mantendría el orden mientras tanto.
Artículo 4: Jurisdicción del consejo palestino
La jurisdicción del consejo palestino abarcaría Cisjordania y la franja de Gaza, excepto en
aquellos asuntos que serían negociados en y definidos en el estatus permanente. Ambos
bandos consideraban Cisjordania y Gaza como una unidad territorial.
Artículo 5: Transición y estatus permanente
El periodo transitorio de 5 años comenzaría con la retirada de la Franja de Gaza y la zona
de Jericó. Las negociaciones entre israel y los representantes palestinos comenzarían en
cuanto fuera posible. Se entiende, pues, que estas negociaciones deberían aclarar los
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puntos ambiguos: Jerusalén, los refugiados, cuestiones de seguridad, fronteras y
cooperación etc.
Artículo 6: Transferencia de poderes
Baja la entrada en vigor de la declaración de Principios y la retirada de la Franja de Gaza
y Jericó, las fuerzas armadas de Israel cederían su autoridad a la administración civil
palestina en: educación y cultura, salud, seguridad social, impuestos, aduanas y turismo.
Artículo 7: acuerdo interino
Las delegaciones israelíes y palestinas negociarán el acuerdo durante el periodo de
gobierno interino que especificará la estructura del consejo, las cesiones de poder y
responsabilidades del ejército de Israel,tina, su autoridad sobre el puerto de Gaza sobre el
Banco del desarrollo, la promoción de las exportaciones, las compañías de agua, etc.
Después de la creación del consejo, cesará la administración civil Palestina y el gobierno
militar israelí.
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Principales fechas del conflicto entre árabes e israelíes
• 9 de noviembre de 1947.- La ONU aprueba el Plan de Partición de Palestina. El
proyecto prevé la creación de dos Estados, uno judío y otro árabe, mientras que
Jerusalén y sus alrededores quedan bajo administración internacional.
• 14 mayo de 1948.- Se proclama el Estado de Israel, pero los países árabes no
aceptan su existencia y comienza la primera guerra árabe-israelí.
• 24 de febrero de 1949.- Termina la primera guerra árabe-israelí. Israel amplia su
territorio; Cisjordania, que incluye Jerusalén Oriental, queda en manos del reino de
Transjordania mientras, que la franja de Gaza queda bajo control militar egipcio.
• En 1950- el reino de Transjordania cambia su nombre por el de Jordania y se
anexiona Cisjordania.
• Del 5 al 10 de junio de 1967.- Guerra de los Seis Días, Israel se anexiona el Sinaí
egipcio, Cisjordania y los Altos del Golán sirios.
• 6 de octubre de 1973.- Siria y Egipto atacan a un desprevenido Israel. Comienza
la Guerra del Yom Kippur (fiesta judía), que concluye poco después con la victoria
de Israel, si bien queda dañada la imagen de que un Ejército invencible.
• 27 de marzo de 1979.- Israel y Egipto firman los Acuerdos de Camp David por los
que se devuelve el Sinaí.
• 6 de junio de 1982.- Israel invade El Líbano con el pretexto de expulsar a la
Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
• 10 de noviembre de 1987.- Comienza la primera Intifada o revuelta popular
palestina.
• Del 30 oct al 3 de noviembre de 1991.- Se celebra en Madrid la Conferencia de
Paz que marca el principio del entendimiento entre israelíes y palestinos.
• 13 de septiembre de 1993.- El primer ministro israelí, Isaac Rabin, y el líder de la
Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yaser Arafat, firman en
Washington una Declaración de Principios que se basa en los acuerdos
negociados en secreto en Oslo y que otorga la autonomía para Gaza y Jericó.
• 25 de febrero de 1994.- Un colono judío mata a 30 palestinos en la mezquita de la
Tumba de los Patriarcas, en Hebrón.
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• 3 de abril de 1994.-El Ejército de Israel comienza el repliegue de Jericó y Gaza, al
tiempo que se reanudan en El Cairo las negociaciones, suspendidas tras la
matanzade Hebrón.
• 4 de mayo de 1994.- El primer ministro israelí, Yizahk Rabin, y el presidente
palestino, Yasir Arafat, firman en El Cairo la puesta en marcha de la autonomía
palestina.
• 1 de julio de 1994.- El líder palestino, Yasir Arafat, llega a Gaza tras 27 años de
exilio.
• 19 de octubre de 1994.- 23 personas mueren en un atentado suicida de Hamás
en Tel Aviv.
• 28 de septiembre de 1995.- El primer ministro israelí, Yizahk Rabin, y el líder
palestino, Yasir Arafat, firman en Washington ante la presencia del presidente
estadounidense, Bill Clinton, el denominado Oslo II o Acuerdo de Taba.
• 4 de noviembre de 1995.- El primer ministro israelí, Yizahk Rabin, es asesinado
por un radical judío.
• 27 de diciembre de 1995.- Después de 30 años de ocupación el Ejército completa
la evacuación de seis ciudades palestinas, aunque se pospone la retirada de
Hebrón.
• 20 de enero de 1996. Yasir Arafat gana las elecciones en la Autoridad Nacional
Palestina (ANP).
• Del 25 al 29 de septiembre de 1996.- El Ejército de Israel reprime con dureza las
protestas por la apertura del túnel de los Asmoneos, en Jerusalén Oriental. Los
enfrentamientos causan ochenta muertos, en su mayoría palestinos, y más de mil
heridos.
• 25 de julio de 2000.- Fracasan las negociaciones entre el primer ministro israelí,
Ehud Barak, y el presidente palestino, Yasir Arafat, reunidos desde el día 11 de
julio en Camp David, bajo la mediación del presidente de Estados Unidos, Bill
Clinton.
• 28 de septiembre de 2000.- Ariel Sharon visita la Explanada de las Mezquitas, en
Jerusalén oriental, lo que provoca el estallido de la segunda Intifada palestina.
• Diciembre de 2001- Sharon decreta el confinamiento en Ramala del presidente
palestino, Yasir Arafat, a quien hace responsable de la ola de atentados.
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• 16 de junio de 2002.- Israel comienza la construcción de un muro de separación
entre palestinos e israelíes de más de 400 kilómetros y que discurre por territorio
ocupado de Cisjordania. Miles de palestinos quedan aislados y cientos de olivos
arrasados. Más tarde el Tribunal de Justicia de La Haya lo declarará ilegal.
• 17 de mayo de 2003.- El primer ministro israelí, Ariel Sharon, y su colega
palestina, Mahmud Abás (Abu Mazen), se reúnen para hablar sobre un nuevo plan
de paz denominado "Hoja de ruta" auspiciado por la comunidad internacional.
• 11 de noviembre de 2004.- Muere en Francia Yasir Arafat después de varios días
en coma.
• 9 de enero de 2005.- Abu Mazen gana las elecciones para sustituir a Yasir Arafat
como presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
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