REVISTA DE INFORMACIÓN GEOLÓGICA • Nº 44 • SEGUNDO SEMESTRE DE 2013
Ilustre ColegioOficial
de Geólogos
• CENA-COLOQUIO DE NAVIDAD 2013• ASPECTOS DE LA CONSTRUCCIÓN DEL EDIFICIO CARRIÓN EN LA GRAN VÍA DE MADRID
• MITOS DE LA GEOTECNIA FRENTE AL SENTIDO COMÚN DE LA GEOLOGÍA (I)• LA FIEBRE DEL ORO DEL KLONDIKE
• CENA-COLOQUIO DE NAVIDAD 2013• ASPECTOS DE LA CONSTRUCCIÓN DEL EDIFICIO CARRIÓN EN LA GRAN VÍA DE MADRID
• MITOS DE LA GEOTECNIA FRENTE AL SENTIDO COMÚN DE LA GEOLOGÍA (I)• LA FIEBRE DEL ORO DEL KLONDIKE
35 AniversarioIlustre Colegio Oficial de Geólogos
Sumario 2 • EDITORIAL
3 • CENA-COLOQUIO DE NAVIDAD 2013
8 • ASPECTOS DE LA CONSTRUCCIÓN DEL EDIFICIO CARRIÓN
EN LA GRAN VÍA DE MADRID
21 • EL INSTITUTO DE GEOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD DE LEIDEN Y LA CORDILLERA
CANTÁBRICA: UNA OPORTUNIDAD PERDIDA
28 • ATLANTERRA, UN PROYECTO TRANSNACIONAL PARA IMPULSAR LA PUESTA EN VALOR
DEL PATRIMONIO MINERO DE GALICIA
43 • LA FIEBRE DEL ORO DEL KLONDIKE
48 • CREÍBLE, SIN NECESIDAD DE SER FIABLE
51 • III REUNIÓN DE CAMPO DE GEOSENTRIP.
MINAS DE LOS SANTOS-FUENTERROBLE (SALAMANCA)
53 • PROYECTO “CHOKÁA” DE CONSTRUCCIÓN DE HORNOS DE CAL TRADICIONALES
EN TURKANA NORTE (KENIA)
62 • EL ICOG EN LA XIII SEMANA DE LA CIENCIA DE MADRID
65 • X CONGRESO IBÉRICO Y XI CONGRESO NACIONAL DE GEOQUÍMICA
71 • BAJO EL VERDE MANTO ASTUR
75 • MITOS DE LA GEOTECNIA FRENTE AL SENTIDO COMÚN DE LA GEOLOGÍA (I)
83 • RECENSIONES
Edita:ILUSTRE COLEGIO OFICIAL DE GEÓLOGOS
ADMINISTRACIÓN Y REDACCIÓN
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JESÚS MARTÍNEZ FRÍAS. Dr. En CC. Geológicas. Investigador Científico del CSICPEDRO PÉREZ DEL CAMPO. Geólogo. Subdirector de Medio Ambiente. Dirección de Estrategia y Desarrollo. AdifJUAN GARCÍA PORTERO. GeólogoAMELIA CALONGE GARCÍA. Dra. en CC. Geológicas. Presidenta AEPECTRAFAEL PÉREZ ARENAS. Dr. Ingeniero de Caminos. Consultor JUAN RAMÓN VIDAL ROMANI. Dr. en CC. Geológicas. Catedrático de la Universidad de La CoruñaRUBÉN ESTEBAN. Investigador del IER - Consejería de Educación y Cultura. Gobierno de La Rioja
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REVISTA DE INFORMACIÓN GEOLÓGICA
Nº 44 • SEGUNDO SEMESTRE DE 2013
GRACIAS, JOSÉ MARÍA HERRERO
2 • Tierra y tecnología, nº 44, 2 • Segundo semestre de 2013
En el año 1978, después de sortear no pocas dificultades de carácter
corporativo que se oponían a la constitución de nuestro colegio profe-
sional (¡¡increíble!!), se logro la creación del Ilustre Colegio Oficial de
Geologos. Mucho se ha trabajado desde aquellos tiempos por parte de los
pioneros y sus continuadores para llegar hasta donde estamos. Somos una
profesión que, aun en día, parece que “existimos” a pesar de los pesares.
Pero no nos engañemos, nadie nos ha regalado nada, ha sido un esfuerzo
titánico de todos los gestores que ha ido teniendo el Colegio y, sobre todo,
la confianza y constancia de los colegiados que han visto en la institución
colegial el instrumento para hacer política en un pais en el que no hacer
lobby profesional supone estar condenado a no existir. A los colegiados son
a los que hay que dar las gracias por su apoyo durante estos primeros 35
años que serán muchos más en el futuro. La geología en España esta sólo
en sus comienzos. Falta mucho trabajo por hacer y muchos más profesiona-
les bien preparados como los que van saliendo últimamente.
Parafraseando las palabras de “Una monarquía renovada para un tiempo
nuevo” que pronunció el nuevo Rey Felipe VI en su discurso de proclamación,
los geólogos también deseamos “Un tiempo nuevo para una nueva política
geológica”. Conviene recordar, para aquellos geólogos jóvenes que se han
incorporado al Colegio recientemente, que Felipe VI es geólogo honorífico,
una distinción que le concedió el ICOG hace unos años. Todos esperamos que
la sensibilidad que ha manifestado hacia muchos colectivos sociales en difícil
situación como jóvenes sin trabajo, víctimas del terrorismo, desempleo, etc.,
la tenga también hacia los profesionales, una actitud que ya ha tenido en
muchas ocasiones. Pero la política no la hace el Rey, la hacen los políticos, y
eso es lo que hay también que renovar; la ciudadanía lo ha dicho muy claro en
las últimas elecciones europeas: hay que renovar la forma de hacer política y
profundizar en la ética y honestidad de los gobernantes. No queremos nada
privativo para los geólogos, sino una mayor preocupación por las profesiones
a nivel de todo el estado y de la Unión Europea. Somos profesión regulada y
eso tiene que considerarse. No vale con que se consideren las profesiones
“tradicionales” como preferentes, sino que las que ya hace tiempo se entien-
des como fundamentales en otros países de la Unión y en otros países desa-
rrollados, como la geología y otras ciencias, lo sean también en España. ¡¡Esa
es la auténtica renovación para un tiempo nuevo!!
Otro tema muy importante que afecta directamente a los geólogos, y
que esta de rabiosa actualidad, es el debate sobre las energías renova-
bles. Si habitualmente son los desastres naturales los que ponen a los
geólogos en las portadas de la prensa, últimamente las técnicas de pros-
pección y los permisos de investigación de estas energías esta creando
una controversia que, en ocasiones, resulta un poco esperpéntica. Bien
sea la técnica del fracking, las prospecciones petrolíferas en Canarias y
Baleares, o el almacenamiento de gas en la plataforma Castor, están
demandando continuamente la presencia de los geologos en los medios
de comunicación. Desde varios puntos del territorio español se ha atendi-
do a la prensa en su demanda de información. Prensa escrita, radios y
televisiones han contactado con nuestro colectivo, bien sea en el Colegio
o en otros ámbitos de la profesión. La postura del Colegio, y la de muchos
otros profesionales ha sido siempre la misma; así lo manifestó en una
nota de prensa sobre el tema del fracking (fracturación hidráulica) cuando,
ante la creciente incertidumbre de los ciudadanos derivada de la informa-
ción que aparecía en los medios de comunicación, reiteró que los proyec-
tos y obras de investigación y explotación y el control y seguimiento de
las labores de aprovechamiento de recursos energéticos mediante esta
técnica, se deben ejecutar siempre en base a los principios de cautela y
de acción preventiva, previstos en el artículo 191.2 del Tratado de Funcio-
namiento de la Unión Europea, mediante una adecuada Evaluación de
Impacto Ambiental (EIA). Asimismo, el ICOG solicitaba que los proyectos
de investigación y explotación, de forma clara y específica, se realicen por
un equipo de técnicos especialistas en el medio natural e investigación y
explotación minera por sondeos, que realicen las labores de seguimiento
de la perforación y el control de la misma y las consecuencias que pueda
acarrear al medioambiente. También, concluía el ICOG diciendo que los
poderes públicos regulen adecuadamente el empleo de estas tecnologías
para evitar que afecten a la salud humana, los bienes y al medio ambien-
te, particularmente, a los acuíferos.
Una cosa similar manifestó el Colegio en el tema de la “crisis” de la
plataforma Castor de almacenamiento de gas. El catastrofismo sin funda-
mento, y manejando datos no contrastados y, en ocasiones, intenciona-
dos, de muchas personas que hablaron a la prensa, creó un estado de
alarma en las poblaciones cercanas que traspasa lo razonable. Que el
ministerio paralizara la actividad temporalmente ante la aparición de
sismicidad (sin duda inducida por las maniobras de inyección), pareció
una actitud lógica hasta que se estudiara en profundidad las causas y
consecuencias de seguir con la inyección en el almacenamiento. Pero de
ahí a vaticinar la catástrofe absoluta, es una posición poco seria.
Los geólogos no nos oponemos al desarrollo de las investigaciones
energéticas, y mucho menos, a la búsqueda de energías alternativas, pero
siempre con la cautela y buena información requerida para el ejercicio de
las buenas prácticas. Son tiempos nuevos para una buena geología.
EditorialUn colegio con 35 años ante un tiempo nuevo
2 • Tierra y tecnología, nº 44, 2 • Segundo semestre de 2013
Tierra y tecnología, nº 44, 3-7 • Segundo semestre de 2013 • 3
Cena-coloquio de Navidad 2013
NOTICIA
La tarde noche del martes 10 de diciembre, a las 20:00 h, el Ilustre Colegio Oficial de Geólogos celebró su tradicional cena-coloquio de Navidad, en la sede central de Madrid, en la calle Raquel Meller, 7. Entre colegiados, invitados y distinguidos, el número de asistentes fue de unas 65 personas.
Invitado de Honor y asistentesAnte los hechos tan mediáticos que se produje-
ron por la crisis sísmica inducida por la inyec-
ción de gas de la plataforma Castor, en el golfo
de Valencia, y la repercusión que tuvo en los
medios geológicos españoles y extranjeros, se
acordó invitar a la cena al ministro de Industria,
José Manuel Soria, por ser el titular de la polí-
tica gasística española. Se le ofrecieron las
fechas del 10 u 11 de diciembre y, el ministerio,
escogió el día 10. Pocos días antes de la fecha
señalada, concretamente el 27 de noviembre,
se recibe en el Colegio la siguiente comunica-
ción del ministerio:
“Como continuación a la conversación telefónica
mantenida hace unos instantes, les damos las
gracias por la amable invitación de Don Luis Euge-
nio Suárez Ordóñez al cóctel de Navidad, que
celebrarán el martes 10 de diciembre de 2013.
Lamentablemente, y por motivos de viaje oficial, el
Ministro de Industria, Energía y Turismo, D. José
Manuel Soria, no puede asistir a dicho acto.
Rogamos excusen su asistencia.”
Esta circunstancia nos obligó a buscar a un
nuevo invitado que tuviera relación con el mismo
ministerio y que fuera conocedor de temas de
minería y energía. El elegido fue el subdirector
general de Minas, José María Zapardiel, un téc-
nico conocido por el colectivo de geólogos ya que
estuvo varios años destinado en el IGME.
Inicio del actoEn la cena estaba la Junta de Gobierno del ICOG
casi al completo; el presidente, Luis Suárez; el
vicepresidente primero, José Luis Barrera; la vice-
presidenta 2ª, Cristina Sapalski; el secretario gene-
ral, Manuel Regueiro; la vicesecretaria, Carla Mer-
cedes Delgado; el tesorero, Carlos Duch; los vocales,
José Luis González, Miriam Martín, Carlos Calvo,
Ester Boixereu, Ruth Hernández y Benito Ribera;
la jefa de Secretaría, Fátima Camacho; el res-
ponsable de Administración y Calidad, Enrique
Pampliega, y otros trabajadores y colegiados del
ICOG. También estaban el presidente de Geólo-
gos del Mundo y vocal de la Junta, Ángel Carba-
yo, y la vicepresidenta de la Federación Europea
de Geólogos y vocal del ICOG, Nieves Sánchez
Guitián.
TEXTO | Manuel Recio. Europa Press.
FOTOGRAFÍAS | Yolanda García. ICOG.
A la llegada del subdirector general, José
María Zapardiel, fue recibido por el presidente
del ICOG, Luis Suárez, y por el vicepresidente,
José Luis Barrera, que le invitaron a pasar al
despacho de presidencia. Allí se fotografió con
parte de la Comisión Permanente del Colegio (figu-
ra 1) y firmó en el libro de honor (figura 2).
Entre los asistentes destacados a la cena
estaban Gonzalo Echagüe, presidente del Cole-
gio Oficial de Físicos y presidente de la Funda-
ción CONAMA; Lorena Ortega, decana de la
Facultad de Ciencias Geológicas; Agustín Pieren
Pidal, vicedecano de Postgrado y Relaciones
Institucionales de la UCM; Carlos Barat, director
general de Escal UGS; Juan José Durán, subdi-
rector del IGME; Diego Caballo, jefe de la edición
gráfica de EFE; Juan García Portero, colegiado y
responsable de exploración en la Sociedad de
Hidrocarburos de Euskadi (SHESA); Gonzalo Muz-
quiz, secretario de UP, José María Pérez Revenga
y Rafael Pérez Arenas. Una visión de la sala y sus
asistentes se ve en las figuras 3 y 5.
Figura 1. De izquierda a derecha: José Luis Barrera, José María Zapardiel y Luis E. Suárez.
Figura 2. José María Zapardiel firmando en el Libro de
Honor ante el presidente del Colegio, Luis E. Suárez.
Figura 3. Vista de los asistentes a la cena. En primer
término, Héctor Perotas (dcha.) y Carlos Duch (izda.).
CENA-COLOQUIO DE NAVIDAD 2013
4 • Tierra y tecnología, nº 44, 3-7 • Segundo semestre de 2013
El acto oficial dio comienzo con las palabras
de José Luis Barrera (figura 6) dando la bienvenida
a los presentes y disculpando la ausencia del
ministro. A continuación tomó la palabra, el presi-
dente del Colegio, Luis Suárez. Un breve resumen
Algunas delegaciones del ICOG estuvieron
en el acto. Entre ellas se encontraban la del País
Vasco, representada por su presidente y vicepre-
sidente, Miguel Ángel Gómez y Julio Aizpiri, res-
pectivamente; la de Cataluña, representada por
su presidente, Joan Escuer, y su secretario
Ramón Pérez Mir; y la de Asturias, representada
por el nuevo presidente, Olegario Alonso. Tam-
bién asistió el nuevo delegado de Castilla y León,
Álvaro Rodríguez.
Intervención de Luis Suárez
El presidente del ICOG, después de agradecer
la presencia de los invitados, inició su discurso
hablando sobre el anteproyecto de Ley de Ser-
vicios y Colegios Profesionales. Los colegios
debemos promover el cambio de nuestra misión
y valores que nos haga ser útiles para los ciu-
dadanos. En este sentido, desde el marco de la
Unión Profesional, que reúne a 35 Consejos de
Colegios y Colegios de ámbito estatal, los Cole-
gios de Ciencias estamos liderando una actua-
ción constructiva en las alegaciones al antepro-
yecto de LSCP. Así, los Colegios de Ciencias
confiamos en que el Gobierno de España impul-
se en el futuro el proyecto de ley, a la luz de los
principios constitucionales de igualdad de opor-
tunidades e igualdad ante la ley. Los geólogos
deben jugar en España un papel clave para el
desarrollo, y su infrautilización deriva en graves
perjuicios económicos. Parte de su escasa utili-
zación a nivel colectivo se debe a que en las
propias Administraciones Públicas, la presen-
cia activa de geólogos y geocientíficos en sus
respectivas áreas de competencia es alarman-
temente baja, tanto en número, como en su
presencia en puestos decisorios. Sin ir más
lejos, el propio IGME tiene, a pesar de sus
denodados esfuerzos, cada vez menor peso y
presencia institucional y social, y en los cam-
pos específicos de las competencias de las
ciencias geológicas.
El almacenamiento geológico del CO2, el
almacenamiento de gas natural en reservorios
geológicos, la explotación de hidrocarburos a
grandes profundidades, o a partir de la fractura-
ción hidráulica de pizarras, la energía geotérmica,
las nuevas tecnologías de explotación de minas a
cielo abierto, o el almacenamiento de residuos
radiactivos son ejemplos de nuevas tecnologías
que pueden suponer un enorme futuro para satis-
facer y abaratar la demanda energética. En con-
traposición, tenemos a una sociedad enfrentada,
en algunas ocasiones con razón, por la escasa
información en las etapas decisorias.
La llave del futuro próximo está en la
“cuestión energética”, siendo, por tanto,
este tema uno de los retos más importantes en
la actualidad a nivel global.
Además de la energía, la geología y demás
ciencias de la Tierra juegan un papel clave,
entre otros, en los siguientes grandes retos
globales: El agua como georecurso. Los
suelos como recurso en un planeta culti-vado. La prevención, mitigación y control de los riesgos geológicos es una de las
tareas de mayor necesidad y urgencia en un
planeta en el que cada año las pérdidas econó-
micas y de vidas humanas crece exponencial-
mente desde las últimas décadas.
Cuando un ciudadano tiene un problema
geológico (se ha agrietado su edificio o se
colapsa una infraestructura, no se realiza un
aprovechamiento racional de los recursos natu-
rales, padece desastres por inundaciones) no
tiene mecanismos de defensa, dado que la
actuación de los geólogos, en estos casos, es
una actuación curativa. Por ello, demandamos a
los poderes públicos y al Ministerio de Indus-
tria en particular, en beneficio de los ciudada-
nos, que las políticas y planes de actuación
cambien la geología curativa, “tipo bombero”,
por una geología preventiva, silenciosa, efi-
ciente, mediante estudios geológicos, geotéc-
nicos, sísmicos, y de riesgos naturales adecua-
dos para el desarrollo de los proyectos
constructivos y la investigación de los recursos
naturales.
El ICOG también está muy concienciado de
la dura situación actual y, por eso, estamos
ayudando a nuestros colegiados que sufren el
gravísimo problema del paro. Hemos nombrado
delegados del Colegio en Chile, Canadá, Reino
Unido, Colombia y Perú, y nombraremos dele-
gados en los países donde haya nichos de empleo
geológico. Hemos firmado convenios de cola-
boración con las tres consultoras de búsqueda
de empleo internacionales por Internet para
poner en valor nuestros colegiados inscritos en
la bolsa de empleo, con resultados esperanza-
dores.
Por último, quiero aprovechar para felicitar
las Pascuas y desear un próspero año 2014 a
nuestros invitados y a todos los colegiados,
presenciales y por ICOGTV, así como reiterar el
agradecimiento sincero al señor subdirector
general de Minas por su presencia en este acto
y agradecer su franca voluntad de colaboración
con el colectivo de geólogos españoles.
Figura 4. Luis Suárez durante su intervención.
La llave del futuro próximo
está en la “cuestión
energética”, siendo, por
tanto, este tema uno de los
retos más importantes en la
actualidad a nivel global
NOTICIA
Tierra y tecnología, nº 44, 3-7 • Segundo semestre de 2013 • 5
Figura 5. Vista de los asistentes a la cena. En primer término, José María Benegas (dcha.) y Luis Suárez (izda.), en
la recepción del Colegio.
Figura 6. José Luis Barrera presentando el acto.
Figura 9. Manuel Regueiro recogiendo, en representación,
el título de la colegiada Elena Cano Lázaro.
Figura 10. El colegiado David González García
recogiendo su título.
del mismo puede leerse en el cuadro de texto de
la página anterior
.
Eurogeólogos, peritos y títulos profesionalesAl acabar el discurso del presidente Suárez,
Barrera dio la palabra a la vicepresidenta segun-
da, Cristina Sapalski (figura 7), para proceder al
acto de entrega de los títulos profesionales.
Sapalski recordó que el Colegio de Geólogos es
el primer colegio en emitir el título de Geólogo
Europeo de la Federación Europea de Geólogos.
Título de Geólogo Europeo
Guillermo Galán Martínez•
Enrique M. Álvarez Areces•
Santiago Veyrat Marqués•
Tomás García del Valle•
Luis Jesús Palmero Fernández•
Antonio Sánchez Lallana • (figura 8)
Elena Cano Lázaro (en su nombre lo recogió •
Manuel Regueiro, figura 9)
Rodrigo Nogués Herrero•
Pablo Morilla Moar•
Marta González Méndez•
Alfredo Varela Suárez•
Francisco Manuel Garrido•
Belén Herráez González•
José Luis Moya Mejías•
José Ignacio Escavy Fernández•
Emma López Guerrero•
Iván Reig Cerda•
Álvaro Ricardo Garrido Hernán•
Iván Cuervo Suárez•
Francisco Javier Guerrero Adame•
Ignacio Serrano López•
Emilio Linde Arias•
Ildefonso Jambrina Bermejo•
Cristina del Blanco Burón•
Addi Hmata Hmata•
Antonio Alberto Andrino Silgo•
Juan Ramón Jiménez López•
Ernesto Iglesias González•
Juan José Gallardo Jiménez•
Enrique Crespo Martín-Moro•
Título de Geólogo Profesional Especialista
Guillermo Galán Martínez / Hidrogeología•
Enrique M. Álvarez Areces / Petrología•
Santiago Veyrat Marqués / Geotecnia•
Rafael Budia Díaz / Ingeniero Geólogo•
Luis Jesús Palmero Fernández / Geotecnia e •
Ingeniería Geológica
Elena Cano Lázaro / Ingeniero Geólogo•
Rodrigo Nogués Herrero / Geotecnia•
Pablo Morilla Moar / Ingeniería Geológica•
Alfredo Varela Suárez / Geotecnia•
Belén Herráez González / Ingeniería Geológica•
José Luis Moya Mejías / Hidrogeología•
Iván Reig Cerda / Ingeniería Geológica•
Iván Cuervo Suárez / Ingeniería Geológica•
David González García / Ingeniería Geológica •
(figura 10)
Figura 7. Cristina Sapalski presentando los títulos
profesionales.
Figura 8. El colegiado Antonio Sánchez Lallana
recogiendo su título.
CENA-COLOQUIO DE NAVIDAD 2013
6 • Tierra y tecnología, nº 44, 3-7 • Segundo semestre de 2013
Juan Carlos González Barrado / Ingeniería Geo-•
lógica (en su nombre lo recogió Manuel Reguei-
ro, figura 11)
Ignacio Serrano López / Ingeniería Geológica•
Antonio Alberto Andrino Silgo / Ingeniería Geo-•
lógica
Juan Ramón Jiménez López / Patología y Desas-•
tres Naturales
Roberto Álvarez de Sotomayor / Ingeniería Geo-•
lógica (figura 12)
Nuria Álvarez García / Ingeniería Geológica •
(figura 13)
Enrique Crespo Martín-Moro / Hidrogeología•
Francisco Alonso Couce / Comercio de fósiles •
y minerales
Titulo de Perito Geólogo
César Cambese Torres / Ingeniería Geológica•
Ignacio Serrano López / Ingeniería Geológica•
Roberto Álvarez de Sotomayor / Ingeniería Geo-•
lógica
Nuria Álvarez García / Ingeniería Geológica•
DistincionesDespués de la entrega de los títulos, el secreta-
rio del Colegio, Manuel Regueiro (figura 14), leyó
el acta en que se nombraba Miembro de Honor
del ICOG a doña Amelia Ruth Moyano, vicerrec-
tora del Campus Duques de Soria de la Universi-
dad de Valladolid (figura 15). Tras sus palabras
de agradecimiento (figura 16) se procedió a la
clausura del acto a cargo de José María Zapar-
diel, subdirector general de Minas.
Figura 16. Amelia Ruth Moyano agradeciendo la
distinción.
Figura 11. Manuel Regueiro recogiendo, en representación,
el título del colegiado Juan Carlos González Barrado.
Figura 13. La colegiada Nuria Álvarez recogiendo su
título.
Figura 12. El colegiado Roberto Álvarez de Sotomayor
recogiendo su título.
Figura 14. Manuel Regueiro presentado las
distinciones.
Figura 15. Amelia Ruth Moyano recogiendo su distinción de Miembro de Honor del ICOG, de manos de José María
Zapardiel, ante el presidente del Colegio.
Intervención de José María ZapardielTerminado el acto de entrega de distinciones,
José Luis Barrera, presentó al invitado José María
Zapardiel, un ingeniero de Minas por la Universi-
dad Politécnica de Madrid y, actualmente, subdi-
rector general de Minas en la Secretaría de
Estado de Energía. Zapardiel ha estado varios
años destinado en el IGME, donde trabajó en
colaboración con varios de los geólogos de la
institución. En el cuadro de texto adjunto, hay un
breve resumen de su discurso.
NOTICIA
Tierra y tecnología, nº 44, 3-7 • Segundo semestre de 2013 • 7
En primer lugar, quisiera excusar la ausencia del
ministro de Industria, Energía y Turismo que, pre-
viamente había comprometido su asistencia a
este acto.
Allá por el año 1976, un ingeniero de Minas
recién titulado, obtiene su primer trabajo.
¿Dónde? En un pequeño pueblo de la provincia
de Orense (La Gudiña). ¿Con quién? Con un
equipo de geólogos de la Compañía General de
Sondeos en un proyecto de investigación geoló-
gico-minera. Este hecho marcaría la primera
parte de mi vida profesional, y hasta el año 1993,
en el que pasé al Ministerio, en todos los pro-
yectos en que participaba lo hacía de la mano y
junto a geólogos, de Ibergesa, de Enadimsa, de
otras muchas empresas y, naturalmente, del
IGME, donde debuté con el equipo de geología
del MAGNA.
Ahora, en la fase final de mi vida laboral, es
un honor para mí reencontrarme con mis anti-
guos compañeros y poder agradecerles todo lo
que de ellos aprendí.
La utilización de los recursos naturales es
fuente de materias primas esenciales para el
desarrollo industrial y social de la Unión Euro-
pea. Las estrategias deben involucrar a todos
los actores que intervienen en el desarrollo del
sector. Pero los problemas del desarrollo soste-
nible no son iguales en la minería, en la explo-
tación de los hidrocarburos o en el aprovecha-
miento de sus estructuras, ni en los recursos
geotérmicos, y no digamos, en el de los mine-
rales radiactivos.
Las políticas de desarrollo sostenible no
pueden consistir exclusivamente en aumentar
la severidad de las políticas de protección
medioambiental, sino que, en la consideración
de que los conceptos “desarrollo” y “sostenibi-
lidad” deben tener un mismo peso, es preciso
que en aquellas se contemple un equilibrio
razonable entre los tres pilares: SOSTENIBILI-
DAD ECONÓMICA (crecimiento económico)
SOSTENIBILIDAD SOCIAL (equidad social) y
SOSTENIBILIDAD ECOLÓGICA (protección am-
biental).
La responsabilidad de evitar un deterioro
que perjudique el futuro reposa sobre el pilar
medioambiental del desarrollo sostenible, en
tanto que la preocupación por la satisfacción
de las necesidades actuales se reparte entre
los otros dos.
En definitiva, el desarrollo sostenible requie-
re la satisfacción de dos necesidades, que en el
caso de la minería son: la de disponer de mate-
rias primas minerales y la de proteger el medio
ambiente.
Ello significa que las actividades extractivas
tienen que realizarse consiguiendo a la vez unos
logros económicos y unos logros medioambien-
tales consistentes en que del ejercicio de la
actividad resulte que al menos el medio natural
no se deteriore.
En mi opinión, la protección, e incluso la
mejora, medioambiental ante la actividad econó-
mica, solamente puede llevarse a cabo con éxito,
si se cuenta con un conocimiento profundo de
cómo funciona la naturaleza y con instrumentos
para desarrollarlos. Y es aquí donde ustedes
deben jugar un papel importante.
La falta de una conceptuación clara de obje-
tivos, y sobre todo de su priorización, ha traído
consigo que se haya entendido el medio ambiente
de una manera localista, en cuanto a la extensión,
y muy amplia en cuanto al objeto de protección.
Como apunte final, quisiera recordar la decla-
ración de la Comisión Europea sobre la IMPOR-
TANCIA DE LAS MATERIAS PRIMAS a través de
la INICIATIVA EUROPEA DE MATERIAS PRIMAS
(RMI) (2008): cubrir las necesidades fundamenta-
les en Europa para generar crecimiento y empleo
y sus tres pilares (garantizar el acceso, potenciar
un suministro sostenible y reducir el consumo).
Pero para abordar todo lo apuntado ante-
riormente sería necesario un PLAN NACIONAL
DE MATERIAS PRIMAS en el que: definir una
política nacional de minerales (planificación
estratégica); poner en marcha un proceso de auto-
rización de la investigación y extracción de
minerales que sea claro; modificación de la Ley
de Minas, configurándola como Ley de Bases,
adaptándola al estado de las autonomías y a
las nuevas exigencias económicas y medioam-
bientales; creación de una Comisión Nacional
para la Industria Extractiva como punto de
referencia entre las diferentes administracio-
nes públicas con competencias en minería y el
resto de agentes del sector minero; revisión de
las Normas UNE a través del Subcomité Técni-
co de Normalización de AENOR “Gestión Mine-
ra Sostenible”.
Y en esta tarea debemos estar todos, ya no
hay que olvidar que, según la última estadística
minera (2011), existen 3.411 explotaciones en
activo con 35.262 empleos directos (por 3 en
indirectos) con un valor de la producción: 3.250
M€, lo que significa riqueza para el país.
Antes de finalizar, me gustaría reiterar mi
agradecimiento por permitirme poder compartir
estos momentos con los presentes, y en espe-
cial con mis antiguos compañeros, con los que
he vivido largas y / a veces lluviosas y nevadas
campañas geológicas por esas tierras de nues-
tra geografía.
Intervención de José María Zapardiel
Figura 17. José María Zapardiel durante su intervención.
Con las palabras del subdirector general, se
dio por concluido el acto oficial. A continuación
se ofreció a todos los asistentes un cóctel
variado de degustaciones culinarias para poder
acompañar las diferentes conversaciones, reen-
cuentros e incluso hasta contactos profesiona-
les, como siempre, en un ambiente distendido y
amable.
Alrededor de las 22:30 horas finalizó el acto.
Los asistentes se iban despidiendo de manera
escalonada. Todos salieron agradecidos. Hasta el
año que viene.
8 • Tierra y tecnología, nº 44, 8-20 • Segundo semestre de 2013
Aspectos de la construcción del edifi cio Carrión en la Gran Vía de Madrid
ASPECTOS DE LA CONSTRUCCIÓN DEL EDIFICIO CARRIÓN EN LA GRAN VÍA DE MADRID
El edificio Carrión es todo un icono de la arquitectura de la Gran Vía de Madrid. Desde su origen, es más conocido como edificio Capitol por el cine del mismo nombre y por el hotel que en su día también se llamaba igual. En el artículo se describen, por una parte, la cimentación de una obra singular con un programa diverso, y, por otra, la estructura, el uso de la piedra, sus tipos en sus diferentes formas de colocación, por su situación (exterior-interior), tratamiento decorativo y acabados.
El edificio Carrión es el resultado de un concurso
promovido por Enrique Carrión y Vecín (1877-
1950), marqués de Melín, en el año 1930, quien
había adquirido uno de los mejores solares en el
inicio del tercer tramo de la Gran Vía. Carrión
convocó un concurso entre varios arquitectos
conocidos en el ambiente arquitectónico del
Madrid de la época (Cárdenas, Muguruza, Gutié-
rrez Soto, Garay y Zavala y Paramés con Rodrí-
guez Cano, además de Eced y Feduchi) con el
propósito de adjudicar la obra al mejor proyecto.
Carrión tras examinar los distintos trabajos des-
estimó su idea inicial y lo adjudicó al presentado
por unos jovencísimos Luis Martínez-Feduchi
Ruiz y Vicente Eced Eced.
Se trataba de resolver la esquina que se
producía entre la calle Jacometrezo y la nueva
Gran Vía en el quiebro que realizaba a partir de
la plaza de Callao. Era un solar de forma irregu-
lar, con dos fachadas importantes a las dos vías
TEXTO | Ignacio Feduchi Benlliure, arquitecto.
FOTOGRAFÍAS | VV. AA. Palabras clave
Edificio Carrión, edificio Capitol, arquitectura, Gran Vía, Feduchi, Eced.
Figura 1. Plano de la Gran Vía con la planimetría antigua sobre la que se trazó. En rojo, la parcela del edificio.
Figura 2. Vista del solar y la Gran Vía desde la plaza de Callao. Año 1931.
HISTORIA DE LA ARQUITECTURA
Tierra y tecnología, nº 44, 8-20 • Segundo semestre de 2013 • 9
“La cimentación, como
reflejo de la estructura
portante del edificio,
no plantea soluciones
especiales, a pesar de
que el edificio sí que
tiene varias aportaciones
novedosas a la estructura”
Figura 3. Vista aérea de la Gran Vía desde la Red de San Luis. Hacia 1931. Figura 4. Vista de la Gran Vía desde la Red de San Luis.
Al fondo, el solar del edificio Capitol. El edificio de la
Telefónica estaba ya construido.
Figura 5. Conjunto de la plaza de Callao con el edificio Capitol ya construido. Finales de los años cuarenta.
citadas y dos medianerías a dos edificios, uno
ya construido con fachada a la calle Jacometre-
zo y otro por construir con fachada a la Gran
Vía. Se puede decir que era el resultado del
trazado de la nueva calle, con el reparto de las
parcelas de forma más o menos regular que
tuvieran sus fachadas a la calle principal, y el
encuentro con el trazado viario existente (figu-
ras 1 y 2). Sin embargo, su situación respecto al
eje del segundo tramo de la Gran Vía proporcio-
naba una visión muy importante de fondo de
perspectiva desde la Red de San Luis que pro-
curaba una singularidad entre el resto de los
solares regularmente alineados y parecía ser
una de las razones que resultaron atractivas a
Carrión para actuar sobre este solar, de compli-
cada geometría.
El programa del edificioEl concurso proponía un programa complejo del
edificio que albergaba un cine, un hotel, apar-
tamentos, restaurante, cafeterías, sala de fies-
ta y tiendas; un programa amplio y diverso que
requería una solución singular que expresara
exteriormente una personalidad reconocible,
acentuada por la su situación particular en la
red urbana, como ya se ha descrito (figuras 3,
4 y 5).
El terreno y la cimentación
En principio, de los planos que disponemos pode-
mos deducir que la cimentación, como reflejo
de la estructura portante del edificio, se plantea
como una solución inmediata, a pesar de que el
edificio tiene varias aportaciones novedosas a la
estructura, que sin embargo parece que no nece-
sitan aportarse en la propia cimentación.
De la documentación histórica del proyecto
no existe ningún documento que formule un
estudio particular sobre la naturaleza del terreno
sobre el que había que construir. Por un lado, se
trabajaba con la experiencia que suministraban
los terrenos circundantes sobre los que ya se
ASPECTOS DE LA CONSTRUCCIÓN DEL EDIFICIO CARRIÓN EN LA GRAN VÍA DE MADRID
10 • Tierra y tecnología, nº 44, 8-20 • Segundo semestre de 2013
Luis M. Feduchi (1901-1975)
Luis M. Feduchi nace en Madrid el 11 de mayo de 1901. Desde muy joven vive con su tío y padrino Luis Cabello Lapiedra, arquitecto, que influyó en su formación y orientó en la elección de su futuro profesional. Estudia en la Escuela de Arquitectura de Madrid. Compagina la carrera con el diseño de muebles y trabaja en los estudios de
Gutiérrez Soto e Ignacio Cárdenas, con el que colabora en la decoración del vestíbulo de Telefónica. En 1927, se casa con Matilde Benlliure, hija del pintor Blas Benlliure. En los primeros años participa en concursos (parador de carretera de la Secretaría de Turismo, con su compañero Eced, y en el monumento a Pablo Iglesias, en el que gana un accésit) y exposiciones. En 1929 comienza como arquitecto con los proyectos del Parador de Oropesa y, sobre todo, el edificio Carrión de Madrid (Capitol), este con Vicente Eced. El Parador de Oropesa fue uno de los primeros proyectos de rehabilitación y cambio de uso en una construcción histórica que se realizaron en España. El Capitol, edificio con múltiples actividades, resulta la imagen del Madrid moderno de entonces y de todas las épocas. En ambos edificios se encarga de la decoración y del diseño del mobiliario, como hará a partir de entonces en numerosas ocasiones. Une sus dos apellidos en uno sólo, Martínez -Feduchi. Con la Guerra Civil el trabajo se paraliza y empieza a realizar decorados para películas y para teatro. También, en esa época, comienza a escribir La historia del mueble. Durante la Guerra desempeña el trabajo de experto en muebles en la Junta Delegada de Incautación, Protección y Conservación del Tesoro Artístico
Nacional. Cuando termina la Guerra, como experto en artesanía popular y mobiliario, realiza la restauración del Castillo de la Mota de Medina del Campo y de las Navas del Marqués (Ávila).El Ministerio de Asuntos Exteriores le encarga la remodelación del Palacio de España en Roma y, hasta el final de su vida, será arquitecto asesor de este Ministerio realizando proyectos fuera de España, remodelaciones de edificios ya existentes e informes acerca de las embajadas o edificios españoles en el extranjero, además de diversos trabajos museísticos. En 1946 publica La
historia del mueble y La casa por dentro. A la vez, empieza a dirigir una colección “El mueble en España”, sobre los muebles de los museos de Madrid, y siguió participando en proyectos cinematográficos. Compagina el ejercicio libre de la profesión con trabajos para diferentes organismos oficiales. En 1950, su actividad se concentra en el proyecto y desarrollo de la obra del Hotel Castellana Hilton de Madrid, un edificio de programa complejo, con usos y sistemas de organización completamente desconocidos en España. Diseña y controla todos los aspectos ligados a los diversos servicios: comerciales, decoración, diseño de cuberterías, etc. Por desgracia, nada de ello se conserva.Crea, junto a los arquitectos Javier Carvajal y Carlos de Miguel, una nueva iniciativa en España, a través de SEDI (Sociedad para Estudios de Diseño Industrial), dedicada a la promoción del diseño industrial, que tuvo un eco bastante notable en el desarrollo del diseño. En su faceta de relación con la Administración, siguió trabajando para el Ministerio de Asuntos Exteriores, en Roma, Lisboa, Budapest, Praga y Madrid (especialmente en el proyecto no ejecutado de restauración de la iglesia de San Francisco el Grande). Su interés por la arquitectura popular le llevó a formar unos grupos de trabajo con los que realizó una colección de cinco volúmenes sobre la arquitectura popular española.Luis M. Feduchi murió en Madrid el 30 de septiembre de 1975.
Vicente Eced y Eced (1902-1978)
Natural de Valencia, Eced se tituló en la Escuela de Arquitectura de Madrid en 1927, donde fue compañero de Luis Martínez-Feduchi (1901-1975), además de amigo y vecino. Sus inicios profesionales fueron junto a Martínez-Feduchi, y ambos se hicieron populares por haber diseñado el conocido y emblemático Edificio Carrión (1931-34) (también llamado edificio Capitol), en la Gran Vía de Madrid. La gran calidad constructiva del edificio, les hace ganar la segunda medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes del año 1934, tras quedar desierto el primer premio, después de obtener el mobiliario diseñado por Feduchi el premio del Ayuntamiento de Madrid en 1933. El estilo arquitectónico de Vicent era de una visión moderna expresionista y próxima al art decó, propio de la época.
Durante la Guerra Civil española, Eced fue capitán en el bando republicano. Tras la finalización de la contienda, su adscripción al bando republicano le supuso la inhabilitación, hasta que, en 1945, pudo trabajar en el estudio del arquitecto Secundino Zuazo.Dedicó parte de los esfuerzos creativos a diversos proyectos de cines como el cine Vergara, en la calle de Goya, nº 67 (Madrid) (1948-1949), o los cines Roxy A y B, en la calle de Fuencarral, nº 123 (Madrid) (1950-1952). Además construyó un edificio de viviendas en el Paseo de la Habana, 84 (1956), varios establecimientos para la Editorial Aguilar, y numerosas viviendas en Alicante, Alcalá de Henares y Meco.
HISTORIA DE LA ARQUITECTURA
Tierra y tecnología, nº 44, 8-20 • Segundo semestre de 2013 • 11
Por tanto, el estudio geotécnico que hoy día
se realiza no era lo habitual. En cuanto a la
calidad de los terrenos, se sigue igualmente el
criterio de apoyarse en la experiencia de los
edificios vecinos, así como posiblemente el cono-
cimiento generalizado del tipo de tierras en esa
parte alta de la nueva Gran Vía. Hay que tener
en cuenta que cuando se construye el Capitol ya
están edificados el Palacio de la Prensa, Telefó-
nica (en este caso, la cimentación se realiza con
pozos y zapatas aisladas llegando a bastante
profundidad en razón de la construcción del
había edificado y proporcionaban datos del com-
portamiento del terreno. Por otra parte, parece que
se aplicó la práctica de la construcción en la época,
es decir, la apertura de pozos o catas hasta llegar
a un firme que se considerara suficiente y homogé-
neo para una presión determinada que evite dife-
rentes asientos, justificado mediante sistemas
tradicionales para confirmar que el terreno no
cediera al aplicarles una carga progresiva sobre
una superficie determinada, o como dureza en la
hinca de pilotes y comprobación del rechazo. Así,
en la memoria del proyecto los arquitectos dicen:
metro), el cine Callao y bastantes edificios de la
primera y segunda parte de la Gran Vía, varios
de mayor altura y otros de dimensiones bastan-
te importantes. En los datos que se tienen de la
construcción de la plaza de Callao, se puede
observar que las excavaciones están realizadas
con cortes limpios verticales y las tierras per-
manecen sin desprendimientos. Es de suponer
que, como para Telefónica, se hicieron las prue-
bas oportunas para la cimentación de un “ras-
cacielos”, y sirvieron de experiencia para los
demás. Por otro lado, la construcción del metro
también aportaría datos sobre vías de agua,
niveles freáticos o calidades de tierras que no
se han trasladado a los proyectos (figuras 6, 7,
8 y 9).
Sin embargo, el proyecto incluye una
solución que, aunque su justificación es un
procedimiento para la defensa de la humeda-
des, en definitiva beneficia al sistema de
cimentación y estructural. Así, la memoria con-
tinúa:
“Se aplicó la práctica de la construcción en la época,
la apertura de pozos o catas hasta llegar a un firme que
se considerara suficiente para confirmar que el terreno
no cediera al aplicarles una carga progresiva sobre una
superficie determinada”
Figura 6. Fase de excavación.
Figura 7. Fase de excavación.
Figura 8. Comienzo de la construcción.
Figura 9. Fase de excavación.
ASPECTOS DE LA CONSTRUCCIÓN DEL EDIFICIO CARRIÓN EN LA GRAN VÍA DE MADRID
12 • Tierra y tecnología, nº 44, 8-20 • Segundo semestre de 2013
En la planta sótano se aprecia claramente la
construcción de un muro perimetral de hormigón
(figura 10) como muro de contención de los dos
sótanos, a unos dos metros por fuera de la línea
de edificación del solar (como era habitual hacerlo
para procurar luz y ventilación a los sótanos), que
cada tres metros tienen un contrafuerte también
de hormigón (que en la memoria denominan mure-
tes) y paralelamente la estructura propiamente
dicha del apoyo del edificio, ya en la línea de
cerramiento. Con ello, se crea una zapata corrida
en todo el perímetro de la edificación, atada a la
estructura del edificio y a sus zapatas con lo que
se que constituye un elemento monolítico.
Este sistema se empleó para la cimentación
de las fachadas a las calles. El resto está realiza-
do con zapatas aisladas, como dice la memoria,
de las dimensiones deducidas del cálculo. En
cuanto a las dos medianerías con las fincas
colindantes es de suponer, a través de las fotos
que disponemos, que se realiza una especie
muro-pantalla semejante al citado para el perí-
metro exterior. Durante la obra, solamente esta-
ba construido el edificio de la medianería de
menor dimensión, que correspondía a la zona de
la pantalla del cine, y que se puede ver apeado
en las fotografías, pero suponemos que la solu-
ción del muro de contención se llevaría también
al solar contiguo, todavía sin edificar (figura 11).
La estructura
La estructura del edificio estuvo calculada por
Agustín Arnáiz, ingeniero militar que, según dice
Luis Moya (arquitecto de la contrata), estuvo rela-
cionado con Flórez y Muguruza para realizar la
ampliación del anfiteatro y la caja escénica del
Teatro Real, obra realizada en hormigón armado.
Calcula por tanto las vigas Vierendeel (una viga con
forma de celosía ortogonal inventada y patentada
por Jules Arthur Vierendeel al que le debe su nom-
bre) que cubren el cine y que, en su fecha, suponen
una referencia tecnológica importante. Además, se
realizan otras vigas de este tipo pero metálicas
para la entrada del cine, del hotel y la cafetería. Se
puede deducir que la cimentación del edificio fue
también realizada por Arnáiz en función a las car-
gas derivadas del cálculo de la estructura y, por
tanto, el muro de contención, dimensionamiento
de las zapatas y cadenas de atado y refuerzos
(figura 12).
Figura 10. Plano del segundo sótano donde se aprecia el muro perimetral de construcción.
Figura 11. Fase de construcción. Se puede ver apeada
la pared medianera del edificio contiguo.
Figura 12. Fase de construcción. Cadenas de atados
y refuerzos.
HISTORIA DE LA ARQUITECTURA
Tierra y tecnología, nº 44, 8-20 • Segundo semestre de 2013 • 13
La ejecución de un segundo sótano, casi
dedicado a las instalaciones (especialmente el
aire acondicionado), obliga a una excavación
profunda (como puede verse en las fotografías)
y permite llegar a un firme bastante homogéneo.
Aunque en la memoria se indica que se conti-
nuará excavando en los puntos que sea necesa-
rio para conseguir la resistencia del terreno
deseada, no se cita ninguna situación especial
concreta, ni existe ningún documento que los
exprese.
También a través de las fotografías se apre-
cia alguna galería interrumpida que queda a un
nivel bastante superior del plano de cimentación
y se puede intuir que los contrafuertes adquieren
una dimensión mayor a la que está dibujada en
los planos (figura 13).
Podemos concretar que la cimentación gene-
ral del edificio está proyectada y realizada median-
te zapatas individuales aisladas o atadas, con la
particularidad de la ejecución de una zapata corri-
da perimetral donde se apoya excéntricamente un
muro de contención reforzado con contrafuertes
también de hormigón. De esta zapata corrida
externa arrancan también los soportes de la
estructura de la fachada de tal forma que consti-
tuyen un cuerpo de base en todo el perímetro del
edificio proporcionando una solidez al conjunto
estructural. La unión del muro de contención y los
contrafuertes con la zapata se refuerza con unos
cartabones también de hormigón, que no podemos
distinguir en las fotografías.
En el plano de sección del proyecto, puede
apreciarse la intención de hacer el encuentro del
soporte con la zapata con plano inclinado, en
forma de pirámide (figura 14) con la idea de los
cartabones que se citan, y construir una zapata
más rígida. También se puede ver en la planta del
primer sótano, el aprovechamiento del espacio
ente la línea de fachada y el muro de contención
para uso del local. Como ya se dice al principio,
este espacio servía también como cámara de
ventilación e iluminación de los sótanos, y es
frecuente ver en los edificios de la época que el
pavimento de la acera está formado por hormi-
gón traslúcido o trampillas que lo comunican con
el exterior, lo que era de uso común en los edifi-
cios también para alojamiento de escaleras de
evacuación directas a la calle o de plataformas
elevadoras para suministro de mercancías a los
sótanos. En nuestro caso se ve en los planos
(figura 15) el aprovechamiento de esta cámara
en parte de la sala de fiestas, la colocación de
una escalera de comunicación y una plataforma
elevadora (figura 12).
Conocemos los sistemas constructivos del
momento, que eran bastante básicos, con vacia-
dos a mano y movimiento de materiales con
carretillas sobre vías, poleas y grúas muy senci-
llas. También se puede deducir que la excavación
se hizo escalonada para evitar desprendimientos
y, por tanto, la cimentación por tramos.
En la figura 16 se puede distinguir que la
estructura del hotel se realizó en acero y la del cine
en hormigón por seguridad en caso de incendio.
Uso de la piedra en el edificio CapitolDesde la presentación del proyecto al concurso
ya se advertía, en la maqueta que se adjuntaba a
los planos, la intención de que el edificio estuvie-
ra revestido de piedra (figuras 17 y 18). Sin embar-
go, el resto de los participantes presentaban
soluciones de fachadas en ladrillo con más o
Figura 13. Fase de excavación. Galería de agua que queda al descubierto en el talud de la excavación.
Figura 14. Plano sección del proyecto. Se aprecia las zapatas en forma de pirámide.
“Los sistemas
constructivos del momento
eran bastante básicos,
con vaciados a mano
y movimiento de
materiales con carretillas
sobre vías, poleas y grúas
muy sencillas”
ASPECTOS DE LA CONSTRUCCIÓN DEL EDIFICIO CARRIÓN EN LA GRAN VÍA DE MADRID
14 • Tierra y tecnología, nº 44, 8-20 • Segundo semestre de 2013
menos impostas o molduras que aparentaban
estar proyectadas para realizar en piedra. Obser-
vando la evolución de los edificios de la nueva
Gran Vía se comprueba que la piedra se suele
utilizar en el zócalo del edificio, ocupando la
planta baja (normalmente comercial), o en algún
detalle de la portada del acceso y, en pocos
casos, se llevaba la piedra hasta la primera plan-
ta. La arquitectura del primer tramo de la Gran
Vía está constituida por edificios con un trata-
miento de fachada con aspecto significativo, con
columnas, molduras, frontones, ménsulas, balaús-
tres, impostas, etc., elementos característicos de
la arquitectura de la época, que proporcionaban
al edificio la importancia que se le otorgaba.
Todo el tratamiento de los paramentos están
realizados con un tipo de revoco, recubrimiento o
pintura sobre las superficies lisas de fachada o
sobre las molduraciones, capiteles, estatuas,
balaustres y otras piezas decorativas, muchos
realizados en piedra artificial o con moldes para
facilitar su repetición, sin la intención de hacer
grandes contrastes de color o textura entre los
diversos tipos de piezas que se tratan, solamente
algún cambio de color dentro de la tonalidad
para favorecer la distinción de planos, vuelos o
tipo de pieza. Este criterio se ha continuado y
generalizado en las diferentes restauraciones
que se han llevado a cabo en muchos de los
edificios, pintando la totalidad de la fachada con
el mismo tipo de acabado y color, haciendo per-
der la personalidad de su fachada.
Sin embargo, ya en el segundo tramo comien-
zan a aparecer edificios realizados en ladrillo
visto en los paramentos lisos, utilizando la piedra
natural o artificial para columnas, recercados,
embocaduras, etc. Precisamente, en la propia
plaza de Callao estaba recién terminado el Pala-
cio de la Prensa, construido de esta manera por
Muguruza, y cercano se halla el Palacio de la
Música, de Zuazo, también con ladrillo en las
fachadas. El uso de este material se empieza a
extender en la arquitectura madrileña en este
momento como lienzos, acentuando la planei-
dad del muro. Son varios los arquitectos más
modernos del momento los que lo utilizan de
forma generalizada, como es la Casa de las Flo-
res en el barrio de Argüelles (Zuazo) o muchos
Figura 15. Plano de la planta, donde se aprecia el sistema de aire acondicionado y la sala de fiestas.
Figura 16. Fachada de la calle Jacometrezo. La estructura del hotel, en primer término, se realizó en acero, y la del
cine, al fondo, en hormigón.
HISTORIA DE LA ARQUITECTURA
Tierra y tecnología, nº 44, 8-20 • Segundo semestre de 2013 • 15
de los edificios de Ciudad Universitaria (Facultad
de Ciencias, Hospital Clínico, Medicina, Farma-
cia, Filosofía, etc.), valiéndose entonces de las
piedras como piezas para remarcar huecos, jam-
bas, impostas, albardillas, remates o portadas.
También el chapado de piedra liso se introduce
como parte del idioma arquitectónico de la
modernidad europea y americana, como se pue-
de ver en la cercana Telefónica, de Cárdenas, o
ya en el Círculo de Bellas Artes, de Palacios.
En esta situación, cuando los arquitectos
empiezan a desarrollar el proyecto definitivo del
Capitol, se plantean la duda de cambiar las
fachadas originales de piedra por ladrillo, valo-
rando también que la ejecución en piedra supo-
nía un precio mucho mayor. Sin embargo, aunque
desconocemos las conversaciones con Carrión,
se decidió mantener la idea original de la piedra
como material principal del chapado de las
fachadas y no abaratar el proyecto.
La medida requiere por tanto un plantea-
miento del trato del material en la fachada, su
calidad, color y textura, que procuraran propor-
cionar la dignidad e imagen que se pretendía
prestar al edificio y habría que determinar su
colocación, sujeción, uniones, dibujo de los
despieces, etc., que siempre requiere un traba-
jo en piedra, mientras que el ladrillo, aparejado
de forma uniforme, siempre daría el resultado
de telón de fondo sobre el que se destacarían
los elementos arquitectónicos que se desearan
(huecos, impostas, jambas, etc.) con otro resulta-
do expresivo.
Esta decisión del uso de la piedra para iden-
tificar lugares o partes se introduce también en
el interior del edificio, como recurso para perso-
nalizar los diversos locales, utilizando revesti-
mientos pétreos que consiguieron unos acabados
de gran calidad constructiva y espacial.
La empresa adjudicataria de la obra fue
Construcciones Macazaga, de origen vasco, y
ésta contrató a Luis Moya como arquitecto de la
empresa en la dirección de la obra. El propio Luis
Moya dice, en una entrevista, que la contrata-
ción de canteros vascos colaboró en la buena
ejecución del trabajo de cantería.
En el proyecto se indican ya los tipos de
piedra que se utilizarán en las fachadas hasta el
punto que los propios arquitectos se acercaron a
las canteras para seleccionar el tipo de piedra,
del que vamos a ir describiendo y comentando su
uso y colocación (figuras 19, 20 y 21).
En las bandas horizontales de los antepe-
chos de las ventanas de la fachada curva se
colocó granito de Segovia (el proyecto dice gra-
nito “Mars”; no se ha podido conocer a qué tipo
de granito se refiere). Es un granito muy unifor-
me en color, seleccionado sin manchas, de grano
fino, que permite hacer unas molduras muy
ligeras, rectas, escalonadas, con aristas muy
limpias y vivas. Según se indica en los documen-
tos del proyecto, las piezas venían labradas de
la cantera y en la obra se ajustaban los encuen-
tros y se pulían, una vez terminada la banda
(figuras 22 y 23). Hay que tener en cuenta que
las curvas de la fachada tienen diferentes
radios, de manera que habría que tener planti-
llas en la cantera para que llegaran lo más
exactas posible. También las piezas del remate
de la torre en forma de dientes están realizadas
con granito (figura 24).
Para las molduras de ventanas, jambas e
impostas se utilizó piedra caliza de Colmenar de
Figura 17. Maqueta presentada al concurso. Figura 18. Maqueta metálica del edificio presentada al concurso.
“En el proyecto se indican
ya los tipos de piedra
que se utilizarán en las
fachadas hasta el punto
que los propios arquitectos
se acercaron a las canteras
para seleccionar el tipo
de piedra”
ASPECTOS DE LA CONSTRUCCIÓN DEL EDIFICIO CARRIÓN EN LA GRAN VÍA DE MADRID
16 • Tierra y tecnología, nº 44, 8-20 • Segundo semestre de 2013
Oreja, piedra que admite un buen trabajo de
labra fina, es impermeable, limpia y de color
blanco uniforme con lo que se consigue un aspec-
to de continuidad sin cortes en las juntas, como
si fuera una pieza. Esta piedra ha sido utilizada
en Madrid en múltiples monumentos, en capite-
les, estatuas, frontones, etc., precisamente por
las buenas cualidades de su trabajo y poca
absorción de agua, con respecto a heladas y fil-
traciones de agua en los edificios, además de la
uniformidad general del color.
Para el cerramiento de fachada se utilizó
arenisca de Salamanca, la conocida arenisca de
Villamayor, con un despiece regular, colocada
con la junta encontrada, formando las hiladas,
bandas y entrecalles, que con la ligera variación
de color se aprecia en la fachada la intención de
manifestar el tipo de piedra; en los antepechos
de las ventanas se coloca caliza en un plano un
poco remetido de las pilastras, más uniforme de
color, que acentúa algo la verticalidad de dichas
pilastras pero con la incorporación de unas
pequeñas molduras rectas formando parte de
las ventanas. El chapado de los antepechos y
molduras tiene un grueso de piedra bastante
significativo, teniendo en cuenta que debe
Figura 19. Canteras de caliza lacustre del Mioceno
superior (hace 10-5 millones de años), en Colmenar de
Oreja, Madrid.
Figura 21. Los arquitectos visitando las canteras de caliza de Colmenar. De derecha a izquierda, el primero Feduchi
y el segundo Eced.
Figura 20. Bloques cortados de caliza en las canteras
de Colmenar de Oreja.
Figura 22. Vista de las bandas de piedra de la fachada.
HISTORIA DE LA ARQUITECTURA
Tierra y tecnología, nº 44, 8-20 • Segundo semestre de 2013 • 17
absorber el labrado en curvo y el tallado de
ciertas molduras dentro del espesor. En el caso
del chapado liso la dimensión del grueso es la
normal para cada tipo de piedra (figuras 25, 26
y 27).
Según se dice en el pliego de condiciones, las
piedras se deberán sujetar con ganchos de bronce
para asegurar su fijación y evitar oxidaciones. En
algunos casos se colocó piedra artificial del color
de la caliza (vierteaguas, impostas de la torre).
La entrada del hotel está realizada con tra-
vertino (figura 28) también labrado en las formas
curvas que formaban el hueco de acceso, dejan-
do unas amplias juntas horizontales, en color
negro, que ayudaban a acentuar la dirección del
Figura 23. Destalle de las bandas de piedra. Figura 24. Remate de las piezas de granito en forma
de dientes, en la torre del edificio.
Figura 25. Fachada lateral del edificio con las bandas de las tres piedras utilizadas.
Figura 26. Colocación de la piedra de la fachada.
Figura 27. Colocación de la piedra de la fachada.
“Para el cerramiento de
fachada se utilizó arenisca
de Salamanca, la conocida
arenisca de Villamayor,
con un despiece regular,
colocada con la junta
encontrada, formando
las pilastras”
ASPECTOS DE LA CONSTRUCCIÓN DEL EDIFICIO CARRIÓN EN LA GRAN VÍA DE MADRID
18 • Tierra y tecnología, nº 44, 8-20 • Segundo semestre de 2013
acceso y aligeraban la forma más pesada. Dicho
material está tratado apomazado en la zona
plana del frente de la portada del acceso y puli-
do en las formas curvas y paredes de paso del
portal.
El gran hueco de acceso al cine, está for-
mado por un zócalo de la altura de las puertas
(donde se incluyen los cuerpos de las taquillas
como dos piezas semicilíndricas), todo ello
chapado de un caliza pulida colocada en bandas
horizontales con entrecalles de unos 5 cm de
mármol negro. El resto del ámbito contiene los
grandes paneles de la cartelería de las películas,
enmarcadas por unas pilastras estriadas en
negro, y rematadas en los finales con dos
paños de piedra colocada con el veteado hori-
zontal pareado, de tal forma que, entre dos
piezas, las vetas formaran un dibujo simétrico
y no diera un resultado repetitivo del paramen-
to, sino acentuando la horizontalidad que pre-
tende.
Asimismo, la puerta de acceso a la cafete-
ría (hoy desaparecida), situada en el centro del
chaflán de la fachada, estaba recercada con
piedra arenisca, probablemente la que se
denomina “caramelo”, de Burgos (figura 29). Se
seleccionaron las piezas para que el veteado
fuese bastante uniforme y paralelo, con un labra-
do cóncavo que acentuaba su jaspeado horizon-
tal, ingletando las jambas con el dintel, también
con la misma labra y el veteado vertical. Parece
que se intenta establecer una relación con par-
te del mobiliario interior (especialmente el
carrito de té) realizado con madera de zebrano,
que tiene estas características de veteado en
rayas oscuras paralelas sobre el fondo más
claro. Con las diversas reformas que ha sufrido
el edificio se ha perdido esta puerta y solamen-
te conservamos la fotografía.
En el interior, se puede destacar el chapado
de las paredes del vestíbulo del cine en serpen-
tina cortada en piezas de proporción rectangular
(figura 30), colocadas horizontalmente y labra-
das en forma curva cóncava, sin junta vertical,
de tal manera que forma un dibujo estriado de
aristas o líneas horizontales muy marcadas. Al
llegar a la escalera se pierde esta forma de
chapado y continúa el mismo material en liso
con un despiece regular. Esta nueva situación
nos permite apreciar que el labrado con las
aristas produce un efecto muy interesante que
posibilita valorar mejor la calidad y singularidad
de esta piedra, se distingue de otra forma el
veteado y proporciona al espacio una expresivi-
dad diferente, que se comprueba que pierde al
estar colocada como un revestimiento simple,
plano, como en las escaleras.
En el capítulo de pavimentos, podemos citar
el pavimento de acceso al cine en mármol blanco
Macael en piezas cuadradas con un remate peri-
metral contra los muros de una cinta de mármol
de color crema. El peldañeado de las escaleras
es también de mármol blanco Macael (Almería) y
las tabicas de mármol negro Marquina (Vizcaya).
Figura 28. Puerta de entrada al hotel, con revestimiento de piedra travertino.
Figura 29. Puerta de acceso a la cafetería (hoy
desaparecida) recercada con piedra arenisca.Figura 30. Chapado de las paredes del vestíbulo del cine realizado con serpentina.
HISTORIA DE LA ARQUITECTURA
Tierra y tecnología, nº 44, 8-20 • Segundo semestre de 2013 • 19
El edificio Capitol en la sociedad madrileña
Cartel y logotipo para la conmemoración del centenario de la Gran Vía. El sueño del arquitecto. Cuadro de Damián Flores.
Portada de la guía de la Arquitectura de Madrid del
Colegio Oficial de Arquitectos.
Portada de la revista Nuevas Formas, de 1935.Grabado de Guillermo Pérez Villalta.
ASPECTOS DE LA CONSTRUCCIÓN DEL EDIFICIO CARRIÓN EN LA GRAN VÍA DE MADRID
20 • Tierra y tecnología, nº 44, 8-20 • Segundo semestre de 2013
Este mismo mármol se empleó en otros pavimen-
tos y cenefas de remate.
También en algunos paramentos se utilizó
marmolina, concretamente en los vestíbulos,
con el fin de dar un aspecto de cierta calidad
que superara al de una pintura pero perdiendo
la dureza y el espesor que exigía una piedra
natural.
Además de las piedras aquí citadas, el edifi-
cio estuvo revestido en sus diversos locales con
diferentes materiales que proporcionaran la cali-
dez ambiental de pisada, sonido, color y aspecto,
en fin, condiciones de confort ambiental de cada
espacio relacionado con su destino y uso. En este
sentido se emplearon varios tipos de maderas,
pavimentos de goma, linóleum, moquetas y natu-
ralmente cerámicos.
El edificio Capitol en la sociedad madrileñaLa ciudad siempre se ha apoyado de manera
constante en elementos singulares que sirvan
de imagen para el recuerdo y especialmente
su referente más directo ha sido su arquitectura,
por su ocupación espacial en la ciudad, situa-
ción en la red urbana, formación de la ciudad
y ser una disciplina que poseía diversas posi-
bilidades de contener piezas que podían ser
representativos o simbólicos de su imagen.
Las construcciones históricas (catedrales, igle-
sias, castillos, palacios, etc.) y sus entornos
urbanos han prestado sus fachadas, perfiles,
estatuas y ambientes para conformar la idea
de ciudad en el recuerdo colectivo, convirtién-
dose en los símbolos que la representaban en
cada caso. Con el tiempo, se han ido incorpo-
rando otras piezas que no fueron exclusivas
por participar en hechos históricos (edificios,
puentes, plazas, fuentes, estatuas, monumen-
tos) pero que se han incorporado al conjunto
de objetos relativos y representativos que
forman la imagen de cada ciudad y son los
símbolos o iconos que se asocian indudable-
mente a la misma.
Desde el comienzo de la construcción del
Capitol, se produjo una respuesta inmediata
en la imagen de la ciudad, por sus condicio-
nes de construcción, singularidad de aspecto
y sus características del concepto urbano que
incorporaba, y se convirtió en poco tiempo en
uno de los edificios simbólicos que represen-
taban la “modernidad”, la adaptación al “nue-
vo lenguaje arquitectónico”, el nuevo concep-
to de “edificio complejo”, etc., de forma que
se nombraba intentando describirlo con sus-
tantivos singulares, como “faro”, ”hito”, ”proa”,
“trasatlántico”, etc., con lo que la simple cita
de una de estas palabras ya sintonizaban con
el Capitol.
En este sentido, la imagen del Capitol se ha
utilizado en multitud de artículos, dibujos, carte-
les, portadas de libros, películas, al constituir
ese símbolo que reuniera tanto la imagen de la
ciudad como los aspectos antes descritos.
Su imagen ha sido utilizada en todo tipo de
medios siempre con el significado de ser símbolo
o edificio representativo de Madrid, como han
sido carteles, dibujos, cine, anuncios, portadas
de libros, periódicos y revistas, etc.
En la página anterior, se ven algunos ejem-
plos gráficos del tratamiento de su imagen en
diversos casos.
BibliografíaLa relación bibliográfica, ordenada en orden cronológico, se reduce a los
libros y revistas donde se cita expresamente el edificio Capitol, puesto
que se cita en todas las guías de la ciudad de Madrid.
1931 (junio). Arquitectura, nº 146. Concurso privado. Solar Carrión en la
plaza de Callao. Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid.
1933 (noviembre). Nuevo Mundo.
1933. El Heraldo de Madrid. Autor: J. Bachiller.
1933 (14 octubre). ABC. El edificio Carrión.
1933 (25 octubre). Crónica. Una obra maestra de la arquitectura moderna:
El Edificio Carrión, con su grandiosidad y vario contenido, elemento
remarcable. Autor: Emilio Fernández.
1935. Nuevas formas, nº 1. Establecimientos Tradicionales Madrileños
(Cuaderno IV). Cámara de Comercio e Industria de Madrid.
1935. Arquitectura, nº 1. Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid. Núme-
ro dedicado.
1953. Cortijos y rascacielos, nº 75 y 76. Número especial dedicado a la
Gran Vía madrileña.
1971. Nueva forma. El Capitol. Expresionismo y Comunicación. Autor:
Juan Danial Fullaondo.
1975 (noviembre). Arquitecturas BIS. En la muerte de Luis Feduchi.
1980 (abril). Villa de Madrid, nº 69. En torno a la Gran Vía. Autor: José
Ramón Alonso Pereira.
1980 (mayo). La cara oculta del Capitol y Catálogo de muebles. En: Los
muebles del Capitol, B.D. Ediciones de Diseño, Madrid. Autor: Juan
Daniel Fullaondo.
1982 (junio). Arquitectura, nº 236. El Capitol en el cincuentenario de su
construcción. Memorias del arquitecto de la contrata. Autor: Luis
Moya.
1984. Los cinematógrafos de la Gran Vía. En: Establecimientos tradiciona-
les madrileños a ambos lados de la Gran Vía (T. IV). Cámara de
Comercio e Industria de Madrid. Autor: Ángel Urrutia Núñez.
1986. El cinematógrafo en Madrid 1896-1960. Museo Municipal: Ayunta-
miento de Madrid, Concejalía de Cultura.
1988. Arquitectura teatral en Madrid: del corral de comedias al cinema-
tógrafo. Ed. El Avapies. Autor: Ángel Luis Fernández Muñoz y Pedro
Navascués Palacio. 472 pp.
1992. El racionalismo madrileño. Comisión de Cultura. Colegio Oficial de
Arquitectos de Madrid, Madrid, 1992. Autor. Juan Antonio Cortés
Vázquez de Parga. 256 pp.
1993. Arquitectura, nº 296. Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid.
1995 (mayo). Luis Martínez-Feduchi, arquitecto y diseñador. Una investi-
gación sobre el edificio Carrión. Autor: Alfredo Fernández Sinde.
Tesis doctoral.
1997. Arquitectura española: siglo XX. Ed. Cátedra. Autor: Ángel Urrutia
Núñez. 878 pp.
1999. 20 años de arquitectura en Madrid: la edad de plata, 1918-1936.
Comunidad de Madrid. Autor: Carlos de San Antonio Gómez. 580 pp.
2001 (abril). Arquitectura (1918-1936). Colegio Oficial de Arquitectos de
Madrid. 228 pp.
2001 (24 marzo). EL MUNDO. Emblema de la vanguardia madrileña.
Autor: Enrique Domínguez Uceta.
2001. Madrid y el cine: panorama filmográfico de cien años de historia.
Autores: Pascual Cebollada y Mary G. Santa Eulalia.
2001. La Gran Vía de Madrid: Noventa años de la historia de Madrid.
Comunidad de Madrid. Autores: Pedro Navascués Palacio y José
Ramón Alonso Pereira. 199 pp.
2001. La Gran Vía: historia de una calle. Ed. Silex. Autor: José del Corral.
218 pp.
2003. Arquitectura de Madrid. T1: Casco Histórico. AA. VV. Guías. Funda-
ción Cultural COAM.
2009. Madrid cosmoplita. La Gran Vía 1910-1936. Ed. Villaverde Edifores
- Marcial Pons - Historia. Autor: Edward Baker.
2010. Biografía de la Gran Vía. Ediciones B. Autor: Ignacio Merino. 352 pp.
Tierra y tecnología, nº 44, 21-27 • Segundo semestre de 2013 • 21
El Instituto de Geología de la Universidad de Leiden y la cordillera Cantábrica: una oportunidad perdida
HISTORIA DE LA GEOLOGÍA
Desde el año 1950 hasta su traslado a la Universidad de Utrecht, en 1979, los profesores y estudiantes del Instituto Geológico de Leiden realizaron investigaciones de campo en el flanco sur de la cordillera Cantábrica, cartografiando, tomando muestras del terreno y llevando a cabo investigaciones en el laboratorio en Leiden. Se pretende exponer el comienzo, las condiciones del trabajo y la importancia de estos resultados en el marco internacional.
El Instituto Geológico de la Universidad de LeidenComo han sido descritos con más detalle por
Floor & Arps (2003), los estudios geológicos en
Leiden, como en todas las universidades de los
Países Bajos, se basaban en trabajos de campo
(normalmente en el extranjero) relacionados con
proyectos de los departamentos. Para terminar la
carrera, los estudiantes de geología debían hacer
primeramente un oefenkartering (curso de carto-
grafía) realizado por dos estudiantes, en el que
se preparaba un informe con mapa sobre un
pequeño terreno, supervisado por el catedrático
de geología estructural (Prof. Dr. L. U. de Sitter) y
sus ayudantes (como, por ejemplo, Boschma,
Rupke, Savage, Breimer y van Ginkel). Después,
para el doctoraalexamen con título doctorandus
(drs), se debían especializar y hacer dos tesinas:
una mayor y una menor. Finalmente, podían reali-
zar una tesis doctoral que normalmente se publi-
caba en la revista Leidse Geologische Medede-
lingen.
Antes de la Segunda Guerra Mundial, las
investigaciones geológicas de Leiden se concen-
traban en los Alpes bergamascos en Italia, pero
después de la guerra se buscaron nuevos terrenos.
En un primer momento, se decidió trabajar en los
Pirineos (la investigación concluía con la publica-
ción de una síntesis de la geología y un juego de
mapas ya publicados como tesis doctorales; Zwart,
1979), pero poco después se extendió la investiga-
ción a dos terrenos más: Galicia (Floor & Arps,
2003) y la cordillera Cantábrica. El catedrático L.
U. de Sitter (figura 1) tenía interés en la cordillera
Cantábrica (De Sitter, 1949) e inició un proyecto de
cartografía de su flanco sur en el año 1950, y el
estudiante R. H. Wagner (Wagner & Wagner-Gen-
tis, 1952) obtuvo permiso para trabajar en una área
de investigación próxima a Barruelo de Santullán,
TEXTO | Cor. F. Winkler Prins Dr. C. C. Geológicas. NCB Naturalis, Postbus 9517, 2300 RA LEIDEN, Holanda;
[email protected] Palabras clave
Cordillera Cantábrica, Universidad de Leiden, Universidad de Oviedo, de Sitter.
un pueblo minero en el norte de Palencia. El cate-
drático W. J. Jongmans (director del Geologisch
Bureau voor het Mijngebied [Oficina Geológica de
la Cuenca Minera] en Heerlen; figura 2), había
obtenido este permiso por cooperación con el cate-
drático de Paleontología B. Meléndez, de Madrid,
pues tenía interés en las plantas del Carbonífero
de esta región. De Sitter continuaba los estudios
al oeste en la provincia de León.
Después del traslado del Instituto a Utrecht
(menos el Departamento de Paleontología y Estra-
tigrafía), en 1979, la investigación del borde sur de
la cordillera Cantábrica concluyó con la publica-
ción, en 1980, por J. F. Savage y D. Boschma, de un
sumario y un juego de mapas ya publicados ante-
riormente en tesis doctorales. En los años ochenta
se preparó una revisión del área palentina, pero
finalmente se abandonaría dicho intento y, en
1986, la investigación en la cordillera Cantábrica
por las universidades de Holanda se terminó defi-
nitivamente. Las colecciones del Instituto se dona-
ron en su mayor parte al Museo Nacional de
Geología y Mineralogía, que hoy día forma parte
del National Centre for Biodiversity (Centro Nacio-
nal de Biodiversidad) Naturalis, donde todavía
Figura 1. El catedrático Dr. Lamoraal Ulbo de Sitter (Groningen, 6.3.1902-Nisterode, 12.5.1980) en el terreno.
Figura 2. Dr. Robert Herman Wagner con el catedrático
Dr. Wilhelmus Josephus Jongmans (Leiden, 13.8.1878-
Heerlen, 13.10.1957) en la oficina en Heerlen, en los
años cincuenta.
EL INSTITUTO DE GEOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD DE LEIDEN Y LA CORDILLERA CANTÁBRICA: UNA OPORTUNIDAD PERDIDA
22 • Tierra y tecnología, nº 44, 21-27 • Segundo semestre de 2013
Figura 3. Mapa geológico de la cordillera Cantábrica de Schulz (1858b = 1988b).
Figura 4. Mapa geológico de la cordillera Cantábrica de Comte (1959 = 1963).
HISTORIA DE LA GEOLOGÍA
Tierra y tecnología, nº 44, 21-27 • Segundo semestre de 2013 • 23
sirven de base de investigación para especialistas
extranjeros, como por ejemplo el alemán Ernst
para el estudio de briozoarios.
La falta de cooperación entre los departamen-
tos del Instituto Geológico de Leiden, principal-
mente entre los catedráticos de geología estructu-
ral (L. U. de Sitter, una personalidad dominante) y
de estratigrafía y paleontología (A. Brouwer),
constituyó un gran problema e influyó de forma
negativa en los resultados. Oficialmente, la comu-
nicación entre los estudiantes de los dos departa-
mentos, que estudiaban las mismas rocas, estuvo
prohibida. Sin embargo, los datos estratigráficos
fueron esenciales para entender las estructuras,
así como el conocimiento de las estructuras fue
de gran importancia para entender la estratigra-
fía. La solución de este problema resultó funda-
mental para entender la zona palentina de la
cordillera Cantábrica.
Estudios precedentes en la cordillera CantábricaLa geología de la cordillera Cantábrica era poco
conocida en detalle en los años cincuenta del
siglo XX, especialmente el flanco sur. La zona
asturiana se conocía por las obras fundamenta-
les del alemán Wilhelm Schulz (1858/1988a, b;
figura 3) y del francés Charles Barrois (1882).
Importantes estudios de los Picos de Europa
realizados por otro alemán, Gustav Schulze, a
comienzos del siglo XX, quedaron desgraciada-
mente sin publicar (Villa Otero et al., 2006). El
francés Pierre Comte preparó un mapa del flanco
sur de la cordillera durante la Guerra Civil. El
mapa (figura 4) con la monografía tardó mucho
en publicarse como Memoria del Instituto Geoló-
gico y Minero de España. La memoria era del año
1959 pero no salió a la luz hasta 1963. A parte de
estas buenas sinopsis, hubo solamente trabajos
de pequeñas zonas aisladas.
Geología estructuralDe Sitter, teniendo interés en la cordillera Cantábri-
ca, hizo un convenio con el Instituto Geológico y
Minero de España (IGME) para preparar mapas
geológicos del flanco sur de la cordillera, más tarde
incorporados en los mapas a escala 1:50.000 del
Plan Magna. El flanco norte de la cordillera estuvo
reservado a la Universidad de Oviedo. De Sitter
seleccionaba doctorandos para hacer los mapas
como disertaciones. En la explicación de los mapas
se indicaba qué estudiantes habían estudiado las
diferentes partes. Había dividido el flanco sur de la
cordillera Cantábrica en varios sectores del este al
oeste, correspondientes aproximadamente con los
mapas del IGME. Inicialmente, se publicaron tam-
bién partes de un sector oriental, pues era el más
complicado de la cordillera Cantábrica, como mos-
traron los estudios detallados por R. H. Wagner y
el presente autor (figura 5). Una parte de los resul-
tados provisionales se publicaron por Nemyrovska
et al. (2008, 2011) y Wagner (2009), pero se está
preparando una revisión más completa para su
publicación (figura 6; Wagner et al., en prep.).
Los primeros resultados del área oriental de
la cordillera Cantábrica se publicaron en 1955
por de Sitter, Kanis y Wagner. La parte oriental
de la provincia de Palencia (Nederlof, 1959; Koop-
mans, 1962) resultó tan complicada que De Sitter
quiso terminar el proyecto, pero afortunadamen-
te un ayudante suyo le informó de que en el
oeste las estructuras eran mucho menos compli-
cadas y se distinguen solamente en detalles del
mapa de Comte (1959; figura 4); véase Wagner
(1963). Por eso continuó en la provincia de León,
en el valle del río Esla (Rupke, 1965) hasta el río
Luna (van den Bosch, 1969), incluyendo partes
del borde asturiano (Sjerp, 1967) y de la Liébana
(Maas, 1974), (figura 7).
Maas & van Ginkel (1983) han introducido una
interesante teoría de sedimentación sinorogénica
continua durante el Pensilvaniense resultando en
naipes y olistolitos. Pero Wagner, en 1966, ya
había demostrado que hay tres fases orogénicas
con naipes, separados por tiempos relativamente
Figura 5. Roberto Wagner con el autor en el campo.
“La geología de la
cordillera Cantábrica era
poco conocida en detalle
en los años cincuenta del
siglo XX, especialmente
el flanco sur. La zona
asturiana se conocía por
las obras fundamentales
del alemán Wilhelm Schulz
y del francés Charles
Barrois”
EL INSTITUTO DE GEOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD DE LEIDEN Y LA CORDILLERA CANTÁBRICA: UNA OPORTUNIDAD PERDIDA
24 • Tierra y tecnología, nº 44, 21-27 • Segundo semestre de 2013
firme y detallada para trabajar en la cordillera
Cantábrica (Savage & Boschma, 1980), aunque
no todas las interpretaciones fueran siempre
correctas. La denominación León Line, por ejem-
plo, se usó para varias fallas distintas.
tranquilos con solamente movimientos verticales
con olistolitos.
La cartografía concluyó con los mapas de la
zona nororiental de la provincia de Palencia
(Savage, 1983). Con todo ello, se sentó una base
Paleontología y estratigrafíaLos estudios paleontológicos de Leiden en la
cordillera Cantábrica comenzaron con los traba-
jos del catedrático Jongmans y su ayudante Rober-
to Wagner en Asturias a comienzos de los años
cincuenta con el objetivo de estudiar plantas del
Carbonífero. Sin embargo, al principio, el interés
se concentró en la investigación de las estructu-
ras tectónicas. Primeramente, De Sitter mandaba
los fósiles coleccionados a especialistas alema-
nes (principalmente a J. Kullmann, de Tübingen,
aunque había también una estudiante de Leiden,
Thea Gentis, que trabajaba en goniatítidos del
Cantábrico), y a una especialista rusa (Butusova,
1965) que describió gasterópodos carboníferos
de Palencia como procedentes de los Pirineos (!).
Estaba claro que se necesitaba la ayuda del Depar-
tamento de Paleontología. Los estudios se con-
centraron primeramente en la datación de las
rocas carboníferas con la ayuda de microfósiles:
fusulínidos (van Ginkel, 1965) y conodontos (van
Adrichem Boogaert, 1967; Raven, 1983). Cramer
(1964) usó el laboratorio palinológico para estu-
diar los acritarchos de sedimentos del Paleozoico
inferior. Los ostrácodos de la Cuenca Central
Asturiana fueron estudiados por Bless (1965).
La especialidad del catedrático I. M. van der
Vlerk (1892-1974) fue el estudio de foraminíferos
Gamonedo
Ribadesella
Llanes
Mar Cantabrico
(Bay of Biscay)
0 10 20 30 40 50 km
N
Arenas de
Cabrales
Gamonedo
Lebeña
Lebeña
Picos fault
PotesPuente
PumarPalentian
area Pico
Cordel
BarrueloP.C.
Cervera
de Pisuerga
Guardo
Riano
Carrionas fault
Sabero
RucayoCanseco
C.M.
La Robla
Central
Asturian
Coalfield Puerto
Ventana
La Magdalena
Leon
Direction of thrusting
Faults
Bierzo
Villablino
Carballo
Tineo
Oviedo
Ventaniella
Cabo Penas
Gijon
fault
Mieres
Val
deon
Beleno
Tormaleo
Aviles
Post-orogenic cover
Post-Asturian deposits
Post- Leonian deposits
Post- Palentian deposits
Pre-Leonian deposits
Precambrian (Narcea phyllites)
Pre-Palentian
Picos de Europa
P.C. = Peña Cilda
C.M. = Ciñera-Matallana
P: Palentian DomainAL: Asturian-Leonese Domain
AL P
Arnao
Cangas
Rengos
Fe
Fo
Se
Ruesga faultLL
LL = La Lastra
Fe = Ferroñes
Fo = Fontecha
Se = Sebarga
Figura 6. Mapa geológico de la cordillera Cantábrica de Wagner & Winkler Prins (en Wagner et al., 2014).
Figura 7. Reseña de los mapas publicados por la escuela de Leiden. 1: Pisuerga (De Sitter & Boschma, 1964); 2:
Nansa-Deva (Maas, 1972); 3: Carrion (Savage, 1977, in Savage & Boschma, 1980); 4: Cea-Esla-Porma (Rupke &
Helmig, 1964; in Rupke, 1965); 5: Yuso (Savage, 1977, in Savage & Boschma, 1980); 6: San Isidro-Porma (Sjerp,
1966); 7: Bernesga-Torío-Curueño-Porma (Evers, 1966); 8: Luna-Bernesga-Torío (van Staalduinen, 1967); 9: Luna-Sil
(van den Bosch, 1969).
HISTORIA DE LA GEOLOGÍA
Tierra y tecnología, nº 44, 21-27 • Segundo semestre de 2013 • 25
grandes del Terciario de Indonesia (véase den
Tex, 1975), pero la cordillera Cantábrica se trata-
ba de un núcleo Paleozoico. Por eso, parece
lógico que las investigaciones del Departamento
de Paleontología y Estratigrafía comenzaran con
el estudio por van Ginkel de las fusulínidas del
Pensilvaniense (= Carbonífero superior) que son
de gran uso para determinar la edad de las cali-
zas que en la cordillera se alternan con pizarras
con capas de carbón con floras estudiadas por
Jongmans y Wagner (1957). Así, se podría com-
parar las escalas estratigráficas de Europa del
noroeste y de la URSS (van Ginkel, 1965). En las
láminas delgadas con fusulínidos también hay
algas que estudió L. Rácz (1964, 1965), un húnga-
ro del Departamento de Leiden. Una gran parte
de las calizas carboníferas no tienen fusulínidos y
otros pequeños foraminíferos y, para estas calizas,
los conodontos han resultado microfósiles útiles
para correlaciones globales, especialmente en el
Misisipiense (= Carbonífero inferior).
También se estudió la macrofauna, principal-
mente los braquiópodos del Devónico (West-
broek, 1964; Binnekamp, 1965), continuando los
estudios de Comte, para datar los estratos. La
cooperación de De Sitter se fue deteriorando
rápidamente con el sucesor de Van der Vlerk,
Aart Brouwer, quien dejó de interesarse en la
datación de los estratos, enfocándose en la
investigación sobre cómo los braquiópodos fun-
cionaban como animales, estudiando su interior
por cortes delgados (Krans, 1965; Westbroek,
1968) como de Groot (1963) había hecho con los
corales del Carbonífero.
Además de los braquiópodos, Breimer (1962)
estudió los crinoideos (especialmente del Devó-
nico), Sleumer (1969) los estromatoporos y Smeenk
(1983) los trilobites del Devónico. El Devónico,
con su riqueza en macrofósiles fue tan importan-
te que Brouwer (figura 8) hizo un proyecto espe-
cial para su estudio que, desgraciadamente, no
pudo terminar y que se concretó solamente en
unas pocas tesis doctorales (de Coo, 1974; Mohan-
ti, 1972).
Después del traslado de los departamentos
del Instituto Geológico de Leiden a Utrecht, el
departamento de Brouwer se quedó solo en Lei-
den, donde continuó durante unos pocos años,
hasta la promoción de van Loevezijn, en 1986.
Así concluyó la investigación de la cordillera
Cantábrica por universidades holandesas. En el
Museo Nacional de Geología y Mineralogía de
Leiden, el autor continuó la investigación del
Carbonífero de la cordillera en cooperación con
Wagner (inicialmente en la Universidad de Shef-
field, Inglaterra).
Geología GeneralEl Departamento de Geología General estuvo
especializado en depósitos del Cuaternario de los
Países Bajos y, por eso, fue lógico que en el Can-
tábrico también se empezara con depósitos super-
ficiales del Cenozoico (Mabesone, 1959). Poco
después se inició el estudio del Carbonífero supe-
rior con sus estructuras complicadas (véase, por
ejemplo, Henkes, 1961; de Meijer, 1971; van Loon,
1970, 1972) y así se dio una estrecha conexión con
el Departamento de Estratigrafía y Paleontología
(de Meijer, 1971; van de Graaff, 1971). Se continuó
con el estudio del Paleozoico inferior (Oele, 1964;
van der Meer Mohr, 1969; y Gietelink, 1973, des-
cribieron especialmente el Cámbrico y Ordovícico)
y del Cretácico (Jonker, 1972).
PetrologíaEl Departamento de Petrología y Mineralogía de la
Universidad no tuvo interés en las rocas volcánicas
de la cordillera Cantábrica debido a que ya tenía
grandes proyectos en Galicia (Floor & Arps, 2003)
con una petrología más variada e interesante. Sola-
mente se realizó una tesina menor (sin publicar)
sobre las rocas volcánicas (doleritas) ordovícicas
(Winkler Prins, 1964) y un trabajo sobre el metamor-
fismo (Raven & van der Pluijm, 1986).
Cooperación internacionalComo se ha mencionado antes, De Sitter cedió
goniatitidos a J. Kullmann (Universidad de Tübin-
gen, Alemania), mientras los trilobites carbonífe-
ros se mandaron a J. Gandl (Universidad de Würz-
burg, Alemania) para su clasificación y datación
de capas.
La falta de cooperación formal con la Facultad
de Geología de Oviedo fue una lástima. En 1968,
el profesor Jaime Truyols, de dicha universidad,
contactó con el profesor Brouwer para ver si que-
ría firmar un convenio con la intención de no
duplicar las investigaciones, pero éste no quiso.
Después, Truyols contactó con Martin Bless y el
autor, para que le ayudaran con las investigacio-
nes de sus doctorandos L. C. Sánchez de Posada y
M. L. Martínez Chacón (figura 9); así comenzó una
cooperación que continúa hasta hoy día.
Museo Nacional de Geología y Mineralogía a LeidenHubo un contacto estrecho entre el Museo y el
Instituto pues, hasta el año 1961, el director del
Museo fue uno de los catedráticos del Instituto.
Esto cambió radicalmente cuando fue nombrado
un director externo en 1963, el Dr. C. Beets, que
convirtió el museo en un museo nacional total-
mente independiente del Instituto. Gerda de Groot
ya trabajaba en el museo y, en 1968, el autor fue
incorporado para continuar con sus estudios de
los braquiópodos del Carbonífero. El buen con-
tacto de Wagner con el museo todavía se mejoró
y se extendió a la investigación estratigráfica del
Carbonífero de la cordillera Cantábrica, continuán-
dose hasta hoy día. Cuando llegó al museo un
especialista de conodontos, M. van den Boogaard,
se consiguió que se interesara por la investigación
del Carbonífero de la cordillera Cantábrica. Los
macroinvertebrados marinos del Carbonífero
coleccionados se han dado a especialistas extran-
jeros siempre que ha sido posible.
Wagner logró interesar a estudiantes de la
Universidad de Sheffield para hacer tesis docto-
rales en la cordillera Cantábrica (Ambrose, 1972),
especialmente en conexión con el Pensilvanien-
se superior (Heward & Reading, 1980).
Después del traslado de los departamentos del Instituto
Geológico de Leiden a Utrecht, el departamento
de Brouwer se quedó solo en Leiden, donde continuó
durante unos pocos años, hasta la promoción de Van
Loevezijn, en 1986. Así concluyó la investigación de la
cordillera Cantábrica por universidades holandesas
Figura 8. El catedrático Dr. Aart Brouwer (Zutphen,
23.5.1917-Oegstgeest, 8.8.2006).
EL INSTITUTO DE GEOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD DE LEIDEN Y LA CORDILLERA CANTÁBRICA: UNA OPORTUNIDAD PERDIDA
26 • Tierra y tecnología, nº 44, 21-27 • Segundo semestre de 2013
ConclusiónLas investigaciones del Instituto Geológico de
la Universidad de Leiden dieron lugar a la reali-
zación de una cartografía detallada del flanco
sur de la cordillera Cantábrica no muy precisa
para la zona palentina y, en general, para el
Carbonífero superior (= Pensilvaniense). El estu-
dio de la estratigrafía y de los fósiles aumentó
nuestro conocimiento, siendo una parte funda-
mental de la investigación. La falta de estudios
detallados del Pensilvaniense fue una oportuni-
dad perdida, pues era evidente su interés mun-
dial. En la cordillera Cantábrica hay estratos del
Estefaniense inferior que faltan en la región
tipo del Estefaniense (Wagner & Winkler Prins,
1985). Eso resultaba de gran importancia para
correlacionar correctamente la escala estrati-
gráfica norte-europea para el Carbonífero con
las de otras partes del mundo, esencial para
llegar a una escala estratigráfica mundial para
el Carbonífero. En cierto modo, se puede decir
que las investigaciones por Wagner fueron una
continuación de sus trabajos en Leiden.
El traslado de la mayoría de los geólogos
del Instituto Geológico de Leiden a la Universi-
dad de Utrecht, y el cierre, algo después, del
Departamento de Paleontología y Estratigrafía,
acabaron prematuramente con los trabajos en
la cordillera Cantábrica. En Holanda, solamente
el Museo continuaba las investigaciones en
cooperación con Wagner y sus colaboradores
(Wagner et al., 2014). No se puede decir con
exactitud, cómo se hubiese desarrollado el
proyecto sobre el Devónico, cuánto tiempo se
hubiera necesitado para terminarlo, sobre todo
si se hubiera llevado a cabo en colaboración
con Oviedo. La Facultad Geológica de la Univer-
sidad de Oviedo continúa las investigaciones
concentrándose en el flanco norte de la cordi-
llera.
AgradecimientosEn primer lugar, quiero comenzar con el agrade-
cimiento a los habitantes de la cordillera Can-
tábrica que con su amable hospitalidad han
logrado que mis estancias en aquel rincón en el
noroeste de España fueran muy gratas e inolvi-
dables. La colaboración con los colegas de la
Facultad de Geología de la Universidad de
Oviedo fue igualmente muy entrañable, sobre
todo porque en el Departamento de Paleonto-
logía he dejado buenos amigos.
El autor debe mucho al Dr. Roberto Wagner
por la información general aportada sobre el
comienzo de los estudios de Leiden en la cordi-
llera Cantábrica y le agradece su colaboración
tan amable y fértil. También agradece a Peter
Floor y José Luis Barrera que han ayudado a
mejorar el texto y a la corrección del castellano.
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Figura 9. En primera fila, de izquierda a derecha. Bermudo Meléndez Meléndez (catedrático de Madrid), Cor. Winkler Prins, Jaime Truyols Santonja (catedrático de Oviedo), y
José María González Donoso, (alumno de Granada y profesor en Málaga) durante la lectura de tesis de Maria Luisa Martínez Chacón, en 1976. El geólogo Roberto Rodríguez
Fernández (alumno de Oviedo y actualmente investigador en el IGME), esta en segunda fila, con barba y apoyado sobre la mesa.
HISTORIA DE LA GEOLOGÍA
Tierra y tecnología, nº 44, 21-27 • Segundo semestre de 2013 • 27
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NOTA: Una bibliografía extensa de las publicaciones sobre la cordillera Cantábrica
del Instituto Geológico de la Universidad de Leiden y sus alumnos está disponible
por el autor.
28 • Tierra y tecnología, nº 44, 28-42 • Segundo semestre de 2013
Atlanterra,un proyecto transnacional para impulsar la puesta en valor del patrimonio
minero de Galicia
ATLANTERRA, UN PROYECTO TRANSNACIONAL PARA IMPULSAR LA PUESTA EN VALOR DEL PATRIMONIO MINERO DE GALICIA
A finales del año 2009, la Comisión Europea del programa Interreg IVB (2007-2013), con financiación FEDER, aprobó la propuesta de proyecto Atlanterra sobre el estudio del patrimonio minero de Galicia, a desarrollar en el periodo 2010-2012, y que se ha extendido hasta finales de 2013. Se presentan en este artículo algunos aspectos generales del desarrollo del proyecto y se apuntan algunos lugares de interés patrimonial minero, en los que el IGME ha realizado alguna actuación concreta de apoyo a su puesta en valor.
El proyecto Atlanterra tiene como objetivo cono-
cer las potencialidades de patrimonio minero que
existen en Galicia para su utilización en el desa-
rrollo geoturístico minero, sobre todo, en zonas
rurales. Como punto de partida se cuenta con la
existencia de restos de la actividad minera pasa-
da, y la participación en la creación de una red
transnacional de lugares y entidades de interés o
interesadas en el patrimonio minero del ámbito
atlántico europeo.
El Instituto Geológico y Minero de España
(IGME) es socio principal del proyecto junto a
otros nueve organismos de otras regiones euro-
peas atlánticas: Irlanda, País de Gales y Portugal.
El jefe de filas del proyecto son los socios fran-
ceses, la Comunidad Noyant-La Gravoyère, de
Nantes.
TEXTO | Ángel Ferrero Arias (geólogo, colegiado nº 176), coordinación y dirección del proyecto Atlanterra-Galicia,
jefe de la Unidad del IGME en Santiago de Compostela. Carmen Marchán Sanz (ingeniero de Minas) y Alejandro
Sánchez Rodríguez (ingeniero de Minas), investigadores del Área de Investigación en Patrimonio Geológico y
Minero, del Departamento de Investigación en Recursos Geológicos del IGME.
Palabras clave
Atlanterra, geodiversidad, patrimonio minero, Galicia, minería, IGME.
¿Qué es el patrimonio minero?Puede definirse el patrimonio minero como el
conjunto de labores mineras de interior y exte-
rior, estructuras inmuebles y muebles, así como
instalaciones periféricas, hidráulicas y de trans-
porte, documentos, objetos y elementos inmate-
riales vinculados con actividades mineras del
pasado, a los que un grupo social, más o menos
amplio, atribuye valores históricos, culturales o
sociales.
Hay que señalar que una parte fundamen-
tal de la existencia del patrimonio minero lo
constituyen los yacimientos de minerales y
rocas, objetos esenciales de la actividad
minera, así como el contexto geológico que
explica y justifica la existencia de esos yaci-
mientos.
Resultado de ser la minería una actividad
ancestral que ha llegado hasta nuestros días, y
que además tiene una importante proyección
hacia el futuro, forma parte y participa en los
patrimonios histórico-culturales, arqueológicos,
industriales, socioeconómico, tecnológicos y pai-
sajísticos.
El propósito esencial de los estudios de
patrimonio minero es localizar y valorar los ele-
mentos que puedan, por sus características y
estado de conservación, considerarse como bie-
nes patrimoniales, además de proponer medidas
para su conservación y fomentar su interés.
Aunque, a día de hoy, no existe una metodo-
logía general para la identificación y valoración
de los elementos constitutivos de un patrimonio
minero, lo habitual es seguir el criterio de valorar
Figura 1. Galicia en el Espacio Atlántico Europeo. Figura 2. Pantalla inicial de la base de datos (actualizaciones sotfware: Manuel Bernat).
MINERÍA
Tierra y tecnología, nº 44, 28-42 • Segundo semestre de 2013 • 29
(ETSIM de Vigo), su actual presidente, particular-
mente sobre la mina de Fontao (Vila de Cruces,
Pontevedra). También merece especial mención
la Asociación Galega do Patrimonio Industrial
(BUXA), fundada y desarrollada por el profesor
Manuel Lara (UC) http://www.asociacionbuxa.
com/.
Un buen número de referencias a minas
abandonadas en Galicia pueden localizarse, ade-
más de en algunas referencias incluidas en la
bibliografía, en Internet, en variados blogs y
páginas web relacionadas con la minería y/o la
naturaleza de esta comunidad. También se
encuentran en algunos trabajos específicos rela-
tivos a restos patrimoniales minero-industriales.
Prima, sobre todo, la incorporación a la red de
fotos y vídeos sobre algunos lugares mineros y/o
procesos de producción, concretamente en rela-
ción con los hornos de cal y los hornos para la
fundición de mineral de hierro.
También en la red pueden encontrarse un
buen número de rutas de senderismo que, en
algunos casos, se relacionan con las explotacio-
nes antiguas, sobre todo de oro en tiempos
romanos, aunque en la mayoría, la indicación de
la proximidad a la ruta de algún resto de activi-
dad minera es puntual y casi anecdótico en el
conjunto del trazado que persigue, en general,
aprovechar otros recursos culturales y sobre todo
paisajísticos.
A finales de la década de los años setenta,
ya se había planteado el IGME la importancia de
conocer, para preservar, el patrimonio geológico
de Galicia, y publicó, en 1983, un pequeño libro
divulgativo sobre los Puntos de interés geológico
de esta comunidad autónoma. En él, figura algún
punto de interés minero.
Aparte de los trabajos realizados por el
IGME a finales de los setenta y principios de los
ochenta, no existen trabajos sistemáticos sobre
los diversos aspectos (mineros, tecnológicos,
arqueológicos, históricos, documentales, socia-
les, paisajísticos, etc.) de los restos de la activi-
dad minera y sus entornos geológicos inmedia-
tos, así como su estado de conservación y su
grado de vulnerabilidad.
Es interesante resaltar que en muchas de las
áreas mineras, actualmente abandonadas, exis-
tan o no vestigios significativos y con valor
patrimonial minero, viven antiguos mineros (ope-
rarios, administrativos, gestores, propietarios)
que guardan recuerdos vitales de gran interés
desde el punto de vista de la denominada
“memoria minera” y, a través de los cuales,
podemos conocer aspectos de gran interés que
no han quedado recogidos en los documentos
existentes.
En el marco de patrimonio minero se inclu-
yen aquellos elementos que pueden, desde un
punto de vista subjetivo, constituir lugares, insta-
laciones y edificios de interés patrimonial minero
(patrimonio inmueble) y objetos (maquinaria,
herramientas, documentos) que constituyen el
patrimonio mueble. Estos elementos pueden ser
de propiedad privada o pública o estar en situa-
ción de uso público, o gestionados de forma pri-
vada, según los acuerdos tomados entre los
entes públicos y privados involucrados en la
puesta en valor y gestión del patrimonio minero.
Atlanterra, Galicia y posibilidades de actuaciónSi vemos la lista de participantes que intervienen
en el proyecto Atlanterra (tabla 1), podemos
darnos cuenta de que, para los mismos objetivos
generales, los tipos de acciones a realizar en
cada caso van a ser muy diferentes. Desde accio-
nes muy concretas con un marcado carácter
turístico en parques temáticos, geoparques y
también por asociaciones de desarrollo regional,
a la elaboración de metodologías, mejora y apli-
cación de técnicas muy específicas de puesta en
valor, y/o mejora del conocimiento del patrimo-
nio minero, llevadas adelante por sociedades
científicas o técnico-científicas, entre ellas, los
servicios geológicos, pasando por acciones de
promoción y gestión como corresponde a algunos
de los socios y especialmente a los socios coor-
dinadores.
Como región para la aplicación del proyecto
Atlanterra en España se eligió Galicia, situada en
el espacio atlántico europeo (figura 1) y con
escaso bagaje en cuanto al conocimiento de su
patrimonio minero, a pesar de existir un impor-
tante conocimiento de la actividad minera en su
territorio. Esta actividad presenta como caracte-
rísticas básicas su desarrollo desde la antigüe-
dad, con explotaciones de pequeño a mediano
tamaño, explotándose una alta variedad de sus-
tancias, a cielo abierto y en subterráneo, y muy
dispersas y distribuidas por todo su territorio.
Existe además una minería actual que debería
tener en cuenta la oportunidad de utilizar ele-
mentos de su actividad como “activos futuros”
de patrimonio minero. Sería éste el caso de las
zonas de explotación más importantes de granito
y pizarra ornamentales, pero también de algunos
minerales industriales y otras rocas poco fre-
cuentes.
La información a partir de la cual podían
obtenerse referencias de lugares con potenciali-
dad como patrimonio minero era muy escasa. No
obstante, cierta información puntual sobre algu-
nos lugares, resaltando su valor patrimonial, se
encuentra en los trabajos realizados en el marco
de asociaciones como la Sociedad Española para
la Defensa del Patrimonio Geológico y Minero
(SEDPGYM) http://www.sedpgym.es/, de ámbito
estatal, y de la cual hay que destacar algunos
trabajos realizados por el profesor Enrique Orche
Tabla 1. Relación de socios en el proyecto Atlanterra
FRANCIACommune de la Noyant-la-Gravoyere (Entidad administrativa local: gobierno municipal). Jefe de filas del proyecto; coordinación general frente a la •
UE, y coordinador para Francia. http://www.noyantlagravoyere.fr/
Association l’Ardoise (Asociación de pizarristas). • http://ardoise.free.fr/
Les Mines de la Brutz. Mina subterránea de pizarra, visitable. • http://www.green-mines.eu
IRLANDAGSI - Geological Survey of Ireland (Servicio Geológico de Irlanda). Coordinador para Irlanda. • https://www.gsi.ie/
CCG - Copper Coast Geopark (geoparque con énfasis en la minería y metalurgia del cobre). • http://www.coppercoastgeopark.com/.
CDP - Castlecomer Discovery Park. Parque temático en antiguas minas de carbón. • http://www.discoverypark.ie/
GALESBGCBC - Blaenau-Gwent- Blaenau Gwent County Borough Council (entidad administrativa local: gobierno del condado, equivalente a una provincia o •
comarca). Coordinador para Gales. http://www.blaenau-gwent.gov.uk/index.asp
RCAHMW- Royal Commission on the Ancient and Historical Monuments of Wales (sociedad científica). • http://www.rcahmw.gov.uk/HI/ENG/Home/
PORTUGALLNEG• - Laboratório Nacional de Energia e Geología (Servicio Geológico de Portugal). Coordinador para Portugal. http://www.lneg.pt/
ADRAL - Agência de Desenvolvimento Regional do Alentejo, S.A. • http://www.pacmanproject.eu/page/partner/adral/
ESPAÑAIGME - Instituto Geológico y Minero de España (Servicio Geológico de España). Coordinador para España. • http://www.igme.es
ATLANTERRA, UN PROYECTO TRANSNACIONAL PARA IMPULSAR LA PUESTA EN VALOR DEL PATRIMONIO MINERO DE GALICIA
30 • Tierra y tecnología, nº 44, 28-42 • Segundo semestre de 2013
el patrimonio minero de Galicia, si bien hay que
resaltar el libro publicado por el IGME, en 1999,
sobre el Patrimonio geológico del Camino de
Santiago, en el que, en el tramo correspondiente
a Galicia, se incluye algún ejemplo de patrimonio
minero.
Cuando se inició el proyecto Atlanterra,
muy pocas actuaciones de puesta en valor se
habían completado (los cargaderos de mineral
de A Insúa y de Ribadeo; hornos de calcinación
de mineral de hierro de A Pontenova; fábrica de
fundición de Sargadelos; Ecomuseo Forno do
Forte). Otras estaban prácticamente iniciándo-
se (Minas de San Finx; Mina de Fontao; Salinas
do Areal; Ecomuseo de Valga, entorno de Qui-
roga). Un caso aparte a señalar ha sido la
magnífica labor de los equipos de arqueólogos
que trabajaron en la puesta en valor de algunas
minas de oro de época romana, sobre todo, en
la zona de O Courel, y que a finales de los años
ochenta estaban en buenas condiciones de
observación, estando actualmente, en general,
en un estado de cierto abandono por la inva-
sión de la vegetación, un problema generaliza-
do en Galicia.
Con este panorama, Atlanterra en Galicia,
siendo fiel a su objetivo de introducir como ele-
mentos dinamizadores para la puesta en valor de
un lugar minero los tipos de elementos arriba
señalados, resaltando los contenidos geológico-
mineros, que en la mayoría de los casos suelen
faltar, se planteó los siguientes tipos de actua-
ción, cuya aplicación se vio limitada por los
escasos recursos económicos y humanos dispo-
nibles.
Recopilación de referencias de archivos •
mineros y divulgación de contenidos de la
Estadística Minera de España (EME).
Selección previa de puntos de interés como •
patrimonio minero.
Estudio previo de documentación y reconoci-•
miento en campo de lugares mineros selec-
cionados.
Elaboración de datos de gabinete y campo y •
selección definitiva de puntos a señalar en
un mapa de patrimonio minero de Galicia.
Adecuación a Galicia de la base de datos •
existente sobre el patrimonio minero de
Extremadura.
Carga de información en la base de datos del •
proyecto, que se considera como base de
datos de trabajo (no pública).
Realización de un mapa del patrimonio mine-•
ro de Galicia a escala 1:400.000. Para ello,
hubo que realizar una síntesis geológica a
dicha escala sobre la que se han situado los
puntos con potencialidad de patrimonio
minero.
Publicación de un libro sobre • Las piedras del
Camino de Santiago en Galicia.
Estos trabajos se realizaron a lo largo del
proyecto, y su objetivo fundamental fue conocer
la potencialidad de Galicia en el campo del patri-
monio minero inmueble, teniendo en cuenta su
patrimonio mueble e inmaterial conocido o
potencialmente existente. Se complementaron
con acciones puntuales con el objeto de incidir
en la aportación geológico-minera que el IGME
tiene como misión en su ámbito de actividad.
Estas acciones se concretaron en:
Diseño y realización de paneles, folletos y •
otros elementos con contenidos geológico-
mineros, que faciliten la interpretación de
los elementos observables del lugar consi-
derado y de su patrimonio inmaterial aso-
ciado.
Propuestas de itinerarios geológico-mineros •
que permitan observar e interpretar el contex-
to geológico que justifica la existencia del
yacimiento explotado, incorporando a veces
aspectos histórico-arqueológicos.
Promoción, financiación y preparación, en •
ocasiones, de contenidos de libros relacio-
nados con el patrimonio minero.
Elaboración de informes sobre algunos de los •
lugares mineros, con propuestas o comenta-
rios para la preservación de elementos de
interés patrimonial minero, su conservación y
puesta en valor.
Reuniones de trabajo del grupo Atlanterra •
con objeto de conocer y coordinar acciones
con otros socios, y realizar el seguimiento
técnico y económico del proyecto.
Gestiones y reuniones con representantes de •
distintos entes de la Administración, tanto
autonómicos como regionales y especialmen-
te locales. El objetivo fundamental fue trans-
mitir el interés por la preservación, conserva-
ción y puesta en valor de los elementos de
interés patrimonial minero, teniendo siempre
presente la conveniencia de introducir los
contenidos geológico-mineros adecuados.
También, mostrar el apoyo a este tipo de
realizaciones y, en algún caso, la posibilidad
de aportaciones en el marco del proyecto
Atlanterra.
Difusión del interés que la puesta en valor •
de algunos lugares mineros podrían signifi-
car para la dinamización socioeconómica de
áreas rurales, por lo cual se ha indicado como
recomendación mínima la preservación de
los vestigios mineros. Esta difusión se ha
realizado directamente con los correspon-
dientes responsables de los ayuntamientos
afectados, bien mediante entrevista directa
y/o informe o carta al respecto, o a través de
los medios escritos (prensa), radio y televi-
sión.
En esta línea de difusión y apoyo, el grupo •
de socios del proyecto Atlanterra visitó en
diciembre de 2010 las minas de San Finx y
Fontao, para conocer el interés de los pro-
yectos que se habían iniciado en ambos
casos, apoyando las iniciativas de creación
de los museos de la minería de ambas
minas.
En septiembre de 2012, se expusieron en el •
coloquio final del proyecto que tuvo lugar en
Nantes (Francia), los avances de todos estos
trabajos ante el resto de socios de Atlante-
rra. Se puso el énfasis en los trabajos para
la obtención del mapa de patrimonio minero
de Galicia, sobre el desarrollo de la puesta
en valor de los museos de San Finx y Fontao
y las minas de Brués.
En octubre de 2013, se presentaron y se •
distribuyeron a los socios del proyecto Atlan-
terra, para su difusión internacional, el
mapa del patrimonio minero de Galicia y el
libro Las piedras del Camino de Santiago en
Galicia.
Queda pendiente incorporar a la página • web
del proyecto Atlanterra, cuyo marco de refe-
rencia es: “Green Mines-Atlanterra” http://
www.green-mines.eu, los distintos conteni-
dos que cada socio ha ido preparando duran-
te el desarrollo del proyecto.
Podemos resumir, por tanto, que los trabajos
realizados en Galicia, teniendo en cuenta los
condicionantes previos, se concretaron en:
Recopilación y difusión de referencias y archi-•
vos mineros.
“A finales de la década
de los años setenta, ya
se había planteado el
IGME la importancia de
conocer, para preservar,
el patrimonio geológico
de Galicia, y publicó,
en 1983, un pequeño
libro divulgativo sobre
los Puntos de interés
geológico de esta
comunidad autónoma”
MINERÍA
Tierra y tecnología, nº 44, 28-42 • Segundo semestre de 2013 • 31
Turismo de la Xunta de Galicia), así como la
intensa participación de la biblioteca y Centro de
documentación del IGME, y de la litoteca del
IGME en Peñarroya.
Base de datos de patrimonio minero de GaliciaPara el adecuado manejo de la información
adquirida, tanto en campo como en gabinete, se
adaptó, a las características específicas de Gali-
cia y posibilidades de actuación, la base de datos
ya generada para la realización del mapa del
patrimonio minero de Extremadura.
Las significativas diferencias entre ambas
regiones, en lo que se refiere a las posibilidades
de observación en campo y el mayor énfasis en
Galicia en los aspectos geológico y mineros, con
menor orientación arqueológica, ha llevado a
realizar modificaciones de la base de datos de
Mejora del conocimiento de la potencialidad •
del patrimonio minero para obtener un mapa
del patrimonio minero de Galicia.
Acciones orientadas a la puesta en valor de •
algunos lugares o elementos mineros.
Difusión del potencial de Galicia en cuanto a •
su patrimonio minero.
Acciones para la concienciación y el impulso •
de los sitios mineros abandonados, cuando
los vestigios y trayectoria de actuaciones los
muestren como un activo geoturístico, dina-
mizador socioeconómico de áreas mineras
abandonadas. Estas acciones se dirigieron
especialmente a los responsables, sobre todo
locales, en algún caso privado, y a la socie-
dad en general.
Registros y archivos minerosEn el marco de esta acción de Atlanterra, se
realizó la digitalización y la aplicación web que
permite la búsqueda de datos en la Estadística
Minera de España (1861 a 2011). Constituye una
aportación muy interesante desde el punto de
vista del conocimiento del patrimonio inmaterial
de aquellos lugares mineros en los que se esté
interesado.
También se preparó un Documento de refe-
rencias bibliográficas y archivos relativos a la
minería de Galicia disponibles en distintos cen-
tros. Este documento constituye una primera
aproximación a las referencias y archivos mine-
ros de la Comunidad Autónoma de Galicia y una
primera herramienta para la localización de
datos mineros, y muestra de coordinación entre
distintos centros que los custodian.
Se realizó con la participación de distintos
centros, entre los que hay que destacar los Archi-
vos Históricos Provinciales de Galicia, el Archivo
General de la Xunta de Galicia y el Archivo del
Reino de Galicia, con la coordinación del Archivo
Histórico Provincial de Lugo (Subdirección Gene-
ral de Archivos, de la Consellería de Cultura e
partida adaptándola a las particularidades de
Galicia.
La información sobre cada uno de los lugares
mineros considerados, que proviene del trabajo de
campo y de la documentación consultada, se car-
ga en esta base de datos, considerada “de traba-
jo” o “del proyecto”, y no es de consulta pública.
Esta base de datos se ha realizado utilizando
ACCESS 2000 —con una interface de usuario en
Visual Basic 6.0 Enterprise Edition para una con-
figuración mínima en Windows 95 y Windows
NT— preferiblemente XP, al menos en un PII con
un RAM de 32 MB.
Los datos se cargan clasificándolos en los
siguientes grupos de información:
Datos básicos de la mina.•
Datos del grupo de minas.•
Labores, instalaciones y equipos.•
Geología, yacimientos, rocas, minerales y ele-•
mentos químicos.
Historia-arqueología, referencias y otros •
datos.
La base (figura 2) permite la visualización de
fotografías y figuras relativas al sitio de interés
minero considerado (figura 3), lo que facilita trans-
mitir una primera información gráfica al usuario
sobre la localización, accesos, los distintos ele-
mentos observables y su estado de conservación
y/o rehabilitación. Otra pantalla de esta base,
con información sobre el lugar minero puede
verse en la figura 4.
Mapa de Patrimonio Minero de GaliciaEl IGME, en la década de los años setenta, realizó
la cartografía geológica a escala 1:50.000 (Plan
Magna) de toda Galicia (la primera región que
dispuso de esta cartografía en España) y sus pri-
meros mapas de minerales metálicos y de rocas y
minerales industriales a escala 1:200.000. Estas
cartografías han sido antecedentes fundamentales
Figura 3. Pantalla de datos básicos de la mina (actualizaciones sotfware: Manuel
Bernat).
Figura 4. Pantalla de labores, instalaciones y equipos (maquinaria) (actualizaciones
sotfware: Manuel Bernat).
“La información sobre cada
uno de los lugares mineros
considerados, que proviene
del trabajo de campo
y de la documentación
consultada, se carga
en esta base de datos,
considerada ‘de trabajo’
o ‘del proyecto’, y no es
de consulta pública”
ATLANTERRA, UN PROYECTO TRANSNACIONAL PARA IMPULSAR LA PUESTA EN VALOR DEL PATRIMONIO MINERO DE GALICIA
32 • Tierra y tecnología, nº 44, 28-42 • Segundo semestre de 2013
para obtener referencias geológicas y mineras de
los lugares mineros.
Para realizar el mapa se utilizaron como ante-
cedentes los mapas de localización de indicios
minerales, tanto metálicos (año 1975 y año 1982,
de síntesis de Galicia) como de rocas y minerales
industriales 1:250.000 (año 2010). A partir de la
base geológica de este mapa 1:250.000, se obtuvo
la síntesis geológica (digital) que constituye la
base geológica, a escala 1:400.000, del mapa del
patrimonio minero de Galicia.
Se han visitado unos 100 lugares considera-
dos inicialmente de interés, si bien se han quedado
fuera otros cuyo potencial interés conocemos y
que deberán ser objeto de futuras incorporacio-
nes. También se han incluido algunos de los que
probablemente habrá que prescindir en futuras
revisiones.
Los criterios aplicados han sido los potencia-
les intereses históricos, arqueológicos, socioeco-
nómicos, de tipología de yacimientos, labores
mineras, métodos de laboreo, instalaciones de
extracción, transporte y tratamiento, y los restos
observables y/o facilidad para su accesibilidad y
observación. En Galicia, la mayoría de las anti-
guas labores e instalaciones están muy tapadas
por la vegetación, pero su puesta a la vista no es
difícil ni costosa.
También se ha tenido en cuenta el estado
de conservación, y la posible agrupación de
puntos para establecer itinerarios geológico-
mineros. Todo ello ha sido considerado en esta
primera selección que incluimos en el mapa que
denominamos de patrimonio minero de Galicia y
que es simplemente una herramienta de conoci-
miento regional y un punto más de partida para
la toma de conciencia para la preservación,
conservación y puesta en valor de este patrimo-
nio minero.
Figura 5. Anverso del Mapa de Patrimonio Minero de Galicia (Ferrero Arias et al., 2012).
MINERÍA
Tierra y tecnología, nº 44, 28-42 • Segundo semestre de 2013 • 33
En el anverso del mapa (figura 5) puede ver-
se que se han situado 98 lugares de potencial
interés, y algunos detalles más próximos del
mapa se ofrecen en la figura 6. La leyenda geo-
lógica nos ayuda a tener una primera aproxima-
ción al contexto litológico y estructural de los
sitios de patrimonio minero. La simbología de
dichos sitios nos indica su tipo y la sustancia/s
minerales con las que se relaciona.
El listado nos permite identificar cada punto
y poder así localizarlo en la base de datos y en
otros documentos, así como en Internet. En el
fragmento del mapa pueden verse sitios mineros
seleccionados (sin ser exhaustivos) y su relación
con las principales vías de comunicación. Se ve
que la entrada a Galicia por la carretera N-120
nos ofrece la oportunidad de visitar áreas mine-
ras de diversos tipos (explotaciones, hornos,
ferrerías) y sustancias (oro, hierro, estaño y wol-
framio, caliza, magnesita, pizarra).
En el reverso (figura 7) se dan algunos datos
más sobre 35 puntos seleccionados. Se han
tenido en cuenta la diversidad de tipologías y de
sustancias, y su distribución por Galicia; como
sustancias metálicas se incluyen: arsénico, oro,
hierro, antimonio, cobre, estaño, wolframio y
titanio; como rocas y minerales industriales: grani-
to, gneises, pizarras, calizas, magnesita, serpen-
tinitas, arcillas, caolín y sal; y como sustancia
energética: lignito.
Entre los tipos de lugares diferenciamos
“minas e instalaciones mineras” anexas; “car-
gaderos de mineral” (tanto cargaderos construi-
dos para el envío por mar de un determinado
mineral, como otros en los que se realizó y
realiza un importante tráfico de materias pri-
mas minerales) restos fidedignos de los anti-
guos cargaderos, o rehabilitaciones más o
menos acertadas (A Insúa, Ribadeo). En el gru-
po denominado “Otros puntos de interés”, se
han incluido varios tipos como pueden ser museos
o centros con contenidos relacionados con la
minería, hornos de cal, fábricas-fundiciones y
herrerías; por ejemplo, los ecomuseos de Buño
y de Valga, en relación con el uso de la arcilla
en cerámica; hornos de cal como el de Sasdóni-
gas; fábricas como las Reales fábricas de Sar-
gadelos de hierro y loza; herrerías donde se
fundía y trataba el mineral de hierro (Bogo,
Seoane, Vilaboa...).
No es un mapa turístico sino para el conoci-
miento regional de la potencialidad individual o
en grupo de sitios mineros. No se tiene en cuen-
ta, de forma prioritaria, las posibilidades de
observación actual cuando es causa de una falta
de limpieza o adecuación de accesos y señaliza-
ción, algo fundamental para considerarlos como
puntos turísticos recomendables para su visita,
sino que son lugares mineros recomendados
para su preservación y, en lo posible, recupera-
ción y puesta en valor mediante limpiezas, estu-
dios, valoraciones, panelizaciones, diseño de iti-
nerarios, etc., siempre resaltando los contenidos
geológico-mineros. Pueden completarse, en oca-
siones, con otros contenidos culturales: históri-
cos, arqueológicos, industriales, faunísticos,
vegetación, paisaje, etc.
Por otra parte, se recomienda ser conscien-
tes de la peligrosidad que implica la visita a una
zona minera desconocida, que se contacte con el
ayuntamiento correspondiente, y acompañarse
por una persona conocedora de la zona si así se
recomienda. En cualquier caso, aunque no se
informe sobre la existencia de peligrosidad, hay
que tener siempre precaución cuando se visite
una zona de labores antiguas y no entrar nunca
en una galería que no esté acondicionada para
su visita guiada.
Entre los sitios mineros con potencialidad
como patrimonio minero se han incluido algunas
canteras de granito y de gneises en el entorno de
Santiago de Compostela, como referencias de
sitios aún observables de los que procedieron
algunas de las rocas más frecuentemente utiliza-
das en la construcción de la ciudad de Santiago,
tanto en la antigüedad como en la actualidad.
Algunas de ellas están en explotación desde los
Figura 6. Detalles del Mapa de Patrimonio Minero de
Galicia (Ferrero Arias et. al., 2012).
“Se recomienda ser
conscientes de la
peligrosidad que implica
la visita a una zona
minera desconocida,
que se contacte con
el ayuntamiento
correspondiente, e ir
acompañado de una
persona conocedora de la
zona si así se recomienda”
ATLANTERRA, UN PROYECTO TRANSNACIONAL PARA IMPULSAR LA PUESTA EN VALOR DEL PATRIMONIO MINERO DE GALICIA
34 • Tierra y tecnología, nº 44, 28-42 • Segundo semestre de 2013
Figura 7. Reverso del Mapa de Patrimonio Minero de Galicia (Ferrero Arias et al., 2012).
MINERÍA
Tierra y tecnología, nº 44, 28-42 • Segundo semestre de 2013 • 35
años cincuenta, para obra nueva o reparaciones
que continúan en la actualidad.
Éstas y otras canteras que han aportado
rocas para la construcción de los monumentos,
no sólo en Santiago de Compostela, sino tam-
bién a lo largo del Camino de Santiago, y que
deben considerarse como parte del patrimonio
minero de Galicia, se han estudiado e incluido
en el libro Las piedras del Camino de Santiago
en Galicia publicado por el Instituto Geológico y
Minero de España (IGME) en septiembre de
2013.
Sitios de Galicia con potencial valor como patrimonio minero: acciones Atlanterra En el reverso del mapa del patrimonio minero de
Galicia se ha incluido una selección de sitios
mineros con potencial patrimonial (tabla 2). Unos
se ilustran con fotografías en cuyo pie se apunta
alguno de los motivos de su interés. Su distribu-
ción geográfica en la Comunidad Autónoma que-
da reflejada en un esquema comarcal. Ya se ha
indicado que no es una relación exhaustiva y
algunos sitios faltan y otros seguramente sobran,
pero creemos que cumple alguno de los objetivos
iniciales del proyecto: concienciar, introducir cri-
terios geológico-mineros en la selección de luga-
res de interés cultural-industrial y en los progra-
mas de defensa y promoción de la geodiversidad,
y difundir el potencial del patrimonio minero
como recurso geoturístico del territorio.
En el marco del proyecto Atlanterra se ha
pretendido, además de mejorar el conocimiento,
en el ámbito autonómico, de los sitios suscepti-
bles de constituir patrimonio minero, resaltar
algunos de los sitios ya puestos en valor o que se
estaban iniciando y proponiendo al comenzar el
proyecto y durante su desarrollo, así como otros
lugares que no se estaban teniendo en cuenta.
La escasa proyección interna, y más aún
externa, del patrimonio minero de Galicia acon-
sejaba la selección de unos pocos sitios en los
que distribuir los escasos recursos del proyecto y
trabajar en la difusión de sus características de
interés patrimonial minero, además de apoyarlos
en lo posible con la realización de acciones de
puesta en valor. En definitiva, pocos sitios distri-
buidos por toda la geografía gallega y que pre-
senten variados elementos de patrimonio mine-
ro, evitando ya la enumeración más extensa de
sitios mineros tal como se plantea en el mapa de
patrimonio.
En esta publicación se hace solamente
referencia a las actuaciones realizadas por el
IGME en el marco del proyecto Atlanterra y, más
concretamente, en los lugares incluidos en la
tabla 2. No se entrará en detalles descriptivos
de cada sitio, lo que no es objeto de esta comu-
nicación, reseñando algunos tipos de elementos
mineros de interés a considerar en su puesta en
valor.
Prácticamente se localizaron y reconocieron
en campo más de 100 sitios con interés potencial.
Las dificultades de observación debidas a la densa
vegetación y el estado ruinoso de muchas cons-
trucciones, ha impedido, en numerosos casos,
realizar una descripción detallada de cada uno de
los elementos mineros a considerar. Pero esto no
ha sido inconveniente para alcanzar una valora-
ción, en gran medida subjetiva e integradora, del
conjunto y de sus posibilidades para su puesta en
valor a través de actuaciones desde sencillas (ej.
panel informativo) a más complejas y costosas
(rehabilitación de edificios e instalaciones, habili-
tación de labores subterráneas para su visita,
centro de interpretación o museo, etc.).
Mediante la organización y elaboración de los
datos de campo con el apoyo de trabajos de gabi-
nete y una revisión documental más amplia, si bien
siempre con carácter preliminar ya que se trata de
una revisión o inventario de ámbito regional, se
seleccionaron definitivamente 98 sitios mineros
para su inclusión en el mapa del patrimonio minero
de Galicia a escala 1:400.000.
En la base de datos del proyecto se introdu-
jeron, para cada uno de los sitios mineros, planos
de situación geográfica y, en ocasiones, geológi-
ca, que complementa la del mapa de patrimonio
minero, situación sobre foto aérea, esquemas de
interés y fotografías de los distintos elementos
visibles en las condiciones de observación actua-
les. También se incluyó información textual tanto
sobre los aspectos históricos, como sobre ele-
mentos valorables como patrimonio minero. Se
incorporaron a la base 98 lugares mineros a
tener en cuenta. De éstos, se hizo una selección
de 35 puntos que se han relacionado en el rever-
so del mapa de patrimonio (tabla 2).
En cuanto a las actuaciones del IGME, aparte
de los trabajos indicados y realizados para cada
uno de los sitios mineros reconocidos en el campo,
se han llevado a cabo algunas acciones a las que
nos referiremos sucintamente en cada caso.
La minería de estaño y wolframio en Galicia
tuvo un desarrollo importante en gran parte de su
territorio, con numerosas explotaciones de tama-
ño pequeño a mediano. Se han seleccionado varios
lugares mineros en los que algunos elementos
podrían ponerse en valor. En dos de ellos, las
minas de San Finx y la mina de Fontao, se ha
avanzado mucho en su puesta en valor mediante
la rehabilitación de edificios (figuras 8 y 9), insta-
laciones, maquinaria y herramientas, así como en
la recuperación y divulgación de su historia minera
a través de documentos, artículos, medios de
comunicación, audiovisuales, etc. En ambos casos,
se está implementando un proyecto de Museo de
la minería de cada una de las zonas.
Minas de San Finx
En San Finx, el IGME, en el proyecto Atlanterra,
ha colaborado en la puesta en valor en los siguien-
tes aspectos:
GEOTURISMO: diseño, preparación de conte-•
nidos y realización de dos rutas geológico-
mineras en el entorno inmediato del yaci-
miento y por su contexto geológico. Realización
de un panel (figura 10) (instalado en el
museo) sobre las rutas propuestas y otros
contenidos geológico-mineros. Edición de un
Figura 8. Aspecto (1940´s) de la fachada principal del
edificio de talleres y carpintería, hoy edificio principal
del Museo (Ayto. de Lousame).
Figura 9. Edificio principal del Museo, ya rehabilitado
el antiguo edificio de talleres y carpintería (Ferrero
Arias).
“La escasa proyección
interna, y más aún externa,
del patrimonio minero
de Galicia aconsejaba la
selección de unos pocos
sitios en los que distribuir
los escasos recursos
del proyecto y trabajar
en la difusión de sus
características de interés
patrimonial minero”
ATLANTERRA, UN PROYECTO TRANSNACIONAL PARA IMPULSAR LA PUESTA EN VALOR DEL PATRIMONIO MINERO DE GALICIA
36 • Tierra y tecnología, nº 44, 28-42 • Segundo semestre de 2013
Tabla 2. Selección de sitios mineros con potencialidad para constituir parte del patrimonio minero de Galicia
Ref. Denominación / Municipio Sustancia /
temáticaÉpocas de actividad Tipo R.I.E V ER Valor UTMX UTMY
1Parque Etnográfico de A Insúa
(Viveiro)Fe
1899-1914
1918-1966 (rehabilitado e
inaugurado en 2002).
Cargadero de mineral Si VL C Medio 612137 4838865
2 Fábricas de Sargadelos (Cervo) Fe y loza Fundición: 1791-1875. Fábrica de
loza: 1804-1875; 1970-actual Fundición y fábrica de loza Si VL D Alto 628753 4835581
3 Minas de A Silvarosa (Viveiro) Fe 1898-1965 Labores a cielo abierto ladera
y subterráneas Si VP N Medio 609979 4834477
7 Cargadero de Ribadeo Fe 1903-1964 Cargadero de mineral Si VL C Medio 658772 4823421
12Mina de As Pontes (As Pontes de Gª
Rodríguez)Lignito 1972-2007
Corta a cielo abierto
Ecología minera Si VC D Alto 590670 4812452
14 Minas de Vilaoudriz (A Pontenova) Fe 1903-1965 Labores subterráneas y
trincherasSi VP D Alto 646712 4801205
16 Ferrería de Bogo (A Pontenova) Fe 1534-S. XIX Ferrería Si VC C Alto 650110 4797080
18Ecomuseo Forno do Forte (Malpica de
Bergantiños)Arcilla 1999-actual Museo etnográfico Si VC C Alto 517762 4790878
19 Muelle de Balarés (Ponteceso) Ti 1941-1962 Cargadero de mineral Si VL D Medio 504567 4787902
22 Mina de Meirama (Cerceda) Lignito 1980- 2007 Corta a cielo abierto. Ecología
mineraSi VC D Alto 547040 4782628
23 Minas de Laxe Caolín 1930-1982 Corta a cielo abierto Si VL N Medio 500207 4780558
28Museo Luis Iglesias (Santiago de
Compostela)
Rocas y
minerales1900-(Museo 1906) -actual Museo Si VC C Alto 537218 4748548
29 Minas de Touro Cu (Finales XIX-XX); (1965) 1975-1987 Ecología minera Si VC D Alto 553047 4748147
34Mina de Fontao
(Vila de Cruces) W-Sn
Antigua
1888-1963; 1968-1974
Labores subterráneas y cielo
abierto en trinchera. Museo Si VC D Alto 563183 4734255
35 Minas de San Finx (Lousame) Sn-W Antigua
1889-actual
Labores subterráneas (cielo
abierto ladera) SI VC D Alto 514462 4733371
38 Ferrería de Penacoba (Bóveda) Fe Antes de 1780-finales S. XIX (como
fragua hasta mediados del S. XX) Ferrería Si VC C Alto 622212 4725384
39 Mina A Toca (Folgoso do Courel) Au Romana Imperial Corta a cielo abierto No VL D Alto 653323 4724856
42 Ferrería de Locay (Folgoso do Courel) Fe 1810-1910 (como mazo hasta los
años de 1920)Ferrería Si VC C Alto 651644 4722312
47 Minas de Vilarbacú (Quiroga) Sb Antes de 1896-1953 Labores subterráneas y a
cielo abierto Si VP N Medio 653502 4714947
48 Minas de A Trigueira (Lalín) Sn Antes de 1917-1950 Labores subterráneas y
trincherasSi VP I Medio 563451 4712697
49 Minas de Presqueiras (Forcarei) Sn 1849-1954
Labores subterráneas y
excavación a cielo abierto
ladera
Si VP N Medio 553482 4707914
53 Museo de Geología de QuirogaGeología y
mineríaFinales 2011-actual Museo Si VC C Medio 642333 4704476
61 Minas de Freixo (Monforte de Lemos) Fe Siglo XV; 1913-1959 Labores subterráneas y
trincherasSi VP N Medio 623215 4701578
62 Minas de Brués (Boborás) As (Au) 1905-1910
años 1970
Labores subterráneas y
trincherasSi * VA D Alto 569854 4701144
67 Mina Os Biocos (San Xoán de Río) Au Romana Imperial Cortas a cielo abierto No VL D Alto 641811 4696010
69 Mina de Montefurado (Quiroga) Au Romana Imperial Túnel y excavación a cielo
abiertoNo VL C Alto 647760 4694987
70Minas de Balborraz (Carballeda de
Valdeorras)W 1914 -1962
Labores subterráneas y
trincherasSi VP N Alto 684322 4684778
74 Cargadero de Rande (Redondela) Fe 1926-1959 Cargadero de mineral Si VC N Medio 528177 4681633
75 Minas de Vilanova (A Veiga) W 1914 -1952Labores subterráneas
y trincherasSi VP N Medio 676071 4681184
78 Salinas do Areal (Vigo) Sal comúnRomana Imperial
Museo: 2009-actual Salinas – Museo Si VC C Alto 523545 4676433
82 Minergal (O Porriño)Rocas y
minerales2011-actual Fundación y Museo Si VC C Medio 530409 4666982
85 Minas de Baltar W-Sn 1920; 1940-1950Labores subterráneas y
trincherasSi VP N Medio 604046 4644612
87 Mina As Sombras (Lobios) W-Sn1936-1952
(subterráneo)-1971-1976
Labores subterráneas y
trincherasSi VC N Medio 578251 4630782
88Cargadero de Coto Wagner
(Redondela)Fe 1965-1974 Cargadero de mineral Si VC N Medio 528667 4681982
89Centro Tecnológico de la Pizarra (O
Barco de Valdeorras)Pizarra 1999-actual
Fundación y Centro
Tecnológico Si VC C Alto 670797 4698431
VP: Visita libre con precaución (el recorrido por minas o instalaciones no acondicionadas puede ser peligroso para los visitantes); R.I.E. Restos de instalaciones o de edificios ; (*) Muy modificados y en uso privado
MINERÍA
Tierra y tecnología, nº 44, 28-42 • Segundo semestre de 2013 • 37
folleto divulgativo en castellano y su traduc-
ción al gallego.
MUSEÍSTICO: preparación de información y •
apoyo al diseño de una maqueta de la mina
subterránea de San Finx y su entorno geo-
gráfico (instalada en el museo).
DIFUSIÓN: se dio a conocer este lugar mine-•
ro a los socios de Atlanterra en diciembre de
2010, como parte de las actividades anuales
del grupo Atlanterra. Se presentaron en el
coloquio final del proyecto Atlanterra, cele-
brado en septiembre de 2012 en Nantes, los
avances realizados en la puesta en valor de
las minas de San Finx.
El IGME, en 2013, coordinó, a través de su
unidad en Santiago de Compostela, la filmación
de distintos elementos del museo e itinerarios,
para Televisión Española (TVE) y Televisión Galle-
ga (TVG), para su difusión a través del programa
internacional Desde Galicia para el Mundo que
estas dos cadenas emiten. Fueron entrevistadas
en esta visita la actual alcaldesa de Lousame y la
técnico de Turismo del ayuntamiento, además del
responsable del IGME del proyecto Atlanterra.
Mina de Fontao
En relación con la mina de Fontao, el IGME reali-
zó las siguientes acciones durante el desarrollo
del proyecto:
MUSEÍSTICO: promoción, financiación y cola-•
boración en los contenidos de ocho paneles
con información gráfica, textual y tabular, de
carácter geológico-minero, que se instalaron
en el edificio principal del Museo de la Mine-
ría de Fontao.
GEOTURÍSTICO: gestiones con el propietario •
de la mina y con el ayuntamiento de Vila de
Cruces, directamente y a través del director del
museo, para el diseño y establecimiento de un
itinerario geológico minero en la zona de la
mina. Visitas a las áreas de principal interés.
DIFUSIÓN: se realizaron para la mina de •
Fontao las mismas acciones ya señaladas
para las minas de San Finx, y se promovió y
financió la publicación del libro de fotogra-
fías mineras Mundo Minero 2011, con nume-
rosas fotos sobre vestigios en minas aban-
donadas.
Entre otros sitios mineros seleccionados se
han incluido algunas explotaciones de oro. La
totalidad de las visitadas fueron ya conocidas y
explotadas probablemente en época romana.
Unas se citan como minas de oro y otras de
arsénico, con cierto contenido en oro, que los
romanos podrían obtener ya que aparecía en
gran medida en forma nativa. En el marco del
proyecto Atlanterra se ha actuado en dos de las
minas visitadas: Brués y Os Biocos.
Figura 10. Aspecto general del póster de itinerarios geológicos realizado en el marco del proyecto Atlanterra
y situado en el Museo de San Finx (Ferrero Arias).
Figura 11. Minas de Brués, parte frontal del folleto del itinerario interpretativo (Ferrero Arias).
Figura 12. Aspecto general de la parte principal del itinerario de Brués (Ferrero Arias).
ATLANTERRA, UN PROYECTO TRANSNACIONAL PARA IMPULSAR LA PUESTA EN VALOR DEL PATRIMONIO MINERO DE GALICIA
38 • Tierra y tecnología, nº 44, 28-42 • Segundo semestre de 2013
Minas de Brués
El IGME firmó un convenio de colaboración con el
ayuntamiento de Boborás para la puesta en valor
de las minas de Brués. En este convenio, el ayun-
tamiento se comprometía a realizar los trabajos de
limpieza de los senderos que llevaban a las minas,
en ese momento impracticables por la densa pre-
sencia de matorral. Estos trabajos de limpieza
deberían mantenerse en el tiempo para que siem-
pre estuviera practicable el itinerario interpretativo
propuesto por el IGME. También se contemplaba
en el convenio, el compromiso del ayuntamiento
para instalar en el campo las señales y paneles
informativos facilitados por el IGME.
DOCUMENTACIÓN: el IGME realizó un reco-•
nocimiento de los senderos de accesos a las
distintas galerías visitables y de su inmedia-
to contexto geológico, apoyándose en la docu-
mentación existente tanto histórica como
geológico-minera. Elaboró un documento
base que entregó a los responsables del
convenio por parte del ayuntamiento.
GEOTURISMO: El IGME preparó una pro-•
puesta de itinerario interpretativo (figuras
11, 12 y 13) por la zona de las minas de
Brués, y un folleto divulgativo (editado en
castellano) de los aspectos históricos, tipo y
génesis del yacimiento, sistema y método de
laboreo, contexto geológico, etc., además de
otros rasgos naturales del itinerario (vegeta-
ción, fauna, paisaje) y culturales próximos.
Se establecieron unos puntos de observa-
ción a lo largo del itinerario y se diseñaron
las señales a colocar en cada punto que se
describe en el folleto. Se prepararon algunas
señales de dirección para su localización
desde la carretera de O Carballiño a Ponte-
vedra, y se preparó un panel informativo al
inicio del itinerario con la información gene-
ral geológico-minera, geográfica y cultural
del entorno.
INSTALACIÓN: el trabajo estuvo a cargo del •
ayuntamiento de Brués. Se situaron todas
las señales entregadas por el IGME en los
puntos de observación correspondientes, así
como el panel informativo y las señales de
orientación. Además, se realizaron nuevas
labores de limpieza y mantenimiento de las
sendas.
DIFUSIÓN: se presentó la actuación en estas •
minas de Brués en el coloquio final del pro-
yecto Atlanterra, celebrado en septiembre
de 2012 en Nantes. Se preparó también una
presentación para la difusión de los trabajos
realizados y de los elementos existentes.
Tanto el documento de base como el panel
informativo y el folleto divulgativo, así como
la presentación, fueron entregados en for-
matos digitales adecuados al ayuntamiento
de Brués.
Os Biocos
La otra mina romana de oro en la que se realizó
una actuación de puesta en valor fue la mina Os
Biocos. Se llevó a cabo esta actuación de acuer-
do con el ayuntamiento de San Xoán de Río, y
consistió en la panelización informativa de un
corto itinerario interpretativo que pretende poner
en valor esta mina que los arqueólogos asignan
a la época romana. Dada la importancia de la
presencia romana en esta zona, próxima a la Vía
Nova, y el interés coincidente de poner en valor
estas labores romanas por parte del CSIC y del
IGME, este segundo organismo, en el marco Atlan-
terra, estableció un contrato de asesoramiento
con el equipo de Estructura Social y Territorio-
Arqueología del Paisaje (EST-AP) del CSIC, con el
que colaboró en la aportación de contenidos y
coordinación de trabajos para la puesta en valor
de este sitio minero.
DOCUMENTACIÓN: documento con informa-•
ción geográfica, histórico-arqueológica y
geológico-metalogenética, para la prepara-
ción de paneles informativos, y si así se
considerase en el futuro, suficiente para la
preparación de un folleto divulgativo.
GEOTURISMO: aportación de contenidos, •
coordinación y financiación de tres paneles
informativos (figura 14), con textos en ga -
llego y español, con contenidos histórico
arqueológicos, geológicos, metalogenéticos
y mineros, situados en puntos selecciona-
dos del itinerario propuesto para la visita a
la mina.
Realización de un proyecto de instalación de
los paneles informativos y su tramitación a
través del Servizo de Arqueoloxía de la Xun-
ta de Galicia (Dirección Xeral de Cultura) e
informe de resultados una vez instalados los
paneles.
DIFUSIÓN: comunicaciones a la prensa tanto •
por parte del IGME como del CSIC, y conjun-
tamente, del interés histórico-arqueológico y
minero de esta mina, situada en el área
controlada por los romanos a lo largo de la
Vía Nova. Comunicación a los vecinos afec-
tados por la instalación de los paneles
informativos del interés e información sobre
el proyecto Atlanterra, y de Os Biocos en
particular.
Figura 13. Bocamina de una galería de explotación en
dirección, siguiendo un filón de cuarzo en las minas de
Brués (Ferrero Arias).
Figura 14. Aspecto general de uno de los paneles informativos colocado en el itinerario de la mina Os Biocos (IGME-CSIC).
MINERÍA
Tierra y tecnología, nº 44, 28-42 • Segundo semestre de 2013 • 39
Por otra parte, y para varios sitios mineros
de Galicia, se han realizado diversos informes
con propuestas y observaciones sobre su patri-
monio minero, informes que han sido comenta-
dos y entregados a los alcaldes de los municipios
correspondientes. En estos informes se incluye la
situación geográfica y geológica de los sitios
mineros tratados, una síntesis preliminar de la
historia minera, referencias a la tipología de
yacimiento y metalogénia, métodos de laboreo,
etc., así como indicaciones y descripciones sobre
los elementos mineros observables y comenta-
rios y propuestas de actuación para preservar o
promover la puesta en valor del lugar o de alguno
de los elementos de interés patrimonial minero.
Otras minas
En la mina y muelle de Balarés, de titanio, se
colaboró intercambiando información con la Aso-
ciación Cultural Monte Branco (Ponteceso, A
Coruña) que ha realizado un magnífico documen-
to audiovisual sobre la actividad minera en
Balarés. Se realizó un documento informativo en
la línea ya indicada, incorporándose ambos docu-
mentos a los productos Atlanterra para darles
difusión.
Para las minas de Laxe, de caolín, se reali-
zó un documento informativo sobre los elemen-
tos valorables (figuras 15 y 16) y un documental
basado en la información recogida en ese docu-
mento, y en el que se incluyen testimonios de
mineros de estas minas. Se proyectó el docu-
mental en un acto público en el local de la aso-
ciación de vecinos de Serantes, con gran afluen-
cia de público y gran interés por la puesta en
valor de los escasos elementos materiales exis-
tentes, que permiten establecer un itinerario
siguiendo los restos del tranvía aéreo que lleva-
ba el caolín desde la corta de explotación a la
planta de tratamiento, donde queda en pie la
chimenea de los hornos de secado. Tanto el
informe como el audiovisual fueron enviados a la
alcaldía de Laxe.
También fue entregado en la alcaldía de
Cerdido el documento elaborado en relación con
las posibilidades observadas durante el recono-
cimiento de campo y revisión preliminar en
gabinete, sobre las minas de cobre de Cerdido y Moeche.
En relación con las minas de Vilanova se
ha entregado en la alcaldía de A Veiga el docu-
mento realizado sobre la potencialidad patrimo-
nial sobre este sitio y su relación con otros
próximos (Tres Amigos y Balborraz). Se ha desta-
cado la importancia de preservar y conservar,
restaurándola, una máquina de vapor (figura 17)
que se encontraba aún situada en su ubicación
original. Una propuesta de convenio de colabora-
ción con dicho ayuntamiento, para establecer un
itinerario por la zona de labores destacando los
aspectos geológicos y mineros del yacimiento
explotado y el tipo de labores realizadas, no llegó
a formalizarse. La puesta de nuevo en explota-
ción de la zona (con derechos mineros vigentes)
y la recuperación y puesta en valor de algunos
elementos mineros deberían poder coexistir.
La zona comprendida entre la mina de Vilano-
va, en el municipio de A Veiga, y las minas de
Balborraz, en el término de Carballeda de Val-
deorras, presenta un atractivo paisajístico de
montaña que complementa el interés geológico-
minero. Por ello, se ha propuesto una ruta especí-
fica minera del wolframio (figura 18) en la que,
aparte de los yacimientos de wolframio explota-
dos, pueden observarse, en el contexto geológico,
granitos que se han relacionado con las minerali-
zaciones y las rocas metamórficas en las que
éstas encajan. Estas rocas representan, en la
zona, el Ordovícico inferior al Ordovícico medio,
con litologías de esquistos y pizarras a cuarcitas
y areniscas. También pueden observarse valles
que conservan la huella del glaciarismo que afec-
tó a esta área durante el cuaternario, y grandes
bloques erráticos que han quedado como espec-
taculares testigos del fenómeno glaciar.
Con respecto al patrimonio minero resultado
de la explotación de lignito (figura 19) en las minas
de Meirama (Lignitos de Meirama, S.A., LIMEISA)
y As Pontes (Empresa Nacional de Electricidad,
S.A., ENDESA), sin explotar a partir de finales de
2007, se consideran de interés, además de la his-
toria minera y dentro de las posibilidades existen-
tes en el proyecto de cierre de ambas minas,
aquellos elementos mineros, que permitan com-
prender y difundir el importante significado de
estas minas desde el punto de vista de la tipología
de sus yacimientos, algo que con el llenado del
Figura 15. Restos de una de las torretas del tranvía
aéreo de las minas de Laxe (Ferrero Arias).
Figura 16. Chimenea, resto de la zona de secado de
caolín en la planta de tratamiento (Ferrero Arias).
Figura 17. Locomóvil en su ubicación inicial en las
minas de Vilanova. Un elemento a proteger (Ferrero
Arias).
“Para varios sitios mineros
de Galicia, se han realizado
diversos informes con
propuestas y comentarios
sobre su patrimonio
minero, informes que
han sido comentados
y entregados a los
alcaldes de los municipios
correspondientes”
ATLANTERRA, UN PROYECTO TRANSNACIONAL PARA IMPULSAR LA PUESTA EN VALOR DEL PATRIMONIO MINERO DE GALICIA
40 • Tierra y tecnología, nº 44, 28-42 • Segundo semestre de 2013
hueco explotado previsto en el proyecto de cierre,
parece prácticamente descartable, teniendo que
hacerse mediante documentación gráfica y de
texto. Las empresas disponen de documentación
suficiente para poner en valor todos los aspectos
relativos a la extracción, transporte y tratamiento
del lignito beneficiado. El IGME ha dado a conocer
(DIFUSIÓN) en Nantes 2012, algunos de los aspec-
tos patrimoniales de estas minas, poniendo el
énfasis en los espacios que se han generado
mediante acciones de ecología minera; gran-
des maquinarias e instalaciones; importancia y
características geológico-mineras de los yacimien-
tos, etc.
Ya se ha hecho referencia a la publicación,
en el marco del proyecto Atlanterra, del libro Las
piedras del Camino de Santiago en Galicia. Son
numerosas las canteras que han aportado rocas
de diversos tipos para la construcción de edifi-
cios nobles y, sobre todo, religiosos a lo largo del
Camino de Santiago en todas sus variantes.
Este libro es una guía geológica-minera que
pretende contribuir a la conservación y divulgación
del patrimonio natural y cultural en múltiples
sentidos. Se trata de una guía para el viajero o el
peregrino en la que se describen las rocas que
forman los principales monumentos históricos
que encontrará a su paso desde que entra en
Galicia hasta que llega a Santiago. También es
una guía de utilidad para el restaurador de monu-
mentos, ya que, entre las características de esas
rocas, se aportan datos sobre las canteras de
procedencia, su composición, e incluso sobre sus
propiedades como roca constructiva u ornamen-
tal. Es una guía para la persona curiosa e intere-
sada por la geología y minería en general y las
rocas del Camino de Santiago, pues permite
conocer interesantes aspectos de la geología de
Galicia a través de los monumentos y las cante-
ras que en ella se describen.
Queremos destacar aquí la propuesta que no
fue posible plantear al ayuntamiento de Santia-
go, de incluir en una ruta geoturística los sitios
mineros que se han situado en el mapa del patri-
monio minero de Galicia en la ciudad y su entor-
no inmediato.
Consideraciones finalesEl proyecto Atlanterra-Galicia ha permitido dis-
poner de una información regional, no exhaustiva
pero amplia, para la Comunidad de Galicia, sobre
su potencialidad de patrimonio minero, con
carácter preliminar, relacionándola con su con-
texto geológico a través de su ubicación en un
mapa del patrimonio minero y de los mayores
Figura 18. Trazado de la ruta del wólfram propuesta desde Vilanova (A Veiga) a Balborraz (minas de Vilanova, Tres
Amigos y Balborraz), cruzando la Serra do Eixe. Otras rutas de montaña conectan Vilanova con Pena Trevinca y con
O Teixedal (Ferrero Arias, Sánchez Rodríguez y “Cholo”).
Figura 19. Aspecto reciente de la corta de Meirama con el lago ya en formación. En primer término, la escombrera
exterior con zonas boscosas y praderías, y, en activo, el parque de homogeneización y la central térmica (Paisajes
Españoles 2012, cedida por LIMEISA).
“El proyecto Atlanterra-
Galicia ha permitido
disponer de una
información regional para
la Comunidad de Galicia,
sobre su potencialidad
de patrimonio minero,
con carácter preliminar,
relacionándola con su
contexto geológico
a través de su ubicación
en un mapa del patrimonio
minero”
MINERÍA
Tierra y tecnología, nº 44, 28-42 • Segundo semestre de 2013 • 41
detalles recogidos en las fichas de la base de
datos del proyecto.
Algunos lugares con patrimonio minero se
han podido destacar incluyéndolos en la tabla 2,
pero otros hubieran sido dignos de mención al
menos para tenerlos en cuenta por sus posibili-
dades individuales o en conjunto. Alcanzamos
así los 98 sitios mineros representados en el
mapa. Se quedan en el tintero otros puntos cono-
cidos y catalogados como de interés por los
arqueólogos dado su origen antiguo.
Algunos puntos se proponen claramente
como referencias de la actividad minera con
restos patrimoniales ya puestos en valor o con
proyectos iniciados (tabla 2 y mapa) y otros cons-
tituyen referencias para las que, sobre todo, los
entes locales puedan promover su estudio y pues-
ta en valor, si ha lugar.
Aunque se ha procurado transmitir a los res-
ponsables locales (ayuntamientos) y a otros entes
(públicos y privados) el interés de conocer y pre-
servar el poco o mucho patrimonio minero existen-
te en el territorio que gestionan, ofreciendo nues-
tra colaboración en lo que respecta a los contenidos
geológicos y mineros, no se ha encontrado una
respuesta decidida en la mayoría de los casos. No
es de extrañar ya que el patrimonio minero es una
parte del patrimonio cultural industrial que hasta
hace muy poco quedaba reducido a los aspectos
históricos, en ocasiones complementados con la
memoria minera (testimonios de mineros), y no
será fácil interesar desde el punto de vista del
patrimonio minero como la tipología del yacimien-
to, métodos de laboreo, transporte y tratamiento,
y utilización de las sustancias beneficiadas.
Por otra parte, parece predominar el interés
por conseguir importantes inversiones para reha-
bilitar o reconstruir edificios, en casos de patri-
monio anexo al patrimonio minero, para darles
un uso no siempre justificado como centro de
interpretación o museo, que requiere de un esfuer-
zo económico inicial y futuro, difícil de asumir en
los tiempos que corren.
El senderismo es una actividad en alza, y las
propuestas de senderos o rutas mineras y su
señalización y panelización tienen un bajo coste,
especialmente si estas labores son las justas y
se complementan con un folleto editado a través
de Internet, con los detalles geológicos y mine-
ros de los puntos de observación propuestos. En
Galicia, debido al rápido crecimiento de la vege-
tación, es necesaria la limpieza inicial de sendas
y, en algunos casos, sería rentable, cuando el
itinerario es corto y la vegetación lo invade con
rapidez, su engravillado u otras soluciones con
resultados similares. La difusión a través de la
red de internet es fundamental para que estas
actuaciones alcancen sus objetivos.
Por tanto, en muchos de los puntos propues-
tos en el mapa, el mantenimiento de limpieza (de
la vegetación) de los elementos con potencial
patrimonial minero se considera imprescindible
como punto de partida, tanto en las zonas de
accesos a labores mineras como respecto a
algunas de ellas, lo que nos puede permitir iden-
tificar y visualizar el tipo de laboreo y el yaci-
miento explotado. También se pueden ver los
vestigios, en muchos casos muy escasos y arrui-
nados, pero únicos vínculos con actividades
como las de tratamiento de la mena o su trans-
porte; incluso con su embarque con destino a
otras zonas de España o al extranjero. En algunos
casos, los restos de la actividad minera tienen
suficiente entidad como para rehabilitarlos (San
Finx; hornos de A Pontenova...).
En otros casos, en que han tenido una impor-
tancia significativa desde alguno de los puntos
de vista considerados para constituir patrimonio
minero, pero no quedan apenas vestigios sobre
el terreno, la recopilación de documentación
textual y gráfica, con fotografías de la época/s
de actividad y de testimonios de personas direc-
ta o indirectamente relacionadas con ella, puede
completar un patrimonio minero de interés geo-
turístico. En el mapa se ha incluido con esta idea
como punto potencial la “fábrica de Teixeiro”, de
la que solo quedan las ruinas de una chimenea
(elemento a preservar y restaurar como único
vínculo) y dos edificios: vivienda del encargado y
lo que fue un almacén. Esta fábrica fue de las
primeras en Galicia en la obtención de productos
de arsénico, y la última en cerrarse. Tuvo un desa-
rrollo e importancia socioeconómica destacada,
y existen personas que pueden aportar testimo-
nios de la actividad productiva, de la que podría
realizarse una reconstrucción digital en 3D de
todo el conjunto.
Sin embargo, no se ha señalado en el mapa la
mina de plomo y cinc de Rubiales, un caso de total
destrucción de los restos en el exterior de esta
importante y única mina de plomo y cinc de Gali-
cia, que fue pionera en la introducción de métodos
y tecnología de explotación y tratamiento. Se
consideró punto de patrimonio geológico (minero)
por García Cortés (1999), y aunque no se ha inclui-
do en este trabajo como tal, hay que indicar que
lugares que han tenido importancia minera, pero
de los que sólo queda el patrimonio inmaterial,
conviene tenerlos en cuenta y recurrir, además de
a la información documental (de texto y gráfica) y
a recopilación de testimonios, a las reproduccio-
nes digitales en 3D para preservar y transmitir
este patrimonio minero inmaterial, de gran impor-
tancia en la minería de Galicia.
Son estos dos casos extremos a los que nos
referimos para indicar la amplitud con la que se
han querido reflejar, para el ámbito regional, las
potencialidades del patrimonio minero, en orden
a su preservación. Sin embargo, creemos que
interesa centrar los esfuerzos de puesta en valor
en unos pocos sitios mineros, que constituyan
referencias para Galicia y se proyecten en ámbi-
tos más amplios.
“Aunque se ha procurado
transmitir a los
responsables locales y a
otros entes el interés de
conocer y preservar el poco
o mucho patrimonio minero
existente en el territorio
que gestionan, ofreciendo
nuestra colaboración
en lo que respecta a los
contenidos geológicos
y mineros, no se ha
encontrado una respuesta
decidida en la mayoría de
los casos”
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Tierra y tecnología, nº 44, 43-47 • Segundo semestre de 2013 • 43
en las tierras soleadas de la costa oeste de los Estados Unidos empezaron a
marchar hacia el norte, siguiendo la cordillera de las Rocosas. Algunos de
ellos se quedaron en Juneau, donde se había descubierto oro, y en la década
de 1880 ya había unos doscientos mineros en Alaska y Yukón. Cuando corrió
la voz que se había descubierto gran cantidad de oro en el Klondike, todos
confluyeron allá y se montó un campamento que, en pocos años, se convirtió
en una de las principales ciudades del Canadá: Dawson City.
A los pocos días de la aparición de George Carmack en Fortymile,
Bonanza Creek, el lugar del descubrimiento, ya estaba del todo estacado y
los mineros que todavía llegaban buscaban concesiones en los arroyos cer-
canos, esperando que por proximidad también escondieran pepitas de oro
en sus fondos. A medida que iban llegando más mineros, las concesiones se
intercambiaban de manos. Alguien se jugaba a las cartas una concesión
demasiado pobre, o se vendía parte de una rica a cambio de comida. Claren-
ce Berry, por ejemplo, un camarero del saloon de Bill McPhee, intercambió
la mitad de su concesión en Bonanza Creek por una mitad de una concesión
en un arroyo cercano, bautizado como Eldorado Creek. Después de lavar la
grava extraída en invierno y pagar a sus trabajadores, le quedó una fortuna
de 130.000 dólares por unos meses de trabajo. Otro minero compró una
pequeña concesión sobrante que nadie quería y después de empezar a
excavar en ella, la fracción resultó ser una de las secciones de tierra más
ricas de todos los campos auríferos y proveyó a su propietario con medio
millón de dólares en oro…
En verano de 1897, aquellos primeros mineros que habían descubierto
oro en el Klondike y habían explotado sus concesiones retornaron triunfales
A finales del mes de agosto del año 1896, un hombre excitado irrumpía en
el saloon de Bill McPhee en la pequeña población de Fortymile, un campa-
mento minero en la riba del río Yukón, en Canadá. El pueblo no tenía ni diez
años desde su creación y se había establecido junto a un pequeño yacimien-
to de oro que había atraído a muchos mineros pero cuyas minas habían
resultado pobres. Muchos de esos mineros desanimados pasaban las horas
entre botellas de whisky y juegos de cartas. Cuando el forastero entró con
las ropas sucias y arrugadas de unos días de viaje, los cabellos revueltos,
una barba descuidada y una mirada intensa, todos se giraron sorprendidos.
El hombre, con la respiración entrecortada por la emoción, dijo sólo unas
palabras:
—Chicos, ¡hemos encontrado oro río arriba!
Esas palabras pronunciadas por George Carmack (figura 1) fueron el
detonante de la mayor fiebre del oro de la historia, la fiebre del Klondike. El
17 de agosto de ese año, George Carmack, Skookum Jim (figura 2) y Tagish
Charlie habían encontrado oro en el lecho de Bonanza Creek, un afluente del
río Klondike, cerca de donde éste desemboca en el Yukón.
Según la ley canadiense, cada persona podía delimitar con estacas una
concesión para excavar una zona determinada. El descubridor podía quedar-
se con dos concesiones, la inicial (Discovery Claim) y otra extra. El grupo de
Carmack ya había estacado las concesiones a las que tenía derecho y tuvie-
ron claro que para poder excavarlas y extraer el oro necesitarían una infra-
estructura que, aislados en medio de las montañas boscosas y solitarias del
Klondike, no tenían. Era necesario atraer a otros mineros para acabar crean-
do todo un campamento.
Y lo consiguieron. La mayoría de los mineros de Fortymile abandonaron
sus pobres concesiones para probar suerte en el Klondike. Muchos de ellos
se habían dedicado a la minería toda su vida. Después de la fiebre del oro
de California de 1849, gran cantidad de mineros que no habían hecho fortuna
La fi ebre del oro del Klondike
HISTORIA DE LA GEOLOGÍA
TEXTO | Jordi Canal-Soler
Jack London y la fiebre del oro
Uno de los escritores que supo captar mejor las desventuras de esos mineros que siguieron la fiebre del oro fue Jack London, que de joven se añadió a los aventureros en un viaje hacia el Klondike. En uno de sus cuentos, Losbuscadores de oro del norte, explica los sufrimientos a los que fueron sometidos los primeros mineros que llegaron al Yukón: “Se olvidaron del mundo y de sus costumbres, así como el mundo se olvidó de ellos. Se alimentaban de caza cuando la encontraban, comían hasta hartarse en tiempos de abundancia y pasaban hambre en tiempos de escasez, en su incesante búsqueda del tesoro amarillo. Cruzaron la tierra en todas las direcciones. Atravesaron innumerables ríos desconocidos en precarias canoas de corteza, y con raquetas de nieve y perros abrieron caminos por miles de millas de silencio blanco, donde nunca antes había andado un hombre. Avanzaron difícilmente, bajo la aurora boreal o el sol de medianoche, con temperaturas que oscilaban entre los 38 oC y los -70 ºC, viviendo, en las dificultades de la tierra, de huellas de conejo y tripas de salmón”.
Figura 1. Retrato de George Carmack.
Figura 2. Retrato de Skookum Jim.
LA FIEBRE DEL ORO DEL KLONDIKE
44 • Tierra y tecnología, nº 44, 43-47 • Segundo semestre de 2013
en picado y el mercado de acciones se había colapsado. La bancarrota bajo
la presidencia de Grover Cleveland afectó en un inicio a los ferrocarriles y a
los bancos, continuó con la industria y determinó una caída abismal de los
precios del trigo y el algodón. El pánico se apoderó de la sociedad. Muchos
sufrieron hambre e indigencia, y una depresión general se extendió por todo
el país. El descubrimiento de oro se vio entonces como un antídoto para
todos los males, una panacea que sólo era necesario ir a buscar al norte.
Cuando millones de trabajadores americanos ganaban menos de cincuenta
dólares al mes y un hombre podía vivir cómodamente con su familia con los
intereses generados por veinte mil dólares en un banco, las fortunas que
trajeron esos primeros mineros del Klondike hicieron brillar de esperanza los
ojos de miles de personas.
El Portland volvió a zarpar hacia el norte seis días después, y lo hizo
cargado de futuros mineros que se dirigían hacia Dawson City. Según el
Seattle Times, “los granjeros dejaban sus arados, los pasantes sus libros
de contabilidad, los peones sus picos y palas, los gandules pedían más
dinero, los padres se despedían de sus esposas e hijos, hombres ricos,
hombres pobres y hombres de clase media se daban prisa hacia las esta-
ciones de tren con un único objetivo: la gran fiebre del oro estaba en
marcha”.
De las 100.000 personas que marcharon hacia el Klondike a través de
las cinco rutas que se usaron para llegar a él, ya fuera siguiendo el curso del
Yukón desde su desembocadura en el mar de Bering; a través de Ashcroft en
Columbia Británica; hacia el norte desde Edmonton a través de las montañas
MacKenzie; o por el Chilkoot o el White Pass, sólo 50.000 personas llegaron
finalmente a Dawson. Sólo 4.000 encontraron oro y sólo 400 consiguieron
inmensas fortunas.
En diez años se extrajeron 300 millones de dólares en oro, pero este
dinero fue a parar a una ínfima minoría de los que habían empezado el viaje.
al sur. El primer cargamento de oro salido del Klondike bajó por el río Yukón
desde Dawson City en dos barcos. Cuando llegaron al puerto de St. Michael,
en la desembocadura del Yukón, lo hicieron con una carga total de un millón
y medio de dólares en oro. Aquí el metal y pasajeros embarcaron en los
vapores Excelsior y Portland, que se dirigían a San Francisco y Seattle, res-
pectivamente. El Excelsior, más pequeño y rápido que el Portland, llegó
antes a su destino. En la tarde del 14 de julio de 1897 desembarcaron en San
Francisco los ricos mineros que, con sus sacos llenos de oro, se dirigieron
inmediatamente a las fundiciones Selby, donde evaluaron la calidad. Al
siguiente día los periódicos de San Francisco iban llenos de las noticias del
descubrimiento, pero la divergencia entre los datos aportados por cada
periódico diluyó la novedad.
El Seattle Post-Intelligencer (figura 3) siguió de una manera distinta la
llegada a Seattle del Portland, prevista para el día 17. Un periodista del
periódico alquiló una barca para interceptar al vapor antes de que llegara a
puerto y se entrevistó con el capitán y con varios mineros, concretando las
cantidades de oro que transportaban. Escribió el artículo durante el viaje de
vuelta, avanzándose al Portland, y para cuando éste llegó a Seattle a la
mañana siguiente, el periódico ya había publicado la noticia en primera
página con un gran titular: “¡Una tonelada de Oro!”. La cantidad era tan
fantástica que una multitud esperó en el muelle la llegada del vapor para
comprobar por sí mismos si esas cifras eran ciertas. Cuando los propios
mineros que volvían del Klondike mostraron al gentío unos cuantos de esos
sacos llenos del mineral, la noticia corrió como la pólvora por toda la ciudad
y a los pocos días por todo el país. Poco después, todo el mundo lo sabía:
¡el Klondike era el sitio para ir!
No se puede entender la fiebre del oro sin recordar que en la década de
1890 los Estados Unidos pasaba una de las peores crisis económicas. No fue
tan fuerte como la de 1929, pero en 1893 las reservas de oro habían caído
“No se puede entender la fiebre del oro
sin recordar que en la década de 1890
Estados Unidos pasaba una de las peores
crisis económicas. No fue tan fuerte como
la de 1929, pero en 1893 las reservas de
oro habían caído en picado y el mercado
de acciones se había colapsado. La
bancarrota bajo la presidencia de Grover
Cleveland afectó en un inicio a los
ferrocarriles y a los bancos, continuó con
la industria y determinó una caída abismal
de los precios del trigo y el algodón.
El pánico se apoderó de la sociedad”
Figura 3. Portada del Seattle Post-Intelligencer.
HISTORIA DE LA GEOLOGÍA
Tierra y tecnología, nº 44, 43-47 • Segundo semestre de 2013 • 45
Y lo más irónico de la fiebre del oro del Klondike es que, aunque parecía la
más difícil, la ruta del Chilkoot Pass fue en realidad la más fácil. Éste era el
único paso que se podía usar en invierno ya que, aunque cubierto de nieve,
era practicable entre las montañas. Se calcula que unas 40.000 personas
cruzaron el Chilkoot Pass. La Policía Montada del Canadá, previendo las
necesidades que los mineros tendrían para sobrevivir el invierno, obligaba a
todo el mundo que quisiera entrar en el Yukón a transportar una tonelada de
equipaje entre comida, ropa, tienda, estufa, etc. El paso del Chilkoot se
convirtió en un hormiguero de porteadores cargados con mochilas de 30 kg
recorriendo arriba y abajo la pendiente nevada de la montaña para transpor-
tar toda la carga hasta el cuello. La escena fue inmortalizada en la obra
escrita de Jack London (figura 4), que participó en la fiebre, y en la película
La quimera del oro de Charles Chaplin (figura 5), entre otras.
La ruta del Chilkoot empezaba en la ciudad de Skagway, al final del
canal de Lynn, un estrecho fiordo del sureste de Alaska. Aquí surgió de la
nada una ciudad fronteriza, de tiendas de tela y fachadas de madera que
poco a poco se fue organizando para dar la bienvenida a los miles de expe-
dicionarios que iban a remontar el paso del Chilkoot. Aquí podían los explo-
radores comprar el material necesario para entrar en el Yukón y podían
saciar su sed en uno de los múltiples salones (había más bares que iglesias
en el pueblo). Pero desde el inicio los recién llegados también podían ser
objeto de estafas o robos de rufianes que controlaban una población al
margen de la ley. Uno de los personajes más carismáticos, pero a la vez más
bellacos de Alaska, fue Soapy Smith, uno de estos estafadores que llegó a
ser considerado el rey de Skagway. Los métodos que él y sus secuaces
tenían para sacar el dinero a los mineros eran, cuanto menos, de mucha
inventiva. Uno de los más fáciles era a través del telégrafo. El único aparato
de la ciudad pertenecía a Soapy Smith, y cuando los usuarios mandaban un
mensaje de despedida a sus familiares de los estados sureños, enseguida
llegaba una respuesta en la que solicitaban ayuda económica porque les
habían salido dificultades. En realidad, el cable del telégrafo acababa en el
mar y los mensajes eran falsos, pero los infelices estafados, queriendo
ayudar a sus familias, mandaban dinero (a través de la única empresa de
envíos, también propiedad de Soapy Smith) que nunca llegaba a su destino.
La muerte encontró al poco tiempo a Soapy Smith durante una escaramuza
Comida y distracciones a precio de oro
La riqueza que los primeros buscadores de oro consiguieron en el Klondike no les duró mucho tiempo. Aislada como estaba del exterior, Dawson sufrió algunos momentos de necesidad. Como un rey Midas que no podía alimentarse del oro que creaba, los mineros tampoco pudieron comprar todo lo que desearon. Condenados a comer conservas todo el invierno, en el inicio de la primavera de 1898 los miles de mineros que había en Dawson esperaban ansiosos que el hielo del Yukón se fundiera para permitir a los barcos llegar con comida fresca. Las primeras doscientas docenas de huevos frescos se vendieron en menos de una hora a dieciocho dólares la docena. La sal con la que algunos sazonaron los huevos podía llegar a costar su peso en oro. La primera vaca no tardó en llegar a Dawson y el primer galón de leche se vendió a treinta dólares. El propietario del Aurora Saloon compró unos litros y la vendió en tazas a 5 dólares, cinco veces más cara que un vaso de whisky. Pero seguramente la idea más original la tuvo un minero analfabeto que compró la primera copia del Seattle Post-Intelligencer que llegó a la ciudad. En una tierra donde la escasez de material impreso convertía en excitante hasta la lectura de un diccionario durante las largas noches de invierno, los mineros pagaban cualquier cosa para poder escuchar noticias frescas. El propietario del periódico pagó a un abogado para que lo leyera en voz alta en el Pioneer’s Hall y cobró entrada a todos los centenares de personas ávidas de noticias de los estados del sur. Tuvieron que hacer dos sesiones para contentar al numeroso público asistente.
Figura 4. Retrato del escritor Jack London (1876-1916). Figura 5. Cartel de la película La Quimera del oro (Año 1925).
LA FIEBRE DEL ORO DEL KLONDIKE
46 • Tierra y tecnología, nº 44, 43-47 • Segundo semestre de 2013
a astillas. La Policía Montada ordenó que nadie podía pasar por los rápidos
y había que descargar el bote y transportarlo por tierra hasta superar el
obstáculo. La ciudad que surgió al lado del río para dar servicio a los viaje-
ros, Whitehorse, es hoy en día la capital de la provincia canadiense del
Yukón, y una próspera ciudad de fachadas pintadas con imágenes de esa
época dorada.
La mayoría de los que se habían dirigido hacia el Klondike a partir de la
llegada del Excelsior y el Portland, llegaron a Dawson a mediados de 1897,
un año después del descubrimiento (figura 8). Todas las concesiones en los
ríos ya estaban asignadas a los sourdough, los mineros veteranos que ya
con un miembro del grupo de personas que se habían empezado a organizar
para combatir a la mafia establecida.
Aquellos que no fueron robados por Soapy y su banda pudieron prose-
guir la marcha a través del camino del Chilkoot. En la actualidad, la sección
estadounidense y la sección canadiense del paso están protegidas por un
Parque Nacional que es en realidad posiblemente el museo más largo del
mundo. Durante los 53 km de su recorrido se pueden ir encontrando viejos
materiales abandonados por los expedicionarios: sartenes rotas y carcomi-
das por la oxidación, viejos zapatos raídos por el tiempo, grandes poleas de
las máquinas que poco a poco fueron apareciendo para relevar las espaldas
de los hombres y facilitar el transporte de las mercancías, etc. Algunos
puebluchos fueron surgiendo a lo largo del camino para dar servicio a los
miles de hombres y mujeres que transitaron por los estrechos senderos, pero
los restos de esas efímeras construcciones están ya cubiertas por una espe-
sura de maleza. Algunas botellas de cerveza, una gran caldera y una puerta
de tablones de madera que ha aguantado el paso de cien años todavía
indican dónde se había erigido uno de los salones de Sheep Camp, en medio
de la ruta.
En las Golden Scales los mineros tenían que superar la empinada rampa
de nieve y hielo que ha venido a representar en el imaginario colectivo las
penalidades de esa larga marcha al interior de Canadá (figuras 6 y 7). El
nombre (los escalones dorados) viene del negocio de un par de oportunistas
que una noche de invierno excavaron a pico y pala toda una serie de esca-
lones en el hielo y a la mañana siguiente se encontraban abajo cobrando
peaje (en polvo de oro) por el uso de los escalones a los agradecidos portea-
dores que veían así facilitada su ascensión hasta el cuello de la montaña.
Un paso paralelo al Chilkoot fue el White Pass o Deadhorse Trail (el
camino de los caballos muertos), apellidado así por las condiciones tan
complicadas del camino que despeñaba las monturas o las mataba de can-
sancio. A los pocos años se empezó a construir un ferrocarril para llevar
carga y personas hasta el lago Bennett, pero cuando se acabó de construir,
la fiebre del oro ya había terminado y nadie lo usó. El ferrocarril, con estu-
pendas vistas de las montañas y uno de los recorridos más escénicos del
mundo, se recuperó como tren turístico y hace las delicias de los pasajeros
de los grandes cruceros que surcan las aguas del sureste de Alaska.
Una vez superado el paso del Chilkoot, los mineros construían una
embarcación en Bennett Lake, donde nace el Yukón, y navegaban más de
600 km a lo largo del río hasta Dawson City. La mayoría de los expediciona-
rios no habían navegado jamás, y algunos de los rápidos del Yukón, como los
de Whitehorse, eran tan fuertes que las embarcaciones quedaban reducidas
Figura 6. Ladera de ascenso al Chilkoot Pass.
Figura 7. Ascenso por las escaleras de Chilkoot
Pass.
“Algunos puebluchos fueron surgiendo
a lo largo del camino para dar servicio
a los miles de hombres y mujeres que
transitaron por los estrechos senderos,
pero los restos de esas efímeras
construcciones están ya cubiertas por una
espesura de maleza. Algunas botellas de
cerveza, una gran caldera y una puerta
de tablones de madera que han aguantado
el paso de cien años todavía indican
dónde se había erigido uno de los salones
de Sheep Camp, en medio de la ruta”
HISTORIA DE LA GEOLOGÍA
Tierra y tecnología, nº 44, 43-47 • Segundo semestre de 2013 • 47
en el paisaje como testigo de una época pasada y alguna de ellas puede
visitarse.
Actualmente, Dawson City acoge a más de 60.000 turistas al año atraí-
dos por los restos de ese pasado dorado. Todavía quedan muchos de los
edificios de madera de esa época y la ciudad conserva el aire de una pobla-
ción fronteriza típica del Far West (figuras 10 y 11). Y siguiendo el río Klon-
dike arriba, en alguna concesión, aún se puede probar suerte con la pala y
la batea. Dicen que, de vez en cuando, algún turista todavía encuentra
alguna pequeña pepita de oro.
Más información: www.jordicanal.com
estaban cerca cuando se inició la fiebre. Sin poder cumplir su sueño, los
recién llegados sólo podían volver a sus casas, quedarse a trabajar en las
minas como peones de los que habían llegado antes o trabajar en los nego-
cios que empezaban a nacer en Dawson. Los que no se hicieron ricos en las
minas, lo intentaron con los mineros. Uno de los primeros que intuyó que la
riqueza se lograba más rápidamente aprovechándose de los mineros y no
ensuciándose en las minas fue Joe Ladue, que en septiembre de 1896 cons-
truyó el primer edificio de Dawson City, esbozó un mapa de cómo debía ser
la ciudad e instaló el primer aserradero. Al poco tiempo ya había levantado
el primer salón, que le generaba unos ingresos de más de cien onzas de oro
al día: en Dawson City las monedas de plata y los billetes de papel, conoci-
dos como dinero “cheechako”, empezaron a escasear desde muy al princi-
pio, y la moneda de intercambio era el polvo de oro, que se pagaba a dieci-
siete dólares la onza. En los saloons, llenos de mineros que venían a
celebrar sus descubrimientos, un pellizco de oro pasaba por un dólar. Los
camareros ganaban una onza y media por día de trabajo, o más si tenían
pulgares especialmente grandes.
El éxito de Dawson City fue efímero. Pasó de una población de 40.000
habitantes en 1898, en pleno boom minero, a sólo 8.000 en 1899, cuando
con el descubrimiento de oro en Nome la mayoría de los mineros sin conce-
sión marcharon de la ciudad hacia la costa oeste de Alaska. Con los años,
las minas se fueron agotando y aparecieron las grandes dragas de madera
de las grandes compañías (figura 9), que excavaban con mayor eficiencia las
concesiones ya trabajadas a pico y pala. Éstas todavía hoy están presentes
Figura 8. Barco de vapor en Whitehorse. Figura 9. Draga minera en Klondike.
Figura 10. Calle de Dawson City en la actualidad. Figura 11. Fachadas comerciales actuales en Dawson City.
“Actualmente, Dawson City acoge a más de
60.000 turistas al año atraídos por los restos
de ese pasado dorado. [...] Dicen que, de vez
en cuando, algún turista todavía encuentra
alguna pequeña pepita de oro”
48 • Tierra y tecnología, nº 44, 48-50 • Segundo semestre de 2013
Creíble, sin necesidad
CREÍBLE, SIN NECESIDAD DE SER FIABLE
“En la Nochebuena de 1858, cayó sobre Molina de Segura un gigantesco meteorito. Cuenta la leyenda
que, desde entonces, el cráter emite una misteriosa radiación que ha hecho germinar, ciento cincuenta
años después, una generación de escritores como nunca se había visto en toda la comarca.”
La anterior información puede dividirse en lo que son hechos constatables y lo que es, por ahora,
un simple suponer o un atrevido barrunto.
Así, es fácil ponerse de acuerdo en que, en la Nochebuena de 1858, cayó sobre Molina de Segura
un gigantesco meteorito y que los técnicos que se encargan de controlar estas cosas lo catalogan como
el más grande caído y registrado en España. Basta ir al Museo Nacional de Ciencias Naturales de
Madrid y allí está el gran meteorito, en lugar destacado, con la leyenda de su procedencia. La visita es
aconsejable, sobre todo para jóvenes estudiantes y para jubilados viajeros, para comprobar que algunos
meteoritos no sólo son señales en el cielo, sino que algunos dejan señales en el suelo y, unos pocos de
ellos, además, dejan buena parte de su núcleo tirado por tierra.
Es igualmente fácil comprobar que, ciento cincuenta años después, ha germinado una generación
de notables escritores capaces de ganar premios literarios, de mantenerse activos y en relación unos
con otros, a pesar de las dificultades que ofrece tan difícil oficio y tan necesitado de ser reinventado.
En cuanto al barrunto de que la germinación de un notable colectivo de escritores tenga por causa
la misteriosa radiación, cabe decir que es creíble aunque la falta de evidencias comprobables aconseja
calificarlo de creíble pero, por el momento, no fiable. Sin embargo, no por ello hay que convertir dicha
hipótesis en no creíble, por increíble que parezca.
Creer en algo, la mayoría de las veces, hace referencia a proposiciones nada fiables. Es más, hay
quien defiende que, muchas veces, creemos antes una mentira (extremo inalcanzable de la no fiabili-
dad) que una verdad (extremo inalcanzable de la fiabilidad) y, sin embargo, nadie se escandaliza por
ello, más bien, dicha práctica a muchos ayuda a dormir tranquilos y a pasar por la vida “endormis-
caos”.
Como muestra bastan unos pocos ejemplos:
Es bien conocido que hasta que hace acto de presencia en nuestra sociedad la Teoría de la Relati-1.
vidad, la velocidad de la luz era instantánea, lo que equivalía a decir “infinita”. Eso de que la luz
tarda en llegar unos ocho minutos del Sol a la Tierra, no siempre formó parte del credo de los
humanos. La creencia dominante era bien distinta: la luz va a la velocidad del pensamiento, es
decir, de la Tierra a la Luna, en un abrir y cerrar de ojos.
Hasta que no es aceptada la Teoría de la Evolución, los seres vivos y, por supuesto, el Universo 2.
entero, lo hizo un Dios creador en siete días. Vaya usted a saber qué entendían por días los “ver-
balizadores” del Génesis.
Hasta que Nicolás Copérnico no se juega su prestigio y Galileo Galilei la “vida” por defender que 3.
la Tierra daba vueltas alrededor del Sol, la Tierra era el centro del Universo. Hasta Claudio Ptolo-
meo inventó en el siglo II de nuestra era, bajo esa hipótesis, un complejo sistema matemático para
predecir, con suficiente precisión, la posición relativa de los planetas alrededor del Sol.
Todavía la mayoría de personas buscan creer en verdades irrefutables. Por eso, en la práctica, los 4.
medios de comunicación han procurado, como diría Agustín García Calvo, convertir al pensamiento
científico en el contenido de una nueva teología basada en interpretaciones interesadas de la
ciencia.
Se está lejos de aceptar como criterio de credibilidad el que “basta con que nuestras creencias, 5.
aparte de creíbles, sean, no ya verdaderas, sino, simplemente fiables”. Si se aceptara este criterio
de credibilidad se estaría actuando científicamente ya que ésa es, en realidad, la única pretensión
de la ciencia. Aunque todavía a la mayoría de la gente le suene extraño, en ciencia no hay verdad,
tan sólo hay proposiciones más o menos fiables en continuo cuestionamiento y reformulación en
Creer en algo, la mayoría
de las veces, hace
referencia a proposiciones
nada fiables. Es más,
hay quien defiende que,
muchas veces, creemos
antes una mentira (extremo
inalcanzable de la no
fiabilidad) que una verdad
(extremo inalcanzable
de la fiabilidad)
Tierra y tecnología, nº 44, 48-50 • Segundo semestre de 2013 • 49
ENSAYO
de ser fi able
función de la experiencia. Creer en la provisionalidad de nuestro saber debería ser nuestra primera
creencia ya que, además, es la más fiable de todas, puesto que nos hace dudar de aquél que
califique a una proposición como verdadera. Quien tal cosas diga, no sabe lo que está diciendo.
Incluso, la verdad matemática no existe, ya que toda demostración se apoya, inevitablemente
siempre, en unos axiomas indemostrables (Principio de Incompletud de Gödel).
Por tanto, teniendo en cuenta las anteriores puntualizaciones, me apunto a la hipótesis de que
ciertos hechos de la historia de Molina de Segura, sobre todo relacionados con la música, la literatura,
las artes escénicas, el trabajo en común y ciertos juegos juveniles, se deben a la “misteriosa radiación
del meteorito”. Ahora bien, lo que me parece demasiado restrictivo es localizar el efecto de la radiación
(misteriosa, por supuesto), a un período de tiempo tan posterior al momento en que se produjo la caída
del gran meteorito. Tampoco conviene restringir el radio de acción al municipio de Molina. Está bien
cuando se habla de comarca o zona. Cabe pensar que la credibilidad de “este suponer” (tan creativa-
mente ya formulado) se incrementará si se aportan hechos notables, más próximos al inicio del gran
evento e, incluso, a municipios colindantes. Es la única forma de ver la relación causa/efecto como un
proceso a lo largo del cual se van creando las condiciones necesarias para la gran eclosión de escrito-
res. No obstante, a pesar del innegable éxito literario actual, conviene mantener la expectativa de que
lo mejor, todavía está por llegar.
Creo que se pueden aportar unos cuantos rastros a seguir partiendo de la firme convicción de la
credibilidad de la hipótesis, dado que es “justo y necesario” introducir en el mundo de las creencias,
hipótesis no comprobables pero capaces de competir con otras creencias menos fiables que la de la
misteriosa radiación del meteorito, pero nunca cuestionadas. Es como si decidiéramos poner en circu-
lación explicaciones que sabemos que son poco o nada fiables con la sana intención de que convivan
con otras muchas creencias menos fiables todavía, pero arraigadas entre la gente. La ventaja de nues-
tro comportamiento es que, en nuestro caso, a nadie se le va a pedir que dé la vida por defenderlas. Se
trata del juego de comenzar a distinguir entre lo más o menos fiable (evitando calificarlo de verdadero)
y lo simplemente creíble, aunque sea muy poco fiable.
Entiendo que es a los miembros (término que, por supuesto incluye, sin afán de insultar, a las
“miembras”) de la Muy Noble y Muy Leal Orden del Gran Meteorito, protagonistas direct@s de ese
hecho tan singular, a l@s que corresponde buscar el rastro que permita enlazar “radiación” con “escri-
banía”.
No obstante, para mostrar mi compromiso con la hipótesis de la misteriosa radiación, recojo a
continuación algunos apuntes y alguna sugerencia que permita hacer crecer este tipo de creencias, por
las que nadie se debe jugar la vida, aunque, eso sí, pueden ayudar a vivirla.
Propongo, a la reflexión de los más duchos en misteriosas radiaciones, varios casos notables dig-
nos de explicación.
Desde mis setenta años, las experiencias vividas directamente, más reseñables y necesitadas de
explicación, son las siguientes:
¿De dónde viene nuestra afición a la música de banda y de coros? ¿Cómo se hace un virtuoso del 1.
acordeón como el gran Ricardo? ¿Qué papel juega ese pasado en la actual floreciente formación
de jóvenes en las diferentes facetas de la música?
¿Qué milagro hace posible la aparición y cultivo de los villancicos que todos conocíamos de niños, 2.
asociados a Juan (Sandoval), el sacristán?
¿Qué varita mágica hace que Francisco Fernández escriba la zarzuela titulada 3. La Virgen del Río, que
José Sandoval le ponga música y que el gran Eduardo Sandoval (otro de la inagotable saga de los
“Sandovales”) la cantara con una gracia y fuerza inimitables?
Es como si decidiéramos
poner en circulación
explicaciones que
sabemos que son poco
o nada fiables con la
sana intención de que
convivan con otras muchas
creencias menos fiables
todavía, pero arraigadas
entre la gente
50 • Tierra y tecnología, nº 44, 48-50 • Segundo semestre de 2013
CREÍBLE, SIN NECESIDAD DE SER FIABLE
¿Cómo explicar la existencia del festival de teatro más antiguo de España?4.
¿Cómo proyectar sobre el presente la existencia de personajes muy puntuales a los que se les debe 5.
ya sea la representación de autos sacramentales (de Reyes Magos y Semana Santa) ya sea el
cultivo de la poesía panocha? ¿Cómo se produce la aparición de Juan Antonio Vicente Espallardo,
abuelo de los Pititas y Vidales o de Esmeraldo Cano Garres (Juan Periquio Moscareta)?
¿Qué decir de los llamados “cultivos de primor”, con especial importancia de la cebolla y de los 6.
pimientos, en la variedad de ñoras? ¿Y de las prácticas de trabajo en común: el embrace de la cebolla,
el desperfolle (con el importante y divertido papel de las panochas “colorás”) y el abrir pimientos en
las eras de Emilio o en zarzos? La descripción de cada uno de estos trabajos constituye una de las
mejores muestras de creatividad colectiva no sujeta, por tanto, a escuelas ni dictados.
¿Cómo llegan a nosotros (y por qué desaparecen) los juegos de niños (y de no tan niños) como los 7.
rompes, hacer giles, el mate, el arrimar, pero, sobre todos, el beli?
¿Cómo entender el singular hecho de que el maestro Férez, natural del cercano municipio de Alcan-8.
tarilla, descubriera una reformulación de la condición necesaria de número primo que facilita no
sólo su demostración matemática, sino también el descubrimiento y demostración de la condición
suficiente?
Tal variedad de actividades, seguramente, sólo puede explicarse por la acción de una “misteriosa
radiación”, y por ello de naturaleza desconocida que, de forma paulatina, ha ido creando las condicio-
nes que han hecho posible “la germinación de una generación de escritores como nunca se había visto
en toda la comarca”.
El que esa radiación sea la confluencia con otras muchas radiaciones procedentes de dentro y
fuera de la Tierra y que tales radiaciones se hayan visto ayudadas por el vivir de cada cual, es lo más
probable, pero, entretanto, vivamos el presente creyendo en imposibles, pero de ese tipo de imposibles
que nadie pretende que sean tomados como verdades (es decir, como proposiciones de fiabilidad infi-
nita y eterna).
Conviene recordar que, de ese tipo de verdades, sólo son aquellas como “Yo soy el que soy” de la
Biblia o “Lo que es lo que es, es lo que es lo que es” de Parménides de Elea. Es evidente que son
simples tautologías caracterizadas porque el sujeto es a la vez su predicado con lo que no se añade
nada nuevo a lo que sea el propio sujeto.
Para terminar de atacar la búsqueda de la verdad por constituir un esfuerzo vano, basta un ejemplo
cercano: ni siquiera el movimiento de los planetas alrededor del Sol responde a la forma de una elipse,
como nos enseñan para simplificar. En realidad son espirales dentro de espirales. Los planetas son como
perritos que dan vueltas sin cesar alrededor de su amo, mientras caminan juntos dando vueltas con la
Tierra que gira sobre su eje, se tambalea y acompaña al sol en su caminar por nuestra galaxia…
Y, por último, un simple deseo: ¡que la “energía misteriosa” del gran meteorito os acompañe, si eso
es posible!
Juan de Dios García Martínez
Para terminar de atacar la
búsqueda de la verdad por
constituir un esfuerzo vano,
basta un ejemplo cercano:
ni siquiera el movimiento
de los planetas alrededor
del Sol responde a la forma
de una elipse, como nos
enseñan para simplificar
Meteorito de Molina de Segura en el Museo Nacional de Ciencias Naturales.
Tierra y tecnología, nº 44, 51-52 • Segundo semestre de 2013 • 51
III Reunión de campo de GEOSENTRIPMinas de Los Santos-Fuenterroble (Salamanca)
GEOSEN
La III Reunión de campo (GEOSENTRIP) de los
miembros de GEOSEN, realizada el pasado 8 de
mayo del 2014, ha consistido en una visita a la
mina de wolframio de Los Santos-Fuenterroble,
en la provincia de Salamanca, gracias a la ama-
ble invitación de la dirección de la mina, propie-
dad de Daytal Resources Spain, S.L. La empresa
producirá el 20% del wolframio del mundo occi-
dental
El “Proyecto Los Santos” es propiedad de
Almonty Industries. La mina cambió de propieta-
rios en 2008 tras la venta del yacimiento por
parte de la compañía australiana Heemsirk a la
multinacional americana actual, por una canti-
dad cercana a 14,5 millones de euros. La adqui-
sición del complejo minero español es la punta
de lanza de su proyecto de crecimiento en la
producción de wolframio a nivel internacional.
Almonty, previamente, trabajó en la mina de
wolframio de Panasqueira, en Portugal, que fue
adquirida en 2007 por la empresa japonesa Pri-
maru Metals.
Este proyecto es una mina a cielo abierto
que beneficia tungsteno (scheelita) de un yaci-
miento de tipo skarn, desde el año 2008. Está
situada en la provincia de Salamanca, cerca de
la población de Guijuelo. Su actividad aporta a la
comarca ingresos económicos y creación de pues-
tos de trabajo, con el estricto cumplimiento de
los condicionantes medioambientales que enmar-
can la actividad minera.
A la visita asistieron nueve miembros de
GEOSEN (Manuel de Tena-Dávila, Salvador Mi rete,
Eusebio Nestares, Francisco Alfageme, Mariano
Álvaro, Álvaro García-Quintana, Rafael Budía,
Fernando Fonolla y Alfonso González Ubanel (figu-
ra 1), que fueron recibidos por el director de la
mina, Jesús Martín Fernández. A los asistentes se
les distribuyó una guía de campo elaborada por
GEOSEN según la información facilitada previa-
mente por DRS.
La visita a la explotación la dirigió la geólo-
ga de mina Alicia Bermejo (figura 2), que descri-
bió y explicó a los asistentes las características
geológicas del yacimiento y la metodología de la
explotación en tres cortas a cielo abierto y una
galería de interior, los diferentes tipos de escom-
breras y la gestión del mineral hasta su paso por
la planta (figura 3), así como las tareas que se
realizan para el control de leyes. Finalmente se
visitó el laboratorio donde se realizan los estu-
dios de los testigos de los sondeos, los ensayos
sobre muestras, etc. A la pregunta por parte de
GEOSEN sobre el destino del wolframio extraído,
el director de la mina contestó que íntegramente
iba a la fábrica de bombillas OSRAM.
Aspectos geológicos y mineralógicos de la visita El yacimiento de scheelita de Los Santos se
localiza dentro de la Zona Centroibérica del
Macizo Ibérico, en el Dominio del Complejo
Esquisto-Grauváquico (CEG). El skarn se desa-
rrolla en un retazo de las Formaciones Calizas
y Areniscas de Tamames en contacto con las
granodioritas-monzogranitos y granitos que
Figura 1. Los asistentes, con la corta minera al fondo.
III REUNIÓN DE CAMPO DE GEOSENTRIP. MINAS DE LOS SANTOS-FUENTERROBLE (SALAMANCA)
52 • Tierra y tecnología, nº 44, 51-52 • Segundo semestre de 2013
corresponden a la terminación occidental del
batolito de Ávila.
El emplazamiento de los granitoides durante
y con posterioridad a la tercera fase de deforma-
ción varisca dio lugar a la formación de una aureola
de metamorfismo de contacto en los metasedi-
mentos encajantes y al desarrollo de un metaso-
matismo relacionado con la formación del skarn
de Los Santos. En superficie, en contacto con
estas rocas metasedimentarias se encuentra un
granito biotítico de grano fino y un granito biotí-
tico porfídico con cordierita y moscovita que
están atravesados por diques de aplitas con tur-
malina y pegmatitas.
Los skarns son yacimientos “agradecidos”
en lo referente a la variedad mineralógica que
presentan. El de la mina de Los Santos no podía
ser menos. El skarn de scheelita de Los Santos
está situado a 50 km al sur de Salamanca, en los
términos municipales de Los Santos-Fuenterroble
de Salvatierra. Es el mayor skarn de scheelita de
la península Ibérica, con unas reservas geológi-
cas aproximadas de 2,5 Mt y una ley media en
WO3 del 0,58%.
Aspectos mineralógicos de la visitaSin duda, la especie más significativa desde el
punto de vista mineralógico que se pudo apreciar
en la visita fue la vesubiana, con ejemplares de
una alta cristalinidad (figuras 4 y 5).
Aparecen también minerales metálicos, con
buenos ejemplares de galena y de pirrotina, aun-
que éste no presenta magnetismo, cosa inusual
en esta especie, por lo que pudiera tratarse de
pentlandita (figura 6) (la misma composición pero
con algo de níquel) o incluso de niquelina. En
estas muestras se observa frecuentemente la
presencia de calcopirita con sus habituales acom-
pañantes covellina y bornita (sulfuros de hierro y
cobre).
Aunque no hay que olvidar que la mina es de
“scheelita” (wolframato de calcio), este mineral
no aparece masivamente sino muy diseminado
en la roca y sólo se la puede apreciar con luz
ultravioleta de onda corta.
GEOSEN
Figura 3. Acumulación del producto para llevarlo a planta.
Figura 4. Ejemplar de vesubiana. Figura 5. Detalle del ejemplar de vesubiana.
Figura 6. Ejemplar de pentlandita.
Figura 2. La geóloga Alicia Bermejo.
Tierra y tecnología, nº 44, 53-61 • Segundo semestre de 2013 • 53
Proyecto “Chokáa” de construcción de hornos de cal tradicionales en Turkana norte (Kenia)
MINERÍA
El método artesanal de producción de cal, anterior a la aparición del cemento tipo Portland, pertenece hoy en Occidente al dominio de la arqueología industrial, como algo ya obsoleto y propio de museos y parques tecnológicos del pasado. Sin embargo, entendemos que con este proyecto “Chokáa”, de forma admirable, su tecnología ecológica y sencilla puede ser un perfecto recurso para la fabricación de morteros fiables en cualquier tipo de obras públicas, en zonas tan desamparadas como la Turkana keniata, y en especial en las tan necesarias presas de mampostería que, con su pequeño tamaño, permiten recoger la escasa agua de lluvia de aquel clima tropical seco.
Cuántas veces se nos llena la boca de bellas
palabras como solidaridad, ecología y desarrollo
sostenible. Pero, en ocasiones, la posibilidad real
de ayudar a los más necesitados, por muy lejos
que se encuentren, pasa verdaderamente por
nuestra puerta. El proyecto “Chokáa” es un ejem-
plo de ello. Está concebido para lograr mejorar
las condiciones de vida de una población tan
empobrecida.
Cal solidaria: un proyecto de la CMSPA y la Fundación EmalaikatEl proyecto “Chokáa” (“cal” en swahili) persigue
el establecimiento de una industria artesanal a
pequeña escala para la fabricación de cal en
Turkana norte (Kenia). De los dos autores de este
artículo, el ingeniero es el verdadero responsa-
ble, tanto de la idea matriz y del diseño del pro-
yecto como de su ejecución —a la que está ple-
namente dedicado liderando el proyecto “in
situ”—. El segundo, como historiador de la
arqueología industrial, se ha limitado a apoyar y
propagar en España las líneas generales del
mismo.
La esencia de la identidad vocacional de la
Comunidad Misionera de San Pablo Apóstol y de
María, Madre de la Iglesia CMSPA, nacida en
Badalona allá por el año 1975 por inspiración
original de su fundador, el padre Francisco Andreo,
está basada en la llamada a otros para dejarlo
todo y seguir a Cristo. Constituyen de este modo
una familia apostólica, a imagen del grupo de
Jesús, con personas de diferentes orígenes y cultu-
ras; para comulgar con el dolor de la gente buscan-
do maneras concretas de aliviarlo, intentando dar
TEXTO Y FOTOGRAFÍAS | Pablo Moñino Lostalé, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos; cooperante civil.
José Miguel Muñoz Jiménez, Dr. en Historia del Arte. Palabras clave
Proyecto “Chokáa”, cal, hornos de cal, minería, Turkana, Kenia.
solución y respuesta a las situaciones de hambre,
enfermedad, pobreza, ignorancia y violencia con
las que se encuentren.
Por tanto, la MCSPA (en sus siglas en inglés)
trabaja para promover el amor universal entre las
gentes como parte de su identidad vocacional,
dirigiéndose también a las personas de las socie-
dades más desarrolladas y opulentas, recordán-
doles la necesidad de “hacerse realmente her-
manos de los pobres”.
Durante su formación, el padre Paco pasó un
largo periodo en Camerún, y un profundo amor
por África se cinceló en su corazón. En 1982,
viajó por fin a Kenia con otros tres miembros de
su grupo, y allí fueron bienvenidos. Esta semilla
creció y se expandió hasta Turkana, la región
más pobre de Kenia y una de las más remotas y
necesitadas del planeta, y allí fue donde se fun-
dó la citada Comunidad Misionera. El salto a
Etiopía llegaría algunos años más tarde.
En la actualidad, los miembros de la MCSPA
tienen a su cargo toda la atención sanitaria,
nutricional y de promoción de la población local
a lo largo de la orilla occidental del lago Turkana,
Figura 1. La construcció n de presas de piedra en Turkana exige un mortero de costes má s econó micos
PROYECTO “CHOKÁA” DE CONSTRUCCIÓN DE HORNOS DE CAL TRADICIONALES EN TURKANA NORTE (KENIA)
54 • Tierra y tecnología, nº 44, 53-61 • Segundo semestre de 2013
El proyecto en cifras y otros aspectosLas características generales del proyecto son:
Descripción: establecimiento de una industria
artesanal a pequeña escala para la fabricación
de cal en Turkana norte, Kenia.
Localización geográfica: distrito norte de Turka-
na. Noroeste de Kenia.
Presupuesto completo del proyecto: presupuesto
total: 31.270 €. Cantidad solicitada: 10.710 €.
Desglosable en las siguientes partidas:
4 x 7.500 • €, por cada uno de los 4 hornos.
1.270• €, para el horno de ensayo.
Contribución del socio local: el socio local realiza-
rá las tareas de coordinación y logística del pro-
yecto, aportando los medios mecánicos reque-
ridos para el acarreo de la materia prima y el
combustible a los hornos durante la explotación.
Contribución local: la autoridad local cederá los
terrenos en los que se instalarán los hornos.
Descripción del socio local:
Nombre:• Comunidad Misionera de San Pablo
Apóstol y María, Madre de la Iglesia (MCS-
PA).
Tipo de organización:• Asociación Católica
Pública de Fieles, aprobada en Kenia por la
Diócesis de Lodwar, en 1989.
Áreas geográficas:• en Kenia: Turkana; en
Etiopía: Nekemte, Jimma Bonga y Addis
Abeba.
Áreas de trabajo:• programas de nutrición,
medicina preventiva y curativa, recursos hídri-
cos, programas agrícolas y de reforestación,
programas educativos y pastorales, coopera-
tivas de pesca.
Responsable del proyecto:• P. Ángel Valdivia,
sacerdote y miembro de la Comunidad
Misionera de San Pablo Apóstol (MCSPA);
sacerdote en la parroquia católica de Loki-
taung, en el norte de Turkana. Tiene diez
años de experiencia en los diferentes pro-
yectos de cooperación al desarrollo de la
Comunidad Misionera de San Pablo Apóstol
(MCSPA) en África, concretamente en Kenia,
Turkana (P.O. Box 34, 30500 Lodwar (Kenya),
Sector y subsector: fomento de la economía
local, seguridad alimentaria y apoyo a los recur-
sos hídricos.
Localización del proyecto: la acción del proyecto
tiene lugar en el condado de Turkana, situada al
noroeste de Kenia, en particular en el entorno de
Nariokotome, sito 8 km de la orilla oeste del lago
cubriendo un territorio de más de 22.000 km2,
con un total de cinco misiones completamente
integradas en el entorno físico y social que las
rodea, y gozando todas ellas de una gran reputa-
ción y aprecio entre la población local.
La región de Turkana está situada al noroes-
te de Kenia y es de las más bellas de todo el
África del este. De climatología semiárida, está
formada por una extensión de 77.000 km2 fronte-
rizos con Etiopía, Sudán del Sur y Uganda. Sus
habitantes son principalmente pastores nómadas
que viven de forma casi exclusiva de sus rebaños
de cabras, camellos, burros y vacas. Las numero-
sas sequías que azotan la zona hacen de Turkana
un lugar difícil para la subsistencia de su pobla-
ción.
Experiencia de la MCSPA en el campo
de los recursos acuíferos
La construcción de presas y pozos, a los que irá
destinada la cal como mortero, se enmarca den-
tro de un programa integral que prevé crear una
infraestructura básica de recursos acuíferos para
obtener agua potable y abastecer la totalidad del
nordeste de Turkana. En este programa integral
se tiene prevista la construcción de más presas,
embalses, pozos artesianos, pozos profundos y
cisternas en diferentes lugares. En todos estos
proyectos resulta imprescindible el uso de morte-
ros que asienten las obras de mampostería. El
precio del cemento Portland en Turkana es tres
veces superior al que conocemos en España, por
lo que la solución para rebajar los elevados cos-
tes podría ser la cal hidráulica fabricada al modo
tradicional.
La Diócesis de Lodwar, capital de la región,
llevó a cabo a mediados de los años ochenta un
proyecto de gran envergadura para la perforación
de pozos (230) en todo Turkana, con el objetivo
de paliar la escasez de agua para la población
nómada y seminómada y su ganado. En la actua-
lidad, hay todavía alrededor de 160 de estos
pozos que siguen en funcionamiento.
En esta línea, y desde 1997, la MCSPA ha
construido 178 presas (figura 1), de las cuales
103 son de “piedra” (mampostería), 67 son bal-
sas de tierra con planta cerrada y 8 presas de
materiales sueltos en cauces de arroyos. Ade-
más, ha llevado a cabo la perforación de 99
pozos profundos, la excavación de 12 pozos arte-
sianos, y de otros 7 realizados con perforadora
manual, la instalación de 22 molinos de viento
para bombear agua, y otros tantos con bombas
sumergibles accionadas por energía solar, la insta-
lación de depósitos y tuberías para varias escuelas
y núcleos de población, así como varios sistemas
de irrigación para cultivos (figura 2). En todas
estas actividades, la contribución local ha sido
esencial tanto en ayuda material como en traba-
jo voluntario. Paralelamente, se ha llevado a cabo
un número considerable de talleres orientados a
la formación de comités locales para los recursos
acuíferos y la capacitación de agentes para el
mantenimiento de dichos recursos.
En todas estas actividades, el personal
capacitado del Ministerio del Agua, emplazado
en Lodwar, ha prestado ayuda crucial, supervi-
sando los emplazamientos y ofreciendo asesora-
miento técnico.
También se ha contado con la colaboración
de profesores de los departamentos de Ingenie-
ría y Morfología del Terreno y de Hidráulica y
Energética, de la Escuela Técnica Superior de Inge-
nieros de Caminos, Canales y Puertos de la Uni-
versidad Politécnica de Madrid. En particular, los
doctores ingenieros de Caminos, Claudio Olalla
Marañón, Miguel Marchamalo Sacristán y Fran-
cisco Martín Carrasco han realizado viajes a los
posibles emplazamientos de las presas y vienen
colaborando y asistiendo técnicamente a los
miembros de la Comunidad Misionera de San
Pablo Apóstol para la adecuación técnica, la
seguridad de las obras y para la optimización de
las inversiones.
“La construcción de
presas y pozos, a los que
irá destinada la cal como
mortero, se enmarca
dentro de un programa
integral que prevé crear
una infraestructura básica
de recursos acuíferos para
obtener agua potable y
abastecer la totalidad del
nordeste de Turkana”
Figura 2. Las obras hidrá ulicas de la CMSPA llevan la
agricultura al desierto.
MINERÍA
Tierra y tecnología, nº 44, 53-61 • Segundo semestre de 2013 • 55
Turkana (figura 3) (antiguo lago Rodolfo, también
conocido como el mar de Jade por su color). El
área de influencia del proyecto se enmarca en el
entorno del lago y del bajo Omo (río etíope que
desemboca en el lago), lugares ambos reconoci-
dos por la UNESCO como Patrimonio de la Huma-
nidad por tratarse respectivamente del lago de
mayores dimensiones del mundo situado en una
zona desértica, así como de uno de los lugares de
mayor valor cultural, etnológico y ecológico mun-
diales, donde se encuentra probablemente la
mayor densidad de tribus ancestrales de todo el
planeta. En las márgenes del río Nariokotome, a
escasos centenares de metros de la misión, es
donde fueron encontrados los restos del “niño
Turkana” (representante del homo ergaster).
Lokitaung es la capital del distrito de Turkana
norte y es allí donde se encuentra la misión de
San Marcos, que es el centro logístico desde
donde se ejecuta el proyecto.
Población beneficiaria: la población beneficiaria
directa serán 50 familias del entorno de Narioko-
tome, aproximadamente unas 400 personas. Hay
que hacer especial mención a que dicha activi-
dad constituirá un importante complemento a la
economía familiar que dejará de depender de
forma exclusiva de sus rebaños, y, por tanto, de los
efectos que las devastadoras sequías tienen
sobre éstos.
Desde la construcción de los hornos hasta la
obtención del producto final, pasando por la selec-
ción y recogida de la materia prima y del material
combustible, el 100% de la actividad será lleva-
da a cabo por la propia población beneficiaria
siendo total su grado de participación en la
implementación de la iniciativa.
Consideraciones ambientales: existen diversas
razones por las cuales entendemos que esta ini-
ciativa no sólo no será perjudicial al medio natural
sino más bien todo lo contrario: en primer lugar la
producción de cemento industrial requiere igual-
mente del consumo de combustible en cantidades
análogas, al que hay que sumar el debido a los
portes tanto de la materia prima (piedra) como del
propio combustible hasta el centro de producción.
Por otro lado, la fábrica de cemento más cercana
se encuentra en Nairobi, a más de 1.000 km de
distancia de Turkana, lo que constituye la causa
principal de su elevadísimo coste. Al coincidir en
este caso cantera y centro de producción, y estar
los puntos de suministro relativamente cerca de
éste, se eliminan por completo los citados incon-
venientes con el consiguiente ahorro en toneladas
de CO2 emitidas a la atmósfera.
En segundo lugar, una vez puesta la cal en
obra se convierte en un material que consume
CO2 de la atmósfera en su proceso de recarbona-
tación, el cual dura años, ayudando a equilibrar
el balance de emisiones.
Por otro lado, y en lo que a la tala de madera
se refiere, el material que se va a emplear como
combustible en los hornos está constituido por
un matorral introducido denominado Prosopis
Chilensis (figura 4), que prolifera y se regenera
con viveza. Dicho arbusto además de no tener
valor alimenticio para la población, ni forrajero al
ser venenoso para los animales, invade sin pie-
dad los escasos cultivos de sorgo existentes en
la zona, impide el crecimiento de las especies
arbóreas autóctonas, y no tiene uso ni siquiera
para realizar los vallados de protección de los
poblados ni como material de construcción.
Los modelos de caleras tradicionales: Hornos de cal de Vegas de Matute (Segovia) y Morón de La Frontera (Sevilla)El elevadísimo coste del cemento Portland en la
zona, necesario para la fabricación de los morte-
ros que sirven de ligazón a los mampuestos que
conforman el cuerpo de las presas, así como su
elevada participación en el coste final de cada
obra (en torno al 40%), llevó a Pablo Moñino a
realizar un análisis de los modos ancestrales de
construcción en mampostería, desde hace más
de 2.000 años hasta tiempos recientes. Llegó a la
conclusión de que la utilización de cal hidráulica
(o cemento natural) como sustituto del cemento
Portland podría reducir significativamente el
coste unitario de cada metro cúbico de presa
construida.
A partir de dicho instante, inició un periodo
de estudio técnico de las propiedades requeridas
para el uso de la cal como conglomerante hidráu-
lico, así como de sus posibles métodos de fabri-
cación. Visitó los hornos de cal de Vegas de
Matute en Segovia, reconstruidos en 2008 a par-
tir de los estudios realizados por el historiador
José Miguel Muñoz y por el arqueólogo Pablo
Schnell (véanse Tierra y Tecnología, números 33 y
41), algunos otros ejemplos en Huerta de Valde-
carábanos en Toledo, y finalmente los hornos aún
en uso de Morón de la Frontera en Sevilla, donde
Manuel Gil lidera un museo dedicado a la preser-
vación de la cal tradicional, recientemente reco-
nocida por la UNESCO como patrimonio inmate-
rial de la humanidad, todos ellos basados en una
larga tradición artesanal; de hecho, el modelo
final de los hornos diseñados está más próximo al
de estos ejemplares sevillanos que al de los cas-
tellanos, dentro de una metodología prácticamen-
te idéntica. Aquellas visitas a Vegas de Matute,
que tuvieron eco en la prensa provincial, pusieron
en contacto a los autores del presente artículo.
Resulta en verdad magnífico cómo una iniciativa
de recuperación propia de la arqueología indus-
trial, que dio lugar a la creación de un pequeño
parque geoetnológico en el paraje del Zancao, ha
podido tener su fruto indirecto en esta iniciativa a
aplicar en latitudes tan alejadas como las del
corazón de África.
Seguidamente, desde la MCSPA se ha
entendido que el oficio y saber tradicionales de
Figura 3. El lago salado Turkana es el mayor del mundo en zona desé rtica.
Figura 4. El arbusto invasor y venenoso Prosopis puede
ser el combustible idó neo de los hornos de cal.
PROYECTO “CHOKÁA” DE CONSTRUCCIÓN DE HORNOS DE CAL TRADICIONALES EN TURKANA NORTE (KENIA)
56 • Tierra y tecnología, nº 44, 53-61 • Segundo semestre de 2013
Nariokotome y Kokuselei, y sirve actualmente
como cantera de piedra para los paramentos de
la nueva presa de Nyuburing que se construye
allí sobre una ya preexistente.
La segunda está situada a escasos cien
metros de la entrada a la misión de Nariokotome
o misión central. En el entorno de la misma se
pueden observar zonas de alto valor geológico en
lo que probablemente constituyó el fondo corali-
no de un mar cálido y somero en el Mesozoico, y
que posteriormente quedó sepultado bajo un
manto basáltico asociado a la actividad volcáni-
ca del Rift Valley.
Se ha optado por escoger esta última cante-
ra como la más idónea para acometer este pro-
yecto por la proximidad a las instalaciones de la
MCSPA en Nariokotome.
Diseño del horno
Ubicación: los hornos se ubicarán en la misma
cantera de Nariokotome para evitar los desplaza-
mientos de la piedra.
la cal pueden convertirse en un elemento poten-
cialmente configurador de una industria local,
que aporte una nueva semilla de desarrollo futu-
ro para el pueblo Turkana. La cal como materia
prima natural y su procedimiento de fabricación
artesanal podrían suponer un revulsivo en la
zona, tanto por sus propiedades como material
para la construcción de presas (figura 5), cami-
nos y otras edificaciones básicas, como por
aquellas de tipo higiénico-sanitarias (fungicida)
debidas a su elevada alcalinidad, como fertilizan-
te de suelos o como conservante de alimentos
entre otras. El método de fabricación tradicional
resulta especialmente apto para una zona tan
alejada de cualquier tipo de tecnología moderna,
y nos permite confiar en que pudiera llegar a
convertirse en una mini-industria local con el
asesoramiento adecuado y el paso del tiempo. La
constante labor de construcción de presas, lleva-
da a cabo por la comunidad misionera de San
Pablo, permite asegurar una continuidad sosteni-
da en la producción.
Antes de abordar una iniciativa de este
calado hemos optado por poner en marcha un
primer proyecto piloto con el que esperamos
confirmar las posibilidades expuestas anterior-
mente. Dicho proyecto consistirá en la construc-
ción de un horno de pequeñas dimensiones para
confirmar la calidad del producto obtenido y la
puesta a punto de la técnica de fabricación.
Podemos adelantar que a la hora de redactar
este artículo (agosto de 2013), ya ha habido una
familia española que ha financiado el coste total
de este horno de ensayo.
Aspectos técnicos del proyecto “Chokáa”El proyecto comprende la localización de la
materia prima básica para la fabricación de cal,
el diseño y construcción de los hornos donde se
procederá a su calcinación, así como la coordina-
ción de la producción a lo largo del tiempo.
Localización de las canteras
A fecha de hoy, se han localizado al menos dos
canteras de piedra caliza de las que, tras los
análisis químicos oportunos, se ha determinado
su aptitud para la obtención de cal hidráulica
(figura 6). La primera de ellas se encuentra en
Kalochoro, a medio camino entre las misiones de
Dimensiones del horno: la capacidad de fabrica-
ción de cada horno se ha fijado en 25 t. Para
definir las dimensiones que deberán tener, se
han llevado a cabo los siguientes cálculos:
Densidad aparente de la piedra: •ap
=1.5 t/m3
Rendimiento de la cocción: 60% (3/5: 3 t de •
cal por cada 5 t de piedra)
Cantidad de piedra a quemar: P=25 t/(3/5)=42 tn•
Volumen ocupado por la piedra en el horno: •
V=42 t/1.5 t/m3=28 m3
Cantidad de cal obtenida: P´=3/5xP=25t•
Ecuación que rige la capacidad del horno:
C= D2H/4 – D3/12, donde:
C: capacidad del horno (indica el volumen •
máximo de piedra que cabe en el horno)
D: diámetro interior del horno•
H: altura de la carga (altura del paquete de •
piedra a calcinar)
Considerando H=4D/3 (basado en los hornos
de Morón), la ecuación de la capacidad del horno
se puede expresar finalmente como:
C= D3/4
Igualando C=V=28m3 D~3.3m H~4.4m
La altura del horno será igual a su diámetro
interior D, y la carga se montará sobre un pedestal
perimetral de altura igual a D/7. De lo anterior se
deduce que esta última sobresaldrá por encima
del propio horno una cantidad igual a D/3, consti-
tuyendo lo que se denomina el colmo. El espesor
de las paredes será de 0.90 m, independientemen-
te del tamaño del horno, ya que la velocidad de la
transmisión de calor a través de las paredes
depende exclusivamente de dicho espesor.
Dado que en la fórmula anterior se ha
supuesto que la bóveda es de sección circular,
cuando en realidad es más bien la correspon-
diente a un arco apuntado (falsa bóveda), consi-
deraremos que la capacidad del horno resultante
de contemplar dicha merma será igual al 80% de
la obtenida con la ecuación anterior (4/5 partes),
de donde se deduce la fórmula definitiva de la
capacidad del horno así como las dimensiones
finales para el horno del proyecto:
Horno de proyectoC= D3/5
Diámetro interior del horno D 3,6 m
Altura del horno H 4,8 m
Espesor de las paredes 0,9-1.0 m
Dimensiones del pedestal D/5 0,7 m
Altura del colmo D/3 1,2 m
Volumen de la carga V 28 m3
Peso de la carga P 42 tn
Capacidad de producción 25 tn
Figura 5. En un paí s tan á rido las reservas de agua son
fundamentales para la ganaderí a y la agricultura.
“El método de fabricación
tradicional resulta
especialmente apto
para una zona tan alejada
de cualquier tipo de
tecnología moderna, y nos
permite confiar en que
pudiera llegar a convertirse
en una mini industria local
con el asesoramiento
adecuado y el paso
del tiempo”
Figura 6. Los aná lisis de calidad de la piedra caliza de
la zona han sido satisfactorios.
MINERÍA
Tierra y tecnología, nº 44, 53-61 • Segundo semestre de 2013 • 57
Como ya se mencionó con anterioridad, se
llevará a cabo un primer proyecto piloto que
consistirá en la construcción de un horno de
dimensiones reducidas para poner a prueba tan-
to la calidad del producto resultante, como el
propio proceso de fabricación.
El “horno de ensayo” (figuras 7 a 16) tendrá
en cambio las siguientes características:
Horno de ensayoC= D3/5
Diámetro interior del horno D 1,5 m
Altura del horno H 2,0 m
Espesor de las paredes 1,0 m
Dimensiones del pedestal D/5 0,3 m
Altura del colmo D/3 0,5 m
Volumen de la carga V 2,1 m3
Peso de la carga P 3,2 tn
Capacidad de producción P´ 1,9 tn
Relación de los trabajos a desarrollar
Quien conozca los métodos tradicionales de fabri-
cación de cal en España, desarrollados desde la
época romana, verá a continuación cómo se van
a seguir con absoluta fidelidad los pasos artesa-
nales, en desuso desde hace más de cuarenta
años.
Labores de cantería. La recogida de la piedra no
requerirá labores de extracción ya que se encuen-
tra en su mayor parte disgregada y puede reco-
gerse directamente del suelo.
Recogida de la leña. En los alrededores de
Nariokotome, y muy especialmente en los pobla-
dos de Nachukui y en el camino hacia Loarengak,
existen amplias zonas en las que prolifera de
forma abundante el Prosopis Chilensis, alcanzan-
do tamaños interesantes desde el punto de vista
de su empleo como combustible. En ambos
casos, la distancia hasta la boca del horno no
supera los 7 km. La tala se hará a machete y la
recogida en fardos de 20 kg que se transportarán
mediante un tráiler arrastrado por un tractor.
Armado del horno. Si existe una faceta represen-
tativa de esta labor artesanal es el armado o
“encañado” del horno, que no es otra cosa que la
carga del mismo con la piedra que se va a que-
mar. Éste requiere de una habilidad especial y
comprende las siguientes etapas:
Esquema básico de los hornos.
Figura 7. El inicio del horno de ensayo comienza con la
apertura de la fosa que lo acogerá .
Figura 8. Otro momento de apertura de la fosa del horno de prueba, con herramientas rudimentarias.
“La recogida
de la piedra
no requerirá labores
de extracción ya
que se encuentra
en su mayor parte
disgregada y puede
recogerse
directamente
del suelo”
PROYECTO “CHOKÁA” DE CONSTRUCCIÓN DE HORNOS DE CAL TRADICIONALES EN TURKANA NORTE (KENIA)
58 • Tierra y tecnología, nº 44, 53-61 • Segundo semestre de 2013
Colocación de las piedras calizas de una 1.
forma determinada en el vaso del horno.
Las paredes del vaso se adoban con barro 2.
antes de la cocción.
Antes de la cocción hay que tener limpia la 3.
caldera de restos de cenizas o carboncillo de
la anterior cochura. Por este motivo, el poyo
o poyete debe situarse más alto del suelo
que el hogar.
La construcción de la cúpula del horno sopor-4.
ta el peso de toda la carga de piedra y es
una labor de la que dependerá todo el proce-
so. En su elaboración hay que tener en
cuenta el tamaño y peso de las piedras que
se colocan. El calero irá buscando con sus
manos acomodo a cada piedra, las cuales no
van ligadas unas con otras con ningún tipo
de argamasa sino que, utilizando técnicas
constructivas ancestrales, se disponen a hue-
so unas con otras conformando hilada a hila-
da una falsa bóveda.
A la parte de la carga que sobresale del 5.
horno se le denomina cabeza o colmo.
Al colmo se le colocan unos caños o troneras 6.
que cumplen la función de chimeneas para
la salida de los gases de la combustión.
El vardo es una especie de pared de altura 7.
algo inferior a la del colmo, que se coloca en
todo su perímetro para permitir el correcto
funcionamiento de los caños.
En la parte inferior del horno se monta la 8.
pareílla o peto que cierra la entrada inferior
al horno. En ella se dejan dos entradas: una
a media altura para la alimentación del hor-
no (boca), y otra a ras de suelo para la oxige-
nación del hogar y la retirada de las cenizas
(puerta terriza).
Figura 9. Un martillo picador neumá tico ayuda al remate del hueco para el horno de prueba.
Figura 10. Alzado y secció n del horno de ensayo.
Figura 11. Obras de construccion de un horno.
“La construcción
de la cúpula del horno
soporta el peso de toda
la carga de piedra y es una
labor de la que dependerá
todo el proceso. En su
elaboración hay que tener
en cuenta el tamaño
y peso de las piedras
que se colocan”
MINERÍA
Tierra y tecnología, nº 44, 53-61 • Segundo semestre de 2013 • 59
En el horno se colocan piedras de muy distin-
to tamaño que deben ser cuidadosamente selec-
cionadas por el calero. Las piedras se clasifican
por la dimensión y el lugar que ocupan en el
horno.
En la puerta terriza existen:•
Las piedras correderas son las piedras –
que dan asiento a la boca del horno.
Los caminales se colocan verticalmen-–
te encima de las correderas.
Y la piedra cobija se coloca horizontal-–
mente sobre los caminales a modo de
dintel.
En el interior del horno:•
Las armaderas son las piedras de –
mayor tamaño para constituir el poyo y
la bóveda del horno. Comienzan a colo-
carse sobre el poyo y, por aproximación
de hiladas, terminan por cerrar la bóve-
da en su clave.
Los matacanes son de tamaño mediano –
y se colocan en el centro de la estruc-
tura del horno ya que si se colocaran
junto a la pared quedarían crudas o
parcialmente cocidas al quedar muy
alejadas del fuego.
Los ripios son piedras de menor tama-–
ño que se colocan por todo el horno
para que el calor se propague con faci-
lidad, llegando a todas las partes del
horno. También se colocan junto a las
paredes del horno por ser las que
menor tiempo de cocción requieren, y
porque facilitan el ascenso del calor a
las partes altas de la estructura.
Los chinos son las piedras más peque-–
ñas que cubren la cabeza del colmo.
A partir de entonces, el horno queda listo
para cocer cal.
Cocción. El horno debe alimentarse durante
varios días (entre tres y seis típicamente) hasta
que la piedra queda completamente cocida; la
alimentación debe realizarse cada 20 minutos,
para mantener la temperatura del horno en torno
a los 1.000 ºC.
El fuego se enciende en la cámara de com-
bustión, procurando que gane temperatura poco
a poco para evitar que las piedras se fundan unas
con otras, al formarse una costra por excesiva
evaporación del agua.
Durante las primeras horas de cocción, la
piedra “suda” toda la humedad que tiene y las
piedras cambian su color blanco amarillento por
el negro.
Figura 12. Segundo croquis del horno de ensayo.
Figura 13. Plantando la base del horno de prueba.
Figura 14. Arranque de la cá mara del horno de prueba.
Figura 15. Estado del horno a finales de julio de 2013.
PROYECTO “CHOKÁA” DE CONSTRUCCIÓN DE HORNOS DE CAL TRADICIONALES EN TURKANA NORTE (KENIA)
60 • Tierra y tecnología, nº 44, 53-61 • Segundo semestre de 2013
Sabremos que el horno ha alcanzado la tem-
peratura de cocción (900-1.000 ºC) cuando las
piedras del colmo estén al rojo vivo (unas 10-12
horas tras el inicio de la combustión). A las 24
horas debe esperarse a que las llamas alcancen y
sobresalgan del colmo. La experiencia será la que
dicte cuándo debe añadirse más leña, cuándo
remover las brasas para facilitar la combustión o
cuándo retirar las cenizas acumuladas. El fuego
necesitará en cualquier caso atención permanen-
te día y noche.
Cuando las piedras del colmo alcancen de
nuevo su color blanquecino y el humo deje de ser
negro, será indicio de que la piedra ya está coci-
da por completo. La inhalación de este humo
blanco, que ya no asfixia como el negro, era
considerada como beneficiosa e indicada para
personas con enfermedades respiratorias.
Para comprobar que la calcinación es com-
pleta, se podrá tomar una de las piedras del col-
mo con unas tenazas y sumergirla en agua; si
toda ella se deshace es que el proceso está
concluido, mientras que si queda el núcleo crudo
es que la cocción debe continuar.
El fuego debe apagarse poco a poco, tapan-
do la entrada de aire con una chapa de metal o
aterrándola poco a poco para que la aportación
de aire sea cada vez menor pero sin interrumpir-
se con brusquedad.
Extracción de la piedra. Una vez finalizada la
cochura, esperaremos en torno a una semana
hasta que se enfríe lo suficiente como para pro-
ceder a la extracción de la piedra. El vaciado se
lleva a cabo abriendo la clave en el centro del
colmo, y extrayendo directamente la piedra.
Una vez extraída la piedra, ésta deberá
envasarse rápidamente para evitar su deterioro
o, en caso de que éstas no vayan a utilizarse
inmediatamente, podrá taparse la parte superior
del horno con tierra y quedar convertido éste en
el propio almacén de la cal.
Apagado de la cal viva. Antes de usar la cal
habremos de apagarla mojándola con agua. La
reacción es muy violenta, alcanzando las piedras
temperaturas cercanas a los 300 ºC y aumentando
su volumen entre un 200% y un 300%. Parte del
agua añadida se evapora y otra parte es absorbi-
da por la cal, que queda reducida a polvo.
Para que la mezcla sea completa, se proce-
derá al apagado en un recinto o estanque cava-
dos en la tierra y enfoscados con cemento donde
pueda procederse al batido con palas o batideras
a fin de que hasta el núcleo de las piedras quede
bien apagado. Aquellos huesos que no se hayan
cocido correctamente (también denominados
caliches), deberán apartarse.
Una vez apagada, ésta se cubrirá con un pie
de alto de arena dejándola reposar al menos
durante un mes.
Conclusión: una tecnología del pasado válida en el siglo XXIA modo de resumen, los objetivos y los resulta-
dos esperados de este proyecto “Chokáa” son
los siguientes:
Objetivo general
Promoción de la autosuficiencia para la mejora
de la economía local y de la seguridad alimenta-
ria en Turkana norte.
Objetivos específicos
Establecimiento de cuatro fábricas artesana-•
les de cal (hornos) en el área de Nariokoto-
me, con la posible extrapolación de la inicia-
tiva en otras zonas de la región.
Aumento de la seguridad alimentaria y la •
generación de ingresos a nivel familiar,
mediante la promoción de una actividad
alternativa al nomadismo e independiente
de los periodos de sequía, para un total de
50 familias.
Capacitación de la comunidad local a través •
de cursos sobre conocimientos empresaria-
les básicos.
Traspaso completo de la actividad a la comu-•
nidad local.
Resultados esperados
Cuatro hornos serán construidos y puestos •
en funcionamiento para dar servicio al
100% del consumo requerido de conglome-
rante por la Comunidad Misionera de San
Pablo en su labor de construcción de presas
en Turkana.
Figura 16. Otra vista de los cimientos del horno de
prueba.
Figura 17. El Proyecto “Choká a” quiere dar esperanza a la població n turkana.
“Para comprobar que la calcinación es completa, se podrá
tomar una de las piedras del colmo con unas tenazas y
sumergirla en agua; si toda ella se deshace es que el
proceso está concluido, mientras que si queda el núcleo
crudo es que la cocción debe continuar”
MINERÍA
Tierra y tecnología, nº 44, 53-61 • Segundo semestre de 2013 • 61
50 familias serán dotadas con las herra-•
mientas y conocimientos necesarios para
llevar a cabo con éxito la actividad com-
pleta.
Fomentar el emprendimiento entre la pobla-•
ción local.
Reducción del gasto anual en cemento Port-•
land hasta el 37% del mismo por sustitución
con cal hidráulica natural fabricada en las
nuevas instalaciones.
Como antes se ha dicho, la MCSPA supo
entender desde su primera implantación en la
zona las verdaderas necesidades de esta región,
y desde hace un cuarto de siglo el extraordinario
equipo de padres y laicos que la conforman dedi-
can su vida en pleno a labrar un futuro para
Turkana mediante la construcción de pozos y
embalses. A esta labor meramente ingenieril se
suman otras complementarias como son los pro-
gramas de nutrición, salud, agricultura y educa-
ción, siendo todos ellos una clara apuesta por el
desarrollo, frente a la mera ayuda humanitaria
(figura 17).
La producción de cal es una de las primeras
industrias conocidas por el hombre, uno de los
primeros procesos por los cuales se elabora un
producto artificial inexistente en la naturaleza.
Asimismo, es uno de los primeros productos
humanos conseguidos en su afán de recrear la
naturaleza con formas que le sean más útiles.
Con los morteros de cal se consigue crear una
roca artificial, modelada según las necesidades
requeridas y fabricada a partir de otra roca natu-
ral, que pierde su estructura por medio del fuego
y la recupera después al contacto con el agua y
con el aire.
El método artesanal, anterior a la aparición
del cemento tipo Portland, pertenece hoy en
Occidente al dominio de la arqueología industrial,
como algo ya obsoleto y propio de museos y
parques tecnológicos del pasado. Sin embargo,
entendemos que con este proyecto “Chokáa”,
de forma admirable, su tecnología ecológica y
sencilla puede ser un perfecto recurso para la
fabricación de morteros fiables en cualquier tipo
de obras públicas, en zonas tan desamparadas
como la Turkana keniata, y en especial en las tan
necesarias presas de mampostería que, con su
pequeño tamaño, permiten recoger la escasa
agua de lluvia de aquel clima tropical seco. Así
se logrará mejorar las condiciones de vida de
aquella población.
Se trata, en definitiva, de un proyecto en su
fase inicial, por lo que todavía no podemos
adelantar resultados. Ojalá en un próximo artícu-
lo logremos hacerlo. Para ello, el proyecto
“Chokáa” necesita todo tipo de ayuda económi-
ca, hasta conseguir una suma que en Europa no
sería verdaderamente elevada.
Proyecto “Chokáa”: establecimiento de una industria artesanal a pequeña escala para la fabricación de cal en Turkana norte, Kenia
CÓMO AYUDARFinanciando una o varias de las siguientes unidades de proyecto:
Horno de ensayo para 2 t de capacidad: 1.270 €
4 hornos para 25 t de capacidad: 7.500 €/horno
Total proyecto: 31.270 €
o bien haciendo una aportación menor especificando proyecto “CHOKÁA” a través de paypal en nuestra página webhttp://mcspa.org o mediante talón o transferencia bancaria a:
Kenia (euros €)MISSIONARY COMMUNITY OF ST. PAUL
P.O. Box 49547, Nairobi 00100, KENIA
Cuenta bancaria: Citibank, C/C: 102651459
Dirección: Citibank House, Upper Hill Road
P.O. Box 30711, 00100 Nairobi,
Swift code: CITIKENAXXX
Kenia (USD $)MISSIONARY COMMUNITY OF ST. PAUL
P.O. Box 49547, Nairobi 00100, KENIA
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Address: Citibank, Nairobi Branch
P.O. Box 30711, Nairobi 00100. Kenya
Swift code: CITIKENAXXX
EspañaFUNDACIÓN EMALAIKAT
c/ Bocangel nº 28, 3º Dcha. 28028 Madrid
Tfno: 91 355 21 95
Cuenta bancaria:
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Nota: fiscalmente, el donativo es desgravable
“La producción de cal es una de las primeras industrias
conocidas por el hombre, uno de los primeros procesos
por los cuales se elabora un producto artificial inexistente
en la naturaleza. Asimismo, es uno de los primeros
productos humanos conseguidos en su afán de recrear la
naturaleza con formas que le sean más útiles”
62 • Tierra y tecnología, nº 44, 62-64 • Segundo semestre de 2013
El ICOG en la XIII Semana de la Ciencia de Madrid
EL ICOG EN LA XIII SEMANA DE LA CIENCIA DE MADRID
El ICOG ha participado desde su inicio en las actividades de la Semana de la Ciencia de Madrid. Nuevamente, en el mes de noviembre de 2013, intervino con dos tertulias del Geoforo en la sede del Colegio de Geólogos en Madrid, dentro de la XIII Semana de la Ciencia.
Las dos tertulias programadas fueron muy inte-
resantes, concretamente la celebrada el 14 de
noviembre, pues estaba, y está, muy de actuali-
dad el tema del almacenamiento de gas y la cri-
sis energética.
1ª Tertulia. La espectacular obra del arquitecto Antonio Palacios en Madrid. Edificios, piedras y canterasEl jueves 7 de noviembre se celebró esta atractiva
tertulia, con los ponentes Fernando de Castro,
arquitecto, presidente del Centro Gallego de Madrid
y comisario de la exposición itinerante que hubo
sobre Antonio Palacios, y Elena Mercedes Pérez
Monserrat, geóloga del Instituto de Geociencias
IGEO (CSIC-UCM). En la sala, repleta de asistentes
(figura 1), se habían colgado varios paneles fotográ-
ficos sobre la obra de Palacios en Madrid.
Antonio Palacios Ramilo (Porriño, Ponteve-
dra, 8 de enero de 1876-El Plantío, Madrid, 27 de
octubre 1945) ha sido uno de los arquitectos más
destacados en el Madrid de principios del siglo
XX. Una figura singular que merece toda la aten-
ción de aquellos que les interese la historia de la
arquitectura y la historia de Madrid.
La tertulia la comenzó Fernando de Castro
(figura 2) leyendo un escrito suyo sobre la perso-
nalidad y principios del arquitecto gallego, que fue
muy interesante. Al parecer de los que conocieron
a Antonio Palacios, era éste un hombre modesto,
retraído, extraordinariamente agradable, bohemio,
desordenado, poéticamente desbordado siempre
por su capacidad imaginativa. Sobre todo, capaz
de arrebatar con su entusiasmo y fecundidad de
ideas constructivas el ánimo de sus clientes, que
acababan siendo, según se dice, los mayores
defensores de su arquitectura.
Destacó, igualmente, lo que en el campo de la
arquitectura sucedía en el mundo en aquel
momento en que construía Palacios, en el que con
sus gentes mayormente distinguidas, habrá de ser
recordado aquí con la más extremada brevedad.
Las tendencias más significativas de la época
pudieran ser, por ejemplo, en América, la Escuela
de Chicago; en Europa, el “Art nouveau”, Moder-
nismo, Liberty, Secesión, Jugenstil.
De Castro destacó que la arquitectura de
Antonio Palacios ocupa una de sus más señaladas
capitanías de la arquitectura española de la época.
Sería importante buscar sus vinculaciones con
estos estilos y gentes o sus diferencias, qué signi-
ficación se le puede buscar, sin duda, en más de
una ocasión, a la originalidad constructiva de Pala-
cios y su atadura a las cavilaciones más importan-
tes de la arquitectura del tiempo moderno.
En la segunda parte de su intervención, el pre-
sidente del Centro Gallego destacó la belleza y gran
valía arquitectónica de varios de los edificios más
singulares del arquitecto Palacios en Madrid, como
el Círculo de Bellas Artes, el Palacio de Comunica-
ciones (hoy Ayuntamiento de la capital), la casa
Matesanz, las casas del Conde de la Maza y de don
Demetrio Palazuelo y los Talleres del ICAl, casi en el
mismo tiempo, el Banco del Río de la Plata (hoy
sede del Instituto Cervantes) y el Hospital de Jorna-
leros de Maudes.
El Palacio de Comunicaciones fue el primer
proyecto que realizó Palacios al terminar la carrera.
Lo hizo en colaboración con su compañero de
estudios Joaquin Otamendi. Muestra un exterior
con fuerte influencia del gótico salmantino y los
Entretiens de Viollet-le-Duc, aunque en el sistema
estructural y la búsqueda de sinceridad en los
acabados interiores así como en el mobiliario, se
vislumbran influencias de Otto Wagner, de quien
Palacios era un entusiasta, y la secesion vienesa, y
de las vanguardias arquitectónicas del momento.
En conjunto, el Palacio de Comunicaciones
denota las influencias de la monumentalidad de la
arquitectura norteamericana, de las composicio-
nes volumétricas de la arquitectura francesa, de
las reminiscencias de la arquitectura medieval
española en los detalles decorativos y en el trata-
miento de la piedra. El edificio fue concebido con
criterios de racionalidad y funcionalidad; su gran
patio interior facilitaba el tránsito hacia los servi-
cios generales de correos, telégrafos y de telefo-
nía que se instalaron en la planta baja, mientras
que las plantas superiores se reservaron para
tareas administrativas, para las oficinas de la
dirección, la cartería y una sala de telégrafos que
conectaba directamente con la antena del edificio,
que alcanzaba nada menos que 70 metros de
altura, contando con la altura de la torre central.
Del Círculo de Bellas Artes manifestó que en
su fachada, Palacios, que fue un monumentalista
Figura 1. Asistentes a la 1ª tertulia.
Figura 2. Fernando de Castro durante su intervención.
NOTICIA
Tierra y tecnología, nº 44, 62-64 • Segundo semestre de 2013 • 63
ejerciente, exploró la diferenciación al exterior de
los usos interiores, explicando en altura los distin-
tos volúmenes según su función, lo que convierte
esta fachada en mucho más dinámica que otras
edificaciones colindantes, sin perder su carácter
reinterpretativo de los órdenes clásicos. En esta
obra realiza una aproximación personal al proble-
ma compositivo del edificio en altura, mediante
un esquema orgánico en el que cada planta y cada
uso muestran su volumen y carácter al exterior,
usando una regla decreciente en altura que culmi-
na en la torre de los estudios. El ambicioso progra-
ma, sugerido por el propio Palacios, convertía al
edificio en una “ciudad en miniatura”, con una
clara referencia a los transatlánticos que prolifera-
ban por aquella época. El remate de la torre de
manera asimétrica y el distinto tratamiento que
hace en sus dos fachadas es un ejercicio de profe-
sionalidad que nos enseña a los arquitectos de
hoy, más que muchos libros.
De los edificios de las calles Mayor y Gran
Vía, hay que destacar el del nº 27 de la Gran Vía:
la Casa Matesanz. Es un edificio cuya construc-
ción finalizó en el año 1923 y su estilo arquitectó-
nico está fuertemente influenciado por la Escuela
de Chicago. Su nombre procede del apellido del
primer propietario del edificio, la firma comercial
Casa Matesanz, que proyectó el edificio como uno
de los primeros centros comerciales al estilo esta-
dounidense para la instalación en su interior de
tiendas, despachos y oficinas. En este edificio,
Palacios supo utilizar los nuevos materiales de su
época combinándolos con su concepto monumen-
talista, sin caer en el puro eclecticismo, recogien-
do todas las influencias de herramientas de su
particular estilo, digno de estudio aparte y de un
mayor reconocimiento dentro de la historia de la
arquitectura del siglo XX.
Por último, Fernando de Castro manifestó la
sorprendente falta de sensibilidad de las autorida-
des de Madrid, al no tener ningún recuerdo públi-
co de Antonio Palacios en la capital, como podía
ser un pequeño busto delante de alguno de sus
emblemáticos edificios. Parece que, aunque sin
pretenderlo, se continúa con la falta de delicadeza
que Madrid tuvo con la obra del arquitecto gallego
cuando en el año 1970, el alcalde de Madrid Car-
los Arias Navarro, ordenó el desmontaje del tem-
plete del metro de la Red de San Luis (hoy esta-
ción de Gran Vía), para donarlo al Ayuntamiento
de Porriño, donde fue colocado en un pequeño
parque público. Hubo otro templete similar en la
Puerta del Sol, obra también de Palacios, con un
planteamiento muy similar al de la Red de San
Luis, que fue demolido en 1933, en virtud de una
orden de la Dirección General de Ferrocarriles.
Todo un despropósito para quien ha sido uno de
los arquitectos más relevantes del panorama
arquitectónico madrileño del siglo XX.
Llegado el turno de intervención de la inves-
tigadora Elena Mercedes Perez Montserrat (figu-
ra 3), se pasó a tratar los materiales pétreos que
Antonio Palacios utilizó en su obra madrileña.
Elena es una especialista en esta temática pues
lleva estudiando el tema desde hace años.
Señaló que el escaso desarrollo tecnológico
de la época de Palacios y su preocupación por la
artesanía y los oficios tradicionales, le llevaron a
definir un estilo basado en el proceso constructivo
artesanal y a colocar la piedra directamente, sin
desbastar ni ornamentar. Palacios pretendió sacar
el máximo partido expresivo de la presentación
directa de la piedra, unificando sus construcciones
mediante el empleo de un único material. Según
decía el arquitecto, la piedra era esencial para
reconocer la grandiosidad de un edificio, defendía
el empleo de los materiales locales y su reutiliza-
ción, como apuesta por la identidad de los pueblos
y para el saneo económico de las obras. La familia
materna de Palacios era propietaria de unas can-
teras de granito en la zona de Galicia y Antonio se
educó en ese ambiente industrial y artesanal.
La materialidad pétrea es una constante en
las construcciones de Palacios, fundamental-
mente mediante el empleo de piedra tradicional
o piedra de cantería, esto es, un material de alta
resistencia mecánica que, tras un proceso de
elaboración, puede ser utilizado como elemento
constructivo, normalmente exento de pulido,
conservando su composición y textura originales.
Pérez Monserrat señaló que la proximidad ha
sido el principal factor que ha condicionado la
utilización de la piedra tradicional, estando por
un lado ligada al sustrato geológico cercano, y
participando, por otro, en la imagen de los pue-
blos y ciudades que configura
En los edificios de Madrid, Palacios utilizó
principalmente dos tipos de piedra tradicional-
mente empleadas en la arquitectura de la región,
denominadas de forma genérica “piedra berro-
queña” (granito), localizada en la sierra del Gua-
darrama, y caliza o piedra de Colmenar, aflorante
en la villa de Colmenar de Oreja.
El granito generalmente empleado en la
ciudad de Madrid procede principalmente de las
zonas de Zarzalejo, Valdemorillo y Alpedrete, y
su composición es de monzogranitos biotíticos.
Es característico de la piedra berroqueña la pre-
sencia de gabarros, término que los canteros
utilizan para referirse a los enclaves microgranu-
dos negros y morfologías elípticas.
La caliza o piedra de Colmenar se correspon-
de con los carbonatos lacustres terciarios que se
encuentran en las localidades del sudeste de la
región madrileña, principalmente entre Colmenar
de Oreja, Villar del Olmo y Arganda, y que, en la
literatura geológica, se denominan Caliza del
Páramo o de los Páramos. Perez Montserrat indicó
que Palacios utilizó en el Palacio de Comunica-
ciones calizas de las canteras de Colmenar de
Oreja (Madrid), Petrel (Alicante), Sigüenza y
Tamajón (Guadalajara), decidiéndose finalmente
por la utilización de las calizas de Petrel y de
Colmenar de Oreja. Esta última sólo la utilizó en
los zócalos y en determinados ornamentos.
Excepcionalmente, Palacios utilizó rocas
extranjeras, como los granitos argentinos que
utilizó en el Círculo de Bellas Artes. Otra novedad
que introdujo fue el granito pulimentado que
utiliza por primera vez en España en las colum-
nas estriadas del Banco del Río de la Plata (hoy
Instituto Cervantes) de la calle de Alcalá.
En el turno de preguntas, se preguntó a Ele-
na Pérez Montserrat por la existencia de la casa
donde vivió Palacios en Madrid. Respondió que
aún existe aunque la propiedad es privada y no
hay visitas. Se encuentra en la carretera de El
Plantío a la estación de Majadahonda. En esa
Figura 3. Elena Mercedes Pérez Monserrat durante su intervención.Figura 4. De izquierda a derecha: Fernando de Castro, Elena Mercedes Pérez
Monserrat y José Luis Barrera.
EL ICOG EN LA XIII SEMANA DE LA CIENCIA DE MADRID
64 • Tierra y tecnología, nº 44, 62-64 • Segundo semestre de 2013
casa modesta vivió sus últimos años, y en ella
murió en 1945, casi ciego y olvidado, acompaña-
do de su esposa. Fue enterrado en la Sacramen-
tal de San Lorenzo de El Escorial y, en 1976, sus
restos se trasladaron a O Porriño.
Al finalizar la tertulia, los ponentes y el
moderador posaron para la memoria del Colegio
(figura 4).
2ª Tertulia. La dependencia energética de España: el mercado de gas y su almacenamiento geológico profundoEl jueves 14 de noviembre, con bastante asisten-
tes de público (figura 5), y en plena crisis de la sis-
micidad de la plataforma Castor, se celebró la
segunda tertulia de la Semana de la Ciencia que
programó el ICOG. Fue un encuentro con los
geólogos Carlos Barat y Juan Carbayo bajo el título
“La dependencia energética de España: el mer-
cado de gas y su almacenamiento geológico pro-
fundo”. El encuentro fue moderado por el vice-
presidente del ICOG y presidente del Geoforo,
José Luis Barrera.
Juan Carbayo (figura 6), responsable de Gas
Markets & Regulation de CEPSA Gas Comerciali-
zadora, S.A., hizo en su exposición un repaso al
mercado global del gas natural a lo largo de toda
la cadena de valor, desde la extracción o ups-
tream, hasta la distribución a los clientes finales
o downstream. Carbayo explicó que las dos vías
principales para el transporte de gas son median-
te gasoductos y en barcos. Este último medio
requiere la licuación del gas (GNL) y su posterior
regasificación en los puertos de destino.
En este sentido, Carbayo destacó que Espa-
ña aglutina el 45% de la capacidad regasifica-
dora de la Unión Europea y cuenta con siete de
las dieciséis plantas de regasificación existen-
tes en el territorio comunitario. No obstante,
nuestro país sólo consume el 7% de la capaci-
dad total de regasificación, lo que le sitúa como
potencial reexportador. Sin embargo, para que
esto pueda suceder, es necesario solucionar los
cuellos de botella existentes en las conexiones
continentales.
“Europa quiere crear un mercado energético
común, algo que se antoja muy difícil debido a
intereses económicos y nacionales, pero lo que
sí está más cerca de conseguirse es una red de
gas perfectamente interconectada, algo que se
espera para 2017 o 2018”, afirmó el responsable
del área de gas de CEPSA.
Carbayo también destacó que las reservas
mundiales de gas se han duplicado en los últimos
años gracias a la extracción de gas no convencio-
nal o shale gas, especialmente en países anglo-
sajones como Estados Unidos, Canadá y Australia.
De hecho, existe la posibilidad de que esos países
puedan convertirse en un futuro próximo en expor-
tadores de gas. Respecto al gas no convencional,
Carbayo reveló lo que se considera una paradoja:
Estados Unidos podría llegar a cumplir con los
compromisos de Kioto, un protocolo que nunca ha
firmado, gracias al fracking, que le está permitien-
do reemplazar el carbón por shale gas y, de esta
forma, reducir sus emisiones de CO2.
Por su parte, Carlos Barat, director general de
Escal UGS, afirmó que el gas no convencional esta-
dounidense ha revolucionado el mercado energéti-
co. Tanto es así que se cree que este país podría
llegar a cubrir el 80% de su demanda con shale gas.
Respecto a los almacenamientos subterráneos de
gas, Barat explicó que se trata de una técnica con
más de 100 años de antigüedad. “En un principio, se
hacían sólo en yacimientos de petróleo o gas ago-
tados y con el fin de cubrir variaciones estacionales
en la demanda”, añadió Barat.
El director general de Escal UGS indicó que en
todo el mundo hay más de 600 almacenes subte-
rráneos de este tipo y más de la mitad se encuen-
tran en Estados Unidos. En España hay tres alma-
cenes en funcionamiento y otros dos, Yela y
Castor, en fase de inyección de gas colchón para
acondicionarlos. Sin embargo, en comparación
con países de nuestro entorno, como Alemania,
Francia o Italia, la capacidad de almacenamiento
de gas natural de España es muy reducida: España
tiene capacidad para almacenar gas equivalente a
21 días de demanda, pero su extracción completa
requeriría 135 días, mientras que en otros países
europeos la capacidad de almacenamiento es
mucho mayor y el tiempo requerido para su extrac-
ción está por debajo de los 60 días.
Desde el punto de vista geológico, Barat
describió los diferentes tipos de almacenamien-
tos subterráneos que existen en: yacimientos
agotados, acuíferos, minas abandonadas, minas
de sal y cavernas rocosas. Cada uno tiene sus
peculiaridades y su utilidad. Así, los almacenes
en minas de sal y cavernas pueden usarse para
cubrir picos de demanda porque su extracción es
más rápida, mientras que los almacenes en acuí-
feros y, sobre todo, en yacimientos agotados, se
utilizan como soporte para cubrir las necesidades
energéticas durante el invierno.
Por último, el director general de Escal UGS
puntualizó que en España el ciclo de uso de los
almacenes subterráneos está regulado por el
Ministerio de Industria, que establece el periodo
de abril a octubre para la inyección de gas y el
periodo de noviembre a marzo para su extracción
y consumo. No obstante, Carlos Barat subrayó
que España necesita dotarse de una mayor capa-
cidad de almacenamiento para contar con una
auténtica reserva estratégica de gas.
Al finalizar la tertulia, los ponentes y el
moderador posaron para la memoria del Colegio
(figura 7).
Figura 5. Asistentes a la 2ª tertulia. Figura 6. Juan Carbayo (centro) durante su intervención.
Figura 7. De izquierda a derecha: Juan Carbayo, José
Luis Barrera y Carlos Barat.
Tierra y tecnología, nº 44, 65-70 • Segundo semestre de 2013 • 65
X Congreso Ibérico y XI Congreso Nacional de GeoquímicaSoria, 16-18 de septiembre de 2013
CONGRESOS
Como es conocido desde hace años, el Colegio de Geólogos, el Consejo Superior de Ingenieros de Minas, el Colegio y Asociación de Químicos de Madrid, y el Grupo de Geoquímica de la Sociedad Geológica de Portugal se rotan cada dos años para organizar el Congreso de Geoquímica. Esta nueva edición del Congreso le correspondió organizarlo al Colegio Oficial de Geólogos que, desde el año 2001, cuando se hizo en Zaragoza organizado por el colegiado Marceliano Lago (Dpto. de Petrología de la Facultad de Ciencias), no lo había hecho.
La Geoquímica es una disciplina moderna perte-
neciente a las Ciencias de la Tierra, entre la
Química y la Geología, que analiza la composi-
ción química de la litosfera, hidrosfera, atmós-
fera y biosfera. Uno de los objetivos es diagnos-
ticar, detectar y prevenir los caminos que seguirán
los elementos químicos, bajo qué formas se
acumulan según el medio y mitigar los efectos
que tal concentración puede producir en el
entorno.
Para esta nueva edición del Congreso, la
Junta de Gobierno del ICOG designó al vicepresi-
dente primero, José Luis Barrera, como secreta-
rio general de la organización, ya que desde el
año 2001 siempre fue, junto a Jesús Soriano, el
representante del ICOG en los congresos. En esta
edición, Jesús no pudo participar por diversas
cuestiones laborales y personales, y su lugar lo
ocupó la vicesecretaria del Colegio, Carla Merce-
des Delgado (figura 1). Desde el inicio, hubo una-
nimidad en llevar el congreso a Soria, su lugar de
nacimiento, y las fechas elegidas fueron los días
16 al 18 de septiembre.
TEXTO | José Luis Barrera. ICOG.
FOTOS | ICOG.Palabras clave
Geoquímica, Congreso de Geoquímica, Soria.
PreparativosLa situación económica de España en aquellos
momentos no era lo más boyante que uno quisie-
ra y, ante esta circunstancia, alguna voz agorera
propuso no celebrar esta edición a la espera de
mejores tiempos. Eso no se podía hacer, pues
hay bastantes profesionales e instituciones de la
Geoquímica que, a pesar de la crisis, ven en estos
congresos una oportunidad de dar a conocer sus
investigaciones y logros.
Se hicieron varias reuniones con los otros
colegios y asociaciones, con el fin de preparar el
congreso de manera coordinada, considerando los
compromisos de todas las entidades participati-
vas. Las acciones más relevantes realizadas para
su preparación, teniendo como faro la austeridad
pero también la profesionalidad, fueron varias.
El 23 de enero, José Luis Barrera, en su
calidad de secretario general del Comité Organi-
zador, se reunió con el director del IGME, Jorge
Civis, para solicitar la colaboración de esa insti-
tución en la organización y desarrollo del congre-
so, como lo han hecho históricamente. El director
garantizó la participación del Instituto con diez
inscripciones y sin cortapisas en el apoyo logísti-
co que fuera necesario. Sus palabras y compro-
miso se cumplieron perfectamente, lo que es de
agradecer desde el Comité Organizador.
El 1 de febrero, se celebró la primera reunión de
todos los colegios en la sede del ICOG en Madrid,
para comenzar a precisar los aspectos de contenido
del congreso. El Colegio de Ingenieros de Minas, en
una cita previa con José Luis Barrera, ya había hecho
algunas sugerencias de fechas para que en el mes
de septiembre no le coincidiera con otro evento que
estaban organizando. En la reunión se acordó con-
tactar con la Diputación de Soria para solicitar la
cesión gratuita del aula Tirso de Molina como sede
del congreso, tal y como se había hecho en todas las
ediciones anteriores. En esta ocasión, y debido a las
circunstancias económicas, la cesión no era gratuita
y había una tarifa; ¡lógico! Ante esta circunstan-
cia, y dado el poco presupuesto con que nos movía-
mos, el comité decidió buscar otro lugar de cesión
gratuita, que lo encontró en el campus universitario
“Duques de Soria” de la UVA (figura 2).
Figura 1. José Luis Barrera con Carla Mercedes Delgado. Figura 2. Panorámica exterior del auditorio y del campus “Duques de Soria”.
X CONGRESO IBÉRICO Y XI CONGRESO NACIONAL DE GEOQUÍMICA
66 • Tierra y tecnología, nº 44, 65-70 • Segundo semestre de 2013
Se aprovechó la reunión para nombrar el
Comité Organizador, que fue el siguiente:
Presidente:• Luis E. Suárez Ordóñez, presi-
dente del Ilustre Colegio Oficial de Geólogos.
Vicepresidentes: • Juan José Álvarez Millán,
decano del Colegio de Químicos de Madrid;
Valentín González García, presidente de la
Asociación de Químicos de Madrid; Adolfo
Rodríguez González, decano presidente del
Consejo Superior de Colegios de Ingenieros
de Minas; Eduardo Ferreira da Silva, presi-
dente del Grupo Geoquímica de la Sociedad
Geológica de Portugal, y Amelia Rut Moyano
Gardini, vicerrectora del Campus de Soria,
Universidad de Valladolid.
Secretarios:• José Luis Barrera Morate, vice-
presidente del Ilustre Colegio Oficial de Geó-
logos, y Salvador Ordóñez Delgado, Ilustre
Colegio Oficial de Geólogos.
Vocales: • Carla Mercedes Delgado Ignacio,
vicesecretaria del Ilustre Colegio Oficial de
Geólogos; Ángel Cámara Rascón, decano presi-
dente del Colegio Oficial de Ingenieros de Minas
del Centro; Juan Llamas Borrajo, Consejo Supe-
rior de Colegios de Ingenieros de Minas de
España; Antonio Gutiérrez Maroto, Colegio Ofi-
cial y Asociación de Químicos de Madrid; Rosa-
rio García Giménez, Colegio Oficial y Asociación
de Químicos de Madrid; Isabel Margarida Antu-
nes, Grupo Geoquímica de la Sociedad Geológi-
ca de Portugal; Deolinda Flores, Grupo Geoquí-
mica de la Sociedad Geológica de Portugal.
Tesorero: • Carlos Duch Martínez, tesorero
del Ilustre Colegio Oficial de Geólogos.
Secretaría Técnica• : Jesús Martínez Frías.
Ilustre Colegio Oficial de Geólogos.
También se definieron las secciones científi-
cas y los coordinadores de ellas, que fueron:
Geoquímica de los materiales y procesos geo-1.
lógicos: José María Cebria (IGEO-UCM-CSIC).
Métodos analíticos y tratamiento de datos en 2.
Geoquímica: Juan Antonio Martin Rubí (IGME).
Geoquímica ambiental: Julio Astudillo (EN-3.
RESA).
Materias primas de interés industrial: Manuel 4.
Regueiro (IGME).
Hidrogeoquímica: Isabel Coleto (URS).5.
Geoquímica orgánica: Juan Llamas (ETSI-6.
MM, UPM).
Geoquímica isotópica: Antonio Delgado Huer-7.
tas (IACT-UGR) y Clemente Recio (USA).
Geocosmoquímica: Jesús Martínez Frías y 8.
Eva Mateo (CAB).
Didáctica y divulgación de la Geoquímica: 9.
Rosario García Jiménez (UAM).
El 14 de febrero, José Luis Barrera viajó a
Soria para reunirse con la vicerrectora del campus
universitario “Duques de Soria”, Amelia Rut Moya-
no, y empezar a organizar la logística del congreso,
una vez que la Universidad de Valladolid dio el visto
bueno para la utilización de las instalaciones como
sede del mismo. La vicerrectora estuvo muy amable
y mostró las instalaciones del campus indicando los
dos espacios donde, a su juicio, se podría ubicar el
congreso: los actos de apertura y clausura se cele-
brarían en el gran salón de actos que tiene el cam-
pus, y las ponencias en el salón de grados con
capacidad para 50 personas. Quedamos conformes,
y me fui muy satisfecho por la amabilidad y deseos
de colaborar de la vicerrectora. Además, trabajaba
en proyectos de investigación de composiciones de
los suelos y la absorción de los elementos en las
plantas, y prometió su participación activa en la
sesión de ponencias junto a sus colaboradores.
El 15 de marzo, José Luis Barrera y Carla
Mercedes Delgado viajaron a Soria para hablar
con el alcalde, Carlos Martínez, y con la subdele-
gada del Gobierno, Mª José Heredia de Miguel
(figura 3), y solicitar su participación en el comité
de honor y en el acto de apertura del congreso. Las
dos entrevistas fueron muy cordiales y ambos
aceptaron incorporarse al comité y participar en el
acto de apertura o clausura, según sus agendas.
El 16 de abril, se celebró la segunda reunión
de todos los colegios en la sede del ICOG en
Madrid, para informar del seguimiento de la orga-
nización del congreso. José Luis Barrera informó
de todas las gestiones celebradas en Soria ante
las autoridades y las que también se hicieron en
Madrid ante las empresas y otras autoridades
para confeccionar el comité de honor que, al final,
quedó establecido de la siguiente manera:
José Manuel Soria, • ministro de Industria,
Comercio y Turismo.
Miguel Arias Cañete, • ministro de Agricul-
tura, Alimentación y Medio Ambiente.
Carmen Vela, • secretaria de Estado de
Investigación, Desarrollo e Innovación del
Ministerio de Economía y Competitividad.
Antonio Silván Rodríguez, • consejero de
Fomento y Medio Ambiente de la Junta de
Castilla y León.
María José Heredia de Miguel, • subdele-
gada del Gobierno en Soria.
Antonio Pardo Capilla, • presidente de la
Diputación Provincial de Soria.
Marcos Sacristán Represa, • rector de la
Universidad de Valladolid.
Carlos Martínez Minués, • alcalde-presi-
dente de la ciudad de Soria.
Jorge Civis Llovera, • director General del
IGME.
Se acordó igualmente celebrar dos conferen-
cias plenarias y una mesa redonda. La primera
conferencia se tituló De los dioses a los hombres.
Un recorrido histórico al descubrimiento de los ele-
mentos químicos, impartida por la profesora Inés
Pellón (figura 4), y la otra fue la presentación del
Atlas de Geoquímica realizado por el IGME y pre-
sentado por el ingeniero Juan Locutora. La mesa
redonda versó sobre Geoética y en ella intervinieron
José Luis González, presidente de la Comisión de
Geoética del ICOG; Jesús Martínez-Frías, presiden-
te de la Asociación Internacional de Geoética
(IAGETH); Juan Carlos Kulberg, vicepresidente para
Europa occidental de la Asociación Internacional de
Geoética (IAGETH); Fernando Rull, catedrático de la
Universidad de Valladolid; Javier Cacho Gómez,
INTA, y Alberto Riccardi, expresidente de la Unión
Internacional de Ciencias Geológicas (IUGS), que
intervino por videoconferencia.
Figura 3. Reunión de José Luis Barrera y Carla
Mercedes Delgado con la subdelegada del Gobierno
en Soria.
Figura 4. José Luis Barrera con la profesora Inés Pellón.
CONGRESOS
Tierra y tecnología, nº 44, 65-70 • Segundo semestre de 2013 • 67
Igualmente se acordó, como es tradición en
estos congresos de geoquímica, dar dos confe-
rencias divulgativas para el público de Soria.
Fueron: Las guías geológicas de Parques Nacio-
nales como ejemplo de divulgación del Patrimo-
nio Geológico y Geodiversidad, impartida por el
investigador del IGME, Roberto Rodríguez, y El
potencial energético de Soria: una gran oportuni-
dad para el desarrollo económico, impartida por
Miguel Latorre Zubiri, director del Centro de Desa-
rrollo de Energías Renovables (CEDER-CIEMAC).
Estas conferencias se impartieron en el Centro
Cultural Gaya Nuño de Caja Duero.
Ante la inminencia de tener que distribuir la
publicidad y los datos del congreso, Barrera solici-
tó del IGME, en el marco de su propuesta de
colaboración, la confección de los grandes carte-
les anunciadores del congreso en el Departamen-
to de Reprografía. Se hicieron dos carteles gran-
des que se instalaron en la puerta del auditorio del
campus y en la entrada del salón de grados.
Los días 4, 9 y 18 de julio, José Luis Barrera
se trasladó a Soria para ultimar los preparativos
del congreso, llevar los carteles, acordar la cele-
bración de las conferencia en el Centro Cultural
Gaya Nuño, en una reunión con Pilar Alvira, y
hablar con la prensa. El día 18 estuvo reunido con
el alcalde para ultimar su participación, que se
acordó fuera en la clausura.
Los números del congresoAl congreso se presentaron 70 trabajos, de los que
43 eran ponencias y 27 póster. El número de fir-
mantes fue de 40, pertenecientes a 37 entidades,
INTA, UPM (ETSIMM), UCM, UB, Universidad
Politécnica de Cataluña, Universidad de Vallado-
lid, Universidad de Salamanca, Universidad Poli-
técnica de Cartagena, Universidad de Alicante,
UPV/EHU, Universidad de Almería, Inst. Andaluz
de Ciencias de la Tierra (CSIC-UGR), IGEO, IGME,
UAM, CIEMAT, Centro de Astrobiología, CEDEX,
Fundación Ciudad Energía (CIUDEN), URS España,
Centro Tecnológico REPSOL, Arquitectura y Con-
servación Monumental (Segovia), Universidad de
Aveiro, Universidad de Oslo, Universidad de Costa
Rica, UNAM (México), Universidad Federal do
Ceará (Brasil), Instituto Politécnico Castelo Branco
(Portugal), Laboratorio Nacional Energía y Geolo-
gía (INEG), INSA (Porto), Universidad do Algarve,
Universidad de Lisboa, Universidad dos Açores,
Univ. Pierre et Marie Curie de París. Las personas
asistentes fueron ochenta.
El congreso contó con los siguientes colabora-
dores y patrocinadores: Universidad de Valladolid,
Ayuntamiento de Soria, Diputación de Soria, Caja
España-Caja Duero, Repsol, IGME, ENRESA, Banco
de Sabadell, IGEO, URS, Centro de Astrobiología-
CSIC y la Internacional Association for Geoethics.
Desde el punto de vista del patrocinio, el
congreso sólo recibió 1.000 €, pues la mayoría
del resto de entidades lo hicieron inscribiendo a
asistentes.
Comienzo del congreso y acto inauguralEl congreso comenzó a las 09:00 del lunes 16, con
las primeras ponencias orales. El acto oficial de
inauguración se celebró a las 11:45 h en el salón
de actos del campus. La mesa inaugural estaba
presidida por Amelia Rut Moyano, vicerrectora del
campus “Duques de Soria” de la Universidad de
Valladolid, a la que acompañaban en la mesa:
Antonio Pardo Capilla, presidente de la Diputación
Provincial de Soria; Jorge Civis Llovera, director
del IGME; Rafael Medina Esteban, secretario terri-
torial de la Junta de Castilla-León de Soria; Luis E.
Suárez Ordóñez, presidente del ICOG; Adolfo
Rodríguez González, decano-presidente del Conse-
jo Superior de Colegios de Ingenieros de Minas, y
Juan José Álvarez Millán, decano del Colegio
Oficial de Químicos de Madrid (figura 5).
En primer lugar, tomó la palabra José Luis
Barrera (figura 6), en su calidad de secretario
general del congreso, dando las gracias a las
autoridades y a los asistentes, y presentando a
los miembros que componían la mesa. Manifestó
el agradecimiento de las entidades organizado-
ras hacia la vicerrectora del campus universita-
rio, por ofrecer las instalaciones universitarias
para la celebración del congreso. Es la primera
vez que se celebraba este ya clásico congreso en
las dependencias universitarias y, a tenor de los
resultados finales, ha sido un gran éxito. Barrera
siguió explicando la logística prevista para el
desarrollo del evento, tanto en lo referente a las
salas de exposición de ponencias y póster, como
de los cafés matutinos y vespertinos.
A continuación dio la palabra al presidente
del ICOG, Luis E. Suárez (figura 7), que en una
Figura 5 .Mesa del acto inaugural. De izquierda a derecha, José L. Barrera, vicepresidente del ICOG y secretario
general del congreso; Juan José Álvarez, decano del Colegio de Químicos Madrid; Luis E. Suárez, presidente del
ICOG; Antonio Pardo Capilla, presidente de la Diputación Provincial de Soria; Amelia Rut Moyano, vicerrectora del
Campus “Duques de Soria”, de la UVA en Soria; Rafael Medina, secretario territorial de la Junta de Castilla y León
de Soria; Jorge Civis, director del IGME; Adolfo Rodríguez, decano-presidente de los Colegios de Ingenieros de
Minas, y Rogerio Bordalo, presidente de la Sociedad Geológica de Portugal.
Figura 6. José Luis Barrera dando la bienvenida a los asistentes al congreso. Figura 7. Luis E. Suárez, presidente del ICOG, durante su intervención.
X CONGRESO IBÉRICO Y XI CONGRESO NACIONAL DE GEOQUÍMICA
68 • Tierra y tecnología, nº 44, 65-70 • Segundo semestre de 2013
breve alocución dijo: “que fue precisamente en
un evento geológico, durante la celebración del
I Congreso Español de Geología en Segovia, en
1984, donde surgió la idea de organizar los congre-
sos de Geoquímica. Uno de los promotores de la
idea, un geólogo ya fallecido, lo dijo claramente a
un profesor de Geoquímica de la Universidad Autó-
noma de Madrid: Ya es hora de que los químicos-
geoquímicos organicéis un Congreso de Geoquími-
ca. Pues dicho y hecho. Al Colegio de Químicos de
Madrid que, por alusiones, fue el que empezó las
gestiones para organizarlos, se les unió los cole-
gios de Geólogos e Ingenieros de Minas del Cen-
tro. Posteriormente, se unió el Grupo de Geoquími-
ca de la Sociedad Geológica de Portugal, hoy
también presente en esta sala.
Desde aquellas fechas, los congresos se han
desarrollado puntualmente y de forma alternati-
va entre las instituciones organizadoras, hasta
llegar al día de hoy en que volvemos a Soria, con
el amplio respaldo de todas las instituciones
provinciales y autonómicas.
La Geoquímica es una disciplina científica
de gran importancia para el desarrollo del cono-
cimiento de la Tierra y del espacio. Muchos de
los materiales con los que interaccionamos coti-
dianamente tienen algún fundamento geoquími-
co. Todos los que estamos aquí venimos a cono-
cer los últimos avances de esta ciencia, a través
de sus múltiples secciones.
La ciencia en España no pasa ahora por los
mejores momentos, y eso afecta también a la
Geoquímica. Varios de los Colegios que participa-
mos en esta edición estamos muy preocupados por
la poca atención que se presta a la ciencia en la
transposición de la Ley de Servicios Profesionales.
Para terminar, quisiera agradecer a la vicerrec-
tora del campus ’Duques de Soria’, de la Universi-
dad de Valladolid, la dedicación que ha tenido, junto
a su equipo de colaboradores, en la organización
del congreso. A la Diputación de Soria y al Ayunta-
miento de la Ciudad de Soria su apoyo incondicional
una vez más, a estos congresos, así como a la
Junta de la Comunidad Autónoma y a la Subdelega-
ción del Gobierno en Soria, por su interés en el
evento. Igualmente, queremos agradecer al IGME
su compromiso estrecho con el congreso y a las
empresas Enresa, Repsol y URS, por su colabora-
ción en la participación de los buenos geoquímicos
que albergan en sus plantillas.
Es nuestro deseo que estos congresos conti-
núen en el tiempo, y para ello dedicaremos todo
nuestro saber hacer para que la próxima edición,
que se celebrará en Portugal, sea un gran éxito
como lo han sido todos los anteriores”.
Terminada la intervención de Luis Suárez,
tomó la palabra el director del IGME, Jorge Civis
(figura 8), que tras los saludos manifestó: “Una de
las tareas más importante que tiene el IGME, un
organismo con más de 150 años de existencia,
adscrito a la Secretaría de Estado de Investiga-
ción, Desarrollo e Innovación, es la investigación y
desarrollo de la geoquímica, principalmente desde
la segunda mitad del siglo XX. Son muchos ya los
proyectos que ha ejecutado en tan amplio periodo
de tiempo y que se han plasmado en múltiples
informes, publicaciones, comunicaciones en con-
gresos nacionales e internacionales, etc.
Como es bien sabido en el ámbito científico,
las aportaciones de la geoquímica a la sociedad
son fundamentalmente dos: el conocimiento
geológico de la Tierra y la distribución en ella de
los elementos químicos. Estos últimos, se organi-
zan en la naturaleza formando una serie de com-
puestos minerales que, a su vez, constituyen lo
que llamamos rocas: objeto de la petrología.
Todo esto da paso a la importancia de una quími-
ca en esa ciencia interdisciplinar, como es la
Geoquímica, para poder detectar y prevenir, miti-
gar o corregir las consecuencias de la moviliza-
ción de los elementos.
La Geoquímica, entre otros aspectos, se
sitúa también entre las disciplinas concernientes
al medio ambiente. Hoy no se concibe un estudio
de impacto ambiental sin una especiación quími-
ca de los elementos a estudio. También, gran
parte de los recursos no renovables, tales como
los yacimientos de petróleo y las mineralizacio-
nes de metales, se formaron mediante procesos
geoquímicos. Cada vez más, la localización de
nuevas fuentes de estos recursos requiere una
aproximación estratégica desde la Geoquímica.
La Geoquímica, como ciencia interdiscipli-
nar, necesita la colaboración de varios especia-
listas. De manera coloquial se podría decir que
Figura 8. Jorge Civis, director del IGME, durante su intervención. Figura 9. Antonio Pardo, presidente de la Diputación de Soria, durante su intervención.
Figura 10. Panorámica de la sesión de póster en el hall del auditorio.
CONGRESOS
Tierra y tecnología, nº 44, 65-70 • Segundo semestre de 2013 • 69
son necesarias pues las botas del geólogo e
ingeniero de minas, y la bata del químico para
obtener un geoquímico que, siguiendo las leyes
generales de la naturaleza, permita seguir la
migración de los elementos en los diferentes
ambientes geoquímicos.
Por tanto, el equipo humano del IGME está
integrado por técnicos de diversas titulaciones
como geólogos, ingenieros de Minas, químicos,
entre otros; es decir, las titulaciones cuyos cole-
gios profesionales son los organizadores históri-
cos de este importante congreso que, a pesar de
la crisis, se ha podido organizar en una nueva
edición. Ésa es la razón por la que el IGME se
encuentra aquí, en el Congreso de Soria, como
en su propia casa, ya que sus objetivos son, en
muchos puntos, coincidentes con esas institucio-
nes, lo que favorece la colaboración profesional
entre todos para el progreso del conocimiento en
este campo tan especializado.
El IGME siempre ha colaborado y participado
en todos los Congresos Nacionales de Geoquími-
ca y, desde hace unos años, también en el Con-
greso Ibérico. En esta nueva edición, el Instituto
lo hace con una amplia presencia de sus técnicos
representantes de las más variadas especialida-
des geoquímicas.
Algunas técnicas de localización de yaci-
mientos están basadas en la identificación en
sedimentos o suelos de las aureolas de disper-
sión de los elementos de la mineralización. En
esta línea de investigación, el IGME se siente
orgulloso de poder presentar en este congreso el
Atlas Geoquímico de España, editado hace pocos
meses, y producto de varios años de investiga-
ción y de una amplia inversión económica.
El Congreso de Geoquímica de Soria es un
verdadero escaparate de las últimas investigacio-
nes y logros de esta disciplina, a los que el Institu-
to no es ajeno. No tengo duda de que este nuevo
encuentro de los profesionales españoles y portu-
gueses de la geoquímica va a servir para avanzar
y profundizar en el conocimiento de esta ciencia, y
de que su desarrollo conseguirá las metas marca-
das por sus organizadores y participantes”.
Terminada la intervención de Jorge Civis, tomó
la palabra el presidente de la Diputación, Antonio
Capilla (figura 9), que expresó su satisfacción por
estar presente en el acto y porque el congreso
volviera a Soria, su lugar de nacimiento. Deseó a
todos los congresistas el éxito que siempre ha
tenido este congreso de geoquímica e hizo votos
por volver a celebrarlo en los años venideros.
Finalizó el acto con la intervención de Amelia
Moyano, que agradeció a los organizadores del
congreso, entre otras cosas, que hubieran escogi-
do el Campus Universitario de Soria para su cele-
bración, y dio por inaugurado el congreso.
Desarrollo del congresoUna vez inaugurado oficialmente el congreso,
continuaron todas las sesiones de ponencias en
el salón de grados, según marcaba el programa.
Desde aquí hay que agradecer a todos los coor-
dinadores de las secciones que estaban previs-
tas, la presencia en la moderación de las presen-
taciones. Igualmente al personal de la universidad
que puntualmente tenían asistida la sala con los
medios técnicos necesarios.
Las secciones 4, Materias primas de interés
industrial, 6, Geoquímica orgánica, y la 9, Didáctica
y divulgación de la Geoquímica, no tuvieron ningu-
na ponencia aunque sí algún póster.
El lunes 16, por la tarde, se celebró la sesión
de póster a partir de las 17:30, con gran afluencia
de personas (figura 10). Todos los paneles que se
utilizaron para instalar los pósteres fueron cedi-
dos por el Ayuntamiento de Soria.
A las 20:00 se impartió, por parte del inves-
tigador del IGME Roberto Rodríguez, la conferen-
cia Las Guías Geológicas de Parques Nacionales
como ejemplo de divulgación del Patrimonio Geo-
lógico y la geodiversidad. El acto tuvo lugar en el
Centro Cultural Gaya Nuño y estuvo dirigido al
público en general.
El martes continuaron las ponencias de las
secciones y a las 11:45 se celebró la conferencia
plenaria De los dioses a los hombres. Un recorri-
do histórico al descubrimiento de los elementos
químicos, impartida por la profesora de la UPV/
EHU Inés Pellón (figura 11), especialista en His-
toria de la Química. Por la tarde, se celebró la
mesa redonda sobre Geoética (figura 12), en la
que Alberto Riccardi, expresidente de la Unión
Internacional de Ciencias Geológicas (IUGS),
participó por videoconferencia. A las 20:00 se
impartió, por parte de Miguel Latorre Zubiri,
Figura 13. Juan Locutora durante la presentación del Atlas de Geoquímica.
Figura 11. La sala de grados durante la conferencia de Inés Pellón. Figura 12. Mesa redonda sobre Geoética.
X CONGRESO IBÉRICO Y XI CONGRESO NACIONAL DE GEOQUÍMICA
70 • Tierra y tecnología, nº 44, 65-70 • Segundo semestre de 2013
director del CEDER-CIEMAC, la segunda confe-
rencia programada en el congreso que tenía por
título: El potencial energético de Soria: una gran
oportunidad para el desarrollo económico. Como
la conferencia del día anterior, el acto tuvo lugar
en el Centro Cultural Gaya Nuño y estuvo dirigido
al público en general.
El último día, miércoles, se terminaron todas
las ponencias restantes y a las 11:45 se celebró la
segunda conferencia plenaria con la presentación
del Atlas de Geoquímica, impartida por Juan
Locutora, Jefe del Área de Geoquímica y de Recur-
sos Minerales del IGME (figura 13). El Atlas es una
obra titánica, tanto por su tamaño como por su
repercusión, que pretende difundir los objetivos, la
metodología y los principales resultados del pro-
yecto “Cartografía geoquímica de suelos y sedi-
mentos”. La sala estaba completa con un público
muy interesado. En la sala había un ejemplar del
Atlas para la consulta del público.
Acto de clausuraTerminada la conferencia plenaria de Juan
Locutora se procedió al acto de clausura, en el
salón de actos del campus. José Luis Barrera y
Amelia Moyano salieron a recibir a la subdele-
gada del Gobierno a la puerta del auditorio
(figura 14). La mesa estaba compuesta por
Amelia Rut Moyano, vicerrectora del campus;
Mª José Heredia de Miguel, subdelegada del
Gobierno en Soria; José Luis Barrera Morate,
vicepresidente primero del ICOG; Ángel Cámara
Rascón, decano del COIM de Centro; Valentín
Gonzalez García, presidente de la Asociación de
Químicos de Madrid; Antonio Gutiérrez Maroto,
representante del Colegio Oficial de Químicos
de Madrid, y Deolinda Flores de la Sociedad
Geológica de Portugal (figura 15). El alcalde de
la ciudad, Carlos Martínez, tenía prevista su
asistencia pero, al final, no pudo acudir al acto
al tener un compromiso médico.
Barrera intervino en primer lugar, haciendo un
resumen de lo acontecido en el congreso y dando
las gracias a todos los participantes, en especial a
todo el personal del campus universitario, dirigido
por la vicerrectora. Posteriormente, tomó la pala-
bra la subdelegada del Gobierno, que agradeció
la invitación y que hubiera sido un éxito el con-
greso, esperando volver a verlo celebrarse en
Soria. A continuación tomó la palabra Deolinda
Flores, de la Sociedad Geológica de Portugal, para
expresar su satisfacción por el desarrollo del
congreso y ofrecer, con bastante seguridad, la
ciudad de Lisboa para la celebración del próximo
Congreso de Geoquímica. Por último, tomó la
palabra Amelia Moyano para clausurar el con-
greso (figura 16).
Al final, los asistentes en la sala se hicieron
una foto de conjunto con los miembros de la
mesa (figuras 17 y 18).
Figura 14 .De izquierda a derecha, Mª José Heredia, Amelia Moyano y José Luis
Barrera.
Figura 15. Mesa del acto de clausura. De izquierda a derecha, Deolinda Flores,
Mª José Heredia, Amelia Moyano, José L. Barrera, Ángel Cámara y Valentín González.
Figura 16. Intervención de clausura de Amelia Moyano. Figura 17. La mesa presidencial al final del acto de clausura.
Figura 18. Los miembros de la mesa de clausura con un grupo de congresistas.
Tierra y tecnología, nº 44, 71-74 • Segundo semestre de 2013 • 71
Bajo el verde manto astur
LAND ART
... llenad la tierra y someterla...Es fascinante la capacidad innata que posee el
ser humano de imaginar y transformar la natura-
leza en función de sus necesidades económicas,
sociales y culturales. El hombre, desde su ori-
gen, moldea el mundo con sus propias manos,
sin prejuicios y con gran osadía, a su imagen y
semejanza como si de barro inerte se tratara.
Como consecuencia, la naturaleza entendida
como “el principio universal de todas las opera-
ciones naturales e independientes del artificio”1,
ya no existe como tal, si es que alguna vez existió,
TEXTO | Bárbara Fluxá, artista visual y profesora de Arte & Naturaleza en la BB. AA. de la USAL.
www.barbarafluxa.blogspot.com
FOTOGRAFÍAS | Bárbara Fluxá.
Palabras clave
Land Art, LABoral Centro de Arte, Paisaje cultural, Cuencas Mineras Asturianas, Intervención en el territorio.
sino que más bien debemos entenderla como
“aquel conjunto, orden y disposición de todo lo
que compone el universo”2, por supuesto, inclu-
yendo al inteligente ser humano y sus capaces
manos, es decir, el artificio. Pero, a las socieda-
des capitalistas, en su mayoría monoteístas,
parece que les cuesta admitir, aún hoy sorpren-
dentemente, que la naturaleza está por encima de
los dogmas religiosos; como si todavía, a estas
alturas, no se hubieran desprendido de aquel pri-
mer relato bíblico sobre la creación del mundo
que culminaba con las siguientes palabras:
“Por fin dijo Dios: hagamos al hombre a
nuestra imagen y semejanza, y que domine
a los peces del mar, y a las aves del cielo, y a
los ganados y todas las bestias de la tierra, y
a todo reptil que se mueve sobre la tierra. Creó
Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios
lo creó; varón y mujer los creó. Y Dios los
bendijo diciéndoles: creced y multiplicaos, lle-
nad la tierra y sometedla” (Génesis 1, 26-28).
Y en esas estamos, “sometiendo” la Tierra
seguimos, todavía hoy en los albores del siglo
1. Defi nición del término naturaleza que aparece como fi gura 4, en el Diccionario de la Lengua Española (Real Academia Española, 22º edición, 2011. Versión electrónica: www.rae.es).
2. Ibídem, fi gura 3.
Paisaje minado, dibujando la destrucción de otro tiempo (Asturias, 2013). Detalle: fotografía impresa sobre tabla. Autora: Bárbara Fluxá. “Una imagen quemada de un paisaje
(en negativo y en blanco y negro) desvirtúa nuestra percepción estereotipada de la naturaleza”.
BAJO EL VERDE MANTO ASTUR
72 • Tierra y tecnología, nº 44, 71-74 • Segundo semestre de 2013
paisaje es siempre un verde manto, blando y
comestible.
… ocultar la destrucción de otro tiempo…En la cultura contemporánea, el imaginario del
espacio pesa sobre la experiencia de lo tempo-
ral. El tiempo pierde su profundidad, al igual que
la historia, para devenir instantaneidad y simul-
taneidad; así lo apunta Luis Castro Nogueira:
“crece entonces la carne del espacio ajena a
nuestros esfuerzos y nuestras fatigas, ajena
tanto a las penalidades individuales como a los
sufrimientos materiales históricos-colectivos”
(Castro Nogueira, 1997). Porque la sociedad del
bienestar contemporánea quiere hacernos la
vida fácil ¡no pienses, ya lo hacen otros por ti, y
a disfrutar deslizándote por la superficie, sólo
cuesta unos pocos euros! Pero, bajo la impoluta
pista nevada existen sucios mundos subterrá-
neos; capas de truculentas historias ocultas
unas encima de las otras, que por (o)presión se
convierten en un territorio duro y conflictivo,
XXI. Porque lo que es innegable y fascinante a un
mismo tiempo, es cuán “obedientes” hemos lle-
gado a ser durante todos estos siglos, tanto que
podríamos haber superado incluso las expectati-
vas de los mandamientos de aquel Dios creador.
Hemos creado lagos como mares donde antes
había pueblos, desviado ríos donde antes había
pastos, transformado en dulce el agua salada;
hasta hemos sido capaces de vaciar y arrancar
las entrañas de montañas enteras, aunque su
inmutable verde manto exterior nos quiera ocul-
tar su inverosímil oquedad. Así que, llegado a
este punto, ¿por qué no sentirnos de una vez por
todas satisfechos, demostrada ya con creces
nuestra excelente capacidad de “someter” mejor
incluso que los mismísimos dioses? Parece que
ha llegado el momento de echar el freno y parar
a meditar sobre el sentido de estas macro inter-
venciones que la sociedad contemporánea, pre-
ocupada fundamentalmente por el intercambio
de mercancías, lleva a cabo en el territorio más
por el hambre de expansión y desarrollo de la
industria y la tecnología, que por los beneficios
que a la sociedad aportan. Toca, hoy mejor que
mañana, plantearnos en qué medida estos pro-
yectos industriales modifican el “equilibrio natu-
ral de la Tierra” de un modo irreversible, siempre
que reconozcamos previamente que éste existe,
en cuanto a su sostenibilidad e impacto medio-
ambiental; y así, poder valorar adecuadamente lo
que estos aportan a la sociedad en términos de
rentabilidad económica y bien social común.
… el paisaje no es siempre un verde manto…Ahora, es difícil tomar la dirección adecuada,
debemos hacer primero una correcta valoración
del camino recorrido para después construir un
mundo más justo para todos; ya conscientes,
decididos y tan capaces como hemos demostra-
do ser. Ciertamente, existen hoy especialistas
enormemente cualificados (técnicos, geólogos,
cartógrafos, ingenieros, científicos, economis-
tas, etc.) para llevar a cabo semejante empresa,
y tienen a su alcance herramientas tecnológicas
de última generación (máquinas, robots, satéli-
tes, ordenadores, etc.) que aportan suficientes
datos y conocimientos de notable relevancia
para proyectar un mundo mejor. Pero, para
abarcar la totalidad de la dimensión del com-
plejo territorio al que nos enfrentamos; deben
sumarse especialistas en distintas disciplinas
creativas (artistas visuales, poetas, arquitectos,
músicos, pensadores…) con capacidad sufi-
ciente para imaginar ese nuevo mundo mejor,
para desde la libertad creadora proponer una
actitud vital y crítica frente a nosotros mismos,
que se sume a los datos en una concepción
integradora de los valores humanos, donde el
espíritu crítico, lo sensible y por qué no, lo
espiritual (que no necesariamente lo religioso),
tengan lugar. Aprovechar, en definitiva, del arte
su capacidad de hacer visible lo invisible a tra-
vés de lo multidisciplinar.
Iban bien encaminados algunos de los crea-
dores del land art o el arte conceptual allá por los
años sesenta, tal y como nos apuntaba Tonia
Raquejo: “La actitud del artista sobre los espacios
no debe ser predeterminada, sino que debe descu-
brir, como un primitivo, el lugar, y para ello tiene
que saber escucharlo y sacar a la luz lo que perma-
nece oculto” (Raquejo, 1988). Tras ellos, la prácti-
ca artística entendida en toda su dimensión apor-
ta, además de la obvia mirada estética que sólo
quieren ver algunos, un conocimiento sensible,
intelectual y analítico del mundo que nos rodea.
Nos propone habitar un lugar libre, desde donde
ver el mundo a través de otra perspectiva. Un lugar
flotante, el del arte, sin ataduras, desde donde
activar una mirada crítica que nos ayude a pene-
trar, a atravesar literalmente las capas superficia-
les de la sociedad que nos manipula, haciéndonos
creer, cual dóciles animales domesticados, que el
Paisaje minado, dibujando la destrucción de otro tiempo (Asturias, 2013). Detalle: fragmento vídeo. Autora: Bárbara
Fluxá. Un láser desenfocado provoca calor, llamas, humo y destrucción.
Paisaje minado, dibujando la destrucción de otro tiempo (Asturias, 2013).
Detalle: grabado láser sobre tabla. Autora: Bárbara Fluxá. Mientras dibuja, se comporta como el fuego de la central
térmica o la explosión de la dinamita.
LAND ART
Tierra y tecnología, nº 44, 71-74 • Segundo semestre de 2013 • 73
formado a través de estratos de controversia, de
conflicto socioeconómico, de desigualdad de cla-
ses y de esfuerzo hasta la muerte. Así que, cierta-
mente, mejor no sacarlos a luz, callar sus disputas
a través del silencio por el cese de actividad por
decreto y el pago de dignidad a cambio de jubila-
ciones anticipadas. Más vale no menear los viejos
problemas, es mucho mejor mantener escondida
la compleja antropogénica estructura subterránea,
resultante de todo este lío, bajo el bello manto
verde que colabora, sin saberlo, a ocultar la “des-
trucción” de otro tiempo, el tiempo geológico de
los criaderos de carbón.
Pero, a la vez, y para complicar aún más si cabe
el paisaje, decíamos antes reconocer la fascinante
capacidad creadora del ser humano en cuanto a la
transformación de la naturaleza se refiere. Su inte-
ligencia tecnológica unida a una ambición de
superación sin límites le ha permitido explorar,
aunque podríamos decir también explotar, en todas
direcciones, aunque algunas socialmente hablando
son más fácilmente justificables que otras. Las
exploraciones hacia otros planetas, por ejemplo,
anhelando la conquista del espacio exterior, suelen
ser comercial y políticamente muy rentables. La
industria aereoespacial, a través de la imagen del
astronauta vestido de blanco inmaculado desafian-
do la gravedad en la Luna, transportado por cohetes
supersónicos y satélites rodeados de resplande-
cientes estrellas; genera un imaginario cultural
limpio y positivo de gran aceptación social. Otras
conquistas, sin embargo, generan industrias visual
y socialmente hablando más difíciles de tolerar, aún
siendo rentables económicamente. Es el caso de la
imagen del minero cubierto de polvo negro bajo
tierra, penetrando las capas de nuestro propio pla-
neta hasta los 600 metros de profundidad, para
apropiarse de los ricos recursos minerales subterrá-
neos. A pesar de que tecnológicamente se haya
conseguido el objetivo, la extracción y vaciamiento
total de las capas de carbón mediante gigantescos
Panzer3 e infraestructuras imposibles, desafiando la
oscuridad, la falta de espacio y de oxígeno para
respirar; el resultado es demoledor y negativo cultu-
ral y medioambientalmente hablando.
Así que, cuando el artista transita el paisaje
minero sabe que se trata de un complejo territorio,
no se conforma con apariencias externas amables;
es consciente de que la primera impresión del
paisaje desaparece muy pronto, como si de un
objeto perdido se tratara, imposible de recuperar.
Ya nos lo advertía Walter Benjamin hace déca-
das estableciendo un paralelismo muy significa-
tivo entre el paisaje y un objeto: “Objetos perdi-
dos: Lo que hace irrecuperable e incomparable la
primera vista de un pueblo o de una ciudad en el
paisaje es que ahí lo lejano se une estrechamen-
te a lo cercano. La costumbre aún no ha hecho su
trabajo. En cuanto empezamos a orientarnos, el
paisaje ya desaparece, cual la fachada cuando
entramos a una casa. Aún no nos lo ha impuesto
la observación constante, habitual. Pero cuando
empezamos a conocer el lugar, no podemos ya
recuperar esa imagen primera” (Benjamin, 2011).
Al artista inmerso ya en el lugar, por una
parte, le resulta imposible esquivar los grandes
obstáculos éticos de la industria que creó el
paisaje, como la peligrosidad para sus trabajado-
res o la destrucción medioambiental; pero por
otra, queda fascinado ante la existencia de ese
Paisaje minado, dibujando la destrucción de otro tiempo (Asturias, 2013). Vistas de la obra. Autora: Bárbara Fluxá. “La maquinaria que construye con el fuego, el paisaje
subterráneo emite un distorsionado e inquietante que afecta a la percepción de la obra”. Ver: vimeo.com/76941213.
“Más vale no menear
los viejos problemas, es
mucho mejor mantener
escondida la compleja
antropogénica estructura
subterránea, resultante de
todo este lío, bajo el bello
manto verde que colabora,
sin saberlo, a ocultar la
“destrucción” de otro tiempo,
el tiempo geológico de los
criaderos de carbón”
3. El término Panzer se refi ere a un transportador blindado. Es el medio de transporte ideal para el carbón en el interior de las galerías de las minas, en especial, para los tajos de alto rendi-
miento. Sus dimensiones pueden llegar a los cientos de metros de longitud, así que los mecánicos los montan in situ bajo tierra introduciendo las piezas por separado a través de la caña del
pozo. Es tal su complejidad y envergadura, que una vez montados resulta casi imposible su despiece y extracción, así que al cese de actividad de las minas, estos gigantes de la arqueología
industrial contemporánea, se abandonan enterrados bajo el agua y los escombros.
BAJO EL VERDE MANTO ASTUR
74 • Tierra y tecnología, nº 44, 71-74 • Segundo semestre de 2013
una síntesis de sus características físicas y
socioeconómicas sino también de las temporales.
En este contexto, el mapa geológico cumple una
función primordial, desde que se concibió el tiem-
po geológico con Nicholas Steno o James Hutton,
representando la evolución y creación de la Tierra
por movimientos lentos y permanentes que dan
lugar a las montañas, destruidas a su vez por la
erosión. El mapa desde entonces está interesado
en representar el paso del tiempo, es capaz de
representar el pasado y el presente, pero al mismo
tiempo lo que está por venir. Pero a pesar de que
el tiempo geológico no es equiparable al tiempo
del ser humano y sus escalas se distancian tanto
que a veces nos resulta imposible de imaginar, nos
empeñamos, como decíamos, en emular ciertas
capacidades aunque a mayor velocidad, que quizá
inverosímil paisaje antropizado interior que el
hombre ha construido bajo el manto y del cual le
narran entre orgullosos y traumatizados múltiples
anécdotas. Dicen, por ejemplo, quienes lo crea-
ron, que en una área territorial que no supera las
dimensiones de un pequeño valle, existe tal
maraña de miles de kilómetros de galerías subte-
rráneas superpuestas unas sobre las otras, que si
pudiéramos colocarlas en línea, nos permitirían
llegar al norte de Europa caminando sin salir al
exterior. Bendita la capacidad del hombre que
permite imaginar semejantes mapas mentales.
… dibujando los mapas ocultos…En este contexto discursivo y poético se mueve la
obra que presento en estas páginas Paisaje mina-
do, dibujando la destrucción de otro tiempo4. Esta
videoinstalación presenta desde la reflexión artís-
tica, el inquietante territorio subterráneo de las
cuencas de los ríos Nalón y Caudal, como un paisa-
je minado, destruido poco a poco, consumido y
reventado (física, económica y socialmente) por la
explotación minera. Se propone una mirada hacia
el paisaje interior de las montañas asturianas
repletas de minas ocultas, que conforman en la
sombra la morfología del manto verde astur exte-
rior contemporáneo, sin que apenas podamos lle-
gar a imaginarnos la dimensión de lo que hay bajo
él. Los apabullantes castilletes (reflejado en la pri-
mera imagen de este artículo) que asoman entre
zarzales y robles son tan sólo pequeños hitos en
comparación con las inmensas infraestructuras y
construcciones interiores, decenas de pozos, chi-
meneas y cientos de kilómetros de galerías escon-
didas bajo el paisaje. Los profanos procedentes de
otros lugares, que quieran hoy adentrarse en estos
controvertidos paisajes ocultos, lo tienen muy difí-
cil, tan sólo nos quedan nuestra imaginación, la
memoria y las vivencias de las gentes que viven y
trabajan en estos complejos lugares, y ¡cómo no!,
los documentos, archivos y mapas técnicos. Así
que, para empezar a imaginar acudimos a las
antiguas cartografías, planos de labores, esque-
mas de explotación y documentación técnica pro-
cedente de los archivos de geólogos, topógrafos e
ingenieros de minas, para después escuchar los
testimonios de los hombres que han minado con
sus manos y esfuerzo aquellos cientos de criaderos
de carbón procedentes de otro tiempo geológico.
La cartografía como ciencia y como arte es
uno de los grandes inventos del hombre y sus
capacidades de expresión simbólica infinitas. A
través de ella, organizamos y sintetizamos la
información del mundo que nos rodea como refe-
rencia, inventario, explicación, comunicación y de
todo ello el artista se aprovecha. Usamos el mapa,
como imagen del mundo, pero no solamente como
no nos corresponden. Sólo debemos pararnos a
pensar en términos temporales, el tiempo —millo-
nes de años— que ha necesitado el planeta Tierra
para formar los estratos de minerales, y lo que la
sociedad industrial contemporánea ha tardado
—menos de cien años— en consumirlos o volati-
lizarlos literalmente; y todo este lapso temporal de
millones de años, es posible verse representado
en los mapas, gracias a un sencillo lápiz y un trozo
de papel.
Los topógrafos de la industria minera tienen
muy presente el paso del tiempo en la realización
de sus mapas, entre el tiempo geológico y el tiem-
po del ser humano se mueven como topos bajo
tierra. Llaman a algunos de los suyos mapas vivos,
por ejemplo, a los planos de explotación, como si
de seres con vida propia se tratara. Cuentan que
estos especímenes pueden llegar a vivir décadas
hasta que saciados por el vaciamiento total del
estrato de carbón dejan de crecer y se transforman,
ya muertos, en archivos de memoria congelando la
historia de su vida para siempre. Día tras día y
durante décadas, el topógrafo —arriba en superfi-
cie— cuida y alimenta sus mapas con pequeños
trazos de grafito; gracias al minero que —abajo en
su tajo— posibilita el dibujo del vacío, obtenido
tras horas de trabajo en el taller; cada tajo un trazo,
cada tajo un trazo, cada tajo un trazo…
Paisaje minado, dibujando la destrucción de otro tiempo (Asturias, 2013). Detalle: fragmento vídeo. Autora: Bárbara
Fluxá. Mapas imposibles de imaginar, sólo las diminutas labores diarias son capaces de dibujar.
Bibliografía
Raquejo, T. (1988). Land art. Ed. Nerea, D.L.
Madrid, 69 pp.
Castro Nogueira, L. (1997). La risa del espa-
cio. Ed. Tecnos, Madrid, 66-67.
Benjamin, W. (2011). Calle de dirección úni-
ca. Ed. Abada Editores. Madrid, 52-53.
4. Paisaje minado, dibujando la destrucción de otro tiempo (Bárbara Fluxá, Asturias, 2013) es una Instalación audiovisual compuesta por un gabinete de seis grabados a láser y una impresión
digital sobre tabla en estructura de hierro, y una proyección de vídeo monocanal sobre muro con banda sonora original estéreo. La obra ha sido producida en Plataforma O. LABoral Centro de
Arte y Creación Industrial de Gijón (Asturias), gracias al patrocinio del Banco Sabadell-Herrero, para formar parte del proyecto de investigación y exposición Aprendiendo de las Cuencas (Sept.
2013 - Feb. 2014) comisariada por el estudio de arquitectura eZone. Más información: www.laboralcentrodearte.org
Bárbara Fluxá Paisaje minado, dibujando la destrucción
en otro tiempo. Mapa Labores del Pozo Carrio del
archivo de Pedro Fandos. Foto. Bárbara Fluxá.
Tierra y tecnología, nº 44, 75-81 • Segundo semestre de 2013 • 75
Mitos de la geotecnia frente al sentido común de la geología (I)*
GEOTECNIA
La práctica profesional de la geotecnia presenta numerosos problemas de interpretación de los ensayos en suelos y rocas, que pueden resolverse con una adecuada formación geológica, de manera que las dos ciencias se complementen. Así se lograrán unos informes geotécnicos adecuados y se obtendrán resultados rápidos, económicos y, sobre todo, lo más exactos posibles, que proporcionen unos datos acordes al tipo de terreno, al tipo de estructura en el sentido amplio (cimientos, taludes, excavaciones, túneles, etc.) y al campo de validez del ensayo.
La gran mayoría de los desperfectos y ruinas de
estructuras de ingeniería civil está relacionada
con el terreno, pudiendo afirmarse, sin lugar a
duda, que los defectos de proyecto y/o construc-
ción de las cimentaciones y las inestabilidades
del terreno son las causas principales de los
accidentes más graves.
El análisis de los casos de accidentes o
daños materiales producidos lleva a la conclu-
sión de que siempre están presentes dos facto-
res importantes:
El primero de ellos es que, tratándose del •
terreno, no hay seguridad absoluta frente a
desperfectos en ningún caso, pero que se
alcanza una seguridad razonablemente bue-
na con un estudio geotécnico adecuado; eso
sí, tiene que tener en cuenta numerosos
casos, prever con antelación el programa de
prospecciones, la realización de ensayos, la
interpretación de éstos y la fijación de pará-
metros de cálculo, con los datos obtenidos
en la campaña geotécnica.
El segundo factor es que existen tantos •
casos como zonas, y que todos los casos hay
que abordarlos de forma individualizada y
por personas expertas en la especialidad de
que se trate, huyendo de simplificaciones y
fórmulas generales.
Las obras de infraestructuras que son objeto
de los proyectos de ingeniería se desarrollan en
íntima conexión con el terreno: como cimiento en
la gran mayoría de los casos, como parte de
elementos estructurales (taludes, túneles, esta-
bilización de suelos, etc.), como material de cons-
trucción (terraplenes, subbases, escolleras de
puertos, etc.) o como integrante del paisaje cir-
cundante, que puede verse alterado gravemente
por la construcción de la obra.
TEXTO | Ignacio Morilla Abad, doctor ingeniero de Caminos Canales y Puertos y licenciado
en Filosofía y Letras. Catedrático emérito de la Universidad Politécnica de Madrid. Palabras clave
Geotecnia, geología interpretación, mitos, sentido común.
Para reducir los riesgos se necesita realizar
un buen anejo geológico y geotécnico, cuya
finalidad principal es la de: obtener los paráme-
tros de suelos y rocas para dimensionar y calcu-
lar los elementos estructurales. Como decía
Galileo: “todo lo que no se mide no es ingenie-
ril”, a lo que se podría añadir: Todo lo que no se
justifica, tampoco lo es.
Los problemas que se presentan al proyectis-
ta en relación con el terreno. se concretan en la
necesidad de conocer las características geológi-
cas, hidrológicas, geotécnicas y mecánicas del
mismo, de manera que se pueda elegir la clase de
cimentación o elemento estructural, para calcular-
los con la mejor relación posible seguridad/precio
y con un riesgo razonablemente bajo.
Hoy día todos estos factores, sumados a la
responsabilidad legal del proyectista, obligan a
un estudio previo del terreno que reduzca a la
mínima posible la probabilidad de fallos, con su
secuela de accidentes, daños materiales, repara-
ciones costosas o la inutilización de la obra.
El único medio para alcanzar este conocimien-
to del terreno de cimentación o del terreno para
utilizarlo como elemento estructural es la realiza-
ción de una campaña geotécnica específica de
sondeos, calicatas, ensayos in situ y en laboratorio,
con la interpretación adecuada por parte de espe-
cialistas; pero hay que recalcar que la campaña
geotécnica, totalmente necesaria no es suficiente,
ya que solamente es un medio para llegar al fin
propuesto, que es hallar los parámetros geotécni-
cos, que permitan realizar los cálculos y predecir el
comportamiento de la obra en el futuro.
Las cualidades que se piden a un terreno que
va a servir de material de construcción o de
soporte de cimientos son:
Una adecuada resistencia a las cargas y •
acciones exteriores.
Una relativa indeformabilidad o deformabili-•
dad controlada.
Una evolución lenta de sus características •
geomecánicas, o sea, una baja alterabilidad.
Para obtener estos datos, y que sean válidos
y representativos, es necesario programar bien las
actuaciones de campo y ensayos de laboratorio. El
terreno no es homogéneo e isótropo y, por ello, los
datos requieren interpretación y contraste, así
como correlaciones con otros casos similares.
Puede afirmarse que al menos el 80% de los
siniestros en que entra en juego la cimentación o
las formaciones naturales de los terrenos se debe
al desconocimiento de las propiedades de suelos
y rocas, por ausencia de datos fiables o por mala
interpretación de los datos obtenidos. Este desco-
nocimiento se manifiesta de varias formas:
Se calculan las resistencias del terreno, pero 1.
no se calculan o estiman los asientos, apli-
cando el “nefasto concepto” de presión admi-
sible, por lo que se adoptan cimientos hete-
rogéneos en cuanto a asientos, que provocan
el 25% de los fallos de cimientos.
Se estudian muy someramente las propieda-2.
des de rellenos naturales o de residuos, igno-
rando que su heterogeneidad y su falta de
control en la construcción, dan lugar a diferen-
cias muy notables de características tanto en
horizontal como en vertical. Las cimentaciones
sobre rellenos mal caracterizados, suponen
otro 25% de los fallos de los cimientos.
No se estudia en profundidad la acción del agua 3.
en terrenos sensibles, como los arcillosos, cuan-
do se sabe que la humedad modifica sustancial-
mente las propiedades mecánicas de estos
terrenos, provocando reducciones de la capacidad de soporte, hundimientos, des-lizamientos, subpresiones, hinchamientos,
* La parte II de este artículo se editará en el próximo número de la revista.
MITOS DE LA GEOTECNIA FRENTE AL SENTIDO COMÚN DE LA GEOLOGÍA (I)
76 • Tierra y tecnología, nº 44, 75-81 • Segundo semestre de 2013
etc. La acción del agua supone el 32% de los fallos en los cimientos.Otras causas de fallos en cimentaciones son 4.
las siguientes:
Inestabilidades por disolución o colapso –
brusco de suelos solubles, como las mar-
gas yesíferas y yesos.
Cimentaciones demasiado someras.–
Ataques químicos a hormigones o arma-–
duras.
Errores de ejecución en pilotes.–
Equivocaciones en la elección del tipo de –
pilote.
Todas ellas suponen el 18% de los fallos de cimientos.
En el libro Interpretación de los Ensayos Geo-
técnicos en Suelos (figura 1), del autor de este
artículo, se indican desarrollados y analizados los
errores más comunes en este campo.
Características del anejo de geología, geotecnia y prospección de yacimientos y canteras en los proyectos de construcciónEste anejo es de los más importantes del proyec-
to, sobre todo en obras extensas, profundas o
con grandes cargas. Según el alcance del proyec-
to, puede subdividirse en cuatro anejos: geológi-
co, geotécnico, yacimientos y canteras, y verte-
deros, pero en obras pequeñas se suelen integrar
en un solo anejo.
La importancia del conocimiento del terreno,
para la realización de proyectos está fuera de
toda duda y puede decirse, sin temor a exagerar,
que: “Un proyecto da lugar a una obra tanto más
económica cuanto más se ha gastado en recono-
cimientos del terreno”.
Claro está que hay que guardar un equilibrio
entre los costos de la geología y la geotecnia con
los del conjunto del proyecto y, sobre todo, hay que
tener en cuenta los plazos de ejecución de sondeos,
calicatas y ensayos de laboratorio o in situ que
pueden ser muy largos y, por tanto, incompatibles
con las exigencias de puesta en marcha de la obra.
De estas consideraciones surge la necesidad
de adelantar lo más posible el trabajo de geología y
geotecnia preferiblemente por la realización de un
buen estudio previo de soluciones y de un anejo
geológico-geotécnico amplio en el anteproyecto.
Cuando no existe este importante documen-
to hay que realizar los trabajos propios del pro-
yecto según la metodología que expondremos
más adelante.
Una buena sistemática para abordar la
redacción de este anejo es la de dividirlo en
cuatro grandes áreas:
Geología del terreno.•
Geotecnia de los materiales superficiales y •
profundos.
Yacimientos y canteras.•
Vertederos.•
Y en cada una de ellas actuar por etapas
sucesivas:
Bibliografía y cartografía existente.•
Trabajos de campo y laboratorio.•
Resúmenes de datos y conclusiones respec-•
to a propiedades de materiales.
Establecimiento de parámetros o sistemas •
de cálculo o utilización.
Hay que tener en cuenta que cada una de
estas cuatro etapas puede ahorrar mucho tiempo
y dinero a las siguientes y, por tanto, al conjunto
del proyecto.
Por ejemplo: la consulta de planos geológi-
cos a escala 1/50.000 puede ayudar a programar
el trabajo de geología de campo, y éste, a su vez,
ayuda a delimitar mejorar las zonas de prospec-
ción geotécnica, ahorrando sondeos calicatas y
ensayos de laboratorio,
Por ejemplo: la consulta de planos de rocas
industriales a escala 1/200.000 puede orientar
mucho los trabajos de geología de campo desti-
nados a buscar canteras, y los ensayos geotécni-
cos para su caracterización pueden limitarse a
algunas propiedades poco conocidas en la biblio-
grafía, con la consiguiente reducción de coste.
Los riesgos que se producen por la redacción
inadecuada del anejo geotécnico se pueden
resumir en unos pocos conceptos:
Insuficiencia de datos por escasez de son-1.
deos, calicatas o ensayos, lo que da lugar a
cálculos insuficientes o a la adopción de
parámetros poco justificados.
Informe defectuoso, escaso o erróneo, que 2.
no aprovecha los datos de los ensayos para
sacar conclusiones y dar recomendaciones
concretas.
Falta de utilización de los datos de los ensa-3.
yos para obtener parámetros geotécnicos,
que necesariamente tendrían que intervenir
en los cálculos, y no lo hacen. Da la impresión
de que entre los datos y los cálculos existe un
“vacío” y una desconexión que no se explica,
por la gran repercusión y riesgos que pueden
tener los errores en este importante anejo.
Interpretación errónea de los datos de cam-4.
po y laboratorio, por no utilizar los ensayos
adecuados o fallar en el campo de validez de
los mismos.
En el libro Interpretación de los ensayos geo-
técnicos en suelos, (figura 1), se indican las accio-
nes de tipo práctico que hay que realizar para una
correcta interpretación de los datos de campo y
laboratorio, que se apoya mucho en un conocimien-
to directo de la geotecnia y la geología de cada
ensayo o muestra de terreno. Evidentemente, no se
va a hablar en este artículo de todos datos o ensa-
yos, sino que lo que pretende es dar unas pincela-
das de cómo las dos ciencias unidas destruyen los
mitos de cada una de las posibles actuaciones,
mencionando las más importantes.
Mito nº 1. Los ensayos de caracterización sólo sirven para clasificar el terrenoEl comportamiento mecánico de suelos granula-
res (gravas y arenas) está mucho más influido por
la curva granulométrica (figura 2) que por el por-
centaje de finos (limos y arcillas), por lo que en
ellos es determinante su tamaño máximo, su
gradación granulométrica, sus coeficientes de
uniformidad y curvatura y las lagunas que pue-
dan existir en determinados tamaños, y todos
estos datos influyen más que la plasticidad de
los finos, el porcentaje de éstos y la humedad
que puedan retener.
El comportamiento mecánico de los suelos
finos (limos y arcillas) está mucho más influido
por su plasticidad, expresada por los límites de
Atterberg, como límite líquido (LL), límite plástico
(LP), límite de retracción (R), índice de plasticidad
(IP= LL – LP), índice de consistencia IC= (LL - W
natural)/IP, índice de fluidez IF= (W natural – LP)/
IP y, sobre todo, por la humedad natural o de
compactación, que a su vez influye en los índices
anteriores; todos estos datos influyen más que la
granulometría, que suele ser muy simple y que, a
efectos prácticos, se suele resumir en el porcen-
taje en peso que pasa por un tamiz muy fino,
entre 50 y 80 micras según la nación de la norma
de ensayo.
Así pues, la comparación de estos índices
con la humedad del terreno permite predecir su
comportamiento mecánico y sirve para mucho
más que la simple clasificación. Además, el por-
centaje o la naturaleza química y mineralógica
Figura 1. Portada del libro.
GEOTECNIA
Tierra y tecnología, nº 44, 75-81 • Segundo semestre de 2013 • 77
inicial del terreno, que sirve de referencia, pero
no es un único número para toda la obra, sino
que es más bien un conjunto de curvas que
expresan las características del terreno, que al
no ser homogéneo e isótropo, necesita tener
varias curvas Proctor para caracterizar cada zona,
con sus densidades y humedades correspondien-
tes. Hay que considerar que la variación de la
Densidad Máxima Proctor Normal (DMPN),
expresada en T/m³, puede variar en 2 centésimas
entre una curva y otra, y esto produce que la
variación de la densidad in situ varíe en un 1%,
que suele ser motivo de conflicto en la acepta-
ción de una capa de terraplén, que tendría que
tener 95% de la DMPN y se obtiene un 94% por
no haber elegido la curva Proctor adecuada. En
la figura 3 puede verse la variación de curvas
Proctor posibles, arriba las gravas y abajo las
arcillas.
Para ilustrar esta práctica errónea se incluye
la figura 4 que representa un grupo de curvas
Proctor de una misma zona de préstamos para
terraplén y su interpretación respecto a la densi-
dad y humedad in situ. En las normas españolas
no se le da la importancia que tiene el control de
la humedad in situ referida a la Humedad Óptima
Proctor Normal (HOPN), en contraposición con
las normas francesas, británicas y alemanas, que
tratan la humedad de los terrenos con gran minu-
ciosidad, pasando a consideraciones de tipo
constructivo, de proyecto y de control de calidad.
En España se indica que la humedad debe estar
entre HOPN-2% y HOPN+1, valores demasiado
genéricos, que pueden no ser convenientes para
muchos suelos, y cuando se trata de suelos
expansivos o colapsables estos valores se sitúan
entre HOPN-1 y HOPN+3. Suponiendo que se
usen estos suelos, lo cual no es probable, la
HOPN+3 está peligrosamente cerca del Grado de
Saturación (Sr), si no lo ha superado. Para calcu-
lar este último valor se emplea una fórmula muy
poco útil y que utiliza el peso de las partículas
sólidas del suelo, que es complicadísimo obtener
con exactitud.
de los finos inferiores a 2 micras ( 2 μ ) es un dato
importante en países como Francia, Alemania y
Gran Bretaña, que permite obtener la deformabi-
lidad, hinchamiento, alterabilidad, etc., de los
suelos, en combinación con los datos de análisis
químico y mineralógico.
En definitiva, la combinación de los datos
geotécnicos con los geológicos (físicos, químicos
y mineralógicos) aporta unos mayores conoci-
mientos sobre el comportamiento del terreno.
Existen numerosas correlaciones entre los
datos de clasificación de terrenos y sus propie-
dades mecánicas y de deformación, lo cual faci-
lita mucho el proceso orientativo para determinar
estos últimos parámetros, pero no justifica el
hecho de que los ensayos de resistencia y defor-
mación sean habitualmente tan escasos en los
informes geotécnicos.
Mito nº 2. El control in situ de la densidad del terreno es suficiente para aceptar o no el terraplén construido. La materia orgánica, yesos y sales solubles no son dañinos si se limitan sus contenidos en porcentaje a valores bajosLa influencia de la humedad es determinante en
el comportamiento de la mayoría de los suelos,
excepto las gravas y arenas relativamente lim-
pias, pero incluso aunque éstas sean aparente-
mente limpias, si contienen un porcentaje de
finos menores de 80 μ del orden del 15% al 20%,
se comportan casi como arcillas, pues el roza-
miento intergranular de las partículas gruesas
queda muy reducido por los finos interpuestos.
En consecuencia, hay que prestar mucha aten-
ción a la humedad y no sólo a la densidad.
En la práctica, se compara la densidad in situ
obtenida con la densidad del Ensayo Proctor Normal
o Proctor Modificado. Ésta en una característica
Figura 2. Curvas granulométricas que usan también tamaños entre 80 y 2 μ
% d
e pa
rtíc
ulas
de
diám
etro
men
or q
ue le
indi
cado
Tamaño de las partículas • milímetros
Arcilla pesada (CH)Arcilla limosa (CI)Arcilla arenosa (Ct-SF)Arena arcillosa (SC)Arena limpia (SU)Grava - arena (GP)
Arcilla Limo fino Limo medio Limo grueso Arena fina Arena media Arena gruesa Grava
Log. de la velocidad de sedimentación (cm./seg.) Tamices B. S.
Curvas granulométricas típicas de diferentes suelos
Figura 3. Variación de las curvas Proctor Normal, según el tipo de terreno
l/m3
2,5
2,4
2,3
2,2
2,1
2,0
1,9
1,8
1,7
1,6
MITOS DE LA GEOTECNIA FRENTE AL SENTIDO COMÚN DE LA GEOLOGÍA (I)
78 • Tierra y tecnología, nº 44, 75-81 • Segundo semestre de 2013
que un suelo tolerable tenga un 2% en peso, de
MO, ya se puede predecir que la densidad in situ
que se ha pedido en esa obra, que según el pliego
PG-3 es de 95% de la DMPN, disminuirá un 2%
aproximadamente hasta el 93%, y que el volumen
de huecos, subirá un 4% también aproximada-
mente, con lo cual es muy probable que los poros
se rellenen de agua y la humedad in situ suba un
4%, y, por ello, el suelo pasará a una situación que
al principio debería estar entre la HOPN-2 y la
HOPN+1, a una humedad de HOPN+2 hasta
HOPN+5, que con toda seguridad estará fuera de
las prescripciones que se habían exigido inicial-
mente y en un estado de saturación que provocará
deformaciones inadmisibles. Una sencilla obser-
vación geológica del terreno puede detectar estos
elementos. Es más prudente adoptar valores
mucho más bajos como los de países de nuestro
entorno.
En cuanto al contenido de materia orgánica,
sales solubles y yesos, los límites mínimos de
estas sustancias son mucho más permisibles que
en otros países, lo que puede provocar daños
importantes a medio y largo plazo.
En general, la materia orgánica que forma
parte de los suelos en explanaciones tiende a
desaparecer con el tiempo, al contrario que en los
suelos agrícolas, que aumentan la materia orgáni-
ca con los abonos y las raíces, mientras que las
capas de explanaciones se compactan para redu-
cir los huecos y se drenan para reducir la hume-
dad. Lo ideal en estas capas estructurales es que
no haya materia orgánica, que pueda convertirse
en huecos en el futuro. Es necesario limitar la
Materia Orgánica (MO) de forma razonada y pre-
ver las variaciones de densidad y humedad del
suelo con el tiempo, suponiendo que el contenido
de MO pasa a ser 0%. Por ejemplo, si se admite
Mito nº 3. La permeabilidad del suelo es un factor poco importante, que puede calcularse a partir de los datos de granulometría y límites de AtterbergEsta afirmación es radicalmente falsa y puede
conducir a errores del orden de 100 veces, en
más o en menos, en suelos granulares, y a
100.000 veces en los suelos arcillosos. Las
muestras que se ensayan en laboratorio dan
permeabilidades con más exactitud, pero siem-
pre queda la duda de su representatividad. Esta
variable tan amplia, que puede oscilar entre 1 m/
seg y 1/ 1.000.000.000.000.000 m/seg= 1/1 peta
m/seg, es casi imposible determinar con exacti-
tud para una muestra de terreno, pues influyen
factores como la granulometría, el coeficiente de
uniformidad, el coeficiente de curvatura, la den-
sidad del terreno, la forma de los granos de todo
tipo, la mineralogía, el régimen hidráulico, la
estratificación de las capas del terreno, la com-
posición química en relación con la del agua de
la zona, etc., en definitiva, la geología de detalle
de cada zona.
La mayor parte de las veces es más rápido y
más exacto realizar ensayos in situ, bien a pre-
sión atmosférica en calicatas o bien a presión
confinada en sondeos como los ensayos Lefranc
y Lugeon.
La permeabilidad es un factor importante en
la determinación del tiempo de asiento de una
zona de terreno y no puede estimarse a la ligera.
La figura 5 indica la permeabilidad de varios
terrenos en función de la densidad y del índice de
huecos. También interviene de forma importante
Puede afirmarse que al
menos el 80% de los
siniestros en que entra
en juego la cimentación o
las formaciones naturales
de los terrenos se debe
al desconocimiento de
las propiedades de suelos
y rocas, por ausencia de
datos fiables o por mala
interpretación de los datos
obtenidos
Figura 4. Curvas Proctor Normal de un mismo sitio de procedencia de préstamos.
DENSIDAD (KN/m3)
DMPN(1)
DMPN(2)
DMPN(3)
DMPN(4)
DMPN (interpolada)
DMPN (in situ)
HOPN(4)HOPN(3)
HOPN(2)
HOPN(1)
HOPN (interpolada)HOPN (in situ)
HUMEDAD
(%)
La densidad y humedad in situ DMPN (in situ) y HOPN (in situ) se comparan con las de la curva) se comparan con las de la curva
interpolada trazada por el punto que definen DMPN (in situ) y HOPN (in situ), o sea la primera coninterpolada trazada por el punto que definen DMPN (in situ) y HOPN (in situ), o sea la primera con
DMPN (interpolada) y la segunda con HOPN (interpolada).DMPN (interpolada) y la segunda con HOPN (interpolada).
Si se toma como referencia otra curva diferente de la interpolada, como la (1) o la (2), el porcentajeSi se toma como referencia otra curva diferente de la interpolada, como la (1) o la (2), el porcentaje
de densidad in situ será muy baja y la humedad muy alta y se rechazará la capa ensayada.de densidad in situ será muy baja y la humedad muy alta y se rechazará la capa ensayada.
Si se toma como referencia la curva (3) es posible que la densidad no cumpla o lo haga con pocoSi se toma como referencia la curva (3) es posible que la densidad no cumpla o lo haga con poco
margen, aunque la humedad está cerca de la óptima.margen, aunque la humedad está cerca de la óptima.
Si se toma como refrencia la curva (4) la densidad y la humedad serán muy buenas pero irrealesSi se toma como refrencia la curva (4) la densidad y la humedad serán muy buenas pero irreales
y falsas.y falsas.
Curvas Proctor del terrenoCurvas Proctor del terreno
Curva proctor interpoladaCurva proctor interpolada
GEOTECNIA
Tierra y tecnología, nº 44, 75-81 • Segundo semestre de 2013 • 79
en la interpretación correcta de ensayos como el
CBR, Corte Directo y Triaxial. Una manera aproxi-
mada de obtener la permeabilidad de los suelos
más comunes es utilizar el gráfico de Burmister
(figura 6).
Mito nº 4. Hay que aplicar una sola norma de clasificación de suelos en cada paísLas clasificaciones de suelos incorporan caracte-
rísticas generales y también detalladas según la
geología de cada país, pero muchas veces las
características generales y, en casos especiales,
las detalladas pueden servir para matizar o
corregir las normas nacionales, por mejor adap-
tabilidad al caso concreto de que se trate. Por
otra parte, cuanto más extensas sean las normas
de un país, tantos más útiles serán para un
mayor número de casos en cualquier zona. Por
ejemplo, las normas francesas son muy detalla-
das y abarcan multitud de aspectos prácticos de
los suelos, dando gran importancia a la humedad
y añadiendo indicaciones sobre clima (lluvia,
Figura 5. Resultados de pruebas de permeabilidad.
Figura 6. Relación entre el tamaño efectivo D10 y la densidad relativa con la permeabilidad.
Prácticamente nula Muy baja Baja Media Alta
Rela
ción
de
vací
oa. e
Permeabilidad (cm/seg)
Identificación de los suelos
Caliche compactado1.
Caliche compactado2.
Arena limosa3.
Arcilla arenosa4.
Arena de playa5.
Arcilla azul de Boston compactada6.
Arcilla de Vicksburg7.
Arcilla arenosa8.
Limo de Boston9.
Arena de Otawa10.
Arena – Gaspee Point11.
Arena – Franklin Falls12.
Arena – Scituate13.
Arena – Plum Island14.
Arena – Fort Peck15.
Limo – Boston16.
Limo Boston17.
Loes18.
Arcilla magra19.
Arena – Union Falls20.
Limo – North Carolina21.
Arena de dique22.
Arcilla azul de Boston sódica23.
Caollinita cálcica24.
Montmorilonita sódica25.
Arena (filtro de presa)26.
MITOS DE LA GEOTECNIA FRENTE AL SENTIDO COMÚN DE LA GEOLOGÍA (I)
80 • Tierra y tecnología, nº 44, 75-81 • Segundo semestre de 2013
calor, frío), posibilidad de estabilizaciones (con
cemento, cal, arena…), espesor de tongadas en
terraplenes, aparatos de compactación (tipos y
número de pasadas), taludes, desagües superfi-
ciales, drenajes subterráneos y ensayos de
caracterización más amplios que otras normas.
Las normas británicas, suizas y alemanas tam-
bién son muy recomendables. Ante esta diversidad,
es prudente contrastar varias clasificaciones, sobre
todo, en casos difíciles para tomar decisiones prác-
ticas en proyectos y obras.
Se incluye a continuación en la figura 7 una
parte de la norma española para explanaciones,
sobre la que no estimamos conveniente incluir
comentarios.
Mito nº 5. Solo con los ensayos penetrométricos se puede establecer la presión admisible de un cimientoEsta afirmación que se ha extendido peligrosa-
mente entre muchas pequeñas empresas es
radicalmente falsa, pues en la presión admisible
(se supone que quiere decir presión de hundi-
miento/coeficiente de seguridad) de un cimiento
intervienen factores como la cohesión, el ángulo
de rozamiento, la densidad del suelo, el nivel
freático, la profundidad del cimiento, la inclina-
ción de la base, la inclinación de los estratos, la
forma del cimiento, la densidad del terreno, por
encima y por debajo del nivel freático, el método
de cálculo de la presión de hundimiento, el coefi-
ciente de seguridad, etc.; la mayoría de estos
factores no pueden ser detectados por el ensayo
penetrométrico (figura 8); además tampoco cal-
cula los asientos. Una vez más, la realización del
ensayo geotécnico tiene que ser interpretado con
los datos geológicos del terreno y la aplicación
del sentido común a la realización del propio
ensayo y al tipo del terreno.
Teniendo en cuenta que el diámetro interior
de la cuchara del ensayo SPT es de 35 mm, los
mejores resultados se obtienen cuando no hay
partículas de tamaño máximo superior a 12 mm,
pudiendo llegar con una adecuada interpretación
hasta los 18 mm. Conocer la composición geoló-
gica del suelo, con el perfil de un sondeo próxi-
mo, o con las primeras observaciones del testigo
del SPT, son muy importantes, para valorar los
resultados, pues puede ocurrir que haya interca-
laciones de costras calcáreas, elementos grue-
sos sueltos, intercalaciones de filones cuarzosos
en terrenos arenosos de jabre, etc.
Cuando los resultados son relativamente
constantes, no hay problemas, como en el caso
de obtener 30-28-31, en el que N30= 28 + 31 =
59, pero hay casos más problemáticos:
Por ejemplo: 28-5-7, que podría ser que algo
ha obstruido el primer golpeo y el resultado sería
N30=12, lo cual se confirmaría hincando otros 15
cm, y comprobando que el resultado es del orden
de 5 a 7.
Figura 7. Clasificación española de suelos para explanadas versión PG3-2.000
Figura 8. Esquema de realización del ensayo SPT de penetración
La importancia del conocimiento del terreno, para la
realización de proyectos está fuera de toda duda y puede
decirse, sin temor a exagerar, que: “Un proyecto da
lugar a una obra tanto más económica cuanto más se ha
gastado en reconocimientos del terreno”
CRITERIOS DE CLASIFICACIÓN SEGÚN PLASTICIDAD
BA
JO L
ÍMIT
E LÍ
QU
IDO
LÍMITE LÍQUIDO LL
ÍND
ICE
DE
PLA
STIC
IDA
D IP
ALT
O L
ÍMIT
E LÍ
QU
IDO
80
70
60
50
40
30
20
10
0
80
70
60
50
40
30
20
10
0
MARGINALESADECUADOS
TOLERABLES
SELECCIONADOS
INADEC
TOLERABLES
SUELOS POCO FR
ECUENTES
SUELOS FR
ECUENTES
SUELOS FR
ECUENTES
SUELOS POCO FR
ECUENTESLINEA A
IP=0,73 (L
L - 20)
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
GEOTECNIA
Tierra y tecnología, nº 44, 75-81 • Segundo semestre de 2013 • 81
Por ejemplo: 7-48-6-9, este resultado indica-
ría que hay un estrato resistente (encostramiento,
marga dura, capa calcárea centimétrica, etc.) y el
resultado no podría ser N30= 48 + 6 = 54, sino que
debería ser N30= 6 + 9 = 15 para caracterizar
mejor la resistencia del terreno en conjunto.
Por ejemplo: 10 + 14 + R: existe una capa
dura que es necesario verificar con los testigos
del sondeo y es posible que este N30 no sea
válido o bien haya que tomar como valor N30= 10
+ 14 = 24 con precauciones según el perfil del
sondeo.
Por ejemplo: un caso relativamente frecuen-
te en terrenos arcillosos de facies flysch con
intercalación de capas finas de margas calcáreas
duras es: 4-15-4-5, que indica que en el segundo
tramo hay un pequeño estrato un poco más duro.
El resultado correcto sería N30= 4 + 5 = 9, o bien
si no se ha hecho un cuarto tramo, desechar el
segundo de 15 y sumar el primero y el tercero,
con casi el mismo resultado de antes, pero com-
probando la existencia de este pequeño estrato
en la observación de la muestra extraída.
El ensayo penetrométrico DPSH con puntaza
cónica usa la misma maza y altura de caída que
el SPT, por lo que es cada día más utilizado, pues
tiene la ventaja de que es más rápido y no se
obstruye por ser el vástago macizo; pero tiene la
desventaja de que no se obtienen muestras del
terreno. Pueden hacerse las mismas observacio-
nes respecto a los resultados que en el caso del
ensayo SPT.
Existen numerosas correlaciones entre todos
los tipos de resultados penetrométricos (SPT,
Borros, DPL. DPM, DPH, DPSH y otros menos
corrientes) pero hay que tomarlas con precaución
y razonando las fórmulas de paso y las caracte-
rísticas del terreno en cada caso.
Los resultados de los ensayos pueden servir
para estimar el ángulo de rozamiento del terreno,
como se indica en la figura 9, o el módulo de
elasticidad del terreno, como se muestra en las
figuras 10 y 11.
Figura 10. Relación entre SPT y Módulo de
deformación. Como puede observarse en las
correlaciones entre E y NSTP, las variaciones son
notables, y poco precisas, según los autores de estos
ensayos y correlaciones. Por ello resulta prudente
tomar estos datos de Módulo de deformación “E”
como valores aproximados para cálculos previos y
obtener E con más exactitud con ensayos edométricos,
o con placas de carga.
Figura 11. Las diferencias de valores de E respecto al NSPT se acentúan según los diversos autores y también con
la carga sobre el terreno Po. Las variaciones son notables, y poco precisas, según los Por ello resulta prudente
tomar estos datos de Módulo de deformación “E” una aproximación para cálculos iniciales y completar estos datos
de “E” con otros ensayos.
Figura 9. Relación entre el Número N30 del ensayo SPT y el ángulo de rozamiento del suelo.
Las diferencias entre diversos autores pueden ser importantes.
El módulo de elasticidad E puede estimarse mediante
las fórmulas siguientes:
Arena N.C.: E = 5 (N•SPT
+ 15)
Arena S.C.: E = 180 + 7,5 NSPT•
Gravas limpias •
y gravas arenosas: E = 6 (NSPT
+ 15) + 20, NSPT
>15
Arena arcillosa: E = 3 (N•SPT
+ 15)
Arena limosa: E = 3 (N•SPT
+ 6)
ÁN
GU
LO D
E RO
ZAM
IEN
TO IN
TERN
O (0 )
NSPT
50
45
40
35
30
25
20
15
10
5
0
Osaki
Meyerhof 1958
Schmertmann 1997 (n=2,5)
Schmertmann 1997 (n=2)
Schmertmann 1997 (n=1,25)
Curva Propuesta ASG
0 10 20 30 40 50
MÓ
DU
LO, E
S-
tsf
kg/
cm2
100
kPa
VALOR NSPT
Relación entre el Módulo Confinado y el valor de NSPT (Mitchell y Gardner, 1975)
Tierra y tecnología, nº 44, 83-87 • Segundo semestre de 2013 • 83
Canteras históricas de OviedoAportación al patrimonio arquitectónico
La historia de una ciudad interpretada con la mirada puesta en las piedras que, además de constituir el
sustrato geológico de su asentamiento, proporcionaron la materia prima para la construcción de sus
monumentos durante al menos doce siglos. Así podría introducirse sucintamente el libro Canteras his-
tóricas de Oviedo. Aportación al patrimonio arquitectónico, elaborado por Manuel Gutiérrez Claverol,
Carlos Luque Cabal y Luis Alberto Pando González, doctores en Geología vinculados a la Universidad de
Oviedo.
En esta obra se repasa el patrimonio arquitectónico ovetense levantado con piedra natural, funda-
mentalmente rocas calcáreas muy presentes en el subsuelo urbano y alrededores, y se sientan las
bases para descifrar y reorganizar la confusa nomenclatura acerca de las piedras de construcción en
este ámbito geográfico. La investigación llevada a cabo se sustenta en tres líneas de actuación: la
revisión de los fondos documentales acopiados en diversos archivos, el reconocimiento in situ de la fábri-
ca de los monumentos, y numerosas horas de trabajo de campo invertidas en la identificación de
antiguas labores de explotación. Como resultado, la contribución primordial del libro consiste en un
riguroso inventario de canteras históricas de caliza, material de uso preferente en la construcción
monumental desde el prerrománico hasta mediados del siglo XX.
Así, se localizan y detallan las características geológicas de las principales áreas de extracción
(Ayones, La Granda, Laspra, Lavapiés y Piedramuelle) y otras pedreras de menor entidad, hasta comple-
tar más de una treintena de puntos de explotación radicados en Oviedo o sus inmediaciones. En cada
caso se secuencia y documenta la vida activa de la cantera, enumerándose las obras arquitectónicas
más relevantes que fueron erigidas con la piedra extraída. Esto ha permitido pormenorizar al fin los
avatares del suministro pétreo para más de sesenta edificaciones singulares civiles y religiosas, enca-
bezadas por el complejo catedralicio. No olvidan los autores la incorporación, a modo de complemento,
de numerosas pinceladas sobre las vicisitudes sociolaborales de los canteros que dieron forma a la
piedra. Remata el texto un apartado dedicado a otros materiales de construcción como son el travertino,
la arenisca, la cal o el yeso; y se aporta asimismo una relación actualizada de areneros, arcilleras y
canteras de rocas calcáreas para utilización industrial en el entorno de Oviedo.
El libro, editado en gran formato por Hércules Astur de Ediciones y que ya puede adquirirse en
librerías, ha sido profusamente ilustrado a lo largo de sus 251 páginas con multitud de fotografías,
mapas geológicos, planos de situación de canteras, reproducciones de documentos antiguos, gráficos
estadísticos y otras figuras; amén de cuantiosa información tabulada. Todo ello a fin de conformar un
compendio ordenado de consulta ineludible para investigadores o curiosos interesados en la estrecha
vinculación que han mantenido la arquitectura y la geología en la historia de Oviedo. En otros términos,
testimonio escrito del largo camino que hace de la piedra arte arquitectónico; arte convertido en este
caso en destino noble del propio sustrato de la ciudad.
Carlos López FernándezDirector del Departamento de Geología
Universidad de Oviedo
Autores: Manuel Gutiérrez Claverol,
Carlos Luque Cabal y Luis Alberto Pando
Editorial: Hércules Astur de Ediciones
Idioma: Español
Páginas: 256
ISBN-10: 8486723663
ISBN-13: 978-8486723668
Precio: 60 euros
RECENSIONES
RECENSIONES
84 • Tierra y tecnología, nº 44, 83-87 • Segundo semestre de 2013
Manual de áridosLos áridos son, después del agua, la materia prima más utilizada por el hombre y se encuentran en todo
lo que rodea al ser humano: coches, teléfonos, alimentos, viviendas, infraestructuras…
La explotación de canteras y graveras ha sido hasta hace relativamente pocos años una tarea
artesanal y no profesionalizada; sin embargo, actualmente es una técnica cimentada en el profundo
desarrollo del conocimiento científico. Adicionalmente, el sector ha conseguido atraer a los profesiona-
les más cualificados de la sociedad, lo que se manifiesta en técnicos muy competentes y competitivos,
al igual que este sector al que representan.
El alto grado de conocimiento, sumado al elevado nivel de tecnificación de los profesionales del
sector, permite que en ocasiones todo este compendio de información y desarrollo de la técnica se
plasmen en manuales como éste.
Este manual está dirigido a los profesionales del sector que tendrán un referente para el día a día,
a los alumnos de las escuelas de Minas, Industriales o Caminos así como a las facultades de Geología,
Química o Física.
Título: Manual de áridos
Autores: Manuel Bustillo Revuelta,
Antonio Durán López y Luis Fueyo Casado
Páginas: 597
Precio: 50 euros
Pedidos: Fueyo Editores.
RECENSIONES
Tierra y tecnología, nº 44, 83-87 • Segundo semestre de 2013 • 85
La revolución del gasCon la excepción de algunos antecedentes aislados, el aprovechamiento económico del gas metano que
se encuentra almacenado en el subsuelo de nuestro planeta se fue desarrollando en paralelo con el
petróleo, a partir de la segunda mitad del siglo XIX. Pero no fue hasta después de la II Guerra Mundial
cuando las nuevas técnicas permitieron el tendido de gasoductos de centenares de kilómetros de lon-
gitud que facilitaron el transporte económico de gas desde los pozos productores hasta los grandes
centros de consumo. Otro acelerón en el desarrollo del aprovechamiento del gas se produjo hace unos
40 años con la construcción de los primeros grandes buques metaneros que permiten el transporte
intercontinental de gas licuado.
Pero ahora nos encontramos a las puertas de una nueva revolución protagonizada por el gas natu-
ral: la explotación del gas de esquistos. Se trata de una novedosa y compleja técnica desarrollada en
EE. UU. que permite la obtención de este combustible en prácticamente todas las regiones del mundo,
para terminar con el monopolio ejercido por los grandes países productores.
Para poder extraer el gas de esquistos deben concurrir dos elementos claves: capas de varios
metros de espesor de esquistos o pizarras ricos en materia orgánica (esquistos negros), localizadas a
varios centenares de metros de profundidad, y una técnica especial de sondeos petroleros horizontales
y dirigidos que se conoce con el controvertido nombre de fracking.
En España, la dependencia energética es especialmente dramática. El 80% (88% si incluimos las
importaciones de uranio enriquecido para las centrales nucleares) de la energía primaria total consumi-
da proviene de combustibles importados: casi el 50% corresponde al petróleo, el 20% al gas y el 10%
al carbón; prácticamente todo importado.
Esta peligrosa situación se ha ido agravando en los últimos años con el agotamiento de las minas
de lignito (solo se mantienen en funcionamiento las pequeñas minas de Teruel) y el alto coste de las
explotaciones de carbón de Asturias-León, con una perspectiva de cierre para dentro de pocos años.
Frente a esta grave situación, se ha apostado por el desarrollo de la energía eólica y fotosolar, dos
fuentes de energía eléctrica que, aparte de su inconveniente estacionalidad, resultan pesadamente
onerosas, debiendo ser subvencionadas con un coste de unos 6.500 millones de euros anuales. Este
lastre económico —aparte de ser soportado por los consumidores, con un encarecimiento de casi un
tercio en el recibo de la luz— se transfiere a la producción industrial que debe compensar los altos
costes energéticos mediante la disminución de los salarios laborales o la merma en la calidad de sus
productos para así poder competir en el mercado internacional.
Mientras tanto, las cuencas sedimentarias españolas con grandes posibilidades de albergar yaci-
mientos de gas de esquistos permanecen inexploradas. Allí duermen unos recursos energéticos que
podrían ayudar a liberalizar nuestra dependencia del exterior y cuya exploración y evaluación ninguno
de los sucesivos gobiernos nacionales o autonómicos se molesta en potenciar.
No debemos olvidar que las inversiones realizadas por las agencias gubernamentales americanas
fueron vitales en las primeras etapas del desarrollo del gas de esquistos en EE. UU. El Estado asumió
la mayor parte del riesgo y costeó con fuertes dotes presupuestarias el desarrollo de varias técnicas
novedosas que para entonces (al revés de ahora) apenas parecían tener posibilidades de ser viables y
cuyas perspectivas de éxito eran menguadas.
Todo lo contrario, el panorama del gas de esquistos en España está pareciéndose cada vez más al
teatro del absurdo. Como a Ubú Rey, a las autoridades competentes no se les ocurre nada mejor que
mirar hacia otro lado y escurrir el bulto, mientras que a algunos —como en el caso del gobierno de
Cantabria, que carece de toda competencia en el asunto— deciden prohibir la exploración en su terri-
torio ante la “peligrosa” práctica del fracking. Totalmente al revés de lo que se está haciendo en
Polonia o en Gran Bretaña donde se dan incentivos fiscales a las empresas dedicadas a la exploración
del gas de esquistos.
Edita: Edlibrix
Primera edición: noviembre 2013
Autor: Juan Carlos Mirre Gavalda
Páginas: 140
RECENSIONES
86 • Tierra y tecnología, nº 44, 83-87 • Segundo semestre de 2013
Mapa de Patrimonio Minero de GaliciaEl Mapa de Patrimonio Minero de Galicia pretende difundir el conocimiento sobre el conjunto de restos
y documentos heredados de la actividad minera, que son importantes para la comprensión de la socie-
dad minero-industrial en su conjunto, o para mostrar el desarrollo y evolución de la actividad minera de
la Comunidad Autónoma de Galicia.
Este mapa es una síntesis, no exhaustiva, en la que se agrupan puntos de interés patrimonial de
Galicia, territorio con numerosas referencias mineras para un gran número de sustancias desde la
antigüedad hasta nuestros días. Se ofrece una visión de esos lugares de interés y su distribución,
situándolos sobre una base geológica simplificada que muestra su relación aproximada con la geología
y ayuda a explicar su existencia. Se cumple así con una de las misiones del Instituto Geológico y Mine-
ro de España (IGME), la cual es la de transmitir el conocimiento geológico sobre los materiales y pro-
cesos naturales que utilizamos o que nos afectan.
En Galicia se ha desarrollado una abundante minería (en general de tamaño pequeño a mediano),
que en lo que se refiere a las rocas aparece dispersa en todo su territorio, mientras que en el caso de
las sustancias metálicas y los minerales industriales se concentra en áreas o bandas que siguen las
direcciones estructurales.
En el Mapa de Patrimonio Minero de Galicia, sobre una base geológica a escala 1:400.000, en la
que pueden verse las características geológicas más relevantes (litología, estructura y edad), comple-
tada con la hidrografía principal, así como con las principales vías de comunicación y poblaciones, se
han situado, mediante una simbología adecuada, lugares mineros que se han considerado de interés
como patrimonio minero, independientemente de su estado de conservación y uso turístico actual. Se
tiene en cuenta aquí su interés como bienes culturales minero-industriales, tanto materiales (inmuebles
y muebles) como inmateriales.
Quedan pues representadas áreas con restos de labores, instalaciones y edificaciones mineras,
cargaderos de mineral más o menos modificados según su desarrollo posterior; así como los centros
que albergan bienes muebles y ponen en valor espacios y actividades con interés minero, y que se han
agrupado como “otros puntos de interés” (museos de ciencias naturales, geológicos o mineros, con
colecciones de minerales y rocas; centros de interpretación de espacios y de la actividad minera;
museos etnográficos en los que se interpretan actividades mineras; eco-museos y potenciales parques
mineros). Aunque no se han representado en el mapa, existe también documentación de valor patri-
monial minero en los archivos de Galicia, cuyas referencias se pueden localizar en la página web:
www.arquivosdegalicia.org
En el reverso del mapa, en un gráfico comarcal, se representan una serie de puntos seleccionados
por diferentes razones, a los que se hace referencia en una tabla adjunta. Algunos de ellos han sido
ilustrados con fotografías.
En la tabla se incluye información para uso turístico-cultural, añadiendo si quedan vestigios de
instalaciones y edificios (además de labores mineras si se trata de minas); una orientación sobre la
adecuación para la visita (V): “Visita concertada” (según horarios; con los propietarios o gestores; o a
través del Ayuntamiento), “Visita acompañada” (consulta previa en el Ayuntamiento), “Visita libre”
(siempre recomendable la consulta previa en el Ayuntamiento; el recorrido por minas o instalaciones no
acondicionadas puede ser peligroso para los visitantes).
También se incluye su estado de rehabilitación (ER) para su uso turístico en términos de “Comple-
tada”, “En desarrollo”, “Iniciada”, “No iniciada”. Los “Centros de interés” están incluidos en la catego-
ría de “Visita concertada” y rehabilitación “Completada”. Se incluye, además, una estimación prelimi-
nar de su valor patrimonial minero, con carácter relativo para el contexto de Galicia.
Edita: IGME
VV.AA. (A. Ferrero et al.)
Escala 1:400.000
65 x 90 cm; cuatro colores
Dos caras con información complementaria
Plegado en cartera en A4 con solapa
RECENSIONES
Tierra y tecnología, nº 44, 83-87 • Segundo semestre de 2013 • 87
Las piedras del Camino de Santiago en GaliciaEl libro está escrito por Ramón Jiménez y Enrique Díaz y ha sido publicado por el Instituto Geológico y
Minero de España (IGME) en septiembre de 2013.
La impresión ha sido financiada con fondos europeos (FEDER) dentro del proyecto Atlanterra del
programa de Espacios Atlánticos (INTERREG 4B), cuyo objetivo es la investigación, promoción y divul-
gación del patrimonio minero de estas regiones. En concreto, participan en este proyecto los siguientes
países: Francia, Gales, Irlanda, Portugal y Galicia por parte española.
Se trata del tercer volumen de la colección Guías Geológicas que publica el IGME, el primero de
los cuales estuvo dedicado a la Comunidad de Madrid (2008) y el segundo al Parque Natural del Alto
Tajo (2011).
Esta tercera guía geológica es una contribución a la conservación y divulgación del patrimonio
natural y cultural en múltiples sentidos. Se trata de una guía para el viajero o el peregrino en la que se
describen las rocas que forman los principales monumentos históricos que encontrará a su paso desde
que entra en Galicia hasta que llega a Santiago. También es una guía de utilidad para el restaurador
de monumentos, ya que, entre las características de esas rocas, se aportan datos sobre las canteras de
procedencia, su composición, e incluso sobre sus propiedades como roca constructiva u ornamental.
Finalmente, es una guía para la persona curiosa e interesada por la geología en general y las rocas del
Camino de Santiago, pues permite conocer interesantes aspectos de la geología de la zona oriental de
Galicia a través de los monumentos y las canteras que en ella se describen.
Enlaces de interés:
http://igmepublicaciones.blogspot.com.es/
Edita: IGME. Colección Guías Geológicas.
Autores: Ramón Jiménez Martínez,
Enrique Díaz Martínez.
Año: 2013. Páginas: 268
ISBN: 978-84-7840-910-5
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escritos en castellano. • El comité editorial revisará los manuscritos y
decidirá su publicación o devolución.
Texto• Se entregará en un archivo Word, en cualquier
tipo y tamaño de letra.• Para calcular la extensión se informa de que 800
palabras son una página editada de la revista. • Todas las ilustraciones (mapas, esquemas, fotos
o figuras) y tablas serán referenciadas en el texto como (figura...) o (tabla...).
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TablasToda información tabulada será denominada “tabla” y nunca “cuadro”.
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palabras de texto.• El tamaño digital de todas las figuras deberá ser
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INTERNET, salvo casos excepcionales.• Cada figura se entregará en un archivo
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Estructura del artículo• Los artículos tendrán un título, seguido de un
post-título (entradilla, a modo de resumen). Detrás se pondrá el nombre del autor/es, con la
titulación que tenga, y a continuación se incluirán palabras clave (entre tres y cinco). Al final del artículo podrán incluir agradecimientos.
• El texto general estará dividido en epígrafes, pero NUNCA se comenzará poniendo la palabra ”Introducción”.
BibliografíaLas referencias bibliográficas se reseñarán en minúscula,con sangría francesa, de la siguiente manera:
Barrera, J. L. (2001). El institucionista Francisco Quiroga y Rodríguez (1853-1894), primer catedrático de Cristalografía de Europa. Boletín de la Institución Libre de Enseñanza, (40-41): 99-116.
El nombre del autor presentará primero su apellido, poniendo sólo la inicial en mayúscula, seguido de la inicial del nombre y del año entre paréntesis, separado del título por un punto.
Los titulares de artículos no se pondrán entre comillas ni en cursiva. Los nombres de las revistas y los títulos de libros se pondrán en cursiva.
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de Geólogos