8/21/2019 Toms, Meditaciones (Ed. Original Emec)
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BIBLIOTECA
DEL *?
PEREGRINO
8/21/2019 Toms, Meditaciones (Ed. Original Emec)
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TO TOMAS DE AQUINO
M E D I T A C I O N E S
EN TR ESA C A D A S D E SU S O B R A S
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E M E C E D I T O R E S , S . A .
B U EN O S A IR ES
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8/21/2019 Toms, Meditaciones (Ed. Original Emec)
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Ttulo de la obra en la t n
MEDULLA S. THOMAE AQUINATIS PER OMNES ANNI
''
LITURGICI DIES DISTRIBUTA,
SEU MEDITATIONES EX OPERIBUS S. THOMAE DEPROMPTAE
Recopilacin, ordenacin y prlogo de
FR. D. MZARD, O. P.
Traduccin de l la t n por
LUIS M. DE CDIZ
C o n l a s l i c e n c i a s n e c e s a r i a ^ '
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q U C P r e v i e n e l a L e
? nm. 11.723
Copyright by Zusck EDITORES, S. A. - Buenos Aires, t948
PREFACIO
Todo este libro, tanto en los conceptos como
en las mismas palabras, salvo unas pocas que se,
hallarn en la meditacin de la fiesta de la In
maculada Concepcin de la Bienaventurada Vir
gen Mara, es, en verdad, obra del piadossimo
Doctor Anglico, Santo Toms de Aquino.
Una sola cosa puede atribuirse el recopilador
como suya, a saber: haber buscado en todas las
obras del gran Maestro todo lo
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8
P r e f a c i o
No son, ciertamente, raros los que, cansados
del lenguaje excesivam ente difuso de los libros,
desean encontrar dentro de un estilo' conciso y
de pocas palabras el pan de vida y entendimiento.
Vayan al Doctor Anglico, que les dar no
solamente amplia m ateria para meditar, sino
tambin la ms apta para reformar las costum
bres, y tambin para nutrir y acrecentar el am or
a nuestro Salvador.
El orden que hemos seguido para distribuir la
materia en esta obra es el siguiente:
En el tiempo de Adviento se propane a nues
tra meditacin cuanto en diversos lugares escri
bi Santo Toms acerca del misterio de la En
carnacin, luego sigue lo relativo a la Navidad
del Seor, a su infancia y vida pblica.
En el tiempo de Cuaresma van las medita
ciones referentes a la pasin y muerte de Cristo
en la Cruz.
Despus, con Cristo resucitado y ejemplar de
nuestra regeneracin espiritual, comienza una se
rie sobre la vida nueva, por la gracia, por la
asimilacin a Cristo que sube a los cielos, por los
efectos del Espritu Santo y por la Eucarista.
Esta serie termina en la fiesta del Sacratsimo
Corazn de Jess
r
Las meditaciones destinadas al perodo com
prendido entre el da primero de julio y el Ad
viento versan sobre los puntos siguientes:
1?) Dios y algunos de sus atributos.
2?) El hombre alejado de Dios por el pecado,
y resuelto a conocer y detestar sus pecados en la
vida purgativa.
?) El mismo hombre, avanzando hacia la vida
iluminativa por medio de las virtudes.
P r e f a c i o
4ty?El hom bre elevndo se a la vida unitiva
,tpa7&participar de Dios por medio del amor fer-
^jm>oi'oso y de la ntima amistad.
mm 5$) Con la fiesta de Todos los Santos comien-
W tan las meditaciones acerca de los novsimos, que
se extienden por todo el mes de noviembre, hasta
que, purificado el hombre, iluminado y perfecto,
puede sentarse por fin en esa Gran Cena beat
sima, qu e ser el fin de todas las cosas.
Asi, pues, todo el conjunto de estas: meditacio
nes es como un compendio de la S u ma de Santo
\'j Toms, de modo que pueda ofrecer una sntesis
%/ de toda la religin y de la vida asctica.
Adem s de las meditaciones adaptadas al ciclo
litrgico, los sacerdotes y religiosos encontrarn
al final otras para los Ejercicios Espirituales que
.cada ao realizan durante ocho das.
FR . MZA RD, O. P.
JNOTA.Llegado el t iempo de Septuagsima, deben omi-
,..
I r s e
ks que sobran del mes de febrero, o tal vez tam-
*
n
"
e
enero, para tomar las que dan comienzo en aquel
domingo.
^ as meditaciones omit idas entonces se ut i l izarn despus
ffe.
e
fiesta del Sacratsimo Coraz n de Jess hasta el
f g j
n e r
d a de ju l io .
.,*;
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P R I M E R A P A R T E
DESDE E L T IE M PO DE ADVIE NT O HAST A L A FIE ST A
DE L SACRAT SIMO CORAZ N DE JE SS
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T I E M P O D E A D V I E N T O
27 de noviembre
I N M E N S I D A D D E L A M O R D I V I N O
vi
De tal manera am Dios al mundo, que dio a
su Hijo Unignito, para que todo aqul que crea
en l no perezca, sino que tenga vida eterna.
(Joan.,
III, 16.)
, La causa de todos nuestros bienes es el Seor
y e l amor d iv ino; porque amar e s propiamente
querer bien para a lguno. Y como la voluntad de
Dios es causa de todas las cosas, el bien nos viene
a nosotros porque Dios nos ama. El amor de
Dios es , pues , causa de l bien de nues tra na tura
leza. Tambin lo es del bien de la gracia (Jer.,
XXXI , 3) : Con amor perpetuo te am; por eso te
atraje,
esto es, por medio de la gracia.
Que sea tambin dador de l bien de la grac ia
procede de gran car idad, y por lo tanto, se de
muestra aqu con cua tro razones que esa car idad
Qe Dios es mxima:
/ . l
9
) Por razn de la persona que ama, pues
Dios es el que ama y sin medida. Por eso dice:
L*
e
tai manera am Dios.
2
9
) Por la condic in de l am ado; porq ue e l
amado es e l hombre , es to es , e l hombre mun
dano ,
corpreo, pecador .
Mas Dios hace brillar su
c
Widad en nosotros, porque, siendo todava sus
m
}gos, fuimos reconciliados con Dios por la
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14 S a n t o T o m s d e A q u i n o
muerte de su Hijo. (Rom., V, 8, 10.) Por eso
dice : Dios ha amado tanto al mundo.
39) Po r la grand eza de los dones; p or qu e l.
amor se demuestra por medio de l don, pues , comoi; :
dice San Gregor io, la prueba de l amor es la
accin.
Dios nos dio e l don mximo, pues nos dio a
su Hijo unignito; a su Hijo por na tura leza ,
consubstanc ia l a l mismo, .no adopt ivo;
unig
nito,
para mostrar que e l amor de Dios no se
divide entre muchos hi jos , s ino que va todo
entero a l Hi jo que l nos dio, como prueba de
su amor s in medida .
4
o
) Por la magni tud de l f ruto; pues por ese
don alcanzamos la vida eterna. Por eso dice:
Para que todo aq uel qu e crea en l no perezca,
sino que tenga vida eterna, la que nos adquir i
po r su m uer te de c ruz . *
Se dice .que una cosa perece cuando se la im
pide l legar a su f in propio. El hombre t iene por
fin propio la vida eterna, y cuantas veces peca se
ap arta de ese fin. Y au n cu ando , mien tras vive,
no perece tota lmente , pues puede rehabi l i ta rse ,
s in embargo, cuando muere en pecado perece
tota lmente . En las pa labras :
tenga vida eterna,
se
indica la inmensidad de l amor divino; porque a l
dar la vida eterna, Dios se da a s mismo; pues
la vida eterna no es otra cosa que gozar de Dios.
Darse a s mismo es seal de un gran amor.
(In Joan., 3.)
2 8 d e n o v i e m b r e
15
noviembre
C O N V E N I E N C I A D E L A E N C A R N A C I N
I . Parece ser muy conveniente que los atri
butos invisibles de Dios sean mostrados por las
cosas visibles; pues para esto se hizo el mundo
entero, como consta por el Apstol: Las cosas de
Dios invisibles se ven, despus de la creacin del
*m undo, considerndolas por las obras criadas.
'.(Rom., I, 20.) Pero, como dice San Juan Damas-
ceno, por e l mis te r io de la Encarnac in se ma-
%
f
nifiesta a la vez la bon da d, la sabi du ra, la jus-
glj t icia y el poder de Dios o su virtud. La bondad,
j j jporque no despreci la debilidad de su propia
(cr ia tura ; la jus t ic ia , porque , vencido e l hombre ,
' .hizo que nadie ms que el hombre venciese al
[ t i rano, y l iber t a l hombre de la muer te por la
violenc ia ; la sabidur a , porque encontr e l mejor
'modo de pagar el ms costoso precio; el poder
o v i r tud inf in i t a , porque nada hay ms grande
que haberse hecho Dios hombre . Luego fu con
veniente que Dios se encarnase.
I I . Co nvien e a cada cosa aqu ello qu e le com-
jpe te segn su propia na tura leza , como a l hombre
'e conviene razonar, porque ese acto le corres
ponde en cuanto es rac ional segn su propia na-
' jh-
r a
^
e z a
' Siendo, pues , la na tura le za mism a de
.;
1Q
s la esencia de la bondad, todo lo que es esen-
'.
a
l bien conviene a Dios. Y como es de la
*. enca del bien el comunicarse a otros, por lo
,;.
n t o e
s esencia lmente propio de l sumo bien
comunicarse a la c r ia tura de un modo soberano.
0
C U a
I se ver i f ica pr inc ipa lmente a l unirse a una
;. , uraleza creada, de modo que se haga una sola
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16 S a n t o T o m s d e A q u i n o
persona de estos tres principios, a saber: el Verbo,
el alma y la carne. Por lo cual, es notorio qti ,e
fu conveniente que Dios se encarnase.
Unirse a Dios en unidad de persona no fu
conveniente a la carne humana segn la condi
cin de la naturaleza, porque esto supera a su
dignidad; pero fu conveniente a Dios, segn la
excelencia infinita de su bondad, el que la unie
se a s para salvar al hombre.
Dios es grande, no en volumen, sino en vir
tud; por consiguiente , la magni tud de su poder
no siente ninguna estrechez en lo angosto. Si la
pa labra fugaz de l hombre es oda s imultnea
mente por muchos y toda entera por cada uno de
ellos, no es increble que el Verbo de Dios sub
sistente est a la vez en todas partes todo entero.
(Sum.
Theolog.,
3^ par te ,
q.
I ,
a.
1.)
29 de noviembre
NECESIDAD DE LA ENCARNACIN
Algo es necesario para algn fin de dos modos:
Primero, por necesidad absoluta, sin lo cual algo
no puede existir , como el sustento es necesario
para la conservac in de la vida humana; segundo,
en la medida en que por medio de tal cosa se
l lega mejor y ms convenientemente a l f in, como
el caballo es necesario para realizar un viaje. No
fu necesario por el primer modo que Dios se
encarnase para la reparac in de la na tura leza
hum ana , porqu e Dios por su v i r tud om nipoten te i
po da rep ara r la natu raleza h um an a d e otros ..]
much os modos . Pero p or e l segundo mod o fu j
necesario que Dios se encarnase. Por eso dice I
2 9 d e n o v i e m b r e
17
1/
San Agu st n i : "Dem ostremos, adems, que no
If^ifalt otro modo posible a Dios, a cuya potestad
if f is t sometido todo igualmente , s ino que no haba
:
-
otro modo ms conveniente de curar nues tra mi
seria." Esto es lo que puede considerarse en
cuanto a la promocin de l hombre a l bien.
I
o
) En cuanto a la fe, que se certif ica ms
por lo mismo que cree a l mismo Dios que habla ;
por lo que dice San Agu st n 2: "Para q ue e l
hombre caminase ms conf iadamente hac ia la ver
dad, e l Hi jo de Dios , que es la misma Verdad,
hecho hombre , const i tuy y fund la fe ."
2
o
) En cuanto a la esperanza, que se afirma
princ ip a lme nte por es to, y as dice San Ag ust n 3:
"Nada fu tan necesar io para levantar nues tra
esperanza , como e l demostrarnos cunto nos ama
ba Dios. Qu prueba ms manifiesta de esto que
la de que e l Hi jo de Dios se dignara formar con
sorc io con nues tra na tura leza?"
3?) En cuanto a la caridad, que se excita prin
cipalmente por esto, y as es que dice San Agus
t n 4; "Q u m ayor m otivo existe de la ven ida
del Seor que el manifestar Dios su amor en
nosotros?" Y despus aade: "Si nos e ra penoso
amar, al menos no nos duela volver a amar."
4
o
) En cuanto a la rec t i tud de obrar , en la cua l
s e
nos mostr para e jemplo. Por lo cua l dice
San Agu st n 6; "N o se deba ha ber seguido a l
hom bre, que po da ser visto; se de ba h ab er se
guido a Dios, que no poda ser visto. Y as para
mostrar a l hombre quin fuese vis to por e l hom-
1
De Trinit.,
lib. XIII, cap. 10.
2
De civ. Dei, lib. XI, cap. 2.
3
De Trinit., lib. XI II, cap. 10.
1
De Catechiz. rudibus, cap. 4.
$'.Serm. De nativitate Domini, 22 de Tem p.
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f8 S a n t o T o m s d e A q u i n o
bre y a quin el hombre siguiese, Dios se hizo
h o mb r e . "
5
o
) En cuanto a la plena par t ic ipac in de la
divin idad, qu e es la verdadera bien aven turan za
del hombre , y e l f in de la vida humana, y es to
nos fu dado por la humanidad de Cris to. Pues
dice San Agust n 6: "Dios se hizo hombre , para
que el hombre se hiciese Dios."
(3*,
q.
I ,
n.
II .)
30 de noviembre
NECESIDAD DE LA ENCARNACIN .
o solamente fu necesario que Dios se en
carnara para la promocin de l hombre a l bien,
s ino tambin para la remocin de l mal .
I
o
) El hombre se ins t ruye por es to para que
no prefiera al diablo a s mismo, no venere al
que es el autor del pecado. A este propsito dice
San Ag ust n 7; "Pues to que Dios p ud o un irse a
la na tura leza humana de ta l modo que se hizo
una sola persona, no se atrevan, por eso, aque
llos espritus soberbios y malignos a anteponerse
a l .hombre , porque no t i enen ca rne . "
2
o
) Por esto se nos ensea cunta es la digni
dad de la na tura leza humana, para que no la
mancillemos con el pecado. Por lo cual asegura
San A gust n 8: "Dios nos ha de mo strado cuan
excelso lugar ocupa la na tura leza humana entre
las c r ia turas , aparec iendo entre los hombres como
6
Serm. De nativ. Domini, 13 de Te mp .
7 De Trinit., lib. XI II, cap. 17.
*
De vera relig.,
cap. 16.
3 0 d e n o v i e m b r e 19
ve rdade ro hombre . " Y e l papa San Len d ice
9
:
"Reconoce , oh cr is t iano, tu dignidad; y hecho
par t c ipe de la na tura leza divina , no re tornes a
la ant igua vi leza con una mala conducta ."
3
o
) Po rqu e , para des tru ir la presun cin de l
hombre, se hace ms estimable la gracia de Dios
en Cr i s to hombre , s in n ingn mr i to an te r ior
de nues tra par te .
49) Porque median te t an ta humi ldad de Dios
puede repr imirse y sanarse la soberbia de l hom
bre,
que es e l mayor obs tculo que le impide
unirse a Dios.
59) Para l ibrar a l hombre de la servidumbre
del pecado; lo cua l , como dice San A gust n i ,
debi c ie r tamente ver i f icarse de ta l modo que
el diablo fuera vencido por la jus t ic ia de l hombre
Jesucristo; lo que se llev a cabo mediante el
sacrificio de Cristo por nosotros. Un simple hom
bre no poda sa t is facer por todo e l gnero hu
mano, y Dios no deba satisfacer; por lo cual
convena que Jesucr is to fuese Dios y hombre . Por
eso dice e l pa pa San Le n H : "L a d ebi l idad es
tomada por la for ta leza , la humildad por la ma
jes tad, la morta l idad por la e te rnidad, a f in de
que, cual convena a nuestra curacin, un solo
y mismo mediador entre Dios y los hombres pu
diese morir por una par te y resuc i ta r por otra ;
porque , s i no fuera verdadero Dios , no t raer a
e
l remedio; y s i no fuese verdadero hombre , no
dar a e jemplo."
Hay otras muchas venta jas que resul tan de
esto y que exceden a la aprehensin del sentido
humano, segn aquello del Eclesistico. (III , 25):
8
Serm. De nativit. Domini, I .
1 0
Dd Trinit, lib. XI II, cap. 13.
' T-l Serm. De nativ. D omini, I .
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20 S a n t o T o m s d e Aq i n o
Muchsimas cosas
te han
sido mostradas sobre
el
entendimiento de los hombres.
(3*,
q.
I,
a.
II.)
19
de
diciembre
NECESIDAD DE LA E N C A R N A C I N P A R A O F R E C E R
SATISFACCIN SUFICIENTE
POR EL
P E C A D O
I .
De dos
maneras puede decirse suficiente
una satisfaccin:
19) De manera perfec ta , porque es condigna ,
por c ie r ta adecuacin, para compensar la culpa
cometida ,
y as la
satisfaccin
que un
s imple hom
bre diera por el pecado no poda ser suficiente,
porque toda la na tura leza humana e s taba co
r r o mp i d a
por el
pecado ,
ni el
bien
de una
per
sona,
y aun de
muchas , poda compensar equiva
len tementeeld a o detoda la na tura leza ; adems
el pecado cometido contra Dioses en c ie r to modo
inf ini to por razn de la infinita majestad de
Dios ofendido, pues la ofensa es t a n t o msgrave
cuanto
ms
g r a n d e
es
aqu l cont ra qu ien
se de
l i n q u e .
Por lo
t an to ,
fu
necesar io para
una sa
t isfaccin condigna
que el
acto
del que
satisfaca
tuviera eficacia infinita , como lo es el ac todel
q u e es Dios y h o mb r e .
2
o
) La satisfaccin del h o mb r e p u e d e ser su
ficiente de m an era imperfecta, esto es, segn la
aceptac in
de
a q u e l
que se
contente
con
ella,
a u n q u e no sea condigna , y de este modo la sa
tisfaccin
de un
s imple hombre
es
suficiente;
y
pues to que todo lo imperfec to presupone a lgo
perfectoque lo sostenga,de ahresul ta que toda
1? de d i c i e m b r e 21
satisfaccin
de un
s imple hombre rec ibe
su
efi
cacia
de la
satisfaccin
de
Cristo.
(3 ,
q.
I,
a.
II ,
ad
2
um
.)
I I . La Encarnac in ofrece lacertezadel p e r d n
del pecado.
As como el h o m b r e sed i spone a la b ienaven
turanza
por las
vir tudes ,
del
m i s m o m o d o
se
aleja de ellapor lospecados; el pecado, contrar io
a la v i r tud , es un i mp e d i me n t o p a r a la bien
aventuranza , no s lo porque in t roduce un desor-
yden
en el
a lma ,
en
cuanto
que la
a p a r t a
del
orden
f. del fin debido; s ino tamb in p orqu e ofende a
, Dios, del cual espera el premio de la b ienaven
turanza;
y
adems , t en iendo
el
hom bre conoc i
miento
de esa
ofensa, pierde
por el
p e c a d o
la
esperanza de acercarse a Dios, la cua l es nece-
;.. saria pa ra co ns eg uir la b ienaventuranza .
f
J
Por
t an to ,
es
necesario
al
g n e r o h u ma n o ,
i ; llen o depecados ,que se le pres te a lgn remedio
y. contra lospecados;mases te remed io pu ede dar lo
}
,
nicam ente Dios ;
el
cua l
no
slo puede mover
la
'&; vo luntad del hombre hac ia el bien, pa ra re in te
grarla
al
orden debido , s ino
que
t a mb i n p u e d e
i.,
pe rdona r la ofensa cometida contra l; p u e s la
JL
^
en
sa
slo puede
ser
p e r d o n a d a
por
aqul con
tra quien se comete .
Adems, paraque el h o mb r e sea l ib radode la
conciencia de la ofensa pasada, esnecesar ioque
est cierto
de la
remis in
de la
ofensa
por el
ttUsmo
Dios;
certeza que no puede constar le , si
Dios no le certifica de ello.
Por tanto
fu
conveniente
y
t i l
al
gnero
urnano, para conseguir lab ienaventuranza , que
*os
se
hic iese hombre , para
que de
es te modo
8/21/2019 Toms, Meditaciones (Ed. Original Emec)
11/375
22' S a n t o T o m s d e A q u i n o
consiguiese de Dios el p e r d n de los pecados y
tuviese certezade esep e r d npor elhomb re Dios .
(Contra Gentiles, lib. 4, cap. 54.)
2
de
diciembre
L A E N C A R N A C I N DEL SEOR ES UN R E M E D I O
M U Y C O N V E N I E N T E
Este mis te r io fu muyconvenien temente orde
n a d o p a r a
la
salvacin
del
h o m b r e , p o r q u e
aun
cuando Dios poda hacer lo de o t ro modo, n ingu
n o
fu tan
adecuado, pues convena
al
mismo
R e p a r a d o r ,
a
aque l
a
quien deba ofrecerse
la re
pa rac in
y a la
reparac in misma.
I
o
)
Al
R e p a r a d o r ,
a
q u i e n
era
opor tuno mos
t ra r su sabidur a , poder y bon dad . Qu cosa
ms pode rosa
que
unir extremos sumamente dis
tantes? Grande fu elpode r para un ir e lementos
dispares ; mayor , para unir los a un espritu crea
d o ; m x i mo , p a r a su u n i n al espr i tu increado,
d o n d e la d i spa r idad es extrema. Qu cosams
sabia para
el
colmo
de
perfeccin
de
todo
el
universo
que se
verificase
la
u n i n
del
pr imero
y
del
l t imo, es to
es, del
Ve rbo
de
Dios ,
que es
e l pr inc ipio de todas lascosas,y de la na tura leza
h u m a n a ,
que en las
obras
de los
seis das
fu la
l t i ma de las criaturas? Qu cosa ms l lena de
b o n d a d
que
habe r que r ido
el
Creador
de
todos
los seres comunicarse a las cosas creadas?Esa be
n i g n i d a d fu grande al unirse contodas las cosas
p o r u n i n
de
presencia; mayor,
al
comunicarse
a
los buenos
por
medio
de la
gracia;
y
m x i ma ,
al
uni r se
a
Cris to hombre ,
y, por
consiguiente ,
a los
gneros de cadauno en lau n i d a d depersona .
2 d e d i c i e m b r e 23
2
o
) Fu t ambin e s te modo muy conveniente
al mismo
que
deba rec ibir
la
r epa rac in , pues
el
h o mb r e
por el
pecado vino
a
caer
en la
debili
dad ,
en la
ignoranc ia
y en la
mal ic ia ,
por
todo
lo cualsehizo incapaz de imi ta r la vir tud divina ,
conocer su ve rdad , y a ma r su b o n d a d ; por lo
tanto, Dios ,
al
hace r se hombre ,
se
en t reg
al
h o mb r e p a r a que le imitase , le conociese y le
amase.
3?) Fu t a mb i n muy convenien te a nues tra
reparac in
que el
Seor
en
f o r ma
de
siervo pro
curase la salvacindel esclavoy que se encarnase
e l Hi jo.
Esa
conveniencia
es
evidente ,
ya se
con
sideren las cosas propias del H i j o , ya las que se
le apropian.
Si
se
a t i ende
a las
cosas propias
del
H i j o
es
evidente , porque
es el
Ve rbo ,
la
imagen
y el
Hijo de Dios ; ahora bien, el h o mb r e p e r d i por
el pecado tres cosas,
a
saber:
el
conoc imiento
de
la sabidur a , la semejanza de la gracia y la he
rencia
de la
glor ia .
Por eso fu
enviado
el
Verbo,
Imagen e H i jo .
Si
se
consideran
las que se le
apropian , t am
binfu muy convenien te porque en la o b r a de
la c reac in resplandece pr inc ipa lmente
el
poder ;
e
n la o b r a de la res taurac in, la sab idur a ; y en
la obrade la r e t r ibuc in , la b o n d a d .
- (DeHum anitate Christi.)
8/21/2019 Toms, Meditaciones (Ed. Original Emec)
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24 S a n t o T o m s d e A q u i n o
3 de diciembre
C O N V E N I E N C I A DE LA R E P A R A C I N
DE LA N A TU R A L E ZA H U M A N A POR EL V E R B O
Conviene adver t i r
que
todo
ser
inte l igen te obra
p o r una ideade su e n t e n d i mi e n t o que l l amamos
verbo.
As, un
a rqui t ec to
o un
a r t is ta cua lquiera
que realiza una obra , la hace conforme a la for
m a
que
concibi
en su
mente .
Si,
pues ,
el
H i j o
de
Dioses elmismo VerbodeDios, sigesequeDios
lo
ha
hecho todo
por
me d i o
del
Hijo.
I . Todas las cosas se hacen y se r e p a r a n por
la misma idea. Pues
si una
casa
se
d e r r u m b a
se
la repara segn
el
p l a n
con que fu
construida
en un pr inc ip io .
E n t r e los seres que Dios ha c reado por su
Verbo, ocupa
el
pr imer luga r
la
c r ia tura rac io
na l , mientras que todas las dems criaturas estn
al servicio
de
sta
y
aparecen como creadas para
l. Esto es muy l eg t imo, porque la c r i a tura ra
cional t iene
el
d o m i n i o
de sus
actos
por el
l ibre
a lbedr o, mientras
que las
dems cr ia turas
no
obran
por
l ib re d ic tamen.
En
todas par tes
lo
q u e esl ibre im pera sobrelo que es esclavo y los
esclavos estn para servir a los hombres l ibresy
son gobernados por los hombres l ibres . Luego
la cadade la c r ia tura rac ional debe juzgarsemu
ch o
ms
grave
que la
defeccin
de la
c r ia tura
ir rac ional . Es, por tanto, conveniente que la
sab idur a d iv ina r epa re pr inc ipa lmente
la
cada
de la c r ia tura rac ional ms que s sea r ru ina se el
cielo
o
cua lquier otro acc idente
que se
realizase
en las cosas corpreas.
3 d e d i c i e m b r e
25
I I . H a b l o de la ca da de la c r i a tura r ac iona l
noen cuanto s taseapa r tade su ser mismo, s ino
en cuanto
se
a p a r t a
de la
r ec t i tud
de la
vo luntad .
Pues la ca da o defeccin de un ser debe consi
derarse pr inc ipa lmente segn
el
p r i n c i p i o
de
ope
rac in; as dec imos que el a r t is ta yerra , si falla
en
su
a r te ;
y
dec imos
que una
cosa falla
y se
a r ru ina , si se cor rompe la capac idad na tura l por
que obra ;
es el
caso
de una
p l a n t a
que
p ie rde
su
capacidad germinat iva , o el casode la t ie r raque
pierde su fuerza p rodu ct iva , Aho ra bien, la cria
tura rac ional obra
por la
v o l u n t a d
en la
cual
reside el l ibre a lbedr o. Luego la ca da de la
criatura racional consiste
en un
defecto
de
recti
tud en su v o l u n t a d , lo cual se verifica cua nd o
peca.
As,
pues , conviene pr inc ipa lm ente
a
Dios
remover el defecto del pecado , que no es otra
cosa
que una
pervers in
de la
v o l u n t a d ,
y
veri
ficar dicha remocin por su Ve rbo , por el cual
cri todas lascosas.
El pecado
de los
ngeles
no
pu do t ene r r eme
dio;
p o r q u e ,en la i n mu t a b i l id a d de su na tura le
za, les es impos ib le a r r epent i r se y apa r ta r se de
aquel lo
que una vez han
e legido.
Los
hombres ,
en cambio, poseen
una
vo luntad mudable , s egn
a condicin
de su
na tura leza ,
de tal
m o d o
que
no slo pueden elegir entre cosas diversas, sino
que ,
despus
de
haber elegido
una
cosa, pueden
arrepent i rse y volver a otra.
Siendo, pues , reparable
la
naturaleza, corres
p o n d i a la b o n d r d de Dios reparar la , un. vez
cada,por me d i ode su Hijo.
(Contra Saracenos, cap. V.)
8/21/2019 Toms, Meditaciones (Ed. Original Emec)
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26 S a n t o T o m s d e A q u i n o
4 de diciembre
M O D O D E R E P A R A R L A N A T U R A L E Z A H U M A N A
I . El mo do de la repara c in debi ser ta l qu e
conviniese, ya a la naturaleza que haba de ser
reparada , ya a la enfermedad. Digo a la na tura
leza , porque s iendo e l hombre de na tura leza ra
c ional y dotado de l ibre a lbedr o, deba re inte
grarse al estado de rectitud, no por coaccin
exter ior , s ino por propia voluntad; y tambin
a la enfermedad, porque, consistiendo sta en la
perversin de la voluntad, era necesario que la
voluntad se redujese a la rec t i tud.
La rec t i tud de la voluntad humana consis te en
una ordenacin leg t ima de l amor , que es su sen
t imiento pr inc ipa l , y e l orden dispone que ame
mos a Dios sobre todas las cosas como a sumo
bien, y que encaminemos a l-todas las cosas que
amamos como a l t imo f in, y que , a l amar a los
otros seres, se guarde el orden debido, esto es,
que pospongamos las cosas corporales a las espi
rituales. Para excitar en nosotros el amor a Dios,
nada poda ser ms eficaz que el Verbo de Dios,
por el cual han sido hechas todas las cosas, tomase
nues tra na tura leza para reparar la , y que la misma
persona fuese Dios y hombre .
I I . En pr im er lugar , por qu e con e l lo s? ma
nif ies ta pr inc ipa lmente cunto ama Dios a l honi^
bre ,
ya que quiso, hacerse h om bre para- sal varo;'
y no i iay nada que induzca ms a amar que e l
saberse amado. Despus porque , teniendo e l
hombre la inte l igencia y e l corazn inc l inados a
las cosas corporales, no poda elevarse fcilmente
4 d e d i c i e m b r e 27
a las que estn sobre l; mientras que es fcil a
cua lquier hombre amar y conocer a su semejante .
Pero considerar la alteza divina y ser l levado a
e l la po r e l a fec to de bid o de l am or no es prop io de
todos los hombres , s ino nicamente de aquel los
que con e l auxi l io de Dios , con gran empeo y
trabajo, se elevan de lo corporal a lo espiritual.
Por
lo
tanto, para abr i r a
todos los
hombres un
camino fcil hacia Dios, quiso ste hacerse hom
bre,
a fin de que hasta los nios pudiesen conocer
y amar a Dios hecho casi semejante a ellos, y de
es te modo, por lo que pueden perc ibir , poco a
poco creciesen hasta lo perfecto.
Adems, habindose hecho Dios hombre , se da
a l hombre esperanza de poder l legar a par t ic ipar
de la perfec ta bienaventuranza , que slo Dios po
see por na tura leza . Pues promete a l hombre que
t iene conocimiento de su debi l idad que l legar a
la bienaventuranza, de la cual apenas son capaces
los ngeles y que consiste en la visin y goce
de Dios , y le muestra que apenas hubiera podido
atreverse a esperar tal cosa, si no se le mostraba,
por otra par te , la dignidad de su na tura leza , a la
cua l Dios es t ima tanto que ha quer ido hacerse
hombre para sa lvar lo.
Y as por haberse Dios hecho hombre , nos ha
dado la esperanza de que tambin e l hombre
pueda llegar a unirse a Dios por el goce bien
aventurado.
Aprovecha as imismo a l hombre e l conocimien
to de su dignidad por haber tomado Dios la
na tura leza humana, para que no someta su a fec to
a ninguna cr ia tura , dando cul to a l demonio o a
cualesquiera o tras criaturas po r la- idolatra , ni
suje tand o su afecto a las criat ura s cor Dorales
amndolas desordenadamente . Porque es i r>dicn
8/21/2019 Toms, Meditaciones (Ed. Original Emec)
14/375
28 S a n t o T o m s d e A q u i n o
que e l hombre se someta desordenadamente a las
cosas inferiores a Dios, poseyendo tanta dignidad
segn la estimacin divina, y estando tan cerca
de Dios , que ste ha quer ido hacerse hombre .
(Contra Saracenos,
cap. V.)
5 de diciembre
E N C A R N A C I N A D M I R A B L E D E L H I J O D E D I O S
I . Es te mis te r io excede de ma nera pr in c ipa l a
la razn humana entre todas las obras divinas ;
pues nada puede pensarse ms admirable entre
las obras de Dios como que el Hijo de Dios, verdadero Dios , se haya hecho verdadero hombre . Y
porque es to es admirabi l s imo entre todas las
cosas, sigese que todas las otras maravillas se
ordenan a la-fe de este gran misterio, en virtud
del pr inc ipio de que e l pr imero en un gnero es
causa de los dems.
I I . Confesamos esta encarnaci n ad m irab le de
Dios, enseada por la autoridad divina, pues se
dice :
Y el Verbo fu hecho carne, y habit entre
nosotros. (Joan.,
I, 14.)
Muestran tambin es to abier tamente las mis
mas pa labras de Nuestro Seor Jesucr is to, cuando
habla de s cosas humildes y humanas , dic iendo:
El Padre es mayor que yo (Joan.,
XIV, 28), y:
Triste est mi alma hasta la muerte (Matth.,
XXVI, 38), todo lo cual le conviene por razn de
su humanidad; y s iempre que de s mismo dice
cosas sublim es y div inas:
Yo y el Padre somos una
cosa. (Joan., X, 30.) Todas cuantas cosas tiene el
Padre, mas son. (Joan.,
XVI, 15.) Todo lo cual
5 d e d i c i e m b r e
29
c ier tamente le corresponde segn su na tura leza
divina .
Tambin prueban es to los hechos de l Seor
que se leen acerca de l. Pues el haber tenido
temor , e l haberse entr is tec ido, e l tener hambre ,
e l morir , manif ies tan su na tura leza humana; y
cuando cur los enfermos con su propio poder
y resucit a los muertos y se impuso eficazmente
a los elementos del mundo, y expuls a los de
monios , y perdon los pecados , cuando resuc i t
de entre los muer tos con su propia voluntad
y subi por ltimo a los cielos, demostr su vir
tud divina .
(Contra Gentiles,
l ib. IV, cap. XXVII .)
I I I . Entre todas las c r ia turas nada hay tan
semejante a es ta unin de la na tura leza divina y
humana en l a Enca rnac in como la un in de l
alma y el cuerpo. Por lo cual dice San Atanasio:
"As como el alma racional y la carne es un solo
hombre , de l mismo modo Dios y hombre e s un
solo Cristo. Pero la semejanza no consiste en que
e l a lma rac ional se una a l cuerpo como a mate
ria; porque de ese modo se formara de Dios y
del hombre una sola na tura leza ."
Podemos usar de esa comparacin en el sen
tido de que el alma se une al cuerpo como a un
ins trumento. Y efec t ivamente los doctores han
considerado a la na tura leza hu m an a en Cris to
como una especie de rgano de la divinidad, as
como se considera al cuerpo rgano del alma.
Pero el cuerpo es rgano del alma de modo
dis t into que lo son los ins t rumentos exter iores .
La azuela no es un in s t rum ento p rop io de l a lma
como lo es la mano, pues la mano es rgano
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15/375
30 S a n t o ' T o m s d e A q u i n o
u n i d o a ella yp r o p i o , en cambio la azuela es un
ins t rumento ex t r nseco
y
comn.
L a u n i n deDiosy delhom bre pu ede conside
rarse
de
este modo: todos
los
hombres pueden
considerarse como ins trumentos con los cuales
Dios obra .
Pues
l es el que
obra
en
nosotros
tanto el querer como el ejecutar. T o d o h o mb r e ,
con respec to
a
Dios ,
es un
ins t rumento ex te r ior
y
sepa rado , porque esm o v i d oporDiosnop a r asus
operac iones propias , s ino para
las
operac iones
comunes a toda na tura leza rac ional , como enten
d e r
la
verdad, amar
el
b ien ,
y
obra r
lo
jus to.
Mas,
p or elcont ra r io , la n a t u ra l e za h u ma n a de Cristo
e jecuta ins t rumenta lmente operac iones propias
de Dios solo, como purificar lospecados , i lum inar
las mentes
con la
gracia,
e
in t roduc i r
en la
per
feccin de la vida e te rna .
La na tura leza humana de Cristo es, con res
pecto a Dios / comoun i n s t r u me n t o p r o p i oy un i
do, como la m a n o al alma. Este ejemplo no nos
d a una semejanza comple ta , pues debe enten
derseque el VerbodeDiosseu n i a la na tura le
z a h u ma n a
de un
m o d o
ms
subl ime
e
n t imo.
(Contra Gentiles, lib. 4, cap. 41.)
6 de diciembre
SE DICE MSC O N V E N I E N T E M E N T E Q U E ,SI EL H O M B R E
NO HUBIE SE PE CADO, DIOSNO SEH U B I E R A E N C A R N A D O
San Agustn 12 dice
s o
bre aque l lo de San Lu
cas: El
Hijo
del
hombre vino
a
buscar
y
salvar
lo
que
haba perecido.
(XIX, 10.)
L u e g o
si el
h o m b r e
no
hubiese pecado,
el
H i j o
del
h o mb r e
1 2
De verbis Domini.
6 d e d i c i e m b r e 31
no hubie ra venido .
Y en la P a
T imoteo sobre
esto: Jesucristo vino a este mundo para salvar a
los pecadores (I, 15),
dice
la
G losa: " Ni ng un a
otra causa tuvo Cristo Seor para venir, sino la
de salvar
a los
pecadore s : qu i t ad
las
enfermeda
des, q u i t a d
las
he r ida s ,
y no hay
luga r p a ra
la
medic ina ."
I . Hayqu ienes op inandedis t inta m ane ra acer
cade esta cuestin, pues unos dicenque el H i jo
de Diosseh a b r a e n c a r n a d o aun cuando el h o m
bre no hubiese pecado; pero otros aseguran lo
contrario, asercin a la cua l se debe asent i r con
preferencia. En efecto, las cosas que provienen
delasola volu ntad deDiosy a lascualesno tiene
ningn de recho
la
c r ia tura ,
no
pueden se rnos
conocidas sino en c u a n t o se nos ensean en la
Sagrada Escritura,por la cua lnos es conocida la
voluntad divina .
Por consiguiente , pues toque en la SagradaEs
cr i tura la razn de la Enca rnac in se seala en
todas partes por el pecado del pr imer hombre ,
se dice convenientemente que la o b r ade la En
carnac in
ha
s ido ordenada
por
Dios para reme
dio contra
el
pecado;
de
mo d o q u e ,
no
exis t iendo
ste,no se
hab r a ver i f icado
la
Enca rnac in , aun
q u e
la
po tenc ia
de
Dios
no
es t l imitada
a
esto,
pues Dios hubiera podido encarnarse
aun sin
existir el pecado.
I I .
Muchas otras cosas deben deducirse de la
Enca rnac in de Cris to, adems de la absoluc in
del pecado, como, por e jemplo, el progreso del
h o m b r e
en la fe, la
esperanza,
la
car idad,
etc.
Pero todos estos motivos pertenecen en definitiva
3-1 remedio del pecado; pues , si el h o m b r e no
8/21/2019 Toms, Meditaciones (Ed. Original Emec)
16/375
32 S a n t o T o m s d e A q u i n o
hubiese pecado, hubiera s ido i luminado con la
luz de la divina sabidura, y establecido por Dios
en la rectitud moral perfecta para conocer y
hacer todo lo necesario. Mas, puesto que el hom
bre ,
abandonando a Dios , se haba a ferrado a
las cosas corporales, fu conveniente que Dios,
tomando carne , exhibiera tambin e l remedio
de salvacin aun por las cosas corporales. Por
lo cual dice San Agustn 13; "La carne te haba
obcecado, la carne te sana, puesto que Cristo
vino para destruir con su carne los vicios de la
carne ."
Nada impide que l a na tura leza humana haya
sido destinada a un fin ms elevado despus del
pecado; porque Dios permite que se haga e l mal ,
para sacar de ello un bien mejor. Por lo cual
se dice: Donde creci el pecado sobrepuj la
gracia. (Rom.,
V, 20.) Por eso se repite en la
bendicin del cirio pascual: Oh culpa feliz , que
merec i tener ta l y tan grande Redentor 14
(3*, q. I , a. III .)
7
de diciembre
L A E N C A R N A C I N N O H U B I E R A S I D O C O N V E N I E N T E
A L P R I N C I P I O D E L M U N D O
Se lee en la epstola a los Glata s (IV, 4):
Mas cuando vino el cumplimiento del tiempo,
envi Dios a su Hijo;
y la Glosa explica que
el
cumplimiento del tiempo
es la poca prefijad a
13
Tract.
2
in Joan.
1 4
Estas palabras fo rman par te del Exultet jam Ang
lica conocido vu lgarmente por la Anglica, at r ibu ido a San
Ambrosio .
7 ' d e d i c i e m b r e
33
V
por Dios Padre para enviar a su Hijo, y pues to
que Dios def ini todo por su sabidur a , luego
Dios se encarn en el t iempo ms conveniente,
y por tanto no fu conveniente que se encarnase
desde e l pr inc ipio de l gnero humano.
Como quiera que la obra de la Encarnac in
se ordena pr inc ipa lmente a la reparac in de la
na tura leza humana por la abol ic in de l pecado,
es evidente que nc convino que Dios se hubiese
encarnado desde e l pr inc ipio de l gnero humano,
antes de l pecado; porque la medic ina no se da
sino a los ya enfermos, y por eso dice el mismo
.Seor:
Los sanos no tienen necesidad de mdico,
sino los enfermos .. ., porque no' he venido a, lla-
.mar a los justos, sino a los pecado res'. (Matth.,
IX, 12.)
Tampoco fu conveniente que Dios se encar
nase inmedia tamente despus de l pecado.
I
o
) Por la condic in de l pecado humano, que
haba provenido de la soberbia; por lo cual el
hombre deba ser l iber tado de modo que , humi
llado,
reconociese que necesitaba de un liberta
dor. Por eso dice la Glosa: Dios con gran pru
dencia de termin que su Hijo no fuese enviado
inmedia tamente despus de la ca da de l hombre .
Pr imeramente lo de j con la l iber tad de a lbe-
dro en la ley natural, para que as conociese
las fuerzas de su naturaleza; y, habiendo sido,
as
> desleal, recibi la ley; mas dada sta creci
la enfermedad, por vicio, no de la ley, sino de la
naturaleza, para que conocida de ese modo su
enfermedad, l lamase al mdico y buscase el au
xilio de la gracia.
2
o
) A causa del orden de la promocin al bien,
s e
gun el cual se procede de lo imperfecto a lo
Perfecto; por lo cud dice el Apstol:
No
8/21/2019 Toms, Meditaciones (Ed. Original Emec)
17/375
34 S a n t o T o m s d e A q u i n o
lo que es espiritual, sino lo que es animal; des
pus lo que es espiritual. El primer hombre de
la tierra, terreno; el segundo hombre del cielo,
celestial. (I Cor., XV, 46, 47.)
3
o
) Por la dignidad de l Verbo encarnado, pues
dice la Glosa sobre ello: Mas cuando vino el cum
plimiento del tiempo- (Gal,
IV, 4) : Cuanto ma
yor fuera el Juez que vena, tanto ms larga
serie de pregones deba precederle.
4
o
) Para que no se enfriase el fervor de la
fe con la dilacin, puesto que hasta el f in del
mundo se enfr ia r la car idad de muchos . Por
esta razn se-dice: Mas cua ndo' viniere el Hijo
del hombre, pensis que hallar fe en la tierra?),
(Luc, X V III , 8 .)
La caridad tarda en socorrer al amigo, salvadas,
empero la oportunidad de los negocios y la con- ' ,
dic in de las personas ; porque s i un mdico diera ,
a l enfermo la medic ina apenas pr inc ipia la en
fermedad , apro vech ara m enos y le perju d icaria,,
ms qu e le favorecera. Y por esto el Seor no
;
ofreci desde el principio al gnero humano el;
remedio de la Encarnacin, para que no lo des-;;
preciase por soberbia, si antes no conoca su en
fermedad.
(3*.
q. I , a. V.)
8 de diciembre
E N L A FE ST IVIDAD DE L A INMACUL ADA CONCE PCIN
Toda eres hermosa, amiga ma, y mancilla n.
hay en ti. (Cant., IV, 7.)
Mara es tuvo s iempre inmune de todo pecado,
19) En el instan te de su con cepcin. Pue s 5,
s
8 d e d i c i e m b r e 35
c ree r azonablemente que l a que en gend r al Uni
gnito del Padre, lleno de gracia y de
verdad,
recibira mayores privilegios de gracia que todos
los otros. Por lo cual, como se lee en Lucas (I.
28):
El ngel le dijo-. Dios te salve, llena de
gracia. Sabemos, no obs tante , que a a lgunos otros
fu concedido el privilegio de ser santificados en
el seno materno, como a Jeremas, al cual se
di jo: Antes que salieras de la matriz, te saniifiqu
(Jer., I , 5) ; y tambin a Juan Baut is ta , de l cua l
se ha dicho: Y ser lleno de Espritu Santo, aun
desde el vientre de su madre. (Luc, I, 15.)
Luego, para que rec ibiese ms , Mara debi
no slo ser santificada en el seno materno,
Ano
tambin preservada de la culpa or igina l .
Esta infusin de la gracia santificante
no
se
verific antes de la animacin, sino en el primer
ins tante de la animacin. Los hechos que tu
vieron lugar en e l Ant iguo Tes tamento sen f i
gura de l Nuevo, coa orme a aque l lo : Todas ejtas
cosas les acontecan a ellos en figura. (I Cor.,
X, I I ) . Mas por la sant i f icac in de l tabernculo,
de la cual se dice: Santific su tabernculo- el
Altsimo (Psal.,
XLV, 5), parece significarse la
santificacin de la Madre de Dios, l lamada ta
bernculo de Dios conforme a aquel lo de l Sa lmo
(XVIII , 6) : En el sol puso su tabernculo. Del
tabernculo se dice en e l xodo: Despus que
fueron cumplidas todas estas cosas, cubri una
nube el tabernculo del testimonio, y llenle la
gloria del Seor (x. XL, 31 y 32). Luego asi
mismo la Bienaventurada Virgen no rec ibi la
grac ia s ino cuando fueron cumplidas todas sus
cosas, a sab er: cue rpo y alm a (es decir, en el mis
mo .instante).
2?) Durante toJu su vida . Dios prepara y dis-
8/21/2019 Toms, Meditaciones (Ed. Original Emec)
18/375
3 6
S a n t o T o m s d e A q u i n o
pone a quienes e l ige para a lgo, de modo que
se hallen idneos para lo que son elegidos: Nos
ha hecho ministros idn eos del Nuevo Testamen
to.
(I I Cor., I I I , 6 . ) Si , pues , la Bienaventurada
Virgen fu elegida por Dios para que fuese Ma
dre de Dios , no debe dudarse de que Dios la
hizo idnea para esto por su gracia, segn lo
que el ngel le dice: Has hallado gracia delante
de Dios; he aqu que concebirs.. . (Luc, I, 30.)
No hubiera s ido idnea la Madre de Dios , s i
a lguna vez hubiese pecado; ya porque e l honor
de los padres redunda en los hi jos , segn aque
l lo:
G loria d los hijos son sus padres (Prov.
XV II , 6), y por e l co ntrar io la ignom inia de la
madre r edunda r a en e l h i jo ; ya t ambin porque
tuvo s ingular a f inidad con Cris to, que rec ibi
de ella su c arne . Se dice en la 2?- a los Corin
tios (VI, 15): Qu concordia entre Cristo y Be-
lial?, o
qu parte tiene el fiel con el infiel?
Ya tambin, porque e l Hi jo de Dios , que es la
Sabidur a de Dios , habi t en e l la de modo s in
gular , no solamente en su a lma, s ino tambin
en su seno. Mas se dice en el l ibro de la Sabidura
(I , 4): Por cuanto en alma maligna no entrar
la sabidura, ni morar en cuerpo sometido a
pecados; por consiguiente, es preciso reconocer
que la Bienaventurada Virgen no cometi pecado
alguno ac tua l , ni morta l ni venia l ; para que as
se cumpliera en ella lo que se dice:
Toda eres
hermosa, amiga ma, y mancilla no hay en ti.
(Cant.,
IV, 7.)
(p, q. X X V I I , a. IV.)
9 d e d i c i e m b r e
37
9 de diciembre
A L E J A M I E N T O D E L A N O C H E
La noche pas, y el da se acerc. Desechem os,
pues, las obras de las tinieblas, y vistmonos las
armas de la luz. Cam inemos', como de da, -ho-
nestamente. (Rom., XIII, 12.)
I . La noche pas, y el da se acerc. Es decir ,
que todo e l t iempo de la vida presente es como
una noche a causa de las tinieblas de la igno
ranc ia que hacen penosa la vida presente . En
cambio el da es como el estado de la bienaven
turanza , por la. c la r idad de Dios que i lu m ina a
los santos.
Puede entenderse tambin que e l es tado de pe
cado es como una noche a causa de las tinieblas
de la culp a, de q ue se ha bla en el Salm o
(LXXXI , 5) : No supieron, ni entendieron, en
tinieblas andan; mientras que el da es el estado
de gracia, a causa de la luz de la inteligencia
espiritual que poseen los justos, pero que falta
a los impos :
Luz es nacida al justo. (Psalm.,
XCVI, 11.)
Puede tambin inte rpre tarse que la noche es
e l t iempo que ha precedido a la encarnac in de
Cris to, po rq ue a n n o se hab a manifes tado s ino
bajo una sombra . En cambio, desde la encama
cin de Cristo es de da, por el resplandor po
tente de l sol espir i tua l en e l mundo.
En f in, puede entenderse de l t iempo de la
grac ia de Cris to, porque , s i bien ha l legado segn
la sucesin de los tiempos, se dice, sin embargo,
que se acerca a nosotros por la fe y la devocin.
8/21/2019 Toms, Meditaciones (Ed. Original Emec)
19/375
38 S a n t o T o m s d e A q u i n o
El Seor est cerca. (Philip., IV, 5.) Puede asi
mismo aplicarse esto a los que comienzan a salir
de los pecados, y a los que se les acerca el da
de la gracia.
I I .
La hones t idad de la vida es necesar ia .
I
o
) Para quitar los vicios.:Desechem os las obras
de las tinieblas. Al alejarse la noche, deben cesar
las obras de la noche. Llmame los pecados obras
de las tinieblas, porque estn faltos de la Ivfz
de la razn, que debe a lumbrar las acc iones hu
manas; porque se e jecutan en t inieblas , y porque
por ellos el hombre es conducido a las t inieblas,
como dice San Mateo: Arrojadle en las tinie
blas exteriores. (X XI I, 13.)
2
o
) Para adquir i r las vir tudes . Como s i di jese :
Pues to que ha l legado e l da , tomemos lo que
conviene al da, vistmonos las armas de la luz,
es decir , las virtudes que se llaman armas por
cuanto nos defienden, y se dicen armas de luz,
ya porque son fortif icadas y perfeccionadas por
la luz de la razn, ya porque exigen el examen
de la luz , ya porque otros son i luminados por
las obras de las virtudes: De este modo ha de
brillar vuestra luz delante de los hombres.
(Matth., IV, 16.)
3?) Se exhor ta a la prc t ica y aprovechamiento
de las vir tudes , cuando dice :
Caminemos, como
de da, honestamente. Dos cosas pa rec en conve
nir a l da . Ante todo la hones t idad; pues durante
e l da cada uno procura conducirse de ta l manera
que aparezca hones to de lante de los otros , pero
no as en la noche En segundo lugar , e l hombre
camina durante e l da , mas no durante la noche .
Por lo cua l dice San Juan: Mas si anduviere de
noche, tropieza.
(XI, 10). Por tan to, ya qu e es
9 d e d i c i e m b r e 39
de da, es necesario caminar, es decir , progresar
de lo bueno a lo mejor; por lo cual dice San
J u a n : Caminad mientras que tenis luz. (XII ,
35.)
(In Rom. XI I I . )
10 de diciembre
TRASLACIN DE LA SANTA CASA DE LORETO
A tu casa conviene san tidad, Seor. (Psal.
:cn,5.)
La Bienaventurad;
de todas las grac ia .
.yXCII , 5. )
' La Bienaventurada Virgen posey la pleni tud
I . Es tuvo l lena para s . C ua nt o ms se acerca
a lgo a l pr inc ipio en un gnero cua lquiera , tanto
ms participa el efecto de este principio. Por esta
razn dice Dionisio i '5 que los ngeles, que estn
ms cerca de Dios , par t ic ipan ms que los hom
bres de las bondades divinas. Ahora bien, Cristo
e
s e l pr inc ipio de la grac ia , por su propia po
tenc ia como Dios , como hombre e ins t rumenta l-
mente .
Po r eso dice San Ju an (I , 17):
Mas la gracia y
la verdad fueron hechas por Jesucristo; y como
^
a
Bienaventurada Virgen fu la ms cercana a
Cris to segn la humanidad, pues de e l la rec ibi
Ja na tura leza humana, por es ta razn debi ob
tener de Cris to m? ") r p len i tud de grac ia qW" los
dems.
Efectivamente 1? Beata Virgen recibi las tres
Perfecciones de la
rr
rac ia . La pr imera como dis
positiva, por la cual se haca apta para ser Madre
1 5
Cael. hier., cap. 4.
8/21/2019 Toms, Meditaciones (Ed. Original Emec)
20/375
40 S a n t o T o m s d e A q u i n o
de Dios; la segunda perfeccin le vino por la
presencia de l Hi jo de Dios encarnado en su seno;
la tercera, la perfeccin final que posee en la
gloria.
Es evidente que la segunda perfeccin es ms
pr inc ip a l q ue la pr im era , y la te rcera ms que . la
segunda en orden para e l bien; pues pr imera
mente, en su santificacin, alcanz la gracia que
la inc l inaba a l bien; en la concepcin de l Hi jo
de Dios se consum la gracia por la cual fu con
firm ada en el bie n; y en su glorificacin, l leg
a la consumacin de la gracia porque se perfec
c ion en e l goce de todo bien.
I I . T am bi n es tuvo l lena para los dem s. Dios
da a cada uno la gracia que necesita para cum
pl i r su mis in. Y pues to que Cris to, en cuanto
nombre , fu predes t inado y e legido para ser Hi jo
de Dios en la virtud de santificar, le fu propio
"
tener ta l pleni tud de grac ia que redundase en
todos , segn aquel lo: Y de su plenitud recibimos
nosotros todos. (Joan., I , 16.) En cuanto a la
Beata Virgen Mara , e l la obtuvo tan gran perfec
cin de gracia que ha sido puesta lo ms cerca
del autor de la grac ia ; por lo mismo ha rec ibido .
en s al que est lleno de toda gracia, y, dndole ' .
a luz, ha desbordado en cierto modo la gracia
sobre todos.
Es indudable que l a B ienaventurada Vi rgen .
rec ibi de un modo eminente e l don de sabidu
ra, la gracia de los milagros, y tam bi n el d on
de profeca; mas no recibi esos dones para que
tuviese el uso total de esas y de otras gracias ' '
semejantes, como lo tuvo Cristo, sino en cuantolo exiga su condicin.
Posey, en efecto, el ejercicio d el do n de sa-
1 0 d e ' d i c i e m b r e 4 1
bidur a en orden a la contemplac in, conforme a
aquel lo:
Pero Mara guardaba todas estas cosas,,
ponderndolas en su corazn. (Luc, II , 19.) M as
l . no us de la sabidu r a para ensear , po rqu e es to
;
no con vena al sexo fem enino .
:
Tampoco le convena hacer milagros durante
, su vida , po rqu e en ese t iem po la do ctr in a de
I Cristo deb a ser confirm ada con milag ros, y por
esto a solo Cristo y a sus discpulos, que eran por
tadores de la doctrina de Cristo, convena el ha
cerlos. Por esa ra>:n se dice tambin qut; San
Juan Baut i s t a ( Joan., X, 41) no hizo ningn mi
lagro,
a fin de qi 'e todos se encaminasen hacia
Cristo.
Tuvo, empero, el uso de la profeca, como se
| ve en el cntico qu e com puso :
Mi alma engran
dece al Seor.
(3^,
q. X X V I I , a. V.)
11 de diciembre
L A E N C A R N A C I N N O D E B A D I F E R I R S E H A S T A
E L F I N D E L M U N D O
En medio de los aos la hars historia. (Hab.,
I I I , 2 . )
Si no fu conveniente que el Seor se encamase
desde e l pr inc ipio de l mundo, tampoco convena
8/21/2019 Toms, Meditaciones (Ed. Original Emec)
21/375
42 S a n t o T o m s d e A q u i n o
hace perfecto, lo imperfecto precede en tiempo a
lo perfecto; pero en lo que es causa de progreso,
lo perfecto precede en tiempo a lo imperfecto.
En la obra de la Encarnac in concurren ambas
cosas, pues la naturaleza humana fu elevada en
esa Encarnacin a la suma perfeccin; y por esto
no convena que se realizase desde el principio
del gnero humano. Pero por otra par te , e l mis
mo Verbo encarnado es causa eficiente de la per
fecc in de la na tura leza humana, segn aquel lo:
Y de su plenitud recibimos nosotros todos (Joan.,
I , 16); y por tanto no debi diferirse la obra de la
Encarnac in has ta e l f in de l mundo. Mas la per
feccin de la gloria, a la cual debe finalmente
ser l levada la na tura leza humana por e l Verbo
encarnado, tendr lugar a l f in de l mundo.
2
o
) Esta misma conclusin aparece si se consi
dera el efecto de la salvacin humana, pues como
se dice: En poder del dador est el cuando y el
cuanto quiera compadecerse . Vino, pues , Cr is to
cuando juzg que deba venir , y ser a gra to su
benef ic io; porque cuando comenz a perderse en
t re los hombres e l conocimiento de Dios , como
consecuencia de l aba t imiento de l gnero humano,
y se alteraron las costumbres, entonces Dios eligi
a Abrahh, para renovar en l e l conocimie tno
de Dios y de las costumbres; y como luego se
debilitase el respeto que les era debido, Dios
envi por medio de Moiss la ley escrita; y como
los gentiles la despreciasen y rehusasen someterse
a e l la , y los que la haban rec ibido no supiesen
observarla, movido el Seor a misericordia, envi
a su Hijo, el cual, concedida a todos la remisin
de los pecad os, los ofreci justificad os a Dios
Pad re . M as , si este remed io se hu biera dife r ido
has ta e l f in de l mundo, hubirase borrado tota l -
I I d e d i c i e m b r e 43
mente en la t ierra el conocimiento y el culto de
Dios y la honestidad de las costumbres.
3
o
) Es claro que esto fu conveniente para ma
nifestar el poder divino, que salv a los hombres
de muchos modos, no slo por la fe del futuro,
s ino tambin por la fe de l presente y de l pasado.
(3^,
q.
I,
a.
VI.)
12 de diciembre
DE SE O DE L A FNCARNACIN DE CRIST O
Jj
El sacramento de i divina Enca rnac in fu de
seado por los santf Patriarcas. As se lee en
tAg eo ( I I , 8) :
Vendr el deseado de todas las
gentes. Y San A gust n: "Saban los santos Pa
triarcas antiguos nne Cristo haba de venir, y
todos los que vivan piadosamente decan: Oh..
jsi ese nac im iento se cum pliese mien tras vivo Oh,
si viese con mis propios ojos lo que creo scpn
las Santas Escrituras "
Se pueden dar tres causas de ese ardiente deseo:
l
9
) La miser ia desbordante que sufr an. Por lo
cual se dice en el Salmo (XV II, 7, 8):
En mi
tabulacin invoqu al Seor. .. y oy desde su
templo santo mi voz; esto debe entenderse, segn
la Glosa , de la humanidad de Cris to que haba
_
e Ve
*iir , y en cuya encarnacin alcanzamos el
.efecto de la or ac i - v
e
n el xodo (TV,
19
.v
*#-Ugote,
Seor, que invies al que has de enviar.
["Wa la afliccin a* -v pueblo; como has dilr-,
t? r
y
ranos. Do nd e .se adv ierte que la afliccin
;
j l iberacin del pueblo israelita fueron figura de
;- afliccin y liberacin de todo el gnero hu-
8/21/2019 Toms, Meditaciones (Ed. Original Emec)
22/375
44 S a n t o T o m s d e A q u i n o
2^) La abundancia de la paz inte rna y externa
que sobreabundaron en su venida . De ah lo
qu e se lee en el Salmo (LX XI, 7): En los das de
l nacer justicia, y abundancia de paz. Esto es,
segn la Glosa : Habr paz has ta que , des truida
la muerte, no exista ya la luna, es decir , la mor
talidad de la carne. Y en el Cantar de los Can
tares (I, 1): Bseme con el beso de su boca; pues
el beso es seal de paz. La esposa pide la En
carnac in de l Hi jo de Dios , que es cmo un
ant ic ipo de nues tra unin con Dios , en la cua l
consiste la paz de nuestro corazn.
3^) La a legr a inte r ior que probaron de ante
mano, como se lee en Baruc (IV, 36): Mira, Jeru-
saln,
hacia el Oriente, y mira el regocijo que te
viene de Dios.
Los santos Pa tr ia rcas gus taron de
antemano esa alegra por la visin de la fe, como
dice San Ju an (VIII , 56) :Abrahn, vuestro padre,
dese con ansia ver mi da; le vio y se goz. Y
aade la Glosa : Conoci el da de mi encarna
cin.
Y aade San Agustn: "Cul no sera el
gozo del corazn del que vio al Verbo Eterno,
resplandor br i l lante de l Padre en las mentes pia
dosas y Dios que permaneca j un to a l Padre , venir
un da en carne humana, s in abandonar e l seno
del Padre?" Y San Bernardo: "A quin de nos
j
otros dar tanto gozo la manifestacin de esta
gracia, como dio a los antiguos la sola promesa
de ella?"
(De Christi Hum anitate.),
1 3 d e d i c i e m b r e
45
13 de (iciembre
/ F U CONVENIENTE QU I "EL'~HTJ""5E DIOS ASUMIESE'X
X L A NATURALEZA HUMANA DE LA RAZA DE ADN
I . Com o dice San Agu stn 16; "Dios pod a to
mar un hombre fuera de la es t i rpe de Adn, que
haba encadenado a l gne ro humano a su pecado;
pero juzg que era mejor tom arlo de l m ismo
' l ina je que haba s ido vencido para que l legase a
vencer a l enemigo de l gnero humano." Y es to
|T:por tres razones:
1?) Porque parece ser propio de la justicia el
dar satisfaccin el mismo que pec; y por eso
convena que de la na tura leza corrompida per e l
|( pecado se sacase lo que s erv ira p ar a satisfacer
por toda la na tura leza .
2?-) Po rqu e es nrs dig no del h om br e qu e el
vencedor del diablo alga de la raza que hab? si
do vencida por el diablo.
3
o
) Porque ms resplandece e l poder de Dios
tomando la na tura leza corrompida y enferma pa
ra elevarla a tanta perfeccin y dignidad.
Cristo, en efecto, debi ser segregado de los
pecadores, como dice el Apstol, en cuanto a la
culpa que vena a destruir , no en cuanto a la na
turaleza que vena a salvar, segn la cual debi
asimilarse en todo a los hermanos como dice el
mis m o Ap s tol a ?->- H eb re os (II , 17). Y es tT>r
8/21/2019 Toms, Meditaciones (Ed. Original Emec)
23/375
I I . Dcese por tanto muy bien: A lo sy$) vino,
y los suyos no le recibieron. [Joan, I, 11.) Aun
cuando la luz es taba presente en e l mundo y e ra
visible o manifiesta por los efectos, no era, sin
embargo, conocida por e l mundo, y por eso vino
a lo propio,
para ser conocida . Pero para que
cuando dice vino, no se ent ien da mo vim iento lo
cal, como si viniese dejando de estar donde antes
es taba y comenzando a exis t i r donde pr imero no
exista, dice a lo propio, esto es, a las cosas qu e
eran suyas , que l mismo hizo. Y vino adonde ya
es taba ; vino tomando un cuerpo; e ra invis ible , y
vino para ser visible.
A lo suyo,
esto es, a Judea,
que c ie r tamente e ra suya de manera espec ia l ;
pero, en un sent ido mejor , a l mundo cr iado
por l.
Y los suyos no le recibieron. "Los suyos" son:
los hombres , porque han s ido formados por l ,
han s ido hechos a su imagen. Pero podemos dec ir
;
mejor :
los suyos,
es decir , los judos,
no le red-
-
bieron, creyendo en l por la fe y el respeto. i
Los judos son rea lmente suyos, porque fue ron
elegidos por l como un pueblo par t icular : Y el
i
Seor te ha escogido hoy para que seas un pueblo'
peculiar suyo. (Deut., XXVI, 18).
Los suyos, unidos segn la carne (Rom., IV, 3):
De los cuales C risto' es deudo segn la c arne.
Los suyos, por l t imo, enr iquec idos por l con
beneficios, conforme a aquello de Isaas (I , 2)'-,
Hijos cri, y engrandec; mas ellos me despre
ciaron.
(In Joan.,
I.)
47
14 de diciembrey--^
F U M S C O N V E N I E N T E Q U E L A P E R S O N A D E L H I J O
T O M A S E L A N A T U R A L E Z A H U M A N A Q U E O T R A
P E R S O N A D I V I N A
Dice San Juan Damasceno i
17
: "En e l mis te r io
de la Encarnac in se manifes ta ron la sabidur a y
e l poder de Dios ; la sabidur a , porque ha l l e l
secre to de pagar de un modo convenient s imo la
deuda muy dif c i l ; e l poder , porque a l vencido
hizo nuevamente vencedor ." Y como e l poder y
la sabidur a se a t r ibuyen a l Hi jo segn aquel lo
(I Cor., I, 24): f radicamos a Cristo; virtud de
Dios y sabidura de Dios,
s igese que fu rorve-
niente que se encarnara la persona de l Hi jo.
Mustrase que es to fu muy conveniente :
I
o
) Por par te de la unin. Porque se unen
convenientemente las cosas que son semejantes;
y de un m od o se observa c ie r ta com n semejanza
entre la persona del Hijo, que es el Verbo de
Dios,
y todas las c r ia turas ; porque e l verbo de l
artista, esto es, su concepto, es la semejanza ejem
plar de todas sus obras. Y el Verbo de Dios, que
es su concepto eterno, es la semejanza ejemplar
de toda cr ia tura . Por tanto, as como por k par
ticipacin de esta semejanza han sido creadas las
cr ia turas en sus espec ies propias , aunque muda
bles,
de l mismo modo, por la unin de l Verbo a
a criatura, no p * . - ......ipada sino personal, [..-
8/21/2019 Toms, Meditaciones (Ed. Original Emec)
24/375
48 S a n t o T o m s d e A q u i n o
Tambin se prueba la semejanza espec ia l de la
unin con la na tura leza humana, porque e l Ver
bo es el concepto de la eterna Sabidura, de la
cual se der iva toda la sabidur a humana; de ah
que e l progreso de l hombre en la sabidur a , que
es su perfeccin propia en cuanto racional, se
mide por su par t ic ipac in en e l Verbo de Dios ,
como el discpulo se instruye en la medida en
que recibe la palabra del maestro. Por eso se lee
en el Eclesistico (I, 5):La fuente de la sabidura
es el Verbo de Dios en las alturas. As, pues, fu
conveniente, para la perfeccin consumada del
hombre , que e l Verbo de Dios se uniese personal
mente a l a na tura leza humana .
29) La razn de esta conveniencia puede to
marse del f in de la unin hiposttica, que es la
salvacin de los que han sido predestinados a la
herencia celestial, la cual pertenece nicamente
a los hijos, segn aquello de la epstola a los Ro
manos (VIII , 17) : Y si hijos, tambin herederos.
Por lo cua l fu conveniente que por aquel que es
Hijo na tura l comunicase a los hombres una ima
gen de su fil iacin por la adopcin divina, como
dice el apstol: Porque los que conoci en su
presciencia, a stos tambin predestin para ser
hechos conformes a la imagen de su Hijo.
(VIII, 29.)
39) Puede tambin sacarse otra razn de con
veniencia por par te de l pecado de l pr imer hom
bre, al cual vena a remediar la encarnacin. El
pr imer hombre haba pecado a l ambic iona r l a
ciencia, como lo prueban las palabras de la ser
piente , a l prometer a l hombre la c ienc ia de l
bien y de l mal . Fu , por e l lo, conveniente que
fuese conducido a Dios por el Verbo de la verda-
1 4 d e
d i c i e m b r e
49
fcdera sabidu r a e l que de l se ha ba a par ta do por
fe.el apetito desordenado de la ciencia.
I : . (
3
* Part., q.III,
a
VIII.)
15 de diciembre
NINGN MRITO PRKCEDI A L A UNIN DEL Vi-IvU
I . Por lo que toca al m ism o Cristo, es evid ente
que ninguno de su , mr i tos pudo preceder a ia
ij if i in hiposttica; pwrque no admitimos que
antes fuese puro h^ubre, y despus, por el Cie
lito de su buena v.\>.. , obtuviera el ser Hijo de
pos, como supuso
W>LIIO;
s ino que dec imos que
Sesde e l pr inc ipio de su concepcin aquel hom-
|j>re fu verdaderas :aLc Hijo de Dios, pues nu
pnsea otra hipstasi; , que ia del Hijo de Dios,
t,r.-
Sn la palabra de Sh u Lucas : Lo santo, que .-ia-
Wer
de ti, ser lia lo Hijo de Dios. (Lut. x,
fp.) Por consiguiente toda operac in de aquel
po m bre s igui a la uni n. LuegO' nin gu na accin
|
u
ya pudo merece r l a un in .
|II.
Tampoco las acc iones de otro hombre pu-
l |cueron merecer de condigno esta unin.
,
-*) Porque las obras meritorias del hombre se
S rdenan propiamente i la bienaventuranza , que
P e l prem io de la *"
v
*ud y consiste en el
| j i o de Dios ; mas uni n de la encarna. .
8/21/2019 Toms, Meditaciones (Ed. Original Emec)
25/375
50 S a n t o T o n a s d e A q n i o
obje to de l mismo, y por tanto tampoco la misma
grac ia , que es pr inc ipio de mri to. Luego, mucho'
menos cae la encarnac in ba jo e l merec imiento,
ya que es principio de la gracia, como dice San
Juan ( I , 17) : La gracia y la verdad fu hecha por.
Jesucristo:
3
o
) Po rq ue la encarnac in de Cris to rep ara
toda la na tura leza humana, y por eso no cae ba jo
e l mr i to de un hombre s ingular , pues e l bien d
un individuo no puede ser causa de l bien de
toda la na tura le za . ;
S in embargo , ex congruo
1
m ereciero n los santos
Padres la encarnac in a l desear la y pedir la . Pue
era c on ven ien te ' qu e Dios escuchase a los que 1
obedecan.
Se dice que la Bienaventurada Virgen merec
l levar a l Seor de todo, no porque merec iera qu
ste se encarnase, sino porque mereci, por 1
grac ia que le dio e l Seor , un grado ta l de pi
reza y sant idad, que pudiese ser dignamente 1
Madre de Dios .
(3*,
q. I I , a. X I
;
16 de diciembre
EL DON DEL HIJO DE DIOS EN LA ENCARNACIN ;
En esto se demostr la caridad de Dios hac.
nosotros, en que Dios envi a l mundo a su Hij
unignito, para que vivamos por l. (I , Joa
IV, 9.)
En esto, como en signo cierto, se demostr
caridad de Dios en nosotros,
esto es, se demos
para con nosotros ; en que. . . envi a su Hijoy[
no a un siervo. San Gregorio dice: "Por venr
1 6 d e d i c i e m b r e 51
no es inefable amor de car idad que Dios , para
redimir a l s ie rvo, haya entregado a l Hi jo, al suyo,
consubstanc ia l a l propio, su Hijo por na tura-
;>
leza y no ad opt ivo ?"
Unignito y no uno en t re much os , le envi
Dios Padre, es decir: l, tan grande, a los que
somos tan pequeos; a l mundo, para sa lvar a l
m u n d o ; para que vivamos, nosotros que estba
mos muer tos , resuc i tados por l. As se lee en la
;" epstola a los de feso: Por la extremada caridad
con que nos am, aun cuando estbamos muertos
v,por los pecados.
,"-*.
dio vida juntamev
't
con
f Cristo. (Eph., II, 4 .)
V Cu atro razones riny po r las cuales el do n ebe
; ser grato y bien recibido.
1?) Por par te de l donante ; cuando e l que da ,
: da con gra n am or y dileccin. P o r lo cual a veces
" ms se estima el afecto del dador que lo qu.- da.
;Cierta me nte esta ctoiva nos fu da da po r la m
xima dileccin o caridad del Padre. ste es el
motivo expresado eu e l texto: En esto se demos-
/,'tr la caridad de Dios.
| 2$ ) Po r pa rte del don , o sea, de Aq uel qu e es
t
enviado; porque cuando e l don es grande y pre-
i coso, tanto mejor debe ser recibido y agradar.
i?'-Cie rtam ente, el do n q ue se nos hizo fu el m-
X xrrno, como se indica en las palabras: a su Hijo
b. unignito.
| 3?-) Po r par te del qu e recib e el do n, cubrid o
- aq u l a qu ien se
8/21/2019 Toms, Meditaciones (Ed. Original Emec)
26/375
52 S a n t o T o m s d e A q u i n o
valor especialde la grac ia personaldelmen sa jero;
como
nos
agrada rec ibir
un don de
ma n o s
de una
hermosa joven. Y as deb e sernos gra to recib ir
el
don de
Dios
por
medio
de la
Virgen inmacula
d ayl lenadegrac ia ; locua l de jan entende r aqu e
l las pa labras : Dios envia su Hijo, pues consta
q u e
lo
envi
por
m e d i o
de la
Virgen, como dice
e l Apstol : Envi Dios a su Hijo, hecho de una
mujer. {Gal., IV, 4.)
(In
I
am
Joan., IV.)
17 de diciembre
A P R O P I A C I N DE LA E N C A R N A C I N
AL E SPRIT U SANT O
El Espritu Santo vendr sobre ti. (Luc.I, 35.)
I .
La
formacin
del
cuerpo
de
Cristo,
que fu
l levada
a
cabo
por la
vir tud divina ,
se
a t r ibuye
convenien temente al Esp r i tu Santo , aunque es
comnta toda la T r i n i d a d .
Esto se a rmoniza con la Enca rnac in del Ver
bo ; p o r q u e as como nues tra pa labra , concebida
en
la
mente , permanece invis ible , pero
se
hace
percept ible exter iormente
por la voz, del
mismo
m o d o
el
Ve rbo
de
Dios, segn
la
generacin eter
na, existe invisiblementeen elcorazn delPad re ,
yse nos ha hecho como visible por la Enca rna
cin. Por lo cua l la Encarnac in del Ve rbo de
Diosescomola expresin vocal de nues tro verbo
menta l .
Y la
expresin vocal
de
nues tra pa labra
inter ior
se
hace
por
nuestra espiracin,
de la
cual
se forma
la voz de
nues tro verbo,
de ah que se
diga jus tamente que el Espr i tu Santo form el
cuerpo del H i jo de Dios.
Este modo de hab la r conviene t am bin pa ra
ins inuar cu l
es la
causa motr iz
de la
Enca rna
cin del Ve rbo . Esa causa no p u d o ser o t r a que
el amor
de
Dios
al
h o m b r e ,
a
cuya na tura leza
quiso unirse en u n i d a d de pe r sona ; y c o mo en
Dios, el
Espr i tu Santo
es
qu ien procede
por va
de amor, sigese
que es
convenien te a t r ibu i r
al
Espr i tu Santo
la
o b r a
de la
Enca rnac in .
T a m b i n es coran en la Sagrada Ese: 'l lura
a tr ibuir toda grac ia
al
Esp r i tu Santo , porque
todo don gra tui to parece proceder del a m o r del
donante ;
y
como n inguna grac ia mayor
fu
dada
a l hombre que la de la u n i n a Diosen la perso
na , convenien temente
se
a t r ibuye es ta obra
al
Espr i tu Santo.
(Contra Gentiles,
l ib.
IV, cap 4G.)
I I . En toda accin querealiza un efecto crea
do , r e sp landece ?Vuna apropiac in
a las
perso
nas divinas, como en la Encarnac in, segnSan
Juan Damasceno ,
se
destacan
la
b o n d a d ,
la
sabi
dur ay elp o d e r deDios ;la bondad , porque Dios
no despreci
la
debi l idad
de su
c r i a tura ;
el
poder ,
porque uni cosas inf ini tamente dis tantes ; la sa
bidur a , porque encont r
el
modo ms convenien
te
de
rea l izar
lo que
parec a imposible .
Sin em
bargo cada operar-n se apropia me jor a una
persona, segn
que el
a t r ibu to
de esa
pe r sona
se
manifieste mseviden te .
Ahora bien, cv "''o un don sea ms P
J
'
; V
d o
y exceda al merec miento de la c r ia tura , in to
ms manifestar
h
' gracia y la b o n d a d de Dios.
*
tal es la
obra
'" la
Encarnac in,
por o se
a
p r o p i a al Espir i ta Santo,que espr inc ip io de la
gracia.
Es verdad que o pode r se a t r ibuye al Padre ,
8/21/2019 Toms, Meditaciones (Ed. Original Emec)
27/375
54 S a n t o T o m s d e A q u i n o
pero debemos adver t i r que ,
aun
c u a n d o
el
poder
resplandezcaen laEnca rnac in , sine mb a r g oms
bri l la
en
ella
la
bondad; pues
el
poder es t
en la
obra , mient ra s que la bondad e s t en el fin de
ella,
y el fin es la
causa
de las
causas;
por lo
cual
de s te debe tomarse pr inc ipa lmente
la
denomi
nac in.
(3,
Dist., 4,q. nica , a.1.)
18 de diciembre
E N LA FESTIVIDAD D LA E X P E C T A C I N DEL P A R T O
DE LA BIE NAVE NT URADA VIRGE N M ARA
Bienaventurado
el
vientre
que te
trajo.
(Luc,
X I,27.)
Por muchas razones se d ice b ienaventurado el
vientre
de
la 'Sant s ima Virgen.
Porque l leval que en smi s moes sumamente
bienaventurado, como dice
el
Aps to l :
El bien
aventurado y solo poderoso, el Rey de los reyes.
(I Tim., VI, 15.)
Luego, porque Mar a ha gozado de bienaven
turanza suprema
y
Tr in i t a r i a , pues
fu
esposa
del
Padre , madre del H i jo y mo r a d a del Espr i tu
Santo, conforme
a
aquel lo: Sa lve madre
de
pie
d ad y noble t r ic l inio de toda la T r i n i d a d .
Porque concibi sin corrupcin.
P o r q u e lo llev sin t raba jo.
P o r q u e lodio a luz sin dolor .
Acerca
de
esto dice
San
Lucas :
El
Espritu San
to vendr sobre ti, y por tanto concebirs sin
dolor
ni
cor rupc in;
Y te
har sombra
la
virtud
del Altsimo, y por consiguiente lo llevars sin
t raba jo;
Y por eso loSanto que nacer de'ti ser
18 d e d i c i e m b r e
55
llamado Hijo deDios,y asdarsa luz sin dolor.
Porque l l ev el prec io de la redencin, como
'se leen losN m e r os (XX, 6):Seor Dios, oye el
iclamor
de
este pueblo,
y
breles
tu
tesoro,
una
fuente
de
agua viva, para
que,
saciados, tenga
fin
su murmuracin. Y apareci la gloria del Seor
sobre ellos.
P o r q u e se benefici de todos los estados, pues
tuvo
la
in tegr idad
de las
vrgenes ,
la
f ecundidad
de.las esposas y la cas t idad de los cont inentes .
/ Fina lm ente po rqu e M ara ser s iempre bende
cida por todosy p r o c l a ma d a b i e n a v e n t u r a d a ,co-
jjilfoo dijo ella misma
(Luc, I, 48):Me dirn bien
aventurada todas his generaciones.
(Serm.,
XLVi . )
'19
de
diciembre
L A P E N I T E N C I A
Haced penitencia, porque
se ha
acercad"
el
'reinode loscielos. (Matth., III, 2.)
I . Haced penitencia. SanJu an B aut i s ta an un
cia
con
esto
una
nueva vida , como dice
San
Agus
t n : " Q u i e n es duei o de su vo luntad , no p u e d e
incoar una nueva vida , sino sea r rep ien te de la
jvida pasada."
Por
eso San
J u a n invita, p r i me r o
a la
p e n i ? " -
C1
a,y luego anun'"-
clama en el desierto: En-
aderezad el camino
8/21/2019 Toms, Meditaciones (Ed. Original Emec)
30/375
mi, y beba. (Joan., VII, 37.) En los profetas no
clam, porque las profecas fueron entregadas
en enigma y en figuras.
2
9
) El clamor se dirige a los que estn lejos.
Los judos estaban alejados de Dios, por eso
era necesario que clamase. Has alejado' de m
al amigo' y al pariente. (Psal.,
L X X X V I I ,
19.)
3
0
) Clama porque es taban sordos: Quin es
el sordo, sino mi siervo? (Is., XLII, 19.)
4
o
) Clama, porque habla indignado, pues e l los
merec ieron la i ra de Dios : Entonces les hablar
l en su ira. (Psal, II, 5.)
Del que clama en el desierto, vive en el desier
to , para es ta r inmune de todo pecado, y para
ser ms digno de dar tes t imonio de Cris to, y
para que su misma vida fuese para los hombres
un tes t imonio ms digno de c rdi to.
Pero que es lo que clama?
Enderezad el
camine del S'eor. El camino preparado y ende
rezado para recibir a Dios es el camino de la
justicia, segn aquello de Isaas: La senda del
justa es derecha (Is., X X V I ,
7).
Porque entonces la senda del justo es recta,
cuando todo e l hombre se somete a Dios , es to
es,
su inteligencia por la fe, su voluntad por el
amor, y sus acciones por la obediencia.
(In Joan., I.)
22 de diciembre
E L ROCO CE L E ST IAL
Cielos, enviad roco de lo alto, y las
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