República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria
Universidad Nacional Experimental “Rafael María Baralt”
Administración Mención Tributación
Cabimas Edo. Zulia
Realizado por:
MÉNDEZ, Deivis
C.I.: 28.059.604
Sección: 112
Cabimas, octubre de 2013
INTRODUCCIÓN
En el trabajo que se presenta a continuación se desarrollan algunas
consideraciones sobre la hegemonía de la oligarquía, dando una análisis sobre
dos corrientes fundamentales en las que está basada.
Primeramente plantearemos la hegemonía del pensamiento conservador, el
cual se basa en la desintegración de la obra bolivariana y todo lo que a ella se
refiere.
Y por último, se muestra un análisis sobre la hegemonía liberal, donde se
destaca el federalismo, con las ideas fundamentales de Ezequiel Zamora, Benito
Juárez, Emiliano Zapata y Pancho Villa.
HEGEMONÍA DE LA OLIGARQUÍA
1.- HEGEMONÍA DEL PENSAMIENTO CONSERVADOR:
El espíritu conservador puede ser relacionado con los impulsos que se
oponen al cambio, y con los esquemas de control que tratan de mantener el
"Estatus quo”. El pensador conservador, está limitado por un esquema moral
tradicional, definido por una sociedad y una jerarquía. Los cuales no autorizan
hacer cambios en el contexto de los postulados filosóficos y morales. En este
ambiente el espíritu innovador se ve erradicado, por la restricción y falta de
espacio intelectual. Estas actitudes se deben a que ambos pensamientos: Liberal
y conservador, cuentan con subproductos que los acompañan, a través del
tiempo.
Los conservadores se ven corrompidos por la creencia, la superstición y la
intolerancia. Y los liberales por la anarquía, la disolución y el libertinaje. Pero estos
atributos no forman parte integral del pensamiento filosófico de ambas corrientes.
Sino que son producto de la inseguridad e ignorancia de quienes las promueven.
Por lo que estas apreciaciones son limitadas.
La realidad es que tanto el pensamiento como la praxis liberal y la
conservadora, forman parte de una misma idea. Que ambas corrientes no son solo
necesarias, sino indispensables para la persistencia de la sociedad. La acción
liberal busca el cambio, la innovación y el movimiento. Por otro lado la acción
conservadora apoya lo estático, lo reglamentado y lo permanente. Una sociedad
exitosa es aquella que se mueve con orientación y con velocidad regulada.
La hegemonía conservadora se inició en 1886 con el establecimiento de la
Regeneración y se extendió hasta 1930. Durante este periodo, los liberales fueron
excluidos gradualmente del gobierno y aparecieron en escena sectores sociales
como los obreros.
En los últimos treinta años el pensamiento neoconservador ha influido
decisivamente en la política interna y externa de Estados Unidos. Y por difusión en
el mundo entero. En América Latina no ha tenido seguidores teóricos importantes,
pero su influencia práctica ha sido casi hegemónica.
Desintegración de la Obra Bolivariana: El Congreso Antibolivariano fue el
organismo que enterró la inmortal obra libertadora de Simón Bolívar en 1830.
Naciendo con esto la Cuarta República en los momentos en que el libertador se
dirige a Santa Marta, donde muere tres meses después, envuelto en una serie de
intrigas y conspiraciones que también llevaron a la muerte al Gran Mariscal de
Ayacucho Antonio José de Sucre.
El líder de la conspiración contra Simón Bolívar fue José Antonio Páez. Una
conspiración que la historia registrará con el nombre de “La Cosiata”, como una
comunidad de conspiradores que traicionaron a Simón Bolívar a favor de los
imperios ansiosos por explotar las riquezas del país: El 25 de noviembre de 1829
en el convento de San Francisco de Caracas, una conspiración de traidores y
apátridas conspiró por la muerte de la Gran Colombia, por enterrar la Doctrina
Bolivariana, y desterrar a Simón Bolívar de su patria natal.
Durante los 10 años de dictadura de Páez, la Venezuela Bolivariana entra
en la desintegración, mediante el desarrollo de una crisis de valores morales, al
momento de que el gobierno pone en práctica todos los males que trató de
exterminar el Libertador: la corrupción, las cuotas políticas, la intervención
extranjera, los sindicatos, los privilegios para la oligarquía, entre otros actos
inmorales.
1.- HEGEMONÍA DEL PENSAMIENTO LIBERAL:
A mediados del siglo XIX, el desarrollo del constitucionalismo, la extensión
del sufragio, la tolerancia frente a actitudes políticas diferentes, la disminución de
la arbitrariedad gubernativa y las políticas que tendían a promover la felicidad
hicieron que el pensamiento liberal ganara poderosos defensores en todo el
mundo. En virtud de tos esto nace el liberalismo que era visto como el respeto a la
pluralidad cultural, su énfasis en la igualdad de todos los ciudadanos y por su
amplio sentido de sufragio.
Como así también el liberalismo, tiene su crisis respecto a la democracia y
al desarrollo económico, esto le sería importante para su desarrollo posterior.
Podemos ver como de cierta forma el liberalismo acepta algunos descuidos en el
modelo, podemos mencionar entre algunos demócratas al escritor y filosofo
Francés Jean-jaques Rousseau quien no era liberal, se oponía a la red de grupos
privados voluntaristas que muchos liberales consideran esenciales para el
movimiento.
Por otro lado. la mayor parte de los primeros liberales no eran demócratas,
ni Locke, ni Voltaire creyeron en el sufragio universal y la mayor parte de los
liberales del siglo XIX temían a la participación de las masas en la política, pues
opinaban que las clases desfavorecidas no estaban interesadas en los valores
fundamentales del liberalismo, es decir, que eran indiferentes a la libertad y
hostiles a la expresión del pluralismo social. Muchos liberales se encargaron de
preservar los valores individuales que se identificaban con una ordenación política
y social aristocrática.
En el siglo XIX, gran parte de los logros liberales fueron desvirtuados por
las poderosas y violentas corrientes de opinión antiliberal, ya no quiere oír del
liberalismo, el término liberal fue objeto de condena por dondequiera. Los pocos
liberales que quedaban en Gran Bretaña se clasificarían como socialistas
moderados. El poder público se hallaba en manos de fuerzas antiliberales. Los
programas de tales partidos desencadenaron, la primera guerra mundial.
El Federalismo: se puede definir como una sistema político que persigue
que una entidad política u organización esté formada por distintos organismos
(Estados, asociaciones, agrupaciones, sindicatos, etc.) que se asocian delegando
algunas libertades o poderes propios a otro organismo superior, a quien pertenece
la soberanía, (Estado federal o federación) y que conservan una cierta autonomía,
ya que algunas competencias les pertenecen exclusivamente.
El federalismo simétrico está basado en la igualdad de competencias para
cada entidad regional, es decir, cada territorio tendría los mismos poderes.
También dispone de un Estado en el que habría uno o varios territorios con más
atribuciones que el resto, este caso se da normalmente en países multiculturales
para reconocer las diferencias de una región con respecto a las demás.
En tal sentido, podemos decir que la esencia del federalismo está en la
creación y de instituciones y procesos que permitan alcanzar una unidad política
que acomode y aumente la diversidad durante la solución de los problemas de la
vida diaria, en los cuales la democracia, entendida como un gobierno del pueblo,
signifique "autogobierno".
El federalismo ofrece solución a los problemas de las divisiones étnicas,
religiosas, sociales; es una respuesta a las divisiones políticas y sociales en
ecologías humanas específicas que implica el reconocimiento de que los intereses
y valores en conflicto siempre están latentes, y que dicho conflicto es normal. El
objeto del federalismo de reconciliar unidad con diversidad puede ser idealista,
pero es una realidad inevitable: las naciones o estado como autoridades
"soberanas" y unitarias no pueden gobernar con eficiencia a las sociedades
complejas y diversas. Éstas requieren sistemas flexibles y dinámicos de gobierno.
Pensamiento Antioligárquico de Ezequiel Zamora: Fue un militar y
político venezolano, uno de los principales protagonistas de la Guerra Federal
(1859-1863), líder radical que propugnaba una extensa reforma agraria a favor de
los campesinos. Nació en Cúa, el 1 de febrero de 1817. Sus padres fueron
Alejandro Zamora y Paula Correa, modestos tenderos pertenecientes al estrato de
los "blancos de orilla" y forman parte de las categorías económicas socialmente
oprimidas. Por esta razón, en sus ideologías están libres de ideas despreciativas
hacía la población de color. Durante los primeros años de su niñez recibe la
rudimentaria instrucción que podía brindarle una zona rural todavía convulsionada
por las luchas independentistas. Su vida se caracterizó por estar teñida del espíritu
romántico de los personajes liberales de su tiempo. Se unió a la causa liberal en la
época de Antonio Leocadio Guzmán, fundador del partido liberal y adversario de la
oligarquía terrateniente dirigida por José Antonio Páez.
Ezequiel Zamora se estableció en Villa de Cura, Estado Aragua, donde
abrió una tienda de víveres, y pronto amplió el negocio con el comercio ganadero
y agrícola, en las poblaciones vecinas de los Estados Guárico y Apure. La lucha
por el poder dividió al grupo político dirigente del país, entre el oficialismo,
agrupado en torno al general José Antonio Páez, y el liberalismo de Antonio
Leocadio Guzmán, que fundó en 1840 el Partido Liberal y su vocero El
Venezolano, a través del cual difundía las ideas liberales. Zamora se convirtió en
dirigente regional del naciente partido, y en lector y difusor de la prensa de
oposición. La crisis imperante se agudizó a partir de 1843, por lo que los
alzamientos espontáneos de los campesinos llevarían a Zamora a asumir su
liderazgo.
En 1846 encabezó un levantamiento en la localidad de Gumba, bajo las
consignas de «tierra y hombres libres», respeto al campesino, eliminación de los
godos y justa distribución de la riqueza, siendo conocido como «General del
Pueblo Soberano». Al mando de un ejército campesino libró varios combates
victoriosos; capturado, fue condenado a muerte pero se salvo al fugarse de la
cárcel
El presidente José Tadeo Monagas le conmutó la pena, enviándolo al
ejército que combatía a los grupos progresistas alzados en armas; Zamora
demostró su valor y talento en las batallas de San Carlos, Cabimas, Quisiro y
Barinas. Se unió a la Guerra Federal iniciada en Coro en 1859 y dirigida por el
general Juan Crisóstomo Falcón. Su ascendencia militar sobre las tropas le
permitió desarrollar una campaña exitosa contra las fuerzas centralistas. Obtuvo
diversas victorias, y en San Felipe reorganizó la provincia como una entidad
federal con el nombre de Estado Yaracuy; continuó hasta Barinas, donde en 1859
recibió el título de Valiente Ciudadano. Triunfante en la decisiva batalla de Santa
Inés, Zamora se dirigió en 1859 hacia el centro del país.
Sus ideas eran acerca de la reivindicación del hombre del campo, la
colectivización de la propiedad de la tierra y la libertad igualitaria, concretadas hoy
en la ley de tierras, sus propuestas sobre el voto universal y la independencia del
poder electoral, hecho que en la Venezuela actual y en la del aquel entonces
causo reacción iracunda a la oligarquía venezolana.
El pensamiento zamorano lo encontramos representado entre otros en el
acta de la instauración de la federación en Barinas, celebrada el 22 de mayo de
1859 que plantea como los objetivos de la federación entre otros, la "elección
universal directa y secreta. Entre otros pensamientos de Zamora está el de
independizar absoluta del poder electoral, que ni antes de su ejercicio, ni después
de él, dependa de ninguno de los funcionarios de los demás ramos de la
administración. Derecho de los venezolanos a la asistencia pública en los casos
de invalidez o escasez general. Libertad civil y política individual; Consciente
primero en la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley; Y segundo, en la
facultad de hacer sin obstáculo, licencia o venia todo lo que la ley no haya
calificado de falta o delito."
Árbol De Las Tres Raíces: Las tres raíces personificadas por el maestro de
maestros Simón Rodríguez, nuestro libertador Simón Bolívar y el líder de la
equidad social Ezequiel Zamora vienen a nutrir un gran árbol llamado proyecto
simón bolívar que no es más que la educación en valores íntegros, socialista,
humanista, cooperativos para todos, en fin, un ser cuyo pensamiento esté más
cerca de Dios y alejado del egoísmo que genera el deseo por el dinero y lo
material.
Zamora supo interpretar el sentir del pueblo, en especial del pueblo
campesino, con el fue al encuentro de la muerte, por él persiguió a un enemigo
que por primera vez mordió el polvo de la derrota. Y Zamora es lucha contra el
latifundio, pero también es lucha de clases, es compromiso hasta el fin y es guerra
de guerrillas hasta más allá de la vida y de los tiempos. El 10 de enero de 1860
una bala le quita la vida camino a San Carlos, estado Cojedes.
Benito Juárez: Político mexicano nació el 21 de marzo en 1806. San Pablo
Guelatao, Ciudad de México. Hijo de Marcelino Juárez y Brígida García,
matrimonio indígena de humilde condición, Benito Juárez quedó huérfano siendo
niño y cursó sus primeros estudios en su pueblo natal. Tenía veinte años cuando
ingresó en el Instituto de Ciencias de Oaxaca, donde se licenció en derecho. Su
preocupación por la realidad social y en particular por la situación de los
campesinos lo llevó a expresar sus puntos de vista liberales y a participar
activamente en política. En 1831 Benito Juárez fue elegido regidor del
ayuntamiento de Oaxaca y al año siguiente, diputado al Congreso del Estado. La
energía con que defendió los intereses que representaba le valió en 1846 ser
diputado por Oaxaca ante el Congreso de la Unión. Un año más tarde fue
designado gobernador de su estado natal, cargo en el que permaneció hasta
1852.
Su oposición al tratado de Guadalupe-Hidalgo, por el que México perdió
vastas zonas de su territorio en favor de Estados Unidos, encontró cauce en las
filas liberales y en la defensa de un proyecto federalista. Sin embargo, los
conservadores tomaron el poder en 1853, acaudillados por el general Santa Anna,
y Juárez se vio obligado a exiliarse en Cuba.
Al cabo de dos años regresó y se adhirió al plan de Ayutla, entre cuyos
firmantes figuraban los generales Villarreal, Comonfort y Álvarez. Al triunfar el
pronunciamiento fue designado consejero de Estado y, bajo la presidencia de
Ignacio Comonfort, ministro de Justicia. Como tal promulgó una serie de leyes que
restablecían las libertades de enseñanza, imprenta y trabajo y anulaban las
prerrogativas del clero y el ejército.
Sus disposiciones legislativas, que inspiraron la Constitución de 1857, de
corte liberal, motivaron la reacción de los conservadores, quienes se pronunciaron
al año siguiente en el plan de Tacuba ya. Comonfort pactó con ellos, dio un golpe
de Estado y encarceló a Juárez, lo cual fue el detonante de la guerra de Reforma.
Como presidente de la Corte Suprema de Justicia, Juárez, que había conseguido
huir, se convirtió en el presidente legítimo, de acuerdo con la Constitución, y
estableció el gobierno en Veracruz Desde allí expidió las leyes de Reforma y
proclamó una Constitución más radical que la anterior. Con la ayuda de Estados
Unidos los liberales derrotaron finalmente a los conservadores en 1860. Sin
embargo, las graves dificultades económicas por las que pasaba el país lo
obligaron a suspender el pago de la deuda externa. La medida motivó la
intervención del Reino Unido, España y Francia en 1861. Las promesas de Juárez
determinaron la retirada de las dos primeras potencias, pero Francia, en
connivencia con los conservadores, invadió México en 1863.
Ante la instauración del Imperio de Maximiliano, al año siguiente Benito
Juárez se retiró a Paso del Norte y desde allí organizó la resistencia. Después de
tres años de guerra entró en la capital y ordenó fusilar a Maximiliano I en
Querétaro. Con el país empobrecido y desunido, fue reelegido por séptima vez en
agosto de 1867, restauró la República federal y, al tiempo que daba vigencia a las
leyes de Reforma, adoptó una serie de medidas para fortalecer la autoridad
presidencial.
Este hecho y el temor a que buscara perpetuarse en el cargo, motivaron la
reacción dentro de su propio partido. A pesar de las dificultades económicas, de la
hostilidad del Congreso y de numerosos pronunciamientos, en 1872 Juárez fue
nuevamente reelegido. Lerdo de Tejada, quien había fundado el Partido Lerdista,
se alió a Porfirio Díaz y juntos se alzaron contra Juárez, revuelta que pudo ser
sofocada.
Hombre de gran carácter, supo poner al servicio del país, su liderazgo
basado en sus valores personales, entre los que destacan principalmente: La
humildad como principio de su proceder. El respeto a los demás, como ideal
fundamental de su vida, Su patriotismo que lo condujo a ser Presidente de la
República en varias ocasiones. Su carácter firme para que sus decisiones sean
respetadas. Su lealtad, demostrada en su búsqueda porque se respete la
soberanía de nuestro país. Juárez siempre lucho por la igualdad, la libertad, la
legalidad y la democracia, siempre ante situaciones adversas y casi siempre con
inferioridad de fuerzas, pero aun cuando era derrotado, sabía como animar a sus
hombres exclamando frases como: "El pensamiento está sobre el dominio de los
cañones".
Tras su muerte, el 18 de julio de 1872 a causa de un ataque cardíaco, el
Congreso lo declaró Benemérito de la Patria y de las Américas.
Emiliano Zapata: Nació el 8 de agosto de 1879 en San Miguel
Anenecuilco, México, Revolucionario agrarista mexicano. Hijo de una humilde
familia campesina, Emiliano Zapata trabajó como peón y aparcero y recibió una
pobre instrucción escolar. Tenía veintitrés años cuando apoyó a la Junta de
Cuautla en sus reivindicaciones por los ejidos de Morelos, su estado natal. La
persecución desatada contra la Junta por el régimen porfirista lo llevó a
Cuernavaca y luego a México como caballerizo del ejército. De regreso en
Morelos, Emiliano Zapata retomó la defensa de las tierras comunales y, en 1909,
fue designado jefe de la Junta de Ayala. Al frente de un pequeño grupo armado,
ocupó las tierras del Hospital y las distribuyó entre los campesinos.
Mientras el gobernador de Morelos, representante de los intereses de los
terratenientes, enviaba fuerzas contra él, Genovevo de la O se sublevó en
Cuernavaca. En el curso de los dos años siguientes, otros campesinos se
levantaron en armas, entre ellos Tepepa, Merino y el maderista Torres Burgos,
con quienes se alió Zapata. En marzo de 1911 se adhirió al plan de San Luis
Potosí proclamado por Madero y, a la muerte de Torres Burgos, fue designado
“Jefe Supremo del Movimiento Revolucionario del Sur”.
Tras la caída de la dictadura de Porfirio Díaz, pronto aparecieron las
discrepancias entre Zapata, quien reclamaba el inmediato reparto de las tierras de
las haciendas entre los campesinos, y Madero, que por su parte exigía el desarme
de las guerrillas. Por fin, Zapata aceptó el licenciamiento y desarme de sus tropas,
con la esperanza de que la elección de Madero como presidente abriera las
puertas a la reforma.
Elegido éste en 1911, y ante el fracaso de nuevas conversaciones, Zapata
elaboró en noviembre del mismo año el plan de Ayala, en el que declaraba a
Madero incapaz de cumplir los objetivos de la revolución y anunciaba la
expropiación de un tercio de las tierras de los terratenientes a cambio de una
compensación, si se aceptaba, y por la fuerza en caso contrario. Los que se
adhirieron al plan, que eligieron jefe de la revolución a Pascual Orozco,
enarbolaron la bandera de la reforma agraria como prioridad y solicitaron la
renuncia del presidente.
Las fuerzas gubernamentales obligaron a Zapata a retirarse a Guerrero,
pero el asesinato de Madero en febrero de 1913 por orden de Huerta cambió la
situación. Zapata rechazó la oferta de Huerta de unirse a sus fuerzas y apoyó a los
constitucionalistas de Carranza contra los huertitas. Nombrado jefe de la
revolución en detrimento de Orozco, que había sido declarado traidor, consiguió
derrotar a Huerta en el año 1913.
En la convención de Aguascalientes de octubre de 1914 se concretó la
alianza de Zapata y Pancho Villa, representantes del revolucionar ismo agrario,
contra Carranza, de tendencia moderada. Si bien ambos entraron poco después
en la capital, su incapacidad política para dominar el aparato del Estado y las
diferencias que surgieron entre los dos caudillos, a pesar de que Villa había
aceptado el plan de Ayala, alentaron la reacción carrancista.
Perseguido por Pablo González, Zapata se hizo fuerte en Morelos, mientras
que Villa era derrotado en el norte. El aporte de algunos intelectuales como Díaz
Soto y Gama y Pérez Taylor dio solidez ideológica al movimiento agrarista y ello
permitió a los zapatistas organizar administrativamente el espacio que
controlaban. En este sentido, el gobierno de Zapata creó comisiones agrarias,
estableció la primera entidad de crédito agrario en México e intentó convertir la
industria del azúcar de Morelos en una cooperativa. William Gates, enviado de
Estados Unidos, destacó el orden de la zona controlada por Zapata frente al caos
de la zona ocupada por los carrancistas.
El pensamiento político de Emiliano Zapata en todo momento estuvo
encaminado a la devolución e igualitaria repartición de tierras; estaba en contra del
hacendado, el terrateniente y el minero por explotar la tierra, al obrero, al indio y al
peón; no reconocía al gobierno ni a los tribunales, por violar las leyes naturales y
las atribuciones humanas. Dicha postura revela el profundo espíritu agrarista del
caudillo, quien exigió tierra y libertad para los mexicanos y lanzo la sentencia que
continua vigente aun hoy: “la tierra es de quien la trabaja”.
Sin embargo, la guerra proseguía; en 1917, las tropas de Carranza
derrotaron de nuevo a Villa en el norte. Ante la amenaza que Zapata suponía para
el gobierno federal, el coronel Jesús Guajardo, que dirigía las operaciones
gubernamentales contra él, lo traicionó y asesinó el 10 de abril de 1919 al líder
agrarista tras atraerlo a un encuentro secreto en la hacienda de Chinameca, en
Morelos.
Pancho Villa: Revolucionario mexicano. Nació el 5 de junio de 1878 en San
Juan del Río Durango. Campesino pobre, huérfano y con escasa formación,
cuando estalló la Revolución de 1910 llevaba varios años fugitivo en las montañas
por haber asesinado a uno de los propietarios de la hacienda donde trabajaba.
Enseguida Pancho Villa se unió a Madero en su lucha contra la dictadura de
Porfirio Díaz, y demostró una habilidad innata para la guerra. Aprovechando su
conocimiento del terreno y de los campesinos, formó su propio ejército en el norte
de México, con el cual contribuyó al triunfo del movimiento revolucionario.
En 1912 fue encarcelado, al sospechar el general Victoriano Huerta que
estaba implicado en la rebelión de Orozco en defensa de las aspiraciones sociales
del campesinado, que Madero había postergado. Consiguió escapar a los Estados
Unidos y, tras el asesinato de Madero, regresó a México y formó un nuevo ejército
revolucionario, la División del Norte en el año 1913.
Con ella apoyó la lucha de Venustiano Carranza y Emiliano Zapata contra
Huerta, que se había erigido en dictador. Juntos le derrocaron en 1914; pero
después de la victoria de esta segunda revolución, Villa y Zapata se sintieron
defraudados por Carranza, y volvieron a tomar las armas, ahora contra él. Esta
vez la suerte militar no estuvo de su parte: Álvaro Obregón derrotó a los villistas y
Carranza se consolidó en el poder, logrando el reconocimiento oficial de su
gobierno por los Estados Unidos.
En un intento de mostrar que Carranza no controlaba el país y de
enemistarle con el presidente norteamericano, Wilson, Pancho Villa atacó con sus
tropas el territorio estadounidense de Nuevo México y asesinó a 16 ciudadanos de
aquel país en 1916. Wilson envió un ejército bajo el mando del general Pershing al
norte de México para acabar con Pancho Villa; pero el conocimiento del terreno y
la cobertura que le daba la población campesina le permitieron sostenerse durante
cuatro años, a medio camino entre la guerrilla y el bandolerismo.
Al caer Carranza en 1920, el nuevo presidente Adolfo de la Huerta le ofreció
una amnistía y un rancho en Chihuahua, a cambio de cesar sus actividades y
retirarse de la política. Villa aceptó, pero murió tres años después, asesinado en
una emboscada en Hidalgo del Parral (Chihuahua) el 20 de julio de 1923, durante
la presidencia de Obregón. Durante la revolución fue conocido como "El Centauro
del Norte".
CONCLUSIÓN
Al finalizar este trabajo podemos tomar como conclusión que la hegemonía
oligárquica, fue una etapa de cambios, enfrentamientos y oposición, dejando como
aprendizaje un nuevo pensamiento conservador que influyó de manera radical en
la política de nuestro país y de América, generando influencia con respecto a los
nuevos modelos de gobierno, dentro de los cuales ofrecen la satisfacción de las
necesidades.
Por otro lado, el pensamiento liberal hace referencia a la defensa de la
libertad personal e individual, partiendo de esta idea el progreso de las
sociedades, mediante el cambio de las viejas estructuras políticas y dando paso a
las ideas de participación de las sociedades como parte de ese proceso
transformador.
De esta manera, surgen los pensamientos de Ezequiel Zamora colocando
como base fundamental la lucha contra el hambre, la miseria y las enfermedades
endémicas. Este hecho fue visto de forma amenazante hacia los políticos y
gobernantes corruptos de nuestro país, por tal razón la independencia no trajo
progreso económico ni socia.
Por su parte, los pensamientos Benito Juárez, Emiliano Zapata, Pancho
Villa, en la lucha independentista defendió las leyes de reforma para modernizar al
Estado y sentar las bases de la democracia para convertir a México en un país
verdaderamente grande y justo. También es importante señalar que con las ideas
políticas de Benito Juárez, sus colaboradores y su partido político liberal, se logro
la disolución de la hegemonía ideológica católica, la derrota de la casta militar
conservadora, pro monárquica y clerical, dándole a los mexicanos libertad para
desarrollar su pensamiento filosófico y científico, con nuevas ideas y alternativas,
que tienden a consolidar a México.
BIBLIOGRAFÍA
DÍAZ, Alberto. Sobre el federalismo mexicano: los debates actuales,
México, (1996).
SABINO, Carlos. Fundamentos del Liberalismo, Apuntes para una
discusión. Monografía No. 39 de Cedice, Caracas, 1991.
BREWER, Allan. El Federalismo en la Historia Política Venezolana,
Universidad de Los Andes. Revista Virtual Provincia, 2010.
www.wikipedia.org.
www.monografías.com.
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