UN DIA SIN PETRÓLEO
Eva López – 2º ESO – curso 2011-12
IES Pedro de Luna – Zaragoza-
Hola, me llamo Sara. Os voy a contar una cosa que me pasó cuando tenía 14 años. La historia
empieza así…
Piiiiiiii-Piiiiiiii-Piiiiiiii (sonaba el despertador a todo volumen). Ese sonido quería decir que el
momento de estar tan a gustito tumbada en la cama sin hacer nada había llegado a su fin.
Cuando me levanté de la cama noté algo distinto en el ambiente, no olía igual, se podía distinguir
el olor del césped recién cortado en el jardín del vecino, las tostadas de mamá recién hechas,
las flores que se acababan de abrir en el campo. No podía entender cómo es que oliera así si
nosotros vivíamos cerca de una planta petrolífera. Pero cuando me asomé a la ventana entendí
todo. La petrolífera había desaparecido. Las fábricas que se solían ver al final del camino, se
habían convertido en preciosos campos verdes con unas flores enormes, estaba todo verde, lleno
de animales correteando por los sitios. Cada casa tenía en el tejado una placa solar para la
electricidad y un pequeño molinito como los que tenían en los pueblos la gente que trabajaba la
harina y la cebada.
Asombrada por todo, bajé corriendo a la cocina y me fijé que en toda la casa no había nada que
estuviera hecho con plástico. Cada minuto que pasaba me quedaba más impresionada. Mire el
reloj y me dí cuenta que iba a llegar tarde al instituto. Subí corriendo a mi habitación y más
rápidamente aún me vestí, arreglé, peiné y cuando había hecho todo eso, volví a la cocina,
preparé un sándwich en cinco minutos y bebí un vaso de zumo. Cuando salí a la calle y le pedí a
mi madre que me llevara al instituto en coche, me quedé asombrada.
Lo que antes era mí garaje se había convertido en un precioso huerto en el que había plantadas
un montón de hortalizas. Y no teníamos coche. Así que fui a mi madre y le pregunte como iba a
ir al instituto sin coche así que me trajo la bicicleta y me explicó que ahora los coches ya no
existían que cuando se acabó el petróleo los coches se fundieron y se usaron para construir
parques eólicos que eran más ecológicos. Me monté en la bici y cerré los ojos para dejarme
llevar…
De repente me desperté y resulto que todo lo ocurrido no había sido otra cosa más, que un
sueño.