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Mara Esther Morales Fajardo
En este artculo se analiza el primer regionalismo en Amrica Latina, es decir, los primeros acuerdos de integracin econmica regional que se
originaron en la dcada de los aos sesenta, rerindose, particularmente, a los mecanismos de integracin ALALC-ALADI, MCCA y PA. Para llevara cabo el anlisis, en primera instancia, se hace una reexin terica sobre lo que implican la regionalizacin y sus proyectos polticos, esto es, el
regionalismo. En seguida, se exponen tanto las circunstancias internacionales como las polticas econmicas que sirvieron de marco para el desa-
rrollo de estos mecanismos de integracin regional en Amrica Latina.
Palabras clave: Integracin regional, Amrica Latina, regionalismo, regionalizacin, integracin econmica.
A Revision of Regionalization and Regionalism: The First Processes of Regional Integration in Latin America
This article analyses the rst regionalism in Latin America, understood as the rst regional economic integration agreements which appeared in
the sixties, particularly the mechanisms of integration ALALC-ALADI, MCCA and PA. For such purpose, rstly the author presents a theoretical re-
ection about the regionalization and its political projects, in other words, the regionalism. Then, the international circumstances and the economic
policies that served for developing these mechanisms of regional integration in Latin America are depicted.
Key Words: regional integration, Latin America, regionalism, regionalization, economic integration.
Fecha de recepcin: 15/01/07 Fecha de aceptacin: 03/08/07
Un repaso a la regionalizacin y el regionalismo: Los primeros procesosde integracin regional en Amrica Latina
Mara Esther Morales Fajardo*
INTRODUCCIN
A nales de los aos ochenta, surgi una gran cantidad
de estudios que colocaron su nfasis en los procesos de in-
tegracin regional. Desde la Comisin para Amrica Latina yel Caribe (CEPAL) tambin se otorg un importante impulso a
estos procesos econmicos, principalmente a partir del deno-
minado regionalismo abierto, como una estrategia que colo-
caba la atencin en los procesos de liberalizacin econmica
de los pases de la regin para insertarse en el marco de la
globalizacin. Sin embargo, estos actuales mecanismos de in-
tegracin regional no pueden ser entendidos si no se explo-
ran los antecedentes de los primeros procesos de integracin
que se planearon desde la posguerra hasta los aos sesenta. Si
bien la teora econmica es imprescindible para abordar estas
temticas, tambin resulta necesaria la exploracin del con-
texto mundial, as como las polticas de desarrollo econmico,implementadas por los respectivos pases latinoamericanos;
todos estos factores se conjuntaron para dar origen a los na-
cientes bloques regionales.
* El Colegio Mexiquense, A.C. [email protected]
Deseo agradecer a los dictaminadores, por sus comentarios, y tambin a los doctores Jos Flores, Ada Lerman y Federico Novelo.
Este trabajo tiene el objetivo de articular los hechos in-
ternacionales con las problemticas derivadas de las estrate-
gias y polticas de desarrollo econmico que conuyeron en lacreacin de los primeros procesos de integracin econmica
regional en Amrica Latina, los cuales, en su momento, re-
presentaron como lo sucedido con los nuevos acuerdos de
los aos noventa- una salida ante la una crisis derivada del
agotamiento del modelo econmico (sustitutivo de importa-
ciones) y un entrelazamiento de las economas regionales. Es-
tos primeros procesos de integracin, si bien conjuntaron a las
economas de la regin, tambin provocaron una separacin
entre los mercados internos latinoamericanos y los mercados
internacionales. Asimismo, es importante que, dentro de la
disciplina de las Relaciones Internacionales, se aborde el an-
lisis terico de conceptos clave para entender estos mecanis-mos de integracin regionales y no nicamente desde la teora
econmica pura. Para lograr esta articulacin entre los sucesos
regionales (expresados a travs de las polticas de sustitucin
ISSN: 1870-3569
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Artculos
Un repaso a la regionalizacin y el regionalismo
de importaciones), los acontecimientos internacionales y los
argumentos tericos que explican la relacin entre regionali-
zacin y regionalismo, es conveniente entender, como punto
de partida, la globalizacin como un fenmeno histrico, con-
formado por un entramado de procesos que alteran o trans-
forman la organizacin espacial de las relaciones (y transac-
ciones) socioeconmicas.
La primera parte del artculo despliega la reexin teri-
ca centrada en torno a la regionalizacin y su articulacin o
contraposicin con respecto a la globalizacin. As mismo, el
anlisis del regionalismo, el cual se entiende como el proyecto
poltico de la regionalizacin. En seguida, se analizan los con-
textos mundiales y regionales que acompaaron al surgimien-
to de los diversos bloques regionales en Amrica Latina. Y por
ltimo, se describen los principales acuerdos de integracin
econmica regional, desde los aos sesenta.
REGIONALIZACIN
El estudio de la regionalizacin est inscrito dentro de la
turbulencia del sistema mundial1y es posible identicar dos
posturas en torno a ella: como componente y proceso comple-
mentario a la dinmica global, o como una tendencia contraria
a la globalizacin.
Para el anlisis de la regionalizacin, la primera de las di-
cultades se presenta desde la denicin del mismo trmino de
regin, por ser ste un concepto multivalente y, por ende, car-
gado de exibilidad conceptual. La imprecisin metodolgica
ha llevado, en muchas ocasiones, a que las regiones terminen
acoplndose a aquello que ms conviene al investigador, de
acuerdo con lo que ste se encuentra estudiando (Van Young,
1991)2. Sin embargo, ms all de los desacuerdos metodo-
lgicos, lo que interesa en el anlisis social son los procesos
(econmicos, polticos y sociales) que suceden en un espacio y
no ste ltimo como prioridad investigativa. Si bien sera vlido
asumir que las regiones son comunidades imaginadas cuyas
identidades se ven articialmente construidas y promovidas
para un conjunto especco de nes polticos (Hurrell, 1996:
212), la regionalizacin como proceso que es el que se encar-
ga de articular estas regiones encaminadas hacia un objetivo
determinado- es vista, por algunos, como un contrapeso a la
globalizacin econmica -en cuanto es considerada como una
reaccin a la poco armoniosas, a-democrticas e inexorables
reglas econmicas de la dinmica global- que motiva la crea-
cin de bloques regionales que se oponen a la armonizacinde los intereses neoliberales para favorecer los esquemas y
lealtades nacionales (o regionales)3. El proceso tambin puede
ser visto como la negociacin de una cultura o ideologa nica
y como la promocin de formas alternativas o plurales de las
organizaciones sociales y polticas (Kacowicz, 1998: 7).
Por otro lado, si se observa la regionalizacin como un pro-
ceso complementario de la globalizacin4, su estudio apuntara
hacia patrones histricos, donde las regiones tendran que ser
consideradas como los ejes conductores de la organizacin y
regulacin de aspectos econmicos y polticos. Al igual que en
el anlisis de la globalizacin, los Estados-nacin tendran queadaptarse a una dinmica diferente y requeriran la refunciona-
lizacin en un cuerpo de mayores dimensiones y con necesida-
des funcionales de mayor complejidad (Pipitone, 1996: 127).
Autores como Hettne (1997), Mittelman (1996) y Pipitone
(1996) indican que una de las ventajas del anlisis de la re-
gionalizacin es su contribucin en cuanto a la conformacin
de la estructura mundial y, segn los dos primeros autores,
tambin existira un referente multidimensional que empatara
con el anlisis de la globalizacin.
Para Hettne (1997: 229-230), la regionalizacin tendera
hacia un incremento en las anidades y homogeneidad paulatina
en los aspectos culturales, de seguridad, de polticas econmicas
y rgimen poltico. De acuerdo con Pipitone (1996), dentro del
proceso de regionalizacin tendra mayor peso la vertiente eco-
nmica y existiran tres factores que propiciaran este proceso:
a) La incapacidad de mantener un sistema unipolar. Es de-
cir, la aparicin de una sociedad riesgo como lo deno-
1 En este trabajo se est de acuerdo con la posicin terica de Rosenau (1990) con respecto a la turbulencia global, la cual esquematiza el sistema mundial concaractersticas tales como una mayor interdependencia donde el trabajo es ms especializado, el incremento en el nmero de actores colectivos (o sujetos noidenticados con la soberana estatal, tales como las asociaciones, empresas transnacionales, ONG, etc.), la presencia de tendencias de centralizacin y de-scentralizacin que alteran la identidad y el nmero de actores en la escena mundial, as como la existencia de transformaciones en las relaciones de autoridadentre los actores y las nuevas dinmicas que estos actores acuerdan para conseguir sus objetivos.
2 Esta imprecisin metodolgica, es quizs, ms acentuada dentro de la historia, particularmente en la llamada historia regional. El mismo Van Young (1991:99) ha sido presa de esta indenicin al sealar, a travs de una metfora, que las regiones son como el amor difciles de describir, pero las reconocemoscuando las vemos.
3 Es decir, la creacin de bloques econmicos regionales se encontrara en oposicin a la creacin de un multilateralismo econmico. En este trabajo se en-tiende al multilateralismo como una forma institucional que coordina las relaciones entre tres o ms estados sobre la base de principios generalizados deconducta: esto es, principios, los cuales especican una conducta apropiada para una clase de acciones, sin tomar en consideracin los intereses particularesde las partes o las exigencias estratgicas que puedan existir en cualquier situacin especca (Ruggie, 1993: 11).
4 En la visin del BID (2002: 28), la regionalizacin y la globalizacin son fuerzas complementarias que estn impulsadas por factores similares (como losavances tecnolgicos, en las comunicaciones y en el transporte). Particularmente, en el plano econmico, despus de la Segunda Posguerra, las polticas de
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minan los autores de la globalizacin identicados como
transformacionalistas5- o el surgimiento de un nuevo re-
gionalismo en una situacin ms multipolarizada (Hettne,
1997: 228, 237)
b) El surgimiento de nuevos actores nacionales con una es-
tructura tal que agrieta estructuras y circuitos productivos,
nancieros y comerciales.
c) La agudizacin de problemas a escala planetaria que so-
brepasan las capacidades de los Estados.
De ah que, en este anlisis, la regionalizacin se visualiza
como un proceso complementario, o al menos paralelo, al pro-
ceso de globalizacin y que posee una contraparte expresada
a travs de un proyecto poltico denominado regionalismo o
integracin regional, la cual surge como una posibilidad de
hacer frente a los problemas globales y tambin posibilita un
mayor nivel de coordinacin y formulacin de objetivos comu-
nes entre grandes reas (Pipitone, 1996: 105).
REGIONALISMO
Como se mencion, el regionalismo o los procesos de in-
tegracin regional se entienden como el proyecto poltico de
la regionalizacin, los proyectos polticos que surgen de la
interaccin entre actores gubernamentales estatales y acto-
res no gubernamentales estatales y transnacionales (Lerman,
2002: 13) o como una nueva forma de organizacin econmica
o poltica (Mittelman, 1996: 193) que posee caractersticas que
permitiran entender si determinado proyecto de integracin
regional fue concebido como herramienta de incorporacin a
la globalizacin o como contrapeso y proteccin hacia ella.
Esta doble concepcin puede ser analizada bajo el esque-
ma sugerido por Hettne (1997: 227-229), el cual permite de-
nir la capacidad de los actores de acuerdo con su poder de
regionalidad (regionness). Esta capacidad de regionalidad es-
tara dada por cinco niveles:
a) La regin circunscrita como unidad geogrca o ecol-
gica y por barreras naturales.
b) El sistema o los sistemas sociales que conforman la re-
gin y que implican las relaciones translocales en los m-
bitos social, poltico, cultural y econmico.
c) La regin denida por la membresa de la organizacinregional, lo cual implica la creacin de un marco de coope-
racin o la unidimensionalidad que es la primera etapa de
la cooperacin regional y que avanza paulatinamente hacia
otras reas de cooperacin6.
d) La sociedad civil regional, la cual toma forma cuando el
marco organizacional promueve la comunicacin y la con-
vergencia de valores dentro de la regin.
e) La actuacin de la regin como sujeto con su propia
identidad, capacidad, legitimidad y aparatos para hacer
polticas propias (Mittelman, 1996: 192). Esta fase implicaun nivel de regionalidad complejo y avanzado.
El Nuevo Regionalismocomo lo denomina Mittelman- sur-
ge en los aos noventa y representa la concentracin del poder
poltico y econmico que compiten en la economa global con
mltiples ujos interregionales e intrarregionales. Mittelman
(1996: 208) tambin enfatiza que los nuevos regionalismos
poseen caractersticas trascendentes, tales como la cercana
cooperacin poltica, al inicio de los proyectos; la equidad y el
balance en las relaciones entre los miembros y el incremento
comercial, basado en la planeacin industrial regional. El Estado
debe funcionar como agente activo y sus tareas principales son
la racionalizacin de la produccin, la construccin de infraes-
tructura y la promocin de intercambios. Las posibilidades y li-
mitaciones de este regionalismo descansan en la fortaleza de
sus vnculos con la sociedad civil. Asimismo, dentro de esta
nueva concepcin de integracin regional, se considera a los
Estados como un actor importante y las relaciones a nivel de
macro-regiones, sub-regiones y micro-regiones se articulan
en las tendencias de la globalizacin7. No obstante, aunque
liberalizacin y desregulacin del comercio y las nanzas mundiales, implementadas por el GATT, dieron impulso a las actividades econmicas comerciales.Estas acciones, encaminadas a crear un acuerdo multilateral de libre comercio, han fomentado la suscripcin de acuerdos bilaterales y de integracin regionalque, para el BID, han sido instrumentos que permiten a los pases atemperar los impactos de la globalizacin.5 Para un anlisis sobre la globalizacin y el trmino transformacionalista, vase Held y McGrew (2003).
6 Este mismo argumento tambin lo exponen el BID y Sheila Page. El BID (2002: 3) menciona que la integracin avanza desde un acuerdo comercial en el cualse contemplan ciertos temas econmicos y se avanza paulatinamente hacia otras reas y polticas no econmicas. Por su parte, Page (2000) tambin mencionaque existen factores no slo econmicos y comerciales que fomentan la integracin, aunque el elemento econmico-comercial suele ser el pretexto para laintegracin.
7 Las Macro-regiones se encargan de coordinar los ujos de capital con la unidad espacial y permiten el acceso al proceso global. Las sub-regiones conjuntanfactores ms que distancias geogrcas, trascienden las fronteras polticas, pero pueden no envolver a toda la economa nacional en su conjunto (un ejemploes la Zona Econmica del Sur de China que integra a Hong Kong, Macau, Taiwn, el sur de las provincias de Guangdon y Fujian). Y las Micro-regiones, que sondistritos industriales que forman mosaicos interdependientes econmicas y fuerzas tecnolgicas que forman redes transnacionales, pueden estar dentro de unEstado (como por ejemplo Catalua o Qubec) (Mittelman, 1996).
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con la institucionalizacin del Sistema de Naciones Unidas,
el nacionalismo se moder y se pas a nuevas formas de co-
operacin entre los Estados, ya que la reestructuracin del
sistema mundial, emergida despus de la Segunda Guerra,
permiti que los pases latinoamericanos dejaran a un lado
la percepcin de la amenaza a su soberana (2004: 281-282,
290). Esta tendencia de cooperacin con otros Estados tam-
bin se vio reejada en las relaciones interamericanas, dondelos Estados Unidos, para garantizar su seguridad hemisfri-
ca, realizaron alianzas con los gobiernos latinoamericanos.
La poltica de buena voluntad de Roosevelt se conjunt con
una poltica de ayuda cultural y militar a Amrica Latina 9; de
igual forma, el nacionalismo latinoamericano y el liberalismo
estadounidense se compatibilizaron para dar forma a un rea
panamericana10. En este sentido, la institucionalizacin del
proyecto regional poltico ms contundente es la creacin de
la Organizacin de Estados Americanos (OEA) la cual, a pesar
de su conformacin, no logr diluir del todo las tensiones
entre la potencia y los pases latinoamericanos, quienes, ms
que estar interesados en la seguridad hemisfrica, pretendanimpulsar el crecimiento econmico.
Esta atencin, enfocada en la economa, llev a los go-
biernos de la regin a proponer formas de desarrollo hacia
adentro, las cuales privilegiaron, adems del crecimiento eco-
nmico, el incremento en los niveles de industrializacin de
los pases, la activa participacin del Estado en la economa
y la creacin de mecanismos de proteccin de los mercados
internos (Estay, 1997: 106). El modelo de Industrializacin por
Sustitucin de Importaciones (ISI), implantado entre los aos
treinta y setenta del siglo XX en los pases latinoamericanos
(como en Argentina, Brasil y Mxico), se caracteriz por la des-
vinculacin entre la denicin de las polticas pblicas y eco-
nmicas nacionales con respecto al resto del mundo. Despus
de la crisis de 1929, los pases de la regin sufrieron, a causa
del deterioro en los trminos de intercambio que provocaron
una disminucin en sus exportaciones, el incremento en los
intereses de la deuda externa, el escepticismo en el sector pri-
vado y la desconanza en la intervencin estatal para lograr
el crecimiento econmico (BID, 2002). El Estado comenz a
intervenir en las economas nacionales como una medida de
estabilizacin temporal que termin siendo de largo plazo y al
servicio de los grupos vinculados con los mismos gobiernos y
no para el bienestar nacional (Carmagnani, 2004). Esta inter-
vencin estatal se conjug con las ideologas nacionalistas im-
perantes, durante la dcada de los aos cuarenta, por lo que,
para hacer frente a la crisis internacional y de posguerra, eranecesario implementar medidas tales como el proteccionismo
comercial y el apoyo al mercado interno, particularmente, al
sector industrial, de infraestructuras y de servicios.
Es cierto que, de 1950 a 1973, el modelo de la ISI gener
ventajas a los pases latinoamericanos11. Los ms importan-
tes son: el registro de 5.38% de la tasa promedio de cre-
cimiento econmico, en la regin en su conjunto (Madison,
en Urquidi, 2005: 141); un 6.8% de tasa de crecimiento de
las exportaciones12y el incremento de la participacin de las
manufacturas en las exportaciones; de 3%, en 1950, a 9.9%,
en 1970, y 14.4%, en 1973 (Con datos de la CEPAL, en Urqui-di, 2005: 141). Tambin existieron graves problemas13que
el modelo econmico no pudo resolver y que, inclusive, dio
origen a fallas estructurales que propiciaron un cambio en
las polticas econmicas para los aos ochenta. Sin embar-
go, tales medidas fueron adoptadas con mayor nfasis entre
1950 y 1970, debido a la necesidad de aliviar las presiones
sociales derivadas del crecimiento demogrco en la regin14
y para permitir la participacin en el bienestar nacional de los
sectores medios y populares.
Si la base del modelo de la ISI fue el crecimiento industrial,
ste no logr ser el motor, debido al tipo de polticas que el
Estado implement; ms bien, se gener un crecimiento eco-
nmico desquilibrado e incompetente tanto para absorber
la demanda interna como para competir internacionalmente
(Carmagnani, 2004: 320-321). Aunque la industrializacin
tuvo por objetivo lograr el crecimiento econmico a partir
de las necesidades del mercado interno, nunca tuvo una po-
ltica que delineara los requerimientos demogrcos (como
9 Recurdese la rma del Tratado Interamericano de Asistencia Recproca de 1947 y los diversos programas de asistencia militar aprobados en por el Con-greso estadounidense a principios de los aos cincuenta.
10 Por rea panamericana se entiende la conformacin del proyecto poltico de la OEA, en la cual participaron 21 pases latinoamericanos ms los EstadosUnidos. Los pases signatarios de la carta fueron: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Guate-mala, Hait, Honduras, Mxico, Nicaragua, Panam, Paraguay, Per, Repblica Dominicana, Uruguay y Venezuela.
11 Urquidi (2005) seala que los pases de la regin consiguieron cierto grado de industrializacin que de otra forma no hubieran podido conseguir, comolos cambios industriales en muchos sectores tradicionales que se beneciaron de la nueva tecnologa; los cambios en la estructura de produccin y empleo;el desarrollo de grupos y escuelas empresariales; la creacin de la banca de desarrollo en pases como Chile, Brasil, Mxico y Venezuela que dio origen alnanciamiento a mediano y largo plazo para diversas industrias (paraestatales, pequeas industrias, industrias tursticas, etc.) y como intermediarios paraobtener crditos del extranjero.
12 Se registraron picos de crecimiento para los casos de Mxico con 9.9%, Chile 7.4% y Brasil 7.2% (Urquidi, 2005: 141).
13 Estos problemas estuvieron ligados con las estrategias de desarrollo de la regin, las cuales no colocaron la atencin suciente en la productividad, laexpansin del sector agrcola, el aumento del tamao del mercado interno debido al incremento demogrco, ni la mejora en los ingresos relativos de lostrabajadores rurales, por citar algunas de las problemticas suscitadas (Urquidi, 2005).
14 Entre 1950 y 1970 el incremento de la poblacin activa fue de 50.5 a 86.1 millones; y la tasa media anual fue de 2.6% entre 1950 y 1973 (Carmagnani,2004: 324; Madison en Urquidi, 2005: 140).
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Artculos
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el crecimiento de la fuerza de trabajo, el mejoramiento en el
bienestar de las zonas rurales, los asentamientos irregulares
en las ciudades, el problema de la vivienda y la aparicin
de sectores informales; muchos de estos problemas deriva-
dos de la migracin del campo a las ciudades) ni tampoco
un programa de industrializacin coherente con la realidad
nacional e internacional. Por el lado nacional, la produccin
industrial fue incapaz de cubrir la demanda interna15
y nose llev a cabo el proceso de industrializacin completo, en
virtud de las medidas que se aplicaban, tales como el em-
pleo de mano de obra poco calicada y la escasa innovacin
tecnolgica16. Todo esto se reejaba en la poca competi-
tividad de los bienes latinoamericanos. Al nal, los pases
latinoamericanos continuaron siendo altamente dependien-
tes de dos o cuatro productos bsicos que requeran poco
procesamiento industrial (Urquidi; 2005: 140). Asimismo,
gran parte de los costos de la industrializacin fue absorbida
por el sector agrcola que, pese a los intentos de reformas
agrarias, continu con graves problemas estructurales en su
funcionamiento17. Como consecuencia, la actividad agrcoladisminuy notablemente y, en algunos pases, se registraron
dcit de alimentos18.
El problema que permite ligar la realidad nacional con
la externa se encuentra en las polticas econmicas que se
implementaron. Debido a la necesidad de crear un motor in-
dustrial, los gobiernos actuaron de dos formas para fomen-
tar esta actividad. Una fue a travs de la creacin de proyec-
tos pblicos y empresas paraestatales (mal concebidas en su
mayora) y por medio de polticas de proteccin arancelaria,
no arancelaria, subsidios, incentivos scales19 y lneas de
crdito para los empresarios nacionales y extranjeros que
invertan en manufacturas o bienes que sustituyeran a los
de importacin. Estas medidas ocasionaron, a nivel interno,
crecientes dcit scales que, junto con la incapacidad para
llevar a cabo reformas tributarias ecientes20, condujeron
a que los gobiernos recurrieran al endeudamiento continuo,
como se muestra en la Tabla 1. Otras graves distorsiones
provocadas por las polticas proteccionistas del modelo se
reejaron en la incongruencia entre los precios domsticos
y los internacionales, la sobrevaluacin de las monedas na-
cionales con respecto al dlar y el efecto inacionario en laseconomas de la regin21.
Tabla 1
Endeudamiento 1960-1980
AoDeuda pblica externa
(sin contar la deorigen privado)
Deuda externatotal
19605.9 mil millones
de dlares6.6 mil millones
de dlares*
197015.8 mil millones
de dlares32.5 mil millones
de dlares
1980130.4 mil millones
de dlares223 mil millones
de dlares*
* Incluye la deuda pblica y la deuda con garanta pblica.
Fuente: Con datos del FMI y CEPAL en Urquidi, 2005: 257,325;
Estay, 1996.
La facilidad para que los gobiernos latinoamericanos pu-
dieran obtener el nanciamiento para su modelo econmicoestuvo determinada, en gran medida, por la visin estado-
unidense de una vinculacin asociativa, la cual utiliz di-
15 Las sociedades latinoamericanas, desde nes del siglo XIX, experimentaron un proceso de redenicin de convivencia colectiva, principalmente en losconglomerados urbanos con respecto a las preferencias e intereses de los ciudadanos. De ah que comenzara a crecer la demanda de bienes de consumo du-raderos y, por ello, los ciudadanos se convirtieran en consumidores de nuevos productos (Carmagnani, 2004: 351).
16 Aunque existieron desarrollos tecnolgicos indirectos, el apoyo y fomento a la innovacin tecnolgica fue prcticamente nulo; se careci de polticas queapoyaran la ciencia y la tecnologa y se termin adquiriendo tecnologa extranjera (Urquidi, 2005: 162-163).
17 Las medidas para modernizar el campo tuvieron como principal obstculo el control de precios de los productos; los pequeos agricultores no encajabanen los esquemas de desarrollo agrcolas; se desatendi la agricultura tradicional y las condiciones polticas tradicionales, como el caciquismo, impedan lastransformaciones necesarias (Carmagnani, 2004: 320-321; Urquidi, 2005: 195, 205, 207).
18 Esta crisis alimentaria se manifest de manera fehaciente en los aos setenta, como consecuencia del aumento en los precios del petrleo y de los granos,en especial el trigo. Brasil debi importar trigo y frjol; otro caso fue el argentino cuyo crecimiento demogrco era del 1.7% entre 1950-1970 y su produccinagrcola creci en una tasa anual de 1.1% en 1970. Mxico tambin padeci este problema porque si bien su crecimiento agrcola se mantuvo en una tasa anualde 6.5% hasta 1965, sta disminuy hasta 2.3% a nales de los aos sesenta, mientras que su tasa de crecimiento anual se mantuvo en 3.2% en el periodo1950-1970 (Carmagnani, 2004:356; Urquidi, 2005:323).
19 Como porcentaje del PIB, el dcit estatal en los pases latinoamericanos fue de 4.8% a 6.3% entre 1950 y 1960, y de 6.3% a 8.5% entre 1960 y 1970, re-spectivamente (Carmagnani, 2004: 323).
20 Los sistemas tributarios eran inecientes, inequitativos y con una base muy estrecha. Con relacin al PIB, la carga impositiva permaneci baja en la mayorparte de los pases de la regin: entre 20.1% (Brasil) y 7.1% (Mxico) (Thorp, en Urquidi, 2005: 251).
21 Los precios de los bienes latinoamericanos eran controlados por los gobiernos y no reejaban la realidad en el mercado mundial. Su efecto era ms visibleen los precios agrcolas que se controlaban para asegurar el abastecimiento de alimentos a los grupos sociales. La sobrevaluacin de las monedas se tradujoen precios no competitivos internacionalmente, sobre todo en manufacturas, pero tambin en seales equvocas que hacan parecer que el endeudamientocon monedas extranjeras era barato. La inacin haba estado reprimida debido al control de precios, el subsidio de servicios pblicos y los ajustes salarialesretrasados, la tasa media anual de inacin fue de 13% entre 1950 y 1960 (Carmagnani, 2004: 322-323; Urquidi, 2005: 240-241).
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versos mecanismos, particularmente, el Export-Import Bank,
Eximbank22,la Alianza para el Progreso23, el Fondo Monetario
Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), para otorgar cr-
ditos, ayuda nanciera y ventajas econmicas a cambio de una
adhesin poltica en momentos de la Guerra Fra24. De ah que
exista una divergencia entre las concepciones de ver las rela-
ciones interamericanas por parte tanto de los Estados Unidos
como por parte de los pases latinoamericanos, ya que la poten-cia norteamericana se enfocaba ms hacia una alianza poltico-
estratgica, dentro del marco de la Guerra Fra, con la nalidad
de extender la zona de inuencia estadounidense a lo largo del
continente americano; mientras que los pases latinoamerica-
nos slo ponan nfasis en la colaboracin econmica, es decir,
la primaca para obtener algn tipo de ayuda o nanciamiento
para conseguir el anhelado crecimiento econmico. Pero, -
nalmente, los Estados Unidos apoyaron el nanciamiento de
la ISI latinoamericana en virtud del contexto mundial, a tra-
vs de los mecanismos mencionados al inicio de este prrafo.
Si bien el periodo de posguerra se caracteriz por la presen-cia indirecta tanto de estadounidenses como de soviticos en
los conictos de Grecia (1952-1959) o Corea (1950-1953), sin
embargo, a nes de los aos cincuenta e inicios de los sesenta,
se consolidaron los monopolios de poder de cada superpotencia
y tuvieron su clmax en la crisis de los msiles de Cuba (1962).
En ese momento, el mundo entr en una poca de distensin y
relajamiento del bipolarismo, alentado por factores tales como
la recuperacin de Europa occidental y Japn; la celebracin de
acuerdos que prohben experimentos nucleares (1963) y la no
proliferacin de armas (1968); la tendencia a crear organismos
regionales caracterizados por tres niveles (las grandes poten-
cias, los Estados medianos y los pequeos) y, principalmente,
el proceso de descolonizacin. ste ltimo asumi una posi-
cin fundamental, en el contexto mundial, al otorgar no slo la
exibilidad del sistema bipolar, sino al reivindicar la actuacin
de los pequeos Estados en el sistema internacional y la liber-
tad de accin de sus respectivos gobiernos25. Una de las ac-
ciones ms importantes se present en el marco de la UNCTAD
en 1964 con la presentacin de una plataforma que pugnaba
por la ayuda para el desarrollo econmico de los pases ms
pobres. Del lado latinoamericano, entre 1960 y 1980, se fue-
ron incrementando los acercamientos con los pases de Europa
occidental para contrarrestar el peso de las relaciones con los
Estados Unidos y como estrategia para diversicar el comer-
cio latinoamericano hacia la Comunidad Econmica Europea.
Esta alianza fue trascendente en los aos setenta cuando Eu-ropa surgi como fuente de capitales hacia Amrica Latina.
Dentro de este contexto regional-nacional e internacional,
el optimismo puesto en la Industrializacin por Sustitucin de
Importaciones (ISI) fue sobredimensionado26, ya que el desa-
rrollo econmico sigui dependiendo de la explotacin extensi-
va de recursos naturales y mano de obra poco calicada, lo que
impeda la especializacin de la fuerza de trabajo y una mejor
calidad del sector productivo. Aunado a ello, las fuerzas de la
economa mundial marchaban -dirigidas desde el Acuerdo Ge-
neral sobre Aranceles, Aduanas y Comercio (GATT)- hacia la li-
beralizacin del comercio, mientras que las economas latinoa-mericanas iban en sentido opuesto (Carmagnani, 2004: 322).
Por ello, en 1959, la CEPAL plante la estrategia de la integra-
cin regional para resolver el problema de la ISI (Guilln, 2001):
el enfoque tena por objeto eliminar las barreras al comercio y
a la inversin entre los pases que comerciaban entre s, man-
tener e incluso elevar la proteccin contra terceros pases, ex-
tender la planicacin y la intervencin estatal a nivel regional,
regular la Inversin Extranjera Directa [IED] y respaldar todo
esto con una arquitectura institucional colectiva cuyo punto
claro de referencia era el naciente proyecto de integracin eu-
ropea (BID, 2002: 36).
Asimismo, la posibilidad de una integracin regional per-
mitira resolver los problemas derivados de los convenios bila-
terales de comercio y de pagos entre los pases del Cono Surde
Amrica del Sur (Urquidi y Vega, 1991: 44)27.
22 Este banco fue fundado por el gobierno de los Estados Unidos, en 1934, como una institucin crediticia destinada a otorgar nanciamiento a mediano y lar-go plazo, con bajas tasas de inters y la compra de bienes intermedios e insumos en los Estados Unidos por parte de los pases de la regin (Carmagnani, 2004).
23 La Alianza para el Progreso fue creada bajo la administracin del presidente Kennedy con el objetivo de apoyar nanciera y tcnicamente a los gobiernosde Amrica Latina e impulsar el desarrollo econmico y social en temas como reforma agraria, reforma tributaria y programas sociales especcos en materiade educacin y salud (Urquidi, 2005).24 Durante la dcada de los aos sesenta, la entrada de capital externo fue de 2200 millones de dlares (Urquidi, 2005: 263).
25 Para 1960, los pases de frica, Asia y Amrica Latina conforman la mayora en la Asamblea General de Naciones Unidas.
26 Ffrench-Davis, Muoz y Palma (1997: 96) mencionan que las polticas de comercio y de industrializacin fueron realizadas con controles burdos, confusose inecientes: Surgieron una gran variedad de restricciones arancelarias y cuantitativas a la importacin, mltiples tipos de cambio sumamente uctuantesy diversos obstculos administrativos a la exportacin de productos bsicos; estos controles no slo eran muchas veces impredecibles y de una complejidadintil, sino que tambin, en algunos casos, estaban sujetos a manipulaciones burocrticas.
27 Es necesario mencionar que los pases de Amrica Central tambin haban establecido durante los aos cincuenta una red de acuerdos bilaterales comer-ciales: El Salvador-Nicaragua, El Salvador-Guatemala (1951), El Salvador-Costa Rica (1953), Guatemala-Costa Rica (1955), Guatemala-Honduras (1956) (Daday Guerra, 1987: 48).
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Artculos
Un repaso a la regionalizacin y el regionalismo
Los primeros acuerdos de integracin econmica en
la regin se caracterizaron por la amplia intervencin del
Estado y pretendan la eliminacin de barreras comerciales
intrarregionales con miras hacia el establecimiento de un
arancel externo comn. Sin embargo, las amplias expectativas
y la imposibilidad de poder lograrlas, hicieron que, a nales
de los aos setenta, se optaran por acuerdos comerciales
bilaterales de alcance parcial (Ffrench-Davis, Muoz yPalma, 1997: 96). Estas primeras expectativas planteaban la
creacin de un mercado comn28a largo plazo. Se propona
la creacin de una zona preferencial, a diez aos, con la
reduccin del nivel medio de los aranceles29y la supresin
de restricciones arancelarias de acuerdo con un rgimen de
crditos y pagos (Lerman, 2002: 40), a travs del empuje a la
produccin primaria e industrial con el propsito de alentar
el intercambio recproco. La propuesta de la CEPAL contem-
pl la integracin de economas con un diferente grado de
desarrollo, por lo que existi una reduccin diferenciada de
los derechos arancelarios, clasicados por grupos de pases
y por productos. La reduccin de estos derechos se aplicaraa las industrias que no existan o que eran nuevas, mientras
que las existentes procederan con prudencia para evitar per-
turbaciones. Sin embargo, como se seal en lneas anterio-
res, en los aos setenta se comenzaron a observar las seales
que obstaculizaron el proceso de integracin; entre ellas: la
tendencia al proteccionismo estatal inherente a la propia ISI,
con lo que la liberalizacin regional fue muy limitada; la bu-
rocracia exagerada en las instituciones regionales; la ines-
tabilidad macroeconmica (gran demanda de importaciones
de bienes de capital e intermedios, no se generaron expor-
taciones de bienes nales, inestabilidad en los precios de los
productos bsicos y de ujos nancieros); desequilibrios en
las balanzas comerciales entre los pases de la regin; escasa
infraestructura para el comercio regional y la presencia de
gobiernos autoritarios que impeda el comercio y desarrollo
de infraestructura, as como el escepticismo por parte del
gobierno estadounidense (BID, 2002).
A continuacin se describen tres de los principales me-
canismos de integracin econmica que surgieron durante el
primer periodo del regionalismo en Amrica Latina.
Asociacin Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC)-
Asociacin Latinoamericana de Integracin (ALADI)
El Tratado de Montevideo de 1960 dio origen a la Asocia-
cin Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC) con el objeti-
vo de incrementar el comercio intrarregional30, pero tambin
como una nueva forma de encontrar caminos de cooperacin
sin la presencia estadounidense. Los primeros pases funda-dores fueron Argentina, Brasil, Chile, Mxico, Paraguay, Per y
Uruguay, en 1960. En ese mismo ao se aadieron al Tratado
Colombia y Ecuador; en 1966, hizo lo propio Venezuela y Boli-
via, un ao ms tarde. El Tratado tambin represent la prime-
ra forma de regionalismo latinoamericano econmico durante
el siglo XX.
El acuerdo contemplaba la eliminacin gradual (a 12 aos)
de aranceles y otras restricciones comerciales31, siempre den-
tro de las normas del GATT (en particular se consideraba una
de las dos excepciones del artculo XXIV del Acuerdo). Econo-
mas como la boliviana, ecuatoriana y paraguaya eran apoya-das con el n de impulsar y nanciar determinadas actividades
productivas; reducir sus tarifas en condiciones ms favorables;
corregir sus balanzas de pagos; proteger la produccin indus-
trial y la produccin nacional de bienes incorporados a la li-
beralizacin comercial (Guilln, 2001: 363). Vacchino (1991)
menciona tres argumentos que fortalecan la posicin en torno
al establecimiento de una Zona de Libre Comercio. El primero
era que este mecanismo era viable dentro del esquema liberal
apoyado, bsicamente, por la constitucin del Mercado Comn
Europeo y la Asociacin Europea de Libre Comercio. El segun-
do elemento era que la zona de libre comercio permita que
cada pas manejara su arancel y que transitara de un protec-
cionismo hacia un camino multilateral comercial. El ltimo era
que la constitucin de una zona de libre comercio se adaptaba
al papel secundario que tena la integracin en la estrategia de
desarrollo econmico de cada pas.
No fueron muy amplios los logros alcanzados por la ALALC,
ya que slo el 10% de los tems fue objeto de negociacin,
aunque fue signicativo el crecimiento del comercio intrarre-
gional como se observa en la Tabla 2.
28 El mercado comn se reere al espacio econmico donde existe la liberalizacin del mercado de trabajo y de capitales, adems de una poltica comercialy un arancel externo comn.
29 En 1960 los aranceles nominales en Amrica Latina eran del 200% en bienes de consumo, 100% en bienes de consumo durables, 40% para bienes semielab-orados, 50% en materias primas y 50% en bienes de inversin (Carmagnani, 2004: 322).
30 El comercio intrarregional haba descendido del 11%, en 1953-1955, a 6%, en 1961 (Ffrench-Davis, Muoz y Palma, 1997: 127).
31 Existan productos que podan ser considerados como sensibles y dejados fuera de las listas nacionales. Con las clusulas de salvaguardia, algn pas,excepcionalmente, poda imponer restricciones a productos para defender ciertos sectores amenazados o para corregir la balanza de pagos (Guilln, 2001:363).
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Mara Esther Morales Fajardo
Tabla 2
ALALC: Comercio intrarregional como porcentaje
del total de exportaciones e importaciones
Rubro/Ao 1961 1970 1980
Exportaciones 6.7 % 10.1 % 14 %
Importaciones 7.3 % 11.2 % 12.5 %
Fuente: Elaboracin con base en datos de Guilln (2001).
Entre las principales fallas del Tratado se encontraban la
ausencia de mecanismos para la creacin de un arancel exter-
no comn; la incapacidad de lograr benecios equitativos para
todos los miembros; la falta de atencin a la armonizacin
de polticas econmicas de los pases y el empleo del Trata-
do nicamente como un mecanismo de revitalizacin de la ISI,
aunque con ello el sector ms beneciado fue el sector manu-
facturero32 que permiti que algunos productores regionales
accedieran a nuevos mercados y elevaran su capacidad pro-
ductiva (Ffrench-Davis, Muoz y Palma, 1997: 130-131; Gui-lln, 2001: 364). Ante estos problemas, se revis el Tratado y
surgi el Protocolo de Caracas, en 1969, que ampli el progra-
ma de liberalizacin y redujo las desgravaciones arancelarias
anuales, aunque, realmente, nunca se llev a la prctica. Sin
embargo, los denominados Acuerdos Complementarios, con-
templados dentro del Tratado, permitieron la liberalizacin del
comercio entre dos o ms pases miembros en un grupo de
artculos y el establecimiento de otros mecanismos especcos
para fomentar el comercio recproco. Los acuerdos permitan
la participacin de multinacionales que tenan liales en los
diversos pases: A partir de 1964 la mayor parte de la limita-
da liberalizacin que tuvo lugar se implant mediante nuevos
acuerdos de complementacin. Hacia 1970 se haban suscri-
to once acuerdos, todos relacionados con bienes manufactu-
reros (Ffrench-Davis, Muoz y Palma, 1997: 130-131).
El proceso de negociaciones que deba llevar al cumpli-
miento de los objetivos contemplados en la ALALC se estanc
durante los aos setenta y los pases miembros optaron por
una reestructuracin en 1978. El Tratado de 1960 no haba
conseguido la desgravacin comercial, ni el desarrollo equita-
tivo para los pases miembros; los acuerdos de complemen-
tacin industrial no sirvieron como tales y slo funcionaban
como mecanismos de desgravacin de aranceles, lo que llev
a que el acuerdo, en lugar de encaminarse hacia la conforma-
cin del mercado comn, slo se convirtiera en una zona de
preferencias comerciales restringida para determinados pro-
ductos. Lo ms grave fue la heterogeneidad de los pases de la
regin y la mala distribucin de los benecios generados porel comercio, a pesar de los diversos mecanismos creados para
integrar a los pases con menor desarrollo (Vacchino, 1991:
227-229)33. La ALALC
se detuvo y empez a ser dominada por el temor, la descon-
anza, la desinformacin, la incredulidad y la falta de seriedad.
Se redujo casi a un centro de negociacin para la aplicacin de
protecciones y de discusin de programas indenidos, des-
provistos de la instrumentacin de trabajos tcnicos, dentro de
una secretara prcticamente desactivada (Almeida, 1991:173).
Entonces, se constituy la ALADI con la rma del Tratadode Montevideo, en 1980, y entre sus objetivos primordiales
se contemplaba el establecimiento de un Mercado Comn, sin
plazo jo ni mecanismos que aseguren su cumplimiento, a
travs de la creacin de un rea de preferencias econmicas.
A diferencia de la ALALC, ALADI permite el desarrollo de ini-
ciativas bilaterales, plurilaterales o conjuntas como mecanis-
mos de entendimiento entre los pases miembros. Asimismo,
dentro de la exibilidad del Tratado34se encuentra la facilidad
para llegar a acuerdos de tipo parcial entre dos o ms pases
miembros que concuerden sobre alguna materia (Acuerdos de
Alcance Regional), as como la Preferencia Arancelaria Regional
y los Acuerdos Parciales35con otros pases de Amrica Latina
no miembros de ALADI. De hecho, la CEPAL (1994) menciona
que una de las fortalezas de este acuerdo es la negociacin bi-
lateral que ha permitido el incremento comercial. La estructura
institucional se conforma por: el Consejo de Ministros (mximo
rgano poltico), la Conferencia de Evaluacin y Convergencia
(se encarga del seguimiento en torno a la multilateralizacin,
la aplicacin de tratamientos y diferencias, los acuerdos de
alcance regional y de preferencia arancelaria) y el Comit de
Representantes (rgano poltico permanente).
32 El crecimiento de la participacin de las manufacturas dentro del comercio fue importante (especialmente para Argentina, Brasil y Mxico): del 11% delcomercio regional, en 1960, a 46%, en 1980 (Ffrench-Davis, Muoz y Palma, 1997: 131).
33 Un ejemplo de la inecacia de los mecanismos creados fueron las listas de ventajas no extensivas que fueron escasamente utilizadas a consecuencia dela incapacidad estructural de [las] economas [de los pases de menor desarrollo econmico relativo] para desarrollar actividades econmicas destinadas acompetir con las de otros pases del rea (Vacchino, 1991: 228).
34 La exibilidad implica el uso de los medios que cada pas considere los adecuados para cumplir los objetivos del acuerdo, aunque se sigue respetando elprincipio de reciprocidad y la clusula de la nacin ms favorecida.
35 Los Acuerdos Parciales son los Acuerdos de Complementacin Econmica (ACE) que se denen como los instrumentos o polticas comerciales que tienencomo objetivo incrementar y profundizar las preferencias entre los pases, para as contribuir a la dinmica del intercambio intrarregional (CEPAL, 1994: 16).
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Artculos
Un repaso a la regionalizacin y el regionalismo
Durante los primeros aos del surgimiento de este me-
canismo de integracin, los pases miembros realizaron
renegociaciones con respecto a lo pactado en la ALALC, de forma
que se eliminaron concesiones que no tenan impacto en el
intercambio comercial o causaban problemas36. Posteriormente,
se denieron los niveles de preferencia arancelaria regional y
las pautas para la liberalizacin del comercio en los pases
de menor desarrollo relativo. Y, hasta 1985, se estableci laRonda Regional de Negociaciones en la cual se comprometen
todos los instrumentos de negociacin comercial.
El comercio intrazonal creci, en el periodo de 1960 a
1981, de 7.7% al 13.7%, es decir, de 567.2 millones de dlares
a 1264.1 millones de dlares, respectivamente, hasta que, en
1982, el deterioro de la balanza de pagos oblig a una deva-
luacin monetaria y a la imposicin de barreras arancelarias a
los productos importados. Como consecuencia, el intercambio
se contrajo en 41.1% y, en 1983 y 1986, el comercio se estanc
en 7 y 8 millones de dlares; fue hasta el ao 1991 cuando se
recuper el nivel de 1981 (CEPAL, 1994:9-10).
Sin embargo, ALADI tambin ha tenido logros limitados
como el funcionamiento del Sistema de Compensacin de Pa-
gos, el Rgimen General de Origen y Normas Regionales de
Salvaguardia. El primero funciona como una forma de coope-
racin multilateral entre los bancos centrales y comerciales de
la regin, de manera que el exportador es rembolsado por su
banco comercial; a su vez, la banca comercial obtiene el reem-
bolso del Banco Central del pas exportador. ste ltimo asien-
ta un crdito a su favor y un dbito a cargo del Banco Central
del pas importador. Este Banco Central importador debe ser
reembolsado por el banco comercial del importador. Y la lti-
ma fase de este proceso consiste en el reembolso que realiza
directamente este banco comercial al importador. El Rgimen
General de origen permiti sealar a las mercancas o bienes
como originarias del pas que las vende de acuerdo con crite-
rios claramente establecidos en el Tratado de Montevideo de
1980. El rgimen regional de salvaguardia fue suscrito bajo la
Resolucin 70 del Comit de representantes para suspender
temporalmente la aplicacin de disposiciones u obligaciones
de manera que coadyuven al proceso de integracin dentro del
marco de ALADI; de esta forma se han podido desarrollar los di-
ferentes Acuerdos de Alcance Regional (http://www.aladi.org).
Mercado Comn Centroamericano (MCCA)
La regin de Amrica Central, desde su vida independien-
te, se encamin hacia la integracin al surgir como una fede-
racin poltica tendiente a armonizar las polticas econmicas.
Sin embargo, no fue sino hasta mediados del siglo XX cuando,
a travs del Comit de Cooperacin Econmica Centroame-
ricana (1951), se procedi a la convergencia de los diversosacuerdos bilaterales que existan en la regin37, y se estableci
el Tratado Multilateral de Libre Comercio e Integracin Eco-
nmica, en 1958, y el Tratado de Asociacin Econmica de
1960. El primero fue suscrito por las cinco repblicas centro-
americanas (Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y
Nicaragua) y prevea el establecimiento de una unin aduanera
que contemplara la libertad de trnsito y el trato nacional para
personas, inversiones y mercancas, aunque no contena los
elementos para la liberalizacin del comercio. A travs de este
acuerdo se implement el Rgimen de Industrias Centroame-
ricanas de Integracin que deba coordinar la poltica indus-
trial de las naciones. El segundo mecanismo fue suscrito ni-camente entre Guatemala, El Salvador y Honduras y estableca
el libre comercio de inmediato con miras hacia la conformacin
de un mercado comn y una unin aduanera en el breve lapso
de cinco aos. La diferencia entre ambos acuerdos resida en
que el primero pona atencin en el crecimiento equilibrado
de los pases, a travs de la coordinacin industrial, antes de
conseguir el crecimiento regional. Mientras que el segundo
mecanismo no centraba su atencin en estos objetivos, sino
en el libre comercio (Lerman, 2002). Sin embargo, la comple-
jidad y velocidad del segundo instrumento y la necesidad de
completar ambas herramientas para integrar a los cinco pases
fue el impulso que dio origen al Tratado General de Integra-
cin Econmica Centroamericana, suscrito en 1960, slo unos
meses despus del Tratado de Asociacin Econmica (Dada y
Guerra, 1987; Gazol, 2005).
El Tratado General fue suscrito, originalmente, por Guate-
mala, El Salvador, Honduras y Nicaragua. Costa Rica se adhiri
en 1962. En el acuerdo se estableca la constitucin de un mer-
cado comn en un lapso de cinco aos y la previsin de una
unin aduanera sin un plazo determinado. Aunque se otorg el
libre comercio para los productos originarios y se establecieron
mecanismos de liberalizacin de comercio, tambin se exclu-
36 Salgado (1991: 198) menciona que el impacto de las renegociaciones a las listas nacionales, derivadas de la ALALC, nicamente afectaron al 3 4% delcomercio intrazonal.
37 Vase la referencia 25 de este trabajo.
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Mara Esther Morales Fajardo
yeron del intercambio ciertos productos que estuvieran regula-
dos por convenios internacionales o que se mantuvieran bajo el
monopolio estatal (caf, alcohol, azcar de caa, algodn). De
acuerdo con Prez y Zapata (2001), las bases que sostenan el
Tratado General se encontraban en la instauracin de un aran-
cel comn, la creacin de una zona de libre comercio, el rgi-
men uniforme de incentivos scales al desarrollo industrial y la
creacin del Banco Centroamericano de Integracin Econmica.
De manera similar a los dems mecanismos de integracin
latinoamericana, la estrategia de desarrollo econmico resal-
taba como objetivo primordial; por ello, el establecimiento del
arancel externo, adems de ser una herramienta recaudatoria
que debera repartir los benecios equitativamente, pretenda
estimular la ISI. Asimismo, junto con el Rgimen Industrial, se
cre el Convenio Centroamericano de Incentivos Fiscales de
Desarrollo Industrial que buscaba la ampliacin de las indus-
trias de manufactura, la consecucin de economas de escala
y, con ello, el desarrollo econmico de la regin (Gazol, 2005;
Ffrench-Davis, Muoz y Palma, 1997).
A mediano plazo, el MCCA avanz por medio de la crea-
cin de todo un marco institucional para su funcionamiento:
el Consejo Econmico (mximo rgano que se encargaba de
coordinar y dirigir la poltica econmica del proceso de inte-
gracin), el Consejo Ejecutivo38(rgano poltico que vigilaba el
cumplimiento del Tratado y que funcionaba como foro para la
solucin de conictos) y la Secretara permanente (con sede en
Guatemala). Estas instituciones fueron complementadas con la
creacin de diversos organismos, mencionados en el prrafo
anterior, as como el Banco Centroamericano de Integracin
Econmica (creado en 1960 con el apoyo estadounidense para
el funcionamiento y promocin del crecimiento econmico
regional), el Consejo Monetario Centroamericano (creado en
1964 con el objetivo de coordinar y armonizar las polticas
monetarias, cambiarias y crediticias, as como sentar las bases
para la posible unin monetaria)39y la Cmara Centroameri-
cana de Compensacin (creada en 1962 para liquidar las ope-
raciones comerciales).
En las primeras dos dcadas de la creacin del MCCA exis-
ti un crecimiento industrial que se reej en la aumento del
comercio intrarregional: de 7.5% a 25%, es decir, de 31 millo-
nes de dlares a 287 millones de dlares, de 1960 a 1970, res-
pectivamente. En el ao 1980 el registro del comercio fue de
1100 millones de dlares, donde el 90% de este comercio es-
taba representado por las manufacturas40. Tambin se registr
el incremento del peso relativo de las importaciones: de 7% a
26% en 1960 a 1970. El crecimiento econmico fue del 5%, en
promedio anual, y el coeciente de participacin del comercio
en el PIB fue de 15%, en 1960, a 18%, en 1970 (CEPAL, 1994:62; Prez y Zapata, 2001: 14, Rosenthal, 1991: 262).
Sin embargo, pese a todo esta infraestructura institucional,
algunos de los mecanismos no funcionaron plenamente para
lograr la consolidacin del proceso de integracin regional, el
crecimiento constante del comercio intrarregional y el creci-
miento econmico de las naciones; ejemplo de ello fue el Rgi-
men Industrial que pretenda que cierta parte de la produccin
industrial circulara libremente, protegida a travs de la instau-
racin del arancel externo comn, AEC. Y aunque se estableci
un elevado porcentaje de produccin manufacturera como
consecuencia de la proteccin industrial- nunca se lleg a laproduccin de bienes de intermedios o de capital, sino que la
produccin era de bienes de consumo a partir de componen-
tes importados y carentes de competitividad. La estrechez del
mercado interno y la ausencia de una poltica comn en mate-
ria de inversiones tambin agravaban la situacin econmica.
Otro factor relevante era la constitucin social de los pases, ya
que la existencia de oligarquas locales constitua un gran obs-
tculo al inclinarse stas slo a sus propios intereses (CEPAL,
1994: 61-62, Tamames en Gazol, 2005: 260).
Las uctuaciones en los precios de las exportaciones tradi-
cionales afectaron el comercio entre los miembros, a pesar del
reconocimiento de las diferencias entre los miembros, las cua-
les, ms bien se tradujeron en una disparidad respecto a los
costos y benecios recibidos por el proceso de integracin41.
El primer elemento que afect al MCCA fue el conicto entre
Honduras y El Salvador en 196942, el cual tuvo como conse-
cuencia la interrupcin bilateral del comercio y, posteriormen-
te, el retiro de Honduras de este mecanismo, hasta 1983. Por
otro lado, Costa Rica introdujo modicaciones cambiarias, en
1971 y 1972, que crearon tensiones entre los dems socios.
Aunado a ello, la crisis energtica de la dcada de los aos se-
tenta y los conictos polticos derivados de la insurreccin en
38 El Consejo Ejecutivo asumi las funciones de los rganos creados por los anteriores tratados, tales como la Comisin Centroamericana de Comercio y laComisin Centroamericana de Integracin Industrial (Dada y Guerra, 1987).
39 Asimismo, a travs de ste se cre el Fondo Centroamericano de Estabilizacin Monetaria para apoyar las balanzas de pagos de los pases miembros (CEPAL, 1994).
40 De hecho, el coeciente de industrializacin de la regin transit de 12.5%, en 1960, a casi el 16%, en 1970, y al 17%, una dcada despus (Con datos dela CEPAL en Rosenthal, 1991: 242).
41 No obstante, Rosenthal (1991) apunta que este mecanismo de integracin logr despus del periodo de posguerra ms que ningn otro instrumento- lamodernizacin y la diversicacin de las economas.
42 Este conicto se suscit debido a la indenicin entre las fronteras entre ambos pases y como consecuencia de la densidad demogrca imperante en ElSalvador que provocaba la emigracin y asentamiento de campesinos salvadoreos en el territorio vecino.
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Artculos
Un repaso a la regionalizacin y el regionalismo
Nicaragua para derrocar a Somoza, as como las guerrillas en
El Salvador y Guatemala tambin provocaron serias distorsio-
nes macroeconmicas que se muestran en la Tabla 3.
Tabla 3
Los desequilibrios macroeconmicos
en Centroamrica (porcentajes)
1970-1973 1974-1977
Producto Interno Bruto 5.2 5.7
Tasa de inacin 5.1 14.2
Cuenta corriente comoproporcin del PIB
2.3 5.6
Dcit scal comoproporcin del PIB
1.7 2.7
Deuda externa comoproporcin del PIB
38.7 59.8
Fuente: Con datos de la CEPAL en Prez y Zapata, 2001: 16.
Como se ha mencionado, no obstante el nfasis por lograrel crecimiento a partir del desarrollo industrial, las economas
centroamericanas continuaron con su dependencia respecto
a la evolucin del comercio mundial, por lo que el deterioro
en los trminos de intercambio, particularmente durante los
aos 1978 y 1979, provocaron serios dcit en la cuenta co-
rriente de la balanza de pagos, a lo que siguieron una fuga de
capitales, la escasez de divisas y el incremento de la deuda.
Los pases se vieron en la necesidad de tomar medidas con-
trarias al proceso de integracin tales como el abandono en
la jacin de tipos de cambio- y la Cmara de Compensacin
se vio afectada en sus funciones por la escasez de recursos y,
en principio, slo pudo nanciar los saldos deudores (Prez y
Zapata, 2001; Rosenthal, 1991).
Pacto Andino (PA)
Los intentos por crear una confederacin andina en el si-
glo XIX haban fracasado; de hecho, en lugar de establecer la-
zos de amistad, algunos pases haban protagonizado enfren-
tamientos43
. Tampoco a principios del siglo XX compartan
regmenes polticos similares; por ejemplo, Chile y Colombia
eran ms parlamentarios, Venezuela experiment dictaduras,
y en Bolivia y Ecuador eran frecuentes los regmenes militares.
Fue hasta la conformacin de la ALALC cuando surgieron los
primeros esfuerzos integradores en esta regin del continen-
te, pero como consecuencia de la absorcin de benecios por
parte de Argentina, Brasil y Mxico; en 1966, Colombia, Chile,
Ecuador, Per y Venezuela plantearon la formacin de un blo-
que subregional dentro del marco de integracin latinoame-
ricana con el propsito de acelerar su proceso de integracin
a travs de lo que se conoci como la Declaracin de Bogo-
t. Sin embargo, para lograr la posible constitucin de este
nuevo bloque era necesario la compatibilizacin dentro de lo
establecido en la ALALC, acuerdo que se logr, en 1967, en la
Declaracin de los Presidentes de Amrica en Punta del Este,Uruguay, donde se permiti concertar acuerdos subregionales
de carcter transitorio (Lerman, 2002). De esta forma, surgi la
posibilidad de suscribir el Acuerdo de Cartagena (1969) entre
Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador y Per, al que se uni Vene-
zuela, en 1973.
El PA pretendi ser un proceso ms dinmico y fuerte
que agrup a un conjunto de pases con grados de desarrollo
ms homogneos y economas complementarias. La idea era
que los pases medianos y pequeos de la regin pudieran,
verdaderamente, beneciarse y acelerar el proceso de
integracin, a travs de la asignacin de industrias y elestablecimiento de un mercado comn, o mejor dicho, de una
unin aduanera que permitiera aprovechar las ventajas de
localizacin y escala (Knig, 1999; Urquidi, 2005). Despus
de la experiencia de la ALALC se incorporaron arreglos
institucionales al Acuerdo, tales como la preparacin de
un programa de liberalizacin comercial44, que inclua el
establecimiento gradual de un AEC; el diseo de un sistema
para distribuir equitativamente los benecios en particular
para los menos desarrollados, es decir, Bolivia y Ecuador- y
la armonizacin de las polticas econmicas, particularmente
las normas en torno a la inversin extranjera directa (Ffrench-
Davis, Muoz y Palma, 1997).
Al igual que en los anteriores proyectos de integracin re-
gional, el PA mantuvo en segundo plano al intercambio co-
mercial y se concentr en las herramientas para el crecimiento
econmico. Estas herramientas se basaron en la creacin de
una poltica industrial comn, donde el Estado debi ser un
actor fundamental no slo para la planeacin industrial, sino
tambin para la coordinacin de las polticas econmicas que
llevaron a la creacin del rgimen comn sobre tratamiento de
capitales extranjeros (1971) y el rgimen de empresas multi-
nacionales (1971), as como a la denicin de los Programas
Sectoriales de Desarrollo Industrial45(Gazol, 2005).
Para su funcionamiento, el Acuerdo previ la creacin de
una Comisin (rgano supremo), la Junta de Acuerdo (rgano
43 Como la Guerra del Pacco en 1879-1883 entre Chile, Per y Bolivia, y diversos conictos limtrofes entre Per vs. Bolivia y Chile, Ecuador vs. Per,Colombia vs. Venezuela.
44 El programa de liberalizacin estaba constituido por tres mecanismos: listas nacionales, listas comunes y listas especiales (Lerman, 2002).
45 Bajo estos programas la produccin de bienes seleccionados fue asignada a los pases miembros junto con la garanta de que el mercado regional quedaralibre de las restricciones internas a la importacin y que sera protegida por un arancel comn sobre las importaciones extrarregionales (Ffrench-Davis, Muozy Palma, 1997: 133-134). Finalmente, se aprobaron slo los planes para las industrias metalmecnica, petroqumica y automovilstica.
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diseado para la planeacin y ejecucin del acuerdo; adems,
para vigilar y evaluar el proceso de integracin), el Tribunal
Andino de Justicia (creado, en 1979, como rgano jurisdiccio-
nal), el Parlamento Andino (que representaba a los congresos
nacionales) y la Secretara General con sede en Lima. Como
instrumentos auxiliares se crearon el Comit Asesor, Econ-
mico y Social, y el Comit Consultivo. Adems se establecieron
instituciones con funciones especiales tales como la Corpora-cin Andina de Fomento (creada en 1968, con sede en Caracas
y que funcionaba como una especie de banca de desarrollo
para nanciar los proyectos de inversin subregional) y el Fon-
do Andino de Reservas (creado en 1976 con sede en Bogot y
que pretenda armonizar las polticas cambiarias de los pases
miembros).
Los avances conseguidos por este bloque se reejaron en
el incremento del comercio intrarregional de 100 millones de
dlares, en 1969, a 1.2 mil millones de dlares registrados en
1981. Aunque el comercio intrazonal no pas del 4.5% del total
(Gazol, 2005: 304, Knig, 1999). El mayor auge comercial seregistr durante los aos setenta cuando las exportaciones de
manufacturas crecieron a una tasa real anual del 24%, mien-
tras que las exportaciones de bienes manufacturados a pases
extrarregionales crecieron a una tasa del 14%. Sin embargo,
las ambiciosas expectativas, colocadas en los programas sec-
toriales, no se consiguieron, debido a que la disponibilidad
de recursos externos para el nanciamiento, a bajo costo,
estimul la revaluacin del tipo de cambio y debilit la pro-
duccin local de los bienes comerciables, a nivel internacional,
los cuales formaban parte de la ISI. (Ffrench-Davis, Muoz y
Palma, 1997: 134). Tampoco se cumplieron los arreglos sobre
el capital extranjero y -debido a la Decisin 24 que estableci
regulaciones estrictas y uniformes para el trato a la IED en los
mercados subregionales- uno de los miembros ms impor-
tantes, Chile, opt por su separacin, en 1976, al iniciar una
poltica de apertura econmica diferente a la emprendida por
los miembros del PA.
En realidad, la compleja planeacin del desarrollo indus-
trial, aunada la crisis de los aos ochenta, detuvo el proceso de
integracin subregional, a pesar de la infraestructura adminis-
trativa, que no pudo conseguir la realizacin de los objetivos
debido a las diferencias econmicas y polticas que se ensan-
chaban entre los miembros. Ello se reejaba en el incumpli-
miento del calendario sobre el desarme arancelario; ms bien,
en el incremento de los aranceles y la consecuente cada del
comercio intrarregional.
CONCLUSIONES
Este trabajo ha pretendido, en primera instancia, exponer
un enfoque terico para el estudio de la regionalizacin y su
correlato en los procesos de integracin regional o regionalis-
mo. La percepcin de la regionalizacin, como proceso com-
plementario a la globalizacin, implica el anlisis de patro-nes histricos y la adaptacin de las regiones como ejes que
conducen la organizacin y regulacin de diversos procesos
econmicos y polticos. En el caso de Amrica Latina, la seg-
mentacin de lo que se conoce como el Primer Regionalismo es
til para el investigador social que tiene por objetivo el estudio
de los actuales bloques econmicos regionales, ya que sin el
repaso de los primeros acuerdos de integracin regional no se
puede comprender el Nuevo Regionalismo.
Asimismo, la caracterizacin de los diferentes acuerdos de
integracin econmica regional, en Amrica Latina (ALALC-
ALADI, MCCA, PA), no puede ser entendida si no se analizatanto el contexto mundial, como las estrategias de crecimien-
to econmico regional las cuales implementaron y rodearon
la conformacin de dichos bloques regionales. El modelo de
Industrializacin por Sustitucin de Importaciones, implemen-
tado desde los aos treinta en los pases latinoamericanos, si
bien consigui benecios importantes a partir de la segunda
mitad del XX hasta los aos setenta, tampoco fue la gran pa-
nacea que esperaban estas naciones; mucho menos consigui
el desarrollo econmico estable y continuo que aoraban las
economas de Amrica Latina. En la segunda parte de este art-
culo se han desarrollado las principales polticas de desarrollo
econmico que eran el sustento del modelo econmico ISI, las
cuales develan la incongruencia entre la realidad nacional y la
externa. Las polticas estatales de crecimiento industrial, por
un lado, no lograron cubrir las necesidades del mercado inter-
no (acordes al aumento demogrco, el incremento de la fuer-
za de trabajo, la proteccin social a las comunidades rurales y
los problemas urbanos derivados del crecimiento poblacional,
etc.), ya que fueron delineadas sin un programa de industria-
lizacin coherente y completo. La participacin estatal, que
deba ser una estrategia de corto plazo y que acab siendo
permanente y afn slo a ciertos grupos, distorsion la poltica
industrial por medio de la creacin de enormes e incompeten-
tes paraestatales y de como una sobreproteccin empresarial
(a travs de subsidios, incentivos scales y proteccin arance-
laria y no arancelaria).
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Artculos
Un repaso a la regionalizacin y el regionalismo
La percepcin de que el modelo econmico estaba per-
diendo dinamismo, pero que podra seguir funcionando bajo
las mismas condiciones, llev al planteamiento de una estra-
tegia regional, totalmente cerrada y contraria a la liberaliza-
cin comercial que se estaba fundando en el marco del GATT.
Sin embargo, es justo decir que no slo Amrica Latina plante
este tipo de acuerdos, sino que fueron propios de la poca en
diferentes partes del mundo. En un primer momento la ideade crear un mercado regional latinoamericano estuvo alentada
por los 11 pases de la ALALC, no obstante, las inequidades
en la distribucin de los benecios y la rigidez con la cual se
form dicho acuerdo, abrieron la puerta para la suscripcin de
acuerdos subregionales.
Es cierto que, tanto el MCCA como el PA, entraron en un
desequilibrio profundo con la crisis del endeudamiento de los
aos ochenta, principalmente por las fallas estructurales del
modelo econmico y por la dependencia del mercado exter-
no. Sin embargo, los logros conseguidos por ambos acuer-
dos tambin deben ser sealados. En particular, es importante
destacar la institucionalidad con la cual se cre el mercado
centroamericano y el enfoque por abarcar no slo el rubro
comercial dentro del marco integrador. La similitud entre las
economas centroamericanas tampoco fue obstculo para que
se lograra un cierto porcentaje de produccin manufactu-
rera aunque, lamentablemente, sta no avanz hacia bienes
intermedios y mucho menos nales. Por su parte, los pases
andinos entraron en un esquema subregional bajo la idea deavanzar rpidamente hacia la integracin y el mejoramiento en
la distribucin de los benecios a partir de la visin de agrupar
economas ms homogneas y complementarias. La integra-
cin andina tambin se caracteriz por la diversidad de las
instituciones creadas no slo bajo el objetivo comercial. De
hecho, este propsito tambin pas a un segundo plano, al
igual que en los otros esquemas de integracin regional, ya
que la meta andina fue el crecimiento econmico precedido
por la estrategia industrial. Sin embargo, la planeacin indus-
trial fue tan compleja que obstaculiz todo el proceso de inte-
gracin subregional.
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