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VIOLENCIA DE PAREJA: ENTRE LA NORMALIZACIÓN Y LA DENUNCIA.
UNA APROXIMACIÓN DESDE LA ONTOLOGÍA EVOLUTIVA.
CAMILA ANDREA MELO SUÁREZ
UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Facultad de Ingeniería
Departamento de Ingeniería Industrial Bogotá, Colombia
2015
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VIOLENCIA DE PAREJA: ENTRE LA NORMALIZACIÓN Y LA
DENUNCIA. UNA APROXIMACIÓN DESDE LA ONTOLOGÍA EVOLUTIVA.
CAMILA ANDREA MELO SUÁREZ
Trabajo de grado para optar por el titulo de
Ingeniero Industrial
Asesor
CAMILO OLAYA
UNIVERSIDAD DE LOS ANDES Facultad de Ingeniería
Departamento de Ingeniería Industrial Bogotá, Colombia
2015
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Tabla de Contenido
1. Introducción .................................................................................................................... 5
2. Objetivos ......................................................................................................................... 8
2.1 Objetivo General ...................................................................................................... 8
2.2 Objetivos Específicos ............................................................................................... 8
3. Conceptualización del problema ..................................................................................... 9
3.1 Violencia de pareja .................................................................................................. 9
3.2 Situación en Colombia ............................................................................................. 9
3.3 Marco legal en Colombia ....................................................................................... 12
4. Proceso Metodológico .................................................................................................. 15
5. Aspectos teóricos .......................................................................................................... 17
5.1 Aproximación teórica a los problemas de denuncia ............................................. 17
5.1.1 Estructura de la sociedad ............................................................................... 17
5.1.2 Procesos de socialización ............................................................................... 18
5.1.3 Sistema de justicia .......................................................................................... 18
5.1.4 Relación de pareja y proceso de victimización ............................................... 20
5.2 Ontología Evolutiva ................................................................................................ 25
5.2.1 Perspectiva Micro ........................................................................................... 27
5.2.2 Perspectiva Meso ........................................................................................... 30
5.2.3 Perspectiva Macro ......................................................................................... 32
5.3 Modelos de Simulación por Agentes .................................................................... 33
6. El problema de la denuncia desde la perspectiva evolutiva ......................................... 35
6.1 Aspectos generales ................................................................................................ 35
6.2 Lógica del proceso y explicación del modelo de simulación ................................ 37
6.2.1 Caracterización del modelo ............................................................................ 37
6.2.2 Lógica del proceso .......................................................................................... 40
6.2.3 Interfaz del modelo ........................................................................................ 42
6.2.4 Calibración del modelo ................................................................................... 44
7. Experimentos ................................................................................................................ 46
7.1 Sensibilidad niveles de normalización de la violencia ........................................... 46
4
7.2 Sensibilidad nivel de eficacia del sistema de justicia ............................................. 47
7.3 Escenarios .............................................................................................................. 48
8. Lineamientos para el diseño de políticas públicas ........................................................ 50
9. Consideraciones finales ................................................................................................. 54
10. Bibliografía ................................................................................................................. 55
11. Anexos ....................................................................................................................... 59
11.1 Inicialización del modelo........................................................................................ 59
11.2 Código del modelo (NetLogo) ................................................................................ 60
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1. Introducción
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la violencia se define como “toda
acción u omisión intencional que, dirigida a una persona, tiende a causarle daño físico,
psicológico, sexual o económico” (OMS, 2002 citado en Pereira y Bertino, 2009, p.227), lo
anterior implica que ésta tiene repercusiones a nivel individual. Adicionalmente, cuando
consideramos que el individuo se desarrolla dentro de un contexto social y que sus
acciones tienen repercusiones sobre el mismo entonces será posible afirmar que los actos
violentos también tienen consecuencias sobre el entorno en que surgen y por lo mismo
sus consecuencias no se limitan a los actores directamente involucrados.
Ahora bien, cuando dicho contexto corresponde al entorno familiar, el cual funciona no
solo como base de la sociedad sino también como medio de socialización y formación
primaría de los individuos, entonces la ocurrencia de actos violentos y sus repercusiones
resultan aún más preocupantes. En este sentido algunos autores han identificado no solo
consecuencias a nivel individual, como problemas psicológicos o de salud en las víctimas
(Blanco, Ruiz, Garcia , & García, 2004); sino también a nivel social, en donde se ha
establecido que la ocurrencia de violencia intrafamiliar contribuye a los procesos de
normalización de la violencia (Corsi, 1994).
Sin embargo, es importante resaltar que la mayoría de consecuencias se asocian con
formas particulares de violencia, por lo cual se ha establecido una diferenciación de cuatro
tipos de violencia principales (Valle Ferrer, 2011), que difieren según el mecanismo
utilizado para su ejercicio:
Violencia psicológica: dentro de esta categoría se incluye todo comportamiento o
acto que pretende desvalorizar, culpabilizar o despreciar a la víctima. Este tipo de
violencia se caracteriza principalmente por tener efectos sobre la confianza y
autoestima de la víctima. Dentro de esta categoría encontramos actos como
criticar, insultar, ridiculizar, humillar públicamente, gritar, amenazar verbalmente,
ignorar al otro, acosar, entre otros.
Violencia física: corresponde a las conductas en las cuales se incluyen actos de
agresión física, tales como golpear, patear, apuñalar quemar, bofetear, morder,
empujar, estrangular, entre otros.
Violencia sexual : dentro de esta categoría se contemplan todo tipo de actos
sexuales no deseados, tales como obligar a tener relaciones sexuales, insultos y
criticas de carácter sexual y manoseo.
Violencia económica: este tipo de violencia incluye “ la apropiación o extracción
del patrimonio del otro, control de ingresos, apoderarse de bienes muebles o
6
inmuebles y despojo” (Instituto de Prevención del Delito del Estado de México, s.f,
pág. 9)
Aún cuando la anterior clasificación es utilizada de manera genérica para caracterizar el
ejercicio de la violencia independiente del contexto en el que surja; para el caso de la
violencia intrafamiliar se han generado distinciones adicionales que permiten la
caracterización del fenómeno según la victima involucrada. En este sentido encontramos
cuatro tipos de violencia intrafamiliar: violencia de pareja, violencia contra los menores,
violencia contra el adulto mayor y violencia entre otros familiares; entre las cuales para el
año 2013 la violencia de pareja fue la que presentó mayor incidencia dentro del contexto
colombiano ( ver tabla 1.)
Tabla 1 del autor. Estadísticas violencia intrafamiliar en Colombia en el 2013.Fuente: Hernández, H. W.
(2013). Comportamiento de la violencia intrafamiliar, Colombia, 2013. Bogota: Instituto Nacional de
Medicina Legal y Ciencias Forenses.
Adicionalmente para dicho año, el 77,58% de las víctimas fueron mujeres (Hernández,
2013), lo que evidencia la tendencia del fenómeno. Sin embargo, según datos de la
Encuesta Nacional de Demografía y Salud cerca del 80% de las mujeres víctimas de
violencia de pareja no realiza la denuncia (Murad, Gómez, & Calderón, 2013), lo que
demuestra la existencia de problemas de subregistro y desconocimiento de la magnitud
real del fenómeno. Ahora bien cuando consideramos que un mayor conocimiento del
fenómeno no solo permitiría su visibilización, sino a su vez una mejor comprensión del
mismo y por ende la formulación de leyes y políticas públicas más apropiadas para su
mitigación, entonces es posible afirmar la importancia de reconocer y analizar los
problemas de denuncia asociados al fenómeno.
Debido a lo anterior, el presente trabajo se enfoca específicamente en el estudio de la
violencia de pareja contra las mujeres y los problemas de denuncia asociados a la misma;
de manera que el objetivo final del trabajo será generar lineamientos para la formulación
de políticas públicas que busquen mitigar el fenómeno. Para esto el trabajo hará una
aproximación a la problemática desde la Ontología Evolutiva, en la cual los procesos
sociales, en este caso la no denuncia de violencia de pareja, son caracterizados a partir de
procesos de variación, selección y retención de reglas de decisión. Es importante
Tipo de violencia Número de casos Porcentaje
Violencia de pareja 44743 65,58%
Violencia contra niños/niñas adolescentes 9708 14,23%
Violencia contra el adulto mayor 1364 2,00%
Violencia entre otros familiares 12415 18,20%
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mencionar que la selección de este enfoque se fundamenta en que la perspectiva
evolutiva – a diferencia de los enfoques tradicionales que generalizan condiciones
particulares, basados en estudios de frecuencias y promedios- no solo reconoce la
existencia de diferencias entre los individuos, sino también la relación existente entre éste
y el contexto en que se encuentra; lo que permite un mejor acercamiento a la
problemática de la denuncia, y el reconocimiento de los múltiples factores que
influencian la decisión de las mujeres.
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2. Objetivos
2.1 Objetivo General
Desarrollar un análisis alterno de los problemas de denuncia asociados al fenómeno de
violencia de pareja contra la mujer, con el fin de proponer lineamientos para la adecuada
formulación de políticas públicas que permitan la atenuación del problema y la
visibilización del fenómeno.
2.2 Objetivos Específicos
Caracterizar el fenómeno de violencia de pareja contra la mujer en Colombia y las
medidas implementadas por el Estado para su disminución, por medio de una
consulta bibliográfica de la situación, avances y propuestas realizadas en los
últimos años.
Caracterizar el proceso de decisión asociado a la denuncia del fenómeno de
violencia de pareja contra la mujer, por medio de la Ontología Evolutiva propuesta
por Dopfer. De manera que ésta sea entendida como el resultado de la interacción
entre reglas de decisión y presiones sociales, que hacen de la misma (la no
denuncia) la regla seleccionada por la mayoría de víctimas.
Diseñar un modelo de simulación por agentes que permita conceptualizar el
proceso adaptativo – a nivel individual- mediante el cual la no denuncia es
seleccionada por las mujeres víctimas como regla de decisión ante situaciones de
violencia.
Proponer lineamientos para la formulación de las políticas públicas, que se
enfoquen en los factores más relevantes asociados al fenómeno y la problemática.
9
3. Conceptualización del problema
3.1 Violencia de pareja
La violencia de pareja corresponde a todo acto que surge en el contexto de una relación y
que tiende a causar daño a alguno de sus miembros. Específicamente, la Asociación
Americana de Psiquiatría APA establece que la violencia de pareja corresponde a un
“patrón de comportamientos abusivos, incluyendo un gran parámetro de maltrato físico,
sexual y psicológico usado por una persona en una relación íntima contra otra para ganar
poder injustamente o mantener el mal uso del poder, control y autoridad” (APA,1996;
citado en Walker, 1999,p.23).
A pesar de que la anterior definición hace énfasis en el ejercicio del poder como móvil del
uso de la violencia en la relación de pareja y por ende se enfoca en el contexto interno de
la relación, no podemos ignorar que la violencia de pareja corresponde a un fenómeno de
carácter social y por lo mismo se ve afectado por variables sociales y culturales que en
conjunto contribuyen a generar la problemática y a facilitar su prevalencia. En este
sentido encontramos que la existencia de una cultura machista y patriarcal, en la cual se
promueven determinados roles de género y prevalece la desigualdad entre hombres y
mujeres; son algunos de los factores cuya interacción favorece el ejercicio de la violencia
(Murad, Gómez, & Calderón, 2013).
Dichos factores sociales y culturales, no solo se encargan de promover determinadas
creencias respecto a la violencia y su ejercicio, sino así mismo generan pautas sobre las
relaciones de pareja y sus dinámicas (Villamil, 2002). Y es por lo mismo que estos factores
también se relacionan con las decisiones de las victimas respecto a su permanencia en
relaciones de violencia y la utilización de mecanismos externos que contribuyan al control
de la situación (Barnett, 2000). En este sentido, se ha establecido que la mayoría de
víctimas mujeres únicamente buscan ayuda después de un largo periodo de victimización
(Deza Villanueva, 2012), por lo cual es necesario un análisis no solo de los procesos de
decisión de las víctimas y los factores sociales asociados, sino también del contexto social
en que el fenómeno tiene lugar.
3.2 Situación en Colombia
En el año 2013, el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses realizó
peritaciones de 68230 casos de violencia intrafamiliar, de los cuales el 66,58%
correspondía a violencia de pareja (Hernández, 2013). Adicionalmente, cuando se analiza
el comportamiento del fenómeno en un periodo de tiempo, es posible establecer que éste
ha venido disminuyendo en los últimos cinco años (ver gráfica 4).
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Gráfica 1. Casos de Violencia e pareja en Colombia en los años 2004-2013. Fuente: Hernández, H. W. (2013).
Comportamiento de la violencia intrafamiliar, Colombia, 2013. Bogota: Instituto Nacional de Medicina Legal
y Ciencias Forenses.
Sin embargo, tanto el porcentaje de casos de violencia de pareja como el de mujeres
víctimas de ésta, han permanecido estables en los últimos años, rondando valores del 65%
y el 89%, respectivamente (ver tabla 2).
Tabla 2 del autor. Estadísticas violencia intrafamiliar en Colombia: 2008-2013. Fuente: Hernández, H. W.
(2013). Comportamiento de la violencia intrafamiliar, Colombia, 2013. Bogota: Instituto Nacional de
Medicina Legal y Ciencias Forenses.
A pesar de que las anteriores estadísticas de violencia intrafamiliar- dadas por el Instituto
Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses- permiten analizar el comportamiento del
fenómeno, es importante aclarar que estas cifras únicamente consideran los casos
denunciados y por lo mismo, no son una representación exacta de la realidad del
fenómeno.
0
10000
20000
30000
40000
50000
60000
70000
80000
90000
100000
2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013
Casos Violencia Intrafamiliar en Colombia: 2004 - 2013
AñoViolencia
intrafamiliar
Violencia de
pareja
%
Violencia
pareja
Casos
mujeres
% Mujeres
víctimas
violencia pareja
2008 90.019 58.261 65% 52.180 90%
2009 93.843 61.131 65% 54.192 89%
2010 89.436 57.875 65% 51.182 88%
2011 89.807 57.761 64% 51.092 88%
2012 83.898 54.399 65% 47.620 88%
2013 68.230 44.743 66% 39.020 87%
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Dado lo anterior, resulta importante complementar la información con los resultados de la
Encuesta Nacional de Demografía y Salud. Esta encuesta corresponde a una serie de
estudios longitudinales - realizados cada cinco años- , que se enfocan en la recolección de
información sobre la salud sexual y reproductiva de las mujeres colombianas (Profamilia,
2010). Adicionalmente la encuesta permite obtener información demográfica y sobre la
salud materno-infantil, dentro de la cual se incluye la prevalencia de fenómenos como la
violencia de pareja.
Según los resultados de la Encuesta Nacional de Demografía y Salud, cerca del 74,6% de
las mujeres han sido víctimas de algún tipo de violencia por parte de su pareja en los
últimos 10 años (Murad, Gómez, & Calderón, 2013). Adicionalmente, la violencia física y la
violencia psicológica son identificadas como los principales tipos de maltrato utilizados
dentro de las parejas (ver tabla 3).
Tabla 3 del autor. Estadísticas tipología violencia de pareja en Colombia: Fuente: Murad, R., Gómez, C., &
Calderón, M. C. (2013). Serie de estudios a profundidad ENDS 1990-2010. Historias de violencia, roles,
prácticass y discursos legitimadores. Violencia contra las mujeres en Colmbia 2000-2010. Bogotá: Profamilia.
Estas cifras permiten un mayor conocimiento del fenómeno y los mecanismos utilizados
para su ejercicio, y por ende constituyen una guía para su intervención. Sin embargo,
cuando consideramos que únicamente denuncian el 19% de las mujeres víctimas de
violencia de pareja (Murad, Gómez, & Calderón, 2013), es posible entender que una
adecuada intervención del fenómeno también requiere considerar los problemas de
denuncia asociados al mismo.
Respecto a este último punto, la Encuesta Nacional de Demografía y Salud ha identificado
los principales factores por los cuales las mujeres no denuncian, entre los cuales destacan:
la creencia de que la violencia es parte de la vida normal, la creencia de que el problema
se puede solucionar sin ayuda, la consideración de que la baja gravedad del problema no
justifica su denuncia, el miedo a ser agredidas por la pareja, entre otras (ver tabla 4).
2000 2005 2010
Económica 29% 28% 29%
Física 40% 39% 37%
Psicológica 73% 67% 75%
Sexual 11% 12% 10%
Año Encuesta (ENDS)Tipo de
violencia
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Tabla 4 del autor. Razones de la mujer para no denunciar violencia de pareja. Fuente: Profamilia. (2010).
Encuesta Nacional de Demografía y Salud 2010. Bogota.
Los anteriores factores, identificados como razones de las mujeres para no denunciar,
ponen en evidencia la carga emocional y la influencia contextual y cultural implicadas en la
decisión de denuncia de la víctima; lo que indica que dicha decisión se ve afectada por un
conjunto variables y presiones externas al individuo. Por esta razón, la consideración e
intervención de dichas presiones podría conllevar a un aumento de la denuncia y por ende
la visibilización del fenómeno.
Si a lo anterior le sumamos el planteamiento de Pérez (2002), que establece que “el hablar,
denunciar, formular el problema, crear lazos de solidaridad y vínculos de pertenencia al
género, debería disminuir la ocurrencia del fenómeno” (pág. 42), entonces podremos
afirmar que el análisis e intervención de los factores asociados a la toma de decisiones de
la víctima, podría contribuir no solo al reconocimiento del fenómeno, sino a su vez a la
disminución del mismo.
Ahora bien, aun cuando la intervención del fenómeno requiera el conocimiento de su
comportamiento, prevalencia y mantenimiento, ésta también debe ir acompañada de la
identificación de los mecanismos implementados por el gobierno para su mitigación. Este
último punto será abordado en la siguiente sección.
3.3 Marco legal en Colombia
A pesar de que el fenómeno de violencia de intrafamiliar tiene lugar en el entorno privado,
éste no se limita a dicho contexto, no solo porque algunas de sus repercusiones se
evidencian en el contexto social sino también porque sus consecuencias individuales
representan una violación de los derechos humanos de las víctimas. Debido a esto, el
2000 2005 2010
Cree que puede solucionar el problema sin ayuda 14% 24% 31%
No considera que el problema fuera tan grave como para denunciar 28% 24% 18%
Miedo a agresión 14% 16% 17%
Le da vergüenza el hecho de denunciar el maltrato 7% 5% 13%
No desea dañar al agresor 15% 13% 10%
No sabe donde denunciar 4% 7% 10%
Cree que no volverá a ocurrir 9% 9% 7%
Es parte de la vida normal 9% 9% 7%
Temor a una separación 5% 5% 6%
No cree en la justicia 3% 3% 4%
Cree que se merecía la golpiza 7% 6% 2%
Año encuestaRazones para no denunciar
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fenómeno no ha sido ajeno a la formulación de mecanismos legales y constitucionales, los
cuales han surgido como intentos del Gobierno para dar respuesta a la problemática, y
cuyos objetivos son por un lado mitigar y sancionar el fenómeno, y por el otro garantizar
medidas de protección y atención a las víctimas.
Concretamente, las regulaciones legales respecto a la violencia intrafamiliar tienen su
inicio con la constitución de 1991, en la cual resultan de gran relevancia los siguientes
artículos:
Art. 5. Se reconoce la primacía de los derechos inalienables de toda persona y se
ampara a la familia como institución base de la sociedad.
Art. 13. Libertad e igualdad de todas las personas ante la ley. Principio de no
discriminación.
Art. 42. Toda forma de violencia en la familia se considera destructiva de su unidad
y debe ser sancionada.
Art. 43. Reconoce igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Se garantiza la
no discriminación de la mujer.
Las anteriores consideraciones constituyen una base para la garantía de los derechos de la
mujer en el ambiente social y familiar, y por ende la mitigación del fenómeno de la
violencia de pareja. Sin embargo, el uso de la violencia se enmarca dentro de un escenario
cultural cuyas creencias fortalecen y perpetuán la existencia de mecanismos de
discriminación y agresión contra la mujer, y por lo mismo el reconocimiento de estos
derechos no es garantía suficiente para su ejercicio.
A razón de lo anterior, en el año 1995 se ratificó la ley 248, que aprobó la Convención
Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer, a partir de
la cual el estado Colombiano – como estado miembro- está obligado a implementar
acciones jurídicas, legales y administrativas con el fin de reducir y eliminar la violencia
contra la mujer, incluyendo la violencia dentro de la familia, la unidad doméstica y
cualquier relación interpersonal (Ley 248, 1995). En los años posteriores a la ratificación
de ésta ley, se desarrollaron un conjunto de mecanismos legales para la mitigación del
fenómeno.
Dentro de estos mecanismos es importante resaltar la ley 294 de 1996 que determina
normas para el manejo y prevención del fenómeno de violencia intrafamiliar (Ley 294,
1996), la cual se establece como la primera ley de violencia intrafamiliar en Colombia.
Específicamente la ley establece: medidas de protección para las víctimas de violencia
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intrafamiliar, el procedimiento requerido para la petición de dichas medidas,
lineamientos para la asistencia a las víctimas de maltrato y las sanciones asociadas a su
incumplimiento. En los años posteriores a la ratificación de ésta ley, se desarrollaron
otros mecanismos para su ampliación y modificación (ver tabla 5).
Tabla 5 del autor. Leyes violencia intrafamiliar en Colombia.
A pesar de los diferentes mecanismos establecidos por el gobierno Colombiano estos no
han mostrado los resultados esperados, lo que demuestra su carácter limitado para la
mitigación del fenómeno. Dicha limitación se asocia principalmente con el hecho de que
las medidas implementadas se enfocan en la sanción del maltratador y la asistencia a las
víctimas, por lo cual continúan desconociendo los factores sociales y culturales que
generan y perpetuán la ocurrencia del fenómeno.
De igual manera las bajas tasas de denuncia por parte de las víctimas (ver sección 3.2),
evidencian la necesidad de nuevas aproximaciones al fenómeno, que permitan su
comprensión y la adecuada formulación de políticas públicas. Es como resultado de todo
lo anterior, que el presente trabajo propone una aproximación alternativa al fenómeno de
violencia de pareja, enfocado en los problemas de denuncia asociados al mismo y los
factores sociales que los generan.
Ley Descripción
Ley 294 de 1996
Adjudicó el carácter de delito a la violencia
intrafamiliar. Definió normas para prevenir, remediar y
sancionar la violencia intrafamiliar.
Ley 575 de 2000
(Reforma de la Ley 294 de 1996). Trasladó la
competencia de dictar medidas de protección a la
Comisaria de familia.
Ley 599 de 200Reformó el código penal, al incluir los tipos penales de
violencia intrafamiliar.
Ley 882 de 2004 Aumentó las penas por violencia física y psicológica.
Ley 1257 de 2008
Dicta medidas de sensibilización, prevención,
erradicación y sanción de formas de violencia y
discriminación contra la mujer.
Ley 1361 de 2009
Estableció la protección integral de la familia y
elaboración de la política pública de apoyo y
fortalecimiento a la familia.
Ley 1542 de 2012 Eliminó el carácter queréllale y desistible de los delitos
de violencia intrafamiliar e inasistencia alimentaria.
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4. Proceso Metodológico
El objetivo final de este proyecto es generar lineamientos para la adecuada formulación
de políticas públicas enfocadas en la mitigación de la violencia de pareja. Sin embargo
para el cumplimiento de dicho objetivo es necesario un proceso metodológico que no
solo permita conceptualizar la problemática e identificar factores claves para su
intervención, sino también superar algunas de las limitaciones de los mecanismos
previamente propuestos por el gobierno. En este sentido, y tomando como referente el
impacto limitado que han tenido los mecanismos implementados por el gobierno para
mitigar la violencia de pareja – en general la violencia intrafamiliar- y su énfasis en las
sanciones del maltratador y la atención a las víctimas, el presente trabajo propone una
aproximación alternativa a dicho fenómeno. Dicha aproximación se caracteriza por dos
aspectos principales: por un lado el énfasis en los problemas de denuncia y la inclusión de
aspectos sociales relacionados con éste, y por el otro el abordaje del fenómeno a partir de
la Ontología Evolutiva.
Dado lo anterior, el proceso metodológico comenzará con la conceptualización de algunos
aspectos claves para el abordaje del problema, los cuales se centrarán tanto en el
problema de denuncia como en las herramientas metodológicas a utilizar. Para abordar el
problema, se realizará una caracterización teórica de la forma en que ha sido entendido el
problema de denuncia. Dicha caracterización no solo involucrará los principales enfoques
teóricos utilizados para la explicación de la problemática, sino a su vez los resultados de
algunos estudios que sustenten dicha información
Respecto a las herramientas metodológicas, el proyecto propone la utilización tanto de la
Ontología Evolutiva como de modelos de simulación por agentes, por lo cual el proceso
metodológico continuará con una explicación general de dichas herramientas. Es
importante mencionar que se tomó la Ontología Evolutiva como herramienta
metodológica, debido a que ésta no solo reconoce existencia de diferencias entre los
individuos y la capacidad de decisión de los mismos, sino también el hecho de que los
cambios a nivel poblacional son el resultado de procesos evolutivos que comienzan a nivel
individual. Adicionalmente, la Ontología reconoce la complejidad de la problemática, en la
medida en que considera no solo que los agentes actúan con base en su conocimiento,
sino también que estos interactúan entre sí y con el medio externo en que se encuentran;
y es por lo mismo que resulta apropiada para la caracterización de procesos sociales como
los problemas de denuncia en violencia de pareja.
Una vez realizada la caracterización de dichos aspectos generales, el proceso
metodológico continuará con la caracterización del problema desde la Ontología Evolutiva.
Lo que implica que los factores claves identificados en el análisis teórico de la
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problemática, serán vinculados a los procesos de variación, selección y retención de
reglas de decisión, propios de la Ontología. Es importante mencionar que a pesar de que
la Ontología Evolutiva reconoce la existencia de tres niveles de análisis, el proyecto se
centrará únicamente en la caracterización de los procesos de decisión y la problemática a
nivel individual.
A partir de la conceptualización del problema desde la Ontología Evolutiva, se procederá a
diseñar un modelo de simulación por agentes, que no solo permita realizar una
abstracción de la realidad del fenómeno, sino a su vez entender la relación entre algunos
factores sociales y la decisión de denuncia de las víctimas. Para la construcción del
modelo de simulación se tendrán en cuanta un número limitado de factores y criterios de
decisión, identificados como relevantes dentro de la conceptualización teórica de la
problemática. Dicho modelo de simulación será utilizado para la realización de
experimentos y análisis de escenarios, a partir de los cuales se propondrán diferentes
líneas de intervención para la creación de políticas públicas enfocadas en la mitigación y
visibilización del fenómeno, siendo este el objetivo final del proyecto.
Gráfica 2. Proceso metodológico del proyecto
• Problemática
• Herramientas metodológicas
Aproximación teórica
• Denuncia como proceso evolutivo
Aproximación desde la Ontología Evolutiva
• Experimentos
• Análisis escenarios
Diseño modelo de simulación por
agentes
• Enfocados en mitigar y visibilizar el problema
Lineamientos para políticas publicas
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5. Aspectos teóricos
5.1 Aproximación teórica a los problemas de denuncia
A pesar de que la violencia contra la mujer tiene diferentes consecuencias para la salud y
bienestar de la víctima, la mayoría de mujeres únicamente buscan ayuda después de un
largo periodo de victimización (Deza Villanueva, 2012). Debido a esto, resulta importante
reconocer los diferentes aspectos que contribuyen a la legitimación de la violencia dentro
de la pareja y la permanencia de las mujeres en dichas relaciones. En este sentido, se han
realizado diferentes investigaciones enfocadas en la identificación tanto de los aspectos
sociales y culturales, como de los aspectos internos de las relaciones de pareja, que en
conjunto contribuyen al mantenimiento de la problemática. Concretamente, dichos
aspectos tienen tres repercusiones principales: promueven determinados procesos
relacionales en la pareja, normalizan las manifestaciones de violencia en las relaciones y
entorpecen la utilización de recursos externos – tales como la denuncia- para el control
de la problemática.
Entre la literatura de violencia de pareja, se reconoce la existencia de cuatro enfoques
principales que abarcan los aspectos más relevantes para la legitimación de la violencia
de pareja y por ende la no denuncia por parte de las víctimas. Dichos enfoques
correspondes a: la estructura de la sociedad, los procesos de socialización, el sistema de
justicia y la relación de pareja y proceso de victimización. Estos enfoques serán abordados
en mayor detalle en las siguientes secciones.
5.1.1 Estructura de la sociedad
Algunos autores señalan que la presencia de una estructura patriarcal en la sociedad, no
solo genera las condiciones apropiadas para el ejercicio y mantenimiento de la violencia
contra la mujer, sino a su vez dificultan que las mujeres se salgan de una relación de
maltrato (Murad, Gómez, & Calderón, 2013). Esta estructura se sustenta gracias a la
existencia de creencias y actitudes machistas y sexistas, que en conjunto establecen y
reafirman la supremacía del hombre sobre la mujer en todos los aspectos de la vida social;
y es precisamente dentro de este entramado de prácticas y creencias que se legitima el
ejercicio de violencia contra la mujer. De manera que la violencia contra la mujer no solo
se edifica como una práctica legitima y apropiada dentro del orden patriarcal, sino a su
vez se convierte en un mecanismo de perpetuación de dicho orden (MDGF. Programa
integral contra violencias de género, 2010, pág. 32).
Adicionalmente la existencia de dicha estructura genera dificultades para las mujeres al
intentar salirse de relaciones de violencia. Según Barnett (2000) dichas dificultades no solo
se asociación a la interiorización – en la mujer- de creencias sobre la violencia como una
práctica normal, sino también con la dependencia económica de la mujer, siendo esta
18
ultima el resultado de las desigualdades sociales – principalmente en términos de
ingresos y oportunidades labores- entre hombres y mujeres. Lo que indica que la
estructura patriarcal y la desigualdad asociada a la misma, no solo ayudan a normalizar y
perpetuar la violencia contra la mujer, sino a su vez dificultan que las mujeres se salgan de
relaciones de violencia y denuncien a su agresor.
5.1.2 Procesos de socialización
Según Fermoso (1994, en Larragaña, Yubero, & Bodoque, 2006), la socialización hace
referencia al proceso de interacción entre el individuo y su entorno, mediante el cual se
trasmiten e interiorizan las diferentes creencias, costumbres y valores propios de un grupo
social, y que en su conjunto vendrán a constituir la identidad del individuo. Dentro de
dichas creencias resulta de especial importancia – para el tema de estudio- las nociones
culturales referentes a los roles de género, siendo estos entendidos como el “conjunto de
normas, comportamientos y formas de conducta que debe asumir cada individuo según su
sexo” (Millán & Alarcón, 2009, pág. 48). De manera específica, se ha identificado que la
interiorización de los roles de género se asocia en el caso de los hombres con la
identificación del ideal masculino, la búsqueda de una posición dominante en las
relaciones y la aceptación de la violencia como forma de relacionarse y de resolver
conflictos; mientras que en el caso de las mujeres se asocia con la incorporación de
modelos de sumisión, dependencia y pasividad (Equipo Investigador Universidad de Sevilla,
2011).
La razón por cual las creencias de género resultan importantes para el tema de estudio,
radica en que éstas no solo promueven y legitiman formas específicas de ser hombre y de
ser mujer, sino a su vez perpetúan las relaciones de desigualdad y opresión entre los sexos,
las cuales se convierten en la base de la violencia de género (Ramos Padilla, 2006). Cuando
dichas creencias han sido interiorizadas y se constituyen en aspectos propios de la
identidad del individuo, éstas vendrán a determinar la forma en que el individuo actúa y
afronta determinadas situaciones, tales como la violencia de pareja. Lo que indica que la
legitimación de dichas características y desigualdades, no solo se asocia con la
normalización y aceptación de la violencia de pareja hacia la mujer, sino también con el
hecho de que las mujeres no busquen ayuda, ni denuncien la situación de maltrato
(Fanslow & Robinson, 2010).
5.1.3 Sistema de justicia
A pesar de que los gobiernos de diferentes países y concretamente el gobierno
Colombiano, han dispuesto un conjunto de mecanismos legales que intentan proteger a
las víctimas de violencia y disminuir la prevalencia misma del fenómeno, estos
mecanismos tienen un carácter limitado. Dicho carácter limitado no solo se asocia a que
19
anualmente existe un gran número de casos de violencia de pareja, sino también a que la
mayoría de victimas mujeres no recurren a dichos mecanismos. Este último aspecto no
solo ha sido vinculado con factores e influencias culturales, sino a su vez con problemas y
deficiencias del sistema de justicia.
Según Larrauri (2003), uno de estos problemas se asocia a que el sistema no atiende ni
reconoce las necesidades de las víctimas. Para las mujeres víctimas de maltrato, la
denuncia se convierte en un medio para conseguir cambiar su situación, no en un objetivo
en sí mismo; por lo cual la autora señala que la lógica procesal y judicial del sistema –
según la cual el objetivo principal es el castigo y condena del maltratador- se convierte en
un obstáculo para estas mujeres. Adicionalmente la interposición de la denuncia deja a las
mujeres en una situación de vulnerabilidad, en la cual se ve amenazada tanto su seguridad,
como su estabilidad económica y emocional (Grauwiler, 2008). A pesar de que dicha
situación intenta ser atenuada por las medidas de protección dispuestas por la ley 294 de
1996, no existe una garantía sobre la ejecución de las mismas, debido a que “[s] Si bien
todas las leyes contra la VCM incluyen medidas de protección, su ejecución en la práctica
está obstaculizada por la carencia de sistemas de vigilancia, efectivos policiales o casas de
refugio” 1 (Banco Interamericano de Desarrollo BID, 2014) y por lo mismo permanecer en
dicha relación en muchas ocasiones es considerada como la opción más segura (Grauwiler,
2008). La anterior información es confirmada por los resultados del Estudio Sobre
Tolerancia Social e Institucional a la Violencia Basada en Género en Colombia, según la
cual un alto porcentaje de las mujeres víctimas de violencia que acudieron a mecanismos
judiciales para interponer la denuncia, manifestaron que dichas instituciones no les
resolvieron su problema (MDGF. Programa integral contra violencias de género, 2010) .
Tabla 6. Basada en: MDGF. Programa integral contra violencias de género. (2010). Estudio sobre tolerancia
social e institucional a la violencia basada e género en Colombia. Bogotá: Fondo de Naciones Unidas y el
Gobierno de España para el cumplimiento de los objetivos de desarrollo del milenio.
1 VCM se refiere a violencia contra las mujeres
Institución % Mujeres que manifestaron que
no resolvieron su problema
Comisaría de Familia 26%
Fiscalía 29%
Policía 42%
Alcaldía 49%
Instituto Nacional de Medicina
Legal7%
20
Un segundo problema se asocia a la desconfianza de las mujeres respecto al sistema de
justicia, la cual se halla determinada por dos factores principales. El primero, referente a la
percepción de éste como un sistema marcado por la ineficiencia y la burocratización, y el
segundo asociado a la prevalencia de estereotipos de género dentro de las instituciones
judiciales. (Guzmán & Prieto, 2013). En este último sentido, Barnett (2000) afirma: “las
practicas del sistema de justicia criminal reflejan precedentes históricos y creencias
patriarcales, que fallan al servir y proteger a la mujer maltratada” (pág. 350, traducción
personal). De manera que los anteriores factores no solo aumentan la desconfianza de la
víctima respecto al sistema de justicia, sino a si mismo se constituyen en un elemento
clave para que no denuncien (Ferrer, Bosch, & Riera, 2006).
Por último, es importante señalar que también existen problemas de desconocimiento
de las víctimas de violencia respecto a sus derechos y los mecanismos legales dispuestos
para su ejercicio (Banco Interamericano de Desarrollo BID, 2014), lo cual genera que las
mujeres recurran a otros mecanismos de afrontamiento cuando se ven enfrentadas a
situaciones de violencia. Esta situación es confirmada por los resultados del estudio
realizado por Madero y Gómez (2007) en la ciudad de Bogotá, según la cual muchas
mujeres:
[D] desconocen sus derechos e ignoran que la violencia conyugal es un delito y que
dependiendo de la magnitud puede ser castigado. Igualmente, carecen de
información acerca de las instituciones del Estado, a las que deben acudir para
denunciar el maltrato intrafamiliar. Así mismo desconocen los procedimientos y
trámites que deben realizar cuando deciden denunciar al agresor (pág. 96).
Es por todo lo anterior que es posible afirmar que aun cuando el Estado disponga de
múltiples de mecanismos para la protección de las mujeres víctimas de violencia, estos
resultan inútiles ante la desinformación, desconfianza e ineficiencia misma del sistema
judicial.
5.1.4 Relación de pareja y proceso de victimización
El uso y mantenimiento de la violencia dentro de las relaciones de pareja, no solo se
explica a partir de factores externos propios del contexto social y cultural, sino a su vez se
relacionan con características propias de las relaciones y los efectos que la violencia tiene
sobre las víctimas. De manera que es posible identificar tres características centrales
respecto a los factores internos de las relaciones: por un lado el carácter cíclico de la
violencia de pareja, y los efectos que ésta tiene sobre las víctimas; y por el otro la
existencia de un vínculo afectivo entre el agresor y la víctima.
21
5.1.4.1 El ciclo de la violencia
La teoría del ciclo de la violencia de pareja fue propuesta en el año 1979 por Leonore
Walker, y establece que el proceso de maltrato en la pareja se comporta de manera cíclica,
siguiendo tres fases específicas: aumento de la tensión, incidente de agresión y contrición
amorosa o luna de miel (Walker, 2000).
Gráfica 3. Ciclo de la violencia de Walker (1979).
La fase de tensión se caracteriza por un aumento gradual de la misma, en el cual se
generan actos puntuales – tales como insultos y abuso físico- que dan lugar a roces entre
la pareja; situación que genera reacciones particulares en cada uno de sus miembros. En
el caso del maltratador comienzan a aparecer sentimientos de hostilidad e insatisfacción,
mientras que en el caso de la víctima esta comienza a adaptar su comportamiento a los
deseos de su maltratador, con el fin de calmarlo y reducir la tensión existente.
Adicionalmente durante esta fase la víctima tienden a minimizar o justificar los
comportamientos de su compañero, a través de la autoculpabilización o la asociación con
estresores particulares (Deza Villanueva, 2012). Los intentos de la víctima por calmar la
situación tienen resultados positivos durante un tiempo, lo que genera un sentimiento
irreal de control sobre la situación. Posteriormente dichas acciones resultan inútiles, lo
que implica que la tensión en la relación continua aumentando, hasta el punto en que
resulta inaguantable, lo que desencadena la fase de agresión.
La fase de agresión se caracteriza por “la descarga incontrolable de las tensiones
acumuladas durante la fase uno” (Walker, 1979, p.59; citado en Walker, 2000), dichas
descargas corresponden al ejercicio de agresiones físicas o psicológicas contra la víctima.
Algunos autores han afirmado que esta fase tiene graves efectos sobre la víctima, tales
como: tensión psicológica severa, aislamiento, sentimientos de impotencia e indefensión,
depresión, ansiedad, conmoción y temor; que en conjunto dificultan la búsqueda de
ayuda (Deza Villanueva, 2012). Dichos efectos son especialmente importantes debido a
Agresión
Luna de Miel
Tensión
22
que tienden a generar una disminución permanente de la autoestima de la víctima y a
aumentar el miedo de la misma, por lo cual cada vez que se repite el ciclo es menos
probable que se busquen mecanismos de ayuda externa. Esta fase es de breve duración y
termina cuando el agresor detiene sus conductas violentas.
La siguiente fase corresponde a la luna de miel y se caracteriza por los actos de
arrepentimiento y deseo de cambio por parte del maltratador; entre los cuales se incluyen
no solo comportamientos amorosos, cariñosos, detallistas y amables; sino también las
suplicas de perdón y las promesas de no volver a agredir a la pareja. Dichos actos
renuevan la confianza de la víctima en su pareja y la relación, y por lo mismo representan
un refuerzo para permanecer en la misma. Adicionalmente los comportamientos
cariñosos del agresor durante esta fase, ayudan a estrechar la relación de dependencia
entre la víctima y el agresor; y por lo mismo dificultan los procesos de denuncia y
búsqueda de ayuda de la mujer en las otras fases del ciclo. (Deza Villanueva, 2012). Sin
embargo después de un lapso de tiempo empezarán a ocurrir nuevos incidentes que dan
lugar a tensiones en la relación, generando nuevamente el comienzo del ciclo.
El ciclo de la violencia no solo permite entender el funcionamiento interno de las
manifestaciones de violencia, sino que también ayuda a explicar algunas de las razones
por las cuales las mujeres no buscan ayuda y permanecen en relaciones violentas.
Concretamente cada una de las fases del ciclo tiene efectos particulares sobre la víctima,
tanto a nivel cognitivo como psicológico, que hacen que con cada repetición del ciclo se
disminuya más la probabilidad de que la mujer denuncie y busque ayuda externa.
5.1.4.2 Proceso de escalada y consecuencias asociadas a la violencia
Adicional a la caracterización de la violencia como un proceso de carácter cíclico, también
se ha identificado que el fenómeno responde a un comportamiento de escalada según el
cual las manifestaciones de violencia aumentan en frecuencia e intensidad a través del
tiempo, implicando un proceso que incluye inicialmente agresiones de tipo psicológico, y
en etapas posteriores agresiones de tipo físico y sexual (Garzón, 2011). Es importante
mencionar que el hecho de que la violencia se asocie a un proceso de escalada, no indica
que en todos los casos se cumplan todas las fases del proceso; por lo cual también es
importante considerar las razones de las mujeres para no denunciar según el tipo de
violencia al que se ven expuestas.
La primera fase se asocia comúnmente a la presencia de agresiones de tipo psicológico, a
través de las cuales la víctima es desvalorizada, criticada, ignorada y ridiculizada; en
etapas posteriores este tipo de violencia es reforzada por agresiones verbales. A pesar de
que este tipo de violencia se presenta de manera sutil, ésta tiene consecuencias
devastadoras en la salud de la mujer especialmente asociadas a la pérdida de autoestima
23
y el debilitamiento de sus defensas psicológicas (Deza Villanueva, 2012). Adicionalmente,
este tipo de violencia tiene dos repercusiones importantes respecto al proceso de
denuncia: en primer lugar, su carácter sutil hace que las agresiones psicológicas tiendan a
ser minimizadas y por tanto no sean denunciadas; y en segundo lugar sus efectos sobre la
víctima disminuyen la probabilidad de posteriores intentos de denuncia.
Lo anterior se evidencia en los resultados de la Encuesta Nacional de Victimización por
Violencia intrafamiliar y Delitos Sexuales (Ministerio del Interior y Seguridad Publica, 2013),
según la cual únicamente el 27.6% de mujeres víctimas de violencia psicológica realizó la
denuncia, y del porcentaje restante de mujeres el 34,5% afirmó que la principal razón para
no denunciar fue que el maltrato no fue algo serio y por tanto no era necesario denunciar
(ver tabla 7)
Tabla 7. Basada en Ministerio del Interior y Seguridad Publica. (2013). Informe Final " Encuesta Nacional de
Victimización por Violencia Intrafamiliar y Delitos Sexuales. Chile: Adimark GfK.
En etapas posteriores, la violencia empieza a incluir agresiones de tipo físico y luego
sexual, que atentan directamente contra la salud de la mujer, dejando secuelas como
cicatrices e impedimentos físicos. Este tipo de agresiones también tienen efectos sobre el
equilibrio emocional de la mujer, en la medida en que generan sentimientos de miedo,
temor, ansiedad, angustia, humillación y desconfianza permanente (Gobierno San Luis
Potosí, 2006). Dichos sentimientos constituyen un factor inhibidor para la búsqueda de
ayuda externa por parte de la víctima y por ende de la denuncia respectiva. En este
sentido, los resultados de la Encuesta Nacional de Victimización por Violencia intrafamiliar
y Delitos Sexuales (Ministerio del Interior y Seguridad Publica, 2013), muestran que
únicamente el 36% de mujeres víctimas de violencia física realizó la denuncia; del
porcentaje restante de mujeres el 24,5% afirmó que la principal razón para no denunciar
fue el miedo (ver tabla 8)
Motivo no denuncia % Mujeres
Porque no fue algo serio y no lo consideré necesario 34,5%
Las cosas mejoraron 12,5%
No creo que denunciar sirva/ había denunciado y no paso nada 11,9%
No sabía que podía denunciar esta situación 9,6%
Me daba vergüenza contar mi situación 7,5%
Tuve miedo 6,2%
Violencia Psicológica - Principal motivo de no denuncia por el ultimo episodio
24
Tabla 8. Basada en Ministerio del Interior y Seguridad Publica. (2013). Informe Final " Encuesta Nacional de
Victimización por Violencia Intrafamiliar y Delitos Sexuales. Chile: Adimark GfK.
En el caso de la violencia sexual, los resultados de la encuesta revelan que cerca del 87,1%
de las víctimas no denuncian, y la razón principal para dicha decisión se fundamenta en la
vergüenza que dicha situación les produce (40%) (Ministerio del Interior y Seguridad
Publica, 2013). Adicionalmente, es importante resaltar que en todos los tipos de violencia
incluidos en la encuesta, una de las razones importantes para no denunciar es la creencia
– justificada o no por experiencias previas- de que es inútil denunciar (“no creo que
denunciar sirva/había denunciado y no paso nada”); lo cual reafirma la necesidad de
mejorar las garantías y respuestas del sistema de justicia.
A pesar de que la encuesta mencionada fue realizada en Chile, sus resultados son de gran
relevancia para el estudio de la problemática, ya que permiten evidenciar algunas de las
razones que las mujeres tienen para no denunciar según el tipo de violencia.
Adicionalmente dichos resultados son comparables a los encontrados en la Encuesta
Nacional de Demografía y Salud (Profamilia, 2010) realizada en Colombia, debido a que
identifican razones similares para no denunciar (ver sección 3.2) ; sin embargo en el caso
de ésta última no se diferencian las razones según el tipo de violencia al que se está
expuesta y por lo mismo la encuesta chilena permite complementar dicha información.
5.1.4.3 Vinculación afectiva
Por último es importante resaltar que la violencia de pareja tiene una característica
particular asociada al contexto en el que surge, es decir una relación de carácter afectivo y
emocional entre la víctima y el maltratador, que se constituye como un factor clave para
la decisión y permanencia de las mujeres dentro de dicha relación. Algunos estudios
afirman que en muchos casos la permanencia de las mujeres en relaciones de maltrato, se
asocia al amor a la pareja, la esperanza de que la violencia cese y el compromiso con la
relación (Barnett, 2001).
Según el estudio de Fanslow y Robinson en Auckland (Nueva Zelanda), en el cual se
encuestaron un total de 956 mujeres que habían vivido experiencias de maltrato en algún
Motivo no denuncia % Mujeres
Tuve miedo 24,5%
Las cosas mejoraron 14,3%
Por temor a que no me creyeran, porque no tenía testigos 12,7%
No creo que denunciar sirva/ había denunciado y no paso nada 8,7%
Me daba vergüenza contar mi situación 8,1%
Porque no fue algo serio y no lo consideré necesario 7,5%
No sabía que podía denunciar esta situación 6,4%
Violencia Física - Principal motivo de no denuncia por el ultimo episodio
25
momento de su vida, el 26.1% de las mujeres que permanecieron en la relación (n=486) lo
hicieron debido a que amaban al agresor (Fanslow & Robinson, 2010). De igual manera,
según el estudio realizado por Peterson et al. (2004), uno de las principales barreras de las
mujeres para no buscar ayuda externa era su deseo de proteger al agresor. Lo que indica
que la relación afectiva con el maltratador tiene una influencia importante en la decisión
de la víctima sobre su permanencia en la relación y por lo mismo es considerado un factor
importante en la decisión sobre la posibilidad de denunciar.
5.2 Ontología Evolutiva
La Ontología Evolutiva de Dopfer surge como un intento superar las limitaciones
existentes en las teorías económicas basadas en un análisis determinista, las cuales no
solo desconocen el carácter de la economía como sistema complejo, abierto y en
evolución, sino también los procesos de acción y toma de decisión que llevan a cabo los
agentes (Dopfer & Potts, 2004). Tomando como base estos aspectos, la Ontología
Evolutiva propone que la economía corresponde a un proceso de auto-organización y
coordinación de reglas genéricas, que cambian y se actualizan en el curso de un proceso
evolutivo (Dopfer & Potts, 2009); lo que indica que el sistema económico es
conceptualizado a partir de un proceso de evolución de reglas, y que los agentes son
reconocidos como los actores encargados de crear y portar dichas reglas. Adicionalmente,
la Ontología Evolutiva reconoce la existencia de tres axiomas que constituyen la base de
la misma: bimodalidad, asociación y proceso (Dopfer & Potts, 2004) (Dopfer K. , 2005).
Axioma 1 – Bimodalidad
Este axioma reconoce que todos los fenómenos reales corresponden a la actualización
física de una idea. Lo que indica por un lado que todas las ideas y reglas pueden tener
múltiples actualizaciones, y por el otro que dichas actualizaciones son materializadas por
una población.
Axioma 2 - Asociación
Este axioma afirma la existencia de conexiones y relaciones entre las diferentes ideas y
actores. Adicionalmente establece que las propiedades de una regla únicamente pueden
ser reconocidas en las asociaciones que ésta establece, y que dichas propiedades
corresponden la información; lo que indica que “la creación de una asociación, es la
creación de información “(Dopfer & Potts, 2004, pág. 206, traducción personal).
Axioma 3 – Proceso
Este axioma hace referencia a las actualizaciones como procesos, y por ende reconoce su
carácter espacial y temporal.
Los anteriores axiomas no solo constituyen la base principal de la teoría evolutiva, sino a
su vez permiten entender su carácter generalizable. Esto último indica que aun cuando la
26
Ontología surge como un modelo explicativo de la economía, ésta puede ser utilizada para
caracterizar diversos procesos evolutivos de carácter social. Por lo tanto es posible afirmar
que la Ontología Evolutiva permite la conceptualización de diversos procesos sociales,
como el resultado de la evolución de reglas genéricas.
En términos generales las reglas se refieren a aquellas “ideas que permiten organizar
acciones y recursos, en operaciones” (Dopfer & Potts, 2007, pág. 6). Por su parte, las
reglas genéricas corresponden a aquellas que son comunicadas socialmente y se clasifican
en dos tipos. Por un lado las reglas de los sujetos, que incluyen reglas cognitivas y de
comportamiento, y se encargan de organizar los comportamientos y pensamientos del
sujeto. Y por el otro las reglas de los objetos, que incluyen reglas de tipo social y técnico, y
se encargan de organizar las estructuras sociales y materiales.
Tabla 9. Basada en: Dopfer, K., & Potts, J. (2007). The general theory of economic evolution. Routledge.
De esta manera, la evolución de procesos sociales es entendida como el proceso continuo
de cambio, interacción y coordinación de los distintos tipos de reglas genéricas. Sin
embargo para que dicho proceso tenga lugar, es necesaria la existencia de un conjunto de
operaciones y portadores de reglas, que se encarguen de materializar dicho proceso.
En este sentido, Dopfer y Potts (2007) identifican algunos puntos claves relacionados con
el proceso evolutivo y los factores involucrados dentro del mismo (reglas, agentes y
operaciones). Por un lado, establecen que las reglas pueden tener distintos portadores, y
por lo mismo una misma regla podrá ser adoptada de distinta manera y con diferentes
propósitos. Adicionalmente, afirman que esta variedad de posibilidades, es precisamente
lo que constituye el curso normal de la trayectoria de una regla. Por otro lado, establecen
una distinción entre los posibles portadores de una regla, correspondientes a agentes y
agencias, donde los primeros se refieren a individuos particulares, mientras que los
segundos se refieren organizaciones conformadas por un conjunto de portadores que
actúan como un todo coordinado. Pese a las diferencias existentes entre los tipos de
portadores, ambos se caracterizan por tener dos propiedades básicas: la primera
Reglas
Cognitivas
Reglas
ComportamentalesReglas Sociales Reglas Técnicas
Reglas de
pensamiento
para modelar
el mundo .
Describen las
posibles acciones
del agente.
Organizan los
agentes dentro
de las
organizaciones
sociales.
Organizan
objetos
físicos.
Reglas Genéricas
Reglas del sujeto Reglas de los objetos
27
corresponde a su capacidad de portar y utilizar reglas; y la segunda referente a la
posibilidad de crear, adoptar y retener nuevas reglas (Dopfer & Potts, 2007).
Dado lo anterior, es posible afirmar que la Ontología Evolutiva entiende los agentes como
los actores encargados de los procesos de modificación y actualización de las reglas, sin
embargo ésta no se limita al proceso realizado a nivel individual, sino que busca entender
los procesos evolutivos dentro del sistema social en su totalidad. Por lo cual la Ontología
propone la consideración de tres perspectivas diferentes- micro, meso y macro- que en
su conjunto explican y constituyen la trayectoria de una regla; que corresponde al
proceso en que una nueva regla es creada, adoptada y retenida por una población de
portadores. De esta manera, la perspectiva micro hace referencia al proceso individual de
adopción, selección y retención de reglas por pate de un portador; la perspectiva meso se
enfoca en los procesos de actualización de reglas llevados a cabo por una población de
portadores, y la perspectiva macro hace referencia a la forma que dicha regla altera la
estructura y funcionamiento del sistema, es decir se enfoca en sus consecuencias
agregadas. (Dopfer, Foster, & Potts, 2004)
5.2.1 Perspectiva Micro
Esta perspectiva se enfoca en la forma en que los agentes portan y usan las reglas. Dentro
de ésta, cada agente es entendido como el complejo de dos estructuras: la estructura
interna, basada en los procesos y capacidades cognitivas del agente; y la estructura
externa, construida a partir del ambiente externo y las interacciones con otros agentes
(Dopfer, Foster, & Potts, 2004). La interacción de estas estructuras es lo que genera las
posibilidades de creación, aplicación y trasformación de reglas. Específicamente dichas
posibilidades corresponden a los problemas con que el individuo se enfrenta en el
contexto, y cuya resolución estará determinada en gran medida por la previa creación y
adopción selectiva de determinadas reglas. Es importante mencionar que el proceso
evolutivo desde una perspectiva micro, tiene como objetivo fundamental la adaptación
del individuo a las condiciones del ambiente, y por lo mismo estas constituyen un aspecto
fundamental durante todo el proceso. Adicionalmente el proceso evolutivo comprende
tres etapas, asociadas a los procesos de variación, selección y retención de reglas de
decisión, que realiza el individuo.
5.2.1.1 Variación
El proceso evolutivo a nivel individual comienza con la fase de variación. La fase de
variación corresponde a la creación o modificación de reglas que realiza el agente, a partir
de las cuales no solo transforman su base de conocimiento, sino también su estructura
interna (procesos cognitivos). Este proceso depende tanto de la habilidad creativa e
imaginativa del individuo para generar novedad (Dopfer K. , 2005), como del
28
conocimiento previo del agente, el cual limitará la variedad de opciones que el individuo
genere (Campbell, 1987). Respecto a este último punto, Campbell (1987) vendrá a
identificar diez niveles diferentes de conocimiento, a partir de los cuales el individuo no
solo puede entender su entorno y actuar dentro de éste, sino también generar nuevas
reglas de decisión. A continuación se presentan los diferentes niveles identificados por
Campbell:
Gráfica 4. Niveles de Conocimiento. Basada en: Campbell, D. (1987). Evolutionary Epistemology. In G.
Radnitzky, & W. W. Bartley, Evolutionary Epistemology, Rationality, and Sociology of Knowledge (pp. 47-89).
LaSalle: Open Court.
29
A pesar de la importancia del conocimiento dentro del proceso de variación, es
importante mencionar que la creación de una nueva regla no solo depende del proceso
mismo de generación de la idea, sino a su vez la utilidad que esta represente para la
resolución de problemas reales (Dopfer & Potts, 2007); y por lo tanto las variaciones en
las reglas de los agentes también están determinadas por las condiciones y exigencias del
ambiente. El conjunto de opciones resultantes de la fase de variación, vendrán a constituir
el repertorio de reglas del individuo; y será a partir de este último que tendrán lugar las
posteriores fases del proceso evolutivo.
5.2.1.2 Selección
La siguiente fase del proceso evolutivo en el nivel Micro, corresponde al proceso de
selección que realiza el individuo. En términos generales, el proceso de selección involucra
la interacción entre los individuos y el ambiente (Darden & Cain, 1989) y corresponde a la
elección o eliminación de determinadas características, debido a su adecuación a las
necesidades impuestas por el ambiente; lo cual implica que la selección de las
características dependerá de la adaptación de las mismas al medio. Para el caso de la
Ontología Evolutiva, dichas características están asociadas a las reglas genéricas
resultantes del proceso de variación, lo que indica que la interacción entre las variaciones
- que constituyen el repertorio de reglas genéricas del individuo- y el ambiente tiene como
resultado la adopción diferencial de las diferentes reglas, y por lo mismo el crecimiento
desigual de las poblaciones de portadores (Dopfer & Potts, 2007).
Según Dopfer y Potts (2007) la adopción de una regla depende de tres condiciones
principales. En primer lugar, la adopción de las reglas está determinada por los beneficios
(esperados) que las mismas representen cuando interactúan con el ambiente, es decir,
“las reglas son adoptadas por el agente cuando éste espera que la nueva regla contribuya
positivamente a sus capacidades genéricas y sus resultados operacionales” (Dopfer y Potts,
2007,pág. 40; traducción personal).En segundo lugar, la selección de una regla está sujeta
a su interación con un conjunto de reglas preexistentes, las cuales actuan como el
ambiente de selección de la misma; lo que indica que la adopcion de la nueva regla
dependerá de que ésta logre encajar en la estructura de reglas preexitentes. Finalmente,
los autores afirman que la viabilidad operacional de la regla también constituye un
elemento clave para su adopcion, debido a que éste establece la posibilidad de su uso
efectivo en el entorno. El conjunto de los tres componentes identificados anteriormente,
determinará si una nueva regla es seleccionada por el agente o eliminada dentro de sus
opciones.
Ahora bien, la adopcion concreta de una nueva regla tiene lugar dentro de dos dominios
ambientales (Dopfer K. , 2005).Por un lado el dominio interno, que corresponde a la
30
adopción de la regla como una decisión del individuo y en el cual estan involucrados
procesos de aprendizaje y acomodación de la regla a estructuras de conocimiento. Y por el
otro, el dominio externo, referente a la adopción materializada y externalizada de la regla,
en la cual se ven involucrados otros individuos como posibles y reales adoptantes de dicha
regla. El proceso adopcion podra ocurrir cada vez que el individuo se enfrente a una
situación problemática, ante la cual tendra la posibilidad de elegir una regla genérica
dentro del repertorio de reglas que posee o de generar nuevas reglas, con el fin de
responder a dicha problemática.
5.2.1.3 Retención
La selección reiterada de una misma regla – debido a sus beneficios asociados-, genera la
modificación de las estructuras de conocimiento del agente, y por lo mismo su disposición
para la aplicación de determinadas reglas. Dicha disposición se genera mediante procesos
de aprendizaje y memoria, cuyo resultado es la retención de una nueva regla para su uso
continuo (Dopfer & Potts, 2007). Concretamente el proceso de retención se manifiesta
mediante la adquisición de hábitos y rutinas, a partir de los cuales se sistematiza el uso de
una regla previamente seleccionada. (Dopfer K. , 2005)
Las anteriores fases constituyen lo que se conoce como la trayectoria micro, en la cual se
describe el proceso de variación, selección y retención de reglas para un único agente. Sin
embargo cuando consideramos que los agentes hacen parte de un contexto social más
amplio, en el cual es posible identificar poblaciones de agentes portadores de una misma
regla, entonces estas micro trayectorias únicamente constituirán una pequeña parte del
proceso evolutivo de dichas reglas; y por lo mismo se hace necesario la caracterización del
proceso evolutivo dentro de las poblaciones como conjunto. Dicho proceso caracterizado
en la perspectiva Meso.
5.2.2 Perspectiva Meso
Como se mencionó anteriormente, la Ontología Evolutiva no solo se enfoca en la
evolución de reglas a nivel del individuo, sino que busca entender el proceso de evolución
de reglas a nivel poblacional y la manera en que éstas vendrán a afectar la estructura del
sistema en su conjunto. Es precisamente bajo este referente que surge la perspectiva
meso, no solo como el eje central de cambio del proceso evolutivo, sino a su vez como la
conexión entre la perspectiva micro y la perspectiva macro (Dopfer, Foster, & Potts, 2004).
La perspectiva meso constituye el estudio de la trayectoria de los portadores de una regla,
es decir que se enfoca en la manera en que una nueva población de portadores surge y se
estabiliza, como resultado de procesos de adopción y actualización de una regla genérica
(Dopfer & Potts, 2007). La trayectoria meso puede ser caracterizada como el resultado de
un proceso de tres fases: la primera correspondiente a la creación de la regla, la segunda
31
asociada al proceso de adopción de esta por un conjunto de portadores y por último el
proceso de retención, asociado a la estabilización de la población de portadores dentro
del sistema (Dopfer & Potts, 2007).
5.2.2.1 Creación
El proceso creación de una nueva regla surge en primera medida a nivel de un agente y
continua con la posterior selección y retención de dicha regla por parte del mismo; éste
proceso constituye la base para la posible adopción de una regla por otros agentes y por
ende el surgimiento de una población de portadores. Sin embargo para que dicha regla
trascienda el nivel individual, es necesario que tenga determinadas características que
permitan su adopción por parte de otros individuos y su comunicación de manera
genérica (Dopfer & Potts, 2007); y es precisamente con este objetivo que se da el proceso
de creación en la perspectiva meso.
En la perspectiva meso, el proceso de creación se asocia a un acto de emprendimiento e
innovación, en el cual un agente introduce nuevo conocimiento al sistema (Dopfer, Foster,
& Potts, 2004). Dicho conocimiento se asocia con dos contribuciones principales: por un
lado el descubrimiento de nuevas oportunidades de aplicación de la regla, y por el otro la
creación y organización de reglas genéricas necesarias para que la nueva regla sea viable
(Dopfer & Potts, 2007). Este proceso de emprendimiento es el que permite que la regla
trascienda la frontera del individuo y se instale dentro del dominio público, para su posible
adopción.
5.2.2.2 Selección
Según Dopfer y Potts (2007), el proceso de selección en la perspectiva meso, corresponde
a la adopción de una regla genérica por un conjunto agentes, lo cual permite el
surgimiento de una nueva población de portadores. Este proceso no solo implica la
adopción de la regla por posibles portadores, sino también la adaptación de la misma a
diferentes ambientes (Dopfer, Foster, & Potts, 2004).
Específicamente, el proceso consiste en que la regla genérica creada por el agente
emprendedor – en la fase de creación- se convierte en objeto de prueba y evaluación por
otros agentes con el fin de comprobar su utilidad; lo cual es realizado mediante procesos
de adopción y experimentación. Es importante mencionar que la adopción de la regla por
parte de cada uno los individuos a su vez implica variaciones sobre la misma regla, que
serán seleccionadas y retenidas de manera diferencial dependiendo de la utilidad que
éstas representen (Dopfer & Potts, 2007); de manera que el resultado individual de dicho
proceso, consistirá en la normalización de comportamientos respecto a dicha regla
(Dopfer, Foster, & Potts, 2004). Ahora bien, cuando analizamos la población en su
32
conjunto será posible observar que dichos procesos de experimentación darán lugar al
crecimiento de la población de portadores de la regla (Dopfer & Potts, 2007).
5.2.2.3 Retención
La fase final de la trayectoria meso consiste en la retención de la regla, atreves de su uso
continuo por parte de la población de portadores; de manera que ésta se constituye en
una población relativamente estable (Dopfer & Potts, 2007). El proceso de retención y
replicación de la regla es reforzado a través de mecanismos de reparación y
mantenimiento de la misma; y son precisamente estos aspectos los que permiten su
carácter relativamente estable. De lo contrario los constantes procesos de interacción
entre los agentes y de creación de conocimiento, impedirían cualquier intento de
estabilización de las poblaciones de portadores (Dopfer, Foster, & Potts, 2004).
La estabilización de la población de portadores de una regla se logra mediante la
institucionalización o normalización de la misma dentro del sistema (Dopfer K. , 2005); es
decir mediante la replicación de la regla por parte de la población de portadores y el
mantenimiento de las estructuras necesarias para dicho proceso (Dopfer & Potts, 2007).
De manera que “las reglas cognitivas y comportamentales serán normalizadas en hábitos y
rutinas, y las reglas sociales y técnicas se convertirán en dominantes y estándares” (Dopfer
& Potts, 2007, pág. 50, traducción personal).
En consecuencia, el proceso de retención en la trayectoria meso corresponde a la
retención de una regla genérica como institución, es decir como una población de
portadores relativamente estable (Dopfer & Potts, 2007). Y es precisamente esta
población de portadores -como conjunto- la que vendrá a involucrarse en procesos de
coordinación con otras poblaciones, a nivel del sistema.
5.2.3 Perspectiva Macro
A pesar de que las anteriores perspectivas se enfocan en la manera en que individuos o
poblaciones adoptan una misma regla, la Ontología Evolutiva reconoce que dichos
procesos tienen lugar dentro de un contexto social en el cual existen otras reglas y
poblaciones de portadores; y es precisamente bajo éste foco que surge la perspectiva
macro, como el estudio de las consecuencias agregadas en el sistema (Dopfer, Foster, &
Potts, 2004). Concretamente la perspectiva macro se enfoca en los procesos de cambio y
coordinación en la estructura de las unidades meso como una totalidad. El proceso de
coordinación en la perspectiva macro tiene lugar en dos niveles: un nivel profundo
correspondiente al ajuste entre las diferentes reglas, y un nivel superficial asociado a la
coordinación entre las diferentes poblaciones de portadores; de manera que el equilibrio
del sistema dependerá de la coordinación en ambos niveles (Dopfer & Potts, 2007). Al
igual que en las otras perspectivas, el proceso de coordinación comprende tres procesos:
33
des-coordinación, re-coordinación, y coordinación continua de la nueva trayectoria meso
dentro del sistema existente (Dopfer & Potts, 2007).
El proceso comienza con la des-coordinación del sistema, es decir con el surgimiento de
una nueva trayectoria meso y las alteraciones que ésta genera en el sistema. En el nivel
superficial dichas alteraciones se asocian principalmente con cambios en las asociaciones
entre las poblaciones de portadores, los cuales se manifiestan en la aparición y extinción
de oportunidades y asociaciones entre poblaciones. En el nivel profundo las alteraciones
se relacionan con cambios en la lógica existente sobre las asociaciones entre las reglas, es
decir alteraciones en “las estructuras de aquello que se sabía que era factible, verdadero
o razonable” (Dopper & Potts, 2007, pág.68, traducción personal).
De manera paralela se da el proceso de re-coordinación del sistema, a partir del cual se
intentan ajustar y auto-organizar las poblaciones meso existentes y la nueva población. El
proceso de re-coordinación genera cambios tanto en la forma en que piensan y actúan los
agentes, como en la estructura misma del sistema. En el nivel superficial este proceso
tendrá como resultado cambios en la frecuencia de las poblaciones, mientras que en el
nivel profundo tendrá como resultado una nueva estructura de asociaciones entre las
reglas, que incluirá a la nueva regla (Dopfer & Potts, 2007).
La etapa final de la trayectoria está marcada por el proceso continuo de coordinación, a
través del cual se intenta mantener el orden y equilibrio del sistema. A nivel de la de
estructura superficial, esta etapa involucrará la estabilización de las poblaciones de
portadores; y a nivel superficial implicará el “proceso continuo de normalización y
retención de la (nueva) estructura de asociaciones entre las reglas y la continua
estabilización e incorporación de esas asociaciones” (Dopper & Potts, 2007, pág.70,
traducción personal).
5.3 Modelos de Simulación por Agentes
En términos generales, los modelos de simulación hacen referencia a herramientas de
experimentación que constituyen una abstracción de la realidad, lo que indica que no solo
permiten entender las dinámicas, las relaciones y el comportamiento de un sistema, sino a
su vez la modificación y experimentación con el mismo (Lozares, 2004). En el caso de los
modelos de simulación por agentes, estos se caracterizan por dos razones adicionales: por
un lado reconocen la existencia de diferencias entre los agentes y su capacidad para
actuar y tomar decisiones, y por el otro, reconocen que las estructuras sociales emergen
como resultado la interacción entre los individuos y con el medio (García, 2011); y es
precisamente debido a éstas características que la simulación basada en agentes
constituye una de las principales herramientas para el análisis de fenómenos y procesos
sociales.
34
A diferencia de los modelos de simulación tradicionales, cuyo objetivo es la
representación del sistema como conjunto, los modelos de simulación por agentes
intentan explicar el comportamiento del sistema a partir de las estructuras subyacentes
que generan dicho comportamiento; y es por lo mismo que estos se enfocan en la
caracterización particular de los agentes que constituyen el sistema (García, 2011).Los
agentes son caracterizados no solo por determinados atributos, reglas de
comportamiento, recursos y motivaciones; sino también por su capacidad de adaptarse a
las condiciones del entorno y las interacciones en que se vean involucrados (Macal &
North, 2009).
Es por todo lo anterior que la simulación basada en agentes permite capturar y
representar la complejidad asociada a problemáticas sociales, y por lo mismo se convierte
en una herramienta útil para al análisis de las mismas. En el caso de los problemas de
denuncia en violencia de pareja, el uso de la simulación basada en agentes no solo
permite generar distinciones particulares respecto a las víctimas y sus decisiones, sino
también permite representar la relación e influencia existente entre las características del
entorno y las decisiones de denuncia de las víctimas -es decir la forma en que dichas
decisiones se modifican y seleccionan como resultado de factores contextuales-; lo que
hace que los modelos de simulación por agentes se constituyan en una herramienta
apropiada para el análisis de la problemática y el posterior diseño de mecanismos de
intervención.
35
6. El problema de la denuncia desde la perspectiva evolutiva
6.1 Aspectos generales
A pesar de que la Ontología Evolutiva establece la existencia de tres perspectivas, a partir
de las cuales se da el proceso de evolución a nivel social, este trabajo únicamente se
enfocará en la consideración de la perspectiva micro, es decir el proceso individual. Lo
anterior debido a que por un lado esta funciona como la base central del proceso
evolutivo y por ende su conceptualización resulta de gran relevancia, y por el otro debido
a que la consideración de las otras perspectivas se sale de los alcances de este proyecto.
El proceso evolutivo comienza cuando una mujer se ve enfrentada a actos de violencia por
parte de su pareja. Dicha situación constituye en evento estresante en la vida de la mujer
y por lo mismo ésta implementará determinadas estrategias de afrontamiento con el fin
de reducir o controlar dicha situación (González, 2007). Según Frieze y Bookwala (1996;
citado en González 2007) es posible distinguir dos tipos de estrategias de afrontamiento:
por un lado estrategias dirigidas a la emoción, con las cuales se busca disminuir la
reacción y el impacto emocional que la situación tiene sobre la persona; y por el otro
estrategias dirigidas al problema, las cuales buscan disminuir, modificar y/o solucionar la
situación problemática. A continuación se presentan algunas de las estrategias de
afrontamiento utilizadas por las víctimas de violencia de pareja.
Tabla 10. Estrategias de afrontamiento ante situaciones de violencia
En términos de la Ontología Evolutiva, estas estrategias de afrontamiento constituyen el
repertorio de reglas de decisión del agente, y su uso dependerá no solo del conocimiento
y experiencias previas del agente, sino también de las condiciones del entorno. De manera
específica el individuo realiza una evaluación sobre los posibles beneficios y posibilidades
de éxito –según sus metas y expectativas- asociados a cada de una de las reglas que hacen
parte de su repertorio, y con base a dicha evaluación selecciona la regla utilizar.
Para términos de éste proyecto dichas estrategias de afrontamiento se limitarán a la
denuncia o no denuncia de los actos de violencia. En este caso, la evaluación de las
estrategias de afrontamiento estará mediada principalmente por factores del contexto
Estrategias dirigidas a la emoción Estrategias dirigidas al problema
* Negar el problema * Buscar apoyo externo
* Minimizar la gravedad * Denunciar
* Evitar hablar de la situación * Separarse de la pareja
* Auto-culpabilizarse * Responder de manera violenta
* Justificar la violencia ( atribuirla
a eventos específicos)
36
tales como el nivel de normalización de la violencia, la eficacia y garantías del sistema de
justicia, los roles y creencias de género, entre otras (ver sección 5.1); los cuales se
constituyen en presiones de selección, es decir en los factores causantes del uso
diferencial de las reglas. De manera que la influencia conjunta de dichos factores afectará
la evaluación que se haga de cada una de las reglas y la posterior selección de una de
éstas. Es importante aclarar que las víctimas no solo cuentan con diferentes repertorios de
reglas, sino también con diferentes criterios para la evaluación y selección de las mismas;
por lo cual la influencia y relevancia de cada uno de los factores del entorno dependerá
del criterio utilizado por cada una de las víctimas.
Ahora bien, cuando contextualizamos el proceso y lo concebimos a partir de las
condiciones específicas del país, resulta posible entender por qué únicamente el 20% de
mujeres víctimas de violencia de pareja realiza la denuncia (Murad, Gómez, & Calderón,
2013). Para este caso encontramos que aspectos tales como el conflicto armado y su
consecuente normalización de la violencia, la percepción de ineficacia del sistema de
justicia, las dificultades en la aplicación de las medidas de protección a las víctimas de
violencia intrafamiliar, y las diferencias de participación y ocupación entre hombres y
mujeres; son algunos de los factores del contexto Colombiano que hacen que la no
denuncia se convierta en la regla seleccionada por la mayoría de víctimas. De igual forma,
el carácter relativamente estable de dichos factores contextuales, genera que la no
denuncia sea seleccionada de manera reiterada por las víctimas y por ende se constituya
en la regla predilecta por la mayoría de éstas. El proceso de selección reiterado de la no
denuncia como regla de decisión, dará lugar a interiorización de la misma en forma de
hábito y por ende la retención de la regla.
Gráfica 5. Problemas de denuncia desde la perspectiva evolutiva.
37
6.2 Lógica del proceso y explicación del modelo de simulación
Con el fin de explicar de manera más detallada el proceso, se procedió a construir un
modelo de simulación por agentes, haciendo uso del software NetLogo. El modelo busca
realizar una abstracción de los problemas de denuncia asociados a la violencia de pareja
contra la mujer en el contexto Colombiano, a partir de los múltiples factores implicados en
la decisión de las victimas ante las situaciones de violencia; lo que indica que únicamente
se considera a las mujeres como agentes dentro del modelo. En este sentido el modelo no
solo captura la existencia de diferencias individuales entre las mujeres –especialmente
enfocadas en los criterios de selección y experiencias de victimización-, sino también la
influencia de factores contextuales en dicha decisión. Es por lo anterior que el modelo
realiza una caracterización tanto de los individuos, como de las condiciones del contexto.
Es importante mencionar que tanto la construcción como la calibración del modelo, se
realizaron a partir de los aspectos teóricos de la denuncia y de estadísticas del país; de
manera que el modelo constituye una aproximación a la realidad y al comportamiento de
la problemática en Colombia. Sin embargo el modelo se enfocó específicamente en los
factores más relevantes para el comportamiento e intervención de la problemática, por lo
cual algunas variables no fueron consideradas dentro de éste. En las posteriores secciones
se realiza una caracterización general del modelo y su funcionamiento.
6.2.1 Caracterización del modelo
Como se dijo anteriormente, la situación problemática a la cual se enfrentan las mujeres
se asocia a los actos de violencia por parte de su pareja; ante la cual las mujeres tienen
que decidir el mecanismo de afrontamiento a utilizar (denunciar o no denunciar) para
responder ante la situación. En términos de la Ontología Evolutiva dicho mecanismo de
afrontamiento es entendido como la regla que el agente selecciona dentro de su
repertorio de reglas. Dicha decisión está influenciada tanto por factores externos
correspondientes al contexto, como a factores internos correspondientes a los atributos
de la mujer. Respecto a los factores del contexto estos son definidos inicialmente a partir
de la interfaz, y en algunos casos son actualizados a partir del comportamiento global de
dichas variables en la población del modelo. Adicionalmente estas variables son utilizadas
para definir los valores iniciales de algunas variables individuales. A continuación se
presenta una breve descripción de las variables globales:
38
Tabla 11. Descripción variables globales del modelo
Para el caso de los factores internos tenemos que la decisión del mecanismo de
afrontamiento a utilizar, depende principalmente de dos factores interdependientes: por
un lado el tipo de violencia al que se está expuesta y por el otro los criterios de selección
utilizados (ver grafica); siendo estos últimos entendidos como los mecanismos utilizados
por el agente para la evaluación de las posibles reglas a utilizar. En términos del modelo
de simulación, cada agente inicializa con un tipo de violencia al que puede estar expuesto
y un criterio de decisión asociado; los cuales únicamente pueden cambiar si la violencia
escala, en cuyo caso se asigna al agente un nuevo criterio. Estos criterios de decisión
resultan de gran importancia para la Ontología debido que permiten capturar algunas de
las diferencias existentes entre los agentes.
Gráfico 6. Reglas y criterios de decisión en mujeres víctimas de violencia
A pesar de que existen cuatro tipos de violencia, el modelo únicamente considero los tipos
de violencia que presentan mayor prevalencia en el contexto colombiano, es decir la
violencia de tipo físico y psicológico. Cada uno de estos tipos de violencia es asociado con
criterios de selección específicos, que intentan capturar tanto las principales razones por
las cuales las mujeres no denuncian como las influencias externas sobre dichas decisiones.
Variables Globales Descripción
Nivel de
normalización de la
violencia (0 - 1)
Hace referencia al nivel de normalización social de la violencia. El valor de la variable se
actualiza a partir del valor previo y el porcentaje de mujeres que denuncia en cada
interacción.
Nivel eficacia del
sistema judicial (%)
Este valor hace referencia al porcentaje de personas que están satisfechas con la respuesta
del sistema ante la interposición de la denuncia. El valor de dicha variable permanece fi jo
durante la simulación.
Independencia
económica (%)
Hace referencia al porcentaje de mujeres que son independientes económicamente. El valor
de esta variable es definido mediante la interfaz y permanece fi jo durante la simulación.
Probabilidad social
de ser víctima
(0 - 1)
Hace referencia a la probabilidad que tiene una mujer de ser víctima de violencia de
pareja. El valor inicial de la variable es definido mediante la interfaz y permanece fi jo
durante la simulación.
Probabilidad de
regresar con la
pareja (0 - 1)
Hace referencia a la probabilidad de que una mujer maltratada regrese con su agresor, aun
después de haberlo denunciado.
39
En el caso de la violencia psicológica se ha identificado que la principal razón para no
denunciar es que ésta es considerada de baja gravedad, por lo cual las víctimas tienden a
minimizarla o a darle mayor prevalencia a aspectos asociados con su relación de pareja.
Para el caso de la violencia física se ha identificado que ésta presenta graves
repercusiones en la salud física y emocional de la mujer, por lo cual la decisión de
denuncia está relacionada tanto con el miedo al agresor, como con las posibilidades de
tener una vida segura por fuera de su relación de pareja. A continuación se presentan los
principales factores asociados a cada uno de los criterios de selección:
Tabla 12. Criterios de selección y factores asociados.
Cada uno estos factores corresponden a variables individuales, cuyos valores pueden
variar en el modelo– excepto en el caso de la independencia económica- a partir de las
experiencias personales de cada mujer y de los cambios en las variables sociales asociadas
a las mismas. Los valores iniciales de dichos factores son asignados a cada mujer
dependiendo de los valores sociales definidos en la interfaz del modelo. A continuación se
explican las principales formas en que dichos factores son modificados.
Tabla 13. Mecanismos de actualización factores individuales.
Los anteriores mecanismos de actualización de los factores individuales permiten capturar
la relación e influencia existente entre las decisiones de denuncia de las mujeres y las
condiciones contextuales, y por lo tanto capturar los planteamientos de la Ontología
evolutiva sobre la relevancia que el contexto tiene en los procesos de selección de la regla
de decisión.
Confianza en la
pareja
Aceptación
violencia
Confianza
sistema de
justicia
Veces victimaIndependencia
Económica
Miedo X X
Seguridad X X X X
Gravedad X X
Vinculación Afectiva X X
FACTORES ASOCIADOS
CRÍTERIOS DE
SELECCIÓN
FACTORES MECANISMOS DE ACTUALIZACIÓN
Confianza en la
pareja
Cada vez que una mujer es víctima de violencia, la confianza en
su pareja se verá disminuida como resultado.
Aceptación
violencia
Los cambios en la aceptación social de la violencia (porcentaje
de denuncia), afectarán la aceptación individual de la misma.
Igualmente cada vez que una mujer es víctima de violencia de
pareja, la regla de decisión que escoja (denunciar / no
denunciar) afectara su aceptación de la violencia
Confianza
sistema de
justicia
La confianza en el sistema de justicia se verá afectada tanto por
la eficacia real del sistema, como por las experiencias de la
mujer con el sistema es decir la resolución eficaz de su caso
cuando este ha sido denunciado.
Veces victima Cada vez que una mujer es víctima, esta variable es actualizada.
Independencia
EconómicaEste atributo es fi jo y se asigna inicialmente a cada agente.
40
Específicamente, la víctima realiza una evaluación de las posibles reglas a utilizar-
basándose en los criterios de decisión previamente mencionados- y selecciona la regla
que considere más adecuada según su criterio. Desde el enfoque de la Ontología evolutiva,
la evaluación y uso de determinada regla está asociada al proceso de selección individual;
en el cual la mujer elige la regla que considere más adecuada según las condiciones del
contexto y sus experiencias previas. En términos del modelo este proceso se materializa a
partir de una probabilidad para denunciar, que determinará la regla seleccionada (ver
Gráfica). Dicha probabilidad es calculada - a partir del criterio asignado y los factores
asociados al mismo - cada vez que la mujer es víctima de nuevos actos de violencia. En
caso de que la regla a utilizar corresponda a la denuncia, ésta puede ser resuelta de
manera eficaz o ineficaz; dicha resolución estará determinada por la eficacia real del
sistema de justicia. Si la resolución de la denuncia resulta ineficaz, esto genera una
disminución en la confianza de la víctima en el sistema de justicia.
Gráfica 7. Selección regla de decisión en el modelo.
Como se mencionó anteriormente, el carácter de estabilidad (relativa) de los factores
contextuales generará la selección reiterada de determinadas reglas; dando lugar de esta
manera al proceso de retención de la misma a nivel individual y a la estabilización del
fenómeno a nivel social.
6.2.2 Lógica del proceso
Cada “tick” del modelo representa una nueva interacción, en la cual la mujer puede ser
víctima de violencia de pareja. Este proceso depende de la probabilidad que tenga la
mujer de ser víctima, la cual se asigna inicialmente a cada mujer dependiendo del valor
global definido en la interfaz y se actualiza a partir de las experiencias individuales. Lo
anterior implica que el ser víctima de violencia aumenta la probabilidad de posteriores
victimizaciones. En caso de que la mujer sea víctima de violencia de pareja (probabilidad-
victima > 0.5), ésta debe determinar el mecanismo de afrontamiento a utilizar para
responder ante la problemática; para lo cual realiza una evaluación de sus reglas de
decisión (denuncia/no denuncia). En términos de la Ontología Evolutiva, este proceso de
evaluación y elección del mecanismo de afrontamiento se asocia al proceso de selección a
nivel individual, en el cual la mujer elige una regla dentro de su repertorio con el fin de
resolver la situación problemática a la cual se enfrenta. Es importante mencionar que para
términos del modelo únicamente se consideran dos posibles reglas a utilizar (denuncia y
41
no denuncia), por lo cual el proceso de variación de la Ontología no es incluido dentro del
mismo. Si la regla seleccionada es la denuncia (probabilidad-denuncia > 0.5), se generará
una disminución en la aceptación individual de la violencia.
Aún cuando realizar la denuncia es el primer paso dentro del sistema de justicia, la
resolución de ésta no necesariamente será satisfactoria; por lo cual dentro del modelo
solo un determinado número de casos son resueltos eficazmente. La resolución de los
casos depende de la eficacia global del sistema de justicia, la cual es definida inicialmente
en la interfaz. Si el caso es resuelto de manera eficaz, se asume que la mujer termina su
relación de pareja y por ende deja de ser víctima de violencia; sin embargo un porcentaje
de estas mujeres vuelve posteriormente con su agresor. En el caso contrario, es decir si la
resolución es ineficaz, la mujer no solo continua siendo víctima de violencia, sino a su vez
disminuye su confianza en el sistema de justicia.
Cada vez que la mujer es víctima de violencia, sus atributos individuales son actualizados
dependiendo de sus experiencias y de las variables globales del modelo; igualmente en
cada interacción se actualizan algunas de las variables globales. Es importante mencionar
que el tipo de violencia puede escalar – es decir pasar de tipo psicológica a física- en
algunos casos, ante lo cual se asigna un nuevo criterio de decisión. Adicionalmente, dado
el carácter relativamente estable de las variables globales del modelo y su influencia en las
decisiones de denuncia de las mujeres, determinadas reglas tienden a ser seleccionadas
de manera reiterada; dando lugar a la generación de hábitos y por ende al proceso de
retención propio de la Ontología Evolutiva. A continuación se presenta un esquema
general que explica la lógica del modelo, asociada al proceso de decisión individual.
42
Gráfica 8. Diagrama de flujo: lógica del proceso de decisión a nivel individual
6.2.3 Interfaz del modelo
Como se dijo anteriormente, el modelo de simulación fue diseñado a partir de la
herramienta NetLogo. Dicha herramienta fue seleccionada debido a dos razones
principales : la primera se debe a que la herramienta permite capturar la complejidad de
la problemática, mediante la caracterización de los individuos, el contexto y las relaciones
entre estos; y la segunda se asocia a la posibilidad de que el usuario interactué con el
modelo de simulación. Este último aspecto es realizado mediante la construcción de una
interfaz grafica (ver grafica 9), que permite tanto la modificación de algunas condiciones
43
contextuales, como la visualización del comportamiento de determinadas variables en el
modelo.
Gráfica 9. Interfaz del modelo de simulación
Como se puede observar en la grafica de la interfaz, existen diferentes dispositivos de
entrada y de salida que facilitan al usuario la realización de algunos experimentos
asociados a la intervención de la problemática. Los dispositivos de entrada se asocian a las
condiciones iniciales del modelo, es decir los valores de las variables globales; mientras
que los dispositivos de salida se asocian al comportamiento global de algunas variables en
el transcurso de la simulación. A continuación se explica cada uno de los elementos de la
interfaz.
Dispositivo interfaz Explicación
Botón da comienzo a la simulación.
Botón que inicializa las condiciones iniciales del modelo
según los valores definidos mediante la interfaz.
Dispositivo de entrada. Permite definir la cantidad inicial de
mujeres en el modelo.
Slider que permite definir el valor inicial de la variable global
de normalización social de la violencia. Puede tomar valores
entre 0 y 1.
Slider que permite definir el valor inicial de la variable global
de eficacia del sistema de justicia. Puede tomar valores entre
0 y 1.
44
Tabla 14. Dispositivos interfaz
6.2.4 Calibración del modelo
Una vez el modelo de simulación fue construido, se procedió a su calibración y
modificación, con el fin de que la variable global del porcentaje de denuncia representará
el comportamiento real del fenómeno. Concretamente la calibración del modelo consistió
en modificar la influencia que las variables globales tenían sobre las decisiones de
Slider que permite definir la probabilidad social de que una
mujer sea independiente económicamente, respecto a su
pareja. Puede tomar valores entre 0 y 1.
Slider que permite definir la probabilidad social que tiene una
mujer, de ser víctima de violencia de pareja. Puede tomar
valores entre 0 y 1.
Slider que permite definir la probabilidad social que tiene una
mujer, de regresar con su pareja después de haber realizado
la denuncia. Puede tomar valores entre 0 y 1.
Dispositivo de salida. Muestra el valor numérico de la variable
global de porcentaje de denuncia, en cada periodo de la
simulación. Dicha variable se define como la razón entre el
número de mujeres que denuncia a su agresor en un
momento dado, y el total de mujeres que está siendo víctima
en dicho periodo
Dispositivo de carácter gráfico. Permite visualizar el
comportamiento de la problemática mediante el uso de
colores. Las personas de color azul son aquellas mujeres que
no están siendo víctimas de violencia de pareja, las verdes son
aquellas mujeres que denunciaron a su agresor y terminaron
su relación de pareja, y las de color rojo son aquellas mujeres
que no denunciaron a su agresor o que lo denunciaron y
permanecieron en su relación de pareja.
Dispositivo de salida. Es un monitor grafico que muestra el
porcentaje de mujeres que denuncia a su agresor (línea azul) y
el total de casos denunciados que son resueltos de manera
eficaz (línea verde).
Dispositivo de salida. Es un monitor grafico que muestra el
comportamiento de la problemática según el tipo especifico
de violencia al que se está expuesto. La línea azul representa
el porcentaje de mujeres víctimas de violencia física, y la línea
roja representa el porcentaje de mujeres víctimas de violencia
psicológica.
45
denuncia de las víctimas. A continuación se presentan las características globales del
modelo y los valores asignados a las mismas; dichos valores fueron determinados a partir
de encuestas y estudios demográficos en el país (ver anexos).
Tabla 15. Valores iniciales para calibración del modelo
Es importante aclarar que a pesar de que se asigna un número inicial de mujeres, el
modelo también representa los procesos de natalidad y mortalidad – de acuerdo a las
tasas del país- por lo cual dicho número aumenta con el curso de la simulación. La razón
por la cual dichos procesos fueron incluidos dentro del modelo radica en que estos
permiten una mejor aproximación al comportamiento real del fenómeno. La simulación se
corrió durante un total de 350 ticks, sin embargo los primeros 50 fueron omitidos debido
a que constituían las fases de estabilización del comportamiento del fenómeno. A
continuación se presenta el comportamiento de las tasas de denuncia, una vez el modelo
fue calibrado.
Gráfica 10. Resultados simulación: porcentaje de mujeres que denuncian ser víctimas de violencia de pareja
En la gráfica se observa que el porcentaje de denuncia es de aproximadamente el 20%, lo
cual representa el comportamiento real del fenómeno en el contexto colombiano.
Número inicial de mujeres 100
Nivel normalización de la violencia (0 - 1) 0,51
Eficacia del sistema judicial (0 - 1) 0,67
Porcentaje de mujeres independientes económicamente (%) 0,6
Probabilidad social de ser víctima (0 - 1) 0,34
Probabilidad de regresar con la pareja después de denunciarla (0 - 1) 0,3
Valores de inicialización del modelo
46
7. Experimentos
Con el fin de definir los principales focos de intervención para el diseño de lineamientos
para políticas públicas enfocadas en la mitigación del fenómeno de violencia de pareja y el
aumento de su denuncia, se procedió a realizar un conjunto de experimentos en el
modelo de simulación. Dichos experimentos se enfocarían en dos aspectos principales: la
sensibilidad de la denuncia ante variaciones en el nivel de alguna variable global y el
diseño de escenarios en el cual se combinen variaciones de algunas variables globales del
modelo. Es importante mencionar que en cada uno de los experimentos realizados se
tomó como condición base los valores utilizados en la etapa de calibración del modelo
(ver sección 6.2.2) y se omitieron las primeras 50 observaciones.
Adicionalmente, dado que las variables más influyentes y relevantes para el proceso de
selección de la regla a utilizar son las variables asociadas a la normalización de la violencia
y la eficacia del sistema de justicia, los experimentos realizados se enfocaron en dichas
variables.
7.1 Sensibilidad niveles de normalización de la violencia
El primer experimento realizado se enfocó en el análisis de sensibilidad de la variable
global de denuncia ante cambios en los niveles de normalización de la violencia. Se
eligieron cinco niveles de comparación para medir la sensibilidad de la variable.
Gráfica 11. Porcentaje denuncia en violencia de pareja: sensibilidad normalización de la violencia.
Como se puede observar en los resultados de la gráfica, los cambios en el nivel de
normalización de la violencia tienen un efecto sobre el porcentaje de mujeres que
denuncia ser víctima de violencia. Concretamente, la disminución en los niveles de
normalización social de la violencia se asocia a un mayor porcentaje de denuncias.
47
Según los planteamientos de la Ontología Evolutiva, estos resultados serían explicados
debido a la presión que estarían ejerciendo las condiciones del contexto. En este caso
específico, los altos niveles de normalización de la violencia tendrían como resultado que
la regla de no denuncia tenga más probabilidades de éxito tras su aplicación, y por lo
mismo existe un mayor porcentaje de mujeres que decide aplicar dicha regla cuando se
ven enfrentadas a situaciones de violencia de pareja. Adicionalmente, este resultado es
sustentado por los estudios teóricos e investigaciones que establecen que el nivel social
de normalización de la violencia no solo hace que su ocurrencia sea minimizada o
desconocida, sino a su vez disminuye la probabilidad de denuncia por parte de las víctimas
(ver sección 5.1). Lo que indica que un menor nivel de normalización de la violencia, hace
que estos actos sean objeto de rechazo por parte de las mujeres y por ende busquen
ayuda cuando se presentan en su relación de pareja.
Dado lo anterior, la normalización social de la violencia se convierte en un importante foco
de intervención para la mitigación del fenómeno. Sin embargo es importante considerar
que la normalización social de la violencia no solo se asocia al uso recurrente de la misma
en diferentes ámbitos, sino también a determinados procesos de socialización que
legitiman y promueven su uso por parte de determinados miembros de la sociedad,
comúnmente los hombres. Por lo tanto dicho foco de intervención también deberá incluir
una intervención de los procesos de socialización y las creencias que estos promueven.
7.2 Sensibilidad nivel de eficacia del sistema de justicia
Igualmente se realizó un experimento para el análisis de sensibilidad de la variable global
de denuncia ante cambios en los niveles de eficacia del sistema de justicia. Se eligieron
cinco niveles de comparación para medir la sensibilidad de la variable.
Gráfica 12. Porcentaje denuncia en violencia de pareja: sensibilidad eficacia del sistema de justicia.
48
Como se puede observar en los resultados de la gráfica, los cambios en la eficacia del
sistema de justicia tienen un efecto sobre el porcentaje de mujeres que denuncia ser
víctima de violencia de pareja. Concretamente, se observa que aumentos en los niveles
de eficacia del sistema judicial se asocian a un mayor porcentaje de denuncias.
Según los planteamientos de la Ontología Evolutiva, estos resultados serían explicados
debido a la presión que estarían ejerciendo las condiciones del contexto. En este caso
específico, los altos niveles de eficacia del sistema de justicia tendrían como resultado que
la regla de denuncia tenga más probabilidades de éxito tras su aplicación, y por lo mismo
existe un mayor porcentaje de mujeres que decide aplicar dicha regla y recurrir al sistema
de justicia, cuando se ven enfrentadas a situaciones de violencia de pareja.
Adicionalmente, este resultado es sustentado por los estudios teóricos e investigaciones
en múltiples países (ver sección 5.1.3), que determinan que una de las principales razones
de las mujeres para no denunciar corresponde a la desconfianza y percepción negativa del
sistema; por lo cual éste se convierte en un importante foco de intervención.
Sin embargo es importante mencionar que dichos efectos sobre el nivel de denuncia son
casi imperceptibles cuando los niveles de eficacia son bajos, por lo cual un verdadero
intento de intervención en este aspecto deberá mejorar considerablemente la eficacia del
sistema. Es importante mencionar que la eficacia del sistema de justicia no solo se asocia
al desarrollo mismo de los procesos judiciales en contra del agresor, sino también al
cumplimiento de las garantías y medidas de protección a las víctimas de violencia; por lo
cual este foco de intervención también debería considerar dichos aspectos.
7.3 Escenarios
Por último se realizaron experimentos de diferentes escenarios que variaban en los
valores de las variables de eficacia del sistema de justicia y normalización de la violencia.
En total se construyeron un total de cuatro escenarios diferentes, cuyos valores de las
variables constituyen una combinación de las condiciones extremas de los rangos de las
mismas.
Tabla 16. Escenarios de experimentación: valores asociados
Según los aspectos teóricos de las decisiones de denuncia de la mujer, el escenario ideal
(escenario 3) estaría determinado por altos niveles de eficacia en el sistema judicial y
bajos niveles de normalización de la violencia. De igual manera el peor escenario
1 2 3 4
Eficacia Sistema Judicial 0,1 0,1 0,9 0,9
Normalización de la Violencia 0,1 0,9 0,1 0,9
EscenarioVariable Global
49
(escenario 2) estaría representado por bajos niveles de eficacia del sistema, y altos niveles
de normalización.
Gráfica 13. Porcentaje denuncia en violencia de pareja: escenarios.
Como se puede observar en los resultados de la gráfica, el mejor escenario está
constituido por una alta eficacia del sistema judicial y un bajo nivel de normalización de la
violencia; condiciones que en conjunto aumentan el nivel global de denuncia de violencia
de pareja contra la mujer.
Según los planteamientos de la Ontología Evolutiva, estos resultados son explicados
debido a la presión que ejercen las condiciones del contexto, sobre las decisiones de
denuncia de las mujeres. Como se explicó en la aproximación evolutiva de la problemática
(ver sección 6.1), el proceso de selección de reglas está en gran medida influenciado por
las condiciones del contexto y la posibilidad de éxito que las reglas tengan según éstas
condiciones. Por lo cual, la disminución de los niveles de normalización de la violencia y el
aumento de eficacia del sistema de justicia, permitiría que la regla de denuncia tenga
mayor probabilidad de éxito al ser aplicada y por lo mismo sea seleccionada por un mayor
porcentaje de mujeres víctimas de violencia de pareja.
Lo anterior indica que la intervención de los problemas de denuncia debería enfocarse no
solo en mejorar las condiciones y garantías del sistema judicial, sino también en cambiar
las creencias respecto a la violencia y su carácter normalizado; pues será la intervención
conjunta de los mismos, la que permita aumentar los niveles de denuncia por parte de las
mujeres y por lo tanto visibilizar del fenómeno.
50
8. Lineamientos para el diseño de políticas públicas
Como se dijo anteriormente, el Estado colombiano ha diseñado diferentes mecanismos
para la mitigación del fenómeno de violencia intrafamiliar, enfocados principalmente en la
atención a las víctimas y las sanciones a quien ejerce el maltrato. A pesar de que
teóricamente estos mecanismos resultan de gran utilidad para la protección y el ejercicio
de derechos por parte de las víctimas, en la práctica tienen un carácter limitado. Dicho
carácter limitado se debe principalmente a que el enfoque utilizado para el diseño de
estos mecanismos se sustenta en estudios sobre el comportamiento visible del fenómeno;
y por lo mismo desconoce los procesos subyacentes que explican el comportamiento y
funcionamiento del fenómeno. Partiendo de esta limitación, el proyecto desarrolló un
análisis alterno de la problemática, a partir de la inclusión de dichos procesos subyacentes.
El trabajo se enfocó en el análisis de las decisiones de denuncia -de las mujeres víctimas
de violencia de pareja- a partir de la Ontología Evolutiva. Dicho análisis estableció la
necesidad de reconocer no solo los procesos de decisión individual y las diferencias
existentes entre los actores, sino también la influencia y relevancia de múltiples factores
sociales y contextuales. Específicamente, el análisis a partir de la Ontología Evolutiva
realizó una explicación de los procesos de decisión de denuncia, como el resultado de un
proceso variación, selección y retención de reglas de decisión (denuncia/ no denuncia); en
el cual se destaca la influencia de procesos tanto individuales como sociales. Estos
procesos no solo hacen referencia a las experiencias particulares de victimización y sus
consecuentes efectos sobre las víctimas, sino también a los procesos y estructuras a nivel
social que legitiman y promueven los actos de violencia.
Los anteriores aspectos -al igual el análisis realizado a lo largo del proyecto- permiten
afirmar que un adecuado diseño de políticas públicas enfocadas en la mitigación de la
violencia de pareja –en general de la violencia intrafamiliar-, necesariamente deberá
reconocer los procesos subyacentes a la problemática y los factores asociados a estos;
pues únicamente un entendimiento real de la complejidad de la problemática, permitirá el
diseño de mecanismos adecuados para la mitigación del fenómeno. Es como resultado de
lo anterior, que esta sección del trabajo propone una serie lineamientos para la adecuada
formulación de políticas públicas enfocadas en la intervención y mitigación del fenómeno;
en los cuales los procesos subyacentes al fenómeno son entendidos como eje central de la
problemática.
Para el desarrollo de los lineamientos, en primer lugar deber considerarse como referente
la existencia de diferencias entre los actores; lo que implica que a pesar de que el
fenómeno presente un comportamiento generalizado en la población, no por ello se
puede desconocer que las mujeres se ven enfrentadas a experiencias de victimización
51
particulares y por lo tanto tienen diferentes razones y motivaciones para denunciar.
Adicionalmente dichas experiencias y motivaciones, se asocian a condiciones contextuales
particulares que no solo delimitan las posibilidades de afrontamiento de la problemática,
sino a su vez fomentan la selección de algunas de éstas; y es por lo mismo que resulta
importante considerar algunos factores sociales involucrados en la decisión de denuncia
de las víctimas.
Respecto a este último punto, los lineamientos deben tomar como referente las creencias
sociales asociadas a la violencia; tales como el carácter normalizado de la misma y la
justificación de su uso en determinados contextos. Estos hechos generan que la violencia
sea minimizada o aceptada, incluso dentro de las relaciones familiares y de pareja, y por lo
tanto no sea denunciada. Por otro lado, cuando nos enfocamos en el caso de la violencia
de pareja, resulta importante considerar las tendencias de la problemática, según las
cuales las principales víctimas son las mujeres. Esta tendencia no solo determina el foco
principal para el diseño de políticas públicas, sino también permite entender que la
problemática es a su vez un asunto de género; y por lo tanto su intervención también
debe enfocarse en los procesos de socialización y los estereotipos de género que estos
promueven. Por último, es necesario que los mecanismos diseñados por el gobierno
también sean ejecutados en la práctica, por lo cual es necesaria una intervención desde el
sistema de justicia y su eficacia.
A partir de los elementos previamente planteados, al igual que el análisis realizado a lo
largo del proyecto, se realizará una propuesta sobre algunos lineamientos a tener en
cuenta para la formulación de políticas públicas sobre la violencia de pareja. Dichos
lineamientos estarán categorizados según dos líneas de acción: prevención y atención. La
razón por la cual se eligieron dichos focos acción, se debe a que las decisiones de denuncia
de las mujeres no solo se ven influenciadas por determinados factores sociales, cuya
prevención podría evitar la aparición de la problemática y aumentar las probabilidades de
éxito y selección de la regla de denuncia; sino también por las experiencias y resultados
previos al realizar una denuncia, por lo cual también es necesario mejorar la atención que
reciben las victimas al recurrir al sistema de justicia.
Prevención
El ejercicio de la violencia en las relaciones, al igual que la permanencia de las mujeres
dentro de éstas, se relaciona con los procesos sociales de normalización de la violencia;
por lo tanto se deben implementar diferentes estrategias de prevención que permitan por
lado desnormalizar el uso de la violencia dentro de la sociedad y por el otro disminuir la
aceptación de dichos actos. La importancia de dichas estrategias se evidenció en los
experimentos de sensibilidad de la denuncia ante variaciones en los niveles de
52
normalización de la violencia, cuyos resultados mostraban que las disminuciones de
dichos niveles generaban aumentos en el porcentaje de mujeres que denunciaba a su
agresor (ver sección 7); lo cual se debía a que las condiciones del contexto generaban que
un mayor número de mujeres seleccionará la regla de denuncia. Adicionalmente se debe
tener como referente que dicha normalización está directamente relacionada con los
procesos de socialización y los estereotipos de género que estos promueven (ver sección
5.1), según los cuales el ideal de masculinidad se asocia a la dominación y ejercicio de la
violencia como forma aceptable de relacionarse, y el de feminidad a las actitudes de
pasividad y sumisión. A continuación se presentan los principales objetivos a considerar
para el diseño de estrategias de prevención:
Desnormalizar el uso de la violencia como forma aceptable para relacionarse.
Aumentar el reconocimiento de la violencia psicológica como forma de violencia,
sancionable por la ley.
Deconstruir los estereotipos de género y los ideales de masculinidad y feminidad
asociados a estos.
Fomentar -a través de la educación escolar- el desarrollo de relaciones más
equitativas entre hombres y mujeres.
Los anteriores lineamientos no solo buscan mitigar el uso de la violencia dentro de las
relaciones, sino también mejorar las condiciones del contexto, de manera que la regla de
denuncia tenga una mayor probabilidad de éxito tras su aplicación y por lo mismo sea
seleccionada por mayor número de mujeres.
Atención
Los bajos niveles de denuncia, adicionalmente se asocian con la desconfianza del sistema
de justicia y su ineficacia; por lo cual es necesario realizar acciones con el fin de mejorar
estos aspectos. La importancia de dichas acciones se evidenció en los experimentos de
sensibilidad de la denuncia antes variaciones en los niveles de eficacia del sistema de
justicia, cuyos resultados mostraban que los aumentos de dichos niveles generaban
aumentos en el porcentaje de mujeres que denunciaba a su agresor (ver sección 7). Como
se explico previamente, estos resultados se deben a que las condiciones del contexto
aumentan la probabilidad de éxito de determinadas reglas y por lo mismo su selección; lo
que indica que mejorar la atención y respuesta proporcionada por el sistema de justicia
generaría que un mayor número de mujeres seleccionara la regla de denuncia. En este
sentido no solo es necesario mejorar la respuesta y desarrollo de los procesos a nivel
judicial, sino también el cumplimiento de las medidas de protección que el sistema ofrece.
A continuación se presentan algunas acciones a considerar para la formulación de
estrategias de atención a las mujeres víctimas de violencia:
53
Establecer protocolos de atención a las víctimas, que no solo permitan una mejor
respuesta por parte de las diferentes instancias del sistema, sino también una
mayor eficacia.
Reconocer que las mujeres tienen diferentes motivaciones para recurrir al sistema
judicial, y actuar con base a las mismas.
Aumentar el cumplimiento de las medidas de protección a las víctimas, de manera
que éstas también sean aplicadas en la práctica.
Las anteriores estrategias no solo buscan mejorar la eficacia misma del sistema judicial al
atender casos de víctimas de violencia de pareja, sino también aumentar la confianza de
las víctimas en el sistema; de manera que la regla de denuncia tenga mayor probabilidad
de éxito tras su aplicación y por lo mismo se convierta en la regla seleccionada por la
mayoría de victimas.
54
9. Consideraciones finales
El objetivo final del proyecto era el desarrollo de lineamientos para la formulación de
políticas públicas dirigidas a mitigar y visibilizar la violencia de pareja. Para esto, el
proyecto se enfocó en el análisis de los aspectos sociales que influencian los procesos de
decisión de las mujeres víctimas de violencia, enfocándose específicamente en las
decisiones de denuncia. El análisis de dichos factores y su influencia en las decisiones de
denuncia, fue realizado a partir de dos herramientas de ingeniería: la Ontología Evolutiva y
los modelos de simulación por agentes; que en su conjunto permitieron capturar la
complejidad de la problemática y los múltiples factores asociados a ésta. A partir de
dichas herramientas, al igual que el abordaje teórico de la problemática, se diseñaron
algunos lineamientos a considerar para la formulación de políticas públicas.
A pesar de que el proyecto se centró en el análisis de los procesos de decisión sobre la
denuncia y que por lo mismo los lineamientos diseñados se enfocaron en dicha
problemática, estos a su vez se asocian con la prevalencia misma del fenómeno. Lo
anterior debido a que el aumento de la denuncia, no solo podría generar una mayor
visibilización del fenómeno y por ende la posibilidad de diseñar estrategias más
apropiadas para su mitigación, sino también debido a que los lineamientos propuestos
también se relacionan con algunos aspectos que dan origen al fenómeno; y por lo mismo
se asocian tanto a la visibilización, como a la mitigación de la violencia de pareja.
Sin embargo, es importante mencionar que la aproximación utilizada para abordar la
problemática tiene algunas limitaciones, asociadas principalmente a la dificultad de
cuantificar la influencia de los factores y procesos sociales. Por lo cual los planteamientos
desarrollados dentro del proyecto no constituyen una representación exacta de la
realidad, y por ende únicamente deberán utilizarse como referente para el diseño de
estrategias de prevención y políticas públicas.
Por último es importante mencionar que a pesar de que el desarrollo del trabajo utilizó
como herramienta principal la Ontología Evolutiva, éste se enfoco específicamente en los
procesos a nivel individual (perspectiva micro); por lo cual para futuras investigaciones es
importante desarrollar un análisis del proceso desde las otras perspectivas de la Ontología,
de manera que se realice una aproximación más detallada de la problemática y su
complejidad. En este sentido es importante no solo reconocer que el fenómeno de la
violencia de pareja implica la existencia de otros actores, sino a si mismo que estos se
relacionan entre si y por ende sus decisiones y acciones se influencian mutuamente.
55
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59
11. Anexos
11.1 Inicialización del modelo
Variables
Globales Criterio para establecer valor inicial
Nivel de
normalización de
la violencia (0 - 1)
El valor inicial fue definido en 0,51 debido a que no existe un
criterio objetivo para su medición.
Nivel eficacia del
sistema judicial
(%)
El valor inicial fue definido según los resultados del "Estudio
sobre tolerancia social e institucional a la violencia basada en
género en Colombia". Se sacó un promedio del porcentaje de
mujeres satisfechas con la respuesta de las diferentes
instituciones judiciales a las que acudieron.
Independencia
económica (%)
Para términos del modelo la independencia económica se tomó
como la tasa de mujeres que tienen un trabajo remunerado.
Probabilidad
social de ser
víctima (0 - 1)
El valor inicial de la variable se definió a partir de comunicados
realizados por la OMS
http://www.who.int/mediacentre/news/releases/2014/violence-
women-girls/es/
Probabilidad de
regresar con la
pareja después
de denunciarla (0
- 1)
No existen datos consistentes respecto al porcentaje de mujeres
que regresa con su agresor. Los valores de dicho porcentaje
rondan entre el 20% y el 60%, por lo cual se tomó un valor
intermedio (0,34).
60
11.2 Código del modelo (NetLogo)
61
62
63
64
65