Trump y el efecto boomerang del comercio con Mexico

Las políticas proteccionistas del presidente electo de Estados Unidos podrían impulsar aún más la actividad industrial en México, gracias al interés de las compañías multinacionales por realizar mayores compras de insumos en México.

A partir de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, México tomó un rol protagónico en la producción y suministro, a Estados Unidos, de productos manufacturados.

Esto se logró, principalmente, por las ventajas en costos que ofrece México, mismas que provocaron importantes flujos de inversión extranjera directa.

El crecimiento en los niveles de producción y exportación ha sido notable, y ha provocado que México figure como uno de los principales países exportadores de un gran número de productos manufacturados como, por ejemplo, automóviles, computadoras, teléfonos móviles, refrigeradores, etcétera. De hecho, durante el año 2016 México exportó productos manufacturados por alrededor de 330,000 millones de dólares.

Para la producción de este tipo de productos, sin embargo, México ha requerido importar volúmenes crecientes de partes y componentes, debido a que no se ha logrado desarrollar una base de proveedores robusta en nuestro país. Al respecto, las importaciones de insumos, partes y componentes superaron los 294,000 millones de dólares en el 2016, de acuerdo con cifras del INEGI.

En este sentido, alrededor del 50% de las partes y componentes que México importa provienen de empresas de Estados Unidos, por lo que el TLCAN ha sido una fuente importante de ingresos para muchas empresas norteamericanas. Sin embargo, la visión proteccionista del presidente electo de Estados Unidos, paradójicamente, podría impulsar aún más la actividad industrial en México.

El efecto boomerang

Frente a la amenaza del establecimiento de aranceles para los productos manufacturados en México, por parte del gobierno de Estados Unidos, muchas compañías multinacionales están buscando mejorar su estructura de costos. La estrategia principal que se han planteado para reducir sus costos, es la de localizar empresas mexicanas capaces de suministrar las partes y componentes que hoy importan de otros países.

Dicha estrategia, misma que ha tomado mayor fuerza a raíz del fortalecimiento del dólar, representa una gran oportunidad para las pequeñas y medianas empresas mexicanas. Para darnos una idea del tamaño de la oportunidad, la Figura 1 presenta el valor de los requerimientos, en la industria manufacturera de exportación, de algunos procesos industriales cuya demanda excede ampliamente a la oferta nacional.

Figura 1. Procesos industriales con alta demanda en la industria manufacturera (2016, millones de dólares)

Fuente: Estimaciones propias con base en datos de ProMéxico.

Como se puede observar, la demanda en cada uno de estos procesos es superior a los 800 millones de dólares. En el caso del proceso de inyección de plástico, por ejemplo, la demanda total supera los 12,000 millones de dólares, y las importaciones de componentes plásticos son de casi 8,000 millones de dólares anuales. Esto significa que las empresas que cuentan con el proceso de inyección de plástico tienen un amplio mercado en las cadenas productivas de la industria manufacturera de exportación de México.

Cabe señalar que estos no son los únicos procesos con oportunidad. La lista es aún más amplia, y basta con revisar las partes y componentes que forman parte de los productos manufacturados, para que las empresas identifiquen sí tienen

posibilidades de incorporarse a las cadenas de suministro del sector manufacturero.

Son varios los factores que favorecen un escenario de mayores compras de insumos nacionales, por parte de las compañías multinacionales localizadas en México:

1. Tiene el potencial para mejorar los costos de producción de los bienes que se manufacturan en nuestro país.

2. Permite a las compañías exportar a otros mercados, en condiciones preferenciales, gracias al cumplimiento de las reglas de origen que establecen los acuerdos comerciales.

3. Se estima que el margen que tiene Trump, para imponer aranceles a los productos manufacturados en México, es limitado.

En cuanto al primer punto, gracias a la trayectoria reciente y esperada del tipo de cambio del peso frente al dólar, los costos de producción en México, medidos en dólares, han disminuido y se mantendrán en niveles muy competitivos. Esto, aún frente a un escenario de mayor inflación en México.

En lo relativo al aprovechamiento de la red de acuerdos comerciales, si aumentan las compras de insumos nacionales, las compañías multinacionales estarán en posibilidad de exportar a mercados como el brasileño o incluso el europeo, en condiciones preferenciales, es decir, con menor tasa de arancel que la que pagan muchos de sus competidores de otros países.

Finalmente, gracias a que Estados Unidos pertenece a la Organización Mundial del Comercio (OMC), difícilmente podría imponer aranceles a México superiores al 4% o 5%. Para hacerlo, tendría que salir de la OMC, lo que generaría incertidumbre en

las relaciones comerciales de Estados Unidos con 160 países. De esta manera, con un mejor perfil de costos de producción y ahorros relacionados al tipo de cambio, los nuevos aranceles no impactarán significativamente en la competitividad de las exportaciones mexicanas.

Así, la política proteccionista de Estados Unidos que, en teoría debería impulsar la actividad industrial en aquel país, podría generar menores exportaciones estadounidenses de partes y componentes. A su vez, el contenido nacional de los productos que México exporta se incrementaría, gracias al aumento de las compras de insumos nacionales.

El resultado final podría ser un mayor superávit para México en sus relaciones comerciales con Estados Unidos, gracias a la disminución de las importaciones y a las ganancias de competitividad asociadas a los nuevos encadenamientos productivos entre compañías multinacionales y proveedores mexicanos.

¿Cómo aprovechar esta oportunidad?

Desde nuestro punto de vista, para que las empresas mexicanas logren aprovechar estas nuevas oportunidades de negocios, deben implementar iniciativas y estrategias como las siguientes:

1. Tener un fuerte compromiso con la calidad y la productividad.

2. Contar con un buen modelo de costeo, para establecer precios competitivos, sin poner en riesgo la rentabilidad de la empresa.

3. Ampliar las capacidades de ingeniería y diseño, para ser flexibles y establecer relaciones de largo plazo con las compañías multinacionales.

4. Contar con buenas prácticas contables. 5. Alcanzar una sana estructura financiera, para acceder a

líneas de crédito a costo competitivo. 6. Introducir buenas prácticas de Gobierno Corporativo. 7. Poner en marcha estrategias comerciales orientadas a

incursionar en nuevos sectores económicos y cadenas de valor.

Así, en la medida en que se logre aumentar el contenido nacional de los productos manufacturados en México, se estarán generando mayores derramas económicas, relacionadas con las exportaciones. Esto, a su vez, elevará la competitividad de la industria nacional, que estará mejor preparada para enfrentar medidas proteccionistas como las planteadas por Donald Trump y su equipo de asesores.

El equipo de expertos de BIXLINK puede ayudar a las empresas mexicanas a concretar nuevos negocios con compañías multinacionales, acceder a recursos financieros en condiciones preferentes, diseñar planes de desarrollo orientados a incursionar en nuevos sectores económicos, entre otros aspectos relacionados con el fortalecimiento de las cadenas de valor.

Sobre los autores de este artículo Lourdes Gómez / Perfil - LinkedIn Entre los años 2011 y 2015 fungió como Directora Ejecutiva de Oportunidades de Negocios en ProMéxico. Actualmente es Directora Ejecutiva de Análisis de Mercados en BIXLINK SAPI de CV. Ricardo de la Peña / Perfil - LinkedIn Entre los años 2010 y 2013 fungió como Director Ejecutivo de Proyectos de Exportación en ProMéxico, lo que le permitió dirigir proyectos de desarrollo de proveedores. Previo a ello se desempeñó como Coordinador de Proyectos Especiales, en la Unidad de Inteligencia de Negocios de ProMéxico. Actualmente es Socio Director de la Firma BIXLINK SAPI de CV.