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REPORTAJE CURSOS DE INICIACIÓN A LA VELA ADAPTADA Capitanes de un barco llamado superación La Asociación Verdiblanca ha organizado, un año más, un curso de vela adaptada para sus usuarios ideado para personas con discapacidad o con movilidad reducida “Me gusta venir y espero re- petir el año que viene”. Sergio Morales es uno de los 14par- ticipantes en el curso de vela adaptada que la Unidad de Es- tancia Diurna con Terapia Ocupacional del centro Juan Goytisolo, perteneciente a Verdiblanca, organiza por cuarto año consecutivo. Amalia Tamayo, directora del centro, comenta que el primer año sólo participaron cinco de sus socios, pero “ca- da año se ha ido ampliando el número, y este año son 14 los usuarios que están partici- pando en la actividad”. Con el objetivo de que co- nozcan y disfruten del depor- te de la vela, los usuarios del centro, con edades compren- didas entre los 20 y los 40 años, se encuentran ya dis- frutando de este curso que comenzó la semana pasada y que dura una semana. De esta forma, repartidos en dos grupos de siete perso- nas cada uno, durante cinco días aprenden cuáles son las partes de la embarcación, su montaje y funcionamiento, y cómo es el mundillo de la vela, gracias a los monitores per- tenecientes al Club de Mar. De los cuatro años que lle- van navegando, y en los que algunos de sus usuarios han repetido la experiencia, es el primero que lo hacen en sep- tiembre, debido al amplio nú- mero de participantes, e in- tentarán que “el año que viene sean más, y si es posible más semanas”, asegura Amalia. El curso Cada día, los grume- tes llegan hasta las instalacio- nes del Club de Mar, se diri- gen al almacén donde reco- gen, y posteriormente guar- dan el material del barco, se enfundan sus chalecos salva- vidas, algo indispensable, ase- guran, y comienzan el mon- taje del barco en el agua para salir a navegar. Un barco sin capitán no es un barco, le falta algo, por lo que a diario esta función re- cae sobre uno de ellos, y va ro- tando cada día. Al igual que el cargo, las tareas de instala- ción y desarme de las velas se reparte entre todos al ser un trabajo en equipo, algo que “sirve tanto para el deporte de la vela como para el trabajo de los talleres”, asegura Tamayo. Diferencias Al tratarse de un curso de iniciación para personas con discapacidad, el barco está preparado para sus necesidades y aptitudes. Además de cambiar el lugar donde deben sentarse, la em- barcación cuenta con un las- tre de plomo que hace que volcar sea más dificil. Este deporte es bastante ca- ro, por lo que, de no ser por las subvenciones y colaboracio- nes de Ferrovial, propietaria de las barcas, y el Club de Mar, que cede sus instalaciones y los monitores de vela, los usuarios del centro Juan Goy- tisolo no podrían practicarlo. Algo que “es muy gratificante” comenta Raúl de Valenzuela, monitor y director de la acti- vidad, al trabajar con ellos. Así, gracias a estas entida- des y la gestión de Adecco, es- tos futuros capitanes sólo pa- gan 4 euros por un curso que cuesta 90 euros semanales. GONZALO GÁLVEZ Texto y fotos DAVID GIL junto a Javier López montando las velas. SERGIO MORALES a los mandos del timón. PASEO en barco de David, María, Sergio, Javi y Tomás. BIEN EQUIPADOS, de derecha a izquierda, Tomás Pérez, Iván Gómez, Raúl de Valenzuela, Isa Mañas, Raquel Granados, David Gil, María Galera, Sergio Morales y Javier López. Vivir 32 La Voz de Almería 16.9.2013

2013 09-16 vela verdiblanca

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REPORTAJE CURSOS DE INICIACIÓN A LA VELA ADAPTADA

Capitanes de un barcollamadosuperación

La Asociación Verdiblanca ha organizado, un año más,un curso de vela adaptada para sus usuarios ideado parapersonas con discapacidad o con movilidad reducida

“Me gusta venir y espero re-petir el año que viene”. SergioMorales es uno de los 14par-ticipantes en el curso de velaadaptada que la Unidad de Es-tancia Diurna con TerapiaOcupacional del centro JuanGoytisolo, perteneciente aVerdiblanca, organiza porcuarto año consecutivo.Amalia Tamayo, directora

del centro, comenta que elprimer año sólo participaroncinco de sus socios, pero “ca-da año se ha ido ampliando elnúmero, y este año son 14 losusuarios que están partici-pando en la actividad”. Con el objetivo de que co-

nozcan y disfruten del depor-te de la vela, los usuarios delcentro, con edades compren-didas entre los 20 y los 40años, se encuentran ya dis-frutando de este curso quecomenzó la semana pasada yque dura una semana.De esta forma, repartidos

en dos grupos de siete perso-nas cada uno, durante cincodías aprenden cuáles son laspartes de la embarcación, sumontaje y funcionamiento, y

cómo es el mundillo de la vela,gracias a los monitores per-tenecientes al Club de Mar.De los cuatro años que lle-

van navegando, y en los quealgunos de sus usuarios hanrepetido la experiencia, es elprimero que lo hacen en sep-tiembre, debido al amplio nú-mero de participantes, e in-tentarán que “el año que vienesean más, y si es posible mássemanas”, asegura Amalia.

El cursoCada día, los grume-tes llegan hasta las instalacio-nes del Club de Mar, se diri-gen al almacén donde reco-gen, y posteriormente guar-dan el material del barco, seenfundan sus chalecos salva-vidas, algo indispensable, ase-guran, y comienzan el mon-taje del barco en el agua parasalir a navegar.Un barco sin capitán no es

un barco, le falta algo, por loque a diario esta función re-cae sobre uno de ellos, y va ro-tando cada día. Al igual que elcargo, las tareas de instala-ción y desarme de las velas sereparte entre todos al ser un

trabajo en equipo, algo que“sirve tanto para el deporte dela vela como para el trabajo delos talleres”, asegura Tamayo.

Diferencias Al tratarse deun curso de iniciación parapersonas con discapacidad,el barco está preparado parasus necesidades y aptitudes.Además de cambiar el lugardonde deben sentarse, la em-barcación cuenta con un las-tre de plomo que hace quevolcar sea más dificil. Este deporte es bastante ca-

ro, por lo que, de no ser por lassubvenciones y colaboracio-nes de Ferrovial, propietariade las barcas, y el Club de Mar,que cede sus instalaciones ylos monitores de vela, losusuarios del centro Juan Goy-tisolo no podrían practicarlo.Algo que “es muy gratificante”comenta Raúl de Valenzuela,monitor y director de la acti-vidad, al trabajar con ellos.Así, gracias a estas entida-

des y la gestión de Adecco, es-tos futuros capitanes sólo pa-gan 4 euros por un curso quecuesta 90 euros semanales.

GONZALO GÁLVEZTexto y fotos

DAVID GIL junto a Javier López montando las velas. SERGIO MORALES a los mandos del timón. PASEO en barco de David, María, Sergio, Javi y Tomás.

BIEN EQUIPADOS, de derecha a izquierda, Tomás Pérez, Iván Gómez, Raúl de Valenzuela, Isa Mañas, Raquel Granados, David Gil, María Galera, Sergio Morales y Javier López.

Vivir32 La Voz de Almería 16.9.2013