3
Año 1914 En enero de éste mismo año, el reverendo padre Capellán, predicó el primer retiro, a las hijas de María, que forman ya una asociación bastante numerosa, cuenta con 37 miembros. Como preparación a la comunión Pascual, el padre capellán hizo algunas instrucciones a los pobres que dieron muy buenos resultados. El recuerdo, de la buena señora Enriqueta de Dorrego, sus bondades, eran el bálsamo a todas las penas, a todas las miserias; desde su ida a Europa, el 17 de Abril de 1909, los corazones agradecidos deseaban su vuelta; las hermanas, más que todos, con ansia, esperaban éste momento, debían tanto a la buena señora . Los designios de Dios son impenetrables, y ésta hora bendita nunca debía llegar. El 16 de Marzo de 1914, llegó un telegrama mandado por la señora Felicia Dorrego del Solar, anunciando la gravedad de la enfermedad de la Señora Enriqueta L de Dorrego, y pidiendo oraciones. Esta triste noticia causó una desolación general; las hermanas y las niñas empezaron con mucho fervor vía crucis y rosario, para pedir a Dios un milagro; pero Dios no quiso oír nuestros ruegos, la corona de la buena y santa señora de Dorrego, ya estaba terminada, y Dios quiso recompensar sus virtudes y su caridad tan grande. Falleció el día 17 de Marzo de 1914 en el Castillo Des Cretes, en Clarens Monteux (Suiza), reconfortada con los auxilios de nuestra santa religión, sin agonía, sin tristeza, y con la sonrisa en los labios, dejó esta tierra de lágrimas para gozar de Dios en el cielo. Su querida familia estaba presente, sin consuelo delante la pérdida dolorosa, con que Dios la probaba, pero consolada con el recuerdo de sus virtudes, y con la seguridad, de que su recompensa será eterna.

Año 1914

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Año 1914

Año 1914

En enero de éste mismo año, el reverendo padre Capellán, predicó el primer retiro, a las hijas de María, que forman ya una asociación bastante numerosa, cuenta con 37 miembros.

Como preparación a la comunión Pascual, el padre capellán hizo algunas instrucciones a los pobres que dieron muy buenos resultados.

El recuerdo, de la buena señora Enriqueta de Dorrego, sus bondades, eran el bálsamo a todas las penas, a todas las miserias; desde su ida a Europa, el 17 de Abril de 1909, los corazones agradecidos deseaban su vuelta; las hermanas, más que todos, con ansia, esperaban éste momento, debían tanto a la buena señora . Los designios de Dios son impenetrables, y ésta hora bendita nunca debía llegar.

El 16 de Marzo de 1914, llegó un telegrama mandado por la señora Felicia Dorrego del Solar, anunciando la gravedad de la enfermedad de la Señora Enriqueta L de Dorrego, y pidiendo oraciones.

Esta triste noticia causó una desolación general; las hermanas y las niñas empezaron con mucho fervor vía crucis y rosario, para pedir a Dios un milagro; pero Dios no quiso oír nuestros ruegos, la corona de la buena y santa señora de Dorrego, ya estaba terminada, y Dios quiso recompensar sus virtudes y su caridad tan grande.

Falleció el día 17 de Marzo de 1914 en el Castillo Des Cretes, en Clarens Monteux (Suiza), reconfortada con los auxilios de nuestra santa religión, sin agonía, sin tristeza, y con la sonrisa en los labios, dejó esta tierra de lágrimas para gozar de Dios en el cielo.

Su querida familia estaba presente, sin consuelo delante la pérdida dolorosa, con que Dios la probaba, pero consolada con el recuerdo de sus virtudes, y con la seguridad, de que su recompensa será eterna.

Page 2: Año 1914

Las personas que la vieron solo al pasar, la siente, quienes la conocieron la lloran y los que la amamos la sentiremos y lloraremos a la vez para siempre.

La triste noticia se recibió por telegrama; era una verdadera desolación. Todos la sentían y lloraban como a una verdadera madre

El 20 se celebró en la capilla un funeral, para el descanso de la que siempre será el alma y el corazón del Asilo San Luis, la familia ausente fue representada por los señores Luis Acuña y el señor Lezica.

Loa padres Lazaristas, los padres de la Parroquia de la Hermana Visitadorra ; muchas hermanas, ricos y pobres quisieron tributar un homenaje bien merecido, a la virtuosa y caritativa señora Enriqueta Lezica de Dorrego.

Los restos llegaron a Buenos Aires el 2 de Junio, y llevados a la Iglesia del Socorro, preparada para la piadosa velada.

Al día siguiente, después de un solemne funeral, fueron depositados en el Mausoleo de la familia de Dorrego, en el Cementerio del Norte.

Las niñas internas, las externas, las hijas de María del Asilo San Luis, las vecinas y pobres cumplieron con el deber sagrado de la gratitud, acompañando a la santa señora de Dorrego.

Un segundo funeral fue celebrado en la capilla del Asilo San Luis, el martes 9 de junio estaban presentes la señora Inés Dorrego de Unzué, el señor Saturnino Unzué y el señor Al berto del Solar Dorrego

Después de la misa, el reverendo Padre Pérez, cura de la Parroquia de San Fernando, habló de la bondad y caridad de la inolvidable señora de Dorrego, recordó uno de sus deseos manifestado algún tiempo antes de su partida a Europa; el cual era, que la Capilla del Asilo

Page 3: Año 1914

San Luis fuese el lugar de su sepultura.

Pidió en nombre de las hermanas de las niñas y de los pobres, la realización de éste deseo tan justo,.¿Dónde podrá reposar mejor el estuche de un alma tan grande y tan caritativa? Si no en ésta bendita capilla donde cada día se ofrece el santo sacrificio de la misa, para el esposo amado y el hijo querido que la precedieron; y adonde se hace fructificar las semillas del bien que ella misma sembró.

Un profunda emoción y lágrimas sellaron éstas palabras, con la esperanza que un día podrán realizarse, la señora Inés Dorrego de Unzué, no quiso resolver nada, hasta la llegada de la señora Felicia Dorrego del Solar.

El recuerdo de sus virtudes y del amor que profesaba a su querida obra del Asilo San Luis, no se borrará nunca, y con el agradecimiento, muy profundo, no es conmovedor, pensar en lo escrito por ella misma, a la hermana superiora, el 9 de Marzo, ocho días antes de su muerte : “Deseo volver pronto, ver progresar las obras del Asilo, yo no se lo que me atrae hacia él.

Pedimos a Dios que sea siempre la Inspiradora del bien a realizarse en éste querido Asilo.

Al principio de éste año, el padre Francisco Phampilis tuvo que retirarse; él se ocupaba particularmente de los varones, las hermanas, ocupándose de las niñas, no pudieron atender a éstos al mismo tiempo. En consecuencia, se vieron obligados a terminar con la obra del Ptronato de Varones”.