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La Constitución del pueblo de Israel:
contar para unir
El Pentateuco o Torah puede considerarse como la constitución del antiguo pueblo de Israel.
Al igual que otras colecciones legales antiguas, posee:
Un prólogo histórico.
Un conjunto de leyes.
Pero, en la Biblia, el prólogo histórico es muy extenso y abarca muchos relatos.
Además, existen diferentes versiones y contradicciones entre los relatos y las leyes del Pentateuco.
En una constitución, esto puede crear problemas y discusiones interminables.
El Pentateuco explica cómo se constituye el pueblo desde tres puntos de vista:
Genealógico: los vínculos de sangre y los antepasados comunes definen la identidad.
Histórico: Israel desciende del pueblo del éxodo, liberado de la esclavitud de Egipto y conducido por Dios a la tierra prometida.
Jurídico: este pueblo tiene una ley común, la ley de Moisés, proclamada por Dios. El pueblo establece una alianza con Dios: en el Sinaí y en los llanos de Moab.
El Pentateuco recoge una larga tradición jurídica y muchos documentos antiguos. No existe un documento definitivo.
Carece de unidad en el estilo y en el pensamiento.
Sus autores son anónimos.
Los textos representan ideales e intereses de diferentes grupos humanos.
Aunque la tradición dice que Moisés escribió la Ley, el Pentateuco no lo afirma así.
Moisés recibe la ley de Dios, una autoridad superior que el pueblo reconoce. Él sólo es el redactor y transmisor.
Génesis nos explica la historia de:
El origen del universo.
El origen del pueblo de Israel: los patriarcas.
Éxodo, Números y Deuteronomio relatan:
El nacimiento de Israel en el éxodo o salida de Egipto.
La alianza con Dios en el Sinaí, y la dación de la ley.
El Deuteronomio contiene:
Cuatro discursos de Moisés ante Jericó, donde repasa la historia del pueblo y su alianza con Dios.
La finalidad del Pentateuco es formar la consciencia de un pueblo, un sentimiento de pertenencia a una sola nación.
Tras la conquista del reino y el exilio en Babilonia, Israel parecía condenado a desaparecer de la faz de la tierra, como tantos otros pueblos antiguos.
Israel logró sobrevivir a las vicisitudes de su atormentada historia gracias a la conservación de su identidad y su memoria.
El Pentateuco nos cuenta uno de los secretos de su supervivencia.
¿Por qué Abraham es el antepasado de Israel?
Muchos pueblos atribuyen su fundación a un héroe.
Pero Israel tiene tres: Abraham, Isaac y Jacob.
El nombre del pueblo suele derivarse de su fundador.
Pero en Israel se deriva del tercer patriarca, y es un sobrenombre tras la pelea de Jacob con el ángel de Dios.
Abraham era un personaje de la tradición, vinculado a un santuario cerca de Hebrón.
Hebrón nunca fue conquistada ni destruida por ningún ejército enemigo, como lo fue Jerusalén.
¿Por qué Abraham es el antepasado de Israel?
Abraham procede de un lugar intacto.«Si Abraham, que era uno solo, se adueñó de la tierra, ¡cuánto más nosotros, que somos muchos…!» (Ez 33,24)
La elección de Abraham afirma la superioridad del reino del sur (Judá), donde queda una región inalterada.
Es un modo de decir: se puede volver a comenzar a partir de las tradiciones del país.
Abraham, fundamento de la fe y paradigma de Israel
Abraham recibe las tres promesas divinas: descendencia, la tierra y la protección de Dios.
Establece una alianza incondicional con Dios, donde este no pide nada a cambio.
Después del exilio era necesario un pacto más sólido y antiguo que el del Sinaí, que fue roto y a cuya ruptura se achaca la caída en manos de reyes extranjeros.
La alianza dependerá solo de la fidelidad de Dios a sus promesas, no de la lealtad del pueblo.
Abraham, fundamento de la fe y paradigma de Israel
Abraham es un pastor nómada que vive con su clan.
Tras la destrucción de los reinos de Israel y Judá, la única institución que sobrevive es el clan, la familia.
Abraham recorre todos los caminos del pueblo hebreo: Mesopotamia, Egipto, Canaán.
Recorre todos los lugares importantes de la tierra prometida: Siquem, Betel, Hebrón (Mambré), Salem, Neguev y Beersheva.
Es el primer creyente, el primer profeta y el primero que experimenta el éxodo: te hice salir de Ur de Caldea…
Isaac, la promesa de la tierra
El patriarca más tímido y anodino tiene su papel relevante: es el único de los tres que nace, crece, vive y muere en la tierra de Canaán.
Es el único que da a sus descendientes el derecho pleno a la posesión de la tierra.
El personaje está vinculado al pozo de Lajay-Roí («del que vive y ve»), donde se cuenta que el ángel anuncia a Agar que dará a luz a un hijo. (¿Posible confusión o superposición entre Ismael e Isaac?).
Jacob, la promesa del regreso
Jacob es el patriarca más vivaz pero también más ambiguo.
Es un personaje célebre del reino del Norte (Oseas, 12).
Su rasgo principal: la astucia. Es un héroe popular.
Como Abraham, vive en Mesopotamia (Jarán), en Canaán y en Egipto, donde muere.
La visión en Betel es otra promesa de retorno a su tierra:«Yo estoy contigo, te acompañaré adonde vayas y te haré volver a este país…» (Gén 28, 15).
Es otra figura emblemática del pueblo de Israel y su destino.
José, el «tío de América» que hace fortuna
La historia de José difiere de los otros relatos del Pentateuco por su estilo y la psicología de sus personajes.
Surge de una escuela literaria de la época. Posibles influencias de relatos egipcios.
Describe la vida de un hebreo en la diáspora.
Demuestra que un judío puede triunfar en el extranjero.
El final da ánimo y esperanza: la familia dividida se reúne, el conflicto se resuelve y el poder no solo sirve para oprimir, sino que puede ayudar a los necesitados.
La experiencia fundacional de Israel
La salida de Egipto es el mito fundacional de Israel.
Los patriarcas priorizan el vínculo de la sangre.
El éxodo revela el principio de identidad como opción libre y el pacto social.
El éxodo no se centra en un personaje, sino en un pueblo.
Relata una experiencia colectiva.
La experiencia fundacional de Israel
En otras culturas el hecho fundacional es el inicio de una dinastía o una independencia.
Aquí es un gesto simbólico: una salida que es liberación.
Israel fue un pueblo que vivió sometido al yugo extranjero en repetidas ocasiones: Egipto, Asiria, Babilonia, Persia, Grecia y Roma.
Su deseo de liberación fue intenso.
El Éxodo nos dice: Israel nació libre y este es su destino.
La libertad, un bien inalienable
La liberación de la esclavitud no es fruto de una acción violenta.
Es Dios quien interviene con «prodigios».
Las plagas y el milagro del mar son formas de expresar una verdad: el faraón no puede controlar la naturaleza.
La naturaleza solo depende de Dios.
El éxodo es una reflexión profunda sobre:
La libertad y la dignidad humana, bienes inalienables.
El poder humano y sus límites.
El desierto y la prueba
El desierto es el auténtico lugar del Pentateuco.
No es un lugar ideal sino un estado de transición, de diáspora, de camino hacia la tierra, un «todavía no».
Los milagros, recogidos de tradiciones locales de los pueblos nómadas, explican que Dios acompaña a su pueblo.
Israel puede vivir en situaciones muy precarias.
Las murmuraciones y rebeldías reflejan conflictos del presente, en la época del post-exilio, proyectados a su pasado histórico.
¿Qué significa el becerro de oro?
Es la primera rebeldía importante de Israel.
Es el «pecado original» del pueblo tras la alianza.
Representar a Dios en una imagen puede leerse así:
Israel quiere sustituir el relato del éxodo por un símbolo estático (Ex 32, 4): «Mira a tu Dios, Israel…».
Moisés había ofrecido una visión dinámica de Dios: «Yahvé, el Dios de nuestros padres… me ha enviado a vosotros…» (Ex 3, 15). El pueblo ha de recordar una historia y una misión, no adorar un ídolo.
¡Tenemos nuestras leyes!Torá significa enseñanza, instrucción, ley.
El mundo judío prioriza el aspecto jurídico del Pentateuco;
el mundo cristiano ha preferido las narraciones a las leyes.
El influjo de san Pablo ha marcado: «Estamos bajo la gracia, no bajo la ley» (Rom 6, 15).
En el Pentateuco encontramos, entre otras:
Dos decálogos: Ex 20, 1-17) y Dt 5, 6-21.
Código de la Alianza.
Ley de Santidad.
Código Deuteronómico.
¿Derecho civil o religioso?
La Torá une el derecho civil (ius) y el religioso (fas).
Toda la vida es un servicio a Dios, una liturgia.
El único soberano es Dios, y toda la vida pública se orienta hacia él. El culto a Dios incumbe a todos.
Una infracción siempre es una ofensa a Dios.
Delito = pecado.
Cada miembro de la comunidad es «sacerdote»: Vosotros seréis para mí un reino de sacerdotes, una nación santa (Ex 19, 6).
¿Por qué se proclama la ley en el desierto?
La ley en el desierto se da en un «gobierno en el exilio».
No es un rey quien la da, sino Dios mismo, y la transmite por sus profetas: Moisés y otros después de él.
La monarquía de Israel había caído y había que buscar un fundamento más sólido y antiguo para legitimar la ley.
En el exilio tampoco se podía vincular la ley a una tierra.
La ley es una institución más personal que territorial: poseer leyes propias significa ser una verdadera nación.
¿Por qué se proclama la ley en el desierto?
Incorporando sus leyes a la Torá, en un marco histórico antiguo, Israel demuestra que es una nación como las demás, con sus propias leyes.
Su ley es su orgullo, como para otras naciones lo son sus monumentos y sus conquistas.
La Torá es un archivo jurídico de consulta, un referente.
Para la vida cotidiana, existía el derecho consuetudinario y el principio de jurisprudencia.
¿Por qué se elige a Moisés como fundador de Israel?
El mediador de la ley tenía que ser anterior a la monarquía y anterior a la entrada en la tierra prometida.
Moisés era un personaje conocido en la tradición de Israel.
Históricamente, no sabemos nada sobre él.
El Moisés bíblico es un gigante que esconde al Moisés histórico.
Pero tampoco es probable que sea una total invención.
«Nada se crea, nada se destruye, todo se transforma», como decía Anaxágoras.
Pistas que apuntan a la existencia real de Moisés
Moisés es un nombre egipcio.
Se casa con una extranjera.
Entra en relación con los madianitas, enemigos de Israel.
Muere fuera de la tierra prometida.
Es un personaje que pertenece al desierto, no a la tierra.
No es un rey, sino un profeta.
La salvación en Israel no viene de la monarquía, sino de los profetas, sobre todo del mayor de ellos: Moisés.
Los orígenes del mundo.
Los relatos sobre la creación son los más recientes del Pentateuco.
Un pueblo indaga primero sobre su origen y su destino.
Después se pregunta por el universo que lo rodea: estas cuestiones surgieron en Egipto y Mesopotamia al crearse los grandes imperios.
Israel quiere emular a los otros pueblos y adopta sus mitos, pero dándoles su propia forma y mensaje:
El Dios de Israel es el creador del mundo y la humanidad.
Tres fases en la historia de los orígenes
La creación del mundo y la humanidad.
El diluvio: gran crisis del universo.
La humanidad después del diluvio hasta Abraham.
Los israelitas adaptaron el mito del Enuma Elish.
Génesis 1 fue escrito por los exiliados en estrecho contacto con la cultura babilónica; lo llevaron de regreso a Israel tras el destierro.
Refleja la mentalidad babilónica y la imagen de Dios como gran rey que da órdenes y crea.
El Dios que se mancha las manos
Los israelitas también se inspiraron en el Gilgamesh.
Génesis 2 nos muestra un Dios artesano que moldea al hombre del barro de la tierra.
Refleja la mentalidad de una sociedad campesina que debe trabajar duramente para sobrevivir.
Explica el origen de la muerte y el porqué de las condiciones penosas de la vida.
Otros mitos adaptados
El diluvio, inspirado en Gilgamesh y Atrahasis.
Noé era un personaje popular famoso por su justicia.
Caín y Abel: sobre el homicidio y el origen de ciertos pueblos, oficios y formas de vida.
Babel: ironía crítica hacia la prepotencia de la cultura babilónica, urbana y totalitaria, nido de «confusión».
Genealogías: crean vínculos entre el pasado y el presente.
Los textos de Génesis 1-11 son tardíos, post-exílicos e incluso helenísticos.
Las introducciones y las conclusiones de cada libro nos orientan y trazan un hilo conductor.
LIBRO INICIO FIN
Génesis En el principio… José hace prometer que sus huesos serán llevados de regreso a Israel.
Éxodo Lista 12 hijos de Jacob. El Señor está con su pueblo en medio de la nube.
Levítico En el desierto, ante la tienda del encuentro…
En el Sinaí. El pueblo vive en presencia de Dios.
Números Dios habla a Moisés en la tienda del encuentro.
En el llano de Moab, ante Jericó.
Deuteronomio Palabras de Moisés. Panegírico de Moisés.
Los cinco discursos de Moisés
El Deuteronomio recoge los discursos de Moisés, su testamento espiritual, antes de entrar en la tierra prometida.
Moisés interpreta la ley dada por Dios, es el primer comentarista y el más autorizado.
El éxodo es el acontecimiento fundacional de Israel.
Moisés es el más grande de los profetas.
Sello de autenticidad: el señor trataba con Moisés «cara a cara», directamente.
Sobrevivir a todos los avatares
La Torá es para el judío como una patria portátil.
El pueblo posee una identidad antes y después de:
La entrada en la tierra prometida.
La institución de la monarquía.
La construcción del templo.
Aunque pierda la tierra, los reyes y el templo, el pueblo sobrevivirá y conservará su identidad porque posee la ley, anterior a todos estos y dada por el mismo Dios.
La investigación actual distingue tres etapas en la redacción:
Antiguas colecciones de leyes, como el código de la alianza (Ex 21-23). Relatos aislados y ciclos narrativos breves.
Después del exilio: primeras composiciones teológicas, como el Deuteronomio y el relato sacerdotal.
Época de restauración del templo: obra de reelaboración y reescritura, siguiendo el espíritu de la Ley de santidad (Lv 17-26).
Desde el presente hacia atrás:
Creación Patriarcas Éxodo La Ley
Post-exilio: ss. VI-V Exilio: s. VI Ss. X-VIII Ss. X-VIII
Mitos orientales de Babilonia adaptados.
Relatos y héroes populares cananeos.
Memoria de un acontecimiento: nace un pueblo.
Leyes y códigos antiguos.
Cultura oral.Reelaboran: sacerdotes del templo restaurado.
Cultura oral. Recopilan:sacerdotes y escribas.
Tradición.Recopilan: sacerdotes y profetas de la monarquía.
Tradición secular.Recopilan:sacerdotes de la monarquía y el templo.
El contenido de esta presentación está basado en:Introducción al Antiguo Testamento, de Jean Louis Ska.
Sal Terrae, Cantabria, 2012.
