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O BSERVA BSERVA BSERVA BSERVA BSERVATORIO ARGENTINO DE VIOLENCIA EN LAS ESCUELAS TORIO ARGENTINO DE VIOLENCIA EN LAS ESCUELAS TORIO ARGENTINO DE VIOLENCIA EN LAS ESCUELAS TORIO ARGENTINO DE VIOLENCIA EN LAS ESCUELAS TORIO ARGENTINO DE VIOLENCIA EN LAS ESCUELAS CÁTEDRA ABIERTA APORTES PARA PENSAR LA VIOLENCIA EN LAS ESCUELAS Ciclo de Videoconferencias videoconferencias.pmd 03/07/2008, 11:03 a.m. 1

APORTES PARA PENSAR LA VIOLENCIA EN LAS ESCUELAS

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  • 1. OOOOOBSERVABSERVABSERVABSERVABSERVATORIO ARGENTINO DE VIOLENCIA EN LAS ESCUELASTORIO ARGENTINO DE VIOLENCIA EN LAS ESCUELASTORIO ARGENTINO DE VIOLENCIA EN LAS ESCUELASTORIO ARGENTINO DE VIOLENCIA EN LAS ESCUELASTORIO ARGENTINO DE VIOLENCIA EN LAS ESCUELASCTEDRA ABIERTAAPORTES PARA PENSAR LA VIOLENCIA EN LAS ESCUELASCiclo de Videoconferenciasvideoconferencias.pmd 03/07/2008, 11:03 a.m.1

2. 22222 - Observatorio argentino de violencia en las escuelasPresidenta de la NacinPresidenta de la NacinPresidenta de la NacinPresidenta de la NacinPresidenta de la NacinDRA. CRISTINA FERNNDEZMinistro de EducacinMinistro de EducacinMinistro de EducacinMinistro de EducacinMinistro de EducacinLIC. JUAN CARLOS TEDESCOSecretario de EducacinSecretario de EducacinSecretario de EducacinSecretario de EducacinSecretario de EducacinPROF. ALBERTO SILEONISecretario General del Consejo Federal de Cultura y EducacinSecretario General del Consejo Federal de Cultura y EducacinSecretario General del Consejo Federal de Cultura y EducacinSecretario General del Consejo Federal de Cultura y EducacinSecretario General del Consejo Federal de Cultura y EducacinPROF. DOMINGO DE CARARector de la Universidad Nacional de San MartnRector de la Universidad Nacional de San MartnRector de la Universidad Nacional de San MartnRector de la Universidad Nacional de San MartnRector de la Universidad Nacional de San MartnDR. CARLOS RAFAEL RUTACoordinacin de Programas para la Construccin de Ciudadana en las EscuelasCoordinacin de Programas para la Construccin de Ciudadana en las EscuelasCoordinacin de Programas para la Construccin de Ciudadana en las EscuelasCoordinacin de Programas para la Construccin de Ciudadana en las EscuelasCoordinacin de Programas para la Construccin de Ciudadana en las EscuelasLIC. MARA BRAWERObservatorio Argentino de Violencia en las EscuelasResponsable Ctedra AbiertaResponsable Ctedra AbiertaResponsable Ctedra AbiertaResponsable Ctedra AbiertaResponsable Ctedra AbiertaLic. Marina LernerSupervisin TcnicaSupervisin TcnicaSupervisin TcnicaSupervisin TcnicaSupervisin TcnicaLic. Mariana MoraguesEquipo TcnicoEquipo TcnicoEquipo TcnicoEquipo TcnicoEquipo TcnicoLic. Ana Campelo - Lic. Julieta Albrieu - Tec. Luciana PampuroCtedra abierta: aportes para pensar la violencia en las escuelas. - 1aed. - Buenos Aires:Ministerio de Educacin, 2008.102 p. ; 22x18 cm.ISBN 978-950-00-0688-01. Violencia Escolar. I. TtuloCDD 371.782Fecha de catalogacin: 19/06/2008videoconferencias.pmd 03/07/2008, 11:03 a.m.2 3. CTEDRA ABIERTA: Aportes para pensar la violencia en las escuelas - 33333NDICEINTRODUCCIN: Lic. Mara Brawer, Coordinadora de Programas para la Construccinde Ciudadana en las Escuelas .......................................................................................... 7PRLOGO: Prof. Alberto Sileoni, Secretario de Educacin de la Nacin.............................. 9PRIMER ENCUENTRO: La violencia y sus formas - Exposicin de Alejandro Isla.................. 11SEGUNDO ENCUENTRO: La construccin de las legalidades como principio educativo -Exposicin de Silvia Bleichmar, ........................................................................................ 25TERCER ENCUENTRO: Lazo social y violencia - Exposicin de Mario Goldenberg .............. 55CUARTO ENCUENTRO: El lugar de los adultos frente a los nios y jvenes - Exposicinde Marta Garca Costoya ................................................................................................ 69QUINTO ENCUENTRO: Una pedagoga para prevenir la violencia en la enseanza -Exposicin del profesor Philippe Meirieu .......................................................................... 93EPLOGO: La violencia en las escuelas, Lic. Juan Carlos Tedesco, Ministro de Educacinde la Nacin ................................................................................................................. 109videoconferencias.pmd 03/07/2008, 11:03 a.m.3 4. 44444 - Observatorio argentino de violencia en las escuelasvideoconferencias.pmd 03/07/2008, 11:03 a.m.4 5. CTEDRA ABIERTA: Aportes para pensar la violencia en las escuelas - 55555Esta publicacinest dedicada a la memoriade SILVIA BLEICHMARvideoconferencias.pmd 03/07/2008, 11:03 a.m.5 6. 66666 - Observatorio argentino de violencia en las escuelasvideoconferencias.pmd 03/07/2008, 11:03 a.m.6 7. CTEDRA ABIERTA: Aportes para pensar la violencia en las escuelas - 77777INTRODUCCINEn el marco de las actividades del Observatorio Argentino de Violencia en las Escuelas,se desarroll el ciclo de video conferencias Ctedra Abierta: aportes para pensar la violenciaen las escuelas, con el objetivo de crear un espacio de reflexin en el que podamos pensar ydebatir, a partir de los aportes de distintos especialistas, sobre esta temtica que nos preocupa.Esta publicacin rene las primeras cinco videoconferencias de este ciclo, a cargo del Dr.Alejandro Isla, la Dra. Silvia Bleichmar, el Lic. Mario Goldemberg, la Lic. Marta Garca Costoyay el Prof. Phillippe Meirieu, quienes desde la antropologa, el psicoanlisis, la pedagoga y ladocencia aportan elementos para pensar la violencia en toda la complejidad que la abarca.Hemos incluido tambin las preguntas que realizaron los docentes durante la conferencia,as como la respuesta de los expositores, ya que las mismas resultan un aporte valioso para eldebate.Esperamos que este material sea una contribucin valiosa para cada uno de los actoresde la comunidad educativa en la bsqueda de posibilidades de cambio y de mejoramiento denuestro trabajo educativo.Este material est dedicado a la memoria de Silvia Bleichmar, quien no slo particip deestas videoconferencias y ha sido miembro del Consejo Asesor del Observatorio, sino que,como psicoanalista, sociloga y docente, ha dejado una marca que nos gua en el trabajocotidiano. No hay mejor manera de expresar nuestra gratitud que retomando su palabraproductora en la construccin de una tica en las polticas sociales.Agradecemos a la Fundacin OSDE, que nos ha permitido realizar el ciclo devideoconferencias simultneamente en las distintas provincias de nuestro pas. Agradecemostambin el esfuerzo realizado por las cabeceras de los Ministerios de Educacin de las provincias,docentes, directivos y equipos tcnicos de las distintas jurisdicciones, quienes han compartidoeste espacio de debate e intercambio.Lic. Mara BrawerCoordinadora deProgramas para la Construccinde Ciudadana en las Escuelasvideoconferencias.pmd 03/07/2008, 11:03 a.m.7 8. 88888 - Observatorio argentino de violencia en las escuelasvideoconferencias.pmd 03/07/2008, 11:03 a.m.8 9. CTEDRA ABIERTA: Aportes para pensar la violencia en las escuelas - 99999PRLOGOPara todos los que trabajamos en el campo de la educacin, las situaciones de conflictoque tienen lugar en las escuelas se han vuelto un tema de constante preocupacin. Los modosviolentos en los que muchas veces se dirimen los conflictos interpelan a la comunidad educativaen su conjunto.La visibilidad y recurrencia que ha adquirido este fenmeno en los ltimos tiempos, nosobliga a un ejercicio de reflexin en torno al concepto de violencia, y en particular en relacina la violencia en las escuelas. Asimismo, es ineludible el debate sobre el lugar que le toca ala escuela en relacin a esta temtica. Esto implica pensar en trminos no slo deresponsabilidades, sino de posibilidades e imposibilidades.Se trata de pensar, entre todos, que puede hacer la comunidad educativa en relacin alos hechos de violencia que tienen lugar en la institucin, ya sea la escuela la generadora deestas situaciones, o acte slo como caja de resonancia de factores externos a esta.Este es el propsito por el cual, desde la Ctedra Abierta del Observatorio Argentino deViolencia en las Escuelas, se han llevado adelante estas videoconferencias. En ellas hanparticipado especialistas del campo del psicoanlisis, de la pedagoga y de la antropologa. Apartir de estas miradas interdisciplinarias, hemos intentado aproximarnos a la comprensin dela situacin, sin por ello reducir la complejidad del fenmeno.El concepto de violencia contina siendo materia de debate en el campo de las cienciassociales, ya que es un concepto polismico, es decir, cargado de mltiples sentidos y multicausal,es decir que no es originado por una causa nica.En relacin a las formas que adopta la violencia en nuestras escuelas, el abordaje no esmenos complejo. Sin embargo, es posible diferenciar entre violencia escolar y violencia en lasescuelas. La primera refiere a aquella violencia que se produce en el marco de los vnculospropios de la comunidad educativa. La violencia en la escuela, en cambio, refiere a hechosque tienen a la escuela como escenario, en los cuales la institucin acta como caja deresonancia del contexto social en el que est inserta.Ms all de estas distinciones, es mucho lo que la escuela puede hacer en este tema. Esineludible trabajar con los docentes y la comunidad educativa en su conjunto en la consolidacinde una cultura institucional que afiance las prcticas democrticas en el sistema educativo.Para ello, desde el Ministerio de Educacin se llevan adelante programas tales comoMediacin Escolar, Derechos de la niez y la adolescencia, y Convivencia Escolar, que tiendena desarrollar en los alumnos habilidades para la vida, a generar en las escuelas procesos derenovacin de las normas de convivencia y a difundir y garantizar el cumplimiento de losderechos de los nios, nias y adolescentes.videoconferencias.pmd 03/07/2008, 11:03 a.m.9 10. 1010101010 - Observatorio argentino de violencia en las escuelasLas exposiciones aqu publicadas abordan la temtica tanto desde una perspectiva ampliade la violencia como fenmeno que atraviesa lo social, como de lo especficamente institucional,como desde una perspectiva amplia el fenmeno de la violencia como. Esperamos que lasreflexiones que aqu presentamos se constituyan en una fuente de consulta y debate, a partirde la cual los docentes puedan elaborar estrategias que les permitan encarar el problema dela violencia en sus escuelas.Prof. Alberto SILEONIProf. Alberto SILEONIProf. Alberto SILEONIProf. Alberto SILEONIProf. Alberto SILEONISecretario de EducacinMinisterio de Educacin de la Nacinvideoconferencias.pmd 03/07/2008, 11:03 a.m.10 11. CTEDRA ABIERTA: Aportes para pensar la violencia en las escuelas - 1111111111En principio nos enfrentamos con unadificultad muy grande al definir violencia. Elproblema consiste en delimitar el trmino, yaque hay varios tipos de violencia, como estindicando el ttulo que pusimos a esta confe-rencia: las formas de la violencia, en relacincon el tema de la pluralidad de sus manifes-taciones.Por ejemplo, si consideramos las formasde violencias delictivas, es porque pensamosque toda violencia no necesariamente esdelictiva. Es ms, dentro de las llamadas vio-lencias delictivas tenemos una variedad muygrande; desde las estafas, la corrupcin eco-nmica, hasta el robo; o ms an, lo que he-mos visto hace un par de semanas atrs enSan Pablo, Brasil, cuando un preso de much-sima jerarqua en el mundo delictivo de SanPablo prcticamente dirige, desde la crcel ycon un celular, una rebelin extremadamenteorganizada para lo que estamos acostumbrados a considerar como delito en banda acen Argentina.Tambin tenemos otras formas de vio-lencia, como la que algunos llaman violenciadomstica, otros violencia de gnero, o vio-lencias de generacin. Estas formas incluyentodo lo que es el maltrato, que en general seentiende como el maltrato del hombre conrespecto a su esposa, la mujer, la compaera,pero tambin todo lo referido a golpes, insul-tos, etc., en la casa, entre padres e hijos. Seha realizado una serie de trabajos especficossobre este grupo bastante grande y heterog-neo de violencias.Otro gran rubro estara constituido porlas llamadas violencias sociales y/o polticas.Un ejemplo es lo que acabamos de ver portelevisin, acerca de lo que est pasando enChile: los estudiantes secundarios que tomanlas escuelas por una serie de reivindicacionesmuy concretas e histricas; algunos de ellossalen, luchan con la polica, hay represinpolicial, etc. Esta es la violencia social a lacual estamos bastante acostumbrados, en to-das nuestras etapas histricas pasadas y re-cientes.Por otro lado, tambin se puede pensarla definicin de la violencia en relacin con lolegal y lo ilegal. Por ejemplo, todo lo que esviolacin al Cdigo Penal implicara formasde violencia. En este caso, estaramos hacien-do ajustes a la definicin al caracterizar comoformas violentas las trasgresiones de normas,de leyes..... De hecho, hay visiones acadmicasque sostienen que una violacin del CdigoPenal es violencia.En otro sentido, pongamos por caso eldel aborto en Noruega, que ha sido estudiadopor antroplogos. En ese pas el aborto es le-PRIMER ENCUENTROLa violencia y sus formasExposicin de Alejandro Isla, Doctor en Antropologa, miembroExposicin de Alejandro Isla, Doctor en Antropologa, miembroExposicin de Alejandro Isla, Doctor en Antropologa, miembroExposicin de Alejandro Isla, Doctor en Antropologa, miembroExposicin de Alejandro Isla, Doctor en Antropologa, miembrode la carrde la carrde la carrde la carrde la carrera del Investigador Cientfico del CONICETera del Investigador Cientfico del CONICETera del Investigador Cientfico del CONICETera del Investigador Cientfico del CONICETera del Investigador Cientfico del CONICET, miembr, miembr, miembr, miembr, miembrooooode FLACSO y director de la investigacin Violencia, Cultura Pol-de FLACSO y director de la investigacin Violencia, Cultura Pol-de FLACSO y director de la investigacin Violencia, Cultura Pol-de FLACSO y director de la investigacin Violencia, Cultura Pol-de FLACSO y director de la investigacin Violencia, Cultura Pol-tica y Sociabilidad en Conglomerados Urbanos en la Argentina.tica y Sociabilidad en Conglomerados Urbanos en la Argentina.tica y Sociabilidad en Conglomerados Urbanos en la Argentina.tica y Sociabilidad en Conglomerados Urbanos en la Argentina.tica y Sociabilidad en Conglomerados Urbanos en la Argentina.videoconferencias.pmd 03/07/2008, 11:03 a.m.11 12. 1212121212 - Observatorio argentino de violencia en las escuelasgal, reconocido a travs del Estado, a travsde las normas y leyes, pero hay una serie degrupos religiosos que creen lo contrario ymanifiestan en contra de esa norma, soste-niendo que el aborto implica violencia y, en-tonces, hablan de feticidio.Estos ejemplos muestran la complejidadde la cuestin de la definicin. Otro aspectoque los antroplogos consideramos muy im-portante para tener en cuenta es latransculturalidad, es decir cmo podemos te-ner una visin, una aproximacin comn deuna cultura a otra cultura cuando stas sondiferentes. Veamos la definicin de unantroplogo ingls, David Richies, que tratade encontrar el puente entre diferentes cultu-ras. l define a la violencia como un daofsico no aceptado o resistido y piensa quecon esta definicin abarca distintas formas deviolencia, hasta tener alcance universal.Esto ha sido debatido en muchas instan-cias acadmicas, ha corrido mucha tinta enrelacin con esta conceptualizacin. As escomo, conjuntamente con Migues, hace al-gn tiempo iniciamos una investigacin en laque debatimos esta definicin. Nosotros vi-mos que en el dao fsico no est implican-do todo lo que es dao psquico, o sea quela definicin de Richies no incluye en absolutotodo lo que es violencia psquica. Considera-mos que hay algunas culturas en las que ex-plcitamente el insulto es muchsimo ms gra-ve, muchsimo ms fuerte que los golpes. Yeste tipo de valoraciones culturales deben sertenidas en cuenta. Adems, con una defini-cin como esta quedaran completamenteafuera la estafa, la corrupcin, que songravitantes en nuestra cultura. Estas formasno presentan violencia fsica, sin embargo tie-nen una incidencia en el tejido social muchoms fuerte que un hurto o un robo en la calle.Este ha sido prcticamente el ltimo in-tento de la antropologa para definir la violen-cia, semejante a otros que se han hecho des-de organismos multilaterales como la OEA,pero siempre se llega a este punto de imposi-bilidad. Entonces pensamos que es necesariauna aproximacin bastante diferente con elreconocimiento de la existencia de visionespluralidades y contrastantes, como estamosviendo.A esto hay que agregarle otra cuestinms cuando estamos trabajando comoantroplogos. Cuando hacemos etnografas,cuando realizamos lo que se llama observa-cin participante, por ejemplo siendo testigoy dando testimonio de un fenmeno de vio-lencia, encontramos que existen distintas vi-siones del fenmeno de parte de los mismosactores. A nosotros nos interesa mucho la cues-tin de la visin del actor, la percepcin delhecho de violencia y la valoracin, tanto delperpetuador de la violencia, como de la vcti-ma. A su vez, tambin puede haber disiden-cias entre los propios testigos de la situacinde violencia, lo cual implica una complejidadcon respecto a la caracterizacin de los he-chos de violencia. Nos referimos a las visionesde violencia y de la subjetividad implcita enlas visiones que, en general, difieren. Por ejem-plo, para alguna vctima puede ser que elhecho no haya sido tan violento como paraun perpetuador; o viceversa, para elperpetuador no ha sido violento un hecho,mientras que para la vctima ha sidoviolentsimo. Se da toda esta combinacin quenos lleva a enfatizar la cuestin de la plurali-dad de visiones.En suma, respecto a la cuestin de po-der delimitar de alguna manera el campo dela violencia, nosotros hemos elaborado seispostulados, analizando, revisando las teorasvideoconferencias.pmd 03/07/2008, 11:03 a.m.12 13. CTEDRA ABIERTA: Aportes para pensar la violencia en las escuelas - 1313131313y, adems, haciendo bastante investigacinsobre la cuestin. Estos postulados estn vin-culados a seis aspectos que caracterizan laviolencia.I.- El primero consiste en la necesidadde pensar la violencia a priori comopolismica; o sea, como hecho que contieneuna pluralidad de significaciones. Y desde esaperspectiva, pensarla, investigarla, trabajarlacon un doble enfoque. Un enfoque subjetivo,a partir de la visin de los actores involucradosen los hechos de violencia: hay que recogersu opinin, su caracterizacin, su percepcinen relacin con el hecho o los hechos. El otroenfoque es considerado objetivo en el sentidode que es necesario trabajar con escenariosen donde se desarrollan los hechos de violen-cia, y estos escenarios estn definidos fuerade la conciencia del actor o de los actoresinvolucrados en un hecho.Por ejemplo, con respecto a las violen-cias delictivas, sociales o domsticas, consi-derar el escenario es tener en cuenta las ca-ractersticas ocupacionales que estn tamizan-do las condiciones sociales en una regin, enuna provincia, en una localidad, los ingresosdel conjunto de la poblacin; tambin los ni-veles educativos formales de aquellos queestn involucrados en el acto de violencia, peroal mismo tiempo los medios con que cuentala regin, los tipos de vivienda y la localiza-cin de la vivienda, en qu tipos de barrios,en qu zonas. Esto nos da una idea de la di-mensin social, de la violencia domstica, dela delictiva, en su probable vinculacin, queno es directa, con lo que seran, por un ladolos niveles de pobreza y, por otro, con unacorrelacin ms fuerte inclusive que con lapobreza, con los niveles de desigualdad so-cial. Esto se ha demostrado no slo en Am-rica Latina, sino en todos los pases del mun-do: a mayor incremento de la desigualdad,mayor violencia delictiva, especialmente deldelito contra la propiedad, robo y hurto. Tam-bin es una hiptesis que todos los indicadoresde violencia social, poltica, etc., crecen rela-cionados con indicadores de desigualdad y unpoco menos con indicadores de pobreza. Estoquiere decir que no hay una sola causa, unvector nico, porque estamos siempre reco-nociendo que el hecho de violencia siempretiene caractersticas multicausales; puede ha-ber en determinados hechos una causa quetenga ms peso que las otras, pero siemprehay que considerar una serie de causas.En sntesis, este primer postulado con-siste en la relacin entre los dos aspectos deuna doble mirada: una mirada subjetiva, querescata la opinin y la visin de los actores, yuna mirada objetiva que rescata la malla so-cial, el espacio social, donde se desenvuelveel hecho de violencia.II.- En el segundo postulado se tiene encuenta el carcter cultural de la violencia. Con-trariamente a lo que se propona a principiosde siglo como paradigma de la ciencia, con-siderar la agresin como un hecho biolgico(determinadas personas con ciertos compo-nentes biolgicos produciran conductas vio-lentas), nosotros pensamos que lo ms impor-tante es lo cultural. Pero ms all de la discu-sin con la cuestin biolgica, debate prcti-camente superado desde sus inicios, lo quequeremos rescatar en este postulado es la re-lacin entre hecho de violencia y representa-cin de la violencia, la representacin comoaspecto simblico, en el nivel del discurso. Esinteresante observar que esta representacinsimblica de la violencia muchas veces nocorre por el mismo andarivel de los propioshechos: existen defasajes entre representacio-nes y hechos. Hay hechos que tienen una re-videoconferencias.pmd 03/07/2008, 11:03 a.m.13 14. 1414141414 - Observatorio argentino de violencia en las escuelaspresentacin pblica como violentos, o queun gobierno quiere representar como violen-tos, y no lo son para su propios actores, quelos pueden considerar como una manifesta-cin pacfica de protesta. Esta cuestin lapodemos fcilmente ejemplificar con los cor-tes de puentes por las papeleras enGualeguaych, Entre Ros.III.- La tercera cuestin es la vigilanciaepistemolgica o metodolgica sobre la visindel autor. Es el caso de la persona que quiereinvestigar, que est observando desde esaperspectiva, no como testigo sino comoanalista de los hechos de violencia. En otraspalabras, hacer funcionar un principio dereflexividad: la propia vigilancia sobre la vi-sin misma. Es importantsimo ser muy vigi-lantes de nosotros mismos porque tenemosque reconocer que todos, incluyendo los in-vestigadores, estamos muy cargados de pre-juicios en relacin con la violencia. Este es untrmino maldito dentro de nuestra propia cul-tura: nadie podra aseverar que determinadascuestiones se arreglan con violencia, ni en lodomstico, ni en el espacio privado, menosan en el espacio pblico. Por ms que seapolismica, violencia es una palabra tab. Yatenemos cargas, en trminos de visin sobrelo que vamos a pensar, lo que vamos a decir,lo que vamos a analizar y elaborar en rela-cin con la violencia; entonces, tenemos quehacer un parntesis reflexivo sobre nosotrosmismos.IV. El cuarto postulado proviene de unsocilogo francs, Michel Wieviorka, que tra-baj a principios de los noventa en Franciasobre instituciones pblicas, incluyendo la es-cuela. l propuso elaborar nuevos paradigmaspara entender la violencia y sostuvo que stostenan que vincularse a la coyuntura histrica.En este sentido observ que no se podan usarparadigmas provenientes del comienzo de los20 o de mediados de los 20 en relacin a loque estaba pasando al final de la dcada,porque haba una sucesin de aspectoscausales que se iban transformando y que eranecesario incluir. Luego Wieviorka trabaj conel tema de inmigracin y ah vio, obviamentedesde la perspectiva de su pas, la cuestintnica en trminos de discriminacin comoforma de violencia. Estas formas que estnmuy presentes en la escuela, muchas vecesestn tapadas: no se comenta, no se conver-sa, no se discute, no hay un espacio de discu-sin, sino que se constituye ms bien comoun espacio de transmisin de preceptos enrelacin a las cuestiones tnicas, fundamen-tales en relacin con la historia de cada unode los pases. Los franceses se enfrentan contoda la cuestin de la migracin Magreb, enespecial del norte de frica, vinculada con lasrevueltas producidas a fines del 2005 y a prin-cipios del 2006 en las grandes ciudades fran-cesas.Los antroplogos estamos bastante acos-tumbrados a trabajar, en Argentina y en Am-rica Latina, con poblaciones de pueblos ori-ginarios. De ellos siempre hemos recibidotestimonios, quejas, de todo lo que pasa entrminos de relaciones con el Estado. Porejemplo, la forma en que se ensea la histo-ria de estos pueblos en relacin con la historianacional. Esto no es un problema de la Ar-gentina nicamente. Entonces es importanteque se tenga en cuenta como un punto fuer-te, porque genera formas de prejuicios muyintensos en trminos de discriminacin. Enconclusin, nosotros pensamos que esta es unacuestin importante para tomar en cuenta tam-bin en nuestros modelos: las diferenciastnicas, ya que cuando se conforman esasdiferencias como racismo, se establecen losvideoconferencias.pmd 03/07/2008, 11:03 a.m.14 15. CTEDRA ABIERTA: Aportes para pensar la violencia en las escuelas - 1515151515principios de la discriminacin.V.- El quinto punto se refiere al rol delEstado. En general, los socilogos yantroplogos que han tratado este tema, con-sideran al Estado y a las agencias del Estadovinculados con la represin del delito, o comoresponsables de generar los modelos de pre-vencin del delito. Asimismo, los ven comodeficitarios en relacin con la cuestin de laviolencia, especialmente de la violenciadelictiva. En nuestro modelo, en el paradig-ma de nuestro pas, incluimos el Estado y susagencias como parte de la violencia delictiva,es decir, no slo desde la perspectiva de lacarencia de los servicios que pueden prestar,sino tambin vistos, muy fuertemente desdela sociedad, como productores de delito. En-contramos cientos de casos que lo demues-tran; uno de los que seguimos fue el caso delloco de la ruta: una serie de mujeres vincu-ladas a la prostitucin que desaparecieron enMar Del Plata, y algunas aparecierondescuartizadas. En un principio se supuso queel responsable era un psicpata serial, perose fue descubriendo que en realidad habaverdaderas implicaciones entre los barrios don-de estas mujeres ejercan su servicio con sec-tores vinculados con las comisaras. A tal pun-to haba participacin de las agencias del Es-tado (policas, jueces, etc.), que debieron usarfuerzas de Gendarmera Nacional para poderhacer algunos allanamientos, porque los im-plicados siempre estaban descubriendo convarios das de anticipacin cundo y dnde,en qu casas y barrios se iban a hacer losprocedimientos. Por lo tanto, creemos que esmuy importante la reflexin sobre esta cues-tin en relacin a la violencia.VI.- Para terminar, un sexto punto quenos parece muy importante, es la cuestin delas culturas polticas regionales en relacin ala violencia escolar, ms all de todas estasdiscusiones, de todos estos postulados y demuchos hechos que pueden ser debatidos ytomados como ejemplo. En esta direccinpensamos que no hay solamente una culturapoltica en la Argentina, sino que hay variasformas de expresin de culturas polticas,muchas de ellas tienen formas fuertementeautoritarias, y estas formas de autoritarismoimpiden poder profundizar, poder abrir undebate antes que profundizarlo, tanto dentrode las escuelas como dentro de la sociedadcivil, las familias, el barrio, las juntas de veci-nos, etc. Esto ya no es solamente una cues-tin del Estado, sino que es responsabilidadde la sociedad, responsabilidad de vecinos,de la relacin entre vecinos, de la escuela, depadres y de maestros con los chicos. Nosotrosconsideramos que si en la escuela se lograraun espacio plural, donde las disidencias se res-peten, donde se abran distintas visiones enrelacin a la historia vinculada con la violen-cia, donde se vean las distintas resolucionesde conflicto en distintos momentos histricos,donde haya tolerancia, servira para poner losmales de la violencia sobre el pupitre, sobreel tapete, sobre el escritorio, para abrir el temadesde distintos lugares. Pienso que es funda-mental el rol de la escuela relacionada con laregin, la vecindad, para abrir estas pluralida-des, conteniendo las discrepancias, tolerandolas diferentes visiones. Esto es parte del deba-te que nos merecemos en el presente, perotambin en relacin al pasado, porque los ar-gentinos en general tenemos bastantes difi-cultades para poder cerrar determinadas heri-das. Para cerrarlas, es bueno poder leerlasabiertamente, discutirlas y consideramos quela escuela, en este sentido, es un espacio fun-damental.videoconferencias.pmd 03/07/2008, 11:03 a.m.15 16. 1616161616 - Observatorio argentino de violencia en las escuelasPREGUNTAS DEL PBLICOSede ciudad de Buenos Aires:Sede ciudad de Buenos Aires:Sede ciudad de Buenos Aires:Sede ciudad de Buenos Aires:Sede ciudad de Buenos Aires: Lo queestaba comentando el doctor son aspectos quenosotros vemos cotidianamente. Tomamosconciencia de que esto est sucediendo y aveces, desde el trabajo del aula, uno trata dehacer algo, de buscar estrategias para estascuestiones de violencia, y no se encuentraapoyo institucional. Qu tipo de herramien-tas podramos nosotros usar para generar unaconciencia en el grupo y que no quede el tra-bajo aislado, acotado a un momento de lasemana?AlejandrAlejandrAlejandrAlejandrAlejandro Isla:o Isla:o Isla:o Isla:o Isla: Yo considero que no essolamente la tarea en el aula. Tengo que re-conocer que soy un lego en relacin con lacuestin de la escuela. Por supuesto que hepasado por el colegio, pero no es mi especia-lidad la cuestin de la escuela, entonces cuan-do usted pregunta la cuestin institucional am se me ocurre contestarle de esta manera:sera importante no slo quedarse en el aula,sino construir una comunidad para discutir estacuestin, y en la comunidad tendran que es-tar los distintos maestros, los directivos de laescuela. Sera muy interesante incluir tam-bin a los padres de los alumnos en algnmomento de reflexin que podra ser sema-nal, mensual, pero no puedo hacer una pro-puesta en ese sentido, aunque estoy conven-cido de que no puede ser solamente el maes-tro con sus alumnos, sino que tiene que seruna comunidad la que est debatiendo estetipo de cuestiones, porque ah se van a verdiferentes aspectos que creo, sonimportantsimos.Sede ciudad de Buenos AirSede ciudad de Buenos AirSede ciudad de Buenos AirSede ciudad de Buenos AirSede ciudad de Buenos Aires:es:es:es:es: Yo mehaba quedado pensando en esto de la doblemirada: por un lado el individuo, por otro ladoel espacio social, y la vinculacin con el ca-rcter cultural, la relacin entre el hecho y larepresentacin. Para m estos dos puntos tie-nen mucha relacin, primero por las caracte-rsticas que se han planteado con respecto alespacio social donde se desarrollan los hechosde la violencia y segundo, por las caractersti-cas individuales. Entonces, a m me gustaraprofundizar este tema de la relacin entre elhecho y la representacin, porque me quedpensando en lo que deca el licenciado, enque muchas veces lo que para nosotros esuna situacin de violencia, para los que estnimplicados no es la misma representacin. Yotrabajo en una escuela del conurbano bonae-rense en una zona bastante conflictiva comoes Claypole, el barrio Don Orione, donde lassituaciones de violencia se repiten bastante, yltimamente ms agravadas, pero nosotrosnotamos en que para los chicos que las repre-sentan, no son situaciones de violencia.AlejandrAlejandrAlejandrAlejandrAlejandro Isla:o Isla:o Isla:o Isla:o Isla: Eso es importante, por-que los chicos justamente estn viendo queson hechos que pueden ser caracterizadoscomo violentos por nosotros, o por directivosde la escuela o por otros actores adultos, ydespus los chicos tienen una representacinen su relato, en su discurso, que no est ca-racterizada como violenta. Por ejemplo, jue-gos en el patio de recreo que pueden llegar aser muy fuertes, de mucha agresin, son con-siderados por ellos como normales. Entoncesse produce esta diferencia entre lo que noso-tros estamos observando y la caracterizacinde ellos cuando, de parte nuestra, no es sola-mente una observacin, sino tambin unavaloracin que hacemos, porque estamos di-ciendo que es un hecho violento. Tenemosque debatirlo, que confrontarlo con ellos. Yocreo que es importante generar discusiones yvideoconferencias.pmd 03/07/2008, 11:03 a.m.16 17. CTEDRA ABIERTA: Aportes para pensar la violencia en las escuelas - 1717171717debates en relacin con la posibilidad de queese tipo de hechos puedan llegar a tener unarepresentacin, sin pretender que la de losadolescentes sea como la nuestra. La cues-tin es ir buscando algunos puntos de con-fluencia en un proceso que es largo, porqueentiendo que, donde usted est trabajando,las relaciones sociales del entorno no estnayudando, sino que estn apuntando justa-mente a que esas representaciones no seanconsideradas como violentas, o sea que estnacreditando la perspectiva de los chicos. Comovemos, siempre es problemtica la vincula-cin de hechos y representaciones, porque engeneral los actores involucrados no coinciden.La nica manera de enfrentar esto es sentar-se alrededor de la mesa y, con mucha pacien-cia, empezar a sacar lo que est en juego, loque est por detrs de esos juegos que consi-deramos violentos.Sede Chaco:Sede Chaco:Sede Chaco:Sede Chaco:Sede Chaco: Con respecto al problemade delimitar y definir la violencia, cmo dife-renciar la agresin natural en un adolescentecomo parte de su estructura de crecimiento, ylo que es la violencia? Y tambin, cmo en-tender el ejercicio de poder? Porque muchasveces, como bien deca el doctor Isla, la re-presentacin que tiene el adulto, lo que esviolencia para el adulto, quizs es simplemen-te una forma de defensa del adolescente. Esdecir que l se est defendiendo tambin deun medio externo que le es agresivo. O seaque la institucin escolar no es independientede todo lo dems.Alejandro Isla:Alejandro Isla:Alejandro Isla:Alejandro Isla:Alejandro Isla: S, es difcil separar des-de una perspectiva analtica, pero hay un puntointeresante para pensar. En principio estoy deacuerdo con que no toda violencia es mala;como usted dijo, puede haber violencias de-fensivas. Entonces hay que reconsiderar lascaractersticas del trmino violencia. Pero creoque hay aqu un aspecto interesante: cuandoun hecho rompe, atenta, contra las relacio-nes sociales, cuando corta las relaciones so-ciales y afectivas, es un hecho que debera-mos considerar negativo. Porque en nuestrasinvestigaciones de antropologa encontrba-mos numerosos casos, no solamente en tr-minos de defensa. Un adolescente que sedefiende puede tener una conducta violentaen relacin con una defensa, y tambin en-contrbamos numerosos rituales religiosos, sa-grados, que tienen partes fuertemente violen-tas. Sin embargo, a travs de ese tipo de vio-lencia, se est reconstituyendo la persona, oel yo, y se estn reconstituyendo relacionessociales. Entonces, para m es importante versi se est rompiendo la relacin, si se estatentando contra el lazo social o, quizs, conqu formas violentas se estn reconstituyendo.Sede Salta:Sede Salta:Sede Salta:Sede Salta:Sede Salta: Buenas tardes. Me queden claro la cuestin de atacar la violencia desdela escuela, pero cmo atacamos la violen-cia que existe en la sociedad y que refuerzanlos medios de comunicacin?Alejandro Isla:Alejandro Isla:Alejandro Isla:Alejandro Isla:Alejandro Isla: Hay una vinculacin en-tre lo que es la violencia de la sociedad y laviolencia que se expresa en la escuela. Peroyo creo que desde la escuela no se tienenque resolver los problemas de la sociedad,porque evidentemente sera una carga terri-ble sobre los maestros, adems de lo que yatienen. Yo simplemente digo que desde laescuela lo que se puede hacer es un debateen torno a la cuestin de las formas de laviolencia: cules son las tolerables, las no to-lerables, cules son los lmites. Como lo hedicho antes no hay preceptos, sino que estose tiene que debatir en comunidad, en con-junto.Sede Mendoza:Sede Mendoza:Sede Mendoza:Sede Mendoza:Sede Mendoza: Yo quisiera agregar alo que dijo el antroplogo algo sobre el temavideoconferencias.pmd 03/07/2008, 11:03 a.m.17 18. 1818181818 - Observatorio argentino de violencia en las escuelasde la globalizacin, que produce cada vezmenos trabajo y mayor desocupacin en to-dos los pases. Esto se traduce en violencia yse refleja tambin en la escuela. Pienso quetambin debera tenerse en cuenta.Alejandro Isla:Alejandro Isla:Alejandro Isla:Alejandro Isla:Alejandro Isla: A partir de laglobalizacin es interesante ver cul es la in-fluencia de los medios en la cuestin de laviolencia, por ejemplo la televisin. Es algoque se est estudiando y debatiendo. Es se-guro que tiene una influencia bastante impor-tante en cuanto a la difusin de las peoresimgenes de violencia, pero no podemos ha-cer una relacin tan directa. Nosotros hicimosun trabajo comparando la situacin en Bue-nos Aires, incluyendo los picos de violenciamuy fuertes en el Conurbano, con otras re-giones muy tranquilas del pas, con muy pocodelito. Y encontrbamos que a veces, en zo-nas que no presentaban los niveles de violen-cia que hay en el Conurbano Bonaerense, setenan exactamente los mismos temores, ycreemos que eso es producto de ciertas im-genes que se difunden globalizadas por losmedios, especialmente la televisin.Sede Jujuy:Sede Jujuy:Sede Jujuy:Sede Jujuy:Sede Jujuy: El doctor Isla haba plan-teado algo importante sobre el debate en laescuela de lo que es aceptable y no acepta-ble como un hecho violento. Ahora bien, unavez que nosotros en la comunidad podamosdecir qu es lo aceptable y lo no aceptable,cmo haramos para trabajarlo? En la comu-nidad educativa, cmo haramos para con-tener realmente al alumno, o a ese grupo dealumnos que son violentos con el resto de loscompaeros, y que sigue representando unriesgo en la poblacin escolar? A estos alum-nos generalmente se los ha detectado conportacin de arma blanca y de fuego, agre-den fsica y verbalmente, con el agravante deque la mayora de ellos estn en el consumode drogas.Alejandro Isla:Alejandro Isla:Alejandro Isla:Alejandro Isla:Alejandro Isla: Efectivamente, son situa-ciones muy complejas, pero me imagino quese estn viviendo en todo el pas. Suponga-mos que la comunidad llega a puntos de acuer-do con respecto a lo que es aceptable y noaceptable. Poner puntos muy concretos es unafuerte presin social que se va a ejercer a partirde ese acuerdo, en relacin al tema de con-sumo y al tema del uso de las armas. Por ejem-plo, yo he visto experiencias muy interesantesen Rosario, sobre chicos que vivan en la ca-lle, pero cuando iban al Hogar de Da, tenanel acuerdo de dejar sus cosas prohibidas enuna caja. Cuando salan para vivir en la calle,las retiraban. Esto era un algo consensuadoentre todos. Son acuerdos que tienen que irrealizndose. Y la presin social de esos acuer-dos es muy importante.Sede Rosario:Sede Rosario:Sede Rosario:Sede Rosario:Sede Rosario: Yo quera referirme tam-bin a esta representacin de la violencia enrelacin con los hechos, a los nuevosparadigmas para entender la violencia. Creoque los docentes no entendemos muy bienestos nuevos paradigmas. Necesitaramos, porparte de cada uno de los Ministerios de lasprovincias, un poco ms de capacitacin conrespecto a esto. Estamos muy interesados eneste tema de la violencia porque se da a todonivel, tanto en colegios privados como en co-legios oficiales y a veces, el comportamientode algunos docentes es generador de violen-cia. Precisamente por estos nuevosparadigmas que no conocemos mucho, haymuchos prejuicios tambin por parte de losdocentes, eso de saber qu cosa es violenta yqu no entre los chicos. Yo quisiera que expli-que esos nuevos paradigmas, para saber cmotenemos que encarar esto.Alejandro Isla:Alejandro Isla:Alejandro Isla:Alejandro Isla:Alejandro Isla: S, estoy totalmente deacuerdo en que compartimos un montn devideoconferencias.pmd 03/07/2008, 11:03 a.m.18 19. CTEDRA ABIERTA: Aportes para pensar la violencia en las escuelas - 1919191919prejuicios, que los llevamos dentro de nues-tras mochilas de diferentes formas. Son partede la educacin en nuestra familia, en el ba-rrio y por eso es necesario hacer talleres, dis-cusiones, entre los maestros, los directivos paradiscutir esta cuestin, relacionando los nue-vos paradigmas con diferentes instancias. Creoque la instancia taller es bastante importante,pero depende de que las autoridades del Mi-nisterio hagan la propuesta.Sede Chivilcoy:Sede Chivilcoy:Sede Chivilcoy:Sede Chivilcoy:Sede Chivilcoy: Yo le quera plantear conrespecto al uso que se hace de la violenciasocial en el caso de los reclamos estudianti-les, tanto el rol de las autoridades, como elde los medios de comunicacin que son losque logran transmitir y amplificar esos recla-mos. Desde que el gobierno de alguna mane-ra despenaliz las marchas de los piqueteros,o bien hubo no-sancin de la violencia que enellas se acta, los estudiantes fueron copian-do ese modelo de reclamar, cortando calles,por cosas que antes se reclamaban en el des-pacho de la directora respetando a la jerar-qua. Cmo se vuelve de eso, si los chicosvieron que el gobierno lo toma como un m-todo aceptable?Alejandro Isla:Alejandro Isla:Alejandro Isla:Alejandro Isla:Alejandro Isla: Es una cuestin que sedebe debatir dentro de la comunidad y, comosu opinin lo est marcando, puede surgirdeterminada crtica en relacin a la cuestinde la autoridad que evidentemente es un pro-blema muy serio. No lo hemos planteado enrelacin con la autoridad del gobierno, perolo hemos estado trabajando bastante fuerte-mente en relacin a la cuestin de la familia.Cuando la familia empieza a tener proble-mas muy serios, cuando el padre prcticamen-te est ausente y la madre con varios hijostiene que salir a trabajar, y no hay una autori-dad adulta, se generan graves problemas. Unode los aspectos es la cuestin de la autoestimay, por otro lado, la cuestin de la violencia.Por ejemplo, chicos que se han criado entrechicos, en una casa donde ya no hay un adul-to que represente aunque sea a la madre.Sede San Juan:Sede San Juan:Sede San Juan:Sede San Juan:Sede San Juan: En cuanto a los tiposde violencia, existe una violencia que se pue-da llamar violencia escolar y qu relacin tie-ne con la violencia social?Alejandro Isla:Alejandro Isla:Alejandro Isla:Alejandro Isla:Alejandro Isla: Habra que consultar conlos expertos en violencia escolar que estnpresentes. Yo no podra decir si hay una espe-cificidad, afirmar la existencia de una violen-cia que se da internamente, dentro de la es-cuela. Imagino que hay. En mi poca les tir-bamos tizas a los maestros. S que ahora,como dijo el colega de Jujuy, llevan armas defuego, cuchillos. En todo caso es un espaciosocial trasladado del barrio a la escuela, demanera que no podra caracterizar si hay unaviolencia especficamente de lo escolar, aun-que se me ocurre que hay varios trabajos queestn apuntando a demostrar esa especifici-dad de la escuela en trminos de una violen-cia concreta.Sede TSede TSede TSede TSede Tucumn:ucumn:ucumn:ucumn:ucumn: Desde su visin, des-de el punto de vista antropolgico, si conside-ramos al hombre nticamente, esencialmen-te, desprovisto de ansiedad, desprovisto deviolencia, sera entonces el hombre violentocontemporneo un producto que resulta denuestra responsabilidad? Somos responsablesfrente a esto? Y en ese sentido, qu accinpreventiva concreta considera usted que re-sultara necesario redefinir, plantearse, formu-lar, desde el anlisis de las necesidades con-cretas que tienen hoy nuestros jvenes, nues-tros nios? Me refiero a los estados de insatis-faccin que los inducen a episodios de violen-cia, dado que no sera propio de ellos desdeun punto de vista ntico, esencial.videoconferencias.pmd 03/07/2008, 11:03 a.m.19 20. 2020202020 - Observatorio argentino de violencia en las escuelasAlejandro Isla:Alejandro Isla:Alejandro Isla:Alejandro Isla:Alejandro Isla: Los antroplogos tene-mos miradas diferentes respecto de si hay unaesencialidad o no, es decir un principio nticodonde poder pararse y poder asimilar. Salvoque pensemos en la cuestin del homo-sapiensy pensemos en toda la herencia de losaustralopitecos, yendo a muchos millones deaos atrs. Pero viendo todo lo que constitu-ye una cultura, lo que algunas veces hemosllamado las culturas primitivas, las ms aleja-das de lo que sera Occidente, en todas laspocas se han encontrado distintas formas delo que hoy nosotros caracterizaramos de vio-lencia. Inclusive con cierto horror: por ejem-plo, en Nueva Guinea hasta hace unos muypocos aos atrs, yo dira hasta hace unosdiez aos, para conseguir una novia o unaesposa, para que la mujer comenzara a seresposa, haba que llevarle al suegro el crneode un enemigo. Estaba considerado que esono era asesinato sino que, por el contrario,favoreca a las relaciones sociales. Suegros exi-gentes: pedan una cabeza, de manera queel matrimonio en trminos de relacin socialse estaba haciendo a partir de este tipo deritual. Desde nuestra perspectiva, es un ritualbastante violento, pero desde la gente deNueva Guinea, no, porque para que existaunin matrimonial haba que hacer esto. Encambio nosotros vamos, segn los cultos, alregistro civil o a la Iglesia,.Sede Misiones:Sede Misiones:Sede Misiones:Sede Misiones:Sede Misiones: Desde el Ministerio deEducacin, en Misiones se han generado yavarios programas para abordar el problemade la violencia en la escuela, con conveniosque se han realizado con la Nacin. A partirde este programa pueden participar escuelasde toda la provincia. Nuestra pregunta es:cmo generar estrategias desde las escue-las, que incidan sobre los factores exgenosque gravitan e invaden la vida de nuestrosjvenes? Cuando digo factores exgenos, merefiero a los centros recreativos que los atraen,llmese boliches bailables, cybers, donde ellosvan, y donde hay influencias tan fuertes, quea lo mejor se pierden todos los valores que sequieren liberar dentro de la escuela; o quizsnosotros no tenemos las estrategias suficien-tes para hacer frente a estos factores.Daniel Miguez:Daniel Miguez:Daniel Miguez:Daniel Miguez:Daniel Miguez: S, hay distintos tipos deexperiencias sobre esa cuestin de cmo cons-truir lugares de sociabilidad alternativos, don-de uno percibe que se puede difundir algoque los antroplogos llamaramos una culturaasociada a la violencia. Pero antes de esohabra que tener en cuenta una cuestin: tam-poco hay que demonizar ciertos lugares, por-que automticamente conspiran en la repro-duccin de la violencia. Un cyber caf, porser cyber caf, no es necesariamente violen-to. O la televisin, no es intrnsicamente vio-lenta. Son mbitos como cualquier otro, quepueden ser espacios de sociabilidad en distin-tos sentidos. Yo no construira demonios es-pecficos o puntuales. Ms all de esa salve-dad, tal vez lo que se ha demostrado comoestrategia adecuada en otros contextos es laconstruccin de focos de sociabilidad alterna-tivos, es decir, lugares de deporte, etc. Se es-tablecen redes de sociabilidad entre los jve-nes que no tienden a la violencia o a elemen-tos sintomticos de la violencia como referen-cia. En la Argentina no hay tantas experien-cias de estas caractersticas. Obviamente, laposibilidad de concretar ese tipo de estrate-gia tiene que ver con la implementacin depolticas que a veces se pueden darautnomamente desde el nivel de una insti-tucin intermedia como una escuela, pero querequieren un sustento ms general que la ini-ciativa solamente de una escuela en particu-lar.videoconferencias.pmd 03/07/2008, 11:03 a.m.20 21. CTEDRA ABIERTA: Aportes para pensar la violencia en las escuelas - 2121212121Sede Salta:Sede Salta:Sede Salta:Sede Salta:Sede Salta: Mi pregunta apunta al temaal que haca mencin el seor ministro, encuanto a que la escuela primaria dispone deun poquito ms de contencin para las jve-nes. Desde el nivel del EGB y polimodal noso-tros estamos en una orfandad bastante com-prometida. Son muchos los esfuerzos que ha-cemos, que hacen muchos docentes para po-der tratar de contener a todos los jvenes quetienen los distintos problemas sociales. Peronosotros sentimos que no estamos acompa-ados como corresponde por nuestras autori-dades, porque falta un actor fundamental enlas escuelas que es el preceptor. El preceptortiene que tener una capacitacin especfica,porque l es el que est frente al alumno cuan-do est en la hora libre, cuando se provocangeneralmente los actos de indisciplina queluego generan violencia. Nosotros necesita-mos que esto sea reconocido por las autorida-des, con respecto a todos los cargos vacantesde preceptores, para poder llevar a cabo losdistintos proyectos que se plantean. De estaforma la escuela podra realmente actuar comolo viene haciendo desde siempre, ya quemam y pap no estn en la casa para ser losgeneradores de las normas y los ejemplos prin-cipales de los alumnos. En las escuelas tam-poco los tienen, porque no tenemos precep-tor. Contamos con personal voluntario de je-fes y jefas del hogar, que muchas veces noestn capacitados para poder resolver los dis-tintos problemas que se presentan en la es-cuela.Mariana Moragues:Mariana Moragues:Mariana Moragues:Mariana Moragues:Mariana Moragues: Estamos de acuer-do en la mayora de las cosas que dicen, nohay mucho que agregar. La situacin en cadaprovincia es diferente, existen condiciones dedesigualdad muy fuertes. Hay muchas provin-cias en las cuales esta figura importante quees el preceptor est haciendo falta, al igualque tutores, coordinadores de grupo. En laescuela media hay falta de todas estas figu-ras como deca el Ministro. Esto que estamoshaciendo justamente apunta hacia una polti-ca educativa que componga cierta fragmen-tacin que hay en el sistema educativo y ladesigualdad entre distintas regiones, ya quelas condiciones no son las mismas en diferen-tes lugares.Sede Catamarca:Sede Catamarca:Sede Catamarca:Sede Catamarca:Sede Catamarca: En la introduccin elseor Ministro hizo referencia a que la demo-cracia se preocup por transformar el sistemaeducativo y no se preocup por cambiar loscontenidos. Ahora les pregunto, desde la an-tropologa, se han realizado estudios quehagan posible encontrar o priorizar algunosvalores que nos lleven a una cultura de la no-violencia? y si los hay, me los puede expli-car?Alejandro Isla:Alejandro Isla:Alejandro Isla:Alejandro Isla:Alejandro Isla: Lo que nosotros detec-tamos, y especialmente yo trabaj, fueron msque nada formas de autoritarismo en la cultu-ra poltica de provincias del noroeste argenti-no. Uno de los aspectos fundamentales comopara afrontar todas las relaciones de autorita-rismo, que son un poco la matriz de lo quenosotros podramos considerar negativamen-te como cultura de la violencia o como unamirada negativa con respecto a determina-das expresiones de la violencia, es profundi-zar, debatir todo lo que est relacionado conlas formas autoritarias de cultura poltica. Cuan-do digo cultura poltica, no me estoy refirien-do especficamente a los partidos polticos, sinoa formas de autoridad, a formas de valoresque estn presentes inclusive en la familia. Loque tradicionalmente se llamaba la familiapatriarcal es aquella en la que el hombre dela casa es el que encarna los valores funda-mentales de la autoridad y el respeto por en-cima de la mujer, y ms por encima de losvideoconferencias.pmd 03/07/2008, 11:03 a.m.21 22. 2222222222 - Observatorio argentino de violencia en las escuelashijos. A veces el hijo varn mayor puede estarpor encima de la madre. Este tipo de valores,que muchas veces forman parte del sentidocomn, es lo que de alguna manera quierollamar cultura poltica. Esta se expresa en he-chos concretos de la vida cotidiana y muchasveces tamiza numerosas relaciones socialesque estn presentes en la cotidianeidad. Yodira que son aspectos que se modificanprocesualmente. No es para decir bueno, estohay que tirarlo a la basura y poner otra cosa,sino que hay que discutir, hay que debatir,poner arriba de la mesa, qu es lo que estimpregnando el sentido comn, y tenemos laoportunidad de flexibilizarlo, matizarlo con dis-tintas visiones.Sede Mendoza:Sede Mendoza:Sede Mendoza:Sede Mendoza:Sede Mendoza: Aprovecho para salu-dar a Mguez e Isla, por su libro Heridas Ur-banas, y comparto el tema de la pluralidadde la violencia ya que es grave, porque param, la violencia tiene intencin de dao y losdocentes nos encontramos con la problemti-ca de que no solamente est en quien la reci-be, sino que tambin hay otros implicados:quien la ejerce y quien la observa. Por lo tan-to, le pregunto si estn de acuerdo con quela violencia implica dao intencional, y les pidocomo acadmicos que influyan en las polti-cas educativas para la formacin docente anteestos escenarios tan complejos que hoy vivi-mos en las escuelas.Alejandro Isla:Alejandro Isla:Alejandro Isla:Alejandro Isla:Alejandro Isla: Gracias por la mencindel libro, en nombre tambin de Mguez, yaque hemos trabajado juntos. Volviendo al temadel dao intencional, que est en el libro He-ridas urbanas, a veces hay daos, violencias,que no son intencionales, porque intencionalquiere decir que est dentro de la conciencia.Como deca, a veces hay una serie de accio-nes que estn mas all de la voluntad, que noson demasiado concientes, que son no-cons-cientes y producen mucho dao, heridas dif-ciles de reparar. Creo que la cuestin del daointencional hay que ampliarla al dao tam-bin no intencional. El punto fundamental essi afecta o no afecta a las relaciones sociales,si afecta o no afecta el lazo. Hemos encon-trado montones de situaciones en que la vcti-ma habla de violencia y el perpetuador deesa violencia esta diciendo que l no la ejer-ci. Y no es que quiera cubrirse o escaparse,sino que lo dice de manera muy profunda,muy convincente adems. O por ejemplo, si-tuaciones de violencia de gnero. Hemos pre-senciado situaciones en las que el marido lepega a la mujer, a la esposa en la calle, y unoquiere entrometerse, defender, porque le es-tn pegando a alguien, sin saber las relacio-nes de parentesco o afinidad que hay entreesas personas, y es la mujer la que ha gritadousted qu se mete, es mi marido. Enton-ces, quizs la mujer estaba pensando que elmarido estaba ejerciendo la violencia, perotambin estaba pensando que tena derechode ejercerla. Son temas muy complejos y deli-cados, en los que se hace necesaria la articula-cin, el equilibrio entre los diferentes puntosde vista, las diferentes visiones de los actores.Sede Lobos:Sede Lobos:Sede Lobos:Sede Lobos:Sede Lobos: Queramos preguntarle aldoctor cmo manejamos la violencia genera-da muchas veces, y sin querer, por los propiosdocentes; cmo hacemos para revertir eseespejo que ofrecemos en el que los nios semiran a diario.Alejandro Isla:Alejandro Isla:Alejandro Isla:Alejandro Isla:Alejandro Isla: Este es un tema muy in-teresante que tendran que debatir los pro-pios docentes, cuando los docentes generanformas de violencia y los chicos responden aesas formas de violencia de una manera vio-lenta. Yo no tengo ejemplos, pero he ledoque alguna maestra en alguna regin del pas(se me pierde porque lo he ledo hace aos, ovideoconferencias.pmd 03/07/2008, 11:03 a.m.22 23. CTEDRA ABIERTA: Aportes para pensar la violencia en las escuelas - 2323232323hace meses atrs, mezclado con otras cosas)le ha pegado a un alumno. Insisto en que loms importante es el debate que tiene queestar afuera de la relacin aula, maestro-alum-no, y que adems debe incluir a los demsdocentes de esa escuela y a los dems alum-nos fuera de esa aula y, fundamentalmente,a otros sectores de esa comunidad. Yo llega-ra hasta ah.Sede TSede TSede TSede TSede Tucumn:ucumn:ucumn:ucumn:ucumn: En la provincia deTucumn, hay muchas personas comprometi-das con el tema de la violencia escolar. Perohay una falla fundamental: no hay un trabajosostenido sobre la prevencin de la violencia.Y mientras nosotros no tomemos concienciade la necesidad de hacer ese trabajo sosteni-do, no vamos a poder luchar contra la violen-cia. Por eso es fundamental el trabajo quepueda hacer el observatorio, que en estemomento est en el auditorio, para que sehaga un trabajo, ya sea a corto, mediano olargo plazo, para que sea un trabajo sosteni-do, y en forma permanente.Observatorio:Observatorio:Observatorio:Observatorio:Observatorio: Ahora pasemos a SanJuan y luego referimos a todo lo que tieneque ver con el observatorio que fue saliendoa lo largo de todas las preguntas.Sede San JuanSede San JuanSede San JuanSede San JuanSede San Juan: Existira una violenciacasi legtima, en trminos de que hay accio-nes de carcter social que resuelven proble-mas para toda la comunidad. Se mencion elhecho de la problemtica en Chile, de los es-tudiantes, que han desarrollado una violenciao una protesta, para una mejora social. Esdecir, histricamente tambin hemos tenidoel uso de la violencia para legitimar estructu-ras ideolgicas, y fue una violencia legal, qui-zs ilegtima. Cmo vamos a orientar a nues-tros jvenes para que ellos estn en una cul-tura de sometimiento, o en una cultura deliberacin? Tal vez nosotros alentamos a loschicos a desarrollar una cultura de la exigen-cia, de mejoramiento de su calidad de vida.A veces es inevitable llegar a este punto.Alejandro Isla:Alejandro Isla:Alejandro Isla:Alejandro Isla:Alejandro Isla: Hace ya un tiempo, des-de el Estado, y casi todos los que estamos acpresentes incluyendo todos los que estn enla tele conferencia, tenemos memoria de for-mas de violencia social, violencia poltica,muchas de ellas han sido absolutamente legi-timadas justamente por el Estado, que esquien puede legitimar. Y eso lo hemos tenidode manera paradigmtica durante la pocade la dictadura, cuando se legitimaron formasde violencia represivas que se han conocidocomo tales. De ellas venimos hablando hacebastante tiempo, situaciones que se han de-nunciado en relacin con derechos humanos.Pero durante la etapa democrtica, es decirpost ochenta y tres, se han ejercido tambinformas de violencia. Porque podemos pensaren situaciones como la de los estudiantes chi-lenos, los piqueteros, las tomas de fbricas, olos cortes de caminos. Pero hay que conside-rar tambin otras formas sociales de la violen-cia, cmo fueron legitimadas dentro de lamisma democracia a partir del Estado y delsistema poltico por las diferentes eleccionesque hubo. Se han producido profundas des-igualdades y graves picos de desocupacin,que han sido causa de diferentes formas deviolencia social y han construido el escenariopara estas situaciones. No tenemos que versolamente la cuestin de los piqueteros comoviolencia social, como una reaccin, sino tam-bin considerar los antecedentes de estas cir-cunstancias, en otras palabras, ver qu pascon lo que quedaba post-dictadura del Estadoen su rol benefactor. En nuestro pas existaun Estado muy inclusivo, pero a partir de loque fue la dictadura y muy profundizado du-rante la democracia, se da un retroceso quevideoconferencias.pmd 03/07/2008, 11:03 a.m.23 24. 2424242424 - Observatorio argentino de violencia en las escuelastermina con la privatizacin de grandes em-presas estatales y a su vez esa privatizacinimplica gran extensin de desocupacin ymarginalidad, con un importante efecto so-bre el tejido social. Lo cierto es que no hubopropuestas integradoras para resolver la des-ocupacin que lleg por momentos en algu-nos aos arriba del 20% de la poblacin eco-nmicamente activa. Esto genera fragmenta-cin y violencias sociales, no solamente lacuestin de los piquetes, sino barrios que an-tes tenan determinados cdigos comienzana llenarse de rejas porque estn temiendo queel vecino los asalte, mientras que antes habadeterminado tipo de solidaridades, por lomenos entre los vecinos del barrio. Cuandovemos cmo creci la tasa de mortalidad in-fantil y los efectos de la cada en el sistemade salud, nos damos cuenta de que hay quepensar todo esto desde una perspectiva denuevas formas de la violencia social, comocontexto o escenario de las violencias espec-ficas.Sede ciudad de Buenos Aires:Sede ciudad de Buenos Aires:Sede ciudad de Buenos Aires:Sede ciudad de Buenos Aires:Sede ciudad de Buenos Aires: Soy do-cente de Capital Federal, del distrito quince,y felicito al antroplogo. Realmente ahoraestoy respirando tranquila porque desde quecomenz esta videoconferencia sent cmoque estbamos apuntando a un lugar com-pletamente diferente. Me dije: estoy vivien-do en otro pas. Porque no es nuevo que losdocentes en las escuelas vivencien situacio-nes muy difciles de violencia escolar, de todotipo, pero la violencia en la escuela no es nadams que demostrativa de lo que vive la socie-dad, y esto es lo que acabo de escuchar aho-ra. Por eso le digo que estoy tranquila de quehaya hecho este revisionismo histrico de nues-tro pas. Pienso que en nuestro pasespecficamente, aunque hablemos deglobalizacin, si se arregla todo el problemasocial, la escuela no va a recibir tanta violen-cia. Usted habl de las rejas: hay inseguridad.Yo trabajo en capital pero vivo en provincia yveo cmo la droga se enseorea por todos loslugares. Los nios asisten a la escuela conmalas condiciones alimenticias, con falta depadres. Claro que van a estar violentos, si no,de qu manera van a poder expresar lo quesienten? Estamos pidiendo permanentemen-te que el maestro modifique lo que tiene queaprender, pero yo creo que la cosa es al re-vs. Tiene que haber polticas de Estado atravs de las cuales se le d a la gente, alobrero y al que trabaja, lo que necesita paravivir en paz, para criar a sus hijos con amor,con el tiempo suficiente que le tiene que de-dicar como padre que dese tener ese nio.As que yo me alegro de que usted haya men-cionado todo esto, porque si nos quedamossiempre en lo mismo, es como si la escuelatuviera que resolver todo, y yo creo que es alrevs. La escuela pas a ser un lugar dondehay que contener, pero si nosotros vivimos enuna sociedad medianamente tranquila, la es-cuela va a tener chicos que aprendan. La es-cuela tiene que ser un lugar de aprendizaje,el lugar del conocimiento, mientras que aho-ra se ha trasformado en un lugar que a veceses un pequeo campo de batalla. Y el maes-tro no puede todo, tambin es un ser que tra-baja con la tiza, es un trabajador.Muchas gracias a todos, buenas tardes.videoconferencias.pmd 03/07/2008, 11:03 a.m.24 25. CTEDRA ABIERTA: Aportes para pensar la violencia en las escuelas - 2525252525S. B.:S. B.:S. B.:S. B.:S. B.: Para comenzar, tenemos una granoportunidad para pensar juntos las cuestionesque nos preocupan. Quiero aclarar que traigoun conjunto de reflexiones. No ofrezco respues-tas y creo que nunca las he tenido, porque larealidad siempre circula ms rpido de lo queuno puede responder. Ocurre que no tenemosparmetros claros sobre cules son las nuevascondiciones de produccin de subjetividad enel pas. Y esto hace que a veces las preguntasmismas presenten dificultades para explicar lacomplejidad del proceso. De manera que undilogo con tantas personas, tanto de BuenosAires como de las distintas provincias y de losdistintos municipios, es tan importante porquems que la construccin de respuestas, comen-zamos a poder puntuar las preguntas que nostenemos que hacer y a pensar sobre quparmetros hay que empezar a organizar al-gunas respuestas.Por qu propusimos este tema? Estettulo, la construccin de legalidades comoprincipio educativo, de alguna manera se fuearmando. Todos estamos profundamente pre-ocupados por las nuevas formas que toma laviolencia en Argentina: no solamente hay unamayor cantidad, sino que tambin aparecennuevas formas de violencia que no existananteriormente. Antes era inexplicable queocurriera algo como lo que pas hace pocoen Carmen de Patagones, en un pas como elnuestro; que un chico intentara golpear a unamaestra, salvo que estuviera muy perturba-do, o que una madre intentara golpear a unamaestra. Era imposible que alguien llevara undestornillador para agredir a un compaero.Haba formas de la violencia, pero eran for-mas infantiles. Yo no concuerdo con los queplantean que estas nuevas formas son las for-mas actuales de un fenmeno que ocurriSEGUNDO ENCUENTROLa construccin de las legalidadescomo principio educativoExposicin de Silvia BleichmarExposicin de Silvia BleichmarExposicin de Silvia BleichmarExposicin de Silvia BleichmarExposicin de Silvia Bleichmar, doctora en psicoanlisis de la Uni-, doctora en psicoanlisis de la Uni-, doctora en psicoanlisis de la Uni-, doctora en psicoanlisis de la Uni-, doctora en psicoanlisis de la Uni-versidad de Pars y docente en universidades argentinas y extran-versidad de Pars y docente en universidades argentinas y extran-versidad de Pars y docente en universidades argentinas y extran-versidad de Pars y docente en universidades argentinas y extran-versidad de Pars y docente en universidades argentinas y extran-jeras. Se ha desempeado como docente en la Maestra de Psico-jeras. Se ha desempeado como docente en la Maestra de Psico-jeras. Se ha desempeado como docente en la Maestra de Psico-jeras. Se ha desempeado como docente en la Maestra de Psico-jeras. Se ha desempeado como docente en la Maestra de Psico-loga Educacional de la Universidad de Buenos Aires y del Postgradologa Educacional de la Universidad de Buenos Aires y del Postgradologa Educacional de la Universidad de Buenos Aires y del Postgradologa Educacional de la Universidad de Buenos Aires y del Postgradologa Educacional de la Universidad de Buenos Aires y del Postgradoen Educacin de la Universidad de Crdoba. Fue miembro delen Educacin de la Universidad de Crdoba. Fue miembro delen Educacin de la Universidad de Crdoba. Fue miembro delen Educacin de la Universidad de Crdoba. Fue miembro delen Educacin de la Universidad de Crdoba. Fue miembro delConsejo asesor del Observatorio argentino de violencia en las es-Consejo asesor del Observatorio argentino de violencia en las es-Consejo asesor del Observatorio argentino de violencia en las es-Consejo asesor del Observatorio argentino de violencia en las es-Consejo asesor del Observatorio argentino de violencia en las es-cuelas ycuelas ycuelas ycuelas ycuelas y, como tal, r, como tal, r, como tal, r, como tal, r, como tal, realiz parte del asesoramiento tcnico en lasealiz parte del asesoramiento tcnico en lasealiz parte del asesoramiento tcnico en lasealiz parte del asesoramiento tcnico en lasealiz parte del asesoramiento tcnico en lasmltiples tareas que desarrolla el Observatorio. Ha escritomltiples tareas que desarrolla el Observatorio. Ha escritomltiples tareas que desarrolla el Observatorio. Ha escritomltiples tareas que desarrolla el Observatorio. Ha escritomltiples tareas que desarrolla el Observatorio. Ha escritonumerosos libros, entre ellos Paradojas de la constitucin sexualnumerosos libros, entre ellos Paradojas de la constitucin sexualnumerosos libros, entre ellos Paradojas de la constitucin sexualnumerosos libros, entre ellos Paradojas de la constitucin sexualnumerosos libros, entre ellos Paradojas de la constitucin sexualmasculina y La subjetividad en riesgo. Su ms reciente publicacinmasculina y La subjetividad en riesgo. Su ms reciente publicacinmasculina y La subjetividad en riesgo. Su ms reciente publicacinmasculina y La subjetividad en riesgo. Su ms reciente publicacinmasculina y La subjetividad en riesgo. Su ms reciente publicacinse titula No me hubiera gustado morir en los noventa.se titula No me hubiera gustado morir en los noventa.se titula No me hubiera gustado morir en los noventa.se titula No me hubiera gustado morir en los noventa.se titula No me hubiera gustado morir en los noventa.videoconferencias.pmd 03/07/2008, 11:03 a.m.25 26. 2626262626 - Observatorio argentino de violencia en las escuelassiempre. Esto no es verdad, porque las for-mas actuales dan cuenta de procesos muyseveros de desubjetivacin en el pas, y deprocesos muy profundos de impunidad y re-sentimiento acumulados. Hoy mi preocupa-cin consiste en una propuesta ms generalcon respecto a la sociedad argentina.Mayor Seguridad Vs. MenorMayor Seguridad Vs. MenorMayor Seguridad Vs. MenorMayor Seguridad Vs. MenorMayor Seguridad Vs. MenorImpunidadImpunidadImpunidadImpunidadImpunidadEn primer lugar, les propongo pensarcmo hacemos para cambiar la agenda quepone el acento en la seguridad, para ponerloen la impunidad. Porque lo que define el pro-blema de la falta de coto a las distintas for-mas de violencia, no es la inseguridad, sino laimpunidad. Por ejemplo, los noticieros de ano-che, retomados por los diarios de hoy, nos in-forman que dos policas atropellaron una casaen el conurbano, entraron hasta el living conel coche porque estaban totalmente borrachos,y hoy estn ejerciendo de nuevo. Es absurdoplantear que el problema del pas se solucio-na con un mayor presupuesto para la polica.El problema es ver cmo se detienen losbolsones de impunidad que se arman en unpas totalmente desgastado desde hace mu-chos aos por la impunidad de los estamentosde arriba. Esta impunidad infiltr al conjuntode la sociedad, determin formas de violen-cia y arras con una cultura, no solamentedel trabajo, sino de la tica.De esto se desprende que no se puedeeducar para el presente, es necesario educarpara el futuro. Porque si educamos para elpresente, vamos a estar profundamente des-animados, sobre todo si esta educacin parael presente es la de los sectores ms poster-gados. En pocas muy crticas de la humani-dad se ha manifestado el problema de cmose educa en estas condiciones, si se est pre-parando a un sujeto para un futuro que toda-va no se avizora. En este sentido, la educa-cin no puede estar planteada en trminosde las condiciones actuales. Muchas veces hebromeado diciendo: Si uno educara para lascondiciones actuales, educara psicpatas.Recuerdo que hace muchos aos mi hija, queahora es adulta, me pregunt: Mam, vosests segura de que si uno se rompe mucho yhace cosas con mucho esfuerzo, un da le vaa ir bien?. Y yo el dije con total impunidad,sabiendo que no era del todo cierto: Por su-puesto, querida. As como en una poca lesdeca a mis hijos que los nios no se moran,tambin les deca que si uno se rompa elalma, iba a estar seguro de que le iba a irbien en la vida.Yo creo que uno de los problemas msserios que afrontamos es, precisamente, laforma en que se inscribe la problemtica edu-cativa en el adulto como ausencia de futuro,y en los chicos, como inmediatez. Qu quie-ro decir con esto? Sabemos que, a partir delproceso de reconstruccin que ha vivido latica, en las escuelas privadas gran parte delos maestros son considerados asalariados delos padres por parte de los hijos y, en las es-cuelas del Estado, gran parte de los nios con-sideran a los maestros compaeros de pobre-za. Esto por supuesto plantea una situacinmuy difcil: cmo recomponer la confianzaen el futuro a partir del conocimiento? La edu-cacin no es la transmisin de conocimientosy mucho menos en una poca en la cual latecnologa se encarga de producir y de impar-tir conocimientos. Conocemos a una gran can-tidad de chicos que fracasan en Biologa, perosaben un montn por ver Discovery Channel.Ac tenemos un problema de ajuste nuestrocon respecto a la interseccin entre la tecno-videoconferencias.pmd 03/07/2008, 11:03 a.m.26 27. CTEDRA ABIERTA: Aportes para pensar la violencia en las escuelas - 2727272727loga o las nuevas tecnologas y la escuela.Sin embargo, la escuela tiene que cumplir unafuncin que no puede cumplir ninguna tecno-loga, que es la produccin de subjetividad. Yms todava, en un momento en que los me-dios en general estn en manos de corpora-ciones, el nico lugar que queda para produ-cir una subjetividad realmente potable parael futuro es la escuela. Y ah es donde se vana ir conformando estas cuestiones que son lasque yo quiero plantear con respecto a las le-galidades.En segundo lugar, me parece un temaimportante la diferencia entre tica y moral.Justamente los maestros se preguntan cmoresponder a cuestiones que no saben ni si-quiera de qu orden son. Consideremos loscasos de embarazos adolescentes y las rela-ciones sexuales, vinculados con el debate quehay actualmente sobre impartir o no educa-cin sexual. Cuando yo fui consultada, dijeque el problema no era impartirles la educa-cin, sino procesar la informacin que los chi-cos ya traen, es decir, crear situacionesmetablicas.Moral Vs. Naturaleza:Adems, hay que salir del doble juegode creer que la sexualidad es del orden de lareligin o de la naturaleza. No es ni de una nide otra, sino que pertenece al orden de lacultura. Cuando se plantea, como dilemtica,moral vs. naturaleza se abre una falsa disyun-tiva, porque el problema est precisamenteen que el respeto por s mismo y por el otro esdefinido por la tica. La tica siempre estbasada en el principio de semejante, es decir,en la forma con la que yo enfrento mis res-ponsabilidades hacia el otro. La tica consisteen tener en cuenta la presencia, la existenciadel otro. Qu quiero decir con esto? Quierodecir que si ustedes piensan en los manda-mientos, el primer mandamiento es no ma-tars, con lo cual lo que plantea es qu res-ponsabilidades tengo hacia el semejante;mientras que la moral es un conjunto de for-mas histricas de las que se van tomando losprincipios con los cuales se legisla. Y muchasveces la opinin pblica interviene en la sexua-lidad privada. A nadie se le ocurrira hoy, enciertos lugares, pensar que la homosexuali-dad es una inmoralidad. Sin embargo, sabe-mos que la violencia, tanto en las parejasheterosexuales como homosexuales, es unafalta de tica en cuanto al respeto al seme-jante. As, vuelvo a poner en el centro la pro-blemtica de la tica.A partir de este problema se abre otronuevo, que es el de la relacin entre ley, de-recho y autoridad. Muchas veces los maes-tros se plantean: qu pasa con el respeto ala autoridad en un pas donde la autoridadestuvo al servicio de la corrupcin y del asesi-nato durante tanto tiempo? Durante aos sedeconstruy la confianza bsica en quienestienen la simetra responsable de hacerse car-go de los ms dbiles: los descuidaron, hicie-ron usufructo y hasta los aniquilaron. En reali-dad sta es la cuestin: la autoridad no sepuede ejercer sin derecho moral; con lo cualvemos que hay dos formas de autoridad, laque se pretende imponer desde el punto devista de la puesta de lmites y la que se plan-tea cmo instalarse desde el punto de vistade las identificaciones internas, con la legisla-cin que transmite aquel que tiene derechotico a hacerlo.Toda tica, es decir, lo que Kant llamel imperativo categrico, est basada en losiguiente: Acta de tal manera que tu con-ducta pueda ser tomada como norma univer-videoconferencias.pmd 03/07/2008, 11:03 a.m.27 28. 2828282828 - Observatorio argentino de violencia en las escuelassal. Esto, dicho simplemente, es: No le ha-gas al otro lo que no quieres que te hagan.O sea que lo que yo hago tiene que ser buenopara m y para el otro: si yo no robo, supongoque el otro no me va a robar, si yo no matosupongo que el otro no me va a matar. Enotras palabras, intento que mi conducta pue-da servir para la relacin con el otro. Pero hayuna degradacin de este principio que ha lle-vado en muchos casos al terror y a las formasperversas de los Estados: Acta de tal ma-nera de complacer al legislador. Esto es loque se ha planteado en la historia recienterespecto de la Obediencia Debida.Tambin en la Antigedad encontramoscasos como el de Antgona, que representa elconflicto entre la ley del tirano y la ley huma-na del entierro a los muertos. Recordemos queAntgona era una joven griega que queraenterrar al hermano y el tirano no la dejabaporque, segn l, el muchacho haba traicio-nado a la ciudad. Es verdad que el tirano te-na una ley del entierro, pero en realidad habados leyes contrapuestas. Una era de carcteruniversal: A los muertos se los entierra(como vemos, esta situacin tiene resonan-cias de la dictadura en nuestro pas). La otraley era: A los traidores no se los entierra.Entonces los traidores han dejado de serseres humanos y no les corresponde ser ente-rrados? Y ac viene la idea: para que misobligaciones ticas se constituyan con respec-to al otro, yo tengo que tener una nocin delsemejante que sea abarcativa.De las formas perversas que toma la leyhay ejemplos terribles en la Historia. Es ascomo el jefe de un campo de concentracinpoda sentir culpa por no pasar la Navidadcon los hijos, pero no la senta por mandar amatar doscientos nios. De esa manera ldefina el concepto de semejante con respec-to a los propios y no a los ajenos. As, una delas formas primeras de ejercer la impunidades la invisibilizacin de la vctima, es decir quela vctima deja de ser visible.Esto es lo que ha pasado con los exclui-dos. Por eso se enoja tanto la clase mediacuando le aparecen en las calles. Porque enrealidad el deseo es: Metamos la basuradebajo de la alfombra. Mientras estn en lavilla, no importa; el problema es cuando apa-recen en el medio de la ciudad. Entonces,invisibilicemos a las vctimas. A tal punto estoes inmoral, que lo que corresponde a una ta-rea del Estado, que es asistir a aquellos queestn en situaciones precarias, es vivido comouna tarea de caridad a costa de los bolsillosde los pudientes. Por lo tanto, a la infamia detener que asistir a seres humanos que estnreducidos a su bio-supervivencia, se agrega lainfamia de considerar que eso es un acto decaridad y no una responsabilidad colectiva quenos compete. En esta situacin, la diferenciaentre ley, moral y tica, es muy clara: la mo-ral se mantiene dentro de las pautas de la ley,la tica a veces tiene que transgredir las pau-tas que da la misma ley.La moral pragmtica degradaal sujeto y al objetoDe las consideraciones anteriores surgeentonces este interrogante de base: en qulegalidades vamos a educar? Vamos a edu-car en legalidades que tienen que ver con latica universal respecto de la funcin del se-mejante, o vamos a educar en legalidadesque tienen que ver con formas acomodaticias?Me refiero a formas como las de Mara Julia,cuando le dijo una vez al Ministro de Econo-ma: Firm, que es excarcelable. Esta des-viacin a la moral pragmtica est muy pre-videoconferencias.pmd 03/07/2008, 11:03 a.m.28 29. CTEDRA ABIERTA: Aportes para pensar la violencia en las escuelas - 2929292929sente en la sociedad argentina. Hay un cam-bio de discurso: hoy la madre le dice a loschicos no robes que te echan de la escue-la. Mi madre hubiera dicho: no robes, queme muero de vergenza. Al decir no robesque te echan de la escuela, la moral se de-grada en moral pragmtica, o sea que lo queno hago es porque no me conviene, no por-que no se debe hacer. Ac viene la cuestindel imperativo categrico: el no se hace eslo que hace a la condicin humana. En estesentido, un paciente mo le pregunt a supadre: Por qu no me puedo casar conmam?. Y el padre le respondi: Porqueyo llegu antes. Esta respuesta causa mu-cha gracia, pero no responde a la pregunta.En realidad la respuesta es: Porque no sedebe.Aqu hay un punto que tiene que vercon la creencia en la palabra del otro, y estotiene que ver con la educacin. Por qu unnio acepta que dos ms dos son cuatro? Por-que cree en quien se lo dice, si no, no podraaceptarlo. Esto es muy interesante en los ni-os que no aceptan los lmites de la ley. Porejemplo, los que se quejan de tener que apren-der ciertas cuestiones: por qu se escribe conh? Y si se escribe con h, qu vamos ahacer? Yo tena un nieto que estaba apren-diendo a leer y escribir y deca: Pero porqu esta palabra se escribe con h? Porqu sta va con c y no con s? l se ibaenojando a medida que lea. Pero la cuestines as: no se puede cambiar la lengua porqueest asentada en ciertas reglas. Por el contra-rio, se pueden cambiar cosas en la sociedadcuando uno se pregunta: Bueno, pero porqu tiene que ser as?, siempre y cuando sediferencie entre las leyes y la tica.Por otra parte desde que nacemos, situviramos que aprender a vivir por ensayo yerror, nos moriramos al primer error. No sepuede aprender a vivir por ensayo y error: nole metemos a los nenes los dedos en el en-chufe para que sepan que la gente se muerepor la descarga de corriente elctrica. En cam-bio, les decimos: No toques, porque temors. Y el nio nos cree. No sabe bien ques morirse, pero sabe que es perder el cariodel adulto. Yo he escuchado a un nio unavez decir: Si me muero mi mam me mata.Esto es absolutamente maravilloso. Tambinvi una maana a un chico que, arrastrando sumochilita en un carrito, se arriesgaba cruzan-do descuidadamente una calle por temor allegar tarde a la escuela. El mayor temor eratransgredir la regla escolar y no haba nocinde preservacin de la vida.Por lo tanto, no se aprende por ensayo yerror, sino por confianza en el otro. Se apren-de porque uno cree en la palabra del otro.Ahora bien, nosotros vivimos en un pasdonde la palabra ha perdido sentido. Una ca-racterstica de los argentinos es que nos he-mos hecho todos semilogos: en lugar de pre-guntarnos qu quiere decir lo que escucha-mos, nos preguntamos por qu lo dijo el otro.Si alguien dice que fulano roba, uno no sepregunta si es verdad que fulano roba, sinoque da por sentado que es muy posible. Lapregunta que se hace es: por qu lo diceahora este otro? A qu responde este enun-ciado? Esto muestra una degradacin de lapalabra, pero no es que nosotros degrademosla palabra, es que la palabra se degrad en laArgentina. Se utiliz para encubrir: las met-foras que se usaron en la dictadura y en losnoventa eran una degradacin del lenguaje.Tomemos como ejemplo el famoso conceptode ingeniera empresarial: es lo que fue laingeniera de sanidad de los nazis. Se llama-ba ingeniera de sanidad a la limpieza tnica;videoconferencias.pmd 03/07/2008, 11:03 a.m.29 30. 3030303030 - Observatorio argentino de violencia en las escuelasac se llama re-ingeniera empresaria al des-pido y la re-acomodacin a los fines de au-mentar las ganancias de las empresas, as queestamos usando permanentemente un eufe-mismo que borra la calidad de la accin. Deesta manera, las palabras no remiten a accio-nes, sino que pretenden encubrir acciones.Afortunadamente, lo digo con tristeza, comonos fue mal con todo eso, hemos empezadoa preguntarnos cmo recuperamos otra for-ma de vivir. Esto ha llevado a una reubicacincon respecto a la identidad nacional y a lacultura del trabajo. En los noventa, hablar deciertos principios ticos era formar parte de lagilada, para decirlo simplemente. ramoslos tontos, y haba cosas impronunciables.Oponerse a una privatizacin era una locura,un anacronismo. Hoy sabemos que no es as,que la privatizacin ha sido una forma de es-tafa brutal, corrupta no slo por el resultado,sino por la forma en que se realiz.tica y construccin de legalidadesVolviendo a la cuestin central sobre latica y la construccin de legalidades, si elproblema de nuestro pas es pasar del con-cepto de mayor seguridad al concepto demenor impunidad, si cuesta plantear que elproblema no est en cunto lmite exteriorponemos, sino en cmo construimos una nuevacultura en la seguridad interior sobre la baseen la confianza en el semejante, es evidenteque el problema principal en la escuela noest en la puesta de lmites, sino en la cons-truccin de legalidades. Porque el lmite esexterior, no educa. Aunque a veces haya queponerlo en la base de la instauracin de cier-tas leyes.Por supuesto que a veces, cuando laspalabras no alcanzan, es necesaria una ma-yor contundencia discursiva. Cuando los pa-dres les dicen a los chicos que no pongan losdedos en el enchufe, se lo dicen con un fuer-te tono. No le dicen: Ay, querido, no pongasel dedito en el enchufe sabs que te podsmorir?. Nadie lo dice as, generalmente in-gresa la palabra y por supuesto, gritamos. Estaes una suerte de violencia necesaria, impres-cindible: la de pautacin e instalacin de nor-mas. La cuestin se plantea en trminos de siesta pautacin es producto de la arbitrarie-dad de la autoridad que la instala o de unanorma o pauta que lo incluye. Es decir que sila norma es arbitraria, est definida por laautoridad. En cambio, si la norma es necesa-ria, est definida por una legislacin que poneel centro en el derecho o en la obligacin,colectivos, te obliga a ti tanto como a m. Yeste es el gran debate escolar de hoy.Pero claro, una enorme cantidad de ni-os son asistidos en todo sentido por la escue-la, de tal forma que el aprendizaje pasa aocupar un lugar secundario. A tal punto, queen numerosas escuelas hubo que mantenerlos comedores abiertos durante las vacacio-nes porque si no, los nios no coman. Estopone en evidencia una situacin terrible en elpas. Cuando yo era chica, todos los de migeneracin, salvo sectores muy reducidos, fui-mos a escuelas del Estado. Un da, en segun-do grado, las maestras nos hicieron llevar co-mida y tambin cubiertos para ensearnos ausarlos bien, era un pas proyectado a futuro.Suponan que bamos a vivir mejor que nues-tros padres, con lo cual nos tenan que ense-ar a vivir en un mundo mejor. No se tratabasolamente de comer, de llenarse la panza,sino de incorporar formas de comer en lamesa, lo cual tiene que ver con la cultura.Indudablemente, en los ltimos tiempos, laescuela ha abierto un enorme debate, sobrevideoconferencias.pmd 03/07/2008, 11:03 a.m.30 31. CTEDRA ABIERTA: Aportes para pensar la violencia en las escuelas - 3131313131todo en el ao 2001-2002: si la funcin de laescuela es alimentar o educar. Esta discusinexplicita una tensin permanente, muy gra-ve, entre necesidades actuales y necesidadesfuturas.En este sentido, el tema de las papele-ras constituye una tensin permanente y esuno los grandes conflictos que tenemos enLatinoamrica. Por un lado es un dao a laecologa, y desde el punto de vista estratgi-co no hay duda de que est mal que se insta-len papeleras que producen la degradacindel medio ambiente. Por otra parte, es unanecesidad crear trabajo, por lo cual los mis-mos sectores que quieren el trabajo son losque despus se quejan de la degradacin delmedio ambiente. Por lo tanto, estamos en unalucha constante entre las necesidades inme-diatas y la construccin de futuro. Una enor-me cantidad de chicos tienen pensamientopara el futuro. Si ustedes leyeron las estadsti-cas que salieron en los diarios la semana pa-sada, es muy impresionante: en la actualidadhay muy pocos adultos que han sido nios dela calle. Y esto no tiene que ver solamentecon que ahora hay ms nios de la calle, tie-ne que ver tambin con que hay una propor-cin muy alta de nios de la calle que no so-breviven. En relacin con esta problemtica,yo les recomiendo un libro realmente apasio-nante que se llama Cuando me muera quieroque me toquen cumbia, que cuenta la histo-ria de El Frente Vital. Es extraordinario esenombre: en un pas donde hubo tantos Fren-tes, es extraordinario que un chico de la calleasesinado se llame as, El Frente Vital. Eraun nio -ms bien un adolescente- que roba-ba, pero distribua el botn en la villa: una es-pecie de Robn Hood urbano, y que ade-ms mantena ciertas legalidades sobre lasformas en que se poda ejercer el delito. Ycuando lo matan, lo impresionante es que losms pequeos, que no se educaron al ladode El Frente Vital, tienen formas degrada-das, despreciables de ejercer el delito. Esto esmuy interesante, porque cuando uno ve unadolescente, un nio en riesgo, para sabercun rescatable puede ser para una vida so-cial plena, lo primero que se tiene que pre-guntar es qu capacidad de enlace tiene, nocon las normas del otro, sino con las normasdel propio grupo.Es el amor al propio grupo lo que deter-mina la posibilidad de transferir ese amor alresto de la humanidad; con lo cual los proble-mas ms graves son los jvenes que odian atodos, como es el caso de Junior en Carmende Patagones. Ah tenemos un paradigmaterrible de la violencia, porque Junior no eraun chico con problemas en la escuela: apren-da bien y no haca ruido, no era un violentoruidoso de esos que le pegan o maltratan asus compaeros. Un da lleg, liquid a todoslos que pudo con el revlver, pero hasta eseda estaba tranquilito, aislado y no molestabaa nadie, por eso no haba llamado demasiadola atencin. Hubo varios casos como esos, enlos que la violencia emerge de golpe porqueha estado silenciada mucho tiempo; en elloses difcil descubrir las pautas.Con referencia a las pautas que debe-mos considerar, yo trabaj en un proyecto hacevarios aos para menores infractores en Mxi-co, y una de las cosas que hice en el diagns-tico fue medir qu capacidad de lealtades te-na el sujeto con su grupo, con aquellos quelo excedieran de s mismo. En otras palabras,qu capacidad tena de no delatar a otros, decuidar a otros, de socializar sus propias trans-gresiones, de reconocerse en esas transgre-siones. Hay que terminar con el mito de quela violencia es producto de la pobreza. La vio-videoconferencias.pmd 03/07/2008, 11:03 a.m.31 32. 3232323232 - Observatorio argentino de violencia en las escuelaslencia es producto de dos cosas: por un lado,el resentimiento por las promesas incumpli-das y por el otro, la falta de perspectiva defuturo. Por qu cumplimos la ley? Por quaceptamos las normas? Porque sabemos quesiempre perdemos algo a cambio de ganaralgo. Por ejemplo, uno renuncia a un goceinmediato porque cuida su salud. Suponga-mos que, ahora que sabemos que existe elcolesterol, miramos un huevo frito y lo vemoscomo un misil. A partir de esa mirada, porqu dejamos de comerlo? Porque queremosvivir ms. Uno no se alcoholiza todo el tiem-po porque quiere estar lcido para poder es-tar con otros o para poder hacer cosas. Por lotanto conservar o cuidar la vida implica unapermanente renuncia a goces inmediatos,siempre y cuando se puedan proyectar en elfuturo.Sin embargo, en nuestro pas una enor-me cantidad de chicos no tienen claro cul essu futuro o directamente no anhelan un futu-ro y viven en la inmediatez total. Y esto es loque vemos reflejado en su imposibilidad deaprender. No est dado porque no sean inte-ligentes, est dado porque no creen que losconocimientos que reciban puedan servirlespara enfrentar la vida. Por qu? Porque es-tn reducidos a la inmediatez de la vida queles ha tocado y nadie les propone soar unpas distinto desde una palabra autorizada.Yo creo que la escuela conformadora de sub-jetividad tiene que tener en cuenta estas dosvariables: por un lado, la produccin de lega-lidades, no la puesta de lmites. Por otra par-te, la capacidad de recuperar las preguntasque inclusive no pueden formular ellos mis-mos, y en principio, antes de responderlas,poder transcribirlas. Creo que esto es una fun-cin central: nosotros mismos vamos arman-do nuestros propios interrogantes cuando es-cuchamos a los chicos y cuando vamos esta-bleciendo con ellos estos interrogantes.Es evidente que tenemos muy pocas res-puestas hoy. La primera tarea es reconocerque estamos frente a formas de subjetividadque no se ajustan a las del pasado, y que hayque rescatar