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EL PATO COMELÓN Toño era un pato al que le gustaba comer mucho, pero no le gustaba hacer ejercicio y todo el día estaba triste y solitario. Una tarde, mientras descansaba bajo la sombra de un árbol, cayó sobre su cabeza un limón maduro y Toño se levanto asustado porque el limón rebotaba entre sus pies. Empezó a jugar con el limón y sin sentirlo recorrió grandes distancias. Una paloma se unió al juego y el gatito también los acompaño. Cuando estaban más entretenidos, uno de ellos pateó el limón hacia la casa del perro gruñón. Nadie quería ir a buscarlo, todos tenían miedo y cuando vieron que el perro tenía el limón entre los dientes, ninguno pudo hablar. Al fin, el pato dijo: ¿Quieres jugar con nosotros? El perro dudo por unos minutos, porque nunca alguien había sido amable con él. Pero soltó el limón, sonrió y acepto. Antes todos le temían al perro, porque no entendían que el era un perro guardián y por eso tenía que ser gruñón, pero en el fondo era amistoso. El pato estaba feliz y comprendió lo fácil que era hacer amigos. Esto le permitió saber que el ejercicio es divertido y muy bueno para la salud y lo más importante, te permite tener muchos amigos. FIN

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EL PATO COMELÓN

Toño era un pato al que le gustaba comer

mucho, pero no le gustaba hacer ejercicio y

todo el día estaba triste y solitario.

Una tarde, mientras descansaba bajo la

sombra de un árbol, cayó sobre su cabeza un

limón maduro y Toño se levanto asustado porque el limón

rebotaba entre sus pies.

Empezó a jugar con el limón y sin sentirlo recorrió

grandes distancias. Una paloma se unió al juego y

el gatito también los acompaño. Cuando estaban

más entretenidos, uno de ellos pateó el limón hacia

la casa del perro gruñón.

Nadie quería ir a buscarlo, todos tenían miedo y

cuando vieron que el perro tenía el limón entre los

dientes, ninguno pudo hablar.

Al fin, el pato dijo:

¿Quieres jugar con nosotros?

El perro dudo por unos minutos, porque nunca

alguien había sido amable con él. Pero soltó el

limón, sonrió y acepto.

Antes todos le temían al perro, porque no entendían

que el era un perro guardián y por eso tenía que ser

gruñón, pero en el fondo era amistoso.

El pato estaba feliz y comprendió lo fácil que era hacer amigos.

Esto le permitió saber que el ejercicio es divertido y muy bueno

para la salud y lo más importante, te permite tener

muchos amigos.

FIN