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wwwmarioabbagliati.com BLUES SHUFFLE II En esta lección exploraremos el patrón básico de acompañamiento en blues. Es conocido como el ritmo de Jimmie Reed, en honor a este músico, el cual hizo un uso exhaustivo del mismo. No obstante, este acompañamiento ya se encuentra presente en las grabaciones de los años treinta del siglo XX de Robert Johnson, en composiciones como Sweet Home Chicago, When You Got A Good Friend o I Believe I'll Dust My Broom. Es un ritmo de capital importancia, pues sobre él se asienta una gran parte de la guitarra rítmica de blues. Un blues de doce compases en A se compone de tres acordes: A, D y E. Sin embargo, estos acordes rara vez son tocados tal cual. Lo más común es que sean sustituidos por un patrón más sofisticado. En la Fig.1 vemos el patrón de Jimmy Reed para A, D y E usando cuerdas al aire. Para conseguir una correcta articulación hay que ejecutarlo usando golpes de púa descendentes, acentuando los que caen a tiempo y asegurándonos de que con la palma de la mano apagamos ligeramente las cuerdas, consiguiendo así un sonido más claro y compacto. Así mismo, la subdivisión es atresillada, lo que se conoce como shuffle. Fig. 1 Como vimos en la unidad anterior, el blues, en sus dos últimos compases, consta de un turnaround. En el siguiente ejemplo vemos una manera común de articularlo.

Blues Shuffle II

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Page 1: Blues Shuffle II

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BLUES SHUFFLE II

En esta lección exploraremos el patrón básico de acompañamiento en

blues. Es conocido como el ritmo de Jimmie Reed, en honor a este músico, el cual

hizo un uso exhaustivo del mismo. No obstante, este acompañamiento ya se

encuentra presente en las grabaciones de los años treinta del siglo XX de Robert

Johnson, en composiciones como Sweet Home Chicago, When You Got A Good

Friend o I Believe I'll Dust My Broom. Es un ritmo de capital importancia, pues

sobre él se asienta una gran parte de la guitarra rítmica de blues.

Un blues de doce compases en A se compone de tres acordes: A, D y E.

Sin embargo, estos acordes rara vez son tocados tal cual. Lo más común es que

sean sustituidos por un patrón más sofisticado. En la Fig.1 vemos el patrón de

Jimmy Reed para A, D y E usando cuerdas al aire.

Para conseguir una correcta articulación hay que ejecutarlo usando golpes

de púa descendentes, acentuando los que caen a tiempo y asegurándonos de que

con la palma de la mano apagamos ligeramente las cuerdas, consiguiendo así un

sonido más claro y compacto. Así mismo, la subdivisión es atresillada, lo que se

conoce como shuffle.

Fig. 1

Como vimos en la unidad anterior, el blues, en sus dos últimos compases,

consta de un turnaround. En el siguiente ejemplo vemos una manera común de

articularlo.

Page 2: Blues Shuffle II

2 BLUES SHUFFLE II

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Fig. 2

A continuación vemos como se aplican estos patrones a un blues de doce

compases en A (Fig. 3).

Fig. 3

Page 3: Blues Shuffle II

BLUES SHUFFLE II 3

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El patrón anterior también se puede tocar sin cuerdas al aire, para lo cual

se mueve al quinto traste para A y D, y al sétimo para E, como se ve en el

siguiente ejemplo (Fig. 4).

Fig. 4

El cambio de posición obliga reformular el turnaround para que se amolde

a los nuevos patrones. Vemos ahora como queda el blues de 12 compases sin

cuerdas al aíre (Fig. 5).

Page 4: Blues Shuffle II

4 BLUES SHUFFLE II

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Fig. 5

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BLUES SHUFFLE II 5

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Cuando se llega al final es importante modificar el turnaround para que

resuelva en el acorde I, y no en el V, pues de lo contrario no generará la sensación

de resolución deseada. Además hay que adaptar el final, en función de si se está

tocando con cuerdas al aíre (Fig. 6) o en el quinto traste (Fig. 7).

Fig. 6

Fig. 7