1
El Ministerio Pastoral Capítulo 1La devoción personal (Párrafo 12) Los ministros jóvenes deben escudriñar las Escrituras por sí mismosInvito a los jóvenes que están entrando a la obra como ministros a que presten atención a lo que escuchan. Tened cuidado en cómo os oponéis a las verdades preciosas de las cuales tenéis tan poco conocimiento. Escudriñad las Escrituras por vosotros mismos. Tenéis un muy limitado conocimiento de vosotros mismos. Conoced por vosotros mismos cual es la Verdad. No toméis las palabras de cualquier hombre, los prejuicios de cualquier hombre, los argumentos, ni teorías de cualquier hombre. Esto ha sido hecho por ministros a perjuicio de su experiencia, y los ha dejado novicios cuando deberían ser sabios en cuanto a las Escrituras y el poder de Dios. Tomad vuestras Biblias, humillaos, llorad y ayunad, y orad ante el Señor, como lo hizo Natanael, buscando conocer la verdad. El ojo divino de Jesús vio a Natanael orando, y contestó su oración.The Ellen G. White 1888 Materials, 141.

Capítulo 1—La devoción personal

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Capítulo 1—La devoción personal

El Ministerio Pastoral

Capítulo 1—La devoción personal

(Párrafo 12) Los ministros jóvenes deben escudriñar las Escrituras por sí mismos—Invito a los jóvenes que están entrando a la obra

como ministros a que presten atención a lo que escuchan. Tened cuidado en cómo os oponéis a las verdades preciosas de las cuales tenéis tan poco conocimiento. Escudriñad las Escrituras por vosotros mismos. Tenéis un muy limitado conocimiento de vosotros mismos. Conoced por vosotros mismos cual es la Verdad. No toméis las palabras de cualquier hombre, los prejuicios de cualquier hombre, los argumentos, ni teorías de cualquier hombre. Esto ha sido hecho por ministros a perjuicio de su experiencia, y los ha dejado novicios cuando deberían ser sabios en cuanto a las Escrituras y el poder de Dios. Tomad vuestras Biblias, humillaos, llorad y ayunad, y orad ante el Señor, como lo hizo Natanael, buscando conocer la verdad. El ojo divino de Jesús vio a Natanael orando, y contestó su oración.—The Ellen G. White 1888 Materials, 141.