Educación Y Sociedad

Sara González Rey20/02/2014

Clases sociales hereditariasConcepto y clases de movilidad social. Movilidad educativa, ¿qué es y cómo se mide?

La movilidad educativa está muy relacionada con la teoría de las clases sociales y cómo las personas pueden moverse en torno a una escala social, económica y educativa. Dentro de estos movimientos existen dos clases:

- Horizontales: agrupa todos aquellos movimientos dentro de un grupo profesional sin que esto implique la alteración del estatus social. Por ejemplo puede observarse cuando el hijo de un campesino emigra a la ciudad para desempeñar el puesto de un obrero de baja cualificación.

- Verticales: este segundo, a diferencia del primero, si entraña un cambio de estatus social. La movilidad puede ser, ascendente o bien, descendente, dependiendo se produce una subida o una bajada en el escalafón social.

Se mide mediante la comparación de la posición que ocupa una persona en un ámbito determinado, respecto a la de sus padres.

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Los niveles de estudios a los que llega una chico/a tienen mucho que ver con la clase social de su familia y el empleo que desempeñen los progenitores, según las estadísticas. De este modo, aquellas personas pertenecientes a las clases más bajas, cuyos padres desempeñan trabajos del primer sector, nunca valorarán la opción de dedicarse a actividades laborales que requieran una gran preparación universitaria, aspecto que, personas pertenecientes a clases altas tienen en mente como prioridad en sus vidas.

Ildefonso Marqués desarrolla dos términos: “efecto suelo” y “efecto techo”: el primero de ellos, que, por regla general, guarda mucha relación con las clases más bajas, se refiere a aquella situación en la que los padres/madres resultan satisfechos de que el conocimiento de sus hijos/as avance, al menos, un paso más del que ellos poseen. El segundo, más relacionado con las clases altas, hace mención a la terrible frustración a la que llegan los padres/madres, cuyo hijos/as no alcanzan sus niveles cognitivos, no siendo capaces de comprender como éstos pueden conformarse con la mediocridad, o lo que ellos consideran como tal.

Las diferencias entre ambas clases continúan: mientras las clases bajas se conforman con que sus hijos/as posean un nivel básico de educación con el que poder encontrar el medio para que puedan contribuir cuanto antes a la economía familiar, las clases medias-altas luchan porque sus pequeños/as continúen subiendo peldaños en la sociedad y alcancen un puesto de empleo digno que haga honor al nivel socioeconómico al que están acostumbrados.

Desde los años 60 hasta la actualidad ha habido un abandono escolar y una salida del sistema educativo cada vez mayor y cada vez antes. Esto junto con el hecho de que el porcentaje de estudiantes mayores de 25 años han continuado sus estudios ha

aumentado en casi un millón y medio de personas desde principios de los años 90 hasta nuestros días, hace pensar que tiene bastante que ver el aumento de las tasas y el endurecimiento de las condiciones para conseguir una beca, sobre todo en las clases más humildes. El sistema educativo español no lo está poniendo nada fácil, pues otorga ayudas a quien apenas las necesita.

Analice la gráfica que compara España, la Ue y los otros países.

Esta gráfica permite comparar el nivel educativo de adultos con edades comprendidas entre 25 y 59 años de edad y el de sus padres, en diferentes lugares como son la Unión Europea, República Checa, España y Malta durante el años 2011.

En la parte correspondiente a la Unión Europea destaca que la mayoría de los hijos cuyos padres poseen un nivel bajo poseen un nivel medio; los padres que tienen un nivel medio tienen hijos con un nivel medio también, por lo general; y los adultos, cuyos padres poseen un nivel alto, han conseguido un nivel alto también. En conclusión, salvo los primeros, que alcanzaron un nivel algo mejor que sus padres, los adultos de nivel medio y alto obtuvieron unos resultados muy parecidos a los de sus padres.

En República Checa, encontramos que en los tres casos (nivel educativo de los padres bajo, medio y alto) los adultos han conseguido un nivel medio educativo en su gran mayoría.

En España, se puede observar como la relación entre el nivel educativo obtenido de padres e hijos es bastante desigual salvo en el caso de padres con un alto nivel educativo. El grupo de padres con un nivel bajo, crió hijos con un nivel medio y el grupo de padres con un nivel medio tuvo hijos con un nivel alto de educación.

Por último, el caso de Malta deja bastante que desear presenta unos resultados muy mejorables ya que, salvo el grupo de padres con un nivel alto, cuyos hijos obtuvieron un nivel parecido, de media; el resto tan solo llego a un nivel bajo educativo.

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El articulo me ha parecido interesante ya que permite conocer la relación entre el nivel educativo de padres e hijos/as en diferentes lugares de Europa y al mismo tiempo, explica y demuestra de forma practica el concepto de movilidad social, el hecho de que no siempre se recibe como herencia la posición social. Se puede observar como los padres siempre intentan que sus hijos avancen su nivel de educación en comparación con los que ellos poseen, sea cual sea su posición social, o bien que los hijos siempre aspiran a alcanzar como mínimo un nivel parecido al de sus padres, pues es con lo que han crecido, las expectativas que se han planteado alcanzar desde siempre y aquello que consideran como lo más adecuado para ellos mismos.

Las clases sociales han estado presentes a lo largo de nuestras vidas y desde siempre. Si existen distintas clases dentro de la sociedad es porque hay personas que han alcanzado un nivel mayor que otras, en conclusión, que existe una descompensación en este sentido y por tanto una desigualdad que todos nosotros debemos evitar fomentando la movilidad social.