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COMUNICACIÓN ENTRE LOS PADRES Y NIÑOS MENORES DE 5 AÑOS

Comunicación entre los padres y niños menores de 5 años

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COMUNICACIÓN

ENTRE LOS

PADRES Y

NIÑOS

MENORES DE 5

AÑOS

LA COMUNICACIÓN ENTRE MAESTROS Y PADRES EN LOS CENTROS

PREESCOLARES

La comunicación entre maestros y padres en los centros preescolares.Niños,

padres y profesores se benefician de una comunicación abierta.

Los niños se benefician cuando sus padres y maestros de preescolar participan

en una comunicación regular, orientada a objetivos. A través del intercambio

constante de información, los padres y los maestros trabajan juntos para lograr

el objetivo común de maximizar el potencial de un niño. Los padres y maestros

tienen papeles singulares en el desarrollo del niño en edad preescolar; el valor

de esos papeles se ve reforzado cuando la comunicación es abierta y fomentada.

Sensibilidad cultural

La comunicación prospera en ambientes preescolares que responden a la

diversidad cultural de los padres con sensibilidad. Aunque existen muchas

opciones para que los maestros se comuniquen con los padres, la National

Association for the Education of Young Children informa que algunas formas de

comunicación alienan el lenguaje específico y a los grupos culturales. Por

ejemplo, los padres que tienen dificultades para hablar Inglés pueden encontrar

la comunicación telefónica frustrante, porque las señales no verbales están

ausentes. Por el contrario, los padres que poseen una lectura y gramática

efectiva del inglés pueden preferir la comunicación por correo electrónico o los

boletines informativos. Los maestros y administradores de preescolar fomentan

la comunicación presente y construyen la comunicación futura con los padres

mediante la traducción de la comunicación escrita en la lengua materna de los

padres y facilitan traductores para conferencias por teléfono o donde se

encuentren los padres.

Conferencias exitosas

Aunque abundan otras opciones de comunicación, para algunos maestros de

preescolar y para los padres, las entrevistas personales siguen siendo el método

preferido de comunicación. Tanto los maestros de preescolar como los padres

comparten objetivos similares para estimular el éxito de todos los niños, y ambos

pueden contribuir a conferencias positivas y productivas. Los maestros de

preescolar aumentan la probabilidad de éxito de una conferencia al adaptarse a

los horarios de trabajo de los padres, demuestrando conocimiento sobre su

cultura, haciendo hincapié en los talentos y preferencias del niño y escuchando

las preocupaciones de los padres. Los padres contribuyen a una conferencia

exitosa proporcionando la información pertinente acerca de su hijo, escuchando

los comentarios del profesor, respetando el tiempo reservado para la entrevista

y teniendo presente seguir participando después de ésta.

El contenido que se muestra a continuación es solo una parte de los diferentes

temas que conforman la conferencia “

¿CÓMO MEJORAR LA COMUNICACIÓN ENTRE PADRES E HIJOS?“

- Existen diferentes tipos de comunicación en donde se dan respuestas

abiertas y cerradas.

- La respuesta cerrada es aquella que indica que el oyente no ha

escuchado ni comprendido lo dicho y tiende a cortar la comunicación.

- Le niega al niño el derecho a sus sentimientos y a expresarlos,

demostrando no tener el deseo de aceptarlos ni de comprenderlos.

- La respuesta abierta es aquella que indica que el oyente ha escuchado lo

que la otra persona le ha dicho; refleja el mensaje del que habla, de

manera que indica que el oyente ha escuchado y ha comprendido los

sentimientos que están tras las palabras.

- Reconoce el derecho que tiene la persona menor de edad de sentir y

expresar lo que siente, demostrándole que el oyente acepta tanto lo que

siente como lo que dice.

- Cuando escuchamos reflexivamente a nuestros hijos, reconocemos los

sentimientos que están detrás de lo que dicen y de lo que no dicen; esa

escucha reflexiva es una especie de espejo en el que el niño se ve a sí

mismo con más claridad y en donde se le brinda la oportunidad de hacer

una revisión de lo que le preocupa y de sentirse comprendido.

Si escuchamos reflexivamente, nuestras respuestas son abiertas porque reflejan

los sentimientos del niño y sus significados.

¿QUE NECESITO PARA ESCUCHAR REFLEXIVAMENTE?

Por otro lado para ser reflexivo, se requiere tener una buena dosis de sensibilidad

y habilidad para expresar sentimientos, además de esfuerzo y práctica, que no

se adquiere de un día para otro.

Cuando su hijo expresa sus sentimientos, le podría ayudar pensar para sus

adentros:

¿Qué está sintiendo?

Contéstele utilizando la palabra que usted cree refleja mejor sus sentimientos,

sin embargo, sea discreto y trate de adivinar cuándo su hijo quiere hablar y

cuándo no.

COMUNICACIÓN VERBAL Y NO VERBAL

PADRES E HIJOS

Así mismo, la comunicación puede ser o no ser verbal. Nuestras acciones,

expresiones y tono de voz, comunican si estamos escuchando o no. Podemos

comunicarnos sin palabras a través de una sonrisa, frunciendo el seño o

acariciándole la mano. Los estamos aceptando tales y como son cuando no los

sobreprotegemos, regañamos o interrumpimos. Cuando respondemos, no los

juzgamos, sino que aceptamos sus sentimientos, ya sea con palabras o sin ellas.

UNA COMUNICACIÓN RESPETUOSA ENTRE PADRES E HIJOS

PADRES

Una comunicación respetuosa entre padres e hijos, permite que ambas partes

puedan expresar lo que piensan y sienten, sin temor a ser rechazados. Esto

significa aceptar lo que el otro dice, pero no necesariamente estar de acuerdo.

El contacto visual y la postura, significa…

“Estoy escuchando, me interesa lo que piensas y dices”.

¿COMO COMUNICARME MEJOR CON MI HIJO?

Para comunicarse con su hijo, usted debe ser capaz de comunicarse de manera

tal, que él entienda sus sentimientos, ideas e intenciones. En muchas familias

los padres no esperan que sus hijos los escuchen; esperan tener que repetir

cada cosa por lo menos una vez. Sus hijos los han entrenado para repetir

mensajes.

En ocasiones los padres crean condiciones que invitan a los hijos a no

escucharlos y a desarrollar lo que se llama “Sordera paterna”. Es conveniente

pensar en términos de “mensajes – yo” y NO en “mensajes – tú”.

EL MENSAJE – TÚ: acusa, critica y sugiere la culpabilidad del niño, es un ataque

verbal e irrespetuoso para él.

EL MENSAJE – YO: por el contrario, describe cómo se siente usted ante el

comportamiento de su hijo. Este mensaje se centra en usted y no en él.

Comunica lo que usted siente, y no acusa o enjuicia al niño.

Este tipo de mensajes expresan los sentimientos de la persona que está

hablando; son específicos. El tono de voz es importante, ya que si el mensaje –

yo se expresa con enojo, se vuelve un mensaje-tú. Esto no quiere decir que uno

nunca deba enojarse.

La dificultad no radica en el enojo mismo, sino en el propósito del enojo, que

puede ser el deseo de controlarlo, “Ganarle o vengarse de él de alguna forma”.

Es importante tener presente el número de veces que nos enojamos, ya que si

esto llega a suceder, podría suceder lo siguiente:

Se refuerza el objetivo de poder, o de venganza del niño. La comunicación se

dificulta cuando el niño se siente amenazado y se pone a la defensiva para

“Salvar su imagen”.

Cuando usted se enoja, él sabe que sus intentos de provocarlo han tenido éxito.

Si la relación entre padres e hijos se basa en el respeto mutuo, una manifestación

ocasional de enojo puede ayudar a “Aclarar las cosas”, lo que ayudará a mejorar

la comunicación.

Ahora bien, si los conflictos entre padres e hijos son frecuentes, el enojo puede

hacer mucho daño.

¿CÓMO HABLAR DE SENTIMIENTOS A NUESTRO HIJO?

Tenga presente antes de

comunicarle a su hijo sus

sentimientos que no es su

comportamiento lo que

molesta, sino las

consecuencias que éste

pueda tener. Si su forma

de conducirse no tuviera

consecuencias, como el

interferir con las

necesidades o derechos

de otras personas, es

probable que a usted no

le molestaría, a menos de

que se tratara de algo

peligroso. Usted puede

construir el puente

dialógico de la siguiente manera:

Describa el comportamiento, pero no acuse: “Cuando no llamas, y no regresas

a casa después del colegio…” Comience con las palabras “Cuando tú” [Adecue

este ejemplo a sus propias circunstancias].

Exprese sus sentimientos con respecto a las consecuencias del comportamiento:

“Me preocupa lo que pueda sucederte…” Comience con “Yo siento” Por último,

refiérase a la consecuencia: “…porque no sé dónde estás”. El “Porque” establece

la consecuencia. Los mensajes-yo no tienen que seguir este orden.

Lo más importante es recordar que este mensaje se centra en el padre o adulto,

depende de la situación, y no se culpa ni se acusa a nadie.

CONSTRUCCIÓN DEL SENTIDO ÉTICO DE LA VIDA

Si deseamos comunicarnos de una manera efectiva con nuestros hijos,

éstos deben sentirse respetados y valorados.

Busque un buen momento para conversar con ellos y evite hacerlo en

medio de un conflicto, ya que la comunicación que se basa en el respeto

mutuo requiere la disposición de admitir y aceptar que los padres de

familia no tenemos todas las respuestas y conocimientos para solucionar

todos los problemas.

Permítale a su hijo que tome parte en la toma de decisiones y en la

solución de los problemas que se puedan presentar.

Los niños saben cuándo pueden creerles a sus padres o cuándo éstos

aparentan saber algo que en realidad desconocen.

El ser sarcástico y el ridiculizarlos, no solamente hace que la

comunicación entre ellos sea tensa, sino que además es una manera

destructiva de comunicación.

Procure crear un ambiente en el que los hijos se sientan libres de expresar

sus sentimientos, sin temor a ser humillados.

AL HABLAR COMUNICAMOS NUESTRAS CREENCIAS Y VALORES

Si usted está convencido de que su hijo es un niño valioso y bien intencionado,

usted le está comunicando esto a través de sus palabras y gestos. Si los

clasificamos: “Testarudo”, “Mal educado”, “Inútil”, desafortunadamente esas

“Clasificaciones” se vuelven realidad. Y al hacerlo, estamos asumiendo la

posición de juez; confíe en sus hijos y evite etiquetarlos. Tenga en cuenta que la

comunicación eficaz implica tanto escuchar cómo hablar.

ALGO PARA MEDITAR

“Saber escuchar es también un arte, de tal forma que enseñar arte es tarea de

los padres y madres”.

ACTIVIDADES PARA HACER CON SU NIÑO DE EDAD

PREESCOLAR

Ser madre o padre de un niño en edad preescolar es maravilloso

Los niños de 3 a 5 años de edad empiezan a ser independientes y a participar

activamente en el mundo que los rodea. La edad preescolar es un período de

mucho desarrollo en el que están deseosos de aprender y probar cosas nuevas.

Para los padres, es un momento especial porque pueden jugar más

creativamente con sus hijos y verlos aprender y crecer. Jugar con un niño

preescolar promueve el aprendizaje, aumenta la autoestima y fortalece los lazos

familiares. Como a esta edad a los niños les encanta la rutina, establecer un

período regular para el juego les ayuda a prepararse y a participar más en las

actividades. El juego diario también facilita las otras cosas, porque el niño valora

este momento especial y su necesidad natural de atención se ve satisfecha.

Estas son algunas maneras fáciles de promover la participación de su niño en

las tareas y actividades recreativas diarias.

El juego durante los que haceres domésticos

Las actividades de la vida diaria, como ir de compras o cocinar, pueden ser un

momento divertido para toda la familia. Los juegos sencillos como el “Veo, Veo”,

los cuentos, las canciones o pedirle a su niño que ayude de maneras apropiadas

para su edad son algunas formas de incorporar el juego a su rutina. Pruebe

diferentes actividades para ver qué es lo que al niño más le gusta. Incluya a los

hermanos para mantener a toda la familia ocupada al mismo tiempo.

Aquí tiene algunas ideas para que las tareas diarias sean divertidas:

Al viajar en automóvil, inventen un cuento contando una oración cada uno.

Empiece el relato con una oración cualquiera y pídale a su niño que siga con la

oración siguiente. Continúen así hasta que uno de ustedes decida el final de la

historia.

Después de lavar los platos, pídale a su niño que encuentre la tapa de cada

recipiente plástico y que los apile prolijamente en un estante bajo.

Mientras esperen en fila, practiquen pararse sobre una pierna. Al niño le

encantará hacer payasadas en público y además, le ayudará a tener un mejor

equilibrio.

En el restaurante, usen el menú para hacer una búsqueda de letras. Empiecen

por la A y sigan con cada letra del abecedario.

Manténganse activos

Los niños preescolares tienen mucha energía y les gusta usar el cuerpo. Las

actividades físicas tienen muchos beneficios para ellos, por ejemplo, una mayor

densidad ósea, menos riesgo de diabetes tipo 2 y mejor autoestima. Hacer

suficiente actividad física también les ayuda a portarse mejor durante el día y a

dormir mejor de noche.

Actividades físicas divertidas para hacer con su niño:

Ponga su música favorita y jueguen al “baile congelado” con los hermanos o

amigos. Cuando la música para, todos tienen que quedarse “congelados” como

estatuas en sus sitios.

Jueguen a lanzar y atrapar una pelota pequeña y suave.

Caminen por el vecindario o en un parque cercano. Hagan que el paseo sea más

interactivo alternando entre caminar a paso rápido, dando saltos o saltando sobre

las grietas de la acera.

Después de que llueva, lleve a su niño afuera a saltar charcos.

Invite a amigos a unas mini Olimpiadas con actividades como saltos de tijera

(“jumping jacks”) y carreras.

Ensúciense

A muchos niños preescolares les gustan las actividades que les permiten

aprender usando los sentidos. Algunos ejemplos de actividades sensoriales son

jugar con agua o hielo (tacto), oler especias en la cocina (olfato), comparar los

sabores de alimentos (gusto), hacer música con artículos del hogar (audición) y

jugar con pinturas de colores (vista). Haga que los hermanos mayores participen

y se diviertan dejando que ayuden a dirigir las actividades. Tenga cuidado con

los objetos pequeños y asegúrese de usar materiales no tóxicos para garantizar

la seguridad de los niños de todas las edades.

Este es un ejemplo de un juego sensorial que puede hacer con su niño

preescolar (adaptado de PBS.org):

Hacer masilla (“Silly Putty”)

Suministros: ¼ taza de pegamento (“Elmer’s all-purpose glue”), ¼ taza de

almidón líquido, colorante de alimentos (según sea necesario)

En un recipiente pequeño, mezcle el colorante de alimentos con el pegamento

hasta que tenga un color uniforme.

Vierta el almidón líquido en la mezcla.

Agite y deje reposar durante cinco minutos.

Saque la masilla del recipiente y colóquela sobre una toalla de papel limpia.

Amase la masilla por cinco a diez minutos.

El producto final será igual a la masilla “Silly Putty” que se vende en las tiendas.

Puede hacerla rebotar, moldearla para crear diferentes formas o usarla para

copiar las letras de un periódico.

En el blog de esta madre de un niño preescolar, encontrará muchas actividades

sensoriales más: OnePerfectDay.net.

Usen la imaginación

La edad preescolar es perfecta para los juegos de imaginación. Los niños

pueden probar cosas nuevas y aprender acerca del mundo que les rodea. El

psicólogo David Elkind, autor de“The Power of Play” (El poder del juego), explica

que al usar la imaginación, los niños crean un mundo en el que son fuertes y

están al mando, algo que no les ocurre comúnmente.

Cada niño prefiere un tipo de juego imaginativo único, así que tenga la mente

abierta y apoye lo que a su hija o hijo le interese. Algunos niños disfrutan de las

interacciones personales, como representar escenas de sus cuentos favoritos,

mientras que otros prefieren jugar en grupos más grandes o armar cosas con

bloques. Sea cual sea la preferencia de su niño, sígalo y use el juego para

explorar intereses diversos.

Sugerencias para ayudar a su niño a usar la imaginación:

Decoren cajas de cartón grandes y armen cohetes, casas o coches en los que

pueda jugar.

Hagan muñecos de papel y representen escenas.

Jueguen al restaurante en la cocina y pídale a su niño que haga de cuenta que

es el chef.

Siéntense en un sofá cómodo y túrnense para contar cuentos.

Pídale a su niño que lo lleve en una búsqueda de tesoros por el parque.

Saque piezas para armar (“Legos”), bloques o papel y marcadores y creen

nuevos mundos juntos.

Busque oportunidades en su comunidad

Además de estas actividades en el hogar, busque programas para niños

preescolares en su comunidad. Las bibliotecas públicas, las YMCA y los centros

comunitarios son algunos de los lugares que organizan actividades gratuitas

para los niños pequeños y sus familias. Muchas comunidades tienen grupos en

línea para que los padres intercambien información sobre actividades locales,

grupos de juego y recursos. Busque grupos en Facebook, Meetup o Google

asegurándose de que se centren en ofrecer apoyo positivo a las familias. Una

descripción clara y moderadores activos son signos de que el grupo está bien

organizado y tiene información útil.

Los Centros Familiares son lugares muy útiles para encontrar grupos de juego y

actividades sociales gratuitas. En estos centros, los padres y niños pueden

reunirse con otras familias, informarse sobre recursos en la comunidad y

participar en diferentes actividades. Los programas son gratuitos y están abiertos

a todas las familias de la comunidad con hijos pequeños.