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Conferencia de Jorge B. González Caro
Representante A. del UNFPA en Venezuela
con motivo de la apertura de la segunda cohorte del DIPLOMADO: EDUCACIÓN DE LA
SEXUALIDAD Y SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA
PARA EQUIPOS INTERDISCIPLINARIOS QUE ATIENDEN ADOLESCENTES
SI A LA OPCION, NO AL AZAR.
PLANIFICACIÓN FAMILIAR, DERECHOS HUMANOS Y DESARROLLO
Saludo protocolar
Nunca me han llamado la atención los No.1 y los Primeros…, aquello de las revistas o
publicaciones Año 1 No.1, o el I Encuentro de esto, I Simposio de aquello, etc… todos
tienen un gran mérito porque siempre es difícil comenzar algo, pero muchas veces
esconden de manera solapada nuestra incapacidad para darle continuidad a las cosas que se
han iniciado, fortalecer lo que ya existe, institucionalizar que le hace tanta falta a nuestro
país.
El año pasado estuve aquí, dando unas palabras de bienvenida en el Primer Diplomado
sobre Educación de la Sexualidad y Salud Sexual y Reproductiva, para Equipos
Interdisciplinarios que atienden Adolescentes, en ese momento manifestamos nuestra
satisfacción por ese logro y nuestro orgullo porque se estuviera brindando en esta querida
casa de estudios.
Pueden imaginarse, la satisfacción que nos produce estar aquí en ocasión de darle apertura
a la segunda cohorte, es un tímido pero muy prometedor indicador de que estamos haciendo
las cosas bien, que estamos poniendo en ustedes las lecciones aprendidas de la Primera
Cohorte, que estamos duplicando la gente a la que le estamos llegando y que se potencia
por tanto la incidencia indirecta de este diplomado sobre los y las adolescentes.
Es por esta razón, que no queríamos este año simplemente darles un saludo de bienvenida
institucional, sino contribuir con algunas reflexiones de contenido.
El nombre de esta conferencia, es el mismo nombre del Informe del Estado de la Población
Mundial 2012, publicado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas a finales del
año pasado. SI A LA OPCION, NO AL AZAR. PLANIFICACIÓN FAMILIAR,
DERECHOS HUMANOS Y DESARROLLO.
El derecho, y quiero enfatizar que estoy diciendo EL DERECHO, de toda persona a
decidir libre y responsablemente cuántos hijos tener y cuándo tenerlos ha sido un principio
orientador de la Salud Sexual y Reproductiva desde hace muchos años, pero cobró especial
importancia como derecho a partir de la aprobación del Programa de Acción de la
Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo por parte de 174 gobiernos,
incluido el de Venezuela, en la ciudad de El Cairo en 1994. La conocida Agenda de El
Cairo.
En el mundo desarrollado y entre los sectores más favorecidos de los países en desarrollo,
se da por sentada la posibilidad de ejercer ese derecho. El derecho a decidir cuántos hijos
tener y cuándo tenerlos. No obstante, para la mayoría de las personas residentes en países
en desarrollo, especialmente las más pobres, las facultades y los medios de determinar el
tamaño de sus familias son escasos o insuficientes.
Según se estima, hay 222 millones de mujeres que carecen de acceso a servicios confiables
y de calidad para la planificación de la familia. Tampoco tienen información al respecto y
eso las coloca en situación de riesgo de tener embarazos no deseados. También en los
países desarrollados hay altos niveles de embarazo no deseado, especialmente entre
adolescentes, personas pobres y minorías étnicas.
La enorme necesidad insatisfecha de planificación de la familia persiste, pese a los
acuerdos y tratados internacionales de derechos humanos que promueven los derechos de
las personas a adoptar sus propias decisiones acerca de cuándo tener hijos y con qué
frecuencia.
Actualmente, hay un reconocimiento casi universal de que la planificación de la familia es
un derecho intrínseco, afirmado y sostenido por muchos otros derechos humanos. Dado que
se trata de un derecho, la planificación voluntaria de la familia debería estar al alcance de
todos, y no solamente de los más ricos o los más privilegiados.
La escasez de anticonceptivos es una de las razones por las cuales hay todavía millones de
personas impedidas de ejercer sus derechos a la planificación de la familia. El acceso a la
planificación de la familia también puede quedar restringido por factores diversos, entre
ellos la pobreza, las presiones sociales negativas, la desigualdad entre hombres y mujeres, y
la discriminación.
Para asegurar el acceso a los servicios de planificación de la familia de todas las mujeres,
todos los hombres y todos los jóvenes, es preciso adoptar medidas en diversos frentes:
fortalecer simultáneamente los sistemas de salud, introducir o velar por el cumplimiento de
las leyes de protección de los derechos de las personas, reducir la pobreza, cuestionar las
prácticas tradicionales nocivas, eliminar el matrimonio precoz, poner fin a la
discriminación, superar los impedimentos logísticos y asegurar una amplia gama de
suministros.
Asegurar el acceso universal a la planificación voluntaria de la familia es cuestión de
protección de los derechos humanos; pero también es cuestión de desarrollo económico y
social.
Varios estudios han demostrado que las inversiones en planificación de la familia
contribuyen a reducir la pobreza, mejorar la salud, promover la igualdad entre hombres y
mujeres, posibilitar que las adolescentes completen su educación y acrecentar su
participación en la fuerza laboral.
Cuando una mujer está en condiciones de ejercer sus derechos reproductivos, tiene más
posibilidades de beneficiarse con los demás derechos, como el derecho a la educación o el
derecho al trabajo.
Como resultado, hay mayores ingresos, mejor estado de salud de la mujer y de sus hijos, y
mayores facultades de la mujer para adoptar decisiones, tanto en el hogar como en la
comunidad. Cuando las mujeres y los hombres planifican conjuntamente su procreación,
los hijos se benefician de inmediato y también mejoran sus perspectivas a largo plazo. Todo
embarazo deseado si llega a feliz término se convierte en un hijo querido.
Dar a luz debería ser el momento más pleno en la vida de una mujer. No obstante en
muchas regiones del mundo un embarazo puede convertirse en una condena de muerte. Las
estadísticas describen una realidad fría: la tasa de fecundidad en los países ricos es inferior
a 1,6 hijos por mujer; en los menos adelantados de 4,4 y en África Subsahariana, de 5,1. A
escala mundial, todas están disminuyendo. Pero tras los números, se halla la tragedia:
Alrededor de 800 mujeres mueren cada día debido a complicaciones en el embarazo o el
parto. Por cada mujer que muere, hay otras 20 más que sufren lesiones debilitantes en el
parto, como la fístula obstétrica.
Muere una mujer por complicaciones obstétricas cada 2 minutos. El 99%, en países pobres
y en vías de desarrollo.
La planificación de la familia contribuye a evitar los embarazos no deseados, los cuales
pueden tener efectos negativos sobre la posibilidad de una mujer de ejercer diversos otros
derechos.
Una adolescente que queda embarazada, por ejemplo, suele verse forzada a abandonar la
escuela y, por consiguiente, queda privada de su derecho a la educación. Un embarazo no
deseado puede poner en peligro la salud de la mujer, menoscabar sus oportunidades de
ganarse la vida y atraparla a ella y a toda su familia en un ciclo de pobreza y exclusión.
Pónganle atención a estos datos: De los 80 millones de embarazos no deseados que, según
las proyecciones han de ocurrir este año en el mundo, se estima que unos 40 millones
terminarán en aborto. Abortos en condiciones inseguras. Al responder a la necesidad de
planificación de la familia en todo el mundo se evitarían 54 millones de embarazos no
deseados, lo cual redundaría en una reducción en 26 millones del número de abortos. La
investigación también indica que cuando se dispone ampliamente de suministros de
planificación de la familia, información y servicios, se reducen las tasas de aborto.
La salud reproductiva y el acceso a la planificación familiar es uno de los desafíos que más
preocupa en estos momentos al UNFPA. El razonamiento es sencillo: Para que las mujeres
puedan desarrollar plenamente todo su potencial es necesario habilitarlas para que elijan
cómo y cuándo ser madres, y así tendrán un acceso más igualitario a la sociedad y
serán más productivas, reduciendo la pobreza. No se trata de controlar la natalidad, sino
de decidir libremente acerca de la maternidad.
Comenzamos diciendo que hay 222 millones de mujeres que carecen de acceso a servicios
confiables y de alta calidad para la planificación de la familia, pero es justo decir que se
estima que hay 645 millones de mujeres en el mundo en desarrollo usando métodos
anticonceptivos. Hoy día se invierten 4 millardos de $ en insumos anticonceptivos, pero
habría que invertir más del doble para satisfacer toda la demanda.
El uso actual de métodos anticonceptivos prevendrá 218 millones de embarazos no
deseados en países en desarrollo, si estos 218 millones de embarazos no deseados no se
evitaran provocarían 55 millones de nacimientos no planificados, 138 millones de abortos
(de los cuales 40 millones se provocarían en condiciones inseguras), 25 millones de
embarazos que fracasarían, se generarían 118.000 muertes maternas adicionales y se
producirían más de un millón de muertes en lactantes. Es decir con planificación familiar,
acceso a insumos anticonceptivos, estamos evitando abortos, muertes maternas y muertes
neonatales.
La ausencia de planificación familiar es también un problema de género, se estima que más
de 100 millones de mujeres 'desaparecen' antes de nacer debido a una preferencia por los
bebés masculinos. El aborto selectivo que es común en China y La India, ha conducido a
que el porcentaje de población femenina sea ya un 8% y un 7% inferior al masculino y que
por las dimensiones de sus poblaciones han alterado la tasa de masculinidad a nivel global.
Hoy día hay más hombres que mujeres en el mundo! Es decir, es cierto lo que dicen, los
hombres están escaseando, y ese es un problema de salud sexual y reproductiva.
No es el cáncer, nos son los accidentes de tránsito, no son las enfermedades cardíacas. La
mortalidad materna es la principal causa de muerte e incapacidad entre las mujeres de entre
15 y 49 años en los países en desarrollo.
En Venezuela que hemos avanzado de manera tan significativa en el cumplimiento de las
metas del milenio, podríamos decir que prácticamente no hemos avanzado nada en la
reducción de la tasa de mortalidad materna, que afortunadamente no es tan alta, pero no
podemos consolarnos con eso porque 01 muerte materna cuando es evitable es demasiado y
es inaceptable.
Debemos decir que en Venezuela, el acceso universal a servicios de salud sexual debe ser
garantizado a toda la población, es un derecho humano consagrado en nuestra constitución
nacional.
Artículo 76. La maternidad y la paternidad son protegidas integralmente, sea cual fuere el
estado civil de la madre o del padre. Las parejas tienen derecho a decidir libre y
responsablemente el número de hijos o hijas que deseen concebir y a disponer de la
información y de los medios que les aseguren el ejercicio de este derecho. El Estado
garantizará asistencia y protección integral a la maternidad, en general a partir del momento
de la concepción, durante el embarazo, el parto y el puerperio, y asegurará servicios de
planificación familiar integral basados en valores éticos y científicos.
El padre y la madre tienen el deber compartido e irrenunciable de criar, formar, educar,
mantener y asistir a sus hijos o hijas … .
Pero ese derecho no puede tener vigencia, a menos que las personas y las parejas tengan
acceso a los anticonceptivos, la información y los servicios que posibiliten el ejercicio de
dicho derecho.
Hoy en día hay en Venezuela:
Mujeres embarazadas que no supieron cómo evitar el embarazo o no tuvieron
acceso al uso de un método anticonceptivo. Las estadísticas indican que las mujeres
con menos estudios y de los sectores más pobres tuvieron el doble de los hijos que
querían tener, esto profundiza las desigualdades y reproduce el ciclo de la pobreza.
Las 2/3 partes de las analfabetas del mundo son mujeres. La salud sexual y
reproductiva es un asunto de género.
Hay mujeres que quieren tener hijos y no pueden embarazarse, la fertilidad también
es un derecho humano que debe atenderse.
Debemos entender que el desarrollo no se mide en el mundo moderno únicamente con
parámetros económicos como el Producto Interno Bruto, sino por el apego al ejercicio de
los derechos humanos, (muchas veces pensamos que la violación de un derecho humano es
tortura o desaparición forzosa), en el mundo moderno es mucho mas que eso, veamos esto
con una óptica mucho más amplia:
Una muerte materna evitable es una violación al Art.43 de la constitución, el derecho a la
vida es inviolable.
Es nuestro deber garantizar la provisión de servicios y educación para prevenir la
mortalidad materna e infantil. Muchas muertes maternas están relacionadas con la práctica
de abortos inseguros, de modo que también es nuestro deber garantizar acceso universal a
la anticoncepción voluntaria y remover barreras contra el uso de servicios de Salud Sexual
y Reproductiva. También es nuestro deber habilitar un ambiente favorable para disfrutar
con libertad de la vida sexual sin temor a embarazos no deseados, incluso el
reconocimiento y respeto de la diversidad sexual, es un ejercicio de no discriminación
establecido en el Artículo 21 de nuestra constitución, es un derecho humano.
La amplia brecha que existe entre la igualdad de género y el derecho de las mujeres a una
vida libre de violencia tal como está establecida en nuestras leyes y lo que en realidad
todavía ocurre en nuestro país en apego a los estereotipos y las relaciones tradicionales de
poder entre los sexos, es una violación a un derecho humano, y así podríamos seguir
enumerando muchos ejemplos,…… pero creo que he abusado de su tiempo y atención.
Hay todo un evento que desarrollar aquí…
Espero que estas reflexiones sobre la necesidad de optar por los hijos y no tenerlos al azar,
les sirva de abre boca para comprender las profundas relaciones que existen entre
Planificación Familiar, Derechos Humanos y Desarrollo de los Pueblos.
Muchas gracias por su amable atención.